Iglesia Misionera Hoy - Nº 494 Sep-Nov 2013

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Mensaje del Director Nacional | P. Dante De Sanzzi

Con un corazón abierto celebramos el Octubre

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stimados amigos: Una vez más, nos convoca la misión. Como lo venimos realizando todos los años, la Iglesia nos propone vivir este domingo por las misiones con un corazón abierto a las necesidades de los hermanos. Sabemos de la importancia de la ayuda material, destinada a zonas bastante olvidadas ante su necesidad. Es muy amplio el campo a evangelizar y los problemas a resolver. Conocemos la generosidad de nuestra gente, de los corazones abiertos y de los cristianos comprometidos con esta causa, pero también no queremos dejar de lado, desde las Obras Misionales Pontificias, que se aproveche este espacio de información e incentivo misionero. Por eso, con fervor de espíritu, proponemos compartir este año, nuestra misión. ¿De qué modo? “Vas, enviás o ayudas a enviar” Desde el lema elegido, hacemos nuestra colecta. Pero no dejamos pasar la posibilidad de

Misionero trabajar juntos los subsidios que encontrarán en este número, como también de conocer y de hacer conocer testimonios misioneros que muevan nuestra vida, posibilidades de formación para aquellos llamados a la nueva evangelización, y el conocimiento de cómo vamos caminando juntos hacia la meta sugerida por Dios: que todos los pueblos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Animamos a la misión ad-gentes, y a vivir el espíritu misionero en las comunidades, escuelas y ambientes de trabajo. Es nuestro deseo.

¡Feliz octubre misionero! 1


Revista

«Iglesia Misionera Hoy»

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Director Pbro. Dante De Sanzzi Equipo de Redacción Favio Rosso Pbro. Pedro Brassesco Pbro. Daniel Alberto Lascano Hna. Marcela Davies Hna. Sonia María Zbrun, HdM Suscripción y Envío: Favio Rosso Gastón Juliani Marín Administración: Cdra. Norma Jiménez Diseño Tapa e Interiores y Diagramación: Juan C. Repik Diseño de Contratapa: Claudio Navarro

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sep-nov2013

Nº 494

Colab or ar on en es ta ed ición es p ecial: Mons. Vicente Bokalic CM Mons. Daniel Colombo Mons. Juan José Aguirre P b r o. J or g e Beig b ed er P b r o. Fab ián Rib er o Pbro. Roberto Percara P b r o. D an iel J u n cos P b r o. Ig n acio L iéb an a H n a. Cecilia A n g u lo H n a. A n a Cottet L ic. Victor in a Ram os P r of. Car la Con tr er as D r . Fab ián Rom an o Cla u d io Nav arro M arta P on ce U lis es M artín ez L au ra F reg os i A n alía P as cu ali M arcos San g H u m Im Emily A llen Comis ión Bea tificación d el Cu ra Broch ero

Edición especial de 68 páginas con material de información, formación y testimonios misioneros. Ud. puede ser un difusor más de la revista, obteniendo suscriptores entre sus familiares, amigos y compañeros de trabajo o estudio. Por adelantado le damos las gracias: $ 25.- Cada ejemplar $ 100.- Suscripción anual USD 50.- Extranjero

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Propietario: Obras Misionales Pontificias - Domicilio Legal: Medrano 735  (1179) Buenos Aires


1/ Editorial |

Actualidad

Subsidio Octubre  Misionero

Testimonio Misionero

Octubre  Misionero

>Contenido

Pbro Dante De Sanzzi

4/ Jornada Mundial de las Misiones 2013 |

Men-

saje del Santo Padre Francisco.

41/ La Misión de la Vida Consagrada |

8/ Colabora con las Misiones |

Favio Rosso

10/ Guión para la Santa Misa |Prof. Carla Contreras 12/ Aportes para la homilía del Domingo Mundial de las Misiones | Pbro. Pedro Brassesco 14/ Celebrando los 50 años de ‘Ad Gentes’, Dios nos regaló un Papa Misionero | Mons. Vicente Bokalic Iglic CM

16/ Para vivir el Mes Misionero | Pbro. Jorge Beigbeder 20/ ‘Vas, enviás o ayudás a enviar’ Vigilia de Oración Misionera | Ulises Martínez y Laura Fregosi 24/ Importancia de la Lectio Divina | Pbro. Dante De Sanzzi

25/ ‘El marero que empezaba a rezar’ | Analía Pascuali

26/ Entre Argentina y Corea: una formación misionera ad gentes | Marcos Sang Hum Im 28/ Ayuda económica de la Iglesia Argentina a la Misión Universal | Cdra. Norma Jiménez 30/ Peregrinas por el mundo |

Hna. Ana Cottet

Hna. Cecilia Angulo

42/ La IAM un camino de Encuentro | Pbro. Roberto Percara

44/ Tu colaboración es Misión - Enseñanza Primaria |Marta Ponce 46/ Dejarnos interpelar por el rostro del otro – Enseñanza Media | Lic. Victorina Ramos 48/ No hay formación sin espiritualidad - Grupos Misioneros| Claudio Navarro 50/ Comunicar el amor que nos enamoró y nos cambió la vida... - Seminarios | Pbro. Jorge Daniel Juncos

52/ Rosario Misionero |

Equipo de Redacción

54/ Había algo tan crudo... y tan humano en sus ojos | Emily Allen 56/ Contemplar la acción de Dios en el corazón de la gente | Pbro. Juan Ignacio Liébana 58/ Salir al encuentro de nuestros hermanos más necesitados, una tarea de la UEAM | Dr. Fabián Romano

32/ Asamblea General de los Directores Nacionales de las OMP en Roma | Pbro. Dante De Sanzzi

60/ Sumate para sumar vocaciones en el mundo | Pbro. Daniel Alberto Lascano

33/ Especial ‘Beatificación del Cura Brochero | Comisión para la Beatificación del Cura Brochero

63/ CoMiNa 4 - IV Congreso Misionero Americano | Favio Rosso

37/ ‘Cristo resucitado trinfua, pero enseña siempre sus llagas a los apóstoles’ |

64/ Para que todos tengan vida en él - Comunidades aborígenes | Mons. Marcelo Daniel Colombo

Mons. Juan José Aguirre

38/ La Parroquia, comunidad de comunidades | Pbro. Fabián Ribero

66/ 32º Curso de Misionología |

Hna. Sonia Zbrun

68/ Cierre de la JMR Río 2013 |

Favio Rosso

Redes sociales de las Obras Misionales Pontificias

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Jornada

Queridos hermanos y hermanas,

este año celebramos la Jornada Mundial de las Misiones mientras se clausura el Año de la fe , ocasión importante para fortalecer nuestra amistad con el Señor y nuestro camino como Iglesia que anuncia el Evangelio con valentía. En esta perspectiva, querría plantear algunas reflexiones.

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. La fe es un don precioso de Dios, el cual abre nuestra mente para que lo podamos conocer y amar. Él quiere relacionarse con nosotros para hacernos participes de su misma vida y hacer que la nuestra esté más llena de significado, que sea más buena, más bella. ¡Dios nos ama! Pero la fe, necesita ser acogida, es decir, necesita nuestra respuesta personal, el coraje de poner nuestra confianza en Dios, de vivir su amor, agradecidos por su infinita misericordia. Es un don que no se reserva sólo a unos pocos, sino que se ofrece a todos generosamente. ¡Todo el mundo debería poder experimentar la alegría de ser amados por Dios, el gozo de la salvación! Y es un don que no se puede conservar para uno mismo, sino que debe ser compartido. Si queremos guardarlo sólo para nosotros mismos, nos convertiremos en cristianos aislados, estériles y enfermos. El anuncio del Evangelio es parte del ser discípulos de Cristo y es un compromiso constante que anima toda la vida de la Iglesia. «El impulso misionero es una señal clara de la madurez de una comunidad eclesial» (Benedicto XVI, Ex. Apost. Verbum Domini , 95). Toda comunidad es “adulta”, cuando profesa la fe, la celebra con alegría en la liturgia, vive la caridad y proclama la Palabra de Dios sin descanso, saliendo del propio ambiente para llevarla también a los “suburbios”, especialmente a aquellos que aún no han tenido la opor-


Mundial de las Misiones 2013 tunidad de conocer a Cristo. La fuerza de nuestra fe, a nivel personal y comunitario, también se mide por la capacidad de comunicarla a los demás, de difundirla, de vivirla en la caridad, de dar testimonio a las personas que encontramos y que comparten con nosotros el camino de la vida.

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. El Año de la fe , a cincuenta años de distancia del inicio del Concilio Vaticano II, es un estímulo para que toda la Iglesia reciba una conciencia renovada de su presencia en el mundo contemporáneo, de su misión entre los pueblos y las naciones. La misionariedad no es sólo una cuestión de territorios geográficos, sino de pueblos, de culturas e individuos independientes, precisamente porque los “límites” de la fe no sólo atraviesan lugares y tradiciones humanas, sino el corazón de cada hombre y cada mujer. El Concilio Vaticano II destacó de manera especial como la tarea misionera, la tarea de ampliar los límites de la fe, es un compromiso de todo bautizado y de todas las comunidades cristianas: «Viviendo el Pueblo de Dios en comunidades, sobre todo diocesanas y parroquiales, en las que de algún modo se hace visible, a ellas pertenece también dar testimonio de Cristo delante de las gentes» (Dec. Ad gentes , 37). Por tanto, se pide y se invita a toda comunidad a hacer propio el mandato confiado por Jesús a los Apóstoles de ser sus «testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra» (Hch 1,8), no como un aspecto secundario de la vida cristiana, sino como un aspecto esencial: todos somos enviados por los senderos del mundo para caminar con nuestros hermanos, profesando y dando testimonio de nuestra fe en Cristo y convirtiéndonos en anunciadores de su Evangelio. Invito a los Obispos, a los Sacerdotes, a los Consejos Presbiterales y Pastorales, a cada persona y grupo responsable en la Iglesia a dar relieve a la dimensión misionera en los programas pastorales y formativos, sintiendo que el propio compromiso apostólico no está completo si no contiene el propósito de “dar testimonio de Cristo ante las naciones”, ante todos los pueblos. La misionariedad no es sólo una dimensión programática en la vida cristiana, sino también una dimensión paradigmática que afecta a todos los aspectos de la vida cristiana.

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. A menudo, la obra de evangelización encuentra obstáculos no sólo fuera, sino dentro de la comunidad eclesial. A veces el fervor, la alegría, el coraje, la esperanza en anunciar a todos el mensaje de Cristo y ayudar a la gente de nuestro tiempo a encontrarlo son

débiles; en ocasiones todavía se piensa que llevar la verdad del Evangelio es violentar la libertad. Pablo VI usa palabras iluminadoras al respecto: «Sería... un error imponer cualquier cosa a la conciencia de nuestros hermanos. Pero proponer a esa conciencia la verdad evangélica y la salvación ofrecida por Jesucristo, con plena claridad y con absoluto respeto hacia las opciones libres que luego pueda hacer... es un homenaje a esta libertad» (Ex. Apost. Evangelii nuntiandi , 80). Siempre debemos tener el valor y la alegría de proponer, con respeto, el encuentro con Cristo, de hacernos heraldos de su Evangelio Jesús ha venido entre nosotros para mostrarnos el camino de la salvación, y nos ha confiado la misión de darlo a conocer a todos, hasta los confines de la tierra. Con frecuencia vemos que son la violencia, la mentira, el error las cosas que destacan y se proponen. Es urgente hacer que resplandezca en nuestro tiempo la vida buena del Evangelio con el anuncio y el testimonio, y esto desde el interior mismo de la Iglesia. Porque, en esta perspectiva, es importante no olvidar un principio fundamental de todo evangelizador: no se puede anunciar a Cristo sin la Iglesia. Evangelizar nunca es un acto aislado, individual, privado, sino que es siempre eclesial. Pablo VI escribía que «Cuando el más humilde predicador, catequista o pastor, en el lugar más apartado, predica el Evangelio, reúne su pequeña comunidad o administra un sacramento, aún cuando se encuentra solo, ejerce un acto de Iglesia», Este no actúa «por una misión que él se atribuye o por inspiración personal, sino en unión con la misión de la Iglesia y en su nombre» (Ex. Apost. Evangelii nuntiandi , 60).Y esto da fuerza a la misión y hace sentir a cada misionero y evangelizador que nunca está solo, que forma parte de un solo Cuerpo animado por el Espíritu Santo.

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. En nuestra época, la movilidad general y la facilidad de comunicación a través de los nuevos medios de comunicación han mezclado entre sí los pueblos, el conocimiento, las experiencias. Por motivos de trabajo familias enteras se trasladan de un continente a otro; los intercambios profesionales y culturales, así

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como el turismo y otros fenómenos análogos empujan a un gran movimiento de personas. A veces es difícil, incluso para las comunidades parroquiales, conocer de forma segura y profunda a quienes están de paso o a quienes viven de forma permanente en el territorio. Además, en áreas cada vez más grandes de las regiones tradicionalmente cristianas crece el número de los que son ajenos a la fe, indiferentes a la dimensión religiosa o animados por otras creencias. Por tanto, no es raro que algunos bautizados escojan estilos de vida que les alejan de la fe, convirtiéndolos en necesitados de una “nueva evangelización”.A esto se suma el hecho de que a una gran parte de la humanidad todavía no le ha llegado la Buena Noticia de Jesucristo, y que vivimos en una época de crisis que afecta a muchas áreas de la vida, no sólo la economía, las finanzas, la seguridad alimentaria, el medio ambiente, sino también la del sentido profundo de la vida y los valores fundamentales que la animan. La convivencia humana está marcada por tensiones y conflictos que causan inseguridad y fatiga para encontrar el camino hacia una paz estable. En esta situación tan compleja, donde el horizonte del presente y del futuro parece estar cubierto por nubes amenazantes, se hace aún más urgente el llevar con valentía a todas las realidades, el Evangelio de Cristo, que es anuncio de esperanza, reconciliación, comunión, anuncio de la cercanía de Dios, de su misericordia, de su salvación, anuncio de que el poder del amor de Dios es capaz de vencer las tinieblas del mal y conducir hacia el camino del bien. El hombre de nuestro tiempo necesita una luz fuerte que ilumine su camino y que sólo el encuentro con Cristo puede darle. ¡Traigamos a este mundo, a través de nuestro testimonio, con amor, la esperanza donada por la fe! La naturaleza misionera de la Iglesia no es

proselitista, sino testimonio de vida que ilumina el camino, que trae esperanza y amor. La Iglesia - lo repito una vez más - no es una organización asistencial, una empresa, una ONG, sino que es una comunidad de personas, animadas por la acción del Espíritu Santo, que han vivido y viven la maravilla del encuentro con Jesucristo y desean compartir esta experiencia de profunda alegría, compartir el mensaje de salvación que el Señor nos ha dado. Es el Espíritu Santo quién guía a la Iglesia en este camino.

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. Quisiera animar a todos, a ser portadores de la Buena Noticia de Cristo y estoy agradecido especialmente a los misioneros y misioneras, a los presbíteros fidei donum , a los religiosos y religiosas y a los fieles laicos - cada vez más numerosos - que, acogiendo la llamada del Señor, dejan su patria para servir al Evangelio en tierras y culturas diferentes de las suyas. Pero también me gustaría subrayar que las mismas iglesias jóvenes están trabajando generosamente en el envío de misioneros a las iglesias que se encuentran en dificultad - no es raro que se trate de Iglesias de antigua cristiandad - llevando la frescura y el entusiasmo con que estas viven la fe que renueva la vida y dona esperanza. Vivir en este aliento universal, respondiendo al mandato de Jesús «Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones» (Mt. 28, 19) es una riqueza para cada una de las iglesias particulares, para cada comunidad, y donar misioneros y misioneras nunca es una pérdida sino una ganancia. Hago un llamamiento a todos aquellos que sienten la llamada a responder con generosidad a la voz del Espíritu Santo, según su estado de vida, y a no tener


mando a la necesidad de una formación misionera más profunda de todo el Pueblo de Dios, ya sea alimentando la sensibilidad de las comunidades cristianas a ofrecer su ayuda para favorecer la difusión del Evangelio en el mundo.

miedo de ser generosos con el Señor. Invito también a los obispos, las familias religiosas, las comunidades y todas las agregaciones cristianas a sostener, con visión de futuro y discernimiento atento, la llamada misionera ad-gentes y a ayudar a las iglesias que necesitan sacerdotes, religiosos y religiosas y laicos para fortalecer la comunidad cristiana. Y esta atención debe estar también presente entre las iglesias que forman parte de una misma Conferencia Episcopal o de una región: es importante que las iglesias más ricas en vocaciones ayuden con generosidad a las que sufren de escasez. Al mismo tiempo exhorto a los misioneros y a las misioneras, especialmente los sacerdotes fidei donum y a los laicos, a vivir con alegría su precioso servicio en las iglesias a las que son destinados, y a llevar su alegría y su experiencia a las iglesias de las que proceden, recordando cómo Pablo y Bernabé, al final de su primer viaje misionero «contaron todo lo que Dios había hecho a través de ellos y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles» (Hechos 14;27). Ellos pueden llegar a ser un camino hacia una especie de “restitución” de la fe, llevando la frescura de las iglesias jóvenes, de modo que las Iglesias de antigua cristiandad redescubran el entusiasmo y la alegría de compartir la fe en un intercambio que enriquece mutuamente en el camino de seguimiento del Señor. La solicitud por todas las Iglesias, que el Obispo de Roma comparte con sus hermanos en el episcopado, encuentra una actuación importante en el compromiso de las Obras Misionales Pontificias, que tienen como propósito animar y profundizar la conciencia misionera de cada bautizado y de cada comunidad, ya sea lla-

Por último, dirijo un pensamiento a los cristianos que, en diversas partes del mundo, se encuentran en dificultades para profesar abiertamente su fe y ver reconocido el derecho a vivirla con dignidad. Ellos son nuestros hermanos y hermanas, testigos valientes - aún más numerosos que los mártires de los primeros siglos - que soportan con perseverancia apostólica las diversas formas de persecución actuales. Muchos también arriesgan su vida para permanecer fieles al Evangelio de Cristo. Deseo asegurarles que me siento cercano en la oración a las personas, a las familias y a las comunidades que sufren violencia e intolerancia y les repito las palabras consoladoras de Jesús: «Confiad, yo he vencido al mundo» (Jn 16,33). Benedicto XVI exhortaba: «Que la Palabra del Señor siga avanzando y sea glorificada» (2 Ts 3, 1): que este año de la fe haga cada vez más fuerte la relación con Cristo, el Señor, pues sólo en Él tenemos la certeza para mirar al futuro y la garantía de un amor auténtico y duradero» (Carta Ap. Porta fidei, 15). Este es mi deseo para la Jornada Mundial de las Misiones de este año. Bendigo de corazón a los misioneros y misioneras y a todos los que acompañan y apoyan este compromiso fundamental de la Iglesia para que el anuncio del Evangelio pueda resonar en todos los rincones de la tierra, y nosotros, ministros del Evangelio y misioneros, experimentaremos “la dulce y confortadora alegría de evangelizar” (Pablo VI, Ex. Apost. Evangelii nuntiandi, 80). Vaticano, 19 de mayo de 2013, Solemnidad de Pentecostés

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Octubre Misionero | Favio Rosso (*)

Colabora con las

misiones 8

El Día Mundial de las

Misiones es una oportunidad importante para llamar la atención sobre las necesidades materiales de las llamadas iglesias de misión.

E

l octubre misionero ofrece actualmente un proceso de animación articulando subsidos, mensajes, testimonios dirigidos a los adultos, a las familias y a las comunidades eclesiales.

Muchas veces nos llegan a OMP preguntas como ¿qué destino tiene la colecta?, ¿a dónde va el dinero?, ¿qué es el fondo universal de solidaridad? ¿quién decide a quién se ayuda?

El mismo Papa, cada año, envía un mensaje a la celebración de este importante evento (ver pág. 4). Las colectas recibidas luego son debidamente repartidas entre las iglesias jóvenes de misión, de acuerdo a las necesidades de cada una (Fondo Universal de Solidaridad). El Fondo Universal de Solidaridad de las Obras Misionales Pontificias es la suma total de todas las colectas enviadas durante el año por los fieles de los diferentes países del mundo a través de OMP, para las Iglesias:

El Estatuto de las Obras Misionales Pontificias justifica y articula el Fondo Universal de Solidaridad para “sostener los programas de asistencia universal, evitando particularismos y discriminaciones”. El funcionamiento de este Fondo depende del Consejo Superior de esta institución pontificia, cuyo Principal órgano de gobierno es la Asamblea General Ordinaria.

de nueva creación, para facilitar su primer desarrollo sin plena autonomía financiera en situaciones de emergencia (guerras, hambrunas o desastres naturales)

Sus determinaciones en la distribución de los cientos de miles de donativos, procedentes de toda la Iglesia para atender los 1.103 territorios de misión (37% de la Iglesia católica), se ajustan a este criterio: “La común solicitud por las necesidades misioneras de toda la Iglesia y de cada Iglesia particular ha hecho de las Obras Misionales Pontificias


este es el momento donde se ven qué subsidios se destinarán a diferentes proyectos; qué país, continente, seminario, capilla, hospital, etc”.

