3x01 - It's toasted (Especial 'Mad Men')

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IT’S TOASTED PRÓLOGO LA HISTORIA Y LAS INTRAHISTORIAS Antonio Sánchez Marrón y Jesús Villaverde Sánchez

EL ESTILO ‘MAD MEN’ Coral González LOS DERECHOS CIVILES EN ‘MAD MEN’

Antonio Sánchez Marrón LA MUJER A TRAVÉS DE MAD MEN: PATRIARCADO, LUCHA Y PRINCIPIO DE EMANCIPACIÓN

Jesús Villaverde Sánchez

SALLY DRAPER: LA FIERA DE MI NIÑA Javier Rueda


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Mad Men es una serie de fantasmas. La evi-

llecido en el final de la primera parte de la

dencia de los espíritus es una constante du-

séptima temporada y con el que, en otro de

rante las siete temporadas de la ficción de

los episodios de la segunda mitad, mantiene

AMC. Los fantasmas suelen aparecerse ante

incluso una conversación mientras conduce

Don Draper, siempre de mirada impasible, que

en mitad de la noche. La mente de Don está

no consigue gobernarlos.

llena de presencias, y de ausencias; de personas, de memorias, pero también de vacíos. Tal

¿No sería el propio Don un espíritu? Su iden-

vez sea su condición de hombre sin identidad

tidad parece indicar que, si no un fantasma,

pero con rostro lo que le haga parecer estar

al menos una entidad fantasmagórica. Son

siempre al borde del desvanecimiento. Qui-

varios los fantasmas que han desfilado a lo

zás sea esa la razón de que siempre parezca

largo de los episodios ante la mirada incré-

tender a juntarse con personas (¿o espíritus?)

dula y fascinada de Draper. El publicista ha

cercanas a la propia muerte. Seguro que to-

sido visitado tanto por familiares y amigos

dos recordaréis la teoría que se hizo popular

como por absolutos desconocidos. Anna Dra-

en los últimos episodios de la primera mitad

per, la exmujer del verdadero Don, el hombre

de la última temporada en la que se asegu-

al que le robó la identidad después de muer-

raba mediante razonamientos sesudos, pero

to en la guerra, convirtiéndose a sí mismo en

no necesariamente incorrectos, que Megan

un fantasma. Su hermano Alan. El soldado de

podría estar muerta y sólo ser vista por Don.

Vietnam con el que llega a mantener una alucinada conversación en una fiesta. Su propio

Don camina siempre en un hilo que separa

padre. O, más recientemente, Rachel Menken,

dos mundos. Su elegante traje gris parece la

en una aparición preciosa y bellísima; o el

frontera entre la publicidad clásica y la “nue-

mismo Bert Cooper, al que ve después de fa-

va publicidad” y en su laconismo parece resi-


dir el límite de lo vivo y lo muerto. Ese cuer-

ciones que el que vislumbra en cada una de

po, que como la serie exhala tristeza, es un

esas apariciones.

puente entre Bert o Roger y Peggy, un paso intermedio, un genio que, pasado su momen-

Es posible también que ese sea el motivo que

to, sólo puede sentarse y asistir a su desmoro-

nos ha llevado a plantear este número. Si esa

namiento. Igual que la época que representa

condición de perpetuo desmoronamiento que

Mad Men, una época que desde el presente

gobierna Mad Men a través de su fantasmago-

sabemos condenada a convertirse en ruinas,

ría es inevitable, si la serie y con ella la histo-

pese a que el propio Don asegure que “esto

ria de todos y cada uno de los personajes es-

no es el final, sólo el principio de algo nuevo”.

tán condenados a convertirse en un recuerdo imborrable en nuestras memorias, queremos

Todos sabemos que no es así, que Don, y con

formar parte de ello. Por eso recogemos esta

él casi todo el aparataje publicitario sobre el

serie de artículos sobre la que consideramos

que se sustentan sus mentiras, que son las de

que es una de las tres mejores ficciones que

su época, se vienen abajo de forma irreme-

ha dado la televisión en los últimos años.

diable. La contracultura, el esplendor de los sesenta, la playa sobre la que se vuelven a

Para no olvidarla, para que no nos olvide.

ceñir los adoquines… Absolutamente todo

Para que no sea sólo un fantasma lejano que

está en constante desvanecimiento. Quizás

vaga por nuestra memoria, para que podamos

por eso Weiner haya concedido a Don, gran

comprender el motivo de cada una de las apa-

héroe de su epopeya, la posibilidad de atisbar

riciones futuras que haga en nuestras vidas.

esos fantasmas del pasado, para comprender que el futuro que se le aproxima es igual de fantasmagórico y espectral para sus aspira-


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LA HISTORIA Y LAS INTRAHISTORIAS Por Antonio Sánchez Marrón y Jesús Villaverde Sánchez “Nostalgia. Es frágil, pero potente. Teddy me dijo que en griego ‘nostalgia’ significa literalmente ‘el dolor de una vieja herida’. Te punza el corazón mucho más fuerte que el simple recuerdo. Este dispositivo no es una nave espacial. Es una máquina del tiempo. Va hacia atrás, hacia delante… nos lleva al lugar donde nos duele ir de nuevo. No se llama ‘La Rueda’; se llama ‘El Carrusel’. Nos permite viajar como viaja un niño, vuelta y vuelta, y vuelta de nuevo, al lugar donde sabemos que nos aman.” Las palabras que pronuncia Don Draper en la presentación más memorable de toda la serie, la del carrusel de diapositivas de Kodak, hablan de la nostalgia, del tiempo, de la lucha con los demonios del constante avance. El publicista utiliza su propia historia para vender su producto y quedarse con la cuenta. De la misma forma, la serie de AMC filtra la historia personal de los personajes (aquello que Unamuno llamaba “intrahistoria”) entre las grietas que abre la Historia con mayúsculas, que cobra una relevancia primordial para la serie en determinados momentos. En este artículo ofrecemos un repaso, un carrusel de imágenes, por los eventos históricos más importantes y por su repercusión en los personajes de la ficción.

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Nixon vs. Kennedy El capítulo 1x12 analizaba el cambiante panorama político de un país que celebraba unas elecciones entre dos jóvenes candidatos que parecían querer darle un vuelco a la tradición política del país. John Fitzgerald Kennedy y Richard Nixon celebraron el primer debate televisado de la historia en un momento histórico estudiado durante los últimos sesenta años en todo tipo de escuelas, centros y facultades donde la comunicación entre el producto y el target al que va dirigido es el objeto último de análisis.

un Dwight D. Eisenhower que ajustó la doctrina a seguir en la Guerra Fría. Pero, ¿qué es lo realmente interesante a la hora de entrelazar Mad Men con la llegada de Kennedy en 1960 y esa regeneración política en Estados Unidos? El primer debate que tuvo lugar entre los dos candidatos da muestras de un prolongado estudio sobre el uso del lenguaje corporal y las técnicas de transmisión de información (o persuasión, según se mire) que emanan desde la política a la vida social. El capítulo a tratar incorpora varias dobles vertientes temáticas que ayudan a identificar ciertas claves. Don se enfrenta a Pete en numerosas ocasiones al intentar evitar que Campbell llegue a controlar importantes cuentas de la agencia. Para ello usarán sus armas dialécticas con Bert Cooper,

Hasta llegar al momento que la serie plantea, la retransmisión en un falso directo de las elecciones norteamericanas en las que Kennedy llegó al poder, hay que retrotraerse al panorama político de aquellos días. Estados Unidos había contemplado a tres presidentes con largos mandatos cada uno. El Partido Demócrata mantuvo su poder en el país con los doce años de Franklin D. Roosevelt y el inesperado doble mandato de un Harry S. Truman, cuya contienda económica interior, unida a sus decisiones en el exterior (bombardeo nuclear a Japón, fundación de la ONU, la OTAN y el Plan Marshall) le mantuvieron en liza durante ocho años. Posteriormente, el Partido Republicano llegaría al poder con un militar veterano,

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la llave que abrirá la puerta de un nuevo futuro para el sátrapa Pete enfrentado a la entereza irónica de Draper. Posteriormente, se comienza a dibujar el pasado de Don. Un pasado en la guerra, un hombre atemorizado, inerte, tímido y cuyo aspecto dista mucho de la seguridad que mantiene en su otra vida. Dos personajes, Whitman y Draper, con una presencia y lenguaje corporal claramente diferenciados. Al Draper publicista férreo, seguro de sí mismo además de (paradójicamente) a sabiendas de su papel en su propio presente, se le contrapone el dubitativo Dick, asombrado ante el futuro que tiene en sus manos. Una explosión destrozará las ilusiones de uno y transformará la vida del otro.


