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Osvaldo Príncipi en 7 rounds
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TRADICIÓN DE FAMILIA Andrea Prodan, sobre Romapagana y Luca
Entrevista a Edgado Mocca Contra la zoncera del vértigo
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El taller de los artistas Marcia Schvartz
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¿Prostitución es trabajo? 39. Georgina Orellano, de AMMAR 41. Lohana Berkins
21. La Simón Bolívar “Nuestra patria es América”
5. Editorial 14. Banco de sangre
Cuento con historia, por Pablo Malizzia
16. Diciembres Por Rocío Alterleib
34. Los 43 desaparecidos
de Ayotzinapa
“El pueblo no come vidrio”
Conservatorios. Por Ricardo Capellano
Por Guadi Calvo
37. eH?
49. Patricio Etchegaray
43. Entrevista a
52. Redes, movimientos
Gabriela Cerruti
Dos modelos de Ciudad en debate
18. Fernanda Vallejos
48. Microartículo 46:
46. Teatro dentro y fuera
de la cárcel
“Argentina está enferma de capitalismo”
y tecnopolítica Por Leandro Soto
56. Carlín
Dirección: Julián Saud, Damián Cots, Santiago Mouradian, Natalia Morandeira. Editores: Natalia Morandeira, Ignacio Ibáñez, María Eugenia Mastropablo. Correctora: Lucía Manusovich. Consejo de redacción: Julián Saud, Santiago Mouradian, Damián Cots, Silvana Jáuregui, Manuel Izraelson, Ignacio Ibáñez, Natalia Morandeira, Nicolás Capusotto, María Eugenia Mastropablo, Facundo Daelli, Camila Sánchez, Jimena Riveros, Facundo Benedetto, Guadi Calvo, Rocío Alterleib Granda, Lucía Manusovich. Colaboradores: : Pablo Román Malizzia, Ricardo Capellano, Alejandra Budiño, Guido Schiappacasse, Luisina Colombo, Leandro Soto. Ilustraciones: Sol Re, Leandro Gillig, Germán Pasti, José Vera, Julián Mono, Luciano Giráldez. Fotografía: Nicolás F. Blanco, Julia Filippone, Véronique Pestoni, Gisela Mouradian, Camila Sánchez, Juan Cruz Keller, Sebastián Rodrigo, Fabiana Solano, Damián Cots. Dirección de arte y fotografía: Véronique Pestoni, Durazno González, Leandro Gillig. Ilustración de tapa: Pablo Lobato. Carlín: Escribe: Diego Cots. Diseño: Durazno González, Federico Rombolá. eH? Leandro Gillig. Diseño: Ojo Sideral Diseño Gráfico Producción: : Camila Sánchez, Manuel Izraelson, Nicolás F. Blanco, Gastón Vera, Gisela Mouradian, Nicolás Capusotto, Nicolás F. Blanco, Diego Mandarano, Elena Fernández, Johana Cura. Administración: Matías Sbora. Agradecimientos: :Museo del Libro y de la Lengua (Biblioteca Nacional Argentina), El Tano de Arriba Bar, Ana Diez, Juan Carlos Junio. WEB www.hamartia.com.ar En nuestra web podés acceder a las notas de este número y los anteriores, así como notas adicionales y material audiovisual. La revista puede consultarse en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional Argentina. E-MAIL info@hamartia.com.ar @revistahamartia /hamartiarevista
Revista Hamartia es parte de la Asociación Civil Hamártires de la Cultura, con domicilio en Díaz Vélez 4550 Dto. 2 (Ciudad de Buenos Aires). Teléfono: 11-4958-1759 Impreso en Guttempress Tabaré 1760/72 (1437) Ciudad de Buenos Aires
CUBA La maldición de Fidel El desarrollo es un problema político. Cada vez que un gobierno latinoamericano se enfrenta a las urnas se pone en juego un conjunto de ideas. ¿Son las élites o las grandes mayorías? ¿Es el capital o los seres humanos? ¿Estado o Mercado? Hoy, una ex guerrillera encarcelada y torturada en la dictadura dirige a Brasil. La hija exiliada de un General patriota, asesinado en las mazmorras pinochetistas, conduce Chile. Un guerrillero con seis balas en su cuerpo y 14 años de encarcelado y torturado lidera Uruguay. Un descendiente aymara permanentemente marginado y perseguido vence y arrasa en Bolivia. Un sencillo chofer ya no conduce colectivos, conduce a Venezuela. Las guerrillas nicaragüense y salvadoreña derrotadas en los 80 hoy gobiernan sus países. Néstor Kirchner, parte de una generación diezmada por la dictadura genocida, no dejó sus convicciones en la puerta de la casa de gobierno y hoy la primera sede de UNASUR lleva su nombre. Distintas historias pero un destino común: la unidad y la integración. La reciente noticia de que Cuba volverá a entablar relaciones políticas con los EE.UU. es fruto de esta unidad que empieza a dar sus primeros pasos. Las gestiones se mantuvieron en el más absoluto silencio y sin la menor filtración de información. Los diarios titulaban con asombro el intercambio de prisioneros entre los dos países y la reanudación de las conversaciones. El reclamo de más de una década por los cinco presos cubanos, encarcelados injustamente por defender a su país de la mafia cubano americana que reside en Miami, llegaba a su fin con el regreso de los últimos tres presos a Cuba. El bloqueo económico y el hostigamiento por más de 40 años hacia la isla condenó a ese pequeño país a resolver sus necesidades sorteando inagotables obstáculos. Sin embargo,
en términos científicos y sociales desarrolló logros que superan a los de muchas de las principales potencias. No sólo se les prohibía el comercio con EE.UU. sino también con cualquier país que luego pretendiera comerciar con EE.UU. Al igual que en el caso argentino de los fondos buitres, los yankis dictan leyes o sentencias, dependiendo el caso, que tienen efectos extra territoriales, como si fueran los dueños del mundo. Bloqueo de ideas Después de la caída del muro, las apuestas eran cien a uno contra Cuba. Era cuestión de días que esa isla cayera. La política de los EE.UU. había triunfado en el mundo y le había infligido una contundente derrota al campo socialista. El neoliberalismo tenía abierta la cancha para llegar a cualquier rincón del planeta. Así, ya no había límites al desarrollo feroz de la explotación y el saqueo. Fukuyama lanzaba su triste y celebre frase: “el fin de la historia”. Contra todos los manuales y las predicciones de los gurúes del mercado, Cuba no se cayó. Aguantó y se sostuvo pasando momentos muy duros, llevando adelante situaciones de necesidad que harían dudar al más revolucionario de todos. De manera pacífica, el gobierno cubano logró torcer el brazo del imperio en las votaciones en la ONU, consiguiendo que la mayoría de los países votasen en contra del bloqueo. La lucha del pueblo cubano por elegir su propio destino fue severamente castigada por EE.UU. durante más de 50 años y con el peor de los bloqueos. Los países latinoamericanos que se animaron a desoír las imposiciones de los norteamericanos también debieron enfrentar la desestabilización y las maniobras extorsivas del imperialismo, como en el caso argentino con los fondos buitres, los golpes de estado en Honduras y Paraguay o los intentos fallidos en Ecuador, Bolivia y Venezuela. A Venezuela, además, también se le aplicaron sanciones económicas para boicotear al gobierno de Maduro. Estos ejemplos son un nuevo capítulo de la misma batalla, una batalla
de ideas, de concepciones sobre qué sociedades queremos construir. En esa batalla Fidel fue un pionero que supo contagiar de rebeldía a todo el continente y dio lugar al surgimiento de nuevos liderazgos. En definitiva, reanudar las relaciones entre Cuba y EE.UU. es un logro de toda América y, en concreto, de los presidentes de la región que han presionado públicamente y en privado al gobierno norteamericano para que le diera una salida al conflicto. Esta nueva articulación latinoamericana fue impulsada por Fidel ya desde la coordinación de la resistencia al ALCA, donde Hugo Chávez, Néstor Kirchner y Lula fueron los otros protagonistas de la derrota de Bush. Chávez, Kirchner y Lula armaron los primeros encuentros que darían forma a UNASUR, el primer intento de institucionalizar la unidad sudamericana. Ese sueño subestimado por los medios se abrió paso hasta su consolidación. Hoy podemos ver cómo esa unión estratégica tuvo un saldo positivo, proponiéndose la integración económica pero con un claro posicionamiento político.
que hoy tiene. Por primera vez en la historia de la humanidad, y particularmente en nuestra América, la pobreza no es fruto de la escasez de recursos ni de catástrofes naturales sino de sistemas injustos y excluyentes. Esta nueva realidad nos impone nuevos desafíos. UNASUR es la unidad de 400 millones de personas en 17 millones de km². Con sólo unirnos podríamos formar la cuarta economía del mundo con el 6% del PBI mundial, un tercio de las fuentes de agua dulce del planeta, el primer lugar en la producción de alimentos y con reservas de hidrocarburos para los próximos 100 años. Para Cuba, esta es la oportunidad de profundizar el socialismo, pero para América, es la oportunidad de librarse definitivamente de los condicionamientos yanquis. Como dijo Rafael Correa, tal vez los europeos tengan que explicarle a sus hijos por qué se unieron, pero nosotros deberemos explicarle a los nuestros por qué nos demoramos tanto.
Conclusiones Los cubanos eran el ejemplo en esos momentos de desesperanza, eran el faro que alumbraba apenas sobre las costas de América simulando el norte de un continente que tenía que encaminarse a su definitiva independencia. América toda ha dado un certero golpe al centro del imperio y lo hizo con sus propias herramientas, pacíficamente y con la unión de las naciones. En ese marco, el gesto del Papa de acercar las posiciones no se puede leer como una operación política, fue una acción que sumó proporcionalmente al resultado. Cuba jamás hubiera podido llegar a este punto de acuerdo sin una América con las características
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Escribe: Guido Schiappacasse Fotos: Juan Cruz Keller
El boxeo le permitió conocer todo. Vivió lo más alto y lo más bajo, conoció a los maestros del boxeo. Osvaldo Príncipi nació en 1956 en la ciudad de Mercedes. Con 42 años de carrera, es uno de los periodistas y a la vez relator más reconocidos en la Argentina. Trabajó en TyC, en la TV Pública y en varios medios gráficos, entre los que se destacan el diario La Nación y la revista Guantes (EE.UU.). Vivió en Estados Unidos y tiene decenas de coberturas por títulos del mundo en ese país. Tuvo la oportunidad de conocer a personajes que van desde Carlos Monzón hasta Maravilla Martínez. Alguna vez comentó que su lugar en el mundo son Las Vegas y declara estar muy conforme con el camino recorrido. En esta nota, habla de esa licuadora popular que es el boxeo.
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Contanos un poco acerca de este camino tan largo que recorriste. El presente y el pasado es un poco una ligadura de mi vida. A veces uno se pregunta si alcanzó o logró la meta… Cuando yo comencé con este sueño del periodismo deportivo volcado al boxeo, solamente al boxeo, si me hubiesen dicho que mi obra periodística iba a tocar los temas que finalmente tocó, “¿Estás conforme?”. Yo hubiese dicho: “Muy conforme”. Hoy es lo que tengo que responderte al comenzar esta nota. Estoy muy conforme porque el boxeo me permitió tener la suficiente capacidad para sobrevivir a las pensiones de Congreso en 1979 cuando yo vine a vivir a Buenos Aires, como para tener equilibrio y disfrutar de la inauguración del Hotel Mirage en Las Vegas o del Mandalay Bay en Atlantic City. Eso tiene el equilibrio de haber conocido lo más bajo para después tocar lo más alto y poder decir “Me lo gané”. A veces uno ve carreras meteóricas, que por ahí no valoran, ni se valoran a sí mismas por estar donde están, por ahí no les costó décadas llegar a donde llegaron. Lo mío fue un trabajo de décadas. A mí, cuando me preguntan sobre mi primera vez, más que recordar mi experiencia sexual recuerdo mi primera noticia leída. Yo debuté leyendo en enero de 1972 que Carlos Monzón se iba a pelear a Roma con Denny Moyer [Monzon ganó por KO5]. Estos 42 años de carrera los hice con la misma responsabilidad
profesional que cuando cubría los entrenamientos de los boxeadores de Mercedes. Hay un rédito final que es saborear el esfuerzo. Son 42 años de carrera, cuidada, esforzada, de menos a más, de muy menos a muy más y todo eso me permitió un equilibrio de disciplina, responsabilidad y juicio, como para evaluar una pelea, la carrera de un boxeador, de un periodista, más allá del momento y del acontecimiento. Todo eso me dio mi carrera. Es un poco una síntesis. ¿Tu lugar en el mundo es Las Vegas? ¿Es verdad que si tuvieras mucha plata invertirías en un club nocturno ahi? Ya no invertiría porque a los 57 años no se puede empezar una carrera de cero, lo lamento en el alma. Yo tuve oportunidad de quedarme a vivir en Las Vegas: no lo hice y no me equivoqué. Pero Las Vegas era una ciudad chiquita cuando fuimos por primera vez en el 85, tenía 120-150 mil habitantes. Tenía 10 o 12 casinos potentes y los otros chiquititos. Se dividía en Las Vegas nueva, que es la ciudad que hoy tiene los casinos y sedes de todas las peleas y Las Vegas vieja, donde estaba el hotel aquel del vaquero que marcaba con el pulgar extendido los avisos de los cigarrillos que veían en Argentina. En Las Vegas me siento local, me siento en mi hábitat y en las peleas me siento idóneo. Ahí me siento feliz, seguro, como en casa. En las peleas por el título del mundo me siento muy fuerte y muy joven. No es una ciudad donde salgo a la calle y todo es vicio, es droga, es prostitución, es alcohol. Es diversión, energía, espectáculo, hay lucimiento. Es estar rodeado de los escenarios donde en todos hubo un capítulo o parte de una historia pugilística, eso para mí es importantísimo. Es mi lugar porque es mi felicidad y después, sí, es noche, diversión, que también es parte del lugar en el mundo. Por otra parte, hoy miro alrededor y ya soy uno de los periodistas más viejos. Porque lamentablemente, y por una decantación sentida de retiros y muertes, uno va quedando como uno de los más veteranos cada vez que va ahí y cuesta encontrar un interlocutor válido para hacer trabajos históricos. Hoy uno trabaja sobre Pascual Pérez y Eduardo Lausse, me refiero a la década del 50, y cuesta encontrar un interlocutor válido.
¿Por qué decidiste no vivir en Las Vegas? Lo decidí porque mi idea era vivir en Nueva York, en el año 1986. Tenía una propuesta para trabajar en el diario Noticias del Mundo, que es uno de los dos diarios hispanos de Nueva York. John Romero, el comentarista de HBO en español, tenía la revista Guantes y me había dado un trabajo de 400 dólares, que me ayudaba a tomar un poco de independencia. De a poquito me fui ubicando. ¿Cómo ves la situación del boxeo argentino a nivel mundial? La eclosión que tuvo el boxeo argentino a nivel mundial fue primero por un relanzamiento a nivel local, porque Maidana y Maravilla Martínez se convirtieron en boxeadores tremendamente consumidos por la gente. El público que estaba en estado quejoso, ahora está eufórico y se fue metiendo de a poco en el boxeo. Como en los tiempos de Galíndez, de Monzón y de Nicolino. Lo que se vivió en las Vegas con esa victoria de Maravilla- Chávez, le dio nivel de consumo y popularidad, un nivel superior al de Monzón-Valdez. No alcanzó el ribete de importancia histórica, pero a nivel pasión sí lo superó. Lucas Mathysse que llegó con García, también se metió para formar un triángulo de comparación. Entonces, creo que este es un gran momento, que no hay que buscar
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lo que viene, lo que dejará. Los momentos, son el momento. El boxeo se vive por el momento. Este es un momento donde Argentina tiene un gran consumo por este triángulo de Mathysse, Maravilla (que se terminó) y Maidana. Los eventos vividos son excepcionales y corresponden a este tiempo. ¿Y a nivel local? La industria del boxeo en la Argentina tiene un nivel excelente. Lectoure (Tito) decía que sin televisión nunca había gran boxeo. Hoy televisión sobra. Lo que falta es talento organizativo, falta el conocimiento del armado de un boxeador. Hay promotores, pero lo que cuesta es la idea de cómo con un boxeo tan dividido se arma un boxeador competente. Puedo tener un boxeador con un buen récord, pero le faltan las materias dadas. Ma-
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durez, experiencia, pruebas pasadas con boxeadores expertos, la prueba internacional en el momento justo y ponerlo en el mercado internacional ya formado. Les sobra el elemento formativo, pero falta el talento para formar al boxeador en el representante, el programador y el promotor. Hoy tengo boxeadores que son lanzados al mercado internacional y sacando las excepciones, falta ese elemento. Nunca hubo tres televisoras fuertes, a veces tenemos viernes en que las tres compiten a la misma hora. La industria está muy bien, pero falta el golpe de horno justo al boxeador. Ese es el punto a favor y el punto en contra. El boxeo tiene un punto positivo en general, porque encontró aceptación en la gente, en la aceptación del boxeo en las políticas deportivas, ya sea de municipio, de gobierno provincial o nacional. Algo que décadas atrás no
pasó. Hoy el boxeo es un deporte más y eso lo ha favorecido. Hoy el boxeo participa en un juego Evita como cualquier otro deporte, hoy tiene su lugar en el Cenard y el boxeador comparte con la Leona donde come y duerme. Eso antes no lo tenía y esa integración a la larga se transforma en cantidad y esa cantidad en calidad. ¿Qué podrías decir acerca de la gente que practica boxeo? ¿Qué función viene a cumplir este deporte en la vida de esas personas? El boxeo es una oportunidad de regeneración social maravillosa y está dada en un montón de factores. Primero, que el boxeo es un deporte de puertas abiertas, no hay exigencia para practicarlo, excepto la sanidad física. Ahí está la primera preocupación por el boxeador. Acá no se pregunta ni de dónde vengo, ni hacia dónde voy. Ge-
neralmente cuando hay pasados turbios se trata de investigarlos y comienza la preocupación de todo el entorno, para tratar de ayudarlo. Sería una función que debería cumplir el Estado, pero la cumple la gente del boxeo, a la que generalmente no le llegaba nada del Estado y ahora le empieza a llegar un poquito de algo, porque se integra el boxeo a los sistemas de enseñanza barrial. De esta manera el muchacho empieza a crecer. Porque el gimnasio de boxeo lo que tiene es un sistema equitativo de fuerzas. En donde el más fuerte le enseña y protege al más débil y el más veterano se convierte en la guía del principiante. Sin siquiera pensarlo, un día se puso en esa función. Porque eso es lo del boxeo. El que sabe más ayuda al que sabe menos. Esa transmisión, que es un legado, queda y el que no está dispuesto a llevarlo se va. Entonces poco importa si llega a campeón o no, pero todo ese tipo de lecciones se van dando en una conducta de vida. También por la higiene, por bañarse, por ir lo mejor que se pueda al gimnasio. El campeón que tiene sponsor va dando sus remeras y haciéndose de un altruismo que no tenía, porque era el hombre hosco que llegaba al gimnasio y no decía ni buen día. Se fue cultivando, educando. Esto crecerá a medida que vaya recibiendo aportes, tendrá un enriquecimiento superior al que se tiene. En el boxeo se trata con todos, desde pequeños que a los 12 años entraron al reformatorio, con chicos que cumplieron cárcel y volvieron, con muchachos que sueñan con ganar un peso, con los que sueñan ser campeones, con fiscales o jueces que están saltando la soga porque les gusta estar bien físicamente, con artistas, con vagos, con aprovechadores. Es una licuadora que se mezcla todo, pero el factor común es ayudar al que lo necesita. Por eso creo que el boxeo es una salida para aquel que lo sabe leer. Lo puede aprovechar y encontrar una escuela de vida. Hablemos de los maestros del boxeo. Brusa representó a una generación de notables entrenadores que apareció a fines de los 50 y subsistió hasta que murieron. En los 70 ya se decía que no había maestros de los 40 y si leés la guía pugilística de los 40, decía que faltaban los maestros de la escuela europea del 20. Cambió la enseñanza del boxeo, porque cambió la técnica del boxeo. Hoy el boxeo es una fábrica más de peleadores que de
boxeadores, más de atletas que de artistas y más de hombres máquinas que de puristas y estilistas del ring. Eso es mucho más fácil que lo otro y requiere de menos sabiduría para explicarlo y armarlo. Antes el boxeador defensivamente conocía todo, sabia esquivar, lucir en cuerdas, especular, sabía boxear defensivamente. Hoy creo que el deporte apunta a ser más físico que técnico, en cualquier disciplina. Por eso Mayweather enamora, porque tiene los movimientos plásticos de los boxeadores de los 40 o 50. Los peleadores todos van a ser parecidos, pero los boxeadores se extinguen. Por eso Mayweather es distinto a todos, por eso Roy Jones tiene casi 45 años y la gente quiere ver como saca la izquierda y mueve las piernas. Es muy difícil enseñar a boxear, hoy se preparan robots de ring. Por eso Narváez sobrevive con su boxeo y por eso Maravilla pudo adaptarlo, porque tienen la base, que es difícil de enseñar. Cambió la enseñanza, porque los hombres de hoy saben más de preparación atlética que de preparación boxística. Hoy el preparador físico tiene tanta valía como el entrenador.
