Patagon Journal #17

Page 1

Patagon Journal Nº 17 www.patagonjournal.com

REVISTA DE LA PATAGONIA

NATURE - CULTURE - TRAVEL - OUTDOORS / NATURALEZA - CULTURA - VIAJES - AIRE LIBRE

Puma Exploration / Exploración

ISLA MADRE DE DIOS Destinations / Destinos

Parque Nacional Nº17

ConguillÍo

Trekking the huemul circuit Trekking en el circuito huemul PLUS Autumn in aysén otoño en aysén Chile $4.500 / Argentina $120.00 / USA and other countries $10.95



30

contents

<contenidos>

8

44 FEATURES ARTÍCULOS WILDLIFE / VIDA SILVESTRE

8 Arcilio the Puma Tracker Arcilio, el rastreador de pumas By Jim Williams

50

23 Protecting the Puma Protegiendo al puma Interview/Entrevista: Jim Williams By Jimmy Langman

DEPARTMENTS SECCIONES EXPLORATION / EXPLORACIÓN

30 Madre de Dios: A Mysterious and Wild Limestone Island Una misteriosa y salvaje isla de caliza By Tomás Moggia

PALEONTOLOGY / PALEONTOLOGÍA

44 Fossil Hunting Along the Aysen Coast Recolectando fósiles en la costa de Aysén By Greg Landreth

CURRENTS ACTUALIDAD

82 Giant of the Santa Cruz River, Historic

56

restoration on Chilean islands, Kawésqar without salmon farms, Freshening. El gigante del río Santa Cruz, Histórica restauración en islas chilenas, Kawésqar sin salmoneras, Freshening.

DESTINATIONS DESTINOS 66 Under Araucarias and Volcanoes Bajo araucarias y volcanes

TREKKING

88 Hiking the Huemul Circuit Senderismo en el Circuito Huemul By Stephanie Stefanski

By Zoe Baillargeon INTERNATIONAL / INTERNACIONAL

50 Cordillera Real: Conquering the Bolivian Andes Conquistando los Andes Bolivianos By María Constanza Orellana

ENVIROMENT MEDIO AMBIENTE

92 Athletes with commitment

HOTELS HOTELES

78 Entre Hielos Lodge, Caleta Tortel, Chile. By Tomás Moggia

By Jens Benöhr, Patrick Lynch and Paulo Urrutia

95 DIRECTORY DIRECTORIO

PHOTO ESSAY / ENSAYO FOTOGRÁFICO

DINING PARA CENAR

56 Autumn in Patagonia Otoño en Patagonia

80 Lakutaia Lodge, Puerto Williams, Chile.

By Linde Waidhofer

By Ignacio Palma

COVER/PORTADA: Photo by JORGE CAZENAVE

Patagon Journal

Deportistas comprometidos

1

SPECIES PROFILE PERFIL DE ESPECIE

88 Calafate The taste of legends El sabor de las leyendas


Tratamos todo y todo sumó a la nada.

Después de 4 años de pruebas en terreno, 830 horas de refinamiento de material, 3 nombres diferentes y más de 1.500 metros verticales subidos en un solo viaje, logramos crear una chaqueta que resuelve uno de los problemas más desconcertantes en el aislamiento: ¿Cómo se puede hacer algo que combine las mejores características de la pluma y lo sintético para crear la fórmula de aislamiento ideal? Todo comenzó con PlumaFill, una fibra que descubrimos en 2007 que demostró ser altamente compresible y con la mejor


relación peso-abrigo que cualquier aislamiento sintético que hubiéramos probado alguna vez. Combinamos la aislación de la PlumaFill con un patrón de costuras que tardó años, logrando una construcción perfecta que permite que el calor se mueva libremente dentro de la chaqueta.

The Micro Puff™ Hoody Nuestra chaqueta insulada más liviana y compacta de todos los tiempos.

Esta es la fórmula para crear una chaqueta que redefine el aislamiento.

Christian Regester, diseñador senior de productos técnicos, trabaja en la fábrica en la chaqueta Micro Puff®. KYLE SPARKS © 2018 Patagonia, Inc. Encuentra productos Patagonia en: Santiago : Mall Sport / Mall Portal La Dehesa / Mall Alto Las Condes / Outlet Mall Arauco Premium Buenaventura Concepción : Mall Plaza Trébol / Temuco: Mall Portal Temuco / Pucón: Fresia 248 Local C / Puerto Varas: San José 192 / Coyhaique: Calle Plaza 485. Y en nuestros distribuidores autorizados a lo largo de Chile facebook.com/Patagonia

@patagoniachile

vimeo.com/patagoniachile


editor’s letter <editorial>

Rewilding Patagonia Restaurando la naturaleza salvaje de la Patagonia

W

e often hear that Patagonia is abundant in wild places, but is it really? True, there are significant pockets of pristine wildness remaining in Patagonia, like Madre de Dios Island and the Patagonian Ice Fields, but much of the rest has been intervened by fire, invasive exotic species like pine trees and beavers, and, of course, human development. Take Patagonia’s iconic sheep industry, the region’s most successful export over the past century. Overgrazing by the sheep ranchers has driven rampant desertification of grasslands: today, 30 percent of Patagonian land is suffering from severe desertification, while more than 90 percent of the region has degraded soils to varying degrees due in part to unsustainable land practices. That has cascading impacts on

A

menudo escuchamos que la Patagonia está llena de lugares salvajes, ¿pero es realmente así? Es cierto, todavía hay importantes secciones de naturaleza prístina en la Patagonia, como la Isla Madre de Dios y los Campos de Hielo Patagónicos, pero gran parte del resto ha sido intervenido por el fuego, especies exóticas invasoras como pinos y castores y, por supuesto, el desarrollo humano. Tomemos la emblemática industria ovina de la Patagonia, la exportación más exitosa de la región durante el siglo pasado. El sobrepastoreo ganadero ha provocado una creciente desertificación de las praderas: hoy, 30 por ciento de la tierra patagónica sufre de severa desertificación, mientras que más del 90 por ciento de la región ha degradado sus suelos en diversos grados debido en parte a prácticas insostenibles. Eso tiene impactos múltiples en el resto del entorno

the rest of the natural environment. For one, guanacos, once the real icon of Patagonia, saw their numbers decline by more than 90 percent during the rise of the sheep. Hence, puma, with less of their main prey within their sights, moved on to attack the sheep with the resulting conflicts with the ranchers. Author and wildlife biologist Jim Williams says the concept of rewilding is about three main things: “core habitat, connections between habitats, and carnivores playing their natural role in the system.” Cores means establishing large-scale protected areas to restore and conserve biodiversity and natural processes. Still, because so many birds and other fauna migrate over great distances beyond a park border, we need natural corridors between the “cores” to enable connectivity.

The final element of rewilding is protecting and restoring the carnivores, the apex predators, which biologists also call keystone species because they have a vital role in maintaining the natural equilibrium of the entire ecosystem. Patagonia is a global treasure, but if we are to protect the region’s extraordinary nature we must go beyond creating parks and rewild Patagonia by, among other things, sustainably managing and restoring grasslands, reintroducing guanaco, and learning to live with the puma. The mission of Patagon Journal is to build a greater understanding, appreciation and environmental protection of the world’s last wild places, Patagonia in particular. Please consider supporting us as a subscriber, sponsor or donor. Thank you.

natural. Por un lado, los guanacos, redujeron su número en más del 90 por ciento durante el aumento de las ovejas. Por lo tanto, el puma, con menos ejemplares de su presa principal dentro de su punto de mira, pasó a atacar a las ovejas provocando conflictos con los ganaderos. El autor y biólogo de vida silvestre Jim Williams dice que el concepto de “rewilding” o restauración del mundo silvestre trata de tres cosas principales: “hábitat central, conexiones entre hábitats y carnívoros que desempeñan su papel natural en el sistema”. Ese núcleo central implica establecer áreas protegidas a gran escala para restaurar y conservar la biodiversidad y los procesos naturales. No obstante, debido a que muchas especies migran a grandes distancias más allá del límite de un parque, necesitamos corredores naturales entre los “núcleos” para habilitar la conectividad.

El elemento final es proteger y restaurar a los carnívoros, los depredadores ápice, y que los biólogos también llaman especies clave porque tienen un papel vital en el mantenimiento del equilibrio natural de todo el ecosistema. La Patagonia es un tesoro mundial, pero si queremos proteger su naturaleza extraordinaria, debemos ir más allá de la creación de parques y restaurar la Patagonia por, entre otras cosas, gestionando sustentablemente y restaurando pastizales, reintroduciendo al guanaco y aprendiendo a convivir con el puma. La misión de Patagon Journal es construir una mayor comprensión, apreciación y protección ambiental de los últimos lugares salvajes del mundo, en particular la Patagonia. Considere apoyarnos como suscriptor, auspiciador o donante. Gracias.

4

Patagon Journal

Jimmy Langman, Executive Editor



www.patagonjournal.com Executive Editor/Editor Ejecutivo:

Special thanks/Agradecimientos especiales:

Distribution/Distribución: The print edition of Pata-

JIMMY LANGMAN

Marisla Foundation, Weeden Foundation,

gon Journal is distributed in Chile by Meta S.A. and

Patagonia Books, Steve Langman,

in Argentina by Grupo Austral. The digital edition

Ann Langman, Jorge Cazenave,

is available on tablets and smartphones via Zinio,

Elena Meredith, Weston Boyles

Magzter, Flipster and PressReader. La edición

Deputy Editor/Subeditor: TOMÁS MOGGIA Assistant Editor/Editora Asistente: ZOE BAILLARGEON Editors-at-Large/Editores Adjuntos: TRENTON MCDEVITT, NANCY MOORE, PATRICK NIXON Graphic Design/Diseño Gráfico: MIGUEL BENDITO LÓPEZ Translations/Traducciones: ROSA BARANDA, MARIA BRANDT, BRENT HARLOW, EMILY KENT, REBECCA NEAL,

impresa de Patagon Journal es distribuida en Chile

PATAGON JOURNAL Casilla 1254. Puerto Varas – Chile www.patagonjournal.com

Facebook: /patagonjournal Twitter: @patagonjournal Instagram: @patagonjournal

chilenos, Internacional (envío incluido) US $81.

Submissions, Questions, Suggestions/

GREG LANDRETH, ANDREA NAVARRO, MARÍA CONSTANZA ORELLANA, IGNACIO PALMA, STEPHANIE STEFANSKI

8 issues (two years): Chile $ 34 mil pesos, Para 4 números (un año): Chile $21 mil pesos

WAYNE BERNHARDSON, PABLO BESSER,

Corresponsales Especiales:

International (shipping included) US $81. For International (shipping included) US $148.

marketing@patagonjournal.com

Special Correspondents/

issues (one year): Chile $21 mil pesos chileno,

subscribe@patagonjournal.com

Contributing Editors/Editores Contribuyentes:

PABLO VALENZUELA VAILLANT

Subscription rates/Tarifas de suscripción: For 4

Subscribe/Suscríbete:

Advertising/Publicidad:

JACK MILLER, CAMILO RADA,

revista digital está disponible en tablets y smartphones vía Zinio, Magzter, Flipster y PressReader.

Follow us on/Síguenos en:

MARÍA TENORIO

PETER HARTMANN, CAROLYN MCCARTHY,

por Meta S.A. y en Argentina por Grupo Austral. La

Contribuciones, Preguntas y Sugerencias: editors@patagonjournal.com

Para 8 números (dos años): Chile $ 34 mil pesos, Internacional (envío incluido) US $148. No part of this magazine may be reproduced without written permission from Patagon Journal and its contributors. Views expressed herein do not

Printing/Impresion: This edition of Patagon Journal

necessarily reflect the views of Patagon Journal.

is printed in Santiago, Chile, on paper certified by

Queda prohibida la reproducción de cualquier

Programme for the Endorsement of Forest Certi-

parte de la revista sin previa autorización de

fication (PEFC) for ecologically sustainable forest

Patagon Journal y sus contribuyentes. Los opinio-

management. Esta edición de Patagon Journal

nes expresadas en la revista no necesariamente

se imprime en Santiago de Chile en papel cer-

reflejan las opiniones de Patagon Journal.

Editorial Advisory Board/Consejo Editorial:

tificado como ecológicamente sustentable para

RICHARD BANGS, BRIDGET BESAW,

el manejo de los bosques por Programme for

BRIAN BYRNES, XIMENA CAMPBELL,

the Endorsement of Forest Certification (PEFC).

FRANCISCO CASTANO, LUCAS CHIAPPE, OSCAR COMES, RODRIGO CONDEZA, DANIEL GONZÁLEZ, BILL HINCHBERGER, RICK KLEIN, NICHOLAS LA PENNA, PATRICK LYNCH, Anuncio 2 NOLS 196x85 mm sin sangre_trazado.pdf JUAN ANTONIO MERINO, RICARDO ROZZI 3 26/04/2018 16:24:06

PEFC/29-31-75

C

M

Y

CM

MY

CY

CMY

K

6

Patagon Journal

ISSN 0718-8978 © Patagon Journal Publicaciones


contributors this issue <contribuyeron en esta edición> JIMWILLIAMS

GREGLANDRETH

MARÍACONSTANZAORELLANA

Jim Williams studied mountain lion ecology for his

Greg Landreth has been an expeditionary sailor

A coach at Zenit climbing center in Santiago,

master’s degree at Montana State University, and

ever since he left his native New Zealand in 1986.

Chile, María Constanza Orellana has been focu-

for the past 25 years has been a wildlife program

His voyages have taken him to diverse locations

sed on the world of vertical walls for more than

manager for the Montana Department of Fish, Wild-

in the Arctic and Antarctic, mostly in pursuit of

a decade. This passionate seeker of summits is

life and Parks. The past two decades he has also

mountaineering, kayaking and other adventurous

also a physical education teacher who makes

collaborated with biologists in Chile and Argentina

goals. Currently based in Puerto Eden, in recent

Cajon del Maipo, located just outside of Santia-

on diverse wildlife conservation projects. His book

years via his boat the “Saoirse” he has concen-

go, her backyard training ground for climbing

Path of the Puma: The Remarkable Resilience of the

trated largely on solving the problems of access

and ski. Her story on Bolivia’s Cordillera Real is

Mountain Lion is set for release in October 2018.

for scientific expeditions in Patagonia.

her first article for Patagon Journal.

Jim Williams estudió la ecología del león de mon-

Greg Landreth ha sido un marinero expedicio-

Entrenadora del centro de escalada Zenit en

taña para su maestría en la Universidad Estatal de

nario desde que dejó su nativa Nueva Zelanda

Santiago, Chile, María Constanza Orellana

Montana, y durante los últimos 25 años ha sido

en 1986. Sus viajes lo han llevado a diversos lu-

se ha focalizado en el mundo de las paredes

gerente del programa de vida silvestre para el De-

gares en el Ártico y la Antártica, mayormente en

verticales durante más de una década. Esta

partamento de Pesca, Vida Silvestre y Parques de

busca de montañismo, kayak y otros objetivos

apasionada buscadora de cumbres es también

Montana. Las últimas dos décadas también ha cola-

aventureros. Actualmente radicado en Puerto

profesora de educación física y hace del Cajón

borado con biólogos en Chile y Argentina en diversos

Edén, en los últimos años a través de su barco

del Maipo, ubicado a las afueras de Santiago,

proyectos de conservación de vida silvestre. Su libro

“Saoirse” se ha concentrado principalmente en

su campo de entrenamiento para escalar y es-

Path of the Puma: The Remarkable Resilience of

resolver los problemas de acceso para expedi-

quiar. Su historia en la Cordillera Real de Bolivia

the Mountain Lion se lanzará en octubre de 2018.

ciones científicas en la Patagonia.

es su primer artículo para Patagon Journal.