La crisis de los misiles en Cuba

crisis se suceden paralelas, en una estructuración perfecta del guión (ya sabemos que la escritura es el punto cumbre de la serie de Weiner).

Una de las virtudes de Mad Men a la hora de

Por último, el matrimonio, en la capa más nu-

contextualizar el tiempo que representa es la

clear de los Estados Unidos, también sufre su

de filtrar perfectamente los giros históricos

amenaza. Si Pete Campbell tiene que acep-

con los giros narrativos. En la segunda tem-

tar que su mujer haga las maletas para mar-

porada, la serie se centra en la relevancia que

charse a Manhattan, víctima del miedo que le

adquirió la crisis de los misiles, pero lo hace

provoca la creciente tensión; Don Draper vive

desde el punto de vista narrativo que envuel-

uno de los momentos más críticos al lado de

ve a sus personajes. Como si de un juego de

Betty. Una de esas crisis en las que ya se sabe

matrioskas se tratase, Sterling Cooper vive su

que la relación está herida de muerte, aunque

propia crisis y, por si fuera poco, en al ámbito

trate de soliviantar sus diferencias en un últi-

del hogar, tanto Don como Pete Campbell, so-

mo acto de amor entre los dos.

portan sendas crisis matrimoniales.

Evidentemente, como la historia nos indica (y

La agencia está en una tesitura compleja: la

también nos podía haber dado pistas de la re-

posibilidad de una fusión con PP&L está ahí

solución final de las tramas de los personajes,

de la misma forma que lo están los misiles

en este caso), la crisis de los misiles se solu-

soviéticos en la isla de Cuba, apuntando di-

ciona: los soviéticos retirarán sus misiles si los

rectamente a la costa de Florida, en un caso,

estadounidenses hacen lo propio en Oriente

y a la agencia, en el otro. Durante trece días,

Medio. Respecto a los personajes, todas las

la escalada de tensión es imparable: Kennedy

crisis se solucionan al tiempo que Kennedy

ordena el bloqueo de la isla para responder a

anuncia el cese del conflicto. La agencia Ster-

la amenaza y la posibilidad de una guerra no

ling Cooper se fusiona finalmente sin que la

tan fría se antoja demasiado cercana. El mun-

amenaza de los despidos se consume y Don y

do mira perplejo al enclave, a Estados Unidos,

Betty se reconcilian cuando esta anuncia que

a la URSS y, en medio de todo, como actor

van a tener otro hijo. El tratamiento y la fil-

secundario pero muy primario, a Cuba.

tración del contexto histórico para explicar la situación de los personajes y la serie, y vice-

Sin embargo, Sterling Cooper vive su propia

versa, es magnífico. Otra vez más.

escalada de tensión ante la fusión. Las dos

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La muerte de Marilyn Monroe Mad Men es la serie que abandera el cómo antes que el qué. La manera en la que se vende un producto y los recursos emocionales, ganchos ideológicos o experiencia que el anunciante conoce a la hora de especular con el imaginario popular con el fin de ofrecer un producto a la opinión pública. La publicidad ha existido desde el momento en que se ha tenido que hacer negocio con la invención de determinadas herramientas, utensilios y subjetividades varias que influían en una artificiosa necesidad creada para la adquisición de tal o cual producto.

la actriz, musa y mito del Hollywood clásico entre la población norteamericana en el momento en que la estrella brilló en el Séptimo Arte. Hollywood encontró una mina de oro en aquella joven que debutó en películas como Ladies of the Chorus, La jungla de asfalto, Amor en conserva y Eva al desnudo. La maquinaria de 20th Century Fox explotó sus atributos físicos muy por encima de sus dotes interpretativas intentando que la imagen de la actriz fuera el principal reclamo para las mujeres que veían un modelo de belleza diametralmente opuesto al que se tenía a finales de los años 40. La revolución Marilyn estallaba y la actriz se convertía en objeto de deseo de un país entero. La crítica veía en sus películas, más que a una intérprete, a una mujer que cambiaría

En el caso de Marilyn Monroe, cuya muerte se trata como contexto y telón de fondo para el noveno capítulo de la segunda temporada, se debe hacer referencia a la situación de

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para siempre todo lo que rodea al pop, la cultura de masas que en Estados Unidos floreció en la década de los 50.


El asesinato de Kennedy

Sin embargo, una noche todo cambió. La acción sucede en 1962. El Madison Square Garden acoge los fastos de aniversario del presidente John Fitzgerald Kennedy, elegido el año anterior y asesinado en 1963 en circuns-

En su artículo ¡Han matado a Kennedy! ¡Hijos

tancias hasta ahora imposibles de esclarecer.

de puta! El contexto histórico en Mad Men (Mad

Marilyn se encontraba rodando Something´s

Men o la frágil belleza de los sueños en Madison

Got To Give y apareció en el escenario para

Avenue, VVAA, Errata Naturae, p. 81-105), Os-

cantar el icónico Happy Birthday dedicado al

car González Camaño sentencia: “Aunque sue-

presidente.

ne cruel o incluso macabro, nos interesa más el Kennedy muerto que el vivo.” El autor se

Tres meses después, su cuerpo aparecía sin

refiere a la creación del mito sobre la persona

vida en su casa, con tan solo 36 años. Marilyn,

real. El presidente Kennedy representó para

“la tentación rubia”, uno de los patrones de

los estadounidenses de los años 60 una espe-

la moda, el cine y la vida social en Estados

ranza de cambio, la promesa del aire fresco,

Unidos había desaparecido. Pero no así su ico-

la novedad que metaforizaba un presidente

no y aquello que Hollywood siempre ha apro-

joven y apuesto.

vechado de sus estrellas caídas: la leyenda. La propaganda cinematográfica alrededor de

Kennedy era la regeneración después de tres

una marca, el rostro de Norma Jeane Morten-

mandatos excesivamente largos y de perfil

son.

no demasiado aperturista. No queremos decir con esto que la llegada de Kennedy fuese

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a convertir los USA en algo completamente

la que alberga cada uno de ellos en su fuero

distinto de lo que había sido históricamente.

interno. La noticia interrumpe la vida: Betty

Para nada. De hecho, son muchas las enmien-

llora al presidente junto a Carla, en casa; Pe-

das que se le hacen a su política; la crisis de

ggy hace lo propio en un aséptico hotel, junto

los misiles, el muro de Berlín, y a la larga, so-

a Duck Philips; la hija de Roger se viene abajo

bre todo, la falta de determinación para apro-

cuando intuye que su boda va a ser recordaba

bar una ley de derechos civiles que sí aproba-

por el magnicidio. La muerte de Kennedy su-

ría Lyndon B. Johnson posteriormente, y cuyo

pone el despertar del sueño, el inicio de la co-

espíritu se prestaba, precisamente, a la época

lorista decadencia de los sesenta. La toma de

que a él le tocó gobernar. Pero, a pesar de

conciencia de que la frase de Trudy, respon-

todo, la imagen que proyectaba JFK era de

diendo a las afirmaciones de Pete que asegu-

aura completamente extemporánea, distinta,

ran que hay gente que se alegra del asesinato,

ciertamente revitalizante. Y en una era en la

se ha convertido en una falsedad: “No impor-

que esa imagen proyectada comenzaba a ser,

ta qué ideas políticas tengas. Esto es Estados

quizás, la parte más importante del día a día

Unidos: aquí no se dispara al presidente”.