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Escribe: Santiago Mouradian Fotos: Damián Cots
Edgardo Mocca lanzó “Horizontes del Sur”, una revista de reflexión y debate. La revista como formato reivindica una forma de discurso y de comunicación que intenta poner distancias con el vértigo de la imagen. “No para rechazar y repudiar el canal de comunicación audiovisual, que es parte de la cultura contemporánea, sino porque hay situaciones y razones que sometidas al vértigo de lo audiovisual pierden sustancia”. Mocca identifica un peligro de deshilachamiento de la realidad, de fragmentación, pero señala que ese ritmo vertiginoso sigue dejando “un espacio abierto a una palabra que se tome más tiempo, que adopte una temporalidad más razonable para pensar procesos y no juzgar acontecimientos como si no tuvieran nexo uno con los otros.”
¿Qué lugar viene a ocupar Horizontes del Sur? Tendrá tres apariciones por año. Una temporalidad compleja, no podemos tratar los hechos de la coyuntura porque se desvanecieron cuando la revista está circulando. No es una herramienta convencional, del día a día, sino de escala intermedia entre la producción coyuntural y la producción teórica con más ambición. En ese sentido recorre una tradición que tiene antecedentes muy importantes como la revista Contorno, Pasado y Presente, La Ciudad Futura, la revista Unidos. Cada una de esas experiencias coincide con momentos de inflexión, de ruptura del pensamiento. Desde la revista Contorno, que empezó a salir al final del primer peronismo, Pasado y presente, que fue una especie de bisagra con el mundo de los 70, con el mundo de la revolución de masas y juventud de los 70, o La Ciudad Futura y Unidos, que desde el punto de vista
Entrevista a Edgardo Mocca
más vinculado al alfonsinismo o más vinculado a la renovación peronista tramitaron discursivamente el debate de los 80, la recuperación de la democracia. La revista sale en medio del debate sobre la continuidad del kirchnerismo. ¿Por qué eligieron este momento? Porque pretende ser un aporte. Esta revista tiene obviamente la presencia rectora de una estructura política, como es Nuevo Encuentro. Martín Sabbatella, al mismo tiempo que es el impulsor de ese partido, tiene por destino esa especie de transversalidad K que es Unidos y Organizados. Si uno dice relaciones
entre Horizontes del Sur con Carta Abierta también dice relaciones entre Nuevo Encuentro y La Cámpora, o entre la Cámpora y la Corriente para la Militancia. Son estructuras que se van formando por afinidades de tradición, de relación, de amistad, de discurso político, pero que, miradas
de un modo más macro, forman parte de un mismo complejo. Yo creo que es erróneo buscar fisuras o pensar en diferencias y cultivarlas porque uno
esté acá y el otro esté allá, cuando además se pertenece a un proyecto político asediado y hostigado por las estructuras más fuertes de la sociedad de clases argentina. Ahí hay un mensaje que tenemos que reconocer y cultivar que es el de la guerra contra el sectarismo. La revista está dirigida al fortalecimiento, la reproducción y la ampliación de la experiencia política de estos 12 años. Pretendemos que esa experiencia se establezca como una nueva identidad política, como un nuevo sujeto político, portador por supuesto de múltiples experiencias en las tradiciones populares y democráticas argentinas pero con señas de identidad propias, que vienen de haber pasado la época de los 70 pero también la contrarrevolución genocida que fue la dictadura cívico-militar del 76, con lo que eso trajo de experiencia política en materia de derechos humanos, de revalorización de la democracia. Horizontes del Sur también es heredera de esta incorporación al ideario y al imaginario social argentino de una expresión contundente del modo de vida democrático. Y eso quizás sea un punto de diferencia histórica respecto de otras experiencias que se desarrollaron cuando la
democracia no era un bien conocido colectivamente como esencial. La década del 70 traía su impugnación a la democracia liberal o la democracia burguesa como un modo secundario y sin trascendencia para la vida pública. Incluso en los 80, cuando instalada la democracia todavía había un interrogante sobre su capacidad de consolidarse. Tampoco se puede decir que estos sean tiempos donde
la democracia esté dada de una vez y para siempre, porque hay mucho trabajo desestabilizador de las mismas clases privilegiadas que produjeron todas las rupturas democráticas del siglo XX. Pero como certeza colectiva, la democracia ocupa un lugar diferente en Argentina. Frente a un momento de definiciones como el de diciembre de 2015, la revista hace un esfuerzo por pensar la realidad argentina insertada en una realidad de cambio mundial, de crisis de un paradigma capitalista,
neoliberal, instalado a fines de los 70 y 80 y que sigue vigente en el mundo, pero que a la vez está mostrando grietas profundas. Y cuando se dice crisis no se dice solamente problemas de funcionamiento, sino existencia de subjetividades que ponen en cuestión ese paradigma, no solamente desde la teoría y la denuncia sino desde la acción política. Hay un aire de reflexión común entre América Latina y las nuevas experiencias europeas… Horizontes del Sur es, por decirlo así, familiar de las iniciativas españolas, griegas, portuguesas, francesas, que empiezan a vislumbrarse como expectativas de poder a corto plazo. Paradójicamente los mismos países que exportaban certezas de su sistema político y económico miran ahora, por lo menos sus clases populares, la experiencia latinoamericana como una fuente de inspiración. Quizás por primera vez en la historia, se dan las condiciones para la gestación de una familia político-ideológica que no tenga el sello de la dependencia cultural, donde Bolivia, Venezuela, Brasil, Argentina, no están tratando de importar una teoría revolucionara de cualquier signo sino que hay un corredor transversal
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que recorre el mundo. Hay una especie de impugnación a un modo de sociedad, que traspasa las puertas de la iglesia católica y que tiene hoy en el actual Papa uno de sus voceros. La convergencia de la voz pública de un actor global influyente espiritualmente como la iglesia católica es un signo de la época. ¿Son nuevas formas de cuestionar al capitalismo desde perspectivas diferentes al marxismo clásico? Uno de los miembros del staff de Horizontes del Sur, Federico Montero, decía que en el ‘89 además de producirse un gran cambio de época con la caída del muro de Berlín, se había producido algo muy interesante desde el punto de vista del campo popular: la salida de las fuerzas populares del esquema ideológico político del socialismo clásico. Hoy ser crítico del capitalismo no significa la pertenencia estricta a una tradición ideológica, sino que se da desde múltiples historias. Las experiencias se funden no en una nueva ideología superadora como algunos pretenden, porque en esto está el pecado racionalista de los movimientos populares, especialmente del socialismo del siglo XIX: la idea de que toda la historia y la diversidad se pueden encerrar en un conjunto de coordenadas y de premisas que abarque a todos. Hoy la riqueza es que un líder católico como Chávez reconoció al peronismo y reconoció al socialismo cubano, y el socialismo cubano reconoce al Papa, y el Papa reconoce una diversidad y se junta con los movimientos populares de toda América Latina. Nuestra forma de aportar es ensayar un modo 12 que trate de levantar la cabeza de la lucha interpartidista y electoral,
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para pensar una línea más civilizatoria, que envuelva otras miradas desde las cuales nuestra realidad y nuestros conflictos toman una luz diferente. Se trata de salir de esa especie de zoncera sobre el episodio de ayer que hoy ya es borrado por otro episodio. La zoncera del vértigo, del show, es zoncera y a la vez es un modo de ser de esta sociedad y de esta civilización, por lo cual no la eludimos. ¿Una revista puede ser un organizador del dispositivo intelectual de este proceso? Alguien podría decir: “Estamos hablando de resucitar lenguajes y formas de la conversación política que perte-
necen a otra época”. Bueno, eso es siempre una discusión, porque está el tema de la validez de las ideas. Tenemos Carta Abierta, que es el máximo logro del mundo intelectual defensor del proyecto político del 2003, que junto con 6,7,8 conforman las respuestas más eficaces al discurso único. El discurso único sobrevivió buena parte de la experiencia kirchnerista. En 2008 con el conflicto del campo no existían lugares comunes: “la opo”, “la corpo”, “destituyente”. Hubo una construcción de lenguaje, ciertamente a veces un poco replegado en sí mismo y un poco dirigido a la propia tropa, problemas que tiene cualquier mensaje subversivo. Entonces, no sé si la aspiración es que la revista se convierta en un dispositivo intelectual, sino que fortalezca un dispositivo intelectual que ya se está construyendo. Ese dispositivo también incorpora elementos de las políticas públicas: la Secretaría que dirige Ricardo (Forster) es parte de la idea de que el Estado dedique fuerza y presupuesto a un debate público sobre nuestro ser, nuestra condición nacional, sobre la historia de nuestro pensamiento y sus perspectivas. Por supuesto, la revista no ocupa ese lugar porque es extra-estatal y es una revista polémica, dirigida a la generación de un campo propio pero también a la generación de un campo adversario. Carta Abierta incorporó sus documentos periódicos y ese es un modo de hablar. La revista no es un documento periódico, tiene secciones, colaboraciones de gente de otros países. Se va conformando un campo de nombres que entran y salen, que entran a la revista pero que ojalá entren también a la página web. En esto
siempre hay mucho de pensamiento utópico. Si uno hace nacer una nueva criatura político intelectual sin utopía, ya está muerta. Sin utopía, esto sería una revista para ver qué pasa estos meses y a ver cómo hacemos lo posible para que le vaya mejor al proyecto popular en diciembre de 2015. Eso no sería poco, pero es poco para el tipo de formato que nos propusimos, para la promesa que estamos haciendo. Las promesas, como se sabe, nunca se cumplen en plenitud, pero son el oxígeno que te hace laburar. Ustedes lo conocen porque hacen una revista. Si ustedes no tuvieran utopías y soñaran con qué lugar puede ocupar Hamartia en el universo de la palabra escrita, sería una revista, nada más. Una revista no está mal, pero cuando la revista tiene un sueño detrás de sí... El negro Portantiero siempre decía: “La revista no puede ser una colección de artículos”. Horizontes es un aparte más en ese sentido. Hace falta mejorar los diarios, hace falta tener una revista “Semanas”. Quiero decir, una revista que sea esto mismo que estamos haciendo, Hamartia, Horizontes, Carta Abierta, pero que tenga un corazón político y una vida que alimente este nuevo activismo que no tiene necesariamente un local, sino que es la gente que me para en la calle y se pone a hablar conmigo de 6,7,8. ¿Hacia dónde debe avanzar el universo kirchnerista? Históricamente tenemos que ir hacia una irreversibilidad del nuevo piso alcanzado. Irreversible en el paso que es contenido social, es distribución, soberanía frente al imperio. Cuando hablo del piso y lo irreversible estoy pensando también en la experiencia europea de posguerra, cuando se construyó el consenso socialdemócrata del Estado de bienestar, que ahora acaba de ser barrido por la troika europea, pero que fundó 30 o 40 años de historia. No les fue sencillo a las clases privilegiadas, ni aún después de la revolución neoliberal, liquidar las conquistas populares que vinieron después del exterminio de la guerra. Entonces, en un plan histórico necesitamos que, gobierne quien gobierne, el rumbo de reparación social de igualdad, en sus líneas esenciales, se conserve. En términos más inmediatos, ese proceso de irreversibilidad está pasando por una etapa de tensiones agudas. Acá, en Venezuela, en Brasil... A Dilma están tratando de voltearla vía “la cosa de la corrupción”, ese es el plan. Si vos le pegás a
Brasil, le estás pegando a la latita de abajo. En Argentina, a diferencia de lo que ocurrió en Bolivia o Venezuela, no hubo un momento refundacional surgido fuera de las entrañas del sistema político. Acá la solución de la crisis que produjo el neoliberalismo surgió dentro del sistema político y surgió dentro del peronismo, lo cual trae miles de contradicciones y de problemas pero a la vez es una fuente de viabilidad histórica impresionante. No hay ninguna liviandad respecto de la relación del kirchnerismo con la estructura tradicional, no mira livianamente, no mira solamente el horizonte histórico sino que mira mucho la política. Desde un punto de vista del horizonte del sur, alguien puede decir “esto tiene que terminar con una ruptura revolucionaria de la creencia peronista” y yo con esa frase, ya te digo, no estoy de acuerdo. Incluso mejor planteada, con una superación dialéctica como decía John William Cooke. Una cosa es en clave de reflexión teórica, tranquilamente se puede poner eso en la mira y discutirlo. Pero para contestar la pregunta en el caso argentino, sin irnos a generalidades, hay una realidad circunscripta por la política argentina, que es cómo hacer para pasar el Rubicón de 2015, cómo pasar esas elecciones sistemáticas que la democracia liberal representativa te obliga a dar, y que hemos asumido como nuestro suelo. Se está jugando la suerte de una amistad un poco paradójica y cubierta de tensiones como es la amistad de un grupo político, de un elenco político transformador argentino equivalente a Chávez, Lula, Evo, surgido de las entrañas del peronismo y del PJ. Después de ciertos intentos como fue la transversalidad y la concertación, se decidió que su fuente de recursos políticos electorales siga siendo el PJ. Entonces, en el 2015 estamos frente a las formas que va a adquirir esta amistad que a veces se vuelve trágica pero que es la amistad que permite que exista lo que existe. Y en ese marco, la revista también pretende poner en valor el movimiento político que surgió en estos años, en cualquier coyuntura que toque vivir.
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Escribe: Pablo Román Malizzia Ilustra: Sol Re
El 2001 había sido un año particularmente duro para los jóvenes. Si bien resultaba muy difícil conseguir trabajo para todos por igual, para quienes recién se incorporaban al mundo laboral resultaba prácticamente imposible. Millones de personas con mucha ma14 yor experiencia habían sido lanzadas al desempleo. En su lógica desesperación, se habían regalado por mo-
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nedas para ocupar puestos menores empujando –sin querer– a toda una generación de pibes y pibas a vagar sin rumbo en la más absoluta de las nadas. Pero ese diciembre Gustavo estaba contento: luego de meses de presentarse a incontables entrevistas, Gustavo había conseguido un puesto como repositor de verduras en una sucursal del supermercado “Día”
que quedaba a pocas cuadras de su casa, en la Tablada. Estaba contento porque a los 25 años, tras la trágica muerte de su papá en manos del cáncer, él había quedado como único sostén de su mamá y de su hermana. Pero su alegría duraría apenas una semana. Esa mañana fue a trabajar con cierta preocupación por lo que habían visto por televisión la noche
anterior: miles de manifestantes habían colmado la plaza del Congreso exigiendo la renuncia del presidente. Sus temores fueron rápidamente confirmados: el supermercado había sido completamente saqueado por vecinos desesperados por el hambre y al gerente de la sucursal no le tembló el pulso para despedir a todos sus empleados. Indignado, Gustavo volvió a su casa. Al llegar, se encontró a su mamá y a su hermana clavadas frente al televisor: una nueva manifestación estaba comenzando, esta vez en la Plaza de Mayo. Gustavo llamó por teléfono a sus amigos para que fueran todos a sumarse a la protesta. Pero no pudo contactar a ninguno. A pesar de eso, y de los pedidos de su mamá y de su hermana, Gustavo dejó su casa de La Tablada y tomó el colectivo 126 en busca de su destino. Jorge Varando vivía en La Tablada, junto a su mujer y sus hijos. Jorge Varando era militar, graduado de la Escuela de las Américas. Años atrás había sido denunciado por organismos de Derechos Humanos por su desempeño en el Destacamento 103 de Inteligencia del Ejército durante la última dictadura militar. Pero las leyes de “Obediencia de vida” y “Punto final” lo habían beneficiado, por lo que permaneció impune y continuó en la fuerza. En enero de 1989, ostentando el rango de Mayor, participó en la recuperación del cuartel de La Tablada, ante el accionar de un grupo de militantes extremistas del “Movimiento Todos por la Patria” que había tomado por la fuerza el regimiento. Si bien Varando actuaba en representación de las fuerzas constitucionales, una vez que hubo entrado en acción sintió que un viejo fragor le retornaba al cuerpo. A Varando no le importó que esos dos militantes, Iván y José, se hubieran entregado sin resistencia. Cegado por un morbo casi orgásmico, los fusiló para luego incinerar sus cuerpos con fósforo. No pareció importar que existiera una fotografía periodística que mostraba a los dos militantes vivos y desarmados con las manos sobre sus cabezas bajo la custodia del militar armado. Una maraña de medidas cautelares, jueces amigos de la corporación militar y medios de comunicación cómplices de la dictadura garantizaron que Varando volviera a quedar impune hasta pedir su retiro de la fuerza en 1994 –no sin antes recibir un as-
censo– para convertirse en el flamante Jefe de Seguridad del banco HSBC ubicado en la esquina de Avenida de Mayo y Maipú.
que Darwin Pasaponti, el joven mártir de aquel lejano 17 de octubre, Gustavo se convertiría en el primer muerto de ese 20 de diciembre.
Gustavo bajó del 126 a pocas cuadras de la Casa Rosada. Se sumó a esa marea humana que, tal como ocurriera un 17 de octubre lejano, ese 20 de diciembre de 2001 se movilizaba con una conciencia colectiva que los empujaba a ocupar la Plaza de Mayo. Eliana, hermana de Gustavo, estaba sentada en la cocina junto a su mamá mirando atónita lo que la televisión mostraba desde el lugar de los hechos. De pronto, el móvil que se encontraba en Avenida de Mayo al 600, frente a las puertas del banco HSBC comenzó a transmitir en vivo y en directo. “¡Mirá, mamá, ese es Gustavo!”, alcanzó a señalar Eliana. Adentro de la sucursal del banco HSBC, el Jefe de Seguridad, el Teniente Coronel (r) Jorge Varando, giró la cabeza buscando a un gerente de traje oscuro que se encontraba parado frente a la puerta de un ascensor. Enardecida por los gases lacrimógenos, la multitud había roto uno de los vidrios del edificio. Las miradas se encontraron en silencio y el gerente, a la distancia gesticuló una orden silenciosa al asentir con la cabeza. Varando repitió la señal en muestra de haber comprendido su misión. Otra vez, aquel viejo fragor que sintiera en su juventud y luego en el regimiento de La Tablada volvió a apoderarse de él. “Tiren, carajo, no sean cagones”, ordenó. A las 16:27 comenzaron a escucharse disparos de armas de fuego en la puerta del Banco HSBC. Las cámaras llegaron a captar un grito lejano que decía “¡Tiren, carajo, no sean cagones!”, y luego otro más cercano que exclamaba “¡Están tirando desde adentro!”. A las 16:28, al ver que sus hombres dudaban, el propio Varando se adelantó, desenvainó su pistola 9 mm y buscó un blanco al azar. Encontró a un joven muy alto y delgado al que asestó un disparo certero en la cabeza. En ese momento comenzó una balacera que llovió cobardemente sobre los manifestantes.
La causa judicial que sobrevino fue oscura y enmarañada. Una red de medidas procesales, jueces dilatorios, políticos implicados, policías encubridores y medios concentrados de comunicación (que manipularon a la opinión pública) garantizaron que nadie fuera condenado por las muertes de aquella jornada. Si bien todas las pruebas fílmicas y los testigos apuntaban al Teniente Coronel Varando como el autor material del asesinato de Gustavo Benedetto, la Corte Suprema de aquel entonces determinó que, por no haberse encontrado el casquillo servido de la bala que provocara la muerte, primaba el beneficio de la duda. Así, una vez más, el asesino y represor quedaba impune. Tampoco se pudo comprobar en sede judicial que el Jefe de Seguridad hubiera recibido una orden directa del Gerente del Banco para comenzar una represión absolutamente ilegal por parte de una entidad privada en contra del pueblo. A pesar de los hechos acaecidos, o tal vez gracias a ellos, el banco HSBC nunca lo removió de su cargo. Años más tarde, con un gobierno diferente dirigiendo las riendas del país, una investigación judicial originada en Francia demostró la existencia de, por lo menos, 4040 cuentas secretas de ciudadanos argentinos radicadas en el exterior. Grandes empresas, empresarios poderosos, narcotraficantes, políticos y faranduleros habían utilizado los servicios ilegales de ese banco para lavar dinero y fugar cientos de miles de millones afuera del país, en una verdadera asociación ilícita en contra del Estado Nacional y de todo el pueblo argentino. Muchos recordaron a aquel jefe de la mafia norteamericana que, siendo culpable de cientos de crímenes terribles habría de ser finalmente encarcelado por evasión de impuestos. Un Banco que no tiene reparos en contratar a alguien acusado de ser autor de delitos de lesa humanidad es, sin dudas, capaz de hacer cualquier cosa. Hoy, en Avenida de Mayo casi esquina Maipú, en la puerta del banco HSBC, un humilde monolito de azulejos blancos reza: “Aquí murió Gustavo Benedetto. Tu mamá y tu hermana no te olvidan”.