66 sostener los programas de asistencia universal, evitando particularismos y discriminaciones

99 expresión de comunión y de solidaridad universal. En su tarea de sensibilización, no es menor su cometido de explicar a los fieles y pastores la prioridad del carácter universal de la cooperación misionera, colaborando con los obispos a que las iniciativas particulares no dañen el compromiso común en apoyar la evangelización de los pueblos” (n.20). Cada año en Roma se reúnen las 116 direcciones nacionales y es allí donde se decide el destino de las ayudas que se realizan con justicia y solidaridad cristiana. Previamente, al cierre del ejercicio económico del

año civil cada país, se informa a las secretarías generales de cada una de las Obras el dinero disponible para atender las actividades misioneras. El Padre Dante De Sanzzi nos dice: “Allí nos presentan los balances pastorales de la misión, por ejemplo qué experiencia tuvo cada país con la colecta del Domund (Colecta mundial por las misiones), de la Infancia y Adolescencia Misionera y de la Obra de San Pedro Apóstol. Estas son Obras de las OMP que recaudan fondos para ayudar a las misiones y a las personas más necesitadas. Luego se comparten los informes económicos de cada Obra,

El Director de OMP España, Pbro. Anastasio Gil agrega “Compete a la Asamblea General estudiar las solicitudes de ayudas y distribuir equitativamente la suma de las aportaciones de los fieles. Inmediatamente después se procede al envío de estas ayudas, garantizando que llegan a sus destinatarios con prontitud e integridad”. Para finalizar diciendo “De esta manera, las innumerables actividades pastorales promovidas por los misioneros y misioneras, en los lugares más recónditos de la tierra, recibirán la ayuda económica que su madre la Iglesia ha recibido de todos sus hijos, para repartir entre los miembros de la familia más necesitados, o que al menos no pueden valerse por sí mismos”. (*) Secretario de los MCS OMP Argentina

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Octubre Misionero | Prof. Carla Contreras (*)

Gui ó n pa r a la S anta Mi sa Entrada Hermanas y hermanos: Somos comunidad que se reúne para celebrar una nueva Jornada Mundial de las Misiones unidos a hermanos de todo el mundo en torno al altar. Como familia, compartimos todo lo que somos y tenemos para el sostenimiento de las misiones, tanto nuestros bienes espirituales como materiales.

Evangelio Creer en Jesús nos lleva a reconocer la acción gratuita, generosa y misericordiosa de Dios en nuestras vidas. Los discípulos misioneros llevamos esta certeza en el corazón de un amor que nos desborda y que queremos comunicar a otros. Así dispuestos escuchemos con atención el relato del Evangelio.

Este año unidos bajo el lema «Vas, enviás o ayudás a enviar» queremos renovar nuestro compromiso con la tarea evangelizadora a la que hemos sido llamados como discípulos-misioneros del Señor. Nos ponemos de pie y comenzamos la celebración cantando…

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Primera lectura Es inestimable el valor del mensaje que llevamos porque es un don gratuito y abierto a todos los que crean en Él.

Segunda lectura La acción misionera en ocasiones se vuelve ardua y se presentan algunos escollos en el camino, pero la fuerza del amor salvador de Dios, nos permite reconocer que no hay cadena que detenga la Palabra de Dios.

Oración de los fieles Respondemos: “Te lo pedimos Señor” 1. Por el Papa Francisco y todos los pastores de la iglesia para que encuentren nuevos caminos en la evangelización y la transmisión de la fe cristiana. Oremos… 2. Por los que gobiernan las naciones y los pueblos, para que sean un testimonio creíble de lo que anuncian con sus palabras. Oremos… 3. Por los fieles laicos, para que su testimonio ofrecido ante el mundo haga resplandecer la Palabra de Verdad que el Señor nos dejó. Oremos… 4. Por los religiosos, religiosas, consagrados y consagradas, para que continúen siendo testimonio de una vida entregada a Cristo. Oremos… 5. Por los misioneros y misioneras que viven la persecución, para que mantengan su mirada fija en Jesucristo y así sigan encontrando en Él la alegría del amor y la respuesta al sufrimiento y el dolor humano. Oremos 6. Por los misioneros y misioneras para que renovemos nuestro ardor evangélico y nos pongamos en camino en la misión de que muchos hermanos encuentren una vida más plena. Oremos... (*) Catequista en ISVN


Comunión Jesús se hace pan para estar presente en nuestra historia, para ser compañero de camino a lo largo de toda la vida y en la misión a la que nos llamó. Él nos confirma “yo estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos”. Seamos con Jesús, pan para nuestros hermanos. Vayamos a su encuentro cantando...

Ofertorio Presentemos al Señor los dones del pan y el vino y junto a ellos, nuestras expectativas y nuestros esfuerzos cotidianos en la difusion del Evangelio, todo lo que tenemos lo ponemos en sus manos para que, con la fuerza del Espiritu Santo se multipliquen y tranformen en alimento espirtual de tantos hermanos que necesitan de Él. Acompañamos las ofrendas cantando...

Despedida: Hemos celebrado juntos como comunidad de Jesús la alegría de ser sus discípulos-misioneros. Vayamos a contagiar al mundo esta felicidad de sabernos amados por Dios, de la mano de María, primera misionera del Señor, que nos cubre con su manto y nos acompaña en la misión. Nos despedimos cantando...

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Muchas veces los hombres nos acercamos a Dios cuando necesitamos algo de Él. Eso sucede en la primera lectura que hemos escuchado. Naamán hace un viaje largo en busca del profeta Eliseo para ser sanado de la lepra. Por su parte, los diez leprosos del Evangelio también buscan a Jesús para ser curados. ¿Y cuál es la actitud que sigue al milagro? Reconocer, en sus agradecimientos y alabanzas, el poder y la bondad del Señor. Esto es lo que finalmente provoca en ello un verdadero encuentro con Dios. Porque quien mucho ha recibido, mucho agradece.

Por eso estos textos nos invitan a ver cuán agradecidos somos con el Señor. Tal vez podemos pensar que no hemos recibido gracias extraordinarias, poco de lo mucho que hemos pedido como favor. Pero es que el Señor se manifiesta, sobre todo, en lo ordinario de la vida, en lo simple, en lo cotidiano, donde su accionar puede pasar desapercibido y, por eso mismo, corremos el riesgo de no llegar a reconocer lo que Él hace por nosotros. De estar ciegos espiritualmente. El Evangelio dice que los diez hombres fueron curados, pero el samaritano, el extranjero enemigo de los judíos, es el único que vuelve a Jesús a agradecer. Y el Señor lo envía diciéndole: “tu fe te ha salvado”. Los diez están sanos físicamente, pero sólo el samaritano está salvado. Él es el único capaz de descubrir a Dios en Jesús y lo lleva a una relación nueva, ha recibido y por eso ahora siente que tiene que dar gracias y anunciar lo que ha pasado. Un corazón agradecido es capaz de dar testimonio de lo recibido. Cuando creemos que hemos recibido lo que merecíamos, lo que nos correspondía o teníamos derecho, el corazón se encierra en sí mismo y la relación con Dios se hace más limitada. De esto es consciente San Pablo en la segunda lectura que hemos escuchado. Por eso invita a acordarse de Jesucristo siempre y esa es la Buena Noticia que él predica, a pesar de los sufrimientos que atraviesa. Soporta (*) Secretario Nacional de la Pontificia Unión Misional


Octubre Misionero | P. Pedro Brassesco (*)

las pruebas por amor para que los demás también se encuentren con Jesús y alcancen la salvación. Nuestra vida de fe es un constante movimiento en este sentido: buscamos a Dios por distintos motivos, Él - que nos ama porque somos sus hijos- nos llena de sus dones; al sentirnos amados nos damos cuenta quién es verdaderamente Dios y nos mueve al agradecimiento y alabanza. Pero esta relación nueva no pude terminar ahí, porque esa alegría capaz de llenar el corazón, de transformarnos y hacernos nuevas criaturas, merece ser anunciada y testimoniada. El “ve, tu fe te ha salvado”, como el “pueden ir en paz”, del final de cada Misa, es, sobre todo, un envío a anunciar lo que hemos visto y oído, lo que hemos recibido y agradecido. Hoy celebramos en Argentina, la Jornada Mundial de las Misiones. No se trata sólo de pedir o rezar por aquellos que llevan el mensaje de Cristo a otras tierras, como si la tarea misionera fuera sólo de algunos. Todos los cristianos, todas las comunidades, todas las parroquias estamos enviados a anunciar a Cristo. “La misión es un problema de fe, es el índice exacto de nuestra fe en Cristo y en su amor por nosotros” (RM 11). O se es misionero o no se es plenamente cristiano. En este Año de la Fe, vamos haciendo muchas acciones para crecer y reforzar nuestra fe. No podemos olvidar que la fe se fortalece dándola. Si no, la Iglesia se vuelve

autorreferencial y, tarde o temprano se enferma. Por eso el Papa Francisco ha dicho que entre una Iglesia enferma y una accidentada (porque el salir siempre implica peligros), prefiere lo segundo. Para ello es siempre necesario volver al dinamismo que nos presenta la liturgia de hoy: el encuentro con el Señor, un corazón agradecido que, al reconocer lo que Dios hace por nosotros, nos impulsa a testimoniarlo. Pidámosle a María, que no tuvo miedo ser portadora en su seno de la Buena Noticia encarnada, que ella nos anime y acompañe para crecer como discípulos misioneros de Jesús.

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Octubre Misionero | Mons. Vicente Bokalic Iglic CM (*)

Celebrando los 50 años de Ad Gentes , Dios nos regaló un

Papa Misionero

El año 2013 es y será un año histórico para la vida de la Iglesia. Desde el mes de octubre de 2012, estamos viviendo el Año de la Fe, convocado por el Papa Benedicto XVI. Un tiempo marcado por el Sí-

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nodo de la Nueva Evangelización (oct/2012), la memoria de los 50 años del inicio del Conc. Vaticano II; en el mes de febrero del año 2013 renuncia el Papa Benedicto XVI y en marzo, es elegido nuestro Cardenal Jorge Bergoglio, SJ, como Sumo Pontífice, sucesor de Pedro y Obispo de Roma. En verdad son muchos acontecimientos, que nos han conmovido, sorprendido y nos trajeron aires nuevos y esperanzadores para nuestra Iglesia. Después de 500 años se da una renuncia del Papa. Por primera vez en la historia de la Iglesia es elegido un obispo de América Latina y de nuestra Argentina como Pontífice de la Iglesia. Dios en su providencia nos sigue hablando también por medio de acontecimientos históricos. Desde nuestra mirada misionera el Señor nos invita a redescubrir y renovar la dimensión misionera de la Iglesia.

El Concilio Vat. II fue un encuentro ecuménico de toda la Iglesia con una gran presencia de las nuevas Iglesias: América Latina, Asia y África. Un concilio misionero que nos dejó como legado el decreto Ad-gentes que sigue iluminando e inspirando la acción misionera de la Iglesia. Los acontecimientos citados tienen un marcado mensaje misionero. El “año de la Fe” tiene una impronta misionera, pues así como estamos llamados en profundizar nuestra Fe, siendo conscientes de inmenso don recibido como es la Fe, no podemos quedarnos tranquilos “guardando y cuidando individualmente en este don” sino que nos fue dado para compartirlo con los demás. Aparicida nos dice «Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo» (n.29) La mejor manera de demostrar el agradecimiento por tanto don, es salir a comunicarlo a los demás, a los alejados y los que aún no conocen el amor de Dios. Mientras vamos viviendo de este modo el año de la Fe, nos sorprendió la noticia de la “renuncia del Papa Benedicto”: un Papa que en su luminoso magis-


terio, llamaba a la Iglesia a renovar los caminos de misión. Estaba en marcha la preparación del Encuentro Mundial de Jóvenes (JMJ de Rio). Pensando en este multitudinario evento preparo un mensaje dirigido a los jóvenes de todo el mundo: «vayan y hagan discípulos a todos los pueblos» (Mt 28,19). Es el tema de la Jornada. La cita evangélica, nos presenta el espíritu, y la meta del encuentro: despertar en los jóvenes que han conocido, experimentado y optado por Jesús amigo y Salvador, que salgan anunciarlo con alegría, con generosidad, con pasión buscando trasmitir y contagiar la fe a otros hermanos. Un encuentro para “encontrarse y estar con Jesús en familia, pero pensando en la misión”. Este Papa que nos iluminó con su pensamiento y reflexión tan profunda nos llevaba a profundizar en las enseñanzas del concilio y vivir en el espíritu de ese acontecimiento tan grande para la Iglesia del siglo XX. Desde su conocimiento del Concilio, nos volvía a recordar como una de las enseñanzas fundamentales la naturaleza misionera de la Iglesia. Recordar el Concilio era volver a las fuentes. Para nosotros ciertamente el decreto Ad-gentes es la puerta que nos hace entrar en el desarrollo posterior de la reflexión y acción misionera en estos últimos 50 años. En este proceso eclesial en nuestra América, no podemos olvidar el acontecimiento de Aparecida, que nos impulsa a vivir nuestra condición de discípulos-misioneros “dando gratuitamente” lo que recibimos de nuestra familias y comunidades. El segundo acontecimiento sorprendente es la elección del nuevo Pontífice de la Iglesia: nuestro querido Papa Francisco. Siguiendo las huellas de sus predecesores y continuando con su testimonio y magisterio en la Iglesia de Buenos Aires hoy, desde la catedra de Pedro, nos habla permanentemente de la misión. Si recorremos sus mensajes y actitudes en distintas ocasiones y múltiples destinatarios en Buenos Aires: es permanente el tema de “salir…salir y salir de los templos, de los grupos, de las seguridades para encontrarnos con tantos hermanos nuestros alejados y desconocidos, que buscan la luz, el consuelo, la verdad, el sentido…que buscan la salvación. “Este salir” es la misión. Podemos decir que en el corazón del Pastor está la preocupación por todos, en especial los que están lejos: los de las periféricas geográficas y existenciales. Con gozo podemos decir “tenemos un Papa enamorado por la misión”: que vive e impulsa a todos hacia la misión. El Santo Padre Francisco en su encuentro con los di-

rectores de las Obras Misionales Pontificias de todo el mundo en mayo de este año, habló de la actualidad y la urgencia de la misión, y se refirió a ella como una tarea “difícil y entusiasmante” , que puede llevarse a cabo con la “guía del Espíritu Santo” . Lo que da entusiasmo a la misión es “saber que la fuerza de la evangelización proviene de Dios, que le pertenece a Él”, mientras a nosotros nos toca “abrirnos cada vez más a la acción del Espíritu Santo, a ofrecer nuestra completa disponibilidad para ser instrumentos de la misericordia de Dios, de su ternura, de su amor hacia cada hombre y cada mujer, sobre todo a los pobres, a los excluidos, a los alejados .

Todavía hoy, porque hay tantos pueblos que aún no han conocido y encontrado a Cristo y es urgente encontrar nuevas formas y nuevos caminos para que Dios pueda tocar el corazón de todo hombre y de toda mujer y llevarlos a Él”. El Papa Francisco nos va señalando la ruta a seguir en los próximos años. A los obispos de la Argentina, reunidos en la reunión Plenaria del mes de abril nos decía: «Les expreso un deseo: Me gustaría que los trabajos de la Asamblea tengan como marco referencial al Documento de Aparecida y “Navega mar adentro”. Allí están las orientaciones que necesitamos para este momento de la historia. Sobre todo les pido que tengan una especial preocupación por crecer en la misión continental en sus dos aspectos: misión programática y misión paradigmática. Que toda la pastoral sea en clave misionera». Al celebrar el OCTUBRE MISIONERO, damos gracias a Dios porque nos sigue hablando en la historia y hoy más que nunca por medio de dos Pontífices, que habiendo asimilado las enseñanzas del Concilio Vat. II y viendo la realidad del mundo, nos impulsan fuertemente a la misión. El Espíritu nos habla por medio de ellos. Abramos nuestro corazón para que este mismo Espíritu que guía a la Iglesia, nos renueve en nuestro compromiso misionero desde Argentina hacia todos los pueblo de la tierra.

(*) Obispo Auxiliar de Buenos Aires - Presidente de la Comisión Episcopal de Misiones

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Octubre Misionero | Pbro. Jorge Beigbeder (*)

para vivir el mes

misionero La Jornada Mundial de las Misiones, se celebra cada año en la Argentina, el segundo domingo del mes de octubre. 16 El próximo domingo 13 de octubre, en las distintas comunidades diocesanas de nuestro país, se hará memoria de la labor misionera de la Iglesia y se vivirá la caridad cristiana entre todas las Iglesias locales.

En Argentina esta Jornada, conocida como el día del DOMUND, es preparada y celebrada durante todo el mes de octubre. Por eso, durante el llamado “Octubre Misionero” se procura fomentar el espíritu misionero en los fieles, en particular y en las comunidades cristianas, en general. Para ello, las cuatro semanas del mes se dedican a un aspecto concreto de la cooperación misionera: la oración, el ofrecimiento de la vida y del sacrificio, la colaboración eco-

clausura el Año de la fe, ocasión importante para fortalecer nuestra amistad con el Señor y nuestro camino como Iglesia que anuncia el Evangelio con valentía”. Con este espíritu, iniciamos el recorrido por estas cuatro etapas del “Octubre Misionero”.

Semana de oración por la Iglesia Universal nómica y la promoción de la voca(1-7 de octubre)

ción misionera en el Pueblo de Dios.

En este año 2013, estas semanas han de estar impregnadas del espíritu de fe, ya que como todos recordarán, el Papa Benedicto XVI convocó un Año de la Fe, que comenzó el 11 de octubre de 2012, en el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y terminará en la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de noviembre de 2013.

Del Mensaje del Papa Francisco para la Jornada:

«La fe es un don precioso de Dios, el cual abre nuestra mente para que lo podamos conocer y amar, Él quiere relacionarse con nosotros para hacernos partícipes de su misma vida y hacer que la nuestra esté más llena de significado, que sea más buena, más bella. ¡Dios nos ama!».

«¡Todo el mundo debería poder experimentar la alegría de ser amados por Además, hoy más que nunca se hace Dios, el gozo de la salvación! Y es un necesario un nuevo redescubrimiento de la alegría de creer y del entusiasmo por comunicarla.

El Papa Francisco, en su Mensaje para el día del DOMUND, nos dice: “Este año celebramos la Jornada Mundial de las Misiones mientras se


«Acompaña, oh Señor, a tus misioneros en las tierras por evangelizar; pon las palabras justas en sus labios, haz fructífero su trabajo» (Beato John Henry Newman).

Semana de ofrecimiento del Sacrificio (8-14 de octubre) Del Mensaje del Papa Francisco para la Jornada:

«El Año de la fe, a cincuenta años de distancia del inicio don que no se puede conservar para uno mismo, sino que del Concilio Vaticano II, es un estímulo para que toda la debe ser compartido”. “La fuerza de nuestra fe, a nivel Iglesia reciba una conciencia renovada de su presencia en personal y comunitario, también se mide por la capacidad el mundo contemporáneo, de su misión entre los pueblos y de comunicarla a los demás, de difundirla, de vivirla en la las naciones». caridad, de dar testimonio a las personas que encontramos y que comparten con nosotros el camino de la vida». «El Concilio Vaticano II destacó de manera especial como la tarea misionera, la tarea de ampliar los límites de la fe es un compromiso de todo bautizado y de todas las comuFEChAS PARA RECORDAR nidades cristianas». 1 de octubre: Santa Teresita del Niño Jesús, Patrona de las Misiones. Su conmemoración al inicio del “Oc- «Invito a los Obispos, a los Sacerdotes, a los Consejos prestubre Misionero” es un estímulo para la oración intensa, biterales y pastorales, a cada persona y grupo responsable para el diálogo con Cristo y para la intercesión por los en la Iglesia, a dar relieve a la dimensión misionera en los programas pastorales y formativos, sintiendo que el propio misioneros. compromiso apostólico no está completo si no contiene el 4 de octubre: San Francisco de Asís. Su figura sigue propósito de dar testimonio de Cristo ante las naciones, siendo de gran actualidad, también como misionero. Su ante todos los pueblos». ejemplo y su palabra siguen siendo ejemplo y testimonio de entrega e inquietud misionera. FEChAS PARA RECORDAR: 7 de octubre: Nuestra Señora del Rosario. La celebración de Nuestra Señora, la Virgen del Rosario, sugiere el compromiso misionero: con la oración, la animación y la cooperación.

COMPROMISO MISIONERO PARA LA SEMANA Rezar el Rosario Misionero, añadiendo a las propias intenciones la siguiente oración:

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¡Todo el mundo debería poder experimentar la alegría de ser amados por Dios, el gozo de la salvación!

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Francisco

11 de octubre: 51 años de la inauguración del Concilio Vaticano II, que “fue un signo brillante de la universalidad de la Iglesia” y que contribuyó a “reafirmar la necesidad y la urgencia de la evangelización ad gentes, y de esta manera llevar al centro de la eclesiología la naturaleza misionera de la Iglesia” (Benedicto XVI, Mensaje para el DOMUND 2012). 12 de octubre: Nuestra Señora del Pilar. Venerada tradición sobre la presencia de María, sobre un pilar, para

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fortalecer en la fe a quien está tomando parte activa en la evangelización de los pueblos.

Domingo 13: DOMUND ... y oportunidades para vivir la Misión

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Preparar la Jornada del DOMUND con la lectura del Mensaje del Papa o de alguno de los materiales (catequesis, clases de religión, revista “IGLESIA MISIONERA HOY”) para este día. Visitar enfermos o ancianos que estén solos, compartiendo con ellos el tríptico de la Unión de Enfermos y Ancianos Misioneros (U.E.A.M.). Compromiso misionero para la semana “La fe se fortalece dándola" (RM 2). Fomentar nuestro compromiso misionero y la cooperación económica con los misioneros. Para ello, preparar el día del DOMUND, difundir los materiales pastorales y pedagógicos para que todos conozcan los objetivos de la Jornada, y además organizar la colecta en las Misas, en los Colegios, por la calle, etc.