LINDEWAIDHOFER

IGNACIOPALMA

STEPHANIESTEFANSKI

Linde Waidhofer visited Patagonia for the first time

A former deputy editor of Patagon Journal and

Stephanie Stefanski is an Argentine-American

in the autumn of 2002. It was love at first sight, and

reporter for El Mercurio, Ignacio Palma is an

PhD candidate in environmental economics at

today she spends at least half of every year in Pa-

outdoors enthusiast who has done bike tou-

Duke University. In her free time, she seeks the

tagonia. Her photography of the region is featured

ring in New Zealand and the Carretera Austral,

ever elusive work-life balance through her passion

in several books, including The Carretera Austral,

backpacking on numerous trails in Tasmania

for the outdoors, practicing trekking, running, di-

South America’s Most Spectacular Road, Unknown

and Patagonia, snowboarding in the Rocky

ving and climbing. Her recent trek on the Huemul

Patagonia, and most recently Chelenko, the Thou-

Mountains, kayaking in the Aysen fjords, and

Circuit at Los Glaciares National Park, the subject

sand and One Faces of a Patagonian Lake. For

mountaineering at the Southern Patagonia Ice

of her story in this issue, has inspired her to pursue

more about her work, visit: www.WesternEye.com.

Fields. Currently, he is living in Puerto Williams,

future expeditions in the Patagonian Ice Fields.

Linde Waidhofer visitó la Patagonia por primera

the southernmost settlement in South America.

Stephanie Stefanski es una estudiante argentina-

vez en otoño del 2002. Fue amor a primera vista,

Exsubeditor de Patagon Journal y reportero de El

estadounidense del doctorado en economía am-

y hoy pasa al menos la mitad de cada año en

Mercurio, Ignacio Palma es un entusiasta de la

biental en la Universidad de Duke. En su tiempo libre,

la Patagonia. Su fotografía de la región aparece

naturaleza que ha recorrido en bicicleta Nueva

busca el siempre evasivo equilibrio entre el trabajo

en varios libros, incluyendo La Carretera Austral:

Zelanda y la Carretera Austral, ha caminado por

y la vida a través de su pasión por la naturaleza,

El camino más espectacular de Sudamérica, La

diversos senderos de Tasmania y la Patagonia, ha

practicando trekking, running, buceo y escalada. Su

Patagonia Desconocida y, más recientemente,

hecho snowboard en las Rocky Mountains, kayak

reciente caminata en el Circuito Huemul del Par-

Chelenko: Las Mil y Una Caras de un Lago Pata-

en los fiordos de Aysén y montañismo en el Campo

que Nacional Los Glaciares, el tema de su historia

gónico. Para obtener más información sobre su

de Hielo Sur. Hoy está radicado en el pueblo más

en

trabajo, visite: www.WesternEye.com.

austral del mundo, Puerto Williams.

expediciones en los Campos de Hielo Patagónicos.

Patagon Journal

7

este número, la ha inspirado a buscar futuras


pumas

<pumas>

Arcilio The Puma Tracker El rastreador de pumas By JIM WILLIAMS

BRIDGET BESAW

Above / Arriba: Arcillio Sepulveda, puma tracker at Patagonia National Park, Chile. Arcillio Sepulveda, un rasteador de pumas en el Parque Nacional Patagonia, Chile.

8

Patagon Journal


Patagon Journal

9

DARIO PODESTA


wildlife

<vida silvestre>

“Arcilio was lead puma tracker and wildlife ranger—still hunting cats, but now on behalf of science and conservation.” “Arcilio se convirtió en el principal rastreador de pumas y en guardaparque –seguía cazando felinos, pero ahora en nombre de la ciencia y la conservación”.

W

hen you chase pumas in Patagonia, Cristian Saucedo explained, you need to weld crampons onto your horseshoes. Crampons, I thought. On horseshoes. That doesn’t bode well. The main road through the Chacabuco Valley runs east to west, fifty miles of gravel tracking the meanders of the free-flowing river as it winds around mountain foothills. It’s dry steppe country but shadowed by snowy summits and by the vast northern ice cap. We’d left the road after a bumpy hour, turning down a narrow track that led to the river’s edge. There, in some trees near a gravel bar, three horses were tethered and waiting. I noticed the saddles, resting on white sheepskins—a rough cross between western and English style, with no saddlehorns. I don’t mind horses, but I prefer hiking boots. Cristian had roped me in for some science and adventure; we needed to change out the radio collar on one of Patagonia National Park’s female pumas. But before we came to this gravel bar, we’d stopped in a large meadow with a small riverside cabin, home to Don Arcilio Arias Sepúlveda and his puma hounds. Arcilio is short, tan, and remarkably fit, with dashes of gray dusting his black hair. His face, always set in a serious expression, has the weathered look of a man who’s made his living outdoors. He is a puma hunter. Arcilio spent a lifetime working as a leonero, as did his father, paid by estancia owners to CRISTIÁN SAUCEDO kill pumas. He went on his first hunt when he was just fourteen, he explained over gourds of maté warmed on a wood stove, joining his father to track a cat across the massive eastern face of Cerro San Lorenzo. It’s a dangerous peak, where ice falls tumble from crumbling séracs. They caught up to the puma and did their job, but as soon as the cat was dead, large snowflakes began to swirl in the wind. And it howled. Arcilio and his father made camp and weathered out the storm—for two weeks. Two weeks, trapped by a blizzard in the high mountain wilds, with nothing to eat but puma. Welcome to the family business. After Conservacion Patagonica bought the ranch, Arcilio stayed on to maintain a small herd of sheep, pull weeds, and build trails. That’s when Saucedo found him, and realized the value of this leonero’s puma lore. Arcilio taught the scientists where the big cats hunted, where they crossed between the mountain ranges, where they reared their kittens. Before long, Arcilio was lead puma tracker and wildlife ranger—still hunting cats, but now on behalf of science and conservation. Today, he would help us find a cat called Flaca—an older female whose radio-collar battery was about drained. At first, the gaucho-style saddle actually felt pretty good. I had one hand on the reins, the other on my camera, as my sure-footed pony ascended through blooming yellow nineo bushes. Steppe country is made for horse travel. We crested a bench and were surrounded suddenly by the whinnying and whistling of wild guanacos. We’d ridden right into the middle of a herd of females with young, 300 or more, and they parted nervously to let us pass in the thin morning light.

10

Patagon Journal


C

uando persigues pumas en la Patagonia, explicó Cristián Saucedo, necesitas soldar crampones a las herraduras de tu caballo. Crampones, pensé. En las herraduras. Esto no augura nada bueno. El camino principal a través del valle Chacabuco va de este a oeste, 80 kilómetros de gravilla que siguen los meandros de un río que fluye libremente mientras serpentea por las faldas de las montañas. Es una zona de estepas áridas, pero se encuentra a la sombra de cumbres nevadas y del vasto Campo de Hielo Patagónico Norte. Abandonamos el camino luego de una hora dando tumbos, y cruzamos hacia una vía angosta que llegaba hasta el borde del río. Allí, bajo unos árboles cerca de una barra de grava, tres caballos nos esperaban. Tomé nota de las monturas, que descansaban sobre blancas pieles de oveja –una combinación entre el estilo inglés y el norteamericano, sin cuerno de silla. No me molestan los caballos, pero prefiero las botas para hacer senderismo. Cristián me había enganchado para participar en algo de ciencia y aventura; necesitábamos cambiar el collar transmisor de una de las pumas hembra del Parque Nacional Patagonia. Pero antes de llegar a esta barra de grava, nos habíamos detenido en una gran pradera donde había una pequeña cabaña junto al río, hogar de Don Arcilio Arias Sepúlveda y sus perros buscadores de pumas. Arcilio es de baja estatura, bronceado y se encuentra en excelente estado físico. Su cabello negro está salpicado de trazas grises. Su cara, que siempre enseña una expresión seria, tiene la apariencia curtida de un hombre que ha trabajado toda su vida al aire libre. Arcilio es un cazador de pumas. Al igual que su padre, pasó toda su vida trabajando como leonero; los dueños de las estancias le pagaban por matar pumas. Con apenas catorce años fue a su primera cacería, explicó mientras tomaba mate en calabazas calentadas sobre una estufa de leña. Lo hizo acompañando a su padre a seguir la pista de un felino en la descomunal cara oriental del cerro San Lorenzo. Es una montaña peligrosa, donde el hielo cae desde seracs que se desmoronan. Atraparon al puma e hicieron su trabajo, pero tan pronto como el gato estuvo muerto, grandes copos de nieve empezaron a arremolinarse en el viento. Y aullando. Arcilio y su padre acamparon y soportaron el temporal por dos semanas. Dos semanas, atrapados en una tormenta de nieve en una agreste y alta montaña, sin nada que comer excepto el puma. Bienvenido al negocio de la familia. Después que Conservación Patagónica compró la estancia, Arcilio se quedó para mantener a un pequeño rebaño de ovejas, arrancar malas hierbas y construir senderos. Fue entonces cuando Saucedo lo encontró y se dio cuenta del valor de la sabiduría tradicional de este leonero. Arcilio les mostró a los científicos el lugar donde cazaban los grandes felinos, donde cruzaban entre las cadenas montañosas, y donde criaban a sus cachorros. En poco tiempo, Arcilio se convirtió en el principal rastreador de pumas y en guardaparque –seguía cazando felinos, pero ahora en nombre de la ciencia y la conservación. Hoy, nos ayudaría a encontrar a un felino llamado Flaca, una hembra mayor

Patagon Journal

11

TOMPKINS CONSERVATION

Above / Arriba: Up close with a puma in Valle Chacabuco, Aysen. De cerca con un puma en el Valle Chacabuco, Aysén. Opposite page / Página opuesta: Arcilio and horse tracking pumas in Patagonia National Park. Arcilio y su caballo rastreando pumas en el Parque Nacional Patagonia.

JOE RIIS


“The big male puma that claims this territory as his is called, appropriately, Lorenzo, and he dominates the land just as the peak dominates the horizon.” CRISTIÁN SAUCEDO

“El gran puma macho que reclama este territorio como suyo se llama, de forma apropiada, Lorenzo, y domina esta zona como el pico de la montaña domina el horizonte”.

Accompanied by Arcilio and his rangy canine companions, we started the climb into steep mountain country. Now I understood why the Conservacion Patagonica puma team needed horses to travel this park. I couldn’t imagine how difficult their job must be in winter, with barbs welded onto horseshoes to pierce the ice underfoot. Higher still, we passed through a small patch of lenga trees and a large red-headed Magellanic woodpecker flew right over our heads. I took it to be a good omen; reminding me of the pileated woodpeckers back home. But when we flushed a flock of chortling green Patagonia parakeets, I knew I wasn’t in Montana anymore. Climbing higher still, through wet meadows and rocky breaks, we crested a high mountain divide with views in every direction. The summit of Cerro San Lorenzo—where a young Arcilio had waited out that storm with his father—was shining icebound under the warmth of a summer sun. The big male puma that

12

claims this territory as his is called, appropriately, Lorenzo, and he dominates the land just as the peak dominates the horizon. Assembling the radio receiver antennae, we couldn’t pick up Lorenzo’s signal today—but we did catch the telltale beep of Flaca’s fading collar. She was traveling to our west, and we followed her onto the steep forested slopes of Cerro Tamanguito. Descending swiftly through old-growth forests and open hillsides, I kept sliding to the front of my saddle and wishing I had a saddlehorn to cling to. The journey was starting to feel long, and my backside worn. I must admit to feeling not a little relief when they announced our day was too far gone to continue. When you turn loose the puma hounds, the chase might last ten minutes or it might last ten hours. We just didn’t have enough daylight to make a capture attempt. Better to sleep on it.

Patagon Journal


pumas

<pumas> cuyo collar transmisor estaba a punto de quedarse sin baterías. Al principio, la silla de montar estilo gaucho se sentía bastante bien. Mantenía una mano en las riendas y otra en mi cámara, mientras mi caballito ascendía a paso firme a través de arbustos de flores amarillas. Las estepas están hechas para viajar a caballo. Subimos a una altiplanicie y nos vimos súbitamente rodeados de guanacos silvestres que relinchaban y silbaban. Habíamos cabalgado justo al medio de una manada de hembras con sus crías, 300 o más, y se apartaron nerviosamente para dejarnos pasar bajo la tenue luz de la mañana. Acompañados por Arcilio y sus corpulentos compañeros caninos, comenzamos el ascenso hacia empinados terrenos montañosos. Ahí entendí por qué el equipo de investigación de pumas de Conservación Patagónica necesita caballos para desplazarse en este parque. No podía imaginar lo difícil que su trabajo debe ser en invierno, con púas soldadas a las herraduras para poder perforar el hielo. Más arriba, pasamos a través de un pequeño grupo de árboles de lenga y un pájaro carpintero magallánico, grande y con su cabeza roja, voló justo sobre nosotros. Pensé que era una buena señal, ya que me recordó a los carpinteros norteamericanos de casa. Pero cuando sobresaltamos a una ruidosa bandada de verdes cotorras de la Patagonia, supe que ya no estaba en Montana. Ascendiendo aún más, a través de húmedas praderas y trechos rocosos, llegamos a la cumbre de una alta montaña con vista en todas las direcciones. La cima del cerro San Lorenzo –donde un joven Arcilio había esperado que pasara la tormenta junto a su padre- estaba cubierta de nieve, brillando bajo la calidez del sol del verano. El gran puma macho que reclama este territorio como suyo se llama, de forma apropiada, Lorenzo, y domina esta zona como el pico de la montaña domina el horizonte. Hoy no pudimos captar la señal de Lorenzo al armar la antena receptora, pero sí percibimos el débil pitido delator del agonizante collar de Flaca. Iba viajando hacia el oeste, y la seguimos hacia las empinadas faldas boscosas del cerro Tamanguito. Al descender rápidamente por antiguos bosques y laderas abiertas, me resbalaba hacia adelante en mi silla de montar, y deseé tener un cuerno del cual poder sostenerme. El viaje empezaba a sentirse largo, y mi trasero se sentía desgastado. Debo admitir que sentí no poco alivio cuando anunciaron que ya era demasiado tarde para continuar. Cuando sueltas a los sabuesos, la búsqueda puede durar diez minutos o diez horas. Simplemente no quedaba suficiente luz para intentar una captura. Mejor irse a dormir. En la mañana, subí a mi montura con un respingo y nos dirigimos al oeste. El constante bip, bip, bip, de la señal de Flaca era fuerte y todavía provenía de la misma dirección del día anterior. Detente, escucha, cabalga. Detente, escucha, cabalga. La jornada adquirió un ritmo a medida que cabalgamos a través de una maraña húmeda de espinosos ñirres y arbustos de calafate. Arcilio, quien observaba el suelo mientras cabalgaba, nos sacó del ritmo persistente de la mañana con el grito repentino de “¡Puma!”.

Patagon Journal

13

CRISTIÁN SAUCEDO

Above / Arriba: Cristián Saucedo (in the center) and the Conservation Patagonica puma team. Cristián Saucedo (en el centro) y el equipo de investigación de pumas de Conservación Patagónica.