A las 16:28 Eliana y su mamá vieron, en vivo y en directo, cómo Gustavo era alcanzado por una bala y se desplomaba frente a las cámaras. Al igual
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El desangre democrático
Escribe: Rocío Luna Alterleib Granda Ilustra: Julián Mono
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Problemas económicos, robos, desesperación, tristeza, desempleo, corridas y numerosas personas sin distinción etaria o de género parecieran ser las características de los saqueos a lo largo de la historia Argentina. El pueblo (o parte de él) siempre estuvo en la calle en esos momentos, pero fueron las fuerzas policiales las que dieron la nota.
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La Real Academia Española define “saquear” como: “Dicho de los soldados: apoderarse violentamente de lo que hallan en un lugar”; “Entrar en una plaza o lugar robando cuanto se halla”; “Apoderarse de todo o la mayor parte de aquello que hay o se guarda en algún sitio”. Las tres descripciones que utiliza este diccionario se cumplieron en el 2013. Si bien tanto desde la prensa como desde los opositores al gobierno nacional se quiso comparar esa movida policial como la vuelta de la dolorosa crisis del 2001, era claro que lo que se buscaba era desestabilizar al gobierno de turno y no conseguir víveres para sobrevivir. Tres años antes, se vivió represión en las tierras del Parque Indoamericano y el aroma a 2001 se sintió en la zona de Villa Soldati. En este caso, fue la falta de policía la que generó polémica. En medio de discusiones políticas entre Mauricio Macri y el gobierno nacional, más de 13 mil personas ocupaban el predio del parque para desarrollar sus vidas tras ser desalojados de asentamientos informales de la zona. La intendencia reclamaba que no podía hacerse cargo debido a la escasez de policías propios, mientras que Nación subrayaba que “no era problema suyo”. El lavado de manos de unos y otros terminó con un saldo de tres muertos y con la Gendarmería Nacional cercando el parque para evitar futuros incidentes. En el 2013, el reclamo de falta de federalismo en los medios nacionales tuvo su fin porque la noticia era que en Córdoba y Tucumán los saqueos volvían a reinar y, esta vez, parecía que quienes lo realizaban iban a comer televisores. En esos días, la policía llevaba adelante un reclamo de mejoras salariales que se extendieron por las calles de 21 provincias. Por su parte, las redes sociales fueron las culpables, en cierta medida, del fogoneo de las noticias logrando instalar en quienes viven “donde Dios atiende” (Buenos Aires) la idea de que, fuera de la Capital Federal, el país estaba de nuevo en llamas. El desempleo, de una hora a otra, volvería a esos números record de más del 50% y pronto, muy pronto, en Plaza de Mayo gritarían “que se vayan todos”, destronando a la yegua y trayendo a muchos la tranquilidad de la tan ansiada libre compra de divisas. Sin embargo, a pesar de que muchas veces pareciera que la población tiene memoria frágil (vale recordar la gran
cantidad de votos que en las urnas consiguió Menem en el año 2003, por ejemplo), algunas personas que vivieron ese 2001 no tardaron en afirmar que lo que sucedía en 2013 era totalmente distinto. Doce años antes los saqueos eran en busca de comida porque en el bolsillo no había ni para comprar un cuarto de pan. El país estuvo rodeado de idas y vueltas, protestas, cortes de ruta y anuncios político-económicos que sólo ayudaban a hundir más y más a la Argentina. Pero el 19 y 20 de diciembre, la historia cambiaría y la sangre derramada, una vez más, en Plaza de Mayo, latiría hasta que alguien viniera a salvar al país de ese aparente infierno sin salida. Desde la dictadura finalizada en 1983, hasta ese 2001, la economía fue en caída libre constante a causa de las políticas neoliberales implementadas desde la asunción de Menem y profundizadas, hasta su punto cúlmine, por Cavallo en el poco querible “corralito”. Las formas de protesta evolucionaban, para bien o para mal, pero las fuerzas de seguridad mantenían su poderío e impunidad a la hora de frenarlas. La represión era moneda corriente y, hasta la llegada de los Kirchner al mandato nacional, la policía no le negaba un golpe a nadie. Tal es así que, en diciembre de 2001, las Madres de Plaza de Mayo recibieron heridas causadas por balas de goma, palos y caballos de la policía que castigaban a los protestantes. Esas jornadas fueron de pisoteo a la memoria y de intento de denigrar a quienes siempre serán las dueñas de la Plaza. Casi dos décadas antes, Raúl Alfonsín asumía con la mochila dictatorial a cuestas. Durante el alfonsinismo, los disturbios no se dieron en el mes de las fiestas: mayo y junio fueron los elegidos por los saqueadores que querían comer y que no podían a causa de la hiperinflación. El “Plan Primavera” había fracasado un año antes y la carencia de comida, estabilidad económica y un rumbo viable, desembocaron en el retiro anticipado del radical del poder para darle la banda presidencial a Carlos Menem. Estaba previsto que Menem asumiera el 10 de diciembre de 1989 y ocupó el sillón de Rivadavia varios meses antes: el 8 de julio de ese año. El contexto político mundial no colaboraba con que la Argentina consiguiera ayuda de ningún lado. Uno de los hechos que más movió el piso internacionalmente fue la caída del muro de Berlín que derri-
baba las esperanzas de los socialistas en todo el globo. La política no buscaba construir ni hacer madurar a ningún país, sino que era equivalente a robo, corrupción y enterradores de sueños. Menem empeoró todo. Privatizó numerosas empresas nacionales y pactó con grupos económicos como Clarín para que lo apoyaran en su carrera por la reforma constitucional y la perpetuación en el poder por lo menos por unos años más. La deuda externa pegaba duro en el bolsillo. El aumento de ella empeoraba la realidad nacional y la llegada del uno a uno, lejos de mejorar la situación, provocó hambre, dolor y desesperanza en la clase media y baja argentina. Esa política basura que bastardeaba la lucha de los organismos de derechos humanos indultando a las manos activas que masacraron a miles durante la dictadura militar, fue la misma que prendía fuego la Argentina y la volvía un paraíso para pocos. Diez años después de la asunción de Néstor Kirchner, un diciembre con calor y aparente tranquilidad, la policía decidió hacer pasar un reclamo salarial como una crisis económica. Interesante “necesidad” de ir a saquear tenían los “ladrones” a quienes, en diversos videos, se los puede ver saqueando electrodomésticos y subiéndose a diversos transportes (motos, camiones, autos particulares) para huir más rápido del lugar. Santiago del Estero, Santa Cruz y CABA quedaron exentos de esta manipulación política. Quienes en otras épocas habían sido desligados de culpabilidades tras reprimir, en febrero de 2014 fueron a juicio acusados de ser responsables de las cinco muertes y más de 100 heridos consecuencia de las revueltas del 19 y 20 de diciembre del 2001. Asimismo, a casi un año del acuartelamiento, se busca elevar a juicio a integrantes de la policía por lo sucedido a fines del 2013. Diciembre. Termina un año y se acerca otro con la esperanza de que lo bueno se mantenga y lo malo pueda modificarse. Hace años que este es un mes clave. Días en que corrió sangre, se perdieron sueños y la vida valió menos que un dólar. Diciembre se volvió sinónimo de estar atentos a lo que sea que pueda pasar, reflejo de la política del momento y de descreer en las casualidades. Nada ocurre porque sí: a no mal acostumbrarse a que nos quieran hacer creer lo contrario.
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Entrevista a Fernanda Vallejos 18
Entrevista: Julián Saud Escribe: Camila Sánchez Fotos: Camila Sánchez
Fernanda Vallejos es economista, egresada de la Universidad de Buenos Aires. Es docente e investigadora. Se define como militante del Proyecto Nacional. Conversamos con ella para hacer un balance del año que termina y para que nos cuente cuál cree que será el panorama en el 2015, un año clave a nivel electoral.
¿Cómo se hace para contrarrestar la instalación de la oposición con el tema de la inflación? Si a vos te instalan que la inflación es del 40% y vos decís 24%, 24% parece muy poquito. Yo digo 24 y no lo digo vanagloriándome de que tenemos un 24% de inflación, sigue siendo un número alto. Obviamente es un número sobre el que tenemos que seguir trabajando. La instalación del 40% de inflación que se hace a través de los medios es insostenible. Más allá de la oposición visceral al gobierno nacional, economistas, políticos y referentes de medios opositores están empezando a reconocer que ese 40% que venían instalando hasta hace unos días no tienen ningún tipo de asidero. Miguel Bein salía a decir que su consultora estaba proyectando
una inflación del 32% y hoy reconoce que hay que corregir a la baja por la evolución que venimos teniendo
en los últimos meses y que la inflación está más cerca del 24%. La estrategia de ellos es apostar a construir la imagen de que cualquier cosa que diga el gobierno es un relato, independientemente de la sustentabilidad técnica que puedan tener las mediciones que se hacen. Hoy me parece que se empieza a notar que para eso hay un límite: no hay seriedad que lo resista. A los economistas les empieza a dar un poco de vergüenza sostener semejante barbaridad. No tienen manera de avalarla ni con sus propias mediciones, los números no les dan ni dibujando. ¿Cómo analizás el proceso de industrialización de la Argentina? La industrialización es un proceso que se puso en marcha nuevamente en la Argentina después de haber sido abandonado como proyecto económico de Nación durante por lo menos tres décadas. Lo que aparece con Néstor es la recuperación del proyecto nacional en la Argentina en términos políticos y culturales. Y después, la recuperación de las mejores tradiciones también en materia económica. De esto habla el proceso de reindustrialización que estamos viviendo. No se trata de una cuestión ni caprichosa ni casual, tiene que ver con lo más nodal del programa de política económica que sustenta el proyecto nacional. Fue así en los dos gobiernos de Perón y vuelve a ser así en los gobiernos de Néstor y Cristina. Hay que interpretar cabalmente, desde el punto de vista económico, que sólo a través de un desarrollo industrial es posible conseguir lo que es el objetivo primario de la política económica: que todos los argentinos tengan trabajo para dignificar su vida, para vivir un poco más felices. Ese es el fin último de toda política económica bien concebida. Si no se hubiera puesto en marcha este proceso de reindustrialización hoy
no podríamos estar hablando de los seis millones de trabajos que se crearon, no podríamos estar hablando de cómo se redujo la desocupación desde ese casi 25% obsceno. Lo mismo sucede con la reducción de la informalidad en el mercado de trabajo. Estos avances sustantivos que hablan de la calidad de vida de los argentinos están vinculados con el proceso de reindustrialización. Recuperar la industria no es solamente levantar la persiana de las fábricas, es recuperar las capacidades productivas, las capacidades científico-tecnológicas, es recuperar nuestro capital humano. Por ejemplo: Atucha II estaba desarmada, producto de la década del 90. En el 2006 Néstor Kirchner tomó la decisión de poner en marcha el plan nuclear nacional y hoy Atucha II está funcionando. Funciona hoy, primero porque hubo una decisión de apostar a eso, pero además, para ponerla en funcionamiento, no teníamos ni los soldadores para hacerlo. Hoy tiene un reactor nuclear que es 88% de producción nacional. Hubo que hacer una reingeniería de ese reactor.
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¿Qué análisis hacés del anuncio de la Presidenta sobre el no pago del Impuesto a las Ganancias del medio aguinaldo de diciembre? Sin dudas fue una decisión política que toma la Presidenta y por supuesto tiene connotaciones económicas. Esta Presidenta, y lo mismo Néstor, no ha tomado ninguna decisión política que no vaya de la mano con la racionalidad económica que sustenta el programa económico que caracteriza a este ciclo. En ese contexto hay que interpretar la decisión que toma la Presidenta. Esto tiene un impacto sobre los casi 70 mil trabajadores que se ven beneficiados por la eximición del pago de Ganancias sobre el medio aguinaldo de diciembre, pero esto también significa que ese beneficio tiene una traducción en términos de mayor consumo, de mayor estímulo sobre la demanda efectiva que es además el tractor determinante de la inversión y de la posibilidad de expansión de la actividad económica. No tengo dudas de que la decisión de la Presidenta responde a haber escuchado una demanda de la sociedad y no de los sindicatos opositores. Me parece que leyó que había una necesidad que merecía traducirse en una decisión política. La concepción que nosotros tenemos de lo que implica el Impuesto a las Ganancias es muy clara. Es uno de los impuestos más progresivos que tenemos en nuestro sistema tributario. En este sentido, la defensa de este tipo de gravamen es irrestricta. Esta es una decisión puntual que además va de la mano con el conjunto de políticas de aliento sobre la demanda que se viene desplegando a lo largo de todo el año. Pensemos que el año pasado, a esta altura del año, se nos decía que se nos caía el mundo sobre nuestras cabezas y todos compartíamos la preocupación de la dinámica de nuestras reservas que venían con una tendencia declinante. Sobre esa dinámica se construyeron todas las presiones que conocemos sobre el frente cambiario. Esas presiones derivaron en la devaluación de enero, que fue el hecho económico determinante de la mala performance que tuvo la actividad económica a lo largo de este año. Sin embargo, frente a ese hecho, el gobierno anunció el programa PROG.R.ES.AR., el cual permitió incorporar al universo de perceptores más de 500 mil pibes 20 y tiene impacto sobre la educación y sobre la estimulación del empleo joven. Anunció la segunda moratoria
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previsional que nos va a permitir incorporar a 500 mil nuevos jubilados, pasando así a la universalización de esa cobertura. Sólo con esas dos políticas estamos hablando de un millón de argentinos que pasan a estar incorporados al sistema de protección social que sostiene el Estado Nacional. Y no por arte de magia, sino por el esfuerzo de los 40 millones de argentinos y el funcionamiento virtuoso de una economía donde lo que el Estado recauda se redistribuye atendiendo a los sectores más vulnerables que de otra manera no tenían posibilidad de estar incluidos. ¿No crees que hay pendiente una discusión tributaria en la sociedad? En lo personal me parece que la discusión tributaria es una discusión que vale la pena que sea dada. Lo que me parece es que de ninguna manera se puede dar con la parcialidad y la falta de responsabilidad con la que se aborda la cuestión de Ganancias. Lo digo porque el planteo que se hace es un planteo maniqueo, trivial y desproporcionado. Creo que podríamos discutir cuál es el mínimo desde el cual se empieza a tributar Ganancias para la cuarta categoría. Recordemos, y lo subrayo en colores, que estamos hablando del 10% de los trabajadores registrados y que son los que están en la cima de la pirámide salarial. Todo es discutible en un marco de racionalidad y de una discusión no mentirosa ni hipócrita. Si discutimos cuál es el mínimo del cual se empieza a tributar, discutámoslo. Pero también discutamos la estructura alicuotaria, discutamos cuánto tendrían que tributar los que más ganan. Y entonces ahí es donde pongo en duda cuál es la honestidad intelectual de los sectores que utilizan la discusión de Ganancias. La verdad es que no he visto a ninguna de las centrales sindicales proponiendo hacer un paro por el 7,5% que no tiene trabajo y sí lo hacen por el 10% que tributa Ganancias. ¿Cómo ves el panorama político y económico del año 2015? Para la cuestión económica, estamos inconmensurablemente mejor que el año pasado. Entre otras cosas, el gobierno volvió a demostrar qué importante fue haber recuperado el Estado y la capacidad de respuesta del Estado para construir políticas autónomas. Esas políticas se desplegaron a lo largo de todo el año y permitieron llegar a esta altura del
año, fondos buitre de por medio, sin recesión, sin destrucción de empleos (que siempre es lo más importante) y sin pérdida del poder adquisitivo de los salarios. Por eso la expectativa para el año que viene es mucho mejor de la que teníamos cuando arrancamos este año. Ya estamos viendo en algunos indicadores cómo algunos sectores de a poco a caminar más aceleradamente. Habrá que seguir con atención a Brasil y no me atrevería a decir que haya un buen pronóstico. Ojalá que ande mejor. Me preocupó el Ministro de Economía que la Presidenta brasilera acaba de nombrar, pero habrá que ver cómo se desempeña la economía brasilera. En función de eso será una responsabilidad articular desde el Estado y el sector privado, ver cómo diversifican su política de exportación, como se diversifican los destinos, cómo se sale a conquistar otros mercados. ¿Y desde el punto de vista político? Desde el punto de vista político, yo percibo claramente el reconocimiento social a la figura de la Presidenta. No lo pueden ni siquiera ocultar las encuestas truchas que publican las consultoras opositoras. Una Presidenta que después de 12 años mantiene el 50% de predilección de los argentinos es un hito histórico. Está para el libro Guinness la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Eso, que lo estamos vendo hoy, a un año de las elecciones, se va a cristalizar cada vez con más potencia a medida que se acerque el escenario electoral. En definitiva, el verdadero protagonista de este proceso histórico es el pueblo argentino. A la hora de las definiciones no me cabe duda que el pueblo va a votar por la continuidad de este proyecto político. Porque en definitiva es la posibilidad de seguir avanzando hacia la consolidación del desarrollo económico y social de la Argentina. Las propuestas de la oposición son retroceder a un punto que no sabemos cuán caro podría ser para todos nosotros. Como se dice en la calle, el pueblo no come vidrio. Vamos aprendiendo las lecciones de la historia.
Entrevista a Emilio Rivera de la Simón Bolívar Escribe: Damián Cots Fotos: Véronique Pestoni Emilio Rivera nació en Santiago del Estero y unos años después se trasladó a Paso del Rey, Provincia de Buenos Aires. A principios del ‘72, inició sus estudios universitarios y su militancia en una agrupación que después derivaría en la JUP. Se arroga el título de fundador de la JUP pero “era un pibe de 18 años que no entendía nada”. En el año ‘86, Rivera se ubicaba entre los peronistas ortodoxos. Finalmente, desembarcó en el barrio 26 de Julio, situado en frente del Parque Chacabuco, y participa de una Unidad Básica que lleva ese mismo nombre. Hoy, es el Secretario de la Comuna 7 en el PJ de la Capital. Hace menos de cuatro años formó la Simón Bolívar con un grupo de jóvenes, organización que ya cuenta con cuatro sedes en la Ciudad de Buenos Aires. Uno de sus locales se llama Camilo Cienfuegos, el héroe más romántico junto con el Che de la revolución cubana. Está claro que la Simón Bolívar trasciende los límites del peronismo tradicional. ¿Cuál es el origen de la Simón Bolívar? Nosotros tenemos la fortuna de Entonces le preguntamos a Kirchner: haber sido kirchneristas de la primera “¿Qué pensás hacer con todos estos hora, de cuando Kirchner tenía que tenés acá dando vueltas?”. Y nos el 2%. Éramos muy poquitos los respondió: “Miren, este es un país de que creíamos que había que ir con hijos de putas. Yo voy a ser el hijo de Kirchner. Ya veníamos de fumarnos puta más grande de todos los hijos de diez años de menemismo, dos de la puta: no voy a pagar la deuda externa, Alianza y uno y medio de Duhalde, los voy a meter en cana a los milicos así que lo fuimos a ver a la casa de y voy a cambiar la Corte Suprema de Santa Cruz. Éramos alrededor de Justicia”. Y el tipo lo hizo. Lo más 12 compañeros. Entre ellos, estaba maravilloso de Kirchner es que en la Víctor Santamaría, Roberto Digón, intimidad te decía lo que iba a hacer Juan Manuel Olmos, Víctor Cantero y después vos veías que lo hacía. Yo y Silvina Pedreira. Fuimos a decirle recuerdo a un unitario que después que lo queríamos apoyar y el tipo nos de leer el Facundo de Sarmiento dijo salió con un discurso muy extraño. “Ahora entiendo por qué peleamos”. Para esa época, se reunía una especie Cuando Kirchner fue a pelear con de multisectorial que la convocaba Duhalde yo pensé lo mismo. Pero el la iglesia católica. Se juntaban los kirchenrismo era una cosa en ciernes obispos con la CGT, la UIA, en fin: una todavía. El gobierno revulsivo empezó melange en dónde se intentaba que con Cristina, con la 125. En el 2008 Argentina no estallara en mil pedazos. apareció un grupo de pibes que nos
plantearon su necesidad de hacer algo en política. Esa misma intención habían manifestado en el grupo que participaban, “La Poderosa”, pero se habían encontrado con una respuesta negativa: el objetivo era una revista cultural y no meterse en política. Con los viejos de la Unidad Básica tenemos una biblioteca popular que se llama 26 de julio. Entonces les dijimos: “Acá tienen las llaves. Hagan lo que quieran”. Si nosotros teníamos razón íbamos a caminar juntos y si estábamos equivocados también valía porque ellos eran un nueva generación que tenía todo el derecho del mundo a tener su propia experiencia. Se fue generando una relación de confianza y de reciprocidad. El 11 de marzo de 2011 hicimos un acto con Daniel Filmus. Ese fue el día fundacional de la Simón Bolívar.
