año 1 número 33 19 de noviembre de 2011
INFORMACIÓN Y ANÁLISIS SOBRE DERECHOS Y JUSTICIA
Un suplemento de
Pobreza ¿Atacar las causas o los efectos? La estigmatización y el negocio detrás de los índices de pobreza y marginalidad. Un tema profundo, con debates históricos no resueltos. Páginas 2, 3, 4, 5, 6 y 7
ABORTO Otra niña murió en Salta por un aborto hecho en malas condiciones. ¿Seguimos mirando para otro lado?
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Páginas 10, 11, 12 y 13
derechos humanos hoy/ pobreza
SOBRE CAUSAS Y EFECTOS
Final del juego Los planes para terminar con la pobreza en el mundo no están dando resultados. Pretender eliminar sin atacar las causas no solo es ineficaz, también es hipócrita. Las dos caras de una misma moneda. SANTIAGO KALINSKY GONZÁLEZ altersantik@gmail.com
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Se está llevando al límite de lo posible la expoliación de los pueblos por parte de los poderosos. Lo que hace décadas (y siglos) se daba de maneras diversas, y mayormente entre sectores internos dentro de cada Nación, al interior de cada grupo humano, hoy se da en todo el planeta teñido del mismo color, siguiendo una misma lógica hegemónica, la lógica del hombre de negocios de maximizar el beneficio empresario, de lograr el mayor retorno posible del capital invertido; sin importar que eso implique la destrucción de los recursos de la naturaleza que hacen posible ese
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beneficio o el holocausto de pueblos enteros. Se sigue acentuando insensiblemente el flujo de riqueza en una misma dirección: desde la generosidad de la Tierra y el esfuerzo de miles de millones de hombres y mujeres de a pie, a las cuentas bancarias de unos pocos señores vestidos con finos trajes y relojes de oro; los mismos que gobiernan los países, los mismos que dirigen los organismos internacionales y los mismos que son gerentes de las grandes corporaciones
multinacionales. Aquellos que, con sus decisiones fundadas en el egoísmo y la ambición desmedida, determinan todos los días nuestro presente, nuestro futuro y el de nuestros hijos. Ante este panorama global, ampliando la mirada en el intento de ver cómo opera el sistema económico en su totalidad, cómo inciden las grandes decisiones en las pequeñas cosas de la vida cotidiana se vuelve nítido que la pobreza no es la cuestión a resolver, pretender eliminarla como se hace hasta ahora sólo implica atacar los efectos y no las causas, nunca alcanzarán los parches, nunca se podrá sacar tanta agua del barco con un balde, antes de eso se h u n d i r á irremediablemente. La pobreza, la cantidad de g e n t e viviendo en ella, seguirá e n aumento en tanto sigan enriqueciéndose obscenamente ese puñado de privilegiados. Es la desigualdad el origen
del problema, la causa que lo origina, y sobre lo que debe trabajarse. La brecha de ingresos entre el veinte por ciento más rico de la población mundial y el veinte por ciento más pobre sigue en aumento; pasó de ser de treinta veces en 1960 a 74 veces en 1997, y hoy es todavía mayor. Demasiado tiempo Sólo en el intento sincero y altruista de reducir sensiblemente esa brecha es que se podrá sacar de la vida indigna a una humanidad entera que no sólo lo reclama, sino que también lo merece porque así está escrito, así fue consensuado por los Estados Nacionales, en las distintas declaraciones de Derechos Humanos, en cuyas páginas desde hace décadas se vienen derrochando párrafos hasta hoy vacíos de contenido. Hace demasiado tiempo que buena parte de los pueblos del mundo, con su sudor y su sangre, vienen sosteniendo el opíparo modo de vida de aquellos privilegiados que no padecen carencias materiales. Por más que se lo siga estrujando, el trapo
derechos humanos hoy/ pobreza
La brecha
entre el veinte por ciento más rico de la población mundial y el veinte por ciento más pobre aumenta de ingresos
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húmedo no goteará por siempre. Muchos ya sabemos que no somos trapo y no estamos dispuestos a regalar una gota más de vida a la nada. En América, y también en muchas otras partes del planeta, se hacen más claros los hilos de la dominación y se consolida la resistencia al abuso. Y este proceso no puede detenerse ya, ni siquiera con el uso de la bruta fuerza. De forma irreversible, por todos lados, se multiplican, se comunican, y reúnen estas voluntades. No pueden matarnos a todos.
