Revista Iglesia Misionera Hoy Nº 509

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Mensaje del Director Nacional | Pbro. Dante De Sanzzi

En este nuevo número de nuestra revista «Iglesia Misionera Hoy», queremos llegar a los niños y adolescentes de la Iam en Argentina con un mensaje de esperanza y a la vez para que tomen un compromiso.

Vemos con alegría el crecimiento en muchas comunidades y diócesis del aporte en la alcancía misionera. Un esfuerzo que es de todos, comenzando por la familia y transmitiendo estos valores a los más chicos y haciendo ver al adolescente que la vida tiene sentido cuando se comparte y se ayuda. No dejemos de lado la formación e inculcar el espíritu misionero en los que heredarán nuestras enseñanzas y testimonio. El mes de agosto debe ser celebrativo en todo la Iglesia que promueve el impulso misionero en los niños y animadores. Son 174 años de una Obra que surgió de la oración de un obispo en Francia y se propagó por todos los rincones del mundo. A la vez queremos compartir una vivencia que tuvo lugar a principios de este año en Roma, específicamente en la Sede del Ciam ( Centro de información y animación misionera) a nivel mundial.

«Que los y

niños

adolescentes

colaboren con la misión de la iglesia»

Uno de los retos del hombre de hoy es como vivir la misión en su ambiente: trabajo, estudio, familia, comunidad, medios de comunicación. La realidad de los inmigrantes, la movilidad humana que no cesa, la tecnología que avanza a pasos agigantados y nos hace correr el riesgo de la dispersión, del distanciamiento, del aislamiento. Sin dar soluciones mágicas a un mundo que crece día a día y necesita de evangelizadores intrépidos, intentamos mostrar donde estamos parados como Iglesia hoy. Descubrir la unión del laico y la misión es fundamental para seguir edificando, juntos, un mundo mejor. Estamos consagrados a Dios por el Bautismo. Pero vivimos realidades distintas. Unamos nuestros pensamientos y acciones para ser «sal de la tierra y luz del mundo», allí donde la esperanza parece estar ausente.

Iglesia Misionera Hoy

A los más chicos debemos enseñarles a rezar, a comprometerlos por el bien común, a que ayuden a otros niños, que es el lema y la función de la Obra. A este compromiso espiritual se le suma la colaboración económica.

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jun-ago2017

Nº 509

Revista

«Iglesia Misionera Hoy»

staff Director Pbro. Dante De Sanzzii Equipo de Redacción Favio Rosso Pbro. Abel Iglesias Cortina, sdb Administración: Cdra. Norma Jiménez Diagramación: Juan Repik Claudio Navarro (logo CoMiNa5) Impreso en: New Press Grupo Impresor

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Subsidio

Editorial |

Laicado y Misión|

Pbro Dante De Sanzzi

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Subsidio 2 - CoMiNa

«IAM - 174º Construyendo la Misión» | Marco

Valiente

Argentina en Misión|

Equipo Organizador Neuquén

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La vocación del Animador IAM | @IAMAR-

GENTINAOMP

El desafío de Ser y Hacer Amigos | Ezequiel Rogante

-

Pbro. Dante De Sanzzi

Caridad sacerdotal: una pasión que se hace Misión | Pbro. Francisco Vallejo

Alcancía Misionera |

-

Norma Jimenez

Subsidio Argentina en Misión|

Equipo Nacional de Grupos Misioneros y Jóvenes

Redes sociales de las Obras Misionales Pontificias

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Marco Valiente | Secretario Nacional de la IAM

infancia y adolescencia Misionera (iaM),

Encontranos en: www.ompargentina.org.ar Facebook: IAM ARGENTINA Twitter:@IamArgentinaOMP

174 años construyendo la En mi vida tengo dos familias, la de mi hogar y la de mi iglesia, en ambas compartí tantas cosas que a veces me cuesta diferenciar cual es cual, y cada vez que me preguntan «¿qué es la IAM?» me cuesta contestar porque siento que cada definición me sabe a poco, porque sus actividades se realizan en la Iglesia pero su vida las trasciende rompiendo las fronteras para llegar a los hogares y porque los encuentros son los sábados, los viernes o los domingos, pero su alegría dura toda la semana. La IAM es un regalo de Dios para el mundo, Él nos llama desde pequeños y nos muestra la realidad con ojos de amor, no nos obliga a nada y sin embargo es imposible no comprometerse con los desafíos de llevar el alivio y la fuerza del evangelio. Nuestra hermosa obra está cumpliendo 174 años, desde que un Obispo tuvo un deseo y una idea que lo haga realidad, y en el día de hoy no solo continúa viva sino que está siempre en crecimiento, y cada vez se hace más

misión

necesaria, esto no es una casualidad, sino que se debe a que la realidad nos está exigiendo que construyamos espacios de nuevas formas de evangelización donde podamos, además de comprender, poner en práctica aquello que Jesús nos pide de manera concreta y sencilla, donde aprendamos a relacionarnos como hermanos y a resolver los conflictos por medio del diálogo, seamos verdaderos discípulos de sus palabras, sigamos su ejemplo en las actitudes y podamos sentir a su Espíritu para que nos guíe. Es mi profundo deseo que la IAM logre llegar a cada rincón de nuestras diócesis, no solo por un cariño particular, sino porque confío plenamente que en ella, con su cooperación y escuela con Jesús hay una clave importante para un mundo mejor, si podemos lograr que nuestros niños y adolescentes ayuden a otros niños y adolescentes, tal vez tengamos un futuro donde «todos nos ayudemos».

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Iglesia Misionera Hoy

El animador, muchas veces sin saberlo, se encuentra envuelto en la tarea de la animación. Las motivaciones, en algunos casos, son insuficientes.

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En varias ocasiones escuchamos comentarios como: “mi amigo es un animador”; “mi amiga me invitó”; “lo hago para conocer más de cerca que es esto de la IAM”, etc. Es cierto que en nuestras parroquias y movimientos se va encarando con más seriedad el papel de animador de la Infancia y Adolescencia Misionera, pero debemos acercarnos un poco más cada día a ese ideal. No podemos engañarnos que una buena parte acepta ser animador o dirigente para “dar una mano” y “porque me gusta”, sin que se llegue a considerar seriamente que es una respuesta a un posible llamado de Dios.

¿Qué es un animador? Es una persona de fe. Dos elementos que se unen para formar una única realidad: persona adulta y creyente. Quien es convidado por la Iglesia para asumir la responsabilidad de anunciar a las nuevas generaciones la fe, tiene que tener una densidad humana y una firmeza de fe que, si no llegan a ser ideales, sean por lo menos normales. Se anima y se educa más por lo que se es, que por lo que se dice o se hace. Cuando hablamos de creyente es obvio que nos referimos a un animador que cree en Jesús. No se considera perfecto y sabe que vive su fe con imperfecciones; vive en una comunidad que es la Iglesia, tiene los sacramentos, fue incorpo-


rado por el Bautismo y la Eucaristía es el centro de su vida.

Caminar la vida de fe no es fácil. Muchas veces es preciso superar obstáculos remando contracorriente en todos los ambientes. Estar preparado para el sufrimiento, entregarse a las cosas del Señor, y a veces con dolor. Pero con todo, el animador no se deja vencer por el desánimo, porque es creyente. Sigue confiado su camino, acredita que el Reino es posible y lo transmite a otros chicos y jóvenes. El mismo Dios nos hace ver, con la Resurrección de su Hijo, que la vida vence a la muerte.

Un creyente que tiene experiencia de Dios El animador de la IAM es un testigo de Dios en primera persona. No puede hablar de Él partiendo de teorías. Es un creyente con experiencia de intimidad con el Señor. Como ejemplo sabemos que ninguno enseña a leer si no sabe leer. Jesús preguntaba si un ciego puede guiar a otro ciego. Y en esto se refería a la ceguera del corazón, ya que no puedo hacer crecer en la fe si mi fe no ha crecido. Nuestra vivencia de la Palabra de Dios nos lleva a animar al grupo y comunicarnos con él. El animador da su experiencia de fe e ilumina a nivel doctrinal las situaciones concretas que pueden aparecer en el grupo. Llegan las palabras pero

Un creyente que comparte. El animador está conciente que la vida en grupo, caminar con otros, es un valor, y por lo tanto, procura vivir la experiencia de compartir con los otros lo que es y lo que tiene experimentando que al dar, recibe, y que su vida se desenvuelve según los otros. Dejándose interpelar por la Palabra, leyendo los acontecimientos de la vida, sabe que es servidor en el grupo y se siente enviado.

