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Cristianismo en la era pospandémica

La gran pandemia. El comienzo de una recesión económica o incluso una depresión. No sé cuál será el nombre o la descripción de esta era en los libros de historia, pero estoy seguro de que los acontecimientos de 2020 cambiarán el mundo como lo hemos conocido.

En unas semanas, el mundo ha visto cambios que nunca imaginamos. Últimamente, las cosas no han sido lo mismo de siempre. Se deben estar llevando a cabo algunos cambios profundamente significativos en este momento entre nuestra comunidad de fe.

Debemos tener un cambio de paradigma. Google define el cambio de paradigma como «un cambio fundamental en el enfoque». El mundo tal como lo conocemos ha cambiado, y aquellos de nosotros que creemos en un Salvador que regresa pronto debemos entender que nuestra propia sobrevivencia como iglesia depende de una comprensión cuidadosa de lo que está ocurriendo.

Aquí hay algunos cambios de paradigma a considerar a medida que avanzamos con nuestra iglesia en la era posvirus, a medida que continúa nuestra espera por Jesús.

Debemos practicar lo que predicamos

La comunidad de fe debería haber sido la primera en seguir todas las sugerencias de las autoridades para nuestra protección, desde lavarnos las manos hasta el distanciamiento social. Debimos haber puesto la pauta para el resto del mundo. Debimos haber sido los primeros en apoyar a nuestro personal médico. Debimos haber sido los

Cristianismo

primeros en pensar en el bienestar de los que nos de una irresponsabilidad egoísta. rodeaban. Se le llama obediencia simple. Cambio de paradigma: practiquemos lo que pre

Creemos en la obediencia. Enseñamos obediendicamos. Mostremos al mundo que se puede confiar cia, especialmente cuando nuestra obediencia pueen los cristianos. Ayudemos a la comunidad de fe a de ser un catalizador para el bienestar de nuestras ocupar el lugar que le corresponde en el mundo. comunidades. Se nos anima a orar por nuestras autoridades, a respetar la autoridad. Lo que ha tenido Debemos entender quiénes somos lugar en su lugar deja mucho que desear. Las crisis tienen una manera de mostrarte cosas

Empezamos a interpretar la pandemia en térmique no estabas viendo antes, de ayudarte a connos apocalípticos. Susurramos que la pandemia es centrarte en lo que realmente importa. Ha estado una conspiración. Empezamos a criticar a nuestro lisucediendo a nuestro alrededor. La gente habla derazgo por venderse al gobierno. Trajimos nuestro de esto en todas las redes sociales. Ha surgido un partidismo con nosotros a esta crisis. Hablamos de nuevo hashtag: #imthechurch. Un cambio de pafe cuando deberíamos haber tomado medidas. Nos radigma está ocurriendo justo delante de nuestros preocupan las cuestiones de libertad religiosa, de ojos. ¿Quiénes somos? Somos la iglesia. Fue necesalo cual deberíamos haber estado preocupándonos rio que se cerrasen nuestros lugares de culto para mucho antes de la pandemia. Deberíamos haber ayudarnos a recordar que, con el fin de terminar la estado buscando maneras de solventar los muchos obra, los edificios no son vitales. desafíos que están sufriendo «los hermanos neceEn cambio, los edificios han propagado algunos sitados» (Mateo 25:40, NBV). Empezamos a hablar conceptos erróneos acerca de quiénes somos. Los de desobediencia civil cuando deberíamos haber edificios vienen con restricciones. Hay algo en relaestado hablando de obediencia simple. ción con esas paredes. Propagan la idea de nosotros