Pobrecito, y sos un número COLECTIVO EDITORIAL OTROS TERRITORIOS
/otros territorios otrosterritorios@yahoo.com.ar otros territorios información y análisis sobre derechos y justicia
año 1 • número 33 19 de noviembre de 2011
Suplemento de Nuevo Diario Producción: Colectivo editorial Otrosterritorios Colaboradores: Elena Corvalán, Florencia Lance, Eloy López, Andrea Fernández, Santiago Kalinsky González, Graciela Abutt Carol, Marisa Vásquez, Alba Silva Corrección: Marita Couto Arte de tapa: Roly Arias Ilustraciones: Roly Arias Fotografías: Andrea Fernández Comercialización: Norberto Barbieri (0387) 154130084
Pobrecito y sos un número. Pobrecito y estás en una lista. Pobrecito: vos no tenés, no llegás, no podés, no alcanzás. Y así, puesto como pobre, llamado como pobre, sos mercadería de consumo, posibilidad de proyecto, insumo de financiamiento. Pobre para que otros ganen plata diagnosticando tu pobreza. Pobre para recibir planes o bolsones o limosnas o migajas. Pobre, incluso, para que otro te empodere, te organice, te proponga, te diga: sos pobre. Pobre te hace un sistema que necesita clasificar, ordenar y estigmatizar. Un sistema que propone administrar la miseria, combatir la pobreza. ¿Cuántas veces escuchamos
ya eso de combatir la pobreza? ¿Cuándo llegará el momento, otra vez aquel momento, de combatir la riqueza? De atacar las causas, de mirar más hondo. De pensar más cerca. Porque Juan y María y Pedro y Cacho y Jacinto y Margarita tienen nombre. Y también un apellido. No son solo pobres. Son Juan, María, Pedro, Cacho, Jacinto y Margarita. Ellos tienen proyectos, ideas, ganas de reír, de llorar, de pensar, de comer, de escribir poesía. No están esperando un proyecto que combata su miseria, o que los empodere o los estigmatice. Juan y María y Pedro y Cacho y Jacinto y Margarita están vivos. Y darán su respuesta. otrosterritorios / 3
derechos humanos hoy/ pobreza
POBREZA PARA MUCHOS, NEGOCIO PARA POCOS
A pesar de todo, aumenta... Desde ámbitos políticos y académicos, tanto nacionales como internacionales, se establecen diversos indicadores que permiten conocer la situación de la población en relación a la pobreza. Y, a partir de allí, se definen políticas para luchar contra ella. ¿Es el único camino? SANTIAGO KALINSKY GONZÁLEZ altersantik@gmail.com
El Banco Mundial, por ejemplo, establece el umbral de pobreza para aquellas personas que viven con menos de dos dólares diarios. En Argentina, el INDEC calcula el valor de la canasta básica familiar, y aquellas familias cuyo ingreso no alcanza a ese valor son consideradas, entonces, bajo la línea de pobreza. También en nuestro país se utiliza el concepto de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) como indicador de la insuficiencia en la calidad de vida, cuyos datos se recogen en los censos y tiene que ver con las características de la vivienda, los ingresos familiares y el acceso a educación. En definitiva, múltiples maneras de clasificar a la población como pobre o no pobre. A partir de ahí, los organismos internacionales y los gobiernos nacionales, entre muchas otras organizaciones, encaran la famosa lucha contra la pobreza. El mundo está lleno de instituciones que la estudian y emprenden acciones en su afán de eliminarla o, al menos, reducirla. Incluso el Banco Mundial tiene como lema “trabajamos por un mundo sin pobreza”. Existe una dependencia muy importante de la ONU dedicada exclusivamente a trabajar estos temas, es el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo). Universidades y organizaciones no gubernamentales de todo el mundo se dedican a investigar minuciosamente la situación de la pobreza en distintos países y comunidades y luego diseñan e implementan proyectos para 4 / otrosterritorios
reducirla. Muhammad Yunus, un economista de Bangladesh, recibió un Nobel de la Paz por inventar y difundir un sistema de microcréditos dirigido a sacar a las familias de la pobreza, escribió un libro que relata estos hechos con el ambicioso título: “Hacia un mundo sin pobreza”. Incluso, los países más ricos del planeta, agrupados en la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) se obligaron a sí mismos a destinar un porcentaje de sus ingresos a aliviar los males de los países pobres bajo el pomposo nombre de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria. El porcentaje es mínimo y, de hecho, la mayoría de los países no cumple en su totalidad con el compromiso asumido. De cualquier manera parece difícil explicar por qué, a pesar de eso, sigue en aumento la cantidad (y el porcentaje también) de la población mundial que se ve expulsada de la posibilidad de llevar una vida digna: no cuenta con una vivienda o un terreno para construirla, no puede satisfacer sus necesidades de alimentación, no recibe educación, se muere por causa de enfermedades que podrían evitarse tan solo con contar con una fuente de agua segura o con un tratamiento adecuado de los desechos cloacales. Organismos internacionales como la Organización Mundial de Comercio, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial ejercen dominación sobre los países más débiles en beneficio de los países ricos y las corporaciones multinacionales.
Gracias a la deuda externa, que en muchos casos fue contraída por gobiernos ilegítimos y sus socios empresarios, los obligaron a implementar las políticas neoliberales del Consenso de Washington. Así destruyeron el Estado y su función primaria de protector y garante del pueblo, imponiendo también políticas de saqueo a través de los tratados de libre comercio. Se contribuyó así a incrementar la desigualdad y la pobreza. La pobreza como negocio Ocurre que, en realidad, se destinan muchos más recursos de los Estados, de capitales privados y de organismos internacionales en acciones que provocan la pobreza que lo que después se “invierte” para intentar paliarla. No se trabaja en resolver sus causas sino que solamente se combaten sus efectos. Grandes cantidades de esos recursos se van en sueldos y otros gastos burocráticos, pagados a “expertos” que tienen la tarea de analizar la realidad para, luego, diseñar y ejecutar esos proyectos para combatir la pobreza. El caso de los microcréditos, por ejemplo, desprende un aroma a ardid, por más buena intenciones que haya tenido Yunus. Es impensable que con créditos de cien dólares otorgados a una porción mínima de los océanos de necesitados, se pueda eliminar la pobreza o siquiera arrimarse a ello. Son limosnas con sensación de autosuficiencia, asistencialismo insuficiente disfrazado de empoderamiento. Además, el mercado
derechos humanos hoy/ pobreza de los microcréditos está siendo concentrado también por grandes empresas. Se sigue imponiendo la lógica del mundo de los negocios que termina sirviendo a una mayor acumulación y concentración de la riqueza. Los proyectos de cooperación y la ayuda humanitaria se vuelven necesarios por las acciones destructivas de países poderosos y corporaciones multinacionales que arrasan con el modo de vida y las posibilidades de subsistencia de naciones enteras. Todas ellas son falsas herramientas para lograr la equidad declamada, para “eliminar la pobreza”. No son fuegos que transforman, como aquellos que cocinan los alimentos haciéndolos seguros o los que convierten a los productos de la naturaleza en elementos útiles para la producción y la vida, como sucede con el templado del acero o la cocción de la arcilla. Son fastuosos fuegos que sólo se alimentan y consumen a sí mismos; recursos desperdiciados, promocionados grandilocuentemente como la generosa y abnegada salvación del mundo.
redistribución de los sectores más ricos a los de menores ingresos; y por qué no el impuesto internacional a las transacciones financieras (conocido como Tasa Tobin), cuya recaudación se destine a las naciones más desfavorecidas.
