Pintar con luz
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¿ Q U É E S L A P INTURA CON L U Z ?
En los últimos años han aparecido una serie de proyectos innovadores que utilizaban técnicas de pintura y escritura con luz. Desde la simple luz de relleno para despejar las sombras del suelo, los focos cubiertos con gelatinas de color para dibujar o escribir con luz apuntando con una linterna hacia la cámara, hay muchas formas interesantes de trabajar con luz añadida. En este capítulo exploraremos la pintura y la escritura con luz de flash, de linterna y otras fuentes de iluminación que se proyectan manualmente. La palabra fotografía es una traducción literal del griego y significa escribir con la luz. Los fotógrafos nocturnos suelen emplear el término light painting siempre que incluyen una luz a sus fotografías desde una luminaria portátil independiente de la cámara. De forma más concreta, la expresión light painting describe la acción de añadir una luz para iluminar un motivo en una fotografía que se origina dentro o fuera del encuadre, aunque esa luz suele estar oculta para la cámara. La pintura con luz puede ser un complemento de la luz ambiental o de la principal fuente de iluminación de la escena; en algunas ocasiones puede ser la única luz de la fotografía. Cuando se trabaja con linternas, éstas suelen estar en movimiento mientras dura la exposición. Por el contrario, dibujar con la luz o escribir con la luz son términos que describen la luz que se dirige
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a la cámara desde dentro del encuadre. En esos casos la luz es la protagonista de la toma y se emplea para crear formas o líneas en la imagen o incluso para escribir palabras, números o símbolos. Las técnicas de pintura y dibujo con luz pueden combinarse en una misma fotografía para conseguir efectos muy variados. Son muchas las razones para añadir luz a una escena nocturna. La más sencilla y práctica es que la pintura con luz puede ser una forma de controlar el contraste desde la cámara. Al añadir luz a las áreas en sombra de una escena, podemos reducir el contraste general elevando los valores de luminancia de las partes más oscuras de la toma. Esta técnica casi siempre se emplea para conseguir que la iluminación sea tan sutil que parezca como si en la fotografía sólo hubiera luz ambiente. En muchos casos la pintura con luz se emplea para dar énfasis o atraer la atención sobre un punto concreto de la imagen. Al emplear una luz complementaria
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La fachada de la vieja iglesia de Terlingua (Texas) presenta una textura que queda aún más acentuada por la oblicua iluminación desde ambos lados. El interior de la iglesia se iluminó por la derecha y la izquierda simultáneamente. Dentro de la iglesia la luz estaba situada por debajo de los bancos para iluminarlos y luego barría todo lo largo de la pared para aumentar su textura. La última pieza del rompecabezas de iluminación consistió en añadir luz a la ventana desde la esquina situada al otro lado de la iglesia. La luz ambiental casi no desempeñó ningún papel en esta fotografía, así que al cabo de dos minutos de iluminar se acabó el tiempo de exposición. Fueron necesarios cinco o seis intentos para que todo fuera correcto. Canon 5D, objetivo Nikkor PC 28 mm f3,5. Exposición: unos 2 minutos a f8.
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Lance Keimig, “Iglesia, Terlingua, Texas”, 2007
JanLeonardo Woellert y Joerg Miedza, “Lumen Attacks”, 2009 JanLeonardo Woellert y Joerg Miedza trabajan juntos con muchos tipos de luces distintos para crear escenas complejas, como ésta realizada en Hude (Alemania). Para hacer esta fotografía utilizaron una máquina de fabricar niebla, un proyector de estrellas, un flash y linternas con filtros de gelatina de color. Sus creadores denominan a esta técnica Light Art Performance Photography.
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el fotógrafo tiene un mayor control del efecto final. Unas luces bien colocadas pueden cambiar la atmósfera de una fotografía y posar la atención en diferentes partes de una escena. El paisaje natural puede ser uno de los temas más desafiantes para la fotografía nocturna porque las imágenes resultantes tienden a parecerse a una fotografía diurna si se trabaja con la luna como única fuente de iluminación. La inclusión de una luz procedente de una dirección imprevista, en especial si su color difiere del de la luz natural, permite transformar un paisaje anodino en una imagen sublime. Hay muchas formas de añadir luz a una fotografía nocturna. Fotógrafos como Gregory Crewdson se lo plantean como una foto de estudio. Sus elaboradas producciones incluyen camiones cargados de equipos, una tropa de técnicos de iluminación y la construcción de decorados al más puro estilo Hollywood. Por supuesto, la mayoría de fotógrafos no tiene acceso a semejantes recursos, pero aunque los tuvieran muchos preferirían la intimidad y libertad del trabajo a pequeña escala. Es sorprendente todo lo que podemos conseguir cargando unas pocas y sencillas herramientas en la mochila de la cámara. Una carga más ligera nos permitirá ganar en espontaneidad y productividad, aunque, por lo general, la pintura con luz se realiza casi siempre con linternas o flashes de mano. En la actualidad contamos con un amplio repertorio de herramientas para iluminar.