El animador de la IAM es un enviado a anunciar el Evangelio El animador tiene que aceptar ser anunciador y entrar en la dinámica de seguidor de Jesús, hacer suya la causa del Maestro y prolongar su misión. Jesús lo recibió y lo envió. En medio de las novedades que surjan, la creatividad que ponga para llevar adelante el anuncio, el animador tiene que mantener viva la idea que el único protagonista de su mensaje es Jesús. Por eso debe renunciar a ser la “estrella”, ya que no moldeamos a los niños y adolescentes a nuestra imagen y semejanza. Sería un grave error. Aprendamos de Juan, el Bautista: “Qué Él crezca y yo disminuya”.

@IAMARGENTINAOMP

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No podemos separar Eucaristía de la misión. El creyente está en camino y procura continuamente su conversión. Recorre el camino guiado por el Señor, intenta seguir sus pisadas como los primeros discípulos, por eso procura vivir la fraternidad humana.

arrastran los buenos ejemplos, entonces, el papel del animador vivido en profundidad, lo convierte en profeta.

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¡El Desafío de Ser y Hacer amigos! «Una aventura aquí y más allá

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de las fronteras»

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Desde hace un tiempo, es cada vez más común entre los niños, adolescentes, jóvenes e, incluso, adultos el ser testigos o participantes de numerosos desafíos («challenge», en inglés) que circulan por las redes sociales y medios audiovisuales (Facebook, Instagram, Twitter, YouTube, Whatsapp). Se trata de pruebas, propuestas, retos (la mayoría sin mucho sentido) que deben realizarse con el único propósito de entretener por un momento. Muchos se cumplen de forma personal y otros en grupo; algunos promueven una diversión sana y otros significan un riesgo para los jugadores (como el «Reto de la Ballena Azul», tan cuestionado en los últimos tiempos, que atenta contra la salud y la vida de quienes cumplen las consignas planteadas). El furor por los numerosos «Challenges» surgidos en los últimos tiempos ha sido tal que incluso famosos reconocidos del mundo entero suben a diario sus videos a las redes sociales llevando a cabo la consigna, lo que fomenta la viralización de los retos, es decir, la propagación masiva a través de los medios de comunicación. Así surgieron el «Mannequin Challenge», o «desafío maniquí», que consiste en realizar una filmación con el celular en el que todas las

personas de un lugar permanecen inmóviles como muñecos; el «Ice Bucket challenge» (desafío cubeta de hielo), «Whisper Challenge» (desafío del susurro) y hasta «El Desafío de la Botella», que es simplemente tirar una botellita con un poco de agua hacia arriba haciéndola girar sobre sí misma y lograr que la misma caiga parada.

¿Qué tienen estos desafíos que animan a tantos a realizar su propia versión? Básicamente, que invitan a hacer algo. Claro está que la repercusión, los efectos, la ‘diversión’ es efímera. En esta sociedad del descarte, de la velocidad frenética, de búsqueda del límite, del ‘ya’, hasta los videos virales pasan de moda rápidamente y lo que ayer era furor hoy cae en el olvido. Pero, sabiendo que los niños, adolescentes, jóvenes (y, también, adultos) están dispuestos a hacer, a

«cumplir con los desafíos»… ¿qué pasaría si les proponemos un desafío que permanece, que trasciende, que está lleno de sentido porque da Vida, con mayúscula, porque es capaz de transformar la vida de los demás? ¿Qué pasaría si los «participantes» de este desafío descubrieran que el «hacer» tiene que ver con algo más profundo, más radical: va de la mano con un «Ser»? ¿Qué pasaría si la propuesta es nada más y nada menos que «viralizar1 el Amor»?


Te propongo un desafío... más allá de las fronteras, en otro continente? ¿Nos animaríamos a sumarnos a un reto que puede llenar nuestra vida de sentido y resignificar la vida de tantos niños y adolescentes olvidados, descartados, tapados, desconsiderados, despojados de su dignidad? ¿Seríamos capaces de unirnos a un reto mundial, que lleva más de

170 años de vigencia y que se realiza a diario en los cinco continentes? ¿Estaríamos dispuestos a levantar la vista de nuestros celulares o pantallas para mirar a los ojos, para salir al encuentro, para dejarnos encontrar? ¡Qué desafío! Estos son los que valen la pena, los que no siempre se viralizan en las redes o se destacan en los medios pero que tienen un impacto tan fuerte, tan profundo, que se arraigan, que permanecen, que transforman, que siguen buscando hacer de nuestro mundo un lugar digno para vivir. Algunos tal vez no se animen a lanzarse a la aventura del reto y elijan permanecer como meros espectadores, pero muchos otros (muchísimos, ¡gracias a Dios!) en América, Asia, África, Europa y Oceanía ya se animan a diario a decir «sí» a la propuesta, haciendo del Amor algo (Alguien) concreto, cercano, entregado.

El desafío de la amistad... Monseñor Carlos Augusto María de Forbín-Janson, obispo de Francia, en 1843 aceptó el desafío, el reto, la invitación impulsada por Jesús, quien sin tener ninguna red social sofisticada más que la cercanía, el encuentro, la misión como salida de uno para llegar al corazón del otro, propuso “viralizar el Amor” en un mandato que sigue resonando aún hoy: “Vayan y

anuncien a todos la Buena Noticia” (Mc. 16, 15). Forbín-Janson comprendió que la clave de ese mandato es una decisión radical, decidida, firme y real de abandonar la comodidad de ser espectador y lanzarse a la aventura de mirar, de ir más allá, de salir el encuentro, de “hacer” (amar) como respuesta al descubrir la

razón de su “ser” (“soy amado”). Fue por eso por lo que se lo conoce como el fundador de una de las cuatro Obras Misionales Pontificias: la IAM (que comenzó siendo “la Santa Infancia” para luego presentarse al mundo como “Infancia Misionera” y, a partir del 2002 en Argentina, “Infancia y Adolescencia Misionera”), surgida inicialmente con el propósito de

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¿Y si pudiéramos realizar un «challenge» que no tiene fecha de vencimiento, que no pasa de moda y que puede impactar para siempre en la vida de los demás? ¿Y si propusiéramos realizar algo ahí donde cada uno está, en su lugar, en su vida cotidiana que sea capaz de cambiarle la vida a otros que, incluso, viven

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lescentes ayuden a los niños y adolescentes», la Obra comenzó a extenderse por el mundo, más allá de las fronteras, a numerosos países. En 1849 -apenas unos pocos años después de ser fundada- llegó a la Argentina.

