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PREFACIO ¿QUÉ ES LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA? La Historia de la Filosofía no supone un conjunto de opiniones inconexas, sino que en ella nos encontramos con el esfuerzo continuado del hombre por tratar de descubrir la verdad. Cada filósofo surge cuando han existido ya los anteriores y cada uno hace a su vez posible el pensamiento de los posteriores. En este sentido, la Historia de la Filosofía académica, como disciplina del conocimiento, no se hace partiendo de cero, sino partiendo del estudio, lectura y reflexión de los anterior. El pasado es ineludible y la Historia es esencial al ser humano.
¿LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ES FILOSOFÍA? Ya que la Historia de la Filosofía constituye una búsqueda continuada de la verdad, a su vez es filosofía porque en filosofía no hay ninguna verdad dogmática, todo es discutible. Lo que no son discutibles son los hechos históricos, aunque se puedan interpretar de distinta forma. Pero en filosofía cada sistema, como conjunto de ideas interrelacionadas de cada autor, supone una visión parcial – no total – de la verdad. Esto no tiene porqué suponer ni un escepticismo, ya que la verdad se va logrando, ni un dogmatismo, pues nadie tiene el monopolio de la verdad. Es preferible considerar que si el hombre tiende por naturaleza al conocimiento, como decía Aristóteles, la verdad se conquista gradualmente y todos estamos llamados a ser filósofos, a buscar la verdad con espíritu crítico.
¿CÓMO ESTUDIAR LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA? Teniendo en cuenta lo anterior, el encuentro con la Historia de la Filosofía, que es lo mismo que el encuentro con seres humanos como nosotros que han pensado sobre una serie de problemas en distintas épocas, lo debemos hacer tratando de meternos dentro del pensamiento del filósofo en cuestión, pensando con él y desde él. Esto no significa que tengamos que aceptar todo lo que nos diga – con lo cual no estaríamos ejerciendo de filósofos – sino que tenemos que tratar de entenderlo, de comprender su peculiar postura, de discutirla y de comentarla. Hay que aprender a pensar desde los autores y desde la época en la que interpretaron la realidad, ya que todos estamos encuadrados en unas coordenadas socioculturales de las que no podemos escaparnos. Una crítica fácil es la que no tiene en cuenta estos condicionamientos. “Es necesario partir de una curiosidad positiva… La antipatía analiza mejor, pero sólo la simpatía comprende” (A. Siegfried). Una auténtica crítica superadora es la que nos lleva a hacer filosofía, a filosofar juntos con uno u otro autor.