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La izquierda traicionada

14/12/2014 Estos día ha saltado a las portadas de los periódicos chilenos el caso "Carola", a raíz de la detención de una antigua agente de los servicios de inteligencia de Pinochet, la famosa DINA, que se encargó de torturar y asesinar a mansalva, a buena parte de la izquierda

El Caso Carola, es especialmente curioso, ya que ha ganado fama entre la población por la frialdad y el regodeo del personaje, del que se dice que reía a mandíbula batiente, mientras a escasos metros, se desangraba por las torturas alguno de sus camaradas. María Alicia Uribe Gómez, estudiaba en la Universidad y era integrante del equipo de información del MIR, cuando cayó en manos de la DINA en el año 1.974, se integró en la DINA y se jubiló como funcionaria de los servicios de inteligencia del ejército chileno. No es el caso de un momento de debilidad… se pasó a las filas del enemigo para servirle fiel y lealmente, para el resto de su vida, odiando hasta la muerte a sus antiguos camaradas.

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El MIR por aquel entonces ya había exiliado a una parte de sus dirigentes en diversos países de América y España, pero mantenía una dirección nacional en el interior del país, a la que tenía acceso Carola. Poco a poco fueron cayendo uno a uno los integrantes del directorio del MIR en las manos de los torturadores de la DINA. El escritor chileno Arturo Fontaine Talavera, noveliza la vida de estas traiciones, en su obra "La doble vida", por donde discurren varias mujeres que se convirtieron en colaboradoras de los servicios de inteligencia y cuya principal protagonista es Carola.

La traición nace de la falta de confianza en sí mismo

Sobre ella se ha escrito mucho y sobre todo se ha especulado más, ya que se trata de un personaje clave en la desmantelación de una de las principales organizaciones de la resistencia a la dictadura de Pinochet y una torturadora eficiente por cuyas manos pasó buena parte de la resistencia chilena. Arturo Fontaine, pone en boca de la protagonista de su obra una frase reveladora: "Hay algo indigno en el arrepentimiento y el deseo de perdón, algo cristianoide que me molesta. El demonio, incluso en la derrota, sigue siendo fiel a sí mismo y a su propia contradicción."

Este es el sino de los traidores, de los vendidos al enemigo de clase, no arrepentirse jamás de haber vendido a sus camaradas, tal como Judas cuando vendió a su Cristo, a cambio de un puñado de monedas. Los principios son otra cosa, la coherencia un bien inalcanzable, para aquellos que carecen de dignidad y de solidaridad para con sus congéneres…la especie humana y el más elemental de los valores que nos distingue de los animales, la capacidad de conmoverse…la ternura. Y es que los cobardes son inasequibles a la ternura, incapaces de reconocer su miserable condición de necios. Por eso no es extraño leer, ver y escuchar, a algunos desertores del marxismo, acusando a quienes se empeñan en luchar por una sociedad más justa y equilibrada, de cualquier barrabasada, de forma injusta…mintiéndose a sí mismos y sin el menor recato. Es el peaje que pagan por discurrir por las autopistas del Poder, creyéndose que llegarán antes al cielo inexistente.

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