No son fuegos que transforman, como aquellos que cocinan los alimentos haciéndolos seguros... Son fastuosos fuegos que sólo se alimentan y consumen a sí mismos: recursos desperdiciados
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Atacar las causas Hace falta cambiar el enfoque. Tener una lógica distinta a la del negocio, que respete la voluntad y el modo de vida de los pueblos, que no fuerce a la gente a formar parte del mercado como condición necesaria de existencia, ni como consumidor ni como proveedor, y que lo hagan en la medida que así lo consideren conveniente de acuerdo a sus aspiraciones materiales y espirituales. Para esto es primordial respetar sus territorios y priorizar para ellos el uso de los recursos que contienen, privilegiando la conservación de ese capital natural en todas sus formas: agua, aire, suelo, bosques, animales y plantas. También se requiere implementar sistemas de impuestos progresivos, que generan verdadera otrosterritorios / 5
derechos humanos hoy/ pobreza
ESTADÍSTICAS Y DATOS QUE ESTIGMATIZAN
Las penas son de nosotros La pobreza es un tema delicado, de fino y largo camino. Estadísticas y datos que no permiten conocer en profundida dónde está la riqueza y, sobre todo, quién se queda con ella. ELOY LÓPEZ eloylopez5@hotmail.com
Tú no puedes comprar la lluvia, tú no puedes comprar el calor
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Recuerdo que mi mamita me decía que la pobreza había que llevarla con dignidad y con limpieza. En esos momentos, no la entendía bien, porque estaba enojado por algo que le había pedido y no habría podido o querido comprar. Seguramente porque no me hacía falta o porque no era prioritario para mi crecimiento. De más grande, andando por la vida en montes, lugares rurales o semiurbanos, entendí lo que mi mamita me había querido decir. La pobreza es un concepto de calificación cultural y
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social, que se impone desde algún lugar estadístico. Te tabulan en algunas planillas que a posteriori te da derecho (o no) a acceder a beneficios o a algunos subsidios. Y así el circuito se establece. Los discursos armaditos y las justificaciones en las plataformas eleccionarias flamean la pobreza de todo un país para conseguir un lugar de decisión (y de poder). Lo que sigue es un aporte para reconsiderar el lugar pre-asignado por la estadística, para seguir discutiendo la
dignidad más allá de la pobreza, en contraposición de otros que necesitan ser ricos de cualquier manera. La estadística siempre justifica Si en una cena de cuatro personas hay un kilo de carne, para la estadística cada uno comió 250 gramos. No se aclara si alguno dejó el plato, o no le gusta la carne, u otro obligó a uno a no comer su parte para llenar el suyo. La estadística es tremendamente fría. De esta manera, la pobreza ha quedado
derechos humanos hoy/ pobreza tabulada en números y los coeficientes en algunos lugares son peores que otros según como se vea. Pero, ¿quién define la pobreza? ¿Cómo es la pobreza? ¿Quién define la precariedad o la marginalidad de los lugares y sus gentes? Cantidad de veces he escuchado, en reuniones y reportajes, a personas que viven en esos lugares de pobreza preasignada. Ellos hablan de la riqueza de sus organizaciones de base, de sus paisajes, de lo maravilloso de su cultura y de sus creencias. Y, sobre todo, de lo importante que es valorar esto para que los jóvenes no se vayan de esos lugares en donde se pueden desarrollar. También hablan de los abusos a que son sometidos por los que tienen poder y que los envían hacia una pobreza o marginalidad que los seca de sus talentos y de sus costumbres. Las preguntas que caben, a esta altura del escrito, y teniendo en cuenta la estadística como elemento justificativo de cómo tomar y determinar mediciones de pobreza son: ¿el objetivo de la medición de un tipo de pobreza es solo clasificarla en discursos o combatirla en acciones? ¿Vivir en relación y tradición cultural con su lugar determina pobreza o marginalidad? ¿Para quién? ¿Y la dignidad de estos grupos es tenida en cuenta en las estadísticas? ¿Por qué la estadística define pobres originarios y campesinos en un lugar donde a su vez también define riqueza en cuestiones ambientales y agropecuarias? Un caso concreto El Chaco salteño es un lugar lleno de complejidades y de posibilidades de análisis para lo que plantean estas letras. Según las estadísticas, este espacio de subsistencia presenta tres parámetros distintos de medición en relación con lo que se conceptualiza como pobreza. Por un lado, la cuestión productiva: tiene la mayor cantidad de superficie plantada en el territorio de
la provincia, y cerca del 50 por ciento se destina a la producción de soja. Por otro lado, las necesidades básicas insatisfechas del Chaco salteño son las más altas de la provincia, según datos oficiales. Los datos, al mismo tiempo, tremendos y contradictorios si tenemos en cuenta los valores económicos arriba apuntados en base a la producción de soja. En algunos municipios de esa zona, de cada cien personas, 55 no tienen acceso al agua potable, a sistemas de saneamiento o presenta condiciones de vivienda inadecuadas para su grupo familiar, hacinamiento, indigencia y niños de entre siete y once años que no asisten a la escuela. Finalmente, el Chaco salteño también es clasificado por su riqueza ambiental, y se destacan en él selvas de palo blanco y palo amarillo y una conectividad de bosques entre las Yungas y el Chaco. Estos montes tienen capacidad de producción de servicios ambientales como la regulación hídrica (aporte de agua a las comunidades vecinas) y su riqueza se comprueba con la presencia de aproximadamente 55 especies de mamíferos, 240 de aves y unas trescientas entidades de vegetales superiores. A partir de estas tres perspectivas, los parámetros establecidos para las mediciones de pobreza ¿tienen en cuenta variables particulares o generales? Pareciera reflejarse una
