HERCULITO. SUPLEMENTO N.1. ANIVERSARIO 1er año

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SUPLEMENTO 1

HeRCULITO

FUERZA, CREATIVIDAD Y PROYECTO DE FUTURO

www.revistaherculescultural.blogspot.com revistaculturalhercules@gmail.com

@herculescultura

HĂŠrcules Cultural

2014


Hércules Cultural Suplemento Octubre 2014 Dirección: Nuria Ruiz Fernández Subdirección: Carmen Sánchez Melgar Diseño: Álvaro Armada González Diseño Portada: Carmen Vázquez Gómez

Índice Página 4………………………...Delmira Agustini

Página 25……………………..Carmen Sánchez

Página 9……………………….Josefina Martínez

Página 27…………………..África Da Coimbra

Página 11……………………....Salvador de Ana

Página 29……………………..Adrian Van Loon

Página 12……………………….Juan Emilio Ríos Página 15………………………………………...Xena Págin 19…………………………………. Dulce Ana Página 21…………………………… Farid Bentria Página 23…………………………..Marisa Duque Editorial FCPF Algeciras (España) ISSN:2340-7115 Depósito Legal:CA343-2013 ISBN: El Real Decreto 2063/2008 del Ministerio de Cultura sobre el ISBN publicado en el BOE número 10, del 12 de enero de 2009, en su “Disposición derogativa única a)”, deroga la obligatoriedad de consignar el ISBN en la publicaciones, fijada por Decreto 2984/1972, por tanto, no hay ninguna obligación de solicitar un ISBN para obtener el Depósito Legal.

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elmira Agustini, (Montevideo 1886-1914) fue una poeta y activista feminista uruguaya, que aunque nacida y criada en una familia conservadora, de conductas estrictas, le dieron la posibilidad de cultivarse culturalmente y desarrollar su creatividad. Fue una niña precoz. Además de componer versos desde que tenía 10 años, realizó estudios de francés, música y pintura. Colaboró en las revistas “La alborada”, y “Apolo” , del poeta Manuel Pérez y Curis. Formó parte de la Generación del 900, junto a Julio Herrera y Reissig, Leopoldo Lugones, Rubén Darío y Horacio Quiroga, al que consideraba su maestro. Darío llegó a compararla con Santa Teresa, diciendo de ella que era la única , desde la santa, en expresarse como mujer. Su poesía expresó el erotismo femenino en una época en la que el mundo estaba dominado por hombres. Su estilo pertenece a la primera fase del Modernismo, y sus temas tratan de fantasía y de materias exóticas. Eros, dios de amor, simboliza el erotismo y es la inspiración para los poemas de Agustini sobre los placeres carnales. Dedicó su tercer libro a Eros, titulado “Los cálices vacíos” en 1913, lo que significó su entrada en el movimiento de vanguardia. Contrajo matrimonio con Enrique Job Reyes, pero por diversas desavenencias conyugales, lo abandonó un mes y medio más tarde, divorciándose en junio de 1914. Un mes después, fue asesinada por su ex esposo, quién se suicidó luego. Su obra se caracteriza por la fuerte carga erótica. Sus poemas siguen la línea modernista y están llenos de feminismo, sensualidad y sexo. En 1924 se publicaron en Montevideo sus obras completas. Destacamos, “El libro blanco”, “Cantos de la mañana”y “Los cálices vacíos”. Ediciones póstumas: “El rosario de Eros”, “Los astros del abismo” y “Correspondencia sexual”.