CRISTIAN SAUCEDO


BOB WEISNER

JONNY ARMSTRONG

Come morning, I winced back into the saddle and we headed west. The steady beep, beep, beep of Flaca’s signal was strong, still coming from the same direction as the day before. Stop, take a listen, ride. Stop, take a listen, ride. The day fell into a rhythm as we rode through a wet tangle of thorny nirre trees and calafate shrubs. Arcilio, watching the ground as he rode, finally shook us from the morning’s steady tempo with a sudden cry of “Puma!” He swung his horse around and dismounted. No way, I thought. I don’t care how grizzled and leathery this old gaucho is. There’s no way he can spot a track on dry ground from atop a horse. We squatted in the dust, shoulder to shoulder. I was wrong. Apparently, even a ghost leaves a bit of a track. The dogs were getting fired up now, whining to be loosed. We assembled the antennae and took another

14

bearing—seems we’d overshot the mark. The female puma was below us, in that wet tangle of green. She probably made a guanaco kill last evening, and was dining in the cover of shade. Circling the dense and swampy bottomland, we contained the signal. She was in there. Arcilio turned the dogs loose and it wasn’t long until we heard the baying of pursuit. I leaned back a bit in my saddle, thinking of how cat hounds sound the same everywhere in the world, and as I looked up I was rattled to see a puma sprinting above us. She darted across an open slope, stopped to look back toward the charging dogs, and then leapt into the cliffs above. “Mira la puma!” I cried. “Mira la puma!” I was pointing excitedly. The gauchos and Cristian kicked their mounts into gear and took off over the steep and broken terrain. I followed, galloping up the mountain behind the dogs, chasing pumas Patagonia-style. I was literally hanging on for dear life—fingers wrapped under the front lip of the saddle as we crossed grassland foothills into the high condor cliffs. By the time I caught up, all I found was their horses panting in the sun. I tied my steed and began hiking the cliff bands toward the sound of hounds. Rounding a vertical rim of rocks, I reached the team, all of them peering high into a long, towering crack in the cliffs. The dogs were baying at the foot of this dark cleft, necks craned skyward. No cat. Only condors soaring above. Where was the cat? Suddenly, with an audible spit and growl, the puma shot out of the rocky chimney and took a swipe at Arcilio’s oldest hound. The dog tumbled backward, then got up and raced back into the fray. The hounds had the female puma cornered in the shadows of the crevice. Cristian was busy below us, loading a tranquilizer dart. It was an awkward shot—all he could see was

Patagon Journal


wildlife

<vida silvestre> Giró su caballo y desmontó. No puede ser, pensé. No me importa cuán canoso y curtido sea este viejo gaucho. No hay forma de que pueda ver una huella en terreno seco desde lo alto de un caballo. Nos agachamos sobre el polvo, hombro con hombro. Yo estaba equivocado. Aparentemente, hasta un fantasma deja algún rastro. Los perros estaban ahora enardecidos, y gemían para que los soltaran. Armamos la antena e hicimos otra medida –al parecer nos habíamos pasado. El puma hembra se encontraba más abajo, en esa húmeda maraña verde. Quizás había cazado a un guanaco la noche anterior y estaba comiendo en la sombra. Avanzando en círculos alrededor de la densa y empantanada vega, localizamos la señal. Ella estaba allí. Arcilio soltó a los perros y no pasó mucho tiempo hasta que escuchamos los aullidos de persecución. Me recosté un poco en mi silla de montar, pensando en cómo los perros cazadores de felinos suenan igual en todas partes del mundo, y cuando miré hacia arriba, me estremecí al ver al puma saltando sobre nosotros. Salió disparada hacia una ladera abierta, se detuvo a mirar hacia los perros que la perseguían, y luego saltó hacia los acantilados de más arriba. “¡Mira la puma!”, grité. “¡Mira la puma!”. La señalaba con entusiasmo. Los gauchos y Cristián patearon sus monturas y avanzaron por el empinado y accidentado terreno. Los seguí, galopando montaña arriba detrás de los perros, persiguiendo pumas al estilo de la Patagonia. Me sostenía a la silla como si la vida se me fuera en ello, literalmente. Iba con los dedos aferrados al labio frontal de la silla a medida que cruzábamos los prados de las laderas hacia los altos acantilados donde habita el cóndor. Cuando los alcancé, lo único que encontré fue a sus caballos jadeando bajo el sol. Até a mi corcel y empecé a caminar por la cornisa de los acantilados hacia el sonido de los sabuesos. Al rodear un borde vertical de rocas alcancé al equipo. Todos se encontraban mirando hacia arriba, a una larga e imponente grieta en los acantilados. Los perros aullaban al pie de esta hendidura, con sus cuellos estirados hacia arriba. No había ningún felino. Solo cóndores volando en el cielo. ¿Dónde estaba el gato? De pronto, con un escupitajo sonoro y un gruñido, el puma salió disparado y golpeó al sabueso más viejo de Arcilio. El perro cayó hacia atrás, luego se levantó y corrió para volver a la refriega. Los sabuesos tenían al puma hembra arrinconado en las sombras de la grieta. Cristián se encontraba ocupado más abajo, cargando un dardo tranquilizante. Era un tiro incómodo –solo podía ver el hombro del animal- pero al menos era a quemarropa. Arcilio rápidamente amarró a los perros y Cristián acomodó el arma, apuntó, y disparó. El dardo dio en el blanco y el puma retrocedió hacia la hendidura, luchando y saltando para poder trepar más arriba. Casi había llegado al tope cuando cayó hacia atrás, dando una vuelta para poder aterrizar sobre sus patas. Giró y corrió directamente por la fisura hacia nuestro sorprendido grupo. Al llegar abajo arremetió contra Cristián y lo tumbó al suelo. El puma se desvió y avanzó hacia el resto de nosotros. Para entonces yo estaba lleno de adrenalina, y agitaba un brazo mientras gritaba “¡Aquí, chica! ¡Aquí, chica!”. El enorme felino regresó a la base del acantilado, rodeó una cornisa rocosa, y se echó agotado mientras el tranquilizante hacía efecto. Cristián se puso de pie, sacudió el polvo de sus pantalones y las estrellas de su cabeza. Estaba agitado, pero bien. Era solo otro día de trabajo en la oficina: puede ser difícil para el felino, para los sabuesos, y para los biólogos. Pero sin un collar transmisor con la batería cargada, no sabemos dónde se distribuyen los pumas, ni dónde cazan o dónde crían a sus cachorros. No sabemos qué tan lejos viajan ni por cuáles rutas. No sabemos qué hábitats proteger y cuáles corredores salvaguardar. Sin datos objetivos, lo único que tenemos son las historias de los estancieros: los pumas están en todas partes y comen de todo. La recolección de datos

Patagon Journal

15

Puma

Puma concolor puma

Scientific name Nombre científico Weight Peso Length max. Longitud máx. Coloration Coloración Life span Esperanza de vida Status Estado de conservación

Puma concolor puma (115-220lbs) 53-100kg (7.9ft) 2.4m Tan or slightly yellow Bronceado o ligeramente amarillo 8 – 13 years 8 a 13 años Almost threatened Casi amenazado

CRISTIÁN SAUCEDO

Skins of pumas and Andean foxes that were hunted and poisoned in the shed of a neighboring ranch of Patagonia Park. Pieles de pumas y zorros culpeos que fueron cazados y envenenados en el galpón de una estancia vecina al Parque Patagonia.


CRISTIÁN SAUCEDO

her front shoulder—but at least it was close range. Arcilio quickly leashed the dogs and Cristian swung the gun up, aimed, and fired. The dart hit true and the puma wheeled back into the cleft, scrambling and leaping to scratch her way higher. She had almost reached the top when she fell backward, twisting to land on her feet. Turning, she raced straight down the fissure toward our surprised group. Hitting the bottom on all fours, she slammed into Christian, sending him sprawling. The puma veered away, straight at the rest of us. I was pumped full of adrenaline by now, waving one arm and calling, “Hey girl! Hey girl!” The big cat veered back up to the base of the cliff, rounded a rocky ledge, and went down blearily as the tranquilizer took effect. Cristian got to his feet, brushed off his pants, and shook the stars out of his head. He was shaken, but fine. Just another day at the office: It can be tough on the cat, tough on the hounds, tough on the biologists. But without a fully charged battery in that radio collar, we don’t know where the pumas are ranging, hunting, denning, and rearing their kittens. We don’t know how far they’re traveling, or by what routes. We don’t know which habitats to protect, which corridors to safeguard. Without objective data, all we have to go on are the ranchers’ stories: pumas are everywhere and they’re eating everything. Gathering the scientific data serves not only to target our conservation efforts but also to ease minds. -Within the Valle Chacabuco study area, male and female resident pumas move about the same distance— about eight and a half miles each day. The females

16

científicos no solo sirve para dirigir nuestros esfuerzos de conservación, sino que también para darnos paz mental. -Dentro del área de estudio del valle Chacabuco, los pumas residentes machos y hembras recorren más o menos la misma distancia, cerca de ocho millas y media -unos 13 kilómetros- al día. Las hembras tienen áreas de desplazamiento más pequeñas, que se solapan un poco. Los machos marcan sus áreas de distribución, que son más grandes, y a veces pelean para defender su territorio. Sorprendentemente, es similar a la dinámica de los pumas que he estudiado en Montana –en ambos lugares, encontramos alrededor de tres pumas por cien kilómetros cuadrados (cuarenta millas cuadradas). Pese a las historias de los estancieros, los pumas no están en todas partes comiendo de todo. Viven de hecho en densidades muy bajas dentro de terrenos muy grandes y, si pudieran escoger, casi siempre preferirían comer un guanaco en lugar de una oveja. Utilizando la última tecnología de rastreo de radio satelital, el equipo de investigación de Conservación Patagónica está revelando secretos sorprendentes sobre los pumas de esta región, tanto acerca de la población y como de los individuos. Bagual, un macho residente de ocho años que pesa más de 155 libras -70 kilogramos-, posee un enorme territorio en la mitad sur del parque. Su reino abarca casi 150 millas cuadradas –unos 390 kilómetros cuadrados-, que es lo que se espera de un macho maduro dominante. Pero la verdadera sorpresa que que proviene de los datos de satélite es el alcance de sus paseos diarios. Bagual es literalmente dueño de

Patagon Journal


pumas

<pumas>

Restoring grasslands, restoring the balance Restaurando pastizales, restableciendo el equilibrio

Grasslands at Valle Chacabuco, Aysen. Pastizales en Valle Chacabuco, Aysén.

Todos esos herbívoros no nativos han rehecho la Patagonia

TOMPKINS CONSERVATION

T

he Patagonian region has long rivaled New Zealand for legendary wool production, and to this day Patagonia is synonymous for high-quality wool. Like the hares, sheep were introduced to Patagonia in the late 1800s, and expanded rapidly across their new range. Along the way, they made their owners a tidy sum of money, assuring sheep ranchers a position near the center of economic and political power. Almost all of Patagonia’s famed grasslands, nearly 400 million acres, are found in Argentina. By 1950, those initial settlement herds had reached a high of nearly 22 million sheep in Argentina. Numbers have dropped since those boom times, but close to 9 million sheep still graze the (formerly) wildlands of Patagonia.

All those non-native grazers have remade Patagonia from the ground up, affecting the most fundamental elements of rangeland flora and soils. This is especially true on those ranches where the land is grazed year-round, with no cycle of rest and recovery. Over time, those hard-hit pastures wither into desert-like brushland, with little or nothing in the way of grasses and forbs. The fierce Patagonia winds then blow the soil to the Atlantic in a hurry. This desertification reduces or eliminates habitat for a whole host of South American species. Of course, desertification is tough on sheep, too, and competition for good grass can be fierce—even on the traditional grassland steppes, which for millennia

Patagon Journal

L

a Patagonia ha rivalizado durante mucho tiempo con Nueva Zelanda por la legendaria producción de lana, y hasta la fecha Patagonia es sinónimo de lana de alta calidad. Al igual que las liebres, las ovejas se introdujeron en la región a fines del siglo XIX y se expandieron rápidamente. En el camino, hicieron a sus propietarios una buena suma de dinero, asegurando a los ganaderos de ovejas una posición cerca del centro del poder económico y político. Casi todos los pastizales famosos de la Patagonia, casi 400 millones de acres, se encuentran en Argentina. Para 1950, esas manadas iniciales habían alcanzado un máximo de casi 22 millones de ovejas en Argentina. Los números han disminuido desde esos tiempos de auge, pero cerca de 9 millones de ovejas todavía pastan las tierras –anteriormente- salvajes de la Patagonia.

17

desde cero, afectando los elementos más fundamentales de la flora y los suelos de los pastizales. Esto es especialmente cierto en las estancias donde los animales pastan durante todo el año, sin ciclo de descanso y recuperación. Con el tiempo, esos pastizales castigados se marchitan convirtiéndose en una maleza desértica, con poco o nada de pastos y hierbas. Los feroces vientos de la Patagonia luego vuelan con prisa la tierra hacia el Atlántico. Esta desertificación reduce o elimina el hábitat de una gran cantidad de especies sudamericanas. Por supuesto, la desertificación también es dura para las ovejas, y la competencia por la buena hierba puede ser despiadada, incluso en las estepas de pastizales tradicionales, que durante milenios, antes de ser sobrepastoreadas por las ovejas, soportaron un mar de hierba de pradera. En la lucha resultante por la hierba, la vida silvestre, no sorpresivamente, ha pagado el precio. El guanaco, la comida favorita del puma, durante mucho tiempo ha sido perseguido e incluso eliminado de sus hábitats históricos con el fin de guardar hierba para las ovejas. En Montana, de donde soy, somos afortunados de que los


wildlife

<vida silvestre> have smaller home ranges, and those ranges overlap somewhat. The males mark their larger ranges and sometimes fight to defend their turf. It is surprisingly like the mountain

Using state-of-the-art satellite radio tracking technology, the Conservacion Patagonica research team is revealing some surprising secrets about this region’s pumas—both as

toda la mitad sur del parque, acechando en las laderas montañosas al oeste, patrullando el valle Chacabuco cerca de la oficina central del parque, y frecuentando la extensa orilla

en el rincón más oriental, en el límite con Argentina. La razón es que alguien más vive allí. Su nombre es Principio, y él también tiene un collar satelital. Principio, un felino grande, luce un abrigo plateado y cremoso, y domina la región alrededor de la montaña homónima. Este pico dramático se alza desde el valle Chacabuco y cruza el límite hacia Argentina. La señal del collar mostraba a Principio recorriendo rutinariamente su amplia área de distribución, haciendo lo que hacen los felinos y deslizándose de manera invisible de un hábitat a otro. Desafortunadamente, esa zona de desplazamiento se solapaba con las cercanas estancias ovejeras argentinas, donde depredadores nativos y presas han sido matados desde hace tiempo en la guerra por el pasto. Cuando Cristián y Arcilio finalmente localizaron su cuerpo, éste se encontraba en el granero de una estancia que contenía otras doce pieles de puma col-

CHANTAL HENDERSON

“Using state-of-the-art satellite radio tracking technology, the Conservacion Patagonica research team is revealing some surprising secrets about this region’s pumas.” “Utilizando la última tecnología de rastreo de radio satelital, el equipo de investigación de Conservación Patagónica está revelando secretos sorprendentes sobre los pumas de esta región”. lion dynamic I have studied in Montana—in both places, we find about three pumas per hundred square kilometers (forty square miles). Despite the ranchers’ stories, pumas are not everywhere, eating everything. They are actually living at very low densities in very big landscapes and, given a choice, they’ll eat a guanaco over a sheep most every time.

a population and as individuals. Bagual, a resident eightyear-old male who weighs in at more than 155 pounds, has a tremendous territory in the southern half of the park. His kingdom sprawls across about 150 square miles, which is about what we’d expect from a mature and dominant male. But the real surprise from that satellite-collar data was the scope of his daily

18

PABLO CEROSIMO

norte del lago Cochrane. En el pasado, los desplazamientos de los pumas sudamericanos eran desconocidos; ahora, con modernos collares satelitales, podemos conocer sus hábitos, entender sus necesidades, y observar cada uno de sus pasos. Bagual se desplaza constantemente, metiendo su nariz en cada esquina del extremo meridional del parque –excepto

