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6. Mi Compromiso de Madurez

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2. El Ayuno

2. El Ayuno

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1. El Crecimiento Espiritual es Voluntario

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Se requiere de compromiso y esfuerzo para crecer. Ud. debe querer, decidir y esforzarse para crecer. Así que la madurez es una decisión que cada uno debe hacer, no es algo complejo, pero si debe ser sincero. Ciertamente los discípulos no entendieron todas las implicaciones que había cuando decidieron seguir a Jesucristo; ellos simplemente manifestaron su deseo de seguirle.

No hay nada que Ud. pueda añadir a lo que Jesús hizo por su salvación, pero si hay que comprender que el crecimiento espiritual es para aquellos que han encontrado, entendido y participado del plan de salvación.

Llegar a ser como Jesucristo es el resultado del compromiso que hemos hecho. El Gran Mandamiento y la Gran Comisión son los que darán una Gran Iglesia, y esa es la manera para ser un Gran Cristiano. Si no estamos comprometidos a crecer, cualquier crecimiento será circunstancial y no intencional.

El crecimiento espiritual comienza con el tipo de compromiso expresado en Romanos 6:13 “…presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.”

¡Llegaremos a ser aquello con lo cual estamos comprometidos!

2. El Crecimiento Espiritual es Práctico

Cualquier cristiano puede crecer y madurar si desarrolla los hábitos necesarios para esto. No es nada misterioso, sino algo práctico; son hábitos diarios. I Timoteo 4:7 dice: “Ejercítate para la piedad. ” El camino para adquirir fortaleza espiritual, es el mismo que para adquirir fortaleza física; el ejercicio. Así que es cuestión de aprender ciertos ejercicios espirituales y hacerlos disciplinadamente hasta que se convierten en hábitos que hemos desarrollado.

3. El Crecimiento Espiritual Toma Tiempo

Al finalizar este curso, no dice que ya estamos completamente maduros, Esto es solo el comienzo de una jornada que, a pesar de nuestro deseo por acelerarlo, termina solamente cuando el Señor venga por su Iglesia

Así como Dios le permitió a Israel conquistar la tierra prometida, poco a poco, también El usa un proceso de cambio gradual para desarrollar un carácter como el de Jesucristo.

4. El Crecimiento Espiritual es Visto más por la Conducta que por las Creencias

La vida del cristiano no son solo creencias y convicciones; es también conducta y carácter. Nuestras creencias deben estar respaldadas por nuestra conducta. El Nuevo Testamento constantemente nos enseña que nuestras acciones y actitudes revelan más nuestra madurez que nuestras declaraciones. Santiago 2:18 dice: “Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.”

¡Si tu fe no puede cambiar tu vida, tu fe no tiene mucho valor!

Pablo en Efesios 5:8 dice: “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz; porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad, comprobando lo que es agradable al Señor.” No hay otra manera más de comprobarlo que a través de nuestra conducta.

Jesús en Mateo 7:16 dijo: “Por sus frutos los conoceréis.” Es el fruto y no el conocimiento que demuestra cuál es la madurez de la persona. Si no ponemos en práctica lo que sabemos, somos necios y estamos edificando en la arena.

Podemos medir la madurez a través de: Conocimiento, perspectiva, convicciones, habilidades y carácter. (Esto lo veremos más detalladamente en curso PAB4). Es un peligro poseer conocimiento sin las demás cuatro, porque aparece el orgullo, “...el conocimiento envanece, pero el amor edifica” . (I Corintios 8:1) El conocimiento necesita ser controlado por el carácter.

5. El Crecimiento Espiritual requiere de Relaciones

No podemos crecer aislados de otros, crecemos en medio de la confraternidad. Hebreos 10:24-25 dice: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” En todos los aspectos el ser humano requiere de una familia para crecer. La confraternidad es el pegamento que mantiene la gente conectada a la Iglesia. La Biblia nos muestra que esto no es opcional, sino un mandato. “Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros.” 1 Juan 1:7

La calidad de nuestra relación con Jesucristo es vista a través de la calidad de nuestra relación con otros. “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.” 1 Juan 4:20

Un cristiano no puede tener confraternidad con Dios, sin tener confraternidad con los hermanos. Una de las razones por las cuales muchos cristianos no pueden testificar es porque no saben como relacionarse con los demás. No pueden relacionarse con los inconversos porque no pueden tampoco relacionarse con los creyentes. El creyente debe aprender a relacionarse con otros.