(véase la construcción de la identidad de Don Draper de puertas hacia el exterior), esto era un dato muy a tener en cuenta. El asesinato de John Fitzgerald Kennedy supuso para los Estados Unidos el despertar brusco de una plácida utopía. En Mad Men este acontecimiento histórico se recoge en la tercera temporada, en un episodio en el que la televisión (herramienta publicitaria, informativa y marketiniana a partir de entonces) será protagonista. Los personajes se enteran del suceso y, desde entonces, se los puede ver pegados al televisor constantemente. Todos lloran a Kennedy, incluso aquellos que, como Bert Cooper y Roger Sterling, no comulgaban precisamente con sus ideas. Todos lloran la vulnerabilidad de América ante el horror, porque todos entienden que esa flaqueza es

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Civil Rights y la lucha del black power Primer capítulo de la quinta temporada. Una manifestación de afroamericanos, en la que llega a intuirse hasta un sacerdote, irrumpe de manera sonora en la normalidad de la oficina de Young & Rubicam, agencia competencia de SCDP, donde se sitúan tres hombres. La cámara enfoca a uno de ellos que, enfadado, espeta un sonoro “Shut up”. De pronto, la acción se va a una de las ventanas y se observan varios carteles. Uno de ellos es el que más llama la atención desde el punto de vista


histórico: “Goldwater ´68”. ¿Qué o quién es Goldwater y que hace en esa ventana justo en ese momento? De nuevo la política es el eje central de Mad Men. Matthew Weiner no es contrario a ajustar la realidad de sus personajes a su contexto histórico. Ese cartel muestra el apoyo a Barry Goldwater, contendiente republicano en las elecciones de 1964 frente a Lyndon Johnson. Contrario al sistema económico que Roosevelt había impuesto, Goldwater negó su apoyo a la Ley de Derechos Civiles ratificada por Johnson en 1964, un movimiento hipócrita para con los demócratas que se adscribieron a su pensamiento que le hizo perder el apoyo de todos los estados sureños que le habían manifestado su voto. No obstante, fue elegido senador por Arizona en 1968, época a la que se retrotrae el capítulo en cuestión. La situación de las personas de raza negra en Estados Unidos seguía siendo una cuestión de prejuicios. Otro de los carteles que Weiner propone en la ventana reza: “If you want money, get a job” (Si queréis dinero, conseguid un trabajo). La burla y la mofa eran una constante, lo que causaba inenarrables conflictos.

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Woodstock Un ejemplo, la decisión de estos mismos eje-

Celebrado los días 15, 16, 17 y 18 de mayo de

cutivos de arrojar bolsas de agua a los ma-

1969, el Festival de Woodstock se convirtió

nifestantes para confirmar su superioridad

en una de las mayores manifestaciones de la

racial. Tan absurdo como real. Con el mismo

contracultura norteamericana en total opo-

significado, hay que hacer especial mención

sición a la situación política del país. Aque-

al final del capítulo. Don y Megan hacen su

lla generación de hippies se reunía de forma

entrada en la agencia admirando el vestíbulo.

simbólica para hacer valer su papel en la opo-

Una veintena de personas de raza negra se

sición a la barbarie de Vietnam y al sistema

postulan para trabajar en SCDP. Sin embargo,

establecido por el presidente Richard Nixon,

todo responde a una broma infantiloide (como

elegido meses antes.

el propio Campbell afirma) de los mismos que arrojaron aquellas bolsas de agua.

El país se preparaba para vivir una de las concentraciones culturales más reconocidas

La lección final no puede ser más acertada. La

de la época. El espíritu de Woodstock ocupó

agencia termina ratificando su propia declara-

las portadas de medio mundo y la presencia

ción de Derechos Civiles con las palabras de

de grupos como The Who, Jefferson Airplane,

Lane Pryce, dando paso a una nueva era para

Joan Baez, Joe Cocker, The Band, Johnny Win-

los publicistas de Madison Avenue.

ter, Santana, Canned Heat, Crosby, Stills, Nash

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& Young, Janis Joplin, Jimi Hendrix o la Cree-

con las tradiciones, de establecer un nuevo

dence Clearwater Revival ayudó a concebir el

tempo a la cotidianeidad.

evento como uno de los mayores certámenes

La llegada a la luna

musicales de la Historia. Por si fuera poco, rindiendo culto a la melomanía, The Beatles lanzaban Abbey Road, penúltimo álbum de estudio. Este anexo

Quizás el alunizaje sea uno de

a la separación de la banda

los momentos clave para

sirvió como preludio al

el desarrollo de la te-

Let It Be y al concier-

levisión como me-

to en la azotea de Apple

dio informativo y

Records.

como centro del

Su participación en

hogar.

Woodstock

quedó descarta-

Así lo indica

da tras oponerse

Peggy en la

la organización a

presentación de

las peticiones de

Burger Chef que

John Lennon.

prepara junto a Don en el momento de la

A su vez, Led Zeppelin pu-

llegada de Neil Armstrong

blicaban su primer disco, homó-

a la luna: “No tengo que cobrarles

nimo, llevando a cabo una revolución en la

por un estudio que diga que la mayoría de

teoría conceptual del rock. The Rolling Sto-

televisores están a dos metros de la mesa

nes lanzaban Let It Bleed, uno de sus mejores

del comedor. […] Este es el verdadero hogar

álbumes. Johnny Cash destrozaba emociones

en el que viven sus clientes”.

con At San Quentin, The Velvet Underground lanzaba su disco homónimo, tercero de su ca-

Las palabras de Olson no son vanas, la te-

rrera como grupo y The Who inventó la ópera

levisión acaba de dar el paso definitivo para

rock con su Tommy.

convertirse en el punto neurálgico más importante en el hogar, y está a punto de hacer

¿Qué se vislumbra en Mad Men en torno a toda

lo propio en el ámbito de la publicidad.

esta época? Es época de rebeldía, de romper

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Todos los personajes de Mad Men asisten per-

y los pequeños saltitos de Armstrong abrían

plejos a la frase de Armstrong: “Un pequeño

una perspectiva nueva de futuro.

paso para el hombre, un gran paso para la humanidad”, mientras ven el alunizaje en la

Esa perspectiva, ese pequeño paso para “el

pequeña pantalla.

hombre”, se abre también para Peggy en forma de relevo. Don le cede la presentación y

La estructuración del guión y la dirección de-

con ello la cuenta de Burger Chef, si la ob-

ciden mostrar la forma en que todos ellos re-

tiene, pero con ello lo que hace es ofrecerla

ciben la noticia: Roger junto a su ex mujer y

su propio testigo, como había anunciado un

su nieto; Betty junto a Henry y un grupo de

fantástico plano a contraluz de Olson en la

amigos; Cooper junto a su secretaría; y Don,

oficina unos capítulos antes. Evidentemente

Peggy, Pete y Harry en el hotel en el que se

Peggy obtiene la cuenta y el relevo queda

hospedan para acudir a la presentación de

garantizado. Es entonces cuando Bert Cooper

Burger Chef el día siguiente.

muere y con él, el antiguo mundo de la publicidad.