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ayudar a los niños vulnerables de China a través de «un Ave María por día y una monedita al mes» pero que, poco a poco, se convirtió en un servicio para todos los niños y adolescentes de los cinco continentes. Con el carisma de la cooperación misionera expresada en el lema «Que los niños y ado-

La IAM en nuestra tierra ha reunido, y sigue reuniendo, a cientos de niños, adolescentes y animadores de todas las diócesis quienes, también como Forbín-Janson, sienten el llamado de Jesús, que los invita a comprometerse con la realidad, con la misión, con otros niños y adolescentes. Ellos aceptaron el reto, están cumpliendo el desafío de ‘Ser Amigos de Jesús y Hacer más amigos para Él’. Numerosos gestos misioneros dan prueba de ello, los cua-

les nos hablan de un compromiso real, concreto, que se vive, que se siente, que se experimenta. El saludo de la IAM «De los niños y adolescentes del mundo, ¡Siempre amigos!» es mucho más que una frase o un slogan que nos identifica como Obra: es una verdad que se materializa, por ejemplo, en el notorio crecimiento de la Alcancía Misionera año tras año, en el animarse a mirar la realidad de cada continente, entendiendo que los demás, pese a las distancias y las diferencias, son amigos. El compromiso se expresa en cada niño, en cada adolescente, en cada animador que entiende que ser misioneros está en nuestra esencia, es un camino de todos los días, que se hace vida en los compromisos misioneros semanales, en la entrega cotidiana. Dicho compromiso se vive en cada animador que opta por formarse para mejorar su servicio, que se preocupa y, principalmente, se ocupa de que los niños y adolescentes que Dios le ha encomendado se encuentren con Jesús. La IAM propone tres consignas concretas que nos permiten cumplir con el desafío, yendo al en-


cuentro de los demás en nombre de Jesús:

La Cooperación Material: se trata de la ofrenda económica o con bienes materiales. La «Monedita al mes» de la con-

La Cooperación con Servicios Misioneros: esto es, básicamente, que cada niño, adolescente y animador se brinde a los demás, que se ponga al servicio del otro (con una acción, un gesto, la sola presencia, el tiempo, una palabra…).

Este es el «Challenge», el reto de Ser y Hacer Amigos. ¿Estamos listos, entonces, para ser parte de esta maravillosa propuesta? Es un desafío de Amor, que da vida, que lleva en vigencia más de 170 años y que sigue creciendo. La misión es el mayor (y más «viral») reto al que nos enfrentamos como Iglesia. El Amor de Dios debe llegar a todos. ¿Aceptamos la propuesta? ¡A lanzarnos a las profundidades del Amor!

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La Cooperación Espiritual: consiste en colaborar a través de la oración, desde el ofrecimiento de nuestra propia vida cristiana (testimonio) y de nuestros sacrificios, uniéndolos a los de Jesús por el bien de los demás.

signa inicial de Forbín-Janson, destinada a la Alcancía Misionera que cada año llega al Fondo de Solidaridad (Roma) y que se destina a cubrir numerosos proyectos en el mundo a favor de niños y/o adolescentes.

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#ButtonChallenge: Para muestra basta un botón Todos sabemos muy bien que con poquito podemos hacer un montón, sobre todo si de ayudarnos se trata… Y, como dice la conocida «Para muestra, basta un botón». Por eso, esta dinámica nos invita a confirmar que esto que decimos es verdad… Este año, la IAM Argentina se ha propuesto revitalizar, redescubrir el carisma de la Obra, fomentando, animando, avivando la cooperación de niños y adolescentes a favor de otros niños y adolescentes.

Vamos a animar, entonces, a nuestros grupos de IAM a cooperar como misioneros (en este caso, a través de la Cooperación Material y Espiritual) utilizando BOTONES. Sí, botones. Los mismos que usamos para prendernos la ropa. El propósito de esta invitación es no solo animar la cooperación y el servicio misionero, sino descubrir cómo un pequeño detalle que parece insignificante (como un botón) puede convertirse en un gesto valioso para los demás,


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puede ser verdaderamente grande y edificante si se lo mira con los ojos de la Fe y con el corazón puesto en Jesús y en su misión. Los animadores repartirán un botón a cada miembro de la IAM, de cualquier color, forma y tamaño (se puede pensar alguna dinámica para la entrega: por ejemplo, esconder una caja que los contenga y jugar a la búsqueda del tesoro). Durante la semana, cada niño, adolescente y animador deberá «canjear» el botón por una monedita o colaboración material y una oración por los niños y adolescentes del mundo. ¿Cómo se logrará? Cada miembro de la IAM llevará el botón y se lo ofrecerá a una persona (familiar, amigo, almacenero del barrio, a quien encuentren) comentándole que la Infancia y Adolescencia Misionera promueve la ayuda a niños y adolescentes de todo el mundo y que, a través de un pequeño aporte se puede cambiar la vida de mu-

chos de ellos. Luego, se le mostrará el botón con la consigna: «Con poquito podemos hacer mucho. Solo tengo este botón. ¿Estás dispuesto a colaborar a cambio de este botoncito con los niños y adolescentes del mundo?». Si la persona acepta el reto y le entrega una monedita o un billete, el niño le dará el botón con el compromiso de que lo deje en algún visible de la casa, a fin de que cada vez que lo vea rece un Ave María por los Niños y Adolescentes del mundo. Si se pudiera, lo ideal sería que esa persona ofrezca nuevamente el botón a otra a cambio de una colaboración (que luego acercará al niño, adolescente o animador de la IAM) para que la cadena continúe. Esto puede ser posible si el niño, adolescente o animador realiza el gesto en alguna reunión familiar, o en la sala de maestros, o en un lugar con mucha gente (para que vaya recaudando las distintas colaboraciones en su Alcancía Misio-

nera). En ese caso, el niño modificará el compromiso de rezar por los niños y adolescentes del mundo (ya que no se dejarán el botón de recuerdo) diciendo: «Cada vez que mires un botón, cualquiera sea, recordá esta colaboración tan grande que hiciste y rezá un Ave María por todos los chicos del mundo». En el próximo encuentro de la IAM, los niños, adolescentes y animadores ofrecerán en la Alcancía Misionera lo recaudado tras este reto y compartirán el testimonio acerca de a quiénes ofrecieron el botón y las respuestas de las personas involucradas. ¡FELIZ MISIÓN! Ezequiel Rogante IAM, Diócesis de Rio Cuarto, Córdoba.

1 Tomamos este concepto solo a los fines de poder vincularlo con los términos de moda empleados por los niños, adolescentes y jóvenes de este tiempo. Entenderemos “viralizar” como propagar, difundir, anunciar a muchos” un mensaje, un gesto, una propuesta.


La ic a d o y

Mis ión Una nueva realidad se está dando en la vida misionera de la Iglesia. «Los laicos son protagonistas de la Iglesia y del mundo, a los que nosotros estamos llamados a servir, y no de los cuales tenemos que servirnos» Papa Francisco En la Asamblea General de las Obras Misionales Pontificias del año 2016, llevada a cabo como siempre en Roma, surgió la inquietud de algunos directores nacionales de Hispanoamérica, de hacer hincapié con más fervor sobre la función de la Pontificia Unión Misional, uno de los cuatro servicios de las Obras Misionales y a la vez, considerada el alma de las demás. A cien años de su fundación, reconociendo la tarea de un gran misionero como el Beato Paolo Manna, su fundador, surgió como necesidad pastoral incorporar al laicado en este trabajo apostólico de animar y fomentar la misión del clero y los religiosos y religiosas en general. Esta es la función específica de la PUM: la formación misionera de los sacerdotes, de los miembros de Institutos de Vida

Pbro. Dante De Sanzzi Director Nacional de las OMP

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Consagrada y Vida apostólica, de los laicos consagrados, de los seminaristas y aspirantes a la vida religiosa, así como de todos los que están implicados en el ministerio pastoral de la Iglesia. Ante la necesidad de una formación acorde a los tiempos que vivimos, en nuestros ambientes cotidianos donde descubrimos la misión de llevar la Buena Noticia, y el desafío de trabajar juntos como Iglesia, pastores y pueblo fiel de Dios, es que nos adherimos y participamos de un Seminario sobre Laicado y Misión que llevamos adelante comienzos de este año 2017.

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Una rica experiencia, organizada por la Secretaría General de la Pontificia Unión Misional a través de su Secretario, el P. Fabrizio Meroni, algunos países de habla hispana nos pusimos al hombro este encuentro y compartimos, con profesionales laicos y sacerdotes la problemática que viven nuestros pueblos y el desafío de la formación permanente para descubrir y llevar adelante la misión ad-gentes. Distintos fueron los campos trabajados. Obras Misionales Pontificias de Argentina presentó el tema de Globalización, Movilidad Humana y Migración. Esto fue el inicio de lo que puede ser, si así Dios lo dispone, de futuros cursos de formación para Latinoamérica y España, avalados por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos a llevarse a cabo en el Ciam (Centro de información y animación misionera) avalados por la Universidad Urbaniana en el corazón del Cristianismo: Roma. Que esta breve reseña sea de utilidad al lector. Compartiendo pensamientos y problemáticas en común de nuestra gente y nuestro pueblos. Sabiendo que casi el 50 % de católicos se esparcen por América Latina, llegó el tiempo de enfocar la mirada en la realidad que “no podemos callar lo que hemos visto y oído” (Hech 4,20).