falta de coherencia en la conclusión de la medición de este caso y de otros tantos parecidos. No sólo las personas del Chaco salteño se encuentran lejos o exentos de los ricos montos recaudados por la soja. Los municipios también son muy frágiles, también son pobres (esto se refleja en el exiguo monto de recaudación). Los regímenes de promoción a las inversiones de la provincia permiten que la mayoría de las actividades económicas, sobre todo las más grandes, puedan estar exentas de tributos. Leyes de promoción que obligan a que los municipios eximan de impuestos a estas actividades. Organismos locales empobrecidos, altos índices de necesidades insatisfechas, ambiente rico y generador de servicios ambientales –como el agua por ejemplo– para productores ricos. Esta pobreza es tendenciosa. ¿A quienes les convienen estos índices? ¿Quiénes recaudan con estos conceptos de pobreza? Innumerables fondos para combatirla en forma de proyectos que pocas veces se hacen realidad. Una realidad lejana de la dignidad que propone cambios en la estructura social. Evidentemente a alguien le está sirviendo que haya pobres pre-asignados sin tener en cuenta sus situaciones cotidianas y sus verdaderas necesidades para valorizar su riqueza local.
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derechos humanos hoy/ arte y política
SEMINARIO POÉTICAS/POLÍTICAS
Por más gente que haga arte El espacio estuvo a cargo de la historiadora e investigadora Ana Longoni. Se realizó un recorrido por una serie de experiencias de articulación que tuvieron lugar en Argentina dese la década del 60. En esta charla con Otros territorios nos propuso un recorrido histórico para repensar el arte y la política hoy. ANDREA FERNÁNDEZ dreilazuli@hotmail.com
Habitualmente se entiende el lazo entre arte y política a partir de la fórmula: arte político. Ana Longoni nos explica que hablar de arte político limita a la cuestión política a un mero adjetivo, que califica a una zona, a un territorio del arte dentro del arte y que a ella le interesa pensar en otro tipo de vínculos e intersecciones entre esos dos territorios que la modernidad ha vuelto autónomos (o aparentemente autónomos). Nos señala que su trabajo parte de pensar en la capacidad de algunas prácticas, de algunas experiencias, de poner en tensión los límites entre esas dos esferas; de buscar modos de desbordamientos, de intersecciones, de puentes que de golpe vuelvan problemática justamente a la autonomía de esa esfera, que la problematicen, que la redefinan, que produzcan un estremecimiento en la convención que tenemos de lo que se entiende por arte y también en lo que se entiende por política. Empezó trabajando sobre los años 60 y la relación entre vanguardias artísticas y vanguardias políticas y 8 / otrosterritorios
particularmente sobre el año 68, que fue un año muy intenso, con un itinerario de definiciones y de acciones de un grupo de artistas de vanguardia de Rosario y Buenos Aires, por lo que ellos llamaban una nueva estética; entendían sus modos de hacer artístico dentro de un proceso de cambio revolucionario. Luego investigó los primeros años de la década del 70, que fueron años en los que la violencia tomó la calle, la violencia estaba presente como una dimensión de la política cotidiana. Aquí aparecen artistas que plantearon ocupar espacios institucionales dentro del circuito artístico para provocar algún tipo de resonancia o eco de las denuncias políticas en esos espacios más preservados del mundo artístico. El golpe de Estado del 76 fue sin duda un corte muy fuerte de este tipo de expectativas de parte de los artistas pero, sin embargo, contra el sentido común que piensa que durante esos años de terror la sociedad quedó paralizada y no hizo nada, también se encuentran experiencias bastante radicalizadas y muy poco conocidas de grupos de jóvenes que decidieron experimentar
en arte para generar lo que Ana Longoni llama “espacios de libertad en medio del terror”. En este sentido investiga la experiencia del grupo Cucaño, de Rosario, el TIT de Buenos Aires, y el grupo Gaspar/Capataco, también de Buenos Aires. Eran jóvenes que entendían el arte como un modo de hacer política, y no era cualquier arte, sino un arte que se declaraba anti representacional, un arte que quería ser un arte revolucionario, dicho en estos términos por ellos mismos, un arte que tenía como lema “Por menos artistas y más gente que haga arte”, con la idea de que cualquiera puede contar con esas herramientas para transformar su vida y la vida de los otros a partir del arte. Ha investigado también las prácticas creativas del movimiento de derechos humanos en Argentina, los modos de representación que encontró el liderado por las Madres de Plaza de Mayo para dar visibilidad a los desaparecidos, que eran evidentemente negados por el discurso oficial (recordemos la frase de Videla diciendo: “los desaparecidos no existen”). En esta
arte y política /derechos humanos hoy
“
ANDREA FERNÁNDEZ
En los últimos años se ha dado también una revitalización muy fuerte de ciertas prácticas que yo llamo de activismo artístico en la Argentina y también en otras partes del mundo y que se vinculan con la creencia de que este tipo de recursos son indisociables de los nuevos modos de hacer política, de los nuevos sujetos políticos, para darles visibilidad, para darles identidad, para darle contundencia a la protesta...