La representación de todos estos personajes en la tesitura de observar el acontecimiento

Su tránsito refleja que el testigo que ha entre-

no es otra cosa que la aseveración de que

gado Don a su protegida es el de toda la pu-

toda América estaba ese día pendiente del te-

blicidad, el de un maestro que anticipa su re-

levisor, asistiendo atónitos a cómo el Apolo 11

tirada futura y delega su sabiduría en la mejor

plantaba sus patas en esa tierra lunar, abría sus

de las ma-

compuertas

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nos posibles. “The best things in life are free”,

Tomorrow Never Knows fue un adalid del rock

canta Bert cuando se le aparece a Don en la

psicodélico que los de Liverpool destaparon

oficina; esas cosas gratuitas son las que ha-

en su álbum Revolver. El séptimo disco de

cen que la vida merezca la pena, ese verda-

estudio de The Beatles data de 1966, una

dero hogar que supone “una mesa en la que

época en la que Johnson retiene a los sol-

todo el mundo tiene lo que quiere y cuando

dados enviados a Vietnam al considerar que

lo quiere”. Esa mesa que para Don siempre

no había finalizado la agresión comunista y

ha sido la familia “reconstruida” en la agen-

llega a haber algo más de 250.000 efectivos.

cia, como representa el fantástico plano en el

También coincide con el lanzamiento del dis-

que la extraña unidad familiar constituida por

co Pet Sounds de The Beach Boys, cambiando

Don, Peggy y Pete toma una cena en el propio

diametralmente el sonido de la banda califor-

Burger Chef. El cambio está consumado.

niana, o la fundación de los Panteras Negras, una organización política que hizo tambalear al gobierno de Johnson por su extremismo en

Tomorrow Never Knows, el fin de una era

defensa de los derechos raciales. En toda esta época convulsa, las relaciones personales de los protagonistas se encuentran en un proceso de ruptura física y psicológica. Don y Megan atraviesan una crisis provocada

El octavo episodio de la quinta temporada

por la renuncia de Megan a seguir trabajando

supuso un punto de inflexión en la ficción

en la agencia y recuperar su vertiente artísti-

desarrollada por Matthew Weiner. Un punto

ca, lo que provoca que Don comience a sen-

de inflexión en el que Don Draper comienza

tir la inestabilidad de su vida. Pete Campbell

a sentir que su poder se tambalea, su ego le

busca nuevos retos pasionales e inicia una

deja las mayores dudas y el universo que ha

aventura con una extraña mujer que aguarda

creado alrededor suyo se descompone sin

a su marido en una estación, haciendo tamba-

que pueda, aparentemente, hacer nada para

lear su matrimonio y la seguridad en sí mismo

sostenerlo. “Lady Lazarus”, nombre al que

de la que alardea en su trabajo.

responde el capítulo, pasará a la historia de la serie por ser el único momento musical en

El viaje final que Weiner propone para con-

una obra audiovisual en la que se puede es-

cluir el capítulo es un momento histórico en

cuchar un tema interpretado por The Beatles.

la serie. La acción se traslada al apartamento de Don. Megan vuelve a dar clases de inter-

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pretación y Draper se quedará solo esta noche en su apartamento. Ella, en un intento por mostrarle la realidad del presente en el que viven, le regala una copia del vinilo del Revolver de The Beatles. Llenando su copa, Don ejecuta un preciso movimiento con la aguja de su tocadiscos y, según las indicaciones de Megan, debe empezar por (paradójicamente) la canción final: Tomorrow Never Knows, el mejor título posible a sabiendas de todo lo que sucederá en la ficción a partir de este capítulo. Y de nuevo, el vacío.

“Turn off your mind relax and float down stream It is not dying, it is not dying Lay down all thoughts, surrender to the void, It is shining, it is shining.”

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CORAL GONZÁLEZ

EL ESTILO

‘MAD MEN’ ILUSTRACIÓN DE JACK HUGHES

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Si por algo ha destacado Mad Men a lo largo

Además, este retrato ha servido para inspirar

de los últimos años es por el cuidadoso tra-

numerosas colecciones de algunos de los más

zado que ha realizado de los años 60 y 70 a

prestigiosos diseñadores de la esfera interna-

través de la pequeña pantalla. El trabajo de

cional. Para muchos Mad Men es ya la serie de

Matthew Weiner, creador de la serie, junto al

televisión más influyente dentro del mundo

resto del equipo ha sido tan meticuloso que

de la moda. Los trajes sobrios y grises para

muchos pueden considerar que raya lo ob-

ellos y los vestidos ceñidos a la altura de la

sesivo. El cuadro se ha compuesto prestando

cintura para ellas han recuperado su espacio

atención hasta al más mínimo detalle, desde

dentro de la mayor parte de las tiendas alre-

la orientación de las ventanas de la oficina

dedor de todo mundo. Reflejar la sobriedad

hasta la decoración de las casas de la época,

y elegancia de la época no es sencillo. Janie

que evolucionan a la vez que lo hacen las vi-

Bryant, estilista de la serie, combina nuevos

das personales de los protagonistas. Dentro

diseños con ropa vintage de la época.

de este paisaje, el vestuario se ha convertido en una pieza esencial para comprender la his-

El impacto que el vestuario de la serie ha te-

toria.

nido en el panorama internacional ayuda a no tener que remontarse en el tiempo para conseguir el look idóneo. La propia Bryant ha aprovechado el tirón de la ficción para publicar un libro en Estados Unidos titulado The Fashion File en el que invita a los lectores a analizar el vestuario de la serie y revela cual es el proceso que se sigue para diseñar la ropa de cada personaje. Tanto Matthew Weiner como ella se preocupan de cuidar hasta el mínimo detalle lo que da autenticidad a la serie.

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DON DRAPER, EL DANDY

Durante los años 60 era muy habitual ver a los hombres complementar su look con un gorro, algo que posteriormente han heredado otras ficciones, como es el caso de White Collar, en la que Matt Bommer viste también

Don Draper, protagonista indiscutible de la

trajes diseñados a medida que acompaña de

serie, se ha convertido con el paso de los años

los gorros más característicos de los años 60.

en el paradigma de la masculinidad, sobriedad y elegancia. Durante las primeras temporadas

LAS MUJERES EN ‘MAD MEN’

el armario del publicista estuvo plagado del clásico traje americano de la época, popularizado por marcas como Ralph Lauren. La americana de dos botones se acompaña

Joan Holloway siempre ha sido ama y señora

por corbatas que apuestan por diseños muy

de los pasillos de la agencia Sterling Draper

elegantes, generalmente de rayas diagonales

Cooper Pryce. Su voluptuoso cuerpo de me-

o colores lisos, huyendo siempre de los to-

didas imposibles hacía que la jefa de secre-

nos más llamativos. Draper es publicista pero

tarias fuese el objeto de deseo de la mayoría

también es un hombre de negocios con un im-

de los hombres de la serie. Fuerte y carismá-

portante cargo dentro de una de las empresas

tica, siempre ha apostado por estilismos más

más punteras de Nueva York. Este equilibrio

arriesgados que el resto del elenco femenino.

que tienen que encontrar entre la creativi-

Su melena pelirroja funciona a la perfección

dad y la sobriedad que requiere su puesto se

con looks más vivos y provocativos. El collar

ve reflejado en su ropa. Su armario destaca

de bolígrafo es el único patrón fijo dentro de

por encima del que viste el resto del elenco

sus numerosos cambios de estilo a lo largo de

masculino, aportando texturas y tonos distin-

las primeras temporadas. Las faldas de tubo

tos. Fuera de la oficina hemos podido ver al

y los escotes imposibles son básicos dentro

personaje con looks más desenfadados, pero

de su armario. Esta seguridad a la hora de ca-

siempre cuidados hasta el último detalle. Du-

minar y abrirse paso entre los pasillos de la

rante su viaje a California, un estado que vivía

oficina es el fiel reflejo de una mujer que va

un momento de explosión de la libertad, pu-

por delante de la época. Lejos de pretender

dimos ver las americanas más extravagantes

aparentar ser la esposa perfecta, Joan ha ex-

de toda la serie.

plotado desde el primer episodio su feminidad, haciéndose ver y respetar en un mundo

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mayoritariamente masculino. Su personalidad camaleónica, que se ha adaptado a todas las situaciones que se le han presentado a lo largo de la serie, tiene reflejo en un armario de lo más variado.

LA ESPOSA DE AMÉRICA Sin lugar a dudas Betty Draper utiliza el vestuario más elegante de toda la serie. Su posición económica, mucho más favorable que la del resto de personajes femeninos, se refleja en la poca frecuencia con la que repite ropa a lo largo de las temporadas. La belleza fría de January Jones se traslada a la perfección al carácter de Betty, una modelo que tuvo que renunciar a su carrera para permanecer al lado de su exitoso marido, al que en muchas ocasiones siente que ni siquiera conoce. En el comienzo de la ficción, cuando Betty tan sólo parece una ama de casa encargada de criar a sus hijos mientras Don amplía su currículum extramatrimonial vemos como a menudo viste con atuendos serios y que la hacen parecer más mayor de lo

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LA MADUREZ DE SALLY

que es. En la segunda entrega presenciamos la liberación del personaje, que empieza a conocer una nueva vida fuera del matrimonio. Eso la empuja a modernizar sus looks y sacar mejor partido a su espectacular figura. Los

Al lado de Betty hemos visto crecer a su hija,

vestidos estilo Barbie y las joyas son básicos.

