Sector Eléctrico
El largo camino hacia la transición energética I
Ana Laura Barrón analaura.barron@ethos.org.mx Especialista en Derecho Financiero por la UNAM. Investigadora en Ethos Laboratorio de Políticas Públicas.
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l ‘estado de la materia’ La palabra transición hace referencia a la “Acción y efecto de pasar de un modo de ser o estar a otro distinto” y en una segunda acepción, al “paso más o menos rápido de una prueba, idea o materia a otra, en discursos o escritos” (RAE, 2020). Ambas definiciones aluden a elementos como la rapidez y el cambio de estado de una materia determinada. El sector energético no es la excepción. La transición energética significa pasar del actual modelo de una economía basada en el uso de hidrocarburos a un modelo que priorice y privilegie el uso de las energías provenientes de fuentes renovables en el corto plazo, y la manera de hacer que este modelo sea sostenible en el largo plazo, tanto en el discurso como en la práctica. De tal modo que, puede decirse que la transición energética es una forma de ser, una forma de vivir y de afrontar las necesidades públicas. En pocas palabras, necesitamos una política pública de transición energética. La transición energética importa en cuanto al alcance de las metas establecidas en el Acuerdo de París de lograr una reducción del 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero hacia 2050. Los países que suscriben este acuerdo se han comprometido a implementar las acciones necesarias para lograr una transición efecAcceso Energía 218
Semana 06
Febrero 2021
tiva hacia el uso de energías renovables y la descarbonización de sus economías en general. Esto puede lograrse a través de la aceleración en el incremento de las energías limpias en la matriz energética de los países. A nivel internacional, la transición energética ha avanzado a distintas velocidades, con países como Costa Rica, en donde desde hace cuatro años el 98% de la generación eléctrica procede de fuentes renovables; Uruguay, que ha sido reconocido por su sólido marco institucional, un andamiaje legal y regulatorio que favorecen la transición energética, a través de un modelo de negocio para el sector energético basado en alianzas público privadas. En México, la Ley de Transición Energética estableció desde 2015 como meta una participación mínima de energías limpias en la generación de energía eléctrica del 25 por ciento para el año 2018, del 30 por ciento para 2021 y del 35 por ciento para 2024. Sin embargo, en la carrera hacia la transición energética hemos quedado lejos de la meta. De acuerdo con datos de SENER, el porcentaje de energías renovables en la matriz energética nacional fue del 20.67% en 2020, por lo cual urge actuar si queremos alcanzar el objetivo hacia 2024, como lo ha señalado el gobierno de México.