Patagon Journal

gando en la pared, junto con veinte pieles de gatos de las pampas o colocolo, varios ñandúes, un puñado de cadáveres de cóndores andinos y numerosos guanacos muertos. Es una antigua y triste lección; sin tolerancia, incluso un área protegida del tamaño del Parque Nacional Patagonia no es lo suficientemente grande. Esta es una lección especialmente importante cuando se


prior to being overgrazed by sheep, supported a proper sea of prairie grass. In the resulting fight for grass, wildlife, not surprisingly, have paid the price. Guanaco, the puma’s favored meal, have long been persecuted and even eliminated from their historic habitats in order to save grass for sheep. In Montana, where I’m from, we’re fortunate that antelope enjoy game-animal status—they are popular prey for hunters. That popularity has evolved into support and protection, even from the ranchers themselves. In fact, most ranchers and farmers are proud of the wildlife their lands produce, regardless of a little competition for grass. Modern farm and ranch methods—like rotating crops, resting pastures, and cycling livestock through different fields—help keep the grass growing, which reduces the competition, which reduces the friction between wildlife and livelihood. Today, Patagonian landowners are learning some of these lessons about how to live with wild nature. In fact, they are finding it easier and cheaper and more productive to do so. But for now, guanaco continue to struggle. Of course, that means puma must find their meal elsewhere—and where better than in the sheep pasture? You can hardly blame them. After all, we’ve closed the traditional grocery store, and there are certainly enough sheep to support a thriving puma population. All is not going to be well in Patagonia any time soon. Under normal condi-

TOMPKINS CONSERVATION

tions, puma and guanaco get along just fine—at least at the natural balance of population levels. But with guanaco numbers dramatically reduced, and cat populations fat on non-native species, it may well be that puma predation is limiting the potential recovery of guanaco, and even the highly endangered huemul deer. It’s a complicated system, with each player affecting all other players in a complex ecological network of cause and effect. Already, my friends in Argentina and Chile are dreaming big. Passionate people like Andrés Novaro and Martín Funes are working with international organizations such as the Wildlife Conservation Society and The Nature Conservancy— as well as with regional outfits such as Conservacion Patagonica and Fundación Patagonica Natural—to conserve and restore critical grassland habitats. They’re teaching the gospel of restrotation grazing strategies, and they’re removing sheep fences to allow nature to move through Patagonia naturally again. (Jim Williams)

Patagon Journal

antílopes disfruten de un estado de caza: son presas populares para los cazadores. Esa popularidad ha evolucionado en apoyo y protección, incluso de los propios rancheros. De hecho, la mayoría de los rancheros y agricultores se sienten orgullosos de la vida silvestre que producen sus tierras, independientemente de una pequeña competencia por la hierba. Los métodos modernos para las granjas y ranchos, como los cultivos rotativos, los pastos en descanso y los movimientos de ganado a través de diferentes campos, ayudan a mantener el pasto en crecimiento, lo que reduce la competencia y disminuye la fricción entre la vida silvestre y el sustento. Hoy, los propietarios de la tierra patagónica están aprendiendo algunas de estas lecciones sobre cómo convivir con la naturaleza salvaje. De hecho, les resulta más fácil, más barato y más productivo hacerlo. Pero por ahora el guanaco sigue luchando. Por supuesto, eso significa que el puma debe encontrar su comida en otro lugar, ¿y dónde mejor que en los pastizales de

19

las ovejas? Usted apenas puede culparlos. Después de todo, hemos cerrado las tiendas tradicionales de abarrotes, y ciertamente hay suficientes ovejas para mantener a una pujante población de pumas. No todo va a estar bien en la Patagonia en el corto plazo. En condiciones normales, el puma y el guanaco se llevan bien, al menos en el equilibrio natural de sus niveles de población. Pero con el número de guanacos reducido drásticamente, y con poblaciones de gatos obesas alimentándose de especies no nativas, bien podría ser que la depredación del puma esté limitando la posible recuperación del guanaco, e incluso del huemul, ciervo en peligro de extinción. Es un sistema complicado, con cada jugador afectando a todos los demás jugadores en una compleja red ecológica de causa y efecto. Mis amigos en Argentina y Chile están soñando en grande. Apasionados como Andrés Novaro y Martín Funes están trabajando con organizaciones internacionales como Wildlife Conservation Society y The Nature Conservancy -así como con entidades regionales como Conservación Patagónica y Fundación Patagónica Naturalpara conservar y restaurar hábitats críticos de pastizales. Están enseñando estrategias de pastoreo de rotación y descanso, y están eliminando cercos de ovejas para permitir que la naturaleza se mueva naturalmente a través de la Patagonia. (Jim Williams)


JORGE CAZENAVE

Above / Arriba: A puma about to dine on guanaco. Un puma a punto de cenar un guanaco. Below / Abajo: A male puma in winter in Valle Chacabuco, in the background is the Jeinimeni mountain range. Puma macho en invierno en Valle Chacabuco, al fondo se observa el cordón montañoso de Jeinimeni.

CRISTIAN SAUCEDO

20

Patagon Journal


pumas

<pumas> rounds. Bagual literally owns the entire southern half of the park, stalking the mountain slopes to the west, patrolling the Chacabuco Valley around park headquarters, haunting the extensive north shore of Lake Cochrane. In the past, the movements of South America’s pumas were unknowable; now, with modern satellite collars, we can learn their habits, understand their needs, and watch their every step. Bagual is constantly on the move, sticking his nose into every corner in the southern end of the park—except the fareastern corner, on the border with Argentina.

straight from the Chacabuco Valley, running up and over the border into Argentina. The collar signal showed Principio routinely touring his large home range, doing what cats do and slipping unseen from habitat to habitat. Unfortunately, that range overlapped with the nearby Argentine sheep ranches, where native predators and prey have long been killed off in the war over grass. When Cristian and Arcilio finally tracked down his body, it was in an estancia barn that had twelve more puma skins hanging on the wall—along with twenty Pampas cat skins, several Darwin’s rhea, a handful

That’s because someone else lives there. His name is Principio, and he also wears a satellite collar. A big cat, Principio sports a silvery cream-colored coat and he rules the region around his namesake Principio Mountain. This dramatic peak leaps

of Andean condor carcasses, and numerous dead guanacos. It’s an old and sad lesson—without tolerance, even a protected area the size of Patagonia National Park just isn’t big enough. That’s an especially important lesson when considering

“They are actually living at very low densities in very big landscapes and, given a choice, they’ll eat a guanaco over a sheep most every time.” “Viven de hecho en densidades muy bajas dentro de terrenos muy grandes y, si pudieran escoger, casi siempre preferirían comer un guanaco en lugar de una oveja”. piensa en los jóvenes machos que se están dispersando a lo ancho del hemisferio occidental. Estos machos subadultos recorren distancias increíbles –incluso más que Bagual y Principio, quienes, después de todo, tienen áreas de desplazamiento establecidas- para reclamar su propio territorio. Así es como el Puma concolor esparce sus genes, distribuye su impacto en las presas, y evita los peligros genéticos de la endogamia. Sin embargo, es un viaje peligroso

que incluye evitar a los machos territoriales, conseguir comida, cruzar ríos crecidos y riscos elevados, además del calor, la sequía, el frío, la humedad, y luego, al final del camino, una bala, una trampa o un cebo envenenado. Uno de esos jóvenes y fuertes machos del valle Chacabuco fue bautizado Arcilio, en honor del mejor rastreador del equipo. El puma Arcilio nació a la sombra del Campo de Hielo Patagónico Norte y, cuando tenía dos años, los biólogos le colocaron un co-


IVÁN BERRIOS ÁVILA

the young males that are dispersing across the Western Hemisphere. Even more than Bagual and Principio—who, after all, have established home ranges—these subadult males travel incredible distances to claim a territory of their own. This is how Puma concolor spreads its genes, distributes its impact on prey, and avoids the pitfalls of genetic inbreeding. It’s a dangerous journey, though, avoiding the territorial males, finding food, crossing swollen rivers and soaring ridges, the heat, the dry, the cold, the wet—and then, at the end of the road, a bullet or a snare or a poison bait. One of those strong young males from the Chacabuco Valley was named Arcilio, in honor of the team’s finest tracker. The puma Arcilio was born in the shadow of Patagonia’s northern ice cap, and when he was two years old, biologists fitted him with a satellite collar. He spent the next fifty days in the protected confines of Patagonia National Park before striking out. It was a grand walkabout, even for Patagonia. Early in the autumn, Arcilio headed east, moving about seven miles per day,

every day—which is quite a feat considering the rough mountain country and the need to stay fed along the way. After Arcilio passed the Argentine border station, with the wind at his back, he prowled the nineo shrublands and grassy steppe before heading south. And south. And more south, for 500 long miles, paralleling the Chilean-Argentine border before padding silently onto a large sheep estancia near the town of Tuco Tuco. And there, in the far southland of Patagonia, at the very end of the world, where there are far fewer guanaco grazing the estancia’s grass, Arcilio ate a sheep and was found out by a skilled leonero. All those miles, hundreds upon hundreds, through a wilderness of difficulty, looking for a territory to call home—from the tremendous northern ice cap to the tip of the southern cone. The puma Arcilio almost made it to the wild heights of Mount Fitz Roy. Almost. Excerpted from Path of the Puma: The Remarkable Resilience of the Mountain Lion by Jim Williams © 2018 Patagonia Works. Used with permission of Patagonia.

22

“Without tolerance, even a protected area the size of Patagonia National Park just isn’t big enough.” “Sin tolerancia, incluso un área protegida del tamaño del Parque Nacional Patagonia no es lo suficientemente grande”. llar satelital. Pasó los siguientes cincuenta días en los confines protegidos del Parque Nacional Patagonia antes de que se terminara su suerte. Fue un recorrido grandioso, incluso para la Patagonia. A principios de otoño, Arcilio se dirigió al este, desplazándose unos 11 kilómetros por día, todos los días, lo cual es una gran hazaña si se toma en cuenta el agreste paisaje montañoso y la necesidad de alimentarse en el camino. Luego que Arcilio pasó la estación fronteriza argentina, y con el viento a su espalda, merodeó por zonas arbustivas y por la estepa herbosa antes de dirigirse hacia el sur. Y al sur. Y más al sur, por 800 largos kilómetros, desplazándose paralelamente entre la frontera de Chile y Argentina antes de adentrarse silenciosamente en

Patagon Journal

una estancia ovejera cerca del pueblo de Tuco Tuco. Y allí, en la lejana zona austral de la Patagonia, en los confines del mundo, donde hay muchos menos guanacos pastando la hierba de la estancia, Arcilio se comió una oveja y fue descubierto por un hábil leonero. Todos esos kilómetros, cientos de cientos, a través de una agreste dificultad, buscando un territorio al cual poder llamar hogar –desde el enorme Campo de Hielo Norte hasta la punta del cono sur. El puma Arcilio casi llegó a las escarpadas alturas del monte Fitz Roy. Casi. Extraído desde Path of the Puma: The Remarkable Resilience of the Mountain Lion, de Jim Williams © 2018 Patagonia Works. Utilizado con permiso de Patagonia.


wildlife

<vida silvestre>

Interview / ENTREVISTA

Jim Williams Protecting PUMA PROTEGIENDO AL PUMA

JORGE CAZENAVE

By JIMMY LANGMAN

A

top the natural food web, what scientists call the apex predator, the puma is undoubtedly the king of the Patagonian wilderness. Named by the Incas, puma means “powerful animal” in their native Quichua. These majestic felines can be found in most of the Americas, roaming as far north as the Canadian Yukon, and elsewhere in the hemisphere are sometimes called cougar, mountain lion, panther and catamount. Sheep ranching, invasive species and hunting had all but

wiped out pumas from most of Patagonia by the 1980s, but a subsequent decline in the wool industry has helped spur a comeback and today pumas can be found in nearly every corner of the region, from the coast to the Andean mountains. The largest terrestrial mammal in Patagonia, they can weigh in as much as 100 kilos (220 pounds), with their tail almost as big as the rest of their nearly 8-foot long (2.4 meters) body. They are exceptionally fast (running up to 72 km/h or 45 m/h)

Patagon Journal

E

n lo alto de la cadena trófica natural, lo que los científicos llaman el depredador tope, el puma es, sin duda, el rey de la vida silvestre patagónica. Nombrado por los Incas, puma significa “animal poderoso” en su quichua nativo. Estos majestuosos felinos se pueden encontrar en gran parte de las Américas, vagando al norte hasta el Yukón canadiense, y en otras partes del hemisferio a veces se les llama puma, león de montaña, león o pantera. La ganadería ovina, las especies

23

invasoras y la caza aniquilaron a los pumas de buena parte de la Patagonia en la década de 1980, pero el posterior declive de la industria de la lana ayudó a su reaparición y hoy se pueden encontrar en casi todos los rincones de la región, desde la costa a las montañas andinas. El mamífero terrestre más grande de la Patagonia, puede llegar a pesar unos 100 kilogramos, teniendo una cola casi tan grande como el resto de su cuerpo, que alcanza cerca de 2,4 metros de longitud. Son


JORGE CAZENAVE

and their large, strong paws and legs give them tremendous range for climbing, jumping or leaping forward. Their tan fur allows them to become masters of camouflage for hunting prey. Famously elusive, adult pumas live mostly solitary lives aside from breeding and their initial two years, when the cubs stay with their mothers until they learn to become independent. Indeed, the pumas have been dubbed “ghost cats” because they are so rarely seen: they move about mostly at night, are quiet, and seclude in thick vegetation, rugged terrain and high among the trees. Still, the many wide-open spaces found in Patagonia offer unique, unparalleled opportunities to spot the puma in the wild, such as at Torres del Paine National Park, where it has become a major attraction for intrepid tourists. In Chile, pumas are protected from hunting. But in five Argentine Patagonia provinces it is legal to hunt them and in three (Rio Negro, Chubut and Santa Cruz) they even offer a monetary bounty for killing pumas.

Arcilio Sepulveda, puma tracker for Conservacion Patagonica, together with Jim Williams. Arcilio Sepúlveda, rastreador de pumas para Conservación Patagónica, junto a Jim Williams.