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Todavía no cumplieron cuatro años y ya cuentan con cuatro locales en la ciudad. Está claro que tienen una identidad y un objetivo político claro, ¿cuáles son? Hay un mandato ya en la bandera: nuestra patria es América. Tenemos que recuperar las veinte repúblicas en el marco de un proyecto que sea respetuoso de las realidades y los tiempos de cada uno de los pueblos. Somos nacionalistas, populares, revolucionarios y latinoamericanos. Nosotros creemos que no se puede ser peronista sin ser kirchnerista. La ilusión del General Perón nos planteaba hace muchos años que el año 2000 nos iba a encontrar unidos o dominados y para nosotros esto representa un desafío, una advertencia y un vaticinio. Una advertencia, porque si no somos capaces de consolidar un proyecto común, no tenemos destino en cada una de nuestras naciones. Un
desafío, el de ser capaces de saltar por sobre las diferencias menores de los países, entendiendo las realidades y las asimetrías que hay en nuestra región. Y por último, un vaticinio porque aparecieron Chávez, Néstor, Evo Morales, Correa y a partir de ahí comenzó una nueva América Latina. ¿Qué opinás de la gestión del macrismo en la ciudad respecto de la salud, el transporte y la educación? Respecto del transporte, no podemos dejar de reconocer que con el Metrobus de la Juan B. Justo una persona gana una semana de su vida. Uno podría criticar otras cosas del Metrobus: que no está técnicamente bien resuelto, que no tiene las paradas suficientes, pero no se puede estar en contra. No podemos tener una política 22 masiva contra eso, parecíamos Greenpeace defendiendo las plantitas de la 9 de Julio. Tenemos que dejar
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gobierno de ir por las 4040 cuentas bancarias en Suiza y de hacer la denuncia política son una señal de eso. Hay que recordar a Don Alberto Zitarrosa: “No hay nada más sin apuro que un pueblo que está haciendo su historia”.
de pensar exclusivamente en los términos del 2000-2003. Por ejemplo, no se trata de educación pública versus educación privada, lo que uno tiene que plantear es la educación de calidad y cómo vamos hacia ella, porque hoy el 50% de la educación en esta ciudad es privada. En cuanto a salud, en Lugano hace falta un hospital porque el 40% de la gente va a hospital público, pero en Caballito sólo va el 10%. Entonces, ¿qué carajo le importa al tipo de Caballito el hospital público si tiene obra social o prepaga? Hay una frase que dice: “Cuando todos pensamos lo mismo es porque nadie piensa”. En ese sentido es que intento ser disruptivo. Generemos cosas, pongamos en crisis nuestros propios conceptos porque muchos de ellos nos llevaron a la derrota. El macrismo va a querer ganar la Ciudad de la manera más contundente posible para mostrar esa victoria como eje de la campaña presidencial. Sin embargo, es muy probable que haya una segunda vuelta en la Ciudad, en la Nación no: vamos a ganar de una. Vos estás convencido de que el kirchnerismo gana en primera vuelta, ¿con qué candidato? Me parece que todo indicaría que Scioli tiene una preferencia. No es el candidato que más nos representa pero tenemos la íntima convicción de que si gana una interna donde votan millones de personas vamos a votarlo. El candidato que a nosotros más nos atrae es Jorge Taiana. Pero si uno piensa en Scioli, la verdad que el tipo nunca se corrió. Mirá que viene siendo tentado, los medios presionaban para que rompiera y no lo hizo. Nosotros militaremos para que este proyecto político se profundice. Las señales de profundización del proyecto están cada vez más claras: la voluntad del
¿Dentro del peronismo porteño hay discusiones de precandidaturas? La primera condición necesaria es ir a las PASO, no deberíamos repetir el esquema del candidato puesto a dedo. A priori uno podría prefigurar un escenario de cuatro candidatos: Juan Cabandié, Aníbal Ibarra, Gabriela Cerruti y Gustavo López. La verdad que es un debate que todavía no se ha dado en los niveles de discusión en que yo participo. Nos cuesta generar figuras expectables en términos de elecciones. Para un proyecto político son tan necesarios los convencidos como los que transmiten bien. ¿Qué balance hacés de Unidos y Organizados? Me parece que la experiencia de Unidos y Organizados no ha sido homogénea en todas las comunas, hubo que superar muchos recelos. Los jóvenes son un factor disruptivo, vienen a cuestionar lo establecido y gracias a Dios que así sea. En términos generales, creo que fue una experiencia importante. En las reuniones de Unidos y Organizados están en la misma mesa Ibarra que fue Jefe de Gobierno y militantes de cualquier barrio, entonces se genera un ámbito de igualdad para la discusión. Pero también creo que debería enriquecerse ese proceso. El primer encuentro de la Militancia que se hizo en el Mercado Central me pareció una experiencia interesante, necesaria, pero insuficiente. Se armaron mesas, se escuchó a los referentes y apenas quedó tiempo para que hagamos algunas preguntas. Creo que debemos poner en crisis aquellas opiniones políticas que venimos sosteniendo, no bajar nuestras convicciones sino repensarlas, tener otro lenguaje y no seguir repitiendo fórmulas que nos llevaron a las sucesivas derrotas en esta ciudad. Debería haber una política más certera, más intensa de formación de los cuadros. Nos gustaría un kirchnerismo más discutidor. Tenemos claro que Cristina es quien decide quiénes son o cuál es la organización que la representa. En ese sentido, valoramos a los compañeros de La Cámpora pero creemos que debiera existir un espacio de debate
más amplio que permita la interacción de muchos más compañeros. Si me llamás dos días antes y me das un volante que no tuve ni tiempo de leerlo y me decís que tengo que ir a repartirlo a una esquina no sirve. No alcanza con ser muchos. Nosotros hemos acatado y cumplido disciplinadamente con esa militancia pero eso no quiere decir que acordemos en todo. Los kamikazes fueron valientes, fueron heroicos pero no cambiaron el curso de la guerra. Necesitamos de instancias orgánicas pero éstas tienen que enriquecerse con el debate entre los compañeros. ¿Qué importancia le das a la juventud en esta etapa? Cualquier unidad básica o grupo político en donde no haya jóvenes perdió el rumbo histórico. Los jóvenes te dan la renovación en el tiempo y la vivencia del hoy.
Acabo de cumplir 60. Después del nacimiento de mis hijos, he pasado la década más maravillosa de mi vida porque estos años me han permitido ser partícipe de un proceso histórico fenomenal que nos devolvió las ganas de vivir y de militar. Los jóvenes incorporaron al menos tres elementos novedosos en la política: una nueva estética, una nueva épica y una nueva ética. Los tipos de mi edad tenemos una idea del diario de papel. Hoy, la digitalización ha avanzado y permite una posibilidad de difusión de las ideas que es extraordinaria. También, una nueva épica porque hay un proyecto. Y una nueva ética. Antes pasaba mucho esto de “Quiero militar, ¿tenés un laburo?”. Los jóvenes de hoy ponen guita para militar. Nosotros ponemos un porcentaje de nuestros sueldos para solventar nuestra acción política. En los 90, la política era el éxito personal. Hubo un cambio cultural muy importante pero algo del neoliberalismo está inmerso en la sociedad, su matriz cultural está todavía presente. Por eso la cultura es el eje, en términos de ruptura, de valores, tenemos que poner muchas cosas en cuestión. Sobre todo en ciudades como estas, donde la clase media cree que si le va bien es gracias a su esfuerzo y si le va mal es culpa del gobierno. Esa es la rémora de los 90. El porteño es muy complicado, si el árbol molesta en la vereda del vecino es ecologista y si molesta en la propia va y lo arranca. La paja en el ojo ajeno: esa es la derrota cultural que aún no hemos podido revertir. ¿Cómo ves el panorama en el 2015? Yo confío en la conducción de Cristina. Hoy, las encuestas la dan con más del 50% de imagen positiva. Todo eso explica la espuma de la boca que le sale a estos tipos y ahí es donde uno le encuentra la verdadera razón a la movida de Carrió. El establishment juega su alfil a fondo y pone en jaque cualquier construcción política que vaya por fuera de la candidatura de Macri. No hay que perder de vista la agresividad de la derecha en la medida en que los procesos políticos se consolidan.
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Escribe: Nicolรกs Capusotto Fotos: Julia Filippone y Archivo Andrea Prodan
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¿Qué es Romapagana? Andrea: Romapagana es lo que me sale cuando tengo una guitarra eléctrica encima y tengo al Rojo tocando su guitarra, a Diego en el bajo y a Cristian en la batería. Cuando compongo los temas tengo una idea en la cabeza. Normalmente empezamos con algunos riffs que me parecen interesantes, después le canto encima con una melodía como para darle una estructura. Algunos temas aparecieron en la sala, también. Es como un arquitecto que construye su juguete. Un primer momento de Romapagana fue tocar para nosotros y empezar a construir un cuerpo de música que nos representara, que fuera una música urbana, hecha para Buenos Aires pero que venía desde mi energía más británica. Con el pasar del tiempo, tenés ganas de guardar estas canciones y atraparlas en un disco. Romapagana es una banda que ya tiene diez años y sólo un trabajo de estudio. Me parece bien. Hay otras bandas que hoy en día graban un disco y no han tocado en público. Nosotros al revés, vinimos muy tarde al disco y lo grabamos en muy poco tiempo, porque ya sabíamos exactamente lo que queríamos hacer. Después hemos utilizado más tiempo en la sala de grabación con lo que son los efectos, las voces. O sea, jugar con una post-producción como se hace en el cine. A mí me encanta esta parte, es divertido. Podés hasta sorprender a la banda misma. O el Rojo, que le pone unos arreglos o unas formas para darle más sutileza al
sonido de la banda, pero manteniendo su esencia. Rojo: Es la realidad de lo que veníamos tocando, era esa la idea, ¿no? No invitar violines, pianistas, charanguistas. Andrea: Queríamos hacer algo parecido al primer disco de AC/DC, que no tiene nada que ver con nosotros pero es un disco de rock puro. En el primer álbum uno quiere ser limitado. Es como la primera película de un director: trabajás con pocas cosas e intentás usarlas bien. Más limitaciones
tenés, más te empuja a que hagas algo original. Hoy en día uno puede empezar con seis mil tipos en falsa orquesta, todo. Podés ser muy ambicioso, pero la idea era ser originales en un contexto más chico. Después está el tema de si el disco se parece a Sumo. Mirá, arrancar el disco con el tema con el que arrancamos (“¿Ordeñaste, mi amor?”), es casi un suicidio. Es un tema en castellano donde yo
tengo un acento parecido a Luca, porque yo hablo castellano como habla un anglo-italiano. Rojo: Y encima, casualmente sos su hermano. Algún timbre de voz habrás sacado. Andrea: Uno que no escucha todo el disco o no tiene tiempo o no tiene la cultura musical para analizarlo, puede decir “Uy, loco, parece un poco mucho” o “Parece en parte Sumo”. Pero realmente si conocés la banda, te das cuenta que no hay mucho en común. Antes de hacer música te dedicabas a la actuación, ¿no? Andrea: Sí, había actuado en 40 películas y no estaba feliz. Había perdido mi identidad. Cuando era niño fui solista del Coro de Canterville, de los más famosos coros de Inglaterra. ¡Es absurdo! Yo saco un disco como solista de este coro cuando Luca no había agarrado la guitarra para tocar, siquiera. Luca era como un fan. Me tomaba el pelo porque yo era un nene de 11 años que iba de gira por catedrales de Europa cantando y mi hermano era un vago, hippón. Me acuerdo que él salió a comprar ese disco y se cagaba de risa porque una de las canciones que yo cantaba era una cosa como de gala inglesa que empezaba con el verso: “¿De dónde sale esta deliciosa fragancia?”. Y Luca decía: “¡Están hablando del faso! ¡Andrea! ¿No te das cuenta? ¡Estos monjes de mierda fumaban!”. Eso era en el año ‘71. Cuando vi el sketch de Capusotto, ahí
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me confirmé que si Luca hubiera estado vivo, habrían sido buenos amigos. Tienen el mismo modo de mirar: analítico, al mismo tiempo ridiculizando todo, pero siendo también políticos a su manera. Entonces, Luca no conocía ese costado musical hasta ese momento. Acá es todo un quilombo, la gente te chamuya, pero andá a vivir en Inglaterra, yo te quiero ver. Fijate que los ingleses son como ovejas, respetan todo lo que se les dice. Son tan educados que dicen: “Cómo me gustaría hacer mierda todo, pero no puedo”. Y en las guerras mundiales descargan un poco de su violencia reprimida. Es propio de Inglaterra, la violencia y el humor, tiene ese equilibrio maravilloso entre ambas. ¿Cuáles fueron tus influencias? Andrea: A mí me pegó mucho el punk. Los ingleses adoran también romper ese “orden” cíclicamente. Los Beatles rompieron con el orden de una Inglaterra toda cuadrada. Primero era más pop y los viejos los odiaban, decían: “Estos que hacen bailar a nuestras hijitas y las hacen tener orgasmos con 14 años, ¡esos cuatro hijos de puta!”. Después pasaron a las drogas pesadas y toda la época del disco blanco, y los viejos decían: “Si hubieran quedado así, cantando cancioncitas, serían re copados”. Después se muere Lennon y “Ay, pobre Lennon, era una maravillosa persona”, cuando lo odiaban porque decían que andaba con una japonesa de mierda. Los ingleses viven de eso. La gente es rara, ¿viste? Con el post-hippie, en Inglaterra empiezan todas esas bandas progresivas. Son todos tipos que estudiaron años de guitarra, pajeros del teclado y que sacaban música para cierto tipo de finolis. El rock nace para el pueblo y
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parecía que el pueblo no tenía acceso a él, porque era para la clase alta. Y cuando llega el punk, era el momento de aquellos que adoraban a Genesis o Pink Floyd y estaban hartos de esas mega estrellas que se sentían tan especiales. Eran muy pocos los que hacían una banda de rock. Rojo: Hace 30 o 40 años no era bien visto ser músico, los que se metían en la música era porque tenían ganas de tocar. Es como los escultores de ahora, el que se mete en escultura lo hace porque le gusta. Los pibes de 15 o 17 saben que siendo futbolistas se llenan de plata y se van a jugar a Europa, o siendo rockeros se ganan minitas. Ahora tocás en la tele o en algún lugar medio importante y ya sos amigo de Maradona o del vicepresidente. Andrea: Si vos leés la entrevista a David Gilmore, dice que entró a Pink Floyd para levantarse minitas. Pero eran artesanos que venían de una pasión muy profunda. No existía MTV que lanzaba las bandas estéticamente. Vos primero tenías que inventar todo un mundo sonoro, original, y después empezabas a tener fans. Cuando empieza King Crimson, todos los de las otras bandas preexistentes iban a ver esos shows. En Inglaterra cuando alguien es bueno van y le dicen. Y cuando es malo, también. Es un poco distinto que acá o en Italia. Acá la gente es muy generosa, lo ven los amigos y le gritan: “¡Genio!”. ¿Qué genio?, ¡si es un pelotudo! Lo lindo de Argentina es que hay mucha gente que no le da mucha importancia a si la banda está buena o no, quieren estar entre amigos, ir al show y hacer un poco de quilombo. Es un país que perdona un poco más las cosas que no son perfectas y le gusta la noche, le gusta pasarla bien. La diferencia entre Inglaterra y Argentina es que los ingleses estuvieron continuamente inventando nuevos modos de encarar la música. Entre los 60 y los 80 había muchísima creatividad. Y acá estaban bandas que copiaban muchísimo. Spinetta fue uno en quien, en una primera época, reconocí similitudes con Genesis y Deep Purple pero terminó haciéndose la trayectoria, muchísimos se clavan ahí. Pappo está buenísimo, pero realmente es un blusero típico. Yo no estoy levantando la bandera inglesa, pero así como el tango es re argentino y a mí me chupa realmente un huevo ver a coreanos haciendo tango
(aunque sea perfecto y todo), el rock, todavía en mi cabeza, es más británico e inglés. Me parece que ese fue el lugar que nos dio el rock. Romapagana me gusta porque es una banda de acá. Pero está basada en cosas que me encantan y formas y sonidos que vienen de Inglaterra porque eso es lo que mamé y para mí eso es el rock. Tampoco hay que intelectualizar y explicar todo. Uno toca, hace lo que le gusta y lo que le sale. ¿Le dan bola a la escena rockera? Andrea: Yo no quiero volver siempre a mi hermano, pero recuerdo que le preguntaba qué bandas estaba escuchando, cuando Sumo ya tenía muy buen público, excelentes temas, todo. Era a fines del ’82. Y él me respondió que ahora que tenía su banda no escuchaba más nada. Por ahí The Cure, por las letras, aunque al principio pensaba que era una bandita medio punk-pop boludo. Le gustaba Graceland de Paul Simmon. Y sus viejos amores, como Lou Reed. Pero estaba más que nada pensando en el sonido de su banda y en un punto creo que eso está bien cuando no está pasando algo realmente impresionante ahí afuera, cosa que no pasaba por esos años. Hoy tampoco estamos viviendo en un mundo que esté creando mucho. Estamos en el reflujo, todos están escuchando cosas del pasado. La gente dice: “Yo fui a ver unos rockeros de verdad. Gente que hizo la historia del rock”. Entonces, si eso es lo que está pasando ahora, quiere decir que el rock realmente fue un movimiento. Es como decir “Yo vivía en Francia cuando existían los surrealistas. Yo estaba en esa época”. Uno piensa que el rock va a tener una eternidad creativa en el futuro. No es así. Tuvo su ciclo, hubo ramas muy interesantes, un momento de máxima creatividad, un reflujo y ahí empezó la muerte de todo eso. Tiene que ver con Romapagana porque cuando nosotros tocamos me doy cuenta de que, por cómo vivimos la banda, la gente comprende que tocamos un rock que no tiene que ver con la música de ahora. Tiene que ver con las sensaciones que creaba el rock en otra época. Yo lo siento tocando y, si lo siento yo, creo que eso se transmite. Uno hace lo que puede de acuerdo a cual sea la intención o la vibración en una época.
Foto: Jiménez Oliver
¿Cómo surgió la idea de la muestra? Andrea: Yo empecé a publicar relatos en Facebook de mi pasado, observaciones sobre cómo era Argentina la primera vez que vino Luca. En un momento, Daniel Riera, que yo no sabía quién era, me escribió y me propuso hacer una muestra. Me conectó con la gente de la Biblioteca Nacional, que estaban haciendo bastante movida en el Museo del Libro y de la Lengua. Estaban entusiasmados con hacer una muestra de Luca porque viene con un bagaje increíble. ¿Y cómo eligieron qué exponer? Andrea: Vivo en Traslasierra y ahí tengo todas mis cosas. Mi mamá y mi hermana fallecieron hace poco en Italia y yo me volví con un montón de material. Vienen tres tipos de la Biblioteca Nacional a mi casa en Nono.
