2 minute read

César Molinas (Segunda Parte

10/09/2012 Su artículo "Una teoría de la clase política española" ha causado revuelo en las redes sociales, ha levantado ampollas a la izquierda del PSOE y ha creado más confusión en medio del debate sobre cómo salir de la crisis

Primero, lo que conviene tener en cuenta, es qué ha motivado al autor para construir tal "teoría", a la vez que anuncia la próxima aparición de un libro sobre el tema. La respuesta la encontramos en su manual de referencia, es decir, la obra "Why Nations Fail" (Por qué fracasan las naciones), de Daron Acemoglu y James Robinson, en base a la cual se publica un blog, en el que aparecen las referencias (recortes) con las que los autores han construido el mosaico de su obra.

Advertisement

Si Martha Harnecker nos presenta una visión científica de los conceptos elementales del materialismo histórico, los señores Daron y James, nos cuentan una película de Indiana Jones, en un ligero repaso de las sociedades primitivas y los lugares comunes de las referencias consabidas de la derecha norteamericana al más puro estilo del Tea Party. Su obra está "pensada" fundamentalmente en los países del tercer mundo y los emergentes, basada en el concepto de Estado y administración propias de los gringos, y alejada de la realidad histórica de Europa y el resto del mundo. La extrapolación de esta obra (Why Nations Fail) a España, es de una simpleza que raya el escándalo. Por si mis lectores tiene interés (que seguro lo tendrán) les dejo el enlace con la web de los autores: http://whynationsfail.com/en la cual encontrarán todo tipo de referencias. En resumen, las bases sobre las que se sustenta la supuesta teoría de una mal llamada "clase" política extractiva, son erróneas ya que no se corresponden con la realidad española, europea, e incluso en algunos de sus análisis con las así calificadas en la obra en cuestión. Segundo, El sistema electoral no resuelve de forma significativa el actual reparto o composición de espectro político español, es más un sistema de mayorías de corte gringo, vendría a agravar

el ya injusto sistema ponderado, contestado ampliamente en la calle por movimientos sociales y partidos de muy diversa procedencia. En todo caso, con un sistema mayoritario de corte gringo, en Euskadi, Canarias y Cataluña, los hoy partidos mayoritarios se quedarían sin representación. Presentar como solución a la grave crisis económica y a las consecuencias políticas y colaterales desatadas por la misma, una reforma del sistema electoral, es simplemente un disparate, o una envenenada propuesta de corte derechista, que oculta entre otras cosas la baja participación electoral, la existencia de mecanismos como el referéndum, la abstención o el voto en blanco. Demonizar a los políticos en su conjunto, sin hacer excepciones de ningún tipo, acusándolos de ladrones, depredadores de las arcas del Estado y manirrotos descerebrados es una ofensa al cuerpo electoral que los elige para que les represente, es decir a millones de ciudadanos que votan libremente. Este discurso tecnocrático, de la época del tardofranquismo, y que parecía enterrado, ya lo hemos escuchado hace algunos años, en bocas como la del ex presidiario Mario Conde. Mañana más

This article is from: