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Pasión por las motos devoción por el motocross

PPara que las cosas en el mundo de la competición de base funcionen, en la mayoría de las ocasiones, hace falta de gente que viva por y para ello. Más cuando hablamos del motociclismo en general y del nicho crossista en particular, pues no somos tantos los apasionados y estamos hablando de una modalidad tan espectacular como dura en todos los sentidos, entre ellos el factor económico.

Desde hace dos temporadas, junto con la Real Federación Motociclista Española, Jordi Larrégola (Mequinenza, Huesca, 1967) se ha convertido en una de las partes más visibles del equipo Nacional Júnior. Junto a muchas piezas, entre ellas la del alma mater/seleccionador Paco Rico, se ha conformado un puzzle que, a la vez de ser un grupo muy competitivo en pista, es toda una familia. Reforzado ‘en casa’ por su mujer, Pili, e Iván Sanjuan, su mecánico de confianza esta temporada, se encargan de que pilotos de la talla de Gerard Congost, Samuel Nilsson, Marco Alonso, Manuel López, Fran Carbonero y en muchas ocasiones el piloto de Husqvarna España Antonio Gallego cuenten con todo lo necesario para continuar con su crecimiento personal y deportivo… Hablamos con Jordi largo y tendido de porqué y cómo ha llegado hasta aquí.

Buenas Jordi, ¿cuándo comienzas en el mundo de las motos? ¿En tu casa ya había motos de por medio? No, no las había. Empecé porque tenía un vecino que iba con moto de trial y a los 8 años lo probé. A los 16 mi padre me compró una Capra y entonces fui haciendo carreras del Campeonato de Aragón de motocross, después fui a algunas del Campeonato de España, era bastante malo, la verdad. Posteriormente tuve que dejarlo porque al montarme la empresa no podía ni económicamente ni tenía tiempo para dedicarme a las motos. Un día me llama Xavi Galindo, sería en 2009 o 2010, y me dice que quería que volviera con él de mecánico cuando estaba él en Husaberg. Me ‘engañó’, porque me llevó al enduro de verano, de Argentina, y dije, bueno, si las carreras son esto, vengo contigo, pero solo fue esa así. Hice todo el Mundial de Hard Enduro con él, de mecánico. Yo había estudiado electricidad, y la mecánica la conocía porque me gustaba, a la vez que había aprendido también del taller de automoción que tengo. Galindo dejó de correr y seguí cuando Husqvarna ya se la había quedado el grupo KTM. Se construyó de la nada un equipo solo para Hard Enduro con Alfredo Gómez y Graham Jarvis, por lo que empecé a ser también su mecánico.

Y a partir de ahí ya empiezas con el ‘grupo naranja’ en España…

Efectivamente. Después ya empiezo con KTM España a hacer de mecánico en el motocross. Entonces estaba Iker Larrañaga, hice de mecánico para Nil Bussot, Simeó Ubach,… Ya hace mucho tiempo de eso.

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