Revistacota n1

Page 1

Ciudad:

TERREMOTO Y TSUNAMI

01 Junio Julio 2017

Secciónes

Fotografía: Felipe Quiros

Felipe Igualt J. Pamela Martínez R. Belén Paredes C. Pablo González Z. Maximiliano Martin M. Eduardo Abarca L. Luis Della Valle S.

Distribución Gratuita

COLUMNISTAS:

Arte Pag. 02 - 03 Letras Pag. 04 Experiencia Pag. 05 Ciudad y Territorio Pag. 06-07 Diseño Pag. 08 Técnica Pag. 09 Tecnología Pag. 10 - 11


“Curso Natural”

AR TE

02-03

Obra de Pablo Genovés

En

Sustentabilidad y Eficiencia Energética

www.habitatzero.cl +56 9 96098999

www.ac-construcciones.cl

AGRADECEMOS

PISOS LAMINADOS Limache 3117.Viña del Mar

56 9 58820745

ventas@comercialelsalto.cl

www.comercialelsalto.cl

Tecnológía, Eficiencia Energética en Agua y Energía Energía Solar Térmica y Solar Fotovoltaica

+56 9 40159469 www.ifvalparaiso.3ie.cl

Condell N° 1190, piso 10, Valpo.

seguelconsultor@gmail.com

esta primera entrega de COTA, dedicada a la relación entre la ciudad y los desastres naturales chilenos, quiero invitarlos a reflexionar sobre ella a través de una fotografía del artista español Pablo Genovés. Se trata de la fotografía Curso Natural, obra que pertenece a la serie titulada Dystopia. Este término contrario a utopía -que indica un lugar imaginario ideal en todos los sentidos- se refiere también a un lugar imaginado, pero en el cual todo es desagradable o malo y que incluso se encuentra degradado ambientalmente. De este modo, en la serie Dystopia nos encontramos con un territorio en plena crisis, donde lujosos edificios construidos por el hombre sucumben ante un desastre medioambiental; así donde antes había orden y belleza ahora reina el caos. En Curso Natural, nos encontramos frente a un espacio arquitectónico clásico, que podría ser el de un museo o una iglesia, que está siendo arrasado por las aguas. La fotografía que se divide en dos partes nos muestra en la parte de arriba lo que queda sin cubrir por el agua del edificio y por la parte de abajo, la más extensa, sólo agua furiosa y en movimiento. La fotografía es testigo de una batalla de resistencia entre lo construido por el hombre y la fuerza de la naturaleza. Nosotros observamos de frente un espectáculo en el momento mismo en que está ocurriendo el desastre, pero al no existir objetos, ni personas, que floten y luchen en esta batalla, pareciera que se tratara de un edificio ya abandonado, como si se hubiera evacuado antes de la catástrofe dando así la victoria final a las aguas. El título, Curso natural, alude con ironía al problema medioambiental del cual cada vez debemos hacernos más conscientes. Como sociedad hemos querido dominar lo indomable y restringir los ríos

y el mar a espacios cada vez más pequeños como si pudiéramos determinarles su área de existencia. Como vemos en la fotografía es a través de las inundaciones que la naturaleza nos muestra que no es posible y que tarde o temprano retornará a su cauce natural pasando por sobre lo que hayamos puesto allí. El hecho de que la fotografía sea en blanco y negro nos hace pensar en que es una fotografía antigua de algo que pasó en otro tiempo, y al mismo tiempo nos hace dudar si es una imagen real, una fantasía o un recuerdo. Pienso que esta ambigüedad en la interpretación de la fotografía se debe a que en principio se trata de un desastre natural muy improbable, algo que no hemos visto y por ello parece más bien producto de la imaginación. Pero, ¿es realmente un desastre tan improbable? Dice John Berger que lo que sabemos o lo que creemos afecta al modo en que vemos las cosas, por ello si quizás para muchas personas en el mundo esta imagen pueda parecer imposible, para nosotros como chilenos no lo es. Hemos vivido y experimentado tantas catástrofes como terremotos, tsunamis e inundaciones y conocemos tantas imágenes sorprendentes donde la fuerza de la naturaleza ha superado a la ciudad, que para nosotros esta imagen no es ya una metáfora sino que se transforma en una imagen de lo posible o bien en una pesadilla de aquello que ya en parte hemos vivido. Sabemos que es posible que suceda un tipo de catástrofe similar, lo hemos vivido, lo hemos resistido como hemos podido, pero los temores que albergamos internamente nos lo recuerdan cada vez que tiembla o cada vez que el mar está furioso y sale de sus cauces. El hecho de que esta visión fantástica de Genovés, como chilenos no nos parezca

fantástica sino que posible y que además sintamos que pudiera repetirse, nos lleva a reflexionar sobre la necesidad urgente de comenzar una nueva relación con la naturaleza. Una relación que por fin deje de ser antagónica y se establezca desde una convivencia armónica y respetuosa. Les invitamos a conocer más sobre la obra de este artista en su sitio web: www.pablogenoves.com