6. La variedad de experiencias con Dios produce Crecimiento Espiritual

Una madurez espiritual genuina es tener un corazón que alaba y adora a Dios, que construye y disfruta de la confraternidad, que usa los dones y habilidades para el servicio de otros y que comparte el evangelio con los inconversos. La madurez debe incluir todas estas experiencias: Adoración, confraternidad, estudio Bíblico, evangelismo y ministerio. En otras palabras, el crecimiento espiritual ocurre cuando participamos de los cinco propósitos de la iglesia.

Cristianos maduros hacen más que estudiar la vida del cristiano; ellos la experimentan. Proverbios 20:30 nos dice que algunas veces se requieren de experiencias dolorosas, para que ocurran cambios en nuestras vidas. No es el llenarnos de conocimiento teológico lo que nos dará la madurez, muchas veces el estudio sin el servicio, produce cristianos con actitudes de juicio y de auto exaltación espiritual.

La estrategia para crecer espiritualmente está basada en seis principios: Comienza con el compromiso, es un proceso gradual, significa desarrollar hábitos, es medible, es estimulada por las relaciones y requiere de la participación en todos los propósitos de la Iglesia.

7. Desarrollando Hábitos para el Crecimiento Espiritual

El discipulado requiere de cierta disciplina personal. Estos hábitos son más para disfrutarlos que para amargarnos. Dostoievski dijo en cierta ocasión: La segunda mitad de la vida de un hombre es hecha por los hábitos que adquirió durante la primera mitad. Y Pascal dijo: La grandeza de la virtud de un hombre; es medida por sus actos habituales. Son docenas de buenos hábitos que necesitamos desarrollar si queremos madurar espiritualmente.

En este curso nos hemos enfocado en cuatro hábitos básicos de un discípulo: El de Estudiar la Palabra de Dios, el de la Oración, el de Diezmar y el de Confraternizar.

Esto es basado en cuatro declaraciones que Jesús hizo para definir lo que era un discípulo: Un discípulo permanece en la Palabra de Dios (Juan 8:31-32), un discípulo ora y da buenos frutos (Juan 15:7-8), un discípulo no es poseído por las posesiones (Lucas 14:33), un discípulo expresa su amor a otros (Juan 13:34-35).

Después de conocer estos pasos prácticos, debemos desarrollar y mantener otros hábitos. En Nehemías 9:38, todo el pueblo de Israel hizo un pacto espiritual, lo escribieron y les pidieron a sus líderes que lo firmaran como testigos. Así que un hábito más que debemos desarrollar es el del compromiso. No hay nada mejor como estar comprometidos con la causa más grande y sublime como lo es el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.

8. El Compromiso con la Madurez

Grupos cívicos, clubes sociales, partidos políticos y todo tipo de organización demanda un compromiso de sus miembros; cuanto más debe hacerlo la iglesia. La razón por la cual muchos cristianos fracasan es porque están comprometidos parcialmente, esto se convierte en una barrera para el crecimiento. Jesús siempre pidió clara y enfáticamente un alto compromiso. El siempre les pidió que dejaran todo y le siguieran. Es interesante que entre más grande sea el compromiso, más grande es la respuesta; ya que un alto compromiso, dan un alto significado a nuestras vidas

Beneficios del Compromiso - Podemos ver a través de la Palabra de Dios que cada mandamiento, tiene una maravillosa promesa a su lado, lo cual nos indica que siempre seremos bendecidos mientras seamos obedientes. Así que lo primero que debemos hacer es un gran compromiso y después comenzar a crecer a través de este.

Me comprometo a tener:

Un Tiempo Diario con Dios

Una vida diaria de oración y estudio de la Palabra de Dios

Marcos 1:35

Lucas 22:46

Mateo 4:4

Josué 1:8

“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. ” “Y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación. ” “Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. ” “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. ”

Fidelidad con mis Diezmos y Ofrendas para Dios

Dando el 10% de mis ingresos y aportando mis ofrendas para la obra de Dios.

Malaquías 3:8

I Corintios 16:2

Lucas 21:3

“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado. ” “Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; más ésta, de su pobreza echo todo el sustento que tenía.”

Confraternidad con los hermanos

Asistiendo a las actividades de la Iglesia y a los Grupos de Redil

Hebreos 10:24 “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”

Hechos 2:1 “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. ”

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