Patagon Journal Nº 18 www.patagonjournal.com
REVISTA DE LA PATAGONIA
NATURE - CULTURE - TRAVEL - OUTDOORS / NATURALEZA - CULTURA - VIAJES - AIRE LIBRE
NATIVE FORESTS BOSQUE NATIVO
A natural treasure in Chile remains unprotected Un tesoro natural en Chile permanece desprotegido
Destinations / Destinos
REDISCOVERING REDESCUBRIENDO
CHILOÉ
Outdoors / Aire Libre
Fly FISHING AT PESCA CON MOSCA EN
Nº18
JURASSIC LAKE
PLUS PACKRAFTING AMONG GLACIERS / PACKRAFTING ENTRE GLACIARES THE NATURE PHOTOGRAPHY OF JEAN PAUL DE LA HARPE LA FOTOGRAFÍA DE LA NATURALEZA DE JEAN PAUL DE LA HARPE Chile $4.500 / Argentina $150.00 / USA and other countries $11.95
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Patagonia Chile
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Shane Grimes descansa las piernas con un poco de terapia de inmersión en agua y hielo a 12 millas en la cordillera Wind River, Wyoming. JEREMIAH WAT T © 2018 Patagonia, Inc.
Middle Fork Packable Waders
CHILE NATIVO PATAGONI A ACTIVE TRAVEL
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ED.18 - SPRING / PRIMAVERA 2018
contents
<contenidos>
32 40 FEATURES ARTÍCULOS NATIVE FOREST / BOSQUE NATIVO
10 Chile’s Threatened Forests Los bosques amenazados de Chile By Jimmy Langman
66
22 Restoring Chile's Forests Restaurando los bosques de Chile By Alex Fajardo
10
24 The Underground Exploitation of Alerce La soterrada explotación del alerce By Sofía Navarro and Bastián Oñate CONSERVATION / CONSERVACIÓN
32 The Untold Conservation Legacy of Rick Klein El desconocido legado conservacionista de Rick Klein
50
By Jimmy Langman
FLY FISHING / PESCA CON MOSCA
40 Dry Fly Dreams at Jurassic Lake El sueño de mosca seca en Jurassic Lake
DESTINATIONS DESTINOS 66 Rediscovering Chiloé Redescubriendo Chiloé By Zoe Baillargeon
90 Leave No Trace No Deje Rastro
By Rasmus Ovesen OUTDOORS / AIRE LIBRE
50 Packrafting Between Granite and Ice En packraft entre hielos y granito By Tomás Moggia
PHOTO ESSAY / ENSAYO FOTOGRÁFICO
56 Photographing Chilean Nature Fotografiando la naturaleza de Chile By Jean Paul de la Harpe
MOUNTAINNERING MONTAÑISMO
DEPARTMENTS SECCIONES
By Raúl Castro
CURRENTS ACTUALIDAD
93 DIRECTORY DIRECTORIO
82 Massive salmon escape in Chile, 50 years of Codeff. Masiva fuga de salmones en Chile, 50 años de Codeff.
ENVIROMENT MEDIO AMBIENTE
94 A Tribute to Antonio Horvath Un homenaje a Antonio Horvath By Peter Hartmann
TREKKING TREKKING
86 Best Araucarias Hikes
SPECIES PROFILE PERFIL DE ESPECIE
Mejores caminatas para ver araucarias
96 Darwin's Frog
By Wayne Bernhardson
La ranita de Darwin
COVER/PORTADA: Parque Nacional Alerce Andino Photo by GALEN ROWELL
Patagon Journal
3
editor’s letter <editorial>
Defending Forests
Defendiendo los bosques
I
t’s been said that when it comes to environmental issues, there are no real victories, only stays of execution. Conservation organizations have had some major accomplishments over the past two decades in the effort to save Chile’s native forests. Nevertheless, “the fragrant, the silent, the tangled Chilean forest” of the poet Pablo Neruda is still under threat. It’s time to go back to the table to fix the deficiencies in Chile’s policies and legislation to ensure a sustainable future for the native forests, which are not just home to most of the country’s flora and fauna but vital to the health of the land, air and water of all Chileans.
ning nature, and fascinating culture make it one
If you have not had a chance yet, don’t
of the world’s best travel destinations. Danish
miss the beautiful photos were receiving
fly fishing correspondent Rasmus Ovesen gives
right now in the Fourth Patagonia Photo
us an inside look at the giant, chrome-colored
Contest. Every day we post some of our
trout to be enjoyed at Jurassic Lake in Argentine
favorite images on our Instagram, Facebook,
Patagonia. Among still other stories are articles
and Twitter pages, and you can view the
about packrafting in the Patagonian Ice Fields,
complete gallery on our website. We also
the nature photography of Jean Paul de la
have other exciting plans for the months
Harpe, trekking among araucaria trees, and
ahead, including new services and benefits
learning how to leave no trace when on your
for our subscribers. We invite you to con-
outdoor expeditions in Patagonia. And we pay
sider supporting independent journalism
tribute to Antonio Horvath, the Chilean senator
through Patagon Journal and its mission
who passed away in May after a lifetime of
to build a greater understanding, appre-
devotion to the environment and culture of
ciation, and environmental protection of
In this edition we also spotlight the Chiloé
Patagonia Patagon Journal supports the call
Patagonia and the world’s last wild places.
Archipelago, whose peaceful landscapes, stun-
to rename the Carretera Austral in his honor.
Thank you.
S
e suele decir que en temas medioambientales no hay victorias reales, sino tan solo prórrogas. Las organizaciones conservacionistas han conseguido algunos logros importantes en las dos últimas décadas en un esfuerzo por salvar los bosques nativos de Chile. Sin embargo, como mostramos en esta edición, “el fragante, el silencioso, el enmarañado bosque chileno” del poeta Pablo Neruda sigue bajo amenaza. Es hora de ponerse manos a la obra y arreglar las deficiencias en las políticas y la legislación de Chile para garantizar un futuro sustentable para los bosques autóctonos, que no sólo son el hogar de la mayor parte de la flora y fauna del país, sino que también son vitales para la salud de la tierra, el agua y el aire de todos los chilenos.
imponente naturaleza y cultura fascinante lo
Si aún no has tenido la oportunidad,
convierten en uno de los mejores destinos de
no te pierdas las bellas fotos que esta-
viaje del mundo. El corresponsal de pesca con
mos recibiendo por el Cuarto Concurso de
mosca danés, Rasmus Ovesen, nos entrega
Fotografía de la Patagonia. Cada día pub-
una mirada experta sobre la gigante trucha
licamos algunas de nuestras imágenes fa-
cromada que se puede encontrar en Jurassic
voritas en nuestras páginas de Instagram,
Lake, en la Patagonia argentina. Entre otras
Facebook y Twitter, y puedes ver la galería
historias también hay artículos sobre pack-
completa en nuestro sitio web. También
rafting en los Campos de Hielo Patagónicos,
tenemos otros planes interesantes para
la fotografía de la naturaleza de Jean Paul
los próximos meses, incluyendo nuevos
de la Harpe, un trekking entre araucarias,
servicios y beneficios para nuestros su-
y lecciones en torno a cómo no dejar rastro
scriptores. Te invitamos a que consideres
durante sus expediciones al aire libre en la
apoyar el periodismo independiente a
Patagonia. Y rendimos homenaje a Antonio
través de Patagon Journal y su misión de
Horvath, el senador chileno que falleció en
construir una mayor comprensión, apre-
mayo tras toda una vida dedicada con devoción
ciación y protección medioambiental de
al medioambiente y la cultura de la Patagonia.
la Patagonia y los últimos lugares salvajes
En esta edición también destacamos el ar-
Patagon Journal apoya el llamado a renombrar
del mundo. Gracias.
chipiélago de Chiloé, cuyos paisajes tranquilos,
la Carretera Austral en su honor.
4
Patagon Journal
Jimmy Langman, Executive Editor
Te esperamos en / We are waiting for you in
Chiloé
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100 Blanco St. Castro tours@chiloenatural.com +569 65 2534973
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Quilquico s/n, Península de Rilán, Castro refugiopullao@gmail.com +569 6149 6883
Bosquepiedra
Camino a Cucao, km 15 Lago Huillinco contacto@bosquepiedra.cl +569 9289 6798
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Special thanks/Agradecimientos especiales: Marisla
Distribution/Distribución: The print edition of Pata-
JIMMY LANGMAN
Foundation, Weeden Foundation, Steve Langman,
gon Journal is distributed in Chile by Meta S.A. and
Ann Langman, Cyril Christensen, Mariela Urra
in Argentina by Grupo Austral. The digital edition
Schiaffino, Rafael Olavarria, Scott Holmquist,
is available on tablets and smartphones via Zinio,
Helen Cordery, Isabel Zuniga, Ivan Berrios
Magzter, Flipster and PressReader. La edición
Deputy Editor/Subeditor: TOMÁS MOGGIA Assistant Editor/Asistente del Editor: ZOE BAILLARGEON Editors-at-Large/Editores Adjuntos: TRENTON MCDEVITT, NANCY MOORE, PATRICK NIXON Sales Manager/Gerente de Ventas: TAHIA SUKNI Graphic Design/Diseño Gráfico: MIGUEL BENDITO LÓPEZ, Mª CARMEN SÁNCHEZ NAVARRO Translations/Traducciones:
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Para 8 números (dos años): Chile $ 34 mil pesos, Internacional (envío incluido) US $148. No part of this magazine may be reproduced without written permission from Patagon Journal and its contributors. Views expressed herein do not
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is printed in Santiago, Chile, on paper certified by
Queda prohibida la reproducción de cualquier
Programme for the Endorsement of Forest Certi-
parte de la revista sin previa autorización de
Special Correspondents/Corresponsales Especiales:
fication (PEFC) for ecologically sustainable forest
Patagon Journal y sus contribuyentes. Las opinio-
SOFIA NAVARRO, BASTIAN OÑATE, RASMUS
management. Esta edición de Patagon Journal
nes expresadas en la revista no necesariamente
OVESEN, IGNACIO PALMA
se imprime en Santiago de Chile en papel cer-
reflejan las opiniones de Patagon Journal.
CAROLYN MCCARTHY, JACK MILLER, CAMILO RADA, PABLO VALENZUELA
Editorial Advisory Board/Consejo Editorial: RICHARD BANGS, BRIDGET BESAW, BRIAN BYRNES, XIMENA CAMPBELL,
tificado como ecológicamente sustentable para el manejo de los bosques por Programme for the Endorsement of Forest Certification (PEFC).
FRANCISCO CASTANO, LUCAS CHIAPPE, OSCAR COMES, RODRIGO CONDEZA, DANIEL GONZÁLEZ, BILL HINCHBERGER, RICK KLEIN, NICHOLAS LA PENNA, PATRICK LYNCH,
NOLS_Anuncio PJ_Sep2018_Trazado.pdf 1 10/09/2018 14:55:33
JUAN ANTONIO MERINO, RICARDO ROZZI
PEFC/29-31-75
C
M
Y
CM
MY
CY
CMY
K
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Patagon Journal
ISSN 0718-8978 © Patagon Journal Publicaciones
contributors this issue <contribuyeron en esta edición> MALÚSIERRA
ALEXFAJARDO
BASTIANOÑATE
Malú Sierra is one of Chile’s most illustrious
With a Ph.D. in forestry sciences from the Uni-
Currently studying for a master’s degree in natu-
writers and journalists, having co-founded the
versity of Montana, Alex Fajardo is coordinator
ral resources conservation at Chile’s Universidad
magazines Paula, Hoy, Cosas, and Caras, and
of the terrestrial ecosystem program at the Co-
de Austral, Bastian Oñate serves as the executi-
writing numerous books about subjects ranging
yhaique-based Research Center of Patagonian
ve secretary for Corporacion Alerce, a non-profit
from indigenous peoples to a biography about
Ecosystems (CIEP). His research has primarily
dedicated to the conservation and restoration of
Michelle Bachelet. She was also a leader of the
focused on studying the ecological processes
the alerce forests of southern Chile.
now-defunct NGO, Defenders of the Chilean Fo-
that control the dynamics of the region’s forests
Actualmente finalizando un magíster en cien-
rest, where she was editor of Voces del Bosque.
and how they react to climate change.
cia y conservación de recursos naturales en la
Malú Sierra es una de las escritoras y periodis-
Con un doctorado en ciencias forestales en la
Universidad Austral de Chile, Bastián Oñate es
tas más ilustres de Chile. Cofundó las revistas
Universidad de Montana, Álex Fajardo es coor-
el secretario ejecutivo de Corporación Alerce,
Paula, Hoy, Cosas y Caras, y escribió numerosos
dinador de la línea de ecosistemas terrestres
una organización sin fines de lucro dedicada a
libros sobre temas que van desde los pueblos
del Centro de Investigación en Ecosistemas
la conservación y restauración de los bosques
indígenas hasta una biografía sobre Michelle
de la Patagonia (CIEP). Su investigación se ha
de alerce del sur de Chile.
Bachelet. También fue una de las líderes de la
centrado principalmente en estudiar los proce-
ONG Defensores del Bosque Chileno, donde
sos ecológicos que controlan la dinámica de
también fue editora de Voces del Bosque.
los bosques de la región y cómo reaccionan al cambio climático.
RASMUSOVESEN
JEANPAULDELAHARPE
RAULCASTRO
A fly fisherman since the age of eight, Rasmus
After studying biology at Chile’s Catholic Univer-
After completing a National Outdoor Leadership
Ovesen, a native of Denmark, turned his passion
sity, Jean Paul de la Harpe turned his passion
School (NOLS) course in the fall of 1994, Raul
for trout and salmon fishing into a profession as
for nature photography into a career, starting
Castro was hooked, afterwards working for NOLS
a fly fishing journalist and photographer in 2005.
Abtao, which offers photography courses, expe-
as a field instructor before eventually becoming
Since then, he has traveled all over the world
ditions, and workshops, and founding Chile In-
director of their now-defunct Magallanes office. He
writing about top fly fishing destinations, lodges,
domito, a digital magazine dedicated to Chilean
has been serving as a senior field instructor and
and gear, as well as working as Flyfish Europe’s
nature. He has been featured in several Chilean
director of the NOLS Patagonia office in Coyhaique
marketing manager.
magazines and photo books, with an upcoming
since 2014.
Pescador con mosca desde los ocho años, Ras-
photography book about Patagonia in the works.
Después de completar un curso de la Escuela Na-
mus Ovesen, oriundo de Dinamarca, a partir del
Después de estudiar biología en la Universidad
cional de Liderazgo al Aire Libre (NOLS) en otoño
2005 convirtió su pasión por la pesca de truchas
Católica de Chile, Jean Paul de la Harpe trans-
de 1994, Raúl Castro se enganchó, y tras trabajar
y salmones en una profesión, como periodista y
formó su pasión por la fotografía de la natu-
para NOLS como instructor de campo se convirtió
fotógrafo de pesca con mosca. Desde entonces
raleza en una carrera, comenzando con Abtao,
en el director de su ahora desaparecida oficina de
ha viajado por todo el mundo escribiendo sobre
que ofrece cursos de fotografía, expediciones y
Magallanes. Se ha desempeñado como instructor
los mejores destinos de pesca con mosca, lodges
talleres, y fundando Chile Indómito, una revista
de campo senior y director de la oficina de NOLS
y equipos, además de trabajar como gerente de
digital dedicada a la naturaleza chilena. Su tra-
Patagonia en Coyhaique desde 2014.
marketing de Flyfish Europe.
bajo ha aparecido en varias revistas chilenas y libros de fotos.
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Patagon Journal
4º CONCURSO DE FOTOGRAFÍA DE LA PATAGONIA 4TH PATAGONIA PHOTO CONTEST
JEAN PAUL DE LA HARPE
Premios / Prizes:
Categorías: Naturaleza | Nature Medioambiente | Environment Cultura & Viajes | Travel & Culture Deportes al Aire Libre | Outdoor Sports Información, premios y bases en: Information, prizes and rules at:
www.patagonjournal.com Envíanos tus imágenes hasta el 5 de nov. Send your photos to us by November 5
GANADOR ABSOLUTO: Un viaje de 5 noches/6 días para 2 personas con Cruce Andino, navegando entre la Cordillera de los Andes a través de tres hermosos lagos, en una ruta que va desde Puerto Varas en Chile, hasta San Carlos de Bariloche en Argentina, y viceversa. El viaje incluye alojamiento en Petrohué Lodge, Puerto Blest, Hotel Llao Lao (2 noches) y Hotel Natura. GRAND PRIZE: A trip for 5 nights/6 days for 2 persons with Cruce Andino, sailing through the Andean mountain range across three beautiful lakes, from Puerto Varas in Chile, to San Carlos de Bariloche in Argentina and vice versa. The trip includes overnight stays at Petrohue Lodge, Puerto Blest, Hotel Llao Llao (2 nights), and Hotel Natura. 1er PREMIO: Los ganadores de las 4 categorías recibirán un giftcard de $200 mil pesos chilenos para gastar en tiendas Patagonia de Chile. Además, un set de libros fotográficos de gran formato de Tompkins Conservation. 1st PLACE: The winners of the 4 categories will receive a gift card of approx. 300 dollars for use in the Patagonia stores of Chile. Also, a set of large-format photo books from Tompkins Conservation. 2do PREMIO: Los ganadores del segundo lugar en las 4 categorías recibirán bolsos fotográficos F-stop, gracias a la tienda Cuarto Digital. Además, un cupo para un taller de fotografía con Abtao.
2nd PLACE: The winners of second place in the 4 categories will receive F-stop camera bags, thanks to the Cuarto Digital store. As well, participation in a photography workshop with Abtao. PREMIO DE LOS LECTORES: El ganador recibirá un viaje de avistamiento de ballenas en el Estrecho de Magallanes de 2 días/2 noches para 2 personas con Expedicion Fitz Roy. Además, recibirá alojamiento por 2 noches para 2 personas en Hotel José Nogueira de Punta Arenas. READERS CHOICE AWARD: The winner will receive a whale watching trip in the Strait of Magellan for 2 days/2 nights for 2 persons with Expedicion Fitz Roy. Additionally, lodging for 2 nights for 2 persons at Hotel Jose Nogueira in Punta Arenas. Todas las imágenes ganadoras del primer y segundo lugar, el premio del público, el premio Instagram, además de tres mencionas honrosas, serán impresas para exposiciones que se realizarán en Chile y Argentina. También recibirán un ejemplar del libro fotográfico oficial del concurso y una suscripción anual de la revista. All first and second place winners, three honorable mentions, the Instagram prize winner, and the Reader’s Choice award winner, will be printed for expositions in Chile and Argentina. Additionally, they will receive a copy of the official photo contest book and a subscription to the magazine.
Jurado / Jury: Chris Burkard | Jorge Cazenave | Bridget Besaw | Jean Paul de la Harpe | Pablo Valenzuela Auspicios | Sponsors:
chile's threatened forests Los bosques amenazados de Chile By JIMMY LANGMAN Photos by BASTIAN GYGLI
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Patagon Journal
native forest <bosque nativo>
Despite the passage of a native forest law, ten years later a natural treasure in Chile remains unprotected. A pesar de la aprobación de una ley de bosque nativo, diez años después un tesoro natural en Chile permanece sin protección.
G
one are the days of big multinational timber companies targeting Chilean forests. The last big threat along those lines was the Trillium company of the United States, whose vast forest holdings on the Chilean side of Tierra del Fuego Island were bought up by New York investment back Goldman Sachs in 2002 and converted into Karukinka park. There has been a significant expansion of parks and protected areas over the past two decades, and the passage of the Derecho Real de Conservacion in 2016 has established important new legal protections for conservation on private property in Chile. Ever since 2003, when the California environmental group Forest Ethics convinced Home Depot and other wood importers in the United States to change their buying practices, Chilean forestry companies have eagerly embraced environmental certification of their operations. Yet, notwithstanding all of these gains, Chile’s native forests continue to degrade and disappear. The Valdivian Temperate Rainforest Ecoregion of Chile and Argentina extends from the Maule region in central Chile to the Aysen region in the south, and from west to east includes the eastern slope of the Andean mountain range in Argentina. And scientists have categorized this area as one of the world’s 35 “biodiversity hotspots” — places defined as having a high percentage of endemic flora but just 30 percent or less of its original natural vegetation left. A 2016 study by forestry researchers at the Universidad Frontera in Temuco and Universidad Austral in Valdivia, found that although the highest rates of deforestation in the Valdivian rainforest occurred between 1970 to 1990, the forests have continued to be cleared and degraded at an elevated rate over the past two decades. Since 2000, Chile is losing on average 30,000 hectares of native forest each
Patagon Journal
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S
e acabaron los días en que grandes empresas madereras multinacionales apuntaban a los bosques chilenos. La última gran amenaza en ese sentido fue la compañía Trillium de los Estados Unidos, cuyas vastas propiedades forestales en el lado chileno de la isla Tierra del Fuego fueron compradas en 2002 por Goldman Sachs, el banco de inversiones de Nueva York, y convertidas en un parque privado. Ha habido una expansión significativa de parques y áreas protegidas en las últimas dos décadas, y la aprobación del Derecho Real de Conservación en 2016 ha establecido importantes nuevas protecciones legales para la conservación en propiedades privadas en Chile. Desde el año 2003, cuando el grupo ambientalista californiano Forest Ethics convenció a Home Depot y otros importadores de madera en Estados Unidos de cambiar sus prácticas de compra, las compañías forestales chilenas han adoptado con entusiasmo la certificación ambiental de sus operaciones. Sin embargo, pese a estos logros verdaderamente importantes, los bosques nativos de Chile continúan degradándose y desapareciendo. La ecorregión del bosque templado valdiviano de Chile y Argentina se extiende desde la región del Maule, en el centro de Chile, hasta la región de Aysén, en el sur de dicho país, y de oeste a este incluye la vertiente oriental de la cordillera de los Andes en Argentina. Los científicos han categorizado esta área como uno de los 35 “puntos calientes de biodiversidad”, lugares definidos por tener un alto porcentaje de flora endémica, pero sólo permanece el 30 por ciento o menos de su vegetación natural original. Un estudio realizado en 2016 por investigadores forestales de la Universidad de la Frontera en Temuco y de la Universidad Austral en Valdivia, encontró que aunque las tasas más altas de deforestación en la selva valdiviana ocurrieron entre 1970 y 1990, los bosques continuaron
native forest <bosque nativo>
Above / Arriba: Copihue, the national flower of Chile. It grows in the forests of southern Chile. Copihue, la flor nacional de Chile. Crece en los bosques del sur de Chile. Below / Abajo: Temu, an endemic plant to Chile and Argentina that is listed as near threatened. Temu, una planta endémica de Chile y Argentina que está catalogada como casi amenazada.
year. Nearly one-third of that forest loss is occurring in the Araucania region alone, and if current trends continue apace in that region the study’s authors say it “could lead to the complete deforestation of areas outside of national protected areas.” Ten years ago, Chile launched its native forest law to tackle that kind of problem. After 16 years of languishing in Chile’s Congress due to intransigent disagreements and lack of political will, the then center-left Michelle Bachelet government pushed through the congress a bill that, while not addressing everything hoped for, was hailed as a major advance. Now, looking in the rear-view mirror, its once proponents say the law was seemingly set up to fail almost by design. “The bureaucracy of this law is so terrible that forest owners are not interested in applying for the subsidies it offers for sustainable management,” said Jennifer Romero, executive director of the Valdivia-based Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN), a national group of forestry engineers concerned about native forest protection in Chile. Are native forests better protected than they were, say, 20 years ago? “For native forests, not much has changed,” responds Fernando Raga, who was president of CORMA, the Chilean forestry industry association, the past eight years until April 2018, when he became executive director of INFOR, a governmental office that conducts forestry research.
Globally rare forests
A
nyone who hasn’t been in the Chilean forest doesn’t know this planet,” the poet Pablo Neruda once wrote. “Indeed, Chile’s forests contain a treasure trove of biological richness. In the Southern Hemisphere, temperate forests are found in Chile, Argentina, Uruguay, New Zealand, Australia and South Africa. Millions of years ago, in the Eocene era, Chile’s native forests were once joined with these other southern temperate forests as part of a vast supercontinent scientists call Gondwanaland. Even today these Gondwana forests still have similar characteristics and are each dominated by Nothofagus and Podocarpus trees. When the supercontinent split, Chile evolved into a biogeographical island, isolated by the Atacama desert to the north, the Andes mountains to the east, and the Pacific ocean to the west. That isolation is a key reason why 90 percent of the flora and fauna in Chile’s forest are endemic, found nowhere else. Worldwide, temperate forests represent just 16 percent of forests, and temperate rainforests are especially rare, originally covering just 0.2 percent of the Earth’s land area. Today, most of those temperate rainforests have been destroyed. Southern Chile is home to one of the world’s last
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siendo talados y degradados a una tasa elevada durante las últimas dos décadas. Desde el año 2000, Chile está perdiendo en promedio 30,000 hectáreas de bosque nativo cada año. Casi un tercio de esa pérdida de bosques se produce solo en la región de la Araucanía, y si las tendencias actuales continúan en esta región, los autores del estudio afirman que “podría llevar a la deforestación completa de las zonas ubicadas fuera de las áreas protegidas nacionales”. Hace diez años, Chile lanzó su ley de bosques nativos para abordar ese tipo de problemas. Después de 16 años de languidecer en el Congreso de Chile debido a desacuerdos intransigentes y falta de voluntad política, el gobierno de centro izquierda de Michelle Bachelet impulsó a través del Congreso un proyecto de ley que, aunque no abordaba todo lo que se esperaba, fue considerado en su momento como un gran avance. Ahora, mirando por el espejo retrovisor, quienes apoyaban esa ley afirman que aparentemente fue creada para fallar por su diseño. “La burocracia de esta ley es tan terrible que los propietarios de bosques no están interesados en postular a los subsidios que ofrece para el manejo sustentable”, dice Jennifer Romero, directora ejecutiva de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN), un grupo nacional de ingenieros forestales, con sede en Valdivia, preocupados por la protección de los bosques nativos en Chile. ¿Están los bosques nativos mejor protegidos de lo que estaban, digamos, hace 20 años? “Para los bosques nativos, nada ha cambiado mucho”, responde Fernando Raga, quien fue presidente de CORMA, la asociación de la industria forestal chilena, durante los últimos ocho años, hasta que en abril de 2018 se convirtió en director ejecutivo de INFOR, una oficina gubernamental que realiza investigaciones forestales.
Bosques raros a nivel mundial
Q
uien no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta”, dijo una vez el poeta Pablo Neruda. De hecho, los bosques de Chile contienen un tesoro de riqueza biológica. En el hemisferio sur, los bosques templados se encuentran en Chile, Argentina, Uruguay, Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica. Incluso hoy en día, estos bosques de Gondwana todavía tienen características similares y cada uno está dominado por árboles de los géneros Nothofagus y Podocarpus. Cuando el supercontinente se dividió, Chile se convirtió en una isla biogeográfica, aislada por el desierto de Atacama al norte, las montañas de los Andes al este, y el océano Pacífico al oeste. Ese aislamiento es una razón clave por la cual el 90 por ciento de la flora y fauna de los bosques de Chile son endémicas, no se encuentran en ningún otro lugar. En todo el mundo, los bosques templados representan sólo el 16 por ciento de los bosques, y las selvas templadas son especialmente raras, originalmente cu-
Patagon Journal
Above / Arriba: Waterfall at Río Bravo, among the rainforest of Tepuhueico Park, in Chiloé. Salto del Río Bravo, entre las selvas del parque Tepuhueico, en Chiloé.
Right / Derecha: Refuge. The Chilean flicker is a medium-sized woodpecker that passes its time looking for food in tree trunks and on the ground. Refugio. El pitio es un carpintero de tamaño mediano que pasa el tiempo buscando alimento en los troncos y el suelo.
“Anyone who hasn’t been in the Chilean forest doesn’t know this planet, the poet Pablo Neruda once wrote. Indeed, Chile’s forests contain a treasure trove of biological richness.” “Quien no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta, dijo una vez el poeta Pablo Neruda. De hecho, los bosques de Chile contienen un tesoro de riqueza biológica”.
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Patagon Journal
native forest <bosque nativo>
two extensive temperate rainforests, the other extends in varied conditions from northern California to British Columbia and southeast Alaska. Chile’s evergreen rainforests have one of the world’s largest concentrations of biomass, producing between 500 to 2000 tons of organic matter per hectare. Chile’s forests host 123 different tree species, 57 percent of them endemic, and mostly dominated by southern beeches such as coihue and roble (Nothofagus), manio (Podocarpus), and broadleaf trees like the ulmo (Eucryphlia) and laurel (Laurelia). Chile’s far south includes sub-antarctic, boreal forest dominated by the coihue and lenga (Nothofagus). Scientists say 80 percent of all plants and animals on land live in forests. In Chile, 6 out of every 10 species are either threatened or endangered, such as Chile’s national emblem species, a native deer called the huemul, which is on the borderline of extinction. The vast tracts of oldgrowth remaining in southern Chile include some of the world’s oldest trees. Two of the most extraordinary species are the alerce (Fitzroya cupressoides) and araucaria (Araucaria araucaria). Both have protection status in Chile as natural monuments, but there continue to be cases of illegal logging. In 1993, an alerce was dated at 3,620 years. The alerce is the second-oldest species on Earth, only California’s bristlecone pine is older. The araucaria, nicknamed “monkeypuzzle” because of its tangled branches which swirl around its tree top, are found in the central coastal range and high in the Andes. They can live more than 2,000 years and botanists say its ancestors date back 200 million years.
A history of destruction
G
overnment figures say19 percent of Chile’s total land area is covered by 14.4 million hectares of native forests. About three-fourth of these forests are privately owned, and the majority are in the hands of approximately 50,0000 medium and small landowners. A few years ago, official reports coming out of the National Forestry Corporation (CONAF), Chile’s public-private organization which manages both the countries forests and park system, actually noted an increase in the country’s forest cover. The trick,
brían sólo el 0,2 por ciento de la superficie terrestre del planeta. Hoy en día, la mayoría de esas selvas templadas han sido destruidas. El sur de Chile es hogar de una de las dos últimas grandes selvas templadas, la otra se extiende en diversas condiciones desde el norte de California hasta Columbia Británica y el sureste de Alaska. Las selvas siempreverdes de Chile tienen una de las mayores concentraciones de biomasa del mundo, produciendo entre 500 y 2000 toneladas de materia orgánica por hectárea. Los bosques de Chile albergan 123 especies de árboles diferentes, 57 por ciento de
de los árboles más antiguos del mundo. Dos de las especies más extraordinarias son el alerce (Fitzroya cupressoides) y la araucaria (Araucaria araucaria). Ambos tienen estatus de protección en Chile como monumentos naturales, pero sigue habiendo casos de tala ilegal. En 1993, un alerce fue fechado en 3.620 años. El alerce es la segunda especie más antigua de la Tierra, solo el pino Bristlecone de California es más viejo. La araucaria, apodada “monkeypuzzle” debido a sus ramas enmarañadas que giran alrededor de la parte superior del árbol, se encuentran en una pequeña sección de la cordillera de la Costa y en lo alto de los Andes. Pueden vivir más de 2,000 años y los botánicos dicen que sus ancestros se remontan a 200 millones de años.