G lo b a li za c ió n y m igra c io n es R ep e rcu s io n es s o ci a le s

“La Globalización no es buena ni mala, Es un hecho humano. Y será lo que la gente quiere que sea”. Esto es parte del discurso pronunciado por el Santo Papa Juan Pablo II en el año 2001 a la Academia Pontificia de Ciencias Sociales. Es un signo de nuestro tiempo. Debemos descubrir aspectos positivos y evitar los peligros. Hay algunos puntos salientes que lograron repercutir sobre la sociedad en esta era globalizada y de la cual nos desafía como discípulos misioneros a tener una postura distinta y creciente. En la Encíclica Redemptoris Hominis del año 1979, al comienzo de su pontificado, Juan Pablo II habla de los miedos del hombre contemporáneo. El progreso, ¿es progreso o amenaza? La primacía de la tecnología sobre la ética moral, del poder sobre la persona y de cualquier elemento que se le dé valor, incluso sobre la vida humana, son esos peligros y realidades a las que hoy nos enfrentamos.


Descubrimos que el poder y la autoridad, en muchas ocasiones, no está al servicio del bien común. Se cree que la ciencia y la tecnología, en este tiempo de globalización y avance tecnológico general, estarán en este ambiente las respuestas a todo interrogante de la vida humana. Lejos de ello, la misión del cristiano es valorar estos avances, pero entendiendo que la verdades fundamentales para una vida mejor serán a raíz de la iluminación revelada por Dios. ( cfr.DA123). Hablamos de dignidad humana, pero muchas veces desatendemos el valor de la creación, el equilibrio establecido por Dios. Así atentamos contra toda especie y criatura y hasta llegamos a ofender al Creador. Como discípulos misioneros aquí tenemos un sector que utilizar, cuidar y promover el bien común entre las personas y las cosas, dones de Dios. El Decreto Conciliar Inter Mirifica de Pablo VI, sobre los medios de comunicación social, salido a la luz en la década del `60 habla de un continuo progreso comunicacional. El cristiano afronta un gran desafío, dado que la tecnología avanza a pasos agigantados, rápidamente. Pero este avance debe ser prometedor, ya que tanto adelanto debe servir para derribar muros, levantar barreras y crear nuevos vínculos de comunión. Son las oportunidades que no debemos dejar pasar para hacer un mundo más solidario y contribuir al progreso espiritual de la humanidad. Para la difusión del Reino de Dios, es indispensable, hoy, este avance científico. ( cfr. Im 2).

La cuestión de implicarse de la Iglesia en el mundo de las comunicaciones sociales se convierte en parte de su misión; es la búsqueda de una verdadera inculturación.

Promoción humana integral Vemos y sentimos a menudo que la cultura actual propone un estilo de vida diferente al que recibimos del Creador. En este sentido, la misión de la Iglesia y sus miembros es buscar por todos los medios dignificar al hombre. El poder, el placer, las comodidades son el común denominador en nuestros ambientes. Rememorando la lectura del libro del Génesis, en toda la creación, Dios es el que pone al hombre al mando de la misma. Esto es hacer digna la vida humana, respetarla y amarla, ya que en esta etapa de la historia, ante el avance tecnológico y científico, es inmenso el riesgo de perder el horizonte y el criterio para el uso de las cosas. San Juan Pablo II decía que “Dios mostró de modo insuperable cuanto ama al hombre y la dignidad que le dio”. En el Dios vivo se encuentra el sentido y el valor de la dignidad humana (cfr DA 389). Se nos convoca para ser fieles al Evangelio y predicar de manera auténtica la Palabra y el estilo de vida de Jesucristo, el Señor de la Historia. En la primera carta a los Corintios, el apóstol Pablo nos enseña “que nadie se gloríe en los hombres, porque todo es nuestro; sea Pablo, Apolo o Cefas, el mundo, la vida, el presente y futuro, todo es nuestro; y nosotros de Cristo”. (1 Cor. 3, 21-23).

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Se trata exactamente de no pertenecer a un hombre, a alguien; es todo lo contrario. Pablo enseña que ellos son servidores. Que están a nuestro servicio, como toda la creación. Ser de Cristo quien por su parte es de Dios Padre. Perder esta visión es dejar de lado la integridad del hombre. El proceso de crecimiento de las grandes urbes, el aumento de seres vivientes, la crecida urbana y por ende el avance de la tecnología, en muchas ocasiones ha alejado la posibilidad de sentirse dignos hijos de Dios. Como Iglesia debemos hacer crecer y sensibilizar al Pueblo de Dios sobre las cuestiones que atañen a una vida mejor: la justicia, la solidaridad, el amor mutuo, la fidelidad, la palabra empeñada. Los pastores unidos a los fieles laicos, comprometidos éstos a su vez socialmente con la vida de los pueblos.

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Promocionar al hombre y liberarlo de las cadenas que lo tienen sujetos a sistemas inoperantes, es la clave en un proceso evangelizador. Cuando hablamos de promoción integral es promover a todos, sin distinción. En los asuntos sociales, todo esfuerzo que se haga es válido. Con solidaridad y dejando actuar la gracia que vivifica, se puede humanizar la vida del hombre, muchas veces devaluada y herida. En el Documento de Aparecida, es de hacernos reflexionar la mirada de la globalización en nuestros pueblos. Se da a ver los nuevos rostros de la pobreza:

refugiados, violencia infantil, tráfico de personas y secuestros, violencia de género, personas que viven y están en situación de calle; dar cabida y acompañar a estas personas, que son excluidas de los lugares donde pertenecen (cfr DA 401-402). Dignidad del hombre es que este proceda, en todas sus actividades, de manera libre, tomando iniciativas propias, incluso ante el riesgo del error. Porque sin libertad, es imposible adquirir las virtudes necesarias para un buen funcionamiento en la sociedad. El hombre se va realizando, va creciendo, a partir de vivir en libertad, utilizando su inteligencia, asumiendo como propias las cosas que hay en el mundo, sabiendo que son puestas por Dios como creador de todo. Es primordial el derecho a tener iniciativas propias y actuar conforme a la voluntad. Cuando no se respeta la libertad y la iniciativa surgen la sumisión y la pasividad. Se “dispone” y se “decide” por los otros. Esto provoca frustración, fracaso, desilusión y hasta desesperación. Prácticamente se empuja al hombre, creación de Dios, a la nada y a la debacle física y espiritual. Dignificar el trabajo del hombre y tenerlo en cuenta. Hay que considerarlo para se sienta en verdad que está realizando una tarea por propia iniciativa. Lamentablemente vemos en muchos casos, como se extingue esta conciencia en la persona, ya que termina siendo una cosa, un instrumento movido desde altas esferas solo para producir, y no como lo que en verdad es: un sujeto dotado de inteligencia propia.


La Iglesia tiene el potencial de enfrentar la pobreza del mundo y cambiar la cultura de la globalización de manera que los gobiernos e instituciones internacionales no pueden. Pero surge la cuestión: ¿de qué modo? ¿ como se logra este cambio? ¿qué métodos utilizar?

Globalización y distribución de las riquezas en el mundo. Contamos con algunos datos que nos acercan a descubrir la parte alarmante que produce la globalización en el mundo actual y que deberíamos tener en cuenta para trabajar y ver, desde nuestros ambientes. Las posibilidades de cambiar ciertos aspectos que como discípulos misioneros tenemos. Más de 1.200 millones de personas no tienen acceso a agua potable. Mil millones carecen de vivienda. La misma cantidad están mal nutridas, de las cuales 300 millones son niños menores de 5 años. Otro dato en salud: 2.000 millones de personas padecen de anemia por falta de hierro. El sistema de salud en muchos países de los distintos continentes, sumado a otros tantos donde no hay una conciencia clara y lógica de la importancia sobre este tema, es altamente pobre. A un servicio básico y menor, no tienen acceso casi 900 millones de personas. Y si hablamos de falta de medicinas, el número de los que no tienen la posibilidad de contar con ellas alcanza a 2.000 millones. Sin dudas que estamos remarcando los efectos negativos de la globalización que afecta a toda la humanidad.

