5. La Familia Cristiana

La palabra de Dios tiene mucho que decir acerca del hogar y la relación de los miembros de la familia. El éxito de tu caminar con Dios dependerá en gran medida sobre el establecer una buena relación bíblica, con los otros miembros de la familia. Esta es la razón por la cual el enemigo buscará el causar confusión y disensión en el hogar de un nuevo cristiano con el propósito de desanimarlo y llevarlo al fracaso. Sin embargo, la Palabra de Dios tiene una enseñanza clara y poderosa que nos puede ayudar a construir un hogar y una vida espiritual sólida.

Dios ha estructurado la familia bajo claras líneas de autoridad y responsabilidad. Es vital reconocer esta estructura de Orden Divino al inicio de tu vida cristiana, para que puedas empezar a practicar estos principios inmediatamente.

El Orden Divino

El Orden Divino es un orden de autoridad y responsabilidad que está descrita en la Biblia. Los principios del Orden Divino están delineados aquí y deben ser estudiados cuidadosamente.

CRISTO

La cabeza del marido: Señor de la familia.

La cabeza de la esposa:

ESPOSO

Jefe y autoridad sacre los niños.

ESFOSA

La compañera del esposo (Génesis 2:18): Segunda en autoridad sobre los niños.

HIJOS

Respetuosos a los padres.

I Corintios 11:3 “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo” .

Colosenses 3:20 “Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor”. El esposo vive bajo la autoridad de Cristo y es responsable ante el Señor por el liderazgo y cuidado de la familia. La esposa vive bajo la autoridad de su esposo y es responsable a él. Los hijos viven bajo la autoridad de los dos padres y son mandados a honrarlos y obedecerlos a ellos en todo.

Ya que el orden mostrado arriba está claramente descrito en la Biblia, no trate de alterar o modificar este orden en ninguna forma. Cambiar el Orden Divino trae mucho dolor y confusión.

La Responsabilidad De La Esposa Hacia El Esposo

“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo...Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.” 52

En los versos arriba mencionados hay dos palabras que encierran la responsabilidad que una esposa tiene hacia su esposo. Son: Sujeción y Respeto. Veamos estas dos palabras vitales, un poco más detalladas.

Sujeción

Sujeción es uno de los conceptos más bellos y poderosos en el Nuevo Testamento. Ser sujeta significa rendirse en humildad y obediencia sabía a un poder o autoridad, ordenada. Dios no dio esta ley de sujeción de esposas a sus esposos por el hecho de que él tuviera rencor contra las mujeres. Por el contrario, Él estableció este orden para protección de las mujeres y la armonía del hogar. Dios ha dado a las esposas la oportunidad de escoger libremente el rol de sujeción, y Él honra no a aquellas que se pegan a sus propios derechos, sino a aquellas que eligen libremente el obedecer a Dios y a sus esposos. -

La primera responsabilidad de la esposa es darse ella misma, su tiempo, y su energía a su esposo, hijos y su hogar. Esto no significa que las mujeres no puedan tener posiciones de responsabilidad de liderazgo y estar aun en los planes de Dios. En el Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, encontramos muchas mujeres que fueron usadas por Dios en posición de liderazgo.

¡Esposas, alégrense de la autoridad de sus esposos sobre ustedes! Sean sujetas a él en todas las cosas. Es tu privilegio especial moverte bajo la protección de su autoridad. Es bajo este modelo de Orden Divino que el Señor estará contigo y te bendecirá, y hará que seas una bendición para tu esposo, tus hijos, tu iglesia y tu comunidad.

Respeto

Por favor note como enfáticamente el apóstol Pablo afirma en Efesios 5:33 que la esposa debe “respetar a su esposo”. Además, en I Pedro 3:2, la misma palabra griega para respeto es traducida en “respetuosa” . “considerando vuestra conducía casta y respetuosa”. Así es que en ambos pasajes claves sobre la relación de la familia, se enfatiza el respeto que debe tener la esposa hacia su esposo.

La definición completa de esta palabra puede ser hallada en el Nuevo Testamento amplificada: “que la esposa respete y reverencie a .su esposo que le preste atención, lo estime, lo honre, lo prefiera y estime, lo alabe, y lo ame y lo admire sobremanera”. ¿Qué hay sobre el esposo inconverso? 1 Pedro 3:1-2 da instrucciones claras de como una esposa cristiana puede ganar a su esposo inconverso para el Señor. El apóstol Pedro exhorta a la esposa a dejar de hablarle solo del evangelio al esposo y más bien vivir una verdadera vida cristiana delante de él. El esposo debe ser ganado para el Señor no por fastidiarlo, sino por vivir una vida santa. A su tiempo, la pura modesta manera de vivir de la esposa junto con su respeto por su esposo, harán que se rinda a Dios y obedezca al evangelio. ¡Que gran promesa es esta!