Jim Williams, the author of the cover story in this edition of Patagon Journal, which is an excerpt from his forthcoming book, Path of the Puma: The Remarkable Resilience of the Mountain Lion (Patagonia Books, October 2018), has spent some three decades studying and conserving the puma. A surfer bum in his youth turned wildlife biologist and avid mountaineer, he researched mountain lion ecology for his master’s degree at Montana State University in Bozeman. For the past 25 years he has been living and work-

24

excepcionalmente veloces (corriendo a una velocidad de hasta 72 km/h) y sus grandes y fuertes patas les brindan una notable capacidad para escalar, saltar o abalanzarse. Su piel bronceada les permite convertirse en maestros del camuflaje para cazar. Famosos por ser elusivos, los pumas adultos viven en su mayoría vidas solitarias, salvo durante la crianza y sus dos años iniciales, cuando los cachorros permanecen con sus madres hasta que aprenden a ser independientes. De hecho, a los pumas se les llama “gatos

Patagon Journal

fantasmas” porque es muy raro verlos: se desplazan casi siempre de noche, son silenciosos y están aislados en una espesa vegetación, en terrenos abruptos y en lo alto de los árboles. Pese a ello, los abundantes espacios abiertos que se encuentran en la Patagonia ofrecen oportunidades únicas e inigualables para detectar al puma, como ocurre en el Parque Nacional Torres del Paine, donde se ha convertido en una gran atracción para turistas intrépidos. En Chile, los pumas están protegidos de la caza. Pero en cinco provincias argentinas de la Patagonia es legal cazarlos y en tres (Río Negro, Chubut y Santa Cruz) incluso ofrecen recompensa monetaria por matarlos. Jim Williams, el autor de la historia de portada de esta edición de Patagon Journal, que es un extracto de su próximo libro, Path of the Puma: The Remarkable Resilience of the Mountain Lion (Patagonia Books, octubre de 2018), ha pasado unas tres décadas estudiando y conservando al puma. Vago surfista durante su juventud convertido hoy en biólogo de vida silvestre


pumas

<pumas> ing near Glacier National Park as a wildlife program manager for the Montana Department of Fish, Wildlife and Parks. He has also traveled more than 20 times over the past few decades to the Patagonia region to collaborate with biologists in Chile and Argentina and share lessons learnt from the successful efforts to protect and restore the puma in the remaining wild places of the western United States. Patagon Journal executive editor Jimmy Langman interviewed Williams about his new book and the conservation challenges for the puma in Patagonia. LANGMAN: What’s the difference between North America’s mountain lions and South America’s pumas? WILLIAMS: There are 35 different subspecies of cats, and using modern DNA and molecular genetics tentatively we’re down to six subspecies of puma. The Patagonia puma is one of those six. Your puma is a little bigger than our puma in North America. From just my eye, they look a little lighter in color. And there is a little more angular appearance in the head. But the interesting thing about mountain lions and

“In Patagonia, the private properties are often so big, that when land owners make a small change it can then turn into a landscape change.” “En la Patagonia, las propiedades privadas a menudo son tan grandes que cuando los propietarios de la tierra hacen un pequeño cambio, éste puede convertirse en un cambio de paisaje”. pumas is that a cat is a cat is a cat. Outside of African lions, most of the cats around the planet all are similar in behavior. In your book, you say a big reason that pumas attack live-

y ávido montañero, Williams investigó la ecología del león de montaña para su maestría en la Universidad Estatal de Montana en Bozeman. Durante los últimos 25 años ha estado viviendo y trabajando cerca del Parque

stock in Patagonia is because guanacos have disappeared from their native habitat. Yeah, in some parts of Patagonia, both Argentina and Chile, native pumas are living off non-native European hare and domestic sheep and that’s because the prey that they’ve evolved with since the last Ice Age is the guanaco, which has been eliminated or reduced on a lot of the ranches. But the good news is - and it’s unique to Patagonia - the private properties are often so big, that when biologists can work with land owners to make a small change

Nacional de los Glaciares como gerente del programa de vida silvestre para el Departamento de Pesca, Vida Silvestre y Parques de Montana. También ha viajado más de 20 veces en las últimas décadas a la Patagonia para colaborar con biólogos en Chile y Argentina, y ha compartido las lecciones aprendidas sobre los exitosos esfuerzos para proteger y restaurar al puma en los últimos lugares salvajes del oeste de Estados Unidos. El editor ejecutivo de Patagon Journal, Jimmy Langman, entrevistó a Williams sobre su nuevo libro y los desafíos de conserva-

JESSE VERNADO

Patagon Journal

25

ción para el puma en la Patagonia. LANGMAN: ¿Cuál es la diferencia entre los leones de montaña de América del Norte y los pumas de Sudamérica? WILLIAMS: Hay 35 subespecies diferentes de estos gatos, y usando el ADN moderno y la genética molecular, tentativamente tenemos seis subespecies de puma. El puma de la Patagonia es uno de esas seis subespecies. Tu puma es un poco más grande que el nuestro de América del Norte. Solo con mi ojo, se ven un poco más claros en color. Y su cabeza tiene una apariencia más angulosa. Pero lo interesante de los leones de montaña y los pumas es que un gato es un gato. Fuera de los leones africanos, la mayoría de los gatos del planeta tienen un comportamiento similar. En tu libro estableces que una gran razón por la cual los pumas atacan el ganado en la Patagonia es porque los guanacos han desaparecido de su hábitat natural. Sí, en algunas partes de la Patagonia, tanto en Argentina como en Chile, los pumas nativos subsisten de liebres europeas no nativas y ovejas domésticas, y eso es porque el guanaco, la presa con la que han evolucionado desde la última Edad de Hielo, ha sido eliminado o reducido en muchos de los ranchos o estancias. Pero la buena noticia –exclusiva de la Patagonia- es que las propiedades privadas a menudo son tan grandes que cuando los biólogos pueden trabajar con los propietarios de la tierra para hacer un pequeño cambio, éste puede convertirse en un cambio de paisaje. Entonces, por difícil que sea modificar la cultura donde las generaciones han crecido con la idea de que “el único puma bueno es un puma muerto”, cada cambio que hacen los biólogos al trabajar con los rancheros tiene un beneficio inmediato a nivel del paisaje. Y eso puede implicar tolerar un


it can then turn into a landscape change. So, as hard as it is to change the culture in which generations have grown up on the idea that “the only good puma is a dead puma,” every change the biologists make working with the ranchers has an immediate, landscape-level benefit. Whether that’s tolerating a few more guanaco so the pumas perhaps can focus on those rather than the sheep, or whether it’s not killing condors because condors couldn’t kill a sheep if you wanted them to. And the bad news? You have to unravel generations of cultural values about carnivores. And the hardest thing to deal with is human values. Science and data is easy compared to working with traditions. You have generations of guachos who are good at what they do, and to get that mindset to change and perhaps experiment with new techniques it is going take a lot of maté. When I was a field biologist in Montana, we did that sort of thing over lots of coffee with the ranchers here. Your biologists down there drink a lot of maté. It takes a lot of time kicking dirt with the ranchers. But it can happen. We’ve proven it here, you’ve proven it there. It’s just a lot of work. What specific things should the ranchers be doing? In Montana, what we’ve learned over the years is that if you have livestock or sheep killed, rather than go out and cleanse the landscape of pumas, what we do is target the offending animal. So, if a young male puma comes in and takes down some livestock, we’ll remove that young male rather than all of the pumas in the area. This has a couple of benefits. One, possibly, is behavioral. Pumas will kill other male pumas. They’ll fight, they have scars,

missing ears, they’re territorial. You remove the big male, you potentially could then have one, two, three, four, five, new young males prowling around for sheep who wouldn’t be there if the big guy was still there. Therefore, we say leave the older resident male and only take out the animal that actually kills the livestock. And you can do that by setting up the kill. We do it all the time up here, and the ranchers are receptive to it. The other potential solution for Argentina and Chile is to create a job where you have a puma conflict spe-

poco más al guanaco para que los pumas puedan enfocarse en ellos en lugar de las ovejas, o que no estén matando cóndores porque estas aves no podrían matar una oveja aunque así lo quisieran. ¿Y la mala noticia? Tienes que desentrañar generaciones de valores culturales sobre carnívoros.Y lo más difícil de abordar son los valores humanos. La ciencia y los datos son fáciles en comparación con trabajar con las tradiciones. Tienes generaciones de gauchos que son buenos en lo que hacen, y para que esa

JIM WILLIAMS COLLECTION

A young Jim Williams holding a tranquilized mountain lion deep in the Bob Marshall Wilderness Area in Montana. Un joven Jim Williams sosteniendo un león de montaña tranquilizado en el Bob Marshall Wilderness Area de Montana.

cialist. Their job, 100% of the time, is to work with ranchers and neighborhoods when cats and people get into conflict. Have you seen positive advances in Chile and Argentina? Yes, yes, they’re doing amazing work. Two big things stand out. One is at Junin de los Andes with Andres Novaro and Martin Monteverde. There are so few people working as biologists and so much big country in Patagonia, that you just scratch the tip of the iceberg. But they’re doing amazing stuff with cutting edge technology and research. What is especially impressive is the

26

mentalidad cambie y quizá puedas experimentar con nuevas técnicas vas tener que tomar mucho mate. Cuando era biólogo de campo en Montana, hicimos ese tipo de cosas con un montón de café con los rancheros de acá. Los biólogos de la Patagonia beben mucho mate. Toma mucho tiempo tratar con los rancheros. Pero puede suceder. Lo hemos probado aquí, lo han probado allá en la Patagonia. Es solo un montón de trabajo. ¿Qué cosas específicas deberían estar haciendo los rancheros? En Montana, lo que hemos aprendido a lo largo de los años

Patagon Journal

es que si los pumas matan ganado u ovejas, en lugar de salir y limpiar toda el área de pumas, lo que hacemos es apuntar al animal infractor. Entonces, si un joven macho entra y se lleva un poco de ganado, eliminaremos a ese individuo y no a todos los pumas de la zona. Esto tiene un par de beneficios. Uno que, posiblemente, es conductual. Los pumas matarán a otros pumas machos. Lucharán, tendrán cicatrices, perderán oídos; son territoriales. Si eliminas al macho grande, potencialmente podrías tener uno, dos, tres, cuatro o cinco nuevos machos jóvenes merodeando por las ovejas, y no estarían allí si el tipo grande permaneciera en el lugar. Por lo tanto, se opta por dejar al macho residente más viejo y solo se elimina al animal que realmente mató al ganado. Y puedes hacer eso configurando la caza. Lo hacemos todo el tiempo aquí, y los rancheros son receptivos. La otra solución potencial para Argentina y Chile es crear un trabajo donde tengas un especialista en conflictos de pumas. Su tarea, el 100% del tiempo, sería trabajar con rancheros y los distintos vecindarios cuando los gatos y las personas entren en conflicto. ¿Has visto avances positivos en Chile y Argentina? Sí, sí, están haciendo un trabajo increíble. Dos grandes cosas se destacan. Una de ellas en Junín de los Andes con Andrés Novaro y Martín Monteverde. Hay tan pocas personas trabajando como biólogos y un territorio tan grande en la Patagonia, que solo rascas la punta del iceberg. Pero están haciendo cosas increíbles con tecnología e investigación de punta. Lo que es especialmente impresionante es el trabajo que están realizando recopilando datos sobre el guanaco, el puma y otras especies nativas vinculadas a la exploración de petróleo y gas. Porque eso está despegando en


wildlife

<vida silvestre> work they’re doing collecting data on guanaco, puma, and other native species as it relates to the oil and gas exploration. Because that’s taking off everywhere there, and as you put new roads in then they are followed by more people, dogs and poachers. They have been working very hard at teasing out the best science they can for the landscape effects from human uses in that area. In Chile, outside of the obvious achievements by creating the parks, what’s really been impressive is what Cristian Saucedo, conservation director at Patagonia National Park, and his wife Paula Herrera have been doing with guardian dogs in Aysen. They have set up a really nice example on how to use guardian dogs to protect domestic sheep from puma predation, and they are working with neighboring landowners on this. And that results in fewer pumas getting killed. Although the puma went extinct in the eastern United States, in the western part of the country the puma has recovered and is considered a conservation success story. Why? If you roll back the clock to 200 years up here, it wasn’t a success story, they were pretty much wiped out everywhere. But over the past 40 years it’s been one of the greatest, large carnivore conservation success stories on planet Earth. And frankly in South America as well. There’s more work to be done, but pumas, from Canada to Patagonia, are stable to increasing in many areas. They’re increasing back to natural densities, and they’re increasing to their former distribution range. In Patagonia it helps that the human densities are low, which is similar to Montana. In the eastern United States, they are not going to places with large hu-

JORGE CAZENAVE

“Over the past 40 years the puma has been one of the greatest, large carnivore conservation success stories on planet Earth.” “En los últimos 40 años el puma ha sido una de las mejores historias de éxito de conservación de grandes carnívoros en el planeta”. man populations like New York. But you never know. They will slowly make their way east. And where parks are created in Argentina and Chile, and native prey species are brought back to healthy levels, you’re going to have native pumas. For the most part, the trend for all the other large cats on the planet is the other way. Look at the plight of the cheetah, the African lion, the snow leopard, the tiger…but the pumas are different. One of the reasons for this is they move around at night, we don’t know where they are. They can’t be seen. That doesn’t say much about people if one of the major reasons they’re here and expanding is because we can’t see them. But that’s a big part of it. In Argentina, though there have been advances, they still encourage hunting pumas and even pay for it in some provinces. We had bounties in the U.S. from the 1900s through about 1960. We eliminated them here,

Patagon Journal

todas partes por allá, y cuando pones nuevos caminos, luego les siguen más personas, perros y cazadores furtivos. Han estado trabajando arduamente para descubrir la mejor ciencia posible a partir de los efectos generados en el paisaje producto de los usos humanos en esa área. En Chile, aparte de los logros obvios al crear parques nacionales, lo que realmente ha sido impresionante es lo que Cristián Saucedo, director de conservación del Parque Nacional Patagonia, y su esposa Paula Herrera, han estado haciendo con perros guardianes en Aysén. Han creado un buen ejemplo sobre cómo usar perros guardianes para proteger a las ovejas domésticas de la depredación del puma, y están ​​ trabajando con los terratenientes vecinos en esto. Y eso resulta en menos pumas matados. Aunque el puma se extinguió en el este de Estados Unidos, en la parte occidental del país se ha recuperado y se

27

considera una historia de éxito en la conservación. ¿Por qué? Si retrasas el reloj hace 200 años, no era una historia de éxito, fueron prácticamente aniquilados en todas partes. Pero en los últimos 40 años ha sido una de las mejores historias de éxito de conservación de grandes carnívoros en el planeta. Y francamente en Sudamérica también. Hay más trabajo por hacer, pero las poblaciones de pumas, desde Canadá hasta la Patagonia, se mantienen estables y creciendo en muchas áreas. Están volviendo a las densidades naturales y están aumentando a su anterior rango de distribución. En la Patagonia ayuda que las densidades humanas sean bajas, lo que es similar a Montana. En el este de Estados Unidos, los pumas no van a lugares con grandes poblaciones humanas como Nueva York. Pero nunca se sabe. Lentamente harán su camino hacia el este. Y mientras se crean parques en Argentina y Chile, las especies de presas nativas volverán a niveles saludables, por lo que tendrás pumas nativos. En su mayor parte, la tendencia para todos los otros grandes felinos del planeta es a la inversa. Mira la difícil situación del guepardo, el león africano, el leopardo de las nieves, el tigre... pero con los pumas es diferente. Una de las razones es porque se mueven de noche, no sabemos dónde están. No pueden ser vistos. Eso no habla muy bien de las personas, ya que uno de los motivos principales por los cuales los pumas están aquí y expandiéndose es porque no podemos verlos. Pero es una gran parte de todo esto. En Argentina, aunque ha habido avances, todavía fomentan la caza de pumas e incluso pagan por ella en algunas provincias. Tuvimos recompensas en Estados Unidos desde 1900 hasta


pumas

<pumas> and pumas now enjoy protected status as a game animal, which means you can hunt but you can also apply the best science to control that if you do it right. Bounties are a thing of the past up here. Again, it’s part of that culture of “the only good puma is a dead puma” on the ranch, right? And that’s where the information and education campaigns are important. The gauchos are like the cowboys where I live - they are a very independent, fierce traditional culture and it’s just going to take information to change them and change the laws. It’s an immense opportunity, that’s the good news. But yeah, you have problems. Protecting the puma has positive impacts through the entire ecosystem. Pumas have an impact on moving prey around, and where prey graze heavy and where they do not is dependent upon how vulnerable they are to getting killed. That in turn affects the vegetation, which in turn affects the invertebrates, and all the way down to the soil. In addition, the meat that is killed by the pumas feeds the condors and a whole bunch of other species. Pumas are called an apex predator, or apex carnivore. They’re at the top of the food chain. Particularly in South America, south of where the jaguars are. And where the jaguars are, they’re on top. But for Patagonia, it’s the pumas. They can have a role in structuring the entire native ecosystem in some of these areas that are primarily still full of native habitat and native species. It’s fascinating. Your article features Tompkins Conservation and their work restoring pumas at Patagonia National Park. What is so unique about their program?

