Entrevistas de las experiencias historicas de la EAA "Carlos Alberto Imery" 1978 a 1990

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AUTORES: Michelle Alexandra Gallardo Díaz Eduardo José Mejía González

1978-1990


Entrevistas Directores Docentes Alumnos

“Carlos Alberto Imery” Universidad Dr. José Matías Delgado

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ROBERTO GALICIA (PRIMER DIRECTOR DE LA EAA)

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¿Cómo surge la carrera del contexto del país? Yo pienso que más de hablar de cómo surge la carrera tendríamos que preguntarnos cómo es que surge la Universidad José Matías Delgado en ese momento tan particular de nuestro país recuerden que para esos años Prácticamente la institución rectora de toda la enseñanza superior en nuestro país era la Universidad Nacional y siempre a la universidad se le ha achacado injustificadamente o no un involucramiento bastante agresivo en lo que es la vida política del país, pretender que eso no sea así es cerrar los ojos a lo que debe de ser un Centro Universitario que por su nombre mismo habla de universalidad y en ese caso habla de muchas ideas no solamente los conocimiento cuando surge la Universidad Católica José Simeón Cañas se piensa de que va a ser de un perfil menos confortativo que la Universidad Nacional y qué eso va de alguna manera a equilibrar los servicios educativos que se prestan y que quienes aspiran a ingresar a esas universidades o universidad van a tener tiempo únicamente para estudiar y nada más. Yo pienso que el surgimiento de la Universidad Doctor “José Matías Delgado” es una respuesta a el hecho de que la Universidad Católica no fue desde un principio del perfil que ellos aspiraban o de lo que un cierto sector de nuestro país aspiraba y la universidad surge como una propuesta muy conservadora que aún mantiene, como una institución privada dedicada única y exclusivamente a la enseñanza. Entonces ahí está una primera realidad que va a orientar y va a marcar el rumbo de la Matías Delgado cómo se le conoce y que siempre desde un principio estuvo hoy no lo sé estigmatizada como una universidad de corte conservador, clasista, oneroso, etc… 8

En medio de ese panorama es que se funda y yo no sé si es que se funda en 1977 o 1978 y se da una serie de actos, etc. y posteriormente a esa realidad o a ese actor formal comienzan a aparecer las convocatorias para que los estudiantes apliquen y que puedan interesarse en las carreras que ofrece a nadie le extraña de que ofrezcan derecho o administración de empresas qué son dos vertientes que debía reafirmar la posición un tanto conservadora de la universidad sino que en medio de todo eso ofrece una escuela de artes aplicadas y pretenden graduar en esa escuela maestros en artes aplicadas cómo eso se publican en los periódicos previo al inicio de las actividades de la escuela y como persona interesada en los procesos artísticos, culturales y educativas yo recuerdo haber visto el anuncio y reaccione e hice una llamada a quién actualmente es el rector de la universidad y le hacía la broma de que a la facultad a la que pertenecía era de cultura general y de bellas artes que iban a graduar de ahí? Que era eso de la escuela de arte aplicadas porque si ustedes revisan el plan de estudio que se publicó era de una incoherencia tal que parecía sacado de una enciclopedia y que no refleja en mayor grado qué es lo que se podría estudiar entonces ese fue el punto de inicio de la Matías Delgado recuerden que el año siguiente se da el golpe de estado y hay un rompimiento en la estructura del país que desencadena propiamente el conflicto que ya venía gestándose desde hace muchísimo tiempo antes entonces el ambiente del país era violento, de gran incertidumbre y en medio de todo eso aparecía una nueva universidad qué pretendía hallar y enmendar el camino que estaba tan lleno de obstáculos y falta de coincidencia de alguno de lo que debía de ser la educación superior.


¿Qué fue lo más difícil a la hora de iniciar la carrera? En primer lugar, aceptar ser el director, luego volví a tener una llamada en la que me preguntaban si estaba interesado en asumir la dirección de la Escuela de Arte Aplicadas “Carlos Alberto Imery” ese fue un rasgo importante de la universidad que empezó a nombrar sus Escuelas y carreras en distintas áreas con nombres de personas sumamente importantes de gran trascendencia y trayectoria del país, entonces cuando yo llegué a asumir la dirección de la escuela que si no mal recuerdo fue el 6 de noviembre de 1978 yo antes era director general de cultura, juventud y deportes entonces tuve que renunciar y los últimos actos fueron el cinco de noviembre de ese año en el cual se inauguró la remodelación y restauración del teatro nacional y otras obras de relevancia por eso es que recuerdo la fecha. Llegué y el primer planteamiento que hice fue que el pensum no respondía con lo que se ofrecían y que había una necesidad de hacer una modificación del mismo que se iba a hacer gradual puesto a que se ofrecían eran los cuatro años no iba a hacerse todo de inmediato y empezamos a hacer un estudio y análisis sobre lo que se ofrecía y que era lo que nosotros podíamos modificar tomando en consideración un aspecto fundamental que era que nunca se había enseñado esas asignaturas a nivel superior entonces estábamos con el reto que tenía que hacerse, y correr un riesgo que requería mucho experimentación de improvisación a la hora de empezar a trabajar pero por suerte se logró estructurar desde un principio un proceso bastante gradual y el único soporte que yo tenía era que había estudiado unos años de arquitectura carrera que no termine para dedicarme a pintar y el hecho de haber trabajado en el Centro Nacional de arte

con profesores españoles y japoneses que de alguna manera fueron las influencias que tome muy en consideración y las experiencias de ellos para comenzar a plantear un plan de estudios que fuese mucho más realista. Cuando llegue eran 60 alumnos y 45 pupitres, eso fue lo que yo encontré.

¿Usted llegó a modificar el pensum? Se modificó fue uno de los aspectos que trabajamos directamente con David Escobar Galindo y el doctor Roberto Trigueros que creo que era el dueño de la enciclopedia de donde saco el pensum originalmente y con el doctor Hugo Lindo que era el decano de la facultad de Cultura General y Bellas Artes, con ellos estuve yo trabajando para hacerles una propuesta y se hizo un documento que lastimosamente no llegó a oficializarse por problemas, pienso yo, más de enfoque de las autoridades con las que yo trabajaba. Ya que siendo los tres prácticamente profesionales de las letras era que hacía una versión, la corregía Hugo Lindo, luego David y la terminaba corrigiendo Hugo, algo un poco anecdótico, pero se terminó haciendo un trabajo serio y se logró estructurar un plan en el cual se consideró mucho el perfil de los estudiantes que habían ingresado porque algunos pensaban que lo que se daba era decoración, otros les interesaba salir como profesor, otros pensaban que la salida era la decoración y había una confusión de las personas, había un grupo muy heterogéneo respecto a personas mayores y otras bastante jóvenes y había tres o cuatro personas que tenían una formación artística en la Academia Valero Lecha o tenían una educación artística lo cual daba desbalances completos en los grupos de estudiantes.

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¿Usted sabe cuál era los nombres de los profesores de que impartieron clases en el CENAR? Había una profesora de dibujo que se llamaba Miyako Aoki un profesor de diseño de apellido Surumaki otros que habían venido para cerámica, escultura, pero ellos fueron clave. También vinieron tres profesores españoles: José Sánchez Carralero que era profesor de pintura más pintura académica, estaba Jesús Falcón Rodrigo trabajaba mucho ya conceptos de arte contemporáneo para esa fecha y alguien más que vino para escultura.

¿Qué teorías y prácticas se utilizaron para la creación de ese pensum? Nadie estaba con teoría y ninguna cuestión. Había un compromiso de la universidad habían alumnos que habían sido aceptado y había que iniciar con ellos y llenar las expectativas de alguna manera, entonces lo que se hizo fue utilizar la lógica y al mismo tiempo que todo proceso de aprendizaje es gradual y teníamos que considerar que la gran mayoría de la gente no tenía un interés artístico alguna sensibilidad y que la excepción eran los 4 muchachos que habían estudiado en la academia Valero Lecha y que si tenían una capacidad muy especial entonces había primero que nivelar y entonces fue cuando se trabajó con los conceptos básicos para una puesta en común y hacer los dos primeros años de la carrera años comunes cómo área básica y ahí tenían todos que tener el mismo nivel. El que sabía mucho había que exigirle bien y al que no sabía también, ya que al término de los dos años de área básica, todos tenían que tener conocimientos generales y al mismo nivel.

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Después vendría la implementación de las especialidades y en eso se trabajó muchísimo y logré que las autoridades correspondientes me apoyaran ya que maestro en arte es más un distintivo honorífico con el cual se denomina a las personas que por su obra, proyección y trascendencia se les llama maestros, pero no es un título que se otorgue es más aquí en el país muy poco se usa el calificativo de maestro para una persona que está involucrada en el campo artístico.

En ese momento ¿Cuál era el enfoque de la profesión? El enfoque era sacar diseñadores porque recuerde que ya en el país ya se habían dado pasos en ese sentido sólo que para anteponer al dibujo artístico que era lo que se enseñaba en la academia Valero Lecha o de dibujo pintura se hablaba de dibujo comercial que es el equivalente que después comenzó a tener el diseño.

¿Por qué en su momento se llamaba artes aplicadas? Yo pienso que lo que no querían era que se confundiera con una escuela de Bellas Artes y porque lo que se ofrece al principio eran ramas del diseño. Que si nos recordamos con el tiempo en países como el nuestro el diseño ha ido tomando una presencia cada vez mayor pero siempre fue visto de menos.


¿Cuál era la filosofía que regía en esa época la EAA?

ocupados por personas que habían salido de las academias de artes de la escuela de artes gráficas o eran empíricos y

A mí me cuesta inventarme algo que intente de alguna manera matizar el esfuerzo que se estaba haciendo nosotros cuando empezamos las carencias del país siempre ha sido grandes en este momento eran mayores tanto a nivel de maestros como de experiencia entonces mal se haría en ese momento de estar planteándonos grandes objetivos si ni siquiera teníamos ni mesa ni caballetes para trabajar. Entonces mi visión fue sumamente practica y se fueron ajustando las asignaturas y los contenidos en base a la experiencia de cada uno de los maestros, vaya mire había una materia en primer año que se llamaba arqueología, (eso no puede ser) ese sentido común. Entonces para no desvirtuar eso se hablaba de arte en América pues porque eso comprendía el estudio de las civilizaciones americanas más sus expresiones artísticas, había una materia de caligrafía que había y en términos generales. La gente lo entiende como una cosa demasiado elemental y se remite a los años de primaria que le servía para los métodos para arreglar su propia letra o arruinarla como el famoso método Palmer. Entonces decían que iba a hacer una persona a nivel de universidad a estudiar caligrafía era una época de mucho desconocimiento, hoy se estudia la caligrafía de manera diferente y se reconoce, pero en ese tiempo estaba en todo caso para tener buena letra para hacer un diploma.

de alguna manera eso sigue prevaleciendo y pues es mucho más. El diseño se ha vuelto más familiar de conocimiento de la de la ciudadanía y de las instituciones especialmente el hecho de que la escuela haya surgido hace 40 años ha abierto camino, pero cuando se empezó ese camino no existía, así que si se quiere se puede mirar como una etapa heroica.

¿Cómo era la oferta laboral para los diseñadores en esa época? ¡IGUAL! Igual que ahora en la actualidad depende de muchas circunstancias acuérdense que la gran mayoría de los cargos o los puestos disponibles en este momento estaban

¿Qué metodologías o prácticas utilizaba para impartir sus clases? No había más gente, así que yo di clases, yo lo que di al principio fue teoría del color y lo que hice fue replicar como yo la había aprendido, inventando desde luego nuevos ejercicios y probabilidades, pero era algo que yo había enseñado en el Centro Nacional de Artes a nivel de bachillerato y por lo que me valía era por lo que había estudiado en la escuela de arquitectura con Carlos Cañas, entonces cuando uno enseña el que más aprendes es el profesor así lo considero yo. Entonces de los años que se van acumulando uno va descubriendo y viendo posibilidades y su respuesta me puede dar a mi pista para plantear otro tipo de cuestionamiento, entonces logramos establecer de que la teoría del color era fundamental no solo por el conocimiento y el comportamiento de los colores sino que también por el oficio que implicaba el estar trabajándolo así que se convirtió en una de las materias más difíciles de la carrera después yo tuve de asistente a Rosemarie Vásquez ella asumió la cátedra luego se convirtió en la amenaza número uno de los estudiantes haraganes.

¿Personalmente cómo se vivía ser director y docente en la escuela en esa época? 11


El ambiente de la escuela era un ambiente muy muy positivo de mucha riqueza y de una predisposición de maestros, alumnos y autoridades a tratar de estar y salir adelante con ese proyecto entonces se generó una mística bien especial y sin separar demasiado los roles pues no había mayor diferencia en que un profesor fuese un director, sí me tocó desde luego buscar en el medio nacional quienes podían ser las personas idóneas para que impartieran las diferentes asignaturas y ahí fue tanto de prueba y error para tratar de que las cosas marcharan

¿Recuerda las personas que comenzaron esas catedra? ¿Los nombres? o como consiguió los contactos de los catedráticos de la época? Mire Don Adán Escobar era un gran calígrafo él fue el profesor de caligrafía. Gloria Hernández impartía arqueología y después terminó siendo arte en América y la sustituyó a ella Manuel López, El Arquitecto Salazar también dio la clase de teoría del color y estética, luego solo se quedó con estética, yo asumí la clase de teoría del color y luego fundamentos del diseño. Contratamos a Miguel Ángel Orellana para que diera dibujo al natural y así fueron sumando, luego vino al país Patricia Martino que ya venía graduada de diseñadora de Italia y fue valiosísima la incorporación de ella al staff porque incorporo aspectos del diseño que aquí no se conocían, nombre, libros. Si en ese momento no había nada ni libros buenos, en ese tiempo no había nada.

¿De Patricia Martino nunca se supo nada? Si y nunca volvimos a saber nada de ella, bueno ella era Martino de los de Santa Ana El padre arquitecto y pues nunca más volvimos a saber nada. 12

Además de ella ¿quiénes eran docentes? Claudia que fue profesora y fue directora, la licenciada que todavía trabaja en la Mónica Herrera era Eva Cruz de Romero ella era publicista, milita García Prieto también trabajo en la parte de diseño ambiental.

¿Cómo se instruía a los catedráticos en la época? Lo que teníamos eran reuniones de trabajo en la cual se planteaban cómo se iban a enfocar los diferentes temas que íbamos definiendo en común acuerdo, la llegada de Patricia Martino ayudó a sistematizar de alguna manera esto, pero también investigábamos qué es lo que se estaba haciendo. Por ejemplo, en el caso del área básica como todas las asignaturas que yo había recibido o bien había impartido en la universidad nacional o en el CENAR yo tenía bien claro que es lo que se tenía que ir haciendo así que por ese lado no había como perderse, pero era más que todo una cuestión colegiada y viendo resultado.

¿Desde su punto de vista como era ser estudiante en esa época? Igual que ahora no ha cambiado pienso que no, por un lado, tal vez la diferencia hasta cierto punto es que ahora ya se sabe más a lo que se va en aquel entonces no se tenía muy claro eso y eso hizo de que muchas personas ahuecaran desde un principio que no soportarán el rigor esa sí fue una característica quizás en la que nos pusimos de acuerdo en la que si di directrices claras que el arte no es gratis ni es fácil entonces que se debía de mantener un nivel de exigencia y que si alguien se iba a quedar este concepto es un poco


anti pedagógico pero que si alguien se iba a quedar que se quedara bien aplazado porque si no esos que van sumando centésimos de repente uno los encuentra en cuarto año y uno se pregunta y este que hace aquí? Si no daba una en primer ciclo. Entonces la exigencia sí fue clave a un nivel más porque yo siempre he pensado que la disciplina es clave si no de nada sirve.

Con relaciona al contexto social de la época ¿cómo vivían los estudiantes? Algunos se vieron involucrados en algún tipo de problemas había un muchacho que tenía una imprenta y parece ser de que en algún momento lo acusaron con o sin razón no sé de que se estaba imprimiendo en su negocio propaganda y él se terminó retirando de la escuela entonces había pues un abanico bastante amplio de personas, todos los que vivíamos en ese tiempo estábamos amenazado salíamos y pues no sabíamos lo que nos podía pasar entonces si pues siempre hubo temores, dudas e inquietudes, frustraciones que fueron y eran parte de lo que vivimos en este tiempo aquí en el país.

¿En ese tiempo me imagino también había logros en el rubro recuerda usted alguno de esos concurso o certámenes? Mire nosotros al año empezamos en la calle Arce y ahí están algunas instituciones y algún edificio de la universidad tecnológica y luego nos pasamos a una casa en la Colonia Escalón frente Itsmania y ahí permanecimos hasta que se trasladó la escuela para este campus uno eso fue por el 8586 eso fue cuando yo ya había decidido que me iba a retirar

tanto como profesor como director de la escuela como al año cuando se empezaron a ver resultados la estrategia mía fue de que teníamos que demostrar que la escuela producía cosa y entonces aquí en la casa de empezamos a exposiciones que son los antecedentes de los portafolios y entonces aquello era una algarabía porque los papás veían lo que hacían sus hijos y por ejemplo el círculo cromático que no deja de ser uno de los ejercicios más común y corriente fue enmarcado y colocada en lugares de preferencia en la casa de los estudiantes porque lo veían como la maravilla del mundo y no miento es la realidad. Entonces empezaron a hacer este tipo de exposiciones y surgió un certamen no me recuerdo ahorita el nombre, y habían abierto una categoría cómo de principiantes y entonces el trabajo de clases fue trabajar algo de acuerdo al tema para poder presentar y estábamos trabajando en ello yo con alumnos de tercer año y alguien en segundo año que se puso las pilas fue Martha Eugenia Valle que trabajaba aquí en la Universidad y ganó. Luego de eso establecieron una categoría de estudiante en ese concurso y fue ahí donde empezó a dar cuenta las empresas y las instituciones de lo que estaba saliendo básicamente de la Escuela de Artes Aplicadas, ya para ese entonces la Escuela ya tenía más alumnos. El primer grupo que entró era totalmente heterogéneo. Ya el tercer grupo que fue el que Rosemarie y Martha Eugenia Valle es la tercera generación y ellos ya sabían más o menos a qué es lo que iban entonces fueron grupos mucho más homogéneos estudiantes que acaban de salir de bachillerato y que tenían pues alguna idea más clara de lo que andaba buscando y a la escuela tenía una proyección 13


y se trató en la medida de lo posible que la universidad apoyará todo este tipo de iniciativas hubo concursos, se ganaron premios, la universidad hizo una primera campaña publicitaria por los estudiantes, hoy que lo recuerdo pues no había un concepto que Integrara peor pues era todo pero eran los ejercicios y el apoyo de la Universidad de que esos trabajos de estudiantes empezarán a ser la imagen de un centro de estudio. Entonces en esa etapa la Escuela acepta que ya no dará ese título de maestro sino de diseñador y aun así costo que entendieran lo que era como profesión el diseñador al grado de que esos son los primeros título diploma que se entrega y que hicimos un diseño especial que rompía con todo lo tradicional de un diploma y pues todo eso le fue generando una imagen a la Escuela, me recuerdo que los actos de graduación duran 25 minutos y fuimos marcando un estilo y recuerdo con gratitud el apoyo de las autoridades aunque siempre hubo un tejo de desconfianza de ¿qué era lo que más hacía yo en la escuela? --- Hay anécdotas en las cuales los alumnos y yo éramos cómplices una de ellas fue cuando celebramos el día del estudiante (anécdota de los ojos) ---- el hecho de la corbata que exigían pues me recuerdo que una vez ya en la noche había una clase técnica se dice llegó el rector justo en el momento en el que el alumno se agacho y se le metió la corbata adentro del balde con escayola entonces me llamó y me dijo quizá con ustedes la corbata no funciona Entonces sí fue algún grado de mucho respeto pero también muchísima complicidad de profesores y estudiantes. Entonces por eso le digo yo que sigue siendo lo mismo porque percibo esas características en las pocas veces en las que yo he ido a la universidad. 14

El trato directo entonces sí establecido por más de calificar, de criticar, de evaluar y entonces se fue creando toda una forma muy especial de trabajar.

Nos puede ampliar la información ¿cuándo entra la Arq. Allwood? La figura de un secretario de una escuela no tiene nada que ver con la imagen de una secretaria administrativa era una especie de sub dirección entonces ella se encargaba de cuestiones tanto más administrativas y estaba pues trabajando directamente conmigo. Entonces en cuanto yo anuncien mi retiro y se conversó de quién podría ser la persona que por su peso caía como potencial candidata de la escuela fue la arquitecta Allwood.

¿Existían algunos libros en la época que ustedes utilizaban? Aparte de los de historia del arte y estética que son los que más utilizan tenía mucho peso porque eran de las pocas cosas que se conocían pero que se llama fundamentos del diseño de Scott y el diálogo visual de Nathan Knobler que no recuerdo el nombre del autor, leíamos mucho a un diseñador italiano Gillo Dorfles.

¿Con respecto a Patricia Martino usted sabe de qué Escuela de Italia venia? No recuerdo debe haber quedado consignado en algún currículo y nunca le vimos la importancia. Porque no era ese tipo de competencia para aplicación para quedarse con la catedra, era demostrar que se las sabía todas.


¿Qué aportó Patricia Martino en su tiempo? Lo que pasa que ella menciona el diseño mucho más de lo que se tenía conocimiento aquí iba mucho más profundo ella venía en ese momento, si se me había olvidado Bruno Munari que es uno de los teóricos y que tenía una gran influencia en el diseño y que tenía en ese momento una gran vigencia.

Graciela de Perdomo tiene una casa de eventos y tiene una excelente creatividad, pero ella no era para estar pintando con témpera, entonces la escuela ha ido potenciando todas esas capacidades que la gente tenía y que se desempeña en diferentes campos, pero del primer grupo está María Elena Palomo, Mauricio Mejía, Hugo Martínez Acuña, Rosemarie Vázquez, Martha Eugenia Valle, pero yo documentos no guardo.

¿Cómo se calificaban las tareas? En las asignaturas de diseño y la norma en la que se fundaba primero era la puntualidad, luego el estudiante sin nombre el trabajo colocaba el trabajo en la pizarra y hasta que estaban todos colocados entraba el maestro. Las fotografías están ahí lo que quedaba era fotografías de las diferentes, pero de la de la primera promoción de la segunda es que se podría hablar porque yo pienso que lo importante escuchar no solamente la voz de lo que tuvimos la suerte dirigir sino de los que vinieron a recibir la formación que fueron los conejillos en este tiempo. De la primera promoción esta Sonia Flamenco de Hasbún y ella terminó dando clases de historia del arte en la universidad, la escuela orientó ya que las personas ya tenían cierta sensibilidad con el arte pero nunca iban a llegar a ser diseñadores pero por ejemplo Sonia no tenía un excelente mano pero se defendía terminó siendo una buena profesora de historia del arte de no haber estado ahí pues de donde hubiera aprendido historia aquí, sé de alguien que en la actualidad tiene una floristería y hace cosas extraordinarias.

Cuando se estaba buscando la validación con el Ministerio de educación yo aborte me retire hasta donde yo llegué, yo sabía que podía hacerlo con errores y grandes vacíos, pero hasta ahí por pura cuestión ética no podía meterme a una aventura en la cual yo no tenía la experiencia ahí fue clave en que el hecho de que Claudia que también venía de grado a de arquitecto de Guadalajara pues tuviera que luchar este proceso del Ministerio de educación. Lo que sí está claro es que ya decía yo a la hora de irme de verdad debía dejar a gente preparada para asumir que fuera preparada por la misma Escuela y ahí Rosemarie fue el paradigma. Entonces si en ese sentido me exigía muchísimo y he tratado en el medio de lo posible de buscar siempre la excelencia y como digo siempre aquí yo no organizo fracaso, yo organizó éxitos, entonces se han dado las circunstancias en la escuela y me fui feliz de que lo que dejaba era válido y ha permanecido en el tiempo y se ha ido mejorando y se ha ido alimentando, reinventado y después de tenido la fortuna de estar en otros dos proyectos y gracias a Dios salir con la frente en alto de este todavía no me he ido.