Alquilaron una casa con pileta al lado, tres días. Estuvieron mirando todo, flasheando y yo pensaba: “¡Qué laburo buenísimo tienen esos chabones!”. Venían a mi casa y yo les mostraba
todo, escuchamos discos. Yo me cagué de risa. Ellos intentaban intelectualizarlo y yo les decía “Vos sos un vivito de mierda”. Vinieron como intelectuales y se fueron como “¡Vamos! ¡Esta va a ser la mejor muestra!”. Era tanto material que en un momento me dijeron “Pará, loco, esto es demasiado”. Y terminamos usando sólo material mío. Les dije que la muestra tenía que tener algo de la esencia de Luca. Él entró a las patadas a este país. Era un tipo que iba a cualquier lugar y transformaba una situación banal en una cosa maravillosa. Eso es Luca. Y siempre fue así, acá, en Roma o en Londres. Lo que pasa es que en Londres él tomaba mucha heroína y ya las cosas eran muy pesadas en la sociedad. Cuando llegó a la Argentina, como resucitado de la muerte, me dijo que habiendo estado en coma tuvo una visión de él luchando con “el diablo”,
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y que logró ganarle. Era raro que hable así, nunca fue religioso. Y se fue a Traslasierra que es el culo del mundo argentino. Estaba con las vacas que había comprado porque no sabía qué hacer y empezó a componer y a escuchar el rock argentino. “Acá no pasa nada. Hay bandas que están bastante buenas, pero acá no pasa nada. Acá hay que hacer algo”, dijo. Entró y ya estaba armando algo para activar a la gente. Él nos cuenta esas cosas en un cassette, con una frescura tremenda. La primera vez que tocó en Argentina quedó fascinado. No era agrandado y se preguntaba por qué le gustaba tanto a la gente lo que hacía. Creía que era porque él venía con una energía que acá no conocían y estaba para levantar los ánimos de una cultura musical que percibía triste. Agarró a Daffunchio y dijo “¡Vamos!”. Así nació Sumo. Todos después dicen “un genio”, “un artista”. Luca era un recontra ornitólogo. Las primeras cartas que nos mandó eran todas sobre los pájaros que en Europa no había. Una bestia. Con la plata de las vacas y las tierras que vendió, volvió a Europa, vendió el departamento de Londres que mi papá le había comprado, de lo que cobró sólo una parte. Con esa guita, volvió a Argentina y se compró equipos, como el bajo que está en la
muestra. Empezó a componer lo que después fueron los primeros temas de Sumo. Cuando fue a comprar los equipos, en el local estaban flasheados porque el tipo entró, se llevó de todo y se fue con eso a Traslasierra. Después se cansó de estar ahí y se fue para Buenos Aires. Y no le gustó mucho, porque él había vivido mucho la ciudad y sabía lo que era. Durante y después de la guerra de Malvinas hubo todo un conflicto con la música en inglés. ¿Eso influyó de alguna manera en Sumo? Rojo: Sumo venía con la onda de explotar para afuera y acá veníamos de siete años de milicos. La gente quería explotar y vino Sumo y explotó. Andrea: Sumo fue una banda que no explotó. Tuvo un gradual crecimiento y en el último tiempo fueron consagrados pero siempre fue como una banda para entendedores. Luca se hartó de Sumo y la dejó. Él me visitó en Túnez, donde yo vivía en el ‘84, vino en un intento por ver si podía volver a vivir en Italia. Y ahí se dio cuenta. Con mis padres, cero onda. Italia, siempre más cuadrado, más comercial. Y en un punto, fue una pausa muy importante para que él comprendiera, a la distancia, que Argentina tenía cosas muy grosas, que si se ponían las pi-
las podían hacer cosas grosísimas. Entonces volvió, cerraron contrato con Sony, que era CBS en esa época, e hicieron los tres discos famosos. Sumo es la única banda realmente under argentina. Los Redondos no es lo mismo. Sumo le puso a la Sony la condición de escribir lo que querían, grabarlo como querían, vestirse como querían y no tener videoclips. Era una locura. Antes de eso, Sumo sólo había hecho 400 cassettes que vendían en el show: “Corpiños en la madrugada”. Yo tengo uno de esos 400, que ahora está en la muestra.
“Cambiar tu vida implica varias cosas. Siempre está el peligro de perder todo lo que tenías y quizás no lo recuperes ni consigas algo mejor. Yo no creo en esto porque si vos estás dejando algo que no está bueno, que no te sirve, que saca lo peor de ti o te está haciendo mierda, tenés que traicionar esto y hacer otra cosa. Mi apellido es Prodan y significa “traidor” en ruso. Lo descubrí muy tarde. El novio de mi hermana se llamaba Joseph Brodsky, Premio Nobel de literatura ruso y me lo dijo cuando nos conocimos. Se hizo muy amigo de Luca porque tenían algo en común, que les gustaba la verdad. Era muy de cortar con toda la mentira y divertirse. Era fascinante ese chabón; nos dijo: “Es un nombre fantástico”. Y empezó a hacer una increíble analogía sobre que todos los que se aferran a una cosa toda la vida son unos pelotudos porque esas cosas cambian y la gente queda aferrada a algo que ya cambió. Él, pobrecito, creía en el comunismo y terminó preso por tener ideas demasiado comunistas. Tenía una teoría de que los grandes artistas de la historia, por ejemplo, son todos traidores. Era gente que se da cuenta de que las cosas nunca van a quedar igual y que 28 vos tenés que fluir con eso; y además buscar la verdad. Para él era lo máximo llamarse Prodan. Se trata de aceptar la dinámica de la vida.”
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“Luca y yo escuchamos muchísimas cosas en común, porque él me pasó un montón de cosas cuando yo era chico y cuando fui grande yo le pasé un montón de cosas que él no había escuchado. Le introducía todo el punk y el post-punk. Algunas cosas le encantaron y él lo recicló acá en Argentina a través de su digestión, transformadas por Luca y Sumo, que tenía esos músicos a lo que no les podés decir: “Tocá así”. Sumo no iba a dejar que nadie lo pongo en una categoría, porque Luca era un animal libre y tenía mucha cultura. Podía ser medio antipático, en algún momento. No digo que lo haya sido, porque era muy simpático. Pero a mucha gente eso le puede joder. Luca entró en Argentina como un fucking camión y se la bancó personalmente, en un país en donde todos le daban en contra porque tenían un cagazo bárbaro. La gente no tenía el coraje de decir la verdad, por-
que si decías un poco de verdad te mataban, probablemente. Yo tengo la suerte de entrar atrás de él. Yo entro con mi bicicleta, hago las cosas que me gustan. Para mí es mucho más fácil porque yo entro donde él ya partió todo. Si vine a vivir a Argentina no es por el asado, me gusta pero no es eso. Lo que quiero es ser libre, ¿y qué es eso? Agarrar unos amigos y armar una banda como me gusta. Otro país no te permite esto. En Roma es más divertido estar en la calle charlando con una linda mina que estar en un sótano tocando. Los ingleses tienen un país de mierda donde llueve todo. ¿Y qué hacen? ¡Chupan y se meten en un sótano! Inventan mundos increíbles para salir de ese tremendo país aburridísimo. “Yo aprendí de Luca que quien se acerca es porque le gusta lo que hago tanto como a mí. Y si vamos a ser pocos, bien. ¡Yo no quiero ser famoso! ¿En este mundo? ¡Ni en fucking pedo! Recuerdo que Luca me decía, cuando pegó la fama: ‘Esto es una mierda, no puedo salir por la calle. A mí me encanta la gente, pero cuando era poco conocido igual me encantaba la gente y podía hablar de cosas serias. Hoy salgo a la calle y me están mirando de otra manera. Es otro mundo. He perdido el contacto real con las cosas. No puedo más observar las cosas, porque las cosas están mutando para hacer conmigo lo que piensan que yo quiero que sea. Es horrible, Andrea. Me mandé una re cagada’. La última vez que hablé con Luca me dijo que se había hartado de tocar en una banda de rock. Salir, hablar de las mismas boludeces. Que lo que quería era estar en Traslasierra o tocar en pequeños lugares con poca gente. Sumo tocaba mucho, cuatro o cinco veces por semana. Luca era demasiado artista para estar repitiéndose, por eso en cada show daba todo de sí.”
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Entrevista a Marcia Schvartz Escribe: Silvana JĂĄuregui Fotos: VĂŠronique Pestoni
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Marcia Schvartz nació en Buenos Aires el 24 de marzo de 1955. Realizó estudios inconclusos en la Escuela Nacional de Bellas Artes y concurrió a los talleres de Ricardo Carreira, Luis Falcini, Yuyo Noé y Aída Carballo, a quien considera su maestra. Marcia es hija del editor Gregorio Schvartz y de Hebe Clementi, una historiadora. Le gustan pintores como Policastro, Giorgio Morandi, Norberto Gómez y Fermín Eguía, así como pintores impresionistas. Un bagaje que forma y hace huella. En su taller del barrio de Constitución rememoró: “Siempre dibujé, recuerdo que siempre estaba dibujando desde chiquita. Otras cosas no me interesaban. El colegio nunca me interesó, era un sufrimiento ir a la escuela. Me llevaron a talleres de dibujo y pintura. De más chica iba a talleres de barrio. Fui con Rebeca Guitelzon que era una excelente dibujante. Después recuerdo a Elbia Rubio que me enseñó a hacer esculturas, papel maché. Me interesaba el volumen y el grabado también. Cuando aprendí a hacer grabado en madera fue maravilloso”.
Te inquietaba aprender e incursionar en diferentes técnicas. ¿Hoy te sucede lo mismo? En realidad para mí lo que importa es “el tema” que decido trabajar, ya que siempre se acerca a un material. No podés hacer exposiciones como “Norte negro”, que tiene grandes manchas negras de asfalto, con otra materia que no sea la brea. En los paisajes del Norte se me ocurrió utilizar lanas crudas que yo teñía y las pegaba, a las que llamo tapices truchos. También a veces recurro a la cerámica. Depende de lo que quieras hacer, encontrás una manera de hacerlo. Y después mezclo mucho. Hago pintura sobre madera y después la grabo. No es grabado sobre madera, sino que en una parte de la tela, grabo. ¿Cómo es entonces el proceso de producción ante una tela en blanco o un objeto? ¿Elaboras la idea previamente o la soñás? Bueno, de todo un poco. Es una ensoñación, pero fundamentalmente tiene que ver con la temática que estoy trabajando. Por ejemplo, trabajo mucho sobre arpillera con carbonilla. Son dibujos a los que a veces les empiezo a poner color, pero siempre son dibujos con un poco de color. No son pintura, porque con la pintura me lanzo a pintar sin un boceto previo. Cuando el dibujo está armado es muy difícil pintar. Lo que podés hacer es colorear ese dibujo, pero para mí son cosas completamente distintas.
Como docente, ¿qué herramientas acercás a tus alumnos para que puedan transitar el camino de la creación artística? Trabajé muchos años en el Rojas, siempre con Guadalupe Fernández, que fue mi asistente. En el Rojas teníamos muchos alumnos que nunca habían dibujado. Fui elaborando un método de enseñanza, más relacionado con la práctica que por haber estudiado. Si bien hice la Belgrano, en realidad nunca llegué a terminarla y
“Como docente uso mucho el humor y la desacralización de la solemnidad del arte porque esa idea es paralizante.” por lo tanto nunca cursé las pedagógicas. Fui inventando un método a partir de la interacción con los alumnos, cómo ayudarlos a dejar preconceptos, ya que venían con una idea muy armada en la cabeza. Eso es lo que mejor sé hacer. Uso mucho el humor y la desacralización de la solemnidad
del arte porque esa idea es paralizante, no se puede trabajar si uno parte de esa forma. Si pensás que vas a hacer la gran obra, no se te mueve la mano. Siempre digo que mis talleres son ejercicios disparadores de otras cosas. La idea es romper esquemas previos, pero siempre brindando el apoyo necesario que se logra a través del intercambio enriquecedor de las obras realizadas. Una obra será la disparadora de lo que quiero explicar. Conozco a mis alumnos por la línea porque la línea es como la voz. Tomás al modelo como disparador y el cuerpo es central en tu observación. ¿Esa idea la pones también en el alumno? Me especializo en eso. Lo que más me gusta es el desnudo para enseñar. Es tan mágico que haya una persona allí desnuda que genera que el alumno se involucre. Cuando enseñaba en la Cárcova pintábamos en el jardín, en ese ambiente. Fui probando distintas cosas pero lo que crea, a mi criterio, ese clima mágico, es el modelo. Y bueno, es como que me especialicé en trabajar con modelo vivo. Apelo al dibujo sensible, fuera de todo canon establecido. La única manera es ver las relaciones, es aprender a ver cómo está relacionada la clavícula con el hombro, entonces por ahí vas encontrando la figura. Les contaba a mis alumnos que yo he dibujado mi mano durante años. Era lo más complicado. Por ejemplo, los retratos de Velázquez tenían diferente precio de
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acuerdo a si tenían sólo la cara, o la cara y una sola mano, o la cara y las dos manos. ¡Estaba todo estipulado! ¡Era genial! La mano es un retrato también. No podés dibujarla a través de una mano de madera porque la mano tiene su expresión. Tenés que trabajarla pensando en ella. Hiciste muchos autorretratos. Empezaste por vos misma, por tu interior, para luego poder plasmar en otras criaturas del afuera. ¿Fue ese el camino? Bueno, siempre me dicen que muchos de los retratos, que es un género en sí mismo, son autorretratos. Incluso los retratos eróticos. Después del año 76, cuando se produce la dictadura más sangrienta, ¿qué cambios o desafíos plasmaron tus producciones en el exilio? Tenía 21 años cuando me fui del país. Fue una época signada por el horror y el drama. Cuando llegué a Barcelona empecé a hacer sólo dibujo. Vivía en una pieza de una pensión y no daba para otra cosa. Seguí entonces la temática de Buenos Aires pero trasladada a Barcelona. Representaba las viejas con batón que salían a la calle. Eran temas muy delirantes que todavía no se veían. Después me enganché mucho con el retrato porque ahí me di cuenta que me faltaba aprender dibujo, empecé a sentir muy fuerte esa falta. Me hice muy amiga de Humberto Rivas, un fotógrafo y retratista excepcional, y su mujer María Helguera, que también en esa época hacía retratos. Tuve una relación con ellos muy intensa y fueron una enorme influencia en esa pasión por el retrato. En realidad fueron mi única relación con gente del mundo del arte. También me enganché en el Cercle Artistic de San Luc, donde había dibujo con modelo. Después empecé a retratar todo el circo que me rodeaba, que era enorme. ¡Nunca en mi vida trabajé tanto! Hacía un retrato por día. Expuse allí por primera vez en 1978 con “Tríos y dúos”; expuse “Crónicas” en 1979 en Galería 4 Gats, en 1980 en Galería Lleonart y en 1981 en la Galería Ciento. Allí presenté la performance-instalación “Tendiendo”, que incluye el audiovisual “Doña Concha” realizado con la ayuda de Humberto Rivas. Doña Concha es un personaje que surgió de donde yo vivía, una vecina de barrio que tiende ropa recién la32 vada en la terraza mientras canturrea con entusiasmo un bolero. Después la incluí en la muestra “Joven Pintora”
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(1976-1986), que realicé en el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori. El título, que jugaba con la sigla “JP”, comprendía gran parte de las obras que hice en Barcelona, que estaban guardadas y nunca había expuesto. Ya en Argentina, me encanta exponer en museos y en el Nacional de Bellas Artes mucho más. ¿Sentiste que por ser artista mujer tuviste un camino más difícil? Si, eso es así y en cualquier cosa a la que te dediques. Es que todos los pintores tienen que tener barba, boina y si es posible fumar en pipa, un combo que viene todo junto. En Bellas Artes éramos 80% de mujeres y de golpe los que quedaban como pintores eran todos hombres. Muchas se dedican a hacerles los currículum a sus amigos pintores o a cuidar los chicos. La vida te va limando mal. No hay soporte acá. Yo tenía un libro de un premio que hizo Quinquela cuando inauguró el Museo en el año 40 o antes. Hay muchísimas mujeres que participaron de ese premio y no quedó ninguna. Alguna vez dijiste: “La obra tiene que verse y entrar en ella, la pintura es una ventana hacia mí”. ¿Importa entonces la opinión del espectador, el crítico o el público en general? En esa ventana estás vos y te importa. Como tengo esa preocupación social que me lleva a observar la sociedad, sus fenómenos, claro que me interesa el ida y vuelta. Y mucho. El libro “Fondo” es el homenaje a tus amigas Hilda Fernández y Liliana Marseca. [Nota: Hilda fue compañera de Bellas Artes y de militancia, desaparecida en 1977 víctima del terrorismo de Estado; Liliana fue una artista brillante e intensa, muerta por SIDA en los 90]. Contanos sobre la temática, la mirada y cómo fuiste pergeñando la idea del libro. Hacía muchos años que venía trabajando esta temática. Primero hice unas pinturas. Después hice unas serigrafías que las expuse en el Museo de Bellas Artes, una instalación gráfica que se llamó “El río es nuestra sangre. Nuestro río es de sangre” y esto fue mucho antes de hacer la serie “Fondo”. Venía hace mucho tiempo procesando el tema y cómo graficarlo, me llevó diez años elaborarlo. También me ayudó Adrián Paiva a hacer esculturas sobre el tema: hice obras con yeso, con epoxi, con arena y con relieves. La idea eran los desa-
parecidos pero también trabajar sobre la playa como un lugar de choque de dos mundos, entre el mar o el río y nosotros, entre los vivos y los muertos. Por ejemplo, los vikingos tiraban a los muertos al mar y el viaje al más allá era en un tronco que lo plantaban cuando nacías. Después las obras se fueron mezclando y complementando y así empezaron a aparecer ideas. El mar, el río como la vida. También con la serie de “Indios e indias” empezó la relación del río como muerte y así fue cerrando la idea. Con “Norte negro”, que es anterior, que es con brea, encuentro un libro de Max Doerner (“Los materiales de pintura y su empleo en el arte”) y descubro allí que la brea era tierra del Mar Muerto. Este material también tenía que ver con la muerte. Incluso la carbonilla es un fósil. Así empezó toda esa serie de “Fondo” y fue muchísimo trabajo, apasionante y doloroso. Siempre había visto que se estigmatizaba por un lado lo malo, lo bueno, la tortura para representar las pérdidas. Sentí que había encontrado otra mirada al tema, la cosa fantasmática, las ánimas que están entre nosotros. Los caracoles que intervengo tienen que ver con los bárbaros, que los enterraban junto a sus muertos
porque su forma interior circular la interpretaban como la reencarnación, pensaban que el caracol moría y se volvía a armar adentro. Incluso surge la idea de la transformación, por los hongos que utilizo, ese hongo trasmuta en otra cosa. La obra “La zanja”, de gran tamaño y peso, es una arpillera intervenida con huesos, arena y caracoles, que exhibe restos del fondo del mar que encontré en Trujillo, Perú. Buscaba una punta de referencia, una
“En el libro “Fondo” la idea eran los desaparecidos pero también trabajar sobre la playa como un lugar de choque de dos mundos.”
punta de luz, una llegada desde la oscuridad. El libro “Fondo” recopila parte de estos trabajos. ¿Qué opinás del arte político, de aquellos que proponen lo explícito en su temática? El arte político en este momento es un negocio, es un tema de mercado. El mercado agarra todo, entonces hay mucho advenedizo haciendo y produciendo eso, pero después hay artistas que han trabajado en el momento, in situ, que han hecho cosas muy arriesgadas con un valor enorme. Más que nada pienso que el arte político se relaciona con eso. Por ejemplo, “El Siluetazo” o muchas otras cosas que se hacían en la plaza con Las Madres. También hubo mucha gente que estaba encerrada en su taller trabajando esa temática que también era muy válido. Pero está la cuestión de la moda del mercado… ¿Cómo qué? Hubo una muestra en Proa llamada “Acción urgente”, sobre arte político de los 90, a la que no fui porque ya me parecía contradictorio incluso el lugar donde se hacía. Había marchas actuales del 24 de marzo, donde ya no se
“El arte político en este momento es un negocio, es un tema de mercado.” corre ningún riesgo, grupos que filman todo o hacen alguna intervención y eso lo mandan a festivales internacionales que nadie sabe si fue en los 90, en los 80, en el 2000. Se hace porque está en el aire y hay un mercado que lo compra. ¿Creés que el arte latinoamericano tiene identidad? ¡Latinoamérica tiene una identidad bárbara! El arte latinoamericano no sé. Muy pocas veces la ves reflejada en el arte. De Brasil viene un arte emparentado más con los 90, papelitos, un arte muy decorativo, pero cuando vas allá te volvés loco con el color y eso no está reflejado. Fue como un boom en los 40 con la baja de la identidad, con el peso del Partido Comunista. El indigenismo fue fuertísimo, que venía pegado a Mariátegui. Fue un momento no sólo de gente de izquierda, por ejemplo estaba Guido, también Ricardo Rojas muy interesados en la identidad americana. Después, de un plumazo, eso desapareció y a nadie le importó.
Marcia nos muestra su taller y su obra en proceso que forma parte de una serie que abordará la época de 1975.