JORGE CAZENAVE

I think what is amazing is what Cristian Saucedo has done. A lot of people don’t have his combination of personality and skillset. Most biologists are pretty introverted, but he’s a born leader. He had the wherewithal to realize that some of the gauchos who worked for generations in or near Chacabuco had some skillsets that could be converted to conservation. Training these former gauchos to be wildlife rangers and technicians is very clever, because they’re independent and they can survive that wild, cold, windy environment where a lot of folks perhaps wouldn’t. There’s some challenges, clearly. They’re not biologists, they’re just tough people who were raised on the land. But think about all the information they’ve contributed to the formation of that park and its conservation programs. I’ve never heard of anything like that done before. And think about the trust they built with the local communities when they know some local gauchos are hired on by the park. The other cool part of the story is it takes science, it takes hard core field research, to learn about the species in a landscape. To do that is never easy

28

in a remote environment with few resources, that’s what all biologists struggle with around the planet. Torres del Paine has become a mecca for tourists looking to photograph pumas. Is that a good trend? Well, potentially no. To a point, yes. People have to be inspired to care, and if you can see the different species then people are going to care. There’s nothing like watching in person a wild puma, or a bear, or one of these carnivores that are not tolerated too much. Who’s not inspired? Most people are. So, that’s good. But too many tourists, and too close, is going to habituate the animals, and typically when animals become habituated that’s when they’re more vulnerable to becoming a safety threat. Or, conversely, the viewers and the photographers, what you don’t want to happen is to have an impact in changing the behavior of the cats and make it tougher for the cats to survive. The goal of a park is to have a natural system. It’s a delicate balance between allowing visitors to enjoy pumas versus protecting the pumas as

Patagon Journal

a native species in the park. I think more research needs to be done, frankly, over human space – about photographers and the overlap with puma, and how they use the space together. That’s an opportunity for some really good research to answer those questions. What are the main challenges for pumas to continue to prosper into the future? My theme for the entire book is really three things. One is tolerance. Pumas and other large carnivores will only exist on this planet where people tolerate them. We must do a lot of work with society to change values. The second is habitat conservation and connectivity. You can create parks, but they’re all islands unless they’re somehow connected. You must work with private landowners in between the parks on things that are acceptable to them and within their family tradition and culture. And lastly, science and education. The more we learn, and the more we get the data, the more information the decision-makers will have to make better decisions on pumas and other wildlife species.


cerca de 1960. Los eliminamos, y los pumas ahora disfrutan de un estado de protección como animal de caza, lo que significa que puedes cazar, pero también puedes aplicar la mejor ciencia para controlar eso si lo haces bien. Las recompensas son una cosa del pasado aquí. Son parte de esa cultura de que «el único puma bueno es un puma muerto». Y ahí es donde las campañas de información y educación son importantes. Los gauchos son como los vaqueros de donde vivo: son una cultura tradicional muy independiente y feroz, y simplemente se requerirá de información para cambiarlos a ellos y

hasta el suelo. Además, la carne que dejan los pumas alimenta a los cóndores y un montón de otras especies. Los pumas se denominan depredador ápice o carnívoro ápice. Están en la parte superior de la cadena alimentaria, particularmente en América del Sur, al sur de donde están los jaguares. Y donde están los jaguares, los jaguares están en la cima. Pero en la Patagonia son los pumas. Pueden tener un papel en la estructuración de todo el ecosistema nativo en algunas de estas áreas que aún están principalmente llenas de hábitats nativos y especies nativas. Es fascinante.

JORGE CAZENAVE

a las leyes. Es una oportunidad inmensa, esa es la buena noticia. Pero sí, tienes problemas. Proteger al puma tiene impactos positivos en todo el ecosistema. Los pumas tienen un impacto en el desplazamiento de las presas, y dónde las presas pastan fuertemente y dónde no lo hacen, depende de cuán vulnerables sean para ser matadas. Eso a su vez afecta la vegetación, que al mismo tiempo afecta a los invertebrados, y así todo el camino

Tu artículo presenta a Tompkins Conservation y su trabajo para restaurar pumas en el Parque Nacional Patagonia. ¿Qué hay de único en su programa? Creo que es sorprendente lo que Cristián Saucedo ha hecho. Mucha gente no tiene su combinación de personalidad y habilidades. La mayoría de los biólogos son bastante introvertidos, pero él es un líder nato. Tuvo la capacidad para darse cuenta que algunos de los gauchos que trabajaron durante generaciones en Chacabuco o

Patagon Journal

en sus cercanías poseían habilidades que podían utilizarse en conservación. El entrenamiento de estos antiguos trabajadores estancieros para que sean guardaparques y técnicos de vida silvestre es muy inteligente, porque son independientes y pueden sobrevivir a ese ambiente salvaje, frío y ventoso donde mucha gente quizás no lo haría. Hay algunos desafíos, claramente. No son biólogos, son simplemente personas duras que fueron criadas en la tierra. Pero piensa en toda la información con la que han contribuido a la formación de ese parque y sus programas de conservación. Nunca había oído hablar de algo así antes. Y piensa en la confianza que construyeron con las comunidades locales luego que el parque contratara gauchos. La otra parte genial de la historia es que se necesita ciencia, se necesita investigación de campo dura para conocer las especies en un paisaje. Hacer eso nunca es fácil en un entorno remoto con pocos recursos, y eso es con lo que todos los biólogos luchan alrededor del planeta. Torres del Paine se ha convertido en la meca de los turistas que buscan fotografiar pumas. ¿Es esa una buena tendencia? Bueno, potencialmente no. Hasta cierto punto, sí. La gente tiene que estar inspirada para cuidar, y si pueden ver las diferentes especies, se van a preocupar. No hay nada como ver un puma salvaje, un oso o uno de esos carnívoros que no se toleran demasiado. ¿Quién no está inspirado? La mayoría de las personas lo está. Entonces, eso es bueno. Pero demasiados turistas, y demasiado cerca, van a habituar a los animales, y típicamente cuando los animales se habitúan es cuando son más vulnerables a convertirse

29

en una amenaza a la seguridad. O, por el contrario, lo que no deseas que suceda es que los espectadores y los fotógrafos tengan un impacto cambiando el comportamiento de los gatos y haciendo que sea más difícil para ellos sobrevivir. El objetivo de un parque es tener un sistema natural. Es un delicado equilibrio entre permitir que los visitantes disfruten de los pumas y proteger a los pumas como una especie nativa en el parque. Creo que se necesita hacer más investigación, francamente, sobre el espacio humano, los fotógrafos y la superposición con el puma, y​​ cómo usan el espacio juntos. Esa es una oportunidad para algunas investigaciones realmente buenas que podrían responder esas preguntas. ¿Cuáles son los principales desafíos para que los pumas continúen prosperando en el futuro? Mi tema en todo el libro se centra realmente en tres cosas. Una es la tolerancia. Los pumas y otros grandes carnívoros solo existirán en este planeta donde las personas los toleren. Debemos hacer un gran trabajo con la sociedad para cambiar los valores. La segunda es la conservación del hábitat y la conectividad. Puedes crear parques, pero todos son islas a menos que estén conectados de alguna manera. Se debe trabajar con los propietarios privados que existen entre los parques, en cosas que sean aceptables para ellos y dentro de su tradición y cultura familiar. Y, por último, ciencia y educación. Cuanto más aprendamos, y cuantos más datos obtengamos, más información tendrán los responsables de la toma de decisiones para tomar mejores determinaciones sobre los pumas y otras especies de vida silvestre.


exploration <exploración>

30

Patagon Journal


Madre de Dios The mysterious and wild Madre de Dios Island Una misteriosa y salvaje isla de caliza By TOMÁS MOGGIA

Patagon Journal

31 CENTRE TERRE


CENTRE TERRE

Tucked away along the southern coast of Chilean Patagonia, this extraordinary and pristine island composed of limestone is attracting international scientific interest and is a worthy candidate for the UN World Heritage list.

A

s one of the planet’s last wild places, Patagonia contains areas that remain practically untouched by human beings. Although many are found in the Patagonian Ice Fields, the southern fjords and canals also contain a large number of zones that remain unexplored. Its remote and inaccessible character, in addition to its implacable climate, have kept expeditions in the extreme southern sector of Chile at bay.

In recent years, one of the region’s great geographical landmarks has begun to rouse the interest of adventurers and scientists. Madre de Dios. This strange and mysterious island composed of limestone and, to a lesser degree, marble that has been shaped continuously by the elements and made into a true museum of natural formations unlike anywhere else in the world. Located near the “Furious 50s,” subtropical air masses crash into polar air fronts, cre-

32

Escondida a lo largo de la costa sur de la Patagonia chilena, esta extraordinaria y prístina isla compuesta de piedra caliza está atrayendo el interés científico internacional y es un digno candidato para la lista del Patrimonio Mundial de la ONU.

C

omo uno de los últimos lugares salvajes del planeta, la Patagonia todavía alberga sitios prácticamente intocados por el ser humano. Si bien varios de ellos se encuentran en los Campos de Hielo Patagónicos, los fiordos y canales australes también concentran zonas que permanecen inexploradas. Su carácter remoto e inaccesible, que se suma a un clima implacable, ha mantenido a raya las expediciones en este sector del extremo sur de Chile.

Patagon Journal

Durante el último tiempo uno de los grandes hitos geográficos de la región ha comenzado a despertar el interés de deportistas y científicos. Es Madre de Dios, una extraña y misteriosa isla compuesta de caliza, y en menor medida de mármol, que ha sido moldeada incesantemente por los elementos, convirtiéndose en un verdadero museo de formaciones naturales único en el mundo. Hacia los “50 aulladores”, las masas de aire subtropical chocan con las masas de aire polar


exploration

<exploración>

ating an unrelenting weather system: with about 9 meters (29.5 feet) of rainfall there every year—one of the highest rates in the world—and annual average wind speeds are 70 kms (43 miles) per hour, with high speeds reaching over 120 kms (75 miles) per hour. Such conditions on the white island have eroded and polished the terrain here from time immemorial, sculpting it into unusual shapes and forms, with carved-out caves, drains and subterranean galleries that are beyond compare. These are the qualities that have captivated Centre Terre, a French organization that brings together spelunkers and scientists and has carried out several Franco-Chilean expeditions to the region, making it a leader in the exploration and study of this geological rarity of Patagonia. What began as an initiative exclusively for explorers ended up crossing over into other areas and opened lines of research for everything from archaeology and paleontology

“Madre de Dios has been shaped continuously by the elements and made into a true museum of natural formations unlike anywhere else in the world.” “Madre de Dios ha sido moldeada incesantemente por los elementos, convirtiéndose en un verdadero museo de formaciones naturales único en el mundo”. to paleobotany and geology. This led the organization to sign an unprecedented collaboration agreement with Chile’s Ministry of National Property in 2016, allowing it to compile a dossier which the state plans to present to UNESCO as they make the case for the island and the entire archipelago to be designated a World Heritage site. In order to achieve such a designation, a site must meet at least one of the ten selection criteria. Madre de Dios satisfies at least four of them. It is an area of exceptional natural beauty and aesthetic impor-

creando un sistema frontal que no da tregua alguna: nueve metros de lluvia al año caen en este lugar -una de las pluviometrías más altas a nivel global- y los vientos pueden llegar a superar los 120 kilómetros por hora -el promedio anual de los vientos es de 70 kilómetros por hora-.Así es como esta blanca isla ha sido erosionada y pulida desde tiempos inmemoriales, tallando inusuales formas y figuras, esculpiendo cuevas, sumideros y galerías subterráneas sin parangón. Son estas características las que han cautivado a Centre Terre, una asociación francesa

que reúne a espeleólogos y científicos, y que ha realizado varias expediciones franco-chilenas a la zona, liderando la exploración e investigación de esta rareza geológica ubicada en la Patagonia. Lo que comenzó como una iniciativa casi puramente deportiva y exploratoria, terminó alcanzado otros ribetes, abarcando líneas de investigación que van desde la arqueología y la paleontología, hasta la paleobotánica y la geología. Esto llevó a que la organización firmara en 2016 un inédito convenio de colaboración con el Ministerio de Bienes Nacionales de Chile, que permitió elaborar un dossier que el Estado pretende presentar ante la Unesco para candidatear a la isla y a todo el archipiélago como sitio Patrimonio Mundial de la Humanidad. Para alcanzar tal designación, se debe cumplir con al menos uno de los diez criterios de selección existentes, y Madre de Dios satisface por lo menos cuatro. Es un área de belleza natural e importancia estética excepcional; es un ejemplo emi-

The western half of Madre de Dios Island has more than 125 miles (200 km) of virgin karst. La mitad occidental de la isla Madre de Dios tiene más de 200 kilómetros cuadrados de karst virgen. FRANCIS PÉREZ

Patagon Journal

33


exploration <exploración>

FRANCIS PÉREZ

tance; and it is an imminently representative example of biological and ecological processes underway in the evolution and development of terrestrial, aquatic, coastal and marine ecosystems. Whatsmore, it provides singular or at least exceptional testimony about a cultural tradition and a living civilization, or rather a vanished civilization in the case of the Kawésqar people. But the island continues to be a largely unexplored zone, regardless of the expeditions that have been carried out by Centre Terre and other organizations. The potential for exploration and study is enormous, and the Centre Terre, more than just pioneers, are now training a new generation to continue this work, so that commitments to conservation and scientific

inquiry can guide decisionmaking in the future. “Madre de Dios is a pandora’s box. In the 2006 expedition, we had extremely clear objectives and, in the end, more questions than answers. This is the trend,” explains Marcelo Agüero, current vice president of Centre Terre, who has taken part in four expeditions to Madre de Dios. After the Última Patagonia expedition in 2017, they were able to install a science station in the Seno Barros Luco, and they hope to launch expeditions from there in 2019; a major advance since the first visits in the late nineties. Getting to Madre de Dios is not easy. The island is located one day, by boat, from Puerto Natales, while Puerto Edén, the closest settlement, is found 200 kms (124 miles) to

34

nentemente representativo de las grandes fases de la historia de la Tierra; y es también un ejemplo eminentemente representativo de procesos ecológicos y biológicos en curso en la evolución y el desarrollo de los ecosistemas terrestres, acuáticos, costeros y marinos. Además, aporta un testimonio único, o al menos excepcional, sobre una tradición cultural o una civilización viva o desaparecida, en este caso del pueblo kawésqar. Pero la isla continúa siendo en gran medida una zona inexplorada, independiente de las expediciones que han llevado a cabo desde Centre Terre y otras instituciones, tanto nacionales como extranjeras. El potencial de exploración y estudio es enorme, y más allá de ser los pioneros, en Centre

Patagon Journal

Terre apuntan a que las nuevas generaciones continúen con la tarea para que a futuro se tomen decisiones fundadas en el ámbito de la conservación y la investigación. “Madre de Dios es una caja de pandora. En la expedición del 2006 teníamos los objetivos súper claros y al terminar teníamos más preguntas que respuestas. La tónica es así”, explica Marcelo Agüero, actual vicepresidente de Centre Terre, quien ha participado en cuatro expediciones a Madre de Dios. Tras la expedición Última Patagonia 2017 lograron instalar una base científica en el seno Barros Luco y para el 2019 esperan comenzar desde allí las exploraciones. Un avance insospechado luego de la primera visita a fines de los años 90.