Por cierto, el mismo Jesús no se hacía demasiadas ilusiones con los reclamos que hacía cuando mostraba que era “el camino, la Verdad y la vida”. Mientras que Cristo “no es de este mundo”, la Escritura es clara en que el Reino es importante en cada aspecto de nuestra vida. La Iglesia es testigo de ese Reino y por eso tiene potencial para influir en el mejoramiento del mundo. La presencia de la Iglesia misionera es vital. Como ejemplo, en los primeros años de la década del `60 en el continente africano los cristianos llegaban aproximadamente a 65 millones. Al principio del tercer milenio ya llegaban a casi 400 millones. Fue y sigue siendo el contacto cercano con el pobre que vive con menos de un dólar por día. Esto demuestra que la Iglesia es la institución que responde a las necesidades básicas de los pueblos. Igualmente, que el árbol no tape el bosque: aún estamos un poco lejos del ideal de vida del hombre común, creación de Dios.

Iglesia Misionera Hoy

No es fácil considerar los retos de la globalización y el desarrollo internacional, entrar en debate acerca del mismo y ver que la fe cristiana tiene, en apariencia, una importancia limitada. Se la deja al márgen y en principio no tendría respuesta.

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Iglesia Misionera Hoy

A la luz de nuestra fe, Jesucristo es el enviado del Padre que a través de un sí humilde de una mujer joven, inició un proceso de recreación en el hombre, que culmina con su muerte y resurrección. La Pascua hace posible una creación nueva, un mundo nuevo, una cultura humana nueva. Pascua, para los que tenemos fe en Jesús Resucitado es una fuente de energía que capacita a pasar de la globalización que paraliza y quebranta la sociedad humana en sus vínculos, a una globalización que facilita la construcción de una sociedad mundializada con criterios y actitudes de solidaridad fraterna en justicia y libertad.

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Es más, la Iglesia tiene una estructura en lo administrativo bastante estable a través de las diócesis y parroquias, que contrasta muchas veces con las estructuras de los gobiernos, municipios y movimientos sociales. Hay un liderazgo respetado. Por ejemplo, la institución Cáritas tiene en este tiempo un alto porcentaje de imagen positiva y solidaria delante de los pueblos y barrios periféricos. Se vislumbra como un entrenamiento, una experiencia viva, un conocimiento de las comunidades. En lo que respecta a escuelas, hospitales, geriátricos, iniciativas de micro emprendimientos, está probada la ayuda a los pobres. La Iglesia tiene una buena posibilidad de mover a sus miembros, a los laicos, y responsabilizarse y formar líderes para atender las necesidades primordiales. La globalización no está para detenerse. Se necesita con urgencia que sea legítima no solamente para generar riquezas para unos pocos sino que sirva para que moralmente los países pobres puedan beneficiarse y el medio ambiente sea protegido. Los cristianos tenemos el testimonio más claro que podemos llegar a realizar maravillas a favor de nuestros pueblos en la medida en que nos dejemos iluminar, animar y conducir por el Señor. Y ese testimonio lo encontramos en María, la Madre de Dios, ya que lleva la salvación en persona. Es la figura paradigmática de que es posible realizar desde pequeñas cosas maravillas a favor de la humanidad, siempre y cuando se acepte la voluntad de Dios.

Frente al falso “evangelio” del “libre mercado”, los cristianos de buena voluntad debemos optar en serio por Jesucristo, que nos trae en su Evangelio el nuevo proyecto de Dios Padre y nos brinda la energía pascual con la fortaleza del Espíritu Santo que nos capacita a globalizar en solidaridad para compartir en comunidad de personas dejando de lado programas de globalización que engendran solamente monopolios que representan libertad para unos pocos y una gran limitación para una amplia mayoría. La misión no es solamente anunciar la Historia de la Salvación sino realizar la salvación de la historia. El cristiano que vive su vocación de libertad, justicia, amor solidario, es gran responsable de muertes y tragedias humanas que hoy causa el materialismo dominante. La era de la globalización hace que vivamos en una sociedad “express”. La vida diaria es un torbellino que


todo lo envuelve. Hay confusión y pérdidas de valores humanos. Está a la orden del día el “sálvese quien pueda”. Un cristiano con fe lúcida y profunda en Jesús Resucitado no abandona la utopía del Reino. Y encara la vida con lucidez y coraje; sin olvidar estas elementales coordenadas: Primacía de la ética sobre la técnica. Primacía de la persona sobre todo poder.

Sobre la movilidad humana El Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, nos dice que la movilidad humana puede ser una ocasión propicia para el diálogo ecuménico ( nº 56-58). La movilidad del hombre es una característica en el mundo, más en estos tiempos que nos tocan vivir. Notamos en el continente americano, sin dejar de imaginarnos que en gran parte del planeta, las marcas y consecuencias que derivan de este ir y venir cada vez más acentuado en las multitudes. La violencia desatada por las guerras, la acentuada pobreza a causa de malas administraciones económicas,

el mal reparto de las riquezas, la falta de trabajo, las crisis de familia, las pocas oportunidades de desarrollo humano y profesional, el algunos casos hasta la falta de libertad que oprime para el crecimiento personal, la poca atención a los jóvenes en general, van dando lugar a buscar otros “paraísos terrenales”. Sin dejar de mencionar la lamentable y cada vez mayor “fuga de cerebros”, que son los profesionales calificados, estudiosos, que deben abandonar sus lugares de origen para encontrar un espacio donde ir realizando su ideal o al menos dignificar sus vidas. Esta movilización que vemos en la actualidad se da frecuentemente en los más jóvenes. No se ve que el horizonte en sus vidas sea claro. Palpan con claridad y dolorosamente que nuestra sociedad, en varios aspectos descristianizada, no les ofrece un modelo de vida acorde a sus necesidades, y descubriendo también que se camina contramano a los valores que se les predica. La corrupción, la opresión, la falta de recursos laborales, una economía empobrecida, la falta de diálogo, van haciendo eco en sus familias. De allí deducimos una triste realidad: es sorprendente ver jóvenes que recurren asiduamente al suicidio. Otros van dejando atrás sus orígenes y cultura comenzando a transitar el largo camino de la migración. Si bien esta circunstancia es un problema a resolver, no debemos quedarnos solo con el problema. El problema está, “pero puede ser un recurso, un instrumento, una causa para cambiar el rumbo de la humanidad y hacerla un poco mejor” ( Benedicto XVI, 2007).

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Primacía de la vida humana digna sobre cualquier otro valor.

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El fenómeno de la migración es una cuestión de actualidad y un reto que se le presenta al hombre de hoy. La Doctrina Social de la Iglesia trata ampliamente sobre este tema y ha evolucionado en cuanto a respuestas concretas. La Encíclica Rerum Novarum de León XIII fue una respuesta a la revolución industrial, sus efectos y las consecuencias para los trabajadores. El Papa mantiene con firmeza la dignidad y los derechos del trabajador, pero también defiende con energía a los emigrantes que intentan ganarse la vida dignamente en el extranjero.

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El movimiento de las personas es algo que siempre preocupó a la Doctrina de la Iglesia. La Encíclica Gaudium et Spes la considera un “signo de los tiempos” ( nº 4-6). Los cambios se van dando y no podemos subestimar al hombre porque emigra y cambia su forma de vida.