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Al Hiltz, “La peor pesadilla de un perro”, 2009 En esta imagen el autor intenta jugar con las complejas relaciones entre perros y salidas de agua. ¿Qué pasaría si se intercambiaran los papeles? La imagen se creó apuntando con un LED rojo y un lápiz-linterna directamente hacia la cámara para dibujar los brazos, el rostro y el pelo. Este tipo de imágenes necesita un poco de visualización previa. Si le ha hecho sonreír, el autor ha conseguido el efecto que esperaba.
El flash incorporado o el de zapata proporcionan una iluminación instantánea cuando la luz disponible es demasiado escasa para realizar exposiciones manuales, o cuando no es factible el uso de un trípode, pero no es una opción recomendable en fotografía nocturna. Los fotógrafos rara vez los utilizan porque la calidad de la luz no es muy agradable. El flash de la cámara suele aplanar formas y texturas, además de ocasionar sombras poco atractivas detrás del motivo. En algunas ocasiones puede resultar una eficiente luz de relleno, pero suele quedar limitada a motivos a ras de suelo. Cuando se utiliza el flash como una herramienta de iluminación creativa en fotografía nocturna, suele ser sostenido con la mano y activado manualmente lejos de la cámara. Así como ha evolucionado la tecnología de las cámaras en los últimos años, también se han producido grandes adelantos en materia de luces puntuales (linternas) y baterías. Existe una amplia gama de elementos de iluminación a nuestro alcance pensados para satisfacer distintas funciones. Las luces compactas con elementos de fibra óptica sirven para añadir luz con la precisión de un puntero, mientras que las luces LED de alta potencia pueden iluminar amplias zonas a gran distancia. Las linternas se presentan con bombillas incandescentes, de xenón, fluorescentes o de LED, todas ellas con temperaturas de color y cualidades distintas. Varitas luminosas, bengalas, velas e incluso las luces de los faros o de los frenos son posibles recursos para pintar con la luz y experimentar cuál es la mejor forma de aprender a utilizarlas con eficacia. La cámara puede liberarse del trípode y moverse intencionadamente durante el tiempo que dura la exposición. En casos así, las luces ambientales de la escena se registrarán como líneas o haces de luz que delatarán el movimiento realizado por la cámara. El pintor y fotógrafo húngaro László Moholy-Nagy y el estadounidense Harry Callahan podrían considerarse los pioneros en esta forma de escritura con luz cuando, a principios de la década de 1940, movían la cámara arriba y abajo
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o en círculos para crear abstracciones luminosas. P INTURA CON L U Z Y E X P O S ICI Ó N
La pintura y la escritura con luz no son ciencias exactas, y averiguar la cantidad de luz necesaria obliga a adentrarse en el método de prueba y error. El concepto más importante a tener en cuenta en la fotografía con luces añadidas es que el tiempo sirve para controlar la exposición ambiental o general; la intensidad de cualquier luz que se vaya añadiendo dependerá mucho de la abertura del diafragma. Uno de los mayores desafíos de este tipo de fotografía es encontrar el equilibrio entre la luz ambiente y la añadida. Si la exposición es demasiado larga, el fondo puede parecer como de luz de día, y la pintura con luz quedaría lavada o dominada por la exposición ambiental. Si la exposición de referencia es demasiado corta, podrían aparecer sombras recortadas o subexpuestas y la pintura con luz aparecería demasiado separada del fondo. Las exposiciones para la luz ambiente deberían ser al menos medio punto de diafragma más cerradas de lo que indica el fotómetro si se va a añadir una importante cantidad de luz. La típica exposición con luna llena es de unos 15 minutos a f 8, ISO 100 sin pintura de luz, o entre 7 y 10 minutos con pintura de luz. La razón de una exposición más breve no se debe a que la pintura con luz vaya a afectar al brillo de fondo
Lance Keimig, “Abadía de Burishoole”, County Mayo (Irlanda), 2009 Estas dos fotografías demuestran que al cambiar la proporción de exposición ambiental a pintura con luz se transforma toda la atmósfera de la fotografía. La iluminación era casi idéntica en ambas imágenes, pero la exposición de la izquierda fue de 20 minutos y la de la derecha de 7 minutos. El fotógrafo es quien decide cuál es la mejor. En espacios completamente oscuros un incremento del tiempo de exposición no tiene ningún efecto en la imagen salvo el de añadir más ruido.