Una historia de destrucción
L
though, was in their definition of a forest — areas that were considered shrubland ten years ago have been re-categorized as forests. The reality today is that Chile’s native forests are either going up in smoke because of an increasing incidence of forest fires, severely degraded (often “high grading,” cutting the best and leaving the worst) to meet the rising demand for firewood or clear-cut completely to convert lands to other uses, such as agriculture, livestock ranching, or exotic tree farms to feed a growing pulp and paper industry. Historically, native forest loss began to quicken in Chile in the mid-1800s when large numbers of immigrants from Europe
Patagon Journal
ellas endémicas, y en su mayoría dominadas por hayas del sur como el coihue y el roble (Nothofagus), el mañío (Podocarpus), y los árboles de hoja ancha como el ulmo (Eucryphlia) y el laurel (Laurelia). El extremo sur de Chile incluye bosques subantárticos y boreales dominados por el coihue y la lenga (Nothofagus). Los científicos dicen que el 80 por ciento de todas las plantas y animales terrestres viven en bosques. En Chile, 6 de cada 10 especies están amenazadas o en peligro de extinción, como la especie emblema nacional de Chile, un ciervo nativo llamado huemul, que se encuentra al borde de la extinción. Las vastas extensiones de bosques antiguo que quedan en el sur de Chile incluyen algunos
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as cifras del gobierno dicen que el 19 por ciento de la superficie total de Chile está cubierta por 14,4 millones de hectáreas de bosques nativos. Alrededor de tres cuartas partes de estos bosques son de propiedad privada, y la mayoría está en manos de aproximadamente 50,000 propietarios medianos y pequeños. Hace unos años, los informes oficiales provenientes de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), la organización público-privada de Chile que administra los bosques y el sistema de parques del país, observaron un aumento en la cobertura forestal. Sin embargo, el truco estaba en su definición de bosque: las áreas que se consideraban arbustos hace diez años se reclasificaron como bosques. La realidad de hoy es que los bosques nativos de Chile se están convirtiendo en humo debido a la creciente incidencia de los incendios forestales; también han sido severamente degradados (a menudo cortando
native forest <bosque nativo>
Above / Arriba: Clear cut on the Biobio River. Tala rasa en el río Biobío.
settled in southern Chile. They burned and cleared immense areas of forest to make way for agriculture, livestock grazing, and towns, and under the flag of development and agricultural expansion those practices continued through the middle of the 20th century. A new phase in deforestation took root in 1974. That’s when the Augusto Pinochet dictatorship sold off at belowcost prices publicly-owned forests and processing facilities. The Pinochet regime also devised Decree Law (DL) 701, which offered attractive reimbursement for 75 percent of the costs of planting trees. These subsidies, made available in the country for nearly 40 years, up until 2012, were almost entirely used for financing the forest industry’s tree farms featuring non-native pine and eucalyptus trees. During the first two decades of this government largesse, 80 percent of the subsidies went directly to Chile’s three largest forestry companies. Today, the country has more than 3 million hectares of tree plantations, contributing the raw resources for about 97 percent of forestry exports, Chile’s second-leading export. Chile’s forestry sector is an economic success story, but it also has been a leading driver of forest destruction. One study on land cover changes due to tree plantations, found that by 2007 more than 42 percent of the entire coastal range of the Maule and Biobio regions of south-
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lo mejor y dejando lo peor) para satisfacer el aumento de la demanda de leña; o mediante la tala rasa para convertir las tierras a otros usos, como la agricultura, ganadería o plantaciones de árboles exóticos cuyo objetivo es alimentar a una creciente industria de la celulosa y el papel. Históricamente, la pérdida de bosques nativos comenzó a acelerarse en Chile hacia mediados del siglo XIX, cuando una gran cantidad de inmigrantes de Europa se asentaron en el sur de Chile. Quemaron y despejaron inmensas áreas de bosque para dar paso a la agricultura, el pastoreo y las ciudades, y bajo la bandera del desarrollo y la expansión agrícola, estas prácticas continuaron hasta mediados del siglo XX. Una nueva fase en la deforestación se arraigó en 1974. Fue entonces cuando la dictadura de Augusto Pinochet vendió a precios de bajo costo bosques de propiedad pública e instalaciones de procesamiento. El régimen de Pinochet también ideó el Decreto Ley (DL) 701, que ofrecía un atractivo reembolso del 75 por ciento de los costos de plantación de árboles. Estos subsidios, que estuvieron disponibles en el país durante casi 40 años, hasta 2012, se utilizaron casi por completo para financiar las plantaciones de árboles de la industria forestal, que hoy cuenta con pinos no nativos y eucaliptos. Durante las dos primeras décadas, el 80 por ciento de los subsidios se destinó directamente a las tres empresas forestales más grandes de Chile. Actualmente, el país
Patagon Journal
A plantation is not a forest Una plantación no es un bosque By MALU SIERRA
I
t was almost a mantra
even includes airplanes, en-
during all the years of our
couraged small and medium
meetings and disagreements
farmers to convert their land
between Defensores del
to tree farms. Without insur-
Bosque Chileno (Defenders
ance. Without planes. Their
of the Chilean Forest) and the
promise of a brighter future
owners and top executives
then caught fire in 2016 with
of the forestry companies
the many fires that scorched
Arauco and Mininco. They
the landscape.
F
ue casi un mantra durante
pequeños y medianos agriculto-
todos los años de encuentros
res para que reconvirtieran sus
y desencuentros de los Defenso-
tierras a forestales. Sin seguros.
insisted upon confusing the
Nahuelbuta was the hot
res del Bosque Chileno con los
Sin aviones. Una promesa a futuro
native forest - humid and
spot then, just a few remnants
dueños de las forestales Arauco
que se incendió en los incendios
diverse - with monocultures
of native forest among a sea
y Mininco, y sus altos ejecutivos.
del 2016.
of pines and eucalyptus. And
of plantations. Streams full
Empeñados ellos en confundir el
Nahuelbuta fue el hotspot,
they successfully imposed
of waste from the latest jobs;
bosque nativo, húmedo y diverso,
apenas unos relictos de bosque
their viewpoint. All across the
dried-up water courses; lack
con los monocultivos de pinos y
nativo en un mar de plantaciones.
media, when there are forest
of firebreaks; bad practices
eucaliptus. Y lo impusieron. En
Quebradas llenas de residuos de
fires, journalists and pundits
everywhere. The photographs
todos los medios de comunica-
la última faena, cursos de agua
talk about the so-called “for-
are eloquent. Now is the time
ción, cuando hay incendios fo-
agotados, falta de cortafuegos,
ests” that are burning, but
for the native forest to re-
restales, periodistas y opinantes
malas prácticas por doquier. Las
really plantations that were
sprout from its roots, without
hablan de los “bosques” que se
fotografías son elocuentes. Ahora
made at the expense of the
intervention, and say goodbye
están quemando. Plantaciones
es el momento para que se deje
native forest, which they con-
to the pines and eucalyptus.
que se hicieron a costa del bos-
rebrotar al bosque nativo, desde
verted into mountains of wood
It was like preaching in the
que nativo, al que convirtieron
sus raíces. Sin intervención. Y
chips and pulp.
wilderness. It’s painful that
en montañas de astillas y en
adiós pinos y eucaliptos.
There were so man y
a true fire apocalypse was
metro-ruma.
hours of meetings to define
necessary for the country
Fueron horas de reunio-
sierto. Duele que haya sido ne-
just the minimum rules for
to finally understand that
nes para definir las reglas míni-
cesario un verdadero apocalipsis
certification by the FSC (For-
the extensive monoculture
mas para ser certificados por el
de fuego para que por fin el país
est Stewardship Council).
production of pines and eu-
FSC (Forest Stewardship Council).
entendiera que el monocultivo
We had a hard time getting
calyptus trees is damaging
Nos costó mucho llegar a esa ins-
extensivo de pinos y eucaliptos
even to there because both
ecosystems, the people, and
tancia porque tanto Arauco (del
le hace daño al ecosistema, a las
Arauco and Mininco wanted
our social fabric.
grupo Angelini) como Mininco (de
personas, al tejido social.
Fue como predicar en el de-
a green seal that suited their
They took advantage of
la CMPC de la familia Matte), pre-
Se aprovecharon de las gran-
interests, but not the rest of
land deals that the dictator-
tendían tener un sello a su medi-
jerías que les brindó la dictadura
the world. Adriana Hoffmann
ship offered them. Land that
da, pero que no convencía al resto
para hacer y deshacer. Tierras a
and I took turns attending
was available at the price of
mundo. La botánica Adriana Hoff-
precio de huevo y el decreto ley
these marathonic, but near
eggs, as well as decree law
mann y yo nos turnábamos para
701 que ha financiado hasta un
useless meetings. I remem-
701 that financed up to 90
asistir a esas citas maratónicas y
noventa por ciento las plantacio-
ber once I raised with them
percent of the tree planta-
poco útiles. Recuerdo una vez que
nes. Negocio redondo. Así y todo la
that it was no longer pos-
tions. A real steal; the CMPC
planteé que no era posible que se
CMPC estafa a todos los chilenos
sible for them to continue
swindles all Chileans with the
siguieran cosechando—a tala
con la colusión del papel tissue
harvesting via clear cutting
collusion of toilet paper and
rasa—cuatrocientas hectáreas de
y los pañales que fabrica en sus
400 hectares of pine or eu-
diapers that it manufactures
pinos o eucaliptos. Que el paisaje
plantas de celulosa. La codicia
calyptus. The landscape will
in its pulp mills. Greed knows
se convertía en un desierto. Uno
no conoce límites.
become a desert, I said. And
no limits.
de los ingenieros forestales me
La autora, Malu Sierra, es es-
respondió: “¡Y a quién le importa
critor y periodista, y uno de los
el paisaje!”.
líderes de Defensores del Bos-
one of the forestry engineers
The author, Malu Sierra,
responded: “And who cares
is a writer and journalist, and
about the landscape!”
one of the leaders of Defen-
Las dos gigantes forestales,
que Chileno, el principal ONG
These two forestry giants,
sores del Bosque Chileno,
que tienen seguros y equipos para
trabajando en la protección de
who have insurance and fire-
Chile’s leading native forest
combatir al fuego, que incluyen
los bosques nativos de Chile en
fighting equipment which
protection group in the 1990s.
hasta aviones, incentivaron a
la década de 1990.
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“Environmental groups have dubbed tree plantations a “green desert.” They destroy habitat for countless species and the practice of clear cutting leads to severe soil erosion.”
Clay soil, a product of repeated clear cutting in Curanilahue. . Suelo arcilloso, producto de reiteradas cosechas a tala rasa en Curanilahue.
“Los grupos medioambientales han apodado a las plantaciones forestales como un “desierto verde”. Destruyen el hábitat de innumerables especies, y la práctica de la tala rasa conduce a una severa erosión del suelo”. MVMT
central Chile was occupied by tree plantations. Of these plantations, less than 7 percent were set up on agricultural lands, the far majority involved first clearing natural forests to make way for tree farms. Environmental groups have dubbed tree plantations a “green desert” because the uniform, even-aged tree farms destroy habitat for countless species and the practice of clear cutting, the felling of all of the trees on a plot of land, leads to severe soil erosion. Tree farms also have serious social impacts. A recent study of 180 municipalities in Chile by the Center for International Forestry Research (CIFOR) found that communities who live near tree plantations are the poorest in Chile, and that the greater the size of the plantation area the higher the poverty rate. Over the past few decades in the Aracuania region, Mapuche indigenous communities are protesting,
A pulp plant. Una fábrica de celulosa.
sometimes violently, over the impacts of industrial plantation forestry. The Mapuche complain that forestry companies have usurped their ancestral land, eliminated their sacred forests, dried up water sources for local consumption and agriculture, and poisoned their communities with herbicides. At a Temuco public forum in May, Cesar Jara Tripailao, president of the Asociación de Comunidades Mapuche por el Rukamanke, said 32 Mapuche
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DANIEL CASADO
cuenta con más de 3 millones de hectáreas de plantaciones de árboles, que contribuyen la materia prima para aproximadamente el 97 por ciento de las exportaciones forestales, la segunda mayor exportación de Chile. El sector forestal de Chile es una historia de éxito económico, pero también ha sido un impulsor principal de la destrucción de los bosques. Un estudio sobre los cambios en la cobertura del suelo debido a las plantaciones forestales, encontró que para
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2007 más del 42 por ciento de toda la cordillera de la Costa en las regiones del Maule y Biobío, en el centro-sur de Chile, estaba ocupada por plantaciones de árboles. De estas plantaciones, menos del 7 por ciento se establecieron en tierras agrícolas, la gran mayoría involucró primero la tala de bosques naturales para dar paso a las plantaciones forestales. Los grupos medioambientales han apodado durante mucho tiempo las plantaciones forestales como un “desierto verde” porque sus árboles uniformes y de edad similar destruyen el hábitat de innumerables especies, y la práctica de la tala rasa, el corte de todos los árboles en una parcela de tierra, conduce a una severa erosión del suelo. También tienen serios impactos sociales. Un estudio reciente de 180 municipios en Chile, realizado por el Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR), encontró que las comunidades que viven cerca
native forest <bosque nativo>
The last light in the forest. La última luz en el bosque.
communities are negatively affected by plantation forestry and aimed his ire in part at the Forest Stewardship Council (FSC), which awards environmental certification to many of the companies operating in the area. “This organization is not complying with its role of certifying good management,” said Jara Tripailao. “They are accomplices to the bad practices of these companies. They are not disclosing the negative impacts that the industry is causing in the area,” he said. Tree farms also may be sparking forest fires. The higher temperatures from climate change are resulting in drier soils and drought, making conditions ripe for increasing forests fires around the globe. In January 2017, Chile suffered through its worst, most extensive fire in its history. The official tally was 467,37 hectares of forests lost, primarily in the Maule and O’Higgins regions, and nearly half were tree plantations. According to an international study published this past August by scientists from Montana State University, Chile is especially prone to fires. “Chile replaced more heterogenous, less flammable native forests with structurally homogenous, flammable exotic forest plantations at a time when the climate is becoming warmer and drier,” says Dave McWethy, the lead author
of the study. “This situation will likely facilitate future fires to spread more easily and promote more large fires into the future.” Central Chile has lost 83 percent of its original vegetative cover, making it the most deforested region in Latin America, according to a 2015 scientific study published in the scientific journal Global and Planetary Change. One of its authors, Alvaro Salazar, a University of Chile natural resources scientist who researches land-atmosphere interactions, says that such rampant deforestation has an equal to or greater role in rising temperatures than that of climate change. “It would be akin to the human body suppressing its sweat glands and, therefore, the ability to cool by means of perspiration. That would certainly increase body temperature,” said Salazar in an interview with Chilean business periodical Economia y Negocios. “In forested regions, the sweat glands are the stomata (specialized cells) of the countless number of leaves of trees. If we eliminate them, the earth has no way to cool down and therefore the surface temperature increases.”
Making a U-turn
T
here is virtual consensus that part of the solution toward turning things around begins with fixing the native forest law.
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de las plantaciones forestales son las más pobres del país, y que cuanto mayor es el tamaño de la plantación, mayor es la tasa de pobreza. Sin lugar a dudas, el conflicto de más alto perfil en Chile en las últimas décadas ha tenido lugar en la región de la Aracuanía, donde las comunidades indígenas mapuche han estado protestando, a veces violentamente, por los impactos de las plantaciones forestales industriales. Los mapuche se quejan que las empresas forestales han usurpado sus tierras ancestrales, eliminado sus bosques sagrados, secado las fuentes de agua para el consumo local y la agricultura, y que también han envenenado a sus comunidades con herbicidas. En un foro público realizado en Temuco en mayo, César Jara Tripailao, presidente de la Asociación de Comunidades Mapuches por el Rukamanke, dijo que 32 comunidades mapuche se ven afectadas negativamente por la silvicultura, y dirigió su ira en parte al Forest Stewardship Council (FSC), o Consejo de Administración Forestal, que otorga certificación ambiental a muchas de las empresas que operan en la zona. “Esta organización no está cumpliendo su papel de certificar el buen manejo”, dijo Jara Tripailao. “Son cómplices de las malas prácticas de las
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empresas forestales. No dan a conocer los impactos negativos que la industria está provocando en el área”, añadió. Los expertos dicen que las temperaturas más altas debido al cambio climático están dando lugar a suelos más secos y sequías, provocando que las condiciones sean propicias para el aumento de los incendios forestales en todo el mundo. Pero Chile es especialmente propenso a los incendios. En enero de 2017, el país sufrió los peores y más extensos incendios de su historia. El recuento oficial fue de 467,370 hectáreas de bosques quemados hasta el suelo, principalmente en las regiones del Maule y O’Higgins, y casi la mitad eran plantaciones forestales. Según un estudio internacional dirigido por científicos de la Universidad Estatal de Montana, publicado en agosto, las plantaciones de árboles de Chile son un culpable clave en los incendios forestales de la nación. “Chile reemplazó los bosques nativos más heterogéneos y menos inflamables por plantaciones exóticas de bosques estructuralmente homogéneas e inflamables, en un momento en que el clima se está volviendo cada vez más cálido y seco”, dice Dave McWethy, autor principal del estudio. “Esta situación probablemente facilitará que los incendios futuros se propaguen más fácilmente y promuevan incendios más grandes”. Chile central ha perdido el 83 por ciento de su cubierta vegetal original, lo que la convierte en la región más deforestada de América Latina, según un estudio científico publicado en 2015 en la revista científica Global and Planetary Change. Uno de sus autores, Álvaro Salazar, un científico de recursos naturales de la Universidad de Chile que investiga las interacciones tierra-atmósfera, dice que tal
native forest <bosque nativo>
Of the $8 million dollars annually assigned to implement subsidies for sustainable management of Chile’s native forests, just 6 percent was disbursed in 2011, and by 2015, only 19 percent of the monies were utilized by forest owners. Of the aforementioned funds, less than 2 percent was used for protecting species with conservation threats or restoring forests. “The mechanisms for subsidies are not very agile, and the law needs more emphasis
possible for the Ministry of Agriculture to implement without seeking amendments to the law. “It should be possible to improve. The problem is, in Chile, there is little monitoring of laws once they are approved,” agrees Fernando Raga, the director of INFOR, who says the law should not just streamline application procedures but boost the amounts of the subsidies. Raga says the law ought to be more like Decree 701, the Pinochet era program that fi-
“Central Chile has lost 83 percent of its original vegetative cover, making it the most deforested region in Latin America.” “Chile central ha perdido el 83 por ciento de su cubierta vegetal original, lo que la convierte en la región más deforestada de América Latina”. on restoring protection forests where there are water courses,” are among the criticisms of Antonio Lara, a longtime forestry professor at Austral University in Valdivia. Keenly aware of the gridlock in Chile’s Congress, Lara stresses that these, and other necessary reforms, are
nanced plantation forestry. “It was realistic, practical and with adequate amounts, an instrument designed for the user.” Rhetorically, Raga adds that tree plantations can have a valuable role in protecting native forests. “If you have increasing demand for wood products,
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deforestación rampante tiene un papel igual o mayor en el aumento de las temperaturas que el cambio climático. “Es como si al cuerpo humano le suprimiéramos las glándulas sudoríparas y, por lo tanto, la capacidad de enfriarse por medio de la transpiración. Esto sin duda aumentaría la temperatura corporal”, dijo Salazar en una entrevista a la revista económica chilena Economía y Negocios. “En regiones boscosas, las glándulas sudoríparas son los estomas (células especializadas) del incontable número de hojas de los árboles. Si las eliminamos, la tierra no tiene forma de enfriarse y, por lo tanto, la temperatura superficial aumenta”.
Haciendo una vuelta en U
E
xiste un consenso virtual de que parte de la solución para cambiar las cosas comienza con la mejora de la ley de bosque nativo. De los $8 millones de dólares anuales asignados para implementar los subsidios para el manejo sostenible de los bosques nativos, sólo el 6 por ciento se desembolsó en 2011, y para 2015 sólo el 19 por ciento de los fondos fueron utilizados por los propietarios de los bosques. De los fondos mencionados, menos del 2 por ciento se utilizó para proteger especies con ame-
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nazas de conservación o para restaurar bosques. “Los mecanismos para los subsidios no son muy ágiles, y la ley necesita más énfasis en restaurar los bosques de protección donde hay cursos de agua”, son algunas de las críticas de Antonio Lara, un profesor forestal de larga data en la Universidad Austral de Valdivia. Lara, consciente del estancamiento de las leyes en el Congreso de Chile, subraya que es factible que el Ministerio de Agricultura implemente estas y otras reformas necesarias sin buscar enmiendas a la ley. “Debería ser posible de mejorar. El problema es que, en Chile, hay poco monitoreo de las leyes una vez que son aprobadas”, concuerda Fernando Raga, director de INFOR, quien dice que la ley no solo debe simplificar los procedimientos de solicitud, sino que también aumentar los montos de los subsidios. Raga señala que la ley debería ser más como el Decreto 701, el programa de la era Pinochet que financió las plantaciones forestales. “Era realista, práctico y con cantidades adecuadas, un instrumento diseñado para el usuario”. Retóricamente, Raga agrega que las plantaciones forestales pueden tener un papel valioso en la protección de los bosques
Above / Arriba: Forest at Peninsula de Hualpen, in the Bío Bío región. Bosque en Peninsula de Hualpen, Región del Bío Bío. Left / Izquierda: Late afternoon at Sierra Nevada, Conguillio National Park. Atardecer en la Sierra Nevada, Parque Nacional Conguillio.
where are you going to get the resources to meet that demand, from plantations or native forests? And if you lower the demand for wood, then you will pass that demand on to other resources a lot less friendly to the environment, like plastics or metals.” There are a series of other instruments and legislation needed to conserve, restore and protect native forests. Among the ideas being pushed include more resources for government oversight of forestry, either through Conaf or a new entity; stronger fines for forestry law infractions and moving enforcement out of weak local police courts to a higher court; better controls over the sale of firewood and new policies that will accelerate the switch in urban areas toward sustainable alternative energy sources for heating and cooking; and new legislation to enable land-use zoning. Lara opines the government ought to convoke relevant actors to determine a vision for the future of the country’s native forests and plantations, devising a national forest policy that
balances timber production with ecosystem services such as water supply, tourism opportunities and carbon capture. Says Lara, what’s most missing from governmental and private sector actions up to now is a “lack of will.” He says it’s as if they are telling us, “I will do something but in reality I don’t want to.” Maybe what’s needed is a bit of environmental education. Adriana Hoffmann, the botanist and pioneering environmental advocate for the Chilean forest, once described the richness of a native forest this way: “The great wealth of the native forest is that it is a natural system integrated by numerous organic elements — plants, trees, epiphytes, vines, mosses, lichens, fungi, insects and animals — all of it inserted in a system of soil, air, water, and energy. The interactions between these elements, between the alive and not alive, form a very subtle, flowing equilibrium. For a drop of water to become the tear of an animal there is a very complex process in between.” A plantation is not a forest, and a plantation cannot replace a forest.
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nativos. “Si tienes una demanda creciente de productos de madera, ¿de dónde obtendrás los recursos para satisfacer esa demanda, de plantaciones o bosques nativos? Y si reduces la demanda de madera, pasarás esa demanda a otros recursos mucho menos amigables con el medioambiente, como los plásticos o los metales “. Hay una serie de otros instrumentos y legislación necesarios para conservar, restaurar y proteger los bosques nativos. Entre las ideas que se impulsan se incluyen más recursos para la supervisión gubernamental de la silvicultura, ya sea a través de Conaf o una nueva entidad; multas más fuertes por infracciones a la ley forestal y el traslado de su aplicación, de los débiles tribunales de policía locales a un tribunal superior; mejores controles sobre la venta de leña y nuevas políticas que acelerarán el cambio en áreas urbanas hacia fuentes de energía alternativas y sostenibles para calefacción y cocina; y una nueva legislación para permitir el ordenamiento territorial en Chile. Lara opina que el gobierno debería convocar a actores relevantes para determinar una visión para el futuro de los bosques nativos y las plantaciones del país, ideando una política
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forestal nacional que equilibre la producción de madera con los servicios de los ecosistemas, como la provisión de agua, las oportunidades de turismo y la captura de carbono. Lara argumenta que lo que más extraña en las acciones gubernamentales y del sector privado es la “falta de voluntad”. Sostiene que “es como si nos dijeran: ‘Haré algo, pero en realidad no quiero”. Quizás lo que se necesita también es un poco de educación ambiental. Adriana Hoffmann, la botánica y pionera defensora del medio ambiente para el bosque chileno, describió una vez la riqueza de un bosque nativo de esta manera: “La gran riqueza del bosque nativo es que es un sistema natural integrado por muchísimos elementos orgánicos -plantas, árboles, epífitas, enredaderas, musgos, líquenes, hongos, insectos y animales- , todo ello inserto en un sistema de suelo, aire, agua y energía. Las interacciones entre todos estos elementos, entre lo vivo y lo no vivo, conforman un equilibrio de flujos muy sutiles. Para que una gota de agua pase a convertirse en la lágrima de un animal hay un proceso muy complejo de por medio”. Una plantación no es un bosque, y una plantación no puede reemplazar a un bosque.
RESTORING CHILE’S FORESTS RESTAURANDO LOS BOSQUES DE CHILE
TOWARD A PARADIGM SHIFT / HACIA UN CAMBIO DE PARADIGMA
FUNDACIÓN REFORESTEMOS
By ALEX FAJARDO
B
etween 1920 and 1960, settlers in the Aysén region of Chilean Patagonia used controlled burns authorized by the government to “open” forests and create pastures for livestock. In most cases, fires were not contained properly and burned more than intended, leading to the deforestation of nearly three million hectares, an ecological disaster that mainly affected the Nothofagus species of trees such as lenga (Nothofagus pumilio) and coihue (Nothofagus dombeyi and N. betuloides). The last large-scale fire occurred in the summer of 2017 in central Chile, burning about 600,000 hectares (1.482 million acres) of pine and eucalyptus plantations, native forest, and human settlements. These figures reflect a global phenomenon: according to the United Nations Food and Agriculture Organization (FAO), 7.3 million hectares (18 million acres) of forests are deforested or burned annually worldwide, and subsequently transformed into agricultural or forestry land. After the Aysén fires many areas of unburned forest showed resilience - capacity to recover -
and regenerated in the form of thick bushy regrowth. However, the magnitude of the fires was such that to this day there are large areas that never recovered: fallen and scattered logs are vestiges of that past, mute witnesses of what was once a forest full of life. In Chile, there have been few attempts at ecological restoration, the practice of restoring natural systems affected by anthropic actions to their original structure and composition. But in the United States and Europe this practice has been at work for several decades and is based on the natural processes that are intended to be restored. Restoration efforts, especially in the region of Aysén, have ended in resounding failures for two reasons: very little is known about the ecological requirements of our native species, and in planting them we follow the production model of pine trees (Pinus radiata). Part of my research has been based on understanding regrowth dynamics of young lenga tree populations post-fire in the Aysén region. In these areas, the trees at the edge of the forest most exposed to strong
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on el beneplácito del Estado, entre 1920 y 1960 los colonos de la región de Aysén, en la Patagonia chilena, “abrieron” el bosque con la ayuda del fuego con el objetivo de establecer praderas para la ganadería. En la mayoría de los casos, los incendios descontrolados quemaron mucho más de lo necesario, alcanzando la espantosa cifra de casi tres millones de hectáreas deforestadas; un verdadero desastre ecológico que afectó principalmente a especies del género Nothofagus, como lenga (Nothofagus pumilio) y coihue (Nothofagus dombeyi y N. betuloides). En el último mega incendio del verano del 2017 ocurrido en el centro de Chile, se quemaron cerca de 600 mil hectáreas de plantaciones de pino y eucalipto, bosque nativo y asentamientos humanos. Una cifra que se enmarca dentro de un fenómeno de carácter global: según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), anualmente 7.3 millones de hectáreas de bosques son deforestadas
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y/o quemadas a nivel mundial, transformándose posteriormente en terrenos de cultivo agrícola o forestal. Tras los incendios de Aysén, en muchos lugares el bosque no quemado tuvo cierta resiliencia––capacidad para recuperarse––y se regeneró en la forma de tupidos renovales. Sin embargo, la magnitud de los incendios fue tal que hasta hoy en día existen grandes extensiones que nunca se recuperaron: troncos caídos y diseminados por doquier son vestigios de aquel pasado, mudos testigos de lo que algún día fue un bosque lleno de vida. En Chile se han realizado escasos intentos de restauración ecológica con el objetivo de restablecer en su estructura y composición original el sistema natural afectado por la acción antrópica, mientras que en Estados Unidos y Europa esta práctica lleva varias décadas de aplicación, fundamentalmente al basarse en los procesos naturales de los bosques que se pretenden restaurar. Pero estos esfuerzos, especialmente en la región de Aysén, han terminado
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winds have become fused: they form mega trees with up to eight stems, all united at the base. Why are these fused trees only found at the edge of the forest? One explanation for this phenomenon is that when the regeneration began, only the small trees that grew close together survived the stressful climatic conditions.This hypothetical strategy was emulated in an experiment where lenga plants were planted in groups of 10 at different distances from the edge of the forest. After 3, 6, and 8 years, the trees that were planted in groups had the highest rates of survival and growth, especially when compared with lengas planted individually following the productive model of the pine tree.
In Aysén there are several initiatives, mainly private, that seek to restore native forests. The Australian owner of Estancia Leones, John Whitelaw, has decided to restore the burned forest following a strategy of planting native species in groups, achieving survival rates of more than 80%, a performance unthinkable and never before achieved under the pine plantation model. In the Maule region in central Chile, high survival rates have also been obtained (greater than 80%) with peumo (Cryptocarya alba), quillay (Quillaja saponaria), and liter (Lithraea caustica), native species that have been planted in small groups of up to six individuals. Something similar is
This ecological process that results in higher survival and growth rates is called facilitation and consists of a positive interaction between the plants. It is the opposite of competition, in which negative interactions between plants leads to a decrease in the number of trees in the forest. When planning restoration of burned forests, we should turn our attention to the natural strategy followed by the regrowth areas (facilitation), since it is more effective in structuring plant communities in places with environmental stress. Native species plantations should be done in groups or "nuclei," rather than follow the production model of pines which are planted in rows perfectly equidistant from each other (competition).
happening in Torres del Paine National Park, where lenga, coihue and ñirre (Nothofagus antarctica) are planted in cores for protection against the harsh winds. The objective of the restoration of burned forests is to re-establish a forest system that complies with a long list of ecosystem functions and services, such as the constant provision of water and habitat for plant and animal biodiversity. It is not to create a highly productive monoculture for industrial use. It is a paradigm shift, from pineproductive to native-conservation. When we are clear that ecological restoration has the purpose of conservation and consolidation of ecosystem functions, we will have taken a big step toward efficiency in the use of available resources to recover our forests.
FUNDACIÓN REFORESTEMOS
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en rotundos fracasos por dos razones: se sabe muy poco de los requerimientos ecológicos de nuestras especies nativas, y en el establecimiento de éstas se sigue el modelo productivo del pino (Pinus radiata). Parte de mi investigación se ha basado en entender la dinámica de establecimiento de los renovales de lenga post-incendio en Aysén. En estos renovales, los árboles que se establecieron en el borde del bosque, el lado más expuesto a los fuertes vientos, están fusionados: forman mega árboles con hasta 8 fustes, todos unidos en la base. ¿Por qué estos árboles aparecen fusionados en el borde del bosque solamente? Una explicación a este fenómeno es que, al principio del establecimiento del renoval, sólo los pequeños árboles que crecieron muy juntos sobrevivieron a las estresantes condiciones climáticas. Esta hipotética estrategia fue emulada en un experimento donde se establecieron plantas de lenga en grupos de 10 a distintas distancias del borde del bosque. Al cabo de 3, 6 y 8 años, las plantas establecidas en grupos tuvieron las más altas tasas de supervivencia y crecimiento, en especial cuando fueron comparadas con lengas plantadas de forma individual siguiendo el modelo productivo del pino. Este proceso ecológico con mayores tasas de supervivencia y crecimiento se denomina facilitación, y consiste en una interacción positiva entre las plantas. Es lo opuesto a la competencia––interacciones negativas entre plantas––, proceso que lleva a una disminución del número de árboles en el bosque. Al planificar la restauración de nuestros bosques quemados deberíamos volver la mirada hacia la estrategia seguida por los renovales (facilitación), ya que adquiere mayor importancia en la estructuración de comuni-
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dades vegetales en lugares con estrés ambiental. La plantación con especies nativas se debería hacer en grupos o “núcleos”, y no siguiendo la modalidad productiva pinera de hileras perfectamente equidistantes unas de otras (competencia). En Aysén son varias las iniciativas, principalmente privadas, que buscan restaurar el bosque nativo. En la estancia Leones, su dueño, el australiano John Whitelaw, ha decidido recuperar el bosque quemado siguiendo una estrategia de plantación de especies nativas en grupos, logrando tasas de supervivencia de más del 80%, un rendimiento impensado y jamás alcanzado bajo el esquema pinero. En la región del Maule, en el centro de Chile, también se han obtenido altas tasas de supervivencia (>80%) con peumo (Cryptocarya alba), quillay (Quillaja saponaria) y litre (Lithraea caustica), especies nativas que han sido plantadas en pequeños grupos de hasta 6 individuos. Algo parecido sucede en el Parque Nacional Torres del Paine, en la región de Magallanes, donde se planta lenga, coihue y ñirre (Nothofagus antarctica) en núcleos. El objetivo de la restauración de los bosques quemados es restablecer un sistema boscoso que cumple con una larga lista de funciones y servicios ecosistémicos, como la provisión constante de agua y ser la morada de biodiversidad vegetal y animal, y no un monocultivo altamente productivo. Es un cambio de paradigma, de pino-productivo a nativo-conservación. Cuando tengamos claro que la restauración ecológica es con fines de conservación y de consolidación de funciones ecosistémicas habremos dado un gran paso hacia la eficiencia en el uso de los recursos disponibles para recuperar nuestros bosques.