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ETAPA DE FUNDACIÓN 16


CLAUDIA ALLWOOD (SEGUNDA DIRECTORA DE LA EAA)

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¿Cómo surge la carrera en el contexto del país? Estábamos en un tiempo que anunciaba una guerra y por otra parte teníamos una gran crisis a nivel universitario por la única universidad que existía la nacional, no existía espacial cenar para los artistas y mucho menos espacio para aquellas personas que tenían una carrera muy novedosa, en el marco de lo que conversamos con Roberto Galicia porque él es el que crea y comienza a bocetar y arranca las carreras, técnicas de diseño gráfico y diseño ambiental, pero que el reto era porque no le abrimos campo a las artes aplicadas Roberto había estado en el CENAR y había sido mi maestro yo lo respeto muchísimo y en el CENAR nosotros aprendimos posibilidades Más allá de las Bellas Artes que había en estudiantes que tenían capacidades, para hacer otro lado había una gran crisis en el producto artesanal salvadoreño y teníamos ejemplo que puede llegar a ser un producto bien diseñado por todo lo que él estaba haciendo en la comunidad la palma que no podía moverse por la situación de la guerra no tenían trabajo y Fernando abrió la puerta hacia una posibilidad de que con la habilidad de las manos salvadoreñas y la creatividad de diseñadores, pudiéramos arrancar una nueva etapa y por otra parte existía una demanda enorme de profesionales de las publicidades recordemos que para los tiempos en los que nos arrancamos la Escuela de artes la computadora no había nada entonces el trabajo de diseño era como un diseño artesanal y por otra parte la guerra está viendo desarrollo en la construcción y estaba también posibilitan seguros renovar ya que no se podía construir edificaciones, Entonces nosotros pensamos en un campo amplio para Los profesionales----

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¿En qué año tuvo su primer acercamiento con la Escuela? Bueno yo llegue a la escuela, primero Roberto me invitó primero como docente de las asignaturas de estética y estilos 1 2 y 3 porque en aquel entonces el desarrollo de los contenidos de las materias de historia del arte se daban en tres ciclos más se daba un ciclo adicional en primer ciclo estética para que tú comprendieras los conceptos de belleza y entonces comencé como profesora es imposible no enamorarse de una escuela de diseño y a pesar de que yo trabajaba en un proyecto de restauración de monumento, tenías bajo mi responsabilidad trabajo de restauración del teatro de Santa Ana, Metapán de la escuela de artes y oficios y eso siempre tuve la pasión porque quizás porque mis papás fueron docentes de la escuela de medicina me sonaba y me vibraba en el corazón y entonces comencé a dar clases en la escuela Y entonces Roberto secretaría académica, Entonces mis obligaciones en ese entonces era apoyar la logística de las innumerables actividades que realizaban escuela se renovaba el ambiente de la escuela de diseño, todos los años lo borrábamos y lo volvíamos a hacer era puertas paredes la idea era primero exponer las propuestas de diseño y la segunda era aprender a convivir en un ambiente de la convivencia y además apoyaba en el registro de las notas a mano se realizaba Entonces se llevan registros académicos de la escuela básicamente era apoyarlo en la organización de actividades.


¿Cuándo pintaban su propio ambiente en que año era? estamos hablando del año 78 al año que nos pasamos acá a la universidad, del 84 ya que se estaba construyendo el campus pero compartíamos con la facultad de derecho y estábamos frente a Itsmania al costado Norte en la séptima calle poniente era un lugar así como céntricos en medio el ruido de los buces y Roberto el luchaba para acondicionar las aulas, con aire acondicionado y poder tener equipo diapositivas para poder tener la historia del arte con diapositiva era una época fascinante creo que al principio los alumnos amas de casa muchas de ellas muy hábiles en manualidades que habían decidido estudiar la carrera de diseño y lo lograron con muy buenos resultados, de hecho algunos de esos primeras generaciones nunca se desconectaron ella terminó la carrera, que es Linda de candel que termino saliendo de diseño gráfico, está viviendo en Estados Unidos.

¿Cuál era la filosofía o el enfoque en ese momento? En ese momento Roberto dejaba la escuela porque quería empujar su carrera, sus años dorados, él era de los artistas más destacados y él tenía mucha demanda de trabajo entonces, me encomendó el señor rector que lo sustituyera y al principio yo pienso que el país es una historia constante de discontinuidad de todo entonces por ejemplo en ministerio entra uno y se sale el ministro y cambia totalmente con todo lo que siempre he pensado que es importante para los proyectos el respeto a la continuidad de los esfuerzos, entonces yo interpretando los principios por ejemplo sí pero hay que poner algo más, Era un hombre orde-

nado y muy organizado entonces a mí me encantaba porque aprendí muchas cosa, entonces la escuela de arte comenzaba escucharse medios que lo que estábamos viendo era participamos en todos los concursos y concursos de la feria Ya la escuela de arte comenzar a escucharse en el medio, estábamos teniendo mucha participación, participamos en los concursos, éramos muy famosos en los concursos de los afiches de la feria internacional en ese entonces era el evento anual del país. Entonces nosotros siempre ganamos eso no es cierto y la Escuela ya, entonces la idea era tener el campo profesión y comenzamos la bolsa de trabajo. Y para la bolsa de trabajo, nos comenzamos a dar a conocer con folletos información en todas las agencias de publicidad, lugares donde nosotros sabíamos que la gente podía ocupar diseñadores gráficos y ambientales, la publicidad nos llamaban las empresas y así fuimos haciendo una bolsa de trabajo, nuestra meta era que ningún alumno saliera sin trabajo, siempre y cuando fueron a lo que tuviera excelentes calificaciones porque era como un estímulo en aquel entonces había muy buenos salarios para la carrera técnica como muy bien pagada, recordemos que tener diseñadores era un boom. En el caso de los diseñadores ambientales ver como se incorporaban oficinas de arquitectura para que complementaran los diseños, cuando yo me gradué de la universidad que estudie en México, en la Universidad Autónoma de Guadalajara, lo que yo fui a aprender ahí fueron las bases del diseño. Vine acá comencé a trabajar en diseño ambiental entonces yo sabía que había una gran demanda, era como conectar, como hacer redes, ya después era muy común que la mayor parte de las empresas de diseño ambiental o gráfico llamarán y se le mandaba un grupo de currículum, los 19


entrevistaban y la demanda era tan grande que no se iban casi ningún alumno sin trabajar.

¿Porque se llamaba Escuela de Artes Aplicadas, Carlos Alberto Imery? Porque Carlos Alberto Imery es un artista pintor de Italia es un artista pintor Europa a finales del siglo XIX cuando viene acá con apoyo de empresarios y el gobierno y la escuela de artes gráficas se concebía una forma de preparar a la gente que iba a empezar a el área de impresión y se preparaba a la gente que va empezar la el creó la primera opción para bellas artes para El Salvador.

¿En qué consistía la bolsa de trabajo? La bolsa de trabajo significaba qué nosotros teníamos siempre pendientes los alumnos que estaban por egresar y en llegar a diferentes habilidades tipografías por ejemplo las publicidades llamaban y la idea era hacerse reconocimiento tanto en concursos nacionales como internacionales.

¿Qué tipo de concursos había? Lo que la federación de caja de crédito quería hacer un logo pero había concursos Fernando Llort crear un concurso de artesanal, que también participaban los diseñadores gráficos, con el propósito de abrirse campo a los diseñadores era interesante aunque los premios para el cacique simbólicos pero interesante para la escuela entonces la universidad premio que ganábamos premio que se publicaba en los periódicos entonces estábamos presente mensualmente era un posicionamiento

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y aquí en El Salvador Si tú no sales y el trabajo profesional los estudiantes era de tal calidad que nosotros pensábamos que había que llevar y en términos culturales esta carrera amerita ser como cualquier carrera un poco complicado el proceso porque se forma una especie en el Jurado en el que estaba presente el audio que era la que revisaba ikira cuestión fe Cómo yo puedo cuando se quiere se trabajó el perfil de la de la licenciatura era un reto personal así cierto. ya que trabajaban todos los coordinadores la idea es que yo quería diseñadores pensantes diseñadores que pudieran tener comprensión no solamente es la esencia de los seres humanos sino también de su sociedad, de su cultura y tener una educación amplia, como para formarse un criterio como para tener la capacidad de realizar para poder hacer un diseño que tuviera una identidad salvadoreña pero que también pudiera competir globalizado que se comenzaba a dar en aquel entonces pensamos que la carrera le faltaba una parte humanística mi propuesta la Universidad Nacional fue filosofía porque tenemos que aprender a pensar los estudiantes tienen que aprender a saber lo que quieren hacia donde van, sociología fue otra de las materias la relación del profesional del diseño con la sociedad salvadoreña, con la sociedad globalizada, incluimos algunas materias la universidad nacional me impuso matemática, yo sabía que los diseñadores no son matemáticos la buena parte de ellos, entonces fue un sufrimiento, que no te puedo ni decir, me odiaron creo yo, pobrecitos, pero la universidad decía con el pensamiento clásico que el que es inteligente sabe matemática, fue un fracaso, muchos de los que habían sido técnicos, un año Hugo Martínez Acuña. En un diploma de licenciatura, le añadimos un año a la carrera, porque es obligación académica


La licenciatura Son 5 años y el título de licenciado en diseño gráfico Entonces ya que estamos en eso será licenciatura diseño gráfico digital que no pueda ser Fernando me decía qué es la creatividad de la gente de Las Palmas organizamos con el concurso y todos los años Ilobasco, los telares y dijimos bueno hagamos esta carrera. Creamos con él bueno contabilidad las miniaturas de Ilobasco los tejidos y con la guerra estaba desapareciendo todo la gente estaba migrando fue como fue No porque no le entramos al diseño artesanal teníamos en esta crisis económica por el diseño conflicto armado y había mucha gente que no salía de vender en el exterior que era uno de los grandes y empezaba una gran demanda ya que estamos grande siempre regresaba para llevar cosas de El Salvador, yo más o menos en el 83 82 yo no recuerdo haber entrado y haber empezado a impulsar la parte comercial Elevar la carrera de licenciatura.

¿Cómo fue el proceso para impulsar diseño artesanal? Si cuando sometemos los documentos a la Universidad Nacional para elevar licenciatura incluimos diseño artesanal y el diseño artesanal lleva el componente de lo que nos enseñan a nosotros los maestros artesanos del Salvador con la capacidad creativa del diseñador y siempre serán a la par de un artesano y un diseñador porque si no, no iban a hacer diseño apropiado para una técnica que tenían que conocer. enorme, yo creo que se fue abriendo, los alumnos fueron abriendo los campos con su capacidad profesional y con sus excelencia porque la verdad es que la escuela Fue bastante rigurosa eran unos tiempos muy particulares nosotros lo mejor en la enseñanza, venían a El Salvador estudiantes gradu-

ados de Italia , teníamos también el privilegio de la universidad de Parson, los referentes del diseño en la época, habían profesionales que llegaban profesionales Salvadoreños y eran los primeros que nosotros tratábamos de captar, así llego aquí porque también puedo traer las cosas para poner en el desarrollo creativa se me ocurrió poner la materia de taller de creatividad en retrospectiva partes aceptadas de la propuesta. Nos trajimos a la mejor profesional que había en ese momento que a milagro de Mena (Milagro García prieto de mena) se había graduado con honores en Parsons y tenía ganas de enseñar que no es fácil porque no quieres, entonces milita fue la persona que introdujo y revolucionaria asignatura de taller de creatividad e los alumnos estaban al principio ni a hacer con plastilina la cólera que tienen saliendo salían aquellos monstruos. Jugábamos con los colores vamos a experimentar la sensación del color el blanco, forraban los salones de blanco, el piso y todos se vestían de blanco, era una experiencia colectiva, estaban siempre abiertas y los profesores daban permiso vayan a experimentar el rojo y así… había una relación internacional los de primero se relacionaban con los de octavo, todos los alumnos de la Escuela lo vivenciaban, había una unión intergeracional, entonces había una vida comunitaria que fue un buen acierto en mi época. Recuerdo haber leído un escrito que Salarrué había escrito en el diario patria, en ese momento yo estaba estudiando mucho a Salarrué porque me parece que fue uno de los mejores escritores de El Salvador, que nadie lo lee, y salarrué tenía un artículo y siempre ha sido de los lemas en mi vida: 21


“Uno tiene que aprender divirtiéndose y enseñar divirtiéndose”, entonces para mí el hecho de abrir una escuela cálida, me pareció siempre que fue interesante, los alumnos odiaban venir a clases en corbata, la corbata se untaba de tempera, la corbata era un tema de orgullo nacional el tema de las corbatas, claro no se aplicaba a la Escuela, pero era una de las normas establecidas por la universidad. Entonces nos pusimos a pensar ¿cómo se le quita ese feeling? hicimos un concurso de corbatas, entonces había un concurso semestral de corbatas, el día del sombrero creativo, el día de los jeans, en aquel entonces era cómo más novedoso y creo un ambiente como más relajado en la Escuela, establecimos también el día del estudiante de diseño y hacíamos una fiesta, ahí los estudiantes imitaban a los alumnos y los alumnos a los maestros, en el marco de un gran respeto pero nos damos una divertidas espectaculares.

¿Cómo fue el cambio de pasar de ser directora a docente? sí, siempre, no deje la docencia, es una de las grandes pasiones de mi vida, yo creo que ya llevó como 40 años, no he hecho la cuenta porque para que, yo creo que soy la más antigua de la Escuela, deje la estética, la impartió Luis Salazar que tenía mucho más conocimiento de estudio acerca de la estética, yo me quede con los 3 estilos, por un tiempo di diseño ambiental, luego de eso ya no tenía el tiempo suficiente para seguir impartiendo luego deje ambiental, me quede estilos arquitectónicos y decorativos, así se llamaba en aquel entonces.

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Después de eso me fui de la Escuela en un tiempo porque el presidente Cristiani me invitó a ser la primera presidenta de Concultura, pero nunca deje de venir, siempre nos reunimos con Rosemarie y era como que estaba pasando, en parte porque el presidente Cristiani me dio esa oportunidad y en parte porque lo que sucedió fue que el señor rector, el adoraba la Escuela, Guillermos Trigueros, adoraba la Escuela y siempre estaba viniendo de repente aparecía y para ver si los alumnos tenían corbata y como para ver porque éramos fascinantes, en el sentido de diferentes a todas las escuelas, pasaba a ver que estábamos diseñando, que estábamos haciendo y como teníamos fama de raros, porque por ejemplo en mi época el estudio del desnudo, de la figura humana es fundamental, entonces había un modelo desnudo pues, entonces había que tapar todo de negro, era aquella cosa negra, taboo respecto al desnudo, era siempre un poquito de problema con el señor rector que era muy convencional, una vez lo que sucedió es que tuvimos el privilegio de tener a uno de los grandes, Francisco Flores, acababa de terminar su estudio de doctorado en sociología en Harvard y había estudiado filosofía, me lo encontré yo lo conocía de la época del colegio, y le digo yo bueno porque no te vienes a dar estas materias y porque yo quiero gente pensante, yo creo que francisco les dio a los alumnos eso que estábamos necesitando como escuela, los hizo pensar, pensarse a sí mismo, pensar en el país, pensar para donde iban, sus clases eran tan maravillosas que de todas las facultades la gente venía a oír, a la hora que venía, la gente estaba en los ventanales escuchando las clases, se ponían en los ventanales, incluso yo cuando podía me iba a meter a oír, una vez Francisco dejo Sidharta que es la historia del buda.


Lo que hacíamos era buscar especialistas fundamentalmente que trajeran inyección de conocimiento a la Escuela, habían ciertas metodologías con las cuales que nosotros habíamos

mejores profesores de teoría del color, Luis Salazar tomando asignaturas de diseño ambiental.

pensado eran las adecuadas para la escuela, metodología del diseño de Wiccius won, había venido aquí a El Salvador, procedente de Italia que había estudiado con Bruno Munari, patricia Martino se incorporó a la escuela que le dio una inyección importantísima en términos de diseño gráfico a la Escuela, no estoy segura pero creo que Milán.

¿Cómo era ser estudiante en esa época?

Entonces lo que nosotros éramos un punto de partida, el contenido de la asignatura, yo trabajaba junto a mis secretarias, Adelita dueñas y luego Rosemarie y yo ya estaba pensando en irme, nosotros no solo estamos formando diseñadores sino hombres y mujeres, se dieron casos de falsificaciones y tuvimos que sacar a los estudiantes de la escuela, ya estaba empezando la computadora entonces era fácil agarrar y copiar, había un contenido pero como el maestro que sabía podía retroalimentar un programa, ese era el que se trabajaba. Entonces en esa época abrimos el programa de becas, fullbrains, y empezamos a mandar a los mejores estudiantes a especializarse, necesitábamos reciclar el cuerpo docente entonces el convenio con la gente que conseguía becas era te vas dos años pero venís dos años a la escuela y nos enseñas lo que fuiste a aprender, María teresa rivera, Adelita dueñas, Beatriz de león (maestría en escultura a México), Francisco Flores, Rosemarie Vásquez que recién se graduada, Mabel acebedo psicóloga, Roberto Galicia que siempre nos seguía dando teorías del color, yo creo que siempre ha sido de los

Yo creo que se disfrutaba un gran montón, sería más interesante que se lo preguntaran a los alumnos, yo me la pasaba feliz, a mí me fascinaba venir a la escuela, ya casi iba a tener a mi bebe, pero yo no dejaba de venir, porque todos los días eran maravillosos, la capacidad que tenían los alumnos, tanto talento, en ese entonces eran ilustradores manuales, no puede ser lo que estaban haciendo que cosas más maravillosas, era ilusionante venir, entonces exponíamos para que toda la gente viera hacia donde queríamos llegar en términos de calidad. Como te digo había mucha conexión de los estudiantes, comenzábamos a hacer exposiciones en el ranchón con los estudiantes y lo que estaban haciendo.

Experiencias que recuerde -Tantas divertidas, un día en la fiesta del alumno nos estaban invitando a todos, había uno Jorge invitaba al señor rector, entonces estaba vestido con un traje divino, con una guara de las de tela porque el rector se encargó de hacer el parque que tenemos acá y estaba imitando al señor rector y de repente el señor rector aparece y nos moríamos de las carcajadas, era divertido, una vez que nos disfrazamos, pasamos del juego de imitar al profesor y a los alumnos, a disfrazarse de distintos artistas, entonces la Rosemarie se vistió de verónica castro y se

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había puesto lentes de contacto y la Rosemarie lloraba con los lentes azules. - la experiencia de la corbata, yo me recuerdo era divino, yo como directora pero tenía que seguir las reglas, Habían diseñado una que se ponían con tirro de papel, cuando diseñaban para el día de la corbata, habían hecho una como de malla ciclón con una mosca, una capacidad creativa maravillosa igual los sombreros, en aquel entonces era importante porque éramos la universidad que estaba sentando precedentes y de hecho muchas universidades copiaron el concepto de togas y todo eso.

-Recuerdo que en mi gestión se trabaja con pincel de aire fuimos a hablar a OSCACEN y nos dieron todo el equipamiento. -Yo creo que a lo largo del tiempo la Escuela ha tenido sus subidas y bajadas, que es normal en los ciclos de las escuelas, creo que la escuela está en buenas manos ahorita, de una persona comprometida y enamorada de lo que hace y creo que lisseth le ha inyectado el tema investigación a la carrera, que creo que era importante.

-Otra era cuando ganábamos los premios, 10, 15 o 20 premios, ganábamos primero, segundo o tercer lugar y eso era como muy estimulante.

-Empezamos en mi gestión con las fotos divertidas de graduación, conmigo empezaron, hagamos una de relajo y las hacíamos. Yo creo que siempre es de tener dos opciones la formal y la informal y se hizo como tradición.

-También ver egresar a los graduados de las maestrías y ponerse la toga, era una experiencia realmente maravillosa.

Se recuerda del nombre de los docentes que estaban en su periodo de gestión

Alguna experiencia triste o desfavorable que recuerde

Martu valle, (diseño tipografía vanguardia) María teresa rivera, Ana Julia (ambiental), Linda Tineti de Pino (ilustración), Lourdes Cano,

Tener que expulsar un alumno por plagio, el sostenía su posición, pero nosotros pensábamos que no podíamos dejarla pasar, fue muy desagradable y muy triste, tener que hacer eso o llamar la atención por plagio, pero con eso no se juega. Otra de las cosas que era un poquito difícil, convencer al rector del giro que tenía la Escuela, pero le dábamos tantas satisfacciones que nunca nos decía que no.

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Otras experiencias

¿Cómo eran los procesos de organización del programa de estudio? Existían coordinadores de área, había reuniones con cada uno, con los grupos de maestros, por ejemplo teníamos casos especiales, evaluar el rendimiento de los estudiantes, se reunían todos los maestro para saber que pasaba y que


estaba pasando, habían reuniones en termino de hacia dónde iba la carrera, también las discusiones que teníamos con Rosemarie que era la coordinadora de gráficos, ya el mercado estaba bastante completo entonces hablábamos con ella que porque no creábamos maestría en ilustración, porque no creamos la carrera de diseño industrial, ella trabajo mucho pero lo que paso fue que la queríamos y la soñábamos bien montadita, pero era sumamente costoso para la universidad y el proyecto se quedó ahí a la espera de que algún día lo logremos.

¿Cómo era la experiencia paralelo al conflicto armado? Era difícil, la verdad que el conflicto en El Salvador era más que todo afuera de la ciudad, entonces todos ya sabíamos que había bomba a las 7 de la noche, entonces nos habíamos adaptado a esperemos que pase la bomba, gracias a Dios jamás tuvimos un percance de ningún alumno, heridos, ni nada, eso fue una gran bendición, habían los turnos de día eran para los estudiantes que no trabajaban de los primeros ciclos y los de noche para los que ya estaban trabajando, un poquito noche lo más tarde 8 de la noche, hubo un momento en que la demanda era tal que los bichos estaban en 8vo ciclo y ya les estaban ofertando trabajo, eran oportunidades de oro y nos fuimos adaptando a esa realidad.

porquería, porque así era Bruno Munari, entonces nos trajo ese estilo, este fue un tiempo el estilo de la escuela, todavía creo que Rosemarie con un toque profundamente humano, que te decía lo espantoso que estaba tu trabajo pero te levantaba el autoestima. Patricia una mujer muy culta y muy educada, salió de su casa, se subió a su carro y despareció, nunca supimos nada de ella, ella fue la única, pero creo que Roberto estaba todavía de director cuando ella desapreció.

¿Qué metodologías utilizó como docente? Utilice la metodología de mi maestra de historia de la arquitectura en la universidad donde estudie, para mí la filosofía era hacer divertida la clase, presentarse los contenidos de los temas de tal manera agradable y amena, de tal forma que el alumno no sienta que tiene que memorizar, sino que asimile, que sienta, son metodologías que traje de mi profesora, y las cosas que fui sintiendo sobre la base de la idea que la enseñanza debe hacer divertida, no en el sentido de chistosa, sino amena. Cuando presentamos las carreras de diseño, que a medida se iban abriendo otras escuelas de diseño, todos los profesores eran de aquí, entonces fuimos semillero de maestros.

¿Conoció a Patricia Martino? La Paty era una mujer intensa, trajo ese estilo particular de tirar los trabajos fuera del salón de clase y decirte y esta

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HUGO MARTÍNEZ ACUÑA (PRIMER LICENCIADO DE DISEÑO DE LA EAA)

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¿Cómo se enteró sobre la carrera de diseño carrera? Mi mama me dijo que había una carrera en la UJMD que estaba ahí la calle Arce ahí por los edificios de la tecnológica ya casi llegando a el hospital por cierto solo unos meses estuvieron ahí. A mí siempre me había gustado la pintura y hasta había tenido conflictos con mi mama por la pintura porque a mi mama nunca le había gustado que estudiara eso, entonces comencé a investigar una opción, una carrera y llegué a la escuela y me inscribí ahí ya había varios amigos otros que ahí los conocí estaba Mauricio Mejía, Héctor Hernández, Ponce, la hija del Dr. Trigueros y otros que ahí los conocí, pero ahí comenzó la Matías.

fuera aplicado a crear o una manera más apropiada de vivir

¿Qué fue lo más difícil al comenzar a estudias?

