ran las 12 :45 y sonó el timbre de nuestra escuela, era la hora en que los niños regresaban a casa, el salón se quedaba vacío y solo se escuchaba las vocecitas de dos inseparables amigas. -¡uffff, al fin se acabó otro día de labor!-dijo la señora pizarra. -Si, qué bueno, contestó la señora tiza. -Notaste que nos están utilizando cada vez menos-dijo la pizarra. -Si, hoy mi pobre cabecita no estuvo muy agitada, pude descansar mucho más que otros días-dijo la tiza. -Haz notado que comentan mucho de la contaminación, y que cada vez están haciendo más inventos para que las personas eviten enfermedades, será por ello?-contestó la pizarra. -Puede ser.... pero que puede afectarnos a nosotros-contestó la tiza. -Ayer vinieron a medirme y hablaron de materiales de acrílico y otras cosas más....-dijo la pizarra
-Será que pondrán otra pizarra? Y qué será de mí? Si ambas somos un equipo y yo no quiero tener otra amiga sino tú.-dijo la tiza -No hagamos conjeturas esperemos lo que suceda y ya veremos, estoy tranquila-le contestó la pizarra. -Bueno de todos modos si algo llegara a suceder tú y yo fuimos muy amigas y servimos mucho a los niños, esa era nuestra misión y estamos orgullosas de ello y siempre estaremos en el recuerdo de cada aula y cada escuela.-dijo la tiza -Sí, aunque nos cambien por otros materiales siempre estaremos allí en cada aula y en cada mente de cada niño.-contestó la pizarra -ahora es hora de descansar no pensemos en ello querida amiga, mejor descansemos que mañana empieza nuestra labor-dijo la tiza -Si amiga.-dijo la pizarra. Escrito por: Profesora Ana Flores Ponce