Consideremos algunos principios importantes que manifiesta la Doctrina Social Católica sobre este tema:

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1) Las personas tienen derecho a emigrar para sostener sus vidas y las vidas de sus familias. Nos basamos en derechos bíblicos: los bienes de la tierra pertenecen a todos por igual. Son bienes de Dios y son universales. Toda persona tiene derecho a recibir de la tierra lo necesario para vivir. Esto es algo que sabemos desde siempre y lo sufren nuestros pueblos. Cuando hablamos de necesidad, nos referimos a lo básico: alimentación, vestido, vivienda digna,

educación, atención médica, libertad religiosa, expresión libre de su cultura, etc. Hay una realidad y es que la gente vive con miedo. Inseguridad, peligros de toda especie, pobreza, violencia, son signos habituales que deshumanizan y hacen que una persona no pueda lograr una condición de vida estable y entonces surge el derecho a circular, a movilizarse. 2) Un país tiene derecho a regular sus fronteras y a controlar la inmigración. La pobreza, la miseria y las guerras, siguen. Ante esta realidad los países desarrollados sienten una presión extra ante la “invasión” de pueblos que desean instalarse en sus tierras. Aquí se da el principio de lucha, hay como una fuerza de choque de conceptos, pensamientos, culturas. Una verdad es que las personas tienen derecho a movilizarse y buscar nuevos y mejores rumbos. Ahora los países que reciben a estas personas piensan que con tanta inmigración corre peligro su economía, su vida social. Tenemos que apreciar y valorar la contribución cultural que pueda hacer un inmigrante. Pero hay que trabajar más para que las personas no deban abandonar su propia tierra. 3) Un país debe regular sus fronteras con justicia y misericordia. Algo elemental. Hemos vivido un año Santo Jubilar de la Misericordia. Pero no concluye la misericordia de la Iglesia. Una nación


- A la vez las actitudes de los más pequeños, son signos de abandono y sufrimiento ante la migración. Rebeldía e hiperactivismo son algunas de las formas de exteriorización de los problemas. Los lugares comunes son la escuela y entre las mismas amistades. - En las familias en general, se manifiestan episodios de tristeza y depresiones muy agudas.

En nuestras ciudades, a nivel estado e Iglesia, el tema migratorio es para analizar y ocuparse, ya que preocupa. Y se sienten los efectos del abandono en los niños, adolescentes, familias y todo ámbito social.

Haciendo algunas investigaciones, comprobamos ciertos efectos: - Depresión, llanto, angustia, stress, pánico; es prácticamente nula la conexión familiar que provoca estas sensaciones. - Se descubren los daños emocionales en los niños y adolescentes incluso dentro del ámbito eclesial. En nuestra pastoral misionera, la cual es fortalecida con el trabajo y dedicación de la Infancia y Adolescencia misionera, vemos estos inconvenientes.

- Los más jóvenes viven un mundo imaginario. Están arraigados a sus comunidades de origen, pero está latente la visión del éxito fuera de casa. El pensamiento y la creencia es que “el proyecto de vida se concretará en otro lugar”.

Redemptor Hominis La Carta Encíclica del Papa Juan Pablo II trata sobre el desarrollo de las personas. No es importante “tener” más cosas sino “ser más”. Ser más persona, vivir dignificados, avanzar sobre el dominio de las

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decide que quiere para su pueblo. Que bien sería que esto lo regulemos entre todos los habitantes de nuestros bendecidos suelos. Pero no podemos excluir a los otros. Aquí hay un compromiso cristiano. Debemos entender que tiene que prevalecer la igualdad absoluta de todos los pueblos con el bien común. No podemos dejar de lado el ver la problemática de las familias que están desunidas, ya que es un derecho que las familias vivan unidas.

- Se vive en un mundo de contradicciones. Como ejemplo podemos encontrar familias con cierto poder adquisitivo, sin faltas graves de dinero, pero con ausencia de algunos de los progenitores. Y cuando se da el regreso, siempre factible, surge la confrontación entre dinero y amor. Ante esta realidad, se hecha la culpa al abandono.

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cosas con prudencia y mansedumbre; a la vez de sentirse y ser respetado. Los medios de comunicación fueron avanzando en las últimas décadas a pasos agigantados. Se muestra al hombre oprimido por los medios y hasta como objeto de manipulación. El hombre no puede renunciar a sí mismo y no puede permitirse ser esclavo de las cosas. Lamentamos ver en muchas casos, cierta parte de la civilización con un perfil meramente materialista. Esto condena a la esclavitud.

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La situación del hombre en este tiempo es bastante distante a ser de orden moral. Es una situación de indiferencia en muchas culturas. Sobresale el consumismo que desborda y que es excesivo sobre lo necesario y fundamental ( y esta realidad se ve con frecuencia en sociedades desarrolladas). A la vez, encontramos una gran parte de la humanidad que sufre hambre y pierde la vida por situación de hambruna y enfermedad.

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En algunos casos, la libertad se transforma en libertinaje. El alto consumo no es controlado por la moral y así se limita la libertad de los otros, de los que más sufren. Este es un contraste que lo vemos denunciado en los documentos conciliares, tanto en San Juan XXIII como en el Beato Pablo VI. ( Mater et Magistra nº 418 y Populorum Progressio nº 275 a 299). Contraste que los Pontífices no dudan en comparar con la parábola bíblica del rico epulón y Lázaro ( Lc. 16,19-31). ¿El hombre avanza y crece o es seriamente amenazado?

Que la caridad empiece por casa En carácter de resúmen, vivimos en nuestro continente, en nuestra cultura, muy fuertemente la realidad migratoria y sus consecuencias. El hombre está sometido a ciertas tensiones creadas, incluso, por él mismo. Se tira por la borda lo conseguido en recursos materiales, se compromete el ambiente, se extiende y se intensifica las condiciones de miseria, falta de trabajo, un pobre sistema de salud, falta de educación; estas consecuencias conllevan a la angustia y tristeza, frustración y amargura.

Nos encontramos ante una realidad que no nos puede dejar indiferentes: el hombre trata de sacar el máximo provecho de sus cualidades y por otro lado, va sufriendo daños y ofensas que se proporciona a sí mismo. Tanto desorden lo lleva a perder la dignidad o correr al menos ese riesgo. La tarea solidaria de las naciones o personas con más desarrollo no es un imposible. Hay que buscar instituciones adecuadas y mecanismos válidos para ordenar y sanear la vida de las personas. Hay que buscar una inmediata y justa distribución de los bienes. Es llamativa y a la vez un llamado de atención el del Papa Juan Pablo II que hace en su Exhortación postsinodal “Ecclesia in América”, del año 1999: “el cristiano debe revisar todo lo que pertenece al orden social y a la obtención del bien común” (nº 27). Sin dudas es un desafío a la comodidad y al individualismo. El Señor creó todas las cosas para que las usemos, las disfrutemos; y esto todos por igual (cfr.1 Tim 6,17). Volvemos al principio del tema en cuestión: Se alaban todos los avances concernientes a la ciencia, la tecnología, la salud; pero es lamentable que no todos los hombres tengan acceso fácil a dichos avances. Se vive en nuestras zonas, de forma muy precaria. La inequidad se profundiza. Se lucha por vivir, pero muchas veces de modos poco dignos. Hay una gran brecha, una grieta que se amplía. En estos tiempos de avances, conocimientos, medios de comunicación y locomoción, desarrollos científicos y médicos, seguimos en retroceso. El gran desafío es encontrar modos de inclusión social, competividad, inclusión e igualdad.


Equipo Organizador Neuquén

Argentina en Misión subsidio

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Cada vez estamos más cerca del 5to. Congreso Misionero Nacional, que será en el próximo mes de noviembre en la Diócesis de Neuquén. Seguimos compartiendo este camino preparatorio, para ir descubriendo qué nos pide Jesús en esta nueva oportunidad de crecer y fortalecernos como Iglesia Misionera de Argentina. Continuemos unidos en oración y preparando el corazón para vivir desde ya este 5 t o . C O M I N A

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LEMA del CoMiNa 2017: “Argentina en misión, el Evangelio es alegría” Reflexionamos en esta entrega sobre la primer parte del lema elegido para este nuevo Congreso Misionero.