Si estudiabas diseño gráfico en ese tiempo era muy adecuada bastante demanda yo me acuerdo que trabajábamos en una publicidad, a menos algunas señoras ya casadas con hijos ellas solo estudiaban, pero la mayoría ya trabajaba en publicidad más que no había entrado la computadora nos acogían muy bien.

Los horarios eran flexibles no había que llegar todo el día, la mayoría llegábamos en la tarde también ellos estaban como comenzando, llegaban pocos alumnos también el profesorado era poco. Creo q solo había 6 docentes más que todo en materias generales, pues no había muchos problemas, quizás los más conflictivo es que tenías que llegar con saco y corbata, unos se fueron por que no aguantaron esa norma. De ahí todo tranquilo también la escuela estaba un poco experimentando empezaron con un programa que no había aquí así que no había mucho problema.

¿Cuál era el enfoque de la carrera en ese tiempo? ¿Por qué se llamaba Artes Aplicadas? La idea nació de la Bauhaus de Alemania creo que Don Roberto y Hugo lindo comenzaron con la iniciativa de que el arte

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para los salvadoreños de crear espacios, productos, medios visuales más adecuados entonces era una nueva idea muy bien acogida aquí porque no había nadie que hacia eso aquí. La gente lo acogió muy bien en ese tiempo porque había un auge en el ambiente publicitario, la gente pues empezó a mezclar a meter publicitario en la escuela, entonces agarro bastante impulso.

¿Cómo era la oferta laboral en ese tiempo?

¿Qué era lo que se hacía en las agencias en ese tiempo? Las artes se hacían para que se trabajaran en cuarto oscuro, así como se hacía antes. Nosotros hacíamos los layers, en una iban: las letras, la capa principal, las indicaciones, los colores. Y así entregábamos las artes. Y de ahí en los diarios o las revistas había especialistas en fotomecánica que ellos ya hacían el arte para la impresión para que saliera publicado era otro proceso a pura fotomecánica.


¿Y ustedes solo hacían ese proceso o hacían ilustración y tipografía?

¿Qué sucedía en la escuela en ese tiempo en el que usted estudio?

En tipografía se utilizaba letra set en letras grandes o chiquitas, para hacer ilustración la hacíamos con airbrush o pincel de aire por cierto me acuerdo que a mí me gustaba mucho hecho y yo estudie eso en San Diego en Estados Unidos, eso era bien pagado aquí y en estados unidos como no había computadoras aun y se ganaba bien haciendo ilustraciones de cajas, productos, gente consumiendo, la fotografía también tenía bastante demanda y con esas ilustración, fotografías y tipografías hacíamos las artes y las pasábamos a diferentes medios diarios, revistas, etc.

Mira en los primeros años puro idealismo, porque no había computadoras, ni laboratorios ni nada, sino que solo libros, antes uno se iba envolviendo en paradigmas que ni era de aquí, más que todo el diseño se codeó mucho en la publicidad adonde había más dinero y te podían dar un poco mas de respaldo y uno se fue acomodando más a los libros.

¿Había algún cursillo para ingresar a la EAA? Había uno tipo psicológico, pero así básico que, si ya había estudiado eso, si tenía estudios de eso, que, si tenía un background de artista, esas cosas. Había gente que había estudiado arte y se comenzó a interesar por esos estudios universitarios en la carrera.

¿Cómo era ser estudiante en ese tiempo? Yo diría que era adecuado, al principio solo llevábamos materias que no tenía nada que ver con la carrera, pero ya después de un año o dos años ya se comenzaba a entrar en materia, pero al principio se basa en cosas bastante generales.

¿Cómo era la forma de enseñanza en ese tiempo? La Universidad no tenía biblioteca, internet ni nada, lo más que habían era unos 6 libros, no había mucho entonces la gente se basaban más en las ideas, esto impacta esto no impacta, esto sirve esto no sirve. Y lo otro era que las ideas venían de alguien que lo dijo haya por Europa y no era tan tropicalizadas.

¿Cómo eras las clases? ¿Cómo era el ambiente? Era con un pisaron, algunos libros y debates. Había mucha técnica que enseñaban, tipografía, y mucho boceto como no teníamos una computadora teníamos que hacer el layout de donde iban a ir las cosas el encabezado, etc. Había un profesor mío que se llama Colebati que tenía una agencia publicitaria era algo ya establecido, como títulos, subtítulos, la foto, el texto, el pie de página, había que jugar con eso, que fuera contrastado, ahí.

¿Cuál era la filosofía de la escuela? Más que todo era de la Bauhaus

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¿Usted realizó algún tipo de portafolio donde presentara sus trabajos? Sí teníamos, pero los portafolios de antes costaban hacerlos tan bien como los de ahora, porque no teníamos medios para imprimir, más que todo eran recortes de lo que salía en el diario, en revistas o lo que veíamos por ahí, pero por ejemplo ahora hay impresiones láser, y nosotros no teníamos nada de eso, ni la universidad. Lo que hacíamos nosotros era foto más que todo, no había ni impresiones de stickers, entonces era complicado hacer un buen portafolio, no como los de ahora, hoy ves un portafolio y es una belleza porque ya se puede imprimir en formato más grande, con más colores y antes no. Más que todo, prestábamos unos proyectores que había, poníamos uno y lo sincronizábamos, y así presentábamos los audiovisuales, pero ya digamos presentar un powerpoint no, era bien limitado, un poco arcaico.

¿Dónde se hacían esas presentaciones? Así en los salones.

¿Hubo alguna vez una presentación pública? Sí se hacían, salían algunos concursos como el anual de un tema, pero eran cosas pequeñas, no eran buscando algo más grande o impactante, y además no erala gran cosa, acordate que venían proyectos de México, de Guatemala, Costa Rica, porque había bastante gente que venía a hacer publicidad, agencias de toda Latinoamérica, también de Estados Unidos, pero aquí en El Salvador no era la gran cosa, por ser un país pobre.

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Recuerda ¿dónde se hacían esas exposiciones? Pues allí ponían los stands, se colgaban las exposiciones y también hacíamos en algunas agencias y en lugares así como centros comerciales, pero no mucho, pero no pasábamos tanto fuera, casi solo en la escuela.

¿Participó en alguno de los concursos? Sí, participábamos todos, y le daban a uno un diploma o una ayuda monetaria, pero no era la gran bulla como ahora que ha habido un impacto, que la escuela hace las exposiciones para promover y promocionar que de los alumnos salgan nuevos talentos, en cambio antes era más que todo como para enseñar lo que la escuela podía hacer, pero no había mucha proyección, ahora se hace en centros donde pueda ir más gente, se apoyan de medios como el internet, usan espacios más abiertos, como el museo MARTE que antes no existía, y todo esto ayuda a que se promueva el alumno, aunque deberían darle otras conexiones más, por ejemplo con la empresa privada, para aprovechar la oferta y demanda.

¿Había algún proyecto de graduación, un trabajo final o tesis? Sí, había tesis, la carrera antes eran cuatro años, de ahí que iba a salir la maestría, pero después agregaron currículum y ya los cuatro años se hicieron cinco para salir de licenciado, ahí en los cuatro años se fueron muchos, yo creo que se fueron todos los de mi año y solo yo me quedé, y saqué la licenciatura con los que venían del año anterior; entonces, el proyecto de tesis primero lo hice yo solo para salir de cuarto año, y para el quinto hice otro trabajo en grupo con tres personas más.


¿Cómo era el ambiente de la Escuela? El ambiente era bien cordial, nos llevábamos bien, no había discordias, problemas… era muy tranquilo, uno se llevaba con todos y no había ningún roce; ahora, en el ambiente de la evolución artística que tenía uno como diseñador, pues había un poco de fallas, pero no era por dejadez de la Universidad, sino que también había faltas de fondos, un diseñador gráfico o un artista antes se forma en la calle, luego evoluciona la formación académica y ahora aprendes del internet y todos los medios; pero bueno, antes vos salías de tu casa y lo que veías en la calle, en el cine o una revista por allí, la televisión, todo eso quedaba en tu cabeza, pero no había un espacio en que dijéramos “aquí sí voy a aprender todo”.

En su época, ¿cómo eran las aulas o el espacio donde recibían clases? Pues no había nada, solo los pupitres, y lo otro tal vez lo llevaba el profesor o algunos compañeros.

cambiado la calidad de docentes con la tecnología, porque antes no había computadoras, y yo estuve en San Diego cuando nacieron las primeras computadoras, y aprendí computación, no había tintas, todo era en un color, y para imprimir en Estados Unidos había que esperar una hora y media, entonces llegábamos ahí y nos quedábamos platicando; ahora, en Los Ángeles para ese tiempo ya había una tinta, podías sacar las cosas en negro y rojo, era un avance. Entonces lo que quiero decir es que luego llega este momento en que los alumnos pueden hacer todo desde casa, y se va perdiendo la relación que había con los profesores.

¿Cómo sucedió que se haya ido a estudiar a San Diego? Me dieron una beca por medio de Claudia Allwood que era la directora de la Escuela de Artes Aplicadas, y fui a sacar una maestría en ilustración y en diseño digital.

¿Alguna experiencia personal como estudiante?

¿Qué diferencias pudo notar en la dirección de Don Roberto Galicia y la arquitecta Claudia Allwood como estudiante, y después como docente?

Pues los profesores de antes eran buenos, recuerdo que estuve con David Escobar Galindo y otros profesores que ya se murieron, pero que también nos dieron buenas cátedras. De los docentes, por ejemplo en caligrafía y lettering teníamos a don Adán Escobar, que sobre todo nos enseñaba letras góticas y todo eso, y lo bonito de esa época era que habían bastantes catedráticos que han muerto pero que siguen teniendo buena reputación, pero no dejo de decir cómo ha

Claudia y Roberto cuando comenzó la cuestión tecnológica ya no pudieran avanzar, sí hubo una intención en ellos muy válida de que no solo la computadora hace al diseñador, sino que también hay que tener la mente preparada para debatir y decidir qué es lo principal en un diseño; sin embargo, como te digo ahora en cualquier universidad de El Salvador cuesta decirle a un joven “no pienses como técnico, sino que como una persona que va a llegar a una

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empresa y te van a servir tu razón y tu decisión de por qué hacer las cosas”, pero hay gente que le piden hacer un boceto y debatirle por qué lo hicieron así y te dicen que ellos quieren ser técnicos, y no artistas, ahora esos programas están algo obsoletos, y hay cosas que ya no se enseñan.

¿Cómo nació la revista “Aura” y cómo se hacía para participar en ella? Ahí en la misma universidad, creo que Héctor era el que estaba metido en eso, creo que Mauricio, y había otros de comunicaciones que ayudaban bastante a los diseñadores, ellos editaban, corregían textos, estilos, todo eso.

ilustración, otros que lo hacían incluso fuera del país, tendría que hacerte una lista de las personas que están relacionadas con la docencia y el quehacer del diseñador. Antes la carrera duraba cuatro años, pero al terminar eso nadie quiso seguir, yo decidí continuar e hice la tesis y me aprobaron, de allí me dieron un cartón, estaba allí Mauricio Mejía, María Elena y Héctor, pero me quedé con los que venían atrás de mí y continué el quinto año para tener la licenciatura, ya esa tesis era en grupo y la hice con Rosemarie Vázquez y Marta Eugenia Valle; de allá hice otra tesis en San Diego, como me fui becado, a sacar mi maestría en ilustración.

¿Cuánto tiempo estuvo en la beca? También vimos una revista de cultura que había sacado el ministerio. Sí, todavía existe

¿Cómo era el proceso para publicarla? Pues yo creo que ellos los de comunicación se encargaban de todo eso de la redacción, pero los diseñadores cooperaban con todo en estilo, ilustración, y la imprimían consiguiendo recursos, alguna editorial por allí, porque había bastantes personas que querían cooperar con la escuela. En la época en que estábamos de estudiantes, había bastante ilustración y muchos jóvenes que pintábamos nos dedicábamos a la ilustración, por ejemplo, Mauricio Mejía hacía bastante

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Dos años, tomé el “master in arts”, y hay otra que se llama “master in fine arts”, yo tomé la primera porque no quería aprender tanta teoría, sino que el arte, la práctica, entonces allí depende de lo que uno quería.

¿La escuela tenía algún logo? Pues nosotros quisimos hacer otro, pero el mismo logo que tienen ahorita era el que teníamos nosotros, no nos dejaron cambiarlo.


HÉCTOR HERNÁNDEZ EX ESTUDIANTE DE LA EAA

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¿Cómo decidió estudiar Artes aplicadas?

¿Dónde se encontraba la escuela cuando inicio clases?

Yo vengo de la época de estudiar, primero estudie dibujo comercial en las escuelas libres del centro nacional de arte, ubicados en el Hogar del niño san Jacinto y ahí se había habilitado en la época de los 70, comienzo a estudiar dibujo comercial en el CENAR, yo soy de la gente que quedo fuera cuando se hizo la reforma y a raíz de eso nos suspenden, yo estaba en segundo año, hice dos años, tenía una referencia, había hecho ejercicios y me matriculo en las noches de CNA para dibujo comercial y me doy cuenta que en el día se daba dibujo y pintura, donde estudie tres años.

Empezamos sobre la calle arce, en una casita de esquina que ha quedado, una casa lindísima y ahí comenzamos las clases.

¿Quiénes eran los que daban dibujo comercial? Eran como maestros que se habían hecho formados en la vida verdad, Adán Escobar, él había sido un dibujante comercial, en las piedras litográficas para hacer afiches, para imprimir libros, le enseño un español que se llamaba Pla, eran de los dibujantes que había venido. La experiencia en el CENAR En el cenar teníamos tres materias, historia del arte, composición y dibujo comercial, el arquitecto Francisco Gavidia nos daba historia del arte y composición y dibujo al natural nos dio Miguel Ángel Orellana y se vio todo el proceso de la historia del arte. Y en esa clase me volví a encontrar a don Adán que nos daba dibujo comercial 2. Era una escuela estructurada.

¿Cómo surge la carrera en el contexto del país? Es de esas ideas hermosas que la gente tiene afuera, que las ve hermosas y las trae al país, nos entusiasmamos porque queríamos estudiar más de lo que ya habíamos estudiado. Con Mauricio Mejía nos conocimos antes y nos encontramos en la Matías, él era de los estudiantes que comenzó a estudiar en la noche y yo iba en el día, luego la universidad no pudo mantener dos grupos pequeños, se hizo solo uno. Estábamos unidos con la gente de comunicaciones.

¿Qué fue lo más difícil a la hora de iniciar? A nosotros nos entusiasmó mucho el pensum porque salió en el periódico, pero era una gran cantidad de materias, que después yo investigando a una escuela de artes y oficios como existe en España, en Europa y México y que teníamos carpintería y lógicamente historia del arte, dibujo y pintura pero no hablaba de diseño, pero nos entusiasmó porque teníamos un bagaje básico y era como una segunda parte. Cuando llegamos llamaron a Roberto Galicia para que cambiara el pensum, entonces nos presentaron teoría del color, dibujo al natural 1, administración, que bueno que todo eso ha cambiado de pronto, teníamos materias básicas para construir un pensamiento más organizado, mas sistemático, así fue como nos enrolamos en la escuela.

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¿Porque se llamaba Artes Aplicadas? Era el termino más apropiado, recordemos que en esa época era para acomodar términos, porque no teníamos referencias a excepción de las escuelas de bellas artes, porque se decía que el diseño era artes aplicadas, entonces para mi juicio fue un discurso de esa manera planteado, ahora podemos hacer varias contradicciones, pero nosotros lo aceptamos, además era la institución la que estaba poniendo el nombre, éramos los conejos de india de la Universidad.

Recuerda algo relacionado al conflicto armado. Eran los años 80, el país ya estaba entrando en proceso de crisis, ya había mucha incidencia del ejército popular entrando en una fase, y el ejército reaccionando de manera contundente, de muerte y violencia, el país se mantenía como muy estable. La crisis posterior después de la guerra fue lo difícil.

¿Cómo era la oferta laboral para los diseñadores? Nosotros empezamos a hacer cosas más en freelance, porque teníamos cosas como hacer un afiche a alguien o un logo a alguien, habían compañeros nuestros que estaban estudiando pero también estaban trabajando, la profesión novedosa, requería también del personal. Si bien es cierto que había una demanda, también el mercado tenía sus propias estructuras, el problema es que cuando eres nuevo, no te quieren pagar lo que realmente vale tu profesión, el mercado nuestro es incongruente en ese sentido, había como la novedad de los diseñadores nacidos de la Matías delgado, hay que apuntar que la escuela siempre ha tenido un 36

nivel de muy buena referencia, estudiar en la Matías delgado tenía su peso, de igual forma a nosotros como pintores también nos ayudó, era una universidad elite. Y nosotros veníamos de familias de obreros pues, nosotros legamos por la capacidad que teníamos. Nuestro trabajo fue beneficioso.

¿Qué tan caro era estudiar en la Universidad? Eran como 50 pesos, además de los materiales y todo eso.

¿Realizaban algún cursillo o algo para ingresar a la carrera? No, solo se inscribía unos cursos complementarios Ética, buenos modelas, medio ambiente, oratoria

¿Cómo fue el proceso respecto a los diplomas que se les entregó como maestros? Eso fue uno de los grandes déficit de la escuela, nosotros como entusiasmados en estar estudiando, descuidamos, y queramos saber con qué íbamos a salir al final, yo tengo un diploma que dice que curse los años en la universidad, una de las cosas que te vendían era eso, pero al final no nos dieron eso.

¿Cuál era la filosofía que regía a la EAA? Nosotros incidimos en cómo se comenzó la escuela, en nuestra generación y en la segunda, teníamos como libertad en los ejercicios, ahora es como una estructura más rígida. Había un objetivo dentro de la estructura, era naciente y era de formar personas que tuvieran un proceso creador, que fueran originales.


La escuela tuvo un fallo, porque no había una base de desarrollo filosófico, era más como ir haciendo ejercicio. Teoría del color, colores primarios, pero nunca profundizamos en las aplicaciones, no habían elementos de fundamentación, tan consistentes como podía decirlo. Había poco libro, esa fue una ventaja nos rebuscábamos por infórmanos, porque no teníamos internet, yo salí y nunca me enseñaron una máquina, aprendimos los programas como modo propio y decisión propia y eso fue un déficit fuertísimo. Lo que decía Munari, Basareli, Scott era una base porque Galicia los tenia, pero la escuela no tenía como tal. Había una exigencia de que hicieras un buen trabajo pero no teníamos una base de fundamentación.

¿Cuándo dio clases usted? Inmediatamente Salí de la escuela, me quede dando clase, creo que fue el segundo año que estuvo la arquitecta, yo desistí seguir en la escuela, trabaje con la arquitecta como uno o dos años.

¿Qué fue lo que más disfruto de estudiar en la EAA? Todo, era otro mundo, en ese proceso de aprendizaje venia gente de fuera, venían arquitectos, hubo una compañera que estuvo en Italia con Bruno Munari, Patricia Martino, nos dio clase es de las grandes rupturas que tuvimos y es donde nos dimos cuenta que no estaba tan mal, porque le

respondíamos ya, y ella si traía su teoría, sobre la Gestalt la relación figura fondo, si tu estudias la psicología de la Gestalt te ganaste el cielo diseñando, es la base científica del desarrollo, de la comunicación moderna visualmente hablando. Que es lo que ha hecho la Bauhaus replantearse, que es lo que han hecho las demás escuelas replantearse y siguen habiendo diseños hermosísimos que la Gestalt planteo, pero patricia nos dio eso. Pasábamos días enteros metidos ahí, como éramos poquitos, pero en ese momento como nosotros ahí vivíamos, pasábamos, trabajando, estudiando, haciendo nuestra obra, toda esa experiencia nos enriqueció un montón y había una retroalimentación con Roberto y Patricia. A ella la desaparecieron, era de las diseñadoras que estuvo cerca de Munari, traía un montón de cosas que nos trasladó, nos dio un empuje grandísimo, que tiene una infinidad de cosas. No sabíamos que estaba pasando fuera y ella viene y nos exige. Tampoco la conceptualización no se trabajó en eso, desarrollábamos una idea, mas emocional la cosa, pero no nos decían todo ese montón de cosas que ahora si están respecto a bitácoras.

Recuerda algunas experiencias Era una escuela nueva y desde un punto personal me parecía fabuloso y lo que hacía me revitalizaba, todos los días aprendía algo nuevo. La gente lógicamente que siempre te ve extraño porque estudias una carrera universitaria y partía desde tu familia que te dice que vas a hacer con eso, que estas estudiando algo que no saben para que es, inclusive podría decirte que ahora hay mucha gente que no sabe que es estudiar diseño, que hace un diseñador, que hace cual es 37


la importancia, fallo de la escuela y fallo de los diseñadores, demostrarle a la gente la importancia de ser diseñador, no es que seas buen diseñador sino es como tú te inciertas en este desarrollo visual emocional, espiritual y estético de esta realidad, esa tiene que ser la filosofía, pero las piezas que se hagan esa pieza tiene que tener espíritu.

¿Realizaban portafolio? No, no hacíamos, nosotros participábamos en cuanta actividad se requería del diseño. Yo gane premios actividad gráfica del 82, eso ya le daba cache a la universidad, ganar ese premio ante un montón de profesionales. Me becaron para estudiar en Costa Rica. No había portafolio, ni la universidad no hacia exposiciones de los mejores trabajos, pro nos encargamos de divulgarnos, fuimos nosotros una carta de presentación vital para nosotros.

¿Participó en algún concurso o certamen de la época? Participábamos en certámenes de afiches y logos para empresas y no nos obligaban, entonces si había como mucha competitividad en el momento.

¿Recuerda algo relacionado a la revista Aura? Fue un trabajo que nosotros hicimos, junto con Atilio que él era un estudiante de comunicaciones, es poeta también, con Mauricio, Gino Graniello, se hicieron nada más dos números un tercero que nos quedó ahí y nosotros la montábamos a mano y le dábamos el dummy a la imprenta. Pero fue un esfuerzo y ejercicios que te dio una experiencia.

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Experiencia personal Para mí una de las cosas importantísimas que me pasaron, fue que don Roberto Galicia me permitió ser su auxiliar en técnicas y en teoría del color y me dio las materias a mí y luego me dio dibujo natural, eso me permitió incursionar en lo formativo. El usaba sus programas inicialmente, pero yo le propuse algo nuevo, en técnicas ya no solo copiábamos cosas sino que desarrollábamos conceptos, yo hablaba por ejemplo de la solidaridad y conversábamos, sacábamos apuntes y ya después se empezaban a hacer bocetos sobre la solidaridad, dejaba temas que pudieran recapacitar sobre ellos sobre la pobreza, la vida, la felicidad, entonces yo le agregue componentes a la materia, ya no solo aprendías la técnica.

El cambio de la arquitecta Allwood Ella había venido pero el contexto le era desconocido, pero quieren aplicar cosas de fuera y es antagónica, ella le dio continuidad a las cosas que hizo Roberto, pero no hizo mayor giro, fue un poquito incolora su gestión, hasta que ya le sucede a Rosemarie que ella hace un giro de 180 grados a todo el proceso de la escuela, con profesores y gente que ya había estudiado fuera. Yo no comparto la metodología con ella, la exigencia es hermosa e importante pero no trasgredir a los estudiantes. Con nosotros probaron cosas y con el grupo de Rosemarie mejoraron cosas y ella empezó como docente, creo que ella salido a estudiar fuera unos cursos. Pero el giro de ella fue vital, porque ya había pasado ese proceso de nacimiento de la Escuela y ya sabía de qué se trataba.


