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Una madre, su bebé y la historia de esperanza de su familia después de COVID-19

Mónica Ramírez despertó sola y confundida en una habitación de hospital desconocida a finales de julio.

«Sentí como si me hubiese atropellado un tren», recuerda. «Alguien abrió las persianas de mi habitación y pude ver edificios y pabellones por la ventana. Todo parecía tan familiar».

El último recuerdo de Mónica era dirigirse a un hospital en Corona y ser admitida el 7 de julio. En ese momento ella no sabía que tenía COVID-19; solo sabía que no podía respirar. Con 29 semanas de embarazo, Mónica estaba en estado crítico mientras su cuerpo luchaba contra el virus y luchaba por nutrir la vida de su bebé. Fue transportada por aire a Loma Linda University Health, colocada en la unidad de cuidados intensivos en un coma médicamente inducido e intubada.

Durante muchos años Mónica había bromeado con su familia que la llevase a Loma Linda si alguna vez estuviese enferma, porque Loma Linda University Health vendría a su rescate. Mónica y su familia han tenido una conexión especial con Loma Linda University Health desde que su padre recibió un trasplante de hígado en el centro médico. «Le digo a cada persona que pueda que vaya a Loma Linda University Health para recibir atención», comenta. «Lo más importante es su fe en Dios, que les motiva a preocuparse y ayudar verdaderamente a las personas».

Mientras estaba en coma, el agua de Mónica se rompió prematuramente a las 30 semanas. Los médicos sacaron a su pequeña hija, Emiliana, a través de una cesárea el 13 de julio. Pesaba tres libras y seis onzas. Mónica permanecería en coma durante más de una semana después de que Emiliana nació. Durante ese período, su cuerpo continuó luchando contra el virus,y su corazón se detuvo dos veces. Más tarde se recuperó y fue enviada a casa a descansar y continuar su recuperación.

El 15 de agosto, Mónica estuvo libre de COVID-19 y lo suficientemente fuerte como para venir a visitar el hospital y tener a Emiliana en sus brazos por primera vez.

Ahora, madre y bebé en casa, Mónica dice que su familia está completa. «Estoy muy feliz, bendecida y más que feliz de que ambas podemos estar en casa», dice.

Mónica todavía sufre de síntomas relacionados con el COVID-19, que incluye dificultad para respirar, dolor de garganta y algo de entumecimiento corporal, pero indica que está agradecida, por su vida, su bebé sana, su familia y su historia de esperanza y salud.

____________________ Por Sheann Brandon