CENTRE TERRE

“The harsh climate strikes like a tireless whip. A completely clear day without winds is a miraculous event which probably occurs no more than one week out of the year.” “La rigurosidad del clima azota como un látigo infatigable. Un día completamente despejado y sin viento es un hecho milagroso, que se estima no ocurre más de una semana al año”. CENTRE TERRE

the north. If navigation through open channels exposed to the Pacific Ocean is already quite the experience in itself, it is on the island that the harsh climate strikes like a tireless whip. A completely clear day without winds is a miraculous event which probably occurs no more than one week out of the year. Agüero explains that in addition to the enormous waves that hit the coast, there is the wind, which is perhaps more brutal, and at great speeds can even be seen to lift columns up out of the water. “In less than a minute, conditions can change and you can get trapped there for a number of days. You are going to a location where you have a good chance of something happening to you. One time we saw a

low-pressure system collide with a high-pressure one and we were able to observe how the storm formed. It was like those science fiction movies— like Perfect Storm—but in high definition and right in front of us. Your hair stands up on end and you think, what the hell am I doing? It is impressive,” affirms the engineer. Paradoxically, that is precisely what makes Madre de Dios such an extraordinary place. While in the past, the landscape—like the fjords— was formed by glaciers, in recent times the erosive action of water and wind has created a morphology that is transforming the island and a good part of the archipelago into the southernmost active karstic system in the world, with one of the highest dis-

Patagon Journal

Llegar a Madre de Dios no es sencillo. La isla se ubica a poco más de un día de navegación de Puerto Natales, mientras que Puerto Edén, el poblado más cercano, se encuentra unos 200 kilómetros hacia el norte. Si la navegación por canales abiertos y expuestos al océano Pacífico ya es toda una experiencia en sí misma, es en la isla donde la rigurosidad del clima azota como un látigo infatigable. Un día completamente despejado y sin viento es un hecho milagroso, que se estima no ocurre más de una semana al año. Agüero cuenta que además de las olas gigantes que golpean la costa, quizá lo más brutal sea el viento, al punto que incluso se puede ver cómo se levantan columnas de agua a grandes velocidades. “En fracción de

35

minutos las condiciones pueden cambiar y puedes quedar atrapado por una cantidad de días indefinidos. Vas a un lugar donde tienes altas posibilidades de que te ocurra algo. Una vez vimos cómo chocó un sistema de baja presión con uno de alta presión; observamos cómo el temporal se empezaba a formar. Era como esas películas de ciencia ficción, tipo Tormenta Perfecta, pero en alta definición y al frente nuestro. Los pelos se te erizan y piensas qué mierda haces. Es impresionante”, asegura el ingeniero. Paradójicamente, es justamente eso lo que hace de Madre de Dios un lugar extraordinario. Si en el pasado el paisaje fue moldeado por glaciares, al igual como ocurrió con los fiordos, en la actualidad la acción erosiva del agua y del viento ha


exploration <exploración>

solution rates registered up to the present day, reaching 150 to 170 cms (59 to 67 inches) in 10,000 to 12,000 years, and with caverns now extending several kilometers. It is a paradise for spelunkers. The

of this was probably formed in a deep-sea environment. The limestone in general has remains of coral and calcarenites, and the remains of arthropods have been found as well,” says geologist Pedro Guzmán, who

generado una morfología que transforma a la isla y buena parte del archipiélago en el sistema kárstico activo más austral del mundo, con una de las tasas de disolución más altas registradas hasta ahora -

“They have also found caves with markings that tell the story of how sea levels have fluctuated at different times in the past. Madre de Dios is a one-of-a-kind scientific laboratory for gaining a greater understanding of the geological eras of our planet.” “También se han encontrado cuevas con marcas que dan cuenta de las variaciones del nivel del mar en distintas eras. Madre de Dios es un laboratorio científico único para conocer las edades de nuestro planeta”. limestone as well as the marble are soluble rocks in acidic conditions and in cold water, which explains the acceleration of this phenomenon occurring in Madre de Dios. For experts, this means the most aesthetic and spectacular karstic landscapes, known throughout the world for their size as well as for their pristine condition, and which some have even ventured to call “marble glaciers.” Actually, Madre de Dios is unlike anything else around it. Or at least in its western half, which comprises more than 200 kms (124 miles) of virgin karst. It is a rarity in geological terms, displaying carbonated rocks of Tarlton limestone that contain fossils from the late Paleozoic that must have formed in an intra-oceanic environment in a tropical climate. Later, this block would have shifted from lesser latitudes, as a consequence of the movement of the oceanic plates, eventually accreting or literally crashing into and merging with the western edge of Gondwana. “What is curious and singular about the Madre de Dios is that its geology is totally exotic for its surrounding context. All

has had the opportunity to visit Madre de Dios and Diego de Almagro, another island with similar characteristics located a little further to the south in the Magallanes region. During the expeditions, geologists and explorers came across some strange formations which they ended up dubbing “rock comets,” referring to this never before seen geological phenomenon. It involves rocks with a composition distinct from limestone—which can be there for different reasons—that serve to block the rain and wind and protect the limestone behind them so it does not dissolve as rapidly, generating a sort of tail. They have also found caves with markings that tell the story of how sea levels have fluctuated at different times in the past. Without question, Madre de Dios is a one-of-a-kind scientific laboratory for gaining a greater understanding of the geological eras of our planet.

Beyond climate and geology

B

ut the island is not just limestone and marble. The vegetation is exuberant and wild, totally virgin, and from a distance looks like an

36

alcanzando los 150 a 170 cm. en 10.000 a 12.000 años- y con cavernas que se extienden por varios kilómetros. Es un paraíso para espeleólogos. La caliza, y también el mármol, son rocas solubles en condiciones ácidas y de aguas frías, lo que explica el acelerado fenómeno que se da en Madre de Dios. Para los expertos, se trata de los paisajes kársticos más estéticos y espectaculares conocidos a nivel global, tanto por su extensión como pristinidad, y que algunos se han atrevido a llamar como “glaciares de mármol”. En realidad, Madre de Dios no se parece a nada a su alrededor, al menos su mitad occidental: son más de 200 kilómetros cuadrados de karst virgen. Es una rareza en términos geológicos al presentar rocas carbonatadas de calizas Tarlton que poseen fósiles del Paleozoico tardío, y que se habrían formado en un ambiente intraoceánico en un clima tropical. Posteriormente, este bloque se habría desplazado desde latitudes menores producto del movimiento de las placas oceánicas hasta acrecionar -o literalmente chocar y fundirse- en el margen occidental de Gondwana.

Patagon Journal

“Lo curioso y singular que tiene Madre de Dios es que su geología es totalmente exótica para el contexto que hay alrededor. Todo esto se formó probablemente en un ambiente de fondo marino. La caliza en general tiene restos de corales, de calcarenitas, y se han encontrado restos de artrópodos”, detalla el geólogo Pedro Guzmán, quien ha tenido la posibilidad de visitar Madre de Dios y Diego de Almagro, otra isla de características similares, ubicada un poco más al sur en la región de Magallanes. Durante las expediciones, los geólogos y expedicionarios se toparon con unas extrañas formaciones que terminaron por denominar como “cometas de roca”, un fenómeno nunca antes visto en la geología. Se trata de piedras de una composición distinta a la caliza -que pueden estar ahí por distintas razones- y que sirven de obstáculo a la lluvia y el viento, por lo que detrás de ellas la caliza no se disuelve tan rápido al estar protegida, generando así una especie de cola. También se han encontrado cuevas con marcas que dan cuenta de las variaciones del nivel del mar en distintas eras. En definitiva, Madre de Dios es un laboratorio científico único para conocer las edades de nuestro planeta.

Más allá del clima y la geología

P

ero la isla no es sólo caliza y mármol. La vegetación es exuberante y salvaje, totalmente virgen, y a la distancia parece un cerco verde impenetrable, con extrañas figuras trabajadas por el viento, que junto a la lluvia es el gran artesano de estos paisajes. El reino vegetal se las ha arreglado para sobrevivir sustentándose directamente en la roca calcárea, colonizándola


PHOTOS: CENTRE TERRE

Scientists and cavers moving through the calcareous rock of Madre de Dios but also through the thick, leafy Magellanic forest. Científicos y espeleólogos se desplazan a través de la roca calcárea de Madre de Dios, pero también del frondoso e impenetrable bosque magallánico.

Patagon Journal

37


Madre de Dios Island has been eroded and polished by the winds and water for millennia, sculpting caves and subterranean galleries that stretch for several miles, forming a paradise for cavers. And also for archaeologists, here there have been found graves, ossuaries and even Kawésqar paintings. La isla Madre de Dios ha sido durante milenios erosionada y pulida por los vientos y el agua, esculpiendo cuevas y galerías subterráneas que se extienden por varios kilómetros, conformando un paraíso para los espeleólogos. Y también para los arqueólogos, allí se han encontrado sepulturas, osarios y hasta pinturas kawésqar.

PHOTOS: CENTRE TERRE

38

Patagon Journal


exploration

<exploración>

impenetrable green ring with strange figures worked by the wind which, together with the rain, is the great artisan of these landscapes. The vegetable kingdom has adapted to them for its own survival and sustained itself directly on the limestone rock, colonizing it slowly until it came to form a dense Magellanic forest. This forest has also managed to grow over a tangled accumulation of dead tree trunks that are covered over with vegetation, almost in hydroponic form. The trees in general are entirely covered by a thick coat of moss, and the sloping peatlands comprise yet another singular ecosystem on the island. It is this same island geology which, in part, gives rise to other aspects that make it a special place, in terms of its biology. “The importance of researching Madre de Dios and the areas to the west of the Andes is due to the fact that it helps us understand a little better how the climate evolves, or how it has evolved in the past, and thus helps us better predict how the plants are going to adapt to the climate changes we’re living through,” says Giselle Astorga, a biologist specializing in paleobotany. A postdoctoral researcher at the Universidad Austral, Astorga has twice visited the island, first with Centre Terre and then, at the beginning of this year, with Fundación OCCAP (Scientific Observatory of the Channels and Andes in Patagonia Foundation). For her research, she set out to collect mosses and liverworts which she hopes to analyze in order to confirm what she already suspects: the strong presence of endemism. Furthermore, she took a pair of samples of sediment in two wetland areas with the objec-

tive of collecting and identifying the remains of ancient vegetation. In order to do this and to understand the temporal context, she will need to perform carbon dating, although the resources she needs are currently lacking. Nonetheless, she believes that the funding will eventually come and allow the history of this plant

lentamente hasta conformar un denso bosque magallánico. Pero el bosque también ha sido capaz de crecer sobre una acumulación enmarañada de troncos muertos recubiertos de materias vegetales, casi en forma hidropónica. Los árboles, en general, están íntegramente cubiertos por una espesa capa de musgos,

musgos y hepáticas que espera analizar para corroborar una de sus grandes sospechas: la fuerte presencia de endemismo. Además, tomó un par de testigos de sedimentos en dos áreas de humedales con el objetivo de recuperar restos vegetales e identificarlos. Para ello necesita realizar dataciones radiocarbónicas para entender

“The vegetation is exuberant and wild, totally virgin, and from a distance looks like an impenetrable green ring with strange figures worked by the wind which, together with the rain, is the great artisan of these landscapes.” “La vegetación es exuberante y salvaje, totalmente virgen, y a la distancia parece un cerco verde impenetrable, con extrañas figuras trabajadas por el viento, que junto a la lluvia es el gran artesano de estos paisajes”. life—from the end of the last ice age up to the formation of contemporary environmental conditions—to be told. “Very little is understood in Chile about the vegetation of the last ice age, from 15 to 20 thousand years ago. The study of leaf, flower, and seed fossils can help us to more accurately identify the flora that was living in the area, and that is going to help us be able to understand a little better how plants are moving on the landscape,” says Astorga. The Center of Investigation on Ecosystems of Patagonia (CIEP) is another institution that has carried out multidisciplinary studies in the area. Lately the center has focused on understanding the bio-geochemical connection that exists between land and water ecosystems in Madre de Dios. Among other things, it aims to determine whether zones with different types of geology release distinct types of nutrients into the sea, and is also trying to understand the hydrodynamics

Patagon Journal

y las turberas en pendientes son otro de los ecosistemas singulares de la isla. En parte, es la misma geología de la isla la que condiciona otros aspectos que la convierten en un lugar especial en términos biológicos, incluso a nivel marino. “La importancia de investigar Madre de Dios y las áreas al oeste de la división andina se debe a que sirven para entender un poco mejor cómo evoluciona el clima, o cómo ha evolucionado en el pasado, y así poder comprender mejor cómo las plantas se van a adaptar al cambio climático que estamos viviendo”, asegura Giselle Astorga, doctora en ciencias biológicas y especializada en paleobotánica. Investigadora postdoctoral de la Universidad Austral, Astorga ha visitado dos veces la isla, la primera con Centre Terre y la segunda, a principios de este año, con la Fundación OCCAP (Observatorio Científico de los Canales y Andes Patagónicos). Dentro de sus investigaciones, efectuó una recolección de

39

el contexto temporal, aunque faltan recursos para proseguir con los estudios. De todas formas, confía en que el financiamiento llegará para contar la historia de la vegetación desde la transición de la última glaciación hasta los ambientes modernos. “Muy poco se entiende en Chile de la vegetación de la última glaciación, de hace 15 o 20 mil años atrás. El estudio de los fósiles de hojas, flores y semillas puede dar una identidad más certera de la flora que estaba viviendo localmente, y eso va a facilitar que podamos entender un poco mejor cómo las plantas se mueven en el paisaje”, dice Astorga. El Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) es otra de las instituciones que ha efectuado estudios de carácter multidisciplinario en la zona, y últimamente se han centrado en comprender la conexión biogeoquímica que existe entre los ecosistemas terrestres y acuáticos de Madre de Dios. Entre otras cosas,


cabecera exploration <cabecera> <exploración>

OSCAR J. GONZALEZ

“One of the great revolutions that Madre de Dios has brought on is connected to archaeology. It is in these same limestone caverns, created by water, that archaeological remains associated with the Kawésqar have been discovered.”

between the bay, the fjord, and the entire hydrological system. All of this in the context of ocean acidification, as a consequence of climate change, and where red tides seems to find more favorable conditions for growth. But one of the great revolutions that Madre de Dios has brought on is connected to archaeology. It is in these same limestone caverns, created by water, that archaeological remains associated with the Kawésqar have been discovered, beginning around the year 2000, when the first

findings were made. One of them was in the Ayayema Cave, named after one of the principle Kawésqar spirits tied to chaos. Found there were the first vestiges of an indigenous population on the island: a grave where the positioning of the parts of the skeleton showed that arrangements were made for the body after death. In the same cave, evidence of clay extraction was discovered, along with 15 balls of this material. Another grave was found in the Cave of La Cruz, named

40

“Una de las grandes revoluciones que Madre de Dios ya ha provocado se vincula con la arqueología. Es en estas mismas cavernas de caliza creadas por el agua donde se han descubierto restos arqueológicos asociados a los kawésqar”.

se busca comprobar si zonas con diferentes tipos de geología aportan distintos tipos de nutrientes al mar, intentando entender también la hidrodinámica entre la bahía, el fiordo y todo el sistema hidrológico. Esto en un contexto de acidificación del océano como efecto del cambio climático, y donde la marea roja parece encontrar condiciones más favorables para su desarrollo. Pero una de las grandes revoluciones que Madre de Dios ya ha provocado se vincula con la arqueología. Es en estas mismas

Patagon Journal

cavernas de caliza creadas por el agua donde se han descubierto restos arqueológicos asociados a los kawésqar, siendo a partir del 2000 cuando se realizaron los primeros hallazgos. Uno de ellos se produjo en la cueva Ayayema, nombrada así en alusión a uno de los principales espíritus kawésqar, vinculado al caos. Allí se encontraron los primeros vestigios de población indígena en la isla: una sepultura donde la disposición de las partes del esqueleto demostró que el cuerpo había sido objeto de un arreglo posterior a la muerte.


CENTRE TERRE

OSCAR J. GONZÁLEZ

for a wooden cross found on its exterior, which must have been installed some years ago, possibly by some fishermen who modified and “Christianized” the site. It is a common grave holding the remains of four people whose skeletons were piled in two ossuaries. Also found were some pieces of personal jewelry scattered around the site; small fragments of wood and bark with signs of coloration. The grave also contained two items that were ceremonial in character: a hearth and fading

CENTRE TERRE

cave paintings in ochre adorning the cave ceiling. These discoveries showed, for the first time, the existence of secondary funerary practices among this nomadic canoeing people. Testing has confirmed that the artifacts date back to between 4,500 and 5,000 years ago. It is in this way that they were able to branch out to other islands on the Pacific side, extending the territory inhabited by the Kawésqar, whose last descendants are mostly located in Puerto Edén.