”
etapa ella señala dos grandes matrices de representación de los desaparecidos: una tiene que ver con la silueta y también con el uso de máscaras, con el uso de la huella de la mano y la otra se vincula con el uso de la fotografía. Por un lado la madre, el familiar que porta la foto de su ser querido desaparecido, está insistiendo en la biografía previa al secuestro, en el hecho de que esa persona negada tenía un rostro, tiene una familia que lo busca, tenía una biografía, una vida previa. En cambio la silueta más bien insiste en la ausencia, en el hecho de que esa persona ya no está, en el acontecimiento que se inicia a partir del secuestro. Son dos énfasis distintos sobre la misma cuestión. “En los últimos años se ha dado también como una revitalización muy fuerte de ciertas prácticas que yo llamo de activismo artístico en la Argentina y también en otras partes del mundo y que se vinculan, me parece, con la creencia cada vez más extendida de que este tipo de recursos son indisociables de los nuevos modos de hacer política, de los nuevos sujetos políticos, para
darles visibilidad, para darles aparecieron infinidad de grupos de identidad, para darle contundencia a artistas en todo el país que en muchos casos adoptaron la forma asamblearia la protesta” nos dice Ana. o se sumaron a asambleas barrial o, su autonomía, Política y dimensión simbólica manteniendo Desde mitad de la década de los participaron muy activamente en la noventa han emergido con mucha protesta, dándole un “color” y una vitalidad este tipo de agrupaciones: forma nueva. De esa ebullición hoy artistas que trabajan en la calle, que quedan grupos que todavía trabajan trabajan vinculados a los y también queda como legado un movimientos sociales, a las fábricas modo de hacer política distinta. “Me recuperadas, a las asambleas pero parece difícil que hoy en día alguien también muchas veces surgen de la se plantee hacer política en Argentina protesta, sin necesidad alguna de que sin tener en cuenta esta dimensión haya un artista allí que genere este simbólica, que antes por ahí no tipo de recursos; las herramientas se entraba en el repertorio de recursos” han socializado y hay más gente opina Ana. También nos comenta que aunque haciendo arte. El primer acontecimiento en esta es evidente que en los últimos años el saga es claramente el nacimiento de arte contemporáneo ocupa un lugar H.I.J.O.S. en el año 96, en el que preponderante como motor de tuvieron mucho que ver algunos acumulación de capital (el museo grupos de artistas como el GAC aparece vinculado al turismo y el arte (Grupo de Arte Callejero) y Etcétera, contemporáneo funciona como que le dieron identidad a ese tipo de alimento de la maquinaria del prácticas del movimiento de capitalismo cognitivo-cultura) a pesar derechos humanos de escrachar las de esta dominancia, hay prácticas que casas de los represores y denunciar intentan, no solo escabullirse sino la impunidad en medio de la década contraponerse a esa lógica para menemista. Y después el entorno de generar otro modo de practicar y la crisis de fines del 2001 cuando entender el arte. otrosterritorios / 9
derechos humanos hoy/ aborto
UNA NIÑA DE TRECE AÑOS MURIÓ ESTE MES COMO CONSECUENCIA DE UN ABORTO
Ni una más Una muerte que intepela al Estado, comprendido éste como gobierno y sociedad, por lo que se debió, se debe, hacer y no se hizo para evitar casos como este. MARISA VÁSQUEZ
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El 8 de noviembre llegó – derivada de una clínica privada– al Hospital Materno Infantil una niña de trece años con un cuadro de infección grave producido por un aborto; a la niña se le extirpó el útero, pero falleció por un shock séptico. Hay una investigación judicial en curso y variadas versiones acerca del suceso; declaraciones de la médica que la atendió en la clínica y decidió su derivación; del gerente del hospital Materno Infantil, Martín de la Arena; y lo que publican los medios de comunicación.
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Este es el relato de un suceso que en estos días conmueve a Salta; el hecho nos enfrenta con la idea de niñez, a menudo edulcorada y significada como una etapa idílica; y nos confronta como sociedad por todo lo que debimos hacer y no hicimos, por acción u omisión. Este caso, interpela al Estado, en cuanto a las acciones que debió y debe realizar para evitar estas muertes de mujeres; y en este sentido, bastaría sólo con cumplir las leyes provinciales 7311 “de sexualidad responsable”; 7546 “de educación”, los
Tratados Internacionales con rango constitucional como la “Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer”, ley 23179; la “Convención sobre los Derechos del Niño”, ley 23849, por mencionar algunos marcos normativos. Si se cumplieran cabalmente las leyes, ¿se hubiera evitado esta muerte? No lo sabemos; lo que sí se puede afirmar es que somos responsables de la vida de nuestras niñas y, en este caso, responsables por la muerte de una de ellas. Educación sexual integral Si en las escuelas se brindara educación sexual integral (como lo establece la ley); nuestras/os niñas/ os y adolescentes contarían con la información imprescindible para su propia protección y del/ la otro/a; si
el sistema de salud contara con espacios de difusión, consejería y provisión de métodos anticonceptivos, si viviéramos en una provincia realmente preocupada por la salud, la vida y la dignidad de las personas, otra sería la historia y, quizás, otras hubieran sido las declaraciones del secretario de Servicios de Salud, doctor Sergio López Alcobendas, quien informó que en el Hospital Materno Infantil se atienden alrededor de seis abortos diarios; es decir, seis mujeres en riesgo por prácticas clandestinas realizadas –muchas veces en condiciones de insalubridad– y por las cuales muchas de estas mujeres mueren a pesar de la atención en el hospital. La única verdad La realidad impone su peso; en el siglo XXI las mujeres en Salta mueren por causas evitables, y mueren por una cadena de hechos que comienzan con la falta de educación sexual i n t e g r a l
derechos humanos hoy/ aborto
...las mujeres en Salta siguen muriendo