Semana de Cooperación económica

(15-21 de octubre) Del Mensaje del Papa Francisco para la Jornada:

«A menudo, la obra de evangelización encuentra obstáculos no sólo fuera, sino dentro de la comunidad eclesial. A veces el fervor, la alegría, el coraje, la esperanza en anunciar a todos el mensaje de Cristo y ayudar a la gente de nuestro tiempo a encontrarlo son débiles; en ocasiones todavía se piensa que llevar la verdad del Evangelio es violentar la libertad. Pablo VI usa palabras iluminadoras al respecto: «Sería... un error imponer cualquier

cosa a la conciencia de nuestros hermanos. Pero proponer a esa conciencia la verdad evangélica y la salvación ofrecida por Jesucristo, con plena claridad y con absoluto respeto hacia las opciones libres que luego pueda hacer... es un homenaje a esta libertad» (Ex. Apost. Evangelii Nuntiandi, 80).

FEChAS PARA RECORDAR: 15 de octubre: Santa Teresa de Jesús. Su compromiso misionero queda reflejado en la fotografía de Teresa de Lixieux sosteniendo un letrero con una frase de la Santa de Ávila: “Yo daría mil vidas por salvar una sola alma”.

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Invito a los Obispos, a los Sacerdotes, a los Consejos presbiterales y pastorales, a cada persona y grupo responsable en la Iglesia a dar relieve a la dimensión misionera en los programas pastorales y formativos...

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Francisco


COMPROMISO

MISIONERO

PARA LA SEMANA

El decreto “Ad gentes” del Concilio Vaticano II invita a una profunda renovación de la vida cristiana como el mejor compromiso misionero (cf. n. 35).

18 de octubre: San Lucas, evangelista. Nace en Antioquía, de donde parten Pablo y Bernabé para la mi-

Puede ser útil dar a conocer el mensaje del Papa, difundirlo para reflexionar y meditarlo, y poner por obra las inspiraciones que sugiera para la renovación de la vida cristiana de los bautizados y de las comunidades, con vistas a ser verdaderos discípulos -misioneros de Cristo.

Invito también a los obispos, las familias religiosas, las comunidades y todas las agregaciones cristianas a sostener, con visión de futuro y discernimiento atento, la llamada misionera ad-gentes y a ayudar a las iglesias que necesitan sacerdotes, religiosos y religiosas y laicos para fortalecer la comunidad cristiana.”

FEChAS PARA RECORDAR: 24 de octubre: San Antonio María Claret. Su vida fue una preocupación fundamental por servir y edificar la Iglesia con el ministerio de la Palabra, anunciando el Reino de Dios.

Semana de las Vocaciones misioneras 28 de octubre: Santos Simón y (22-28 de octubre) Judas, apóstoles. Escucharon el lla-

sión. Testigo de excepción de la expansión de la Iglesia, como se refleja en los Hechos de los Apóstoles. ... y generosidad para cooperar Estamos peregrinando por el Año de la Fe. La contemplación de los testigos de la misión nos recuerda que, “hoy como ayer, [Cristo] nos envía por los caminos del mundo para proclamar su Evangelio a todos los pueblos de la tierra” (Porta fidei, 7). Asumamos el compromiso, de entregar a los misioneros la limosna evangélica, con el fin de ayudar a quienes necesitan nuestra solidaridad para vivir y celebrar la fe en comunidad.

Del Mensaje del Papa Francisco para la Jornada:

mado de Jesús y respondieron con disponibilidad y generosidad.

«La convivencia humana está marcada por tensiones y conflictos que causan inseguridad y fatiga para encontrar el camino hacia una paz estable. En esta situación tan compleja, donde el horizonte del presente y del futuro parece estar cubierto por nubes amenazantes, se hace aún más urgente el llevar con valentía a todas las realidades, el Evangelio de Cristo, que es anuncio de esperanza, reconciliación, comunión, anuncio de la cercanía de Dios, de su misericordia, de su salvación, anuncio de que el poder del amor de Dios es capaz de vencer las tinieblas del mal y conducir hacia el camino del bien».

... y decisiones que tomar

«Hago un llamamiento a todos aquellos que sienten la llamada a responder con generosidad a la voz del Espíritu Santo, según su estado de vida, y a no tener miedo de ser generosos con el Señor.

Después del recorrido misionero de este mes, es posible que el Espíritu Santo nos haya susurrado en el oído y en el corazón el deseo de “tomar parte activa” en la evangelización. Preparar y vivir, con la comunidad, una vigilia de oración, animación y cooperación misionera.

COMPROMISO

MISIONERO

PARA LA SEMANA

Dar a conocer la dimensión misionera de la fe de cada bautizado y la vocación misionera específica. Se puede aprovechar el testimonio de misioneros, invitando a alguno a dar una charla, o utilizando un DVD de las Jornadas del DOMUND, las revistas misioneras, etc.

(*) Director Diocesano de las OMP- Diócesis de Lomas de Zamora

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20 Objetivo: Que los discípulos misioneros asuman la importante tarea de anunciar el Evangelio como una responsabilidad compartida en la que todos y cada uno contribuye a la misión universal. SUgERENCIAS PRáCTICAS Proponemos para la motivación de la Vigilia, prever imágenes, dibujos (Jesús, María Reina de las Misiones, Sta. Teresita y San Francisco Javier, Papa Francisco, Beato cura Brochero ) Biblia, velas de colores de los continentes, cancionero , equipo de sonido para reproducir música instrumental. Todo esto para un mejor desarrollo de la Vigilia.

INTRODUCCIóN (mientras se canta, se procede a armar el altar misionero) Lector 1: Nos ponemos en presencia de Dios, origen y fuente de la Misión (nos hacemos la señal de la Cruz) Porque en esta Vigilia uniremos nuestras intenciones a las de Jesús, y a la fuerza renovadora del Santo Espíritu de Dios y así, alimentar nuestra fe con La Palabra

y así sentirnos enviados como discípulos misioneros para anunciarlos a todos.

Lector 2 : “Vas o envías o ayudás a enviar” es un lema que deja ver los alcances de la misión, para difundir el mensaje de Jesús desde lo profundo, permeando en la cultura y en la vida de quienes no conocen la Buena Nueva. En esta máxima, los cristianos bautizados comprometidos con el Evangelio encontramos el impulso necesario para admitir que en cualquier caso es posible y es viable aceptar nuestra vocación de discípulos misioneros y que aunque existan límites como la formación, el recurso financiero, etc., hay hombres, mujeres, niños, adolescentes y jóvenes que con su ayuda dan esperanza al mundo. La Iglesia misionera se consolida a partir de discípulos misioneros responsables y entusiastas en asumir la Buena Nueva como una noticia que es imprescindible difundir. “Vas o envías o ayudás a enviar” ofrece la posibilidad a todos los bautizados de trabajar por las misiones desde cualquier circunstancia.


Octubre Misionero | Ulises Martínez y Laura Fregosi (*)

Primer momento: VAS A EVANGELIZAR:: Acompañamos este momento con imágenes de distintas realidades (drogadicción, violencia, ancianos y niños abandonados, hambre, etc. ) y las acercamos al altar misionero haciendo una petición, para que por medio de la misión de cada uno, se pueda revertir esa realidad. Mientras se leen los siguientes textos con música de fondo. Lector 1: Hoy hay muchos que dicen: "yo no puedo ir porque ya tengo demasiado trabajo en mi parroquia", o "que vayan otros porque yo ya estoy haciendo mi parte". ¿Puede alguien sentirse excluído cuando la tarea de misionar es esencial a nuestro bautismo y es de todos? Cuando alguien dice: yo ya tengo mi parte, se cierra a la posibilidad de continuar con la tarea esencial y primer mandato de Jesús: "Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda creatura". Cuando, en nuestro lema, decimos "Vas o envías, o ayudás a enviar" queremos que te des cuenta de que, si bien no todos podemos salir efectivamente a las misiones por tener ya nuestras propias tareas pastorales, siempre hay algo que, en concreto, podemos hacer a favor de la misión: enviar misioneros o ayudar a los que los envían. Lector 2: «Yo oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?. Yo res pondí: ¡Aquí estoy: envíame!». (Is 6,8) Cuando decimos «ir a misiones» (VAS) nos referimos a tu presencia y don de ti mismo en tierras de misión, que participes con tu vida, ya sea temporalmente o para siempre, de esta tarea y horizonte evangelizador específico. Aquí cabría preguntarte, y tú ¿por qué no? El discípulo misionero debe ser consciente que el Reino de Dios avanza a pesar de él, pero que al actuar con responsabilidad, el mensaje se fortalece. Recordemos además que la tarea evangelizadora se experimenta con plenitud cuando se ejerce colectivamente, cuando se hace acompañar de muchos miles de cristianos bautizados que emprenden con coherencia su vocación cristiana. Seamos entonces responsables todos de los dones que Dios nos dio para cooperar con la misión universal y anunciar el Evangelio al mundo. Preguntas de reflexión: Reflexiona y comparte ¿quiénes son los encargados de la misión? ¿Por qué? ¿a quiénes debe estar dirigida la misión? ¿Por qué?

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Segundo momento:

O ENVIaS: a alguien a evangelizar (acompañamos este momento y acercamos al altar las imágenes del Papa Francisco, Beato cura Brochero, y de algunos santos más o sacerdotes conocidos por su trabajo misionero, ejemplos de entrega al servicio de los mas pobres) Lector 1: "Enviar" a la misión es tarea de los obispos ciertamente, de los consagrados, que son quienes, en nombre de la Iglesia, realizan este envío. Sin embargo para "enviar" a la misión hace falta reunir a los que van a ser enviados, requiere su formación y preparación en las cuatro áreas ya conocidas de la formación de nuestros seminarios: humana, espiritual, intelectual y pastoral.

La vida consagrada brilla en toda la historia de la Iglesia por su capacidad de asumir explícitamente la tarea del anuncio y la predicación de la Palabra de Dios, tanto en la misión ad gentes como en las más difíciles situaciones, con disponibilidad también para las nuevas condiciones de evangelización, emprendiendo con ánimo y audacia nuevos itinerarios y nuevos desafíos para anunciar eficazmente la Palabra de Dios.

Tercer momento: O AYUDAS A ENVIAR a alguien a evangelizar: ,

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Lector 2: “Me envió para llevar la Buena Nueva a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos y a los ciegos que pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor”. (Lc 4,18) Los Obispos , sacerdotes y religiosos, por su propia misión, son los primeros llamados a una vida dedicada al servicio de la Palabra, a anunciar el Evangelio, a celebrar los sacramentos y a formar a los fieles en el conocimiento auténtico de las Escrituras. También los diáconos han de sentirse llamados a colaborar según su misión, en este compromiso de evangelización.

(acompañamos este momento con un gesto, escribimos nombres de Misioneros argentinos en el mundo, o de los grupos misioneros que conocemos, los distribuimos y nos comprometemos a ayudar espiritualmente a cada uno de ellos en su trabajo) Lector 1: “Rueguen también por mí, a fin de que encuentre palabras adecuadas para anunciar con valentía el misterio del Evangelio, del cual yo soy embajador entre cadenas, y así podré hablar libremente de él, como debo hacerlo”. (Ef 6,19) El envío ha de estar sustentado también por toda una comunidad de fe que, con su esfuerzo y con su acción y oración , va siempre haciendo que el envío se cristalice y sea posible. Todo esto es parte del " ayudás a enviar". Los laicos están llamados a ejercer su tarea profética,


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Oracion final

que se deriva directamente del Bautismo, y a testimoniar el Evangelio en la vida cotidiana dondequiera que se encuentren La misión va dirigida a todos sin excepción porque su espíritu es universal y no depende sólo de un aspecto geográfico o de sectores, la universalidad implica sintonía con todo aquello de que está rodeado el hombre. Todos necesitamos de la misión porque la misión es acogida y no hay quien se niegue a ser tomado por el amor de Dios. Sea cual sea el territorio, sea cual sea el contexto cultural y social, la misión tiene que llegar hasta ellos porque el anuncio de la Buena Nueva es un regalo Lector 2: Por ello es importantísimo no minimizar a la misión confundiéndola simplemente como un acto de caridad, expansión y dominio de la propia Iglesia o del hombre. Los discípulos misioneros irán por todo el mundo a anunciar la Buena Noticia sin prejuzgar, sin buscar privilegios o tratos especiales, sin pretensiones de poder y hegemonía sólo por ser portadores del más grande mensaje de amor. Elige qué puedes o qué debes hacer. Tomate tiempo para pensar… Si sólo puedes ayudar a enviar, ve cómo lo vas a hacer: ¿Orando por las vocaciones misioneras? ¿Interesándote por las vocaciones misioneras? ¿Aportando una ayuda material para ayudar y promover esta causa?

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Conclusion (se distribuyen la oración final y se lee a unísono) LECTOR 1: Vivamos entonces nuestra esencia de ser Iglesia y comprometámonos ya, a ser discípulos misioneros de Jesús desde nuestra propia vocación, carisma y profesión. LECTOR 2: ¿Y tú, cómo vas a participar? «Vas, envías o ayudás a enviar». Preces. A cada intención respondemos “Señor queremos ser discípulos, misioneros” Padre Nuestro Ave María (*) Miembros Equipo Nacional de AM de Grupos Misioneros y Jóvenes

Padre de bondad,Tú que eres rico en amor y misericordia, que nos enviaste a tu Hijo Jesús para nuestra salvación, escucha a tu Iglesia misionera. Que todos los bautizados sepamos responder al llamado de Jesús: "Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos". Fortalece con el fuego de tu Espíritu a todos los misioneros, que en tu nombre anuncianla Buena Nueva del Reino. María, Madre de la Iglesia y Estrella de la Evangelización, acompáñanos y concédenos el don de la perseverancia en nuestro compromiso misionero. Canto a la Virgen

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Actualidad | Pbro. Dante De Sanzzi (*)

Importancia de la Lectio Divina E

n muchas oportunidades escuchamos hablar sobre la meditación de la Lectio Divina en nuestra Iglesia. También en varias oportunidades es confusa la explicación que recibimos y nos cuesta, ponerla en práctica. Pero podemos aclarar un poco y hacer sencillo este paso, tan vital y rico para nuestra espiritualidad.

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Todos precisamos de la Palabra de Dios. Es parte de nuestro alimento. Cuando celebramos la Eucaristía, luego del acto penitencial, seguimos con la Liturgia de la Palabra. Y sabemos qué importante son los textos bíblicos para entender las bondades de Dios y escuchar qué nos quiere decir.

La Lectio Divina es una experiencia de Dios, un encuentro; es más que una simple lectura. El encuentro con la Palabra es vital, es acción del Espíritu Santo. En verdad, si nuestra postura es abierta a escuchar y analizar que quiere Dios de mí, no quedamos igual, de la misma manera, luego de meditarla. Si de verdad se da el encuentro, no salimos siendo la misma persona. Hay un cambio, una transformación. Leer, escuchar, meditar la Palabra de Dios no es magia, no es puro mecanismo, no es saber todo de memoria. Así se pierde la emoción, el descubrir la grandeza del Señor. Tenemos que recurrir a cuatro pasos fundamentales para vivirla y saborearla:

Y Lectio Divina es la práctica de leer o escuchar en oración los textos de la Biblia. Es escuchar y responder. Es un poco esa disponibilidad de varios de los profetas bíblicos: “Habla, que tu siervo escucha”.

1) Leer el pasaje bíblico.

Dios nos habla, y es descubrir que habla a cada uno en particular. Respondemos con nuestra oración y nuestro compromiso.

4) Con la mirada puesta en Él, poner en práctica lo meditado.

2) Meditarlo. 3) Hablar con Dios.

Tener el corazón abierto y disponible para la misión. Así tendremos una vida espiritual plena. No puede faltar en nuestro camino evangelizador, la meditación de la Palabra, que como dice la carta a los Hebreos, es “tajante como espada de doble filo”. Un buen ejercicio es meditar textos que nos lleven a la misión diaria, a navegar mar adentro, a salir de las fronteras. En 2 Tim 3, San Pablo pide a su discípulo Timoteo la fidelidad al servicio. En 1Cor, 13, encontramos al mismo apóstol que nos pide meditar sobre la caridad fraterna. En Isaías, el capítulo 6, el profeta escucha y pide al Señor que lo envíe. Que podamos adquirir este don: Leer, meditar, hablar y misionar. Es la mejor lectura en nuestra vida. Así sea. (*) Director Nacional de las OMP


Testimonio Misionero | Analía Pascuali (*)

El marero que empezaba a rezar un chico, todo malandro, rezando: Santa María Madre de Dios ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte». Pocos meses después, esta hora de su muerte llegó. Desde hacía unos meses Foncho se había alejado de la mara y como no tenía por donde escapar había comenzado a trabajar de noche en el mercado -descargando frutas y verduras- y durante el día dormía. Fue allí, durmiendo entre las cebollas, que la vida le fue arrebatada por unas cuantas balas… nadie sabe con certeza quién lo mató. Tenía 21 años, la misma edad que Thomas.

E

n nuestro Punto Corazón, experimentamos siempre una gran impotencia en relación a nuestro trato con los mareros 1. Concretamente no podemos hacer nada, es un fenómeno que se nos escapa de las manos, ¡y ellos están por todas partes!... Aprendemos poco a poco a hacerlos parte de nuestra oración, a amarlos de una forma invisible, a dejarnos habitar por ellos en el silencio. Y a veces Dios nos permite entrever pequeños milagros. Le dejo la palabra a Thomas, este hermano de comunidad que vivió algo grande: «Sin dudas yo hablo mucho de oración, pero aquí descubro el poder infinito de la oración. Esto puede parecer poca cosa, pero cuando la vida parece encarnizarse sobre ciertas personas, no nos queda más que la presencia y la oración a ofrecer. Siempre, o casi siempre, somos sorprendidos: una noche, como no habíamos alcanzado a rezar el rosario, decidimos rezarlo afuera en la vereda del Punto Corazón, y así aprovechar el aire fresco. Mientras rezamos pasa Foncho, solo, mal, borracho, quizás drogado. El se sienta a nuestro lado, toma mi rosario y comienza a rezar con nosotros la oración que había aprendido en su infancia, en el mismo Punto Corazón. Sin duda, ese fue el rosario más bello de mi vida. Los dejo imaginar

La vida de Foncho ha sido un misterio, al igual que su amistad con Puntos Corazón: cuando nos miraba de lejos se le iluminaba el rostro, cuando nos saludaba todo lo bueno salía de él… siempre una distancia y respeto inmenso, un deseo de que su hijo y sus sobrinos vinieran a nuestra casa. ¡Y lo mismo podemos decir de nosotros! Si tomamos el archivo de cartas a los padrinos de El salvador descubriremos tantas cartas que hablan de él. ¡El misterio de su vida también ha cambiado la nuestra! La hermana menor de Foncho me cuenta un milagro, quizás la razón de su muerte : llegó un momento en el cual los líderes de la mara comenzaron a exigirle que matara a otros. Foncho se negó.

1. Las maras son organizaciones transnacionales de pandillas asociadas que se originaron en Los Ángeles y otros puntos de Estados Unidos y se han expandido en Honduras, Guatemala, El Salvador y otros países. (*) Misionera ‘Puntos Corazón Faustino Pérez M.’ - El Salvador

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Testimonio Misionero | Marcos Sang Hun Im (*)

Entre Argentina y Corea: Una formación misionera ad gentes

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Un día, cerca de Navidad, casualmente vi un documental sobre un sacerdote coreano que estaba trabajando en Sudán. De ahí me enteré de la misión fuera de Corea del Sur y despertó mi sueño de ser sacerdote, que había dejado en mi adolescencia. En aquel momento tuve una tremenda lucha por la búsqueda de la satisfacción de la vida. Mi deseo era conseguir un buen trabajo y ganarme la vida; pero no sabía de dónde venía mi inquietud que de tanto en tanto me ponía ansioso. A raíz de este documental volví a la Iglesia de donde me había alejado unos años atrás porque pensaba que no era necesario participar de los sacramentos aunque creyera en Dios. Me sentí muy bien de este regreso a la fe y poder compartir con otros mis inquietudes y mi tiempo. Sin embargo, no desaparecieron mis ansiedades. Poco a poco fui descubriendo que eran las inquietudes de un llamado, de una vocación. Por casualidad me encontré con los misioneros de la Consolata por internet y comencé a discernir mi vocación con un sacerdote español, P. Francisco López, el cual me invitó a conocer la vida de los misioneros. La verdad es que los misioneros me causaron mucha impresión. Siendo extranjeros, se acostumbraron a usar los palillos para comer nuestra comida coreana y aprendieron bien el idioma coreano, sobretodo conviven integrados en esta cultura asiática tan diferente de la occidental. Sin duda, Dios siempre me acompaña y me prepara el camino, para crecer y madurar en este proceso de formación para la misión. Cuando entré con los Misioneros de la Consolata en Corea, llegaron también dos misioneros nuevos, procedentes de Colombia y de la República del Congo. A través de ellos pude ver cómo

los misioneros aprenden un nuevo idioma tan difícil y tan diferente al de ellos, y cómo se acostumbran a una nueva cultura con esfuerzos y sufrimientos acompañados por la gracia de Dios. Su recuerdo me anima y me da fortaleza en los momentos difíciles para seguir este camino de mi vida. En mis primeros años de formación misionera en Corea, me costaba vivir como religioso, porque me había acostumbrado al materialismo y consumismo que suelen tener los jóvenes coreanos, como las tendencias y las modas. El miedo a la inseguridad, me mostraban el materialismo como la solución y la satisfacción para la vida. Por la gracia a Dios, voy caminando y trabajando para liberarme de los apegos a las cosas materiales. Cuando llegué a Argentina, por primera vez me encontré con una nueva cultura, con nuevos rostros de personas y con una nueva experiencia que enriquecía toda mi vida. Hubo un momento de que debía estar en silencio por el idioma, pero a la vez me hizo pensar y reflexionar en lo más fundamental. Me hice estas preguntas ¿Quién soy yo? ¿Verdaderamente quiero ser misionero? ¿Estoy convencido para consagrarme por el Reino de Dios? Son preguntas permanentes en mi vida a las que respondo cada día con mi trabajo apostólico y mi oración ante el Señor. Todas estas vivencias son el paso de Dios en mi vida. Dios me invita a esta vocación para que yo sea feliz tal como soy. Con el tiempo cada vez más, me siento acompañado por Él y tengo un gran gozo con lo que nada se pueda comparar. Desde este año vivo en Tartagal (Salta), y estoy haciendo la experiencia pastoral en la parroquia de San Ramón Nonato donde trabajan tres sacerdotes Misioneros de la Consolata. Estoy experimentando el nuevo clima y costumbres del norte argentino: viendo y conociendo poco a poco a la gente y su realidad, como primer paso del método pastoral misionero. Agradezco al Señor por todo lo que me ha dado y solo quiero seguir este camino como respuesta a Él. La misión sigue y la formación continúa. (*) Seminarista Corea del Sur- Misioneros de la Consolata



Ayuda económica de la Iglesia Argentina a la Misión Universal comparativo Colectas 2010, 2011 y 2012 (cifras en pesos) A los Directores Diocesanos: Queridos hermanos de misión, quiero agradecer desde esta Sede Nacional de las Obras Misionales Pontificias por este aporte generoso que cada diócesis realiza para solventar la Iglesia misionera. Sabemos de las dificultades económicas que todos atravesamos, algunas comunidades más que otras, pero también sabemos que dando desde nuestra pobreza, y valorando el esfuerzo de los fieles, el Señor no nos dejará sin recompensa. Aquí llega a ustedes, consagrados y laicos, el informe de la colaboración de las diócesis en estos últimos años para ir haciendo nuestra comparación en el crecimiento de esta colecta mundial. Nuevamente gracias y esperamos que en este nuevo Domund, logremos “ir” a la misión, “enviar” o “ayudar” a los demás a que generosamente, material y espiritualmente, hagamos una Iglesia más misionera.