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Escribe: Guadi Calvo Ilustra: Germán Pasti
A nadie puede sorprender en México la desaparición de cuarenta y tres personas. Lo sorprendente sería que aparecieran y, mucho más todavía, que lo hagan con vida. Durante los últimos diez años, en el marco de la guerra entre los diferentes cárteles de la droga, se han producido entre 85 mil y 120 mil muertes y entre 50 mil y 60 mil desapariciones. Quizás lo que llama la atención a los que no han seguido esta guerra desde un principio, ha sido la repercusión mediática de este secuestro masivo que, a primera vista, es tan igual e intrascendente como los miles que se producen con frecuencia exasperante en México. Los sicarios en ese país son miles porque no están bien pagos respecto a los estándares internacionales. En México no alcanza a pagarse 600 dólares, mientras que en países del primer mundo pueden llegar a alcanzar los 15 mil. Entonces, los sicarios y la soldadesca de los cárteles deben trabajar a destajo o intentar progresar por la propia. Un ejemplo de esto es lo sucedido en abril de 2011, cuando se encontró en San Fernando (remoto y sencillo pueblo del norte mexicano, del Estado Tamaulipas) una fosa clandestina con 190 cuerpos de migrantes centro y sudamericanos. Hasta aquí, tampoco nada demasiado llamativo. Sin embargo, en agosto del año 2010, en ese poblado de menos de 30 mil habitantes ubicado a 140 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, habían sido encontrados otros 72 cadáveres, igual de abandonados e ignotos. El secuestro masivo de migrantes en tránsito hacia los Estados Unidos forma parte de las fuentes de recursos de las organizaciones delictivas mexicanas. En 2009, pocos meses después de iniciarse ese lucrativo emprendimiento, se estimaba que las bandas habían conseguido alzarse con 50 millones de dólares, una cifra insignificante para los capos de un cártel, pero llamativa, al menos, para alguno de sus capitanejos y mucho más para los policías que siempre forman parte de la empresa. El negocio suele ser redondo: roban a la víctima lo que ella lleve encima (que nunca pasa de un par de miles de dólares). Se sabe que la inmensa mayoría de los migrantes clandestinos tienen un pariente instalado en los Estados Unidos, a quien se le reclama el rescate. A veces es un servicio “puerta a puerta”, es decir, la misma banda se encarga de cruzarle la frontera y dejar al pariente o amigo secuestrado en la casa de quienes lo esperan en Estados Unidos. Y, si algo falla, esta clase de secuestradores son de enterrar sus errores. Los secuestros masivos forman parte de una práctica que se ha desarrollado mucho en México, pero es imposible cuantificar la cantidad de migrantes ilegales que entran al país por la frontera sur con Guatemala, en busca de alcanzar la frontera norte con los Estados Unidos. En esos casi tres mil kilómetros, los viajantes suelen verse acechados por infinidad de peligros: desde la policía corrupta que les exigen dinero para no ser deportados, hasta “coyotes” o “polleros”, baquianos de la frontera, que por un par de dólares o lo que se tenga, pueden hacerlos pasar “al otro lado” sin mayores problemas. Si son sorprendidos por las patrullas de migraciones norteamericanas o por los “minutemen”, organización paramilitar conformada por grupos de ganaderos norteamericanos dispuestos a evitar la invasión de miserables a su bendita América, los migrantes serán abandonados a su mala suerte, y si no son devorados por el desierto, serán detenidos y remitidos a sus países de origen por las autoridades. Es aquí donde surge el único dato más o menos preciso: los deportados en esa situación son alrededor de un millón al año. Por otro lado, las mujeres corren un riesgo extra. La mayoría, sin importar la edad, serán violadas al menos una vez en algún punto del trayecto, tal es así que la policía fronteriza de Guatemala les aconseja tomar anticonceptivos. Las más 34 jóvenes y bonitas suelen ser vendidas a los prostíbulos del sur, en Tapachula especialmente, conformando así un centro de turismo sexual a nivel mundial. Este es el estado general de la situación de violencia e inseguridad en México. Si subimos en ese espiral a las esferas de la actividad de los grandes cárteles, las cifras en dólares y muertos es astronómica.
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Cárteles y cartelitos
En México están identificados nueve cárteles de la droga: Cártel del Pacífico, Los Arellano Félix, La Familia Michoacana, Carrillo Fuentes, los Beltrán Leyva, Los Zetas, del Golfo, los Caballeros Templarios y Jalisco Nueva Generación. Cada una de estas organizaciones cuenta con subgrupos, bandas operacionales o grupos de choque según como quieran llamarles. Por ejemplo, el cártel del Golfo contiene una docena de pequeñas organizaciones tributarias, los Zetas nueve, ocho el cártel del Pacífico y los Beltrán Leyva seis. Estas organizaciones operan en 23 Estados de los 30 en que se divide el país. En Guerrero, el Estado en que el 26 de septiembre pasado se esfumaron 43 estudiantes, operan cuatro de los anteriormente nombrados cárteles: Zetas, el del Pacífico, los Caballeros Templarios y el de los Beltrán Leyva, a los que hay que sumarles 21 de esos grupos operativos vinculados con las organizaciones mayores. El estado de Guerrero es, por otra parte, el segundo en producción de marihuana y de amapola, de la que se deriva el opio y la heroína. Es ese marco de situación en que estos jóvenes estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, ubicada en el poblado guerrerense de Ayotzinapa, fueron secuestrados por una de las bandas tributarias de la Familia Michoacana: Guerreros Unidos o La Nueva Empresa. Cuando los normalistas volvían en varios ómnibus tras haber participado de un “boteo”, (escrache) contra las autoridades municipales, fueron detenidos por un retén compuesto por policías de Iguala y Cocula. El ataque de los estudiantes a los buses, tuvo como consecuencia seis estudiantes muertos, 25 heridos y la desaparición de los 43 que todavía hoy el mundo reclama frente a la pasividad del Estado Mexicano. Las investigaciones aclararon que fueron los policías municipales quienes finalmente entregaron los estudiantes a hombres de Guerreros Unidos y, desde entonces, sólo el silencio. Apenas conocida la noticia, el alcalde de Iguala José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda, su mujer y candidata a sucederlo en el cargo, escaparon del pueblo. Tras un mes como prófugos, fueron detenidos
“En México están identificados nueve cárteles de la droga, cada uno con subgrupos, bandas operacionales o grupos de choque que operan en 23 Estados de los 30 en que se divide el país.” 35
por la policía en Cedro 50, colonia Tenorios, delegación Iztapalapa, barrio humilde de la capital mexicana. En seguida se sabría que la aspirante a alcaldesa era nada menos que la hermana de Marco Alberto y Marco Antonio Pineda Villa, ambos muertos en 2009 en distintos enfrentamientos armados, e hija de María Leonor Villa Orduño. Toda esta parentela estaba vinculada a Arturo Beltrán Leyva, alias “Jefe de Jefes” (una rotunda mentira, sólo un capitanejo alzado) o también conocido como “La Muerte”, “El Barbas” o “El Botas Blancas”. La espectacular muerte de Arturo Beltrán Leyva en Cuernovaca, Morelos, en diciembre de 2009 lo catapultaría a la fama mundial. El vínculo entre la familia Pineda Villa y el grupo Guerreros Unidos o Beltrán Leyva, no hace más que replicar en tamaño municipal lo que en México sucede en todos las esferas del Estado. La vinculación narcos-políticos es una realidad tan incontrastable como que México es técnicamente un estado fallido.
Con vida los llevaron, con vida los queremos
Las multitudinarias marchas que se realizan en todo México, corean indignadas el mismo slogan que se impuso en la Argentina a la hora de reclamar a sus desaparecidos: “Con vida los llevaron, con vida los queremos”. Un reclamo, un pedido, un ruego, una oración que se vinculan a un mismo deseo, que tendrá el mismo destino: prolongarse en el tiempo. Sin duda, el presidente Enrique Peña Nieto sólo tiene una salida: apostar al olvido y a que la falta de respuesta y el conjunto de nuevas leyes que le permitirán criminalizar las protestas con penas de prisión, comience a minar el ánimo de los mexicanos. Sobre todas las cosas, las
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multitudinarias manifestaciones deben comenzar a espaciarse, a vaciarse hasta el ansiado “aquí no ha pasado nada” del mandatario mexicano y su gobierno. México está lacerado por la corrupción. La masa de dinero que produce el narcotráfico hace que prácticamente no haya ningún funcionario que pueda resistirse a la oferta de un cártel y, si lo hubiera, ellos han encontrado una solución: “Plata o plomo”. Sin mucho más que eso y miles de millones de dólares, la droga tiene comprado México y con ello a todo su mobiliario. Desde simples concejales municipales a generales del Ejército, desde gobernadores a sillones de directorio en cuanta empresa les interesa, desde botas de cuero de víbora a presidentes, desde putas a ministros, desde el periodismo al armamento más sofisticado que se puede adquirir en el mercado negro. Esto último incluye sus amadas y distintivas AK 47. El mítico invento de Mijael Kalashnikov, un militar soviético, que se convirtió en el arma de fuego que mayor cantidad de personas ha matado en el mundo. Asimismo, es la única que aparece en una bandera nacional como es el caso de Mozambique, que ha estado en todos los conflictos del mundo de mitad del siglo XX hasta hoy y a la que los narcos mexicanos llaman cariñosamente “la cuerno de chivo”, por la curvatura de su cargador. No sería extraño que, si las manifestaciones que reclaman a los estudiantes de Ayotzinapa llegaran a jaquear al gobierno hasta ponerlo al borde del nockaut, sean ellos mismos quienes salgan a terminar, de la peor manera, con los revoltosos. Se estima que el brazo armado del narcotráfico supera los 500 mil hombres, por lo tanto, no les van a faltar combatientes a la hora de terminar con las manifestaciones. A la
hora de asesinar, tampoco el sicariato del narcotráfico se toma la cuestión a la ligera, lo hace según la cantidad que tenga que matar y el tiempo que disponga con una panoplia de posibilidades que a los muchachos del Reichsführer de las Schutzstaffel (S.S.) Heinrich Himmler los harían sentir una hermanita Ursulina. A nadie en realidad le importa que los cárteles de la droga mexicanos dejen de funcionar más que al pueblo mexicano. Sus mejores y casi exclusivos clientes son los Estados Unidos y nada hacen por detener el ingente tráfico por sus fronteras, mares y cielos, ya que además de convertir en ricos a otros muchos funcionarios y allegados, la droga se ha convertido, más que en un problema, en una solución. La utilizan como un regulador social: más conflictos sociales, más droga al mercado y más barata; una ecuación tan perfecta como perversa. El ex presidente Bill Clinton, reconoció en 2007 que Estado Unidos consume el 50% de toda la producción mundial, cuando su población sólo significa el 5%. Los números no mienten. Los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa fueron víctimas de una trama que por mucho los excedía. Sin duda murieron sin saber por qué iban a morir, como nos pasa a los que seguimos vivos, sin saber bien tampoco por qué.
“Los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa fueron víctimas de una trama que por mucho los excedía.”
Escribe: Lucía Manusovich Fotos: Nicolás F. Blanco Ilustra: Sol Re
Reglamentar vs. abolir
¿La prostitución debe considerarse trabajo sexual y ser reglamentada? ¿O siempre hay explotación y una imposibilidad real de elegir? ¿Qué rol tiene que tomar el Estado? Para desentramar estos interrogantes, entrevistamos a Georgina Orellano y a Lohana Berkins. Georgina se define como trabajadora sexual, es Secretaria General de la Asociación de Meretrices Argentinas y plantea regular el trabajo sexual autónomo. Lohana es una activista travesti para quien sostener la prostitución como un trabajo es retroceder miles de años y legalizar la esclavitud y la explotación sexual. Alentador comienzo para un debate democrático. Si bien ambas dicen rechazar de plano el proxenitismo, se deja entrever la distancia aún irreconciliable entre dos posturas acerca del lugar de la prostitución en la vida pública, del sentido de la sexualidad, de la construcción de la identidad, y de los interrogantes filosóficos y políticos que las sostienen.
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PROSTITUCIÓN
Georgina Orellano: la libertad de elegir
¿En qué consiste el proyecto de Ley de Habilitación de Establecimientos que brindan servicios sexuales? Es un proyecto que presentamos a través de una conferencia de prensa en la CTA, pero que ya ingresó a la Legislatura Porteña, y es el resultado de una problemática que al menos acá en Capital Federal nos viene afectando hace más o menos dos años. Puede ser que se reproduzca en las provincias, pero lo que nos pasaba acá es que el Agente de Control Gubernamental, que es el ente que regula los comercios de la ciudad como los kioscos, los restoranes, los bailes, los locales de venta de indumentaria, ingresaba a los departamentos de nuestras compañeras. Sus agentes les pedían la habilitación, porque decían que ellas estaban brindando servicios personales directos. Por supuesto que como no tenemos habilitación, las compañeras accedían a mostrar el contrato de alquiler, en los casos en que lo tenían. Cuando se mostraba ese contrato de alquiler, que no tienen ninguna validez, se procedía a la clausura del lugar. Además, cuando ingresaba la gente de Control Gubernamental entraba a veces con orden judicial y la gran mayoría sin ella. Ingresaban de forma muy violenta, generalmente con la Policía Metropolitana, con la Oficina de Derechos Humanos que pertenece al gobierno porteño y en ocasiones con la Oficina de Protección a las Víctimas. Si irrumpían solicitando la habilitación, ¿es que reconocían que es una actividad lícita? Exactamente. Lo que ocurre es que no hay una ley nacional que reconozca el trabajo sexual como trabajo. Si existiese esa ley, somos las primeras en ir a habilitarlo. Entonces les dejaban la
La Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR) lucha hace 20 años por los derechos laborales de las mujeres que ejercen la prostitución. La Secretaria General de la asociación, Georgina Orellano, se autodefine como trabajadora sexual. Georgina nos cuenta el objetivo de un proyecto de ley presentado recientemente, el panorama de la problemática que atraviesan sus compañeras y cuál es el escenario político para instalar en la agenda la necesidad de reglamentar los establecimientos que brindan servicios sexuales.
faja de clausura y una serie de papeles donde ellas tenían que ir a averiguar para tramitar la habilitación. Para nosotras era algo nuevo porque, mientras en otras provincias se clausuraba directamente, acá dejaban abierta la posibilidad de que se habilite, se saque la faja de clausura y se restituya la llave. A nivel nacional el trabajo sexual no está prohibido, pero tampoco está permitido. Nosotras trabajamos en la clandestinidad. Nos decían que había que buscar una manera de habilitar porque allí había comercio, se estaba
“Presentamos un Proyecto de Ley para que en la Ciudad de Buenos Aires se puedan habilitar los departamentos o casas que ofrezcan servicios sexuales.” dando un servicio con una remuneración económica. Hicimos la prueba y lo habilitamos bajo la forma de masajista. Durante tres meses trabajaron tranquilas y después les cayó la Agencia Gubernamental. Primero les pedían la matrícula de masajista que por supuesto no tenían. Después, no encontraban un lugar acondicionado para masajes. Entonces ahí clausuraban el lugar y procesaban a las compañeras porque estaban cometiendo el delito de desvirtuación de rubro. Entonces nos acercamos a la Legis-
latura y fue María Rachid quien nos abrió las puertas y nos pidió que trabajemos todo esto de las clausuras, de los allanamientos compulsivos de forma violenta, los robos. Las abogadas nos dijeron que sacar la matrícula para masajista era pan para hoy y hambre para mañana porque iba a volver Control Gubernamental e iba a verificar que no se hacían esos servicios y nuevamente nos clausurarían. Así, las compañeras quedaban en situación de calle, no podían entrar porque las procesaban por violación de clausura. Nosotras estamos totalmente en contra del proxenetismo o de que un tercero o tercera o la policía se queden con un porcentaje nuestro. Por eso hablamos de trabajo sexual autónomo. Entonces presentamos un Proyecto de Ley para que en la Ciudad de Buenos Aires se puedan habilitar los departamentos o casas que ofrezcan servicios sexuales. ¿Cuál es la diferencia entre explotación sexual y trabajo sexual? Nosotras hablamos de trabajo sexual cuando son mujeres, mujeres trans y hombres mayores de 18 años que por decisión propia y en forma voluntaria eligen ejercer esta actividad. Además elegimos en qué modalidad hacerlo, porque el comercio sexual es muy amplio. La legislación actual no diferencia al trabajo sexual autónomo de la trata de personas y explotación sexual. Queda todo atado a la trata de personas. Como si nosotras nunca eligiéramos, como si no existiese nuestra voluntad de trabajar. Queda como que siempre nos empujan a trabajar y siempre hay un tercero sacándonos plata.
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Hay un debate entre quienes consideran que la prostitución un trabajo y quienes piensan que es una situación de vulneración de derechos. ¿Qué repercusiones tuvo el proyecto de ley en las organizaciones de mujeres que ejercen la prostitución? Este proyecto que presentamos con María Rachid fue construido desde las bases. Nosotras hacemos lo que nuestras compañeras nos dicen. Vemos la problemática y buscamos la solución a esa problemática o una he-
rramienta para que nosotras mismas, a través de la lucha colectiva, podamos exigir al Estado acceso a la vivienda, la educación, la salud integral, la obra social y la jubilación. La madre de las batallas es que se reconozca el servicio sexual como un trabajo. Hay otra postura que nosotras respetamos un montón. Sabemos que la problemática es la misma, lo que nos cambia es la definición de una y la reivindicación de la otra. La vulneración de derechos y la violencia institucional que sufren tanto ellas como nosotras
“Puede haber un marco regulatorio para las que sí queremos trabajar y el reconocimiento de nuestros derechos laborales, y puede haber reinserción laboral para las que no quieran seguir trabajando en esto.” es la misma. Así, llegamos a la conclusión de que la política pública que ellas le exigen al Estado no invalida nuestra lucha. Claramente puede haber un marco regulatorio para las que sí queremos trabajar y el reconocimiento de nuestros derechos laborales como obra social y jubilación, y puede haber reinserción laboral para las que no quieran seguir trabajando en esto. Nosotras hablamos por las trabajadoras sexuales. Nos parece muy bien que ellas hayan logrado hacer los microemprendimientos y las cooperativas de trabajo con el Ministerio de Trabajo. El Estado tiene que estar presente ahí, pero también tiene que estar presente en esta otra problemática y en este otro pedido: que nuestro trabajo sea reconocido como cualquier trabajo más.
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¿Cuál es la postura del Estado en este debate? Así como durante muchos años fueron otras mujeres las que llevaron las voces de las trabajadoras sexuales y debatían sobre nosotras pero sin nosotras, hoy hay mucha gente que dice ser la voz del Estado. Que la Argentina es un Estado abolicionista y que no se va a po-
der considerar nunca al trabajo sexual como un trabajo. Pero el decreto presidencial N° 1086/2005 (firmado por el ex Presidente Néstor Kirchner) que creaba la Ley Nacional Antidiscriminación, en su artículo 18 decía que se le otorguen obras sociales y cargas jubilatorias a las mujeres que ejercen el trabajo sexual.Cuando presentamos el proyecto, teníamos muy en claro que los medios iban a mirar para este lado y que como ofensiva iban a salir un montón de personas a atacarnos, que no comparten ideologías o pensamientos. Lo que rescatamos es que se pudieron poner en debate nuestras voces. Porque lo que sentíamos desde el 2010 hasta ahora era que siempre se hablaba de trata de personas pero no se hablaba de qué iba a pasar con las trabajadoras sexuales. Nosotras hablamos de un modelo de cooperativismo autónomo. Nosotras queremos pagarle sólo al Estado, no a la policía por debajo, y que eso se convierta en política pública para todos y para todas.
“Nosotras queremos pagarle sólo al Estado, no a la policía por debajo, y que eso se convierta en política pública para todos y para todas.”
PROSTITUCIÓN
Lohana Berkins: liberación de las sujetas sujetadas
Lohana Berkins es unas de las activistas travestis más reconocidas de nuestro país por su trayectoria en la lucha por los derechos de trans, travas y transgénero. Se encuentra al frente de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT) desde hace 20 años. Creó la primera cooperativa trans argentina y el Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, que impulsó la normativa vigente. Lohana nos recibió en su oficina donde funciona el Observatorio de Género de la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Qué opinás sobre el proyecto de Ley presentado por la diputada María Rachid sobre la reglamentación de los establecimientos que prestan servicios sexuales? En primer lugar, nos parece que sostener la prostitución como un trabajo es retroceder miles de años porque lo que hay que enmarcar en su justa medida es el tema de la explotación. Sobre todo con nuestras formaciones políticas: sostuvimos tantos años la explotación del hombre por el hom-
“¿Dónde se va a trazar la delgada línea para que la dirigente de la organización no sea la proxeneta de sus propias compañeras?” bre, que la verdad nosotras no le vemos ningún asidero. Por otro lado, creemos que es legalizar la esclavitud y las formas de explotación de las mujeres y las travestis. El debate se da sobre falsas premisas: “legalicemos”. ¿Cómo vas a legalizar algo que en este país es legal? Acá la prostitución es legal. Es como si dijéramos “lega-
licemos respirar”. Además, nunca se aclaran bien los términos sobre cómo sería la funcionalidad cuando se establezca como un trabajo. ¿Dónde se va a trazar la delgada línea para que la dirigente de la organización no sea la proxeneta de sus propias compañeras? En términos de derechos concretos, una perfectamente puede ser autónoma, inscribirse y tener un beneficio. No se sostiene esta falacia de que si somos reconocidas vamos a tener un beneficio especial. A nosotras nos gustaría que nos digan cuáles son las reglas claras. Porque si no terminamos discutiendo sólo si es un trabajo o no y eso obtura el debate. ¿Cómo sería? ¿Quién lo regularía? Primero, es volverle a entregar al Estado ese control higienista, que sea el Estado el que te califique a vos como un cuerpo de alto consumo. No me vas a decir que eso no es brutalidad. Segundo, contradice las cuestiones del SIDA. Es sabido que una de las protecciones más seguras es el preservativo ¿para qué necesito un carnet de sanidad? Absolutamente falaz. Además, ¿ese carnet lo vamos a tener sólo quienes estamos en situación de prostitución o los varones también? Porque yo quiero decir “A ver, disculpame, ¿tu carnet?”. No se ha pensado ningún mecanismo concreto más que pensamientos académicos que defienden la
parte idílica de la prostitución. Entonces, si entrás en toda la arquitectura donde se sostiene la prostitución, el eslabón más débil, curiosamente, es el que produce millones de pesos, los cuales no llegan a él. Los dueños de los hoteles, los bares donde come, el taxista que la transporta, el que le vende la ropa. Vos ves la cantidad de dinero que produce la persona en situación de prostitución, pero si después ves los dividendos, se queda con nada. ¿Vos decís que una regulación no generaría que esa cantidad de dinero que se queda en el camino llegue a ellas de una forma más directa? De ninguna manera. ¿Cómo sería el modo de control? ¿La chica diría “Acá tengo el posnet”? Después el tipo se va a su casa y a la mujer alegremente le dice: “Tomé un servicio sexual”. Sinceramente, no tiene asidero alguno. Y teóricamente las grandes preguntas que nosotros hacemos son quién compra, quién vende, qué vende y qué se vende en la prostitución. La prostitución seguiría sosteniendo una sexualidad paralela porque, ¿qué tiene una prostituta, ya sea travesti o mujer, que no tengas vos? ¿Nosotras nacemos con el Kamasutra?, ¿tenemos un gen? La existencia de la prostitución habla del fracaso de
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una sociedad que no pudo crear un mundo libre en términos de la sexualidad. La sociedad necesita tener identidades cloacalizantes donde supone descargar un montón de cuestiones.