Nota Especial: Como ya as aprendido, es un derecho bíblico para la esposa el sujetarse a su esposo, como el líder del hogar. Hay momentos y situaciones cuando la sujeción no serán posibles. La esposa de un esposo inconverso podrá, de tiempo en tiempo, tener conflictos de interés. El esposo inconverso te pedirá que vistas ropa inmodesta o que te maquilles, atender a un evento del mundo etc. En tai situación, Ud. deberá explicarle cuidadosamente al esposo inconverso que Ud. quiere sujetarse al liderazgo de él en el hogar y ampliamente explicarle que ha hecho un compromiso con Cristo, lo cual le impide usar vestimenta inmodesta o envolverse en cosas contrarias a la santidad. Pídale que reconsidere su pedido, sí no lo hace, como sucede de ves en cuando, Ud. debe cuidadosamente rehusar comprometer su relación con Dios.

I Pedro 3:7 “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”.

Lea Efesios 5:25-33.

Dos palabras claves resumen en el Nuevo Testamento la enseñanza de la responsabilidad el esposo hacia su esposa: Amor y Honor.

Amor

El esposo es explícitamente mandado a amar a su esposa. Por favor note en Efesios 5:25-33 que el esposo es dicho tres veces que ame a su esposa. Así como las escrituras ponen gran énfasis en la sujeción de la esposa, también ponen igual fuerte énfasis sobre el hecho de que el esposo debe amar a su esposa. Este amor no siempre será un sentimiento de afección.

Habrá momentos en que el esposo sentirá otra cosa más que afección por ella. (Por ejemplo: Si ella hace algo tonto o sin pensar). Sin embargo, el amor es no primariamente un sentimiento, sino la elección por el bien supremo del otro. El esposo debe tener control sobre sus sentimientos y hacer lo que es correcto. El debe aprender a perdonar - como Jesús dijo: “ ... setenta, veces siete”. (Mateo 18:21-22). Si necesita reprenderla, debe hacerlo, pero en amor. Su primer deber es ser como Cristo para su esposa. Esto significa que no solo debe ser un hombre de oración, un hombre de la Palabra de Dios, un hombre de la iglesia y un hombre de integridad y honestidad, pero el debe ser un hombre que muestre el amor de Cristo. Sin esto su matrimonio estará destinado a fracasar.”

Honor

En I Pedro, capítulo 3, verso 7, la palabra “honor” es la traducción de la misma palabra griega en I Pedro 1:19 donde se lee “preciosa”, “ ... la sangre preciosa de Cristo...” . Los esposos cristianos deben considerar a las esposas, las cuales Dios les ha dado, preciosas, y deben tratarlas con honor. Ellas deben mantener un lugar especial en el corazón de ellos y deben tratarlas con especial cortesía, respeto y amabilidad. Proverbios 31:10 nos habla del valor de una buena esposa, “... su estima sobre pasa largamente a la de las piedras preciosas”, y continúa diciendo que su esposo “...la alaba. Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú sobrepasas a todas” . (Versos 28-29). La escritura nos advierte que cuando un esposo no trata a su esposa con cariño y le da honor como a coherederas de la gracia de la vida, sus oraciones serán estorbadas. Esto enfatiza el requerimiento de Dios, de que el esposo muestre una consideración propia y respeto por los sentimientos y dignidad de su esposa En referencia al trato honorable a las esposas, Colosenses 3:19 manda a los esposos a. “ ... no seáis ásperos con ellas” . ¿Cuántas veces Dios ha cerrado Su corazón a la oración de un hombre, porque este mismo hombre ha dañado el espíritu de su esposa y ha cerrado su corazón a ella? Victoria espiritual en nuestro andar con Dios requiere que nuestra relación personal con nuestra propia familia sea adecuada. La bendición de Dios depende de esto.

Ya que el verdadero matrimonio es esencialmente espiritual, así como personal y físico, el permanecer en amor es primariamente una batalla espiritual. Es por esta razón que el rendirse a Dios es tan importante para una vida amorosa feliz.

La enseñanza del Nuevo Testamento referente a la responsabilidad de los padres a los hijos y los hijos a los padres, es resumida en los siguientes versos:

Colosenses 3:20-21 “Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten”.

Lea Efesios 6:1-4.

Hijos

Una relación de hijo hacia el Señor, esta en directa relación a la obediencia que el debe dar a sus padres. El Señor vive y trabaja en y a través de la vida de un hijo obediente. El hijo que sabe exactamente hasta a donde puede llegar, es aliviado de una carga pesada y por tanto llega a ser un hijo feliz. Un hijo puede probar la autoridad de sus padres, para ver hasta a donde puede llegar. El podrá sentirse triste en una situación en particular donde su propia voluntad esta en disparidad con la de sus padres, pero el necesita saber que la autoridad de sus padres se mantendrá firme y que él puede depender de ellos. Un joven o hijo lleno del Espíritu Santo podrá cansarse de la autoridad de sus padres, aun rebelarse, pero se rebelará aun mas – aunque muchas veces en forma disimulada –, contra la falta de autoridad de sus padres. Cuando tal hijo se rebela contra sus padres persisten temen te, el experimentará un profundo descontento en su espíritu, porque su relación con el Señor ha sido desgastada y afligida.

