Primera Reseña

Page 1

Universidad de Los Andes Departamento de Historia del Arte

Reseña crítica “The Chariot and the Donkey” Pablo Londoño Urdaneta – 201126508

El capítulo abordado hace parte del libro The Clash of Gods: A Reinterpretation of Early Christian Art de Thomas Francis Mathews, historiador del arte americano especializado en arte bizantino, y arquitectura y arte del Cristianismo temprano. Con esta publicación, el autor busca explorar las múltiples y variadas interpretaciones y representaciones artísticas de Cristo entre los Siglos III y XI. A lo largo de este segundo capítulo Mathews examina una imagen muy específica dentro del Cristianismo, la entrada de Cristo en Jerusalén, y busca esclarecer la conexión que se ha establecido frecuentemente en la historia del arte entre esta imagen y aquella de la entrada imperial de Constantino en Roma. Para ello, estudia una variedad de representaciones y textos que le permiten establecer relaciones iconográficas entre estas dos imágenes, y explicar las connotaciones imperiales en la entrada de Cristo. El autor comienza por ubicarnos con el mandato de Constantino en el Imperio Romano entre los años 306 y 324 d.C. Más allá de dar cuenta de su legado político o económico, el interés de Mathews está dirigido a su impacto como patrón en la evolución del Cristianismo y, más propiamente, su arte. Así mismo habla de la imagen del adventus, la ceremonia de entrada del emperador a la ciudad tras una campaña militar victoriosa. En esta celebración el Emperador se consagra como el siempre vencedor comandante, y como líder magnánimo del Imperio Romano. “The adventus was a military parade designed to strike fear and awe into the hearts of the bysanders”1. En las imágenes de este evento se ve al Emperador en vestimenta militar, sentado en un trono montado en imponentes caballos; la comitiva va encabezada por miembros de la caballería cargando escudos y lanzas, dejando una ciudad –a mano izquierda-­‐ en camino a otra en el costado derecho. En el centro de la escena el Emperador se muestra, como lo dice el autor, como una estatua más que como un hombre. Como referencia, Mathews muestra una talla en piedra de una entrada imperial perteneciente a un arco en la ciudad de Tesalónica, en el año 300 d.C. Tras explicar los elementos iconográficos en la imagen del adventus, el autor establece acertadamente que pese a que ambas imágenes presentan a una persona que es recibida en las

1 Mathews, Thomas, The Clash of Gods: A Reinterpretation of Early Christian Art (Princeton: Princeton University Press, 1999), 27.


puertas de una ciudad, es un argumento muy pobre como para leer en la entrada de Cristo algún tipo de intención imperial. Seguidamente, el primer ejemplo que utiliza es un sarcófago del 325 d.C., donde se muestra a Cristo (en el centro) en compañía de tres de sus apóstoles, todos en túnicas; Cristo viaja en el lomo de un burro, acompañado por un potro, y frente a ellos un hombre (que representa a la multitud) extiende una prenda en el suelo. “Neither chariots, nor horses, nor armor, nor weapons, nor banners, nor any of the trappings of the emperor’s parade figure in the Entry into Jerusalem”2. Más allá de los elementos que el mismo autor nota, parece claro desde un comienzo el carácter “pasivo” de esta imagen, en especial si se compara con aquella del arco de Tesalónica. En esta última, la composición es mucho más agitada y poblada de figuras, que a su vez parecen más rígidas. Así mismo, la figura del emperador en ella es inmediatamente reconocible, es el elemento dominante en la pieza; el Cristo del sarcófago por otro lado es apenas reconocible. El autor no hace referencia a ello, pero enfatiza en elementos muy puntuales como el tipo de ropajes en cada una de las escenas. Más adelante en el capítulo Mathews habla de la práctica escultórica en el Imperio Romano, concretamente de los sarcófagos, y de la relación entre imágenes bíblicas y temas pre-­‐existentes romanos. Como ejemplo toma el mito de Endimión y Selene, que llegó a ser adaptado a la parábola de Jonás. De forma muy acertada el autor explica la apropiación formal que hicieron los escultores romanos, a partir del repertorio de imágenes de su mitología, y así “acomodar” una parábola Cristiana a modelos ya existentes. “(…) the pre-­‐existing supply of images at the sculptor’s disposal restricted his flexibility. The Christian subject had to be bent somewhat to fit what the artist was familiar with”3. A continuación el autor explica que el potro en la imagen del sarcófago es en realidad un perro, que viene de la imagen de un cazador a caballo, igualmente frecuente en el Imperio Romano. Este argumento no es muy convincente, no sólo porque el autor lo explica de forma muy superficial, pero también pues la conexión parece muy forzada, y al ver la imagen del sarcófago en ningún momento se intuye esta relación que Mathews establece. Seguidamente, Mathews llega a un punto clave en el entendimiento de la imagen de la entrada a Jerusalén, su valor simbólico. Más concretamente el autor habla del significado de la historia tras la imagen, y su mensaje de epifanía y resurrección de Cristo: Bendito el que viene en nombre del Señor. Por otro lado, se habla de las diferencias entre las representaciones occidentales y orientales de la entrada, donde se señala que uno de los puntos clave en el entendimiento de las intenciones anti-­‐