MARÍA ELENA PALOMO (MEP) Y MAURICIO MEJÍA (MM) EX ESTUDIANTES DE LA EAA

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¿Dónde se encontraba la escuela en el momento en que llegaron? MEP: Estaba en la Rubén Darío, la calle era pegada a la sede del PCN, bien arriba, ya cerca del Rosales. MM: Sí, es que la casa les decía que estaba por el centro cultural, en una de esas casas grandes. Entonces, estábamos valorando que ya la violencia de la guerra, las manifestaciones, los apagones, los bombazos eran la vida cotidiana; nosotros siempre estábamos como un poco expuestos porque las clases comenzaban a las seis y media o siete, y terminaban como a las nueve. MEP: Bueno, tú ibas en la noche y yo iba en el día, había dos turnos. MM: Sí, esa es otra cuestión, yo llegaba en la noche y mi grupo era grande, con el que comenzamos quizás éramos unos 40 o hasta más; o sea, con una cuestión así de la misma carrera como tal, la convocatoria que tuvo en un principio fue una cosa muy grande, y solo gente que uno notaba que eran niñas bien y jóvenes bien. Nosotros estábamos buscando un espacio donde desarrollar nuestras propias inquietudes, entonces de allí fue que el lugar era una casa grande. MEP: Era una casa grande con sus jardines, y las clases de dibujo las teníamos que recibir en un escritorito chiquitito, porque la verdad es que ellos comenzaron con el deseo de comenzar una nueva universidad, y una carrera totalmente nueva en el país, y a mí me llamó la atención porque yo venía de Inglaterra, y venía con un deseo que no encontraba qué

estudiar, cuando vi el pensum que presentaron en el periódico en tamaña página, “este es”, dije yo, porque daban unas materias… historia del mueble, historia del arte… bueno, todo eso a mí me fascinó, entonces dije yo “aquí es”. Como dice Mauricio, llegaron una buena cantidad de alumnos. MM: Sí, o sea, bueno en mi caso yo había estado estudiando en la academia del maestro Valero Lecha, o sea yo había recién salido. Don Valero se había muerto en el 76, yo había salido de bachiller en el 77, y entonces igual que María Elena yo necesitaba como llenar el espacio que sentía que era una necesidad, como la parte física humanista en mi formación como pintor, porque yo estaba enfocado en la parte de la pintura, entonces cuando también yo me doy cuenta de lo que estaban ofreciendo, y que se mencionaba que iba a haber artes, artes plásticas como tal, y se decía que iba a haber maestros de España y otros lugares, yo decía “bueno, es mi oportunidad para terminar de consolidar mi formación”. Así es como yo llego a la universidad, como le digo, y éramos un buen grupo. MEP: Pero en ese espacio, en realidad estuvimos poco tiempo, habremos estado a lo sumo un año; pero estando allí en esa sede yo me acuerdo que mandamos la primera solicitud a la dirección de la universidad, en ella estaba Hugo Lindo, David Escobar Galindo… bueno, entonces hicimos una solicitud de que los alumnos no se presentaran con saco y corbata a las clases porque como que era muy académico y no era muy cómodo, y nos convocaron a todos los estudiantes, ellos muy formales con sus togas, y nos dieron una buena “chipiada”. MM: En mi caso, yo venía de Mejicanos, una zona en que yo necesitaba tomar a veces hasta, bueno, en ese caso eran dos

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buses, tenía que tomar la 1 y después otro, o la de santa tecla, entonces yo mi saco lo dejaba guardado, porque como era una casa grande, lo dejaba colgado en un lugar con la corbata, y a mí no me gustaba andar con corbata, entonces al doctor Figueroa ya le habían dicho que yo no andaba con corbata, entonces él a veces andaba como buscando a quién encontraba infraganti.

yo que en aquel momento, acuérdense que solo estaba la universidad nacional, la UCA y no sé si había… la Albert Einstein creo que estaba también.

MEP: Es que ellos lo querían hacer bien formal, bien al estilo de como habían querido hacer quizás aquí la universidad que eran muy formales con saco y corbata, yo veo las fotografías de mis papás y así estudiaban, ellos quizás querían mantener ese mismo formato; claro que quizás para nosotros ya en esa carrera no se adaptaba mucho.

MEP: Se necesitaba porque sí, estábamos ya comenzando la guerra, ya había cierres en la universidad, y han de haber dicho “este es el momento de otra opción”, pues de la carrera nuestra no se tenía nada.

MM: Sí, y ellos andaban con sus togas. MEP: Sí, los maestros con sus togas.

¿Cómo consideran que surge la carrera en este contexto tan dificultoso del país? MEP: La verdad es que no supe cuál fue la motivación de ellos, pero yo siento que sí llegó a llenar una expectativa que se tenía en varios sectores, ya desde el punto de vista de Mauricio que venía de una formación pictórica, en mi caso no, yo venía de estudiar una carrera académica, que era físico-matemático, no tenía nada que ver, no había tenido mucha formación de ese tipo, pero para mí fue una ventana que me llenó mucho espiritualmente y académicamente, para mí sí fue una bendición. MM: O sea, quizás, porque no sabemos exactamente qué era lo que ellos consideraron para desarrollar este proyecto, creería

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MEP: No, creo que no. Solo las dos. MM: Bueno solo las dos. Entonces, creo yo que ellos de alguna manera visionarios…

MM: Pero hay otra cuestión que también ya viéndolo así en retrospectiva… ya el bachillerato en artes estaba funcionando, entonces salían bachilleres en artes que de repente llegaban… y había un tope allí, entonces si alguien quería seguirse desarrollando en una carrera que involucraba cuestiones del arte, pues podía continuar en la universidad. La cuestión es que, como decía María Elena, cuando presentan el proyecto de la universidad y presentan el pensum, o sea, se habló de ser diseñadores gráficos. MEP: No no no, no eran todavía diseñadores gráficos, se presentó como “artes aplicadas”, pero en el camino creo que ellos fueron descubriendo la parte de la aplicación, por eso es que nos dieron materias técnicas como con el papel maché, caligrafía, porque eso era lo que se trabajaba en ese momento, hacer las letras, no se tenían computadoras, entonces el diseñador tenía que hacer las letras.


MM: No, o sea, lo que yo decía, la escuela como tal era de artes aplicadas, pero las con las opciones de diseño gráfico, y había la escuela de comunicaciones; entonces a eso me

de novios, ya nos íbamos a casar, a mí me dieron una beca para irme a estudiar a España pintura en la Real Academia de San Fernando y fue “bueno, ¿nos vamos?”. Eso fue lo

refería yo, que la opción era “diseño gráfico”.

que pasó, y yo al regresar ya me involucro de lleno en la parte de las artes plásticas, o la pintura como tal, empiezo a desarrollar mi trabajo como pintor, que era en esencia lo que yo había estudiado, o sea, en el caso de mi esposa y los otros alumnos, ellos estaban enfocados en ser diseñadores; yo me recuerdo que en mi formación a mí se me complicó un poco la parte del diseño, porque yo tenía conocimientos de arte y pintura, entonces yo tenía que hacer un mayor esfuerzo, o sea, en el caso de María Elena es de decir que en la primera promoción… Hugo Martínez, Héctor Hernández, Gino Granielo… lo que quiero decir es que se empezaban a dar certámenes y esta primera promoción comenzó a ganar todos.

MEP: No, en el momento todavía no estaba como diseño gráfico, eso surgió al final. Es que diseño gráfico surgió hasta que ya nos íbamos a graduar, que estaban discutiendo qué título nos iban a dar, entonces uno de mis puntos era que no podíamos ser maestros en artes aplicadas porque no habíamos sido licenciados, pero quizás el enfoque de ellos era “maestros”, como pedagogos, o sea, era el enfoque quizás que ellos estaban dando. Entonces nos quedamos, la verdad es que nos quedamos a medias, nos quedamos con cuatro años; entonces, posteriormente fueron como a los dos, tres o cuatro años, no sé, que ya ellos ampliaron la carrera a licenciatura, pero nosotros salimos como diseñadores gráficos, pero hasta ese momento se decidió. MM: La cuestión es esa, son cuestiones que están allí como en el limbo, de que las primeras promociones, o al menos la primera, la segunda, y no sé si la tercera, todos salían como egresados, pero como estaba esa cuestión del impase de qué era lo que nos iban a dar… entonces, yo recuerdo que con María Elena presentamos nuestro trabajo de proyecto de graduación, o sea, porque no era una tesis exactamente, y ya se nos había aprobado el proyecto, y yo era el presidente ante el concejo de la universidad, porque se elegía un alumno de los últimos años para ser el representante y la voz de los estudiantes de diseño, entonces yo fui electo para eso, pero el problema era básicamente que ellos todavía no tenían definido qué era exactamente lo que nos iban a dar. Entonces, como estaban en ese impase, y nosotros ya andábamos

MEP: Es que a partir del tercer año ya ellos comenzaron a enfilarse hacia lo que quería ir la universidad, que era la publicidad, porque llegó la maestra Romero que trabajaba en publicidad, y Patricia Martino la diseñadora que venía de Italia, ella nos empezó a dar diseño y con la señora Romero comenzamos ya a hacer campañas publicitarias, a crear logos, todo eso relacionado con la publicidad, como en el tercero o cuarto año. MM: Las mismas campañas de promoción de la carrera en la universidad nosotros las desarrollábamos. El punto es que yo creo que ese plus de gran calidad, sin el ánimo de decir que lo que nos daban no era bueno porque realmente era súper bueno, pero sin duda Héctor Hernández ya era un artista, Hugo Martínez también ya era alguien con un montón de ideas, y en mi caso también que ya venía con una for43


mación sólida en conocimientos de arte, entonces eso le dio un plus a esa primera promoción y a todos los que nos graduamos primero. Yo llegaba a las seis de la mañana a la universidad y me retiraba como a las seis de la tarde, yo ahí vivía. MEP: Es que teníamos que ir y venir. MM: La cosa es que, como mi trabajo de pintor me exigía estar desarrollando también eso, entonces los salones de clase quedaban solos, y había 20 mesas de diseño que nadie ocupaba, y ahí trabajábamos; incluso, hubo un momento cuando ya nos habíamos trasladado a Itsmania, que nosotros con Héctor y Hugo habíamos hecho el salón de clase nuestra propia galería de arte, la gente llegaba a buscarnos a nosotros como artistas, y miraban por la ventana los cuadros que teníamos colgados en la pared, y nos señalaban lo que querían comprar. MEP: La verdad es que era bien íntima. MM: La escuela era casi como que dijéramos un colegio grande, todos nos conocíamos y nos llevábamos súper bien, fue una cosa fabulosa en cuanto a esa intimidad y el convivio, y después estaba el arquitecto Salazar, como anécdota, era tan genial que a Hugo Martínez y a mí durante un año o más nos llevó a comer al McDonald’s del salvador del mundo, todos los días nos llevaba a cenar, él se comía una papa y nosotros nos comíamos todo lo que podíamos. MEP: Él acababa de venir de Alemania. MM: Y era un maestro súper profesional. MEP: Él nos empezó a dar los isométricos… MM: Y después con Galicia, yo lo conocía porque él había es44

tado como parte del cuerpo de profesores en el bachillerato en artes, y allí yo tuve contacto con él porque yo estudiaba ahí también, en la escuela libre del maestro Valero Lecha; entonces, Galicia, después de estar en el CENAR pasa allí, así que yo ya lo conocía. Pues esa familiaridad con todos ellos fue muy buena, como para que se desarrollara el proyecto de una manera súper bien. MEP: Fue una buena época.

¿Qué podrían decir que fue lo más difícil a la hora de comenzar la carrera? MEP: Algo difícil para nosotros fue que no teníamos un material de apoyo en donde estudiar, libros, no habían textos, entonces, de alguna manera fue bueno y negativo, porque no teníamos referencias, ahora es bien fácil si uno tiene internet y busca, pero eso te influencia también y te hace que copies también; en cambio, como nosotros no teníamos referencias donde avocarnos teníamos que irnos de verdad a nuestros pensamientos y a nuestras ideas para poder trabajar. Otra cosa, fue que la carrera era cara, todos los materiales eran carísimos, no había muchos, como ahora que hay ofertas… MM: Quizás lo más difícil, la casa no estaba adecuada como una facultad para artes, los salones de clase… dar clase de dibujo natural en los pupitres era incómodo, las clases de fotografía para hacer los trabajos de revelado los hacíamos en el baño. MEP: Y los materiales había que traerlos de fuera.


MM: Era como nuestra penitencia para poder trabajar, teníamos que turnarnos para usar el cuarto para revelar, para usar la ampliadora. Ya después que la universidad estaba arriba

¿Cómo se seleccionaban a los estudiantes en su época para poder ingresar?

en la Itsmania, ya hicieron el salón de dibujo, una cosa que a las 11 de la mañana era insoportable estar allí por el calor, porque era de lámina; entonces, todas esas cosas incomodaban, pero eso mismo le fomentaba al estudiante un nivel de exigencia mayor.

MM: Nosotros no teníamos cursillo.

MEP: Una de las grandes exigencias que teníamos era hacer las letras perfectas, porque llegaba Patricia Martino y empezaba a ver, tenían que ser hechas por uno las letras.

MM: Como anécdota, yo iba en la noche, y al final solo yo me quedé de mi grupo, que eran como 50 alumnos, y mejor me dijo Galicia “mire, ya no podemos seguirle manteniendo el cuerpo de profesores solo para usted”, así fue que yo tuve que pasarme al turno del día. Todo mi grupo desaparece por una u otra razón, porque la violencia se fue incrementando o por los niveles de exigencia de la carrera.

MM: Teníamos las clases de caligrafía con Adán, un señor muy mayor, pero yo sí creo que los niveles de calidad de la universidad fueron muy buenos, y las primeras promociones creo que, como no les hemos dado seguimiento, que de verdad todos destacaron muy bien. MEP: Héctor Hernández después quedó dando clases, Mauricio no quiso, pero sí la primera promoción quedó después de maestros. MM: A mí me pidieron que me quedara, pero yo hablé con Galicia que lastimosamente mi visión era otra. MEP: Rosemarie fue otra que se quedó en la universidad como maestra, ella contaba que su papá quería que fuera abogado, creo que estudió un año de derecho, pero después se quedó en diseño, yo nunca me imaginé que se iba a quedar como maestra y que iba a ser tan yuca como dicen que fue, era muy exigente, aunque tuvo su aporte, y así fueron saliendo muchos de los maestros de la universidad, de los mismos alumnos.

MEP: Se iba el que no daba el ancho, porque entras todos los alumnos como en todas las carreras, y a medida va pasando el tiempo se miden las aptitudes y capacidades, y se van saliendo.

MEP: Empezamos a finales del 79, te pasaste a finales del 80 quizás. MM: No me recuerdo, pero yo llego cuando ya estaba en Itsmania, la anécdota es que yo llego y en el salón de clases estaba un trabajo que lo habían presentado, y entonces me llamó la atención, entré y pregunté de quién era ese trabajo, porque me había gustado un montón, y me dijeron “para qué querés saber de quién es, esa mujer está casada y vos andas averiguando de ella”, y no yo: “lo que ando haciendo es preguntando porque me ha llamado la atención”, años después… bueno, después fuimos compañeros y en el último año fue que ya nos definimos y al salir nos casamos.

¿Cómo era la oferta laboral para los diseñadores en esa época? 45


MEP: En las publicidades. MM: Yo nunca me enfoqué hacia eso. MEP: No, pero la oferta laboral sí era eso, imprenta y publicidad sobre todo. MM: El problema básicamente era que había que ir a la publicidad porque era el único espacio, de allí algunos compañeros de nosotros ponían su propia agencia de diseño. MEP: Marta Eugenia creo que puso junto a otra compañera una oficina, varios, María Eugenia Vela también… MM: Sí, algunos ponían su pequeña imprenta también… la cuestión es que era bastante limitado. MEP: Yo trabajé en modelos de la vivienda social como por tres años, de diseñadora. MM: El problema era, que por lo que yo entendí que me comentaba ella, que al llegar a la agencia no permitían desarrollar a los diseñadores como tal sus capacidades, sino que el jefe creativo le decía “el cliente necesita esto, desarróllelo”, con base en algo que ya estaba. MEP: Más bien, yo no me sentía trabajando en un ambiente de publicidad, porque era más restrictivo, me sentía trabajando quizás en un ambiente más libre, sin que lo fueran conduciendo a uno hacia algo, por eso fue que después yo fui dejando de

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trabajar la publicidad, y con los años poco a poco ya entré a la pintura, porque uno hace lo que quiere y no tiene quien le diga qué está bien o mal; por eso fue que en realidad no me gustó el área de la publicidad.

¿En qué consistía el trabajo para egreso? MEP: Nosotros, en realidad, como no teníamos definido el título que íbamos a obtener, sí presentamos nuestras propuestas de trabajo de graduación, sobre la guía del museo David J. Guzmán, pero la verdad no la hicimos… se nos aprobó la idea, pero, un dato curioso, es que fue un error de la universidad, fue que tuvimos el acto de graduación, y se nos entregó el diploma, pero no fue el procedimiento adecuado, porque primero tendríamos que haber presentado nuestro trabajo, y después nos hubieran entregado el diploma, pero fue a la inversa. MM: El procedimiento creo que no fue el correcto, había incluso compañeros que las materias no las habían completado, su pensum, tenían algunas que estaban aplazadas, y pasaron como egresados como que eran parte del grupo; el punto es que en algunos casos, como salió la foto en el diario, la gente lo vio como que era un acto de graduación. MEP: Eso sí, nosotros completamos los estudios con buenas notas. MM: Por eso años más tarde, como cinco años antes de que muriera el arquitecto, yo llego y hablo con él y le digo de esta cuestión que queda un poco allí en el limbo, que se cometió una injusticia porque uno paga cuatro años para estudiar, y


que la universidad tiene la obligación de entregarte un diploma por lo que estudiaste, nunca se habló después de a los cinco años hacer una licenciatura, se decía cuatro años y nada más, nunca se manejó ni se resolvió, por ejemplo el caso de Héctor Hernández, él solicitaba que le dieran algo que lo acreditara en un nivel universitario como tal, él trabajaba en la secretaría muchos años después y quería que le nivelaran su salario por el escalafón académico, lo mismo la señora de Hasbún, ella luchó muchos años. MEP: Aunque sí, hay que reconocer que nosotros tenemos también la culpa, porque después la opción se abrió para continuar, yo inicié el año que nos faltaba, pero ya en eso comencé a trabajar, y tenía ya una niña chiquita, así que yo personalmente ya no continué, y en ese momento no le di la importancia que tendría que haberle dado, y las consecuencias son después, que ya no se pudo conseguir esa nivelación para tener el diploma, así que no le podemos echar toda la culpa a la universidad. MM: Mi punto es ese, yo estudié cuatro años y como tal me aprobaron mi trabajo de graduación, al regresar de España yo hubiera podido presentar mi trabajo de graduación y graduarme, y que me dieran mi diploma como tal; en ese momento ya se había aterrizado en el diseño gráfico, y yo les preguntaba por qué tenía que decir “licenciatura en diseño gráfico”, solo bastaba “diseñador gráfico”, no tenían que complicarse la existencia con otro nombre, pero yo de verdad siento que fue un error de la universidad, pero a nosotros creo que sí al menos, a unos 100 alumnos les pasó que solo llegaron a ser egresados.

MM: Creo que por lo menos tres generaciones de egresados se quedaron allí nada más, el otro caso es a los que les dieron las becas: Eugenio Martínez, Mauricio Linares, y otros, son de los pocos que sé que en esa misma situación terminaron sus estudios y ya quedaron como licenciados. MEP: Pero en ese momento no nos interesó, y así lo dejamos.

Desde su punto de vista como estudiantes, ¿cómo era la vida al ser estudiante de la escuela? MM: Yo vivía ahí prácticamente todo el tiempo, nosotros éramos los referentes para los que venían entrando a la universidad, entonces siempre el salón de último año estaba lleno de jóvenes que entraban a ver los trabajos, que llegaban a ver cómo se usaban las reglas T, las escuadras, siempre estábamos como quien dice dando capacitaciones, después con las cámaras. MEP: Hacíamos trabajos de muralitos en las paredes y las puertas. MM: Hacíamos trabajos en realidad excepcionales, es de decirlo; Galicia en realidad era un amigo de nosotros, nunca sentimos esa distancia con él, fueron excelentes y hubo cosas bien interesantes, porque en algunos casos, como allí vivíamos, nosotros nos íbamos cerca de un restaurante chino como cuatro o cinco, pero un día llegué bien temprano a un compañero que iba saliendo del baño con su toalla, como que iba saliendo del baño de su casa y le digo “qué pasó, que estás haciendo” extrañado, “nombre, yo aquí estoy viviendo, tengo como seis meses de estar aquí”.

MEP: Honoris causa, por lo menos que nos den la licenciatura. 47


MEP: Como ya no tenía casa estaba viviendo allí.

MEP: Era estricta.

MM: Allí vivía en la universidad, y por eso yo miraba que los vigilantes tenían una buena relación con él, que lo mandaban a traer las tortillas y el fresco, y lo trataban así con otros privilegios, aunque en realidad todos tuvimos muchos privilegios, incluso la cipota secretaria nosotros la teníamos casi como que era secretaria nuestra.

MM: Lo que pasa es que ella venía de Italia, creo que de Milán, de una Escuela de diseño importante.

MEP: Incluso una vez estábamos en clase y ella dice “¡le hablan por teléfono!”, pero no dijo nombre, fue Galicia a responder, y luego regresa diciendo “Mauricio, le hablan por teléfono”. MM: Ella nos pasaba las llamadas, y como el salón comunicaba a la oficina de ella entonces por allí nos decía y ya sabíamos que teníamos una llamada, pero ya después se cortaron esas relaciones. De ahí quiero ver, Hugo pues era Hugo Martínez, el salón de nosotros era como una habitación familiar donde había clóset y todo, y ya me enseñó que ahí tenía su canasta con su ropa, sus cuestiones de la pasta de dientes, tenía todo allí, bien abusivo le decía yo, y ya después dormía ahí, yo tengo la impresión de que ponía las dos mesas y allí dormía. La otra cosa es que en las mañanas ya nos dimos cuenta que había facilidad, y ya veían al Hugo Martínez corriendo allá arriba, haciendo ejercicio en la mañana en la azotea. El cafetín era chiquito, y allí la pasábamos super bien.

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MEP: Y era buena, ella era de las primeras que usaban moto MM: los niveles de exigencia de ella, de parte de ella eran muy altos, entonces sin duda ella nos elevó el nivel de calidad en los trabajos. MEP: ella nos ayudó un montón, nos abra dado un año, porque como estaba la guerra y ella quizá se metió un poco en política… MM: es lo que se maneja MEP: pero ella desapareció, creo que ella era gemela MM: llegó el pocho Juárez también, es un arquitecto famoso MEP: él nos daba grabado, bueno, el que nos daba la cuestión de impresiones en cera, la serigrafía, que trabajaba en dirección de publicaciones MM: no recuerdo, quien estuvo que nos daba materiales de impresión, fue Nicolás Cabeza (sobrino de Claudia Allwood), la Negra Álvarez, se esforzaban por tener un buen cuerpo de docentes

MEP: La pasábamos bien, y era pues como un colegio, éramos poquitos.

MEP: tuvimos buenos maestros

Con respecto a Patricia Martino, ¿cómo era ella?

Que podrían decir que es característico en la gestión de Roberto Galicia?


MEP: se esforzó en su momento por mejorar, él no sé si comenzó desde sus inicios, el empezó de cero y fue buscándole la manera de darle forma a su carrera en el camino, que termino en lo que es ahora más que todo la publicidad, no sé cómo se llamara la carrera, si siempre se llama diseño gráfico tiene sus diferentes vertientes. MM: La experiencia de el en la dirección del CENAR, yo no sé si llego a ser director del CENAR no estoy seguro, pero esa experiencia fue clave, acuérdense que los primeros años que estaba Magda Aguilar, ahí estuvo Roberto Galicia, Roberto Salomón y estuvo todo el cuerpo de profesores que eran Argentinos, españoles, japoneses y toda esa vivencia experiencia en el bachillerato en artes. Aparte él era joven, si lo vemos en la función de las capacidades era muy joven igual que el arquitecto Salazar, si algo yo le admiro a Roberto es su capacidad de gestión en todas las instituciones donde él ha estado en el CENAR, bachillerato en artes, en la secretaria de cultura, porque primero está en la secretaria MEP: Renuncia de la Matías y se va a CONCULTURA MM: Siempre los niveles de exigencia y compromiso para con su trabajo y la institución donde lo hemos visto desarrollando su función siempre ha sido impecable.