“Argentina en misión” “Todos los cristianos han sido constituidos misioneros del Evangelio. El discípulo, en efecto, no recibe el don del amor de Dios como un consuelo privado y no está llamado a anunciarse a sí mismo, ni velar los intereses de un negocio, simplemente ha sido tocado y transformado por la alegría de sentirse amado por Dios y no puede guardar esta experiencia solo para sí…” Papa Francisco para jornada de oración para vocaciones del 2017.

Volver sobre la experiencia fundamental de nuestra fe, de nuestro encuentro con Jesús, el misionero del Padre, revestirnos de sus sentimientos de compasión y misericordia ante tanto mal, dolor y muerte, para salir a comunicar y renovar compromiso de ser instrumentos del Reino de Jesús. Si recreamos esa experiencia de amor, vamos sentir a la urgencia de la misión: como lo decía Pablo: “la caridad de Cristo nos urge”2 Co 5,14. La fe y las comunidades eclesiales nacieron de la misión y solo tendrán nuevo dinamismo y vigor si actualizamos la misión entre nosotros. Una misión que supera la instalación, las comodidades, los riesgos, “lo muy planificado” prejuicios, y fronteras. Traspasados por la Caridad de Cristo, -que nos hace percibir tantas voces que piden ayuda; pobrezas, cercanas o lejanas, que claman de corazones solidarios-, aligera nuestros pasos, moviliza nuestras capa-


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cidades y talentos, enfervoriza nuestro corazón para ponernos en camino y dar la vida por los hermanos.

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Oración del CoMiNa 2017 Señor Jesucristo, que nos llamás a ser tus discípulos misioneros,

Estamos llamados a renovar una “primavera de la misión” en nuestra Iglesia Argentina. Somos herederos de un Don que han encarnado y nos han legado infinidad de testigos-misioneros, entre otros el Santo Cura Brochero y la beata Mama Antula. ¡Fueron apasionados misioneros que no se guardaron nada para sí! La caridad de Cristo que sentían en sus vidas los impulsó a salir a los caminos, encontrarse con sus hermanos, regalarles el don que recibieron y encendieron con el amor de Dios muchísimas vidas y ambientes sociales y eclesiales. Siguiendo sus huellas, renovemos el amor afectivo y activo por la misión en nuestra Iglesia. Solo así podremos renovar la alegría y la esperanza en comunidades tristes, cansadas y cerradas en sí mismas.

hacé de nosotros una Argentina en Misión.

Los santos nos acompañan, inspiran y guían, en nuestra marcha y en nuestro anhelo de ser una Iglesia misericordiosa y misionera.

queremos dejarnos guiar para responder como ella:

Vicente Bokalic cm

Nos sabemos hermanos de todos. Ayudanos a ser testigos de tu amor por toda la humanidad. Infundí en nuestras vidas la fuerza de tu Espíritu Santo, que renueve esta pasión por la misión. Que Él nos haga profetas de esperanza frente a la tristeza de la soledad y la indiferencia y anunciadores creíbles de tu Evangelio que es alegría y fraternidad. Confiamos en tu presencia para salir aquí y más allá de las fronteras. Bajo el amparo de tu Madre y Madre nuestra,

libres y disponibles a tu amor. Amén.


Patronos del CoMiNa 2017: Santo Cura Brochero, Beata Mamá Antula, Beato Ceferino Namuncurá y Beata Laura Vicuña. Presentamos dos de ellos:

BEATA “MAMÁ ANTULA” (1730 – 1799 . Fiesta 7 de Marzo):

José Gabriel del Rosario, sacerdote cordobés, nuestro “pastor con olor a oveja”. Un sacerdote que vivió una verdadera pasión por el evangelio que testimonió y transmitió en medio de su pueblo. Sin ingenuidad, pero también sin ceder a lamentos o enfrentamientos estériles se dedicó con empeño y con espíritu constructivo a la maravillosa tarea de la evangelización .De su pasión por el evangelio brotaba también su pasión por sus hermanos y el deseo de brindarles las condiciones de una vida digna. Por eso trabajó incansablemente en la gigantesca y aislada parroquia del Valle de Traslasierra por levantar templos o capillas, la casa de ejercicios espirituales, escuelas y otras obras que aseguraran a todos una existencia que mereciera el título de humana y cristiana. Se entregó por entero a todos, especialmente a los pobres y alejados. Murió de lepra, contagiado por haber estado entre los enfermos. ...Brochero se animó a vivir la misión como estilo de vida, dándose a todos, comprometiéndose con las periferias existenciales.

La beata María Antonia de Paz y Figueroa, conocida por el pueblo como “Mama Antula” nació en en Santiago del Estero. Su formación estuvo marcada especialmente por la práctica de los Padres de la Compañía de Jesús y tomó su posta cuando fueron expulsados de América, entregándose a promover los Ejercicios espirituales ignacianos , además de ayudar a pobres, enfermos, y excluídos. Pese a no ser bien visto por la sociedad, ella continuó con la práctica de piedad, poniendo en riesgo su imagen y su reputación social. Los frutos de los ejercicios eran vividos por la gente que se sumaba a la obra. Recorre incansable las provincias de Santiago del Estero, Jujuy, Salta, La Rioja, Catamarca y Córdoba. Caminó así por el país, atravesando peligros y dificultades, haciendo realidad sus ansias de “andar hasta donde Dios no fuese conocido”. Empujada por este celo sin fronteras, viaja a pide hasta Buenos Aires, en el intento por extender su obra apostólica. Se interesa ante las autoridades eclesiásticas por promover las misiones populares y por la educación de la juventud femenina. Siempre en la línea de la conversión de las personas alejadas de Dios, que fue su atracción máxima. Mamá Antula, mujer firme en el espíritu, madre espiritual del Cura Brochero, transparente en el amor, es una de las perlas criollas de esta tierra que nos invita a ir más allá de las fronteras, con ardor y entrega misionera.

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SANTO “CURA BROCHERO” (18401914 - Fiesta: 16 de Marzo-)

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Perfil del Participante Equipos Diocesanos de Animación Misionera, coordinados por el Dir. Diocesano de OMP y/o Delegados Episcopales de Misiones; todos ellos responsables de la animación misionera en la diócesis, en comunión con su Obispo.

Fecha: 1 de Junio al 15 de Septiembre Costos de Inscripción*

Costos de Inscripción por Familia

El objeto del presente concurso es la composición de la canción que represente la identidad del 5to. Congreso Misionero Nacional.

Hasta 500 km Hasta 1000 km Más de 1000 km

Podrán participar en el concurso cualquier persona física, grupos parroquiales, movimientos de apostolado que, de una manera habitual, tengan relación con cualquier campo de la Pastoral misionera.

*El Mapa con distancias estará en la Web. Se tomará como referencia Localidad del Obispado de cada Diócesis.

Concurso Canción Iglesia Misionera Hoy

Con respecto a la Inscripción

24 La canción deberá asumir la forma de algún género musical. La obra deberá ser original. No serán admitidas traducciones ni adaptaciones. La obra deberá contar con un máximo de cuatro (4) estrofas y el estribillo. Se dejará a libre elección de los autores el tipo de instrumentos y cantidad de los mismos. La fecha límite para la presentación de propuestas es el día 31 de Julio de 2017. Criterios de valoración:El jurado valorará las propuestas bajo los siguientes criterios de valoración: La letra expresa el espíritu del encuentro Calidad interpretativa Vocalización Ritmo, armonía y compás Para ver bases ingresar a: www.comina5.ompargentina.org.ar ó consultas a: congresomisioneronacional@gmail.com

$1500.$1250.$1000.-

2 a 3 integrantes 4 a 5 integrantes 6 a 7 integrantes

Paga 1inscripción Pagan 2 inscripciónes Pagan 3 inscripciónes

Cupos por Diócesis Director Diocesano de Misiones 9 personas por cada Diócesis, (de los diferentes equipos de animación misionera). + 1 Familia Misionera. + 2 Religiosos/as. + 1 Seminarista. + 1 Sacerdote del Clero Diocesano. Invitación a Movimientos por Diócesis. (1 representante y debe estar incluido dentro de los 9 del Equipo). El Director Diocesano de Misiones es el encargado de inscribir y autorizar a los participantes al Congreso. Si no hay Director Diocesano Obispo deberá nombrar referente de Misión para que pueda tener participación esa Diócesis y puedan conformarse los equipos. www.comina5.ompargentina.org.ar congresomisioneronacional@gmail.com


Pbro. Francisco Vallejo

Caridad sacerdotal: una pasión que se hace misión «amen con sinceridad. tengan horror al mal y pasión por el bien» ..