Illegal Logging TALA ILEGAL
THE UNDERGROUND
EXPLOITATION OF ALERCE
la soterrada explotación del alerce By SOFÍA NAVARRO and BASTIÁN OÑATE
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either the gloom that reigns over the landscape nor the early hour of roughly six in the morning makes us lower our guard during the trip from Puerto Varas to the town of Alerce. There we have arranged to meet with Álvaro Dufournel, administrator of the Entre Ríos farm, located on the imposing slopes of the Calbuco volcano. After meeting at the agreedupon spot, we follow him to the entrance of the property. The dense fog that accompanies us dulls the morning colors. We’re all a little on edge. As Dufournel exits the vehicle, he turns to us and tells us that we’re running late, which means what we are about to do will be even riskier: we are about to enter an area of roughly 106 hectares (261 acres) of land that have been taken over by a group of timber traffickers, who for years have indiscriminately cut down the native forest that grows in this area. With illegal sawmills and roads as steep as the parent rock will allow, trucks amble down the hills loaded with alerce (Fitzroya cupressoides), a tree that is listed as endangered, and other native tree species of Chile’s Los Lagos region. It’s said that a dangerous man heads the operation, with a rumored 180 people working for him. Determined, he is willing to pay the price, including jail time and fines in excess of 1,000 million pesos (US$ 1.47 million) that the Chilean state imposes for the illegal logging of alerce. Regardless of what happens to him, he knows that his employees will continue exploiting the forest in his absence. We get into a van that will take us to the spot where a fence marks the boundaries of the property that has been seized, and the silence is deafening. On the way, we pause to pick up one
ÁLVARO DUFOURNEL
of Dufournel’s employees, someone who knows these forests like the back of his hand as his entire family has a past linked to the felling of alerce here. “We have rehabilitated them,” the administrator of the farm jokingly says about the family. We hop over the fence that marks the “legal” from the “illegal,” and in less than five minutes we start seeing evidence of logging. Like an animal that leaves its tracks, the alerce extractors also leave clues on the forest floor: trash, a lot of trash, tires, beer cans, plastic tarps, bottles, and even shoes. “When we bought the land we knew that it was mostly occupied by Mapuche communities and this destructive man with his workers. We thought that our main problem would
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i la penumbra que reina a eso de las 6 de la mañana nos hace bajar la guardia durante el viaje desde Puerto Varas a la localidad de Alerce. Allí nos esperaba Álvaro Dufournel, administrador del fundo Entre Ríos, ubicado en las faldas del imponente volcán Calbuco. Tras reunirnos en el lugar acordado, lo seguimos hasta la entrada del predio. La densa neblina que nos acompaña le da tintes sombríos al ambiente. Un tanto incómodo por la hora, al descender del vehículo Dufournel nos indica que estamos atrasados, y el retraso implica un grado de riesgo: pretendemos entrar a la sección de 106 hectáreas que se encuentran tomadas por un grupo de traficantes de madera, quienes por años han talado
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indiscriminadamente el bosque nativo que crece en esta zona. Con aserraderos ilegales y caminos tan abruptos como la misma piedra madre se los permite, desde las laderas bajan camiones cargados de alerce (Fitzroya cupressoides), un árbol catalogado en peligro de extinción, y otras especies nativas de la región de Los Lagos, en el sur de Chile. Un tipo peligroso, se dice que el cabecilla de este grupo cuenta con cerca de 180 personas trabajando para él, y está dispuesto a pagar con cárcel las multas de más de 1000 millones de pesos que el Estado chileno le ha impuesto por la tala ilegal de alerce, puesto que sabe que en su ausencia sus empleados seguirán explotando el bosque. Nos subimos a una camioneta que nos dejará en el lugar que fue cercado para delimitar el predio que está tomado, y el silencio es ensordecedor. En el camino pasamos a buscar a un trabajador de confianza de Dufournel, que conoce estos bosques como la palma de su mano porque toda su familia tiene un pasado ligado a la tala del alerce. “Lo tenemos rehabilitado”, dice en tono de broma el administrador del fundo. Saltamos el cerco que delimita lo “legal” de lo “ilegal”, y en menos de cinco minutos comenzamos a observar las huellas de la explotación maderera. Como un animal que deja sus huellas, los extractores de alerce también dejan pistas en el bosque: basura, mucha basura, neumáticos, latas de cerveza, lonas de plástico, botellas e incluso zapatos. “Cuando compramos el terreno sabíamos que estaba tomado por comunidades mapuche y este nocivo personaje con sus trabajadores. Pensamos que tendríamos el problema principal con la comunidad, pero para nuestra sorpresa el mayor
Alerce (Fitzroya cupressoides) 60-70 m height / altura
58.6%
The percent of alerce forest destroyed during the last 5 centuries by fires, over-exploitation and agricultural, livestock grazing and urban expansion. Es el porcentaje de bosques de alerce destruidos durante los últimos 5 siglos por incendios, sobreexplotación, agricultura, ganadería y expansión urbana.
3620
In 1993, a dendrochronological report in the journal Science found an alerce 3620 years old, making it the second longest-living species on the planet.
The trunks can grow to 4-5 meters wide.
En 1993 se publicó en la revista Science un reporte dendrocronológico que asigna al alerce 3620 años, convirtiéndolo en la segunda especie más longeva del planeta.
Los troncos alcanzan los 4-5 metros de ancho.
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be with the community, but to our surprise our biggest problem is the illegal logging of the forest. We don’t understand how someone could cause so much damage in this way,” explained Dufournel. As we walked, our guides listened for sounds coming from the forest, always alert in case we encountered one of the loggers. We were in a hurry to get to our destination and knew that we only had so much time to do it. We were not only playing with danger but also with the final outcome of a trial that the owners of the land and the group’s leader were taking part in. The trial had taken much longer than expected, with visits from the police, demands for illegal timber and countless problems. Altogether, there are three properties that have problems with this contentious character, which is why they decided to take legal action. “The back of the El Cabrito estate borders with us. It’s a property that contains a lot of untouched forest, but unfortunately 200 hectares (494 acres) of it has been cut down. The head of this network poses as the owner, forcing the timber cutters to pay him for access to the lands. These are humble people in general who believe him and are now involved in the problem,” says Dufournel. Coming to the end of the long road, we stop in our tracks. We’re dumbfounded. The place is filled with wood cut from alerces, and at the top of this small hill that we had to climb so secretively stands what we have been looking for, an alerce more than a hundred years old that has recently been cut down. It is proof that although this species is protected, and logging them is punishable by law, today there are still people willing to fell the ancient alerce for its precious wood.
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“The problem here is that the gaps in the law allow this person to continue logging. He has nothing to his name so there is nothing they can seize, and the fines that the national forest service and local police impose he can pay for by instead merely sleeping 15 days in jail,” says Dufournel. We were running out of time and it was approaching 8 a.m., the time when the men go up the hills to collect the freshly cut wood of this beautiful tree that grows between 1 and 0.6 millimetres a year. After taking photographs of the evidence, our guides were beginning to look increasingly nervous; they knew that if we were found by the workers it would be impossible to avoid a confrontation. We had to go back down quickly and silently. This was a dangerous situation. If the climb up felt to us like an eternity, the descent turned into a race against time, and the fog no longer hid or protected us. The same tracks that took us to the fallen trees were now taking us out of the forest, the bottles and plastic clearly showing the way, till we finally could make out the fence that let us cross back into safety. We were now suddenly calm, but sad. It was shocking that in 2018 there are still cases like these, most of which nobody knows about. An ecological and violent deterioration that does not only involve the alerces but affects the entire native forest and biodiversity of the area. As the fog lifts it also reveals something that we didn’t notice when we first arrived: the stumps of thousand-year-old alerces, cut down years ago for the illegal sale of the wood, remnants of what had been a stately forest of native coniferous giants. We say goodbye to Dufournel and his workers, but not before
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problema es la tala ilegal del bosque. No entendemos cómo una persona puede hacer tanto daño de manera indiscriminada”, cuenta Dufournel. Mientras caminábamos, nuestros guías estaban pendientes de los ruidos que emitía el bosque, siempre atentos en caso de encontrarnos con alguien. Nos apuramos por llegar a nuestro destino, conscientes que teníamos los minutos contados. No solo estábamos jugando con el peligro, sino que también con la decisión final de un juicio en el cual participan los dueños del predio y el jefe de los que explotan el bosque, una negociación que ha durado mucho más de lo presupuestado, con visitas de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), demandas por tala ilegal e incontables malos ratos. En total, son tres fundos los que tienen problemas con este conflictivo personaje, razón por la cual decidieron tomar acciones legales. “El patio trasero del fundo El Cabrito colinda con el nuestro. Es un predio que mantenía mucho bosque virgen, del que lamentablemente se talaron 200 hectáreas. El cabecilla de toda esta red cobra entrada a los predios para que puedan explotar el bosque, haciéndose pasar por el
dueño. Los empleados del cabecilla son personas generalmente humildes, que creen en la palabra de este personaje y ahora están involucrados en el problema”, señala Dufournel. Llegando al final de este camino que parece eterno se nos aprieta el estómago: está lleno de madera de alerce repartida por todas partes, y en la cima del pequeño cerro al que tuvimos que subir como polizontes se encuentra lo que buscamos. Yace un alerce centenario recién cortado, la viva imagen de que a pesar que esta especie está protegida y que su tala es penada por ley, incluso hoy hay personas dispuestas a derribar su vida centenaria para obtener su preciada madera. “El problema aquí es que los vacíos legales le permiten a este personaje seguir talando. No tiene nada a su nombre, no existe nada que le puedan embargar, y las multas que le impone CONAF y el juzgado de policía local se las puede sacar durmiendo 15 días en la cárcel”, lamenta Dufournel. El reloj corría y el tiempo se nos acababa. Ya eran cerca de las 8 de la mañana, hora en que los hombres
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suelen subir a reclamar la madera recién cortada de este árbol que crece entre 1 y 0,6 milímetros al año. Luego de tomar unas fotografías, la angustia y el nerviosismo asomaban en los rostros de nuestros guías. Asumen que en caso de encontrarnos con los explotadores del bosque la confrontación será inevitable. La situación es peligrosa y optamos por bajar rápido y en silencio. Si el ascenso nos pareció una eternidad, el descenso se convierte en una carrera contra el tiempo, y la neblina ya no nos esconde ni protege. Las mismas huellas que nos guiaron a los alerces cortados ahora nos sacan del bosque. Las botellas y plásticos nos indican claramente el camino, hasta que finalmente divisamos el cerco que nos permitió acceder al mundo de la ilegalidad. De un momento a otro nos sentimos a salvo, pero también nos inunda un sentimiento de triste tranquilidad, de impotencia, tal vez. Parece sorprendente que en pleno 2018 sigan ocurriendo casos como éstos, muchos de los cuales ocurren inadvertidamente para la mayoría de la población. Un deterioro ecológico y violento que no involucra solo a los alerces, sino
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being spotted by the leader of the illegal alerce traffickers at the entrance of the Entre Ríos property. He rightly looked at us with suspicion, as we had managed to get through his barriers and take with us the evidence of the indiscriminate logging. Later, Jorge Aichele, the regional director of CONAF, emphasizes that because of its designation as a protected species the living alerce is untouchable, its logging is forbidden, as well as any alteration to the environment where it is located. “The importance of this specific case is not only the cutting of the alerces that were found on the property, but the indiscriminate felling of the native forest in general, species that have great ecological value,” said Aichele, bemoaning in particular the inexistence of a management plan to work the forest in a sustainable way. However, the truth is that the exploitation of the alerce trees and native forest is far from being a recent problem. It is just one of many chapters of alerce destruction in the modern history of southern Chile.
Postscript: Centuries-old exploitation
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n the road between Puerto Montt and Puerto Varas, a huge tree trunk hides amongst weeds and other greenery. Here sits “The President’s Chair”: a relic of the history of colonization and exploitation of the surrounding Valdivian ecosystems, a remnant of distressing times gone by. This old felled tree is a lahual, or alerce. According to legend, it was used as a chair by President Montt (it is still unclear which, as three members of the Montt family held the presidency throughout the family’s long history in Chilean politics) after it was cut down in the middle of the 20th century, ending its more than 3000 years on the planet.
del tráfico ilegal en la entrada del fundo. Nos mira con cara de desconfiado, y debería estarlo. Hemos logrado traspasar sus barreras para llevarnos la evidencia de la tala indiscriminada. Más tarde, Jorge Aichele, director regional de Conaf, recalca que al ser una especie protegida el alerce vivo es intocable, su tala está prohibida, al igual que cualquier alteración al medio donde se encuentra. “La importancia de este caso en específico no es solo la tala de los alerces que se encontraron en el predio, sino la tala indiscriminada del bosque nativo en general, especies que tienen un
The President’s Chair. Silla del presidente.
COLECCIÓN DE JERMAN WIEDERHOLD
“The gaps in the law allow this person to continue logging… and the fines that the national forest service and local police impose he can pay for by instead merely sleeping 15 days in jail.” “Los vacíos legales le permiten a este personaje seguir talando…y las multas que le impone CONAF y el juzgado de policía local se las puede sacar durmiendo 15 días en la cárcel”. Between 1850 and 1860, Vicente Pérez Rosales, the politician and diplomat charged with directing the colonization of portions of southern Chile, gave the order to burn large swathes of these long-lived species between Puerto Varas and Puerto Montt. Why such wanton destruction? The new settlers needed farmland and wood for the construction of their new homes. At present, it is estimated that 40 percent of the origi-
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que a todo el bosque nativo y la biodiversidad de la zona. Mientras la neblina se disipa, nos percatamos de algo que antes pasamos por alto. Poco a poco innumerables tocones de alerces milenarios emergen entre la densa bruma, talados hace años para su comercialización, vestigios de lo que solía ser un bosque de gigantes árboles nativos: los abuelos lentos del bosque. Nos despedimos de Dufournel y sus trabajadores, no sin antes ser avistados por el cabecilla
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gran valor ecológico”, afirma Aichele, poniendo énfasis también en la inexistencia de un plan de manejo para trabajar el bosque de forma sustentable. Sin embargo, lo cierto es que la explotación del alerce y del bosque nativo está lejos de ser una problemática reciente, es un capítulo que está marcado a fuego junto a toda la historia moderna del sur de Chile y que sigue ocurriendo en algunos de los bosques remanentes de alerce cercanos a centros poblados.
Epílogo: Una centenaria explotación
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n el camino entre Puerto Montt y Puerto Varas, rodeado por la maleza, un enorme tronco pasa inadvertido. Vestigio de la historia de colonización y explotación de la ecorregión valdiviana, yace allí la “Silla del presidente”, la cual narra parte del pasado sureño de la mano de un triste relato. Este viejo árbol derribado es un lahual, o alerce. Según cuenta la leyenda, fue ocupado como silla por el presidente Montt (todavía no está claro cuál de los tres mandatarios de aquella familia) después que fuera cortado a mediados del siglo XX, poniendo fin a sus más de 3000 años en esta tierra.
Time to Restore Alerce Forests
La hora de restaurar los bosques de alerce H istorically, the alerce tree was vigorous and everlasting in the coastal mountain range from Valdivia to Chiloé, in the intermediate depression between Los Muermos and Puerto Varas, in the Andean mountain range between Ensenada and Chaitén, and in some adjacent parts of Argentina. In 1550, it is estimated that alerce forests (Fitzroya cupressoides) covered about 618,000 hectares (1,527,111 acres) in these areas. In 2007, Chile’s national forest service (CONAF) estimated that the remaining area of these forests reached just 265,000 hectares (654,829 acres), a reduction of more than 60 percent of their original area, now mainly concentrated in the coastal and Andean mountain ranges. Also known as lahuán, the surface area of these forests continues to decline, and today the species is listed in conservation terms as threatened. Alerce wood is highly valued, and its national and international trade has been strongly regulated ever since the species was included in Appendix 1 of the CITES Convention. The alerce can live for more than 3,600 years, and in 1976 it was declared by Chile as a natural monument, thereby prohibiting the cutting of live individual alerces. Evidence suggests that the establishment and development of human activities has negatively affected alerce forests in the inter-
MANUEL HENRIQUEZ
mediate depression — the territory between the Andean mountain range and the coastal mountain range — of southern Chile. In fact, until a couple of decades ago the species was believed to be extinct in this area. However, in 1999, a group of scientists described the ecological characteristics of the last populations of alerce in the intermediate depression. These populations survived, or were regenerated, in areas burned by fires to make way for agriculture, forestry and livestock raising, mainly after the European colonization between Puerto Varas and Pargua. The displaced species found asylum in these small patches of forest, where some property owners, instead of completely clearing the last remaining alerce opted to protect the species. Another group of scientists reviewed the alerce population in the intermedi-
Patagon Journal
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istóricamente eran vigorosos y continuos los alerzales en la cordillera de la Costa desde Valdivia hasta Chiloé; en la depresión intermedia entre Los Muermos y Puerto Varas; y en la cordillera de los Andes entre Ensenada y Chaitén; y también en algunas partes adyacentes de Argentina. En el año 1550, se estima que los bosques de alerce (Fitzroya cupressoides) cubrían alrededor de 618.000 hectáreas. En 2007, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) calculó que la superficie remanente de estos bosques alcanzaba unas 265.000 hectáreas, disminuyendo más de un 60% su superficie original, concentrándose ahora principalmente en ambas cordilleras. También conocido como lahuán, la superficie de estos bosques sigue disminuyendo, y hoy la especie se encuentra catalogada en términos de conservación como amenazada. Posee una madera de muy alto valor y su comercio nacional e internacional está fuertemente regulado luego que la especie fuese incluida en el Apéndice 1 de la Convención
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CITES. El alerce puede superar los 3000 años de edad, y en 1976 fue declarado Monumento Natural en Chile, estando prohibida la tala de individuos vivos. La evidencia muestra que no ha sido compatible el establecimiento y desarrollo de las actividades humanas con la persistencia de los bosques de alerce en la depresión intermedia -parte del territorio comprendido entre ambas cordilleras, de los Andes y de la Costa- en el sur de Chile. De hecho, hasta hace un par de décadas la especie se creía extinta en esta área. Sin embargo, en 1999 un grupo de científicos describió las características ecológicas de las últimas poblaciones de alerce en la depresión intermedia. Estas poblaciones sobrevivieron o se regeneraron en áreas que fueron quemadas por incendios que tenían como objetivo habilitar tierras para la actividad silvoagropecuaria, principalmente tras la colonización europea entre Puerto Varas y Pargua. La desplazada especie encontró asilo en estos peque-
Parque Nacional Alerce Costero.
nal area in Chile covered by alerce forests still stands. The alerce is the longest-living arboreal species in the country, and the second-oldest in the world after California’s bristlecone pine. Individual alerces can live for more than 3,600 years. Today, they are found in fragmented populations in the Cordillera de la Costa, from Valdivia to Chiloé, and in parts of the Andean mountain range, from Llanquihue to the outskirts of Chaitén. Recognizable by its intense and homogeneous red color, its wood has a longevity and durability attractive for builders, thus turning it into a key part of colonist construction from the 19th century onwards. It was also used to make fine furniture, instruments, and boats, but it was the widespread use of alerce tiles on the exterior of homes - creating that iconic shingled look typical of architecture in the south – that most brought the alerce close to extinction. Entire communities sprung up near the alerce groves during the 19th century, and in some areas the shingles and the wood of this tree were even used as
ELIAS MATELUNA
currency. In addition, exports of alerce were a highly lucrative business for the remote logging communities that arose to exploit the timber of temperate forests. It wasn’t until 1976 that the alerce was finally declared a “Natural Monument,” a designation that prohibited its use and felling throughout Chile, making it punishable by law. Although there has been a decline in the illegal logging of the native forest in recent years, the problem persists. The law that protects the alerce has its flaws, and under the guise of removing or working with “dead specimens,” new sneaky logging practices are continuing to put this species at risk in order to obtain its coveted wood. Just as today the “President’s Chair” goes unnoticed on the side of the road, the constant indiscriminate logging in the forests at Entre Ríos and other properties near the town of Alerce in southern Chile appear headed for a similar fate without effective intervention from the public-at-large. The great giant of the forests of the south of the world is still at risk.
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Vicente Pérez Rosales, el político y diplomático encargado de la colonización de parte del sur del país dio la orden de quemar grandes extensiones de esta longeva especie entre Puerto Varas y Puerto Montt, entre los años 1850 y 1860. Los colonos necesitaban tierras de cultivo y madera para la construcción de sus nuevos hogares. En la actualidad, se estima que en Chile persiste un 40% de la superficie original cubierta por los bosques de alerce, que es la especie arbórea más longeva del país y la segunda del mundo, después del pino Bristlecone de California. Los alerces pueden vivir por más de 3.500 años. Hoy se encuentra en poblaciones fragmentadas en la cordillera de la Costa, desde Valdivia hasta Chiloé, y en parte de la cordillera de Los Andes, desde Llanquihue hasta las cercanías de Chaitén. De un color rojo intenso y homogéneo, su madera posee una larga durabilidad que la convirtió en pieza importante de las construcciones colonas desde el siglo XIX en adelante, siendo también utilizada en muebles finos, instrumentos y barcos, aunque son las tejuelas de alerces las grandes expositoras de
Patagon Journal
la casi exterminación de la especie. Así llegó a transformarse en un pilar fundamental de la historia arquitectónica del sur de Chile. Comunidades enteras se ubicaron cerca de los alerzales para su explotación durante el siglo XIX, y en algunas localidades las tejuelas y la madera de este árbol funcionó incluso como moneda de cambio. Además, su exportación representaba un negocio bastante beneficioso para los alejados poblados que surgían en torno a la explotación maderera del bosque templado. No fue hasta 1976 que el alerce fue considerado como “Monumento Natural”, rótulo bajo el cual su tala indiscriminada en territorio chileno pasó a ser prohibida y penada por ley. Hoy, el alerce está catalogado en términos de conservación como una especie amenazada. Aunque existe una disminución de la tala ilegal del bosque nativo, no deja de ser una problemática vigente. La ley que protege al alerce tiene sus fallas, y bajo la artimaña de trabajar “ejemplares muertos”, los incendios intencionales han puesto nuevamente en riesgo a esta especie con el fin de obtener su codiciada madera. Así como la “Silla del Presidente” hoy pasa inadvertida a un costado de la carretera, la constante tala indiscriminada del bosque en Entre Ríos y otras propiedades cerca de la localidad de Alerce, en el sur de Chile, corre una suerte similar sin una intervención efectiva del público. El gran gigante de los bosques del sur del mundo sigue en riesgo.
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SOFIA NAVARRO
ate depression by comparing ecological information and analyzing satellite images between 1999 and 2011. They determined that the reduction of the native forest is decreasing by 20 percent, while the surface area of the alerce forests was reduced by 46 percent. Furthermore, the scientists highlighted a 68 percent decrease in areas of alerce forest, from 112 patches and 26,000 hectares (64,247 acres) in 1999, to 36 patches and 14,000 hectares (34,594 acres) in 2011. Since the 1999 study, scientists from Austral University in Chile, together with one of the owners of these forests, began a pilot ecological restoration project over an area of 2 hectares (4 acres) with the objective of restoring the ecosystem with human facilitation. The process consisted of establishing a perimeter fence to prevent the entry of cattle, to improve natural regeneration, to forestall loggers and to plant individual specimens from seeds. Considering that alerce grows slowly, and the site had degraded soils, 20 years later we have seen excellent results. Thanks to the forest’s owner, Alfredo Núñez, today we have valuable information to guide other ecological restoration initiatives. For example, if other
owners in the Puerto Montt area were to decide to rehabilitate their forests, within fifty years they could have an intermediate-aged forest, with not just alerce but also Magallanes coihue, Chiloé coihue, canelo, and mañíos, among the many other species found in the Valdivian temperate rainforest. Now is the time to raise awareness and stop the threats that weigh heavily on the alerce forests, and appreciate the value of the species as an important coinhabitant of the landscape. We must promote the immediate recovery of alerce forests in southern Chile before it is too late. Corporación Alerce is a non-profit organization that brings together scientists, diverse professionals, and land owners to promote the conservation of alerce forests and native forests in general. We know that there is social and natural capital in the territories where there are remnants of alerce forests, and we believe it is necessary to accompany and encourage the conservation and recovery of these wonderful and unique forests. Visit our website, corporacionalerce. cl, for more information and to get involved. The author, Bastián Oñate, is executive secretary of Corporación Alerce.
Patagon Journal
ños parches de bosque en el paisaje, donde algunos propietarios de predios, ante una evidente situación de deforestación, optaron por la protección de la especie. Años más tarde, otro grupo de científicos revisitó las poblaciones de alerce en la depresión intermedia, y comparando información ecológica y analizando imágenes satelitales entre 1999 y 2011, se determinó que persiste la disminución de la superficie de bosque nativo en un 20%, mientras que la superficie de los bosques de alerce se vio reducida en un 46%. Además, destaca la disminución del número de parches de bosques de alerce en un 68%, de 112 parches y 26.000 hectáreas en 1999, a 36 parches y 14.000 hectáreas en 2011. Desde el estudio de 1999, científicos de la Universidad Austral de Chile, en conjunto con uno de los propietarios de estos bosques, comenzó un ensayo de restauración ecológica en un sector de dos hectáreas con el objetivo de recuperar el ecosistema con asistencia humana. El proceso consistió en establecer un cerco perimetral para evitar la entrada de ganado, mejorar la regeneración natural, prevenir el corte de ejemplares, y plantar individuos de alerce provenientes de semillas. A 20 años del comienzo de la experiencia se ven excelentes resultados para un sitio que desde el punto de vista del suelo era limitante, y considerando también que el alerce es una especie de muy lento crecimiento. Gracias a Alfredo Núñez, propietario del bosque, hoy existe información que sirve de guía
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para proceder en iniciativas de restauración ecológica del alerce. Si algunos propietarios en las cercanías de Puerto Montt decidieran rehabilitar sus bosques, en 50 años podrían obtener un bosque de edad intermedia, donde las especies que mecerían sus copas con el viento serían el alerce, coihue de Magallanes, coihue de Chiloé, canelo, mañíos, entre otras numerosas especies del bosque templado lluvioso valdiviano. Hoy es el momento de crear conciencia y frenar las amenazas que pesan sobre los bosques de alerce y valorar a la especie como un importante cohabitante del paisaje, regalándonos toda nuestra cultura en torno a la madera y los alerzales. Debemos promover la inmediata recuperación de los bosques de alerce del sur de Chile antes que sea demasiado tarde. Corporación Alerce es una organización sin fines de lucro que agrupa a científicos, profesionales de diversas áreas y propietarios que trabajan para promover la conservación de los bosques de alerce y bosques nativos en general. Sabemos que existe capital natural y social en los territorios donde quedan bosques remanentes de alerce, y creemos necesario acompañar e incentivar la conservación y recuperación de estos maravillosos y únicos bosques. Visita nuestro sitio web www. corporacionalerce.cl para mayor información. El autor, Bastián Oñate, es secretario ejecutivo de Corporación Alerce.
The Untold Conservation Legacy of El desconocido legado conservacionista de
By JIMMY LANGMAN
JIMMY LANGMAN
conservation
<conservación>
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first met Rick Klein while working as an intern for David Brower, then-chairman of Earth Island Institute, an international environmental group based in Berkeley, California. My supervisor was friends with Rick, and one summer day he took the both of us to Mount Tamalpais, located just across San Francisco Bay, to teach us how to rock climb. At the base, our teacher put us on belay, and just said: “Go up.” That we did. Throughout the outing I also heard about his environmental projects in Chile. They were heady times for Rick. Just a few months earlier, he had been featured in a big story in The New York Times for his work to save the endangered alerce tree in Chile, and his initiatives had been gaining steam. The aforementioned April 3, 1990, article begins: “Fearing that some of the oldest trees in the world are threatened by a burgeoning pulp industry, an international effort has begun to buy and preserve vast tracts of temperate forest in the south of Chile.” Further down the article it states: “Rick Klein, a Californian who started an organization called Ancient Forest International to raise money for the project, said one of the areas he hopes can be preserved ‘is the most beautiful cathedral grove in the world,’ with ‘3,000-year old trees that go for miles and miles and miles.’’ “People don’t realize that the world’s temperate rain forests, which are just a few million acres - by contrast to the well-publicized tropical rain forests - are the repositories of our oldest genetic information above water,” Klein also told the New York Times. “If we lose this, we will lose a treasure we never got to know.’’ Twenty-seven years later, Chile’s alerces and native forests are a lot less threatened, and an underrated champion of that unheralded victory is Rick Klein. John Seed, director of the Rainforest Information Centre in Australia, which has led rainforest campaigns all over the world, once said about Klein, “If you tally up all of the acres of primary native forest that have been protected, it is arguable that Rick Klein has been more instrumental than any other individual.” That’s a big declaration, but just a quick glance over Klein’s environmentalist record in Chile, California, and elsewhere makes the argument viable. Although an American, Klein has long made Chile his other home, becoming an organizer, instigator, visionary or promoter of some of Chile’s most important conservation victories, yet his story has rarely been told in the media. As the years go by it’s important to recognize the efforts of individuals like Klein, people who courageously advocated for nature and wild places in Chile and Patagonia long before it became fashionable to do so here. Klein had a guiding hand in creating Chile’s first forest protection organization, Fundacion Lahuen, as well as their groundbreaking private conservation project just outside of Pucon, the Cani Sanctuary. He was a key factor in protecting the lands now inside Isla Magdalena National Park in
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onocí a Rick Klein por primera vez cuando trabajaba como practicante para David Brower, entonces presidente del Earth Island Institute, un grupo medioambiental internacional con sede en Berkeley, California. Mi supervisor era amigo de Rick, y un día de verano nos llevó a los dos al Monte Tamalpais, ubicado justo al otro lado de la Bahía de San Francisco, para enseñarnos cómo escalar rocas. En la base, nuestro maestro nos aseguró, y solo dijo: “Sube”. Eso hicimos. Durante la salida de escalada también escuché acerca de sus proyectos ambientales en Chile. Eran tiempos embriagadores para Rick. Solo unos meses antes, había aparecido en una gran historia en The New York Times por su trabajo para salvar el alerce en peligro de extinción en Chile, y sus iniciativas habían estado ganando impulso. El mencionado artículo del 3 de abril de 1990 comienza así: “Temiendo que algunos de los árboles más antiguos del mundo se vean amenazados por una floreciente industria de la celulosa, un esfuerzo internacional ha comenzado a comprar y preservar grandes extensiones de bosque templado en el sur de Chile”. Más abajo en el texto, se señala: “Rick Klein, un californiano que fundó una organización llamada Ancient Forest International para recaudar dinero para el proyecto, dijo que una de las áreas que espera que se pueda preservar “es la arboleda catedral más hermosa del mundo”, con árboles de 3.000 años de antigüedad que van por kilómetros y kilómetros”. “La gente no se da cuenta que los bosques templados del mundo, que son solo unos pocos millones de hectáreas, en contraste con los bien publicitados bosques tropicales, son los depósitos de nuestra información genética más antigua fuera del agua. Si perdemos esto, perderemos un tesoro que nunca llegamos a conocer”. Veintisiete años después, los alerces y los bosques nativos de Chile están mucho menos amenazados, y un campeón subestimado de esa victoria inesperada es Rick Klein. John Seed, director del Rainforest Information Centre de Australia, quien dirigió campañas en todo el mundo para proteger la selva tropical, dijo una vez sobre Klein: “Si cuentas todas las hectáreas de bosque nativo primario que han sido protegidos, es discutible que Rick Klein haya sido más instrumental que cualquier otro individuo”. Esa es una gran declaración, pero solo una rápida mirada sobre el registro ambientalista de Klein en Chile, California y en otros lugares hace que el argumento sea viable. Aunque es estadounidense, para Klein desde hace mucho tiempo que Chile es su otro hogar, convirtiéndose en organizador, instigador, visionario o promotor de algunas de las victorias conservacionistas más importantes del país. Sin embargo, esa historia rara vez se ha contado en los medios de comunicación. Con el paso de los años, es importante reconocer los esfuerzos de individuos como Klein, personas que defendieron valientemente la naturaleza y los lugares salvajes en Chile y la Patagonia mucho antes que se pusiera de moda hacerlo aquí.