Análisis y reflexión de la Artista Plástica Pamela Martínez, que nos acerca y aproxima a la lectura de una obra pictórica

Pamela Martínez Row

Es artista, madre, Diseñadora Gráfica por la Universidad Católica de Valparaíso, Doctora en bellas artes por la Universidad de Barcelona. Dedicada a su trabajo artístico ha participado desde el año 2002 en numerosas exposiciones y residencias en varios países. En 2014 publicó su primer libro de fotografías Memorias Anónimas resultado de un trabajo personal de duelo a través de la fotografía. Actualmente es residente-investigadora en el Centro de Estudios y Documentación del Museo de Arte Contemporáneo MACBA y coordinadora del grupo iberoamericano de intervenciones territoriales Plataforma Vértices.

Pablo Genovés, “Curso Natural” 191 x 161 cm. 2017. Impresión pigmentada sobre papel. Gentileza del autor.


LE TRAS

04

05

¿Esta Temblando?

Infraestructura para la resiliencia “Nada te hace más fuerte que admitir tu debilidad” Jenny Firth-Cozen

REFERENCIAS 1.- Informe Anual Metro Valparaíso año 2010 2.- Informe anual Metro Valparaíso año 2015 3.- http://www.minvu.cl/opensite_ det_20150107152047.aspx recuperado el 15.05.2017 4.- González-Muzzio, Claudia. (2013). El rol del lugar y el capital social en la resiliencia comunitaria posdesastre: Aproximaciones mediante un estudio de caso después del terremoto del 27/F. EURE (Santiago), 39(117), 25-48. https://dx.doi.org/10.4067/S0250-71612013000200002

Belén Paredes Canales

Socióloga Universidad de Valparaíso. Magister en Urbanismo Universidad de Chile. Desde el año 2010 profesional del Sector Público en el ámbito de la Planificación urbana, vivienda y proyectos de ciudad.

La

preparación, anticipación y el correcto entendimiento del desarrollo de los desastres naturales ha logrado crear una cultura de alerta temprana que construye ciudadanos informados y preparados para resguardarse, con el propósito que el impacto en términos urbanos y sociales que pudiese dejar un terremoto y posterior tsunami sean menores. Sin embargo, así como la alerta temprana es un elemento central, tan o más importante son los mecanismos de respuesta post desastres, en donde se suele develar la preparación que tiene el Estado y sus instituciones para enfrentar tal escenario, en virtud de contener la crisis y promover estrategias que conduzcan a una ciudadanía capaz de responder frente a los desastres de manera resiliente. En el Marco de Acción de Hyogo, la resiliencia social ha sido el camino para posicionar teórica, metodológica e institucionalmente procedimientos que permitan anticiparse y, principalmente, sobreponerse a un escenario adverso de cualquier índole. La resiliencia es un concepto utilizado por distintas disciplinas como la física, la ecología y la psicología, pero para referirse al mismo fenómeno: La capacidad de un objeto, territorio, espacio, persona y/o colectividad de adaptarse al medio después de un cambio abrupto o precipitado. Así como lo plantea también Cutter et al. (2008) la capacidad del sistema de reorganizarse, cambiar y aprender en respuesta al evento” Cutter et al. (2008b, p. 2) en González – Muzzio, 2013). Es decir, existe un consenso de que la resiliencia es un conjunto de estrategias materiales y simbólicas con las que deben contar las comunidades para sobrellevar y superar de un modo positivo la inminente presencia de eventos fortuitos como los desastres naturales. En nuestro país hemos visto distintos esfuerzos para reconstruir post desastres a partir del criterio de resiliencia basado en reconocer las vulnerabilidades territoriales: La planificación de los sectores costeros luego del terremoto y posterior tsunami de febrero del 2010 en la octava región y, en nuestra ciudad de Valparaíso, luego del Mega incendio del año 2014, la restricción de construcción en quebradas y zonas de riesgo. Sin embargo, la planificación no puede preocuparse de la resiliencia solo en el ámbito de la reconstrucción de la infraestructura perdida, sino también, se debe focalizar en dotar a una ciudad de infraestructura segura que permita que, posterior a una emergencia, procesos de reincorporación a la cotidianidad de la ciudadanía y sus comunidades sean en el menor tiempo posible. Valparaíso y Viña del Mar son las ciudades en donde están emplazadas las instituciones políticas y públicas de la región y a su vez, donde se concentra el empleo del Área Metropolitana, situación que genera una mayor demanda por movilidad desde las ciudades interiores y que finalmente dinamiza el desarrollo de la ciudad en tanto su producción de servicios. De este modo, para que ciudades como Valparaíso y Viña del Mar logren sobreponerse de eventos como un terremoto y posterior tsunami con mayor rapidez, deben ser ciudades accesibles que permitan el ingreso y movilidad de toda la colectividad que constituye a las instituciones operantes para la reconstrucción, el desarrollo de la economía y en definitiva la pronta recuperación de

