UNIDAD III ACOMPAÑAMIENTO PARA EL ÉXITO
ACOMPAÑAMIENTO PARA EL ÉXITO
PRESENTACION DEL MODULO El primer año de vida universitaria es clave, es un momento de transición en que se conjugan varios factores institucionales, sociales, personales y familiares que pueden ayudar a la permanencia o a la deserción universitaria. Este módulo le brindará la posibilidad de analizar la actitud hacia el estudio y especialmente hacia el estudio universitario que tuvieron de sus padres para con usted para que usted vea que ciclos está usted repitiendo y decida si los quiere seguir repitiendo o no. Le brindará herramientas para comprender la importancia que tiene saber acompañar a los hijos en la vida universitaria y la forma adecuada para hacerlo con éxito. Temas:
¿Cómo fue la actitud de sus padres ante el estudio?
¿Acompañar a hijos universitarios?
¿Por qué es bueno acompañarlos?
¿Qué es acompañar?
¿Para qué acompañarlos?
PARA ANALIZAR Historia de Samuel SAMUEL nació en un pueblo que vivía de la agricultura. Sus padres estudiaron hasta segundo de primaria. En su niñez pasó muchos trabajos, fue una niñez muy humilde con cinco hermanos más. Sus padres nunca pensaron en la posibilidad de estudiar, decían que eso era para los ricos. SAMUEL tenía una mente muy curiosa, le gustaba aprender, soñaba desde niño con estudiar para ser maestro. Sus padres lo animaban para hacer las tareas del campo, las que hacía con gusto y dedicación. En las vacaciones se iba al pueblo donde la abuela y una tía. Él era muy inquieto y se inventaba siempre algo para ganarse un dinero. Se ofrecía a su tío para ayudarle en el taller de reparación de electrodomésticos que había en el pueblo. Era un estudiante promedio, y las profesoras y profesores veían en el esas ganas de saber, tenía dificultades para leer y escribir, pero insistía en aprender hasta que lo logró. La madre y la tía le apoyaban en sus tareas, lo animaban, le insistían en que podía si se lo proponía. De joven le dijo a sus padres que quería estudiar en La escuela Normal, la más cercana quedaba a 30 minutos a pie de la finca donde vivía. El mismo hizo averiguaciones. El padre decía, “ya se le pasará ese tema de estudiar, yo no puedo pagarle esos estudios. Yo nunca estudie y aquí vivo humilde y tranquilo.” SAMUEL no se tomaba las palabras del padre en serio, la madre le apoyaba y animaba a alimentar sus sueños: “si eso quieres hacer, algo haremos, y si eso es lo que deseas en tu vida búscalo hasta lograrlo.” SAMUEL tenía una voz interior que le decía que buscara. Se ingeniaba siempre una y mil formas de averiguar, le propuso a los padres ir a estudiar al pueblo hasta terminar la secundaria. La tía le dio su apoyo, ella tenía una tienda en la que él ayudaba todas las veces que podía. Sentía una gratitud inmensa y era su mejor forma de retribuir su apoyo. Estudiaba y los fines de semana se regresaba a la finca a ayudar al papá. Al principio el padre se mostraba resistente y molesto. SAMUEL insistía. SAMUEL tenía clara su meta, con el tiempo el padre fue entendiendo que era imposible con él, y fue logrando aceptar sus propósitos hasta brindarle su apoyo. SAMUEL terminó secundaria en la Escuela Normal del pueblo más cercano. Quería estudiar una licenciatura en educación, sabía que tendría que ir a la ciudad capital a estudiarla y que eso era otro reto especialmente por la parte económica. La mejor alternativa era la universidad pública, se encargó de averiguar. Acompañaba a su tía a hacer las compras a la ciudad y aprovechaba para enterarse de los requisitos, las condiciones, los costos, etc. Finalizando la secundaria el padre lo sorprendió ofreciéndole vender dos de las vacas que había criado en los últimos años con mucho esmero para que con eso organizara su ida a la ciudad a estudiar. SAMUEL sabía que tendría que trabajar para pagarse los estudios y la estadía en la ciudad. Así lo hizo. Se ganó una beca, participaba en las actividades culturales y formativas de la Universidad, aprovechó todos los cursos que la universidad ofrecía para estudiantes en método de
estudio, formación personal, etc. Se ayudó con las monitorías que ofrecía la facultad. Al terminar, ya tenía ofertas de trabajo. Con mucho ingenio para sostenerse, culminó su licenciatura. Hoy en día es rector de una escuela grande en la ciudad. Tiene una maestría en administración escolar y es un comprometido de corazón con hacer de su escuela la mejor de la ciudad. Ha ganado el reconocimiento por sus logros.
GUIA DE ANÁLISIS
¿Qué le parece esta historia?
¿Hay algo de su historia personal en la historia de SAMUEL?
¿Qué hechos fueron determinantes en la historia de SAMUEL?
¿Qué lección le deja esta historia?
CONCEPTUALIZACIÓN
Los estudios muestran la importancia que tiene el acompañamiento de la familia, especialmente por parte de sus padres o adultos responsables para que logren una permanencia exitosa en la universidad. No basta con apoyarles económicamente, es importante el apoyo emocional, la cercanía, el interés por la vivencia que esté teniendo el hijo o hija en la vida universitaria. En la edad universitaria es un momento de cambios importantes que requiere cambios en la forma de relacionarse con los hijos e hijas. Esta edad se necesita acercamientos que estimulen cada vez más la autonomía y la responsabilidad del hijo o la hija. ¿Cómo fue la actitud de sus padres ante el estudio? Las familias repiten historias para bien o para mal. Es importante no repetir las historias negativas de nuestros antecedentes familiares. Es importante que ustedes los padres y las madres revisen su historia familiar y analicen como está siendo su actitud ante los estudios y la superación personal con el objetivo de no repetir modelos familiares hacia el estudio, el trabajo y la prosperidad.
¿Acompañar a hijos universitarios? En las últimas décadas la edad de ingreso a la universidad es cada vez menor. Los hijos y las hijas inician a edades más tempranas las exigencias y el reto de sacar adelante los estudios universitarios. ¿Por qué es bueno acompañarlos? No sólo es importante acompañarles, también es importante saber cómo acompañarles. Es importante acercarse, preguntar, mostrar interés por su mundo universitario, que sientan que tienen en la familia con quien compartir y hablar de lo bueno y lo no tan bueno, de los avances y dificultades, de lo que descubren de la vida universitaria, de sus temores y esperanzas. El acompañamiento fortalece la sensación interna a hijos e hijas de que están protegidos emocionalmente, que cuentan con alguien para avanzar. ¿Para qué acompañarlos? Para que sientan fortaleza interna. Para que la seguridad emocional les permita afrontar los nuevos retos en la vida universitaria. Para protegerles de influencias negativas que tendrían más poder sin el acompañamiento familiar. Par expresarles el amor que se les tiene, el amor es el mejor antídoto contra los caminos inadecuados en los jóvenes. ¿Qué es acompañar? Acompañar a los hijos en la vida universitaria significa: Apoyarles económicamente para las necesidades de la vida universitaria: matrícula, transporte, materiales, libros, fotocopias, útiles, etc. Mostrar interés por sus estudios, por su adaptación, por lo que experimenta para adaptarse a la vida universitaria, etc. Mantenerse informado de la vida universitaria, conocer sus preferencias, sus dificultades, sus compañeros, la carrera, su sentir con respecto a la institución, su motivación, etc.