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En defensa de la verdad

San Juan fue sede de un encuentro en el cual distintos actores presentaron una visión crítica de cómo se ha comunicado erróneamente acerca del río Jáchal. Los profesionales y referentes mostraron su preocupación ante la información tergiversada y sus graves consecuencias sobre la industria minera.

El viernes 9 de octubre, un amplio espectro de representantes del sector minero –y de otras actividades económicas- se reunió en San Juan para comentar la gravedad de un estudio emanado de la UNCuyo, el cual da a conocer cifras tendenciosas que llevan al engaño de la opi- nera de San Juan, quien señaló que “hay que darle nivel y jerarquía al tema de las aguas del río Jáchal, merece ser tomado con toda la seriedad, evitando la tergiversación de informes o hacer informes tendenciosos que pueden desorientar a las personas sobre la realidad de lo que pasa. nión pública.

La introducción estuvo a cargo del Ing. Jaime Bergé, Presidente de la Cámara Mi-

Queremos transparentar esta situación, poner la verdad por sobre todas las cosas.”

En representación de CASEMI, Alejandro

Donna fue enfático al afirmar que “la minería es una industria que nos pertenece a los sanjuaninos desde hace muchas décadas. No vamos a permitir que la misma sea atacada por fundamentalistas apocalípticos que pretenden colocar situaciones inexistentes. Estamos aquí, porque somos una sociedad minera, y así queremos continuar.”

El Ing. Mario Capello, Secretario del CADIM (Colegio Argentino de Ingenieros de Minas), comentó que “luego de la entendible preocupación como consecuencia de publicaciones oficiales edición UNCuyo, afirmando que estudios realizados por la UNCuyo demostraron contaminación en el río Jáchal, al momento no ha existido una sola palabra de sus autoridades que desmintieran esas falacias ni de la profesional encargada de la realización del trabajo. El vicerrector habría confirmado que los estudios se hicieron correctamente, pero creemos que es una opinión parcial, ya que ello comienza con la toma de muestras.”

“En lo formal, los análisis cuentan con errores protocolares graves: no dicen quién los tomó, el método que se usó, el resguardo de la muestra en su traslado, ni por qué no se guardó parte de la muestra para contraprueba. También llama la atención que en el lapso de 8 horas se hayan tomado 11 demos que es un fraude comparar valores naturales de una muestra extraída en un río, con valores de referencia de la Organización Mundial de la Salud y del Código Alimentario Argentino, para valores “que deben salir de la canilla”, del agua potable, y no del agua de un río.”

“También es un fraude compararlo con los valores límites que establecen los códigos de residuos peligrosos de vertido a las aguas luego de un proceso industrial. Desde este portal han mentido al informar que el río La Palca tiene valores históricos de 0,25 mg/l de manganeso; las líneas de base previas a la instalación del proceso industrial minero, realizadas a través del plan PASMA de fines del ’90, demuestran valores de la línea de base de 1,1 mg/l. Ellos establecen 0,25 mg/l, y la descarga del río Blanco ya tenía de 1,5 a 3 mg/l.”

Martínez continuó señalando otros errores: “en el caso del aluminio, es preciso señalar que se trata del tercer elemento en abundancia en la corteza terrestre, por lo tanto es lógico que un río tenga valores de aluminio. Un supuesto valor de este informe de 70 mg/l desaparece sorpresivamente cuando se filtra la muestra. A nadie le escapa que un río es más o menos turbio en algún momento y por procesos naturales: si uno saca material con un río más tur-

“Ninguno de los análisis tomados por los laboratorios de la UNCuyo arroja resultados distintos a los que se conocían desde el siglo pasado; pero cuando se publican en forma tendenciosa como ha sido, y tomando valores de referencia trucados o malversados de alguna manera, obviamente tiene una repercusión." (Lic. Ricardo Martínez) muestras en un recorrido aproximado de 300 km. Si tomaron las muestras distintos operadores, y lo mismo con diferentes profundidades, ya hay errores.”

