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Pacific Union College

Estudiante de enfermería sirve a su comunidad durante la pandemia

Amedida que las escuelas de todo el país comenzaron a cerrarse a principios de este año, el campus del Pacific Union College se dirigía a la semana de finales y se enfrentaba a lo que se consideraban como dificultades insuperables. Pero el «colegio de la montaña» se levantó a la ocasión y enfrentó cada desafío. Mientras los miembros del personal trabajaban para encontrar maneras creativas de seguir sirviendo desde sus estancias, sus cocinas y las oficinas de sus casas, los profesores rápidamente ofrecieron los exámenes finales en línea y comenzaron el proceso de transición de sus cursos de primavera al aprendizaje remoto.

A medida que la educación comenzó a adoptar un aspecto completamente nuevo, los estudiantes de PUC establecieron sus aulas remotas y encontraron maneras de estudiar y socializar utilizando la tecnología. Sin embargo, algunos fueron más allá de simplemente adaptarse a la nueva normalidad. Es increíblemente conmovedor ver cuántas personas usaron este tiempo de crisis para impactar positivamente a otros.

Uno de esos estudiantes notables es Ralph Edward Valdez, quien recientemente se transfirió a PUC de Napa Por Dana Negro

Valley College y comenzará su segundo trimestre del programa de enfermería en este otoño. De jovencito, Valdez quería estudiar medicina y con el tiempo convertirse en un oncólogo pediátrico. No fue hasta el final de su último año en la escuela preparatoria que Valdez escuchó a su mentor hablar sobre la batalla de su hijo contra el cáncer y la experiencia positiva que había tenido con sus enfermeras, que eran un faro continuo de esperanza para él y su familia. Fue entonces cuando se dio cuenta de que quería ofrecer esa fuerza y positivismo a los demás durante su tiempo de necesidad.

Cuando PUC cerró su campus y cambió a aprendizaje remoto en marzo, Valdez regresó a su casa en Napa. Se dio cuenta de que no tendría sus laboratorios regulares de enfermería o clínicas, así que llenó una solicitud con el Cuerpo de Reserva Médica. Después de recibir la capacitación necesaria, Valdez fue asignado a trabajar como enfermero en un sitio de pruebas COVID-19 en Napa. «Sinceramente, no esperaba estar trabajando en primera línea. Estaba viendo las noticias locales cuando los reporteros estaban hablando de la oportunidad de trabajar con el Cuerpo de Salud en California. Inmediatamente expresé mi interés y llené los formularios necesarios. Pensé que me llamarían para trabajar en un hospital o clínica haciendo tareas simples como tomar signos vitales generales y trabajar con enfermeras registradas y asistentes registrados de enfermería certificados», indica Valdez. «Me ofrecieron una asignación para trabajar en el nuevo sitio de pruebas COVID-19 en Napa. Estaba un poco aprensivo, pero durante nuestra primera reunión me tranquilizaron cuando se estableció el proceso para las pruebas, asegurándome atender cada detalle».

Cada día después de reportarse, registrar sus temperaturas, lavarse y ponerse el equipo

de protección personal (EPP), el equipo se dirige a preparar sus estaciones y comenzar a ver a los pacientes. Trabajando en equipos de dos personas, realizan hisopos nasales y empaquetan las muestras de forma segura. «La mayoría de las veces soy quien ayuda, pero de vez en cuando puedo realizar los hisopos yo mismo. Nuestro sitio prueba en promedio alrededor de 350 a 400 personas al día, con mi turno típicamente completando más de 200 de esas pruebas».

Al principio de su voluntariado, Valdez se encontró en una situación que nunca había esperado. «Un día, ninguno de los empleados sabía hablar español, así que les dije que me encargaría de las traducciones», comenta Valdez. Acababa de terminar un curso de español para profesionales de la salud el trimestre anterior, por consejo de la asesora de preenfermería de PUC, Lorie Johns, así que se sintió confiado en asumir ese papel. «Pude explicar con éxito el proceso a los pacientes de habla hispana. Más importante aún, pude evitar que los pacientes tuviesen pánico y se sintiesen abrumados con su situación».

Valdez tomó cursos de español en primaria y secundaria; sin embargo, no fue hasta su experiencia en el sitio de pruebas que comprendió plenamente la importancia de ser multilingüe, especialmente en la profesión de la salud. Atribuye a la profesora Sylvia Gregorutti y a su curso de Español para Profesionales de la Salud que lo han equipado para su futura carrera de proporcionar una excelente atención médica y el respeto y la compasión que cree que todos los pacientes merecen. «Sólo puedo imaginar lo que sería ir y hacer una prueba invasiva, sin que nadie pueda explicarte el proceso. Sería una experiencia aterradora. La importancia de ser bilingüe y capaz de aliviar los temores potenciales de las personas ha sido sin duda la lección más valiosa que he aprendido hasta ahora».

Durante estos tiempos inciertos, PUC está agradecido y bendecido de tener estudiantes como Ralph, con su deseo de aprender y su compromiso de servir, como parte de nuestra familia.

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