Sally. Desde los primeros episodios en los que

Posteriormente, vemos a Betty reconvertida

conocías a una pequeña niña vestida de bai-

en la esposa de un político, algo que cambia

larina o en pijama hasta la joven adulta, des-

por completo su armario, llenándolo de tonos

ligada de su padre y desengañada respecto

pastel que combina con prendas muy sobrias.

al hombre que ella creía que era que hemos

Las perlas, el complemento básico de toda

podido ver en las últimas entregas. La actriz

buena republicana. A medida que Betty se

Kiernan Shipka ha crecido dentro del set. En

siente menos atada a su matrimonio vemos

una reciente entrevista, publicada por el New

cómo va recuperando su figura y su armario

York Times, asegura que participar en una

vuelve a coparse de tonos vivos y numerosos

serie así le ha permitido enamorarse de este

estampados florales.

tipo de personajes, que tienen una voz propia

27


dentro de la historia. Esto es exactamente lo que ha sucedido con Sally, que ha pasado de ser un simple elemento accesorio de la serie a llevar buena parte de la carga dramática de algunas de las líneas argumentales más importantes de las últimas temporadas. Sally representa el único amor verdadero de Don Draper, el único al que siente que de alguna manera ha fallado a lo largo de los años y que le causa remordimientos. El mayor crecimiento del personaje lo vimos durante los años 60, en el que sorprendió a todos con un look absolutamente sesentero durante la entrega de los premios Clio. Por primera vez, vimos a la Sally que comienza a ser mujer y no a la niña vestida por Betty. En la sexta temporada los cuadros se convierten en los grandes protagonistas y en la última podemos ver ya a una joven que se deja llevar por la moda hippie de la época. Al contrario que su madre, Sally no busca aparentar ser la mujer perfecta, y como la mayoría de jóvenes de la época se enfrenta al orden establecido, sintiendo una profunda desconexión con el mundo que le ha rodeado hasta ahora.

28


LA MUJER FUERA DE LOS CONVENCIONALISMOS El personaje que más ha evolucionado a lo largo de la serie es sin lugar a dudas Peggy, que representa el cambio experimentado por la mujer durante estos años. En el comienzo de la serie su vestuario era el propio de cualquier secretaria de la época. Prendas muy serias y sencillas, acordes al perfil bajo que el personaje mostraba en un principio. A partir de la cuarta temporada, en la que vemos su mayor crecimiento profesional, comprobamos como el personaje comienza a vestir más acorde a su edad, incorporando colores y nuevos vestidos. Peggy representa en muchos momentos la evolución de la mujer dentro de un mercado laboral plagado de hombres, y esta situación tiene su reflejo dentro del armario de la protagonista. Peggy es la primera mujer en llevar pantalones dentro de la serie. Una metáfora perfecta de su crecimiento y su posición dentro del mundo de la publicidad. El personaje ha crecido de manera paralela a muchísimas de las mujeres de la época, abriendo el camino para las siguientes generaciones. El éxito de Mad Men radica en el cuidado de todos los detalles, que ayudan a componer el cuadro perfecto que refleja una época llena de glamour y elegancia. El vestuario es uno de los elementos esenciales que trazan las líneas maestras de lo que es la serie. Una imagen perfecta que esconde las grietas y debilidades que hay detrás de cada personaje.

.

29


30


31


LOS DERECHOS CIVILES EN ‘MAD MEN’ Antonio Sánchez Marrón

32


La ficción de AMC que ocupa este número se

vitud) y la 15 (sufragio racial). Entender en

extiende cronológicamente desde principios

estos días la Constitución con las enmiendas

de los 60 hasta, aproximadamente, mediados

planteadas es algo sencillo. La educación y

de 1969. Una década en la que, históricamen-

herencia sociocultural que se ha recibido en

te, Estados Unidos cambiaba tanto como sus

las últimas décadas ha sido motivo suficiente

protagonistas. Una época en la que, de forma

para facilitar la integración de todas las per-

taxativa, el gobierno norteamericano daba

sonas, sean del credo, raza, religión u orien-

un vuelco a un tema tan controvertido como

tación de cualquier tipo en la vida diaria. Sin

la propia historiografía del país: el reconoci-

embargo, la población de 1865 vivió como

miento de los derechos de la población negra.

su presidente, Abraham Lincoln, ratificaba la XIII Enmienda: “Ni en los Estados Unidos ni

Para trazar un mapa político que sirva para di-

en ningún lugar sujeto a su jurisdicción habrá

bujar el panorama con el que Mad Men irrum-

esclavitud ni trabajo forzado, excepto como

pe en la década de los sesenta es necesario

castigo de un delito del que el responsable

remontarse hasta 1865. La Constitución de

haya quedado debidamente condenado.”

los Estados Unidos, ratificada finalmente en 1790, no hacía mención alguna al reconoci-

Y, posteriormente, en 1869, Andrew Johnson

miento de los derechos de aquellas personas

firmaba la XV Enmienda: “Ni los Estados Uni-

consideradas como esclavos. Una época en la

dos, ni ningún otro Estado, podrán descono-

que la esclavitud todavía seguía siendo uno

cer ni menoscabar el derecho de sufragio de

de los ejercicios más frecuentes en Estados

los ciudadanos de los Estados Unidos por mo-

Unidos y que sembró la semilla del odio en un

tivo de raza, color o de sus antecedentes de

país ya de por sí fragmentado.

servidumbre.”

Si uno comienza a repasar la historia de Esta-

Pero no todo iba a ser tan fácil. La población

dos Unidos da con el punto clave que ayudó

afroamericana no ejerció libremente el dere-

a aliviar la situación (aunque no a mejorarla).

cho al sufragio hasta 1965, casi cien años des-

Antes incluso de que el último estado en ra-

pués. La población norteamericana se negaba

tificar la Constitución, Rhode Island, lo hicie-

a dejar que los esclavos y sus descendientes

se, ya se estaban proponiendo las enmiendas

escogiesen con los mismos derechos a los que

que completarían el texto regidor de los Es-

les iban a gobernar pese a la ratificación casi

tados Unidos. 27 enmiendas son las que están

unilateral de las enmiendas a la Constitución.

aprobadas a día de hoy y es preciso detenerse

Grupos como el Ku Klux Klan surgieron para

en dos de ellas: la 13 (abolición de la escla-

hacer valer la superioridad racial, religiosa,

33


moral y cultural de los blancos por encima

cuando surge la figura de Martin Luther King.

de cualquier otra consideración personal. Las

El termómetro de la violencia racial había

consecuencias de la Guerra de Secesión, que

llegado a su límite con la sentencia a Rosa

enfrentó a los unionistas de Lincoln y los abo-

Parks, una mujer que se negó a ceder su si-

licionistas con los confederados del Sur lide-

tio en un autobús a un hombre blanco y que

rados por Jefferson Davis, fue el caldo de cul-

fue arrestada posteriormente. El asesinato de

tivo de una lucha social que se prolongó más

Emmett Hill en 1955 o el boicot a la compa-

de un siglo y que hoy día sigue en la primera

ñía de transporte público de Montgomery in-

página de los medios de comunicación.

cendiaron un movimiento que ya comenzaba a dar muestras de querer posicionarse políti-

Ulysses S. Grant, en 1871, disolvió el Ku Klux

camente. Movimientos posteriores en Albany,

Klan. Sin embargo, la sociedad volvería a re-

Alabama o Washington manifestaron también

agruparse años después, en 1914 para volver

el lugar político que el presidente Kennedy

a desaparecer en 1944. Hoy en día, sigue en

había decidido ocupar con respecto a este

lucha aunque su poder es bastante más mino-

controvertido tema. En 1962, se llevó a cabo

ritario en el conjunto global de la nación. Hay

la Marcha sobre Washington, que culminó con

que llegar a la década de los 60, más concre-

el histórico I Have a Dream de Martin Luther

tamente al primer capítulo de la quinta tem-

King.