por abortos; en una cadena de vulneración de derechos que como sociedad debiéramos repudiar así como exigir que se cumplan leyes traicionadas por la política y la indiferencia social desde la niñez, sigue con la dificultad en el acceso a la información y los métodos anticonceptivos y culmina en la brutal violencia de negar derechos, que son humanos. Hay casos en que el aborto es no punible, como lo establece el artículo 86 del Código Penal, pero en vista de un cercano antecedente, es lícito dudar que el hospital hubiera atendido esta demanda (en marzo de este año se conoció que el Hospital Materno Infantil negó el aborto a una niña de trece años violada, a pesar de la resolución de la jueza Mercedes Marcuzzi dando lugar a la intervención). Lo concreto es que las mujeres en Salta siguen muriendo por abortos; en una cadena de vulneración
de derechos que como sociedad debiéramos repudiar así como exigir que se cumplan leyes traicionadas por la política y la indiferencia social, si creemos en la vida y queremos defender la dignidad de las mujeres. Hay que seguir desenmascarando los discursos hipócritas de quienes usan falsamente el argumento de la “defensa de la vida” como coartada para seguir siendo árbitros de una sexualidad condicionada por los prejuicios religiosos, prejuicios que avalan con el silencio estas muertes concretas, fruto de una tradición de oposición a la educación sexual, actualmente disfrazada con una supuesta “aprobación”
que pierde su sentido cuando se explica que debe ser “moralmente aceptable” desde sus particulares creencias. Aún así, lo más grave no son estos grupos integristas, sino el Estado, ausente a la hora de concretar y hacer cumplir políticas públicas que aseguren educación sexual integral. Un Estado cómplice de violencia institucional que condiciona la autonomía de las mujeres y las condena a la violencia. Una realidad que nos obliga a tomar conciencia a partir de un imperativo auténticamente moral: que no haya más muertes como estas. Ni una más.
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derechos humanos hoy/ aborto
DESPENALIZACIÓN Y EDUCACIÓN
Desigualidad y muerte En nuestro país la estadística marca que al menos cien mujeres mueren por año por abortos mal hechos. ¿Qué podemos hacer para resolver el problema de los embarazos no deseados? GRACIELA ABUTT CAROL* gracielaabutt@hotmail.com
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Es curiosa y alarmante la dificultad que nuestra sociedad encuentra para resolver los embarazos no deseados, ya sea que estos resulten de relaciones consentidas entre personas libres e informadas, o se generen por la desigual manera en que se configura la relación entre géneros, por violencia física o moral, falta de educación e información, entre otras causas.
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La tragedia de la niña salteña de trece años que murió por un aborto clandestino desnuda varias dimensiones de un mismo problema: la ineficacia del sistema de salud, sobre todo en cuanto a los derechos sexuales y reproductivos se refiere, la falta de información traducida en ausencia de políticas públicas y de campañas de difusión, la errática educación sexual en las escuelas reemplazada por la obligatoriedad de la e d u c a c i ó n religiosa, la
deficiente regulación por parte del Estado, tanto nacional como provincial, en el tema del aborto no punible, la ominosa negligencia de las autoridades y la deficiente capacitación de las/los operadas/es sanitarias/os. Señala además, la ineficacia absoluta de la ley que sanciona el aborto y, por ende, la imperiosa necesidad de su despenalización. Esta muerte se produce en el contexto de que, como se sabe, aun no se reglamentó la Ley de Sexualidad Responsable (Ley 7311) en la provincia de Salta, lo que implica que no se implementaron las consejerías en salud sexual y reproductiva en los centros de salud, la información que se provee es escasa, y en muchos casos, inexistente. La provisión de contraceptivos es d e s i g u a l , dependiendo de la capacitación del personal y de la (poca) eficiencia de los canales de distribución. En líneas generales, en algunas
instituciones no se entregan los anticonceptivos, y tampoco se difunde que están a disposición. En algunos establecimientos, se rehusan a entregarlos y a informar, o se informa de manera tendenciosa. En suma, el sistema de salud salteño, no genera ni ofrece la información necesaria, adecuada y oportuna con respecto a la sexualidad y reproducción, lo que lo constituye en cómplice por omisión, cuando no verdugo, de cada uno de estos episodios. Un problema de salud pública Según estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación, mueren cada año más de cien mujeres por causas relacionadas a abortos inseguros. Las cifras indican que estamos al frente de un problema de salud pública. Y ese es un aspecto ineludible del análisis que no debe ceder ante consideraciones religiosas ni morales. De estos casos, muchos pueden ser encuadrados como abortos no punibles. Los abortos no punibles son un conjunto de supuestos d e s p e n a l i z a d o s , incorporados en el artículo 86 del código penal desde
derechos humanos hoy/ aborto / religión 1922, que habilitan a las mujeres a optar por interrumpir su embarazo cuando existe un peligro para la vida, la salud, en caso de violación, o en caso de embarazo de mujer con discapacidad mental. Para estos supuestos, la provincia de Salta no dictó un protocolo de atención, ni adhirió a la guía de atención nacional. Es claro que la penalización del aborto no soluciona el problema del embarazo no deseado. En cambio, sí es eficaz para arrojar a las mujeres a la clandestinidad, para marcar desigualdades sociales y económicas, para generar daños en los cuerpos y, como en este caso, la muerte. También es eficaz para subrayar la asimetría en las relaciones de poder entre los géneros, ya que las decisiones sobre el propio cuerpo de las mujeres están condicionadas por la vigencia de leyes penales. Todo esto muestra que el Estado no cumple con su deber de garantizar, ni aun mínimamente, el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, la seguridad física y la integridad sexual de las mujeres, adolescentes y niñas. ¿Con qué legitimidad podría luego, ese mismo Estado, perseguir penalmente a las mujeres que desean interrumpir su embarazo no desado?
