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Northern California Conference

PHOTO: JONNY HAYASAKA

La iglesia hispana de Hayward ha estado participando en un «maratón» de servicio y evangelismo cada semana desde el inicio de la pandemia COVID en marzo.

Correr un maratón de servicio y ministerio

Los maratones ya no son solamente competencias de atletismo; ahora también lo son para las iglesias que hacen el esfuerzo de servir a sus comunidades en tiempos de gran necesidad —semana tras incierta semana— durante una pandemia. Una de esas iglesias, como muchas otras en la Pacific

Union, es la iglesia hispana de Hayward en Hayward, California en la Northern California Conference.

Posteriormente a la crisis de COVID, la iglesia ya tenía un fuerte ministerio proporcionando despensas de alimentos todos Por Cynthia Mendoza

los miércoles a la comunidad. A partir de COVID, el número de familias ha aumentado considerablemente —a aproximadamente 350 familias—. La necesidad es tan grande que la gente hace cola desde las 6:00 a. m. para la hora de distribución a las 9:00 a. m.

Aproximadamente 25 voluntarios hacen posible la distribución, haciendo preparativos para la distribución del martes y todo el día del miércoles hasta aproximadamente las 6:00 p. m. Después de la distribución pasan más tiempo guardando cosas y limpiando. Un banco de alimentos local también ayuda no solo donando parte de la comida, sino también enviando voluntarios según sea necesario.

«Hemos estado haciendo esto todos los miércoles durante seis meses», comenta Ramón Verduzco, su pastor. «Realmente ha sido un maratón de trabajo y servicio».

Parte de ese trabajo también incluye ayudar a otras iglesias vecinas, incluidas aquellas cuyos miembros se han visto afectados por COVID y la pérdida de trabajo. «Estamos felices de haber podido apoyarlos y ayudarlos», indica Verduzco.

Aunque el culto tradicio

nal en persona ha tenido que esperar que se le dé la luz verde, la iglesia de Hayward sigue participando activamente en el evangelismo y la enseñanza. Antes de COVID, la iglesia estaba realizando estudios bíblicos con aproximadamente 40 a 50 personas, los cuales se tuvieron que parar hasta poder reunirse de nuevo en persona. Pero, señala Verduzco que la iglesia continúa participando activamente en el evangelismo, así como adaptándose rápidamente a la nueva modalidad del culto digital.

Hasta ahora, Verduzco, al igual que muchos otros pastores y personas, utilizaba las redes sociales principalmente para su uso personal, para compartir fotos e información sobre vacaciones y cumpleaños, pero inmediatamente vio la necesidad de usar la tecnología en el ministerio.

«Tuvimos que reinventarnos. Hemos aprendido que la antigua forma de hacer las cosas está en el pasado y que, si no nos adaptamos a las nuevas tecnologías, nos volveremos obsoletos», señala Verduzco. «No podemos seguir haciendo las mismas cosas de la misma manera y seguir siendo relevantes».

La nueva normalidad en términos de tecnología ha traído su nuevo lote de bendiciones, particularmente en forma de llegar a un público mucho más

amplio que solamente la congregación o incluso la comunidad de Hayward. Verduzco observa que han escuchado de personas en Europa y América del Sur que han visto los servicios de adoración en línea de la iglesia.

Entre servir a la comunidad local y llegar a un público más amplio a través de la tecnología, la iglesia hispana de Hayward ha descubierto un nuevo medio a través de la tecnología para compartir la bendita esperanza a largo plazo.

«Ha sido una experiencia increíble, como nunca podríamos haber imaginado», concluye Verduzco.

(Arriba) La iglesia hispana de Hayward distribuye alimentos a aproximadamente 350 familias cada semana. (Derecha arriba) Los voluntarios ayudan a clasificar y preparar verduras frescas para la distribución semanal de alimentos en la iglesia hispana de Hayward. (Derecha abajo) La iglesia hispana de Hayward se siente bendecida de poder proporcionar cantidades abundantes de alimentos a las familias necesitadas cada semana durante la pandemia COVID.

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