porada (léase La historia y las intrahistorias en este mismo número) para comprender el es-

La quinta temporada de Mad Men, ese primer

tado de la población en 1966, año en el que

capítulo al que se ha hecho referencia, supo-

se desarrollará la temporada. No hay más que

ne un punto de partida a la hora de analizar

ver los cartelones colgados de las ventanas

la situación de la población negra en Estados

de la oficina desde donde se arrojan las bolsas

Unidos. Se pasa de una América en la que las

de agua a los manifestantes negros congrega-

mujeres afroamericanas no pasan de trabajar

dos en Madison Avenue. Uno de esos carteles

para los burgueses a una sociedad que las

muestra el nombre de Barry Goldwater, quien

acepta en la cotidianeidad de las funciones

llegó a enfrentarse al demócrata Lyndon Jo-

para las que jamás habían pensado. En las

hnson y a quien el futuro presidente incluso

tres primeras temporadas, solo se observan

vendió como un político sostenido por el Ku

dos personajes afroamericanos clave: Carla,

Klux Klan.

la empleada de Betty en su hogar y niñera de sus hijos, y el hombre encargado del ascensor

La lucha por los derechos civiles comenzó

en la oficina, con el que Draper llega incluso a

a plantearse a mediados de los cincuenta,

intercambiar miradas y conversaciones de ac-

34


titud altiva. En el 3x09, Betty escucha el dis-

vencia americana. Buena parte de la pobla-

curso de Martin Luther King, I Have a Dream,

ción se dio cuenta de que el verdadero sueño

y asiente airada ante el cambio radical de pa-

americano comenzaba por ellos mismos, por

radigma social que está a punto de suceder.

aceptar a quienes tenían alrededor.

Pero no es hasta esa quinta temporada

Mad Men recoge el sentimiento de aquellos

cuando la agencia contrata a una secretaria

veteranos de guerra, todas esas personas que

afroamericana, Dawn, que será una piedra an-

ya habían cumplido los cincuenta o sesenta

gular para Don dentro de su trabajo. No hay

años y que permanecían en un estado de le-

más que recordar la llegada de Don y Megan

targo político-social propio de los tiempos de

a la oficina mientras observan en el vestíbulo

Woodrow Wilson. La normalización que en

a toda una legión de personas con sus currí-

la serie se realiza de una sociedad en la que

culos esperando a ser llamadas para una en-

todos los seres humanos han sido admitidos

trevista de trabajo.

como iguales supera cualquier concepción de la realidad vivida. Y esa, precisamente, es la

Es el momento en que SCDP decide empren-

razón por la que la riqueza temática y tras-

der un viaje sin retorno a un futuro político y

cendental de Mad Men sigue siendo de una

social complejo. Un momento en que Nortea-

objetividad incuestionable.

mérica decide embarcarse en la total unidad social de su nación, una tarea que el presidente Lyndon B. Johnson culminó con la Ley de Derechos Civiles de 1964 desde la perspectiva pública del poder. Con esta ley, pasaron a ser ilegales todas aquellas acciones que se habían adoptado desde hacía cien años hasta ese momento que separaban socialmente a las personas negras de los blancos, especialmente en el sur de Estados Unidos con el establecimiento de las leyes de Jim Crow en 1876. El país se preparaba para vivir una nueva época que proclamaba la unidad de todos sus pueblos como una de las bases de la convi-

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LA MUJER A TRAVÉS DE ‘MAD MEN’: PATRIARCADO, LUCHA Y PRINCIPIO DE EMANCIPACIÓN

JESÚS VILLAVERDE SÁNCHEZ ILUSTRACIÓN DE JACK HUGHES

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Para nada sirve la discusión, excesivamente manoseada, sobre si Mad Men es una serie feminista, machista o cualquier otro –ista que se nos ocurra respecto a la figuración y el desequilibrio entre hombre y mujer en su desarrollo. Lo cierto es que Mad Men la escriben, fundamentalmente, mujeres. Además, cabe destacar como introducción que no porque una época fuese primigeniamente machista su retrato lo tiene que ser. Desde estas páginas me posiciono: Mad Men está muy lejos del machismo y, creo, y le hace bastante bien, también del feminismo. Desde el primer episodio, uno de los relatos que contiene la globalidad de Mad Men es el del ascenso de la mujer en el terreno laboral. En la serie, esta coyuntura está centrada en los personajes de Joan Holloway y, sobre todo, de Peggy Olson. No en vano, la ficción de AMC comienza con la llegada de esta a las oficinas de Sterling Cooper para trabajar como secretaria de Don Draper. La entrada de Peggy es la de una mujer novata, casi asustada, en un mundo completamente hostil hacia mujeres como ella. Nada tiene que ver esta entrada con la que efectuará en el episodio 7x12, en la que su versión badass hace aparición en la nueva agencia, después de luchar por su despacho y, en definitiva, por su condición laboral, ante la atónita mirada de aquellos con los que se cruza.

39


Mad Men es, por tanto, el reflejo de una épo-

en el terreno laboral es una de las vértebras

ca de cambios: de la asimilación machista del

de la ficción de AMC. Vila-Matas lo explica de

hombre como ser superior al ascenso de la

forma muy transparente en su artículo Peggy

mujer gracias a sus aptitudes y su valía frente

no se casó, recogido en el volumen Mad Men o

al hombre. Del patriarcado a una sociedad más

la frágil belleza de los sueños en Madison Ave-

igualitaria, aunque evidentemente el camino

nue2: “El personaje de la intrépida Peggy Ol-

no está recorrido íntegramente al final de la

son era, por mucho que Don Draper y otros

serie (ni siquiera hoy en día, tristemente). La

parecieran gozar de ese privilegio, el verdade-

situación en la que pone Weiner su punto de

ro eje de todo lo que se contaba en la serie”.

partida la refleja muy bien un artículo que recoge la forma en que la disposición jerárquica

Por tanto, en esa posibilidad de un feminismo

del espacio está hablando de la situación de

latente radica la problemática relación entre

la mujer en la sociedad1. El hombre siempre

Don y Peggy, maestro y pupila, que conduce

aparece situado en el mejor espacio, en las

la serie de principio a fin y que no muestra

oficinas del exterior del plano, en esos gran-

otra cosa que el cambio permanente que su-

des espacios que reciben la vitalista luz natu-

puso la era de los sesenta. Quizás la metáfora

ral; las mujeres, al contrario, son relegadas a

con la que Isabel Vázquez la define sea la más

las salas internas, que no reciben el privilegio

poética, pero también encierra la esencia de

de la luz natural y han de conformarse con la

ese conjunto de cambios: “Peggy y Don son

luz artificial de los fluorescentes.

la vida y la muerte entrelazadas en Manhattan”3.

Mad Men es el relato de cómo la mujer, representada en Peggy Olson por encima de todas

Don refleja la vertiente antigua, también per-

las demás, consigue dejar atrás esa conven-

sonificada en sus socios Roger Sterling y, so-

ción y obtener, por méritos propios, su propia

bre todo, Bert Cooper; Peggy representa lo

luz natural. El relato del ascenso de la mujer

nuevo, un futuro lleno de oportunidades y en

1

Mad Men. Visual Style. Jeremy G. Butler, en How to Watch Television. Ethan Thompson y Jason Mi-

ttel, New York University Press, 2013. (Citado por Jorge Carrión en La mirada masculina y la mujer moderna: De Mad Men a Masters of Sex, en Mad Men o la frágil belleza de los sueños en Madison Avenue. VVAA, Errata Naturae, 2015. p.136). 2

Mad Men o la frágil belleza de los sueños en Madison Avenue. VVAA, Errata Naturae, 2015. p. 47-60.

3

Me llamo Peggy Olson. Isabel Vázquez. Ediciones B, 2015. p. 10.