EL LIBRO CINCO CURAS SE PRESENTA EN SALTA
Confesiones silenciadas El viernes 25 de noviembre los autores vendrán a Salta a presentar su polémico libro. Una posibilidad de conocer a sus protagonistas y de escuchar otras voces.
Nicolás Alessio, Lucio Olmos, Horacio Fábregas, Elvio Alberione y Adrián Vitali cuentan, en este libro, lo que nadie jamás contó sobre la Iglesia. Tienen en común su pertenencia a la provincia de Córdoba, su temprana adscripción a la Iglesia Católica y su resistencia a aceptar los dogmatismos del clero. A pesar de sus edades diversas y sus enfoques distintos sobre cómo afrontar la compleja vida pastoral, todos coinciden en que debe revisarse la relación entre la Iglesia y la sociedad. Adrián Vitali conoció a una mujer en su parroquia y se enamoró. Ella quedó embarazada. El arzobispo le “ofertó” mandarlo a otro destino y que la Iglesia se hiciera cargo de la manutenció n del bebé si renunciaba a su paternidad. Nicolás Alessio cuenta los entretelones de su expulsión de la parroquia por apoyar el matrimonio igualitario (la discusión con el arzobispo Nuñez es uno de los puntos centrales del libro). Horacio Fábregas revela cómo una monja decía a los seminaristas que la Virgen besaba en su nombre. Lucio Olmos descubre el *Abogada de derechos humanos sistema de financiamiento
de los curas párrocos y relata la persecución que sufrieron por colaborar con la guerrilla. Elvio Alberione desmenuza la complicidad de la Iglesia con el golpe del 55 y la utilización del mensaje de Cristo como herramienta de poder. Todos recuerdan su paso por el seminario, las represiones, expresiones y perversiones sexuales que parecen inevitables y revelan cómo el clero se esfuerza en permitir que todo ocurra siempre y cuando no se conozca. Los cinco curas cordobeses se reunieron para que vuelvan a escucharse sus voces, las que se intentaron silenciar. La editorial Raíz de Dos aceptó el desafío. Conmoción en Córdoba Está prohibida la venta del libro Cinco curas en las librerías de Córdoba que alquilan locales a una Congregación de Monjas. Los autores denunciaron discriminación en el INADI que llamó a declarar al propio Arzobispo de Córdoba. La Asociación de Magistrados de Córdoba suspendió imprevistamente, un día antes, un debate con los autores organizado por su Departamento de Cultura.
PRESENTACIÓN EN SALTA Viernes 25 de noviembre, 20:30 horas Auditorio “Walter Adet” Coordinación de Bibliotecas y Archivo de la Provincia Belgrano 1002 Ciudad de Salta Presenta: Elena Corvalán otrosterritorios / 13
memoria/ robo de bebés durante la dictadura militar
BUSCAMOS AL HIJO DE ELY Y JOSÉ
¿Dónde está? Año 1977. Bahía Blanca, el amor en época de militancia, represión y persecución. El terror diseminado en las calles. Y la vida, arrancada a pedazos. Un hijo que no se sabe dónde está. ALCIRA FIGUEROA
Esta es la historia de amor de dos luchadores de la vida y del amor. José, hijo de Andrea y Félix Cortez, criado en el amor de una familia numerosa en el ingenio San Martín del Tabacal, de pobreza digna, respiraba ideales de libertad, de honestidad y de respeto a las diferencias; en un hogar rodeado de otros niños jugaba en las canchas de fútbol, pescaba en el río, se bañaba en las acequias, tenía entre sus amigos a uno que era su preferido, Rudy (el hermano del abogado David Leiva). Con los sueños de forjarse un futuro mejor se fue a Bahía Blanca, con el apoyo de su familia y en especial de su hermano Mattos. Inició sus estudios en la Facultad de Química de la Universidad de Bahía Blanca; comenzó su militancia en el Centro de Estudiantes en la JUP. Soñaba con volver al Ingenio y trabajar en sus pagos desde su profesión pero con un fuerte sentido social. Conocía, porque la había vivido muy de cerca, la explotación de su gente, la inequidad de los dueños de la empresa para con los trabajadores y el abandono en el que vivían los 14 / otrosterritorios
Elizabeth y José campesinos, los indígenas y todos los del pueblo. Por eso, su sueño era volver y, junto a otros soñadores, cambiar las cosas. Ely, militante desde la cuna, formaba parte de “La pequeña obra”, una agrupación de jóvenes y adolescentes de los Scouts, en la parroquia Santa Rita, en Bahía Blanca. Allí también se tejían sueños, se formaban en la solidaridad y el trabajo en equipo, compartiendo con los más humildes. Ely también entró en la universidad y empezó a estudiar Bioquímica. Ya era docente y , como muchos jóvenes de antes y de ahora, estudiaba y trabajaba. Es allí, en la facultad, donde se encuentran, se conocen e inician una historia de amor y de militancia.