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LLOYD HAUSKINS
Rick Klein with his new wife Erin in Chile, in 1971. Rick Klein con su nueva esposa Erin en Chile, en 1971.
Aysen. Working behind the scenes, he persuaded Henry Paulson, then-CEO of New York-investment bank Goldman Sachs, to turn its extensive holdings (340,000 hectares, more than 840,000 acres) purchased from the Trillium forestry company in Tierra del Fuego into Karukinka Park. He raised major funding to buy and create the Alto Huemul Nature Sanctuary in Colchagua. He organized the first initiatives to preserve the popular Cochamo nature areas in the Los Lagos region. Most important, he inspired Douglas Tompkins to get involved in nature protection in Chile and introduced him to the lands that would become his Pumalin Park, the largest and the first of Tompkin’s historic conservation initiatives responsible for eleven national parks in Chile and Argentina which protect more than 5.2 million hectares (13 million acres). Klein says the one initiative that ties all of the aforementioned accomplishments together, and the impetus for all of his later work in Chile: the global campaign he started in the late 1980s to save the alerce tree. But how he got to that point is also quite the story.
Early Roots of Environmental Activism
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KATHERINE KUNHARDT
Rick with Robert F. Kennedy, Jr. at a 1990 press conference about the hydroelectric dams planned for the Biobio River. Rick con Robert F. Kennedy, Jr., en una conferencia de prensa en 1990 sobre las represas planeadas para el río Biobio.
riginally from Minnesota in the United States, Klein is proudly a dual national Chilean-American today, making his home each year both in Redway, California, and Pucon, Chile, where he is co-owner of an eco-conscious hotel called Hosteria Ecole. He first came to Chile in 1971 with his future wife Erin after hitchhiking across Latin America for 16 months. Chile was his final destination due to a chance encounter he had with a Chilean woman prior to leaving California. They met one day in Sausalito, and the Chilena told him that her father had given her a 40,000-hectare property (about 100,000 acres) to avoid expropriation by then-Chilean President Salvador Allende. She was there to recruit Americans to form a hippie commune on that land. She also told him about the alerce tree. “I was going to Canada to avoid the Vietnam War and the draft. There was no way I was going to point a gun at anybody,” says Klein. “But in a whirling,
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swirling series of events, I heard that in Chile there were giant redwood trees that grow in the Andes, and that they were as big and old as any redwood in California. And I said, ‘I am going there, I’m gone!’” Upon arriving to Chile after his long journey, he went looking for those mysterious alerces, visiting the town of Alerce where he says he only found “thousands of 12-foot diameter stumps.” On the last day of his trip, he went with his wife on a trek in Ensenada, located 46 km (29 miles) outside of Puerto Varas in the shadow of Osorno volcano. They walked all day in the pouring rain. The next day, about to depart on the weekly mail boat, the clouds parted, and, in the distance, he noticed conifer trees. “When I saw those giant conifers on the rock faces, I told myself: I am coming back.” But he didn’t, not for another decade or so. First, he went north, settling in the coastal city of Viña del Mar to work as an English teacher, and where he became a father. Then, because of the upheaval surrounding the military coup d’etat of September 11, 1973, he later moved to southern Chile where he found a job as the first – and likely only – “gringo,” or foreign park ranger the country has ever had. Located in the Araucania region, he worked at Galletué National Park, which Allende had recently formed out of lands expropriated from timber companies and given to native Pehuenche communities. It contained significant stands of ancient araucaria trees along the mountainsides and Laguna Galletué, which together with Laguna Icalma, are the headwaters of the Biobio River. He lived there with his young family, growing enamored with the majestic landscape and its people. But then he got news that General Augusto Pinochet had decided to revert the parkland back to loggers. And that was when Klein became an environmental activist. At first, he wrote letters to the new dictator telling him he was making a mistake. “I wrote to him: you don’t know what you have done by declaring the araucaria once again exploitable! It is one of the last holdouts from Jurassic times. It is 220 million years old as a species,” said Klein. Later, he went to Pinochet’s office at the Diego Portales building in Santiago. Boldly, and perhaps foolishly, he staged a protest.
conservation
<conservación>
Klein lideró la creación de la primera organización sin fines de lucro de protección forestal de Chile, Fundación Lahuén, y su innovador proyecto privado de conservación en las afueras de Pucón, el Santuario El Cañi. Él fue un factor clave en la protección de las tierras dentro del Parque Nacional Isla Magdalena en Aysén. Trabajando tras bambalinas, persuadió a Henry Paulson, entonces CEO del banco de inversiones de Nueva York Goldman Sachs, para que convirtiera sus extensas propiedades (340,000 hectáreas) compradas a la compañía forestal Trillium en Tierra del Fuego en el Parque Karukinka. Recaudó fondos importantes para conservar el santuario de la naturaleza Alto Huemul en Colchagua. Organizó las primeras iniciativas para preservar las áreas naturales populares de Cochamó en la región de Los Lagos. Lo más importante, inspiró a Douglas Tompkins a involucrarse en la protección de la naturaleza en Chile y le presentó las tierras que se convertirían en su Parque Pumalín, la más grande y la primera de las iniciativas históricas de conservación de Tompkins, responsable de once parques nacionales en Chile y Argentina que protegen más de 5.2 millones de hectáreas. Klein dice que la iniciativa que une todos los logros mencionados anteriormente, y el ímpetu de su trabajo posterior en Chile, es la campaña global que comenzó a finales de la década de 1980 para salvar el alerce. Pero cómo llegó a ese punto también es toda una historia.
Las primeras raíces del activismo ambiental
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riginario de Minnesota, en Estados Unidos, Klein es hoy orgullosamente un chileno-estadounidense de doble nacionalidad, haciendo de su hogar todos los años tanto en Redway, California, como en Pucón, Chile, donde es socio de un hotel ecológico lla-
mado Hostería École. Llegó por primera vez a Chile en 1971 con su futura esposa Erin después de hacer autostop en América Latina durante 16 meses. Chile fue su destino final debido a un encuentro casual que tuvo con una mujer chilena antes de abandonar California. Se encontraron un día en Sausalito, y la chilena le dijo que su padre le había dado una propiedad de 40,000 hectáreas para evitar la expropiación del entonces presidente chileno Salvador Allende. Ella estaba allí para reclutar estadounidenses para formar una comunidad hippie en ese terreno. Ella también le contó sobre el alerce. “Iba a ir a Canadá para evitar la guerra de Vietnam y el reclutamiento. De ninguna manera iba a apuntar con un arma a alguien”, dice Klein. “Pero en una serie de eventos azarosos, escuché que en Chile había secuoyas gigantes que crecían en los Andes, y que eran tan grandes y viejas como cualquier sequoia en California. Y dije, ‘¡Voy para allá, me voy!’. Al llegar a Chile después de su largo viaje, comenzó a buscar esos misteriosos alerces. Persiguió el árbol en el sur de Chile, visitando la ciudad de Alerce, donde dice que solo encontró “miles de tocones de tres metros de diámetro”. El último día de su viaje, se fue con su esposa a una caminata en Ensenada, a las afueras de Puerto Varas, a la sombra del volcán Osorno. Caminaron todo el día bajo una lluvia torrencial. Al día siguiente, a punto de partir en el barco del correo semanal, las nubes se separaron y, a lo lejos, notó árboles de coníferas. “Cuando vi esas coníferas gigantes en las rocas, me dije a mí mismo: volveré”. Pero no lo hizo, no por cerca de una década. En su lugar, se instaló en la ciudad costera de Viña del Mar para trabajar como profesor de inglés, y allí se convirtió en padre. Debido a la agitación que rodeó el golpe de
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estado militar del 11 de septiembre de 1973, se trasladó al sur de Chile, donde encontró un trabajo como el primer -y probablemente único- guardaparques extranjero que el país haya tenido alguna vez. Ubicado en la región de la Araucanía, trabajó en el Parque Nacional Galletué, que Allende había formado recientemente a partir de tierras expropiadas a empresas madereras y entregadas a las comunidades pehuenche nativas. Contenía importantes bosques de araucarias antiguas a lo largo de las laderas de las montañas y la laguna Galletué, que junto a la laguna Icalma son las cabeceras del río Biobío. Vivió allí con su joven familia, cada vez más enamorado del paisaje majestuoso y su gente. Pero luego recibió la noticia de que el general Augusto Pinochet había decidido revertir el parque a manos de los madereros. Y fue entonces cuando Klein se convirtió en activista ambiental. Al principio, escribió cartas al nuevo dictador diciéndole que estaba cometiendo un error. “Le escribí: ¡No sabes lo que hiciste al declarar que la araucaria es nuevamente explotable! Es uno de los últimos relictos de los tiempos del Jurásico. Tiene 220 millones de años como especie”, recuerda Klein. Más tarde, fue a la oficina de Pinochet en el edificio Diego Portales en Santiago. Audazmente, y tal vez tontamente, organizó una protesta. Klein se quedó fuera de las oficinas durante dos días y se negó a irse a menos que se le permitiera entregarle una carta al propio Pinochet. Los guardias militares de Pinochet estaban incrédulos. Finalmente, le dijeron: “Vas a sufrir las consecuencias si no sales hoy, de inmediato, y sin mirar atrás”. Hasta ese momento no había entendido que ni siquiera los estadounidenses estaban a salvo en el Chile de Pinochet. Asustado, regresó a Galletué, reunió a su familia y
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JIMMY LANGMAN
“I heard that in Chile there were giant redwood trees that grow in the Andes and that they were as big and old as any redwood in California. And I said, ‘I am going there, I’m gone!’.” “Escuché que en Chile había secuoyas gigantes que crecían en los Andes, y que eran tan grandes y viejas como cualquier sequoia en California. Y dije, ‘¡Voy para allá, me voy!’”.
Rick during his December 1999 expedition in Alerce Andino National Park with Douglas Tompkins and Galen Rowell. Rick durante su expedición de diciembre de 1990 en el Parque Nacional Alerce Andino con Douglas Tompkins y Galen Rowell.
GALEN ROWELL
conservation
<conservación>
Klein stood outside the offices for two days and refused to leave until he was allowed to give a letter to Pinochet himself. Pinochet’s military guards were in disbelief. Finally, they told him: “You will suffer the consequences if you don’t get out today, right away, and don’t look back.” He had not understood until that moment that even Americans were not safe in Pinochet’s Chile. Scared, he went back to Galletué, gathered up his family, and walked across the Andes to Argentina in April 1975. About two months later, he was in Southern Humboldt, California. He returned to Holmgren Ranch, where he had worked before his trip abroad. But his new environmentalist spirit was quickly put to the test. The ranch owners asked him to help them look into 2,4-D herbicide, which the Barnum Timber company had been spraying over the area around them days before. The couple who owned the ranch, both of whom were completely healthy prior to the sprayings, and whose ranch had only organically grown gardens, just a few weeks later died because their spring water had been contaminated by the chemical. Klein went to work. He organized about 50 people to march on Barnum Timber’s offices in the nearby town of Eureka and demanded a hearing. Six months later, the California Department of Agriculture, Barnum, and several other timber companies declared a moratorium on the spraying of the herbicide in question. From the struggle a new environmental group, Environmental Information Protection Center (EPIC), was also formed. Says Klein: “Sometimes I think that was my finest hour. That’s when I learned you can achieve great things if you just put your head down, go forward, and have some sustaining belief that nothing you do will fail.”
Pursuit of Alerce
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welve years later, in 1987, a friend from Chile wrote to him with exciting news. A new national park called Alerce Andino had been established, and it was said to hold some of the last remaining alerce forests. The tree that Klein had vowed to one day return to find. That was all he needed to know to organize a trip that same year with his daughter and a friend to check out the park. “I have never felt such bliss realizing this dream of seeing the alerce. It was worth the wait,” says Klein. “It was the most splendid forest I had ever been in, it was just dripping
cruzó los Andes rumbo a Argentina en abril de 1975. Aproximadamente dos meses después, estaba en Southern Humboldt, California. Regresó al Rancho Holmgren, donde había trabajado antes de su viaje al extranjero. Pero su nuevo espíritu ecologista fue rápidamente puesto a prueba una vez más. Los dueños del rancho le pidieron que los ayudara a investigar el herbicida 2,4-D, que la empresa Barnum Timber había estado rociando días antes sobre el área que los rodeaba. La pareja que era dueña del rancho, ambos completamente sanos antes de las fumigaciones y en cuyo terreno solo se cultivaba
“Rick’s unfettered enthusiasm was as infectious to me as I imagine it has been to many of you. I really got drawn into the marvelous world of Chilean rainforests.” “El entusiasmo desenfrenado de Rick fue tan contagioso como me imagino que ha sido para ustedes. Realmente me atrapé en el maravilloso mundo de los bosques templados chilenos”. with moss, epiphytes, lichens and ferns. It was like a botanist shop. And then coming out of the mist, cypress conifers that were 10-15 feet in diameter. It was unbelievable.” When he got back to California, he presented slideshows of their trip and moved to organize a group of scientists and volunteers to go back to Chile. He decided to launch a global campaign to call attention to saving the alerces. The first objective: count the rings of the alerce, and prove it was the oldest tree in the world. Altogether, he organized three expeditions. The first was the subject of Expedition Alerce: Lost Forests of the Andes, a nationally-televised documentary in the U.S. The second expedition included 112 participants from 12 dif-
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de forma orgánica, murió unas semanas más tarde porque el agua había sido contaminada por la sustancia química. Klein fue a trabajar. Organizó a unas 50 personas para marchar en las oficinas de Barnum Timber en la cercana ciudad de Eureka y exigió una audiencia. Seis meses después, Barnum y varias otras empresas madereras declararon una moratoria sobre la fumigación del herbicida en cuestión. De la lucha también se formó un nuevo grupo ambiental, el Centro de Protección de Información Ambiental (EPIC). Klein dice: “A veces creo que fue mi mejor momento. Fue entonces cuando comprendí que puedes lograr grandes cosas si solo bajas la cabeza, sigues adelante y tienes la firme creencia que nada de lo que hagas fracasará”.
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La búsqueda del alerce
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oce años más tarde, en 1987, un amigo de Chile le escribió con noticias emocionantes. Se había establecido un nuevo parque nacional llamado Alerce Andino, y se creía que albergaba algunos de los últimos bosques de alerces. El árbol que Klein había prometido un día volver a encontrar. Eso era todo lo que necesitaba saber para organizar un viaje ese mismo año con su hija y un amigo para ver el parque.“Nunca me había sentido tan feliz como al concretar ese sueño de ver el alerce. Valió la pena la espera”, dice Klein. “Era el bosque más espléndido en el que había estado, solo estaba cubierto de musgo, epífitas, líquenes y helechos. Y luego, saliendo de la niebla, coníferas de entre tres y casi cinco metros de diámetro. Fue increíble”. Cuando regresó a California, mostró las presentaciones de diapositivas de su viaje y se movió para organizar un grupo de científicos y voluntarios para retornar a Chile. Decidió lanzar una campaña global para llamar la atención para salvar los alerces. El primer objetivo: contar los anillos del alerce y demostrar que era el árbol más antiguo del mundo. En total, organizó tres expediciones. La primera de ellas fue el tema de Expedition Alerce: Lost Forests of the Andes, un documental nacionalmente televisado en Estados Unidos. La segunda expedición incluyó 112 participantes de 12 países diferentes, entre ellos varios científicos destacados. Durante el estudio de tres años también exploraron bosques que forman parte del actual Parque Nacional Pumalín, y cientos de antiguos tocones de alerce en Pata Mai, cerca de Hornopirén. Klein dice que sus hallazgos apuntan a la existencia de alerces que probablemente hayan vivido más de 4.000 años de edad. Hernán Verscheure, en ese entonces coordinador del pro-
Dancing at a party at his Hosteria Ecole in Pucon.
At a press conference for the alerce expeditions in Chile which were supported by Ladeco Airlines. Conferencia de prensa para las expediciones de alerce en Chile, las cuales fueron patrocinadas por Ladeco Airlines.
ferent countries, among them several leading scientists. They explored forests part of presentday Pumalin National Park, and successfully proved their point, finding an alerce tree that was estimated to be 3,600 years old. Klein and some ecologists postulate that there may likely be alerces not yet discovered that are older than 4,000 years old. Hernan Verscheure, the forest program coordinator for Chilean environmental group Codeff at the time, says Klein’s efforts successfully got the international conservation community to finally get interested in Chile. “The alerce was not really known outside of Chile,” says Verscheure. “Rick’s initiatives facilitated invaluable access to international support for environmental organizations and researchers working to protecting Chile’s forest.” However, Klein’s alerce expedition in December 1990 proved even more momentous. After convincing National Geographic to publish a story about the alerce tree, Klein invited renowned outdoor photographer Galen Rowell to come along to take the photos. Rowell agreed, and by luck, he happened to be flying to Patagonia anyway to go climbing with his friend Doug Tompkins. Rowell asked: Could we invite Doug? Klein, who had been indirectly in contact with Tompkins before
when forming the Cani Nature Sanctuary near Pucon, quickly responded in the affirmative. Over three days in the backcountry of Alerce Andino National Park, they explored and documented alerces and at the same time Klein talked with Tompkins about not just the extraordinary alerces but also Chile’s other unique biological treasures and about plans he had been hatching with Codeff to create a “world park” in northern Patagonia. He also told him about some land for sale in the Palena province. After the trek, they flew together for an overnight visit to a 17,000-hectares (42,000 acre) farm called Renihue. Soon thereafter, Tompkins bought Renihue -- the first piece of what would become the 300,000-hectares (742,000 acres) Pumalin Park. Tompkins, who the previous year had sold his enormous financial stake in Esprit, the international women’s clothing giant he co-founded with his former wife, had originally come to Patagonia for some outdoor fun and to possibly buy a ranch, but after spending time with Klein his life changed and instead he came away with his life’s major work. A few months later, Tompkins recognized as much in an April 5, 1991, letter to the board of directors of Ancient Forest International, the California non-
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profit Klein founded primarily to save Chilean forests. “This past winter I got to know Rick,” wrote in part Tompkins. “Rick’s unfettered enthusiasm was as infectious to me as I imagine it has been to many of you. I really got drawn into the marvelous world of Chilean rainforests. Although I left California expressly to go to Chile/Argentina to find myself a ranch, I hadn’t foreseen what the wilderness lure would do to me. You all know, I am sure, how hooked I am! Credit in many respects goes to Rick, he made me a believer.” Three years later, on April 29, 1994, after completing the purchase of the last major tract of land that makes up Pumalin Park, Tompkins sent a postcard to Klein, that concludes with the following: “I want to let you know that you were an important catalyst in this and that you should know I recognize and appreciate that. Now, as they say, ‘the work begins’ – we will formally create a private park/reserve then hopefully a national park. Dreams sometimes come true! Thanks a lot for your inspiration.”
The Long Game
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n a recent trip to Pucon, I visited with Klein at his Hosteria Ecole. Nowadays, he spends much of his time grandfathering with his family when not
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Bailando en una fiesta en su Hostería Ecole de Pucón.
pronouncing on the state of the forests. He argues enthusiastically that with 6 billion dollars the world’s philanthropical foundations could forever preserve representative biomes to ensure the world does not lose any more species to rampant exploitation. “That is nothing. Today, you have 200 kids under 30 years old who are worth 16 to 35 billion dollars.” Among his other ideas, a retirement home for Chile’s aging environmental heroes, he tells me only half-jokingly. I ask him about his relationship with Tompkins. “He was one stubborn cookie. A world-class guy. He had an aura you could see across the street. You had to run to catch him walking. We each had our own separate world park plans. He took bit in mouth and ran with it, rest of us did the tail wagging.” On whether there is a danger that too many tourists in the years ahead might love Chile’s national parks to death, Klein retorts that “you can’t love to death anything.” Says Klein: “Visiting almost any protected area will leave you enriched, tuned in, more careful. We need more of those lessons, even if one winces at the body count.” Future generations will indeed have many more lessons to learn in Chilean nature, thanks to Rick Klein.
Parque Nacional Pumalin Douglas Tompkins.
grama forestal del grupo ambiental chileno CODEFF, dice que los esfuerzos de Klein lograron que la comunidad internacional de conservación se interesara finalmente en Chile. “El alerce no era realmente conocido fuera de Chile”, dice Verscheure. “Las iniciativas de Rick facilitaron un acceso inestimable al apoyo internacional para las organizaciones ambientales y los investigadores que trabajan para proteger el bosque de Chile”. Sin embargo, la expedición a los alerces que Klein lideró en diciembre de 1990 resultó ser aún más trascendental. Después de convencer a National Geographic para que publicara una historia sobre el alerce, Klein invitó al reconocido fotógrafo al aire libre Galen Rowell, para que viniera a tomar las fotos. Rowell estuvo de acuerdo y, por suerte, justo iba a volar a la Patagonia de todos modos para ir a escalar con su amigo Doug Tompkins. Rowell preguntó: ¿Podemos invitar a Doug? Klein, quien había estado indirectamente en contacto con Tompkins antes de crear el Santuario de Naturaleza El Cañi cerca de Pucón, rápidamente respondió afirmativamente. Durante tres días en el interior del Parque Nacional Alerce Andino, exploraron y documentaron los alerces y al mismo tiempo Klein conversó con Tompkins sobre la
extraordinaria especie y también en torno a otros tesoros biológicos únicos en Chile. También le comentó sobre los planes que había estado tramando con el grupo ambientalista chileno Codeff para crear un “parque mundial” en el norte de la Patagonia, y además le contó sobre algunas tierras en venta en la provincia de Palena. Después de la caminata, volaron juntos para visitar por una noche una granja de 17,000 hectáreas llamada Reñihué. Poco después, Tompkins compró Reñihué, la primera pieza de lo que se convertiría en las 300,000 hectáreas del Parque Pumalín. Tompkins, quien el año anterior había vendido su enorme participación financiera en Esprit, el gigante internacional de ropa femenina que cofundó con su ex esposa, había ido originalmente a la Patagonia para divertirse al aire libre y posiblemente comprar un rancho, pero después de pasar un tiempo con Klein al final se fue con lo que sería el principal trabajo de su vida. Unos meses más tarde, Tompkins lo reconoció en una carta del 5 de abril de 1991 a la junta directiva de Ancient Forest International, la organización californiana sin fines de lucro que Klein fundó inicialmente para salvar los bosques chilenos. “El invierno pasado conocí a Rick”, escribió Tompkins. “El entusiasmo desenfrenado de
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Above / Arriba: A postcard written by Douglas Tompkins, thanking Rick Klein for inspiring him to start his conservation project in Chile. Postal escrita por Douglas Tompkins, enviada a Rick Klein dándole las gracias por inspirarlo a comenzar su proyecto de conservación en Chile.
Rick fue tan contagioso como me imagino que ha sido para muchos de ustedes. Realmente me atrapé en el maravilloso mundo de los bosques templados chilenos.Aunque dejé California expresamente para ir a Chile/Argentina a buscar un rancho, no había previsto lo que la naturaleza salvaje me generaría. Todos ustedes saben, estoy seguro, ¡qué tan enganchado estoy! El crédito en muchos aspectos va para Rick, él me hizo un creyente”. Tres años más tarde, el 29 de abril de 1994, después de completar la compra de la última gran extensión de tierra que conformó el Parque Pumalín,Tompkins envió una postal a Klein, que concluye: “Quiero hacerte saber que fuiste un catalizador importante en esto y que debes saber que reconozco y aprecio eso. Ahora, como dicen, ‘el trabajo comienza’, formalmente crearemos un parque/reserva privada que luego esperamos sea un parque nacional. ¡Los sueños a veces se hacen realidad! Muchas gracias por tu inspiración”.
A largo plazo
E
n un viaje reciente a Pucón, visité a Klein en su Hostería École. Hoy en día pasa gran parte de su tiempo como abuelo cuando no se pronuncia sobre el estado de los bosques. Él argumenta con entusiasmo que con 6 mil millones de dólares las fundaciones filantrópicas
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del mundo podrían preservar para siempre los biomas representativos y asegurar que el mundo no pierda más especies a manos de la explotación desenfrenada. “Eso no es nada. Hoy tienes 200 niños menores de 30 años que valen entre 16 y 35 mil millones de dólares”. Entre sus otras ideas, está la de crear una casa de retiro para los héroes del medioambiente de Chile, dice medio en broma. Le pregunto sobre su relación con Tompkins.“Él era una persona obstinada. Un tipo de clase mundial.Tenía un aura que se podía ver al otro lado de la calle. Tenías que correr para atraparlo caminando. Cada uno tenía sus propios planes para un parque mundial. Él corrió con la idea, mientras el resto de nosotros meneamos la cola”. Sobre si existe el peligro que demasiados turistas en los próximos años puedan amar los parques nacionales de Chile hasta llevarlos a la muerte, Klein responde que “no se puede amar hasta la muerte a cualquier cosa”. Y asegura: “Visitar casi cualquier área protegida te dejará enriquecido, sintonizado, más cuidadoso. Necesitamos más de esas lecciones, incluso si uno se estremece por la cantidad de gente”. Las generaciones futuras tendrán muchas más lecciones para aprender en la naturaleza chilena, gracias a Rick Klein.
fly fishing
<pesca con mosca>
Jurassic Lake Dry Fly Dreams in Chromeland
El sueño de mosca seca en Chromerlandia
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You’ve probably heard of Lago Strobel, or Jurassic Lake, to which it is most commonly referred. This lake is world-famous for massive rainbow trout, but did you know that you can catch these explosive and hard-fighting fish on dry flies? Probablemente hayas oído hablar del lago Strobel, o Jurassic Lake, como se suele llamar. Este lago es mundialmente conocido por sus enormes truchas arcoíris, pero ¿sabías que puedes capturar estos fuertes y peleadores peces con mosca seca? By RASMUS OVESEN Photos by RASMUS OVESEN, ANDERS OVESEN and PEDRO RODRIGUEZ
A
nother of Jurassic Lake’s massive fish wrenches away from my hands as I carefully remove the barbless streamer from its powerful jaws and release it. The fish slings a cascade of cold water into the air with an iridescent green tail fin and shoots willfully forward through the water – startled - toward the lake bed drop-off, where the rest of a school of rainbow trout forage. In the vicinity of five solid kilos, this fish actually weighed close to the median for the trout of this lake. It is one of several fish that have remorselessly pummeled our flies on this April morning as the winds continuously pick-up. My 8-weight is packed away, along with the remainder of my gear, further down the beach when gusts start to reach gale-force. That’s when I decide it’s time for the 6-weight to give way to heavier artillery.
O
tro de los enormes peces de Jurassic Lake forcejea y se me escapa de las manos mientras le quito con cuidado el streamer sin rebaba de la fuerte mandíbula y lo dejo ir. El pez lanza una cascada de agua fría al aire con su aleta caudal verde iridiscente, y se escapa obstinadamente a través del agua -asustado- hacia el fondo del lago, donde está comiendo el resto del banco de trucha arcoíris. Con casi cinco sólidos kilos, su peso es prácticamente la media para las truchas de este lago. Es uno de los peces que atacaron sin vergüenza algunas de nuestras moscas en esta mañana de abril a medida que el viento iba aumentando. Mi caña #8 está guardada junto al resto de mi equipo más abajo en la playa cuando se empieza a desatar un vendaval. Es entonces cuando decido que es momento de que la #6 le haga sitio a la artillería pesada.
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fly fishing
<pesca con mosca>
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As I bow down to pick up my other fly rod, I hear the giggling laughter from the guides somewhere behind me. Those cheeky buggers - who have settled momentarily behind their truck for a bit of shelter and a gulp of nourishing, warm Argentinean mate - tied a large, bright red spoon to the end of my leader, while I was busy fighting and releasing my last catch. “Ha, ha, ha! Classic guide humor,” I think, but pretend as if nothing has happened and just play along. The laughter falls silent, though, when I play the spoon airborne! I blind cast for a bit, then fling it far out into deep
proportions. The popular name for Lago Strobel, Jurassic Lake is located in the province of Santa Cruz in Argentina. The founder of Loop Tackle, Christer Sjöberg, co-organized an expedition there in 2005. The rest is history. The expedition stumbled upon a fishery that now exceeds most a fly fishermen’s expectations, hopes or dreams. Once established, it didn’t take Jurassic Lake long to gain international attention and fame. Lago Strobel is a 63km2 (24 square mile), closed drainage lake without an outlet (endorheic). Set in a lunar, treeless landscape, its shorelines are strewn
Al agacharme a recoger la otra caña, oigo las risitas de los guías detrás de mí. Esos malvados - que se sentaron detrás de la camioneta para guarecerse y darle un trago al nutritivo y caliente mate argentino - ataron una cucharilla roja brillante a mi líder mientras yo peleaba por liberar la última captura. “¡Ja, ja, ja! Una broma clásica de guía”, pienso, pero hago como si no hubiera pasado nada y les sigo el rollo. ¡Sin embargo, dejan de reírse cuando lanzo la cucharilla! La muevo a tientas un rato, y después la lanzo lejos hacia el agua profunda. El silencio no dura mucho cuando una gran trucha
conocido popularmente como Jurassic Lake, se encuentra en la provincia de Santa Cruz, en Argentina. El fundador de Loop Tackle, Christer Sjöberg, coorganizó una expedición allí en 2005. El resto es historia. La expedición dio por casualidad con una pesquería que hoy en día supera las expectativas, esperanzas y sueños de cualquier pescador. Una vez establecido, no pasó mucho tiempo para que Jurassic Lake se ganara atención y fama a nivel internacional. El lago Strobel es un lago cerrado de 63km2 sin desembocadura (endorreico). En medio de un paisaje lunar, desprovisto de árboles,
“Ever since it was first properly discovered in the southern reaches of Patagonia, Jurassic Lake has stood for me as one of the most monumental fly fishing destinations in the world.” “Desde que fuera descubierto para la pesca, Jurassic Lake me ha parecido uno de los destinos de pesca con mosca más monumentales del mundo”. water. The silence doesn’t last for very long, though, when a big rainbow trout hits the spoon hard and gets hooked. All of us are about to die laughing!
Jurassic Lake
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ver since it was first properly discovered in the southern reaches of Patagonia, Jurassic Lake has stood for me as one of the most monumental fly fishing destinations in the world. It is a tantalizing and remote fishery in a barren and windswept desert, with rainbow trout of near mythic
with contorted tufa-formations, cliff fragments and even remnants of a petrified forest. Lago Strobel was inherently fishless. Why it’s been like that for millennia is somewhat of a mystery, but it certainly isn’t due to scarcity of food. The crater-like lake offers a rich base of food mainly consisting of raw amounts of scuds, and with the almost 40 kilometer (24 mile)-long Barrancoso River providing prime spawning and growth habitats, it’s a unique biotope with enormous potential.
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arcoíris golpea la cucharilla con fuerza y queda atrapada. ¡Nos estamos muriendo de risa!