EXPE RIENCIA

la cotidianidad que sanan psicológicamente a las comunidades. Lo anterior pone a Valparaíso en un escenario complejo, pues sus principales vías de acceso y de transporte de pasajeros a la ciudad se encuentran emplazadas continuas al mar, lo que en primer lugar, las condiciona a una zona vulnerable a desastres y, en segundo lugar, que ante los últimos eventos naturales han manifestado un comportamiento defectuoso, me refiero a la Av. España y el Metro Valparaíso. La Av. España, con el paso de más de 35 mil vehículos diarios es la tercera vía más transitada de Chile (MINVU, 2015), el último mejoramiento se realizó el año 1985, por lo que claramente su vida útil caducó. El pasado mes de abril un derrumbe a la altura de la curva de Los Mayos dio cuenta del deteriorado estado de la calzada, el que no sólo afecta al servicio de la Avenida en sí misma, sino que pone en riesgo a una de las subestaciones de metro adyacente a la falla. Por su parte, Metro Valparaíso transporta al mes un promedio de un millón y medio de pasajeros (Metro Valparaíso, 2016). Con los últimos grandes eventos en la región el servicio se ha visto afectado de distintas manteras. Posterior al terremoto de 2010 el servicio estuvo interrumpido totalmente por 9 días y luego, durante los meses siguientes, el servicio fue parcial, principalmente por daños sufrido en el puente las cucharas (Metro Valparaíso, 2010). En el temporal que azotó a la costa de la región en agosto del año 2015 el servicio estuvo totalmente interrumpido por 3 días, y estuvo más de 20 días con el servicio solo hasta estación Miramar y luego combinación con buses de acercamiento (Metro Valparaíso, año 2015) lo que generó mayor congestión vehicular y mayores tiempos de desplazamiento para los usuarios. El evento más reciente ocurre en octubre del año 2016 cuando un rayo alcanza la subestación de Villa Alemana afectando los intervalos de frecuencia del metro por al menos un mes. Las fragilidades antes descritas de las vialidades emplazadas en la franja costera no hacen más que evidenciar la urgente necesidad de invertir en infraestructura segura y resiliente para la ciudad que permita gestionar de forma más oportuna y eficiente los desastres De este modo, hay que trabajar en dos ámbitos: En primer lugar, en planificación, reconocer las accesibilidades principales a la ciudad capital en función de la movilidad, identificar aquellas que están en zonas vulnerables, y dotar a la ciudad de futuros accesos que sean orgánicos con las dinámicas del territorio próximo y del Área Metropolitana En segundo lugar, la inversión, tanto la Av. España como Metro Valparaíso deben ofrecer una vialidad segura que soporte las amenazas y que logre sobreponerse de manera rápida ante los desastres. Esta inversión debe ser orientada a un proyecto definitivo y con financiamiento sistemático. Debemos, de este modo, reforzar que la planificación y el financiamiento se fundamentan en el principio de construir infraestructura para la resiliencia; infraestructura que permita soportar un desastre natural y estar operativa con prontitud posterior a la emergencia para servir a los procesos de respuesta de la institución y la ciudadanía en su conjunto.

Estaba sentado en una mesa del San Carlos,

“Alerta de Emergen-

con el computador abierto y una cerveza fría, mientras esperaba a una amiga/clienta, íbamos a revisar los planos de la casa que le estaba diseñando en Limache. A eso de las 19.55

mientras sigo a la multitud subiendo por las Heras para empalmar con Avenida Colón con dirección a Avenida Francia. Lo de las alarmas generó algo de pánico (colectivo) en la gente que se mezclaba con los autos y locomoción colectiva, mientras buscaban alguna zona segura. de suerte me encuentro en la calle con mi amiga, mientras Carabineros nos hacen subir por Avenida Francia , algunos seguimos por Baquedano caminando por un par de minutos hasta casi llegar a calle Latorre.

empieza a moverse todo (otro temblor más pienso mientras sigo sentado esperando) por un sismo que acá en Valparaíso se sintió 6.0 en escala de Richter, nada extraño en un país de cultura sísmica, por lo que los comensales que nos encontrábamos ahí, además de mirar el cielo y automáticamente pensar o decir

“está temblando” seguimos en nuestra previa ubicación, la diferencia esta vez es que se escuchaban afuera las sirenas que avisan de una alarma de tsunami, no muy convencido salgo a la calle, ya que decidieron cerrar e iniciar la evacuación, una vez en la calle y como a eso de las 20.05 en mi teléfono (en realidad en el de casi todo el mundo) empieza a sonar otra alarma, con un mensaje que aparece en la pantalla

cia SHOA_ONEMI establece evacuar a zona de seguridad por tsunami”

