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LA REVISTA DIVULGATIVA DE LA ASOCIACIĂ“N HISPANIA ROMANA
La llamada del oro Colonos y exploradores en el noroeste peninsular
CARTA DEL DIRECTOR
Las sucias raíces de la belleza
U
no de los personajes de “La insoportable levedad del ser”, quizá el libro más famoso de Milan Kundera, se preguntabe, sentado en el retrete, sobre los oscuros cimientos de las óperas, teatros y ateneos de todo el mundo. Filosofaba este personaje acerca de cómo los más excelsos logros del espíritu humano, representados en estos relucientes edificios, hunden sus raíces entre una maraña subterránea de tuberías, desagües y cloacas. La romanización de Hispania abunda en la idea del entronizado personaje de Kundera. El proceso que permitió introducir una cultura vibrante y sofisticada en estas latitudes se hizo a punta de espada. Para que en la península surgiesen focos de la categoría de Segóbriga, Mérida o Itá-
lica, miles de legionarios tuvieron que hollar hasta el último rincón de Hispania, disputando con avidez a las tribus nativas los territorios que podían dar suculentos frutos. Habiendo consolidado su presencia en el fértil arco mediterráneo, ¿qué llevó a Roma hasta el agreste norte peninsular? Uno de los motivos fue el deseo de Octaviano de consolidar su reputación con una resonante victoria. La belicosidad de los irreductibles cántabros le puso en bandeja un casus belli, al tiempo que le abría las puertas a llevar el dominio romano hacia unas tierras que, según todos los informes, escondían un rico filón de oro. El signo de la guerra es bien conocido, así como la inmediata explotación de las minas de Las Médulas, tras la conquista. El arqueólogo García y
Bellido estimaba que Roma sacó de las minas leonesas 1.500 toneladas de oro, durante los más de dos siglos que estas estuvieron en funcionamiento. La extracción del metal precioso se realizó con tremendos sufrimientos por parte de los obreros que trabajaban horadando los montes. «Es menos temerario buscar perlas y púrpura en el fondo del mar que sacar oro de estas tierras», afirmaba con crudeza Plinio el Viejo, que conocía bien Las Médulas. El sudor de aquellos mineros fue el lubricante de una maquinaria que brindó a las clases acomodadas romanizadas un escenario propicio para dar varias generaciones de artistas y políticos que apuntalaron el esplendor de la Urbe.
escenas cotidianas Por El Kuko
LOS VETERANOS DE POMPEYO DISCUTEN SI EN ESTA GUERRA CIVIL LES CONVIENE SEGUIR CON ÉL O PASARSE A CÉSAR.
roberto.pastrana@yahoo.es
Foto de portada de Francisco J. García Valadés: “El mirador” en Lás Médulas (León).
¿Y cómo lo ves? Si gana el Magno, juzgarán a César, anularán las leyes de su consulado, perderemos las tierras que nos dio y las recuperarán los optimates. ¿Y si gana César? Nos dará mayor participación en el botín y más tierras. ¡Por Baco! No sé qué decidir. La alta política es lo que tiene.
es una publicación de
Dirige: Roberto Pastrana. Consejo Editorial: Alejandro Carneiro, Francisco Gómez y Francesc Sánchez. Colaboran en este número: Francisco Bascuas, Emilio Campomanes, Alberto Fuentevilla, Francisco José García Valadés, David-Lloyd País, Salvador Pacheco, Francesc Sánchez, David P. Sandoval y Enrique Santamaría. Correo: asociacionhr@yahoo.es
ROSTRA
Cuidados manifiestamente mejorables JOSÉ LUIS LLEDÓ SANDOVAL Descubridor del yacimiento de Noheda
H
e leído los números de la revista digital Stilus, por los que les doy la enhorabuena, ya que en su conjunto transmiten —a mi juicio— una buena información de la Hispania romana con revisiones de diferentes temas y noticias actuales. En el número 3 de dicha revista figura una columna de David-Lloyd País, titulada “¿Conservación del patrimonio?”. Tengo que decir que no puedo estar más de acuerdo con él. En el año 2004 puse en conocimiento de las autoridades provinciales de Cuenca (Delegados de Cultura de JJ. CC. y Diputación, Directora del Museo Arqueológico, etc.) la existencia de unos indicios de restos romanos en unas tierras de mi propiedad en la aldea de Noheda. Ante el escaso eco encontrado recurrí al entonces jefe de Monumentos y Arqueología del Instituto del Patrimonio Histórico Español (IPHE), D. Dimas Fernández-Galiano, que promovió una campaña de excavación de urgencia, desarrollada en el mes de diciembre de 2005 y enero de 2006. La campaña resultó muy exitosa ya que, en menos de dos meses, se habían destapado unos sesenta metros de un mosaico romano —probablemente de finales del siglo IV d. C.— con una escena de un cortejo báquico y otra de una ceremonia nupcial de muy buena composición y calidad, al decir de los técnicos, que además aparecía en bastante buen estado de conservación, salvo algunas zonas quemadas. A partir de entonces se han desarrollado otras dos campañas, en los veranos de 2006 y 2007, con más medios y más personal (prácticamente el doble que en la primera), pero con muchos menores logros, y no por razón del yacimiento, sino porque se han llevado a cabo con mucha peor organización. Sabemos que la habitación principal tiene una superficie de cerca de 300 metros cuadrados, que está completamente solada con mosaico del que se han descubierto en las dos campañas menos de 20 metros cuadrados. Están interviniendo, tanto la JJ. CC. de CastillaLa Mancha, a través de su Consejería de Cultura, como el Instituto del Patrimonio Histórico de España, pero parece que más que actuar de forma sinérgica, se estén entorpeciendo. La impresión que me voy formando en mi personal experiencia es que el cuidado de nuestro patrimonio es manifiestamente mejorable, por decirlo suavemente, y para intentar mejorar ese cuidado estoy creando una Asociación para la Protección del Patrimonio de la provincia de Cuenca, cuyos estatutos están a disposición de cualquiera que esté interesado en esa cuestión o quiera pertenecer a la asociación. Con mi enhorabuena y mi agradecimiento por su decidida contribución al cuidado y la recreación de la Hispania romana, reciban un afectuoso saludo.
EN ESTE NÚMERO SECCIONES COMMENTARIOLA BREVIARIUM NOTICIAS HR
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REPORTAJES TEMA DEL NÚMERO VESTIGIOS
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LEÓN: LA CIUDAD DE LOS TRES CAMPAMENTOS. Una
de las grandes urbes romanas ha sido, paradójicamente, una de las menos estudiadas. Sin embargo, los recientes hallazgos van perfilando el mapa de un asentamiento que vio llegar a los primeros legionarios a finales del siglo I a. C. Por Emilio Campomanes.
LA HUELLA DE LAS LEGIONES 14 EL ORO DE ROMA. La fiebre del oro comenzó nada más acabar la guerra contra las últimas tribus nativas hostiles. Este episodio, punto de partida de míticos westerns, ya sucedió bajo Augusto. Las obras de ingeniería para extraer el oro marcaron de forma indeleble Las Médulas, en el noroeste peninsular. Por Francisco J. García Valadés.
DERECHO
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LAS TABLAS DE LA LEY. A
mediados del siglo V a. C., una comisión de patricios redactó la Ley de las Doce Tablas. Se sentaban así las bases para separar lo que es correcto desde el punto de vista jurídico de lo que es adecuado moralmente. Por Francesc Sánchez.
EL RINCÓN DE ESCULAPIO 22 HA NACIDO UN ROMANO.
El misterio de la creación de una nueva vida rodeó la concepción y el parto de innumerables ritos y supersticiones. El objetivo era claro: garantizar la salud de la madre y el niño del ataque de enfermedades y espíritus malignos. Por Salvador Pacheco. VIDEOJUEGOS
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IBERIA TOTAL WAR. Por Alberto Fuentevilla.
LA CINEMATECA DE CLíO LA VIDA DE BRIAN. Por
David P. Sandoval.
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COMMENTARIOLA
Selección de noticas recogidas en http://commentariola.blogspot.com/
ALICANTE
LA CORUÑA/ Pudo ocupar una superficie cercana a las 25 hectáreas
Tumbas junto a la fábrica de salazones
Galicia ubica en el mapa un nuevo enclave urbano
El estudio de la fábrica romana de salazones de Santa Pola (Alicante) ha descubierto cinco tumbas del siglo IV con diferentes objetos de ajuar. El arqueólogo Jaime Molina ha destacado el buen estado de conservación de los cuerpos, debido a la concentración salina de la tierra. Esta circunstancia servirá para estudiar las condiciones de vida de los habitantes de este núcleo. Asimismo, Molina ha declarado que la riqueza de los ajuares confirma que la decadencia del Imperio fue más tardía en Hispania.
18/02/2008.-
18/01/2008.-
ZARAGOZA
Mosaico bajo la catedral de Tarazona La restauración de la catedral de Tarazona (Zaragoza) ha encontrado un mosaico romano en el exterior de la nave. Se cree que el mosaico se podría extender hasta el cercano Palacio de Eraguás. El hallazgo coincide con el descubrimiento de la cimentación de una villa romana de los siglos I y II. Las catas se han hecho en pleno casco urbano, en la margen derecha del río Quiles. 25/03/2008.-
El proyecto Vías Atlánticas ha revelado indicios poderosos de que en Brandomil (La Coruña) existió un núcleo urbano entre el siglo I y el IV. Este núcleo, considerado el más occidental del área lucense, pudo haber tenido una extensión de 25 hectáreas y tuvo una importancia similar a los de Brigantium e Iria Flavia. Las catas han sacado
a la luz gran cantidad de piezas, como monedas, cerámicas africanas de diversas épocas; piezas rotas, aunque recuperables, joyas como un anillo de jaspe, vidrios decorados con hilos aplicados... Los trabajos también han encontrado los cimientos de estructuras arquitectónicas, tanto domésticas como públicas, así como edificios de carácter religioso y fu-
PLAUSUS
nerario. La importancia de los edificios hace creer al arqueólogo Juan Naveiro que en este núcleo pudieron establecerse miembros de la Administración imperial. Además, los trabajos han descubierto la existencia de un antiguo camino, posible vía romana secundaria, que «fue sin duda fundamental para la conexión con la zona costera, la tierra de los nerios».
Abren la casa de Augusto, tras 20 años de restauración Las autoridades italianas han abierto al público cuatro dependencias de la Casa de Augusto, en la colina romana del Palatino, después de 20 años de trabajos de restauración. La zona recuperada corresponde al ala este de la gran villa romana, una parte que se construyó antes de que Octaviano fuera proclamado Augusto por el Senado de Roma, en el año 27 a.
vel y la última en una altura superior. La situada en el piso superior es el studiolo (despacho pequeño) del emperador, mientras el resto son el gran ecus, sala dedicada a recibir visitas, que tiene pavimentos de mármol; además del cubículo inferior y el local de rampa junto a su antecámara, que comunicaba con la parte superior de la construcción.
C., un título que refrendaba su ascenso político. Las cuatro habitaciones recuperadas de la Casa de Augusto están en el lado septentrional del peristilo, tres de ellas en el mismo ni-
Los frescos que adornan estas salas son de altísima calidad, con el máximo de las posibilidades de la época, y constituyen un importante ejemplo de pintura romana de finales del siglo I a. C.
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GRANADA/ Un aparcamiento se topa con vestigios de Acci
Los arqueólogos encuentran el teatro romano de Guadix Los trabajos de campo han corroborado la existencia del teatro romano de Guadix (Granada). El equipo dirigido por Antonio López ha confirmado que los restos monumentales descubiertos en la Huerta de los Lao corresponden a los cimientos de un teatro construido a mediados del siglo I. Los hallagos en la zona comprenden tambores de columnas, bases y fragmentos de solería en mármol que corresponderían probablemente con la orchestra. Asimismo, piezas como una garra de león, 08/04/2008.-
esculpida en piedra, apuntan a que el edificio tenía una notable ornamentación arquitectónica. Las primeras pruebas apuntan a que el teatro de la antigua ciudad de Acci se construyó con piedra traida de Villanueva de las
Torres. Tras su abandono es probable que fuese utilizado como cantera para otros edificios. El análisis geólogico de los sillares y de otros que hay en la ciudad pueden confirmar su expolio por mero “parentesco” en las vetas.
Novedades en Medellín 15/03/2008.- Los trabajos
llevados a cabo en la zona del teatro de Medellín (Badajoz) han reportado interesantes descubrimientos asociados al ornato del edificio. Ha suscitado gran expectación una estatua thoracata (representada con armadura). Se cree
que representa a un emperador, pero no se ha conservado su cabeza. También ha aparecido una cabeza femenina, probablemente del siglo I, y un brazo masculino de una escultura que podría tener hasta tres metros de altura.
AD FERAS
La lucha contra los topillos destroza el patrimonio
La Junta de Castilla y León ha tomado medidas drásticas para acabar con la plaga de topillos que asuela la agricultura. El recurso a las medidas expeditivas, sin embargo, no tomó en cuenta efectos perversos sobre el patrimonio. La arada en profundidad de tierras afectadas por estos roedores, con el objetivo de liquidarlos, se hizo sin tomar ningún tipo de precaución para salva-
los servicios territoriales de Cultura. La situación le ha valido al Gobierno regional las críticas de la oposición, que afirma que algunas vías romanas y yacimientos arqueológicos han sufrido daños, pero sin determinar el alcance de estos. «Este error ha podido costar la destrucción de yacimientos y zonas arqueológicas que en nuestro territorio van desde poblados calcolíti-
guardar vías romanas y yacimientos arqueológicos. El director general de Patrimonio, Enrique Saiz ha reconocido que desde su departamento no se envió ninguna recomendación a
cos y de la Edad del Bronce, campos de hoyos, villas romanas, poblados medievales, hasta necrópolis; muchos de ellos inventariados por la propia administración autonómica», según la oposición.
BREVES Un pontifex maximus en una casa de Toledo Unas reformas en un edificio de la calle de La Plata, en la ciudad de Toledo, han dado con una escultura de mármol que representa a un emperador romano como pontifex maximus. Podría tratarse de Augusto. 18/02/2008.-
La personificiación del verano, en Carmona Los arqueólogos han descubierto en pleno casco histórico de Carmona (Sevilla) un mosaico policromado de grandes dimensiones del siglo II o III. La obra representa una alegoría del verano. 15/02/2008.-
Una estatua ecuestre a los pies del Coliseo Las obras para recuperar el nivel original del suelo alrededor del Coliseo de Roma han sacado a la luz los restos de una estatua ecuestre que podría representar a un emperador. Los arqueólogos piensan que podría ser una de las estatuas que coronaban las entradas del anfiteatro. 08/04/2008.-
Italica encuentra una cabeza diademada Unas excavaciones en el Cerro de San Antonio de Santiponce (Sevilla) han dado con una cabeza de una diosa, decorada con una diadema. También han descubierto grandes cimentaciones anteriores al teatro de Italica. 27/01/2008.-
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VESTIGIOS
Las excavaciones en la Plaza de Santo Domingo han constatado la presencia romana en León desde los primeros años de nuestra era.
León: la ciudad de los tres campamentos La pacificación del Noroeste peninsular y la explotación de sus recursos impulsó la creación de varios núcleos urbanos. Quizá el más famoso de ellos, León, es un gran desconocido, aunque los estudios nos están permitiendo saber cómo era el cuartel que construyó la Legio VI Victrix, allá por el cambio de era.
Texto y fotos: Emilio Campomanes.
Las aguas subterráneas conservaron durante siglos la huella más antigua de la presencia romana en León. Una estructura de madera, tomada al principio como la base de un pontón sobre una zona inundada, reveló que bajo el actual Edificio Pallarés, en la plaza de Santo Domingo, hubo hace más de dos mil años un modesto barrio, extramuros del campamento militar. En este lugar debió de habitar la población civil, dentro de casas de madera, al igual que ocurría en otros campamentos germanos. Aunque la presencia humana en esta zona está constatada cuando llegó la Legio VII, desde el año 75 d. C., León ya contaba desde tiempo atrás con tropas romanas. Se ha documentado muy sumariamente la existencia de un primer campamento, dado que únicamente se han reconocido de for-
ma parcial sus defensas, sin que hasta la fecha sea posible reconstruir su trazado completo. La muralla era de madera y tierra con un armazón de vigas de madera del tipo denominado box rampart y ante ella existía un foso con el característico perfil en “V”. De las construcciones internas han aparecido algunas evidencias de trincheras y hoyos trazados en el sustrato geológico donde se anclaron los postes y vigas de madera de las edificaciones, que debieron de ser de materiales perecederos, motivo por el que no se han conservado. A pesar de ser hallazgos relativamente frecuentes en la arqueología de la ciudad, hasta la fecha no se ha podido reconstruir ningún edificio completo. Las fechas que se barajan para esta etapa de ocupación humana serían los últimos años del siglo I a. C. y los primeros del siglo I d. C. Pasa a la página 8
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Tres legiones que marcaron la Transduriana Tras las guerras de conquista del Noroeste la mayoría de las tropas concentradas fueron trasladadas, salvo las legiones IV Macedonica, asentada en lo que hoy es Herrera de Pisuerga (Palencia), la X Gemina y la VI Victrix. Una razón fue el control del territorio, pero ante todo se
Campamentos del Noroeste en época julio-claudia
debían preparar los nuevos territorios anexionados a fin de ser integrados en la estructura del Imperio. Gracias al reciente hallazgo de un edicto imperial procedente del Bierzo, sabemos que en esta primera etapa la zona fue organizada en una nueva provincia denominada Transduriana, al menos durante un breve lapso de tiempo, hasta su inclusión definitiva en la provincia Hispania Citerior con capital en Tarraco. Las tres legiones asentadas debieron de tener como objetivo colaborar activamente en la realización de las infraestructuras necesarias que han quedado patentes en la red viaria, la colaboraron en la creación de las nuevas capitales administrativas como Bracara, Lucus y Asturica Augusta (Astorga), y en el inicio de la minería del oro, en el que el ejército tendría un papel protagonista. De hecho, las tres capitales del conventus del noroeste hispano registran en una u otra medida el paso de alguna de las unidades legionarias en sus fa-
ficos, junto a abundantes materiales arqueológicos de finales del siglo I a. C. Asimismo la Legio VI Victrix también ha dejado algunas huellas epigráficas en Lucus y en Bracara evidenciando su paso en los compases iniciales de ambas ciudades. La resolución de los movimientos de estos cuerpos aún no está cerrada, ni mucho menos. Todo parece indicar que el primitivo campamento de la X Gemina fue reconvertido en la capital asturicense, tras lo cual se trasladó a un asentamiento más al sur, en las inmediaciones de la actual localidad zamorana de Rosinos de Vidriales.
ra destacado algunas unidades como apoyo a la construcción de las nuevas capitales galaicas. Los acontecimientos de la política romana motivan los primeros traslados de tropas desde Hispania, habida cuenta de tratarse de un territorio pacificado. La primera en salir fue la IV Macedonica, que se encuentra en Maiz hacia el 43 d. C. Más ade-
ses fundacionales. Así, Astorga ha revelado en su subsuelo los restos de un campamento legionario que asentó a la X Gemina, al salir a la luz los fosos defensivos, trazas de los edificios en madera, algunos restos epigrá-
En cuanto a la VI Victrix existen más lagunas, dado que no se ha logrado localizar su emplazamiento anterior al documentado en León, quizá en Lucus o Bracara, aunque tampoco se puede descartar si simplemente hubie-
lante, en el 63 d. C. será la Legio X Gemina la que parte hacia Carnuntum. Pero habrá que esperar a la crisis de los años 68-70 para asistir a una reconfiguración total de las fuerzas en Hispania.
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Plano: V. García Marcos
Respecto a la unidad que se asentó en pida hasta la muerte de Nerón y el leeste recinto no tenemos datos precisos, vantamiento de Galba. puesto que se desconoce la extensión Es precisamente en ese contexto del recinto, por lo que no se puede deen el que se datan algunas de las conterminar si fue una unidad legionaria, tramarcas en monedas de la Legio VI, auxiliar y ni mucho menos el nombre momento en el que se necesitó gran de esta. Aún así se cantidad de moneda considera que pudo para pagar la fidelidad haber sido la propia del ejército de Galba. Campamento de la Legio VII Gemina Legio VI Victrix la que La llegada de la Lelevantara estas primegio VII a tierras leonesas ras construcciones. se da en plena reorganiEl segundo camzación del ejército bajo pamento ha sido muel reinado de Vespasiacho mejor documenno. Además de su histado gracias a haberse torial en el transcurso construido con made las guerras civiles teriales más sólidos. entre el 68 y 69 d. C., Se ha podido estudiar estuvo destacada en la más ampliamente su frontera danubiana hasta muralla, realizada el alzamiento de Vespacon dos paramentos siano, por quien tomó externos de tapines partido. En la batalla o tepes que fueron decisiva para la victorellenados con graria flavia, desarrollada vas en su interior. Su en las proximidades de trazado, además, es el Cremona, sufrió tan elemismo que posteriorvadas pérdidas que se mente tendrían las debió fusionar con otra defensas de la Legio legión cuyo nombre no VII, con un recinto de ha quedado registrado. unas 19 hectáreas y Aunque se ha barajado la una estructura interna posibilidad de que fuera no muy dispar. la Legio I Germanica, También han salo cierto es que en ese lido a la luz algunos momento desaparecen edificios interiores, varias unidades, sin que a manera de barraesté resuelto el nombre cones de la tropa, de la legión geminada. zonas artesanales, de la que destaca Esta, ahora llamada Gemina, fue una herrería y un enorme aljibe de trasladada a Germania donde partiagua situado extramuros, tal vez percipó en las campañas de anexión de teneciente a una instalación artesanal los Agri Decumates, una franja comasociada a la unidad. prendida entre los cursos altos del Este campamento se puede atribuir Rin y el Danubio. a la Legio VI Victrix gracias a varios Su llegada a Hispania puede fetestimonios. En primer lugar una inscharse poco después de este aconteLa Legio VII Gemina se cripción, actualmente perdida, que cimiento entre los años 74 o 75 d. C., aludía a esta unidad. Recientemente y exhibiendo un nuevo epíteto, Felix estableció en el han aparecido algunas monedas con el (afortunada), del que no se ha esclaremismo lugar que su resello de la Legio VI, junto con una cido su origen. Su llegada a la penínmarca fragmentaria sobre una lucerna. sula vino a cubrir un hueco, dado que predecesora, la Legio El periodo de ocupación de este en esos momentos no había ninguna VI Victrix, pero cambió campamento va desde época de Tilegión estacionada, y en segundo luberio, momento en que se reorganiza gar debía colaborar en la explotación en todo el primitivo la disposición del ejército romano en del oro, que en esos momentos se campamento Hispania, con una estancia ininterrumencontraba en pleno funcionamien-
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Restos de la porta principalis, conservados en la actualidad.
to. De hecho, este parece haber sido su principal cometido, habida cuenta que este tipo de minas eran de titularidad estatal y se explotaban con los recursos del Estado romano. Sólo la larga perduración de estas explotaciones explica la dilatada presencia de un ejército en un territorio pacificado desde hacía décadas. Con todo, la Legio VII participa en otras labores de construcción de vías y puentes, colabora con la administración provincial destacando un buen número de militares en Tarraco e incluso participará esporádicamente en algunas campañas como la revuelta de Saturnino, en Germania Superior (89 d. C.), en Britannia (119 d. C.) y en el norte de África en varios conflictos con las tribus locales, que incluso llegan a afectar a la Bética bajo Antonino Pío. A su llegada a Hispania, la Legio VII Gemina se asienta en el primitivo campamento de la Legio VI Victrix, manteniendo el trazado y extensión de su recinto, aunque modificándolo del todo. Las excavaciones arqueológicas de la ciudad muestran cómo las estructuras de la Legio VII se levantaron muchas veces encima de los antiguos edificios de la unidad precedente, sin que en ocasiones se mantuviera su misma función. Una de las primeras obras debió de ser la muralla levan-
tada ligeramente por delante de las defensas preexistentes. Estaba realizada en piedra, con casi dos metros de anchura, con un amplio terraplén por detrás, realizado con los restos de la tierra de la fortificación anterior. Disponía de torres a intervalos de unos 50-60 metros que se desarrollaban hacia el interior y debían sobresalir sobre el nivel del andén. De sus cuatro puertas sólo se ha podido excavar una de ellas, la situada en su flanco este (porta principalis sinistra). Se trataba de un acceso monumental que fue reformado varias décadas después del levantamiento de la muralla, fechado en la primera mitad del siglo II d. C., aunque sus características son propias de un periodo algo posterior, como el gran avance de sus torres sobre los lienzos de la muralla.
Esta puerta contaba con dos grandes corredores, tal vez abovedados, que estaban flanqueados por sendos bastiones divididos internamente en dos estancias. Uno de ellos hacía las funciones de un cuerpo de guardia de amplias dimensiones, en cuyo interior se encontraron abundantes huellas de los fuegos que hacía la guarnición en los periodos de guardia. La segunda estancia correspondía a la torre de flanqueo y sobresalía varios metros por delante de la cortina de la muralla. La construcción fue monumental por sus dimensiones, más de 20 metros de anchura y los dos plantas por encima de los pasajes, que además debieron de disponer de cierta suntuosidad con arquerías en ambas plantas, fábricas de sillería almohadillada en sus paramentos y una ornamentación cuyos restos fue posible recuperar a lo largo de su excavación.
Reconstrucción de las termas del recinto de la Legio VII.
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Excavaciones de García y Bellido, al pie de la muralla, durante los años 60.
Una ciudad poco estudiada La ciudad de León, sede de uno de los destacamentos militares más estables de Hispania durante casi todo el periodo romano, ha tenido un importante déficit de información sobre su evolución. Ello era, en realidad, un reflejo del retraso generalizado de la investigación arqueológica, que solo a partir de los años 80 ha ido tendiendo a aproximarse a los países de nuestro entorno. Las escasas, y únicas, investigaciones arqueológicas habían sido llevadas a cabo por A. García y Bellido en la década de los 60. A sus exploraciones en puntos concretos de la ciudad, se unían una serie de tópicos de muy antigua construcción, como por ejemplo considerar que fue la Legio VII la fundadora del asentamiento, o bien era posible leer en algunas publicaciones que su campamento dispuso de una empalizada de madera hasta que en el siglo III edificó su primera muralla en piedra.
que la extensión de la actividad arqueológica ha sido definitiva. Consecuentemente, los avances han sido importantes y se han sucedido rápidamente. El punto de inflexión se produce en la excavación arqueológica del Edificio Pallarés, actual sede del Museo de León. En su subsuelo aparecieron centenares de piezas, ordenadas en la secuencia estratigráfica, que mostraban una ocupación que arrancaba en los primeros años de nuestra era. La ocupación humana continuaba a lo largo de mediados del siglo I d. C., hasta enlazar con la llegada de la Legio VII, hacia el año 75, sin que se observasen interrupciones en la ocupación. Intervenciones posteriores en el interior del recinto campamental han ampliado considerablemente el panorama y en la actualidad se sabe que hubo, al menos, dos campamentos anteriores a la Legio VII.
Sólo desde los años 90 se dieron las condiciones adecuadas para llevar a cabo intervenciones arqueológicas de forma sistemática en todas aquéllas parcelas de la ciudad donde se iban a acometer obras, con lo
Los estudios arqueológicos han documentado la decadencia del asentamiento a partir de la mitad del siglo III d. C. La paulatina despoblación hizo que en el siglo IV d. C. quedase convertida en una ciudad semivacía.
Del interior del campamento se ha reconocido buena parte de su disposición, organizado con el viario típico de los recintos legionarios. La más importante, via principalis, aún se conserva en el parcelario de la ciudad en su popular calle Ancha y constituía el eje al que se abrían los edificios más destacados. Así, los principia, una especie de cuartel general, fue el edificio más grande de todo el campamento, situado en el centro de esta vía. Recientemente han aparecido diferentes restos que permiten reconstruir prácticamente sus cuatro límites y la estancia interpretada como el sacellum, es decir, el lugar donde se custodiaban las insignias de la legión. A su oriente se levantó un enorme complejo termal, situado hoy bajo la catedral de la ciudad, que sobrepasaba con creces las dimensiones del templo gótico. Estos restos son conocidos desde el siglo XIX gracias a las restauraciones que sacaron a la luz parte de sus dependencias. A pesar de ello los hallazgos son demasiado inconexos por lo que no han permitido más que esbozos sobre su estructura y funcionamiento debido a las dimensiones de las distintas salas. Las termas debieron contar con las típicas salas como frigidarium, caldarium y tepidarium y quizá una basilica thermarum, al estilo de otros establecimientos similares de las fronteras septentrionales. Además ha sido posible excavar parte de sus letrinas, que fue una dependencia modificada a lo largo de varias reformas de su estructura. El edificio debió de estar en uso desde el siglo I d. C. hasta al menos el IV, momento en que se documenta la realización un mosaico de tema marino, de alguna de las piscinas. La solidez de sus muros hizo que continuara en pie buena parte de la Edad Media, en que fue palacio real hasta que Ordoño II la dona al obispo de León, a comienzos del siglo X, donde hizo la catedral. En el siglo XIII, cuando se levanta el templo gótico, buena parte de sus estructuras estaban aún en pie, tal y como se demostró en las excavaciones recientes. Posiblemente sea este complejo termal el destino de un acueducto
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que conducía agua desde el norte de la ciudad hasta su puerta norte (porta decumana). El acueducto es un raro ejemplo de hidráulica romana, dado que su construcción se aleja de los parámetros normales en las conducciones de este tipo. Está realizado en ladrillo, con una bóveda de hormigón encofrado, que no debió de disponer del habitual mortero hidráulico que permitiera su estanqueidad. La conducción se prolongaba por el interior del campamento mediante un canal, esta vez realizado en opus caementicium y un revestimiento de opus signinum que impermeabilizaba su caja. Su trazado transcurre por la via decumana en dirección a estas termas. Al occidente de los principia se situaron los barracones que habría que atribuir a la Cohorte I de la legión así como una serie de viviendas presumiblemente pertenecientes a los primi ordines, es decir, los centuriones que comandaban este cuerpo. Estas fueron mucho más espaciosas que las del resto de centuriones, organizadas en torno a
un patio y con estancias ornamentadas con pintura, como reflejo de un estatus superior al resto de centuriones. Existen indicios sobre el praetorium, o residencia del comandante, que por el momento no permiten más
En el lugar de la catedral hubo un gran complejo termal. En el siglo XIII, al levantarse el templo gótico, buena parte de la estructura de los baños aún seguía en pie que ubicarlo tras los principia, sin que se haya esclarecido su estructura. En el lateral sur de la via principalis se ha rastreado la existencia de una serie de viviendas de gran calidad
constructiva, decoradas con paneles de pintura mural, que corresponderían con la franja donde residirían los seis tribunos más el praefectus castrorum. En último lugar, se han reconocido parte de algunos edificios organizados en torno a amplios patios situados en diversos lugares del recinto y que debieron tener uso como talleres o almacenes. Uno de ellos se encontraba próximo a la porta decumana y en su excavación aparecieron algunos fragmentos de corazas del tipo lorica segmentata, así como una manica bastante completa, que por el momento constituye un raro ejemplo de protector en Hispania. El exterior del campamento Existen algunas construcciones extramuros relacionadas con la tropa acantonada. En primer lugar, hay que señalar el hallazgo de unas pequeñas termas extramuros, situadas a escasa distancia del flanco oriental de la muralla. La presencia de ladrillos con sello de la Legio VII en sus muros, ha
PASIÓN POR ROMA • • • •
pollo numídico ? ¿Cómo se maneja un gladio ? ¿Qué dicen las inscripciones ? ¿Cómo se pone una toga ? ¿A qué sabe el
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HISPANIA ROMANA www.legioviiii.es
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hecho pensar que se tratase de unos baños realizados por los militares aunque quizá de uso conjunto con la población civil, al igual que ocurre en otros acantonamientos británicos. Pero el hallazgo más sobresaliente lo constituye el anfiteatro militar situado en las inmediaciones del ángulo suroeste del recinto. Se trataría de un importante edificio del que hasta hace apenas una década no se tenían noticias hasta el hallazgo de una parte de sus restos monumentales. Los primeros descubrimientos consistieron en un corredor construido en sillería y cubierto con bóveda de opus caementicium, que en planta describía una amplia curva. La monumentalidad de estos restos hizo que fueran conservados en los sótanos de los actuales edificios, aunque no se tuvo durante mucho tiempo una explicación satisfactoria sobre su origen y función. Recientes hallazgos han permitido dar sentido a estos restos al aparecer nuevas construcciones que ya mostraban una planta elíptica, remitiendo sin duda a un anfiteatro. Las estructuras correspondían esta vez con la fachada, compartimentaciones internas bajo el graderío y el muro de la arena. El anfiteatro se asentaba en parte sobre una ladera que se acondicionó sumariamente mediante un corredor abovedado —que antes mencionábamos— mientras que otra mitad, sobre un llano, hubo de construirse mediante muros de mampostería y hormigón, que soportaban un graderío de madera. Esta zona se dispuso sobre un terreno bastante inestable generado por la acumulación de sedimentos de épocas anteriores, lo que resultó ser un mal
El hallazgo, en el sótano de un inmueble, de un corredor de sillería ha permitido a los expertos ubicar con precisión el anfiteatro militar.
asiento a su cimentación, provocando algunos fallos y grietas en la estructura, por lo que se hubo de reforzar en épocas sucesivas. El anfiteatro dispuso de un aforo suficiente como para alojar a la legión al completo e incluso podría ha-
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ber podido acomodar a público civil de los alrededores. En cuanto al tipo de espectáculos que se hicieron no ha quedado constancia, pero muy posiblemente se practicaran luchas de gladiadores y espectáculos con animales, tal y como ocurre con otros edificios del mismo tipo. En este caso, al tratase de un recinto militar, el anfiteatro pudo haber sido un lugar donde poder hacer exhibiciones castrenses, paradas, desfiles, etc., al igual que ocurría en otros puntos del imperio. En cuanto a la cannaba, o asentamiento civil, existen datos muy dispares para su construcción. La exploración de amplios espacios urbanos en torno al recinto amurallado no ha de-
parado, hasta la fecha, concentraciones significativas de edificios, por lo que hemos de suponer un hábitat disperso, de construcciones bastante pobres y situadas ante todo en los márgenes de las vías más importantes. Las evidencias con que contamos actualmente no permitirían, por lo tanto, pensar que el núcleo principal se encontrase aledaño al campamento. Sin embargo, existe un yacimiento arqueológico próximo a León, en la vecina localidad de Puente Castro, donde recientes excavaciones han puesto de relieve la existencia de un importante núcleo de época romana de varias hectáreas de extensión. Las primeras exploraciones han deparado la apari-
ción de un edificio de planta basilical, de nave central y ábside cuadrado y se han podido recuperar abundantes objetos como una importante colección de instrumentos quirúrgicos. Estos hallazgos hacen pensar que la cannaba del campamento de la Legio VII estuviera situada a cierta distancia en un núcleo que las fuentes denominan ad Legionem VII Geminam, evidenciando que no sería propiamente el campamento, sino un punto próximo al mismo. Esta situación no es única, sino que existen otras legiones que situaron el establecimiento civil alejado de sus muros con el fin de permitir otro tipo de actividades en sus inmediaciones. ◙
PARA SABER MÁS:
El lento declive de un campamento Se conservan bastantes testimonios de la legión hasta mediados del siglo III d. C., momento en que la epigrafía guarda absoluto silencio sobre esta unidad. A ello hay que sumar que las excavaciones arqueológicas de la ciudad van mostrando cómo muchos de sus edificios se abandonaron y derrumbaron a lo largo de la segunda mitad del siglo III d. C. En casos muy excepcionales algunas construcciones debieron de mantenerse en pie y ser ocupadas hasta la Edad Media, como las termas o el anfiteatro, pero siempre
rias unidades en el norte de la península, entre ellas la Legio VII, aún en León. En esta época se podría fechar la construcción de la segunda muralla, una potente fortificación de más de cinco metros de anchura, con torres de planta semicircular dispuestas a breves intervalos. La muralla sigue un patrón muy similar a las de Lugo, Braga, Astorga, Gijón, Castro Ventosa (Cacabelos), siendo casi idénticas en su concepción, lo que parece demostrar un proceso de fortificación urbana, fundamentalmente en el noroeste, aunque el fenómeno
coincidiendo con grandes edificios de gran solidez. Las referencias históricas para el siglo IV corresponden a la Notitia Dignitatum, un controvertido documento, que habla de la existencia de va-
se extiende a más urbes como la de Iruña (Álava). Sin embargo, en el interior del recinto existe una escasa ocupación, habiendo permanecido la mayoría de su extensión vacía y sin edificaciones.
• CAMPOMANES ALVAREDO, E. (2006): “Obras hidráulicas en el campamento de la Legio VII Gemina (León)”, Nuevos elementos de Ingeniería Romana, III Congreso de las Obras Públicas Romanas, Astorga 2006. • GARCÍA MARCOS, V. (2002): “Los campamentos romanos de León”, Arqueología militar romana en Hispania, Anejos de Gladius 5. • GARCÍA MARCOS, V., MORILLO CERDÁN, A. (2000-2001): El campamento de la Legio VII Gemina en León. Novedades sobre su planta y sistema defensivo. • GARCÍA MARCOS, V., CAMPOMANES ALVAREDO, E. y MIGUEL HERNÁNDEZ, F. (2004): “El solar y el entorno urbano de Santa María de Regla (siglos IXV)”, Congreso internacional de la catedral de León en la Edad Media. • MORILLO CERDÁN, A., GARCÍA MARCOS, V., (2006) (coords.): “V Legio (León). Introducción histórica y arqueológica” en Los campamentos romanos en Hispania (27 a. C.-192 d. C.): el abastecimiento de moneda, Anejos de Gladius 9. • PALAO VICENTE, J. J. (2007): Legio VII Gemina (Pia) Felix: estudio de una legión romana.
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LASHUELLASDELASLEGIONES
UBICACIÓN Las Médulas y Llamas de La Cabrera (León).
DESCRIPCIÓN Explotación aurífera romana por el procedimiento de ruina montium. Complementada con la mayor obra hidráulica conocida del mundo romano, para su suministro, con más de 400 kilómetros de canales.
DATACIÓN Finales del siglo I a. C hasta principio del siglo III d. C.
El oro de Roma Los recursos mineros del noroeste peninsular atrajeron la atención de la Urbe, que no dudó en emprender una operación militar a gran escala para pacificar definitivamente este territorio. La explotación de Las Médulas fue el motor de un notable proceso colonizador que dejó por doquier muestras del paso de Roma por la zona.
Texto y fotos: F. J. García Valadés.
Roma tenía conocimiento de la riqueza aurífera del territorio del noroeste peninsular antes de su conquista. Los pueblos autóctonos ya explotaban ciertos yacimientos, aunque de forma muy rudimentaria. Una muestra de ello son los “tesorillos” aparecidos de época prerromana, como los de Moñes (Asturias) o San Martín de Torres (León). Estrabón deja constancia de las llamadas aureanas, mujeres que se dedicaban a la búsqueda del oro, oficio que no hace
mucho que desapareció en las orillas del río Sil. Este autor añade: «Esta tierra es arrastrada por los ríos, y las mujeres, después de haber amasado la arena, la lavan en tamices tejidos en forma de cesta para extraer el oro». Según ciertos autores como Claude Domergue, la impronta indígena, en concreto astur, queda también manifiesta en los numerosos términos relacionados con los procedimientos de explotación tales como arrugia, agoga… Incluso el término Médulas parece proceder del indoeuropeo medas (montón).
Pero sería Roma, desde sus primeros momentos como potencia conquistadora de la zona, la que haría un extenso aprovechamiento de los recursos mineros. Tras la finalización de las Guerras Cántabras (26 a. C - 19 a. C.), Floro afirma: «Ordenó Augusto explotar el suelo. Así, trabajando penosamente bajo la tierra, los astures comenzaron a conocer sus propias riquezas al buscarlas para otros». Se desató inmediatamente una auténtica “fiebre del oro” en este recién conquistado “lejano oeste”. La epigrafía provincial destaca una importante llegada de personas de incluso lejana procedencia, dentro del orbe romano, muy probablemente atraídas por la esperanza de hacer fortuna en una tierra prometedora. La explotación aurífera de los yacimientos aluviales se multiplicó por toda la Asturia. A mediados del siglo I a. C., Plinio el Viejo, en su “Historia Natural”, destacaba el volumen de los trabajos y su riqueza productiva: «Asturia, Gallaecia y Lusitania suministran (…) 20.000 libras (6.540 kilos) de oro al año, de las cuales Asturia produce la mayor parte. No hay parte alguna donde se haya dado esta fertilidad en tantos
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glosario • Agoga: Canales de decantación hechos de madera con obstáculos en grada, en los que se introduce la rama de urz, para retener la decantación. • Alae: Unidades militares romanas de caballería. • Arrugia: Procedimiento de explotación minera que consiste en provocar el arrastre de la tierra mediante la acción del agua, para ser posteriormente conducida a los lavaderos. • Aureana: Mujer indígena buscadora de oro por bateo. • Corobates: Dispositivo de ingeniería para la nivelación de superficies mediante un caballete de casi 6 metros, con regla , plomada y nivel de agua. • Libratores: Ingenieros militares romanos. • Murias: Apilamiento de cantos rodados resultantes del aluvión. • Procurator metallorum: Funcionario del estado romano avanzado para la administración fiscal de la explotación minera, generalmente liberto. • Ruina montium: Procedimiento de explotación minera en el que se provoca el colapso de la montaña mediante la acción violenta del agua a través de un entramado de galerías.
siglos». Esto suponía 83,5 millones de sestercios, es decir entre un 5,5 y un 7% de los ingresos anuales del estado romano en esa época, si seguimos la cuantificación de Tenney Frank. El volumen de metal extraído exigía un pleno control del territorio que permitiera un total dominio sobre los recursos mineros. Esto supuso un consciente esfuerzo de romanización de la Asturia. Para ello se determinó que la explotación de las minas de oro se efectuaría en régimen de monopolio estatal. Un importante núcleo urbano debería capitalizar la estructura administrativa del estado en el territorio. Entre la que se encontraba un cargo estrechamente ligado a la explotación, el procurator metallorum. La elección cayó sobre la recientemente fundada Asturica Augusta, la actual Astorga (24 a. C.). En pocos años, esta ciudad desarrolló un intenso programa de monumentalización que llevó a Plinio a describirla como urbs magnifica. Una auténtica red de calzadas irradiaban desde ella discurriendo hacia todos los puntos del noroeste peninsular. Y para asegurar el control se asentaron numerosas unidades milita-
Paisaje de “agujas” desde la cueva de La Encantada.
res legionarias, alae y auxiliares. A sus funciones policiales se les añadiría una función de soporte técnico para la construcción de las infraestructuras mineras. La Legio VII, ya a partir de mediados del 70 a. C., sería la responsable principal de tales funciones, después de abandonar el territorio las unidades ligadas a la conquista, como la Legio X Gemina o la VI Victrix. Acabamos así de describir el marco histórico en el que debemos situar los dos ejemplos que vamos a desarrollar sobre la intervención minera romana en el noroeste peninsular. Aunque tal vez debiéramos hablar de uno, puesto que Las Médulas no hubieran sido posibles sin la excepcional obra hidráulica de los Canales de La Cabrera que las surtían. Las Médulas Para comprender el paisaje estremecedor que se despliega a nuestros pies desde el mirador de Orellán debemos retomar a Plinio. En su “Historia Natural” nos describe el procedimiento de explotación que se llevaba a cabo en Las Médulas. Se trata de la ruina montium. Sólo la descripción ya nos sobrecoge. Se construían grandes albercas para
depositar el agua sobre las montañas con yacimientos aluviales a explotar. Estas albercas eran llenadas con el agua proveniente de canales que captaban el agua de los torrentes a lo largo de las laderas de los Montes Aquilanos. Algunos, de más de 100 km de extensión, y que con una precisa inclinación constante de 0,5%, permitían un aporte continuo sin perjuicio de las estructuras. Con el objetivo de alcanzar los estratos de depósitos más ricos en oro, se practicaba en el interior de la montaña una red de galerías y pozos que la minaban horizontal y verticalmente. El agua embalsada era repentinamente introducida en las galerías, presionando en su descenso todo el volumen de aire que contenían. Como la fuerza provocada no encontraba salida, se producía literalmente la explosión interna de la montaña, provocando un estruendo ensordecedor que llevaba el material hacia los canales de lavado. Plinio afirma: «Quebrantado, el monte cae por sí mismo, con tan grande estruendo y fuerte viento que no puede ser concebido por mente humana». Las partes de la montaña que resistieron esta acción dieron lugar al singular paisaje de “agujas”.
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Después, todo el material se guiaba para el proceso de lavado, común a otros sistemas de explotación de la zona. Consistía en construir canales, agogae, por los que discurría el flujo de material, que era frenado por un sistema de gradas cubiertas con urces donde, al crearse turbulencias, se producía la decantación de las pepitas de oro. Posteriormente, las ramas de urz se dejaban secar y se quemaban. Las cenizas se lavaban y se separaba el oro definitivamente. Los cantos rodados resultantes del aluvión eran amontonados conformando las murias, que se pueden contemplar por todo el entorno. La acreción de depósitos en los puntos finales de los canales de lavado dio lugar al cierre de lagos artificiales como el Lago Carucedo o el Lago Somido, ejemplos del enorme impacto sobre el entorno de los trabajos. El paisaje resultante sería desoladoramente rojizo, polvoriento y desértico; hoy diríamos que casi “marciano”. Y en este espacio, aunque cueste entenderlo, los indígenas no aportaban su trabajo de forma esclava, sino que cumplían con su mano de obra, con las obligaciones de tributo exigidas por el estado romano a cambio de tierras en propiedad. Por lo que los costes de producción eran muy baratos, al margen de la calidad en oro de la explotación. Estudios modernos estiman una gran pobreza, con una media de 50 miligramos por metro cúbico. Lo que supondrían una producción media anual de tan solo 25 kilos de oro. Lo que contrasta con el volumen de tierra vaciada, en torno a 100 millones de metros cúbicos. Una extensa red de castros “especializados” de tipo logístico aportaba herramientas, alimento y otros suministros para mantener la explotación y la población indígena. Otros castros eran de simple poblamiento. Aunque la cantidad de mano de obra indígena estimada no superaría las 4.000 personas. El trabajo por parte de los indígenas, aunque jurídicamente fuesen libres, era de extrema dureza como refleja en este texto Plinio: «Por largos espacios se cavan cuevas en los montes a la luz de los candiles, y ellas mismas son la medida de las vigilias pues en muchos meses no se ve la luz del día. Súbitamente se suelen hundir las galerías y cubren a los tra-
Interior de La Cuevona. En este punto la montaña estuvo a punto del colapso.
«Sólo los últimos ven la luz del sol». Galería ciega practicada en el interior de la montaña.
bajadores dejándolos allí sepultados, de tal manera que parece menos temerario buscar perlas en las profundidades del mar. (…) Las rocas que estorban al paso se atacan con fuego y vinagre, pero muchas veces como en las cuevas el humo y el vapor ahogan, éstas se quebrantan con mazas de hierro de ciento cincuenta libras, desmenuzándolas y sacándolas a hombros día y noche, entregándoselas unos a otros, de mano en mano, en medio de aquellas tinieblas; sólo los últimos ven la luz del sol». En la visita al conjunto de Las Médulas, actualmente Patrimonio de la Humanidad, destacaremos los siguientes puntos imprescindibles: –El mirador de Orellán desde el que se contempla todo el paraje, preferiblemente con luz de tarde. Desde allí se accede a una galería con visita guiada. Se puede contemplar la alberca de “La Horta”, desde la que se accede al mirador. Continuando el ascenso por el camino de acceso, a 300 metros se pueden ob-
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servar restos de los últimos tramos de un canal. –En el pueblo de Las Médulas se encuentra el aula arqueológica, y el acceso por senderos al paraje natural donde podemos realizar diferentes rutas, y contemplar la acción de la ruina montium. Destacan La Cuevona, La Encantada y el Lago Somido. –En el entorno próximo se pueden observar numerosas murias y el Lago Carucedo, en el pueblo del mismo nombre, donde se puede visitar restos del asentamiento de los administradores romanos. Igualmente, el castro indígena de Borrenes o el castro logístico-metalúrgico de Orellán.
Tramo del canal del Lleiroso, cortado a pico sobre la roca, y delimitado por restos del muro que facilitaba el tránsito para el mantenimiento. Se puede apreciar la marca dejada por el curso del agua.
atravesada por el curso de un canal de captación a ras del río. El sentido de la construcción de los canales era desde el frente de mina hacia los montes de captación de aguas. Los trabajos de ampliación de los canales se irían progresivamente alejando de Las Médulas ganando altura. Con objeto de mantener un curso continuo de agua que descendiera hacia el frente de mina, la inclinación no superaba el 0,5% de media, lo que a nuestros ojos resulta imperceptible. La cantidad de agua desplazada en el ancho de canal (120-160 centímetros) no superaría los 50 centímetros de fondo. Aún podemos apreciar la marca de la acción erosiva del agua. Fue la mano de obra indígena la que permitió la construcción de las estructuras hidráulicas y su mantenimiento, mientras que la tecnología y la supervisión de la obra era responsabilidad de los ingenieros militares romanos, denominados libratores. Numerosos castros jalonaban las laderas para acoger a los obreros indígenas que eran movilizados desde sus poblados de origen a modo
Los canales de La Cabrera Para aportar agua a Las Médulas se construyeron 400 kilómetros de canales que pudieron conducir hasta 16 millones de metros cúbicos de agua cada año. Se realizó una red de al menos ocho canales que captaban agua de los neveros, arroyos y torrentes de las dos vertientes de los Montes Aquilanos. Dos se realizaron en el lado norte y seis por el sur, captando éstos aguas de los afluentes de La Cabrera. Su trazado por la ladera se puede apreciar desde kilómetros de distancia. Algunos de estos canales discurren por encima de los 1.700 metros de cota. El denominado C-3 tendría una longitud de 143 kilómetros. Aquí se practicó el primer trasvase de la Península, puesto que se captaron aguas de la vertiente del río Eria (cuenca del Duero) para trasvasarla al río Cabo (cuenca del Sil) con objeto de aumentar el caudal del río Cabrera. Este río fue sometido a una intensa actividad minera, como ocurrió con el Sil. Hoy podemos contemplar como sólo quedan murias en los recodos del río donde se encontraban los depósitos ricos en oro, que fueron literalmente barridos. Se conservan interesantes estructuras de captación y represamiento de agua a nivel del río. En las proximidades de Llamas de La Cabrera, por ejemplo, encontramos un corte de cinco metros de altura Reproducción de la inscripción del indígena practicado sobre la roca, que es Seurro en el canal del Lleiroso.
de “quintas”. Estos castros serían de carácter temporal y se desocuparían en invierno. Se conserva en el tramo del canal del Lleiroso un excepcional documento de la intervención indígena en los trabajos. En la parte inferior de un lienzo de roca cortado a pico, se grabó una inscripción en la que un astur de la gens de los Seurros orgullosamente se atribuye la autoría. Sugerimos para la visita acudir al aula arqueológica de Puente de Domingo Flórez, donde nos podremos dejar sugestionar. Desde allí continuar hasta Llamas de La Cabrera, en donde podremos recorrer un tramo de canal que captaba agua del arroyo llamado Lleiroso. Se encuentra perfectamente balizado y cuenta con carteles explicativos. Durante su curso podemos contemplar buena parte de la tipología de estructuras habilitadas por la ingeniería romana para salvar las dificultades topográfícas, tales como cortes a pico en la roca, taludes, túneles, aliviaderos… Un magnífico ejemplo, una auténtica reliquia de la mayor obra hidráulica de la Antigüedad. PARA SABER MÁS: • GUSTAVO LÓPEZ D., LOZANO P., SÁNCHEZ M. (2000): Las Médulas, León. • SÁNCHEZ PALENCIA, F. J., OREJAS A., SASTRE I., PÉREZ L. C. (2006): Las zonas mineras romanas del noroeste peninsular. Infraestrucura y organización del territorio. Nuevos elementos de ingeniería romana. III Congreso de Obras Públicas Romanas. Astorga.
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DERECHOROMANO
Las normas en el periodo arcaico
Las tablas de la Ley Los enfrentamientos entre patricios y plebeyos, que se produjeron durante la primera mitad del siglo V a. C., hicieron que el derecho, que hasta el momento se había transmitido de forma oral y era conocido por muy pocos, se fijara por escrito. Había nacido la Ley de las Doce Tablas.
Por Francesc Sánchez.
Durante los años en los que Roma era una ciudad-estado regida por un régimen monárquico, no encontramos en las primitivas fuentes del Derecho Romano una diferenciación entre el concepto de Derecho, Moral y Religión. Las primeras normas que regulan las conductas públicas y privadas de sus ciudadanos se fundamentan en un conjunto de tradiciones y costumbres que con posterioridad se les conocerán como mores majorum. Este conjunto de costumbres provenientes de los antepasados serán las que irán, poco a poco, organizando el sistema gentilicio y familiar, así como las relaciones privadas y la estructura so-
cial, religiosa y jurídica de la sociedad romana hasta que se promulga la primera ley escrita: la Ley de las Doce Tablas. Este conjunto de normas, costumbres y tradiciones no tenían forzosamente su origen en la religión, si bien todos los pueblos primitivos, y entre ellos el romano, tendían a otorgarles una explicación sobrenatural y muy relacionada con los dioses. De esta forma nace un concepto —el fas— que los romanos identifican con la licitud moral de las actuaciones de las personas. Es la regla fundamental que relaciona a los romanos con los dioses y en la que basaron su vida social. Con el tiempo, del fas se comienza a separar el ius que son
DERECHO PROCESAL CIVIL
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¿De qué tratan las tablas de la Ley? El texto de las XII Tablas es de gran simplicidad y trata de las siguientes materias: DERECHO DEL PATRIMONIO. Trata sobre vecindad civil agrícola (linderos, aguas pluviales, árboles y frutos); protección de edificios y plantaciones; servidumbres de paso y acueductos; transmisión de la propiedad (mancipatio); préstamo solemne (nexum) con garantía de la persona del deudor; la prescripción (usucapio). DERECHO SUCESORIO. Trata de la sucesión testamentaria y el orden de sucesión ab-intestato.
DERECHO PENAL. Se puede distinguir entre: ● Delitos públicos que eran castigados normalmente con la muerte. Entre estos delitos se contaban algunos como la alta traición (perduellio), el homicidio del paterfamilias (parricidium), el incendio, el atentado nocturno a los frutos, la maldición o encantamiento y el falso testimonio. ● Delitos privados, que afectan sólo a la victima o su familia, como la injuria y el hurto. Estos delitos eran castigados habitualmente según la ley del talión, que consiste en hacer sufrir al delincuente un daño igual al que causó.
DERECHO DE PERSONAS Y FAMILIA. Tratan sobre la capacidad jurídica; la patria potestad, con facultad para vender al hijo hasta tres veces; la tutela; y la curatela. La Ley no permitía el matrimonio entre plebeyos y patricios que no se consiguió hasta la Lex Canuleja (455 a. C.). PROCEDIMIENTOS. Se establecen las garantías para obligar a comparecer en juicio y el procedimiento de ejecución del préstamo o de la sentencia judicial pudiendo el acreedor reducir a prisión, matar o vender al acreedor que no pague.
las normas jurídicas y que daría nacimiento a nuestro concepto de derecho. El jus es todo aquello que es correcto jurídicamente y el fas lo que es adecuado moralmente. En contraposición, el nefas es lo que infringe las reglas sagradas. De ahí la importancia que tenía para los romanos la determinación de los días fastos y nefastos para realizar todo tipo de actividad, social, militar, comercial. La contraposición al jus es la injuria, que es la transgresión de las normas jurídicas.
Esta relación de los mores maiorum con el fas, es decir con la divinidad, provoca que en los primeros tiempos el control exclusivo de la interpretación de las normas jurídicas estén en manos del colegio de los pontífices, que señalando los ritos y las fórmulas, tienen el control absoluto sobre el derecho y su interpretación. Se desconoce si las normas del derecho en esta época fueron creación popular o de políticos y jurisconsultos. Un comentarista de la época de César, Granio Flaco, que hace mención de
unas leyes dadas en época monárquica, que se han denominado posteriormente leges regiae, reunidas posteriormente por el pontífice Sexto Papirio y recogidas en el Digesto como jus civile Papirianum (D.1.2.2.2).
DERECHO DE FAMILIA
HERENCIAS Y TUTELAS
NEGOCIOS JURÍDICOS
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Palabras en bronce Como todo lo que tiene que ver con los orígenes de Roma, realidad y leyenda se mezclan de forma inseparable siendo imposible determinar el verdadero origen de muchas de sus instituciones políticas y jurídicas.
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Algo así ocurre con la creación de la primera ley escrita que, como algún autor ha dicho, es «el primer gran monumento jurídico romano»: la ley de Ley de las Doce Tablas, la Lex Duodecim Tabularum (451449 a. C.), llamada así porque fue grabada en doce tablas de bronce. El relato tradicional, que modernamente ha sido cuestionado, y que recoge Tito Livio, Dionisio de Halicarnaso y Sexto Pomponio, narra el enfrentamiento entre patricios y plebeyos. Estos últimos exigieron, a través de los tribunos de la plebe, disponer de una legislación estable, así como de un derecho al alcance de todos, que se fijase por escrito para evitar así los constantes abusos de que eran objeto por parte de los patricios, ya que el derecho hasta aquel momento era únicamente interpretado por los pontífices. A tal efecto en el año 464 a. C., el tribuno de la plebe Terentilo Arsa propone la creación de una comisión encargada de estudiar el jus vigente y ponerlo por escrito. Se oponen los patricios y no es hasta pasados unos años que llegan a un acuerdo ambas clases para enviar una delegación a Grecia con el objetivo de estudiar sus leyes. De regreso, en el año 451 a. C., se nombra una comisión de
LÍMITES AL DERECHO A LA PROPIEDAD Y RELACIONES DE VECINDAD
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Virginia y el auge de la plebe Roma y las mujeres no se llevaban muy bien que se diga. Siempre que había un problema grave, quien recibía era una mujer. Si para acabar con los Tarquinos fue necesaria la muerte de Lucrecia, para acabar con los despóticos decenviros, fue necesaria la muerte de Virginia. Veamos la leyenda. Al acabar el primer año que les habían sido concedido a los diez decenviros para redactar la ley, estos manifestaron al pueblo que necesi-
Entonces plantea una estratagema para conseguirla. Hace que un cliente suyo la reivindique como esclava y ante las protestas de su padre y mientras se decide sobre su futuro la retiene en su propia casa, donde la viola. Al día siguiente y para salvarse de la deshonra, el padre de Virginia, la mata hundiéndole un puñal en el pecho. La plebe se revela y amenaza con la secesión y provoca la caída de los decenviros, el suicidio de Apio Claudio y el re-
taban más tiempo y se les concedió un año más. A partir de este momento, sin embargo, se empiezan a comportar de forma despótica y arbitraria y aparecen cada uno de ellos precedido siempre de doce lictores. Los decenviros llegan al acuerdo de no devolver el poder al acabar el año. Sin embargo su fin será consecuencia de la muerte de Virginia. Apio Claudio, pontífice máximo y presidente del tribunal se enamora de una guapa plebeya, Virginia, que lo rechaza.
greso del régimen consular.
La plebe se rebela pidiendo justicia en el caso de Virginia. Detalle de un lienzo de Gabriel François Doyen.
DERECHO PENAL Y PROCESAL
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diez patricios, los decemviri legibus scribundis, a quienes se les otorga el poder absoluto durante un año, suspendiéndose las magistraturas tradicionales, y al cabo del cual presentan las diez primeras tablas. Al acabar este período manifiestan que aún les faltan dos tablas por acabar y se les prorroga su mandato por un año más. Sin embargo, a partir de este momento se comportan de forma autoritaria y pretenden detentar el poder de por vida. Finalmente se produce el levantamiento de la plebe, que acaba con el mandato de los decenviri. Sin embargo, las doce tablas están ya redactadas y son promulgadas por los cónsules Valerio y Horacio. Verdadero o no el relato tradicional, lo cierto es que con la Ley de las Doce Tablas, por primera vez en Roma el derecho se
Las invasiones galas del siglo IV a. C. destruyeron las Tablas de la Ley originales. Las copias que se guardan hoy en el Museo della Civiltà Romana, en Roma (en la parte inferior de la página), son reproducciones modernas realizadas a partir de los fragmentos citados en documentos posteriores. A la derecha, estatua de un dios guerrero galo, encontrada en Saint-Maur (Francia).
PARA SABER MÁS: • RASCÓN, C. (2007): Síntesis de Historia e Instituciones de Derecho Romano, Tecnos.
DISPOSICIONES DIVERSAS
DERECHO SAGRADO
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pone por escrito y surge como acto legislativo de la asamblea popular que recoge los mores majorum y las leges regiae. Seguramente no recogería toda la legalidad vigente pero sí la mayor parte de las relaciones entre ciudadanos, en un intento de sistematizarlas. Es, en definitiva, el primer intento de separar el fas del jus. Como la Ley de las Doce Tablas necesita ser interpretada, el colegio de pontífices sigue desarrollando esta tarea, pero al mismo tiempo va apareciendo una labor de interpretación realizada por juristas y jueces en su aplicación diaria. La Ley no ha llegado entera hasta nuestras días, ya que según el relato tradicional las tablas fueros destruidas en el saqueo de los galos a comienzos del siglo IV a. C. y no fueron reproducidas de nuevo. Su transmisión fue oral y recogidas sus normas finalmente de forma fragmentaria en posteriores compilaciones. ◙
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ELRINCÓNDEESCULAPIO
GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA
Ha nacido un romano Foto: Carmen Escobar Carrio
Por Salvador Pacheco.
Podemos imaginar subiendo por las concurridas faldas del Esquilino una bulliciosa romería de mujeres romanas, libres y honestas, engalanadas con guirnaldas y portando ramos floridos hasta el templo de Juno Lucina para celebrar y solicitar en las calendas de marzo, como en los lejanos tiempos de Rómulo, la fertilidad que le había sido concedida a las mujeres sabinas. Eran las Matronalias cuyo rito describe Ovidio en sus “Fastos”: «Llevad flores a la diosa que se regocija con las plantas florecientes, ceñid sus sienes de frescas guirnaldas y exclamad: “Lucina, a ti debemos el ver la luz; tú acudes a las voces de la que te llama en la hora crítica del parto”, y si alguna de vosotras se halla en cinta, suplique a la diosa con el cabello suelto que le alivie dulcemente del peso que dilata su vientre».
Pero no era esta la única fiesta con la que pretendían la fecundidad. Recordemos que el 15 de febrero se habían celebrado las Lupercales. En ellas los lupercos, sacerdotes del fau-
Pocos momentos en la vida han despertado tanto asombro en el hombre como la concepción y nacimiento. La civilización romana rodeó este episodio vital de numerosos ritos para asegurar la salud tanto de la madre como del bebé. El peso de la superstición estaba en la base de numerosos remedios mágicos de médicos y comadronas.
no del mismo nombre, en su templo sobre las laderas del monte Palatino sacrificaban algunas cabras. Tras esto, desnudos y ceñidos con las pieles de las víctimas, recorrían las calles de la Urbe azotando con las correas de piel que portaban a quienes encontraban, en especial a las mujeres estériles que a su paso ofrecían sus manos a unos azotes promotores de fecundidad. Se rememoraba así el mandato que Juno realizara en tiempos de Rómulo: «Que un macho cabrío sagrado penetre a las madres itálicas». Ante esto un augur sacrificó un macho cabrío y las muchachas sabinas ofrecieron «su espalda para que se la flagelase con las tiras de la piel» permitiendo la llegada de nueva sangre a la recién fundada Roma (“Fastos” I, 440-445).
No sólo estos y otros ritos religiosos y creencias estaban encaminados a preservar la fecundidad, también talismanes y fórmulas mágicas pretendían este efecto. Así, la forma en que se realizaban los nudos podía tener un significado mágico. Es el caso del denominado “nudo hercúleo” que podemos ver en la necrópolis gaditana, muy útil para evitar la infertilidad y alejar las enfermedades. Por esta razón, las jóvenes romanas solían llevar en su traje nupcial un cinturón de lana con dicho nudo, que el esposo desataba en el lecho nupcial asegurando así la fertilidad del matrimonio. Como en otros campos de la vida, múltiples deidades velaban por esta faceta íntima del matrimonio. El propio acto sexual estaba protegido por
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deidades como Cinxia, Virginense, Subigus, Prema, Pertunda, Priapus, Estimula, Liber y Libera o MutunusTutunus. Este último, especialmente venerado por las recién casadas, que en un curioso rito se sentaban sobre el falo de la deidad para así solicitar la fecundidad. También ninfas y deidades acuáticas debieron de tener algo que ver con la fecundidad, pues ciertos baños termales eran considerados útiles para conseguir el embarazo. En los baños de Alange, Badajoz, se encuentra una lápida en agradecimiento por la eficacia de sus aguas. Conseguido el embarazo, este seguía bajo la protección de deidades como Nona (la del noveno mes –lunar– de embarazo), Decima (la del décimo mes) o Alemona, que cuidaba de la buena nutrición del feto. También amuletos al cuello e invocaciones trataban de blindar contra todo mal su buen desarrollo. Las embarazadas usaban ciertos vendajes que ofrecían a los dioses e igualmente ofrecían exvotos.
El parto se realizaba con la mujer sentada en una silla, asistida por una comadre y tal vez alguna ayudante Pero como toda protección era poca, también debían tenerse particulares precauciones para no atraer el maleficio. Así pues, sabemos que: «estar sentado con los dedos entrelazados en forma de peine a la cabecera de una embarazada» desencadenaría el maleficio hecho que «se descubrió cuando Alcmena parió a Hércules». Llega el momento crítico Llegado el momento del parto, de su asistencia se encargaba la obstetrix medica, o comadrona, que podía ser li-
bre o esclava, pero que lo más frecuente es que fuera de condición libre. El parto se realizaba con la mujer sentada en una silla, asistida por la comadrona y tal vez por alguna ayudante de esta. Nuevamente, en este momento crítico, las deidades debían velar por el buen desarrollo del suceso. Recordemos a Juno Lucina, o la conveniencia de dejar el cabello suelto y evitar nudos (medicina analógica), o los cuidados de las tres Carmentes: Carmenta en el parto natural y Antevorta y Postventa por cuya intercesión podía rectificarse la posición inadecuada del feto en el momento del parto; o cómo Diespiter (el ‘padre del día’) conducía al niño fuera del vientre materno; o a Vagitanus velando por el primer gemido del niño, mientras la casa quedaba ya protegida por ‘la barredora’, la diosa Deverra, que amenazante con su escoba y acompañada por Pilumnus e Intercidona, armadas respectivamente con un mortero y una no menos amenazadora hacha, guardaba la en-
El sexo del nasciturus Por su curiosidad citemos algunas palabras sobre el origen del sexo del recién nacido, lo que hoy podríamos encuadrar bajo el epígrafe “elección del sexo”. El gaditano L. Junio Moderato Columela comenta en su “De re rustica”, referente a la reproducción animal (¡no humana!), la teoría que permitía escoger a voluntad el sexo del ganado ligando con un cordoncito de lino el testículo izquierdo del semental, si se pretendían obtener machos; o el derecho, si se deseaba obtener hembras. Con más conocimientos anatómicos, Galeno es de la afirmación de que el sexo del feto depende del lugar en que este se asiente en el útero. Si el feto se localiza en el lado derecho, el mayor calor y mejor nutrición que recibe el feto determinará el desarrollo de un
varón; si por el contrario se localiza en el lado izquierdo, peor nutrido y con menor calor, el resultado será una hembra. Con esto la medicina romana no hace más que seguir una creencia que ya se plasma en la medicina hipocrática al afirmar en los “Tratados Hipocráticos” que «El feto macho suele estar a la derecha, el feto hembra más bien a la izquierda» (“Aforismos”, sección V, 48). Se trata de un prejuicio común a muchas culturas primitivas que fue aceptado tanto por la Escuela Pitagórica, como por la Escuela Jónica o Escuela de Cos. Con el mismo término cabe definir otro aforismo que sostiene que «Una mujer embarazada de un varón tiene buena cara, pero mala si lo está de una hembra» (“Aforismos”, sección V, 42). De estas
convicciones podemos entrever el distinto recibimiento que sufriría el recién nacido según fuese su sexo. Esta actitud puede hoy resultarnos incomprensible, incapaces de entrar en los esquemas y necesidades de aquellas culturas, pero aún nos parecerían más extravagantes otros comportamientos coetáneos. Cuando los romanos llegaron al norte de la península ibérica entre astures y cántabros se practicaba la “covada”, curiosa costumbre consistente en que tras el parto, el padre sustituía a la parturienta en el lecho junto al recién nacido mientras la mujer procedía a cuidarlos. Posiblemente esta costumbre era una forma de probar la paternidad o alguna forma de tabú. Así lo refiere Estrabón: «La mujer cultiva la tierra; apenas ha dado a luz, cede el lecho a su marido y le cuida».
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trada impidiendo el paso de Silvanus, empeñado en atormentar el sueño de la nueva madre. Con todo lo dicho, no cabe pensar que la ginecología, y este campo especial de la obstetricia, quedaran sólo a merced de ritos y creencia. Es cierto que los cuidados del embarazo y sobre todo del parto quedaban fundamentalmente encomendados a comadronas, y que posiblemente, salvo complicaciones o situaciones particulares y en familias acomodadas, el médico no participaba en su cuidado al tratarse de un acto considerado natural —como cualquier otra actividad del organismo—, y por ende, fuera de
la posición activa del médico frente a cualquier proceso patógeno donde este debiera intervenir. Así Livia, mujer de Augusto, fue tratada por Antonio Musa quien debió de mantener una posición de observador durante el parto, una actitud pasiva y expectante ante posibles problemas. Pero no es menos cierto que la medicina grecorromana dedicó importantes esfuerzos a la ginecología. Citemos cómo a ella se dedicaron Celso, Rufo de Éfeso, Galeno y, en especial, Soranos de Éfeso. Soranos fue miembro destacado de la Escuela Metódica, estudió en Alejandría y vivió en Roma a principio del siglo II a. C. Si
su carrera no se limitó a este campo —pues destacó también en la higiene, la pediatría, o la traumatología (“De los signos de las fracturas”)—, ciertamente es considerado como el padre de la Ginecología y la Obstetricia. En su obra “Del útero y de los órganos genitales femeninos” describió el útero o delphys (‘que tiene la capacidad de engendrar hermanos’), su tamaño, forma, estructura, evolución durante el embarazo y tras él; el acto sexual, la menstruación, relación con los pechos, etc. Se ocupó también de la anticoncepción dando principios racionales para evitar el embarazo mediante determinados tampones vaginales.
Protección sobrenatural contra el mal de ojo Los niños tras nacer quedaban bajo la protección de Fascino, ‘médico del mal de ojo’ como lo define Plinio, y cuyo culto era atendido por las Vírgenes Vestales. Pero como no podía ser de otra forma, no era el único. A modo de pincelada citemos a Pavencia, que protegía de los terrores nocturnos, o Carna (o Cardea), que desde su templo en el monte Celio protegía a los niños de las striges, voraces aves nocturnas que chupaban la sangre de los pequeños a la par que devoraban sus tiernas entrañas. Debemos suponer una muy alta mortalidad infantil en general, y más en esos primeros días tras el parto (ver el n.º 2 de Stilus). De hecho, el reconocimiento por parte del paterfamilias como un miembro más del grupo familiar se difería nueve días si el recién nacido era varón, u ocho si era hembra, imponiéndoles tal día su praenomen o nombre de pila. Era el Dies Lustralis o Lustricus, presidido por la diosa Nundina, en el que también se le imponía la bulla, amuleto protector que colgaba del cuello —ya usado por los etruscos— que pre-
venía al niño del mal de ojo y la magia negra. Tampoco dejemos de mencionar las representaciones fálicas y el uso del oro, el coral y, sobre todo, el ámbar. El coral atado al cuello del niño lo preservaba del mal de ojo, el encantamiento y los maleficios. Otro amuleto era la higa de marfil, o hueso en el que se representaba una mano o antebrazo con el pulgar situado entre el índice y el corazón, y que en Hispania es muy anterior a la llegada de Roma como atestigua lo encontrado en yacimientos c o m o el de la Cueva de Almanzora, en Almería.
Bebé con bulla fabricada por el autor.
Foto: Francisco Gómez
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También dio recomendaciones sobre las nodrizas, la lactancia, los cuidados que debían darse a la madre, como la protección del perineo durante el parto, la doble ligadura antes de practicar el corte del cordón umbilical o el lavado de los ojos del recién nacido. Describió la silla obstétrica, estudió las enfermedades propias del embarazo, las posiciones fetales, las distocias (partos laboriosos o difíciles), practicó en ciertos casos maniobras de versión para cambiar la postura del feto vivo, y la embriotomía (que reduce el volumen del feto muerto para facilitar el parto). Su obra “Sobre las enfermedades de las mujeres” fue texto básico de la medicina obstetricia hasta bien entrada la Edad Moderna. Tampoco debemos olvidar a Herófilo, que clasificó en diez tipos las distocias, practicó la embriotomía con un instrumento de su invención, el embryosphktés; a Demetrio de Apamea que dedicó su trabajo al estudio de las distocias, o a Themisión que practicó la histerectomía (extirpación del útero). Pero no menos curiosa y absurda era la presunción que mantenían algunos crédulos romanos, ante un parto difícil, que Plinio refiere así en su “Historia Natural”: «Dicen que los partos difíciles se resuelven inmediatamente cuando uno hace pasar por encima del techo bajo el que está la embarazada una piedra o un proyectil que haya matado con sendos golpes a tres animales, un hombre, un jabalí y un oso» o «con más probabilidades de éxito lo consigue una lanza de vélite arrancada del cuerpo de un hombre si no ha tocado tierra».
Volvamos a nuestro hilo conductor. Transcurridos los nueve meses se producía el parto que según refiere el mismo autor podía acelerarse «con esta costumbre: que el hombre del que ha concebido la mujer, desatando su cinto se lo ciña a ella, después lo desate añadiendo esta fórmula “el mismo que lo ha atado lo soltará” y se vaya».
El primer alimento que se le daba al bebé era una mezcla de agua y miel cocida Dolores y alegrías se juntaban con la llegada de la nueva vida. Si todo había salido bien con el auxilio de los dioses, una sonrisa –como siempre ha sido y será– debía recibir al recién llegado. Pronto era bañado para más tarde ser enfajado. Con el fajado se pretendía evitar deformaciones y que el niño gozara de un buen desarrollo. Aquí seguramente fuese solicitado el auxilio de Ossipago que asegurara el desarrollo y consolidación de los huesos del infante. El primer alimento que se le suministraba era una mezcla de agua y miel cocida. Más tarde sería depositado en una cuna a la que, posiblemente, era atado para evitar caídas. En las familias pudientes si, por imperdonable descuido, no había sido previamente seleccionada, sería el momento de buscar una nodriza
o nutrix. Aunque en un momento de apuro podía recurrirse a los ruegos a Rumina, deidad que velaba por la lactancia, o recurrir a algún que otro remedio casero para facilitar la bajada de la leche. Es Columela quien nos da una receta contra la agalactia, la falta de leche tras el parto, usando la hierba llamada “citiso”: «Si las mujeres que crían tienen falta de leche, conviene echar en agua citiso seco, y así que haya estado en ella toda la noche. Al día siguiente se exprimirá el jugo y se mezclará tres heminas de él con un poco de vino y se le dará a beber. De este modo ellas estarán buenas y los niños se pondrán robustos con la abundancia de la leche».
Pero para el peor de los casos es sabido que conocían el biberón, y por tanto, la lactancia artificial. Una buena nodriza La nutrix debía tener unas características determinadas para ejercer tal profesión. Según Rufo de Éfeso, debía tener una edad comprendida entre los 25 y 35 años, ser de buena
Foto: Sebastià
Los eruditos antiguos recomendaban prestar mucha atención al carácter de la nodriza, ya que su influencia podía marcar la vida del recién nacido. A la derecha, detalle del sarcófago de Cornalio Estacio, en el Museo del Louvre, en París.
Giralt
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complexión y buen aspecto, algo corpulenta, con senos de tamaño medio, sobria, limpia y no colérica. La importancia de la elección de la nutrix es tal, que desde fuera de la medicina también se aconseja sobre sus características imprescindibles. Y no sólo por cuestiones meramente nutricionales que debía poseer. Así, cuando Quintiliano inicia su libro sobre la formación de los oradores comienza tratando sobre la elección de la nutrix que deberá cuidar al futuro orador:
«Ante todas las cosas, no sea viciosa la conversación de las ayas, las que quiere Crispio que sean sabias, si se puede, pero al menos que se escojan las mejores. En ellas, sin duda alguna, debe cuidarse sobre todo de las buenas costumbres y de que hablen bien, pues ellas son las primeras a quienes oirán los niños y cuyas palabras se esforzarán a expresar por imitación».
Si no nacía sano... En esos primeros días tras el parto, el padre tenía potestad para no reconocer al niño y en tal caso deshacerse de él. Con ello se eliminaban los niños deformes o con alguna tara. Así lo indica Séneca: «Destruimos los partos monstruosos, y son nuestros hijos, si nacieron enfermos y deformes, los ahogamos, y no es la ira, sino la razón, la que separa los inútiles de los elementos sanos». No debió de ser infrecuente el ahogamiento como forma de deshacerse de la vida y los llantos de estos desvalidos niños, pues vemos muy tardíamente, en el primer concilio hispano, el
celebrado en Elvira, cómo en su canon LXVIII se hace expresa referencia a esta y no a otras formas de infanticidio. El cambio de mentalidad hace que lo que para Séneca era un acto natural, a principios del siglo IV pareciera ya un crimen tan execrable que hacía merecedora, a la catecúmena que lo practicase, de la prohibición de recibir el bautismo, aun ante las puertas de la muerte. Ya con anterioridad la extensión de este tipo de costumbres obligó al estado romano a tomar medidas para atajarlas con graves castigos a quienes abandonaran a sus hijos.
En este mismo sentido Séneca asevera: «Las costumbres de las nodrizas y de sus ayos remanecen más tarde en la adolescencia» (“De ira”, II, 21). Efectivamente, las costumbres de la nutrix debían de influir en la posterior educación del infante, siendo muy distinto si se trataba de una mujer sabia –como quería Crispio– o una ruda campesina que quisiera proteger al pequeño de conjuros y ‘aojamientos’ si el bebé era mirado mientras dormía; o ante la llegada de un extraño, escupiendo tres veces sobre el niño –como nos relata Plinio el Viejo con total incredulidad–. El ama tras la lactancia seguiría encargándose del cuidado del niño. No podemos terminar sin comentar algo que, aunque obvio, suele olvidársenos, lo distinto que debían de ser los cuidados y las esperanzas que podían forjarse en torno a la llegada de un niño según la clase social o el lugar donde naciera. Médicos, nodrizas y ayas debían de ser impensables en la mayoría de los casos, quedando limitados a los propios recursos que la familia pudiera aportar. Tampoco el porvenir que el futuro les deparase podía ser igual de halagüeño. Hubo muchos niños que pronto debieron dejar los juegos infantiles por las obligaciones laborales. Recordemos la lápida dedicada a Q. Artulo aparecida en Baños (cerca de Vilches, en la provincia de Jaén) y hoy conservada en el Museo Arqueológico Nacional, que representa a un niño de cuatro años con los atributos de un minero, pico y lámpara, y que seguramente corresponde a un niño muerto en una explotación minera. ◙
PARA SABER MÁS: • CASSANI, J. L., (1949): Cuadernos de Historia de España, tomo XII, Buenos Aires.
Detalle de “La matanza de los inocentes” (1611-1612), de Guido Reni. Pinacoteca Nazionale di Bologna (Italia).
• GARCÍA Y BELLIDO, A., Apéndice al tomo II de la Historia de España de Menéndez Pidal.
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BREVIARIUM
punto de lectura
ROMA /Steven Saylor La esfera de los libros, 2008 - 684 págs.
ARMAS DE GRECIA Y ROMA Fernando Quesada
Steven Saylor da vida en esta novela a la epopeya de los primeros mil años de existencia de la ciudad de Roma, desde antes de su fundación por los gemelos Rómulo y Remo hasta su increíble ascenso como capital del Imperio más poderoso de todos los tiempos. Siguiendo la fortuna de las sucesivas generaciones de dos familias a través de los tiempos, testigos y protagonistas de los acontecimientos, esta es una saga épica de la ciudad y sus gentes.
¿Quién era...
Gneo Domicio Córbulo
Los hoplitas espartanos, las falanges de Alejandro Magno y las legiones romanas. Estas afamadas tropas de la antigüedad forjaron su leyenda gracias a su armamento. Los textos de Fernando Quesada y las ilustraciones de Carlos Fernández nos devuelven a la acción guerrera de aquellos tiempos remotos. El libro dispone de un tema propio en el foro de la Legio VIIII Hispana (http:// legioviiii.ief.st/), en donde el propio autor amplía información al respecto.
¿
D
(≈5-66 d. C.)
La esfera de los libros, 2008 408 págs.
istinguido general de principios del imperio, fue enviado en 47 d. C. a la Germania Superior, donde encabezó una exitosa expedición de castigo contra los frisios y los caucos. De disciplina férrea, mandó a sus tropas cavar un canal entre los ríos Maas y Rin. El emperador Claudio le ordenó retirarse a la orilla sur del Rin y posteriormente le envió a la frontera Este del imperio, como procónsul de Asia. Tras la muerte de Claudio, fue elegido por Nerón para comandar las tropas romanas en su lucha contra los partos, otorgándole el título de legado de Capadocia y Galacia. Córbulo aprovechó esta oportunidad para reorganizar el ejército de Siria, y en el año 58 se adentró con él en Armenia, donde tras tomar las ciudades de Artaxaca y Tigranocertas (en el año 59), instauró como rey al candidato prorromano Tigranes. En el año 60, Córbulo fue nombrado gobernador de Siria. Tras la derrota del comandante romano Paeto a manos de los partos en Armenia, Nerón otorgó el mando supremo del ejército a Córbulo para la guerra en el frente Este del imperio. Cruzó el Eúfrates en 63 provocando que el candidato al trono de Armenia impuesto por los partos, Tiridates, aceptase su sumisión a Roma. Córbulo permaneció en el Este hasta el mes de octubre del 66, cuando Nerón le requirió en Grecia y le ordenó suicidarse por temor a su creciente poder. Su hija, Domicia Longina, se casaría con el emperador Domiciano. Por Francisco Bascuas.
OCULTAMIENTO DE MONEDAS DEL SIGLO III d. C...
M. Carcedo, J. R. García y J. A. Martín Col. Osunillas, 2008 - 142 págs.
El descubrimiento de un tesorillo en el Cortijo de Acevedo (Mijas) ha llevado a los autores de este libro a estudiar de forma exhaustiva abundante material numismático del Alto Imperio. Las conclusiones refuerzan la tesis que atenúa la crisis económica en esta zona, si bien sí que se produjeron grandes cambios sociales y políticos.
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NOTICIASHR
Más información y fotografías en http://www.legioviiii.es/galeria/galeria.htm
HR amplía su programa de charlas y disfruta de un evocador paseo por Bilbilis Nuevas altas en la Asociación Hispania Romana permitirán ampliar los temas de las charlas divulgativas. A la explicación sobre instrumentos médicos, realizada habitualmente por Salvador Pacheco, en los próximos eventos se podrán admirar instrumentos de ingeniería y su uso, gracias a la colaboración del socio Carlos Fernández. Estos nuevos módulos se incorporarán al programa de charlas disponible, según se decidió en la asamblea de HR, celebrada en marzo en Calatayud (Zaragoza). La reunión aprobó varias disposiciones para mejorar la participación de Hispania Romana en actos de divulgación. Así, se decidió poner por escrito varios guiones que sirvan de base para futuras actuaciones de cara al público. Por otra parte, se debatió la necesidad de contar con responsables rotativos que coordinen los diferentes aspectos de un evento. Más allá de los debates, la reunión de Calatayud tuvo un trasfondo cultural. El arqueólogo Carlos Sáenz realizó para los socios de HR una visita guiada a Bilbilis, detallando los últimos descubrimientos realizados en el yacimiento. Entre los hallazgos más abundantes y espectaculares se encuentran las pinturas, que han convertido a la antigua ciudad en una 09/03/2008.-
Foto de familia, en la puerta del Museo Arqueológico de Calatayud.
verdadera mina de documentación sobre los estilos y gustos que imperaban en la zona hace 2.000 años. Todos los hallazgos se están estudiando y rehabilitando para ser mostrados en el nuevo museo arqueológico, que se está emplazando en un antiguo convento de las carmelitas. Los restos hallados y el preciso discurso de Sáenz permitieron a los asistentes viajar en el tiempo hasta la llegada de los primeros colonos latinos a Bilbilis, allá por el siglo I a. C. Las expli-
caciones dibujaron un vívido fresco de la vida en este núcleo, desde las primeras etapas de dominación romana hasta el rápido declive y práctica despoblación de la ciudad a finales del siglo IV. La inestabilidad política y una probable disminución de los recursos hídricos están en la base de la decadencia de un enclave que, durante el reinado de Augusto, había sido de importancia indiscutible para asentar las bases de la romanización en la zona.
Lo que siempre quiso saber de la indumentaria romana
Nuevos “fichajes”
¿Qué casco utilizaban de forma mayoritaria los legionarios de la época augústea? ¿Cómo se ponían las matronas el manto cuando salían a la calle? La reconstrucción rigurosa de una época histórica exige investigar en las fuentes primarias para delimitar lo que era aceptado en un determinado momento. Las comisiones militar y civil de Hispania Romana han recolectado la información disponible para que los
05/05/2008.-
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asociados que se decidan a reconstruir la época del paso de la República al Imperio puedan resolver sus dudas de forma fácil y rápida. El resultado de esta iniciativa son sendas guías sobre la apariencia y equipación de los legionarios y ciudadanos de finales del siglo I a. C. Por otra parte, la comisión civil ha ampliado la guía general con una separata dedicada a la indumentaria de un senador romano. Estos documentos están a disposición de los miembros de HR.
La habilidad manual de Fernando Marquerie y Salvador Pacheco ha ampliado el patrimonio de Hispania Romana con una letrina y unas fasces, construidas a partir de hallazgos y bajorrelieves de la época romana. Las nuevas adquisiciones de HR podrán admirarse en las próximas actuaciones del grupo, si bien en el caso de las fasces aún se está estudiando la indumentaria de los lictores que portaban las fasces al escoltar a los magistrados.
