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Southern California Conference
De COVID a Cristo: Una historia de ministerio en línea, salud física y renovación espiritual
Por Cynthia Mendoza
Las pandemias pueden alterar la forma como el evangelismo se lleva a cabo, pero no alteran el poder del Espíritu Santo para llevar a las personas a Cristo incluso a través de los desafíos más difíciles. Durante estos tiempos difíciles, el distrito de las iglesias hispanas de Eastmont y El Sereno, en la Southern California Conference no solo se dedica al servicio comunitario, sino también a compartir el mensaje adventista, lo cual hasta ahora ha dado lugar a múltiples bautismos. Como muchas otras iglesias han hecho cuando COVID azotó en la primavera, las iglesias de Eastmont y El Sereno se dedicaron a compartir su fe y al servicio comunitario a través de la distribución de alimentos; la iglesia de
El Sereno organiza una distribución de alimentos los domingos por la mañana a las 9:00 a. m. y
En agosto, la iglesia hispana de El Sereno celebró varios bautismos como resultado directo del ministerio en línea de su distrito.
la iglesia de Eastmont organiza una distribución de alimentos los lunes por la tarde. Las dos iglesias se asocian con agencias locales sin fines de lucro que proporcionan la comida.
A través de las ofrendas y donaciones de los miembros de la iglesia, el distrito también ofrece asistencia financiera directa a individuos de la comunidad y a los miembros de iglesia. Según el pastor Jesús Torres, que supervisa ambas iglesias, se sienten bendecidos de que dentro de sus respectivas congregaciones pocos miembros han perdido sus trabajos, pero en la comunidad hay una gran necesidad de ayuda.
En cuanto a los cultos de adoración y la atención espiritual en sí, el cambio fundamental a programas y comunicación digital en línea ha abierto nuevas oportunidades para compartir el evangelio y tocar vidas que de otra manera no se hubiesen tocado.
A través del uso de WhatsApp, Facebook y Zoom, los devocionales y sermones del pastor Torres han llegado a personas tan lejanas como Bangladesh y la China. Alguna gente de México también se le ha acercado para solicitar que se ore por ellos. Algunas de esas conversaciones con personas ajenas a la comunidad local han llevado a más estudios bíblicos. «Para algunos es difícil aceptar que esta es la nueva normalidad para hacer ministerio, pero a través de la tecnología Dios nos está dando la oportunidad de compartir el evangelio incluso en otros lugares», comenta Torres. Sin embargo, la comunidad sigue siendo tan importante y tan impactada por la nueva normalidad de tal forma que vidas han sido transformadas. A principios de este año, una familia que se encontró con las páginas de Facebook de la iglesia se acercó para pedir se orase por ella. Toda la familia, padres e hijos, estaban afectados por COVID al mismo tiempo. Finalmente, el padre terminó intubado en el hospital.
Durante este tiempo, las dos iglesias, a través de su línea diaria de teleconferencia de oración, oraron por esa familia y por la recuperación del padre, junto con muchas otras peticiones de oración. El pastor Torres seguía visitando a la familia para ver cómo estaban. El padre enfermo también oró en privado para ser sanado; le dijo a Dios: «Señor, si me sacas de esto, volveré a comprometer mi vida a ti». El 15 de agosto, toda la familia fue bautizada en un servicio
al aire libre. En ese proceso el pastor Torres se enteró de que en algún momento la familia había conocido al Señor, pero con el tiempo habían perdido interés en la iglesia. A través del ministerio en línea de las iglesias de Eastmont y El Sereno, el Espíritu Santo tocó de nuevo sus corazones.
Ahora, más que nunca, el pastor Torres quiere alentar y apoyar a los líderes de la iglesia en su distrito a medida que aprenden a utilizar la nueva normalidad a través del uso no sólo de teléfonos sino también acostumbrarse a hablar a una habitación vacía frente a una cámara y aprender a usar nuevos equipos.
«Ha sido un desafío, pero nos hemos adaptado», indica. «La tecnología nos permite ministrar a personas más allá de los límites de la iglesia local. Eso es lo que Dios quiere».