2 Ibid., 29. 3 Ibid., 33.


imperialistas en los motivos orientales es el sentado de Cristo en su bestia. “In fact, it is this motif that serves most effectevely to advertise the anti-­‐imperial role of Christ, for no emperor ever rode side-­‐saddle”4. Más adelante se habla de que este sentado era propio de las mujeres, y que al representar a Cristo en esta postura se le atribuye un rol femenino, lo que descarta automáticamente las connotaciones imperiales en la imagen. Este punto parece un exagerado, y parece extenderse demasiado a fin de probar el punto del autor, y las comparaciones con imágenes de la Virgen María y su montura no tienen mayor conexión con el argumento central. El ejemplo anterior, sin embargo, abre el caso de Mathews para explicar que el carácter de la entrada de Cristo es de humildad y de paz, y no de guerra como en las imágenes imperiales. De esta forma el autor acude a un riguroso estudio del papel del burro en la iconografía clásica y cristiana. Ya era frecuente la aparición de esta figura en el arte Dionisiaco en las procesiones al monte Olimpo, y el mismo Dionisio montaba una mula. Haciendo referencia a los frescos de las catacumbas cristianas en Roma, el autor habla del papel protagónico del burro en las escenas del Antiguo Testamento. La forma en que el autor expone su argumento hace clara la intención de representar a Cristo montando un burro, y permite ver los atributos anti-­‐imperialistas en la imagen de la entrada. “What is clear is that the ass was not just incidential to the imaginery but carried a heavy load of powerful associations, all of which have been washed out in the attempt t oread the scene as if it were an imperial adventus”5. Para concluir, el autor señala que el debate sobre el carácter de estas imágenes se ha dado en gran medida por el interés en conocer la identidad de Cristo, definir quién era él. Por ello su interés en contrarrestar interpretaciones superficiales, comunes en el ámbito de la historia del arte, entre la relación de las dos imágenes abordadas por este escrito. Para finalizar, es pertinente reconocer el riguroso estudio que se propone Mathews en su interés por la imagen de la entrada de Cristo a Jerusalén. Con los ejemplos descritos anteriormente y algunos más, el autor logra exponer convincentemente su caso y mostrar comparativamente, con el uso de diversas referencias artísticas y textos, las diferencias y similitudes de la imagen Cristiana con el tema romano imperial. Si bien no todos sus argumentos son convincentes o explicados en detalle, el texto logra plenamente su cometido de establecer y esclarecer las conexiones entre estas dos imágenes de la historia del arte.

4 Ibid., 41. 5 Ibid., 50.


Bibliografía •

Mathews, Thomas. The Clash of Gods: A Reinterpretation of Early Christian Art. Princeton: Princeton University Press, 1999.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.