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Bike girls
from REVISTA BIELAS
En el mundo del ciclismo, las mujeres han dado grandes aportes. Sin embargo, debido al poco reconocimiento que se les da a las ciclistas han buscado apoyarse mediante la creación de la comunidad Bike Girls, una de las asociaciones de ciclismo femenino con más historia y reconocimiento en el mundo.
POR: MARÍA CAMILA OSPINO CRUZ
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Romper con los miedos y hacer caso omiso a barreras impuestas por un entorno con un machismo evidente, dio origen al sueño de una paisa que encontró en la bicicleta la mejor herramienta para empoderar a chicas que merecen vencer los temores e incrementar su amor propio y su valentía.
Mónica Rodríguez nació en Medellín en 1981, estudió negocios internacionales y construyó un hogar, en el que nació su hijo Martín Vargas. Vivió en Estados Unidos junto a su pareja, y tras su divorcio optó por trasladarse a Ecuador y finalmente regresar a Colombia. En el 2010 conectó con el ciclismo luego de aceptar la invitación de un compañero a montar bicicleta. A partir de ese momento empezó a cuestionarse sobre el verdadero elemento de transformación por medio de este deporte y la poca participación de las mujeres en él. Por ende, convocó a cinco de sus amigas para que montaran junto a ella. En uno de sus recorridos imaginó un equipo de ciclistas femenino y fue por ello que organizó un evento para que otras mujeres conocieran el ciclismo desde una perspectiva diferente, en la que prevalecía la libertad. En 2014 crea la comunidad Bike Girls, con el objetivo de organizar encuentros para recorrer nuevos lugares en donde además de rodar, las ciclistas salieran de su zona de confort y lograrán encontrarse a sí mismas en medio de las ruedas. Para el 17 de mayo de ese mismo año, se llevó a cabo Rodar Medellín Betania, el primer evento que le daría luz verde al proyecto de la paisa. “Recuerdo este encuentro y la verdad me dan ganas de llorar, pensé que llegarían por mucho diez mujeres. Pero me llevé una sorpresa al ver que llegaron 80 chicas para recorrer junto a mí, 120 kilómetros”,

Mónica Rodríguez, fundadora e integrante de la comunidad Bike Girls
menciona Mónica con una sonrisa en su rostro.
Conseguir patrocinadores fue complicado, sin embargo, tres empresas aceptaron formar parte del proyecto: Audi, Safetti y Bike house, fueron los primeros en creer.
Actualmente Bike Girls se encuentra en 26 países en el mundo. El primero en recibirlas fue Panamá y posteriormente Estados Unidos. Son 27.000 mujeres inscritas en el movimiento y han logrado hacer 20 rodadas internacionales. Este alcance se ha generado gracias al buen uso de las redes sociales por parte de expertos en Marketing y publicidad. Es importante resaltar que para ser una “Bike girl” lo único que se necesita es contar con una bicicleta y las ganas de usarla, además de la disposición de aprender sobre elementos de seguridad, alimentación durante el ejercicio, cuidado de la piel y el buen uso de la bicicleta. En 2020, a raíz de la pandemia, Mónica optó por diseñar productos que resaltan la belleza de la mujer ciclista y la comodidad a la hora de correr. “Lo que los uniformes hacen es identificarnos entre las niñas, además de romper el hielo entre nosotras al encontrarnos en la calle mientras montamos”, afirma Mónica.
Una historia que vale la pena resaltar es la de Eliana María Mejía, quien fue diagnosticada con cáncer de mama a sus 40 años. Conoció la comunidad Bike Girls en la rodada