2011

2012

Var. 11-12

San Isidro Buenos Aires Lomas de Zamora San Justo San Martin San Miguel Quilmes Avellaneda-Lanus Merlo Moreno Morón Laferrere

111.901,03 165.597,07 52.149,60 25.556,00 22.501,85 26.825,07 20.190,90 7.760,00 1.960,80 2.216,00 3.123,75

147.862,95 141.048,94 42.780,60 20.985,00 23.700,06 22.968,71 19.522,76 18.247,00 7.685,00 2.155,00 2.661,40

197.378,83 124.523,50 71.229,60 42.766,92 32.562,35 32.395,95 31.863,77 14.296,00 7.481,00 3.862,35 1.614,40

439.782,07

449.617,42

559.974,67

49.515,88 -16.525,44 28.449,00 21.781,92 8.862,29 9.427,24 12.341,01 -3.951,00 -204,00 1.707,35 -1.047,00 110.357,25

94.997,00 45.886,70 16.019,59 23.952,06 9.500,00 1.996,96

85.448,57 57.623,30 21.724,34 31.142,81 5.910,00 1.795,50

122.107,33 81.879,90 28.684,38 22.564,85 14.237,00 2.050,83

36.658,76 24.256,60 6.960,04 -8.577,96 8.327,00 255,33

192.352,31

203.644,52

271.524,29

67.879,77

23.926,19 70.571,92 14.216,27 4.400,00 -

24.475,00 72.506,92 12.934,86 8.000,00 7.771,80

38.838,38 35.000,00 27.823,45 7.700,00 -

14.363,38 -37.506,92 14.888,59 -300,00 -7.771,80

113.114,38

125.688,58

109.361,83

-16.326,75

76.525,20 44.650,00 54.964,35 25.006,36 12.698,10 16.500,00 7.820,00 2.523,60

105.025,90 55.590,00 65.701,03 23.282,90 23.464,78 17.000,00 15.454,00 13.800,00

128.131,83 70.382,56 40.000,00 35.438,27 28.390,36 28.000,00 18.634,00 7.000,00

240.687,61

319.318,61

355.977,02

23.105,93 14.792,56 -25.701,03 12.155,37 4.925,58 11.000,00 3.180,00 -6.800,00 36.658,41

Región Centro

2010

Región Cuyo

Circunspcripción

Córdoba Río Cuarto San Francisco Villa María Cruz del Eje Dean Funes

San Rafael Mendoza San Luis La Rioja San Juan

Región Litoral

28

Región Buenos Aires

Pbro. Dante De Sanzzi. - Director Nacional.OMP

Santa Fe Paraná Rosario Rafaela Concordia Gualeguaychú Venado Tuerto San Nicolás


Octubre Misionero | Cdra. Norma Jiménez - Administradora OMP Argentina

Otros

Región Platense

Región NOA

Región NEA

Región Patagonia-Comahue

Circunspcripción

Neuquén Río Galleqos Viedma C. Rivadavia San Carlos de B Alto Valle (RN) Esquel

Formosa Resistencia Corrientes San Roque Posadas Oberá Puerto Iguazú Reconquista Goya Santo Tomé

Tucumán Salta Jujuy Oran Cafayate Catamarca Santiago del E. Añatuya Concepción Humahuaca

Zárate-Campana Bahia Blanca Nueve de Julio Santa Rosa Azul Chascomús Mercedes-Luján La Plata Mar del Plata

Maronita Opus Dei Armenia Ucraniana Castrense Oriental

COLEGIOS Sede OMP

Totales

2010

2011

Var. 11-12

2012

15.296,00 25.757,90 4.013,50 19.406,00 4.500,00 13.751,25 5.300,00

27.700,00 26.409,40 10.009,20 25.130,00 24.844,00 26.551,90 3.550,00

33.945,00 97.638,44 9.163,05 4.218,00 4.522,00 -

88.024,65

144.194,50

149.486,49

6.245,00 71.229,04 -846,15 -20.912,00 -20.322,00 -26.551,90 -3.550,00 5.291,99

36.640,17 26.925,28 11.911,09 19.500,00 19.247,05 10.500,00 14.916,00 11.016,47 8.071,52 5.221,00

47.266,39 37.782,37 22.425,12 24.092,40 25.089,71 12.000,00 18.902,80 17.342,00 16.845,00 5.661,55

70.545,00 50.650,47 39.816,18 34.037,47 24.701,70 24.056,00 21.271,00 15.908,24 15.745,44 9.277,25

23.278,61 12.868,10 17.391,06 9.945,07 -388,01 12.056,00 2.368,20 -1.433,76 -1.099,56 3.615,70

163.948,58

227.407,34

306.008,75

78.601,41

27.791,10 14.970,50 14.845,00 14.061,55 5.555,50 8.577,00 4.080,00 1.200,00 1.400,00 -

59.540,57 10.939,00 17.815,00 8.040,00 7.369,90 14.063,95 4.820,00 2.000,00 -

58.696,61 28.867,05 20.045,00 9.689,47 8.831,05 8.000,00 6.871,00 2.500,00 -

-843,96 17.928,05 2.230,00 1.649,47 1.461,15 -6.063,95 2.051,00 500,00 0,00 0,00

92.480,65

124.588,42

143.500,18

18.911,76

40.549,15 24.658,20 22.019,00 16.154,40 15.384,46 8.697,18 7.335,72 7.440,00 48.906,42

57.624,75 35.317,53 27.974,00 26.549,00 22.201,60 18.088,53 7.538,45 7.016,50 38.669,80

55.134,00 40.004,72 31.325,00 25.000,00 20.641,00 15.750,83 10.195,00 7.811,40 -

142.238,11

202.310,36

205.861,95

-2.490,75 4.687,19 3.351,00 -1.549,00 -1.560,60 -2.337,70 2.656,55 794,90 -38.669,80 3.551,59

1.150,00 1.526,00 -

2.800,00 -

-

-2.800,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00

2.676,00

2.800,00

-

-2.800,00

5.989,00

7.806,10 18.706,40

3.778,20 9.000,00

-4.027,90 -9.706,40

1.530.199,78

1.826.082,25

2.114.473,38

288.391,13

29


Testimonio Misionero | Hna. Ana Cottet (*)

Peregrinas por el

mundo

30

La Hna Ana Cottet nació en Concordia, Entre Ríos y es Misionera desde hace 17 años en Madagascar. Ella pertenece al Instituto Hermanas Pobres Bonaerenses de San José fundado por la Venerable Camila Rolón (1842-1913). En setiembre de 1.996 hemos llegado a Madagascar para fundar nuestra primera comunidad misionera en estas tierras, nos dice la religiosa desde Africa. Durante todos estos años, con el Amor y la Gracia de Dios, hemos servido sobre todo a los niños, preferentemente huérfanos y desnutridos, adolescentes, jóvenes, enfermos, ancianos, personas que sufren la indigencia, el abandono y distintas situaciones indignas del ser humano. Estoy totalmente convencida que es Dios quien nos envía y sostiene en el camino, nos impulsa a transmitir su amor y misericordia, nos fortalece para permanecer en la fidelidad, nos muestra los sentimientos de su corazón, para que renovemos continuamente nuestra misión de hacerlo presente con toda nuestra vida, en el mundo actual. "Cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mi me lo hicisteis". (Mt. 25,40). Que todos los creyentes en Cristo, guiados por el Espíritu Santo en este año de la Fe, vivamos las palabras de Juan Pablo II: "La Fe se fortalece dándola" y también las de Benedicto XVI: "Todo parte de la Fe, pero debe llegar a la verdad de la caridad".

Madagascar es una isla del Océano Indico, perteneciente al continente Africano. Nosotras estamos en un distrito de la campaña, que se llama Ambohitrimanjaka, a unos kilómetros de la capital del país, Antananarivo . Nuestra comunidad, desde el comienzo siempre estuvo integrada por dos o tres hermanas. En los ùltimos años, somos dos permanentes. La tercera vive un breve tiempo y vuelve por diferentes motivos. Nuestras jornadas no son monótonas. Comenzamos a las 4.30 de

la mañana. Estrenamos el alba con la oración de laudes, la celebración de la Misa y la Adoración Eucarística. A continuación, cada día tenemos grupos de personas

diferentes para atender. Los primeros que llegan diariamente, son los bebés desnutridos para recuperarse poco a poco con un buen desayuno, que es lo que podemos darles. Y con la gracia de Dios la mayoría se recupera. Luego, al mediodía recibimos a unos 160 niños y adolescentes (que estudian en diferentes escuelas públicas y privadas de la zona), para almorzar. Casi todos son huérfanos de mamá o papá o de los dos. O bien, provenientes de familias muy numerosas con el papá o mamá discapacitado/a. Un día a la semana todos estos niños tienen catequesis. Algunos se preparan para recibir los Sacramentos del Bautismo, la Eucaristía, Confirmación. No todos, porque varios son de otras iglesias cristianas. Por tal motivo, tenemos también un grupo ecuménico. Como nuestra espiritualidad se centra en la Eu-


caristía, todos, con frecuencia semanal, participan de la Adoración Eucarística. Dos días a la semana acogemos a los enfermos, preferentemente de los diferentes pueblos del campo. Tenemos un consultorio médico, atendido por una joven médica de nuestro grupo misionero y una sala dental, también atendida por una dentista local. Otro día dedicamos a recibir a los ancianos y algunos discapacitados, que están solos. Reflexionamos con ellos a partir de la Palabra, hacen luego la visita

de semana de cada mes, llevamos a cabo las jornadas misioneras en el campo. Cada mes visitamos un pueblito diferente de nuestro distrito, son 10. Hacemos las visitas a domicilio, donde encontramos situaciones de miseria y pobreza indescriptibles. Simultáneamente, otro grupo de misioneros (niños, adolescentes y jóvenes) realizan una animación espiritual con los niños, adolescentes y jóvenes del lugar. El pueblo más lejano dista a 20 kilómetros de nuestra casa y con estos misioneritos vamos a pie. Y algunos van descalzos. La alegría de todos estos chicos nos colma el corazón. El cuarto fin de semana del mes, acompañamos a las jóvenes que están en la etapa de formación inicial para la vida religiosa, en nues-

médica y se van contentos con su ración de arroz. A la tarde, nos dedicamos a la formación espiritual de los adolescentes y jóvenes. Los fines de semana realizamos otras actividades misioneras. En el primero del mes, hacemos la Escuela misionera para adolescentes y jóvenes del grupo misionero.; en el segundo, cada año, realizamos convivencias vocacionales y el Grupo "Samuel", con los que desean escuchar y descubrir el llamado de Dios para las vocaciones de especial consagración; en el tercer fin

tra Congregación, en su retiro espiritual mensual. Las hermanas lo realizamos mensualmente, un día de la semana, por turno. Este servicio misionero en este rincón del mundo es posible, con la gracia y fuerza de Dios y también con la colaboración de varias personas, que desde la fundación de esta casa de la Madre Camila,

están con nosotras compartiendo la misión. La mayoría son los primeros niños, que recibimos en nuestro comedor hace 17 años, evidentemente ya crecidos y también los adolescerntes de entonces que hemos ayudado a terminar sus estudios, incluso universitarios. Son ellos los que están totalmente integrados en el servicio misionero. También frecuentan nuestra casa dos veces por año voluntarios italianos con un sacerdote, quienes sostienen económicamente todo lo que implica el servicio a esta gente. Al atardecer nos recogemos nuevamente junto al Sagrario para la oración personal, Vìsperas y el Rosario. Todos los viernes meditamos la Pasión o hacemos el Vía Crucis tradicional. Después de la cena, rezamos Completas y a continuación, para nosotras es silencio. En ese silencio fecundo, aprovechamos para leer, estudiar o hacer oración. Según la necesidad de cada una. Finalmente dormimos con el alma llena de rostros. (*) Hnas. Pobres Bonaerenses de San José

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Actualidad | Pbro. Dante De Sanzzi (*)

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Roma, Mayo de 2013.

Asamblea General de los Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificias

Luego de evaluar y analizar la marcha de las Obras Misionales Pontificias en todo el mundo, el Señor nos regaló la posibilidad de ser recibidos en audiencia por el Papa Francisco.

cimiento que surgió de sus palabras y gestos, especialmente cuando manifestó “que las Obras Misionales Pontificias son y deben seguir siendo, de gran ayuda al Papa”.

Luego del saludo que hiciera el Cardenal Filoni, encargado de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, en nombre de todos los directores nacionales presentes, en la Sala Clementina del Vaticano, el Santo Padre se dirigió a cada uno de los encargados de la animación nacional de la Iglesia misionera.

Algo que se sintió en el saludo protocolar de cada director: cercanía,comprensión y animación, a la vez de contagiar alegría en este servicio misionero, son sensaciones que quedan en el corazón, luego de este encuentro.

Fue alentador descubrir la faceta misionera de Francisco. No solo por su discurso, breve, seguro y contundente, sino también por la profundidad y el mensaje recibido, que no hace más que sentirse acompañado y apoyado por el vicario de Cristo en la tierra, animándonos a seguir adelante, a navegar mar adentro y a hacer discípulos misioneros a toda la gente. Un punto central de sus lineas, es haber comprendido la tarea misionera de cada uno de nosotros. El agrade-

Las últimas palabras, con una mirada serena y compinche, me hicieron reflexionar sobre la tarea faraónica de la misión: “hacerlos andar”, “hacerlos caminar”, “que se deje de lado toda comodidad”, “animalos, hasta que duela”; son algunas de las propuestas (pedidos) que recibí del Papa misionero. Que el Espíritu Santo lo guíe, me guíe y nos acompañe a cada uno en la misión de todos los días. Esa es la lectura que pude hacer de este encuentro cara a cara. Que juntos podamos realizarlo. (*) Director Nacional de las OMP


Catequesis Brocherianas:

Su predicación evangélica Material para laicos (grupos parroquiales, agentes pastorales, movimientos y asociaciones laicales, etc.) Los numerosos testimonios recogidos en su proceso de beatificación (“Positio”) describen el amor de Brochero por la Palabra de Dios como fuente privilegiada no sólo de su predicación y su misión evangelizadora. La Palabra de Dios fue siempre la primera a partir de la cual buscaba vivirla personalmente y animaba a hacer lo mismo a sus queridos feligreses. Es conocida además su preocupación por el anuncio del Evangelio de manera sencilla, cercana a la comprensión de sus fieles, utilizando numerosas imágenes y ejemplos. Por ello hemos optado por un esquema similar al que usaba el Cura.

A. Sugerencias para la ambientación del encuentro: Preparar un lugar colocando un mantel, un pequeño cirio, la Palabra de Dios en un lugar destacado para proclamarla de manera clara, bien leída, sin apuros y con claridad. Colocaremos algunos “signos brocherianos”: un libro de oraciones o un Breviario, una imagen de la Virgen María, el Rosario, un poncho y un mate. Es importante que el que guíe este encuentro cuente a los demás que queremos continuar preparando el corazón para la beatificación del Padre Brochero escuchando la Palabra de Dios y mirando el ejemplo de este sacerdote que vivió el Evangelio de manera intensa y comprometida, y alentarnos a seguir su ejemplo de verdadero cristiano.

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Reunidos en torno a la mesa y previa separación por grupos (no mayor a cinco personas) se explica a los asistentes que para preparar el corazón para este momento haremos una “caminata contemplativa”. De manera serena y silenciosa caminaremos algunas cuadras mirando al corazón de la gente que se nos vaya cruzando por el camino, tratando de traer “sus rostros” al segundo momento del encuentro. Es conveniente que este momento no supere los quince minutos.

B. Proclamación de la Palabra de Dios Nos haremos la señal de Cruz e invocaremos al Espíritu Santo para que nos de la gracia de vivir con fe este momento de catequesis y oración. Podemos iniciarlo también con algún canto conocido por todos. PROCLAMAMOS LA PALABRA DE DIOS: LC 19, 1- 10

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Jesús entró en Jericó y atravesaba la cuidad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. El quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa». Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Se ha ido a alojar en casa de un pecador». Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: «Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más». Y Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido». Palabra del Señor Gloria a Ti, Señor Jesús. Luego de escuchar atentamente la Palabra de Dios se invitará a los asistentes a compartir brevemente las respuestas a las siguientes preguntas: ¿Qué impactó más en nuestro corazón durante la “caminata contemplativa” que hicimos por nuestras calles? ¿Fuimos encontrados por Jesús o encontramos “algunos Zaqueos” en el camino? ¿Qué impactó más al corazón de Zaqueo? Luego de compartir brevemente leemos el siguiente texto: “En esta catequesis brocheriana hemos querido contemplar el don de la predicación evangélica que caracterizó al Cura Brochero. Para poder comprender esta hermosa gracia es necesario “ir a las fuentes” ya que Brochero lo tomó de la contemplación de Cristo. Jesús camina evangelizando y evangelizando camina. Su ca-


mino sensibiliza su mirada que lo hace cercano y contemplativo de sus hermanos. Por ello no le pasa por alto ese pequeño hombre subido al árbol. Mientras los demás ven “a un pecador público, bajito y -quizá ridículamentesubido a un árbol, Jesús descubre un corazón necesitado del amor de Dios. Por eso le habla con el corazón y al corazón, entrando así a su casa. Jesús no tiene reparos en entrar en esa casa y que “se le pegue el olor a oveja”, para decirlo en palabras del Papa Francisco. Una vez allí le anuncia la Buena Noticia que se hace alegría y generosidad en el corazón de Zaqueo. Jesús mismo nos ha enviado a evangelizar, a anunciar el Evangelio del perdón y la misericordia y de hecho, esta es la misión de la Iglesia”. Dispongámonos ahora a ver cómo Brochero, mediante su predicación evangélica, llegó a los “zaqueos” de su época”.

C.

Mirando el ejemplo de Brochero: “estampas brocherianas”. Escuchemos atentos cómo llevó el Evangelio el Cura Brochero, su modo de predicar sencillamente la Palabra del Señor. “Cercanía del Cura Brochero, cercanía de Cristo” Quienes lo conocieron señalan que “fue un claro ejemplo de aquella unión con Dios que, centrada en el amor, sigue el ejemplo de Jesús Buen Pastor y se despliega en la acción evangelizadora”

“El sacerdote que no tiene mucha lástima de los pecadores es medio sacerdote. Estos trapos benditos que llevo encima no son los que me hacen sacerdote; si no llevo en mi pecho la caridad, ni a cristiano llego”. A sus sacerdotes ayudantes, les comunicó, por escrito, “que cuanto sean más pecadores o más rudos o más incivilizados mis feligreses, los han de tratar con más dulzura y amabilidad en el confesionario, en el púlpito y aún en el trato familiar”.1 “Críticas de algunos de sus feligreses”

“A los que le reprocharon su conducta de acercarse a la gente de mal vivir, el Cura Brochero les contestaba: La culpa la tiene Nuestro Señor, que Él obró de la misma manera y paraba en la casa de los pecadores para atraerlos a su Reino”.2 “La vaca negra” En una carta enviada a un amigo le dice Brochero: “Quiero contarte lo que dije y que impactó tanto en la primera misión en la que prediqué. Les hablé de una vaca negra que estaban viendo

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todos los oyentes. Dije que así como esa vaca estaba marcada con la señal de la estancia llamada la Trinidad, así nosotros estamos señalados y marcados por Dios todos los cristianos. Pero que Dios no nos marca en la pierna ni en la paleta, ni en las costillas, sino en el alma. Y que Dios no nos marca en las orejas sino en la frente, porque la señal de Dios es la Santa Cruz. Y que la marca de Él es la fe que nos pone en el alma”.3

D.