Por favor note Efesios 6:1

"Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, Porque esto es justo”. Ningún pecado en las escrituras es tan detestable como la desobediencia y la rebeldía, y ninguna virtud es tan bendecida como la obediencia y lealtad.

Padres

Podemos resumir el mandato de los apóstoles a los padres en estas tres palabras: Amor, Disciplina, y Enseñanza. Este simple perfil de la responsabilidad de los padres es tomado de la manera como Dios trata con sus hijos.

Una de las necesidades más urgentes hoy en día en los hogares cristianos es que los padres (especialmente los papas), reconozcan la autoridad y responsabilidad que Dios les da con referencia a sus hijos. Dios, en su palabra habla a los hijos a que obedezcan a sus padres. También había a los padres instruyéndolos a dar un liderazgo apropiado y guianza a sus hijos. Cuando Dios da responsabilidades, El las da para cumplirías, Un padre que está bajo el Orden Divino, tiene un Dios que da autoridad y debe ejercitarse para el bienestar y salvación de la familia.

¿Qué sucede cuando los padres toman una decisión equivocada, o dan pocas instrucciones a sus hijos? Cuando esto ocurre (y el padre lo reconoce), debe ser confesado y corregido. Nunca debemos dudar el reconocer un genuino error y pedir perdón a nuestros hijos, sin temor de que esto pueda cortar nuestra autoridad. Nuestra autoridad no deriva de nosotros mismos, o de nuestro perfecto desarrollo como padres, tampoco deriva de la aceptación de nuestros hijos a esa autoridad. Esta deriva, como lo hace toda verdadera autoridad, de aquel que está detrás de nosotros, apoyando nuestra autoridad. La autoridad de los padres depende de Dios quien ha puesto a los padres como autoridad sobre los hijos. Dios honra la honestidad y abre al arrepentimiento al hijo o al padre. El temor de que puedas perder tu posición y autoridad con tu hijo por confesar un pecado, es una mentira del diablo. Por el contrario, tu autoridad es realmente confirmada y fortalecida cuando tienes el coraje de ser honesto y demandar de ti mismo lo que tú quieres que tu hijo sea.

Podemos resumir las direcciones escripturales dadas a los padres en estas tres palabras: Declaración, oración, y protección. Estas son algunas responsabilidades que los padres creyentes deben aceptar, para así moldear su ¡rato con sus hijos como Dios lo hace con sus hijos.

Declarar

Ninguna enseñanza es mas explícita y clara en la Biblia, que la que un padre debe (por precepto y ejemplo), enseñar a sus hijos la manera de servir a Dios. Los padres judíos del Antiguo Testamento fueron expresamente mandados a ser fieles en este asumo.

Deuteronomio 6:6-7 “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”.

La enseñanza bíblica en el hogar es desesperadamente necesaria hoy en día para sobre ceñiría y fortalecer la enseñanza y la predicación por el pastor desde el pulpito. Que impacto causa en los hijos y jóvenes ver la fidelidad de los padres unida con la del pastor en proclamar, declarar la Palabra de Dios.

Oración

La oración de los padres parece tener un poder especial con Dios en la corte de los cielos. Debemos orar e interceder para la supervivencia espiritual. Los padres no deben dejar de cumplir sus responsabilidades en este asunto. Satanás teme a los padres que oran porque el se siente sin poder ante el ataque espiritual

Protección

Principados espirituales y poderes de maldad están en manada buscando destruir el hogar. El apóstol Pablo claramente dijo: "porque no tenemos lucha contra sangre ni carne sino contra fuerzas espirituales... “(Efesios 6:12). Satanás es, “... el dios de este mundo,…” (II Corintios 4:4), y sus demonios habitan la atmósfera. En tales condiciones la santidad del hogar debe ser protegida y preservada. Esta es Irresponsabilidad de los padres vean que ninguna suciedad gane entrada en el hogar. Deuteronomio 11:21 compare el Orden Divino del hogar con "el cielo y la tierra”. (La única ves que esta frase es usada en las escrituras).

Deuteronomio 7:26 "Y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas anatema; del todo la aborrecerás y la abominarás, porque es anatema”. Un gran número de demonios han venido contra el hogar porque miembros individuales han perdido la bendición y protección del Orden Divino. El esposo debe estar bajo la autoridad de Cristo, la esposa bajo la autoridad de su esposo, y los hijos bajo la autoridad de sus padres; satanás conoce el poder del Orden Divino y es por eso que el usa toda cosa para minar y destruir este orden de la familia.

Pero tú puedes guiar tu familia bajo el Orden Divino de las escrituras y experimentar la bendición del poder de Dios y una continua unción en tu hogar.