sino la de asegurar una relación entre el contraste de las zonas de la imagen iluminadas con luz natural o artificial. La pintura con luz no suele acortar la exposición pero, si es la única fuente de iluminación en un espacio totalmente oscuro, la duración de la exposición dependerá de la cantidad de tiempo necesaria para completar la pintura. No hay que apresurarse a cerrar el obturador, aunque el aumento de la exposición en este tipo de escenas implica el riesgo de añadir ruido a su imagen, más que cualquier exposición útil. Un caso en el que probablemente no reduciríamos la exposición general sería el de aquella escena donde la luz adicional sólo sirve para aclarar las sombras y hay que disimular su uso. En ese caso lo que queremos es confirmar que la pintura con luz no es más clara que las zonas con tonos medios de la imagen, pues de otro modo la pintura con luz realmente se destacará del fondo.
muy cuidadoso con el color elegido. En este mismo capítulo exploraremos la pintura con color.
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P RU E B A S CON I S O A LTO Y P INTURA CON L U Z
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Si rebotamos la luz sobre una cartulina blanca o un reflector plegable conservaremos la sutileza de la luz suavizando su calidad y eliminando las sombras. Cuando se trabaja en color hay que ser
Para encontrar el tiempo de exposición correcto del diafragma elegido y mejorar la composición, utilice la prueba de ISO alto como se describe en el capítulo anterior. Un cambio de sensibilidad afectará al brillo de cualquier luz que añadamos, así que es difícil calcular la cantidad de luz necesaria con una prueba con ISO alto. Con este recurso puede analizar la calidad y dirección de la luz adicional pero no la cantidad. Técnicamente, es posible realizar los cálculos pero es
Lance Keimig, “El cañón de Santa Elena en el Río Grande al este de Texas”, 2007 Ambas fotografías se realizaron a la luz de la luna con una exposición de 9 minutos. La de la izquierda sólo recibió la luz de la luna, mientras que a la de la derecha se le añadió la luz de una linterna colocada a ras de suelo para destacar la textura del barro seco. Se eligió intencionadamente una linterna incandescente cálida para crear un contraste con la luz de la luna. Una luz de LED guardaría mayor semejanza con el color de la luz de la luna y no resultaría tan evidente.
complicado hacerlo y hay muchas posibilidades de cometer errores. No sólo tendrá que justificar el cambio de ISO y posiblemente el diafragma, sino que también tendrá que contar cuántos
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segundos o minutos de pintura recibirá cada parte de la imagen mientras usted pinta con la linterna. Si duda, haga la prueba del test de ISO alto para forzar la composición y la exposición ambiental, así como para verificar la aparición de eventuales problemas, pero no confíe en esta función para decidir la exposición de la pintura con luz. Todas las pruebas de pintura con luz deberían realizarse con el diafragma y el ISO de trabajo para asegurarse unos buenos resultados. El flash puede medirse con un fotómetro de mano o ajustando la potencia de flash a la distancia. Si utiliza gelatinas de color con el flash, la potencia de éste deberá ajustarse teniendo en cuenta la luz bloqueada por la gelatina. Es mucho más complicado anticipar la duración del destello del flash porque habitualmente se mantiene en movimiento durante la exposición. La luz en movimiento suaviza los bordes y crea efectos interesantes pero también dificulta la iluminación y la exposición. A veces el fotógrafo también se moverá mientras pinta con la linterna y será imposible medir la luz con exactitud. Al mover la linterna de un lado a otro como si pintáramos con un pincel podemos cubrir una zona grande con una luz pequeña y portátil. Si cambiamos de forma continua la posición de la luz mientras la estamos usando suavizaremos las sombras y obtendremos un efecto de luz difusa. No existe una forma exacta de calcular cuántos segundos con la linterna o cuántos
destellos de flash necesitaremos para pintar una escena. Por suerte, no se tarda mucho en desarrollar la intuición para aprender a utilizar las luces y una precisión absoluta rara vez es necesaria. Los usuarios de cámaras digitales deberían revisar y analizar sus imágenes sobre el terreno para descubrir cómo mejorarlas. Los usuarios de película deberían repetir cada toma varias veces, variando ligeramente la iluminación para aumentar sus posibilidades de conseguir una toma buena. Recuerdo a un amigo que decía “No consigo lo que quiero” durante sus primeras pruebas con la pintura de luz. Cuando llegó a conocer mejor la escena y a mejorar su técnica de iluminación exclamó: “¡Ahora sí que funciona! ¡Éste es el efecto que buscaba!”. C Ó M O CA L CU L AR L A CANTI D A D D E L U Z
Hay varios factores a tener en cuenta cuando se trata de calcular cuánta y qué tipo de luz añadir a una imagen. Además del diafragma, tenemos que conocer la luminosidad de la fuente de iluminación, la distancia de ésta respecto del motivo, el tamaño del objeto (u objetos) que hay que iluminar, la reflectividad del motivo, la calidad de luz deseada y el color de la luz para obtener el acabado que queremos darle a la fotografía.