Aplicación a nuestra vida: El animador del encuentro invita a los asistentes a compartir qué les ha impactado más de estas estampas brocherianas. Luego invita a escribir en unas tarjetas (previamente le pondremos el nombre de cada uno de los asistentes):

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¿Qué nos ha mostrado el Señor en el ejemplo del estilo de predicar de Brochero? ¿Qué actitudes queremos pedir al Señor nos refuerce en nuestro corazón para ser mejores evangelizadores al estilo de Brochero?

E. Momento orante: Finalmente se comparte en oración los contenidos de las tarjetas llevando cada asistente una, con el compromiso de rezar por la persona que figura en su tarjeta. Se cierra el encuentro rezando juntos la oración del Cura Brochero.

Señor, de quien procede todo don perfecto, Tú dispusiste que José Gabriel Del Rosario fuese pastor y guía de una porción de tu Iglesia, y lo esclareciste por su celo misionero, su predicación evangélica y una vida pobre y entregada. Te suplicamos que completes tu obra, glorificando a tu siervo con la corona de los santos. Por Jesucristo nuestro Señor, Amén. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

1-Positio II, 64 / 2-Positio II, 55 / 3-Positio II, 25

Comisión encargada de la preparación de la Beatificación del Pbro. José Gabriel del Rosario Brochero.


Testimonio Misionero | Mons. Juan José Aguirre (*)

«Cristo resucitado triunfa, pero enseña siempre sus llagas a los apóstoles»

Mons. Juan José Aguirre, comboniano y obispo de Bangassou en la región oriental de Centroáfrica, relata los tristes acontecimientos sufridos después del golpe de estado del 24 de marzo y la llegada de los rebeldes a su diócesis. «Siguen los robos todos los días y sus noches, a cualquier hora. La gente no huye despavorida sino que llora por conservar lo poco que tiene y que a cualquier hora pueden entrar a robárselo a punta de metralleta, o los rebeldes o alguien vestido de rebelde» escribe el Obispo. La lista de los objetos – sobre todo vehículos – robados en las casas de religiosos e instituciones de la diócesis es enorme. «Los espiritanos se han ido cada uno a vivir en una casa o donde los amigos porque dos noches seguidas los despertaron con hachas y machetes. En casas de religiosas han querido hasta llevarse a alguna de ellas. El saqueo es generalizado» describe el misionero comboniano la situación que está viviendo Centroáfrica desde hace meses pero que se agravó especialmente también en su diócesis, desde el 11 de marzo con la llegada a Bangassou de los “Selekas”. Según observa Mons. Aguirre: “Los Seleka son, muchos de ellos, o bien chadianos y sudaneses, o también jóvenes reclutados en el último momento para engrosar la tropa. A ninguno de los dos grupos le interesa el país sino el botín.” Seleka significa Alianza en el idioma local de sango y es un conglomerado de 5-6 facciones rebeldes de origen musulmán que han logrado hacerse con el poder y derrocar al presidente Bozize en la capital del país, Bangui, el pasado día 24 de marzo coincidiendo con la celebración del Domingo de Ramos. Así lo relata Mons. Aguirre que se encontraba casualmente en Bangui en esa fecha: “Mientras estábamos en la Misa de Ramos, a las 7:55h empezó un bombardeo de arma pesada y metralleta dura que duró 3 horas. Vivimos junto al palacio presidencial por lo que estábamos en medio del mogollón. Un grupo de rebeldes Seleka, una Fotos: ‘Ayuda a la Iglesia que sufre’

parte compuesta de rebeldes chadianos de variadas siglas y "Janjaweeds" del Sudán, entraron en la catedral de Bangui con toda su traca militar encima. Estaban al final de la misa. Los rebeldes empezaron a disparar al techo. La gente se echó por tierra, sobre las palmas, y obligaron a sacar todas las llaves de los coches y las motos aparcados fuera... Tiraron ráfagas hasta que no faltó una llave y los niños estallaban a llorar despavoridos.” También cuenta como han vivido esta Semana Santa en su diócesis de Bangassou, al este de la capital: “En Rafai tuvieron un triduo pascal muy agitado. Cristo resucitado triunfa, pero enseña siempre sus llagas a los apóstoles. Unos 20 bandidos disfrazados de Seleka tomaron el pueblo y la misión. No hubo desgracias personales pero intervinieron los musulmanes de la zona exigiendo a esos 20 bandidos que se fueran”. Dentro de tanta confusión y sufrimiento la Iglesia no escatima esfuerzos para estar con su gente: “En Tokoyo no queda un sólo coche ni una moto y tienen 40 capillas. Padre Agustín de Bakouma fue a pié (60 Km) a la Pascua a Zabe con una de las hermanas. Mientras haya estrellas podremos caminar, incluso en la noche.” La entrada de los soldados islamistas de Seleka es para el misionero un capítulo más en la turbulenta historia contemporánea de la ex colonia francesa, un país con más de 20 años de guerra civil y el segundo más pobre del mundo, y concluye: «Cuando se acaba la esperanza no queda sino la esperanza de volver a tener esperanza.” (*) comboniano y obispo de Bangassou - Centro África

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«La Parroquia , comunidad de comunidades» Semana de oración:

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Les proponemos profundiTomar conciencia de la importanzar cada semana guiados por algunos textos del docu- cia de la cooperación espiritual. mento de Aparecida, que nos ayudarán a pensar nues- REFLEXIONAMOS: tra parroquia en clave misionera. Leer completos los “Entre las comunidades eclesiales, en las que viven y se forman los discípulos misioneros de Jesucristo, sobresalen las Parroquias. Ellas son células vivas de la Iglesia y el lugar Números D.A. 170 al 177 privilegiado en el que la mayoría de los fieles tienen una experiencia concreta de Cristo y la comunión eclesial. Están llamadas a ser casas y escuelas de comunión… En primer lugar sería conveniente que se trabaje este Todos los miembros de la comunidad parroquial son responsables de la Evangelización subsidio con todos los de los hombres y mujeres en cada ambiente. El Espíritu Santo abre siempre a las comiembros del Consejo de munidades a la tarea misionera, así como ocurrió en Pentecostés” (D.A.170-171). Pastoral Parroquial y desde allí se lo baje a cada uno de NOS PREGUNTAMOS: los variados grupos que componen el colorido tapiz ¿Somos conscientes que todos los miembros de la comunidad parroquial somos responde la comunidad parroquial. sables de la evangelización?

ACTIVIDADES: Realizar con los grupos de oración una hora de adoración al Santísimo Sacramento invitando a todos los grupos parroquiales a participar. Armar un guión para poder orar por todas necesidades de los hombres y mujeres de nuestra parroquia. Que cada grupo pueda rezar por sus dificultades para evangelizar y pedir por los más alejados. No olvidarse de orar por las misiones y los misioneros del mundo entero. Los Misioneros de Manzana repartir la oración del Octubre Misionero invitando a todos a rezar por los misioneros y los lugares de primera evangelización.


Subsidio Octubre Misionero | Pbro. Fabián Ribero (*)

Armar una cartelera misionera con el material recibido por el DOMUND motivando a todos a sumarse a cooperar espiritualmente con una pequeña oración. Los equipos de liturgia: tener en cuenta el Octubre Misionero y lo específico de cada semana al momento de armar los guiones de las celebraciones.

Semana de Cooperación: Resaltar la importancia de la cooperación material, indispensable para construir la Iglesia y testimoniar la caridad. REFLEXIONAMOS:

NOS PREGUNTAMOS:

“La renovación de las parroquias exige reformular sus estructuras, para que sea una red de comunidades y grupos, capaces de articularse, logrando que sus miembros se sientan y sean realmente discípulos y misioneros de Jesucristo en comunión…

¿Somos conscientes de que la evangelización requiere medios materiales para poder llegar a todos, especialmente a los más alejados? ¿Cómo motivamos la colecta?

Aparecida es una oportunidad para que todas nuestras parroquias se vuelvan misioneras. Es limitado el número de católicos que llegan a nuestra celebración dominical; es inmenso el número de los alejados, así como el de los que no conocen a Cristo… La renovación misionera de las parroquias se impone tanto en la evangelización de las grandes ciudades como del mundo rural de nuestro continente, que nos está exigiendo imaginación y creatividad para llegar a las multitudes (D.A.172-173).

ACTIVIDADES: Distribuir los sobres del DOMUND y comprometer a todos los miembros de los grupos parroquiales a motivar la colecta. Renovar la car-telera parroquial buscando que todos se sientan parte de las misiones colaborando económicamente. Los Misioneros de Manzana podrán llevar los sobres y entusiasmar a todos a sentirse parte de las misiones con su pequeño aporte.

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Semana de Acción Misionera: Semana del testimonio misioSalir al encuentro del otro, especial- nero: Conocer y dar a conocer algumente de los más alejados.

nos testimonios misioneros.

REFLEXIONAMOS:

REFLEXIONAMOS:

“Es importante recordar que el campo específico de la actividad evangelizadora laical es el complejo mundo del trabajo, la cultura, las ciencias y las artes, la política, los medios de comunicación y la economía, así como los ámbitos de la familia, la educación, la vida profesional, sobre todo en los contextos donde la Iglesia se hace presente solamente por ellos” (D.A.174).

NOS PREGUNTAMOS: ¿Nos sentimos todos misioneros? ¿Cuáles son los campos de acción que como laicos tenemos cotidianamente para anunciar el Evangelio?

ACTIVIDADES: 40

Pensar como desde cada grupo parroquial, podemos tener un gesto concreto de cercanía hacia los más alejados. Buscar una estrategia simple y viable de anunciar a Jesús desde el carisma propio de cada grupo o comunidad parroquial. Los Misioneros de Manzana: Recoger los sobres de la colecta y alentar a todas las familias a acercarse a las distintas propuestas que ofrece la parroquia.

Leer en grupo algunos de los testimonios misioneros presentados en la revista “Iglesia Misionera hoy”

NOS PREGUNTAMOS: ¿Qué testimonios conocemos en nuestra comunidad de personas que anuncian el Evangelio con sus vidas, entregándolo todo por el Señor? ¿Estamos dispuestos como miembros de la comunidad y como grupos a ser Testigos de la Buena Noticia en todos los ambientes donde nos movemos, especialmente con nuestros hermanos de los grupos de la parroquia?

ACTIVIDAD: Renovar la cartelera y colocar frases misioneras y testimonios que nos ayuden a todos a ser testigos del Señor en medio del mundo. Procurar tener gestos concretos de amor y servicio para con algún grupo de la parroquia con el cual no tenemos tanto contacto.

(*) Director Diocesano OMP - Diócesis de Rafaela


Subsidio Octubre Misionero | Hna. Cecilia Angulo (*)

La experiencia nos dice que en general los religiosos y las religiosas vivimos “haciendo”. En ese sentido vivimos “en y de misión”. Estamos al servicio de los más variados aspectos de la vida eclesial y social. Así de intenso es este aspecto, que por momentos cuesta saber qué se es, sin concluir definiéndose desde lo que se hace. Al menos parece ser así en las generaciones de edad avanzada y en las de mediana edad.

bra de Dios (VC 94); se expresa en vínculos verdaderamente fraternos y libres con hermanos y hermanas (VC42); se concreta en alguna forma de servicio desinteresado en favor de los demás (VC 73), y se celebra litúrgicamente, particularmente en la Eucaristía diaria. b)No podemos dejar de tener presente nuestra eclesialidad (VC 46); promoviendo fecundos intercambios con otras personas e instancias de todo el pueblo de Dios (VC94), y participando, de acuerdo a nuestro propio carisma, en diferentes instancias pastorales. Esa participación supondrá, evidentemente, inserción pastoral en la vida de las Iglesias Particulares.

El panorama por momentos parece bastante diferente en las nuevas generaciones, las que reclaman significar sus vidas por el sentido de las mismas, sin ocultarlas detrás de actividades que, la mayoría de las veces, les dicen poco o nada. He aquí un gran desafío a discernir y a afrontar. Una nueva espiritualidad debería ayudar a clarificar, para crecer en nuestra identidad personal y comunitaria como religiosos y religiosas.

c)No podemos olvidar que los primeros destinatarios de nuestro testimonio y misión son los pobres (VC90); como así también que ellos son nuestros principales compañeros de camino y los “mensajeros de Dios” que por excelencia recibimos las/os consagrados/as para el discernimiento de nuestras opciones (cfr. NMA 58-59) La opción por los pobres muestra que toda persona es importante y valiosa a los ojos de Dios.

El eje de la misión entonces debería ayudarnos, por un lado, a revisar nuestra acción apostólica, de modo que no nos deshumanice, sino que en verdad sea lugar de vida nueva. Y, por otro lado, a descubrir que estamos llamados a resignificar nuestras vidas desde los reclamos nuevos que la realidad nos presenta, para lo cual hemos de permanecer tras las huellas de Jesús de Nazaret que camina con nosotros.

d)No podemos olvidar la alegría que surge de la esperanza, ni la gratuidad a Dios que motiva y nos conduce a la alabanza (cfr. Lc. 1,46-55). Tampoco podemos olvidarnos de los gestos gratuitos que expresan el cariño y manifiestan el amor, como el bálsamo de María (cfr. Jn. 12,3); ni el desafío permanente de la conversión, reconciliación y perdón (cfr. Mt. 18,23-30); ni la sencillez y simplicidad de vida que van junto a la cordialidad y al optimismo (cfr. 11,25-30).

A partir de los siguientes puntos los invito a revisar y a volver a comprender, en comunidad o en forma personal, la misión de nuestra vida consagrada, teniendo en cuenta que: a)Estamos llamadas/os a ser íconos de Cristo transfigurado (VC 14) testimoniando la primacía de Dios y de su Reino. Este testimonio se alimenta con la meditación orante y cotidiana de la Pala-

Tal vez el resumen de todas estas opciones y actitudes y otras que ustedes pueden agregar, nos lleven a manifestar la belleza inefable de nuestra misión de consagrados/as: la de revelar el Único Rostro que queremos mostrar, el de Jesucristo, rostro humano de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo (NMA 54-55)

(*) Congregación de la Virgen Niña - Comunidad de S.C. Bariloche

VC: Vida Consagrada | NMA: Navega Mar Adentro

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Subsidio Octubre Misionero | Pbro. Roberto Percara (*)

Querido hermano misionero quiero hablarte de la IAM (Infancia y Adolescencia Misionera), esta llamita del Espíritu Santo que desde realidades y necesidades concretas y corazones atentos y generosos comenzó allá por 1943. Intentaré hablarte, no tanto de la Obra en sí, sino de mi experiencia en ella.

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Este “fueguito del amor de Dios” se encendió en la Diócesis de Concordia hace alrededor de veinte años de manos de P. Daniel Petelin. Por mi parte, conocí la Obra cuando ingresé al seminario y el rector, P. Daniel, era delegado de la IAM. Desde ese momento comencé a participar de las distintas actividades, sobre todo en los campamentos, retiros y encuentros, y empecé a ver el entusiasmo de los niños, adolescentes y animadores por la misión. Luego, ya sacerdote, me integré al equipo diocesano de la IAM, haciendo algunas instancias de formación como son el Taller de iniciación y la ESAM. Después, en 2010 mi Obispo me nombra delegado diocesano de la Obra. (*) Delegado Diocesano de la IAM de Concordia


En este caminar siendo parte de esta Obra de Dios, he encontrado algunos desafíos. El más grande es acompañar a tantos cristianos a descubrir el gran regalo que nos ha hecho el Señor al darnos la fe, para que la puedan anunciar con alegría. Hacerme compañero de camino, teniendo un oído atento, tratando de respetar los tiempos de cada uno, pero animándolos a no dejar de caminar y a escuchar a Dios que habla en las realidades de nuestra gente invitándonos a dar una respuesta misionera. Este es y seguirá siendo ese horizonte y desafío que me mueve a seguir dándome en la IAM. Ir descubriendo el carisma de la IAM, me ha hecho ver lo maravilloso y sencillo de este camino, como todo lo que es del Espíritu Santo. “Que los niños y adolescentes ayuden a los niños y adolescentes”, fomentar un corazón fraterno y universal, depositar en la alcancía la moneda y rezar el Avemaría diario, ver la realidad de la misión en otros continentes o en otras culturas, abre a la maravilla de la comunión con tantos que no vemos pero que sabemos que en Jesús estamos unidos. En la misión el misionado y el misionero son envueltos en el misterio de Dios, tanto que nadie sabe quien da o recibe más, sino que todos dan y reciben. Tanto el misionero como el misionado son canal de la gracia que se derrama a manos llenas. Todos estos años en la IAM son un contemplar y acompañar el entusiasmo y la entrega de los niños, adolescentes

Dra. Jean Baptistin Ralamboarison, secretaria Internacional de la Infancia Misionera en su visita a la Argentina

y animadores por la misión. Además, descubro que el Dios de la Vida se manifiesta en ellos dándome Vida. Es como que por momentos los roles se entrecruzan y no se sabe quién es el pastor y quien la oveja, porque son ellos los que me conducen a las fuentes de la alegría y el entusiasmo por la misión y renuevan mi deseo de entregarme en esta Obra. En definitiva es el Buen Pastor el que nos va usando como instrumentos suyo para darnos Vida en abundancia. Nuestros Patronos, Santa Teresita y San Francisco Javier, de quienes recibimos el ejemplo de lo que debe ser un verdadero misionero: estar a los pies de Jesús en la oración para darlo en la misión, nos ayuden a seguir “Siendo amigos de Jesús y haciendo amigos para Jesús”. ¡¡¡¡¡Felices 170 años IAM!!!!!!!! ¡De los niños y adolescentes del mundo siempre amigos!

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«Tu colaboración es Misión» Objetivo: Que reconozcan la importancia de coo-

Ambientación:

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Mantel, vela encendida, Biblia, imagen de Santa Teresita y San Francisco Javier, flores. Carteles: “Todos somos misioneros”. “La misión es responsabilidad de todos” Láminas de niños ayudando, rezando, compartiendo. Cuento: “El barril de vino” (de A. de Mello) Cartel y Tarjetas con el Lema del Domund 2013

perar en la acción misionera.

Preparar un pequeño altar donde se destaquen las figuras de los Santos patronos misioneros Colocar en un lugar visible los carteles y las láminas de los niños.

Aprendemos juntos  Comenzaremos el encuentro observando las láminas y comentando sobre ellas: qué vemos, qué hacen, quiénes son, porqué están realizando eso. Destacamos que cada uno realiza una actividad, alguno ayuda, otro reza, otro comparte. Todos colaboran de alguna manera. Nosotros también estamos invitados por Jesús a colaborar con la tarea:“Vayan y hagan

que todos los pueblos sean mis discípulos”(Mt. 28,19) La participación en la misión es nuestra respuesta a esa invitación de amor. Nuestro Amigo Jesús nos vuelve hoy a repetir: TODOS SOMOS MISIONEROS. Como Santa Teresita y San Francisco Javier. Cada uno a su manera. Ella desde la oración y él con la acción.

Les proponemos ahora la lectura del cuento: “El barril de vino” (de A. de Mello) "Cierto día se organizó en el pueblo una gran fiesta. Todo estaba preparado para el gran evento. En la plaza del pueblo habían construído un gran barril para el vino. Se habían puesto todos de acuerdo en que cada uno iba a llevar una botella de vino para echarla en el gran barril, y así disponer de abundante bebida para la fiesta. Se acercaba la noche, y Juan, viendo que llegaba la hora de partir hacia la plaza, tomó su botella vacía para llenarla con vino de su barril. Pero de

pronto pensó: "Yo soy muy pobre, y para mí es un sacrificio muy grande comprar el poco vino que hay en mi casa. ¿Por qué tengo que llevar igual que todos los demás? Voy a hacer una cosa: llenaré mi botella con agua, y cuando llegue a la plaza la echaré en el barril, así todos verán que hago mi aporte, y no vaciaré mi barril de vino. De todos modos somos muchos, y mi poquitito de agua se mezclará con el vino de los demás y nadie notará la falta".


Subsidio Octubre Misionero | Marta Ponce (*)

Así lo hizo. Llegada la noche, se acercó ante la vista de todos los vecinos y vació el contenido de su botella en el barril de la plaza. Nadie sospechó nada. Todo el resto del pueblo fue aportando su parte de vino en el gran barril. Comenzó la fiesta, la música, la danza. Y cuando llegó la hora de servir el vino ¡Oh sorpresa!

Abrieron la canilla del barril y... ¡salió solamente agua cristalina!... ¿Quién iba a pensar que a todos se les iba a ocurrir pensar lo mismo que Juan? Y todos los del pueblo, avergonzados, agacharon la cabeza y se retiraron a sus casas. Y la fiesta se terminó.

miles de kilómetros… pero eso no nos impide ser misioneros. ¿A quién podremos enviar?... Cómo podemos colaborar ayudar a otros para que vayan y anuncien. Divididos en pequeños grupos escribimos propuestas sobre cómo podemos cooperar con la misión y ayudar a otros Realizamos comentarios sobre el cuento, los personajes, sus actitudes, qué nos quiere enseñar. En la tarea misionera todos aportamos nuestro granito de arena y, por pequeño que parezca nuestro aporte, es importante. Todos tenemos un papel que jugar en la tarea evangelizadora, pequeño o grande, pero el nuestro, y nadie puede hacerlo por nosotros. LA MISIÓN ES RESPONSABILIDAD DE TODOS. También nosotros tenemos que aportar nuestro granito de arena, ¿Cómo? A través de la COOPERACIÓN MISIONERA. Colocar en un lugar visible un cartel con el lema del año 2013: vas, eNvÍas O aYUDÁs a eNviar

Nosotros podemos ser misioneros compartiendo nuestra fe, rezando más, aprendiendo cada más sobre la misión y los misioneros haciendo nuestro pequeño o gran aporte económico y a través de diferentes actividades, actitudes. Lectura de las propuestas, elección de las que nos proponemos realizar. Escribimos nuestro compromiso de cooperación misionera. Oración: Espontánea, pidiendo por las misiones, dando gracias por los misioneros y por todos los que cooperan con la misión.