Años de terror Llegan los años duros de la dictadura y comienzan, obligados, a andar clandestinos, deambulando sobre el temor, la impotencia, sin perder los sueños ni el amor. José, lo recuerdan los que lo conocieron, era un joven lleno de vida, de ideales, fuerte, apuesto y al que le gustaba bailar y jugar a la pelota. Ely tenía fuerza en su mirada y en sus convicciones, nada la hacía retroceder y su fe en Dios era extraordinaria. En plena vida, ambos fueron arrancados de la faz de la Tierra. Ely fue llevada en cautiverio a “La escuelita” (centro clandestino de detención de Bahía Blanca) en enero del año 1977, embarazada. José fue acribillado a
balazos en una calle céntrica de Bahía Blanca en el mes de febrero del mismo año. Ely pasó por la tortura, las humillaciones, las atrocidades y los tormentos de “La escuelita”. La obligaban a recitar salmos todos los días y ella los cantaba de tal manera que lograba el efecto contrario en los demás militantes cautivos: sus melodías eran un alivio ante tanto dolor. Un militar represor, muy católico, le comentó a un diácono de la parroquia que estaba fascinado con Ely, porque era la síntesis perfecta entre el cristianismo y el marxismo. Luego de unos meses, el 13 de abril, después de dos meses y medio de estar en “La Escuelita”, fue sacada de allí junto a otros jóvenes. “Alrededor del 16 de abril,
memoria/ robo de bebés durante la dictadura militar / derechos humanos hoy/ campesinos los guardias tenían una radio encendida. Había un informativo y hablaban de un ´enfrentamiento´ en La Plata, dijeron que habían muerto dos parejas; cuando empezaron a dar los nombres, alcanzamos a escuchar el nombre Elizabeth antes de que apagaran la radio rápidamente”, según cuenta Alicia Partnoy en su libro La escuelita). Marxismo mágico Lo que se pudo reconstruir es que había un bebé en camino. Cuando los padres fueron a buscar el cuerpo de Ely a la morgue de La Plata alguien les dijo que cuando le dispararon en la cabeza, ella expulsó un bebé; pero que ese bebé ya había sido depositado en el osario, y que no lo reclamaran. Lo que sabemos es que ese bebé está en alguna parte, al decir de Alicia Partnoy. Los hechos se corresponden con el “marxismo mágico”. Ely se aparece en los sueños de algunas jovencitas y
reclama que busquen a su bebé. Los paisanos de estos pagos creemos que es una almita en pena que no va a descansar hasta que su bebé, hoy un hombre o una mujer madura, esté junto a sus seres queridos, a su familia biológica que lo está buscando. Por eso esta nota tiene el rostro de los dos, porque siempre hay alguien que puede aportar a esta historia de amor en épocas de dictadura para que, así como lentamente se va haciendo justicia, también los seres se vayan r e e n c o n t r a n d o , prolongando el amor, sumando este reencuentro a tantos otros que, gracias a la labor de las Abuelas, de los organismos de derechos humanos y a la solidaridad recuperada, vamos reconstruyendo. Esta historia nuestra de recuperación de la memoria, de los cuerpos y de los afectos.
Vivir en violencia, morir en soledad ALBA SILVA El asesinato del campesino santiagueño Cristian Ferreyra, de apenas 25 años, provocó un inmediato repudio de algunos legisladores nacionales, entre ellos el de Julia Perié del Frente para la V ictoria (FPV), al menos tres marchas en Capital Federal, Córdoba y Santiago del Estero, y la condena social de buena parte de la sociedad. También la CGT, la poderosa central obrera, reclamó el rápido esclarecimiento del caso que se suma a otros asesinatos que en los últimos dos años coronaron el estado de violencia permanente en el que viven día a día comunidades campesinas e indígenas en casi todos los territorios que ocupan. La muerte por desangramiento de Cristian, un joven santiagueño que vivía con su familia a unos sesenta kilometros de Monte Quemado, en el norte provincial, podría ser la gota que rebalsa el vaso lleno de la inequidad, la discriminación, la invisibilización y el despojo liso y llano de miles de campesinas que piden justicia, tierra y agua. Pese a que Gerardo Zamora, a poco de asumir el gobierno en el 2006 “tendió” una Mesa, obligado por la existencia de organizaciones campesinas, para resolver el problema de la tierra regularizando con títulos la posesión de las comunidades, no son muchos los resultados que se pueden mostrar. En rigor, la violencia a través de parapoliciales armados en los campos y medidas judiciales, como la orden captura contra doce referentes del Mocase-Vía Campesina, lejos de parar aumentó convirtiendo la persecución contra los que resisten en algo cotidiano en Santiago del Estero. Una pregunta horrible se presenta, ¿la muerte de Cristian Ferreyra puede cambiar algo el estado de cosas? Por lo pronto, el repudio ante la muerte del joven se escuchó en distintos lugares y por parte de variados actores. Falta el repudio de la Secretaría de Derechos Humanos nacional y del gobierno provincial. La semana que viene legisladores nacionales viajarán a Santiago a pedir explicaciones al gobernador Zamora, él exhibirá la creación de la mesa provincial y del registro de poseedores, así como el famoso Comité de Emergencia, organismo ad-hoc para casos de violencia. Pero los desalojos, que incluyen violencia contra menores con exhibición de armas de fuego, continúa. Pese a las denuncias de los campesinos, cuando son tenidas en cuenta, no había hasta hace poco más que tres detenidos por violentar a pobladores pacíficos que de buenas a primeras pierden el paraíso en el que viven y despiertan en una pesadilla. ¿Qué les queda a las organizaciones campesinas e indígenas? ¿Solamente la resistencia cuerpo a cuerpo? ¿O es posible pensar en alianzas estratégicas con organizaciones urbanas, sociales, sindicales y de derechos humanos que ayuden a poner un freno a tanta impunidad y aseguren los territorios para los argentinos, aún cuando sean pobres y, en su imaginario, no esté más que la soberanía alimentaria? otrosterritorios / 15
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