Por su parte, el Lic. Ricardo Martínez observó distintas falencias técnicas sobre el documento de referencia: “en el informe hemos apreciado que no hay presencia del anión cianuro en ninguna de las muestras que se tomaron en toda la cuenca. Los valores de metales que se informan que existen en los ríos La Palca, Blanco y Jáchal, son los mismos que se conocen técnicamente desde mediados del siglo pasado. Enten- bio significa que hay material en suspensión, que no está necesariamente en solución permanente en el río y que establece un valor perenne que se pueda mantener. En estas muestras, cuando se filtra para el análisis, desaparece el aluminio, no se detecta. Obviamente las arcillas, que es material de crecidas que descarga en los ríos, están llenas de aluminio. También se ha indicado que los metales que poseen las aguas del Río Jáchal fueron liberadas por el cianuro; esto es algo proveniente de alguien que es fanático o engaña a la opinión pública.”

“Un informe muy conocido relata por qué no se daban bien las vides o algunos otros cultivos: a partir de 1943 y 1946 distintas publicaciones técnicas ya explicaban a qué se debe la alta salinidad del río Jáchal y obviamente por los altos contenidos de arsénico y boro. Todo esto es ampliamente conocido. Ninguno de los análisis tomados rios más reconocidos de Argentina, que forman parte de lo que se conoce como línea de base, y que ninguno de lo que se dicen 14 análisis que se hicieron fueron distintos a lo que se ya sabía desde mediados del siglo pasado.”

“Posterior a la puesta en marcha de Veladero y otros proyectos, las líneas de base han continuado haciéndose, y ello está en el portal del Ministerio de Minería de la provincia. Allí se pueden recorrer todos los valores que han pasado en distintas épocas de todos los ríos que están involucrados en la cuenca del río Jáchal."(Dr. Julio Ríos Gómez) por los laboratorios de la UNCuyo arroja resultados distintos a los que se conocían desde el siglo pasado, lo que pasa es que cuando se publican en forma tendenciosa como ha sido, y tomando valores de referencia trucados o malversados de alguna manera, obviamente tiene una repercusión.”

Desde la Unidad Argentina de OLAMI, el Lic. Roberto Sarudiansky se refirió puntualmente a la comunicación, indicando que “hay algo que venimos viviendo en el ambiente minero desde comienzos de siglo, y es el tema de las comunicaciones con la irrupción de Internet, difundiendo verdades y mentiras. El semiólogo Umberto Eco se refirió a esto, invitando a los medios de prensa a tener o generar capacidades de filtro para las informaciones que se reciben de Internet a través de equipos especializados, capaces de entender de qué se está hablando. Esto es muy importante, y de alguna manera, ahora estamos tratando de clarificar noticias que han surgido de Internet.”

El Ing. Mario Capello comentó que “las líneas de base, que aquí tenemos, fueron hechas por el PASMA de 1999 a 2000; a estos valores de base luego se agregaron nuevos valores entre 2000 y 2004. Esto son muestras que se hicieron en el río antes de que se instale la minería, para comparar que luego que arrancaran los proyectos mineros esos valores naturales que portan el río no sean cambiados. Se hicieron más de 25.000 análisis por parte de los laborato-

Desde GEMERA, el Dr. Julio Ríos Gómez dio a conocer que “posterior a la puesta en marcha de Veladero y otros proyectos, las líneas de base han continuado haciéndose, y ello está en el portal del Ministerio de Minería de la provincia. Allí se pueden recorrer todos los valores que han pasado en distintas épocas, ya sea época de hielo o de menor caudal, de todos los ríos que están involucrados en la cuenca del río Jáchal. Es fácil cotejar los valores antes y después de las actividades mineras, sin encontrar ningún tipo de anomalía.”

Ríos Gómez observó que “en 2004 y 2005 la Universidad de Surrey –ante la invitación de la Universidad de Río Negro, que tenía problemas de boro en una región- decidió hacer estudios de boro, y su afectación en la relación salud humana/boro. Resultó que cuando llegaron al país, tomaron conocimiento que el sector con mayor cantidad de boro conocido era la cuenca del río Jáchal, por lo que decidieron hacer un estudio también allí, encontrando valores promedio de boro de 7,11 mg/l, e investigaron a algunos habitantes de Jáchal, donde se determinó que su presencia de boro estaba por encima de lo que generalmente posee el ser humano, llegando a la conclusión de que hasta ese momento, evaluando a esas personas, no había ninguna incidencia directa en relación a algún problema que pudiera surgir de enfermedades. Ello motivó a que el estudio se concluyera con valores tan bajos en Río Negro, que se desistieran frente a los del rio Jáchal.”

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