“Reglamentar la prostitución es volverle a entregar al Estado ese control higienista, que sea el Estado el que te califique como un cuerpo de alto consumo.” Vos hablabas de una postura abolicionista del Estado en este tema ¿Cuál es la postura del Gobierno de la Ciudad? Vos fijate dónde prospera esta trasnochada. Avanza en los sectores más reaccionarios, por ejemplo en la Capital Federal. En las elecciones anteriores, el Jefe de Gobierno, sin inmutarse, abiertamente dijo que él apoyaría la prostitución. El Gobierno Nacional genera políticas públicas claras y de proteccionismo hacia el sector de personas en situación de prostitución. La actitud que tiene el Jefe de Gobierno no tiene punto de comparación. Si ese señor es presidente mañana, la prostitución sería un trabajo a los dos días porque realmente es el pensamiento, es la ideología que ellos sostienen. El nivel de misoginia se ve en la campaña y las políticas que llevan es para seguir sosteniendo la binariedad varón-mujer, para que la mujer siga ocupando esos espacios. Es más, yo creo que este proyecto de la diputada Rachid realmente responde a los negociados que tiene con el PRO y que
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sabía que iba a tener un gran caudal de votos del PRO para aprobarlo. ¿Cuál es la relación entre la implementación de las leyes igualitarias y el cambio cultural necesario para la inclusión? Una ley per se no cambia nada. Está visto que cuando el pueblo se organiza y cualquier sector demanda un derecho, presiona y empieza a actuar con la real politique, eso puede cambiar. Lo peor es cambiar las leyes de costumbre. Antes de la ley de identidad de género, la gente pensaba que nosotras éramos viciosas, negras, drogadas, infectadas, poco fiables, exhibicionistas. La gente sigue pensando lo mismo. Vivimos en un país con una gran desigualdad social y cultural. La herramienta más poderosa para producir el cambio es que la sujeta oprimida, o sujeto oprimido, se dé cuenta de su opresión y empiece a registrarla. Ese hecho hace que avancemos nosotras. Esto, a la sociedad le replantea sus propias contradicciones, le va quitando el velo de su propia ignorancia. El primer paso es plantarte frente al otro y decir no. El segundo paso es demostrar que somos parte de esa construcción social. Eso es lo que inevitablemente produce el cambio. Una de las cuestiones más demandadas por las personas trans es el acceso laboral. Sabemos que el Gobierno Nacional ha implementado algunas políticas públicas en torno a esto, ¿Cuáles son los sectores más retrógrados que no están avanzando y obstaculizan el avance? El Estado ha hecho una apertura insuficiente todavía, pero muy valorable. Ha empezado a mostrar la punta del iceberg. El tema es la parte privada del empleo y ahí están incluídos los medios masivos de comunicación.
Nos siguen considerando como consumidoras de sus productos pero no nos ven como fuerzas productoras de trabajo. El cabaret Tinelli pone actores vestidos de mujer de manera bufonesca, grotesca. Pero, si la gente quiere ver travas, ¿por qué no pone actrices travestis, por ejemplo? Los medios contribuyen mucho a sostener los atávicos prejuicios que la sociedad tiene sobre nosotras, al seguir mostrándonos como las bufonas de la corte, estereotipadas. Entonces, si el sector privado no avanza en eso, la verdad, no creo que avancemos mucho. ¿Cuál es el trabajo que se realiza desde ALITT y desde la cooperativa Nadia Echazú? Fuimos la primera cooperativa de trabajo textil para capacitar a compañeras en el mundo laboral. Hoy hay diez cooperativas de trabajo a lo largo y ancho del país que han surgido a partir de nuestra experiencia, y esto no ha sido tapa de todos los diarios. La experiencia laboral fue exitosa sobre todo por cómo se fue instalando en el imaginario de nuestra comunidad el hecho de que nuestro destino no siempre es la prostitución. Y sobre todo para las nuevas niñas travestis: estamos en un Estado que les reconoce su identidad, donde podrán finalizar sus estudios escolares y tener un empleo. ¿Cuál es el paso a seguir en materia de conquista de derechos? Primero hay que pensar en profundizar este modelo. Estamos viviendo una primavera, estamos viviendo el futuro. A veces me asusto. Cuando tengo que llevar el documento para hacer un trámite, lo veo y digo: “¡Ay! Ese es mi documento, dice que soy mujer, ¡que soy Lohana!”. Lo que sigue es profundizar la calidad de los derechos.
Entrevista a Gabriela Cerruti
Escribe Alejandra Budiño
Gabriela Cerruti es periodista y escritora. En el 2007 fue elegida legisladora porteña por Nuevo Encuentro y actualmente es la jefa del bloque. En octubre presentó su último libro: “Vivir bien en la ciudad”, con prólogo de Raúl Zaffaroni. Cerruti es reconocida por el ímpetu a la hora de defender sus convicciones en la legislatura y quiere ser Jefa de Gobierno en el 2015. En esta entrevista, nos cuenta su perspectiva sobre la Ciudad de Buenos Aires, desde concepciones filosóficas sobre la comunidad de los porteños, hasta las principales falencias del gobierno de Macri.
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¿Cuál es la propuesta de tu libro “Vivir bien en la ciudad”? El libro trata de hablar de nosotros, de la gente que vive en la Ciudad de Buenos Aires, a diferencia de otros libros u otras propuestas de gobierno que hacen mucho hincapié en las cosas que hay que resolver. Lo que trato de plantear es cómo podemos hacer para vivir mejor en la Ciudad con una postura, si querés, filosófica e ideológica. Si no recuperamos el concepto de comunidad la vida es, básicamente, horrible. Buenos Aires es una ciudad maravillosa, pero hoy por hoy le falta un propósito, un proyecto, un alma, un espíritu. El libro trata un poco de abordar eso, en lugar de hablar de inseguridad hablemos de vivir sin miedo, en lugar de hablar de cuestiones de género hablemos de cuidado, de cómo nos vamos a cuidar mutuamente sin que esto sea responsabilidad exclusivamente de las mujeres. En lugar de medio ambiente, hablemos de cómo recuperar el río, de cómo hacemos para ver una puesta de sol. Me parece que tenemos que empezar a pensar desde un discurso que tiene algunas cosas de femenino. Yo creo que Cristina introdujo la idea de que en política se puede hablar de felicidad, se puede hablar de amor, de las pasiones que tienen que ver con la política. La mayor parte del día nos preguntamos cómo vivir mejor y cómo ser felices, no puede ser que eso esté ajeno al pensamiento político. En el 2010 publicaste “El pibe”, sobre Mauricio Macri. ¿Cómo lo ves a ese pibe en perspectiva al 2015? Nosotros venimos diciendo desde el 2007 que estábamos inventando un monstruo. La Ciudad de Buenos Aires es una vidriera muy importante, en donde hay muchos recursos. Entonces seguramente no le iba a ir tan mal en su gestión y esto lo iba a convertir en un potencial candidato a presiden44 te. Es la primera vez que en la Argentina hay un candidato nacido y criado en la derecha. No es alguien que la
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derecha usa, sino que es alguien nacido y criado con esa concepción. El deber de docencia que tenemos los porteños con el resto del país es explicar todo esto que ya sabemos de Macri: que hay mucho globo de color, mucho maquillaje, mucho hacia afuera pero que en definitiva lo que está representando es un proyecto clarísimo de la derecha argentina.
En varias oportunidades denunciaste los negocios del Jefe de gobierno con el Grupo Clarín. ¿Cómo es hoy la relación entre el Grupo y la oposición? Digamos que hay dos proyectos en confrontación: uno es del gobierno nacional y el otro es de Clarín. Por defensa de sus negocios y de su impunidad, Clarín está posicionado como el gran jefe de la oposición en la Argentina. El resto de la oposición tiene un papel lamentable tratando de ver quién es el que políticamente representa esos intereses. Lo único que está tratando de hacer es ver quién
es el elegido por el Grupo para ser el candidato, igual que pasó en Brasil con Neves y la cadena O Globo. ¿Qué opinión tenés del accionar de la Policía Metropolitana y de las fuerzas federales en la Ciudad? Creo que la Ciudad de Buenos Aires necesita tener la Policía Federal, necesita tener las comisarías y avanzar en el traspaso de las fuerzas federales que responden a las comisarías. La Policía Metropolitana que fue creada como una policía de cercanía tiene que tener el número adecuado para hacerlo. No hace falta tanto más policía, hace falta mucho Estado en la calle. El Estado es el agente de tránsito, el cuidador de plaza, la delegación municipal en tu barrio, todo eso te significa presencia del Estado, que en donde lo sentís más cerca también te sentís más cuidado. No es solamente un tema de policía. En el plano de la salud y educación públicas, ¿qué le falta a la Ciudad y cuáles son los ejes centrales a mejorar? Esos son los dos temas en los que claramente Macri no hizo absolutamente nada. En cuanto a educación, las cosas que hizo tienen que ver con deudas que tiene la Ciudad de infraestructura. Al mismo tiempo, no hizo nada que mejorara la educación en su conjunto. No supo trabajar con los gremios docentes ni con los estudiantes, entonces hay un tema de formación, de capacitación, de currícula que nunca se pudo mejorar. Ni tampoco se mejoró el salario docente. Todo eso hace que la calidad de la educación pública haya bajado mucho y esté en riesgo. Mucho joven porteño se va a escuela privada cuando en realidad eso no debería suceder. En tema de salud directamente no hizo nada, evidentemente no le interesa, cree que la gente se atiende efectivamente en las clínicas privadas. Si hay algo que colapsó en la Ciudad durante todo este tiempo es la salud pública.
¿Pensás que el Gobierno de la Ciudad está preparándose para que el próximo año no haya siete mil chicos sin vacantes? Ya veremos, yo creo que hubo algo que tuvo que ver con el estreno de la inscripción online, que como todos los sistemas se mejoran y se practican. Lo que hizo la inscripción online fue poner al descubierto las siete mil vacantes que siempre faltaron. Tenemos un déficit grande de educación inicial en la Ciudad de Buenos Aires, porque la propia Constitución que es muy progresista dice que todos tienen derecho a la educación inicial y va más allá de los jardines maternales. Yo creo que hay que avanzar mucho por un tema también del cuidado de la mujer y su tiempo libre, que hay que pensar que este no es un problema sólo del Estado, sino que hay que obligar a todas las empresas a que tengan su jardín maternal para poder ir a trabajar con tu hijo. Hay que pensar más modernamente todo el sistema.
“En la Ciudad hay la misma cantidad de habitantes que 30 años atrás pero la mitad de propietarios.” ¿Cómo ves la problemática del déficit en el acceso a la vivienda en la Ciudad de Buenos Aires? Macri no hizo nada, no hay una sola foto de Macri inaugurando una vivienda y eso habla de una ideología. Él cree que la vivienda corresponde al sistema inmobiliario o a las empresas constructoras. Yo lo que creo es que en la Ciudad hay la misma cantidad
de habitantes que 30 años atrás pero la mitad de propietarios. Todo pibe joven nuevo, hijo de propietario no tiene ninguna posibilidad de acceder a una vivienda. Hay un tema de vivienda que tiene que ver con la urbanización de villas, son 120.000 familias y hay que resolverlo. Hay que replantear la nueva creación del Instituto del Fondo de Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires que dejó de existir, nuevos créditos hipotecarios, que lo que se aprueba en la construcción de lo privado tenga sí o sí que pagar un porcentaje a lo público en departamentos, casas o lo que fuera, para que esto forme parte de un banco de viviendas. Hay que repensar la ley de alquileres. El tema de la vivienda es uno de los temas centrales y claves de la Ciudad de Buenos Aires. Declaraste públicamente la voluntad de ser Jefa de Gobierno. ¿Cómo se construye en la Ciudad para ganarle al PRO? Primero estamos construyendo desde Nuevo Encuentro, estamos hablando con los militantes y recorriendo los barrios. Tratamos de que el Partido en su conjunto y los militantes estén convencidos y entusiasmados con esta idea, porque es lo central, nada se construye sin la militancia. No sólo hace falta militancia para llevar adelante una campaña fuerte sino también gobernar, porque la verdad es que hay medidas que hay que tomar que sólo se sostienen con una fuerza política que banque. Después daremos la discusión y el debate, si hace falta, sobre la interna dentro del kirchnerismo para seguir avanzando. Me parece que lo que sí tenemos que ser capaces es de hablar afuera de nuestro círculo, de no tener miedo de tratar de conquistar a quienes por ahí en otro momento votaron otras opciones pero que, de alguna manera en los temas centrales, en los temas neurálgicos están de acuerdo con nosotros.
“Si hay algo que colapsó en la Ciudad durante todo este tiempo es la salud pública.” Le ganaste un juicio a Jorge Lanata por declaraciones contra tu persona y tu condición de mujer. ¿Cómo fue eso? En realidad vamos a ir por más, vamos a apelar la sentencia porque el juez me dio la razón en que fue un daño a mi honor, pero yo no lo tomo tanto como daño a mi honor, sino más bien como un tema de género. Yo no tengo una reivindicación personal que hacer, lo conozco a Jorge hace 30 años, sé quién es y todos los vericuetos que tiene su visión de la profesión, del periodismo, su ideología y la verdad no me interesa nada. Es una persona por la que no daría ni dos pesos si no fuera que creo que efectivamente ha hecho un daño muy grande en el tema de meter miedo, en el tema de generar mucho odio. Él nombra la grieta y en realidad es el gran mentor de esa grieta. Hoy existe gente en la Argentina que tiene un nivel de odio acumulado enorme y eso tiene que ver con el discurso de Lanata. También en mi caso particular tuvo un discurso muy misógino en relación a la violencia de género que es lo que queremos que la Justicia marque, que el Juez no lo marcó porque creo que tiene una visión antigua del tema. Si bien no está en el Código Civil ni en el Penal, existe la ley de violencia de género que habla del tema del discurso simbólico que es lo que hay que aplicar. Así que vamos a apelar.
Teatro dentro y fuera de la cárcel Escribe: Manuel Izraelson Fotos: Gisela Mouradian y Sebastián Rodrigo En las cárceles también hay teatro. Y fue en un taller de teatro de la Unidad Penitenciaria 46 de José León Suárez donde se conocieron Celeste Badié y Carolina Iannuzzi. Para Carolina, ser actriz es una profesión y su trabajo como docente en las cárceles es un acto de militancia que realiza desde hace siete años. Celeste Badié asistió a uno de esos talleres de teatro y encontró una herramienta de liberación y una manera de relacionarse con otras personas privadas de su libertad. Al cumplir su condena, se reencontró con Carolina afuera de la cárcel. Hoy realizan juntas “Nos fuimos hasta abajo”, una comedia que recorre diferentes centros culturales. En esta entrevista nos cuentan sobre la obra y sobre la importancia de brindarles herramientas culturales a los que cumplen una condena en las cárceles.
ficultad de conseguir trabajo una vez en libertad o todo lo que tenga que ver con la espera de la libertad. Celeste: Es desesperante cuando vos salís sabiendo que tenés antecedentes, que no te van a querer tomar en ningún trabajo y no querés robar otra vez. Que no haya una soga para la gente que sale de los penales es una pena. No me llama la atención que “conseguir trabajo después de cumplir la condena” sea el tema de conversación de unos cuantos dentro del penal. Hay mucha gente que cuando sale de ahí quiere realmente rehacer su vida y la terminan metiendo en la misma bolsa. ¿Cómo se sienten realizando la obra y cómo la percibe el público? Celeste: La gente la recibe con mucha simpatía. Me encanta cuando la gente se ríe, me da fuerzas para seguir diciendo la cantidad de pavadas que digo [Risas]. Siempre me sentí muy cómoda, me ayuda mucho que Caro me dirija, es como mi cable a tierra. A veces me daba como un poco de miedo porque yo no vivo en una burbuja y sé que hay gente con cierto prejuicio hacia las personas que tuvieron que cumplir una condena. Carolina: A mí me gusta mucho dirigir a Celeste y dirigir en general. A veces tengo la sensación de que soy muy rompebolas, pero prefiero que tengan ganas de pegarme una piña en la cabeza antes que tratarlos con lástima por haber estado presos. Si yo veo capacidad en una actriz o actor de explotar ciertas cosas, quiero que las lleven hasta las últimas consecuencias. Lo que me gusta de dirigir a Celeste es que le puedo exigir muchísimo. Las ideas principales de esta obra son de ella. ¿Cómo se vive la experiencia teatral en las cárceles? Celeste: Cuando me enteré estando en la cárcel que venían a hacer un taller de teatro, me pregunté: “¿Quiénes son estas locas que vienen al penal y se meten en una cárcel en vez de estar haciendo cualquier otra cosa en otro lugar?”. En un principio fue la manera que encontré para relacionarme con otras chicas, después me empezó a gustar en serio. Es complicado, en la cárcel uno tiene que cuidar su imagen y hacer teatro escapa de lo normal para el resto de los que están privados de su libertad. Mientras realizaba el taller, me pude olvidar de que estaba presa y, con la primera obra que hicimos, revolucionamos el penal porque le metimos cumbia y fiesta. Queríamos quilombo y lo hicimos. Carolina: Al principio era luchar por tener un espacio propio y luego porque el taller fuera mixto. Si nos ponemos a pensar, no hay muchos espacios en donde los varones y las mujeres estén separados. Hay una buena razón por la que las escuelas dejaron de ser sólo para mujeres o sólo para varones y por ley ahora son mixtas. Las cárceles quedaron
“LAS CÁRCELES QUEDARON EN EL MEDIEVO, NADIE CONSIDERA LA POSIBILIDAD DE QUE SEAN MIXTAS.”
“A LAS CÁRCELES SE LES DICE PENALES Y TODO LO QUE TIENE QUE VER CON LA PENA TIENE RELACIÓN CON LA TRISTEZA.”
¿De qué trata “Nos fuimos hasta abajo”? ¿Cómo surge el nombre de la obra? Celeste: Es un unipersonal compuesto por tres personajes. El primero es una sexóloga que se llama Cachita y es muy cariñosa, el segundo es una cocinera afrodisíaca y por último está Cachirula, una mucama paraguaya que limpia el estudio de televisión en donde transcurre la obra. Carolina: El título de la obra se le ocurrió a Celeste. Tiene que ver con un concepto reguettonero: el que menea más abajo es el mejor, contradictoriamente a lo que la gente generalmente dice “Te fuiste para arriba”. Yo lo reivindico porque, como empezamos a laburar desde la cárcel, también se puede decir que empezamos bien desde abajo. Jauretche decía que los pueblos tristes no vencen, para mí enseñar teatro en las cárceles es militancia. A las cárceles se les dicen penales y todo lo que tiene que ver con la pena tiene relación con la tristeza. El penal es un edificio en donde se aloja la tristeza. Entonces abrir un espacio de comedia y alegría en un lugar así es revolucionario y liberador. Tampoco es cuestión de hacer reír como lo hace Miguel del Sel. Nosotros agarramos temas que tenemos ganas de comunicar y los comunicamos con humor para que sean más fáciles de digerir. Se tocan temáticas como la di-
en el Medievo, entonces nadie considera la posibilidad de que sean mixtas. Al poner en un primer plano mediáticamente la temática de la inseguridad, no se da la posibilidad de pensar las cosas profundamente. Milito en las cárceles, porque ahí están los que cometieron delitos pero a la vez los que tienen sus derechos más vulnerados. ¿Qué significa ser actriz fuera de un penal? Carolina: Para mí es una parte muy importante de mi identidad. Yo siempre digo con orgullo que uno de los logros más importantes del taller es que fue erradicado que alguien diga “soy preso”. Yo puedo decir que estoy indispuesta pero no que “soy indispuesta”, es un momento, entonces si es un momento no necesariamente va a hacer a tu identidad. Uno de los triunfos que llevo como estandarte es que hoy en día en la Unidad 46 y en Devoto cuando llego al penal los penitenciarios me dicen: “Ahora te bajo a tus actores”. La primera vez que escuché eso casi me pongo a llorar pero no quería llorar delante de la gorra [Risas]. Soltarte para actuar es una disciplina de mucha exposición, creo que ahí hay un doble mérito. En el caso de Celeste, es la exposición como actriz habiendo estado donde estuvo y cómo la sociedad estigmatiza eso. Cuando yo les cuento sobre Celeste a mis alumnos del penal, genera un impacto muy copado y siempre me piden que la lleve, pero ella me dice que prefiere ir a Palestina [Risas]. Celeste: En mi caso lo de ser actriz se fue dando. Lo que más me motiva a hacer esto es que le sirva a alguien como ejemplo, para que haga algo al respecto. Yo siempre remarco lo que pasa en la Unidad 29 que está en La Plata. Ahí los privados de libertad son esclavos directamente, uno ahí se siente la peor cucaracha del mundo. El solo hecho de pensar que en este momento hay una chica en ese penal me parte el corazón, a mí me marcó mucho estar en ese lugar.