Luego de esperar un rato, mirando la ciudad desde lo alto, de lo que uno creía que era una zona segura, y no sin antes buscar un lugar donde sentarse y hablar sobre la casa, iniciamos retirada, algunos volviendo al plan otros por los cerros, algunos caminando, otros tratando de tomar micro o un colectivo para ir a casa. A través de estas imágenes vivenciales quiero tener un doble acercamiento, a la relación Terremoto/Tsunami,

uno como ciudadano porteño, otra como Arquitecto, como quien vive la ciudad y como quien diseña la ciudad. ¿Cuál es la pregunta que tenemos que responder los arquitec-

tos frente a estos fenómenos de la naturaleza? Luego de haber vivido una infinidad de temblores y uno que otro terremoto y con potenciales tsunamis, creo que la escala de intervención no se restringe a un mero diseño de vivienda sismo resistente o antisísmica, slogan muy ocupado por algunas inmobiliarias para vender su “producto”, cualquier construcción que se diseñe bajo la norma, cumple con esta condición, por lo que no es un valor agregado. Debemos pensar cómo estamos preparados como ciudad para dar cabida a una mega evacuación,

no solo establecer zonas seguras, sino que diseñar espacios públicos que puedan asegurar esta doble función, como nuestros edificios públicos pueden acoger a potenciales damnificados, donde establecer nuevos proyectos de vivienda. La experiencia con el Plan Maestro de Reconstrucción Sustentable para la ciudad de Constitución Post Terremoto y Tsunami 27F, es un claro ejemplo de una intervención a distintas escalas, donde se generaron proyectos de infraestructura, edificios públicos y espacio público, proyecto de transporte y vivienda y principalmente, cómo proteger a la ciudad de futuros tsunamis.

Demostrando la importancia de la participación ciudadana, del sector privado y las instituciones pú blicas en la generación de la pregunta.

Pero ese, es un tema

de voluntad y coordinación. Historicamente ha existido una disociación entre los distintos actores a nivel de voluntades y autonomía, en la toma de decisiones y generación de proyectos. Hoy en día en Valparaíso está sucediendo un fenómeno de participación ciudadana, de

una ciudad que reclama por sus derechos o sus problemas sin resolver, transporte, vivienda, seguridad, espacio público, etc., fenómeno que se vio reflejado en su máxima expresión en la elección de un Alcalde Ciudadano. Es ahí donde los arquitectos debemos actuar, en las reales necesidades de la ciudad, en la identidad de Valparaíso, en la relación publica privada de nuestro borde costero y principalmente coordinar a los

distintos actores para la generación de un proyecto común y único.

Pablo González Zavala

Reconociendo esto, podremos definir cual es la respuesta más allá de sus condiciones técnicas. En Constitución entre la ciudad y el Mar, colocaron un bosque para disipar por fricción la fuerza del agua y además solucionar el problema de acceso al mar como espacio público ¿…y por qué acá colocamos un mall?

Arquitecto Universidad de Valparaíso. 2007 Derecho Urbanístico PUCV. 2017 Fundador de TALLER 986, Oficina enfocada en el desarrollo colaborativo e interdisciplinario de proyectos de arquitectura de bajo costo, pertinentes en su emplazamiento urbano y carácter publico-social. Coordinador Técnico Equipo De Reconstruccion MINVU en catástrofes Terremoto 27F(2010) e Incendios 14F(2013) 12A(2014) y 2E(2017).


Ciudad Territorio

Los últimos años se han caracterizado por la alta recurrencia de eventos de marejada en las costas de la zona central de Chiles. Estas inundaciones afectaron tanto la infraestructura pública, como mobiliario urbano, residencias, automóviles y turistas. Solo en lo que va del año 2017, se han registrado más de 20 eventos de marejadas.