Fotos: Cortesía Mónica Rodríguez
rosa, un evento en conmemoración a las mujeres que batallan contra el cáncer. “Nunca en mi vida me imaginé que sería capaz; con la quimioterapia se me quemó parte del corazón y tengo una falla cardiaca, así que el deporte me limitaba un poco, pero a pesar de ello logré hacer la rodada junto a 350 mujeres vestidas de rosa”.
Cuenta Eliana con un tono de dulzura. Llegó a la meta y meses después recibió la noticia de que estaba libre de cáncer y actualmente es una Bike Girl. Mónica Rodríguez logró unificar a muchas mujeres bajo una misma pasión, el ciclismo. La biblia Bike Girls es un reflejo de ello, cada una de las chicas que ha rodado junto a la comunidad deja su mensaje de agradecimiento, además de su experiencia personal y la conexión que logró establecer con la bicicleta. Sin duda, la comunidad de mujeres ciclistas más grande del mundo parte del corazón de una colombiana que encontró en el ciclismo su verdadera pasión.
Uniforme de Bike Girls

UNA AFICIÓN DE LA NADA

Foto tomada: nuestrociclismo.com flickr Arcabuco, Boyacá, es el lugar donde creció “Cayito”, como algunos llaman a uno de los escarabajos colombianos que han tenido la oportunidad de representar al país.
POR: JUAN JOSÉ SUÁREZ SEPÚLVEDA
NNació el 28 de marzo de 1987 dentro de una familia humilde del campo en la que día a día el objetivo es trabajarle a la tierra. José iba al colegio Alejandro de Humboldt donde conoció a su querido amigo Nairo Quintana y luego de asistir todo el día, ayudaba a su padre en las labores que el hogar exigía.
El ciclismo llegó por pura casualidad; nadie de su familia lo practicaba. A los 16 compró con ahorros su primera bicicleta, que le ayudó como medio de transporte para ir al colegio. Además, allí ofrecían una actividad extracurricular que involucraba competencias ciclísticas.
Cuando tomó la decisión de que el ciclismo era su proyecto de vida, empezó en el equipo “Boyacá es para vivirla” para adquirir carretera, conocimientos y experiencias. Eso fue en 2007. Pero, sin duda alguna, el que lo llevó a ser profesional fue el equipo aficionado “EPM-UNE”, por la gran tranquilidad de tener un sueldo, materiales

y diferentes competencias. Allí estuvo dos años (2008 y 2009).
Después, las condiciones como
DESPUÉS, LAS CONDICIONES COMO CICLISTA PROFESIONAL EMPEZARON A DAR RESULTADOS; OBTUVO EL GIROBIO DE 2009 Y DESPUÉS LA SÉPTIMA POSICIÓN EN EL MUNDIAL EN LA CATEGORÍA SUB-23 EN SUIZA; FUE UN AÑO INOLVIDABLE PARA SU CARRERA.
ron al equipo Liquias/Cannodale para la temporada 2012 con la que ganó experiencias para seguir construyendo su carrera, contó en una de las entrevistas realizadas por el periodista Pablo Martin Palermo para la revista Ciclismo Internacional hace 8 años.
Después de unos largos años en las vías de las montañas europeas, en el 2016, regresó a Colombia a uno de sus inicios, el equipo EPM-UNE, ya como una persona más madura, llena de grandes historias que contar y con ganas de seguir rompiéndola tanto en las vías de su patria como en cualquier parte del mundo, contó para el blog Ciclismo en Línea el 8 de enero de ese mismo empezando la temporada.
Y por último el escalador boyacense ingresó al equipo EPM-Scott en el 2019 para competir para el equipo colombiano de categoría continental. Además, apoya como aficionado el ciclismo amateur y, más que todo, el de los jóvenes corredores, pues los observan equipos fuera del país y los que tienen gran potencial para representar la esencia del deporte colombiano llegan lejos.
ciclista profesional empezaron a dar resultados; obtuvo el Girobio de 2009 y después la séptima posición en el mundial en la categoría sub23 en Suiza; fue un año inolvidable para su carrera.
Y así como en el fútbol todos sueñan con ir a Europa, a Cayito se le cumplió el sueño de ser fichado por el equipo profesional continental del Acqua & Sapone en el 2010. Participó tres veces en el giro de Italia en el cual le costó mucho alcanzar la altura de la élite; luego, sus buenas actuaciones lo lleva-