¿Qué era lo que más se disfrutaba de ser estudiantes de la Escuela Aplicada? MEP: para mí el estudiar en la Matías la carrera para mí fue una libertad, yo me sentía realizada, porque solo eso hacía, lo que tiene que hacer un estudiante, yo me podía desvelar y no me importaba, habían unas amigas que me decían: y

porque lo haces tan complicado niña? Porque entre más complicado era más chivo, entonces yo lo disfrute todo el periodo de estudio, lo que no me gustaba era estadística, nos dieron un poco de administración MM: nos dieron un poquito de administración y balance, porque se supone que luego íbamos a manejar empresas MEP: si éramos empresarios pues, nos los daba un señor Arias MM: si Arias, era administrador. Yo en mi caso que éramos los 4 casi 5 años, yo me traslade prácticamente a vivir a la universidad, yo llegaba a mi casa a las 7 de la noche y me quedaba trabajando hasta bien tarde, yo seguía trabajando en las dos cosas, en mi caso como pintor y como yo fui alumno becado, todos mis estudios los hice becado, a mí me daba una beca el centro español, una beca que me mantuvieron con la academia de Don Valero, yo era un joven de escasos recursos y él un día me dice: ‘’yo le voy a solventar sus estudios, pero tiene que seguir estudiando esto’’, Don Valero se muere y la beca, la administradora me conoce y me dice: ‘’mire voy a hacer una cosa a ver como resulte le voy a mantener la beca pero usted tiene que traerme constancia de sus notas de todos los años’’, entonces al final cuando yo termino ya mis estudios, entonces viene ella y me presenta con la junta directiva, y les dice miren yo he estado haciendo esto a escondidas de ustedes pero creo que valía la pena, Mauricio salió con excelentes notas y ya con mi diploma de egresados y ya todos felices y contentos, como ahí estaba un hijo de Don Valero, que era Mario Lecha y el fascinado, a raíz de eso mismo, estando en la universidad como estaba Héctor Hernández y estaba Hugo la gente de relaciones internacionales y cancillería, nos buscan a nosotros en la universidad y comenzamos a tener proyectos de arte a nivel cen49


troamericano, entonces empezamos a manejar exposiciones itinerantes de arte. Yo desarrollaba las dos cosas, la pintura y los estudios, cuando salí de la universidad, yo tenía la visión de querer irme para Europa y yo estaba ahorrando para irme a Europa, yo había hecho las aplicaciones con mi cuadro de notas en varias embajadas, y conocí a Fidel Chávez Mena él era el ministro de relaciones interiores pero por la misma situación de la cancillería un día me dicen; mira Mauricio estuvimos haciendo la gestión para conseguirte una beca y ya salió, entonces y ya estábamos nosotros… MEP: para casarnos MM: nos íbamos a casar en diciembre y le digo mira yo tengo que estar en España en octubre, ya esa cuestión nos cambió los planes y tuvimos que salir corriendo MEP: Nos casamos y nos fuimos a España, cuando llega allá se entrevista con un señor Sánchez Carralero, que había estado aquí en El Salvador y le dice si la formación académica que tuviste en El Salvador, es superior, mejor dedícate a ver museos le dice. MM: el problema de ustedes que nunca dimensionaron la académico de Don Valero y vos saliste de esa Academia y a raíz de eso me dice voy a hacer una cosa contigo y te voy a exonerar de clases y dedícate a ver museos.

Referente a los concursos y premios MEP: les hacíamos a la universidad los anuncios de periódico, anunciado las diferentes carreras, cosas institucionales, nos

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pedían como trabajo que se las hiciéramos, ya nos conseguían, por ejemplo el Café Bonisma, Goltri se hizó un festival de coros que gane el segundo lugar, anunciando temporadas de teatro MM: contacto con empresas privada para que hiciéramos papelería, envoltorios y esas cosas, yo gane uno de la universidad nacional, todo eso se proyectaba, era publicidad. Se publicaban páginas completas del periódico y nos daban el crédito, había un cintillo que decía diseño de la universidad realizo por María Elena Palomo, la convocatoria de los estudiantes conforme fue pasando los años iba creciendo verdad, y en su momento pagaba como 60 colones por decirte $10, ahora sé que es carísimo y los materiales de arte caros, pero la oferta académica de la universidad está en un nivel súper alto, yo llegaba a visitar al arquitecto Salazar MEP: como anécdota el campus de la universidad se lo vendió el club salvadoreño, porque lo tenía para tener aquí en la ciudad un deportivo, pero como era la época de la guerra dijeron esto no nos va a servir lo vamos a vender y se lo vendieron a la Matías Delgado, que es el campus actual.

¿En qué diario publicaban? MM: en los dos, en la prensa y en el diario.

¿Cuál era el método de enseñanza de la EAA? MM: Para el crecimiento del grupo de estudiante fue clave que Héctor Hernández, Hugo Martínez y yo ya éramos pintores, porque nuestros compañeros muchos nunca habían usado por ejemplo témperas o rapidógrafos, entonces los aventajábamos en ese sentido; por ejemplo, Gino Granielo todo el tiempo pas-


aba con nosotros para ver cómo trabajábamos, y era como una consultoría permanente en que siempre nos estaban preguntando cómo se hacían las cosas. Entonces eso ayud-

Porque al ser los primeros alumnos de la universidad, y con los niveles excepcionales de calidad de las primeras generaciones, y sé que siguen saliendo excelentes profesionales, creo

aba, porque de repente el maestro como que no está muy preocupado de atenderte personalmente en esos detalles; sin embargo, los niveles de exigencia en calidad de la universidad eran muy buenos, por ejemplo la señora Martino era muy exigente, igual el arquitecto Salazar es ahora un referente en El Salvador.

que para las empresas un graduado de la Matías tiene respeto.

MEP: Fue educado en Europa, en Alemania. MM: Nosotros conversamos como por unos tres años, y lo que nunca a mí me dieron en ningún lado él me lo trasladó en ese tipo de conversaciones. Después estaba David Escobar Galindo. MEP: Él nos daba clases supuestamente, pero como pasaba tan ocupado, que estaban en los acuerdos de paz… habrá llegado unas cuatro veces, él era muy ocupado. MM: Pero el hecho de estar con él, siendo él el rector le quise presentar mi trabajo para que me escribiera un texto en el catálogo, yo fui de abusivo, le presenté unos 50 dibujos y a penas los vio, pero al día siguiente me dio un texto en la mañana y ha sido quizás el trabajo más acertado y detallado, captó todos los elementos, lo que yo quería decir, como si hubiera pasado hablando conmigo horas, sigo sorprendido de su genio. En la misma universidad, nosotros somos parte de ese hilo conductor de la historia, hace unos 15 años David Escobar Galindo escribió de nosotros cinco que haríamos historia.

¿Cómo eran sus exposiciones? MM: Cada cierto tiempo en el lobby de la Escuela frente a Itsmania se armaban biombos y allí se presentaban los trabajos para que los demás los vieran, se esperaba mucho sobre todo de los trabajos de los de último año, igual en las puertas había trabajos excepcionales, y se sentía un ambiente bonito, ordenado y de diseño. Las escuelas de arte en otras partes, por ejemplo en la nacional, era muy desordenado, y una escuela de arte no es eso, tú ibas a la Matías y todo estaba en su puesto muy ordenado, porque la escuela siempre mantuvo un nivel de calidad en todos los órdenes, desde los trabajos que se exponían hasta la presentación del estudiante, aunque hubo sus casos insólitos de alguna que otra persona trastornada. Como anécdota pues, estaba este muchacho muy guapo como de 1.90, rubio ojos azules, que supuestamente venía de estudiar en Estados Unidos, y su idea era hablar con Galicia para que le diera equivalencia de sus estudios y salir con nosotros de un solo, pero Galicia no era ningún tonto; recuerdo que lo llegaban a dejar en un carro negro casi que limosina, y se bajaba con su portafolio plateado, la cosa es que el día que fue a hablar con Galicia, le dijo que no y terminó pero hecho una furia, gritando y haciendo un gran alboroto, solo vimos que en el portafolios andaba una gran pistola y gritando que lo podía matar, casi como que era terrorista, y después de eso se desapareció.

¿Dónde estaba ubicada la casa de Itsmania?

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MEP: Por donde ahora está el Génesis, en la otra esquina, pero no la opuesta sino la de abajo, allí hay oficinas ahorita. MM: Tienen las oficinas el señor Gerardo Borja, pero creo que no se puede entrar ya como para ir a ver el espacio. MEP: Pero era una casa de la escalón, una casa grande. MM: Habíamos quizás unos 100 alumnos, pero era un ambiente de calidad, pasamos un momento súper lindo para todos.

MEP: El grabado, la serigrafía, la fotografía,

¿Cómo les enseñaban, hacían actividades o algo ex aula?

MM: Los visuales tenían un nivel de calidad excepcionales, por ejemplo el profesor de fotografía yo le presentaba 30 fotos todos los lunes, gastaba mucho dinero en eso, pero él me decía que cada foto tiene que ser una acto de magia, “si no tiene magia no sirve”; a mí me fascinó la fotografía, me iba a la misma universidad a las seis de la mañana para ver el amanecer desde una ventana como rota, y yo esperaba el omento clave en que el sol estaba justo en la apertura del vidrio, tomé fotos en la iglesia “el rosario”, tomé fotos de los muertos, y las pusimos como parte de la exposición... para el momento los niveles de fotografía fueron excepcionales.

MEP: Nos daban afuera arqueología, Roberto López, que después se fue para Roma. Con él íbamos al antiguo museo, que se cayó por el terremoto, fuimos a Copán, a las ruinas… en verdad la metodología no era la gran cosa, las partes de diseño con Patricia eran los bocetos, después realizar el trabajo, pero eran cartas de ilustración. De allí teníamos el dibujo natural con el maestro en el gallinero, que teníamos el desnudo, que al principio quizás todas las mujeres nos escandalizábamos, pasamos dos años con dibujo natural haciendo la figura humana con don Pedro, Miguel Ángel y Ponce. MM: Ponce yo no sé si daba también clases de historia del arte, porque en ese momento andaba en una su onda maestral, que nos hablaba mucho del arte conceptual. MEP: Estaba también Dorita Frex, la más joven, que nos daba audiovisuales. MM: Y la tecnología eran dos proyectores de diapositivas, con un visual.

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MM: A mí me fascinaba manejar el equipo para hacer la proyección, porque no tenías controles de tiempo ni nada, entonces la edición de las imágenes iba cayendo conforme a la música, pero mentalmente tenías que ir desarrollando la secuencia, de repente no podías tener ninguna distracción porque las imágenes tenían que ser exactas, y nos dejaban a nosotros el manejo de la edición de lo que queríamos decir.

MEP: Y eso era tecnología avanzada.

todo eso era práctico.

Alguna experiencia personal que recuerden, en común MM: Yo andaba queriendo ser novio de María Elena, y no me daba entrada para nada, entonces yo le llevé una rosa pequeñita todos los días durante un año, no me importaba si la miraba o no, pero mi devoción era dejársela, y me decía Héctor Hernández “serás imbécil, jamás se va a fijar en vos, olvídate, no seas necio” y me molestaban… entonces, cuando nos vamos a Copán como parte del trabajo, allá nos fuimos a desatar, iba Galicia, Roberto López, todas las noches armábamos unos jelengues.


MEP: De allí recuerdo que regresaron con un gran dengue Ricardo Lindo, un colombiano, y Ana Mercedes Flores, un dengue que aquí no había, porque Copán no era como ahora está, era el pueblito con sus ruinas que todavía estaban estudiando. MM: Como anécdota, le decíamos a Galicia que doña Estelita de Copán nos iba a recibir. Pero todas las noches llevábamos una botella de licor, y nos poníamos una gran zurundanga, que no es para que nos sigan el ejemplo pues, si pobrecito el arqueólogo andaba subiéndose a las pirámides con unos ojos como que era cadejo. MEP: Ricardo lindo estaba tan enfermo de una gripe horrorosa que pasó los tres o cuatro días del viaje moqueando, y donde llegábamos se acostaba en el suelo. MM: Son de las imágenes que no se te olvidan, iba tan mal y no le importaba, así que el pañuelo lo andaba pero topado de mocos. Él llegaba a clase y era un caso… MEP: Lo importante de él fue que nos transmitió otra visión de la vida, como decía el arquitecto Salazar, a través de la literatura, porque nos hablaba de Francia, y todo eso que él vivía; entonces, lo importante de ellos fue transmitirnos esa parte artística. MM: Después comenzamos a tener ya un nivel de relación con ellos que nos invitaban, por ejemplo Galicia, a su casa, y allí estaba German Cáceres, David Escobar Galindo, Roberto Huezo… a mí nunca se me olvida que un día dijo alguien “aquí si llegara a haber una catástrofe se acaba la cultura de El Salvador, porque aquí estamos los que somos” como que era la élite. Es que el grupo era de mucha calidad, estaba la señora de Hasbún, que

después se quedó dando clase, Marina de Bora, Gino Granielo que se fue a Estados Unidos, Héctor Hernández, Hugo Martínez, y las dos cipotas que no habían terminado, Patricia Aparicio y la Ana Mercedes. MEP: No trabajábamos mucho juntos, y ese ha sido un problema que me he arrastrado toda la vida, porque la gente cree que me sé las cosas, y no. MM: Pero a veces sí, pero por ejemplo a mí una vez me dejaron a Ana Mercedes y la “Pachicho” (Patricia Aparicio), que nadie quería trabajar con ellas porque, no era que no tuvieran capacidad, sino que eran un poco despistadas y andaban en otras cosas, tenían sus propios trabajos; entonces por ejemplo esta Pachicho llegaba al salón de clases, y le decíamos “Houdini”, porque entraba el profesor y de repente se desaparecía, se salía por una puerta a un lado, y la otra era experta, llegaba con una su cara de tragedia, y ella misma se maquillaba con ojeras y todo y llegaba greñuda que “me estoy muriendo profe, me tengo que ir”… entonces a mí me las dejaron esa vez y les dije “bueno, aquí las cosas son así: tenemos que trabajar y aquí no hay perdón de nada, así que yo no sé qué van a hacer pero las voy a poner a trabajar”, fuimos esa vez el mejor grupo y las notas de ellas fueron las mejores, se manejaron en una muy buena presentación, y estaban contentas, no que estaban mal acostumbradas a que Hugo Martínez les hacía los trabajos, porque llegamos a esos niveles en que te pagaban por hacer trabajos.

¿Nos cuentan del stand? MEP: Fue casi de los últimos trabajos que hicimos, creo que no había mucho dinero para instalarlos, pero lo hicimos.

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MM: Nos hicieron la invitación para ser parte de la presentación del stand de la universidad, y María Elena y yo presentamos nuestro diseño, y lo ganamos; de allí todos los demás estudiantes de la universidad colaboraron con la realización, y el que más nos ayudó fue el arquitecto Salazar y Leiva, fue súper chivo. MEP: Ahora lo hacen diferente, pero entonces era la feria internacional para mostrar lo que se hace en el país y en diferentes países. MM: Sí fue algo así, la universidad pagó su propio espacio de stand y allí nosotros hacíamos el stand para ellos, se presentaban los trabajos y había alguien dando información, fue bien bonito.

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Y como anécdota, parejas dentro del arte no hay muchas, solamente Salarrué con la Zélie Lardé… MEP: Bueno anoche escuché que entrevistaban a Claribel Alegría, el esposo es escritor también.


PATRICIA PRADO

ESTUDIANTE DE DISEÑO AMBIENTAL

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¿Cómo conoció y como llegó a la EAA? Lo que pasa es que fue por casualidad, realmente yo desconocía, en 1982 yo me gradué del colegio y para comenzar el preuniversitario era a finales de año, no más saliendo de octubre, noviembre empezábamos, yo no sabía, quería algo de publicidad, pero desconocía la carrera, como en ese tiempo no había tanto conocimiento, entonces había un año de los que iban a salir antes que nosotros, entonces casualmente mi hermano estudiaba comunicación y en ese tiempo compartía el edificio, frente a Istmania que fue el primer edificio, no , no fue el primero antes había estado artes aplicadas en otro, creo yo, no tengo mucha seguridad, pero antes había en otro lugar y luego se pasaron frente a Istmania, entonces mi hermano, como compartían edificio, se enteró y me dijo, es la carrera que yo sé que es a fin a usted, entonces la fui a ver, vi el pensum, en ese momento estaban exponiendo, la perspectivas de trabajo, perspectivas interiores y a mí me encanto, no dude, me metí a la carrera, y ahí gracias a Dios, no tuve ningún problema o duda, que eso era lo que yo quería estudiar, a finales del 82. Eran grupos comenzábamos con los diseñadores gráficos, de la Matías, estaban diseño gráfico y ambiental, no había artesanal, bueno entonces solo esas dos, éramos como un grupo de 40, ya a medida que iba avanzando hay algunos que no se sienten situados en su carrera y se fueron yendo, llegamos a un momento en el que éramos como 7 en ambiental y un gran número se iba a gráfico, como que había un atractivo mayor en gráfico. Lo que pasa es que, la verdad, en principio crea un poquito de confusión cuando uno dice ambiental, creen que es medio am-

biente, como tal no había, yo después trabaje con una decoradora de interiores, que era graduada de estados unidos, era como un técnico, no como una licenciatura, en estados unidos, había gente que si se dedicaba a lo mismo que podríamos haber servido profesionalmente en nuestros servicios profesionales, pero eran, realizados por gente que era o que no había estudiado, sino que era una forma empírica, por facilidad, por gusto o sentido común, se dedicaban a hacer diseño de interiores, no era muy común verdad, no había plaza, como ahora que te ofrecen plazas como arquitectos, ingenieros diseñadores, ahora es un poquito más abierto.

¿Qué fue lo más difícil al iniciar la carrera? Pues, no, no, no en lo personal no sentí dificultad.

¿El contexto social dificultó el proceso estudiantil? Lo que pasa es que todo va cambiando, de nosotros de todo lo que hemos trascurrido a pesar que la situación política era difícil, realmente no había limitantes de nada, no teníamos tantas visitas de campo, pero aun así habían materias como arqueología, he íbamos a todos lados, verdad, así como limitantes que recuerdo por la situación política yo andaba en bus, en carro, me iban a dejar y no.

El enfoque como era y porque se le llamaba artes aplicadas Lo que pasa es que en la Universidad, en la Matías Delgado, realmente como eran artistas algunos de los que daban clases el enfoque era expandirse de una manera en cono-

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cimientos arquitectónicos que le ayuden a uno, pero basados en la sensibilidad artística, entonces la literatura, la pintura, el dibujo, toda esa parte, englobaba la parte de artes, entonces me imagino que artes aplicadas, era un cumulo de preparación enfocada en las artes, entonces algunos de los maestros eran pintores, no tenían un título profesional, pero eran personas que tenían un gran valor dentro de lo que hacían de pintura y arte, por ejemplo el licenciado Galicia, era el director de artes aplicadas y el realmente tenía un enfoque orientado a las artes, aun ahora es el director del Museo Marte.

¿Cómo se seleccionaban a los estudiantes o había algún cursillo? Si, el cursillo preuniversitario verdad, que igual como todo, si daba uno el ancho con las notas, ahí calificaban y sino pues…

¿Cuánto tiempo se estaba en el cursillo? ¿Qué se hacía en el curso? Como unos o dos meses era, bueno para decirles que la primera vez que llegue tarde, no sé por qué, y es feo llegar un día tarde en el que uno no conoce a nadie, ni de mis compañeros de colegio, ni nada sabía que iban a estudiar esa carrera, cuando me dijeron es el salón de arriba, a la derecha al fondo y cuando abro la puerta el salón oscuro y estaban pasando unos slide, porque antes eran slide y todo el salón lleno, y el tema como que hagan de caso que era clase, por un lado dije, bueno ni modo me voy a sentar

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pero pareciera que me he equivocado de salón, no parecía como una cosa inicial, sino como que ya era una clase. El cursillo para entrar a la universidad estaba combinado con los horarios normales, las demás aulas estaban en ciclo de los demás y yo como de golpe escuchando la clase, viendo que en qué momento encontraba sentido que era la primer clase de cursillo, como era todo pequeño, luego se va sintiendo uno como bien familiarizado con el grupo y con todo. Eran horarios continuos, no es como horario de clase que te ponen una hora en la mañana otra en la tarde, eran dos horas, tres horas o cuatro horas concentrado y de diferentes materias.Eran exámenes más que todo como pruebas Luego como en todo, tenías que llegar, veías el listado a ver si estabas dentro o no.

¿Cuál era la filosofía que regía la escuela en ese momento? Eran bien mente abierta porque como era como un poco bohemia, como recibíamos fotografía por ejemplo en aquel tiempo la fotografía se daba con todo, el revelado, cuarto oscuro, carrete, el ácido para todo, entonces recibíamos por ejemplo clase de dibujo a nivel de perspectivas y apuntes y cada uno llevaba su libreta de apuntes y dibujo y nos íbamos a un lugar con el profesor, me imagino que eso así es, como recibíamos técnicas de acuarela, yeso pastel, la tendencia era a soltarse, a liberarse, a ser más artístico, ya sea en fotografía, si el fuerte era en la parte arquitectónica, no tanto en estructuras, como ahorita la Albert Einstein, pero si ellos


por ejemplo eran más adosados a la arquitectura, su tendencia era una visión más predominantes de la arquitectura, aunque la jefa de departamento salió de ambiental pero estudio arquitectura. Fue fuerte la predominancia por las artes, si recibíamos dibujo arquitectónico, todo era con leroid y cangrejo, la cangreja era una cosa que tenía varios puntos y se encarrilaba en una regla que tenía una línea remetida que te servía de línea guía y había otro punto que tenía todas las letras y todos los números, entonces si uno quería dibujar mi nombre por ejemplo Ana Patricia Prado o solo Patricia Prado tenía que ir dibujando y moviendo para ir buscando la letra moviendo para buscarla por ejemplo. Era el proceso todo era manual, la caligrafía era importante porque cuando rotulábamos con buena letra, a mano y todo y la perspectiva todo era a mano, realmente el AutoCAD era desconocido, nosotros salimos y desconocíamos el AutoCAD, no trabajamos con computadoras parece mentira, en el 88 termine la tesis y en el 89 en marzo me gradué, entonces hasta cuando ya iba a salir, ya en los finales, bueno para decirles que el trabajo de tesis, se lo daba a una persona y transcribía, no todo el mundo tenía computadora, ni tampoco teníamos la agilidad ni la rapidez, en cambio había gente que a eso se dedicaba y habían empresas que tenían las primeras computadoras, entonces la universidad hasta que salimos en el 88 más o menos ya tenía su salón de computadoras al servicio de la universidad pero todo era manual, aprendíamos a hacer las líneas con rapidograf, entonces ahora no, hay plumones, el rapidograf era a ley usarlo, entonces usábamos los canutos con las puntitas diferentes, teníamos la capacidad de hacer un pergamino o un diploma a mano, rotulaciones y todo, a la vez teníamos cursos que eran cortos y obligatorios, que era pasar diferentes

cursos, había oratoria, en fin y los maestros pues eran personas reconocidas don Pedro Escalante, Claudia Allwood literatura, David Escobar Galindo, Paco Flores fue maestro de filosofía fue poco tiempo pero tuve el honor de recibir, Luis Salazar Retana que era dibujo, eran densos en literatura, Héctor Hernández una persona bien profesional en las Artes plásticas, don Pedrito Acosta es de los pintores con una gran capacidad, porque ha habido pintores que han sobresalido más con menos capacidad, Don Manuel López un arqueólogo reconocido, tuvimos la suerte de tener desde abogados reconocidos y mucha gente, psicólogos también.

Desde su punto de vista, ¿Cómo era ser estudiante de la EAA? Como hubo dos partes, una que estuvimos frente a Istmania que era una casa, una casa acomodada a una universidad que después que ya solo estaba artes aplicadas solo había ambiental y gráfico, como todo era muy pequeño no se sentía el ambiente de una universidad, todavía nosotros veíamos la UCA con una gran infraestructura universitaria con una mayor visión de universidad, por no contar con una biblioteca, no teníamos la facilidad de internet, teníamos que ir a la biblioteca de la UCA, de la Nacional, de la Albert Eisntein, era diferente, la visión que ustedes me preguntan, solo puedo hacer la comparativa con lo que tienen ahora, porque todo era más complejo de lo que pueden ustedes verlo ahora.

¿Tenían libros o algo que consultaban? No, no, no los profesores como ahora tenían el desarrollo de

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sus temas, lo que el pensum quería englobar, entonces si por ejemplo era el desarrollo o la visión que pudieran tener tal o tal cosa, el maestro lo hacía a su juicio, sin tener un libro guía y cada uno lo iba desarrollando, era pues para nosotros era lo normal, era lo que la universidad podía proporcionar a la carrera, en infraestructura y en todo, luego ya cuando iniciamos, ya en el cambio de la universidad en el edificio de Merliot nos sentíamos un poquito más pequeños que el resto de las facultades, teníamos leyes que abarcaba la parte de arriba, teníamos pocos salones y abajo era compartido con comunicación, ocupábamos los salones más pequeños a menos que fueran clases de filosofía que eran comunes pero de ahí era casi todas las materias las llevábamos en mesa de dibujo, unas partes teóricas y otras prácticas.

¿Cómo era la oferta laboral para los diseñadores? en su caso para los diseñadores ambientales. Era difícil porque no había una oferta laboral, como tal, no pedían en recursos humanos, no había una plaza expresamente de eso, lo que podías hacer tu era vender u ofrecer tus servicios verdad, digamos si había una empresa de arquitectos, por su puesto necesitarían una parte en la que detallaran como más a precisión los servicios más detallados que lleva un arquitecto, no entraba en su campo, para mí la fuente de trabajo eran trabajos externos, las empresas por ejemplo necesitaban ya tenían la distribución arquitectónica, necesitábamos amueblarlo para una casa tipo, si eran diseño de muebles incorporarlos, o empresas de mobiliario, que pagaban el diseño de mueble, nosotros veíamos la parte desmembrada de como un mueble se armaba, del ensamble,

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desmembrada de los muebles como eran las uniones, teníamos la facilidad de la explosión, teníamos la facilidad de isométricos, teníamos que trabajar como un 3D a lo máximo, si había pero había que decir que los arquitectos no van a entrar en esos detalles pásemelos a un profesional más, en la parte de paisajismo, nos teníamos que involucrar, en la parte de botánica y jardinería teníamos bastantes materias e información, que teníamos estudios del tratamiento de la flora, trabajar en la parte de urbanizaciones, trabajarse urbanísticamente para que el proyecto pudiéramos ver los árboles, los arbustos en combinación de la parte arquitectónica. Los jardines interiores, la parte de, ventilación y todo eso.

El título que recibían ¿era de maestra o diseñadora? Había dos opciones como técnico dos años y medio o 3 años o algo así y la licenciatura en 5 años, pero eso duro poco, ya después solo era la licenciatura. Recuerda usted si se modificó el pensum Se conservó bastante, hubo un cambio después de Galicia, la arquitecta Allwood, me imagino que ahí hay un pequeño cambio.

¿Hacían portafolio o alguna presentación formal? Íbamos guardando, todo era guardado físicamente, desde el principio de la carrera, nos decían vayan haciendo sus portafolios, de las materias lo mejor que tienen, para tenerlo archivado. Si, expusimos no recuerdo donde, pero sí.


Así como esporádicamente, dentro de la universidad a cada tanto se hacían exposiciones de proyectos, dependía mucho del maestro, que infundaba y ayudaba que se pudieran hacer un mejor trabajo, porque va a estar expuesto, porque va a estar sujeto a críticas, ahora si por ejemplo se sentía una gran diferencia, entre lo que era el diseño ambiental y el grafico, en el ambiental nos sentíamos como bohemios y estábamos más coartados con clases de matemática que era un poquito más fuerte que diseño gráfico, fundaciones arquitectónicas, en cambio nosotros veíamos a los de diseño gráfico que pasaban luchando porque en ese entonces era todo más aplicado al dibujo, a la creatividad y la parte visual y veíamos esa diferencia

En esa época recuerda si ¿había concursos o certámenes? Si, habían, no me acuerdo, pero habían empresas que a lo mejor querían, como hacen ahora, la empresa contacta la universidad y por ejemplo decían vamos a sacar un logo, igual era antes, entonces era como tenemos tal salón si lo pueden hacer un proyecto y reciben un premio.

¿Cómo se Vivian las clases? ¿Cómo eran los salones de clase? Los salones todo era pizarra de yeso, tarima, escritorio de maestros, los que eran compartidos y comunes en los dos años comunes, eran salones más amplios, pero en ambiental recurríamos a salones pequeños, solo en materias como técnicas o dibujo al natural era más grandes, tuvimos la ventaja que el dibujo natural, teníamos modelos con desnudo, teníamos todo lo que era tanto lo físicamente que pudiéramos dibujar, mate-

riales, de repente el profesor armaba una composición una mesa y una silla, tal vez en técnicas veíamos desde pintar tela, pintar lienzo, recibíamos cursos de cerámica, era bien variado.

¿Realizaban algún trabajo de graduación o tesis? Era de un tiempo de 6 u 8 meses era el límite, eran 4 presentaciones o evaluaciones, en las evaluaciones estaba el asesor de 2 o 3 jurados dependiendo, si una persona lo hacía eran 2 a 3 jurados sino eran más, todo era cada no sé cuantos meses era programada la evaluación y el material era a nivel fotográfico, como ahora verdad.

¿Conoció usted a patricia Martino? No

¿Tiene alguna revista, fotografías, trabajos o algo de la época? No, me he cambiado tantas veces, del terremoto del 86 perdí muchas cosas, tendría que ver, creo que ni mi tesis, en cada traslado iba dejando, pero si encuentro algo, les comunico. Por último, puede narrarnos alguna experiencia que la haya marcado como estudiante. No sé si les va a servir, lo tomo como, estando en la universidad ya en el 86 para el terremoto, teníamos maestros que eran bien disciplinados, entonces teníamos un maestro que nos daba diseño de muebles, él era arquitecto pero él era bien puntual, toda la vida fue puntual en sus materias, en sus horarios, iniciaba y terminaba a la hora, ese día tenía61


mos nosotros la presentación de un trabajo, el trabajo era que entrabamos a las 9 de la mañana salíamos a las 11, el hablo por teléfono, fue el único día que llego tarde, nos dio varias y nunca llego tarde, habló a la universidad y él dijo voy a llegar tarde, vamos a recibir el horario que es, llevo una hora atrasado, por favor díganles que voy a recibir los trabajos, que me esperen, cuando nosotros salimos eran las 12 del mediodía y nos agarró en frente de la universidad, no había el famoso trébol, estába-

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mos esperando el semáforo, después ya continuaba para santa tecla y ahí fue que se dio el terremoto, lo sentimos, fue un día bien marcado en que las coincidencias no fueron coincidencias, para bien mío porque yo vivía en el centro y la casa se vino abajo, colapsaron las columnas eran antiguas, era la casa donde había vivido José Matías Delgado, una casa donde habían vivido padres de la independencia, a mí en lo personal fue un día que me marco.


MARCO ANTONIO DUEÑAS ESTUDIANTE DE DISEÑO GRÁFICO

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¿Qué periodo estuvo en la EAA? Del 82 en el que se tomaba un curso especial de admisión, para medir las habilidades, pasaba un montón de tiempo uno estudiando cómo.

¿Dónde estaba ubicada la EAA en ese momento? Frente a Istmania, cuando nosotros entramos todos eran marxistas, una tendencia eran los del CENAR y los de Valero Lecha que habían estudiado en los 60, Héctor Hernández y Mauricio Mejía. En ese tiempo la tendencia académica era la vieja academia. Lo de aplicada se fue constituyendo pues querían hacer coincidir el diseño gráfico con la ilustración.

¿Cómo eran esos cursillos para ingresar a la carrera?

El señor Galicia era académico y era un gran pintor, pero tenía más visión, daba la clase de ilustración, era buenísimo, había cosas absurdas la caligrafía era para hacer diplomas, la profesora era la psicóloga de la escuela y era la profesora de caligrafía, era el ejemplo de la puntualidad, de la entrega, había administración de empresas, biología que era como un lastre.

¿Conoció a Patricia Martino? Fue la primera profesora que llegó siendo diseñadora, realmente graduada de diseño, los profesores de Artes aplicadas eran artistas, el pensum venía a ser como estudiar bellas artes.

Era como el profesor de técnicas que era en ese momento, Héctor Hernández, era el mismo profesor del curso, lo ponían a hacer planas de teoría del color, el mismo profesor de dibujo, que lo ponía a dibujar y una materia absurda que era caligrafía para escribir letras góticas, creo que duraba dos meses, era bien bonito pero era selectivo, Había personas que no quedaban.

Que es el arte aplicado, las bellas artes enfocadas a un medio que busca un punto de venta en la cuestión comercial. Había un conflicto de los profesores enseñando a los alumnos arte para que hicieran una cuestión comercial.

¿Cuál era el precio?

Cuando llegó Claudia Allwood que coincidió con el paso al otro campus, el señor Galicia renunció, ella si tenía la visión de lo que era diseño y con la licenciatura reformó todo, si algo le agradece El Salvador a ella, es la visión que tuvo de construir un verdadero pensum de diseño gráfico, la caligrafía se convirtió en tipografía por ejemplo. El diseño gráfico como tal surgió con la reforma de Claudia Allwood.

La cuota eran como $150 colones como $50 dólares ahora.

¿De qué cátedras se recuerda?

Hasta que llegamos nosotros en el 83 ese ambiente cambio, me gradué en el 89, salimos en el 88.

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Se recuerda de los docentes que tenía en esa época

Recuerda si existían revistas en esa época

Carol Padilla, que se había graduado creo que de la universidad de Tokyo, que la trajo Claudia, las becas para los graduados las dio ella, fue lo que potencio la carrera de diseño.

Me recuerdo de la revista aura, que fue una cosa bien efímera, Atilio García Aguilera, él puede ampliarles la información. Creo que un año estuvo en función, porque las impresiones en esa época eran carísimas.

¿Participó en concursos o certámenes? Había un concurso nacional bien fuerte de creatividad, era de la ASPN asociación salvadoreña de agencias de publicidad, le daban el premio de creatividad a la mejor agencia, entonces Claudia Allwood con la Lic. Eva cruz de romero, logaron que se abriera la categoría para estudiantes, Ahí fue donde realmente explotó la escuela, porque empezaron a ganar y como que ganaban te abría trabajo. Por excelencia quienes ganaron premios Guillermo Guzmán, Víctor Vásquez, Mauricio Flores. Había otro concurso de Palmares, yo gane el segundo lugar, había un concurso de sellos postales para navidad, les daban la oportunidad de diseñar la estampilla, había dos categorías, la de 10 centavos o la de 15 centavos, ese lo gano Mauricio linares incontables veces.

¿Qué experiencias personales recuerda más estando en la institución como estudiante? -Nos dio clase, Juan José Salazar, siempre va a coincidir los profesores modernos, con la reforma de Claudia, me puso de profesor siendo alumnos. Y me dijo Claudia: Poneles 0 y que hice yo: les puse cero, después de eso me respetaban. -Luis Galdámez, si sabía para que era la fotografía, él también nos dio clase. -En el 88 comencé a dar clase a compañeros contemporáneos. -Había un profesor que era increíble para diseño gráfico, Bruno González, que también fue alumno. -También había un argentino, que se llamaba Juan Carlos Colebati y el llevo a Bruno, fue el que diseño el logo de FUSADES, tenía su propia agencia.

¿Cómo era tener clases en esa época? Recuerda si la EAA tenía algún logo Tiene que considerar que era la guerra civil, cada vez que salía de la casa no sabía si iba a regresar, le podían matar o secuestrar cualquiera de los dos bandos, entonces ir a clase era lo único que uno tenía, de ahí no tenía nada.

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Era un ladrillito o un cuadradito horrible. Es que no había cultura corporativa, todavía no la tiene la Escuela.


Recuerda otras experiencias respecto a las materias que cursaba

¿Cómo era el trabajo de graduación o tesis que realizaban?

Habían materias teóricas, como creatividad y habían unas que eran bien prácticas como técnicas y otras que eran mixtas, cuando se hizo el cambio, todos eran diseñadores o tenían un título en comunicación o arquitectura, antes de eso no lo eran, como lo primero que hicieron en artesanal, que eran artesanos. Esos profesores daban sus clases de acuerdo a su experiencia, habían profesores nos daban cosas relacionadas a la impresión y tenía su propia imprenta y era la mejor en la época, profesor Fernández, y tenía sus grandes equipos y nos llevaba a la imprenta.

Eran tesis que el producto final era bien práctico, mi tesis fue un comercial para la escuela, tiene como 92 páginas y ahí se explica cómo hacer los storyboard, no les interesaba el documento y como yo era el director de producción de APEX, Pero ahí salen recibiendo clases, esa fue mi tesis, y luego pagaron para que yo hiciera, que alquilaramos las cámaras y está narrado por Luis Balibrera.

Había unas grandes bibliografías, pero nadie vendía libros aquí, con los libros que tenían eran con los que aprendíamos y los de la escuela verdad, habían recopilaciones. Estaba la IBM 9360 que en esa se podía diseñar. El arquitecto Salazar también facilito una amiga 4000 que era para 3D, ligthwith que se podían hacer 3D.

Tenía que tener los portafolios e ir a pedir trabajo a los medios y a las agencias de publicidad, en algunos casos si era bien pagados en otros no.

¿Cómo era la oferta laboral para los diseñadores en la época?

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LUIS BALIBRERA

ESTUDIANTE QUE REALIZÓ EL PRIMER EVENTO DE PORTAFOLIO

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A mí me recibió Roberto Galicia yo me inscribí con Roberto Galicia es que la historia es un poco complicada cómo llegué yo a la universidad yo la verdad es que le debo esto a Rosemarie Vázquez ella me invitó a la escuela de Artes ella me dijo venga a conocer mi escuela yo ya estaba en técnico en arquitectura y estaba un poco fuera de lugar ya que a mí me llamaba más la atención lo gráfico el aspecto comercial ya que estaba dentro de la radio y la televisión mientras estaba estudiando arquitectura y casualmente me encontré a Rosemarie y en efecto me abrió las puertas y conocí a Roberto Galicia y yo le dije a Roberto Galicia mira a mi gustaría estudiar diseño gráfico eso es lo que me gusta porque me encontré las clases del dibujo al natural la gente haciendo camisetas con la serigrafía el trabajo tridimensional buscando hacer escultura realmente era una escuela de artes aplicadas súper bien montada digamos todas las aristas del trabajo creativo me impresione y le dije si yo quiero estudiar esto entonces me inscribí con Roberto Galicia y él me explicó el proceso y también entiendo que lo que tengo es un poco de dudas que si puedo realmente estar todo el tiempo en las clases porque estoy haciendo un poco de radio, un poco de televisión y es una oportunidad que me da el canal donde estaba y me dijo yo entiendo porque también estoy empezando estudio cuatro un programa de televisión y no tengo la experiencia así que vamos a aprender juntos usted acá en la escuela y yo allá en el estudio. Entonces fue así como tuve el placer de conocer a Roberto Galicia y que me invitara a ser parte de una generación de creativos que no tenía el país para ese momento y me encontré con un grupo de seres fantásticos que de verdad estaban queriendo hacer un cambio en la manera de trabajar para

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el país y lograr a medida el tiempo fue desarrollándose lograr tener la capacidad de competir en el mercado mundial salir con lo mejor del diseño latinoamericano que fue lo que logró hacer Rosemarie Vázquez ella nos dio la oportunidad mientras que Claudia Allwood manejaba la dirección de la escuela ella primero como compañera nuestra Rosemarie lo que se llamaba en ese entonces el profesorado en diseño y que en ese mismo momento se estableció la licenciatura por primera vez adentro de la Matías Delgado bajo una visión de Claudia Allwood se definió esa búsqueda por la excelencia en el diseño. Ya que primero era un título de maestro y luego diseñadora y ahí fue cuando nosotros como primer grupo a estudiantes nos convertimos en licenciados, un trabajo duro porque era todo el tiempo de estar haciendo las presentaciones, la labor creativa, el desarrollo.

¿Siempre fue de mucha labor la vida del estudiante? Sí, siempre fue mucho trabajo siempre fue sumamente exigente y se estableció una base de exigencia académica, de perfeccionamiento de las técnicas eso fue lo que nos llevó a la licenciatura y lo más importante fue que Claudia Allwood decidió demostrar el resultado de esos últimos cinco años de labor al público y fue así cómo se buscó una galería que se llamaba la galería de Atlácatl en el centro comercial Loma Linda nosotros visitamos la sala de exhibiciones y dedujimos mis colegas y yo me refiero a Minel Antonachi y Elena Alvarado y yo que ya trabajábamos juntos, decidimos que no íbamos a caber todos lo que exhibiríamos en ese tiempo que éramos alrededor de 15 de colegas y le pedimos a Claudia que si nos permitía hacer la exhibición de portafolio en otro lugar, afuera de la sala


de exhibiciones espontáneamente nos salió pensar en que si nos prestaban la discoteca en ese entonces Mario´s y en efecto logramos la discoteca y nos entusiasmamos porque tenía-

¿Había mucho trabajo en ese momento para los diseñadores?

mos más espacio para la exhibición y teníamos una temática también ya que nos habíamos preocupado por llevar el diseño gráfico a un trabajo mediático porque ya trabajamos mucho el video, trabajamos el sonido que acompañar a la creatividad y no dijimos vamos a realizar un video que muestre nuestro portafolio nuestro carácter y a la vez sea algo bailable y sea algo interesante para la gente que va a llegar para la exhibición.

Había mucho trabajo para el diseñador y en ese entonces las instituciones habían confiado en nuestro nuevo grupo de profesionales del que me siento sumamente orgulloso de haber pertenecido y muchas instituciones, comercios, Industrial nos buscaban para desarrollar sus marcas y luego ya llegamos a la parte de los textos de boletines informativos, el trabajo de las revistas, la comunicación corporativa en general y a mí personalmente me tocaba diseñar set, establecer el mecanismo de comunicación en vallas, en prensa para las compañías que me contrataban.

¿Entonces la exhibición estaba en la Atlacalt? Una muestra estaba en la sala he invitamos al gran portafolio para la noche de nuestra egreso y lo hicimos en Mario´s Discotec utilizamos una serie de póster utilizando siempre el diseño gráfico con la fotografía de Marco Antonio Dueñas que era nuestro profesor de fotografía y fue bien bonito porque logramos tener un ambiente muy agradable para desarrollar nuestra fiesta de egresados mostrando nuestro portafolio y desde ahí creo que se ha realizado siempre una muestra pública de portafolio porque tuvo un gran impacto en la sociedad en general, que era lo que le importaba a Claudia Allwood realmente ya le interesaba que si ya había licenciados formados en diseño pues que eso se pusieron al servicio de la comunidad y eso nos ayudó muchísimo en nuestro trabajo profesional al grado que Claudia personalmente me dijo mira te he propuesto como posible recipiente de una beca fulbright y yo estaba sumamente inmerso en un trabajo de televisión y radio y no me caía el cinco de estar en una cuestión académica yo estaba más en el asunto del entretenimiento, en el diseño, en los lanzamientos de marca, en el rollo corporativo, estaba bastante ocupado.

¿Y Claudia Allwood lo inscribió para la beca? Sí y tuve la suerte de que haber logrado, ya que superar las pruebas que realizan y fue fabuloso ya que de repente estaba yo en Nueva York en Pratt institute que es la meca del diseño desde el aspecto urbanístico, comunicativo, de apoyo social en donde todo los proyectos se desbordan en colaboración a la sociedad y pues yo estaba feliz porque me recibió Brooklyn en un momento en el cual Juliane implementará una nueva manera de erradicar la criminalidad y con trabajo activo adentro de las comunidades haciendo nuestro diseño gráfico

¿En qué años se fue para Pratt? En el 91 hice mi maestría en Pratt y el Instituto me contrato como catedrático adjunto para el desarrollo de portafolio para los undergraunds.

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¿Participó en algún concurso o certamen de la época?

¿Y cuando usted estudiaba quienes eras sus docentes?

Justamente la cuestión de los concursos porque no existía el diseño previo a eso sino que alguna imprenta se encargaba de hacer una tipografía y así cómo se desarrollaban las agencias comerciales proponían pero no había un trabajo de diseño entonces justamente desde mi involucramiento en la Albert Einstein que me invitaban para concursar en el desarrollo de logotipos para INDES por ejemplo para FIDE en los cuales logre el primer lugar en ese par y pues eso básicamente me decían que estaba más encaminado al aspecto comercial, al trabajo de comunicación que al trabajo de edificación y pues me resultaba aburrido porque es ese momento era el desarrollo de la vivienda mínima y pues no era nada aburrido hacer diseño gráfico y a la par de ello se desarrollaban eventos de pintura, de artes plásticas, de palmares de diplomat en ese entonces que lo ganaba nuestro colega con el que estudie y me siento muy orgulloso de Mauricio Linares Aguilar quien también se convierte en uno de los docentes adentro de la escuela de artes aplicadas y las comunicaciones e incluso llega a ser parte del departamento de arquitectura para desarrollar técnicas de expresión entonces creo que fuimos una generación que tuvo un privilegio de ser los primeros, los que estábamos disponibles al mercados y también que también se nos exigió devolver lo que habíamos aprendido ahí, hicimos un pacto moral con la dirección en este caso con Claudia Allwood y pues nos dijo esto: Ustedes va a ser la primera generación iba a ser bueno que ustedes se quedan con nosotros para que divulguen lo que ustedes han encontrado en su carreras y una vez que salían se volvían docentes.

Don Pedrito que nos daba dibujo al natural, Héctor Hernández también dio dibujo técnicas expresivas y recibamos un curso de cerámica

¿Qué materias llevaba usted? Tuve que llevar todas las materias del pensum había dos dibujos al natural y dibujo técnico, fundamentos del diseño, teoría del color, historia del arte, fue fantástico la verdad. Fotografía y no solamente teníamos fotografía, sino que nosotros fuimos de la inquietud de desarrollar el video y fue que Marco Antonio Dueñas juntándose con David Pinto Quién es uno de los mejores directores cinematográficos en la actualidad y para mí fue sumamente interesante ya que yo tenía una experiencia mediática y me exige ya proyecto a un nivel de trabajo y yo tenía la oportunidad de montar un taller laboratorio con mis profesores para llevar los trabajos ya más pulidos al trabajo de difusión. Todos los que participamos adentro de la Escuela teníamos algún labor de trabajo o algún lugar donde llevar la creatividad, toda la comunidad de la escuela trabajamos para la escuela era bien interesante ya que se utilizaba en diversos momentos para celebrar por ejemplo habían festivales para mostrar el trabajo de dibujo al natural y entonces se abría la casa digamos para que llegaré público se hacía exhibiciones, fiestas bueno recuerden que nosotros estamos hablando de la década de los 80s mientras estudiamos, justamente habían toques de queda,


la ciudad está paralizada desde cierto momento de la tarde o te ponías a estudiar o celebrabas en el momento que quedaba cuando habían concluido los exámenes y éramos una comunidad bastante interrelacionada porque afuera de la escuela no había nadie que estuviera pensando en esas cosas. La Arq. Allwood nos comentó que hacían concursos para diseñar corbatas, sombreros, ¿nos puede ampliar? Diseñamos antifaces corbatas había distintos juegos pedagógicos y lúdicos muy interesante.

¿Recuerda algunos proyectos de catedra? Sabes que con Milita García Prieto recibíamos creatividad y creo que ese era uno de los desafíos más grandes ya que no había límites para presentar ya que se había un marco de referencia, pero los límites no estaban ya establecidos sobre qué era lo que ibas a llevar como resultado yo ya inmerso en la música me inventé una especie de triangular de una pirámide que le puse un disco de 45 revoluciones de vinil e hice un trabajo gestual con los tres colores primarios resultado algo interesante y eso fue lo que lleve fue una impronta realmente porque está bastante ocupado haciendo mi trabajo entre otras cosas y tenía que llevar esa parte si no pasaba uno creatividad no podía avanzar.