06 - 07

Inundaciones costeras: Un problema en aumento El borde costero de la ciudades emplazadas en la zona central de Chile está fuertemente intervenido, tanto con infraestructura residencial, como también una gran cantidad de infraestructura vial y servicios. El alto interés por habitar la franja costera ha llevado a una intensa densificación de esta, describiendo un modelo de crecimiento que genera escenarios eventualmente catastróficos al ignorar el potencial destructivo de los fenómenos tectónicos y oceanográficos que la afectan. La zona central de Chile ha sido constantemente afectada en los últimos años por eventos de marejadas, provenientes tanto del suroeste (oleaje predominante) como también del norte, manifestándose con un intenso oleaje generado por la combinación de diversos componentes meteo-oceanográficos, tales como el viento, presión atmosférica y mareas. Ante estos eventos, las defensas costeras existentes se suelen ver sobrepasadas, lo cual ha llegado a generar anegamiento de vías, colapso de defensas y últimamente una fuerte erosión de playas. En los últimos años se ha registrado un aumento considerable, tanto en el número de eventos de marejadas, como también en la intensidad de estos eventos. El promedio de marejadas entre 2006 y 2014 fue de 32. El año 2015 aumentó a 45 y posteriormente el año 2016 el número aumentó nuevamente a 56 eventos, siendo el año con mayor registro histórico. Este aumento en frecuencia e intensidad trae consigo un importante desafío para la planificación de ciudades que describen un alto riesgo de inundaciones costeras. Adaptabilidad La adaptabilidad es un concepto empleado para señalar posibles estrategias para remediar una situación de vulnerabilidad negativa. Esta define la capacidad de los componentes de un sistema para construir resiliencia, con miras a tener una mejor respuesta ante futuras perturbaciones, reducir daños y permitir una recuperación más rápida en futuros desastres. En este contexto, se entiende la adaptabilidad post-desastre como la capacidad de un asentamiento para reinterpretar el uso del territorio y la infraestructura urbana luego de ser afectados por un evento destructivo. La adaptabilidad estará condicionada a la capacidad de respuesta de la comunidad local, existiendo diversas variables a través de las cuales se puede desarrollar, tales como el trazado urbano, tipologías estructurales y la materialidad. A pesar de la necesidad de una rápida adaptación de territorios o infraestructura afectada, la experiencia internacional muestra que la adaptabilidad de escenarios vulnerables ha sido lenta en la mayoría de localidades afectadas.

Marejadas en Avenida Perú, Viña del Mar. Fotografía: Felipe Igualt

Estrategias de Adaptabilidad Las estrategias de adaptabilidad más utilizadas y discutidas para localidades afectadas por inundaciones costeras, corresponden a la protección, acomodación y reubicación de infraestructura vulnerable. La protección se lleva a cabo a partir de obras costeras de defensas con el fin de proveer resguardo ante oleaje, entre ellas muros rompeolas, diques y espigones. La utilización de barreras duras para protección es una de las estrategias mas usadas alrededor del mundo. Sin embargo existen diversas problemáticas asociadas a estas barreras defensivas, entre ellas los altos costos de mantención, deterioro y fallas por oleaje extremo, así como cambios en los patrones de erosión y sedimentación de costas. La acomodación es una estrategia que permite la continuidad de uso de infraestructura amenazada, a pesar de los cambios medioambientales. Dentro de las estrategias que acompañan la acomodación se destacan las modificaciones a los instrumentos de planificación territorial, elevar pisos, generar franjas libres de construcción, cambio en uso de suelos, mejoras de drenajes y elaboración de planes de evacuación. La modificación de los instrumentos de planificación territorial destaca como la acción que mayor impacto podría tener dentro de un territorio debido a que permite modificar el crecimiento y uso de la ciudad en referencia a sus amenazas naturales, sin embargo, esta acción toma un prolongado tiempo en materializarse, por lo cual deben ser consideradas como respuestas a largo plazo. La reubicación es una estrategia de adaptabilidad a escenarios riesgosos que involucra el abandono de áreas de alta vulnerabilidad, y una posterior reubicación en zonas altas con baja o nula vulnerabilidad. Dentro de las estrategias de adaptabilidad existe también el concepto de multiprotección, entendido como una sumatoria de medidas de adaptabilidad, tanto para edificaciones, como para el trazado urbano. Esta estrategia podría incluir, entre otras, el uso de barreras de mitigación artificiales y naturales, adaptación de edificaciones y estructuras, restricción de uso de primeros pisos, evitar las zonas residenciales en zonas de inundación, y la incorporación de estructuras de evacuación vertical, las cuales aún no han sido implementadas. Una estrategia de multiprotección para una zona costera de uso intensivo podría contribuir significativamente, ya que un sistema de protección multifuncional tendrá mayores posibilidades de absorber perturbaciones sin alterar sus funciones. Mas allá de estas estrategias, se considera una comunidad adaptada al riesgo de inundación aquella donde se educa a sus habitantes sobre estos riesgos y se toman diversas medidas para salvaguardar tanto la integridad de los habitantes como de la infraestructura. En este sentido, nuestras autoridades están llamadas a generar no solo modificaciones a los instrumentos de planificación, sino que también a generar programas que eduquen a la sociedad en materia de riesgos. Esto no solo aplica para las comunidades costeras, sino que para todo el territorio nacional. Finalmente, para tener una adaptación positiva e integrada de la zona costera ante futuras inundaciones, no se debe romper la relación directa que existe tanto física, como visualmente con el mar, sino que se debe trabajar en una relación en que las barreras de protección se integren a las opciones recreativas, productivas, comerciales, entre otras. Por su parte, las modificaciones estructurales en edificaciones, como alzar los primeros niveles o cambiar la materialidad, permitirían tener una mejor preparación y respuesta de las edificaciones ante futuras inundaciones costeras, lo cual incide en la disminución de víctimas y daños dentro de la comunidad afectada.