40


el que la mujer jugaría un papel mucho más importante que el de la secretaria. El ascenso de la mujer en el terreno laboral se efectúa a caballo con la masculinidad, la mujer nunca termina de desprenderse del todo de ese patriarcado gobernante. Es normal, teniendo en cuenta que ni siquiera en la época actual, en muchos casos, lo ha conseguido. Los ejemplos de Joan, ascendida a socia a condición de sacrificar su libertad sexual y pasar una noche con uno de los directivos, y de Peggy, ascendida en un arrebato de Don para castigar a Pete Campbell, son claras evidencias de ello. Quizás el punto de giro más alto en este sentido sea el episodio 5x04 en el que Roger Sterling, tras una negociación y ante la perseverancia de Peggy en obtener una cuenta, se la otorga porque puede llegar a ver el potencial que tiene. No obstante, no sólo se evidencia la creciente “independización” de la mujer en estos dos personajes. Los sesenta de Mad Men aportan una perspectiva de la mujer contestataria ante el inmovilismo social reinante. “Las fuerzas de cambio surgidas del inmovilismo más radical posterior a 1968 desafían abiertamente el inmovilismo social y político de Sterling, Draper, Philips y compañía. La hija de Roger Sterling acaba en una comuna hippie sin que su autoritario padre pueda remediarlo. Sally Draper se muestra como una niña precoz y desafiante, dispuesta a no dejarse dominar. Incluso Megan se deja llevar por el ambiente de la costa Oeste y convierte la distancia físi-


ca que la acaba separando de Nueva York en

todo, es otra mujer de la que vimos al final del

su garantía de libertad”, escriben Fernando de

primer episodio, cuando descubrimos la pri-

Felipe e Iván Gómez4.

mera de las mentiras de Draper. Es una mujer que se desenvuelve mejor que nunca en sus

Por otra parte, la dicotomía entre las dos es-

relaciones, que sabe y conoce perfectamen-

posas de Don Draper ofrece también una inte-

te el mecanismo, que ha dejado a un lado su

resante perspectiva sobre el paso del tiempo

inocencia. Una mujer que, dentro de los pará-

y la adquisición de libertad de la mujer. La

metros de la época, elige.

primera, Betty Draper, es la clásica esposa de

En la otra orilla se encuentra Megan. La cana-

los años cincuenta. Una mujer florero, bella,

diense también llega a Sterling Cooper como

con cierto parecido a Grace Kelly, a la que Don

secretaria de Don Draper, pero enseguida será

domina, exhibe y a la que llega incluso a pro-

ascendida a copy writer, beneficiándose así del

hibir trabajar cuando aparece una oportuni-

trabajo de perseverancia de su compañera y

dad de que lo haga en una serie de anuncios.

amiga Peggy en años anteriores. Megan es

Betty es la mujer que permanece en el hogar,

otro tipo de mujer. Desde su primera aparición

aquella que se identifica por ser “la mujer de”.

la vemos de otra forma a como vimos a Betty

Poco a poco su papel cambia, aunque verda-

en el piloto. Ella es viva, alegre, mucho más

deramente no termina de emprender nunca

independiente de lo que era cualquiera de las

esa emancipación, ya que cuando lo hace de

protagonistas en los primeros compases de la

Don es para terminar volviendo al rol del ho-

serie. La evolución y el paso del tiempo tam-

gar en su nuevo matrimonio con Henry Fran-

bién han hecho que se diferencie de sus pre-

cis. La escena en la que, encerrada en casa,

decesoras. A partir de entonces el espectador

se harta y dispara a las palomas del vecino es

asiste a la forja de una relación entre Don y

su punto más álgido de libertad. El momen-

Megan que se anuncia desde los primeros en-

to en el que más cerca de esa independencia

cuentros y que lleva al matrimonio. En el as-

hasta la escena en la que, con Don ya casado

pecto laboral Megan pasa rápidamente de ser

con Megan, vuelve a acostarse su ex marido

secretaria a obtener un puesto como creativa,

y pronuncia aquella sentencia tan devasta-

para después abandonar la agencia y dedicar-

dora sobre Megan y su relación de amor con

se a la que verdaderamente es su pasión: la

el hombre que más conoce: “Pobre chica, no

interpretación.

sabe que quererte es la peor forma de acer-

Su carrera se desarrolla de forma paralela a

carse a ti”. En ese momento Betty comprende

la de su marido Don Draper, que al contrario

4

Trajes grises en Madison Avenue. Esplendor y miseria en la vía Draper.

Fernando de Felipe e Iván Gómez en Mad Men o la frágil belleza de los sueños en Madison Avenue. VVAA, Errata Naturae, 2015. p. 171-194.

42


de lo que sí hizo con Betty, no puede evitar

En este sentido, la figura de Megan cierra

que Megan trabaje y progrese en su sueño. Ni

el círculo de la evolución madmeniana de la

siquiera puede evitar –por banal que parezca,

mujer. Aunque quizás sería más correcto ofre-

no lo es– que en su cumpleaños Megan ofrez-

cerle esta posibilidad a Sally Draper, la con-

ca un número (el famoso Zou Bisou Bisou) de-

testataria hija del publicista y Betty, que re-

lante de todos sus compañeros, avergonzando

presenta el futuro más libre de la mujer de los

aunque lo disfrute, a su marido. La evolución

sesenta. Ese fin de era que anuncia la cadena

de Betty y la de Megan son completamente

AMC para promocionar el final de la telefic-

antitéticas. Y el final también tenía que serlo.

ción. Entre tanto, durante las siete tempora-

La relación de Megan y Don se resquebraja

das de la ficción, sus mujeres, “Betty Draper,

cuando ella decide marcharse a la otra costa

Joan Holloway, Peggy Olson, Rachel Menken,

a perseguir su sueño de ser actriz. Pese a los

Sally Draper y Megan Calvet, entre otras, son

intentos de mantener una relación a distan-

personajes que retratan los múltiples obstá-

cia y de recuperar los primeros estadios (trío

culos que las mujeres afrontaron en la década

mediante, incluso), el matrimonio de Draper

de 1960, durante la segunda ola del feminis-

y Megan es la crónica de una muerte anun-

mo: demarcadas claramente como ciudadanas

ciada.

de segunda clase, toleraron el acoso sexual en los lugares de trabajo, maridos adúlteros e

Lo sorprendente para Don, y otra muestra de

incluso sexo no consensuado.”5

avance de la figura de la mujer, es que cuando rompen por teléfono, es Megan la que da

Es Sally quien recogerá, voluntaria o involun-

el paso, la que primero toma la vía de salida.

tariamente, el testigo de todas ellas para con-

Megan sabe que quiere a Don, pero también

vertirse en la mujer del futuro (del presente

sabe que no lo necesita y que su relación es

actual), para dar un paso más en esa libertad

más una carga que un plus. Megan es una mu-

y esa emancipación del patriarcado. Para ser

jer totalmente emancipada de Don, totalmen-

una nueva mujer, mucho más libre que sus

te independiente y consagrada a su libertad.

predecesoras. Aunque ese paso, tal vez me-

Una mujer que elige según sus conveniencias,

rezca un enfoque único.

sin importarle ni el qué dirán ni el qué escucharán; alguien que, de la misma forma que hacía Don con Betty, llega incluso a utilizar a su marido como “hombre florero”.

5

Mad (Wo)Men: las mujeres anhelantes de Mad Men. Raquel Crisóstomo en Mad Men o la frágil be-

lleza de los sueños en Madison Avenue. VVAA. Errata Naturae. P. 195-217.

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S A L LY D R A P E R : LA FIERA DE MI NIÑA

“De pequeño me enseñaron a querer ser mayor, de mayor voy a aprender a ser pequeño” Enrique Bunbury Si ya es difícil crecer en la vida real, aún más difícil es crecer en la ficción. Las series de televisión no han resistido la tentación de incluir a los “hijos de” los protagonistas como un elemento más para ilustrar la complejidad de sus relatos. Pero, casi siempre dichos personajes han sido vistos más como un estorbo para avanzar en el relato que como un arco narrativo de importancia. Podríamos citar algunos ejemplos como el desastre de Dana Brody en Homeland o los (últimamente) invisibilizados hijos de Alicia Florrick en The Good Wife. En esta tendencia general sorprende la figura de Sally Draper en Mad Men. Empezó siendo un personaje anecdótico en las primeras tres temporadas para convertirse en regular a partir de entonces. A pesar de no haber resultado nunca un personaje protagónico, su progresiva relevancia y significación han permitido que, a medida que esa niña pequeña iba creciendo, nosotros descubriéramos a una valiosa actriz: Kiernan Shipka. Merece la pena que nos paremos a repasar el viaje de Sally durante los ocho años y siete temporadas de Mad Men.