La situación a la que nos enfrentamos no contra ellos. Nos impiden mirar hacia afuera. es realmente tan complicada. Nos enfrentamos Tú eres la iglesia. El Espíritu de Dios vive dentro a un virus que prospera en la comunidad. Para de ti. Las personas son mucho más importantes detenerlo, debemos pasar algún tiempo estando que cualquier edificio, cualquier regla o cualquier físicamente separados unos de otros mientras sacramento. Jesús murió y está regresando por su salimos de la curva y se crean nuevas soluciones. pueblo. Todo lo demás fue creado como una ayuda La obediencia simple es vital en situaciones como visual para la gente. Somos más que edificios. esta. Llegará el momento de la desobediencia civil Cambio de paradigma: no necesitamos edificios —de nuevo se requerirá que evaluemos nuestras para tener iglesia. La iglesia está donde está el pueprofundamente arraigadas convicciones por enciblo de Dios. Tú eres la iglesia. ma de la autoridad de cualquier hombre—. Si bien la desobediencia civil puede venir de un sacrificio Debemos entender cuál es desinteresado a la voluntad de Dios, la desobenuestro verdadero llamado diencia a las autoridades puede ser el resultado ¿Cuál es el propósito de los hijos de Dios? Si tu

EN LA era pospandémica

POR CARLOS A. CAMACHO

respuesta es hacer adventistas a todos, creo que tu respuesta es deficiente.

El propósito de los hijos de Dios es servir desinteresadamente, demostrando quién es Dios. El verdadero servicio proviene de una profunda convicción de que somos la iglesia. El trabajo principal de una iglesia es proporcionar un lugar seguro para que las personas se sientan atraídas por Jesús.

Hemos adoptado un enfoque militante del evangelismo que ha hecho un perjuicio al cristianismo. Tenemos «campañas», como el ejército. Preparamos, atacamos y nos retiramos con nuestro premio. Eso no es lo que deberíamos ser. Deberíamos mezclarnos con la gente como Jesús lo hizo. Debemos cuidar de quienes no saben acerca del maravilloso Salvador al que servimos.

Nuestro verdadero llamado yace en nuestra propia salvación. «Mientras aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros» (Romanos 5:8, NVI). Mientras el mundo todavía está pecando, estamos llamados a morir a los muros que nos separan de ellos, a morir a nuestras ideas preconcebidas de lo que deberían ser, y simplemente amarlos en nuestra iglesia. No necesitas un gancho o un conjunto de doctrinas organizadas para persuadirlos. El Espíritu de Dios prospera en el amor genuino.

Cambio de paradigma: no necesitamos métodos ni currículos para conquistar el mundo para Jesús. Necesitamos amor, amor genuino por aquellos que perecen sin un Salvador.

Debemos dejar de ir a la iglesia

No vamos a la iglesia: porque somos la iglesia, traemos iglesia. Nuestros lugares de culto son los lugares donde la iglesia se reúne para adorar a Dios y edificarse unos a otros.

El cambio de paradigma que propongo aquí está diseñado para acercarnos un paso más a como era la iglesia primitiva. Las iglesias se reunían en casas. Cada familia era una iglesia. ¿Y si cada familia fuera una iglesia en tu comunidad? ¿Qué pasaría si el edificio estuviera allí con el propósito de celebrar la abrumadora presencia de Dios en cada iglesia de familia?

Cambio de paradigma: deja de ir a la iglesia y en su lugar comienza a traer a la iglesia a tu hogar y a tu comunidad. Sé la luz que quieres ser. Sé el porta

Debemos asumir nuestro papel como mayordomos de los recursos de Dios

Si hemos aprendido una cosa de la crisis actual, es que los recursos del mundo son limitados. Otra cosa que hemos visto es que la gente está dispuesta a hacer todo lo posible para cuidar de sí mismos. Desafortunadamente, mientras nuestros recursos son limitados, almacenar compulsivamente y actuar irracionalmente solamente aumenta el problema.

La presencia de los cristianos debe hacer de este mundo un mejor lugar para vivir. Debemos ser trendsetters y puntos de inflexión en la forma en que nos acercamos a la creación de Dios. Ya hemos hablado de nuestra responsabilidad hacia nuestros vecinos, pero ¿qué pasa con los recursos de Dios que hacen que este mundo siga girando?