Inundaciones costeras en zonas urbanas:

La importancia de la Adaptabilidad en la infraestructura costera

Felipe Igualt Jara Arquitecto PUCV. 2006 Magister Náutico y marítimo PUCV. 2009 D.ARCH, Doctor en Arquitectura. 2015 Profesor Asociado, Escuela de Arquitectura PUCV Investigador sobre efectos de tsunami e inundaciones costeras en zonas urbanas.


La señal, la señalética y la señalización

Enfre

ntar la realidad inmediata que genera un desastre natural es y será un tema complejo, básicamente porque la reacción natural y espontánea abarca una serie de áreas de nuestra persona y actúa simultáneamente impactando lo fisiológico, lo emocional, lo cognitivo y lo social. Así entendido, el plantear cualquier acción preventiva y de seguridad ante la ocurrencia de un tsunami debe ser abordada considerando los factores antes mencionados. El caso particular de la señalética presente en nuestras ciudades, utilizada y normada internacionalmente, parece desconocer la naturaleza compleja de nuestras reacciones y reduce su intervención a la incorporación de una serie de señales convenidas dentro de un sistema de señalética “correcto” y un plan de señalización aún no resuelto.

La labor de indicar, orientar y conducir en caso de tsunami.

Eduardo Abarca Lucero

DI SEÑO TÉC NICA

La Amabilidad del sismo Chileno

09 08

Diseñador Industrial PUCV Académico Escuela de Diseño Universidad de Valparaíso

En este ámbito, la tarea a realizar desde el diseño no se reduce solamente a darle forma a la señal en cuanto signo o gesto que nos informa o avisa de algo. El foco debe estar puesto en el empeño de darle sentido y elocuencia a la imagen que sustituye a la palabra escrita, allí es donde debemos poner el énfasis puesto que la alarma y la alerta ante la señal queda condicionada por el cómo estoy, cómo me siento, cómo pienso y cómo me organizo ante el peligro y cómo percibo que la señal me ayuda en esto. Considerar los rasgos anteriores al parecer es un tema ausente cuando analizamos la señalética en uso hoy en día, la que claramente obedece a convenciones, pero estas aún no son fácilmente interpretadas y reconocidas en su función por parte de quienes debemos sentirnos guiados y protegido por ellas. La señalética que ve-

mos en nuestras calles usa un sistema comunicacional que traduce las señales a símbolos icónicos, lingüísticos y cromáticos, el que debe necesariamente responder a un programa de diseño previamente elaborado que permita la adecuada relación funcional entre los signos de orientación en el espacio y el comportamiento de los individuos. La experiencia de la última alerta de tsunami en Valparaíso y el proceso de evacuación asociado a ella nos muestra precisamente una brecha entre lo esperado de un sistema de señalética y señalización y lo que finalmente ocurre cuando nos enfrentamos a él en una emergencia. La señalización para comportarse de manera efectiva debe considerar la natural reacción multidimensional de nuestro ser ante una situación de emergencia, ante los aspectos fisiológicos se deben definir patrones de tamaño y legibili-

dad de estas señas, los aspectos emocionales nos refieren a la búsqueda de la sensación y situación de seguridad configurada por la claridad de la ubicación relativa entre la zona de peligro y la zona segura. Desde lo cognitivo resulta evidente que el valor debe estar puesto en señalar una clara orientación, un recorrido evidente y una pronta accesibilidad a la zona segura, todo ello bajo el criterio de seguridad en los desplazamientos. La componente social condiciona el comportamiento colectivo, tanto así que en ocasiones el seguir a la mayoría tiende a reemplazar el grado de verdad que deben comunicar las señales. Este enfoque nos permitirá definir entonces un sistema que cabalmente cumpla con una serie de características que permitan definirlo como apropiado. Apropiado según la percepción de lo adecuado y reglado internacionalmente y apropiado desde la dimensión

en que el habitante de nuestro borde costero lo haga propio. Analizando la señalización en esta doble concepción es que se debe destacar el sentido autónomo que debe tener como sistema caracterizado por la capacidad de regular las conductas y flujos humanos a partir de un código conocido y aprendido por los usuarios, en la efectividad de estos factores reside el primer nivel para entender lo apropiado. La segunda mirada a lo apropiado recae fuertemente en la capacidad de estas señas de independizarse de las características del entorno y de no influir en él de modo de ser verdaderas señales cuya visibilidad sea pertinente y oportuna en cuanto a secuencias, distancias y ubicaciones. Es de esto de lo que el diseño debe ocuparse, conferirle sentido a un sistema de señalética cargándolo de elocuencia en su modo y manera de orientar y conducir.