Y entregar a cada participante una tarjeta con el lema. Comentarios y breve explicación sobre las distintas maneras de COOPERACIÓN MISIONERA: material, espiritual, con servicios. Somos quizás pequeños para ir lejos, a (*) Miembro del Secretariado Nacional de la IAM

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Subsidio Octubre Misionero | Lic. Victorina Ramos - Diócesis de Merlo-Moreno

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Dejarnos interpelar por el rostro del otro Un auténtico camino cristiano llena de alegría y esperanza el corazón y mueve al creyente a anunciar a Jesús de manera constante en su vida y en su ambiente…por este motivo en este mes misionero bajo este lema de:”Vas, Enviás o Ayudás a Enviar” es oportuno presentar a los niños, adolescentes y jóvenes de nuestras escuelas a Jesús, en medio del pueblo involucrado en las situaciones de vida concreta de las personas.

1

Conciencia del llamado a Ser

La decisión nunca partirá de nosotros: “nadie puede venir a mí si el Padre que me envió no lo atrae” (Jn 6,44)Los relatos bíblicos nos recuerdan siempre que ser llamado por el Señor no es nunca fruto de una conquista o término de una búsqueda: es un encuentro sorpresivo., inesperado… Jesús propone a los que llama, entrar en una relación privilegiada con Él, el vengan conmigo que inaugura el discipulado nos invita a quedarnos unidos a su manera de ser, de hablar y de actuar, y a participar con él en una tarea común. “Haré de Ustedes pescadores de hombres”..la llamada incluye la promesa de un cambio de identidad, individualiza y personaliza de un modo irrepetible e inconfundible….

2

Disponibilidad para aceptar el llamado - despojarme…

Sabiendo que Jesús hoy nos vuelve a llamar…. Con esta conciencia armamos el altar de nuestra Vida(cada persona aporta algún elemento de los que tiene personalmente en ese momento) mientras se canta: Alma Misionera Luego se pone en medio de las cosas entregadas un Cristo, una Imagen de la Virgen, La Palabra y una vela: (signos del Misionero) explicando el significado de cada uno de los signos.

«Vas, enviás o  ayudás a enviar»


Te invitamos a tener el coraje de dejarte interpelar… y hacerte cargo del/a Hermano/a

3

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Hacer una colecta de alimentos u otros elementos con los que pueda ayudar a personas concretas… REZAR con y por los otros…

Proclamar la Palabra: Parábola del Buen Samaritano: Lc: 10,29 - 37

Colaborar en una acción concreta en la parroquia u otro grupo solidario con la humildad y sencillez de María que por su SI fiel y generoso a cambiado la historia… .

1 MIRAR: estar atento a las necesidades cdel otro, no pasar por alto

3 CURAR CON ACEITE: no basta poner el oído y el corazón, sino brindarle una ayuda concreta, darle una solución, TRATAR AL HERMANO CON DELICADEZA 4 PONER VINO: es poner Alegría, Esperanza, dar sentido a la realidad que se está viviendo con gestos cocretos de cercanía , acompañamiento en la búsqueda de soluciones. 5 LLEVARLO A LA POSADA: acercarlo al mundo espiritual - Iglesia, acercarle los Sacramentos, a la Gracia…

Escuchar a alguien cercano sin juzgar Visitar a alguna persona necesitada

Alguien me llama para una misión concreta…

2 ACERCARSE al necesitado: no basta la contemplación de la realidad y decir “pobre lo que le pasa…”sino arremangarse y hacerse cargo de la situación.

Asumo el compromiso

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Si querés rezamos junt@s.... 47 Parte de la Oración de la Misión continental

Quédate con nosotros, Señor, acompáñanos, aunque no siempre hayamos sabido reconocerte Tú que eres la Vida, quédate en nuestros hogares para que caminen unidos, y en ellos nazca la vida humana generosamente; quédate, Jesús, con nuestros niños y convoca a nuestros jóvenes para construir contigo el mundo nuevo. Quédate, Señor, con aquellos a quienes en nuestras sociedades se les niega justicia y libertad; quédate con los pobres y humildes, con los ancianos y enfermos. (Tomado del Magisterio de Bedicto XVI de Aparecida)


Hermanos y hermanas misioneros continuamos el camino de acompañamiento, formación y espiritualidad en distintos temas que son de suma importancia para los Grupos Misioneros y que están íntimamente relacionados a nuestras realidades y a la Proclama que surgió en el 3er. Encuentro Nacional de Grupos Misioneros de 2010.

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A partir de ello queremos profundizar y crecer en base a estos temas y, a la vez, podamos prepararnos para el próximo Encuentro Nacional.

La piedad popular es también un espacio de auténtica experiencia de la fe y de pertenencia eclesial inculturada (264). Invita a promoverla y protegerla (258-262), a recalcar sus valores (263), a dejarse tocar por sus expresiones (259). Y es María nuestra «estrella de la evangelización» lugar de integración y de experiencia espiritual. Mujer libre y fuerte, buscadora (266). Ella, el modelo de la Iglesia (267-268). El itinerario, el proceso. Los obispos destacan cinco aspectos: encuentro con Jesucristo, conversión, maduración en el discipulado, comunión, misión.

En el marco del 3ENgM afirmábamos: «Anunciar a Cristo es… compartir nuestra experiencia de encuentro personal con Él» «Necesitamos… desarrollar itinerarios de formación continua para la misión aquí y más allá de las fronteras» Para comenzar a reflexionar sobre los puntos de esta proclama que mejor que el Documento de Aparecida que en el capítulo 6, trata el tema de la formación. Todos los números en paréntesis se refieren a ella. No hay formación sin espiritualidad. El misionero vive un encuentro personal con Cristo (243), una experiencia trinitaria y bautismal (240). Es en la Iglesia, donde por la acción del Espíritu Santo, se plasma la vida de la fe en comunidad (246), la Palabra (247249), la liturgia sacramental y no sacramental (250254), la oración (255), la vida comunitaria, el testimonio de pastores y de luchadores (256), y de un modo especial en los pobres (257).

Las dimensiones que deben integrarse y abarcarse en el proceso: la dimensión humana y comunitaria, luego las dimensiones espiritual, intelectual, pastoral y misionera. Respetando los procesos personales y los ritmos comunitarios (281), integrando en la práctica la acción misionera (284), algo que no es posible sin acompañamiento (282). Las comunidades formativas. Los lugares de formación son la familia, en primer lugar, (302-303); las parroquias (304-306); las pequeñas comunidades eclesiales (307-310); los movimientos eclesiales (311313); los seminarios y las casas de formación religiosa (314-327); las diferentes iniciativas formales e informales de educación católica, desde la escuela hasta la universidad (328-346). Todas ellas comunidades, no hay formación cristiana fuera de una dinámica comunitaria. Espiritualidad-Proceso-Comunidad. En resumen la formación o itinerario que desarrollemos debe partir

(*) Miembro del Equipo Nacional de AM de Grupos Misioneros y Jóvenes


Subsidio Octubre Misionero | Claudio Navarro (*)

en lo profundo de su ser la propuesta de amor del Padre. Este descubrimiento es un llamado a la conversión. Si la invitación es aceptada y libremente respondida, la persona recibe el don del Espíritu y su vida es transformada. De sujeto pasivo de sus circunstancias, se hace gestor de una nueva comunión con los hermanos a partir de su nueva comunión con el Padre y es enviado a luchar por el cambio de la realidad histórica y a abrir espacios para la presencia del Reino. (cfr. Civilización del amor: Tarea y Esperanza 3ª parte. Celam 1995)

de una espiritualidad, tener en cuenta los aspectos y dimensiones, vivida en comunidad. En nuestros grupos más allá de los contenidos, lo que enseñamos y aprendemos es una forma de ser, de vivir, de manifestarse y de comunicarse. La propuesta evangelizadora y formativa, especialmente si de Grupos Misioneros hablamos, no debe descuidar la reflexión acerca del modo más adecuado para anunciar y transmitir el Evangelio según el contexto en que nos encontramos. El proceso o itinerario de educación en la fe deberá inspirarse necesariamente en la forma de enseñar del mismo Dios, por algo lo llamamos también Maestro. Dios ama primero, toma la iniciativa, sale al encuentro de su gente y de su pueblo. Porque ama, escucha su clamor e inicia la comunicación en la situación misma desde la cual el pueblo lo busca. Se comunica a través de signos propios del lenguaje humano, como son los acontecimientos, las personas, los gestos, las palabras proféticas. Acompaña la historia y el caminar de su pueblo. Respeta su libertad, espera su respuesta, propone los pasos a dar y al mismo tiempo, no deja olvidar la meta final que procura alcanzar. En esa historia, y a lo largo de su desarrollo, el pueblo va conociendo quién es su Dios y va madurando la autoconciencia de su identidad y de su misión. Vemos como actúa con los discípulos de Emaús (Lc 24,13-35) donde Jesús se acerca a las personas, dialoga, entiende sus búsquedas e inquietudes, preocupaciones, la situación en la que se encuentran, habla como ellos... Camina a su lado e inicia un diálogo que los lleva a encontrarse consigo mismos y a descubrir

Con la formación, la que tenemos hoy y ahora, busquemos madurar en la fe, promover una espiritualidad integradora de la fe y la vida; que opte por los pobres (y empobrecidos), cuya meta final sea la construcción de una nueva sociedad: la del Amor, que no caiga en un simple traspaso de enseñanza o conocimientos intelectuales. Nuestro Papa Francisco nos decía en una homilía «Si quieres saber quien es María pregunta a un teólogo, y te explicará bien quien es, pero si quieres saber como amar a María, ve al pueblo de Dios y te lo enseñará mejor» El Grupo (comunidad) Misionera es la experiencia primera de la formación, «Miren como se aman», primera comunidad donde vivir la espiritualidad y el proceso de formación. En la propuesta de formación de nuestros Grupos: ¿Qué signos de la piedad popular están presentes? ¿Qué valores y criterios la guían? ¿Qué aporte podemos hacer a la formación integral? Si no tienen itinerario de formación, manos a la obra!! Siempre cerca de Uds para lo que nos necesiten. Unidos en la Oración y la Misión

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Comunicar el Amor que nos enamoró y nos cambió la vida…

uevamente, el Señor nos regala poder transitar este octubre misionero, pero esta vez caminamos desde una particularidad como Iglesia Universal: el Año de la Fe. El pasado 11 de octubre de 2012, el Papa Benedicto XVI inauguraba este tiempo tan especial y lleno de gracia para todos los creyentes. Indudablemente, muchos “regalos” tiene preparado nuestro Padre Bueno para cada uno de nosotros -sus hijos- a lo largo de este tiempo. Sólo es tarea nuestra descubrir y compartir juntos estos signos del Amor que siempre están presentes. Para ello les propongo, queridos jóvenes que buscan seguir al Señor consagrando toda su vida a Él, este pequeño suplemento que pretende brindar algunas pistas para orar por las misiones durante este mes, en el marco del Año de la Fe. Este aporte se encuentra estructurado en base a cuatro momentos que podrían realizarse uno por cada semana durante todo el mes, o bien también podrían unirse las cuatro partes en una celebración dedicada especialmente a rezar por el anuncio de la Buena Noticia en todo el mundo. De acuerdo a estas sugerencias, les presento el siguiente esquema:

Primera semana

“Buscar la fe” “Tu rostro buscaré, Señor…” (Sal 26, 8). Alguno podría decir, con toda verdad, que si tenemos fe es porque hemos ya encontrado. Lo paradójico, sin embargo, es que, en el caso de la fe, si realmente hemos encontrado, sentiremos la necesidad de seguir buscando. La fe no suprime la búsqueda de Dios, sino que por el contrario la anima, la estimula. De esta manera, una vez que nos hemos adentrado en su misterio, se acrecienta la sed y el corazón pide más luz.

Desde otro plano, también puede suceder que en nuestra fe ya no haya más búsquedas, preguntas o… incertidumbres. En estas situaciones, dejamos de sentirnos discípulos y nuestro espíritu se va adormeciendo. Por esto, es oportuno que cada uno se pregunte: ¿Qué actitudes de mi vida me animan a seguir descubriendo la fe en Jesús? Y también ¿Qué actitudes opacan mi discipulado y “limitan” mi fe?


Subsidio Octubre Misionero |Pbro. Jorge Daniel Juncos (*)

Segunda semana

“Recordar la obra del Maestro”

“Acuérdate del camino” (Dt 8, 2). Creer está íntimamente asociado a recordar. Se trata, en efecto, de acordarse de Dios, del modo en el que estuvo presente en mi vida. Además, creer es bendecir al mismo Señor precisamente por aquello que realizó, y encontrar en esa memoria el fundamento de una inquebrantable esperanza en el futuro. Así, el Dios cercano, tierno y misericordioso va configurando nuestra vida –desde el gozo y el dolor− como historia de Salvación. Aprender de esta realidad nos ayuda a conocer mejor nuestro corazón y también el de Dios. Es ese un tesoro al que hay que saber volver, para sostener nuestra fe, y reconocer la fidelidad y misericordia del Señor. Por esto, te invito a meditar: ¿Qué momentos o situaciones de tu vida te motivaron a reconocer esta presencia de Dios?

Tercera semana

“Orar”

Cuarta semana

“Más allá de mi esperanza” “Vayan, anuncien la Buena Noticia” (Mc 16, 15). Mientras se acercaba la celebración del Tercer Milenio del Cristianismo, Juan Pablo II insistía en que estábamos entrando en una época que preparaba una gran primavera con profundas esperanzas. Luego de unos años, nuestros obispos nos invitaban en Navega Mar Adentro a emprender un nuevo camino colmado de una esperanza que no defrauda. “No vale la pena demorar la partida” (NMA 99) nos decían. Con estas palabras, queda bien claro: “Cristo es nuestra Esperanza”. Ese Señor que estuvo tan presente en mi vida y en la de tantos hermanos es la fuente de esperanza. Pero este valioso don que hemos recibido no puede quedar para nosotros mismos. Hay muchos hombres y mujeres que lo están esperando. Por eso es el momento que me pregunte: “¿Qué puedo entregar yo para que esa Esperanza pueda ser conocida por tantos hijos del Padre Bueno que la están esperando?”.

“Oren en todo tiempo” (Ef 6, 18). Si no reducimos la fe a un mero tener por verdaderas algunas verdades, y la concebimos como aquello que nos permite tener una relación viva con Jesús, será necesario afirmar que ella no puede madurar sin oración, sin trato con Él. Desde aquí, la fe y la oración están íntimamente entrelazadas en nuestra vida, y se afectan y se nutren mutuamente. De este modo, muchas historias de fe –que nos permiten conocer más a Cristo− pueden ser presentadas en nuestra oración. Por eso, te propongo que escribas una oración de acción de gracias por todos aquellos momentos enriquecidos por tantos rostros y situaciones de vida que te mostraron la cercanía del Padre mediante el amor del Hijo. Sería muy provechoso también que puedas compartir esta oración en una Celebración Comunitaria, donde -juntos a otros hermanos- puedas ofrecer este agradecimiento y motivo de gozo para tu camino de seguimiento del Señor.

Luego de meditar este pequeño aporte de oración, caemos en la cuenta de que hemos sido alcanzados y desbordados por un Amor que nos enamoró y nos cambió la vida. Es el Amor que nos dio la fe y nos mostró la esperanza; es el amor de Jesús. ¡No dejemos de reconocer este gran tesoro que nos alienta a seguir al Señor! ¡Él está en nuestra vida pero también nos está esperando en la vida de muchos! ¡Vayamos a su encuentro! Fuentes: CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA, Navega Mar Adentro, Oficina del Libro, Buenos Aires, 2003. (*) Sacerdote de la Prelatura de Deán Funes Cuaderno para la Formación Permanente “Pastores”, Mayo 2013.

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Su Santidad el Papa Juan XXIII rezaba el Rosario Misionero todos los días por el mundo entero, dedicando una decena a cada continente: "Como Papa debo orar por la humanidad entera y lo hago al rezar el Santo Rosario Misionero: la primera decena por África, la segunda por América, la tercera por Europa, la cuarta por Oceanía y la quinta por Asia". A mediados del siglo XX el obispo norteamericano, Monseñor Fulton Sheen, ideó este “Rosario Misionero” con el fin de ofrecer un material práctico para orar por las misiones y los misioneros. Convirtiéndose en un medio concreto para cumplir con el deber de la cooperación misionera espiritual que nos pide la Encíclica Redemptoris Missio.

Este año, junto con la realización de la Colecta Mundial por las Misiones, las Obras Misionales Pontificias en la República Argentina, por 6º año consecutivo, propone a todas las diócesis del País, celebrar la comunión en la cooperación espiritual, a través de una Cadena de Rosarios Misioneros, los 31 días de Octubre, las 24 horas del día, cada media hora. Ofreciendo el rezo del Rosario Misionero por la misión, por los misioneros argentinos y de todo el mundo, por los más pobres de la tierra y por la difusión de la alegría del evangelio en cada rincón de nuestra Patria, del continente americano, en misión permanente, y en el mundo entero.

«Sería hermoso recitar juntos, en familia, el Santo Rosario. La oración fortalece la vida familiar», (Papa Francisco). Tres palabras sintetizan la actitud de María: escucha, decisión, acción; escucha, decisión, acción. Palabras que indican un camino también para nosotros ante lo que nos pide el Señor en la vida. Escucha, decisión, acción. (Papa Francisco).


Subsidio Octubre Misionero |Equipo de Redacción OMP

¿Qué hacer para participar? 1. Unirte a tu diócesis en el día que ya tiene designado para participar de la cadena del Rosario Misionero, o cuando cada uno/a pueda hacerlo. 2. Notificar al director/a de OMP o delegado/a de tu diócesis, o bien, informar al siguiente email: director@ompargentina.org.ar, o al teléfono: (011) 4863-1357. Brindando los siguientes datos: nombre completo, parroquia/movimiento/ grupo/ colegio, diócesis a la que pertenece, día y hora que se compromete a rezar el Rosario Misionero (teniendo en cuenta que se rezará las 24 horas del día, y la duración de cada rosario es de 30 minutos) para que se pueda completar la jornada y lo podamos colocar en el sitio web oficial de las OMP: www.ompargentina.org.ar 3. Multiplicar y difundir esta propuesta a través de las distintas redes sociales en todas las diócesis del País y más allá de las fronteras, para que sean muchos los que se unan y así, promover nuestra cooperación misionera con tantos hermanos que anuncian a Jesús en el mundo entero. 4. Enviar, si así lo desea, un email compartiendo testimonios de la experiencia vivida a partir de esta propuesta de la cadena del rosario misionero.

DíA ASIGNADO A CADA DIóCESIS PARA UNIRSE A LA CADENA DEL ROSARIO MISIONERO EN OCTUBRE, MES DE LAS MISIONES: Arqui/ Diócesis/ Prelatura Día asignado

Buenos Aires Bahía Blanca Córdoba Corrientes La Plata Mendoza Mercedes-Luján Paraná Resistencia Rosario Salta San Juan de Cuyo Santa Fe de la Vera Cruz Tucumán Alto Valle del Río Negro Añatuya Avellaneda-Lanús Azul Catamarca Comodoro Rivadavia Concepción Concordia Cruz del Eje Chascomús Formosa Goya Gregorio de Laferrere Gualeguaychú Jujuy La Rioja Lomas de Zamora Mar del Plata Merlo-Moreno Morón

Arqui/ Diócesis/ Prelatura Día asignado

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Neuquén Nueve de Julio Oberà Oran Posadas Puerto Iguazú Quilmes Rafaela Reconquista Río Cuarto Río Galleqos San Carlos de Bariloche San Francisco San Isidro San Justo San Luís San Martín San Miguel San Nicolás de los A. San Rafael San Roque Santa Rosa Santiago del Estero Santo Tomé Venado Tuerto Viedma Villa María Zárate-Campana Cafayate Deán Funes Esquel Humahuaca

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Decía el Beato Juan Pablo II: «Es muy sugestivo el Rosario Misionero: una decena, la blanca, es por la vieja Europa, para que sea capaz de recuperar la fuerza evangelizadora que ha engendrado tantas Iglesias; la decena amarilla es por Asia, que rebosa de vida y de juventud; la decena verde es por África, probada por el sufrimiento, pero disponible al anuncio; la decena roja es por América, promesa de nuevas fuerzas misioneras; la decena azul es por el continente de Oceanía, que espera una difusión más profunda del Evangelio».