Cristo es manifestación de la misericordia de Dios a través de sus palabras, de sus obras, de sus gestos y acciones. En la Última Cena quiso dejarnos el testamento de su amor, su Cuerpo y su Sangre hechos Pan y Vino, dejando el mandato a los primeros sacerdotes “Hagan esto en memoria mía”. (Lc. 22,19) En nuestra Argentina, los curas tenemos la figura sacerdotal de San José Gabriel del Rosario Brochero, gran modelo de pastor cuyo corazón fue marcado por el apasionado amor de Cristo, muerto y resucitado, que se hace presente en cada Misa, amor que el Cura Brochero quiso vivieran todos los feligreses confiados a su ministerio sacerdotal. Así se expresaba en uno de sus sermones: “… porque entonces, porque justamente entonces es, cuando su amor se acrece, se vigoriza, se agiganta, se rebalsa por todas partes, y se revienta, si puedo expresarme así, y hace entonces un milagro de amor, que puso en admiración y espanto a los mismos ángeles: y este milagro fue, instituir el sacramento de la Eucaristía: porque la hostia consagrada es un milagro de amor: es un prodigio de amor: es una maravilla de amor: es un complemento de amor, y es la prueba más acabada de su amor infinito hacia mí, hacia ustedes; hacia el hombre” (Sermón sobre la Última Cena) El P. Carlos Ponza, expresó en un encuentro de seminaristas en el año 2000: “Brochero no se quedó sentado esperando que sus fieles vinieran a él, sino que salió al encuentro de todos particularmente de los más alejados de la fe. Sus gestos sacerdotales proce-

dían del amor de Cristo Pastor que sale al encuentro del hombre descarriado para conducirlo al Reino … A los que le reprocharon su conducta de llegarse a esa clase de gente, Brochero contestaba: ‘La culpa la tiene Nuestro Señor, que El obró de la misma manera y paraba en la casa de los pecadores para atraerlos a su Reino’.” Podemos ver como un reflejo de lo que ya preocupaba y ocupaba al Beato P. Paolo Manna, fundador de la Pontificia Unión Misional, quien manifestaba: “Todavía hoy, y esto después de dos mil años de cristianismo, centenares de millones de hombres nacen, viven y mueren sin haber conocido el verdadero Dios, sin haberse ocupado de Él ni de su destino eterno.” Hoy también es necesario que arda la pasión del amor sacerdotal de Cristo, para animar a toda la Iglesia, llamada a la Misión, a través de la Cooperación Misionera, inspirada por el fuego del Amor del Espíritu Santo; si cada cristiano, por el bautismo está llamado a ser misionero, ¡Cuánto más lo estaremos los sacerdotes! Como el Santo Cura Brochero tendremos que pensar en su frase “… Si no llevo en mi pecho la caridad, ni a cristiano llego.

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Es imposible apasionarse por el bien sin amar. La Pasión de Cristo, es el testimonio del amor apasionado de Dios por el hombre, por la humanidad, al punto de dar la vida en la Cruz.

(Rom. 12,9).

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Aportes alcancías de la Infancia y Adolescencia Misionera Argentina Aportes en pesos enviados hasta el 31 de diciembre de cada año Arquidiócesis BuenosAires BahíaBlanca Córdoba Corrientes LaPlata Mendoza Mercedes-Luján Paraná Resistencia Rosario Salta SanJuan SantaFe Tucumán

26 Diócesis

2014 450,00 4.875,00 1.600,00 3.612,00 200,00 1.843,75 5.300,75 1.242,00 6.865,00 330,00 2014

2015 4.600,00 600,00 5.600,00 2.400,00 1.950,00 1.500,00 4.600,00 2.000,70 6.888,00 700,00 5.550,00 1.200,00 2015

2016

Var. 2015 /2016

-4.600,00 -600,00 -1.600,00 9.736,25 400,00 1.250,00 -1.500,00 -4.600,00 1.471,30 1.632,00 1.280,00 1.184,25 1.925,00 100,01

Diócesis

Reconquista RíoCuarto 4.000,00 RíoGallegos 9.736,25 S.CarlosB. 2.800,00 SanFrancisco 3.200,00 SanIsidro SanJusto SanLuis 3.472,00 SanMartín 8.520,00 SanMiguel 1.980,00 SanNicolás 1.184,25 SanRafael 7.475,00 SanRoque 1.300,01 SantaRosa SantiagodelE. Var. 2015 Santo Tomé 2016 /2016 VenadoTuerto 5.705,00 2.187,00 Viedma 0,00 VillaMaría 432,85 1.242,85 ZárateCampana 1.400,00 -300,00 800,00 120,00 Prelaturas 6.431,45 3.025,50 -1.900,00 Cafayate 22.400,00 6.900,00 Deán Funes 0,00 Esquel -1.234,75 Humahuaca -1.410,00 Opus Dei 0,00 4.560,00 2.212,00 Eparquías 5.648,00 3.148,00 7.594,15 2.663,30 Armenia 4.330,00 287,00 Maronita 5.420,00 2.309,65 Ucraniana

2014

2015

4.144,95 6.900,00 1.657,00 1.450,00 1.000,00 1.000,00 1.473,00 3.169,85 923,00 1.010,35 1.392,50 3.776,20 2.391,40 600,00 2.265,00 900,00 617,00 4.767,00 671,60 500,00 60,00 1.500,00 2.867,00 4.900,00 772,75 7.740,00

2016 7.034,90

600,00 3.291,05 1.282,50 300,00 1.300,00 4.000,00 1.000,00 400,00

Var. 2015 /2016

0,00 134,90 -1.450,00 -1.000,00 0,00 0,00 -2.569,85 -923,00 1.898,55 -1.108,90 300,00 400,00 -767,00 -500,00 -500,00 400,00 0,00 -1.700,00 260,00 3.866,50

3.518,00 AltoValle 3.200,00 Añatuya 260,00 810,00 Avellaneda-Lanús 11.606,50 670,00 1.700,00 Azul 680,00 Catamarca Var. 2015 2014 2015 2016 1.761,00 3.405,95 C.Rivadavia /2016 1.000,00 1.900,00 Concepción 950,00 -950,00 11.230,00 15.500,00 Concordia 0,00 CruzdelEje 100,00 100,00 0,00 1.234,75 Chascomús 0,00 1.304,40 1.410,00 Formosa 0,00 Goya Var. 2015 2.348,00 Gualeguaychú 2014 2015 2016 /2016 1.000,00 2.500,00 Jujuy 0,00 2.741,45 4.930,85 Laferrere 0,00 1.830,00 4.043,00 LaRioja 2.157,50 3.110,35 LomasdeZ. 0,00 2.455,05 MardelPlata Var. 2015 Ordinariatos 2014 2015 2016 629,00 629,00 611,70 Merlo-Moreno /2016 486,00 400,00 86,00 Castrense 1.023,00 Morón 0,00 3.890,00 4.005,00 7.570,00 3.565,00 Oriental Neuquén 0,00 0,00 NuevedeJulio Var. 2015 3.340,00 -3.340,00 Otros aportes 2014 Oberá 2015 2016 /2016 1.000,00 1.000,00 Colegios Orán 2.675,00 1.130,00 1.130,00 7.485,00 4.510,00 -4.510,00 Particulares Posadas 156,10 800,00 - -800,00 - 1.900,00 1.900,00 PuertoIguazú 3.272,55 3.275,00 6.715,45 3.440,45 Quilmes Var. 15/16 2014 2015 2016 0,00 Totales 92.496,10 139.593,35 163.004,36 23.411,01 Rafaela


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