Si aceptamos a la ciudad como la expresión del deseo

las de “fuerza mayor”, las que no puede evitar el ser huma-

importantes tsunamis como el de Valparaíso (1730), Valdivia

como en California y Japón, donde con terremotos de menor

del ser humano de vivir en comunidad, el que se materializa

no, estas son los desastres naturales entre los que contamos

(1960), Puerto Aysén (2007), Cobquecura (2010) y Coquim-

magnitud, por el hecho de liberar gran parte de la energía

desde la revolución agrícola, momento en el que se logra

Terremotos y Tsunamis.

bo (2015).

bruscamente en un impulso muy corto es que son mucho

producir la gran cantidad de recursos que se requiere, po-

más destructivos que los gigantes y amables sismos Chile-

demos suponer que la cooperación entre las personas es la

ser humano. Los terremotos, en su mayoría, se concentran

soportan en buena forma los terremotos, pero tenemos un

nos.

que hace deseable agruparse en la urbe.

en el “Cinturón de Fuego del Pacífico”, que es toda la costa

sesgo natural, lo que no está bien edificado se cae y lo per-

La cooperación se da entre las personas que componen la

que rodea dicho océano. Aquí se concentra el 90% de los

demos como punto de referencia. Tenemos un buen com-

y esto por una razón muy sencilla, Santiago no tiene cos-

ciudad intercambiando bienes y protegiéndose de enemigos

sismos del planeta. También existe una zona de importante

portamiento general de las estructuras y por sobre todo ex-

ta, y por ello no se estudiarán con tanta profundidad. Sí, la

humanos y animales.

sismicidad en el norte de India que “choca” con Asia y un

hibimos un número menor de muertos cuando sufrimos los

ingeniería antisísmica también es centralista. Pero también

conjunto de sectores del mediterráneo oriental incluyendo

embates de un sismo de gran magnitud.

sucede que los Tsunamis son fenómenos menos recurrentes

el hacinamiento, enfermedades y otras que si bien son

Italia, Turquía e Irak.

Tenemos suerte, nuestros sismos son fuertes, tienen

que los terremotos, por lo que es más fácil estudiar estos

amenazas, no logran hacer cambiar al hombre de opinión y

Los maremotos en su inmensa mayoría, se desarrol-

gran cantidad de energía y podemos ufanarnos de ellos, pero

últimos y de hecho seguimos haciéndolo, de manera de que

persiste en su gusto por la ciudad.

lan en el Cinturón de Fuego del Pacífico, Chile con su larga

felizmente la forma en que se suelta esta energía es lo sufici-

nuestras ciudades sigan siendo nuestra forma segura de pro-

Ingeniero Civil Estructural P.U.C. Gerente General Luis Della Valle & Asociados LDVA: Cálculo Estructural Proyectos de Viviendas, Industriales y Edificios Habitacionales y comerciales a lo largo de todo el país.

costa está expuesto a tsunamis y en su historia se registran

entemente gradual como para que no sean tan destructivos

tegernos, cooperando entre nosotros.

www.ldva.cl

Sin duda hay externalidades negativas, como son

Pero también existen amenazas de otra categoría,

El planeta Tierra guarda distintas amenazas para el

En Chile hemos aprendido a construir ciudades que

De los Tsunamis nunca sabremos mucho en Chile,

Luis Adolfo Della Valle Solari


Chile país de ca-

colapso de las redes de voz

gía más efectiva. Entendien-

dos y un poco más sigue

tástrofes naturales y no tan

pues usan muchos recursos

do que esa efectividad no

siendo temblor y todo sigue

naturales. Nada nuevo en

y las antenas privilegian este

está necesariamente dada

normal. Todos corremos a

lo que digo, pero si muchas

tipo de comunicaciones.

por la inmediatez de escu-

nuestras redes sociales fa-

iniciativas por implementar

Por otro lado los

char la voz de nuestro fami-

voritas para dar nuestra es-

y adoptar. Y no me refiero

SMS es un canal poco pro-

liar al otro lado del teléfono.

timación, ser los primeros

necesariamente

última

bable que colapse. De he-

Entonces si dejamos

en decir lo obvio y reírse un

tecnología. Debemos traba-

cho si no se logra enviar, el

de lado los dos extremos de

poco porque si algo hemos

jar la cultura comunicacio-

mensaje queda en espera

los canales SMS por un lado

hecho bien en Chile son las

nal en instancias de emer-

hasta que el canal se libera

y llamadas de voz por el

normas de construcción an-

gencia.

y logra llegar a destino.

otro ¿Dónde quedamos? En

tisísmicas.

canales digitales. Donde las

¿Somos tan digitales como

aplicaciones de uso diario

prendió es cómo los chile-

decimos ser?

juegan un rol fundamental.

