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¿Cuáles son sus órdenes, Señor Presidente?
¿Cuáles son sus órdenes, Señor Presidente?
Parece como si hubiese pasado más de un año cuando hablamos del 2019. Es como si las arengas de estudiantes, sindicatos, agrupaciones feministas, indígenas, entre otros, se hubiesen escuchado hace décadas. Pero no, fue hace tan solo 12 meses cuando primero se caldeó el ambiente en Ecuador por el subsidio de la gasolina que se quitó, luego Chile con la subida de pasajes del metro y ahí les siguieron el paso Bolivia por corrupción electoral y Colombia con el Paro Nacional. ¿Ya se acordaron? 30
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Pues, como decimos popularmente en Colombia, ese tema murió, al menos por ahora. Llegó el virus que puso en jaque al mundo y eso, irónicamente, le cayó como anillo al dedo a los primeros mandatarios de la región que sudaban la gota fría por el estallido social.
Sí, durante la pandemia siguieron siendo igual de impopulares, pero ese pequeño enemigo fue la excusa perfecta para que los gobiernos le dijeran a su gente:
“no marchen, las aglomeraciones son peligrosas.”
Pero presidentes, si yo fuera alguno de ustedes, estaría preocupado. La pandemia ha sido un desastre para la región: Suramérica caerá en una de las peores recesiones de la historia, si no es la peor, con una contracción del 8,1% del PIB real. De hecho, nos fue bien pues el Fondo Monetario Internacional estimaba que la cifra estaría en -9,4% si la reactivación económica hubiese empezado tan tarde como se esperaba.
El problema es que el crecimiento económico funciona como cuando estamos en un cumpleaños y se daña la torta. Ya no solamente nos toca averiguar cómo repartir la torta en partes iguales, sino que como se nos destruyó una parte, toca darle a cada uno su pedazo más pequeño mientras la arreglamos, horneamos otra o nos compramos una más grande.
Obviamente habrá algunos a los que les irá peor que a otros. Saliendonos de la analogía, son los pobres a los que les toca el pedazo más pequeño, y eso es una bomba de tiempo.
De ahora en adelante cualquier paso en falso puede complicar la gobernabilidad de los presidentes aún más y Perú ya lo demostró en noviembre. En el país
Inca, que extrañamente no fue una caldera hace un año, Vizcarra parecía tener contenta a la gente, hasta que un escándalo de corrupción le estalló en su 65% de favorabilidad y el Congreso lo destituyó. Curiosamente, el agua sucia no le cayó a Vizcarra, sino al legislativo cuando Manuel Merino, presidente del Congreso y senador de un partido opositor, fue nombrado presidente de acuerdo a lo que dice la Constitución de ese país. No hubo Covid que frenara a las multitudes enardecidas en las calles que protestaban contra lo que para muchos fue una toma del poder ilegítima.
Chile, el que salió mejor librado del estallido social desde el punto de vista de los manifestantes, celebra la victoria del Sí a una nueva Carta Magna, pero está aún a la espera de definir quiénes serán los miembros de la Convención Constituyente que la redactarán en 2021. Piñera, mientras tanto, se muestra en desacuerdo con la decisión, cosa que le puede salir muy cara.
En Colombia la situación se siente como una tensa calma.
Los sindicatos siguen marchando buscando revivir el Paro Nacional, pero sin mayor fuerza. Los ánimos se calmaron luego de que Bogotá ardiera en rechazo a la violencia policial. A nivel nacional, el gobierno le apuesta a la recuperación económica, que avanza con una caída del PIB que se proyectaba.
“Pero ojo, el reto grande para Duque viene en el primer trimestre de 2021 con una reforma laboral que ya está anunciada.“
Aún no se sabe a ciencia cierta qué puntos de la legislación laboral tocará, pero el gobierno colombiano se estará enfrentando con un tema políticamente caliente, sobretodo en el segundo país más desigual del mundo que atraviesa una de
sus peores recesiones económicas de la historia. También será en marzo cuando el Gobierno juegue sus últimas cartas políticas en el Congreso y seguramente será el combustible para que la oposición aproveche el costo político que esas decisiones técnicas le implicarán al uribisimo de cara a las elecciones de 2022.
2021 será quizá aún más clave en el manejo de la pandemia para Suramérica que 2020. El pronóstico que se avizora desde ya es que el ejecutivo de cada país tendrá que demostrar si tiene madera para recuperar al país con decisiones que desde lo técnico pueden ser las correctas, pero desde lo político no tanto. Muchas veces el que juega con fuego se quema. Por eso, señores presidentes, ¿cuáles son sus órdenes?
Santiago Guerrero Estudiante de Ciencia Política
Manifestante ondea una bandera frente a la policía antidisturbios en Bogotá, Colombia.
Fuente de las imágenes: Fotos tomadas por Santiago Guerrero
“Si hay olvido, no hay justicia”, era el mensaje que se leía en una de las muchas banderas frente al Palacio de Justicia.
Un ciudadano también se sumó con su propia colección fotográfica para protestar contra la corrupción y el abuso policial en Colombia.