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Día Mundial
Adrián Morales Ríos
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adrianmoralesrios@outlook.com Ingeniero Químico Industrial por el IPN. Sus líneas de especialidad se orientan al sector petrolero, con particular enfoque en la prospección petroquímica.
La sociedad debe reflexionar acerca del futuro que se vislumbra. Aún estamos a tiempo de cambiar las condiciones y mitigar los efectos de la desertificación y la sequía. Desde la comunidad y el gobierno se deben proponer iniciativas que mejoren la expotación de los suelos
El 19 de diciembre de 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el Día Mundial de Lucha Contra la Desertificación y la Sequía, el cual se celebra el 17 de junio de cada año. El objetivo de esta declaración es informar y concientizar a la humanidad acerca de la importancia de los suelos, así como dar a conocer las iniciativas internacionales para el combate de los fenómenos de degradación y sequía de la tierra. Se entiende por desertificación la degradación que sufren las tierras en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Estas anomalías son causadas principalmente por actividad humana y por el cambio en las condiciones climáticas. Los ecosistemas de zonas secas cubren un tercio de la superficie terrestre, por lo que su vulnerabilidad, sobreexplotación y uso inadecuado, ponen en riesgo la estabilidad de la vida en el planeta. En las últimas décadas, la demanda de alimentos, forraje y fibras para obtener papel, energía, y prendas de vestir, entre otros, ha alcanzado elevados números a nivel mundial. Esto ha sometido a cargas excesivas las tierras cultivables, mermando su salud y disminuyendo su productividad, todo agravado por el cambio climático. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), más de 2,000 millones de hectáreas de tierra cultivable se han degradado, problema que se ha amplificado debido a las sequías y la escasez de agua. Esto significa que para el año 2030, para sa
tisfacer las necesidades alimentarias a nivel mundial, se requerirán otros 300 millones de hectáreas de tierra. También indicaron que cerca del 44 por ciento de las tierras agrícolas se ubican en zonas áridas, distribuidas en más de 100 países. Estas sirven de hogar al 30 por ciento de la población mundial, de ahí que se requieran de planes inmediatos para solucionar estos problemas. Tal como promueve la Convención para Combatir la Desertificación: Suelo sano, gente sana. Movimientos como “RECSOIL: Recarbonización de los suelos mundiales” (convocado por la FAO), buscan combatir la desertificación de los suelos. Este proyecto indica que el carbón orgánico del suelo (SOC por sus siglas en inglés) se presenta como la opción más rentable para combatir este problema. El mantenimiento y secuestro de SOC permitiría mitigar el cambio climático y cubrir las necesidades alimentarias que se avecinan. Asimismo, se debe destacar que la lucha contra la desertificación de la tierra puede aportar soluciones en la mitigación de los impactos generados por la contingencia sanitaria que se vive actualmente. Al fortalecer la conservación de los suelos, se podrían crear canales que apoyen a la economía mundial y que permitan mejorar la situación de inseguridad alimentaria. Es momento de cambiar la dinámica mundial ya que la degradación de las tierras cultivables se ha incrementado a un nivel insostenible. Para poder satisfacer las necesidades alimentarias de los 10,000 millones de personas pronosticadas para el año 2050, es necesario contar con tierras saludables y productivas. Por eso es que el Día Mundial de Lucha Contra la Desertificación y la Sequía cobra más sentido que nunca. La sociedad debe reflexionar acerca del futuro que se vislumbra. Aún estamos a tiempo de cambiar las condiciones para mitigar los efectos de la desertificación y la sequía. Desde la comunidad y el gobierno se deben proponer iniciativas que mejoren las prácticas de expotación de los suelos. La crisis que se aproxima es climática y debemos estar preparados para combatirla.
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Fuentes: www.un.org/es/observances/desertification-day www.unccd.int/sites/default/files/inline-files/ UNCCD%20and%20the%20COVID-rev%20FINAL_0.pdf www.fao.org/global-soil-partnership/resources/ highlights/detail/es/c/1294379/ www.fao.org/global-soil-partnership/resources/ events/detail/es/c/1277609/ (Acceso 20 de junio de 2020)