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CON TU RETRATO

SERPENTINA

Yo no sé si mis ojos o mis manos encendieron la vida en tu retrato; nubes humanas, rayos sobrehumanos, todo tu Yo de Emperador innato

En mis sueños de amor, ¡yo soy serpiente! gliso y ondulo como una corriente; dos píldoras de insomnio y de hipnotismo son mis ojos; la punta del encanto es mi lengua... ¡y atraigo con mi llanto! soy un pomo de abismo.

amanece a mis ojos, en mis manos. ¡Por eso, toda en llamas, yo desato cabellos y alma para tu retrato, y me abro en flor!… Entonces, soberanos

Mi cuerpo es una cinta de delicia, glisa y ondula como una caricia...

de la sombra y la luz, tus ojos graves dicen grandezas que yo sé y tú sabes… y te dejo morir… Queda en mis manos una gran mancha lívida y sombría…

Y en mis sueños de odio ¡soy serpiente! mi lengua es una venenosa fuente; mi testa es la luzbélica diadema, haz de la muerte, en un fatal soslayo son mis pupilas; y mi cuerpo en gema ¡es la vaina del rayo! Si así sueño mi carne, así es mi mente: un cuerpo largo, largo, de serpiente, vibrando eterna, ¡voluptuosamente! Tu amor, esclavo, es como un sol muy fuerte: jardinero de oro de la vida, jardinero de fuego de la muerte en el carmen fecundo de mi vida. Pico de cuervo con olor de rosas, aguijón enmelado de delicias tu lengua es. Tus manos misteriosas son garras enguantadas de caricias. Tus ojos son mis medianoches crueles, panales negros de malditas mieles que se desangran en la acerbidad; crisálida de un vuelo del futuro,

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TU AMOR

Tu amor, esclavo, es como un sol muy fuerte: jardinero de oro de la vida, jardinero de fuego de la muerte, en el carmen fecundo de mi vida. Pico de cuervo con olor de rosas, aguijón enmelado de delicias tu lengua es. Tus manos misteriosas son garras enguantadas de caricias. Tus ojos son mis medianoches crueles, panales negros de malditas mieles que se desangran en mi acerbidad; crisálida de un vuelo del futuro, es tu abrazo magnífico y oscuro torre embrujada de mi soledad.

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LA CONSTELACIÓN DE LOS LUNARES Que más me dará a mi ponerme o no las flores en el pelo cuando aún no llegó la primavera. yo sigo este camino que me presta el sendero de tu cuerpo, me pierdo en tus axilas donde las algas tienen olor a vida y a deseo y que excitan con todo su calor esta sal que tienen mis mareas.

Tu cuerpo y sus lunares, como una constelación de rocas donde poner mis labios hasta ese horizonte que cubre tu cintura, voy llegando sin pausas

ubo un tiempo, en el cuál, después del baño, me empolvaba abundantemente de polvo de talco. Y una vez acabado este ritual – vestido- saltaba a la calle de la noche. Me colocaba con sumo cuidado los calzoncillos, para que el talco se quedase entre el tejido y mi piel, y una vez puestos, adulaba a mi sexo echando más talco sobre él.

al vaivén de esta barca

La picha tomaba una imagen cadavérica, mas no me inquietaba porque era maquillaje. Pero ocurrió, que una noche que fui a dejar parte de lo que había bebido, como tantas otras, no sé por qué se me olvidó, que mi polla estaba bien empolvada. Y al sacarla de su santuario, salió dentro de mí un aullido terrible como el de un perro.

pausada de mis besos.

¡¡¡Está muerta!!!

a un espigón donde el viento después de tantas olas tendido ya descansa

Creo que voy a cambiar todas las flores por estrellas de mar para mi pelo. 10

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DESPACIOSA, GOZOSA Y DISFRUTABLE MASTURBACIÓN

l mero recuerdo del tacto de tus pechos colmados despierta al músculo que se despereza con prisas y arrolla todo a su paso, haciéndose notar sin disimulo. Lo libero de todo obstáculo molesto y ya exento, lo mantengo entre mis dedos en desigual envite. Lo acaricio con lentitud buscando su respuesta, no dejando que ceje ni un ápice su pujanza. En su carne, que se aprieta, creo recorrer el sendero que desciende por tu ombligo hasta tocar el magma inflamable de tu sexo abierto, el desfiladero estrecho entre tus senos, tu pezón erecto como risco de cuchillo, el camino sombrío entre tus nalgas tan secreto. Entre los pliegues de mi pene me parece encontrar tu clítoris excitado y lo acometo con furia, volando con la imaginación del deseo, y descendiendo hasta el culmen de tu placer, lo penetro profundo con saña desmedida. Todo mi vigor se derrama en un estallido apoteósico, en un estertor salvaje y descontrolado, que deja paso a una súbita e inevitable sensación de desplome que me arrebata el deseo de golpe y porrazo. El orgasmo ha dejado paso a un vacío severo que Revista cultural Hércules

