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Salvador Allende, fue asesinado por el fascismo chileno

12/09/2012 El fascismo chileno, se ha sacado de la manga un argumento para eludir la responsabilidad del ejercito en la muerte del presidente Salvador Allende

Augusto Pinochet, al frente de las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Carabineros de Chile, se encargó de hacer desaparecer del país a todos aquellos que habían participado de forma directa o indirecta en el proceso democrático emprendido por Salvador Allende y la Unidad Popular. América tenía ante sí, una alternativa pacífica y democrática al socialismo, que fue barrida a sangre y fuego hasta el exterminio a manos de una de las dictaduras militares más cruentas del cono sur, poniendo en marcha la Operación Cóndor, diseñada

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en El Pentágono y desarrollada por las cúpulas militares de Argentina, Chile, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. Esta década, macabra supuso la detención, secuestro, tortura y desaparición de decenas de miles de hombres mujeres y niños, con la única intención de sembrar el terror entre la población. Durante más de 30 años la dictadura militar chilena, construyo un aparato del Estado a su medida, depurado de cualquier mínima sospecha de infidelidad o desviación democrática, el mismo que hoy desmenuza toda clase de mentiras, pretendiendo borrar de la historia las atrocidades de la dictadura. El frustrado intento de procesar a Pinochet, por parte del juez español Baltasar Garzón, se vio frustrado por la muerte del dictador, lo que le permitió descender a los infiernos haciendo creer a sus fieles que ascendía a los cielos.

Tarde o temprano pasa el camión de la basura, para limpiar las páginas de la historia

Nadie serio, se cree que la versión dada por la corte de apelación chilena, nadie sabe a ciencia cierta lo que pasó dentro de La Moneda durante las últimas horas de Salvador Allende, la dirección de entrada y salida de proyectiles se puede establecer tranquilamente, cuando el que va a ser asesinado

está en manos de sus asesinos y el arma resulta ser la suya, punto final. En todo caso, el anuncio sólo persigue lo que ha conseguido: que un diputado fascista intente mancillar la imagen de un hombre de la talla gigantesca de Salvador Allende. Salvador Allende, podía haber negociado su rendición, podía haberse entregado a los golpistas, podía haber salido del país exiliado, como lo hicieron decenas de miles de chilenos. Salvador Allende, murió en el palacio presidencial, defendiendo la legitimidad y cumpliendo el mandato, que le había otorgado el pueblo chileno. No pierdas el tiempo votando esta entrada, también hay hakers fascistas.

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