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Encuentro a tres bandas en tierras vallisoletanas Lanzas embotadas, espadas de madera, curiosidad por la Historia Antigua y ganas de aprender y pasarlo bien. Estos son los ingredientes necesarios para disfrutar del encuentro de recreación militar que un año más se organizó en Padilla de Duero (Valladolid). Los protagonistas de este encuentro fueron los integrantes de la Legio VIIII Hispana y los combatientes del Grupo Attio, a los que este año se unieron también los asociados de Athenea Promakos, organización centrada en la reconstrucción del ejército de la Grecia clásica. El encuentro en Pintia es fruto de la colaboración entre Hispania 06/04/2008.-
Romana y el Grupo Attio, de reconstrucción de la cultura vaccea. Este evento es una de las iniciativas con mejor acogida del año pasado, ya que permite a los participantes experimentar las tácticas de combate propias de cada facción. El objetivo es comprobar sobre el campo de batalla la información que nos ha llegado de los escritos militares de la época antigua, así como vivir en primera persona lo que los combatientes de hace milenios pudieron sentir. Stilus dará una información más detallada y ampliada sobre las impresiones y resultados de este evento en el próximo número.
Los persas, Sant Jordi y Olalla García Miembros de HR estuvieron en Sabadell, con motivo de la Diada de Sant Jordi, acompañando a la escritora alcalaína Olalla García en la firma de su libro “Las Puertas de Seda”, novela histórica ambientada en los enfrentamientos entre persas y romanos Olalla García (segunda por la der.) con miembros de HR. en el año 260 d. C. 23/04/2008.-
Gastronomía y cultura
Feria romana en Sagunto
Por segundo año consecutivo, los miembros de Hispania Romana se coordinaron para organizar una cena romana con la que recuperar fuerzas tras visitar la exposición SPQR, en la Fundación Canal, en Madrid. Cada asistente preparó un plato. La cena empezó con unos aperitivos, el gustaticium, compuesto de platos como huevos a la romana y queso con miel y semillas de amapola. Los platos fuertes fueron pollo con piñones, emperador a la alejandrina, albóndigas de calamares y cochinillo al estilo Trajano. Se acabó con fruta y flan de frutos secos.
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19/01/2008.-
El Ayuntamiento de Sagunto invirtió 40.000 euros en la organización de un mercado romano, una iniciativa lúdico-divulgativa que reivindica el importante pasado de la ciudad, atestiguado por un rico patrimonio histórico-artístico. La Asociación Hispania Romana fue invitada a participar en la primera edición de este proyecto. Sus charlas y demostraciones sobre el ejército dieron profundidad al proyecto y recibieron alabanzas por parte de los organizadores del mercado. El Ayuntamiento se comprometió a dar continuidad al mercado romano durante los próximos años.
agenda 10-11 DE MAYO
El toque romano, en Ibiza Más de una docena de legionarios de la Nona Hispana, pertrechados con sus tiendas de campaña, acudirán en representación de los ejércitos romanos a una feria que se celebra en la ciudad de Ibiza. 31 DE MAYO-1 DE JUNIO
Jornadas galorromanas de Lyon Los organizadores de las jornadas galorromanas que se celebran todos los años en Lyon (Francia) han invitado a Hispania Romana a participar en ellas. 7-8 DE JUNIO
La vida legionaria, en Sant Boi El equipo de arqueólogos que excava y conserva los restos romanos de Sant Boi (Barcelona) organiza un evento de concienciación y divulgación en el que participa la Legio VIIII Hispana, que mostrará cómo vivían los soldados romanos. 5-6 DE JULIO
40 aniversario de La Olmeda Una veintena de asociados de HR participarán en los actos conmemorativos del descubrimiento de la villa romana de La Olmeda (Palencia), que alberga magníficos mosaicos. Habrá charlas y desfiles. 16-17 DE AGOSTO
La VIIII vuelve a Numancia Por tercer año consecutivo, Hispania Romana participará en Keltiberoi, jornadas de divulgación histórica sobre el cerco de Numancia. Información actualizada en http://legioviiii.ief.st/
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VIDEOJUEGOS
Los guerreros se observan a medida que los ejércitos se aproximan. La batalla está a punto de comenzar.
¡Empuña la falcata! Por Alberto Fuentevilla.
¿Quieres sentirte como Indibil o Viriato? ¿Te gustaría emular la heroica resistencia de Numancia? ¿O prefieres ser el invasor, intentando superar las gestas de Escipión o Pompeyo? ¿O tal vez convertirte en un nuevo Aníbal y avanzar sobre la populosa Roma derrotando a sus legiones y amenazando sus murallas? Si tienes alguno de estos anhelos, no busques más: Iberia Total War es tu juego. Iberia Total War abarca un largo periodo temporal que se inicia con la entrada de Cartago en la Península Ibérica, en el siglo III a. C. y acaba en el año 19 a. C. con el sometimiento de los cántabros. Un largo periplo en el que se intercalan continuas guerras, a destacar: las Guerras Púnicas, las Guerras Celtibéricas, las Guerras Lusitanas y las Guerras Cántabras. Siendo una conversión de Rome Total War mantiene muchas similitudes con este, como por ejemplo el estilo de
IBERIA TOTAL WAR Microprocesador: Pentium IV de 1 GHz o superior. Memora RAM: 256 MB. Disco duro: 3 GB. Tarjeta gráfica: 64 MB.
juego mediante un mapa estratégico donde planearemos nuestras acciones globales y administraremos nuestro territorio; y un mapa táctico donde resolveremos las batallas que se puedan presentar. Iberia Total War proporciona a este juego una nueva dimensión en todos los aspectos, buscando el mayor realismo y seriedad histórica posibles, hasta el punto de que su creación lleva ya más de dos años. Y es que las campañas provinciales, o de facciones, nos trasladan a la situación en la que se encontraron los pueblos antiguos en la época. Así por ejemplo, si comenzamos la de los cartagineses tendremos que llevar a Aníbal hasta Italia y amenazar Roma, mientras en Hispania tenemos que defendernos del envite de los Escipiones. Pero no sólo hay campañas para las grandes potencias. De hecho, uno de los mayores retos es jugar con algunos de los pueblos hispanos; como los ilergetes, que verán con estupor desembarcar los ejércitos de Roma en la costa y avanzar
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imparables, produciéndose una extraña situación en la que el jugador debe emplear toda su astucia para sobrevivir. El otro estilo de campaña que ofrece el Iberia Total War es la Imperial, que era la original del Rome. Se mantiene el objetivo de hacer de tu pueblo el más fuerte del mundo conocido, pero todo lo demás cambia. Lo más llamativo es un mapa completamente nuevo. Ahora el mundo representa la Península Ibérica, la zona sur de la antigua Galia, la Península Itálica y el norte de África; todo más detallado, realista y adaptado a una época y lugar concretos. Pero el mapa no sería nada sin los pueblos que sobre él maduran y prosperan. Iberia Total War ofrece 20 facciones completamente nuevas. Encontramos en primer lugar las poderosas potencias como Roma, apoyada por una facción de socii itálicos, y Cartago. Junto a ellas, tienen su hueco también las colonias griegas, los famosos jinetes númidas, y dos facciones de pueblos galos. Pero el peso importante de las facciones lo llevan los hispanos, entre los que aparecen los pueblos más conocidos del momento: ilergetes, cántabros, astures, galaicos, lusitanos, vettones, vacceos, celtíberos, edetanos, oretanos, carpetanos, bastetanos y turdetanos. Cada pueblo presenta un elenco variado de unidades completamente nuevas, que además están documentadas con rigor académico. Cada unidad se ajustará según su equipo a un tipo de labor táctica, conocerlas será vital en las bata-
Si tenemos un ordenador potente, podremos llegar a representar más de 25.000 soldados en una misma batalla.
Cada pueblo presenta un elenco variado de unidades nuevas, que se ajustan según su equipo a un tipo de labor estratégica.
llas. Se ha prestado atención hasta al más mínimo detalle, superando gráficamente al juego original. La tercera modalidad es las “batallas históricas”. Iberia Total War pone a disposición del jugador la posibilidad de revivir doce batallas: Cannas, Zama, Baikor, Hibera, Ilipa (dos versiones), Ilorki, Numancia, Campos Sedetanos, Vulcanalia, Kesse y Kastilo. Un verdadero reto en el que podremos interpretar el papel de los generales de turno. Por otra parte y no menos importante es el sistema de sonido, que cambia completamente respecto al juego original. Dispondremos de una banda sonora nueva que nos ambientará los menús o mientras jugamos en el mapa estratégico de la campaña, así como un novedoso sistema de sonidos de batalla cuando accedamos al mapa táctico —opcional en la instalación—, en la que desaparece la música a la que nos tenía acostumbrados
el Rome, sustituida por las voces de los hombres —en sus idiomas respectivos: íbero, celtíbero, celta, púnico, latín, griego…—, el griterío de la batalla, las marchas, las trompetas y los cuernos, el entrechocar de las espadas… permitiendo que nos sintamos parte de la lucha. Iberia Total War es, en resumen, una experiencia muy recomendable para todos aquellos amantes de la estrategia. Además, es gratuito y se puede descargar en su página web: http://itw.celtiberos.net. ¡Os animo a todos a probarlo! ◙
PARA SABER MÁS: www.totalwar.com
p re se n ta .. .
de a c e t a La cinem
Clío
El lado cómico de la ocupación LA VIDA DE BRIAN Life of Brian (1979) Director: Terry Jones Guión: Graham Chapman, John Cleese, Terry Gilliam, Eric Idle, Terry Jones, Michael Palin. Actores: Graham Chapman, John Cleese, Terry Gilliam, Eric Idle, Terry Jones, Michael Palin. Duración: 94minutos.
Por David P. Sandoval.
Todos hemos reído con aquel «Bienaventurados los gansos», «¿eres de Napia’s City?» o «¡Se te acusa de pronunciar el nombre de Jehová en vano!» que jalonan los comienzos de la mejor película de los Monty Python, grupo demoledor y capaz de satirizar la religión con un rigor histórico envidiable. Y de paso, muchas otras cosas más. La película recorre varios caminos, logrando una espectacular claridad expositiva en cuanto al fresco histórico de la Palestina ocupada, en plena efervescencia religiosa y antirromana, rebelde a la pátina cultural de la Urbe. Y también es capaz de analizar el movimiento fanático e irracional de la religión, cargando sus tintas contra el cristianismo y todo tipo de religión y profetas. Y encima, todo ello con un envidiable sentido del humor que permite al espectador conocer, riendo, aspectos muy detallados de la cultura romana. Así, podemos ver qué legado han dejado, a su pesar, los romanos para los judíos; acueductos, alcantarillado, carreteras, riego, medicina, educación, los baños públicos, el vino («eso sí que lo echaremos de menos si se van los romanos, ¿eh, Rex?»), la seguridad pública, y ¡la paz romana! Pero claro, todo ello salpicado con una obligación,
la de saber escribir «Romani, ite domum» correctamente, declinando sin errores y consciente de lo que se está escribiendo. También podemos observar cómo Roma está allí, pero apenas molesta. O, al menos, no tanto como los sacerdotes autóctonos que lapidan a quien afirma que el pescado que está comiendo es «digno del mismo Jehová». También aparecen en la película el regateo, la limosna («algunos nunca están contentos», dice un ex leproso) y los juegos romanos, en especial el circo, un ejemplo de realidad sucia más cercano a lo que pudo ser que a lo que estamos acostumbrados a ver… La película está salpicada de estas perlas que son una somera demostración del conocimiento de la Roma antigua que tenían Michael Palin, Eric Idle, Terry Jones, Graham Chapman, John Cleese o Terry William. Además, el filme muestra el inconmensurable sentido del humor de los Monty Python en frases como la de «¡Yo soy Brian, y mi mujer también!», —en homenaje a la película de “Espartaco”—, o en un afrancesado Poncio Pilatos y su gran amigo Biggus Dickus, aquí conocido, como no puede ser de otra manera, como Pijus Magníficus. Si no la ha visto, lector, ya está perdiendo mucho tiempo en su vida. Nunca aprenderá tanto de Roma ni tampoco logrará tantas risas en un aula escolar. Y desde luego, si es un buen creyente, encontrará en ella a un buen montón de profetas, puesto que, como dice uno de sus personajes, él sabe de qué va eso… porque ya ha seguido a unos cuantos. Déjense llevar por éstos cómicos adoradores de Talía y disfruten. La Historia nunca fue como pensamos que era, ni tampoco será como pretendemos que sea… ◙