¿Le fue bien? Bueno me fue también que tuve la autoconfianza y determinación para participar cuando se celebraban los 10 años de la escuela de artes aplicadas y nos pedían un afiche así que desarrolle un rectángulo cortado en el papel y un círculo que llene de una mancha de acuarela que parecía una especie de canica

muy bella quedó la realización muy interesante y el tagline o eslogan de los 10 años de la Escuela de Artes Aplicadas “Carlos Alberto Imery” para ese entonces y entonces fue muy bonito ya me hicieron recordar y me pongo un poco emotivo la verdad es que sí fue una buena vivencia.

¿Cómo lidiaban los alumnos con esa época tan conflictiva? Creo que nos enfrascábamos en el trabajo de creatividad, yo tenía una cierta ventaja ya que trabajando con la televisora local la cuenta tenía acceso al satélite y me daba cuenta de lo que pasaba como colores, tendencias, etc. y pues era así como me daba cuenta de otras cosas esta era una época pre internet y era una forma de conectar con el mundo y lo compartía con los colegas, recibimos trabajos de las disqueras también que en ese momento el trabajo de las fundas era EL MOMENTO que para ese tiempo como el Instagram de que pasaba en ese soporte.

¿Tenían libros pedagógicos o revistas? Teníamos que conseguir las revistas en el extranjero si alguien viaja teñíamos que decirle ejemplos de música, las revistas británicas que estaba muy en boga y también esto del new way y el rastro del punk nos daba cierta influencia muy interesante.

¿Qué fue lo más difícil de estudiar? Hacer los trabajos, la carga académica y porque los maestros eran muy gentiles nos exigían, pero también nos daban su bondad y esencia, nos participaban de sus talleres y nos decían que podíamos utilizar el cuarto oscuro y de verdad hacíamos tarde de revelado de película, nos divertíamos. Era un gozo creativo se celebraba eso. 73


La presión desde el primer momento de inscribirse ya que había mucha presión creo que nuestro director para ese entonces Roberto Galicia ya tenía en mente que es lo que necesitaba el país a nivel de creatividad entonces pues no cualquiera podía inscribirse.

¿Cuál era el proceso de selección para ingresar a la carrera? Era una entrevista a cara cara para saber cuál era tu inclinación artística, capacidad a nivel muy básico y casual no habían formato de selección pero sí hubo un cursillo de eso me acuerdo también cuando me tocó darlos que fue cuando volví a la escuela ya como docente y había tenido previa participación como instructor como en el caso de las materias de diseño publicitario por ejemplo en el desarrollo del módulo de vídeo y producción y lo establecimos por necesidad para ese momento, ya que no existía dentro de la currícula pero lo creamos para poder suplir las necesidades de la escuela... me acuerdo que fue Mayra Flamenco quién estudiaba comunicaciones y nos apoyó con la idea de elaborar las secuencias con las cámaras y nos inventamos y rebuscábamos cómo poner la iluminación, cómo poner la cortina y buscamos los recursos.

¿Cómo era la relación entre alumnos y catedráticos? Bonita la pregunta porqué por lo menos yo tuve la suerte de contar con mis colegas que todos eran sumamente generosos desde el momento de compartir alguna falta a alguna clase compartir los apuntes o las situaciones que se dan dentro de la clase para no quedarse atrás y uno también lo hacía con los demás, desde una llamada telefónica, una visita o decir mira vamos a ir en grupo a comprar nuestro papel, plumones, las témperas que necesitábamos, el tira línea. 74

Que hoy q son verbos que ya no se emplean, pero nos tocaba hacer eso pero en efecto personalmente recuerdo que yo terminaba mi labor de televisión y 6:30 de la tarde y todavía no había elaborado mi ilustración para el día siguiente entonces buscaba a Elena Alvarado y le decía Elena me quedé sin mi cartón de ilustración y me decía venite que aquí tengo y nos quedamos toda la noche trabajando y lográbamos cosas espectaculares realizados por cosas que habíamos hechos la noche pasada me imagino que son cosas que todos los alumnos pasan.

¿Para la presentación de portafolio tiene una idea de cómo surgió? Nosotros como estudiantes fuimos de la idea que fuera en la sala Atlacatl, la Dirección de la Escuela invito le sugerimos a la directora mira de verdad nosotros queremos celebrar esto con todo el equipo y nos facilitan este lugar podemos hacerlo y dijo claro si ya tienen la mitad del camino recorrido.

¿Y cómo consiguieron el lugar? Yo era DJ, ya había tocado discos ahí en el lugar y nosotros nos encargamos en varias ocasiones de hacerle publicidad a la discoteca Mario villa Corta se sintió honrado de que le pidiéramos el lugar para hacer una cosa novedosa ya que era algo que no se había dado con anterioridad y fue en la noche una gran fiesta teníamos pantalla gigante y habíamos elaborado un videoclip que nos pedían que los volviéramos a repetir porque la rítmica bailable y mostraba nuestro trabajo gráfico que era espectacular. Eso fue bonito porque fue mi primera experiencia como diseñador de sonido recupere ciertos tracs bailables, recu-


pere canales de composición de Tato Henríquez para amanecer y otras interpretaciones de el al piano hice una fusión de la música que acompañaba las imágenes de nuestro portafolio en conjunto se logró algo novedoso y bailable que nunca esperamos que eso sucediera como tal, pero así funciona en el lugar y el ambiente logró hacer una fiesta total de nuestro portafolio.

¿En qué año fue eso? Debió haber sido en el año 89 ya que nos graduamos en el 90 recibimos nuestro título.

¿Y en la presentación de portafolio había estudiantes? Todos los colegas llegaron a ese día-- todos estaban en la sala Atlacatl y 3 de nosotros estabamos en Mario´s invitando a todos los colegas (Pedro Alvarado, Tenachy y Luis Balibrera) Hicimos el posteo público e hicimos una serie de tarjetas como recuerdo de nuestro trabajo gráfico como portafolio y se esperada en la discoteca y la gente de la industria empresario les encantó --así funciono—

¿Cómo era la experiencia vivencial entre el alumnado y la dirección?

carátula que te entregan domingo a domingo que debería de tener el aparecimiento del diseño gráfico y entonces voy y me encuentro con la obra arquitectónica de ibose Gueda y dije bueno lo que tengo que hacer es una perspectiva lineal para que eso vaya al mimeógrafo que era el trabajo y eso se calco en la película digital que permite que la tinta se traslade al papel y pues ahí sigue el misal con el dibujo que me invitó a hacer Claudia Allwood sirviéndole a la comunidad ese tipo de situaciones se daba conmigo y con cada uno de los alumnos de la comunidad en donde se decía necesitamos los diseñadores. Entonces esa práctica de inmediatez hace la necesidad, era fabulosa para nosotros como estudiantes porque era realmente enfrentarse con el desafío y lograr vencer el momento aquel de incertidumbre que siempre tienes como creador y fue bien bonita. (ella nos conectó con la realidad) y también la confianza y la capacidad de saber cuál era el talento de cada quien entonces lo enviaba cada uno a la misión correspondiente, digamos, bueno siempre fue una directora estricta así que ella siempre miraba el resultado de cada una de las materias y decía yo quiero ver qué está haciendo cada quien, La formación se podría decir que era bastante personalizada y eso también me dio a mí la posibilidad de volver como catedrático a tener esa flexibilidad con cada uno de mis alumnos y fui descubriendo talentos que ahora brillan por sí solas ya los conozco.

¿Cómo llegó a ser docente? Bueno Claudia él una mujer sumamente activa y que está vinculada con las organizaciones de Educación y que se le pedía a ella creatividad para desarrollar distintas formas de llegar a la población se apoyaba en nosotros en nuestra propia búsqueda, la capacidad y recuerdo una vez que me dijo una vez mira Luis en la parroquia del Carmen necesitan el misal y yo quedé quede de que me está hablando y era la

Vine por la investidura de una maestría en Pratt década el trato era un compromiso moral porque te hacían ver que era una beca.

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MAURICIO LINARES (VÍA CORREO)

¿Cómo decidió estudiar en la Escuela de Artes Aplicadas? En mi caso particular, la oferta de la educación formal universitaria en El Salvador y las circunstancias de la época afectaron mi decisión. No había una carrera universitaria en Bellas Artes en El Salvador. Es decir, que al no haber una carrera definida y especializada en pintura, dibujo, grabado, escultura, etc. entonces la escuela de Artes Aplicadas era la opción más lógica y cercana. Entonces, estudiar diseño ofrecía además una posibilidad más concreta de trabajo que podría complementar las aspiraciones para dedicarse a las artes. ¿Cómo surge la carrera en el contexto del país? Como dije antes, la oferta en la educación formal universitaria en El Salvador para estudiar artes en esos años era limitada. La UES en esos años no tenía Escuela de Artes. Para las generaciones anteriores a las nuestras, la arquitectura era la única opción viable. Esto lo pueden constatar con varios artistas que fueron o son arquitectos y otros que fueron estudiantes de arquitectura para luego dedicarse a las artes visuales. Luego, con la apertura de la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad Dr. “José Matías Delgado” la oferta académica se amplió. Entonces, para cualquier estudiante que tenía inclinación hacia la pintura o el dibujo, por ejemplo, era una opción más próxima a esos intereses que ofrecía además una acreditación formal universitaria y la posibilidad de diversificar las modalidades del trabajo. Otros aspectos que deben considerarse son, en primer lugar, que las carreras de diseño en el nivel superior universitario venían a configurar una visión profesional más integrada y completa que las acostumbradas formaciones artísticas en las academias de los artistas salvadoreños consagrados y otras en el campo de la práctica publicitaria de manera empírica. Aunque no podemos negar el talento de muchos artistas y diseñadores que provienen de estas dos vertientes, ellos no tuvieron el acceso a las acreditaciones

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académicas exigidas tanto por el ministerio de educación como por el sistema académico internacional para este sector artístico profesional. ¿Qué fue lo más difícil a la hora de iniciar a estudiar la carrera? En mi caso personal, cuando yo inicié mis estudios en 1984 yo ya pintaba y exhibía mi trabajo en dos galerías de arte de San Salvador. Entonces, competir conmigo mismo para llevar ambas cosas por separado fue al inicio difícil. La administración del tiempo, diferenciar entre los propósitos personales de mi pintura y los estudios de diseño al inicio fue muy confuso, aunque estimulante. ¿Dónde se encontraba la escuela en el periodo que usted estudiaba? ¿Se cambió de localidad? ¿Cómo se vivía en esas locaciones? Yo terminé el Bachillerato en Humanidades en Ahuachapán, mi ciudad natal en octubre de 1983. Luego, me trasladé a San Salvador en noviembre de ese mismo año para iniciar el cursillo de la Escuela de Artes Aplicadas. Al inicio estuve de pupilo en casa de mis tíos maternos, luego con mi abuela paterna y posteriormente, me trasladé a la vecindad de la Escuela de Artes Aplicadas frente a Istmania alquilando una pequeña habitación y después a una curiosa cochera cerrada con un baño para tener el espacio suficiente de estudio. La inseguridad social por la guerra civil y los recursos económicos limitados fueron aspectos muy difíciles de manejar en ese tiempo. Siendo jóvenes y candidatos a artistas éramos doblemente sospechosos: para unos insurgentes y para otros burgueses. En mi caso personal, yo sufrí en carne propia vejámenes de ambos bandos en contienda sin pertenecer a ninguno. Recordemos que la Universidad José Matías Delgado al inicio funcionaba en varios locales dispersos en la ciudad de San Salvador. La Escuela de Artes Aplicadas compartía con la Escuela de Ciencias de la Comunicación, y en algún tiempo con la Escuela de Psicología, una casa de esquina sobre la 73 avenida norte y la 7ª


calle poniente, frente a uno de los costados de la Quinta Istmania, en la colonia Escalón. Luego, la Escuela de Artes Aplicadas fue trasladada al primer campus en Ciudad Merliot. No recuerdo las fechas exactas, pero sí recuerdo que para el terremoto de 1986 ya estábamos recibiendo clases en ese campus aún en construcción. Almorzábamos con los albañiles y los empleados de la Universidad en el único comedor que había en un galerón de madera sin comodidades, tomando horchata en recipientes plásticos convertidos en vasos. En general, en la casa frente a Istmania el ambiente fue más acogedor. Había algunos salones con aire acondicionado que a la vista eran herencia de las oficinas que ocuparon la casa con anterioridad. Un largo galerón de madera en la terraza de la casa servía de salón de dibujo y le llamábamos “el gallinero.” Los estudiantes no teníamos sobre nuestros hombros las miradas curiosas de otros estudiantes de carreras digamos más lejanas a las experiencias artísticas. El traslado al campus afectaría esas condiciones radicalmente, al punto de encortinar de negro las ventanas para evitar la mirada de los curiosos, en particular por la presencia de los modelos desnudos en los salones de dibujo, por las proyecciones de documentales, películas, etc. y otras presentaciones que ya incluían performances. Era obvio que los salones de clases en el nuevo campus no estaban diseñados para esos fines. Entonces, nosotros dispusimos recortar ojos y más ojos de revistas para pegarlos en los vidrios, según nosotros para devolver las miradas a los mirones. Por otro lado, las tensiones y los peligros de la guerra civil siempre afectarían de alguna u otra manera nuestras vivencias en ambos sitios. ¿Cuál era el enfoque de la profesión en esa época? ¿Por qué se llamaba “Artes Aplicadas”? Más allá de cualquier definición de las diferencias entre Artes Aplicadas y Bellas Artes o de los perfiles que la escuela tenía, el enfoque de las artes aplicadas venía a sustituir y actualizar para la época, a las que se llamaron artes menores y en otros casos artes comerciales. Yo creo que en la práctica quedaba claro que el enfoque pretendía insertar al nuevo diseñador en el campo laboral

que ofrecía la empresa privada o las instituciones públicas como jefe de diseño o gerente de marca en el departamento creativo o en las agencias de publicidad. ¿Cómo era la oferta laboral para los diseñadores en esa época? La oferta laboral para los diseñadores gráficos era por un lado, el trabajo a tiempo completo o parcial en el departamento creativo de las agencias de publicidad. Por otro lado, siempre existió la opción de hacer trabajo independiente o freelance. Como era un poco difusa la diferencia entre los campos del diseño, las oportunidades de trabajo eran más abiertas y uno podía aceptar trabajo de varias de sus disciplinas o modalidades, si acaso se consideraba capaz de realizarlo. ¿Cómo se seleccionaba a los estudiantes en su tiempo? ¿Había un cursillo? Sí, había un examen general de ingreso a la universidad y un cursillo de cuatro semanas que incluía un curso propedéutico de las artes en general y un curso intensivo de dibujo técnico. Desde su punto de vista como estudiante, ¿cómo era ser estudiante de la escuela? ¿Cómo era su vida? ¿Qué era característico de la gestión de Roberto Galicia? No podría diferenciar entre ambos períodos por una tipificación administrativa de ambos directores a esta distancia del tiempo, sino más bien mencionar en base a mis experiencias como estudiante la disposición a escuchar, la capacidad de gestión e inducción de ambos directores. Cabe mencionar que la capacidad de planificación en ambos casos contribuyó no sólo a la Escuela de Artes Aplicadas, sino a la Universidad en general. Por ejemplo, el calendario académico que manejó (no sé si todavía lo maneja) la universidad en un formato reticulado simplificado con diversas simbologías y acotaciones de días de pago, períodos de exámenes, etc. es contribución de estos períodos de ambos directores. Por otro lado, recuerdo aspectos circunstanciales generales durante todo ese período como estudiante:

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La carga académica nos mantenía ocupados todo el tiempo. Sin embargo, varios de mis compañeros trabajaban para sostener sus estudios. Algunos de ellos hacían freelance en diseño, producción pre-prensa, fotografía o ilustración. Otros, que eran los menos, trabajaban en sus negocios familiares o en trabajos a tiempo parcial de diversa naturaleza. Al inicio de la carrera, quizás la mayoría, tenían la oportunidad de dedicarse al estudio por completo debido al apoyo de sus familias. No había la facilidad de apoyarse en la computadora personal para diseñar o para escribir un texto. Teníamos que encargar el levantamiento del texto siempre a una impresora por lo que debía calcularse por anticipado el espacio que ocupaba en una publicación y pensar las imágenes también como separación de color. En este sentido puedo decir que nosotros somos todavía escuela de diseño visualizadora y realizadora pero sin computadora. Sin embargo, yo aprendí programación básica en una Commodore 64 tomando cursos externos a la universidad y luego, mucho después de terminar la carrera de diseño pude diseñar por primera vez en un Apple básica. Entonces, somos una generación que puede diseñar con un lápiz en la mano o con una computadora. La disposición de materiales era muy limitada por las disposiciones gubernamentales que los declaraban como suntuarios en muchos casos. Quiero decir con esto que no dependía de nosotros la selección propia de los materiales, sino de la disponibilidad y el costo en el mercado, que muchas veces, como en el presente son materiales de calidad estudiantil y no profesionales en su mayoría. Por una disposición del protocolo de vestimenta interno de la universidad en general, nosotros usábamos corbata para estar dentro de la universidad. En la Escuela de Artes Aplicadas fue más incómodo en las clases prácticas por el calor. Fuimos más que admirados por elegantes, sujetos de burla. En los salones de clases era prohibido fumar desde que yo recuerdo a finales del 83. No sé si esta disposición entró en vigencia antes. ¿Se modificó el pensum de las carreras?

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La siguiente respuesta aplica también para esta misma pregunta. No tengo esos datos a la mano, pero pueden consultar en mi tesis de grado de licenciatura y en: https://www.academia.edu/10181845/Historia_del_Dise%C3%B1o_en_El_Salvador_El_Dise%C3%B1o_Gr%C3%A1fico_como_profesi%C3%B3n_formal_1978-1988_ ¿Cuándo cambia de “maestro” a “diseñador” a “licenciado”? ¿Se gradúa algún “maestro” de la EAA? Nuestra generación obtuvo este cambio de pensum de estudios. Comenzamos con un pensum para diseñadores de cuatro años y terminamos desarrollando el pensum de la licenciatura en diseño por cinco años. En nuestro caso, recién terminábamos el área básica de dos años y estábamos comenzando la especialidad. El cambio de pensum alteró la cantidad y la diversidad de materias a cursar por semestre en la especialidad. El esfuerzo fue mayor. Algunos de nuestros mismos compañeros se graduaron dos veces. Es decir, como diseñadores y como licenciados porque complementaron el nuevo pensum. Entre ellos Rosemarie Vásquez Liévano. Otros se negaron a continuar y muchos solamente egresaron pero nunca se graduaron. ¿Cuál era la filosofía que regía la escuela? Aparte de los discursos de motivación de los directores no sé si existen otras fuentes para entresacar esa filosofía. Yo estimo que esos discursos pedían disciplinarse como estudiantes y al mismo tiempo entregarse con pasión al trabajo diario para obtener frutos y con ello contribuir al país. Hubo un lema que no sabría decir qué o quién lo provocó: “somos especiales”. Aunque pretendía ser motivador no dejaba de ser delicado porque ya se comenzaba a mencionar el mismo concepto “especial” para denominar así a la persona minusválida o con síndrome Down en aquellos tiempos.


¿Qué fue lo que más disfrutan de estudiar en la EAA? Estar rodeado de amigos con intereses parecidos siempre fue y será motivador. ¿Cómo eran sus clases? ¿Cómo se vivían las clases? ¿Utilizaban algún método de estudio? Cada profesor tenía su modo de proceder y enseñar. En realidad fue una ventaja que amparada en la libertad de cátedra diversificaba los métodos de enseñanza-aprendizaje. La mayoría de profesores eran muy buenos y entregados a su trabajo por lo que podían compartir sus experiencias en el campo. Sin embargo, tuvimos varios profesores que manejaban un formato expositivo más convencional, incluso retórico. Escuché muchas historias de profesores radicales que tenían prácticas y críticas muy duras, pero de los que yo tuve nunca observé que sobrepasaran el límite de una honesta crítica o un chascarrillo irónico. En cuanto a una guía pedagógica unificada creo que no existía. Yo creo que fue mejor así porque no se puede unificar a rajatabla una carrera creativa que tiene intereses muy diversos. Considerando que en el campo creativo se trata abordar un tema o un aspecto disciplinario de diversas maneras, yo creo que aprendí mucho en ese marco más libre de cátedra que lo que se puede aprender en esas clases estandarizadas con modelos y métodos restrictos que están más pensados para la homogenización del control administrativo y burocrático respondiendo a los lineamientos del Ministerio de Educación y no siempre pensando en la particularidad de cada carrera y mucho menos al perfil del estudiante de manera personalizada.

¿Realizó portafolio? ¿Cómo y adonde lo presentaron? Sí realicé un portafolio al final del último semestre. Fuimos quizás la primera o la segunda generación que realizó un portafolio de trabajos de estudiante. No había presentación externa sino una revisión por un equipo de profesores de la escuela.

En mi caso, puedo decir que la experiencia de la presentación del portafolio fue bastante dura. La expectativa de los docentes era reunir y presentar un grupo de trabajos que reflejara las capacidades del estudiante en una carpeta de cuero que en aquellos años era la modalidad profesional aceptada. Yo presenté como propuesta de portafolio un conjunto de trabajos basándome en criterios ecológicos unificando la presentación interna de los trabajos y una carpeta todo de cartón reciclado. Entonces, no hubo lectura del propósito real de la propuesta. El comentario fue que rechazaba el formato de la presentación solicitada y que denotaba falta de compromiso profesional al mostrar mi trabajo de una manera inadecuada, incoherente y además que reflejaba pobreza. Es decir, falta de inversión en la presentación. Casi treinta años después, todavía me causan risa esos criterios decimonónicos. ¿En qué consistía el trabajo de graduación o tesis en la época? En general era una propuesta de diseño que debía fundamentarse en una investigación del tema. Los resultados podrían ser o no aplicados en la realidad. Sin embargo, creo que medían su factibilidad, la formulación de conceptos y el proceso de diseño. La realización final era hasta cierto punto secundaria. ¿Participó en algún concurso en la época? Sí, en varios. Algunos por sugerencia y otros por obligación de los profesores. Gané algunos también. Como por ejemplo, gané el primer lugar en el concurso de Creatividad 1986 promovido por la Asociación Salvadoreña de Anunciantes Publicitarios. El premio fue la publicación del diseño en primera plana en la revista dominical de la Prensa Gráfica. Otros concursos importantes del momento los gané, pero considero que fueron independientes a la gestión de la Escuela o la Universidad. Por ejemplo, los dos premios Palmarés en pintura y otros reconocimientos adicionales como pintor. Comentarios adicionales: En general, las instituciones encargaban a veces concursos internos entre los estudiantes. Esta modalidad de concursos muchas veces desmotivaban porque más que verlos como un servicio so-

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cial del estudiante hacia la comunidad. Una de las razones era que mostraban más el afán de conseguir la mayor cantidad posible de diseños con cierto grado de profesionalidad y creatividad de donde escoger y con un costo de 0 para las instituciones, cuando nosotros sabíamos que eran instituciones que podían pagar un diseño a un profesional o realizar un concurso más abierto, con difusión y con premios en metálico. Desde la posición del estudiante que tiene que conseguirse los medios para estudiar y pagar por sus mensualidades, siempre es injusto pensar que tiene que dar algo cuando no se le da a cambio nada más que un crédito muchas veces opaco. En este sentido, creo que deberían revisar las declaraciones de Álvaro Menén Desleal respecto a los concursos como modus vivendi y que fueron más que oportunas en aquellos tiempos. ¿Conoció a Patricia Martino? No ¿Cómo era estar en la escuela en esa época? Quizás la experiencia dice que estar con limitaciones es un ambiente de aprendizaje continuo donde la única herramienta salvadora es la creatividad. ¿Qué experiencias personales recuerda más estando en la institución como estudiante? 1-Creo que las experiencias visuales más refrescantes fueron las sesiones de audiovisuales que realizaban los estudiantes por egresar para los estudiantes de nuevo ingreso. 2-Recuerdo con especial emoción los viajes a diferentes sitios de la clase de Arqueología y las peripecias que tuvimos que pasar. Los buses destartalados y la inseguridad del ambiente general de la época. En especial, el exceso de optimismo y garra de nuestro profesor el Sr. Manuel López, al punto que él mismo tuviera que convertirse en motorista del bus para terminar el viaje de regreso en una de tantas veces que nos quedamos estacionados por desperfectos de las unidades y las ineptitudes de los motoristas.

