Estilo Rústico

Esta tendencia no es novedad pero el paso del tiempo hace que nunca pase de moda y acentúe los materiales.

Lo rústico está vinculado a la naturaleza, por ello los espacios se vuelven cálidos para poder disfrutarlos como tal.

Su origen proviene de las zonas rurales donde lo campestre predominaba en los ambientes. Hoy en día, todos anhelamos tener una mesa o armario de campo, esos de madera noble y fuerte que se lucen por su misma presencia.

La madera es el material fundamental de este estilo. También puede predominar el mimbre, piedra o cerámica. La durabilidad de estos ayuda a no tener que ser reemplazados a corto plazo.

Su restauración permite reutilizar piezas manteniendo su esencia. La técnica de decapado, que consiste en ir descubriendo capas de pintura vieja permitiendo igualmente que la madera se luzca, es una buena aliada.

Los tonos que ayudan a destacar el estilo rústico varían desde los blancos, hueso y beige logrando ambientes más cálidos y confortables. Los negros, grises o marrones pueden generar oscuridad y reducción del espacio, pero también son utilizados en este estilo.

Siempre es importante saber la cantidad de metros que tiene el ambiente para poder realizar la elección de los tonos. En espacios chicos y oscuros mejor utilizar tonos claros. En ambientes espaciosos y con mucha luz puede ser buena opción los oscuros.

Los detalles decorativos pueden ser marcos de espejos envejecidos, cestos de mimbre, alfombras de yute. En cuanto a lo textil, lana, lino o algodón pueden utilizar en cortinas, mantas o pie de camas.

Este es un estilo que perdura atravesando el paso del tiempo, así como los muebles que lo componen.

¿Qué sí y qué no?

SÍ a la madera utilizando muebles de estilo simple. Cuanto más desmejorados, mejor.

NO colores, solo neutros.

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