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Testimonio Misionero |Emily Allen (*)

Había algo tan crudo... y tan humano en sus ojos

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H

ace unos meses, me hice amiga de un hombre que ha marcado dramáticamente mis puntos de vista sobre la vida y sobre mi misión aquí. Carlos nació en una familia rica, en las montañas del Paraguay y pasó algunas décadas de su vida viviendo como San Agustín. Es decir: mucho alcohol, dinero y mujeres. Al final, terminó viviendo aquí en Buenos Aires, en un círculo vicioso que lo llevó a un pobreza profunda. La mujer que tenía desde hacía mucho tiempo lo dejó por otro hombre con más plata, dejándolo absolutamente solo. Él se refugió en el alcohol y empezó a hacer algunas changas por aquí y por allá. Empezó a ir al comedor parroquial para sobrevivir. Su estado de salud se deterioró hasta el punto que ya no podía casi caminar, y mucho menos trabajar. Sus únicos compañeros eran su perro, Negro, y un compañero con problemas de alcohol, que vino a vivir con él en su casa. Poco después su amigo partió, y Carlos se encontró de nuevo completamente solo, viviendo una vida vacía y sin cariño. La primera vez que fui a su casa sabía bien con que iba a encontrarme. Me habían avisado. Tocamos a la puerta como de costumbre y esperamos. Desde adentro, se podía escuchar el lento arrastrar de unos pies caminando con rigidez. La cortina se apartó lentamente y me encontré cara a cara con Carlos por pri-

mera vez. Era petiso y de una edad imposible de adivinar. Muy, muy delgado… alarmantemente delgado. La forma en que sus huesos asomaban a través de su piel fue mi principal preocupación hasta que vi sus ojos. No puedo describir con precisión la forma en que sus ojos - esos ojos que parpadeaban rápidamente para protegerse del fuerte sol - estremecieron mi corazón. Era como si toda la tristeza del mundo se condensara en dos profundas piscinas marrones. Había algo tan crudo, tan profundo, tan sediento y tan humano en esos ojos. Albergaban angustia; pero no el tipo de angustia ciega de un momento, sino la angustia constante, profunda, consciente de largos


años. Con un gesto de su mano callosa nos invitó a entrar. La primera cosa que noté fue el olor: cuerpos sucios, orina de ratas y de perros, basura fermentada. Mientras iba entrando mis pies se pegaban un poco al suelo de tan sucio que estaba, todo estaba cubierto por una capa de suciedad y de grasa, repleto de todos los tipos de basura que se puedan imaginar. La casa carecía de luz, excepto por el poquito que entraba a través de la puerta abierta. Pude oír el bullicio de las ratas y el lento arrastrar de sus pies mientras nos llevó hasta las sillas para sentarnos y charlar. No me acuerdo mucho de lo que conversamos, sólo recuerdo sus ojos ardientes. A medida que la conversación avanzaba, Carlos se animaba un poco más, pero cuando llegó el momento de que nos vayamos, su rostro se volvió a entristecer: "No te preocupes, vamos a volver pronto." En los meses siguientes regresamos regularmente. Cada visita era más o menos lo mismo: hablar de todo y de nada, la cara triste cuando partíamos. Sin embargo, en cada una de nuestras visitas, empezamos a notar pequeños cambios en su casa y en sí mismo. Una vez, la ventana estaba abierta; en la siguiente visita, notamos menos basura y la casa un poco más ordenada. Más tarde, se había peinado y se había lavado la cara y había tendido la cama. Poco a poco, Carlos fue mejorando su calidad de vida y recuperando su dignidad. Por el solo hecho de visitarlo, de estar ahí con él, de conversar de cosas insignificantes y de pasar tiempo con él, le habíamos mostrado que era digno. Por el simple hecho de descubrirse amado

pudo empezar a amarse a sí mismo y a mejorar radicalmente su condición de vida. En medio de la soledad y del dolor, a Carlos le faltaba la motivación para vivir; y fue nuestra simple presencia la que le devolvió dicha motivación. Sus ojos queman menos ahora, y su salud está mejorando. Lo acompañamos una vez a ver al médico, quien nos dijo que no había nada de malo con su salud. Eran la soledad y sus consecuencias, dijo, las que habían tenido un efecto tan degradante en su cuerpo. Antes de salir en misión todos me preguntaban: “¿Qué vas a hacer en Buenos Aires?”. Siempre respondí con la clásica respuesta sobre “ser” una presencia y devolver la dignidad a la gente; dije que iba a “ser” en lugar de “hacer”. Pero, en realidad, no tenía la menor idea de lo que significaba y en mi corazón me preguntaba: “¿Por qué no voy a hacer algo, a construir, a cambiar?”. Ahora entiendo un poco mejor, gracias a Carlos. Si le hubiéramos construido una casa nueva para sustituir a la sucia que tiene, ¿lo habríamos motivado a ser más limpio? O si le hubiéramos construido un nuevo hospital, ¿lo habríamos motivado a estar sano? Y lo más importante, ¿se habría sentido amado, o tendría aún esos ojos marrones que continuarían a quemar y quemar de angustia? ¡Es tan hermoso! Venimos con las manos vacías y lo que damos son nuestras propias manos... y, naturalmente, nuestros corazones van junto con ellas. (*) Misionera Punto Corazón ‘Beato Carlos de Foucauld’

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Testimonio Misionero |Pbro. Juan Ignacio Liébana (*)

Contemplar la acción de Dios en el corazón de la gente “Siempre pensé, desde el seminario, que los curas debíamos estar abiertos y dispuestos a todas las iglesias; y me inquietaba el hecho de que las posibilidades en la ciudad eran otras: muchas parroquias, comodidades, y en otros lugares pocos o ningún sacerdote y quizá hasta caminar varios kilómetros para ir a misa o ver a un cura. Eso me marcó y me tenía inquieto interiormente” nos dice el Padre.

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“Comenzó a rondar en mi cabeza la idea de ir a prestar mi servicio como cura a algún lugar de misión, para lo cual hice discernimiento con un director espiritual y lo hablé con sacerdotes amigos. Comencé haciendo una experiencia de un mes con un sacerdote en Mozambique pero fue un cambio cultural muy grande ir a África y al volver pensé que el salto lo podría dar yendo a una diócesis vecina y dar una mano donde hiciera falta aquí en nuestro país”, expresa. “Lo charlé primero con quien era mi Obispo (Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco) quien siempre tuvo las puertas abiertas para que pudiera ir. Providencialmente en la parroquia donde estaba como sacerdote en Buenos Aires misionaba como grupo en la Diócesis de Añatuya. Allí pude ver que era un extenso territorio donde no alcanzaban los sacerdotes para atenderlo. Así Dios fue tejiendo los hilos para que finalmente terminara en esta diócesis.

El hecho de ya conocer la parroquia, al obispo y demás, ayudó también en la toma de decisión. Me ofrecí entonces para ir a una parroquia rural y así llegué a Santos Lugares en el 2009” manifiesta Juan Ignacio. S a n t o s

L u g a r e s

Esencialmente es una parroquia rural. La sede es Santos Lugares que tiene aproximadamente 500 habitantes y luego compuesta de varios parajes o comunidades pequeñas formadas por 20/30 familias. En total son 40 comunidades. “Es una parroquia de misión porque es uno el que constantemente tiene que ir saliendo. Recorrer, visitar familias, escuelas (hay 28 escuelas rurales en la parroquia). Celebro misa, doy catequesis, comparto con los niños. Y siempre cuidando de fortalecer a los animadores locales para que acompañen en la tarea misionera”. “En aquellos parajes donde no hay capillas son ellos los que convocan para reunirse debajo de un árbol o en alguna grutita. Leen la palabra del domingo, rezan el rosario. Ellos son de gran ayuda para el sacerdote por eso mi objetivo de alentarlos para que puedan encontrarse entre ellos y como comunidad”. Para luego agregar “estamos queriendo nombrar ministros de la comunión ya que así podrían, además de la palabra, recibir cada domingo el cuerpo de Jesús”. El lugar que estaba buscando Ante la pregunta si este era el lugar que buscaba o pensaba nos dice “Creo que sí, ya que siempre confié en la providencia y traté de poner todo en manos de Dios. Confiando en que Él mismo me iría mostrando el lugar”. “Cuando tomo la decisión de dejar Buenos Aires le pregunté a Mons. Bergoglio ¿busco yo la diócesis donde ir, la busca Ud, la buscamos juntos? Y me respondió: “vamos viendo”. Y Así al conocer Añatuya misionando, compartiendo con sacerdotes y gente del lugar co-


mencé a sentir la necesidad de que no solo fueran 15 días al año sino que mi vida fuera misión. Si bien todos somos misioneros desde el bautismo el Señor nos va pidiendo a algunos que demos unos pasos más allá de la frontera”. En Buenos Aires era muy feliz también con el ministerio estando en una parroquia en el centro, en un barrio o en una villa. Me dí cuenta en esos 4 años que podía estar en cualquier lugar. Pero comencé a descubrir que Dios me estaba invitando a dar un paso hacia estos lugares que implican salir al encuentro del otro. Incluso estuve en parajes donde no habían recibido la visita de un sacerdote en años por lo que era toda una novedad. Solo conocían la voz a través de la radio del lugar que, como medio de comunicación, es una herramienta de gran ayuda en la evangelización. Yo trato de dejar siempre un mensaje, hablarles ya que al no haber señal de celulares la gente está muy atenta a la radio, recordemos que es una zonal rural en el monte santiagueño. Allí la gente hace postes, carbón, cría ganado menor y mayor, y entonces para cualquier aviso utilizan la radio. Cada comunidad tiene una radio base que es una VHL que se comunican entre sí y a su vez conectan con el estudio de la radio. Esto ayuda mucho para la misión en Santos Lugares”, nos dice entusiasmado. Evangelizando en el monte Recordando sus primeras experiencias y comparándolas con las actuales nos comparte: “Cuando estaba en Buenos Aires una de las cosas que me movían para la misión, además de acompañar a los diferentes grupos de laicos, era tomar conciencia de que Dios me estaba invitando a vivir un ministerio más contemplativo que se contraponía con el ritmo vertiginoso de una gran ciudad. Un sacerdote en la ciudad tiene otros horarios, anda a las corridas y va adquiriendo un poco la manera de vivir que tienen todos. Entonces comencé a sentir eso, que quería vivir en contacto con la naturaleza sin perder el contacto con la gente, desarrollando más la capacidad de escucha y me dí cuenta que este tiempo Santos Lugares me ayudó mucho en ese sentido. Aprendí a contemplar la acción de Dios en el corazón de la gente, ser paciente y desarrollar un nuevo modo de pastoral; la de salir al encuentro”. “En un lugar pequeño el cura se relaciona con todos: gobierno local, vecinos, diferentes instituciones, organizaciones campesinas, con los que van a misa y no, generando en mí una experiencia muy rica. Aprendo a ser cura siguiendo los ritmos de la gente, cómo proponer sin imponer. Anunciar en el lenguaje propio de ellos, explotando y favoreciendo sus valores culturales”. (*) Director Diocesano de OMP - Diócesis de Añatuya

“En Buenos Aires hay muchos curas que están dando el paso y se van a otras provincias pero quizá muchos no la hacen porque creen que ir al interior es sinónimo de estar, como yo, en medio del monte pero no todas las parroquias son así, también hay ciudades y localidades que necesitan sacerdotes. Es lindo sostener lo que el Papa y obispos piden siempre; la disponibilidad para ayudar a distintas iglesias, uno se ordena para la iglesia diocesana pero hay que mantener una tensión misionera. El Cardenal Jorge Bergoglio siempre decía que no era perder un cura sino alimentarse como diócesis. Si somos generosos con los sacerdotes que tenemos Dios va a seguir bendiciendo con vocaciones”. El sacerdote que llegó y el que es hoy Ante la pregunta de cómo se ve hoy relata: “estoy tratando de respetar más sus tiempos. Antes me costaba ver que no respondieran como esperaba y quizá les exigía más de lo que podían llegar a dar. Quería estar en muchos lugares a la vez y hoy trato de que el tiempo que esté con ellos sea un tiempo de caridad donde valoro el encuentro personal con cada uno. Queriéndolos como son creo que los conozco más a ellos y a su idiosincrasia. También he aprendido a no evaluar según los números, antes organizaba una actividad y la misma salía bien si asistían muchos. Ahora aprendí a valorar los pequeños grupos y celebrar la mejor misa esté con tres o quinientas personas. Poner lo mejor de mí en cada momento”. “Siempre me gustó acompañar la religiosidad popular, descubrir la riqueza que tiene, como dice Aparecida “el tesoro de América Latina”. Y particularmente lo vivo con la celebración en Santos Lugares de la fiesta de Ntra. Señora de Huachana, tesoro del monte santiagueño. Año tras año en este rincón de Santiago del Estero se congregan decenas de miles de personas llegadas de toda la provincia y de distintos puntos del país para honrar a la Virgen”.

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Subsidio Octubre Misionero | Dr. Fabián Romano (*)

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Para los que integramos el Equipo Nacional de la Unión de Enfermos y Ancianos Misioneros, el sentido de pertenencia a la Iglesia junto con la necesidad de salir al encuentro de nuestro hermano para animarlo a transformarse en misionero desde su limitación y entrega, va creciendo a gran velocidad. Es de este modo como vamos experimentando la forma tan prodigiosa y cuidada con la que el Espíritu nos anima a no tener miedo y a recobrar las fuerzas que muchas veces creíamos perdidas, quizá por la experiencia negativa del dolor y del sufrimiento. Cuando en la vida de algunas personas aparece la enfermedad y la limitación, en momentos en que estamos

abatidos, desanimados y hasta quizá desconfiados, es donde comenzamos a descubrir como Dios, por medio de los agentes de animación responsables de invitar y formar a los nuevos misioneros, continúa con su llamado a seguirlo. Pero no sólo con la oración, sino con la intención de rezar y ofrecer nuestras vidas por otras tantas personas que se encuentran realizando trabajos específicos relacionados con las misiones, los cuales llevan adelante con el fin de anunciar el Evangelio a nuestros hermanos en todas partes del mundo.


A lo largo de este tiempo la UEAM fue creciendo cada vez más en el número de integrantes. Son muchas las diócesis que nos convocan para conocer en profundidad nuestro servicio misionero en el enfermo y el anciano. Es así como nos acercamos a estos agentes de animación para compartir sus inquietudes, estimular su entusiasmo y sembrar en ellos la esperanza y la formación de nuevos equipos misioneros. De forma ordenada y con pasos firmes, se van generando en los movimientos y grupos de parroquias las primeras acciones que darán origen a nuevos equipos diocesanos que llevarán adelante la UEAM en cada región.

Grande es el orgullo que sentimos por esta necesidad de crear nuevos grupos, pero también enorme es la responsabilidad que nos convoca para llevar adelante estas tareas, a fin de que no terminen siendo un simple entusiasmo pasajero.

Luego, una vez que estos grupos se organizan en consonancia con sus Directores Diocesanos, comienzan a sumar voluntades de otras personas que, como agentes de animación, tendrán la tarea de formar y perseverar en el seguimiento de los nuevos misioneros que padecen alguna enfermedad o se encuentran limitados por la edad avanzada. El camino se realiza en unión tal como los es la esencia de la UEAM reunida en un solo cuerpo, bajo la Dirección Nacional de las OMP quien coordina todas las acciones.

Tal como nos dice Francisco, debemos salir a buscar a nuestros hermanos que no conocen a Cristo y llevarles el hermoso mensaje de Vida en abundancia, a contra corriente de los valores materiales y mundanos que tanto inunda la actualidad y que actúan de modo inconciente impidiéndonos descubrir la felicidad que cada hombre tiene preparada. Esta es nuestra tarea, la cual asumimos y queremos compartir con todos aquellos que se sumen al proyecto. Estamos aquí para seguir adelante con nuestra vocación misionera como Iglesia. Esperamos de ustedes y a la vez nos ponemos a vuestro servicio.

(*) Coordinador Nacional de la UEAM - Argentina

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El P. Daniel Alberto Lascano ha sido nombrado recientemente como Secretario Nacional de la O.S.P.A. (Obra de San Pedro Apóstol), órgano de las Obras Misionales Pontificias (OMP) que promueve la animación y servicio a favor de las vocaciones nativas en los países de misión, en comunión con las otras obras que compone este centro misional. Este sacerdote - natural de Córdoba - pertenece a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, una fraternidad clerical centrada en el amplio campo de las vocaciones, sobre todo en la de especial consagración. Es Licenciado en Educación, con especialidad en la pastoral de Juventud y Catequética, otorgado por la Pontificia Universidad Salesiana (UPS) de Roma. Desempeñó su ministerio sacerdotal en la ciudad de Buenos Aires por cinco años, al servicio del Instituto de Pastoral Vocacional, acompañando al Centro de Orientación Vocacional, ámbito de evangelización de la juventud, con insistencia en la formación de grupos misioneros. Luego permaneció por diez años fuera de la Argentina, en áreas de misión, tales como el Seminario Arquidiocesano de Trujillo (Perú) como formador, párroco en barrios marginales (Alto Moche), asesor diocesano de la P. Familiar. Por tres años acompañó comunidades en las periferias de San Bernardo do Campo (grande San Pablo – ABC) de Brasil, como párroco misionero y, en estos últimos cuatro años permaneció como vice y rector en el Seminario Menor y Mayor de Malanje, en Angola (África), acompañando un total de 80 seminaristas, además de asumir la coordinación general de la pastoral vocacional en aquella ciudad, siendo una diócesis de tan sólo 9 padres diocesanos. En la actualidad, ya en Buenos Aires, es Rector de la Casa de Formación y Residencia Sacerdotal de su asociación y desenvuelve la función de Director del Instituto de Pastoral Vocacional (IPV) de Buenos Aires. Pidamos al Señor, Buen Pastor, que ilumine y de sabiduría al P. Daniel para responder a los desafíos que generosamente asume en esta nueva misión de “impulsar la corresponsabilidad de la Iglesia en Argentina en la promoción y sostenimiento de las vocaciones en tierra de misión”.

TESTIMONIO:

¿Por qué asumí la O.S.P.A.? Los que frecuentamos las OMP o leemos las revistas, tal vez retiramos o recibimos sus folletos, nos hemos encontrado con la O.S.P.A… es una obra más del conjunto de prioridades que tenemos como centro misional. Vemos imágenes de sacerdotes y religiosas africanos o asiáticos, con un mensaje que destaca en la portada: “responsabilidad de todos”. Quiero testimoniar mi experiencia del valor insigne que tiene la O.S.P.A. en tierras de misión. Como rector y administrador de un seminario en una provincia pobre de Angola, llamada Malanje, cuya realidad socio-económica mayoritaria de la población se asienta en el mercado informal, en la venta de productos en plazas o en las calles a cargo de las mujeres; o en el oficio de guardián, policía o simplemente “busca-vidas” de parte de los hombres. Un puñado de familias ocupan cargos políticos en sus variadas dependencias municipales o provinciales; otro puñado en comercios –generalmente portugueses, malianos (de Malí) o chinos; y otros en el campo o la construcción. En este contexto les cuento acerca del valor que representaba el financiamiento recibido por la O.S.P.A. para el mantenimiento del Seminario, para el estudio de los seminaristas, su alimentación, realizar algunas compras, reparación de máquinas, de vehículos, o simplemente para algún proyecto de subsistencia (huerta, cría de animales, panadería, etc.). De hecho, la ayuda de la O.S.P.A. llegaba a


Actualidad |Pbro. Daniel Lascano (*)

res, o sea, más de tres veces en tan sólo tres años, lo que ocasionó problemas serios en las familias de los seminaristas. Entonces… ¿cómo intentaban resolver este problema? Empleaban varias salidas: a) buscaban ajustar al máximo el “cinturón económico” de la familia, haciendo grandes esfuerzos para solventar los gastos de pensión; b) o echaban mano a un tipo “padrino” de su círculo familiar que resultaba ser su encargado; c) o pedían ayuda a los párrocos; d) o hacían unos pesos en verano para responder a las exigencias de la formación, …que siempre resultaba insuficiente. Tuve varios casos que, como administrador, me causaba un peso de conciencia recibir el dinero por motivos de humanidad y sensibilidad familiar, por ejemplo:

cubrir un tercio del presupuesto anual, que para 80 seminaristas rondaba en los U$s 80.000 anuales, haciendo un cálculo estimativo por seminarista de un costo de vida alrededor de U$s 1.000 por año (con casa, comida, estudios, etc.). Este Seminario no recibe nada del Estado, ni presupuesto para el salario “simbólico” de los profesores. Por muchos años, la alimentación llegaba en dos grandes contenedores traídos de España, luego esta ayuda cayó por el costo de importación, que precisaba para retirarlos del puerto unos U$s 10.000 por contenedor (les recuerdo que la economía angoleña es una de las más caras del mundo). Por ejemplo: 50kg de azúcar cuestan unos U$s 50.- y 360 huevos unos U$s 70.- (70 dólares)… imaginen comprarlo por kilo o por unidades!. Igualmente con esta ayuda, no conseguíamos atender a todas las necesidades, entonces tuvimos que elevar la cuota semestral a cada muchacho seminarista, en tres años se subió de U$s 75.- por semestre a U$s 250.- dóla-

Un joven llamado Domingos de Oliveira, hijo de un maquinista de molienda en una parroquia de la zona, con una hermana epiléptica. En aquel período no hubo buena cosecha de maíz, por lo que se redujo los ingresos de su padre. De repente, el papá no podía hacerse un tratamiento médico (cirugía por una hernia) ya que necesitaba “pagar” el seminario de su hijo Domingos y los medicamentos de su hija enferma. Los riesgos de muerte de ese papá en aquel estado eran muy altos, ya no se importaba de sí mismo, sólo quería cumplir con las obligaciones de pago de sus hijos. Justamente, el valor de la cirugía era la misma que la cuota de pensión del Seminario. Esta situación extrema me obligó a dispensar al muchacho del pago, devolviéndolo con trabajos prácticos de albañilería en el propio seminario.