Las instituciones religiosas se preocupan por sobrevivir el impacto financiero de esta crisis, incluso después de que la pandemia haya terminado. Una crisis afecta más negativamente a los menos afortunados. En términos generales, la iglesia adventista promedio es sostenida por muchas personas con ingresos bastante conservadores. Es razonable estar preocupado por nuestra situación financiera en los días venideros.

Dios nos hizo mayordomos de este mundo. A menudo hablamos de las cuatro «tes» de mayordomía: talento, tiempo, temperancia y tesoros. Mi desafío para ti es adoptar el papel de mayordomo de Dios, ahora más que nunca.

«Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios, sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor» (Efesios 5:15-17, NVI). Nuestro llamado en una crisis como esta es a redimir el tiempo y ser sabios.

Debemos utilizar nuestros talentos para servir al mundo. Ahora es el momento de trabajar juntos para derribar las barreras que nos separan y servir a nuestras comunidades a través de los muchos talentos que colectivamente nos hacen mejores.

Debemos ver nuestros recursos financieros en la perspectiva correcta. Pertenecen a Dios. Somos llamados a ponerlos a trabajar para él. Retornar el

«Estimado viajero cristiano, piensa positivamente.

Piensa en conjunto. Piensa en la edificación del equipo».

diezmo es en realidad la manera como Dios nos ayuda a poner sus recursos —que graciosamente comparte con nosotros— en la perspectiva correcta. Realmente no importa cuán mucho o poco tengamos para dar, porque lo que Dios requiere es lo mismo de todos nosotros, un porcentaje.

Mientras el mundo está pensando en almacenar compulsivamente y obtener más, los mayordomos de Dios deberían estar pensando en dar y compartir con «los hermanos necesitados» entre nosotros.

Cambio de paradigma: Dios creó y, por lo tanto, es dueño del planeta. Debemos ser buenos mayordomos de sus recursos. ¿Cómo podemos ayudarnos unos a otros?

Debemos dejar de perder el tiempo

Finalmente, ¿podrías dejar de pelear, por favor? Deja de discutir tan solo por discutir. Deja de criticar y menospreciar unos a otros. ¿Cómo podemos nosotros, como iglesia, obtener la confianza de los demás cuando ni siquiera podemos estar de acuerdo en discrepar y seguir adelante en el cumplimiento de la misión?

Cada vez que publico algo en las redes sociales, sé que a alguien no le va a gustar algo de lo que pongo. Algunos piensan que tienen la responsabilidad de reaccionar.

Estimado viajero cristiano, piensa positivamente. Piensa en conjunto. Piensa en la edificación del equipo. Recuerda que en realidad estamos tratando de llegar al mismo lugar. Recuerda que el mensaje de salvación debe tener prioridad sobre todas las cosas que nos dividen.

«Eviten toda conversación obscena. Por el con

trario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan» (Efesios 4:29, NVI). El mundo está observando y evaluando a Dios por la forma como tú y yo nos comportamos.

Pablo respondió de esta manera a quienes le criticaban: «¿Todo este tiempo han venido pensando que nos estábamos justificando ante ustedes? ¡Más bien, hemos estado hablando delante de Dios en Cristo! Todo lo que hacemos, queridos hermanos, es para su edificación» (2 Corintios 12:19, NVI). Pablo quería edificar a la gente y quería que se edificaran unos a otros.

En un mundo lleno de temor y almacenamiento compulsivo, los cristianos necesitan aprender a trabajar juntos y edificarse mutuamente. No pienses en términos de liberales o conservadores, raza o cultura, conferencia o iglesia mundial. Piensa en términos de que todos somos compañeros de trabajo de Jesús. Edifiquemos el uno al otro y hagamos el caso de Jesús más enérgico.

Cambio de paradigma: no pierdas el tiempo en temas y discusiones irrelevantes. En su lugar, busca maneras de edificarnos mutuamente y fortalecer el reino de Dios.

Espero que esto sea parte de una discusión mayor que nos acerque a Dios. Por favor, continúa orando y reflexionando, y trabajemos juntos para que esta situación se resuelva favorablemente. _______________________________________ Carlos A. Camacho es secretario ejecutivo de la Conferencia Nevada-Utah.

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