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EL VAHO EN LAS PAREDES o la avisé de mi llegada. Cuando entré en la casa, en penumbra, se oía el sonido de la ducha. Como cuando era niño y observaba a mi vecina desde la ventana, la espié por la puerta entreabierta, protegido por el vaho del cuarto de baño, y por mi inseguridad ante una situación tantas veces soñadas y nunca realizada.

Cuando el clímax, al unísono, retumbó entre suspiros en las paredes empapadas de deseos, el vaho que nos envolvía era una nube inmensa de desenfreno infinito que, apenas sin aliento, acunaba sudoroso el galope de nuestros corazones desenfrenados. Y el minuto último, ese que nadie quiere que llegue, nos arrastró como un vendaval dejándonos extasiados. Nos miramos, nos reímos y un cálido beso, de su boca, se posó en mi frente. En ese momento comprendí que sería mía para siempre.

Su cuerpo de diosa, reluciente entre la espuma que resbalaba por sus piernas; su pubis níveo, inocente en apariencia; sus manos rozando suavemente los pezones erguidos, como esperando a ser lamidos por mi lengua sedienta; sus nalgas tersas, medio abiertas, húmedas, llamándome en voz baja, y sus rizos, deshechos, mojados, como si hubiesen acabado una batalla que aún estaba por empezar, produjeron una erección en mis sentimientos y en mi entrepierna. Me quité la ropa por inercia, sin darme cuenta, y con cautela, como un ladrón de almas, me introduje en la ducha donde ella seguía frotando su hermosura con timidez. Sus ojos de gata hambrienta, al notar una presencia sobre su espalda, se abrieron tanto como su sexo minutos más tarde, y un cálido beso en mis labios a punto de estallar, hicieron el resto. Bajo la lluvia caliente, nuestros cuerpos se abrazaron: sudor, agua, pasión, espuma, suspiros, uñas arañando mi espalda, sabrosos bocados en sus pechos, y mi miembro, que conocía el camino, se encapsuló al suyo con rítmicos movimientos de lujuria compartida. Los minutos fueron maravillosamente eternos, el tiempo dejó de existir evaporándose entre el roce de nuestros cuerpos, el mundo por unos instantes fue nuestro y los dos fuimos uno.

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SIEMPRE CONTIGO odas las noches contigo. Tu cuerpo desnudo moviéndose al ritmo de la voz de Sade despierta una inflamación en mi sexo que intento apaciguar rozándome suavemente mientras te observo. Tus lascivos contoneos encienden mi pasión; mis ansias de ti aumentan… Te sigo observando. Subida en tus tacones de aguja me ofreces tu hermoso trasero que deseo poseer en ese mismo instante. Pero me detengo. Sigo tocándome lentamente, la espera me excita, prefiero seguir mirándote. Te giras; tus pechos, bronceados como el resto de tu cuerpo, se balancean siguiendo los vaivenes de la música que suena. Tu mirada de deseo se posa en mi dureza, entreabres la boca, sacas la punta de la lengua que pasas entre tus golosos labios, suspiras. Me deseas, deseas sentirme dentro de ti, deseas que me empape de tu humedad que intuyo, te conozco, sé cómo lubricas, lo he comprobado muchas veces, eres perfecta. Te sientas, separas las piernas dejándome ver tu intimidad que acaricias con la palma de tu mano; te llevas un dedo a la boca, lo chupas, lo lames, juegas con él como si no fuera un dedo sino algo más suculento y te lo introduces en tus profundidades mientras tu cara muestra su lado más morboso. Jadeas, jadeo, tus movimientos se aceleran, mi mano no puede parar, el placer de verte gozar le imprime un movimiento continuo que sólo se detiene cuando mi semen se ve expulsado a borbotones y un fuerte latigazo de placer sacude mi cuerpo. Otra noche más, visionando en mi mente esa película en la que tú eres la única protagonista, otra noche masturbándome con tu imagen. No sé cuándo nos veremos de nuevo. Temo no poderte dar en la realidad lo que te doy en mis fantasías. Algún día volveré a buscarte; estoy tardando mucho, lo sé… Me arriesgo a que ya no quieras nada de mí.