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Otro caso de un joven llamado Eugenio, le decimos “Junito”, de papás separados, su madre “zunguera” (las que venden en las plazas productos que entran en una palangana)… venía siempre con retraso para el pago, se mostraba humilde y sin grandes posibilidades; siempre expresaba el gran interés para que su hijo se eduque en el Seminario, soñaba con ver su hijo sacerdote… Fue de sólo verla el darme cuenta que su familia no reunía los medios para colaborar. Finalmente, su contribución era como la de aquella viuda de los evangelios… Un seminarista llamado “Dinho” (Daniel) tenía su padre un serio problema económico: tenía que optar entre “pagar el seminario” o “atender a su padre enfermo”. En aquella ocasión, él me habló para que aguardara el pago por la necesidad de destinar los pocos valores que ganaba en la salud de su papá anciano. Yo accedí y después de varios meses supo cancelar aquella deuda.

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Otro joven seminarista enviaba cartas a la búsqueda de padrinos o madrinas para sustentar sus estudios; o bien las familias tienen que priorizar quién estudia de sus hijos, porque no pueden costear todos los gastos al mismo tiempo. Es verdad que no todos llegan a ser sacerdotes, pero muchos sí tienen una vocación “de fierro”. Me cansé de escuchar seminaristas preocupados por la falta de medios económicos. Otro caso: un gran muchacho llamado Alfredo Chipilica, sin padre ni madre porque los mataron en la guerra cruel. De repente su madrina se enferma y muere ella también, que era quien le sustentaba en el seminario. No tenía palabras para expresar su dolor, se preguntaba quién le ayudaría en sus estudios. Finalmente supe que sus hermanos lo apoyarían con lo que tuvieran.

Muchas de estas Iglesias en tierras de misión son pobres. Casualmente ayer me escribió el nuevo administrador del Seminario, el P. Paúl, y me dice que precisaba 700.000 kuanzas (U$s 7.000) para cubrir gastos de profesores y de alimentación. El Arzobispo sólo le ofreció U$s 5.000 porque la diócesis no tenía fondos suficientes - hoy este Seminario tiene más de 90 seminaristas- … esto quiere decir que tenés obligación de “recortar” gastos, muchas veces se trata de evitar arreglar cosas o cambiar la calidad de la alimentación que, de por sí, es ya limitada para no pasar hambre. Ante este panorama… ¿Cómo permanecer ajeno a la realidad de la formación sacerdotal en los seminarios más necesitados? ¿Por qué perder vocaciones cuando hay pobreza material, teniendo una gran riqueza humana y espiritual en las tierras de misión? Además, me pregunto: Si somos una Iglesia Misionera: ¿Por qué la misión no se extiende en ayudas concretas a lugares que más lo precisan? A veces pienso que O.S.P.A. corre el riesgo de significar para algunos: «Olvidados en la Solidaridad Para áfrica/Asia»… no, ni se nos ocurra pensar eso… es más alentador decir: «Organicemos un Servicio de Pensión para áfrica/Asia»; aunque, gracias a Dios, la ayuda recibida de la O.S.P.A. mundial que recibí (y recibe) garantiza en gran medida la abertura y permanencia de muchos seminarios. Por estos y muchos motivos más asumí la O.S.P.A.. En otros artículos tocaré nuevos aspectos de la experiencia africana.

¡gracias, hermanos y hermanas, por colaborar con la O.S.P.A.!

SUMATE PARA SUMAR VOCACIONES EN EL MUNDO (*) Secretario Nacional de la OSPA - Argentina


Actualidad | Favio Rosso (*)

4 º Congreso Americano Misionero: Discípulos en un Mundo Pluricultural

Congreso Misionero Nacional en Catamarca El 17, 18 y 19 de agosto se llevó a cabo en la Ciudad de Catamarca el 4º Congreso Misionero Nacional (CoMiNa), que estuvo destinado a los equipos diocesanos de animación misionera. Los foros de esta fiesta para la Iglesia Misionera estuvieron presididos por el Obispo de Gualeguaychú, Mons. Jorge Lozano, el Padre Oscar Martínez (Diócesis de Valencia, Venezuela) y el Director de Obras Misionales Pontificias de Argentina, Padre Dante De Sanzzi, quien manifestó “Un congreso es una efusión del Espíritu, una gracia de Dios, que actúa en el participante, respuesta al mandato misionero de Cristo, una auténtica apertura a otras comunidades, un renovado impulso pastoral para nuestros sacerdotes y obispos, es un encuentro de animación y formación misionera, es una buena ocasión para compartir gozos, esperanzas y dificultades de la misión, es renovar el compromiso misionero que tenemos desde nuestro bautismo, es descubrir nuestra vocación a vivir una Nueva evangelización y descubrir la importancia de la misión Ad-Gentes, es un llamado a vivir actualmente como discípulos misioneros”.

Ponencias del CoMiNa 4 Primera Ponencia TEMA: IGLESIA EN ESTADO DE MISIÓN, Expositor: Mons. Jorge Eduardo Lozano (Obispo de Gualeguaychú), Segunda Ponencia TEMA: PLURICULTURALIDAD, INTERCULTURALIDAD Y SECULARISMO, Expositor: Pbro. Oscar Martínez (Director de la Comisión Teologíca Pastoral. Integrante de la Comisión Teológica del CAM4) y Tercera Ponencia TEMA: MISIÓN ADGENTES Expositor: Pbro. Dante de Sanzzi (Director de Obras Misionales Pontificias de Argentina), quien comentó “La misión ad-gentes es la manera de vivir todas las vocaciones. Es el descubrir que todo cristiano es una persona sin fronteras. La misión ad-gentes deriva de la misión de la Iglesia. Su fin es revelar a Jesucristo y su Evangelio. Es la misión que comienza en Pentecostés, teniendo como base el relato del autor de los Hechos de los apóstoles”. (*) Secretario de los MCS OMP Argentina

La Conferencia Episcopal de Venezuela y las Obras Misioneras Pontificias de la archidiócesis de Maracaibo han convocado para el próximo otoño (26 noviembre -1 diciembre) el IV Congreso Americano Misionero (IX Congreso Latinoamericano Misionero) que se celebrará en esa ciudad y cuyo tema será “Discípulos misioneros de Cristo desde América en un mundo pluricultural y secularizado” En el congreso participan cuatro mil misioneros procedentes de todo el continente. Los congresos americanos misioneros, explica el sito del evento, se enmarcan en la necesidad de ofrecer a las fuerzas misioneras del continente un espacio propicio para compartir y profundizar en la reflexión, la espiritualidad y las vivencias misioneras. Todo ello encaminado a la necesaria y permanente renovación del compromiso de las Iglesias del Continente, llamadas a la realización de la misión del Señor más allá de sus propias fronteras geográficas, culturales e incluso confesionales. Para lograrlo, la comisión metodológica del congreso ha establecido unas estrategias que permitirán a los congresistas profundizar sobre los ejes temáticos del mismo: discipulado, conversión, secularización, pluriculturalidad y misión ad gentes. Bajo el lema “América misionera, comparte tu fe”, se han organizado 22 foros guiados por expertos que discutirán entre otros temas: La niñez y la adolescencia misioneras, sujeto y futuro de la misión; El desafío de las culturas juveniles a la misión de la Iglesia; La inculturación de la liturgia; Evangelización e ideas políticas; La salvaguardia de la creación; El desafío misionero de la movilidad humana; Centralidad de la palabra de Dios en la misión de la Iglesia; Diálogo y anuncio a los no creyentes; El anuncio de Jesucristo en las culturas afroamericanas e indígenas; Religiosidad popular, camino de evangelización; Evangelizar las culturas urbanas: del templo a la casa; Misión y ecumenismo.

Mons. Ubaldo Santana - Arzobispo de Maracaibo Pbro. Andrea Bignotti - Director OMP Venezuela

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Para que todos tengan vida en él

64 Como discípulos de Jesucristo, encarnado en la vida de todos los pueblos descubrimos y reconocemos desde la fe las «semillas del Verbo»presentes en las tradiciones y culturas de los pueblos indígenas de América Latina. De ellos valoramos su profundo aprecio comunitario por la vida, presente en toda la creación, en la existencia cotidiana y en la milenaria experiencia religiosa, que dinamiza sus culturas, la que llega a su plenitud en la revelación del verdadero rostro de Dios por Jesucristo. Documento de Aparecida, Nº. 529

C

uando fui designado Obispo de la Nueva Orán en 2009, supe que mi nueva misión incluía la realidad de los pueblos originarios. Era obispo de una diócesis con un 20 % de su población, abarcada por más de seis etnias aborígenes. Respeto, voluntad de conocerlos y de servirlos, eran algunos de los deseos que entonces albergaba mi corazón. El Señor me ha ayudado a mantenerlos en el tiempo como parte de mi modo de acercarme a ellos como obispo discípulo misionero. En estos cuatro años, he podido apreciar en mi diócesis, en la Pastoral Aborigen, el camino creativo y generoso de sacerdotes, religiosas y laicos junto a comunidades aborígenes, respetuoso de su identidad cultural y su libertad religiosa –muchos no son católicos, sino anglicanos o de distintas denominaciones evangélicas- sin menoscabo de su desempeño como servidores y misioneros de la Iglesia Católica con su testimonio evangelizador y solidario. A nivel nacional participo como obispo de la Comisión episcopal de Pastoral Aborigen (CEPA) y del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA), el cual (*) Padre Obispo de la Diócesis de La Rioja


Testimonio Misionero | +Marcelo Daniel Colombo (*)

viene cumpliendo desde hace años una importante labor: acompañar la acción misionera de la Iglesia entre las comunidades aborígenes, sensibilizando a la opinión pública sobre la vigencia de los derechos y la dignidad de estos pueblos y presentando su problemática, desconocida por muchos en nuestro país. Entre las “lecciones” aprendidas en este tiempo de ministerio episcopal, está el valorar la interculturalidad y la diversidad religiosa como oportunidades riquísimas para mi propio crecimiento de cristiano y para el intercambio y el diálogo pastoral con mis hermanos aborígenes. Conocer la existencia de importantes culturas indígenas, con sus valores y sus propias cosmovisiones, son el punto de partida necesario para todo cristiano que desee servir como discípulo misionero en este ámbito. Entre los elementos más consistentes de estas culturas, que nos ayudan a ser mejores personas y a bien vivir, como los mismos aborígenes dicen, está el respeto profundo a la Creación, el aprecio de cada creatura en ella existente, el uso cuidadoso de los recursos naturales así como su capacidad de escucha y de silencio. He querido comenzar mi ministerio visitando y conociendo algunas de estas comunidades, los primeros habitantes de estas latitudes. Su respeto, el diálogo sereno, la presentación sencilla de sus necesidades espirituales

y materiales, formaban parte de esta acogida fraterna. Luego venía el compartir más concreto sobre la vida religiosa de la comunidad, los distintos traslados vividos y los cambios en la vida suscitados muchas veces por el impacto del mal denominado “progreso económico”. Una falsa disyuntiva por superar entre nosotros, a mi juicio, es la antinomia anuncio explícito-promoción. Nosotros no podemos descuidar la comunicación de nuestra fe cristiana, razón de nuestra vida y de nuestra esperanza. La presentación de Jesucristo como Señor de la historia, su Cruz y su Pascua, piden la coherencia de nuestro testimonio y la visibilidad concreta de nuestra solidaridad con quienes nos necesitan. Así, por ejemplo, mi participación en el acercamiento de las comunidades aborígenes y criollas, para obtener el título de propiedad de sus tierras de todos, desea expresar la cercanía de mi ministerio pastoral y la de mi diócesis, a una problemática que constituye la prueba de fuego de nuestro reconocimiento de los legítimos derechos de las comunidades originarias. En este mes misionero me uno a todos los lectores a quienes llego con estas palabras, para animarlos a salir al encuentro de nuestros hermanos con la alegría de ser cristianos es decir, viviendo entusiastamente el desafío de amar y seguir a Jesucristo así como de servirlo en sus pobres.

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32º Curso de Misionología

«Invitados a creer en la fuerza transformadora del Evangelio» Juan Pablo II Las Obras Misionales Pontificias de Argentina, ofrece desde el año 1982 un Curso de Misionología, a los agentes de pastoral de Argentina y de otros países, que deseen profundizar en su compromiso como discípulos misioneros de Jesús al servicio de toda la Iglesia. En su propuesta del Curso intensivo presencial de la formación misionera tiene presente los cuatro ejes que nos propone Aparecida para un mayor compromiso misionero: experiencia religiosa, vivencia comunitaria, formación bíblico – doctrinal y compromiso misionero de toda la comunidad.

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El desafío fundamental que afrontamos es, como nos invita Aparecida, de mostrar la capacidad de la Iglesia para promover y formar discípulos y misioneros que respondan a la vocación recibida y comuniquen por doquier, por desborde de gratitud y alegría, el don del encuentro con Jesucristo.

«No tenemos otro tesoro que éste. No tenemos otra dicha ni otra prioridad que ser instrumentos del Espíritu de Dios, en Iglesia, para que Jesucristo sea encontrado, seguido, amado, adorado, anunciado y comunicado a todos, no obstante todas las dificultades y resistencias. Este es el mejor servicio -¡su servicio!- que la Iglesia tiene que ofrecer a las personas y naciones». LA fOrMACión quE OfrECErEMOS A PArTir DEL AñO 2014 COnSTArá DE:

A. INTRODUCTORIO: para los que inician el CURSO DE MISIONOLOgÍA. Destinado a laicas/os, religiosas/os, seminaristas y sacerdotes comprometidos en la animación misionera de sus respectivas comunidades locales. Miembros de grupos misioneros y participantes en misiones populares que desean iniciarse en la teología y pastoral misionera. OBJETIVOS DEL CURSO: Lograr que los alumnos adquieran un corazón y una mente de discípulos-misioneros. Crecer en criterios adecuados y actitudes renovadas para vivir la dimensión misionera desde la propia vocación. Brindar los contenidos básicos para el compromiso con las necesidades misioneras locales, de otras comunidades hermanas y más allá de las fronteras. Inscripción hasta el 12 de diciembre de 2013 cuyo costo total es una colaboración necesaria para los gastos de alojamiento, materiales de estudio, profesores, comidas de las tres semanas. No se otorgan becas dado que con el aporte de todos se intenta solventar los gastos generales del curso. Muchas gracias!! Es un esfuerzo que vale la pena a favor de una más intensa formación misionera.


Sede Nacional de las OMP - del 20 de enero al 8 de febrero de 2014 Materias: 1 Panorama actual de la misión. 2 Fundamentos teológicos en la misión. 3 Dimensión misionera de la Liturgia. 4 Espiritualidad misionera 5 Formación de discípulo misionero. 6 Pastoral misionera y Obras Misionales Pontificias. Talleres: 1 La Misión en el Magisterio reciente. 2 Medios de comunicación al servicio de la misión. 3 Sectas y nuevos movimientos religiosos. Nota: durante el dictado del curso los alumnos realizarán una experiencia de Misión organizada por OMP.

B. FORMACIóN MISIONERA (participantes con la aprobación del curso INTRODUCTORIO) Destinado a laicas/os, religiosas/os, seminaristas y sacerdotes comprometidos en la animación misionera de sus respectivas comunidades o diócesis; y /o aquellos que desean prepararse para la misión ad gentes que hayan cursado y aprobado el introductorio. Abarca dos años de duración cuyas materias se ofrecen en forma cíclica. OBJETIVOS DEL CURSO: Lograr que los alumnos vivan en plenitud la catolicidad de la Iglesia y desde ella discernir los signos de los tiempos presentes en la misión. Profundizar los criterios adecuados y las actitudes para vivir la dimensión misionera ad gentes desde la propia vocación.

Brindar los contenidos básicos para el compromiso con la misión ad gentes y la animación misionera en la Iglesia particular. Materias 2014: 1 2 3

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Misión en el Nuevo Testamento. Eclesiología para la misión ad gentes. Dimensión misionera de María desde los inicios de la Evangelización hasta Aparecida. Ecumenismo y misión. Teología de las religiones y diálogo interreligioso. Dimensión misionera de la catequesis.

Talleres: Inculturación e inserción en la misión 1 evangelizadora. Globalización, secularismo y nueva 2 evangelización. Profesores del Centro de Misionología 2014:

Pbro. Pedro Brassesco, Secretario Nacional de PUM Argentina. Pbro. Leonardo Rodríguez, Director Nacional de OMP Uruguay. Pbro.Dr. Guillermo Juárez OP. Pbro. Lic. Aldo Vallone. Lic. María Andrea Green. Pbro Lic. Alonso Sánchez cmf. Lic. Sergio Campos. Hna. Lic. María de la Paz Carbonari ddm, Pbro. Dr. Carlos Taubenschlag. Pbro. Fernando Giannetti. Hno. Ángel Dupples, fm. Pbro. Lic. Demetrio Jimenez.OSA Pbro. Dr. Gerardo Ramos scj Hno. Lic. Fernando Kühn cmf. Para mayor información: Directora del Centro de Misionología “Juan Pablo ii”:

Hna. Lic. Sonia María Zbrun HdM E-mail: c-misionología@ompargentina.org.ar

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Actualidad | Favio Rosso (*)

Cierre de la JMJ RIO

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En la rueda de prensa de cierre, el Arzobispo de Rio y Presidente del COL de la Jornada Mundial de la Juventud Rio2013, Orani Tempesta, realizó una evaluación positiva del evento. Según el, el Papa Francisco cautivó a todos con su simplicidad y su deseo de estar siempre próximo al pueblo. “Es Dios quien realiza las cosas. Tuvimos cambios desde el anuncio de la realización del evento en Rio de Janeiro. Hasta el Papa cambió, pero conseguimos realizar una bella Jornada y servir a todos los jóvenes”, afirmó. El Arzobispo agradeció la dedicación de los voluntarios, la familias de acogida y de todos los involucrados en la JMJ. También destacó la recepción que el pueblo carioca ofreció a todos los peregrinos. “Copacabana nunca vio tanta gente en paz, alegre y comprometida con la construcción de un mundo mejor. Fue un evento sin violencia, sin depredaciones. Y esas señales positivas que vimos en la juventud deben perdurar. Queremos que esos jóvenes, impulsados por la Jornada Mundial de la Juventud, sigan siendo protagonistas de un mundo nuevo”, apuntó. Tempesta también resaltó dos momentos especiales de la visita del Sumo Pontífice. Según el, siempre que pasaba por el Corcovado en helicóptero, el Papa Francisco rezaba y observaba con admiración la imagen del Cristo Redentor. En otra ocasión, el Sumo Pontífice abrazó a un joven niño, cuando se dirigía en papamóvil al Palácio São Joaquim, en Gloria. ‘El lloró mucho y le dijo al Papa “Papa, te deseo el bien”. Este acto emocionó al Papa Francisco y demostró el cariño de todo el pueblo brasileño’ completó el arzobispo.

Números de la JMJ Más de 3.5 millones de personas participaron de la JMJ Rio2013, que contó con eventos en Copacabana, la Quinta da Boa Vista, Rio Centro y en diversas parroquias de la ciudad. Países con mayor número de inscriptos: Brasil, Argentina, Estados Unidos, Chile, Italia, Venezuela, Francia, Paraguay, Perú y México. 55% de los inscriptos fueron mujeres, 45% hombres. 60% del público inscripto tiene entre 19 y 34 años. Inscriptos con pedido de hospedaje: 180.000 aprox. Capacidad de hospedaje: 356,400. Aproximadamente 800 artistas intervinieron en los Actos Centrales.

60.000 voluntarios. 6.500 periodistas acreditados de 57 países. 264 locales de catequesis, en 25 idiomas. 100 confesionarios colocados en la Feria Vocacional y en Largo da Carioca. 4 millones de hostias producidas, 800.000 para la Misa de Envío. 644 Obispos inscriptos, de los cuales 28 fueron cardenales. 7814 sacerdotes registrados. 632 diáconos. Impacto económico: los visitantes gastaron 1.8 billones de Reales (Fuente: Ministerio de Turismo) Limpieza Urbana: la Comlurb recolectó 345 toneladas de residuos orgánicos y 45 toneladas de materias reciclables durante toda la semana de la JMJ. Este número representa un 10% menos que lo recolectado en la noche de Año Nuevo en 2012/2013. Papa Francisco: «¡fue un viaje hermoso, me hizo mucho bien espiritualmente!» En el vuelo de regreso a Roma, el Santo Padre conversó con los periodistas y respondió con su característica y serena sencillez y profundidad, sobre varios temas. «¡Fue un viaje hermoso, me hizo mucho bien espiritualmente!», manifestando visiblemente su gran alegría por la intensa experiencia vivida con los jóvenes de la JMJ en Brasil y, refiriéndose a las medidas de seguridad, reiteró su anhelo de estar cerca de la gente: «No hubo ningún incidente en todo Río de Janeiro, en estos días y todo fue espontáneo. Con menos medidas de seguridad, tuve la oportunidad de estar con la gente, abrazarla, saludarla, sin coches blindados ... Es la seguridad de la confiar en un pueblo. Es verdad, que siempre hay peligro de que haya un loco ... eh, sí, un loco que haga algo, pero también está el Señor, ¿eh? Aunque crear un espacio en el blindaje que distancia al obispo de la gente sea una locura, yo prefiero esta locura». El Papa Francisco agradeció a los organizadores y a los que trabajan en los medios de información por la valiosa contribución al contar las vivencias de esta XXVIII JMJ. «La bondad y el sufrimiento del pueblo brasileño», dijo, son los aspectos que particularmente lo han impactado en este viaje, refiriéndose también a su conmovedora visita a la favela de Varginha, en contacto con la pobreza extrema y el dolor de tantas familias. (*) Secretario de los MCS OMP Argentina




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