Jurassic Lake
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esde que fuera descubierto para la pesca, Jurassic Lake me ha parecido uno de los destinos de pesca con caña más monumentales del mundo, ubicado en pleno extremo sur de la Patagonia. Es una pesquería remota y tentadora en un desierto estéril y barrido por el viento, con truchas arcoíris de proporciones casi míticas. El lago Strobel,
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sus orillas están cubiertas de formaciones de toba, fragmentos de barrancos e incluso los restos de un bosque petrificado. Este lago, originalmente, carecía de peces. Por qué ha sido así durante milenios es un misterio, pero ciertamente no es por la falta de comida. Con forma de cráter, este cuerpo de agua ofrece una rica base alimentaria que consiste principalmente en anfípodos, y con los casi 40 kilómetros del río Barrancoso para zonas de desove y hábitats de crecimiento, es un biotopo único con un potencial enorme.
fly fishing
<pesca con mosca> The prolific population of massive rainbow trout found today were originally stocked by local gauchos – hardy Argentinean cattlemen who made their home in the windswept and arid terrain surrounding Jurassic Lake. The gaucho introduced a modest number of rainbow trout from the Santa Cruz River into the Barrancoso tributary some 20 years ago. That relatively small initial stock has yielded a self-sustaining population of monster trout up to 15 kilos (33 pound) (perhaps bigger). Despite its location in the middle of the inhospitable and harsh Santa Cruz desert plateau, diverse and compelling bird species live in the lake’s vicinity. Flamingo, ducks and eagles reside here, in addition to the endemic maca tobiana - hooded grebe – which lives nowhere else in the world. The grebe wasn’t discovered or documented until around the time Jurassic Lake was initially stocked. The lake is also rich in culture and history. People have lived here for more than 9000 years, and along the Barrancoso River you can still find traces of human activity: stone age tools, petroglyphs and remnants of ancient settlements. Every time I heard stories about the lake’s spectacular fishing, or saw pictures of the almost unrealistically big and shapely fish caught there, I felt a relentless pull within. The fact that it has taken me more than 10 years to finally materialize at the lake’s pockmarked shores, then, shouldn’t be ascribed to a lack of wanderlust or attraction. No, the answer lies, rather, in the seeming paradox of the place; how it came to embody for me something unachievable, an impossibility – an unfulfillable promise. It’s no coincidence that I have a long history of travelling, with a naive and open mind, to faraway destinations without proper adjustment of my expectations or having done much research. Too often, I have experienced how something that sounded too good to be true actually was. Personally, I feel much better being positively surprised than disappointed. Unfortunately, when it comes to noted fisheries, there’s a difference between history, reputation and marketing on the one hand and reality (or personal experience), on the other, that is increasingly drastic. As my brother and I landed at Lago Strobel – on the rudimentary landing strip recently built by Jurassic Lake Lodge – and we made our way to the lake via windy and uneven gravel roads – the myth suddenly came onto an unavoidable collision course with reality. Everything that I’d previously heard about this place was now wrestling with the sensory impressions that bombarded my over-stimulated brain. One simple question begged an answer: would the fishing match the immense expectations I’d built up over the years?
Finally here
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e arrived in late April – with a relentlessly long and bitterly cold winter imminent. The season was slowly but surely coming to an end. According to the guides, the fishing was far from optimal. But this, frankly, suited me just fine! In December and January, when the fishing is at its best, it is actually TOO good! This was confirmed by many stories told by the guides – stories involving vulgar amounts of trout, concentrated along the shoreline in front of Jurassic Lake Lodge where its only tributary, the Barrancoso River, pours into the lake. Here is where enduring fly fishermen have caught more than 100 rainbow trout in a single day. With an average weight of five kilos (11 pounds), that comes to the quasi-industrial catch of half a ton of rainbow trout in less than 24 hours!
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La abundante población de enormes truchas arcoíris que existe hoy fue traída inicialmente por los gauchos locales - rudos vaqueros argentinos que establecieron sus hogares en el terreno árido y barrido por el viento que rodea a Jurassic Lake. Los gauchos introdujeron una modesta población de truchas arcoíris del río Santa Cruz en el tributario Barrancoso hace unos 20 años. Esa población original y relativamente pequeña ha producido una población autosustentable de truchas monstruosas de hasta 15 kilos (puede que más). A pesar de su localización, en medio de la meseta desértica de Santa Cruz, dura e inhóspita, diversas especies de aves interesantes viven a orillas del lago. Aquí residen flamencos, patos y águilas, además del endémico macá tobiano, que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo. El macá no fue descubierto o documentado más o menos hasta el momento en que Jurassic Lake fue poblado por primera vez. El lago también tiene una rica cultura e historia. Aquí ha habitado gente desde hace más de 9000 años, y todavía se pueden encontrar restos de actividad humana a lo largo del río Barrancoso: herramientas de la edad de piedra, petroglifos y restos de asentamientos antiguos. Cada vez que oía historias sobre la espectacular pesca del lago, o veía fotos del pescado que se captura aquí, tan grande y hermoso que casi parece irreal, sentía una atracción irresistible. El hecho de que me haya llevado más de 10 años materializarme por fin en las rugosas orillas del lago no debería por tanto atribuirse a una falta de atracción o ansias de viajar. No, la respuesta está, más bien, en la aparente paradoja del lugar; cómo llegó a representar, para mí, algo inalcanzable, una imposibilidad - una promesa imposible de cumplir. Con una mente abierta e inocente, no es coincidencia que tenga un largo historial de viajes a destinos remotos sin un ajuste adecuado de mis expectativas y sin haber investigado mucho. A menudo he experimentado cómo algo que sonaba demasiado bueno para ser cierto, resultaba serlo. Personalmente, me gusta más sorprenderme positivamente que llevarme una decepción. Por desgracia, cuando se trata de pesquerías conocidas, hay una diferencia entre historia, reputación y marketing, por un lado; y realidad (o experiencia personal), por el otro, la que cada vez es más drástica. Cuando mi hermano y yo aterrizamos en el lago Strobel - en la rudimentaria pista de aterrizaje recién construida por Jurassic Lake Lodge - y nos dirigimos al lago a través de caminos de gravilla ventosos y accidentados - el mito de repente se empezó a dirigir hacia un choque contra la realidad. Todo lo que había oído antes de este sitio se enfrentaba ahora a las impresiones sensoriales que bombardeaban mi sobrestimulado cerebro. Una simple pregunta me ocupaba el pensamiento: ¿conseguiría la pesca estar a la altura de las enormes expectativas que me había ido creando a lo largo de los años?
Por fin aquí
L
legamos a finales de abril - con un inminente invierno interminablemente largo y muy frío. La temporada se acercaba inexorablemente al final. Según los guías, la pesca no era la mejor. Pero, sinceramente, a mí me venía bien. En diciembre y enero, cuando la pesca está en su mejor momento, ¡de hecho está DEMASIADO bien! Así lo confirmaban muchas de las historias de los guías - historias que hablaban de cantidades obscenas de trucha, concentrada en las orillas frente a Jurassic Lake Lodge, en donde el único tributario, el río Barrancoso, desemboca en el lago. Aquí es donde pescadores incansables han capturado más de 100 truchas arcoíris en un solo día. Con un peso medio de cinco kilos, esto se convierte en una captura de proporciones casi industriales: ¡media tonelada de truchas en menos de 24 horas! El primer día experimentamos algo que muy pocos consiguen: ¡un día sin viento! La superficie del lago Strobel, normalmente espumosa, es como un enorme y brillante espejo. Bañados de una cálida luz, caminamos por las playas y las orillas rocosas, de aspecto lunar, buscando ansiosos los peces. No nos llevó demasiado tiempo localizar pequeños bancos de peces relativamente apáticos y asustadizos, nadando sin rumbo. Nos espera una pesca a pez visto difícil y enervante, con líderes muy alargados con tippets finos, cual tela de araña. Experimentamos un poco con las moscas y la presentación. Entonces, los primeros peces, nerviosos, empiezan a reaccionar.
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“One simple question begged an answer: would the fishing match the immense expectations I’d built up over the years?” “Una simple pregunta me ocupaba el pensamiento: ¿conseguiría la pesca estar a la altura de las enormes expectativas que me había ido creando a lo largo de los años?”.
“Lago Strobel’s otherwise frothing surface is like a big, shiny mirror. Bathed in warm light, we move along the beaches and the rocky, lunar-like shores eagerly looking for fish.” “La superficie del lago Strobel, normalmente espumosa, es como un enorme y brillante espejo. Bañados de una cálida luz, caminamos por las playas y las orillas rocosas, de aspecto lunar, buscando ansiosos los peces”.
During our first day by the lake we experience something that few ever do: a completely windless day! Lago Strobel’s otherwise frothing surface is like a big, shiny mirror. Bathed in warm light, we move along the beaches and the rocky, lunar-like shores eagerly looking for fish. It doesn’t take us long before we locate small schools of relatively apathetic and spooky fish, swimming about at random. Some nerve-wracking, challenging sight-fishing awaits us, on leaders considerably extended with cobweb-thin tippets. We experiment a bit with flies and presentation. Then the first few fish, nervously, start to react. I send off a cast in front of a few fish that circle around near a well-defined drop-off. As I start retrieving the fly, I immediately capture the interest of one of the fish. It lazily pursues the fly, following its monotonous path through the crystal-clear water with a body-language that, at the same time, seems both tense and indolent. Then, a vague tug propagates through the fly line. As I lift the rod, the fish sheds all of its seeming indifference. All hell breaks loose, and I now find myself desperately trying to cushion the effect of a raging, heavy run, interrupted only briefly by its tumultuous headshakes and hectic meter-high jumps. In deeper water – with a full fly line and some 40 meters of backing dragging behind it – the fish finally discontinues its attempted
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escape and changes tactics. It now tries to find shelter along the lake’s jagged subaqueous tufa-reefs, and all I can do is lift the rod, put maximum pressure on the fish and pray to God that the leader won’t break. A while later, as the fish glides into the frame of my landing net and trap of its rubber mesh netting, my loud, cheerful roar is impossible to hold back. My first Jurassic Lake rainbow trout is a reality – and what a fish! It must weigh nearly six solid kilos (13 pounds), and is among the most flawless and beautiful fish I’ve ever seen. Flashes of chrome reflect against blushing red gills and infinitesimal ink stains that ride along its iridescent green back...and the tail fin? It’s well-defined, massive, and displays a glittering mother-of-pearl at the base, as if all the centripetal power from each fierce tail slap have made radiant the silvery glow that exudes into the very tips of each tail fin-ray, off the flanks. After two days of some of the best sightfishing I’ve ever experienced, the inevitable happens – the winds pick up! It is as if the weather gods took a long, deep breath in order to thoroughly blow the whole desert apart one last time, before winter’s emergence covers everything in snow and frost. The howling winds rip and tear at everything that manages to stay erect, and the lake has now transformed back into its usual self, a roaring ocean, where meter-high waves crash relentlessly onto the shore, partly
fly fishing
<pesca con mosca>
Lanzo la caña hacia un grupo de peces que merodean el desnivel bien definido. Cuando empiezo a retirar la mosca, capto inmediatamente la atención de uno de los peces. Sigue a la mosca perezosamente, yendo tras su monótono rastro por las aguas cristalinas con un lenguaje corporal que parece a la vez tenso e indolente. Entonces un suave tirón sube por la línea. Al alzar la caña el pez se deshace de toda pretensión de indiferencia. Se desata el infierno y me encuentro intentando desesperadamente contrarrestar el efecto de una carrera desorbitada, interrumpida únicamente por sus turbulentos cabezazos y sus frenéticos saltos de un metro. En aguas más profundas - con toda la línea y unos 40 metros más de reserva detrás - el pez por fin abandona la huida y cambia de táctica. Intenta buscar cobijo entre los abruptos escollos de toba acuáticos, y lo único que puedo hacer es alzar la caña, ejercer la mayor presión posible, y rezar para que no se me rompa el sedal.
Más tarde, cuando el pez se desliza hasta mi red de recogida y queda atrapado en la malla de goma, no puedo reprimir un grito de júbilo. Mi primera trucha arcoíris de Jurassic Lake es una realidad, y vaya ejemplar. Debe pesar casi 6 kilos, y es uno de los peces más lindos y perfectos que he visto. Destellos cromados centellean en las agallas rojas y en las infinitésimas manchas oscuras que recorren su espalda verde iridiscente... ¿y la aleta caudal? Es enorme y bien definida, con un brillo de madreperla en la base, como si toda la fuerza centrípeta de cada fiero coletazo le diera un brillo plateado que va hasta las mismas puntas de la aleta caudal, en los flancos. Tras dos días de la mejor pesca a pez visto que he vivido nunca, ocurre lo inevitable y empieza a soplar el viento. Es como si los dioses del tiempo hubieran respirado hondo para llevarse el desierto entero de un soplido una última vez, antes que la llegada del invierno lo cubra todo de nieve y hielo. El viento aullador rompe y rasga todo cuanto se mantiene erguido y el lago ha
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vuelto a transformarse en el estruendoso océano que es normalmente, en el que olas de un metro se estampan incansablemente contra la orilla, rota por las fuertes ráfagas que hacen saltar espuma y gotas del lago. Y no ha hecho más que empezar... No hay mucho donde guarecerse a orillas del lago, pero el río Barrancoso, que está cerca, atraviesa serpenteante el desierto, por estrechos y escarpados cañones. Aquí encontramos un descanso temporal entre una ráfaga y otra, lo que hace posible que lancemos a la vista a truchas arcoíris tanto estacionaria como migratoria. El precioso río Barrancoso en realidad es un paréntesis injustificado en la historia de Jurassic Lake. A pesar de que en el río rara vez se pescan peces que puedan competir en tamaño con los monstruosos de Jurassic Lake, éste ofrece una vista única y una pesca de combate con muchas oportunidades de capturar peces de entre 3 y 7 kilos. Esta pesquería exigente técnicamente, en la que el sigilo, el lance preciso y los nervios de
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<pesca con mosca> blown apart by heavy gusts that cause a swirling haze of foam and droplets to rise from the lake. And this is only the beginning… There isn’t much cover or shelter to be found along the lake, but the nearby Barrancoso River meanderingly transects the desert through towering, narrow canyons. Here there is an occasional respite between the tunnel-like squalls, which makes it possible to sight-cast to both stationary and migratory rainbow trout. The beautiful Barrancoso River is really an unjustified parenthetic in the history of Jurassic Lake. Because even though the river rarely yields fish that rival Jurassic Lake’s monster fish in size, it offers some incredible sight and close combat fishing with plenty of opportunities to fish in the 3 – 7 kilos (6-15 pound) range. This technically demanding fishery, where stealth skills, precise casts and calm nerves are required, are worth the whole journey in and of themselves. Equipped with light singlehanded rods, thin leaders and small streamers, we share many unforgettable moments on the Barrancoso River. But we are most ecstatic when we manage to land a couple of fish on dry flies and mouse patterns. The experience leaves us craving more. For the next couple of days - as the winds die down just a little bit, and the foam inferno rendering gale force gusts have run out of breath, we reappear at the lake shores armed with big, buoyant dry flies. To see a confident 8-kilo (17 pound) trout rise through the water column and gulp down a dry fly at close range is an indescribable sight! Yet it happens repeatedly during our last two days at Jurassic Lake. As we find out, the lake’s “chromers” aren’t merely interested in scuds. Even when the winds are howling and ripping at the water surface, they always keep an upward eye.
During the last couple of days - we land double-digit numbers of rainbow trout between - 5 and 9 kilos (11-19 pounds) - with big and highly visible Chernobyl Ants. I’m so consumed and devotedly absorbed by the fishing that it isn’t until I sit on the small Twin Otter plane on my way back home, via Comodoro Rivadavia, that I realize what an extraordinary and unique experience it has been. On the plane, all the sensory impressions from the past week begin to precipitate. Suddenly I become chokingly aware of what a phenomenon Jurassic Lake is. The weather, the terrain, the climate…the fishing. All of it is extreme. It has left an ineradicably deep impression on me! I came to Jurassic Lake with tremendously high expectations and therefore the risk of huge disappointment. But after having experienced Jurassic Lake as a myth and then actual chrome dry fly fishery in a league of its own, there remained no doubt left in my mind: the place not only exceeded my wildest expectations – but also my wildest fantasies!
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acero son necesarios, justifica el viaje por sí sola. Equipados con cañas ligeras de una mano, líderes finos y streamers pequeños, compartimos muchos momentos inolvidables en el río Barrancoso. Pero lo que nos hace más felices es cuando conseguimos capturar un par de peces con moscas secas y ratones. Nos quedamos con ganas de más. Los dos días siguientes -una vez que el viento amaina un poco y las ráfagas que crean un infierno de espuma se quedan sin fuerza- aparecemos otra vez en las orillas del lago armados con grandes moscas secas flotantes. ¡Ver una trucha de 8 kilos ascender con confianza por el agua y zamparse una mosca seca de cerca es un espectáculo indescriptible! Y aun así ocurre repetidamente los últimos días que pasamos en Jurassic Lake. Al parecer, los «chromers» de lago no sólo se interesan por los anfípodos. Incluso cuando el viento ruge y bate la superficie del agua, siempre están al tanto de lo que ocurre ahí afuera.
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En el último par de días conseguimos capturas de dos cifras de trucha arcoíris de entre 5 y 9 kilos con grandes hormigas de Chernobyl bien visibles. Estoy tan absorto en la pesca, con tal devoción, que no me doy cuenta hasta que estoy sentado en el pequeño avión Twin Otter camino a casa, pasando por Comodoro Rivadavia, de lo extraordinaria que ha sido esta experiencia. En el avión, todas las impresiones sensoriales de la última semana empiezan a precipitarse. De repente entiendo con ahogo la clase de fenómeno que es Jurassic Lake. El tiempo, el terreno, el clima... la pesca. Todo es extremo. ¡Y me ha dejado una profunda huella! Vine a Jurassic Lake con unas expectativas tremendamente altas y, por tanto, con un gran riesgo de decepción. Pero tras haber experimentado Jurassic Lake como un mito y después como una verdadera pesquería de chromers con mosca seca única en su categoría, no me quedaba ninguna duda: no sólo superó mis expectativas, ¡también mis fantasías más alocadas!
What to bring
Qué llevar
When it comes to the gear, keep the weather and size of the fish in mind. Generally, 9,6 - 10’ #6-8 fly rods that are capable of handling winds, but if you’re lucky enough to experience calm days, don’t rob yourself of the opportunity to fish a 9’ #4/5. The fly reels should have stable, low-inertia brake systems, and they should be able to pack a WF-fly line and 100-150 meters of backing. You’ll mostly be using floating lines, but intermediate lines are great when fishing streamers or nymphs in heavy seas. The flies that are typically used at Jurassic Lake are a mix of olive, white, grey, and black streamers, and nymphs and scud imitations in similar colors – preferably with lively rubber legs. The best dry flies are big and buoyant. Chernobyl Ants and similar foam-dry flies with rubber legs and big, white wings of deer hair work impeccably. The common denominator for all of the flies is that they need to be tied on X-strong hooks. Otherwise, they will get straightened out by the bigger fish in the lake.
En lo que se refiere al equipo, ten presente el tiempo y el tamaño de los peces. En general, cañas entre #6 y #8 de 2,9 a 3 metros son capaces de soportar el viento, pero si tienes la suerte de tener días tranquilos, no pierdas la oportunidad de pescar con cañas #4/5 de 2,70. Los carretes deberían tener sistemas de freno estables de poca inercia, y deberían poder equipar una cola de rata WF y entre 100 y 150 metros de reserva. En general, usarás líneas de flote, pero las líneas intermedias están muy bien para cuando se pesca con streamers o ninfas en aguas turbulentas. Las moscas que se usan normalmente en Jurassic Lake son una mezcla de streamers verde oliva, blancos, grises y negros, y ninfas e imitaciones de anfípodos de colores similares - preferiblemente con muchas patitas de goma vivaces. Las mejores moscas secas son las grandes flotantes. Las hormigas de Chernobyl y otras moscas similares de gomaespuma con patas de goma y grandes alas blancas de pelo de ciervo funcionan de maravilla. El denominador común de todas estas moscas es que tienen que estar atadas a anzuelos extrafuertes. Si no, los peces más grandes del lago los enderezarán.
How to get there Roads to Jurassic Lake Lodge are very rudimentary, so it’s recommended to take advantage of the Lodges’ private chartered flights that leave on Saturdays and (depending on demand) Wednesdays from Comodoro Rivadavia. The Lodge - which offers programs ranging from half week to a full week - is located where the Barrancoso River enters Lago Strobel, right near the most productive fishing areas, which includes Moro Creek, a tiny river that connects to a series of smaller lakes where there is amazing - and practically undiscovered - trout fishing. Rates vary depending on program type: visit www.jurassiclakelodge.com for more information.
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Cómo llegar Las carreteras a Jurassic Lake Lodge son muy rudimentarias, así que es recomendable aprovechar los vuelos privados del Lodge, que salen los sábados y (dependiendo de la demanda) los miércoles desde Comodoro Rivadavia. El Lodge -que ofrece programas de entre media semana y una semana entera– está ubicado donde el río Barrancoso desemboca en el lago Strobel, justo al lado de las zonas de pesca más productivas, que incluyen el arroyo Moro, un diminuto río que conecta con una serie de lagos más pequeños en los que hay una trucha para pescar increíble y casi desconocida. Los precios varían dependiendo del tipo de programa; para más información: www.jurassiclakelodge.com
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packraftING Between granite and ice EN packraft entre hielos y granito Text and photos by TOMÁS MOGGIA
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curse repeatedly as I advance through a dense and lush forest. Each step, each meter, is a fight -- an exhausting battle which at times seems like an absurd and senseless martyrdom. Thinking, perhaps mistakenly, that it would not be much longer, we decide not to retrace our steps. We stay the course, branch after branch, tree after tree. Behind us now was the peaceful journey through Lake Leones, a body of water with steep lateral moraines, vestiges of a past underneath the ice. I was still thinking of the whir of the boat’s motor as we went around the more than 30-meter-high (98 foot) glacier wall. One of the eight
M
Paddling in a glacier lake near the Northern Patagonian Ice Field. Remando en un lago de origen glaciar cerca del Campo de Hielo Norte..
aldigo con frecuencia a medida que avanzo por un tupido y frondoso bosque. Cada paso, cada metro es una lucha, una batalla agotadora que a ratos parece un martirio absurdo, sin sentido. Pensando –quizá ilusamente- que no debía durar mucho tiempo, optamos por no rehacer nuestros pasos. Por eso porfiamos, rama tras rama, árbol tras árbol. Atrás había quedado la plácida navegación por el lago Leones, un cuerpo de agua con escarpadas morrenas laterales, vestigios de un pasado bajo los hielos. Todavía recordaba ese ronroneo del motor de la lancha mientras bordeábamos
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largest in the North Patagonian Ice Field, the Leones is formed by the intersection of three glacial tongues that descend from the mountains and abruptly stop at the western end of the lake. “I know of nowhere on earth, even in the Himalayas, where there is a glacial region more beautiful than these stormbattered mountains of southern Patagonia,” wrote geologist and mountaineer Arnold Heim following his visits in 1939 and 1945. The Swiss was one of the first to consider the Leones Glacier as a gateway to the Northern Icefield Plateau, where Mount San Valentín reigns and rises just over 4,000 meters (2.4 mile) above sea level.
la pared de más de 30 metros de alto del glaciar. Uno de los ocho más extensos del Campo de Hielo Patagónico Norte, el Leones se conforma por la confluencia de tres lenguas glaciares que bajan desde las montañas hasta terminar abruptamente en el extremo occidental del lago. “No conozco sobre esta Tierra, ni siquiera en el Himalaya, una región de glaciares que azotada por las tempestades, sea más hermosa que estas montañas de la Patagonia Austral”, escribió el geólogo y montañista Arnold Heim tras sus visitas en 1939 y 1945. El suizo fue uno de los primeros en considerar al glaciar Leones como puerta de entrada al pla-
te penacho cubierto de nieve. Valle abajo, el celeste eléctrico del hielo se apagaba lentamente mientras caía la noche.
En la roca bajo las estrellas
E
“The packraft offers enormous advantages when it comes to covering large distances over land and water, be it lake, river, or even sea. A boat perfectly designed for a place like Patagonia.” “El packraft entrega enormes ventajas a la hora de recorrer grandes distancias por tierra y agua, ya sean lagos, ríos e incluso el mar. Un bote pensado justamente para lugares como la Patagonia”. Even though we found ourselves within the confines of the immense Laguna San Rafael National Park, we crossed without the benefit of trails or shelters. Our only remaining connection to society was a satellite telephone. Until I saw the light. I quickened my pace until I emerged from the bowels of the forest and stepped out onto friendlier terrain, in the middle of a plain, where we made our first campsite. The Leones Glacier and the surrounding mountains appeared between the gray clouds. The Cuerno de Plata rose up and elegantly displayed its off-white, resplendent snow-covered plume. In the valley below, the soft electric-blue ice faded as night fell.
On the rock underneath the stars
T
he dawn treated us to a sun that brilliantly illuminated the high, snow-covered mountain peaks-- with their giant blocks of granite and ice -- that served as our backdrop. Traveling once again, we continued our climb until we found ourselves in the hills that reminded us of the iconic walls of Cochamó. Already near the pass, we ran into a rocky hollow containing a lovely treasure: a small, intense-blue and sparkling-green lagoon, which contrasted with the pale, grayish granite next to it. Without thinking twice, we dropped our backpacks. A strong and unexpected gust sent an insole from one of my boots-- which I had carelessly left in the sun to dry-- fly-
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teu del Campo de Hielo Norte, allí donde el Monte San Valentín reina con sus poco más de 4 mil metros sobre el nivel del mar. Si bien nos encontrábamos dentro de los márgenes del inmenso Parque Nacional Laguna San Rafael, la nuestra era una travesía sin senderos ni refugios. Nuestra gran -y única- conexión con la sociedad se reducía a un teléfono satelital. Hasta que vi la luz. Apuré el paso hasta que emergí de las entrañas del bosque para salir a un terreno más amigable, en medio de una explanada que se transformó en el primer campamento. El glaciar Leones y las montañas que lo circundan se asomaban por entre las nubes grises: el Cuerno de Plata se erguía enseñando con elegancia su blanquecino y resplandecien-
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l amanecer nos regaló un sol que iluminó con fulgor las altas cumbres nevadas de los colosos de hielo y granito que teníamos como telón de fondo. De nuevo en la ruta, continuamos nuestra marcha en ascenso hasta que nos vimos inmersos entre cerros que nos recordaban las icónicas paredes de Cochamó. Ya cerca del portezuelo nos topamos con una pedregosa hondonada que albergaba un hermoso tesoro: una pequeña laguna de azul intenso y verde destellante, contrastaba con el pálido y grisáceo granito contiguo. Sin pensarlo dos veces, dejamos caer nuestras mochilas. Una fuerte e inesperada ráfaga mandó por los aires una de las plantillas de mis bototos, que en forma descuidada había dejado al sol para que se secara. Casi en cámara lenta vimos, hipnotizados, cómo el viento la llevó hasta la apacible laguna. Con una lentitud pasmosa, negándome en mi interior a ingresar al agua gélida, me saqué la ropa ante la insistencia de mis amigos. Pero ya era demasiado tarde. Frente a este imprevisto optamos por probar uno de los packrafts que cada uno cargaba en su mochila. Pequeños botes inflables y ligeros –de unos tres kilogramos de peso- , el packraft entrega enormes ventajas a la hora de explorar y recorrer grandes distancias por tierra y agua, ya sean lagos, ríos e incluso el mar. Un bote pensado justamente para lugares como la Patagonia. En un abrir y cerrar de ojos inflamos el packraft – incluye una bolsa especial para eso- y poco después ya tenía mi plantilla de regreso.
outdoors
<aire libre>
ing through the air. We watched, mesmerized, as the wind carried the insole-- almost in slow-motion-- into the calm lagoon. At my friends’ insistence, I slowly took my clothes off, inwardly reluctant to get into the icy water. But it was already too late. Faced with this unforeseen circumstance, we decided to try out one of the packrafts that each of us carried in his backpack. Small, light, inflatable boats-- weighing around 3 kilos (6.6 pounds) -- the packraft offers enormous advantages when it comes to exploring and covering large distances over land and water, be it lake, river, or even sea. A boat perfectly designed for a place like Patagonia. In the blink of an eye, we inflated the packraft-- it comes with a special bag for this-- and I recovered my insole in no time. On our feet again, we climbed until we reached the so-called “Piola Pass,” which we took out
of the Leones valley. From the top, San Valentín seemed to bid us farewell as we entered the domain of another giant: the Hyades. Enormous granite walls burdened with ice hanging by a weak thread marked the opening of a new chamber which had been forged since time immemorial by the movement of glaciers, and which we would now have to descend. Far below, beyond an irregular moraine, was the lake where we hoped to make camp that night. We made our descent over the course of many hours. The breaking up of the ice fascinated us at first. But the truth is, that deep sound permeated the soul, instilling respect and even fear. Walking that steep, seemingly endless slope, we made our way from terrace to terrace. Thus, there came a moment when, exhausted, we decided to set up an improvised bivouac in a small crevasse in the rock. Feelings of anguish and
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De vuelta sobre nuestros pies ascendimos hasta llegar al denominado “Piola Pass”, el portezuelo a través del cual dejamos atrás el valle Leones. Desde la altura, el San Valentín se asomó como en señal de despedida mientras entrábamos en los dominios de otro gigante: el Hyades. Enormes paredes de granito cargadas de hielos que pendían de un hilo endeble marcaban el inicio de un nuevo cajón por el cual debíamos descender, y que había sido labrado desde tiempos inmemoriales por el movimiento glaciar. A lo lejos, bien abajo, después de una morrena irregular, yacía el lago donde esperábamos acampar aquella noche. Descendimos por largas horas. Los desprendimientos de los hielos resultaban fascinantes al comienzo, pero lo cierto es que aquel sonido profundo calaba hasta el alma infundiendo respeto, y
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también temor. De terraza en terraza nos hicimos camino al andar en esa abrupta ladera que parecía no tener fin. Así llegó un momento en el que, agotados, optamos por armar un improvisado vivac sobre la roca, en una pequeña hendidura. Sentimientos de angustia y preocupación nos inundaron, y lo más deprimente era que realmente no sabíamos si seríamos capaces de continuar. De noche, ya casi sin luz, el tronar de los hielos nos transportaba a un campo de batalla bajo líneas enemigas: a cada minuto recibíamos bombardeos que nos erizaban la piel y nos dejaban en claro que estábamos en un territorio hostil. No debíamos permanecer allí mucho tiempo más. Cada estruendo parecía ser una nueva advertencia. Aun así, logramos conciliar el sueño con una nítida bóveda estrellada sobre nuestras cabezas.
outdoors <aire libre>
worry flooded over us and, most disheartening, we did not know if we would be able to continue. At night, with virtually no light, the sound of cracking ice transported us to a battle camp behind enemy lines: each moment, we were taking bombardment that gave us goosebumps and made it clear that we were in hostile territory. We could not stay there much longer. Each bang seemed to be a new warning. Even so, we managed to sleep well, with a clear, starred vault over our heads.
Titanic descent
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ith the first rays of light, we began looking for what seemed like the most feasible
merely staying upright required constant feats of acrobatics. There was no respite, and we fell into a sort of trance. Late in the afternoon, we arrived at an idyllic beach next to the lake. It was the same one we had seen from the head valley. Only the crunch and loosening of the nearby hanging glacier-such as often end up in that very lake-- reminded us that we still had not managed to get out of that inhospitable kingdom of ice and granite. It was already night when a boom worthy of Apocalypse Now woke us up with a start. There was no one who doubted that the tsunami would arrive all the way to our tents.
Descenso titánico
C
on los primeros rayos de luz buscamos la salida que nos pareció más factible: un canalón por donde corría un pequeño estero. La ruta era inestable, de mucha piedra suelta, y ofrecía obstáculos que iban desde grandes rocas a saltos de agua. Los cascos que llevábamos para descender ríos nos sirvieron también como protección en la montaña, y la cuerda terminó siendo imprescindible para descender por paredes que de otra manera habría sido imposible. Fue un descenso titánico, pero ya al mediodía celebrábamos nuestra escapatoria. La unión grupal había sido clave, y así lo
“Suddenly, we ran into the Soler Glacier, which descends several kilometers from one of the faces of the Hyades. We stood mesmerized, in silence, for several minutes.” “De golpe nos topamos con el glaciar Soler, que baja por largos kilómetros desde una de las caras del Hyades. Nos mantuvimos hipnotizados, silentes a ratos, por varios minutos”. escape: a channel through which a small estuary ran. The path was unstable, with a lot of loose rock, and it presented obstacles ranging from large boulders to waterfalls. The helmets we brought for going down rivers also provided us with protection on the mountain, and the chord ended up being indispensable for our descent down the walls. It would have otherwise been impossible. It was a titanic descent, but by midday we were already celebrating our exit. Group unity had been key, and that is how we celebrated, the three of us joined in one embrace. Soon, we found ourselves walking over a rock glacier and a rough moraine. The terrain was irregular and difficult. Thus began an extremely difficult hike. Unstable stones and rocks moved and shifted under each step, and
Flowing down river
W
e awoke to a surprise: several icebergs were floating in the lake. For this scenario, we went into “packraft mode,” a ritual consisting of inflating each boat, fastening our backpacks, putting on our suits, life preservers, helmets, and gloves. It is a process that can take twenty minutes, but in the end it is enormously beneficial, facilitating and speeding up travel through remote places where simply going by foot would take several days. Or, in this case, it would be practically impossible. I had hardly plunged my oar into the water for the first time, when I forgot all about the cold: I was focused on the flow of the water. The navigation was so serene and pleasant that it required almost no effort. In less than two hours, we traveled the
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festejamos, abrazados los tres. Al rato nos vimos caminando sobre un glaciar de roca y una áspera morrena. El terreno era irregular, difícil. Así comenzó una marcha extremadamente penosa. Piedras y rocas inestables se movían y reacomodaban tras cada pisada, sostenerse se volvía una acrobacia incesante. El equilibrio era puesto a prueba en cada paso. No había tregua, y así entramos en una especie de trance. Bien entrada la tarde arribamos a una idílica playa junto al lago, el mismo que habíamos visto desde la cabecera del valle. Sólo los crujidos y desprendimientos de un cercano glaciar colgante, que a veces terminaban en el mismo lago, nos recordaban que todavía no lográbamos salir de aquel inhóspito reino de hielo y gra-
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nito. Ya era de noche cuando un estruendo digno de Apocalypse Now nos despertó de un salto. No hubo nadie que no pensara que el tsunami llegaría hasta nuestras carpas.
Fluyendo río abajo
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os despertamos con una sorpresa: varios témpanos de hielo flotaban en el lago. En ese escenario cambiamos a “modo packraft”, un ritual que consiste en inflar cada bote, amarrar la mochila y ponerse el traje, chaleco salvavidas, casco y guantes. Un proceso que puede extenderse por 20 minutos, pero que a la larga entrega enormes beneficios, facilitando y agilizando el tránsito por lugares remotos donde yendo solo a pie, tomaría varios días. O bien, como en este caso, sería casi impracticable. Apenas clavé el remo por primera vez en las sedimentarias aguas, el frío quedó en el olvido: me concentré en fluir. La navegación era tan serena y placentera que casi no requería esfuerzo. En menos de dos horas navegamos los cerca de cinco kilómetros de extensión del lago, sin apuro alguno. En el desagüe, justo en el nacimiento del río Cacho, volvimos a “modo trekking”. Después de haber experimentado en carne propia el carácter yermo de la montaña, el valle parecía abrirnos los brazos, rebosante de vida para cobijarnos y entregarnos toda su calidez. Caminamos a través de una vegetación arbustiva, a ratos atravesando mallines que comenzaban a colonizar este ambiente periglaciar de antiguas morrenas, ahora tapizadas por la flora patagónica. De golpe nos topamos con el glaciar Soler, que baja por largos kilómetros desde una de las caras del Hyades. Nos mantuvimos hipnotizados, silentes a ratos,
Flowing on tranquil waters surrounded by Patagonian forest. Fluyendo por tranquilas aguas rodeadas por bosque patagónico.
length of the lake’s near 5 kilometers (3.1 miles) without any rush whatsoever. At the outlet, right at the origin of the Cacho River, we reverted back to “trekking mode.” After having experienced the wild nature of the mountain in the flesh, the valley seemed to open its arms to us. Teeming with life, it seemed to invite us in and offered us its warmth. We walked through the shrub vegetation, periodically crossing the swamps that began colonizing this periglacial environment of ancient moraines, which is now furnished with Patagonian flora. Suddenly, we ran into the Soler Glacier, which descends several kilometers from one of the faces of the Hyades. We stood mesmerized, in silence, for several minutes. Guarded by a rough rim of ice with glaciers flanking it as if they were bastions, this Patagonian colossus covers a radius that dwarfs everything around it. And there we were, insignificant, out of scale. And so we walked and walked. Several kilometers and two river crossings later, where the packrafts once again proved their worth, we arrived at a white sand beach that became our campsite. A campfire gave our hearts a moment full of peace. Nearby, the now winding river sounded like a relaxing symphony. In the middle of a dense mist the following morning, we went into “packraft mode” and set out
Pausing to look at Leones Glacier. Una parada con el glaciar Leones de fondo.
into the water. The prevailing cold gave way to the heat of the oarstrokes and the excitement of the small rapids and pronounced curves of the river. Thus we navigated our way back to civilization, surrounded by the verdure and the humidity of the Patagonian forests. In a few hours we arrived at Plomo Lake, close to the origin of the Baker River, and when the rain threatened, a gaucho who was getting ready to leave for Puerto Bertrand did not hesitate to carry us along in his boat. At Don Ramón Sierra’s home, we shared a mate and home-made alfahores, by the warmth of a wood-burning stove that dried our soaked and battered bodies. It was the finishing touch for an emotionfilled voyage in the middle of the Patagonian wilderness.
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por varios minutos. Defendido por un rugoso cerco de hielo, con glaciares que lo flanquean a modo de bastiones, este coloso de la Patagonia abarca un radio que empequeñece todo a su alrededor. Ahí estábamos, insignificantes, fuera de escala. Y así caminamos y caminamos. Varios kilómetros y dos cruces de río después, donde los packrafts nuevamente demostraron su valía, llegamos a una playa de arena blanca que se convirtió en nuestro campamento. Una fogata abrigó nuestros corazones en un momento lleno de paz. Muy cerca, el ahora sinuoso río se escuchaba como una relajante sinfonía. En medio de una profusa llovizna a la mañana siguiente adoptamos “modo packraft” y nos
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lanzamos al agua. El frío reinante fue dando paso al calor de las remadas y a la excitación de los pequeños rápidos y pronunciadas curvas del río. Así navegamos de vuelta a la civilización, rodeados por el verdor y la humedad de los bosques patagónicos. En pocas horas arribamos al lago Plomo, cerca del nacimiento del río Baker, y cuando la lluvia amenazaba, un gaucho que se aprestaba a salir a Puerto Bertrand no dudó en llevarnos en su lancha. En el hogar de don Ramón Sierra compartimos un mate y alfajores caseros, al calor de una estufa a leña que secó nuestros empapados y maltrechos cuerpos. Fue el broche de oro de un viaje cargado de emociones, en medio de la naturaleza salvaje de la Patagonia.
Photographing
Chilean Nature Fotografiando la naturaleza de Chile By JEAN PAUL DE LA HARPE
photo essay
<ensayo fotográfico>
I
still remember when I was just a child and spent hours observing nature, I felt - and still feel - a special attraction and motivation toward her. That passion was so great that it impelled me to study biology at Chile’s Catholic University: I wanted to learn more about it, how it worked and interacted. This interest soon led me to want to interpret nature through images, and an old Mamiya camera, which my father gave me, accompanied me when I started. But as I entered the world of science, my desire to travel and photograph the immense natural heritage of Chile only increased, to the point that in 2002 I quit my studies for a doctorate in ecology to dedicate myself full-time to nature photography. From then on, I understood that my mission
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odavía recuerdo cuando era tan solo un niño y pasaba horas observando la naturaleza, sentía –y aún siento- una atracción y motivación especial hacia ella. Fue tan grande esa pasión que me impulsó a estudiar biología en la Universidad Católica: mi anhelo era aprender más sobre ella, cómo funcionaba e interactuaba. La observación pronto me llevó a querer retratar la naturaleza en imágenes, y fue así como una antigua cámara fotográfica Mamiya, que me regaló mi padre, me acompañó en esos primeros pasos. Pero a medida que me adentraba en el mundo de la ciencia, mis deseos por viajar y fotografiar el inmenso patrimonio natural de Chile se acrecentaban, hasta el punto que en el 2002 dejé un Doctorado en Ecología para dedicarme íntegramente
Parque Nacional Torres del Paine.
photo essay
<ensayo fotográfico>
Right / Derecha: Glacier and fiordo Finlandia, Tierra del Fuego. Glaciar y fiordo Finlandia, Tierra del Fuego.
Huemul (Hippocamelus bisulcus), Parque Nacional Cerro Castillo.
as a biologist and photographer was to show, educate, and raise awareness about the value of conserving biodiversity and the natural areas that still remain on the planet. I started as a photographer shooting descriptive images, registering species or places through the lens, without paying much attention to the more technical aspects. That was the way it was for me for many years until I understood that photography was more than that, and I managed to decipher the codes and logic of a rich language, which has a penetrative power much greater than words, as well as transversal and universal. I saw in photography a way of expressing concepts and events, but above all emotions, which are ultimately what most affect human beings. In the creation of an image there must be a fundamental emotional process so that the message is transmitted
with as much strength as possible. Today I seek to photograph nature for what it is, but also for what “it also is,” attempting to generate an emotional connection with the public. I believe that in this way my message about conservation becomes more relevant and valid over time. Nature photography has allowed me to visit a large part of the Chilean territory, taking me to remote places where few have set foot, such as the austral fjords of Tierra del Fuego or the extensive high plains of the Altiplano. But I have also concentrated on nature that is closer to the cities, which surrounds us day by day. There lies the key to a good photograph: to have the ability to see beauty in everyday life, in what we have in front of our nose, but that we do not usually perceive because we do not take the time to stop, pause and contemplate our surroundings.
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a fotografía de la naturaleza. A partir de entonces comprendí que mi misión como biólogo y fotógrafo era mostrar, educar y generar conciencia en torno al valor de la conservación de la biodiversidad y las áreas naturales que todavía quedan en el planeta. Comencé con una fotografía muy descriptiva, de registro. La idea era capturar la especie o lugar a través del lente, sin cuidar mucho los aspectos más técnicos. Así estuve muchos años hasta que comprendí que la fotografía era más que eso, y logré descifrar los códigos y la lógica de un lenguaje muy rico, que tiene un poder de penetración mucho mayor que el de las palabras, y que además es transversal y universal. Vi en la fotografía una forma de expresar conceptos y sucesos, pero sobre todo emociones, que son finalmente las que mueven al ser humano. En la creación de una imagen debe haber un proceso emotivo fundamental para lograr
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que el mensaje llegue lo más lejos posible. Hoy busco fotografiar la naturaleza por lo que es, pero también por lo que “además es”, intentando generar una conexión emocional con el público. Siento que así mi mensaje sobre la conservación se hace más relevante y vigente en el tiempo. La fotografía de la naturaleza me ha permitido conocer gran parte del territorio chileno, llevándome a lugares remotos donde pocos han pisado, como los australes fiordos de Tierra del Fuego o las extensas planicies de altura del altiplano. Pero también me he concentrado en esa naturaleza que está más cerca de las ciudades, esa que nos rodea día a día. Allí radica la clave de una buena fotografía: tener la capacidad para ver la belleza en lo cotidiano, en eso que tenemos frente a nuestra nariz, pero que no solemos percibir porque no nos damos el tiempo para detenernos, hacer una pausa y contemplar nuestro entorno.
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<ensayo fotográfico>
Martín Pescador (Megaceryle torquata). Bahía Águila, Estrecho de Magallanes.
Sietecolores (Tachuris rubrigastra).
Pitio (Colaptes pitius).
Piuquenes (Oressochen melanoptera).
Loro Tricahue (Cyanoliseus patagonus). 60
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Pingüinos Rey (Aptenodytes patagonicus).
Albatros de ceja negra (Thalassarche melanophrys).
Traro (Polyborus plancus).
Carpinteros Negros. (Campephilus magellanicus).
Albatros de ceja negra (Thalassarche melanophrys).
Loros Tricahue (Cyanoliseus patagonus).
Flamencos Chilenos (Phoenicopterus chilensis).
Cóndor (Vultur gryphus). Patagon Journal
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<ensayo fotográfico>
Los Molles, V Región.
Lagunas de Baltinache, Salar de Atacama.
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Parque Nacional Alberto de Agostini.
Huemul (Hippocamelus bisulcus), Parque Nacional Cerro Castillo.
Zorro Chilla (Lycalopex griseus), Tierra del Fuego.
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Two worlds. Dos mundos. Laguna Arcoíris, Parque Nacional Conguillío.
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photo essay
<ensayo fotográfico>
Flowers in the desert Desierto florido.
Araucarias and milky way. Araucarias y vía Láctea. Parque Nacional Conguillío. Patagon Journal
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Rediscovering
Redescubriendo Chiloé By ZOE BAILLARGEON
Above / Arriba: A rainbow over the picturesque coast of the big island of Chiloé. Un arcoiris sobre la pintoresca costa de la isla grande de Chiloé.
I
slowly raise the spoon to my lips, blowing gently before slurping up the exquisitely flavorful broth. The gallina de campo - freerange chicken - falls off the bone with the slightest prodding from my spoon. The potatoes are soft and steeped in rich juices. Cupping the bowl in my hands, I allow the warmth and smell of vegetables and meat to rise, filling me and this
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cabin, located on a distant and isolated stretch of river near Lake Huillinco on the main island of Chiloé. I sit in satisfaction and amazement, wondering, “how did I get here?” In a literal sense, it was a bit complicated. To get here, I had to drive thirty minutes from Castro, Chiloé’s capital city, to a deserted stretch of lakeshore, and then take a boat across the
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destinations <destinos>
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e llevo lentamente la cuchara a la boca, soplando antes de sorber el exquisito caldo. La gallina de campo está tan tierna que se deshace sola. Las papas están blanditas y muy ricas. Sujeto el cuenco de cerámica con ambas manos, me lo acerco a la cara y aspiro. El sabroso aroma de las verduras y la carne
BLAISE GALLAND
se eleva, llenándome a mí y a esta cabaña, ubicada en un tramo distante y aislado del río cerca del Lago Huillinco, en la Isla Grande de Chiloé. Me siento satisfecha y sorprendida, y me pregunto, “¿cómo he llegado hasta aquí?”. En un sentido literal, fue un poco complicado. Tuve que conducir treinta minutos desde la capital de Chiloé, Castro, hasta un
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sector desierto de la orilla del lago, y después navegar a través de éste y remontar varios kilómetros de río hasta arribar a una diminuta finca, donde mis anfitriones de Paraíso Tours - Don Mario, María Graciela y el resto de su familia - han preparado probablemente la mejor cazuela que he comido (sin contar la de mi suegra chilena, por supuesto).
destinations <destinos>
ANTONIO VENEGAS
“The sense of connection with nature and neighbor paired with disconnection from the real world. Time stands still here while the tides never cease.” “La sensación de comunión con la naturaleza y el vecino unida a la desconexión con el mundo real. Aquí el tiempo se detiene mientras las mareas no cesan nunca”. lake and several kilometers up a river until reaching the tiny homestead where my hosts at Paraiso Tours - Don Mario, Maria Graciela, and the rest of their family - have prepared possibly the best bowl of cazuela I’ve ever had (except for my Chilean mother-in-law’s, of course). But in the more metaphorical, “how did I get so lucky” sense of the question, it’s because Chiloé has always called to me, ever since my first visit several years ago. The shivering blue waters of its bays and channels. The rolling hills and verdant forests. The Chilotes, the community of islanders who are so down to earth and friendly. The sensation that a troll could pop out from behind a tree, or a ghost ship throwing a party could be heard on cold, still nights. The sense of connection with nature and neighbor paired with disconnection from the real world. Time stands still here while the tides never cease.
There’s just something about these islands. That’s why I keep going back.
In the place of seagulls
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’ve always liked to think of the archipelago of Chiloé like a piece of Ireland that was carved off with a jagged knife and plunked down into the chilly oceans of South America, its smaller islands scattered into the surrounding waters like bread crumbs. The comparison is not without its merits. The landscapes are similar: hilly paddocks dotted with sheep, ocean views over sea cliffs, homes hunkered close to the ground, chimneys leaking smoke. Chiloé is also famous for its 286 known varieties of potatoes (there were believed to be more than 400 at one point); even Darwin wrote about them. Sheep’s wool clothing is the fashion of choice. The sky is often overcast and drizzly. Chiloé even has its own mythology that the islanders are delightfully pragmatic about
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Patagon Journal
ZOE BAILLARGEON
(“I don’t believe in witches but if they exist, they exist,” I was told by one islander, while being told by another that, in no uncertain terms, the El Caleuche ghost ship did exist and he had seen it). When people think of Chiloé, they think of the old wooden churches that are UN World Heritage sites; the penguin colonies and whale watching; enjoying a steaming plate of curanto; visiting the end of the Pan American Highway; and the tippy-toed palafito houses lining the bays of Castro. Those are the must-sees, the Greatest Hits. They were the things I set out to see on my first visit. But now, having left my heart in Castro, I want to see more, know more, discover the unseen sides of the island. And I’ve found the perfect guide.
The other Chiloé
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yril Christensen isn’t originally from Chiloé. But he’s been coming here ever since
RICHARD WOLF
KARINA SEVERIN
Pero en un sentido más metafórico de la pregunta, “cómo he tenido tanta suerte”, es porque Chiloé siempre me ha llamado, desde mi primera visita hace ya varios años. Las trepidantes aguas azules de sus bahías y canales. Sus suaves colinas y verdes bosques. Los chilotes, la comunidad de isleños que son tan amables y amistosos. La sensación de que un troll podría saltar detrás de un árbol, o que un barco fantasma dando una fiesta se podría oír en las frías y tranquilas noches. La sensación de comunión con la naturaleza y el vecino unida a la desconexión con el mundo real. Aquí el tiempo se detiene mientras las mareas no cesan nunca. Estas islas tienen algo especial. Por eso vuelvo una y otra vez.
En la tierra de las gaviotas
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iempre me ha gustado pensar en el archipiélago de Chiloé como en un pedazo de Irlanda recortado con un cuchillo mellado y arrojado en el frío océano de Sudamérica, con pequeñas islas desperdigadas en las aguas circundantes, cuales migas. La comparación no es superflua. Los paisajes son similares: prados montañosos salteados de ovejas, vistas al océano desde los acantilados, casas achaparradas, chimeneas que desparraman humo. Chiloé también es famoso por sus 286 variedades de papas
ROBERT HARDING
conocidas (se cree que llegó a haber más de 400); hasta Darwin escribió sobre ellas. La ropa de lana de oveja está de moda. A menudo el cielo está encapotado y lluvioso. Chiloé tiene hasta su propia mitología, sobre la que los isleños son deliciosamente pragmáticos (“No creo en las brujas, pero si existen, existen”, me decía un lugareño mientras otro me contaba, muy serio, que el barco fantasma El Caleuche existía y que lo había visto). Cuando la gente piensa en Chiloé, piensa en las antiguas iglesias de madera que son Patrimonio de la Humanidad; en las colonias de pingüinos y el avistamiento de ballenas; en saborear un humeante plato de curanto; en visitar el final de la carretera panamericana; y en los palafitos que, alzados sobre pilares, cubren la bahía de Castro. Eso es lo que hay que ver, las Grandes Atracciones. Es lo que fui a buscar la primera vez. Pero ahora que he dejado mi corazón en Castro quiero ver más, saber más, descubrir la cara oculta de la isla. Y he encontrado al guía perfecto.
El otro Chiloé
C
yril Christensen no es originario de Chiloé. Pero ha venido una y otra vez desde que era niño y acabó mudándose hace diez años. Siempre con una sonrisa en los labios y un sombrero de estilo Akubra que le hace parecer un cazador de cocodrilos chilote,
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Clockwise / En el sentido de las agujas del reloj: Scenes from Chiloé: sheep dotting the hills, a palafito in Castro, gaviotas, and an historic church in Tenuan. Escenas de Chiloé: ovejas en las colinas, un palafito en Castro, gaviotas y una iglesia histórica en Tenuan.
A D V E RT I S E M E N T P U B L I R E P O RTA J E
Vive el lujo de lo auténtico en Chiloé. Experience the luxury of the authentic in Chiloe.
"UN HOTEL DE NATURALEZA DONDE EL LUJO ESTÁ EN LO SIMPLE" En el entorno de gran belleza que domina a la Península de Rilán, a 16 kms. de Castro, el Hotel está emplazado en un parque de 10 hectáreas de bosques de árboles nativos, sobre una meseta que brinda un impresionante espectáculo marítimo, desde donde se descubre el encanto más visible de Chiloé: mar y naturaleza. Fue concebido desde sus orígenes como un proyecto sustentable por su compromiso con el medio ambiente, la comunidad y el desarrollo local. La propuesta del Hotel es que cada huésped viva la experiencia del verdadero Chiloé, tratando de revivir la calidez y ambiente familiar de las casas de zonas rurales del sur de Chile, donde sus espacios y materialidad son tan propios de su cultura, liberando aromas, sonidos, formas, colores y texturas especiales. La capacidad total del hotel es de 46 personas, con 13 habitaciones y 4 familiares "Palafitos Familiares" de 2 habitaciones cada una con sala de estar y un amplio baño. Sus instalaciones cuentan también con un Restaurant, Quincho chilote y sala de reuniones para cincuenta personas. Una piscina temperada completamente techada, sala de masajes y
sauna. Tinajas de madera –Hot Tub- ubicadas en el exterior en la terraza del Hotel, con una vista panorámica impresionante hacia el canal de Dalcahue, además, sala de masajes y sauna. Las tinajas de madera –Hot Tub- ubicadas en el exterior en la terraza del Hotel, con una vista panorámica impresionante hacia el canal de Dalcahue son un imperdible para los huéspedes. El aroma de la madera, el calor del agua, el placer de la vista y el aire puro son una experiencia única. La gastronomía que ofrece el Hotel busca revalorizar los productos del archipiélago, especialmente a través de los cultivos tradicionales, cuya calidad y sabor se reflejan en platos que deleitan al huésped más gourmet, somos abastecidos por productores locales, de frutas, vegetales y otros ingredientes. Para dar el último toque de frescura a la carta, contamos con nuestra propia huerta que produce papas, rabanitos, lechugas, perejil, entre otros productos orgánicos, que abastecen las necesidades del Hotel. “A HOTEL OF NATURE, WHERE LUXURY IS IN THE SIMPLE” In the environment of great beauty that dominates to the Peninsula of Rilán, to 16 kms. of Castro, the Hotel is located in a park of 10 hectares of forests of native trees, on a plateau that offers an impressive maritime spectacle, from where you discover the most visible charm of Chiloé: sea and nature. It was conceived from its origins as a sustainable project for its commitment to the environment, community and local development. The Hotel's proposal is that each guest live the experience of the real Chiloé, trying to revive the warmth and familiar atmosphere of rural houses in southern Chile, where their spaces and materiality are so typical of their culture, releasing aromas, sounds, shapes, colors and special textures.
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The total capacity of hotel is 46 people, with 13 rooms and 4 family “Palafitos” of 2 rooms each with living room and a wide bathroom. The facilities also include Restaurant, Quincho Chilote and a meeting room for 50 people. A fully roofed heated pool, massage room and sauna. The wooden jars -Hot Tub- located outside on the terrace of the Hotel, with an impressive panoramic view towards the Dalcahue canal, plus a massage room and sauna. The wooden jars -Hot Tub- located outside on the terrace of the Hotel, with an impressive panoramic view towards the Dalcahue canal are a must for the guests. The aroma of the wood, the warmth of the water, the pleasure of the sight and the pure air are a unique experience. The gastronomy offered by the Hotel seeks to revalue the products of the archipelago, especially through traditional crops, whose quality and taste are reflected in dishes that delight the most gourmet guests, Hotel is supplied by local producers of fruits, vegetables and other ingredients. To give the last touch of freshness to our menu, we have our own vegetable garden that produces potatoes, radishes, lettuce, and parsley, among other organic products, that cater to the needs of the Hotel.
destinations <destinos>
Hikers exploring the forests of Tantauco Park.
ALAN BANNISTER
he was a child and finally moved here ten years ago. Always with a warm smile on his face and his trusty Akubra-like hat that makes him look like a Chilote Crocodile Hunter, Cyril is one of the founders of Chiloé Natural, a sustainability-oriented tour operator that offers tours in everything from kayaking to walking tours of Castro. “Chileans go to Chiloé three times in their lives: as a kid with their parents, as a backpacker in their youth, and then again as adults with their own children,” says Cyril. Tourism isn’t the only industry on the island. Salmon farming is especially widespread, as is timber. But I’m interested
in finding out how the growing tourist trade is affecting this historically isolated and close-knit community, especially with a proposed bridge on the horizon that will finally connect the big island to the mainland. Many travel industry professionals point to 1989 as the beginnings of organized tourism in Chiloé, that’s when Renato Arancibia first started running tours with his Turismo Pehuen, visiting the historic churches and other sites. But now, tourism is on the rise, especially during the high season, December to February, the summer months in the Southern Hemisphere, which is when about two-thirds
Cyril es uno de los fundadores de Chiloé Natural, una agencia turística orientado a la sustentabilidad que ofrece tours de todo tipo, desde rutas en kayak hasta caminatas por Castro. “Los chilenos vienen a Chiloé tres veces en la vida: de niños con sus padres, de mochileros cuando son jóvenes, y otra vez de adultos con sus propios hijos”, dice Cyril. El turismo no es la única industria de la isla. La cría de salmón está muy extendida, así como la industria maderera. Pero me gustaría saber cómo está afectando el creciente turismo a esta comunidad históricamente aislada y muy
Excursionistas explorando los bosques del Parque Tantauco.
unida, especialmente con la perspectiva de un puente en el horizonte, el que conectará por fin la gran isla con el continente. Muchos profesionales del turismo hablan de 1989 como el inicio del turismo organizado en Chiloé, cuando Renato Arancibia empezó a organizar excursiones con Turismo Pehuén, haciendo visitas a las históricas iglesias y otros lugares. Pero ahora el turismo está creciendo, especialmente en temporada alta, de diciembre a febrero, los meses de verano en el hemisferio sur, que es cuando vienen unos dos tercios de los visitantes de la isla. Pero Chiloé es un lugar que se puede disfrutar todo el año, y
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JORGE CARDENAS
“Midway through the hike, we pause at a spring to drink some fresh water; it’s so fresh it’s practically an aphrodisiac.” “A mitad de la caminata, nos paramos en un manantial a beber agua; estaba tan buena que era casi un afrodisíaco”.
PAUL JONES
of the island’s visitors come. But Chiloé is a place that can be enjoyed year-round, and it’s possibly even better outside of summer as less tourists “clutter the main attractions,” says Cyril. My most recent trip was testament to that fact: I traveled in the heart of winter, with brisk temperatures but sunny and more than agreeable days for hiking, kayaking and horseback riding. For nature lovers, one can’t miss either Chiloé National Park on the western coast or the 118,000-hectare (291,584 acre) Tantauco Park on the island’s southern tip, owned by current Chile President Sebastian Pinera. With their beautiful beaches, immaculate hiking trails, and old-growth forests, these parks are deserved icons with breathtaking scenery. Tourists typically make a beeline for these two parks, which have doubled their number of annual visitors over the past decade. But Chiloé also boasts many other worthy nature destinations. Take Bosque Piedra, located on the shores of Huillinco Lake. This 10-hectare (24 acre) private reserve offers an intimate escape. Guided tours must be booked in advance and no more than eight people are allowed at a time, I’m told on a hike there with owner and guide Elena Bochetti. “You’re alone in the forest and it’s silent, so you can really experience it,” she says of the reserve, where mosses and ferns practically drip from the tall trees and the ground is so soft that it squishes beneath my feet like a
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sponge. Midway through the hike, we pause at a spring to drink some fresh water; it’s so fresh it’s practically an aphrodisiac. And it’s not just protected lands; there is plenty of other virgin territory around the island still waiting to be discovered. The San Pedro Valley, just a short drive from Castro, is a gorgeous wooded valley full of flowing rivers, dense forests, and picturesque Chilote houses. This “holler,” to use the colloquial term, is prime territory for horseback riding, which I did for an afternoon with Pablo Landeta of Cabalgatas Chiloé. We clip-clopped over rugged mountain trails, reveling in the fresh air and the distant sound of water. Another great way to see and experience Chiloé is from the water: kayaking (especially sea kayaking around the archipelago looking out for marine species like whales and dolphins) is popular among locals and visitors alike. The Chepu River and estuary is oft regarded for kayaking in the assorted guidebooks thanks to its spectacular sunken forest (a phenomenon created by the Great Chilean Earthquake of 1960), but most bays, rivers, lakes, and estuaries around the islands are suitable for kayaking, making it easy to look out for wildlife and appreciate the changing views.
It’s for the birds
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nother activity Chiloé is gaining increasing renown for is birdwatching, with at least 147 species calling the islands home. On my first afternoon I visited Pullao, a quiet, serene bay that is prime birding territory and just a short drive from Castro on the Rilan peninsula. Looking out over the bay from the observation deck at Refugio Pullao, I was amazed to see Chilean flamingos dipping their noses into the low-tide bay, rummaging for food. I was told that they migrate here during Chiloé’s winter months - yet another incentive to visit during low season. Nearby, is also key migratory habitat for the Hudsonian godwit; thankfully, it was recently protected from economic development with the help of the Audobon Society and local green group CECPAN. Every year, nearly all of the incredible godwits that inhabit the great white north of Alaska travel half way around the world to Chiloé, where they dance and feed from October to April. Indeed, many other migratory birds choose to come to Chiloé because of its eastern wetlands, which are considered patrimonial heritage sites and are some of the best places for
Clockwise / En el sentido de las agujas del reloj: Hudsonian godwits near Pullao, a birdseye view of Castro, kayakers along the coast, a pudu deer in Tantauco Park. Zarapito de pico recto cerca de Pullao, una vista de Castro, kayakistas a lo largo de la costa, un pudu en el Parque Tantauco.
JIMMY LANGMAN
probablemente es incluso mejor fuera de temporada, cuando hay menos turistas “abarrotando las atracciones”, dice Cyril. Mi último viaje es un testamento de ello: fui en pleno invierno, con bajas temperaturas, pero días soleados y más que agradables para caminar, hacer kayak y montar a caballo. Los amantes de la naturaleza no deben perderse ni el Parque Nacional Chiloé, en la costa oeste, ni el Parque Tantauco, de 118.000 hectáreas, en el extremo sur de la isla, que pertenece al actual presidente de Chile, Sebastián Piñera. Con sus preciosas playas, sus rutas de senderismo impolutas, y sus antiguos bosques, estos parques son íconos por derecho propio con paisajes impresionantes. Normalmente los turistas desfilan hacia estos dos parques, que han doblado su número anual de visitantes en la última década. Pero Chiloé presume de muchos otros destinos naturales. Véase por ejemplo Bosque Piedra, en la costa del Lago Huillinco. Esta reserva privada de 10 hectáreas ofrece una escapada íntima. Hay
que reservar la visita guiada por adelantado y no se permiten más de ocho personas a la vez, me cuenta en un viaje la dueña y guía Elena Bochetti. “Estás solo en un bosque silente, así que puedes experimentarlo de verdad”, me dice sobre el lugar, donde el musgo y los helechos prácticamente cuelgan de los altos árboles, y el suelo es tan blando que se estruja bajo mis pies como una esponja. A mitad de la caminata, nos paramos en un manantial a beber agua; estaba tan buena que era casi un afrodisíaco. Y no solamente hay zonas protegidas: hay mucho territorio virgen en la isla esperando a ser descubierto. El Valle de San Pedro, a corta distancia de Castro, es un precioso valle arbolado, lleno de ríos, densos bosques y pintorescas casas chilotas. Este valle es de primer nivel para montar a caballo, cosa que hice una tarde con Pablo Landeta, de Cabalgatas Chiloé. Cabalgamos por accidentados caminos de montaña, disfrutando del aire fresco y el correr del agua a lo lejos. Otra gran manera de ver y disfrutar Chiloé es desde el
Patagon Journal
ALAN BANNISTER
agua: el kayak (especialmente marítimo, alrededor del archipiélago para observar especies marinas como ballenas y delfines) es popular entre lugareños y visitantes. El río Chepu y su estuario suelen nombrarse para el kayak en varias guías de turismo gracias a su espectacular bosque hundido (un fenómeno creado por el Gran Terremoto de Chile en 1960), pero la mayoría de bahías, ríos, lagos y estuarios de las islas son adecuados para el piragüismo, facilitando la observación de la fauna salvaje y la apreciación de un paisaje cambiante.
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¡Mira, un pájaro!
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tra actividad por la que Chiloé se está haciendo conocido es la observación de aves, ya que al menos 147 especies tienen su hogar aquí. Durante mi primera tarde visité Pullao, una bahía tranquila y serena que es perfecta para el “birdwatching”, a corta distancia de Castro, en la península de Rilán. Mirando la bahía desde la terraza de observación en el Refugio Pullao, me sorprendí al ver flamencos chilenos hurgando en la bajamar en busca de comida. Me dijeron que migraban aquí en los meses invernales - otra razón más para visitar la isla en temporada baja.
“Most bays, rivers, lakes, and estuaries around the islands are suitable for kayaking, making it easy to look out for wildlife and appreciate the changing views.”
KRISTOBAL GUDENSCHWAGER
birding on the island, especially the picturesque Chullec wetland on Quinchao Island. After that glimpse of the flamingos, for the rest of the trip I was hooked, keeping my ears and eyes open. And I got lucky. In the span of just a few days, I saw caracara hawks, austral parakeets, a giant kingfisher, tens of others I wasn’t able to write down fast enough or identify. I never thought I’d be a birding girl, but Chiloé convinced me.
The ocean and land provides
I
’ve always loved the food on Chiloé: on my first visit I tried
out the legendary local dish curanto al hoyo, and the apple empanadas can give any turnover a run for its money. But this time, I was intrigued by news of a new inventive gastronomic scene that has made Castro (the cosmopolitan hub of the islands, where dining, hospitality, and shopping are all being taken to new heights) a mini-foodie destination in its own right. My first taste of this trend took place at Travesia, where head chef Lorna Muñoz complements traditional flavors and recipes with her own personal touch. As I tucked into a plate of chanchito tentacion, she filled
“La mayoría de bahías, ríos, lagos y estuarios de las islas son adecuados para el kayak, facilitando la observación de la fauna salvaje y la apreciación de un paisaje cambiante”.
Cerca también se encuentra un importante hábitat migratorio del zarapito de pico recto, que afortunadamente hace poco fue protegido con la ayuda de la Audubon Society y el grupo ecologista local CECPAN. Cada año, casi todos los increíbles zarapitos de recto que viven en el gran norte blanco de Alaska recorren medio planeta hasta Chiloé, donde bailan y comen entre octubre y abril. De hecho, muchas otras aves migratorias eligen venir a Chiloé por sus humedales orientales, considerados patrimonio de la humanidad y son de los mejores sitios para observar aves en la isla, espe-
cialmente el humedal Chullec en la Isla Quinchao. Tras echarles un vistazo a los flamencos, el resto del viaje estuve enganchada prestando atención a cualquier indicio con los sentidos bien despiertos. Y tuve suerte. En unos pocos días vi caranchos, cachañas, un martín pescador y muchas otras aves que no tuve tiempo de escribir o identificar. Nunca pensé que me gustaría la observación de aves, pero Chiloé me convenció.
El mar y la tierra proveen
S
iempre me ha encantado la comida de Chiloé: en mi
Made in Chiloe / Hecho en Chiloé
C
hiloé is not just about seafood: inland, its farmers cultivate diverse crops such as strawberries, garlic, maqui berries, and potatoes. Now, Chiloe’s culinary entrepreneurs are looking for new ways to showcase the archipelago’s bounty of flavors and terroir. One of Chile’s star wineries, Vina Montes (monteswines.com), is experimenting with vineyards on Mechuque Island. And at Mitica (miticachiloe. com), they’re producing a premium, glass-bottled water designed by an oenologist that claims to be the “purest rainwater in the world.” At Chiloe Island Spirits Distillery, over the past four years they have been developing a Chilote vodka made from local potato varieties such as michuñe and bruja. Named after a mythical mermaid from local folklore, Sirena de Chiloe Vodka (sirenadechiloe.cl) is triple-distilled to produce a crisp and smooth flavor.
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hiloé no se trata solo de mariscos; en el interior sus agricultores cosechan diversos cultivos, como frutillas, ajos, bayas de maqui y papas. Ahora, los emprendedores culinarios de Chiloé están buscando nuevas formas de mostrar la abundancia de sabores y terroir del archipiélago. Una de las viñas estrella de Chile, Viña Montes (monteswines.com), está experimentando con viñedos en la isla Mechuque. Y en Mitica (miticachiloe. com) producen agua de primera calidad embotellada en vidrio, diseñada por un enólogo que dice ser el “agua de lluvia más pura del mundo”. En la destilería Chiloé Island Spirits, durante los últimos cuatro años han estado desarrollando un vodka chilote hecho de variedades de papa locales como la michuñe y la bruja. Nombrado en honor a una mítica sirena del folclore local, Sirena de Chiloé Vodka (sirenadechiloe.cl) se destila triplemente para producir un sabor crujiente y suave.
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Experience Chiloé
w w w . o c i o t e r r i t o r i a l . c o m Península de Rilán - Castro - Chiloé - Chile • reservas@ocioterritorial.com
destinations <destinos>
Tourists camping on the beach at Chiloe National Park. Los turistas acampando en la playa en el Parque Nacional Chiloé.
Muelle de las Almas.
JIMMY LANGMAN
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me in on her kitchen-mission. “I want to demonstrate the real products of the island, help people know the real flavors, the people, the mix of traditions,” she explained, saying her kitchen here was like that of her home: warm, comfortable, a place for everyone. She’s mastered both the ambience and the food: my meal was sublime. For the rest of my stay, visiting newer establishments like Rucalaf and older favorites like Mercadito, I went on an elegantly plated and creatively prepared tour of Chiloé: fresh fish, grilled octopus, smoked pork, tubular multi-colored potatoes. All fresh, all delicious. But also, sometimes just a simple stew or roadside empanada can be enough to thrill the taste buds, as that cazuela at a distant farm on the riverbend reminded me.
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FRANCOIS GUINOT
The winds of change
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rom looking at a map, the islands of Chiloé seem like they can be fully explored in just a week. But every time I go back, I’m constantly discovering new places, new things to learn, new reasons to return. I can never do everything I want: I get so busy hiking and boating I’ve barely had a chance to experience any of its folk music live, for example, although I am now the proud owner of colorful wall hangings and cozy wool sweaters courtesy of the island’s thriving artisan community. Change is definitely in the air in Chiloé, with the bridge on the horizon and the question of what it will mean for local culture and commerce hanging in the air like morning fog. But there are some things about Chiloé that I’m sure will never change: the islanders’
YERKO VUSCOVICH
Seafood and potatoes dominate the traditional cuisine. Mariscos y papas dominan la cocina tradicional.
primer viaje probé el legendario plato local de curanto al hoyo, y las empanadas de manzana superan a cualquier pastelillo. Pero esta vez estaba interesada en una nueva escena gastronómica creativa que ha convertido a Castro (el centro cosmopolita de las islas, donde la comida, la hostelería y el comercio está llegando a nuevas cotas) en un mini destino gastronómico por derecho propio. Mi primera impresión de esta tendencia tuvo lugar en Travesía, donde la cocinera jefe, Lorna Muñoz, combina sabores tradicionales con recetas con su toque personal. Mientras comía a gusto un plato de “chanchito tentación”, me habló de su misión en la cocina. “Quiero mostrar los verdaderos productos de la isla, ayudar a las personas a conocer los sabores reales, la gente, la mezcla de tradiciones”, me explicó, diciendo que su cocina aquí era igual que la de su casa: cálida, acogedora, un lugar para todo el mundo. Ella domina tanto el ambiente como la comida: el plato estaba sublime. Durante el resto de mi estancia, visité restaurantes y locales más recientes como Rucalaf, y viejos favoritos como Mercadito.
Fui a un tour elegantemente preparado y creativo de Chiloé: pescado fresco, pulpo a la parrilla, cerdo ahumado, papas multicolor. Todo fresco, todo delicioso. Pero a veces un simple guiso o una empanada al borde de la carretera pueden ser suficientes para emocionar a las papilas gustativas, como me recordó esa cazuela en la lejana finca ribereña.
Los vientos de cambio
Be part of the sailing experience and not just a spectator! Sé parte de la experiencia de navegación y no sólo un espectador!
TRIPS TO CHILOE AND NORTHERN PATAGONIA VIAJES A CHILOÉ Y PATAGONIA NORTE
A
l mirar un mapa, no pareciera que sólo llevaría una semana explorar a fondo las islas de Chiloé. Pero cada vez que vuelvo descubro sitios nuevos, cosas nuevas que aprender y más motivos para regresar. Nunca puedo hacer todo lo que quiero: me volqué tanto en el senderismo y la navegación que casi no tuve tiempo para disfrutar de su música tradicional en vivo, por ejemplo, aunque ahora estoy orgullosa de tener coloridos adornos de pared y calentitos jerseys de lana, cortesía de la creciente comunidad artesana de la isla. El cambio está definitivamente en el aire en Chiloé, con el puente en el horizonte y
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RESERVATIONS / RESERVAS Tel: +56 9 92351107 sailpatagonia@gmail.com www.sailpatagonia.com
destinations <destinos>
ALEXANDRE PATRIER
“Traditions hold fast here, like roots, growing deep and sturdy.” “Las tradiciones tienen aquí raíces profundas, crecientes pero fuertes”. warmth; the aura of mystique and tranquility; the connection to the elements; the fact that the present walks hand in hand with the past. Traditions hold fast here, like roots, growing deep and sturdy. Here, with the sea at my front and the hills at
my back, I feel at peace, my natural restlessness stilled, as if the islands are saying to me: “You’re on an island. You’re not going anywhere. Relax. Take a minute and look around you.” I am, Chiloé, and I’m loving every minute of it.
The morning fog on the Chiloé coast. La niebla matutina en la costa de Chiloé.
la cuestión de lo que significará para la cultura local y el comercio suspendidos en el ambiente cual niebla matinal. Pero hay cosas de Chiloé que estoy segura que nunca cambiarán: la calidez de los isleños, el aura de misterio y tranquilidad; la conexión con los elementos; el hecho de que el presente camine de la mano del pasado. Las tradiciones tienen aquí
raíces profundas, crecientes pero fuertes. Aquí, con el mar al frente y las montañas a la espalda, estoy en paz, mi natural inquietud acallada, como si las islas me estuvieran diciendo: “Estás en una isla. No hay manera de escapar. Relájate. Detente un instante y mira a tu alrededor”. Ya lo hago, Chiloé, y lo estoy disfrutando a fondo.
How to go / Cómo ir
BLAISE GALLAND
Accomodations Tierra Chiloé - This exquisitely designed high-end retreat was bought by the luxe Tierra hotel chain in 2014, which expanded the hotel to 24 rooms. Guests spend their days island-hopping on the hotel’s personal boat before returning for spa treatments, gourmet meals, and night caps of ulmo sour, a riff on the pisco sour made with local honey. From US$1,550, for allinclusive, two-night minimum; tierrahotels.com/chiloe Ocio Territorial Hotel - The other grand dame of luxury on the island is this stunner which overlooks Castro from the Rilan peninsula. The outside of the hotel look like classic Chilote houses with the shingled wooden tiles, but the inside is the peak of modern elegance, with sleek wooden walls, and large windows with bay views. From US$460; ocioterritorial.com Hotel Veliche - Classic Chilote culture meets trendy modern at this new 10-room boutique outfit in Castro. Using reclaimed wood for its furniture and tastefully decorated with local handicrafts like woven throws, it’s a lovely new addition to the island’s accommodation options. Definitely opt for one of the rooms overlooking the bay; the views are great. From US$116; veliche.cl
Huillin Lodge - For the perfect escape from “cosmopolitan” Castro, head to this recently opened rural lodge, whose six separate rooms overlook the tranquil Lake Huillinco. Each room comes with a private terrace and amenities like the most sophisticated shower module this side of Japan. You’d be hard-pressed to find more gracious hosts than owners Andrea and Oscar. From US$130 for a double; huillinlodge.cl El Coo Lodge - Named after the owl of Chilote mythology, El Coo looks out over a peaceful private beach near Queilen. The lodge’s remote location, cozy rooms, and striking exterior design make it a great starting point from which to explore the southern part of the big island. From US$115; elcoolodge.com
Dining Travesia - The ancient, authentic flavors of the archipelago come alive in new and exciting ways in the hands of head chef Lorna Muñoz. Everything is fresh from the sea or the field, and her dishes with chanchito (pig) are to die for. Rucalaf - The flavors of the campo (country) are translated to the gourmet restaurant table at this local gem, housed in a blue roadside house about 20 minutes outside Castro. Helmed by chef par excellence Claudio
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Alojamiento
bahía: son increíbles. Desde 116
Tierra Chiloé - Este retiro de exquisito diseño de alta gama fue adquirido por la cadena hotelera de lujo Tierra Hotels en 2014, que expandió el establecimiento a 24 habitaciones. Los huéspedes pueden ir de una isla a otra en el barco privado del hotel antes de regresar al spa y disfrutar de la comida gourmet y los cócteles de ulmo sour hechos con miel local. Desde 1,550 USD, todo incluido, estadía mínima de dos noches; tierrahotels.com/chiloe Ocio Territorial Hotel - La otra gran dama de lujo en la isla es esta belleza con buenas vistas de Castro desde la península de Rilán. El exterior del hotel se pareces a las clásicas casas chilotas, con tejas de madera, pero el interior es el summum de la elegancia moderna, con elegantes paredes de madera, y grandes ventanales con vistas a la bahía. Desde 460 USD; ocioterritorial.com
USD; veliche.cl Huillín Lodge - Para la escapada perfecta de la “cosmopolita” Castro, dirígete a este lodge rural recién abierto, cuyas seis habitaciones están a orillas del
Hotel Veliche - La cultura tradicional chilote se mezcla con lo moderno en este nuevo hotel boutique de 10 habitaciones en Castro. Con muebles de madera reciclada y decorado con buen gusto con artesanías locales como mantas tejidas, es una adorable adición a las opciones de alojamiento de la isla. Definitivamente escoge una de las habitaciones con vistas a la
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tranquilo Lago Huillinco. Cada habitación tiene una terraza privada y comodidades, como el módulo de ducha más sofisticado fuera de Japón. Te costará encontrar anfitriones más atentos que los dueños, Andrea y Óscar. Desde 130 USD por una habitación doble; huillinlodge.cl
Dónde comer Travesía - El sabor auténtico y ancestral del archipiélago vuelve a la vida de maneras nuevas y sorprendentes en manos de la cocinera jefe, Lorna Muñoz. Todo es fresco, del mar o la granja, y sus platos con chanchito son para morirse. Rucalaf - Los sabores del campo se trasladan a la mesa gourmet de este restaurante que es un tesoro local, ubicado en una casa azul de carretera a unos 20 minutos de Castro. Dirigido por el chef por excelencia Claudio Monjes, aquí el menú cambia cada día y con cada estación, con carne, pescado, pasta y opciones vegetarianas. Yo recomendaría el pescado: de lo mejor. Kuranto - Si has de probar el famoso curanto al hoyo de
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MAURICIO SAEZ
Monjes, here the menu changes daily and seasonally, with meat, fish, pasta, and vegetarian options. I’d recommend their fish: top-notch. Kuranto - If you must have some of the island’s famous curanto al hoyo, locals and travelers alike swear by this place in Ancud, where, yearround, you can get a hearty ser ving of Chiloé’s iconic meal of seafood, meat, and potatoes traditional prepared. Good stuff.
la isla, tanto lugareños como visitantes apuestan por este local en Ancud, donde todo el año puedes encontrar buenas raciones de este plato icónico de Chiloé compuesto por pescado, carne y papas preparado a la manera tradicional. Muy bueno. Patagonia Palafito - Para los fanáticos del café desesperados por una buena taza en el sur de Chile, la respuesta es Patagonia Palafito. Ubicado en un palafito remodelado en la
What to do / Qué hacer Birdwatching - Chiloe is one of the best places to observe a large array of Chile’s diverse and fascinating bird species, from black necked swans to penguins to albatross and egrets. Numerous migratory birds call Chiloe home. The eastern patrimonial wetlands are considered the top spots for birding on the islands. Sea kayak - Sea kayaking is a fantastic way to appreciate the archipelago’s unique geography and spot marine life like whales, dolphins, and penguins. Based in summer out of the town of Dalcahue, Altue Sea Kayaking (seakayakchile.com) offers can’t miss 5 day/4 night itineraries around the islands with stays in a stilt house in Castro and a guest house on Mechuque Island. Horseback riding - The archipelago’s hills, beaches, and protected lands are ideal for horseback riding. Cabalgatas Chiloe (cabalgataschiloe.cl) offers guided tours through the rivers and forests in the San Pedro Valley; the dunes at Cucao, Playa Tricolor, and Tepuhueico Park (home of the Muelle de las Almas) are also popular destinations with beautiful views and easy riding terrain. Tantauco - Located at the southern end of the main island, Tantauco Park (parquetantauco.cl) is home to some of the island’s best-preserved old-growth temperate forests, which can be explored via the park’s extensive, 150 km (93 mi) hiking trail network. Churches - Made with local timber and representing the architectural meshing of the Chilote culture and the Jesuit religion, the 16 UNESCO churches of Chiloe are some of the archipelago’s top highlights, structurally amazing and visually enchanting.
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Observación de aves - Chiloé es uno de los mejores lugares para avistar una gran variedad de las diversas y fascinantes especies de aves chilenas, desde cisnes de cuello negro hasta pingüinos, albatros o garzas. Numerosas aves migratorias hacen de Chiloé su hogar. Los humedales orientales patrimoniales están considerados como los mejores sitios para observar aves. Kayak de mar - El kayak de mar es una manera estupenda para apreciar la geografía única del archipiélago y avistar la fauna marina, como ballenas, delfines y pingüinos. Con su base de verano en la ciudad de Dalcahue, Altue Sea Kayaking (seakayakchile.com) ofrece itinerarios irresistibles de 5 días y 4 noches alrededor de las islas, con estancias en un palafito en Castro y una hostería en la isla Mechuque. Montar a caballo - Las colinas del archipiélago, sus playas y sus áreas protegidas son perfectas para salir a cabalgar. Cabalgatas Chiloé (cabalgataschiloe.cl) tiene excursiones guiadas a través de los ríos y bosques del valle de San Pedro; las dunas de Cucao, la playa Tricolor y el parque Tepuhueico (hogar del Muelle de las Almas) también son destinos populares con lindas vistas y terrenos sin mucha complejidad. Tantauco - En el extremo sur de la Isla Grande, el Parque Tantauco (parquetantauco.cl) es hogar de los bosques templados antiguos mejor conservados de la isla, que se pueden explorar a través del sistema de 150 km de senderos del parque. Iglesias - Hechas con madera local, representan el mestizaje arquitectónico entre la cultura chilota y la orden jesuita; estas 16 iglesias declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO son una de las grandes atracciones de la isla, de una estructura MATIAS DAROCH increíble y visualmente fascinantes.
Patagon Journal
Patagonia Palafito - For coffee fanatics in desperate need of a good cup of joe in southern Chile, Patagonia Palafito is the answer. Situated in a refurbished palafito on Ten Ten Bay in Castro, here you watch the tide turn with a cup of Intelligentsia coffee and some tasty treats or peruse the front-room art gallery.
Bahía Ten Ten en Castro, aquí puedes ver subir la marea con una taza de café Intelligentsia y deliciosos pastelillos, o visitar la galería de arte.
Tour Operadores Chiloé Natural - Esta compañía con interés en la sustentabilidad se anuncia con una oferta para acceder al “lado real de la isla”, y verdaderamente cumplen lo que prometen. El dueño, Owen Cyril Christensen, conoce Chiloé como la palma de su mano y se nota en sus tours, que ofrecen kayaking, observación de aves, senderismo y mucho más. chiloenatural.cl Sail Patagonia - Explora las bahías y vías navegables de Chiloé con estilo en el Dawn Treader, un catamarán modelo Privilege 47 equipado con 5 cabinas dobles y dirigido por Claudio Breit, un marino aventurero. Los tours incluyen opciones de un día e itinerarios más largos que llegan hasta el interior del continente. sailpatagonia.com
Tour Operators Chiloé Natural - This sustainability-oriented tour company advertises itself as offering access to the “real side of the island,” and they really follow through on that promise. Owner Cyril Christensen knows Chiloé like the back of his hand and his tours reflect that, offering kayaking, bird-watching, trekking, and much more. chiloenatural.cl Sail Patagonia - Explore the bays and waterways of Chiloé in style on the Dawn Treader, a Privilege 47 model catamaran equipped with 5 double cabins and helmed by adventuring seafarer Claudio Breit. Tours include day tour options and longer itineraries reaching into the interior of the continent. sailpatagonia.com
Cómo llegar
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Getting There
a principal vía para acceder a las islas es en el transbordador, tomando la ruta 5 desde Puerto Montt hacia Pargua, unos 62 km. No hace falta reservar el pasaje de antemano: los barcos circulan hasta tarde y rara vez tendrás que esperar más de unos minutos. Cruzar a la isla principal lleva poco menos de media hora, y el precio está incluido si vas en autobús (algunas opciones como Queilen Buses y Cruz del Sur cuestan unos $7.000 pesos la ida). Para autos, el ferry cuesta $12.000 pesos. En total, el viaje desde Puerto Montt hasta Castro lleva unas 3 horas y media. LATAM Airlines ahora también ofrece vuelos a Castro, un viaje de tan solo 20 minutos desde el aeropuerto El Tepual en Puerto Montt.
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he main way to get to the islands is via the ferry crossing near Chacao. Take Highway 5 from Puerto Montt toward Pargua, about 62 km (38 miles). It’s not necessary to book a ticket in advance: the boats shuttle back and forth until late at night and rarely are you left waiting more than a few minutes. The crossing takes roughly 25 minutes, and the price is included if you are on a bus (options like Queilen Buses and Cruz del Sur cost about $7,000 pesos [US$ 10] one-way). For cars, the ferry crossing is $12,000 pesos (US$ 17). Overall, the trip from Puerto Montt to Castro takes about 3.5 hours. LATAM Airlines also now offers flights to Castro, just a 20-minute hop from El Tepual Airport in Puerto Montt.
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Massive Salmon Escape in Chile Causes National Alarm Masiva fuga de salmones en Chile provoca alarma a nivel nacional O
ne of the largest salmon escapes in Chilean history occurred in July at a salmon farm run by the Norway-owned Marine Harvest. A storm producing strong winds and rain caused serious structural damage to the Punta Redonda fish farm on Huar Island, located just south of Puerto Montt in the Los Lagos region, freeing some 690,000 Atlantic salmon from 9 of the 10 cages on site. Greenpeace called it “an environmental disaster with severe and unimaginable con-
sequences,” while the Superintendency of the Environment (SMA) notified the company that they must cease operations for 30 days. The SMA stated that the detention measure is based on a serious breach of Marine Harvest Chile's environmental obligations, related to its operational management, contingency plans and maintenance, which caused an incident that "represents a risk to the marine environment, the flora and fauna of the sector, public health."
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na de las mayores fugas de salmones de las que se tenga registro en Chile se produjo a principios de julio, cuando un temporal de fuertes lluvias y vientos generó serios daños estructurales en el centro de cultivo Punta Redonda, perteneciente a la empresa Marine Harvest Chile, de capitales noruegos. Fueron unos 690 mil salmones del Atlántico (Salmo salar) los que se escaparon de nueve de las diez jaulas existentes en la salmonera ubicada en
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isla Huar, al sur de Puerto Montt, en la región de Los Lagos. Desde Greenpeace calificaron este hecho como “un desastre medioambiental de graves e insospechadas consecuencias”, mientras que la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) notificó a la empresa respecto de la detención de funcionamiento por 30 días del centro de cultivo afectado. La SMA esgrimió que la medida se basa en un presunto incumplimiento grave a las obligaciones ambientales
It was also discovered that about 463,000 of the escaped salmon were being treated with an antibiotic called florfenicol, making them unsuitable for human consumption. Nevertheless, despite repeated warnings from authorities, there have been numerous reports of the salmon being sold illegally and intensively in the Calbuco and Puerto Montt areas, a situation which Marine Harvest Chile also has confirmed. Under Chilean law, a company has 30 days to recover at least 10% of their escaped salmon. If this does not occur, then the government must declare that environmental damage has occurred, and the company risks a fine of up to 143 million Chilean pesos ($US 222,000) and possibly the loss of its operating permit. To avoid such a fate, the company is attempting to recapture the fish by, among other things, paying local fishermen 7,000 pesos ($US 10.85) per trapped fish. The massive salmon escape has raised concern, and questions about the potential environmental impact on local ecosystems. “They are telling people that since these
fish feed on pellets, they are accustomed to being fed, and they will not feed on their own. That is a lie," said Lisabeth van der Meer, executive director of Oceana Chile. "These fish are invasive carnivores. When they get hungry, they will eat absolutely anything they encounter. They are predatory fish." Atlantic salmon are not a native species to Chile. The fish is an introduced, invasive species originally from the west coast of the United States and Canada. Local officials fear that, due to the magnitude of this event, there is a strong likelihood that some of the salmon will find suitable areas to settle and reproduce: a phenomenon that has already occurred elsewhere in Chile with species such as Chinook salmon, rainbow trout, and brown trout. In late August, the Federation of Artisanal Fishermen of Hualaihué filed a lawsuit in Chile’s courts to demand accountability. According to these fishermen, there seems to be no entrepreneurial will to improve practices in an industry that continues to cause serious environmental harm in the southern seas of Chile.
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de Marine Harvest Chile, referidas a su manejo operacional, plan de contingencias y labores de mantención, lo que provocó un incidente que “representa un riesgo al medio acuático, la flora y fauna del sector, y la salud de las personas”. Se estableció que cerca de 463 mil de los salmones que se escaparon estaban siendo tratados con un antibiótico llamado Florfenicol, por lo que no son aptos para el consumo humano. Sin embargo, durante el transcurso de los días se realizaron diversas denuncias en torno a la venta ilegal e intensiva de salmones en las comunas de Calbuco y Puerto Montt -situación que también fue ratificada por Marine Harvest Chile- a pesar de las repetidas advertencias efectuadas por las autoridades. La ley establece un plazo de 30 días, prorrogables por 30 días más, para que la empresa recupere al menos el 10% del total de los ejemplares escapados. En caso que eso no ocurra, se presume la existencia de daño ambiental, y desde el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) aseguraron que Marine Harvest Chile arriesga una multa de hasta 143 millones de pesos e
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incluso perder su concesión. Por su parte, la empresa destinó un presupuesto especial para labores de recaptura, considerando, entre otros aspectos, pagar $7.000 pesos a los pescadores artesanales por pez atrapado. La preocupación e incertidumbre se instaló también en torno al impacto medioambiental que la masiva fuga de salmones puede generar en el ecosistema. “Le dicen a la gente que como estos peces se alimentaban con pellets, estaban acostumbrados a ser alimentados y no se van a alimentar solos. Eso es mentira, estos peces son carnívoros invasores. Cuando tengan hambre van a comer absolutamente cualquier cosa que encuentren. Son depredadores tope”, explicó Liesbeth van der Meer, directora ejecutiva de Oceana. El salmón del Atlántico no es nativo de Chile, la especie ha sido reconocida como invasora en la costa oeste de Estados Unidos y Canadá, y desde el Núcleo Milenio de Salmónidos Invasores (INVASAL) temen que debido a la magnitud de este evento aumente la probabilidad de que un grupo de individuos encuentre zonas apropiadas para establecerse y reproducirse. Un fenómeno que ya ocurrió en Chile con especies como el salmón Chinook, la trucha arcoíris y la trucha café. El posible asilvestramiento de las poblaciones de peces fugados es lo que motivó a la Federación de Pescadores Artesanales de Hualaihué a presentar a fines de agosto una demanda para establecer responsabilidades respecto a los sucesivos escapes masivos de salmones desde los centros de cultivo en Chile. Según los pescadores, parece no haber voluntad empresarial por mejorar las prácticas en una industria que sigue provocando graves consecuencias medioambientales en los mares australes del país. (Tomás Moggia).
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Codeff: Half a Century
of Environmental Activism Medio siglo de activismo medioambiental Chile’s oldest environmental group turns 50. El grupo medioambiental más antiguo de Chile cumple 50 años.
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t was 1968, when a group of scientists, researchers, and academics, led by the lawyer Godofredo Stutzin, founded Chile’s first environmental group: The National Committee for Defense of Flora and Fauna (Codeff). And in October, the non-profit will celebrate a half century of working for nature conservation and building awareness in Chile about the importance of safeguarding the country’s natural heritage. Environmental issues did not begin to be addressed in Chile until the 1960s, says Pablo Camus, an environmental historian at Chile’s Catholic University. Although some animal protection groups and nature-oriented organizations, like The Friends of the Tree Society, existed, Camus says Codeff was a pioneering institution for Chile, the first of the modern-style environmental protection organizations to form in the country. “Without a doubt, it did important work in the protection of natural resources and the environment in Chile. It created space for other NGOs to emerge and also put environmental topics on the agenda,” said Camus. From its very beginnings Codeff was apt at forming technical work teams responsible for studies which would later become crucial for the work of
the government. For Ximena Salinas, president of Codeff since 2013, it is partially for this reason that the institution became a “platform” for diverse environmental professionals. “Throughout this process, a lot of people established themselves and then later moved on to the public or private sectors, or other NGOs,” she says. In its first years, Codeff played an active role in varied campaigns, some of them historic, such as those that achieved legal protection for species such as the alerce and araucaria trees, or those that led to the end of whaling in Chile. Codeff was the first organization that took on the country’s glaring deficiency in environmental policies and laws. They were difficult times politically and socially, especially after 1973 with the arrival of the Augusto Pinochet dictatorship, when at first Codeff had to operate unofficially. Once the sociopolitical context stabilized enough to allow social organizations to meet and function, Hernán Verscheure, an agronomist who joined Codeff at the end of the 1970s, took on the role of executive secretary. Verscheure remembers that one of the most iconic campaigns from those years was the defense of
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orría el año 1968 cuando un grupo compuesto principalmente por científicos, investigadores y académicos liderados por el abogado Godofredo Stutzin, fundó una organización que resultó ser la primera en liderar el activismo medioambiental en Chile: el Comité Nacional Pro Defensa de la Flora y Fauna, Codeff. En octubre, la institución cumplirá medio siglo trabajando por la conservación de la naturaleza y la sensibilización de la sociedad chilena en torno a la importancia de la protección y el cuidado del patrimonio natural del país. Fue justamente en la década de los 60’ del siglo pasado cuando en cierta forma la problemática medioambiental estalló y comenzó a ser abordada en Chile, según Pablo Camus, historiador ambiental de la Pontificia Universidad Católica. Si bien existían algunas sociedades protectoras de animales y otras organizaciones como la Sociedad de Amigos Del Árbol, de acuerdo a Camus, Codeff es una institución pionera en Chile en el sentido más moderno con el que se concibe a las organizaciones no gubernamentales (ONG). “Sin duda, cumplió una labor muy importante en la protección de los recursos naturales y el medioambiente en Chile. Abrió espacios para el surgimien-
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to de otras ONG y también instaló el tema ambiental en el tapete”, explica el doctor en Historia. Desde sus inicios Codeff supo conformar equipos de trabajo técnico encargados de estudios que luego eran considerados por las autoridades. Para Ximena Salinas, presidenta de la organización desde 2013, es en parte por ello que la institución sirvió de cuna o plataforma para diversos profesionales. “En todo este proceso, mucha gente se formó a su alero para después migrar al sector público, privado y otras ONG”, esgrime la periodista. En sus primeros años de vida, Codeff desarrolló un rol activo en varias campañas, algunas de las cuales alcanzaron tintes históricos, como aquellas que lograron la protección legal de especies como el alerce –y más tarde la araucaria-, o las que permitieron poner fin a la actividad ballenera en Chile. Codeff fue la primera organización que hizo frente a las ilegalidades vinculadas con la poca legislación ambiental existente. Eran tiempos complejos en el ámbito político y social del país, sobre todo a partir de 1973 con la Dictadura de Augusto Pinochet, donde al principio la institución tuvo que funcionar extraoficialmente. Una vez que el contexto sociopolítico se estabilizó como
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Codeff leading a march in 1996 in defense of the Chilean native forest. Codeff liderando en 1996 una marcha por la defensa del bosque nativo chileno.
Lake Chungará in northern Chile, in Lauca National Park. Using various principles incorporated in Pinochet’s constitution of 1980, they were able to take legal action against the government to save a lake that had been targeted by a hydroelectric scheme. “Codeff was the first organization to use the law to achieve environmental aims. With the Lake Chungará case, a very important precedent was set. From that point on many communities, organizations, and groups began to use the law to support their lawsuits. This is one of the institution’s greatest contributions,” says Verscheure. Chile’s return to democracy strengthened the environmental movement, and Codeff was no exception. In the early 1990s, in collaboration with Chile’s Agriculture and Livestock Service (SAG), the organization created the first Wildlife Rehabilitation Center in the country, and through international support and cooperation, financed the purchase of a series of high-value properties for conservation of native species, such as the 7,530-hectare (18,607 acres) Los Huemules del Niblinto Sanctuary, and the 456-hectare (1,127 acres) Rio Claro Reserve in Aysén. Later more areas would be added in other parts of the country.
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The organization was key in protect Lake Chungara in northern Chile. La organización fue clave para proteger el lago Chungará en el norte de Chile.
Over the years, Codeff has also played a key role in the debate on the impacts of the forestry model in Chile, in particular bringing forestry certification to Chile. “In this case the FSC (Forest Stewardship Council), which has served as a tool for generating spaces for dialogue among different actors in order to establish requirements for taking on the environmental and social impacts of forestry operations,” says Verscheure. As it turns 50, Codeff faces new challenges. Nevertheless, as environmental historian Pablo Camus says, regardless of the path ahead there is a clear legacy for Codeff: “The commitment to the fight for the environment.”
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para permitir que las organizaciones sociales pudiesen reunirse y funcionar, Hernán Verscheure, quien había ingresado a Codeff a fines de los 70’, pasó a ocupar un cargo a modo de secretario ejecutivo. El agrónomo recuerda que una de las campañas más simbólicas por ese entonces fue la defensa del lago Chungará, ubicado en el límite norte de Chile, en el Parque Nacional Lauca. A través de ciertos principios incorporados en la Constitución de 1980 de Pinochet, se pudo implementar una acción legal contra el Estado para salvar un lago que quería ser utilizado con fines hidroeléctricos. “Codeff fue la primera organización que utilizó la ley con
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la finalidad de lograr reivindicaciones ambientales. A partir del caso del lago Chungará se estableció un precedente que fue súper importante. Desde ahí en adelante muchas comunidades, organizaciones y grupos empezaron a utilizar la ley para apoyar sus demandas. Ese es uno de los grandes aportes de la institución”, sostiene Verscheure. El retorno de la democracia a Chile fortaleció el movimiento medioambiental, y Codeff no estuvo ajeno a ese fenómeno. A principios de los 90’, en colaboración con el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), la organización creó el primer Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre del país, y a través del financiamiento y la cooperación internacional, también logró financiar la compra de una serie de terrenos de mucha valía en términos de conservación de especies nativas, como el Santuario de la Naturaleza Los Huemules del Niblinto, de 7.530 hectáreas, y la Reserva Río Claro en Aysén, de 456 hectáreas. Más adelante se sumarían otras zonas en distintas partes del país. A lo largo de los años, Codeff también ha jugado un papel importante en el debate en torno a los impactos del modelo forestal en Chile, en particular en traer la certificación forestal. “En este caso la FSC (ForestStewardship Council), que ha servido como una herramienta para generar espacios de diálogo entre los distintos actores con el ánimo de establecer requerimientos para enfrentar los impactos ambientales y sociales de las operaciones forestales”, asegura Verscheure. Ad portas de cumplir 50 años, Codeff enfrenta nuevos desafíos. Pero como resume el historiador ambiental Pablo Camus, más allá del panorama actual hay un claro y contundente legado de Codeff: “El compromiso por la lucha por el medioambiente”. (Tomás Moggia)
Best Araucarias Hikes
Las mejores caminatas para ver araucarias
By WAYNE BERNHARDSON Photos by MATIAS ERRAZURIZ
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n 1911, when John Muir climbed a ridge in southern Chile’s “monkey puzzle” forests, he marveled at “A glorious and novel sight, beyond all I had hoped for.” At the age of 73, the legendary conservationist had first explored the Amazon and then, after reaching Buenos Aires, he crossed the Andes in search of the araucaria trees (Araucaria araucana). From the city of Victoria, north of Temuco, he rode to the Andean foothills to sketch the forests and sleep
beneath the trees he’d come to observe—just as he did beneath California’s giant sequoias. Also called the pewén in the Mapudungun language, the araucaria has a narrow distribution between 37º 20’ and 40º 20’ S in Argentina and Chile. In total, its woodlands cover less than 400 square kilometers (154 square miles), mostly in the Andes but with scattered stands in Chile’s coastal range. Its nuts are a traditional subsistence resource for the native Pewenche peoples,
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n 1911, cuando John Muir escaló una cresta en los bosques de “araucarias” del sur de Chile, se maravilló con “una vista gloriosa y novedosa, más allá de todo lo que esperaba”. A la edad de 73 años, el legendario conservacionista había explorado primero la Amazonía y luego, después de llegar a Buenos Aires, cruzó los Andes en busca de la Araucaria araucana. Desde la ciudad de Victoria, al norte de Temuco, cabalgó hacia
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las estribaciones andinas para conocer los bosques y dormir bajo los árboles que había ido a observar, tal como lo hizo bajo las secuoyas gigantes de California. El pehuén, como se le conoce en el idioma Mapudungun, tiene una distribución estrecha entre 37° 20’ y 40° 20’ S en Argentina y Chile. En total, sus bosques cubren menos de 400 kilómetros cuadrados, principalmente en los Andes, pero con algunas poblaciones dispersas en la
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just as piñon pine nuts are to the indigenous peoples of the southwestern United States. The best options to see the distinctive tree, which because of its unique shape are also oft referred to as “umbrella trees,” may be the parks and reserves near the Chilean Lake District resort town Pucón. Parque Nacional Huerquehue offers easy access to hiking trails, dense araucaria forests, and panoramas that include the perennially smoking, snow-topped Volcán Villarrica. On my last visit, I chose the steep Sendero Quinchol which, lacking lakes and watercourses, seems to get fewer hikers than other trails. Carrying water is imperative. As you climb through coigüe forests, the first stunted araucarias start to appear but, soon afterward, you emerge onto a broad plain studded with trees that recall tropical Central America’s lowland pine savannas. Native birds are a constant but, on a loop trail that returns through a different part of the forest, I nearly squashed an araña pollito, a colorful Andean tarantula. On my most recent trip, though, I chose the Santuario Cañi (www.santuariocani.cl), a private nature reserve even closer to town. Though it covers
“The best options to see the distinctive tree, oft referred to as “umbrella trees,” may be the parks and reserves near the Chilean Lake District resort town Pucón.” “Las mejores opciones para ver a este distintivo paraguas pueden ser los parques y reservas cerca de Pucón”. only 524 hectares (1,295 acres), the forest trails reach upland panoramas that make it feel larger. The non-profit Fundación Lahuén purchased the site to rescue it from logging threats in 1992, but turned over management to local residents who provide information and guide services. I first hiked here then as the foundation’s guest and, at that
cordillera de la Costa de Chile. Sus frutos son un recurso de subsistencia tradicional para el pueblo pehuenche, así como los piñones lo son para los pueblos indígenas del suroeste de Estados Unidos. Las mejores opciones para ver a este distintivo paraguas pueden ser los parques y reservas cerca de Pucón. El Parque
Nacional Huerquehue ofrece fácil acceso a senderos, densos bosques de pehuén y vistas panorámicas que incluyen el volcán Villarrica, siempre humeante y cubierto de nieve. En mi última visita, elegí el empinado Sendero Quinchol que, al carecer de lagos y cursos de agua, parece tener menos excursionistas que otros senderos. Llevar agua es imperativo. A medida que se asciende por los bosques de coigüe, comienzan a aparecer las primeras araucarias atrofiadas, pero, poco después, se emerge a una amplia planicie tachonada de árboles que recuerdan las sabanas de pinos de las tierras bajas de América Central. Las aves nativas son una constante, pero en un sendero que regresa a través de una parte diferente del bosque, casi aplasté a una araña pollito, una colorida tarántula andina. En mi viaje más reciente, sin embargo, elegí el Santuario El Cañi (www.santuariocani.cl), una reserva natural privada aún más cerca de la ciudad. Aunque cubre solo 524 hectáreas, los senderos del bosque alcanzan vistas panorámicas desde las tierras altas y lo hacen sentir más grande. La Fundación
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Araucaria forest at El Cañi Sanctuary, located just outside of Pucon. Bosque de araucarias en el Santuario El Cañi, ubicado a las afueras de Pucón.
time, dense quila (Andean bamboo) often obstructed us, and I aggravated a sore ankle on a rudimentary cattle track. This time, though, I entered from the locality of Pichares, where local guide Manuel Venegas briefed me on this new approach (hiring a guide is optional, except in winter, when it’s obligatory). This time my joints were sound, but the trail seemed steeper than my memories and recent rains had made for slippery spots. The first segment meanders along an old logging road, where strategically placed benches offer vistas toward Pucón and Huerquehue. The footpath proper begins at the Refugio Aserradero, an hexagonal sawmill converted to a rustic shelter, with a central firepit.
From this point, the route becomes a true woodland trail and, despite steep segments, it’s more pleasant beneath the towering coigües and other southern beeches. It levels out at the marshy plateau of Laguna Las Totoras, surrounded by monkey puzzles, and continues to Laguna Negra, where overnighters can pitch a tent. Unfortunately, I’d started too late to switchback up to the El Mirador ridge for the panorama of Villarrica’s smoking summit and other nearby volcanoes, and I soon headed back down. On the way back to Pucón, I gave a lift to a young Iranian couple—she a hijab hiker—which suggested that the fame of the monkey puzzle has spread even farther than Muir anticipated.
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Lahuén, una organización sin fines de lucro, compró el sitio para rescatarlo de las amenazas de tala en 1992, pero entregó la administración a los residentes locales, quienes brindan información y servicios de guía. Primero fui de excursión como huésped de la fundación y, en ese momento, la densa quila (un bambú andino) a menudo nos obstruía, agravando un dolor en mi tobillo en medio de una rudimentaria huella de ganado. Esta última vez, no obstante, ingresé desde la localidad de Pichares, donde el guía local Manuel Venegas me informó sobre este nuevo enfoque (la contratación de un guía es opcional, excepto en invierno, cuando es obligatorio). Esta vez mis articulaciones estaban sanas, pero el camino parecía más pronunciado de lo que recordaba y las lluvias recientes provocaron que fuera fácil resbalarse. El primer segmento serpentea a lo largo de una antigua carretera forestal, donde bancos estratégicamente ubicados ofrecen vistas hacia
Pucón y Huerquehue. El sendero propiamente tal comienza en el Refugio Aserradero, un aserradero hexagonal convertido en un rústico refugio, con una hoguera central. A partir de este punto, la ruta se convierte en un verdadero sendero de bosque y, a pesar de los tramos empinados, es más agradable bajo los imponentes coigües y otros árboles del sur. Se nivela en la meseta pantanosa de la Laguna Las Totoras, que está rodeada de araucarias, y luego continúa hacia la Laguna Negra, donde se puede acampar. Desafortunadamente, había empezado demasiado tarde para regresar a la cresta de El Mirador y obtener la vista panorámica de la cumbre humeante del Villarrica y otros volcanes cercanos, y pronto emprendí el descenso. En el camino de regreso a Pucón, di un aventón a una joven pareja iraní, ella era toda una excursionista con hiyab, lo que sugiere que la fama de las araucarias se ha extendido más de lo que Muir anticipó.
Coastal Araucarias: Nahuelbuta Araucaria costera: Nahuelbuta Most visitors see their Araucarias in the Andes, but the coastal range batholith of Parque Nacional Nahuelbuta is well worth a detour. Here, west of the city of Angol, the trees even find growing spaces in cracks in its massive igneous outcrops. Nahuelbuta has fine trails, suitable for day hikes, but it doesn’t get many hikers because it lacks water—there are no rivers or lakes suitable for swimming except outside park limits. There is a car campground. La mayoría de los visitantes ven araucarias en los Andes, pero el batolito de la cordillera de la Costa del Parque Nacional Nahuelbuta bien merece un desvío. Aquí, al oeste de la ciudad de Angol, los árboles incluso encuentran espacios en las grietas de la roca ígnea. Nahuelbuta tiene buenos senderos, adecuados para excursiones de un día, pero no recibe muchos senderistas porque carece de agua, no hay ríos o lagos adecuados para nadar, salvo fuera de los límites del parque. Hay un campamento al que se puede acceder en auto. (W. B.)
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Leave No Trace No Deje Rastro How to enjoy nature without damaging it Cómo disfrutar de la naturaleza sin dañarla By RAÚL CASTRO
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lthough enormously powerful, nature is fragile when facing the impacts that humans are capable of causing. This idea is even more evident when we consider the accelerating population growth on the planet and the growing demand for outdoor activities to reconnect us with that nature which is a victim of our carelessness. That's why at National Outdoor Leadership School (NOLS), every time we start a new outdoor education program, or a training day with park rangers, or a talk with high school students, we seek to transmit the importance of transforming ourselves TODAY into more conscious and respectful hikers, in order to conserve the natural wealth that we still have left. "Leave No Trace," more than the name of a course, is the es-
sence of a philosophy that we have followed at NOLS for some five decades and it has formally been part of our educational programs since the 1990s. It is a philosophy not just based on a system of beliefs, but its seven principles have strong scientific basis in conservation ecology; it is a discipline that describes the types, quantities, and rates of ecological changes which are caused by the recreational use of our natural environments. What trail should I take when I go to the mountains? Where should I set up my camp when I navigate the fjords with my kayak? Where and how do I go to the bathroom while I'm rushing toward the summit? How does my presence affect the biodiversity in this place? All these questions are part of what we seek to answer with the “Leave No Trace” prin-
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unque enormemente poderosa, la naturaleza es frágil frente el impacto que el humano es capaz de provocarle. Esta noción se hace evidente cuando consideramos el acelerado aumento de la población en el planeta y la creciente demanda por realizar actividades al aire libre que nos conectan con esa naturaleza víctima de nuestros descuidos. Por eso en NOLS - en inglés, National Outdoor Leadership School, o Escuela Nacional de Liderazgo al Aire Libre - cada vez que comenzamos un nuevo programa de educación al aire libre, una jornada de capacitación con guardaparques o una charla con estudiantes secundarios, buscamos transmitir la importancia de transformarnos HOY en senderistas más conscientes y respetuosos para conservar
Patagon Journal
FELIPE PIMENTEL
la riqueza natural que todavía nos queda. “No Deje Rastro”, más que el nombre de un curso, es la esencia de una filosofía, una que en NOLS observamos desde hace aproximadamente cinco décadas y que forma parte de nuestros programas educativos, de manera formal, desde los años 90. Se trata de una filosofía que no se basa sólo en lo que creemos, ya que sus siete principios tienen un contundente sustento científico en la Ecología de la Conservación, la que describe los tipos, cantidades y velocidades de los cambios ecológicos que son causados por el uso recreativo de nuestros ambientes naturales. ¿Qué sendero debo tomar cuando voy a la montaña? ¿Dónde debo armar mi campamento cuando navego por los fiordos sobre mi kayak? ¿Dónde y cómo
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“More than the name of a course, it is the essence of a philosophy that we have followed at NOLS for some five decades.” “Más que el nombre de un curso, es la esencia de una filosofía, una que en NOLS observamos desde hace aproximadamente cinco décadas”.
KIRK RASMUSSEN
ciples; it is a way to counter the undesired deterioration of soils, vegetation, wildlife, water resources and, ultimately, the quality of our recreational experiences and that of future generations. Thus, the seven principles of “Leave No Trace” are a set of concrete, easily applicable tips through ethical and technical principles focused on reducing our impact on nature. Take note; it is an investment in ourselves and they are very simple to follow: 1. Plan ahead and prepare. Find out about the restrictions and
current characteristics of the area you will visit, gather information on weather conditions, and choose the appropriate equipment. 2. Travel and camp on durable surfaces. Always stay on existing trails to minimize the impact on other areas, avoid walking through wet or swampy areas, and avoid camping less than 60 meters (65 yards) from water sources. 3. Dispose of waste properly. When there are no bathrooms, bury your waste in a hole no less than 20 centimeters deep and
voy al baño mientras apuro el tranco hacia la cumbre? ¿Cómo afecta mi presencia a la biodiversidad presente en este lugar? Todas estas preguntas son parte de lo que buscamos respon-
1. Planifica y prepara tu viaje con anticipación. Infórmate de las restricciones y características vigentes del área que visitarás, reúne información de las condiciones climáticas y escoge
der con los principios del “No Deje Rastro”, un mecanismo para contrarrestar el deterioro indeseado de suelos, vegetación, fauna silvestre, recursos hídricos y, en definitiva, de la calidad de nuestras experiencias recreativas y de las generaciones que nos sucederán. Así, los siete principios “No Deje Rastro” son un conjunto de consejos concretos y fácilmente aplicables a través de lineamientos éticos y técnicas orientadas a reducir el impacto en la naturaleza. Toma nota, es una inversión en nosotros mismos y son muy sencillos de seguir:
el equipo adecuado. 2. Viaja y acampa en superficies resistentes. Mantente siempre en los senderos existentes para minimizar el impacto sobre otras zonas, evita caminar por sectores húmedos o pantanosos, y evita acampar a menos de 60 metros del agua. 3. Dispón adecuadamente de los desechos. Cuando no haya baños, entierra tus desechos en un hoyo no menor a 20 centímetros de profundidad y lleva de vuelta toda la basura que generaste. 4. Deja lo que encuentres. Admira el pasado, pero no te lleves objetos arqueológicos
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“It is the best way we have to contribute to the conservation of the natural spaces that we love.” “Es la mejor forma que tenemos de aportar a la conservación de los espacios naturales que amamos”. FELIPE PIMENTEL
take with you all the garbage that you created. 4. Leave what you find. Admire the past but do not take archaeological objects that are part of the place and its identity, do not introduce or transport non-native species, leave the flowers and natural objects where they are. 5. Minimize campfire impacts. Never make a fire under a tree or on its roots, use cooking stoves for cooking and flashlights for lighting, use dry sticks and do not break tree branches to make a fire. 6. Respect wildlife. Observe it from afar and do not give it food to avoid generating dependencies, control your pet at all times or leave it at home, avoid wildlife during sensitive periods. 7. Be considerate of other visitors. Be respectful of the locals, the people in charge of wild areas and other visitors, keep your noise to a minimum
and avoid carrying sound elements such as radios. Not following these principles is synonymous with environmental degradation, which inevitably results in destinations that lose their attraction for visitors or are closed to await their recovery. However, experience has shown us that it is much more efficient to prevent damage instead of healing wounds caused by careless use, because working to restore, if it is possible, will take far longer to achieve its objectives than putting into practice the “Leave No Trace” principles. We invite all who are enthused by going into wild nature to first be aware of our impact and then do everything possible to minimize it. It is the best way we have to contribute to the conservation of the natural spaces that we love. For more information about “Leave No Trace", visit www. nols.org
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que son parte del lugar y su identidad, no introduzcas o transportes especies no nativas, deja las flores y objetos naturales donde están. 5. Minimiza el uso e impacto de fogatas. Nunca hagas una fogata debajo de un árbol o sobre sus raíces, privilegia el uso de fogones existentes, prefiere el uso de cocinillas para cocinar y linternas para alumbrar, usa palos secos y no rompas ramas de los árboles para hacer fuego. 6. Respeta la fauna silvestre. Obsérvala desde lejos y no le des comida para no generar dependencias, controla a tu mascota en todo momento o déjala en casa, evita a la fauna silvestre durante periodos sensibles. 7. Considera a otros visitantes. Sé respetuoso con los habitantes del lugar, con los encargados de las áreas silvestres y otros visitantes, mantén tus ruidos al mínimo y evita llevar elementos sonoros como las radios.
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No seguir estos principios es sinónimo de degradación del entorno, lo que se traduce inevitablemente en destinos que pierden su atractivo para los visitantes o que son cerrados para esperar su recuperación. Sin embargo, la experiencia nos ha demostrado que es mucho más eficiente prevenir los impactos en lugar de sanar las heridas que produce el uso descuidado, ya que ésta recuperación, si es que es posible, tarda mucho más tiempo en cumplir su objetivo que poner en práctica los principios “No Deje Rastro”. La invitación, para todos los que vibramos al adentrarnos en la naturaleza, es primero a ser consientes de nuestro impacto y luego a hacer todo lo posible por minimizarlo. Es la mejor forma que tenemos de aportar a la conservación de los espacios naturales que amamos. Para más información sobre “No Deje Rastro”, puedes visitar www.nols.cl
directory The first fun place north of the south pole Since 1995, we offer visitors to Pucon a place full of energy, a cozy atmosphere, excellent vegetarian food, reasonable prices, and plenty of reliable advice for travelers eager to explore Chile’s wilderness. Desde 1995, ofrecemos a quienes visitan Pucón un lugar acogedor, lleno de energía, con excelente comida vegetariana, precios razonables y muy buenos consejos para quienes quieren explorar la naturaleza en Chile.
We’re located in a beautiful native forest with arrayan trees and feature a sustainable project via solar energy and recycling, hot tubs, bike rentals, and access to fishing, kayak and rafting. Nos encontramos en un hermoso bosque nativo de arrayanes con un proyecto sustentable mediante energía Fotovoltaica, Reciclaje, Tina de agua caliente, arriendo bicicletas y con acceso a Pesca, Kayak y Rafting.
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Photo by: Hernan Romero
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ANTONIO HORVATH
A Road is Made By Walking It El camino se hace al andar By PETER HARTMANN
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ayfarer, there is no road, you make it by walking it,” the Spanish singer Joan Manuel Serrat sang in honor of the poet Antonio Machado. This was Antonio Horvath’s favorite song when we had our radio programs together. And, for sure, that was his motto. Although I had known this stubborn engineer of the Carretera Austral, or Southern Highway, since 1982, we would later establish a friendship at the radio station and defending Patagonia from the nuclear waste dump at Gastre. A multifaceted individual, among other things, Horvath was a civil engineer, an artist, environmentalist, explorer, adven-
turer, and editor of Trapananda magazine. Educated and sensitive, a regionalist politician, he was always independent in his ideas, but above all he was in love with Patagonia: its magic, its untamed nature, and its people. As a result, he was also a promoter and defender of its virtues. He became one of the most famous people in Patagonia in recent decades, and was always elected with an ample majority, first as a congressman and later as a senator. This was no coincidence; the people of Aysen loved him and respected him greatly. The young Horvath arrived to Aysén as a backpacker in search of adventure and soon thereafter the newly graduated
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aminante no hay camino, el camino se hace al andar”, le dedicó el cantante español Joan Manuel Serrat al poeta Antonio Machado. Esta era la canción favorita de Antonio Horvath cuando teníamos nuestros programas de radio. Y, por cierto, ese era su lema. Si bien conocía desde 1982 al obstinado ingeniero del “Camino Longitudinal Austral”, luego entablaríamos una amistad en la radio y defendiendo a la Patagonia del basurero nuclear de Gastre. Multifacético, entre otras cosas, Horvath era ingeniero civil, artista, ambientalista, explorador, aventurero y editor de la revista Trapananda.
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Culto y sensible, luego político regionalista, siempre fue independiente en sus ideas, pero ante todo era un enamorado de la Patagonia, de su magia, su naturaleza indómita y su gente. Y con eso, promotor y defensor de sus virtudes. Se convirtió en uno de los personajes más famosos de la Patagonia en las últimas décadas, y que siempre fuera elegido con primera mayoría, primero como diputado y después como senador, no era casualidad. Las y los aiseninos lo querían y respetaban harto. El joven Horvath llegó de mochilero en busca de aventura a la región de Aysén y al poco tiempo el recién egresado ingeniero civil ya era Director de Vialidad, a
environment
<medioambiente> civil engineer became director of road building, in charge of opening a route the government was urging to prepare for an imminent border conflict with Argentina. But he did not limit himself to that, and following in the footsteps of Hans Steffen and Augusto Grosse, whom he admired, he also carried out several explorations. The most famous was his boat crossing from Caleta Tortel to Puerto Natales. It was also in keeping with his character that Horvath was the first to arrive in January 1999 to congratulate the first Chileans to make the longitudinal crossing of the Southern Patagonian Ice Field. He could always be relied upon when it came to adventures, mountain initiatives, and rescues. After obtaining a postgraduate degree in engineering and environmental management at Purdue University, in the United States, Horvath became an environmentalist. He would then become regional secretary of the Ministry of Public Works during a time when talking about ecology on the radio was novel, and in some ways replaced politics. There was no lack of colorblind people who criticized us. With the return of democracy, Horvath continued his vocation toward public service after discovering that his passions were not suited to the business world. Elected as an independent congressman he went on to form the “Green Bench,” a coalition of senators and congressman. It was during this period that Aysen Reserve of Life citizen campaign was formed, which he always supported as well as our opposition to Alumysa’s large-scale aluminum project. In 2001, with Horvath as president of the environment commission of Chile’s Sen-
ate, he helped push the proposal for a “Patagonia World Heritage Site.” The idea had transversal support and was presented through the National Monuments Council. A document prepared by Conaf entitled “Patagonian Ice and Archipelagos World Heritage Site” was later presented to UNESCO in 2007. Since then, Conaf has not been able to advance the idea due to opposition from the Ministry of Economy, be-
cargo de abrir un camino que le urgía al gobierno de entonces ante un inminente conflicto limítrofe con Argentina. Pero no se limitó a eso, y siguiendo los pasos de Hans Steffen y Augusto Grosse, a quienes admiraba, también realizó varias exploraciones. La más famosa fue aquella travesía en su lancha desde Caleta Tortel a Puerto Natales. No fue casualidad tampoco que Horvath haya sido el primero en llegar en enero de
“The legacy of Antonio Horvath is in his work, in his example— in which Aysen was saved from two mega-projects— and in the love of the people of Aysen.” “El legado de Antonio Horvath queda en sus obras, en su ejemplo —en que Aysén se salvase de dos megaproyectos— y en el cariño de las y los aiseninos”. cause of concerns from the salmon farming industry, an economic activity that Horvath paradoxically supported for years until later realizing it was unsustainable. Over the past decade, after years of disagreements with Douglas Tompkins over whether the Carretera Austral should traverse Pumalin Park, and initial support for Endesa and its hydroelectric project on the Baker and Pascua rivers, Horvath ultimately became one of the most important contributors to the Patagonia Without Dams campaign. The legacy of Antonio Horvath is in his work, in his example— in which Aysen was saved from two mega-projects— and in the love of the people of Aysen, to whom he will remain present while he is “making his way by walking it” in his next life.
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1999 a felicitar a los chilenos que realizaron el primer cruce longitudinal del Campo de Hielo Sur. Siempre se podía contar con él para aventuras, iniciativas montañistas y rescates. Tras un postgrado de ingeniería y medioambiente en Estados Unidos, Horvath volvió hecho un ambientalista. En esa época llegó a ser secretario regional de Obras Públicas en un tiempo en que hablar de ecología en la radio era novedoso y en cierta forma reemplazaba a la política. No faltaron los daltónicos que nos calificaron de “rojelios”. Años después, los del otro lado también entrarían a descalificar al seremi de Augusto Pinochet. Con el retorno de la democracia, Horvath continuó con su vocación de servicio público al entender que esa pasión no congeniaba con dedicarse a ser empresario. Electo como
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diputado independiente pasó a conformar la otrora famosa “bancada verde”. Fue la época en que surgió la megapropuesta ciudadana Aisén Reserva de Vida, que siempre contó con su apoyo, y con eso también nuestra oposición al megaproyecto de refinación de aluminio Alumysa. En 2001, con Horvath de Presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Senado, emergió la propuesta de “Patagonia Patrimonio de la Humanidad”, que contó con apoyo transversal y se concretó a través del Consejo de Monumentos Nacionales en el expediente preparado por Conaf del Sitio de Patrimonio Mundial Archipiélagos y Hielos Patagónicos, a ser presentado a Unesco y entregado el 2007 al Ministerio de Relaciones Exteriores, que le hizo algunas observaciones menores. Desde entonces Conaf no ha sido capaz de volver a ingresar ese expediente. La causa sería un boicot desde el ministerio de Economía, cuidando los egoístas intereses de la industria salmonera, la cual, paradójicamente, Horvath apoyó por años para después constatar y asumir que no es sustentable. En la última década, tras años de desencuentros con Douglas Tompkins y el apoyo inicial a Endesa y su proyecto en los ríos Baker y Pascua, Horvath terminó convirtiéndose en uno de los más importantes contribuyentes a la campaña Patagonia sin Represas.. El legado de Antonio Horvath queda en sus obras, en su ejemplo, en que Aysén se salvase de dos megaproyectos, en la Universidad de Aysén, y en el cariño de las y los aiseninos, en quienes seguirá presente mientras él se encuentra “haciendo camino al andar” en el más allá.
Species Profile Perfil de Especie
Darwin’s Frog La ranita de Darwin
BASTIÁN GYGLI
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n a stop at Lemuy Island in the Chiloé archipelago in 1834, during his voyage around South America on the HMS Beagle, the naturalist Charles Darwin came upon a tiny green frog. He collected specimens, drew sketches, and eight years later a pair of French zoologists gave him credit for the discovery, formally naming the curious creature Darwin’s frog (Rhinoderma darwinii). This little amphibian measures just roughly 2.5 to 3.5 cm (1 to 1.4 inches) and is endemic to the streams, bogs, and forests of Chile and Argentina. Relying on its green and brown coloration to hide from predators by looking like a dead leaf, the frogs, which feed on insects, can be identified by their distinctive triangular heads. But what most distinguishes this species: the male Darwin’s frogs actually incubate their offspring. After the female lays the eggs, the male frog swallows the resulting tadpoles, protecting them in their vocal sacs until, about three days later when they metamorphose and are able to hop out in the world on their own. Other than seahorses, the Darwin’s frog is the only vertebrate species in which the males take on babycarrying responsibilities. Unfortunately, the unique Darwin’s frog is endangered. A subspecies of the frog (R. rufum) found in northern Chile is already considered extinct as it has not been spotted in the wild in nearly 40 years. Meanwhile, the Darwin’s frogs in southern Chile and Argentina are now in steep decline due to climate change, habitat loss, degradation of native forests, and most of all, the spread of chytridiomycosis, a fungal disease that is killing off amphibians across the planet. “We are constantly doing environmental education activities and dissemination of information to highlight the importance of this species and to call attention to its drastic conservation state,” says Andres Valenzuela, president of the non-profit group Ranita de Darwin, which works to conserve amphibians in Chile.
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n una parada en la isla Lemuy en el archipiélago de Chiloé durante 1834, en el marco de su viaje alrededor del mundo en el HMS Beagle, el naturalista Charles Darwin se encontró con una pequeña rana verde. Recolectó especímenes, dibujó bocetos, y ocho años después un par de zoólogos franceses le dieron crédito por el descubrimiento, nombrando formalmente a la curiosa criatura como ranita de Darwin (Rhinoderma darwinii). Este pequeño anfibio mide entre 2,5 a 3,5 centímetros y es endémico de los arroyos, turberas y bosques de Chile y Argentina. Confiando en su coloración verde y marrón para esconderse de los depredadores simulando ser una hoja muerta, las ranas, que se alimentan de insectos, pueden identificarse por sus distintivas cabezas triangulares. Pero lo que más distingue a esta especie es que las ranas de Darwin macho incuban a su descendencia. Después que la hembra pone los huevos, la rana macho se traga los renacuajos resultantes, protegiéndolos en sus sacos vocales hasta que, unos tres días después, se metamorfosean y son capaces de saltar al mundo por su cuenta. Además de los caballitos de mar, la rana de Darwin es la única especie de vertebrado en la que los machos asumen las responsabilidades de cuidado del bebé. Desafortunadamente, la rana de Darwin está en peligro. Una subespecie de esta rana (R. rufum), que se distribuye en el norte de Chile, ya se considera extinta debido a que no se ha detectado en la naturaleza en casi 40 años. Mientras tanto, las ranas de Darwin del sur de Chile y Argentina están ahora en fuerte declive debido al cambio climático, la pérdida de hábitat, la degradación de los bosques nativos y, sobre todo, la diseminación de la quitridiomicosis, una enfermedad fúngica que está matando anfibios en todo el mundo. “Estamos constantemente realizando actividades de educación ambiental y difusión para resaltar la importancia de estas especies y hacer un llamado de atención sobre su dramático estado de conservación”, dice Andrés Valenzuela, presidente de Ranita de Darwin, una organización sin fines de lucro que trabaja para conservar anfibios en Chile. (Zoe Baillargeon)
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