nos “subimos al columpio”

Facebook, Twitter,

What-

a Facebook y su funcio-

sapp que, en escala de uso

nalidad de “Safety Check”

de ancho de banda debe-

que habilita en países que

mos tener presente que los

estén pasando por una ca-

mensajes de texto serían los

tástrofe o emergencia. Esta

más efectivos en lograr una

funcionalidad permite a los

comunicación en caso de

usuarios indicar su estado y

colapso temporal de la red

solicitar algún tipo de ayuda

a

Un poco de contexto reciente

La semana del 24

Comunicación digital para ciudadanos tecnológicos Para saber más, les invito a leer un completo artículo sobre ¿Cómo actuar en caso de emergencias? https://www.ida.cl/blog/marketing-digital/cobertura-emergencias-redes-sociales/

Maximiliano Martin Maureira Diseñador Gráfico PUCV Fundador de IDA Consultora de experiencia de usuarios www.ida.cl

TECNO LOGÍA

10-11

EDITO RIAL

Lo que sí me sor-

Revista COTA

No existe en la región ninguna publicación

al 28 de Abril en el gran

Si estamos en un

y usaría menos datos. Luego

u ofrecimiento de esta. Solo

Valparaíso y centro del país

mundo tan digitalizado ¿por

son los mensajes de audio

se muestra gente con “ham-

que recoja puntos de vistas propios, locales y hablar

vivimos momentos intensos

qué no usamos canales digi-

que se comportan de mane-

bre de sushi”, se ofrece alo-

de lo que nos sucede, ya que todo lo centralizamos,

debido a una seguidilla de

tales como prioritarios para

ra similar en caso de redes

jamiento para personas con

permitiendo la entrada de lo ajeno a nuestro esce-

sismos que gatillaron nues-

estas instancias?

colapsadas pero aumentan

características físicas especí-

nario, y no reconocemos que tenemos una mirada

tras reacciones. Las de au-

Como el cuestiona-

el uso de datos y finalmente

ficas y un sin fin de chistes

propia, particular, posible de atender a través de este

toridades y organismos pero

miento debe partir por casa.

las llamadas entre aplica-

e invitaciones o solicitudes a

medio libre, no privativo de la palabra. Sino más bien

también las de los ciudada-

debemos cada uno tomar

ciones solo podrán funcio-

carretear.

que responda a la temática planteada en cada núme-

nos. Que para este caso son

conciencia sobre qué cana-

nar en caso que las redes lo

las que me interesa abordar.

les son más efectivos para

permitan en el momento de

¿Qué sucede a nivel institu-

crático, es por esto que la revista, a pesar de no ser

darles el uso que correspon-

realizarlas.

cional?

concebida bajo un formato de papel couché, ahora se

¿Qué es lo primero que ha-

de y de paso benefician a la

¿Cuán en serio nos toma-

instituciones

la juega en el contenido y el modo de presentarlo, por

cemos una vez sorprendi-

comunidad en general. Pues

mos los desastres?

deben estar preparadas para

esto el formato responde al romanticismo del papel

dos por un catástrofe?

dejamos que las redes sean

No se si tendrá que

las emergencias. Esta pre-

austero casi ausente.

usadas por los organismos

ver con la cultura resiliente

paración se materializa con

lunes 24, día del sismo de

de emergencia.

pero si tengo claro que una

protocolos de comunica-

mayor intensidad (6,9 Rich-

del

cosa es adaptarse a las difi-

ción para emergencias y es

ter) los llamados telefónicos

canal que nos genere apa-

cultades y otra muy distinta

en las redes sociales donde

superaron con creces los ge-

rentemente mayor certeza a

es tomárselo a la chacota.

deben estar presentes para

nerados en año nuevo. Esto

la hora de comunicarnos de-

Aunque sabemos que en

interactuar.

generó el casi inmediato

bemos optar por la tecnolo-

Chile un temblor de 7 gra-

Según la Subtel el

Independiente

de profesionales especializados para con la ciudad,

ro como eje principal en un formato público y demo-

Las

Director Revista COTA


Director Pablo Martínez Duarte Columnistas Pamela Martínez R. Belén Paredes C. Pablo González Z. Felipe Igualt J. Maximiliano Martin M. Eduarda Abarca L. Luis Della Valle S. Arte y Producción ediciones PMD Corrector de Textos Ignacio Sepúlveda F. Imágenes Columnistas Fotografía Portada Felipe Quiros Pintura “Curso natural” Gentileza Pablo Genovés Imprenta Almendral Impresores Tiraje 2.000 ejemplares Sitio Web www.revistacota.cl Servicio Hosting www.creattiva.cl Publicación y Venta revistacota@gmail.com

Edición de distribución gratuita Se autoriza la reproducción parcial citando textos o imágenes conforme a la ley de propiedad intelectual.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.