La intensidad de la fuente de iluminación en combinación con la abertura del diafragma es el elemento de mayor impacto sobre la imagen. Es obvio que necesitará más tiempo para pintar con un bolígrafo con luz que si utiliza una linterna de gran potencia; un flash regulado a su máxima potencia iluminará un área mayor desde una distancia más grande que uno regulado a un cuarto de su potencia. Además, la misma cantidad de una misma luz parecerá más clara con un diafragma abierto que con uno cerrado. Los flashes mantendrán su intensidad mientras las baterías se gastan, aunque la recarga entre un destello y otro se alargará a medida que las baterías se vayan agotando. Las linternas pierden intensidad a medida que se agotan las pilas, en cambio las luces incandescentes dan un color más cálido. Otro punto a tener en cuenta es la distancia entre la fuente de iluminación y el motivo. Cuando se aleja una luz del motivo, la cantidad de luz que alcanza al objeto se reduce el cuadrado del inverso de la distancia. Por ejemplo, si duplica la distancia de la luz que incide sobre el motivo sólo desplaza a seis metros del mismo, sólo un cuarto de la luz que incide en el objeto a tres metros llegará a éste desde seis metros. Si se triplica la distancia el resultado será de 1/9 de su intensidad; si se cuadriplica la distancia, entonces sólo será de 1/16 de la intensidad original. La ley tendrá que aumentar la exposición en un punto de diafragma. La distancia de la cámara al motivo no tiene impacto en la iluminación, sólo importa la distancia entre la luz y el motivo. El tamaño del área que se va a iluminar también es importante. Así, un objeto pequeño apenas requiere un destello de flash o incluso el de una simple linterna casera. Si necesita iluminar una zona más amplia, tendrá que disparar el flash varias veces o utilizar una linterna durante un tiempo
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del cuadrado inverso es aplicable a cualquier tipo de luz. Recuerde que si reduce la luz a la mitad,
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le llegará 1/4 de la luz anterior. Si la luz se encuentra a tres metros de un objeto y luego se
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Troy Paiva, “Westside Drive In”, 1990 Fue un trabajo tan duro iluminar la pantalla de cine con ochenta destellos de un flash con un filtro de gelatina rojo que hubo que celebrarlo. Tom Paiva iluminaba la pantalla mientras su hermano Troy se ocupaba de la cámara, iluminaba el coche y las latas de cerveza. Ninguno de los dos admite ser consumidor de cerveza Olympia.
más largo y cambiar de posición para cubrir un área mayor. Los hermanos Paiva (Tom y Troy) cuentan una anécdota sobre la sesión de iluminación de una pantalla en un cine al aire libre con un flash Vivitar cubierto con un filtro de gelatina rojo conectado a una batería Quantum. Mientras Troy se aprestaba a iluminar un coche abandonado, Tom disparaba repetidamente el flash hacia la pantalla al mismo tiempo que recorría toda su longitud. Como deseaba comprobar que el flash rojo dominaba la relativamente brillante luz de la luna que incidía en la blanca y reflectante pantalla, Tom disparó el flash unas 80 veces hasta que estuvo tan caliente que no lo podía sujetar. Para empeorar las cosas, Tom pisó la carcasa de un animal muerto que se encontraba debajo de la pantalla de cine. Por suerte, sus esfuerzos dieron lugar a una exposición perfecta. Hasta el