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ENCIMERA is manos descubren tras tus muslos el lugar perfecto para acercarte decididamente a mí. Nuestras frentes, ágiles, se encuentran antes de buscarse. Abres tus labios. El ímpetu contenido. La piel hecha incendio. Las ganas, el aliento. Olvido respirar y tus labios brillan de humedad invitándome al manantial del que brota, jadeante, tu misterio. Vas a encontrarme en ti. Vas a invadir mi concepción del tiempo.

A GRITOS TU SILENCIO No quiero que digas nada más. No ahora.

Quiero que me muerdas y descubras

el sabor a vida de mi carne,

la tempestad ebria de tu cuerpo,

el tiempo entrelazado, constante,

para amar a gritos tu silencio.

Del libro “Un viento de madera” Editorial Dauro 2014

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DESEO Deseo recorrer tu piel desnuda. A tientas, a ciegas. Palmo a palmo. Parsimoniosamente. Aprender de memoria los misterios de tu boca. Penetrar en tus entraĂąas usurpando tus caricias. Deseo calmar mi sed de ti bebiendo. Satisfacer mi hambre con tu carne. Atrapar tu lengua. Morder tus nalgas. Aspirar cada gemido de excitaciĂłn. Respirar extenuada en el lecho febril. Enredarme a tu entrepierna y sintir tu sexo erguido, clavarse entre mis muslos. Deseo noches temerarias, para sumergirme en tu cuerpo, para empaparme con tus besos, hasta romperme por dentro. Desvanecerme . Perderme a la lujuria. Firmemente. Es mi deseo.

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LOS AROMAS DE TU SEXO Aquel deseo antiguo que traspasaba las lindes de lo prohibido se ha relentizado en su impulso. Ahora se torna, entre las sábanas Intenso… Seguro… Profundo… Deslizándose entre mis muslos hasta el tuétano de mi espina dorsal con paso lento, recreándose, saboreando con otros labios los aromas de tu sexo.

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EL HUECO Sentir el polvo de tus huesos quiero, en nombre de este amor desenfrenado, mirarme en tus ojos de lucero y ser sacerdotisa junto al mago.

.Me beberé las mieles de tus labios y emprenderé ese viaje sin regreso. (Ese misterio…¡Quién podrá encontrarlo!) Y que encontraras lo oculto de mi hueco.

Serán nuestros sentidos desatados, y el inicio será una gran ternura, y habrá un tornado que provoque un caos al cruzar ese puente de lujuria.

Me meteré, quizás, en tu bolsillo, y me pondré a jugar con tu bragueta mientras tú me desabrochas el vestido, sintiendo que soy ninfa y soy poeta

Dormiré en tus brazos tormentosos porque eres luz y sombra al mismo tiempo. Te entregaré mi cuerpo voluptuoso, y será la creación de otro universo.

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DOS ORILLAS Dos orillas. Dos orillas que casi se tocan. Dos orillas, tan cerca y tan lejos. Dos orillas, con playas para vivir nuestras maravillas. Dos orillas, tan cerca, que puedo oler tu perfume. Tu perfume que tantas veces me a puesto de rodillas, besando tus pies, tocando tus piernas morenas y mojadas del agua. Agua, a veces azul como el celeste, Otras negro, más que la noche más oscura. Este agua celeste y infernal, este agua que me separa de tocarte, besarte desnudarte. Agua que nombraron Estrecho. Estrecho, dulce y peligroso como el sabor de tu pecho.

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