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(*) Músico. Creador y director desde 1985 del Taller de Composición del Conservatorio Superior de Música “Manuel de Falla”.
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Escribe: Ricardo Capellano (*) Ilustra: Sol Re
La institución “conservatorio” surgió en Europa para preservar, divulgar y sistematizar la información contenida en el patrimonio musical de ese continente, especialmente su zona occidental. Es decir, su objetivo de formación estaba relacionado con el pasado de una fracción del lenguaje musical del mundo. A pesar de su elitismo en relación a músicas populares europeas y de su carácter minoritario entre las músicas de la humanidad (a las que consideraba inferiores desde una cosmovisión colonial), fue una experiencia cultural legítima. Su estructura formativa estuvo más relacionada con el adiestramiento que con la pedagogía. Con el tiempo, esa formación autoritaria, conductivista y jerárquica, con métodos repetitivos y objetivistas que sometían al sujeto, produjo una crisis estructural, especialmente en los comienzos del siglo XX. No por el avance ostensible de las nuevas músicas populares, sino por la confrontación estética con expresiones de esa contemporaneidad surgidas desde el seno del campo académico. En esa etapa comienza la exportación más importante, hacia nuestro país, de la envejecida estructura: conservatorio europeo (que, luego, en ese continente, se renovó). Exportación relacionada, desde el campo simbólico cultural, con las complicidades neocoloniales de nuestra oligarquía pro-europea, que sustentaron ideológicamente a nuestros conservatorios. Sin embargo, las inmigraciones iniciales no fueron de aristócratas ni de burgueses, sino de europeos pobres, marginados y perseguidos que aportaron sus tradiciones e identidades a las fusiones culturales que desarrollaron nuestra música popular, sobre todo urbana. Así, ese mandato sobre el carácter hegemónico y universal del clasicismo y elitismo europeo y sus matrices, aisló a los conservatorios del inmenso, transformador y creativo acontecimiento estético de las músicas populares del siglo XX, cuya esencia está relacionada con la innovación del discurso rítmico. El aislamiento también reprodujo el conflicto con otras estéticas surgidas del campo académico, pero aquí con interacciones novedosas con esas músicas populares. Esa enajenación extrema, sobre todo a partir de los cambios culturales que se visibilizaron en la década del 60, terminó de convertir a nuestros conservatorios en “conservadorios”, cuya función, claramente principal, era formar intérpretes para orquestas y coros. Es difícil comprender cómo sobrevivieron a los cambios estéticos, pedagógicos, políticos, sociales y tecnológicos de esa época (más allá de excepciones o islas protagonizadas por algunos maestros y profesores), aunque es innegable que un factor determinante fue la falta de continuidad y estabilidad democrática que asoló a nuestro pueblo hasta 1984.
bo Escribe: Luisina Colom o lan So na Fotos: Fabia
hegaray Entrevista a Patricio Ec
Patricio Echegaray fue atleta y boxeador. Dirigió el centro de estudiantes de su escuela secundaria. Hace 50 años se afilió al Partido Comunista (PC) de Argentina en su San Juan natal. Tiempo después, en 1980, fue nombrado secretario general de una de las organizaciones juveniles más grandes de un país que buscaba abrirse paso a la democracia: la Federación Juvenil Comunista. Pocos años más tarde, con el Muro de Berlín tambaleándose, la Unión Soviética agonizante y desgastada, y las ideologías puestas en duda, lo eligieron como el máximo referente del PC criollo. Ocupó una banca como diputado porteño en plena crisis del 2001 y visitó la selva colombiana con la comandancia de las FARC. Hoy, después de atravesar la década del 90 y el fin de la historia, sigue al frente del PC. El PC se acercó al kirchnerismo de la mano de Néstor Kirchner y la gesta latinoamericanista que implicó el “No al ALCA”, y se afirmó en ese rumbo tras la lucha contra el lock-out patronal de los empresarios del agro en 2008. Con la mira puesta en el 2015, Patricio asegura que la única salida es la profundización de un proyecto que ve frenado por sus contradicciones internas, pero en el que ve el semillero de un posible frente que avance hacia la liberación nacional y social.
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¿Por qué se necesita un Partido Comunista en Argentina? Nosotros necesitamos un Partido Comunista porque necesitamos hacer una revolución en este país. El PC, en el sentido histórico y político, es la expresión revolucionaria del pensamiento socialista. Y por eso nosotros decimos que, pese a la derrota de la URSS y la ofensiva ideológico-teórica del imperio –como el planteo del fin de la historia, el fin de las ideologías, el marxismo y el socialismo– yo creo que hoy nosotros podemos decir que hemos mantenido las banderas de lucha, del socialismo y la revolución con un alto grado de dignidad. Y eso nos permite decir que hemos salvado una masa crítica de fuerza política y revolucionaria que nos permite aspirar a darle continuidad al desarrollo de un proyecto revolucionario. Yo no sé si es verdad que nosotros estamos en una correlación de fuerzas tan desfavorable, pero proponemos no resignarnos a esa cuestión. Planteamos no espantarnos por el fenómeno de invisibilización al que nos pretende someter un conjunto de factores de la política burguesa argentina, en donde no sólo incide el peso de la política del enemigo principal, sino que también inciden enfoques político-culturales que tienen hasta algunos sectores del progresismo, en donde el anticomunismo es un componente muy fuerte. ¿Por qué creés que sobrevivió este partido a pesar de todo lo que comentaste? Luego de 20 años de la proclamación del fin de la historia, los vencedores de ese momento están sumidos en una crisis enorme. Y esa crisis ha generado la posibilidad del relanzamiento del marxismo, de las ideas de revolución, del socialismo. Aunque no hay que ser ingenuos, tenemos una dificultad, que es que por más que hay una crisis del capitalismo también hay una crisis de las alternativas, y la ofensiva del imperio sobre América Latina es muy explícita: vienen por el agua, vienen por el petróleo, vienen por los recursos de la biodiversidad, vienen por toda esa masa de riqueza objetiva que es nuestro continente. Pero yo me atrevería a agregar otro argumento: América Latina tiene un grado de desarrollo histórico político, un nivel de desarrollo de sus Estados, y está viviendo un momento que al imperio le genera la incertidumbre de pensar que 50 puede ser posible que esos enfoques alternativos se extiendan. Y me parece que ese aspecto subjetivo también
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incide en la voluntad del imperialismo norteamericano de golpear este proceso y cercenarlo de ser posible. En este contexto de ataque del imperialismo, ¿cuál sería el rol que tienen que cumplir? Necesitamos un PC porque necesitamos defender este proceso, este momento, queremos mantenerlo abierto. Y este es el sentido de nuestra línea política. Nosotros tenemos una línea política que plantea la necesidad de valorar los procesos latinoamericanos que se están viviendo en un sentido antineoliberal y defenderlos sobre la base de salvaguardar lo logrado, lo conquistado, lo avanzado, y también de promover la profundización, ir más
adelante, más allá. Si no hay cambios en profundidad los procesos se deterioran, se debilitan, pierden confianza popular. Creo que lo fundamental en lo que podemos incidir, nosotros y el resto de las fuerzas revolucionarias, es en producir un debate sobre qué proyecto de país necesitamos. Qué país necesitamos y qué proyecto para lograrlo. Nosotros creemos que es un momento muy especial, porque lo que hoy se llama “proyecto nacional con inclusión social y desarrollo” hay que ubicarlo en un contexto de crisis y de peligro. Y me parece que las dificultades tienen que ver con que no se está discutiendo que acá se ha hecho distribución de ingreso –no de riqueza pero si de ingreso– y la burguesía ha ganado, como dice la Presidenta, levantándola en pala. Pero lo que han ganado lo han sacado del país mayormente. Entonces esto no se tradujo en un gran proceso de desarrollo. No se cambia la matriz productiva, se agrava la sojización, y se mantiene una lógica en la cual el país continúa con un modelo agroexportador. ¿Esto es una debilidad del llamado “capitalismo serio”? Sin una caracterización del capitalismo argentino es muy difícil pensar
un proyecto nacional. El capitalismo argentino no es susceptible de ser humanizado o serio. Yo creo que hay una premisa débil, que es que la Argentina sufre de un capitalismo malo. No, no es eso, sino que hay un gran fracaso del capitalismo. Pero en nuestro país tiene algunos ribetes particulares: una inmensa extensión y capacidad de producción, con una mano de obra calificada importante y una intelectualidad poderosa que está en un proceso de retroceso. La Argentina está enferma de capitalismo y para sanar hay que proponerse trascender, superar las visiones del capitalismo humano. ¿Pero creés que este gobierno se conforma con el punto al que llegó y no busca ir por más? ¿O que ir por más depende sólo de la voluntad de Cristina? Yo pongo las mejores intenciones en este gobierno, en el marco del desarrollo de un proceso político. Pero si el proceso está pensado con los límites del capitalismo serio, creo que eso en un momento dado va a traer problemas. En todo caso creo que hay que definir correctamente por qué la izquierda revolucionaria debe tener actitudes autónomas en relación al gobierno y con plena libertad de crítica. Pero no entendida como tirar piedras, anular al otro, sino en el sentido de someter a debate los puntos que sean necesarios para avanzar. En ese sentido creo que nuestra posición es correcta. Un ejemplo de esto fue nuestro rechazo a la Ley Antiterrorista, a la cual criticamos y sostenemos que debe ser derogada. Pero esto no quita que sigamos colocando por delante aquellas cuestiones que nos acercaron. Al principio no tuvimos la mejor de las apreciaciones sobre un gobierno que llegaba al poder de la mano de Duhalde. Pero con el tiempo vimos actitudes que nos hicieron afinar el análisis y poner el ojo en situaciones muy importantes. Nosotros hicimos una valoración enorme del rol de Néstor Kirchner en el rechazo al ALCA, en Mar del Plata allá por el 2005. A partir de ese momento miramos con atención este proceso y en 2008, con el enfrentamiento con las patronales del campo, definimos que había que apoyar fuertemente la iniciativa de la Presidenta. Argentina comenzó a jugar un rol fundamental en la región, llevando una política exterior que abraza la idea de la integración hacia la Patria Grande, participando de la creación de organismos internacionales alternativos y superadores como lo es la UNASUR,
y buscando de esta manera no sólo afianzar vínculos culturales sino también económicos con la región. Hubiera sido necio que los comunistas no tomáramos nota de lo que estaba sucediendo. Nosotros hemos dado, a partir de ese momento, un amplio debate sobre cuál es el enemigo principal y cómo se debe combatirlo. ¿Y cuál es el enemigo principal? Hoy el tema de los fondos buitres ayudó a que ese enemigo principal se visualice claramente: es el imperialismo norteamericano. El mismo que intentó desestabilizar los procesos populares en el continente, y en muchos casos usando instrumentos como el grupo Clarín, o los sojeros, etcétera. Y cuando de desestabilizar se habla, nosotros valoramos mucho la posición de Argentina en esos momentos, como fue el caso de Honduras, Paraguay o Ecuador. Pero hay que estar atentos, el imperialismo no es una cosa externa, que está afuera y lejos. Es un problema interno, y un ejemplo de esto es que de 500 empresas que hoy controlan el mercado interno, 350 son extranjeras. Ha hecho crisis la famosa burguesía nacional con la cual se pensó, en algún momento, que se podía llevar adelante un proyecto capitalista autónomo. ¿Qué medidas están pendientes? ¿Cómo se debería seguir para profundizar? Hay una analogía que se usa hace tiempo y creo que es la más acertada.
Dice que los procesos son como las bicicletas, que si no avanzan se caen. Nosotros tenemos plena confianza en que plantear objetivos avanzados permitiría convocar de nuevo al pueblo y generar una masa de apoyo muy importante, una construcción de subjetividad y de organización mucho más grande. Esto es lo que te va permitiendo un proceso dialéctico de transformación de la correlación de fuerzas. Un paso adelante, por ejemplo, puede ser la recuperación de todas las empresas privatizadas, y no ya como empresas estatales sino como empresas públicas, lo cual significa incorporar a los trabajadores y usuarios a la conducción de esas empresas. Pero para avanzar en esto es necesario gestar la fuerza política necesaria, el frente necesario para cimentar estos cambios.
¿Por qué no se construyó ese frente? La hegemonía de este proceso, por sus limitaciones en cuanto a la profundidad que requiere cambio en la Argentina, tiene correlativamente una debilidad en la concepción del tipo de fuerza que hace falta. Evidentemente con hegemonizar el PJ o construir pura y exclusivamente kirchnerismo puede que algunos lo consideren suficiente, y no lo es. No alcanza. Hay que tener una política de construcción de una fuerza que en realidad hasta ahora nunca existió en la Argentina, que es un frente de liberación nacional y social que tiene que avanzar en un proceso de transformaciones muy profundas, en un sentido poscapitalista y socialista. Pero un socialismo propio, de empanadas y vino tinto.
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Escribe: Leandro Soto Ilustra: José Vera
Eunate Serrano: redes, movimientos y tecnopolítica irtieron en un nuevo lenguaje os para lograr una revolución? ¿Se conv ¿Pueden Twitter o Facebook ser los medi el mundo dejando en evitos de descontento social se esparcen por político? En la actualidad diversos movimien en que los usuarios modo el , encia apari en de las redes sociales. Son, dencia un factor común: el protagonismo ells, el grupo de Cast el surge en España, bajo la dirección de Manu protestan y se conectan. En este contexto no tienen fin. aún que ntas opolítica” que busca dar respuesta a pregu investigación “Redes, Movimientos y Tecn
la reIndagar sobre fenómenos como en os nad Indig volución en Egipto, los de ido surg o ivism ract cibe el España o , da los enfrentamientos en Palestina turas crédito a la pugna entre dos pos ienen sost nes quie Hay s. iada renc dife o de el surgimiento de un nuevo mod las de io med por ica polít expresión la diredes sociales, legitimada en s. Y fusión libre de contenidos e idea n visió una ptan ado que ellos aqu están lon unió com más crítica a la aparente redes grada por las redes, ya que las neas reproducen ideologías homogé 52 usua los Así, ias. e identidades fictic do sien nte, ilme déb ulan vinc rios se idad incapaces de generar una continu as. and dem sus temporal en
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en El surgimiento de un nuevo ciclo a entr encu dial mun l nive a ica la polít más uaje leng en las redes sociales su a reevidente. Este panorama obliga verel es cuál re sob sólo no r ona flexi s rede las een pos dadero impacto que sino al, actu d eda soci la en sociales las también hacia dónde se orientan re sob n lació regu y so políticas de acce Twire sob bién tam to, efec En net. inter tter y Facebook. EsEl fenómeno de los indignados en o se paña durante el 2011, que lueg pa, propagó por gran parte de Euro de uso el re sob nte ede prec un có mar con de o mod o las redes sociales com aron logr s ante ifest man Los vocatoria. n, una gran capacidad de concentració
ra buscando influir sobre la estructu crigran la de o text con política en el sesis social y económica. Como con ndista de s año cuencia, y con pocos és inter el ertó desp o men fenó cia, este ñol de la academia. El sociólogo espa e part gran a ió reun Manuel Castells sobre gar inda para os émic acad los de ión a este y otros fenómenos en relac . Euicas polít eltas revu las y las redes rante nate Serrano es periodista e integ de este grupo de investigación. rnaExisten evidencias a nivel inte de s ione acc as eros num cional de argo, descontento social. Sin emb redes en los últimos cinco años las nisago prot otro aron tom s sociale
¿Qué mo en las protestas políticas. de ón taci ges la a aportes realizaron ? ntos imie mov estos han Las redes sociales de internet se auto la para cio espa un convertido en n soorganización y autocomunicació dy eida ntan insta cial a gran escala. La as ístic cter cara o com idad la interactiv digiintrínsecas a las redes sociales o tales como Facebook y Twitter (com de la o cost el cido redu han ia) renc refe ctiva acción y de la organización cole de esos proc los ado iplic y han mult al, ya desintermediación política y soci cta que han permitido la expresión dire tos asun los en o tant nía ada ciud de la en ción icipa part públicos, como en la s. rede la calle y las
una Los periodistas se toparon con no que lo a algo , mala anó situación tes fuen n tenía estaban habituados: no mudirectas de información. Así que redes las a n iero acud tas odis peri s cho fuensociales de internet para buscar inforas piez sus orar elab er tes y pod mativas. lítica Redes, Movimientos y Tecnopo ción stiga inve una de ir part a dia, estu en ntos imie mov comparativa de los de s dato WS, upy Occ y red del 15M redes interés respecto al uso de las las sociales. Si se observa el uso de ionarelac tos asun para ales soci s rede evidos con el 15M, por ejemplo, se los de 72% el : acto imp gran dencia un 79% participantes ha usado Twitter, el Facebook y un 47% Youtube.
ción de los ciudadanos en la participa gepolítica en el espacio público que el pap un tiene rnet Inte nera la red. odem la de ón enci reinv la en e clav s que cracia en el siglo XXI. Sabemo cia ocra dem la o com net tanto inter ón son campos de batalla e innovaci ntes age y eses inter n donde convive e de múltiples, en ellos se juega part más d eda soci las esperanzas de una es o tant Por a. litari igua e justa, libre uía, lógico que en países como Turq están donde los movimientos sociales , se calle la en y red la en ndo fluye con que lo de trol produzca un mayor con acontece en internet.
ellos ¿Qué cree que sucede con aqu talimi eso acc een pos que dos Esta paínos algu do a internet como en afirses? El sociólogo Malcond Gladwell trol con de tono ¿Qué opina de casos La brecha digital es un hecho, en , ma en su trabajo “La revolución dos Esta los de e part por red la la en ún soSeg s do. rede mun las será twitteada” que go- dos los países del como los llevados a cabo por el unie com entr Tele iles de l déb s iona lazo rnac Inte eran ciales gen edir el Unión rá o bierno de Turquía, para imp caciones a finales de 2014 “hab los usuarios, un modo de activism s? iale soc s rede de uso rios lo usua por de y, nes ca millo rqui mil jerá cerca de tres sin organización es de Internet, dos tercios de los cual y o; rroll desa en es procederán de país ban la a os nad abo de ero que el núm millo 0 2.30 da ancha móvil será de que é prev Se do. mun nes en todo el can el 55% de esos abonos pertenez s dato s Esto o”. a países en desarroll vez a cad red la a so acce revelan un por mayor, pero que aún falta trabajo las de s zona a r ecta hacer para con Sin s. ade ciud des gran de s feria peri para embargo hay que recordar que plo ejem por as, and dem las visibilizar ales en el caso del 15M, las redes soci ante de internet tuvieron un peso relev que para bién tam y arlas unic com para idad facil or may la gente tuviera una jo en para la organización. Sin un refle o el el espacio público no hubiera tenid Por ico. polít y al mismo impacto soci inde uso el que ir dec s emo pod está teniendo un papel cen- tanto rnet Inte licana gran para a tiza- ternet es otra forma más tanto, un mensaje que no logr tral en los procesos de democra ico, polít ntos nto imie onte mov desc el r impacto. ¿Cree que mundo. Son nuevos zar o expresa Es- ción en todo el como el de los Indignados en recen un flujo de co- pero es insuficiente. favo que les sa- cana eo y paña va contra esta línea de pen municación constante, instantán el ite perm miento? ue porq sólo No n- distribuido. Uno de los desafíos de los movimie rmación y a la selecinfo la a so acce qué tos sociales es conocer hasta también porque . ción de la misma, sino acto imp no o tiene saje men punto su ntermediación desi la do itien perm o el está Si se observan fenómenos com ujo 15M es posible afirmar que se prod as de form las en so inclu bio, cam un infortrabajo de los periodistas que o nes acio ifest man las re maban sob ndo acciones de los “indignados”. Cua n del en 2011 se produjo la explosió acerse tas odis peri los y nto movimie oa cand bus n caban a la manifestació prese ie nad , 15M del es los portavoc avoz. sentaba a sí mismo como port
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