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KTM Ready To Win
● Miguel Oliveira_@motoGP
La caravana del Mundial de MotoGP desembarcó en la República Checa con el campeonato más abierto e incierto de lo que cualquiera pudiera esperar. Y es ● Alejandro González que no hay un claro favorito para el título y mucho menos para proclamarse vencedor en cada carrera. Esta igualdad también está poniendo en valor a los equipos no oficiales, que están consiguiendo mejores resultados incluso que las motos oficiales. Cada fin de semana es un mundo completamente distinto en el que todo puede pasar. En esta ocasión, Brno se convirtió en el escenario perfecto para que KTM hiciera historia.
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La marca austríaca, que se incorporó a la categoría reina en 2017, ofreció todo un espectáculo en la lucha por la victoria protagonizado por Brad Binder. Pilotos como Fabio Quartararo, Andrea Dovizioso o Maverick Viñales no tuvieron su mejor día, mientras que el rookie sudafricano aprovechó la situación y estaba completamente decidido a conseguir la victoria en su tercera carrera como piloto de MotoGP. KTM consiguió así su primera victoria en la categoría. Binder también se convirtió en el primer sudafricano en ganar en el campeonato y en el primer rookie que gana desde 2013. Sin duda, un fin de semana perfecto que solamente se vio empañado por la caída de Pol Espargaró tras el incidente con Zarco cuando también peleaba por el podio.
Esta victoria no es fruto de la casualidad. Binder realizó una gran actuación, de eso no cabe duda; pero también hay que resaltar dos nombres: Pol Espargaró y Dani Pedrosa. Ambos han llevado a cabo un intenso trabajo para crear una moto competitiva, el primero de ellos como primer piloto del equipo y el segundo como probador. El proyecto de KTM en el campeonato del Mundo ha conseguido grandes resultados en Moto3 y en Moto2 en años anteriores con victorias, podios y campeonatos del Mundo de la mano del Red Bull KTM Ajo. Sin embargo, el primer gran paso para consagrarse se dio al conseguir esta victoria confirmándose así como un proyecto firme y con muchas posibilidades de seguir peleando por las primeras posiciones.
● Brad Binder_@motoGP Tras Brno llegaba Austria, el circuito talismán por excelencia para KTM. El equipo de Mike Leitner llegaba a casa con una motivación insuperable y dos fines de semana por delante. Pol Espargaró pasó de dominar la carrera antes de la bandera roja ocasionada por el accidente de Zarco y Morbidelli a no finalizar la carrera. Sabor agridulce de nuevo para el catalán que volvía a acariciar la victoria, pero finalmente se le escapaba de las manos. En menos de una semana tuvieron una nueva oportunidad. Fue el momento de Pol, que dominó hasta el último momento. En plena lucha por la primera plaza con Jack Miller, Oliveira fue el más listo y se benefició en la última curva ganando la carrera 900 de MotoGP, su primera victoria y la primera del Red Bull KTM Tech3.
Esta última victoria es la mejor muestra, una vez más, de la importancia que las motos satélite y los equipos privados están teniendo desde que arrancó el campeonato. Tras la confirmación de que Marc Márquez no tiene una fecha prevista para regresar, el campeonato continúa sin tener un claro dominador incluso entre las marcas. Los equipos privados están consiguiendo grandes resultados, incluso por delante de los equipos oficiales. La igualdad es este año más notable que nunca, en la que el más regular será el que consiga la ventaja sobre el resto. En el Gran Premio de Styria, las dos primeras posiciones eran de equipos privados (Red Bull KTM Tech3 y Pramac Racing) mientras que la tercera plaza también era de una KTM. Veremos qué ocurre en las próximas citas en Misano y Cataluña.