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MARÍA TERESA RIVERA (VÍA CORREO)

¿Cómo decidió estudiar en la escuela de artes aplicadas? Marta Eugenia Valle era su profesora en el colegio donde estudiaba. ¿Dónde se encontraba la escuela en el periodo que usted estudiaba? ¿Se cambió de localidad? ¿Cómo se vivía en esas locaciones? Comence clases en el casa frente a Istmania pero fui parte de los grupos que se trasladaron al nuevo campus. La casa frente a Istmania por ser un espacio pequeño que compartíamos con comunicaciones tenía más sentido de comunidad de diseñadores, en las nuevas instalaciones se sentía más disperso el ambiente pero al irse ambientando con los trabajos de los estudiantes tanto puertas como paredes se fue haciendo un espacio más para diseñadores. ¿Cómo se seleccionaba a los estudiantes en su tiempo? ¿Había un cursillo? Los resultados de los candidatos a ingresar eran seleccionados a partir de os resultados del cursillo que duraba un mes. Los resultados de los candidatos a ingresas eran seleccionados a partir de los resultados del cursillo que duraba un mes. ¿Qué fue lo más difícil a la hora de iniciar a estudiar la carrera? Lo más difícil, por el conflicto armado era conseguir materiales y libros de diseño ¿Cuál era la filosofía que regía la Escuela?

La filosofía de la escuela se basaba en aprender haciendo, la disciplina, aprendimos a tener pasión por lo que uno hacía, el respeto a los profesores a pesar de que había un relación de amistad y sobre todo la práctica de la ética en todo sentido. La escuela hacia mucho énfasis en la ética de estudiantes y de los futuros profesionales. La nitidez y puntualidad eran también parte de los valores de nuestra formación. La filosofía se basaba en aprender haciendo, la disciplina, aprendimos a tener pasión por lo que uno hacía, el respeto a los profesores a pesar que había una relación de amistad sobre todo la práctica de la ética en todo sentido. La Escuela hacia mucho énfasis en la ética de estudiantes y de los futuros profesionales, la nitidez y puntualidad eran también parte de los valores de nuestra formación. ¿Cuál era el enfoque de la profesión en esa época? ¿Por qué se llamaba “artes aplicadas”? En el área básica era conocer y practicar las formas de las bellas artes pero a partir de 3er año era más fuerte porque se enfocaba en una formación más específica de la especialidad, que en mi caso era gráfico. Cada vez la enseñanza se fue especializando. Para mí fue de gran satisfacción que la formación que yo recibí estaba al nivel y calidad de las universidades donde presente mis entrevistas y portafolio, me felicitaban por la capacidad de conceptualización y nitidez de los portafolios de la Matías. ¿Cómo era la oferta laboral para los diseñadores en esa época? ¿En qué campos? Al principio nos contrataban como dibujantes pues no se conocía el rol de diseñadores, los campos de acción estaban enfocados a la

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publicidad y la ilustración, como la Escuela de Artes Aplicadas, me concedió una beca a la Universidad de Boston, cuando yo regrese me incorpore al trabajo de dirección de artes ya utilizando el medio digital, la demanda de trabajo fue creciendo hasta que puse mi empresa. Para cumplir mi compromiso asumí la catedra de tipografía aplicada y la adapte a lo que había aprendido y en la Escuela había una PC en la que practicábamos. Luego busque que Apple nos regalara máquinas para la Escuela y con la donación la Escuela puso el laboratorio de cómputo de la Escuela cuando estaba Rosemarie Vázquez.

¿Cómo eran sus clases? ¿Cómo se vivían las clases? ¿Utilizaban algún método de enseñanza - aprendizaje?

¿Qué fue lo que más disfruto de estudiar en la EAA?

Aprendíamos haciendo, equivocándonos y volviendo a hacerlo hasta dominar el tema de la disciplina.

El ambiente de trabajo y las excelentes relaciones entre compañeros, autoridades y maestros. Teníamos los mejores profesores con mucho prestigio en el campo del diseño gráfico. Desde su punto de vista como estudiante, ¿cómo era ser estudiante de la escuela? ¿Cómo era su vida? ¿Qué era característico de la gestión de la Arq. Claudia Allwood? Ser estudiante de la Escuela era un compromiso personal con la excelencia, sentíamos que nos estaban preparando como profesionales de diseño y para que fuéramos consiente de nuestro papel en el medio como personas y representantes de la Escuela. A pesar que estábamos en medio de la guerra nunca faltaron los desvelos, el compañerismo entre todos, la alegría y la pasión por lo que hacíamos. ¿Se modificó el pensum de las carreras? ¿Quién lo había establecido antes? ¿Cómo se creó la nueva versión? ¿En qué se influenció? Fuimos viviendo la transición de un enfoque artístico a un enfoque más especializado de los pensum de las carreras. La Escuela era rigurosa en la preparación integral de los profesionales, hasta en el vestuario.

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En las clases había mucho respeto para los maestros, siempre se saludaba y éramos puntuales, nos divertíamos pero a la vez todos eran rigurosos en el dominio de las técnicas y en la práctica de la conceptualización, nos sirvieron mucho las clases de filosofía, sociología que nos hacían pensar. ¿Cómo se enseñaba? ¿Había alguna guía pedagógica?

Desde su punto de vista, ¿cómo era ser estudiante de la escuela? ¿Cómo era su vida? Era un orgullo ser de artes aplicadas, si eras bueno la escuela te ofrecía trabajo en empresas, todos queríamos ganar premios para presentarnos a los medios, la Escuela publicaba todos los premios que ganábamos y eso lo poníamos en el portafolio. ¿Realizó portafolio? ¿Cómo y adonde lo presentaron? Lo realizamos durante el último año de la carrera y se presentaba ante las autoridades de la Escuela e invitados. ¿En qué consistía el trabajo de graduación o tesis en la época? Fueron los años más duros de la guerra cuando presente mi portafolio en la escuela con el tema del papel del diseñador en la producción de sellos postales. ¿Cómo era estar en la escuela en esa época? Era un ambiente de camaradería entre todos los compañeros de todos los años, todos íbamos a ver lo que todos estábamos haciendo, era interesante ir a ver las clases de creatividad del primer ciclo y asistir a las clases de Francisco Flores por ejemplo.


¿Qué experiencias personales recuerda más estando en la institución como estudiante? experiencias y vivencias personales como estudiantes. Narrar 2 o 3 1. A veces se dificultaba ir a clase por los ataques de la guerrilla y uno tena que quedarse a dormir donde los compañeros cuando se hacían trabajos de grupo porque era peligroso salir de noche. 2. Las celebraciones del día del estudiante que eran divertidas. 3. Las desveladas haciendo trabajos de teoría de color y de ilustración. ¿Recuerda algún nombre de concurso o certamen de diseño de la época? Gané varios premios en el concurso que se llamaba “creatividad” de la ASPM. También, estaban los de la feria internacional para el afiche y otros internacionales.

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MARTA EUGENIA VALLE

ENTREVISTA REALIZADA POR LA COORDINACIÓN DE INVESTIGACIÓN DE LA EDD A

Nos la jugamos (y era el grupo más grande, y por lo tanto más nutrido, que entraba a la Escuela) decididos a ser los realmente diseñadores acá en el país. Esta es la foto en… el grupo de diseño ambiental, quiero ver… sí, estas son las que se graduaron de diseño ambiental, sí, todas ellas son de diseño ambiental. Este no sería mi grupo. Este fue el primer grupo, este; el otro fue el segundo… (Analiza las fotos)… Este fue el primer grupo de diseño gráfico, es que acuérdense que aquí están por especialidad también; este grupo, por ejemplo, donde está Hugo Martínez, Héctor Hernández con Mauricio Mejía y la esposa, todos ellos son de diseño gráfico, de ahí el otro grupo es mixto, de repente quedaban como grupos que quedaban sueltos de gente que tardó en graduarse, quedaban grupos chiquitos. Pero generacionalmente este fue el tercer grupo, el segundo grupo donde está Miguel Ángel Leiva, ya iba más grande… este es de diseño gráfico… quiero ver si esta María Elena, sí, este aparentemente solo es de diseño gráfico, de ahí este es de diseño ambiental… (Analiza las fotos) aquí está, este es, el que es de diseño gráfico, quiero ver… aquí hay de diseño ambiental, de diseño gráfico, aquí estamos mezclados. Es que yo creo… esta fue la licenciatura, fue el grupo multi-generacional que se juntó en el 87, sí, que nos unimos de distintas generaciones, digamos antes y después de mi persona, para ser licenciados. Si, pero lo que no hallo es de mi generación, ¿para atrás están las antiguas? …esta es, cuando salimos de diseñadores, aquí está todo el grupo con el que yo salí, que eran cuatro años, que era el título de diseñadores, que está la Patty, la Miriam, la Milagro, Edgar Santillana, sí todo este grupo… estas son de ambiental y de gráfico, Francisco Zayas, la Maru…

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¿Entonces como diseñadora usted salió con el señor Galicia y como licenciada ya estaba la arquitecta Allwood? Sí, porque cuando vino Claudia, ella se dio cuenta de que era insostenible ese título, que la gente lo que necesitaba era la licenciatura, y nosotros también, o sea que sí, tenía que ser una licenciatura; entonces ella gestionó con el Ministerio de educación un programa de absorción. Entonces en ese año, se llamó a todas las generaciones que nos habíamos graduado, que el que quisiera hacer la licenciatura ahora era cuándo; teníamos que hacer el quinto año verdad, como cualquier licenciatura, que nos iban a juntar a todos y efectivamente en esa foto, ahí salimos de distintas generaciones, ya los que nos animamos a terminar la licenciatura. ¿Todos lo que salen en la foto eran licenciados ya? Si, ya ahí, donde salimos con Hugo Martínez, Rosemarie y yo, es foto de licenciatura. ¿Entonces usted vivió las gestiones de Roberto Galicia y Claudia Allwood? Como estudiante, era secretaria de la Escuela Claudia Allwood, y era director Galicia, después fue Claudia la directora, y me licencié ahí, pero acuérdese que yo ya estaba trabajando, ese último año yo ya había salido… había salido en el 84, tenía 2 o 3 años de estar trabajando; entonces regresé y estudiaba y trabajaba. Trabajaba en esa fábrica que le digo y como diseñadora gráfica, me tocaba hacer de todo, hacíamos toda la imagen gráfica. Todos veníamos a estudiar en la noche, todos estábamos trabajando ya, eran noches y fines de semana, era divertido, se gozaba ahí, más con las bromas de Hugo Martínez, que siempre fue tan divertido, nos reíamos y sufríamos también, fue duro. Pero ya después


de eso, pues tuvimos la alegría de hacer otra tesis, bueno yo hice una tesis para graduarme de diseñador, otra para graduarme de la licenciatura y después para graduarme de la maestría en USA; eso me ha ayudado, mucho para irme perfilando ahora que soy investigadora, y de hecho cuando yo ya me trasladé al centro de investigación tenía como uno o dos años de ser investigadora aquí, de eso hay una serie de artículos que escribí estando aquí, que pueden dar una idea del tipo de discusión que tenía todavía en mis clases con relación al diseño de productos, que me estaba abriendo más al tema de la tecnología, de irse preparando para trabajar industrialmente. Dejé de ser secretaria en el 95, trabajé todo el tiempo fuera de la Universidad, a pesar de que virtualmente yo trabajaba aquí medio tiempo desde el 96 en adelante, hasta el 2004 siempre venía a las dos de la tarde y me iba a las seis de la tarde, todos esos años porque yo trabajaba fuera; trabajé como jefe del departamento de artes visuales de la dirección nacional de artes de CONCULTURA. Después de que obtiene la licenciatura, ¿le dan algo? No estuve en el acto, ya estaba en USA, hice todos los exámenes y gracias a Dios me dieron la beca y regresé tres años después, con la agenda de apoyar el diseño de producto artesanal; Rosemarie habló a mi casa, fue sorpresivo, tenía una semana de haber venido, todavía estaba pensando qué iba a hacer y esa fue la disyuntiva, yo venía con todas las ganas de montar mi estudio de diseño y hacer una obra artística y visual, ya había tenido una primera exhibición como requisito de graduación en la galería de la Universidad de Carolina del Norte; pero sí, fue interesante para mí, en ese momento, dirigir mis energías a apoyar en ese sentido porque le había dado mucho pensamiento, y cuando vi cómo estaba el currículo y todo, sí pensé que podía aportar.

Candel, y yo trabaja la parte de joyería y bisutería. Con la licenciada de Candel tenía mucha comunicación, me recuerdo que era bien interesante, siempre teníamos reuniones para combinar, para ir platicando de la calidad de lo que se estaba haciendo, cómo mejorarlo… era muy intenso, en realidad pasábamos metidas aquí hasta el domingo, era muy intenso. ¿Cómo era la oferta laboral en esa época? Tuve la suerte de ver cómo surgió, porque antes de mi generación ya habían salido dos y empezamos a ver los primeros trabajos. Tuve el gusto de ver por primera vez en el periódico “se solicita una plaza de diseñador gráfico”, eso fue maravilloso porque eran dibujantes autodidactas los que tenían ese puesto, y fue maravilloso cuando ya empezaron a tomar en cuenta a los diseñadores gráficos; y ya cuando fui secretaria de la Escuela ya se estaba consolidando la oferta de trabajo y estaban todos interesados en trabajar en agencias de publicidad. Creo que después de esa generación también se creó esa área creativa, el primer estudio de diseño gráfico, puramente de diseño gráfico externo a una agencia publicitaria, y de ahí para allá ese modelo de trabajo se ha venido consolidando a tal grado que, entiendo yo, que es la mayor tendencia de grupo o personas individuales que ponen su oficina de diseño gráfico; ya no es tanto como antes que todo el mundo quería tratar de estar en una agencia publicitaria.

¿También empezó como docente en esa época?

En el caso de Rosemarie y mío siempre quisimos trabajar en freelance, tratamos de poner nuestra primer oficina, ella sí tuvo muchos clientes como diseñadora gráfica antes de ser directora de la Escuela, yo me dediqué bastante a mi trabajo como diseñadora gráfica y de producto; nos juntamos cuando ella me llamó para ser secretaria de la Escuela y ella como directora, así que unimos nuestras experiencias para crear una consolidación de las carreras de diseño y vincular.

No, yo empecé a dar clases en esa época, y di diseño de joyería, diseño textil y diseño de cerámica. En el año en que los alumnos recibían su concentración en algo de metales, la mecánica de banco, eso lo daba con un especialista, un técnico, lo daba

Yo creo que un aporte bien importante que se hizo generacionalmente con esa administración de la Escuela y ese equipo de coordinadores fue el abrir la Escuela mucho más al campo laboral, a hacerlo más dialógico con cosas como el portafolio.

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También internacionalizarnos, comunicarnos con las asociaciones internacionales de diseño, participar en concursos internacionales, y también con la empresa privada, invitar de las gremiales industriales y también gubernamentales a que estuvieran acá en la Escuela , que conocieran lo que se hacía… hubo los primeros acercamientos con la MYPE y el arranque con el programa, donde ellos empezaron a contratar consultores graduados de acá, para dar consultorías de diseño, ya desde esa época se empezó a dar. Entonces me parece que quien tuvo la misión de crear la escuela fue Claudia Allwood, de expandir los programas, de tener la feliz idea de la creación de diseño de producto artesanal, y consolidarla; nos tocó al equipo donde yo participé con Rosemarie, al equipo de coordinación, y más adelante ir avanzando porque el escenario de oferta educativa en diseño gráfico cambió totalmente, empezaron a especializar las escuelas de diseño en áreas, se diversifico el diseño del país, la oferta… si bien es cierto está formada por bastante graduados de acá de la Escuela como docentes, también empiezan a llegar otro tipo de profesionales que introduce la Escuela Mónica Herrera, ya internacionalización por parte de, por ejemplo la maestría que se abrió en la Don Bosco. Siempre me parece hay una distinción de esta Escuela con el programa de producto artesanal, que tiene posibilidades de seguir creciendo y consolidándose con algunas adecuaciones, como por ejemplo la creación de las especialidades artesanales, que me parece que es una emergencia en el país, que a esta escuela le tocaría hacerlo como siempre, manteniendo el liderazgo, porque parece ser que está la tentación de seguir eternamente en el grado donde un especialista conoce todas las técnicas y que el eje es el proceso del diseño. Creo que esta vez le toca a la Escuela moverse hacia la creación de especialistas; aquí no son especialistas, o sea aquí se ve un poco de cerámica, de textiles, de metales… yo creo que la licenciatura de diseño de producto artesanal tendría que moverse a crear especialistas en las áreas, y para eso tendrían que entrar desde el primer año a hacer diseño y en tercer año empezar la especialidad; eso lo necesita el país, porque lo que está pasando es que en los centros

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artesanales, se están envejeciendo los artesanos, los jóvenes no quieren especializarse en eso porque, claro, como cualquier ser humano, quieren superarse tenido su carrera, su profesión. Por el hecho de que no hay oferta a nivel de educación superior tampoco los jóvenes en los centros artesanales tienen la opción de especializarse aunque les guste; por un lado, y por otro lado al usted ver que no está profesionalizado en algo no ve cómo puede vivir bien en eso. Creo que se va a crear una oferta nacional en el instituto superior de las artes en técnico, pero ellos siguen con la misma idea de un poquito de todo y eso no termina siendo lo que el país necesita, el país necesita ya gente bien especializada a tope en cada área artesanal, que sea el relevo, que apoye, que recupere y rescate y ponga en valor todo lo que el maestro artesano está trabajando en las comunidades, que lo capitalice como nueva generación… ojalá que den ese paso. Ya en el área del diseño gráfico tienen que moverse hacia todos los nuevos campos del diseño e igualmente crear especialidades, porque ya los diseñadores gráficos generalistas no son suficiente, está pasando lo mismo. Y el diseño ambiental ya es más prometedor, el título, con ese contenido general, porque ellos sí son un tipo de conocimiento que se acomoda muy bien desde diseño de mobiliario hasta pasar por diseño ambiental en el ámbito comercial y el residencial, y eso siempre ha sido así, y no necesita estar especializado y hay demanda en todo eso, y pueden estar trabajando moviéndose de un lugar a otro sin ningún problema; pero en diseño gráfico y en diseño de producto artesanal claramente hay que hacer algo al respecto porque si no quedan en desventaja. Bueno, primero se les hace un mejor servicio al país en el ámbito artesanal y en segundo quedan en desventaja cualquier especialista directo de cualquier otro país hasta como consultor para empujar aún más la calidad del producto artesanal aquí… obviamente siempre va a hacer más promovido el consultor extranjero que venga especializado en cerámica a asesorar a los artesanos ceramistas, que el diseñador artesanal graduado de la Matías generalista, es que así es; por eso es que hay que dar ese segundo paso.


¿Cómo era ser estudiante?

¿No se pronunciaba la palabra diseño?

Era bien interesante, una de las cosas hermosas que tenía es que éramos pocos, estábamos en una casa que se llamaba Istmania y entonces ahí nos conocíamos todos y siempre nosotros admirábamos mucho el trabajo que estaba en último año, eran gente que era muy abierta, los que estaban más avanzados y con niveles superiores de expresión artística, que eran ya prácticamente pintores, como Héctor Hernández y Mauricio Mejía; también había otro diseñador muy bueno que estaba en la generación después de ellos.

Cómo no, sí, definitivamente sí; de hecho, estaba una maestra que acaba de graduarse de diseño gráfico en Italia, Patricia Martino, fue mi maestra, también el señor Cole, que era de los publicistas que era importante aquí en el país. A la generación de nosotros se le hizo un gran énfasis que había un giro hacia el tema de comunicación gráfica, porque de eso íbamos a vivir, de imagen gráfica y corporativa, así que sí se agradeció que hubiera un buen equilibrio entre lo artístico, porque nos hacía volar, nos gustaba mucho la ilustración.

Era lindo cómo compartíamos con todos, de hecho se hizo un stand de la escuela en una feria internacional, debe haber sido ahí por el 83-84; fui privilegiada de que me admitieron en el equipo de último año, tenía unas grandes ansias de aprender, ellos lo miraban, entonces siempre nos promovían, impulsaban para participar en los primeros concursos de publicidad donde podíamos participar con lenguaje gráfico; ahí se empezaron a ganar los primeros concursos de afiches.

Me encantaba mucho la ilustración, desde antes traía el interés por las artes visuales, entonces cuando me introduje en el diseño de producto artesanal, creo que el hecho de haber estado los primeros semestres de mi maestría en artes, me hizo acercarme más y consolidar más esa necesidad de comunicar a través de una obra artística visual libre, no diseño gráfico, y ver la diferencia y tener claro qué es una cosa y la otra, y dónde se juntaban las dos.

Lo otro es que era súper agradable porque los estudiantes tenían que ir con saco y corbata por cualquier cosa, había un compartir de información porque no había acceso a internet, entonces cada vez que alguien traía un libro nueva o una revista especializada, se quería que el compañero, independientemente de que generación era, lo compartiera; de hecho, había una pequeña biblioteca que tenía libros de arte en general porque al principio no estaba muy claro que era para diseño en sí mismo, además de que sí había un componente artístico muy fuerte, estuvo Negra Álvarez, Miguel Ángel Orellana, Armando Solís, Pedro Acosta, de maestros; todos ellos eran de dibujo natural, también estuvo el maestro Garcia Ponce, que por cierto él fue el que nos introdujo a todo lo del arte contemporáneo gestual al pop art. Entonces sí era una vivencia media artística, además de que los compañeros que estaban atrás ya hacían exposiciones, ya tenían relaciones con galerías y todo eso, entonces como que había una influencia y énfasis en el tema artístico.

En Istmania era ese convivio multi-generacional, muy cercana la figura del director, hacíamos visita de campo con la asignatura de arqueología, la cual es muy importante porque la formación visual de cualquier diseñador del país, si no pasa por valorar, apreciar y ver la joya visual e histórica que es el arte prehispánico de acá, entonces no entiende nada, porque si eso no lo mueve y no entiende todo lo que se junta ahí , o sea el tesoro y ese nivel de resolución como arte, como religión, como cultura, le pone como la vara alta, o sea no podemos crear menos de eso los que nos dedicamos a comunicación gráfica en el país, por eso yo siempre he creído que esa asignatura es fantástica; esta materia nos la dio Manuel López. Cuando ella entro se desarrolló un cursillo, era general para toda la Universidad, era un requisito de entrada, pero cursillo para entrar a la escuela se estableció en la época de Rosemarie y siempre estaba el número mágico, que sabían que la capacidad de la Escuela era de tener 300 alumnos, entonces pues se aprovechaba ese cursillo para que los que venían con pre-saberes más sólidos se reflejaran mucho en el cursillo y en el portafolio que se hace al terminar el cursillo; eso se estableció en esos años, y eso fue garantizando que se podían admitir como 80 por año, a pesar de que habían solicitudes como de 200 personas.

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Es fundamental esto que están haciendo de recoger la historia de la Escuela, porque ya sabemos que la historia del diseño en El Salvador pasa por los primeros 20 años casi, de la Escuela que fue la única escuela de diseño en el país. En la gestión de la arquitecta Claudia Allwood, fue que convocó a la licenciatura. Sí era diferente de mis años como estudiante porque primero ya no estábamos en Istmania, estábamos en el campus actual, y de ahí todos estábamos trabajando, trabajábamos y estudiábamos; entonces todo estaba diseñado para eso, para trabajar y estudiar.

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AUTORES: 90

Michelle Alexandra Gallardo Díaz Eduardo José Mejía González


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