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B E TT Y: LA BUENA MADRE

rrolla el duelo por la muerte de su abuelo paterno, la relación (dominada por la fascinación del riesgo) con su bizarro vecino Glenn, su crisis escolar y el divorcio de sus padres. Demasiado que digerir y procesar para una “pobre niña rica” a la que todos dejan aparcada cuando empiezan las dificultades.

Decía el psicólogo Albert Bandura que solemos imitar los modelos más cercanos y si-

¡Como si Sally no fuese sino la expresión de

milares a nosotros. En el caso de una hija, el

su familia y del mundo que la rodea (exce-

modelo más cercano y similar sería su propia

lente en sus juegos especulares el bueno de

madre. Y menuda es su madre… En el memo-

Weiner)! ¡Como si su derivación al psiquiatra,

rable capítulo de la séptima temporada, “Via-

no fuese sino la evitación de una madre por

je de Estudios” (7x03), Betty le pregunta a su

mirar a la cara de los problemas de su hija!

hijo Bobby si es una mala madre o por qué

Ese viaje de vuelta del internado de Sally jun-

nadie le quiere. En ese ejercicio de defensa y

to a su madre, encendiendo su primer cigarro

autoafirmación emerge la tragedia de Betty,

frente a ésta, y contestando a la reprobación

y en la tragedia de Betty subyace la tragedia

de su madre que también está fumando: la

de su hija.

identidad, la independencia del modelo. Todo, en un encuadre.

Mad Men ha retratado con impecable y escrupulosa “verdad” la violencia que el modelo patriarcal ha ejercido (y ejerce) sobre las mujeres. Don recurre a un psiquiatra en la primera temporada para “controlar” a su mujer. La salud como mecanismo de poder y los hombres patologizando a las mujeres. Y será

DONALD: EL HOMBRE S I N PA S A D O

la misma Betty quien transmita dicho mecanismo de dominio cuando plantee que su hija debe acudir también a un psiquiatra.

Si Betty es la tesis, Don Draper es la antítesis.

Cabe destacar a este respecto la elegante ca-

han ido abriendo los ojos de esa niña a una

Las interacciones de la pequeña con su padre

dencia en la escritura del personaje de Sally. En las cuatro primeras temporadas se desa-

48

realidad del mundo adulto que quizás debió conocer más tarde.


49


Cuando éste la lleva a un concierto exclusivo de los Beatles (incursión incluida en el backstage) y unos días después la pequeña le descubre flirteando y acostándose con su casada vecina, Sally experimenta una confusa ambivalencia sobre la figura paterna.

L A VOZ D E S A L LY : “SIMPLEMENTE D I L A V E R DA D ”

Y no es tanto su padre, sino todo su mundo y lo que representa. Si como decía la letra de Pequeño de Enrique Bunbury, a algunos niños

Y llegamos a la etapa final. Como si de una

les obligaron a crecer rápido, entonces Sally

apasionante dialéctica madurativa se tratase,

debió ser mayor siendo demasiado pequeña.

la séptima temporada nos ha traído a la mejor

Incluso encontró accidentalmente en una

Sally posible. Superados ya los modelos pa-

fiesta al compañero de Don, Roger Sterling,

rentales de Betty (la tesis) y Donald (la antí-

con la madre de su madrastra, Megan.

tesis), la niña pequeña ha dejado paso a una deslumbrante adolescente.

Esa niña, cada vez menos inocente, será además la testigo principal de ese mundo que co-

En todo el proceso de cuestionamiento labo-

mienza a agrietarse y de la decadencia de su

ral que sufre Don por parte de la agencia de

padre que inicia “la caída libre” desde su pri-

Sterling, Cooper & Price, su hija le aporta un

vilegiada posición. La imagen que cierra el ca-

doloroso e imprescindible rayo de cordura. En

pítulo final de la sexta temporada, en la que

el capítulo “Día de trabajo” (7x02), Sally, que

Draper está plantado, con sus hijos en cada

ya ha visto demasiado del mundo de su padre,

mano, frente a la casa donde vivió su infancia,

empieza a preguntarle por qué no va a traba-

es otro de los iconos de la serie.

jar. Ante los intentos de su padre por responderle, su hija espeta un rotundo: “Simplemen-

Así, las preguntas se acumulan en la cabeza

te di la verdad”. En esa frase resuenan muchas

de los niños: ¿Quién es mi padre? ¿Puedo con-

referencias acerca del protagonista de la serie

fiar en él? ¿Cuál será mi futuro?

pero sobre todo nos permite escuchar la voz de la protagonista de nuestro artículo. Todas sus apariciones desde entonces estarán ya marcadas por una latente tristeza, acom-

50


pañada de rabia y crítica hacia sus padres. El brillante guión del capítulo “El pronóstico” (7x10) coloca a nuestra heroína ante la difícil situación de ver a sus dos progenitores flirteando con sus amigos: Betty con un crecido Glenn a punto de alistarse en el Ejército y Don con las compañeras de residencia de la mayor de los Draper. Si debemos tener en cuenta el título del capítulo en el que se encuadran ambas escenas, mal augurio se plantea para Sally, quien parece darse cuenta de que sus padres serán siempre así de inmaduros y negligentes el resto de sus vidas. Pero es necesario leer de manera algo más positiva estos encuentros finales con sus padres. Y sin duda estos capítulos finales aportan algo de luz hacia esa “fiera niña” a la que su mundo no dejo otra opción que la rebeldía. Cuestiona la guerra de Vietnam y el militarismo patriótico como si de la voz de aquella generación se tratase. Amargada y ofendida, pero emprendiendo su propio camino y distanciada de la polución moral y vital de sus padres, la pequeña se ha hecho mayor delante de nuestra mirada. Y de esa forma, Sally Draper se erige en símbolo de la propia serie. Como Mad Men, ella nunca dejó de crecer y la abandonamos plena de discurso y madurez. Te vamos a echar mucho de menos.

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REDACTORES CORAL GONZÁLEZ Periodista, seriéfila y amante del cine sin ningún orden en particular. Aparecí en el 88 y desde hace cuatro temporadas dirijo un programa de radio llamado Spin Off. Sí, también trata del mundo de la tele. Twitter: @Coralgo

JAVIER RUEDA Psicólogo, seriéfilo y ameba cultural.

ANTONIO SÁNCHEZ MARRÓN Periodista especializado en Cine. Crítico y redactor jefe en NoSóloGeeks y parte de The Way Out Magazine y Esencia Cine. Coordina grupos de trabajo e imparte talleres sobre Historia y Teoría del Cine. Twitter: @AntonioSMarron

JESÚS VILLAVERDE SÁNCHEZ Periodista cultural. Crítico literario y cinematográfico. Escritor y lector. Portfolio: www.jesusvs.contently.com Blog: www.culturalblues.blogspot.com Neupic: www.neupic.com/authors/jesus-villaverde-sanchez Twitter: @jesusvs_txetxu


SHOWRUNNERS

JESÚS VILLAVERDE SÁNCHEZ Periodista cultural. Crítico literario y cinematográfico. Escritor y lector. Portfolio: www.jesusvs.contently.com Blog: www.culturalblues.blogspot.com Twitter: @jesusvs_txetxu

JORGE DUEÑAS VILLAMIEL Diseñador digital e historiador del arte. Pensando en imágenes desde 1984. Portfolio: www.sickmonkeys.net Blog: www.realidadesinexistentes.com Twitter: @sickmonkeys

www.ochoquincemag.com Twitter: @ochoquincemag Mail: ochoquincemag@gmail.com (2015)

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Now I am quietly waiting for the catastrophe of my personality to seem beautiful again, and interesting, and modern. The country is grey and brown and white in trees, snows and skies of laughter always diminishing, less funny not just darker, not just grey. It may be the coldest day of the year, what does he think of that? I mean, what do I? And if I do, perhaps I am myself again.




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