Patagon Journal

En la misma cueva se hallaron indicios de extracción de arcilla, junto con quince bolas de este material. Otra sepultura fue encontrada en la cueva de la Cruz, llamada así por una cruz de madera que se encuentra en su exterior, que habría sido instalada hace algunos años posiblemente por pescadores, quienes modificaron y “cristianizaron” el sitio. Se trata de una sepultura colectiva que contiene restos de cuatro personas cuyas osamentas estaban amontonadas en dos osarios. También se

41

OSCAR J. GONZÁLEZ

encontraron algunas piezas de adorno personal repartidas en el lugar, fragmentos pequeños de madera y corteza con huellas de coloración. La sepultura contenía además dos elementos de carácter ritual: un fogón y rastros de pinturas rupestres de color ocre que decoraban el cielo de la gruta. Estos descubrimientos demostraron por primera vez la existencia de prácticas funerarias secundarias en este pueblo canoero nómade, y las dataciones realizadas confirmaron que los hallazgos se


exploration <exploración>

OSCAR J. GONZÁLEZ

There have continued to be discoveries over the years. In fact, in 2016, skeletons and cave paintings were discovered by chance when some explorers were forced to wait out a storm in the interior of a cave. Those were the first indications of the existence of some type of writing or symbology on the part of this native people, since until then, there had been no record of such findings. “There exists a tremendous responsibility due to what we are discovering. Now it is necessary to start taking more concrete actions, and to do that, it is necessary to rally many people. There could be interest from tourists, which is legitimate, but it is necessary to create the level of protection needed to avoid interference with research or heritage values. We need to study all of that and discuss it with the various parties. That is an extremely important challenge,” says Agüero, who is also president of Fundación OCCAP.

But these limestone landscapes have awoken other interests as well. For over sixty years, Guarello Island, located several kilometers to the south of Madre de Dios, and part of the same archipelago, has been mined for the extremely pure limestone—among the purest in the world—that is found in this zone. The limestone is extracted and shipped by the Pacific Steel Company (CAP) to its destination at the steel factory, where it is used as a smelting agent. Beyond fundamental logistical support and approval for the construction of a center for scientific investigations upon that very mineral base, the mineral extraction industry could threaten this one-of-a-kind ecosystem. While some advocate for complete conservation and protection of Madre de Dios and the entire archipelago, others are more open to a collaborative rather than a divisive approach. What is certain is that an eventual designation as a World Heritage site could protect and

42

remontan a 4.500 y 500 años atrás. De esta forma se pudo extender hasta las islas que dan al Pacífico el territorio habitado por los kawésqar, cuyos últimos descendientes hoy están radicados en su mayoría en Puerto Edén. Los hallazgos han continuado con el paso de los años. De hecho, en 2006 se descubrieron por azar osamentas y pinturas rupestres mientras unos exploradores se vieron obligados a soportar una tormenta al interior de una cueva. Esos fueron los primeros indicios de la existencia de algún tipo de escritura o simbología por parte de este pueblo originario, ya que hasta entonces no había registros de ese tipo. “Existe una tremenda responsabilidad por lo que estamos descubriendo. Ahora hay que empezar a tomar acciones más concretas y para eso hay que convocar a mucha gente. A lo mejor puede haber un interés turístico, que es legítimo, pero hay que generar un nivel

Patagon Journal

de protección necesario para que no se interfiera sobre las investigaciones o valores patrimoniales. Todo eso hay que estudiarlo y conversarlo entre varias partes. Ese es un reto súper importante”, sugiere Agüero, también presidente de la Fundación OCCAP. Pero estas tierras de caliza también han despertado otros intereses. Desde hace más de 60 años que en la isla Guarello, ubicada unos kilómetros al sur de Madre de Dios y parte del mismo archipiélago, se explota una cantera dado el altísimo grado de pureza de la caliza –de los más altos del mundo- que se encuentra en esta zona. La caliza es extraída y embarcada por la Compañía de Acero del Pacífico (CAP) para destinar el material a la empresa siderúrgica, donde se utiliza como agente de fundición. Más allá del fundamental apoyo logístico y la aprobación para levantar un laboratorio de investigación científica en la misma base minera, la industria


“For its exceptional characteristics, Madre de Dios is worthy of designation as a World Heritage site that would protect and conserve this invaluable, wild island of limestone.” “Por sus características excepcionales, Madre de Dios es digna de una designación como sitio Patrimonio Mundial de la Humanidad que permita proteger y conservar íntegramente esta invaluable y salvaje isla de caliza”.

conserve this invaluable and exceptional island, thereby providing for continuing research and minimal impact tourism in the area. Worldwide, there are at least three karstic landscapes with great scientific value and qualities similar to Madre de Dios. They are mostly found in tropical or subtropical zones and include the karst of meridional China in the provinces of Guangxi, Guizhov, and Yun-

nan; the Integral Natural Reserve of Tsingy Bemaraha in Madagascar; and the Puerto Princesa Subterranean River National Park in the Philippines. All of them were included on the World Heritage many years ago. In October 2007, the Madre de Dios archipelago was declared a protected national site by Chile’s Ministry of National Property. Is now the time for this unique and extraordinary place to have global protection?

extractiva podría amenazar un ecosistema único. Mientras unos abogan por una conservación y protección absoluta de Madre de Dios y todo el archipiélago, otros son más abiertos a un trabajo en conjunto, no excluyente. Lo cierto es que una eventual designación como Patrimonio Mundial de la Humanidad podría proteger y conservar esta invaluable y excepcional isla, apostando así por fomentar la investigación y un turismo de mínimo impacto

ambiental que permita dar valor a su preservación. En el mundo existen por lo menos tres paisajes kársticos de gran valor escénico con propiedades similares a Madre de Dios, los cuales principalmente se encuentran ubicados en zonas tropicales o subtropicales: el karst de China meridional, en las provincias de Guangxi, Guizhou y Yunnan; la reserva natural integral de Tsingy Bemaraha, en Madagascar; y el Parque Nacional Río Subterráneo de Puerto Princesa, en Filipinas. Todos ellos fueron inscritos en la Lista de Patrimonio de la Humanidad hace varios años. En octubre del 2007 el archipiélago de Madre de Dios fue declarado por el Ministerio de Bienes Nacionales como Bien Nacional Protegido, ¿será este el momento en que alcance un estándar de conservación y protección mayor?

Kayaking & Whale Watching Kayak, Glaciares y Ballenas

Live your adventure in Patagonia! ✆

¡Vive tu Aventura en Patagonia!

+56 9 5411 2369

www.kayakaguafresca.com

facebook.com/patagoniaakaf

+56 9 6615 3118

kayakaguafresca@gmail.com

instagram.com/kayakaguafresca

Aviso_Kayak_Mediapag.indd 3

27-04-18 20:08


Fossil Hunting

Along the Aysen Coast Recolectando fósiles en la costa de Aysén By GREG LANDRETH Photos by KERI-LEE PASHUK

44

Patagon Journal


Paleontology

<paleontología>

A

studious tap-tap of hammers a gainst rock intrudes above the birdsong as I quiet the outboard motor and settle into watch mode in my little inflatable boat anchored tenuously to the kelp fringe around the shore of one of the Marinas Islands. It is the midst of another Patagonian summer and for the third year in a row I find myself parked in the shelter of this archipelago tucked beneath the protective hook of the Taitao Peninsula. This year the theme of the expedition is fossil-hunting and I am engaged in the delivery of the small knot of people who are now patiently engaged on shore, fossicking along the flat sandstone beaches for a gleam of white that may be an ancient coral, or a smooth round concretion that may contain a crab shell which died on the sea bed 15 million years ago. My job today though is to keep a careful eye on the shoreline, making sure the waves penetrating in from the Golfo de Penas will not pose a danger to Sven Nielsen and his team of four paleontologists whose concentration is engaged in another millennia and another place. An hour or two can go by in this manner, and it would be easy to slip into a reverie, but for the truculent squalls which, out of a dead calm, can deliver wind gusts of forty knots or more followed by a cloudburst of rain which hammers its way inside even the best foul-weather gear. Then, when the sun beats down again making the wave platforms steam, the hordes of biting flies exit the thick forest and make straight for any exposed skin which has not been liberally dosed with insect repellant. After one such downpour, Svens voice crackles over the radio, “OK we are finished here for

now, can you pick us up to go back to the boat now?” I cut away the kelp holding the dinghy on station and manoeuver close inshore, timing a dash to the rocky platform for when the wave action has subsided enough to pluck them all

E

l aplicado repiqueteo de los martillos en la roca acalla el canto de los pájaros mientras silencio el motor fueraborda y me acomodo para observar desde mi bote inflable, amarrado a la franja de algas que rodea la costa de las islas

The back and front of a fossilized crab. La espalda y el frente de un cangrejo fosilizado.

from the beach. The group slithers down the rocks with their bags of rock and fossil samples, all landing in a big pile in the bottom of the dinghy and we head out before the next wave comes to sweep the shore clean. My wife Keri deftly maneuvers our expedition sailing vessel “Saoirse” back toward our group now tiny and vulnerable in the waves of the Gulf and we all pile thankfully aboard, wet but

Patagon Journal

Marinas. Estamos en mitad de otro verano en la Patagonia y por tercer año consecutivo me encuentro estacionado al refugio de este archipiélago escondido bajo el brazo protector de la península de Taitao. Este año el tema de la expedición es la recolección de fósiles, y mi trabajo consiste en trasladar al pequeño grupo de gente que está ahora ocupado en la costa, probando suerte a lo largo de las playas de arenisca

45

plana por si encuentran el brillo blanco de algo que pueda ser un coral antiguo, o una concreción redonda y lisa que pueda ocultar el caparazón de un cangrejo que murió en el fondo del mar hace 15 millones de años. Sin embargo, la tarea que me ocupa hoy es vigilar la orilla, asegurándome que las olas que llegan desde el Golfo de Penas no pongan en peligro a Sven Nielsen y su equipo de cuatro paleontólogos cuya atención está perdida en otro milenio y otro lugar. Pueden pasar así una o dos horas, y sería fácil dejarse llevar por el ensueño de no ser por las truculentas rachas que pueden traer ráfagas de viento de cuarenta nudos o más en medio de una calma total, seguidas de un aguacero que bate con una fuerza que cala hasta la mejor ropa y equipo contra el tiempo implacable. Luego, cuando el sol vuelve a calentar y levanta el vapor de las olas, las hordas de mosquitos salen del frondoso bosque y van directo a la piel descubierta que no haya sido untada con repelente. Tras uno de estos aguaceros, la voz de Sven crepita en la radio, “Vale, por ahora hemos terminado, ¿puedes venir a buscarnos para volver al barco?”. Corto las algas que se sostenían al bote y me dirijo hacia la costa, calculando el momento de acercarme a la plataforma rocosa para cuando las olas han parado y así puedo recogerlos a todos de la playa. El grupo se desliza por las rocas con sus bolsas de fósiles y piedras, que acaban todas en un montón en el fondo del bote, y salimos antes que la siguiente ola venga a barrer la orilla. Mi mujer Keri maneja con destreza el “Saoirse”, el velero de la expedición, de vuelta hasta nuestro pequeño grupo, vulnerable a merced de las olas del golfo, y nos alegramos de subir a bordo, mojados pero contentos


“We will do this again and again, day after day, until we have found all that we have come to look for.” “Volveremos a hacer esto una y otra vez, día tras día, hasta que hayamos encontrado todo lo que hemos venido a buscar”.

46

happy to have the day’s work “in the bag.” We will do this again and again, day after day, until we have found all that we have come to look for. This is work, a great deal of work, and even though I mostly find it enjoyable, especially when the sun makes its rare appearance here, it is my small part in generating the end result which gives me the greatest satisfaction. So, what is it that we are looking for? Back on the boat I pitch this question to Sven who responds with, “This is part of a regular Fondecyt program studying Miocene marine diversity along the coast of central to southern Chile across multiple taxa.” “Okay,” I venture a response, not sure how a sentence like that equates to the joy experienced by the simple act of strolling about in the wilderness collecting rocks. As he goes on though, I begin to see the

Patagon Journal

construct of scientific thought behind our slithering around on the mudstone coasts. “The Chilean triple junction,” he goes on, “the point where the Nazca, Antarctic and South American tectonic plates intersect lies just offshore here. What makes this area really interesting though is that this is a subduction zone, that is that the Nazca and Antarctic plates are diving down below the South American continent. The Taitao Peninsula is an ophiolite, a chunk of oceanic crust thrust up onto a continent during this process.” I glance at a nearby chart of the area. The Taitao Peninsula is so big that it takes nearly two days to sail around it and here we are talking about it as if we are sitting in a bowl of cornflakes. Obviously, the scale of forces we are dealing with here are quite outside the human imagination. The key


paleontology

<paleontología>

con la “cosecha” del día. Volveremos a hacer esto una y otra vez, día tras día, hasta que hayamos encontrado todo lo que hemos venido a buscar. Es un trabajo que requiere mucho esfuerzo, y aunque en general me resulta entretenido, especialmente en las raras veces que asoma el sol por estos lados, es el granito de arena que aporto al resultado final lo que me da mayor satisfacción. Así que, ¿qué es lo que estamos buscando? Una vez en el barco, le hago esta pregunta a Sven, que responde diciendo que “es parte de un programa regular de Fondecyt que estudia la diversidad marina del Mioceno a lo largo de la costa de las zonas central y meridional de Chile, en múltiples taxones”. “Vale”, le respondo sin más, sin tener muy claro cómo una frase así se puede comparar con la felicidad experimentada por el simple hecho de pasear por la naturaleza recolectando rocas. Pero a medida que sigue hablando empiezo a entender el razonamiento científico detrás de nuestras excursiones en las resbaladizas y fangosas costas. “El triple punto de unión de Chile,” añade, “el lugar donde las placas tectónicas de Nazca, Antártica y Sudamericana se cruzan, está aquí, cerca de la costa. Sin embargo, lo que hace que esta zona sea tan interesante es que es un sitio de subducción; es decir, que las placas de Nazca y Antártica se sumergen bajo el continente sudamericano. La península de Taitao es una ofiolita, un trozo de la corteza oceánica empujado sobre el continente en el proceso”. Echo un vistazo a un mapa de la zona. La península de Taitao es tan grande que hacen falta dos días para circunnavegarla, y estamos hablando de ello como si fuera un tazón de leche. Obviamente, la escala de las fuerzas de las que estamos hablando sobrepasa la imaginación humana. La clave aquí

es el tiempo, claro; nada de tal magnitud ocurre de prisa. Y menos mal, ya que no nos imagino en nuestro bote inflable dando tumbos en esta pesadilla tectónica con tan solo un motorcillo de 25hp para propulsarnos. Sven se anima. “La ofiolita solo tiene unos 5 millones de años, mientras que los sedimentos del golfo de Tres Montes son mucho más antiguos; puede que tengan entre 25 y 5 millones de años. Así que cabe esperar que las rocas sedimentarias que estudiamos se vieran afectadas por una gran presión durante la creación de la ofiolita. Sin embargo, tienen pocos pliegues e inclinación, lo que indica una poca influencia tectónica. Muchos de los fósiles han conservado su concha o caparazón original, lo que indica que hay poco efecto de líquidos o temperatura en las rocas. Estos dos indicadores juntos parecen señalar una influencia tectónica muy local”.

Patagon Journal

Clockwise / En el sentido de las agujas del reloj: A gem of a fossil - possibly echinophoria monilifer; Saoirse on standby; Dr. Sven Nielson, Javiera and Leonardo inspect their fossil finds; and an ancient clam. Una gema de un fósil - posiblemente echinophoria monilifer; Saoirse en modo de espera; el Dr. Sven Nielson, Javiera y Leonardo inspeccionan sus hallazgos fósiles; y una almeja antigua.

47


paleontology <paleontología>

is time of course, nothing this big happens in a hurry. That is a relief, as I imagine ourselves back in our little inflatable, flitting about among this tectonic nightmare with a mere 25hp motor to propel us. Sven warms to his theme. “The ophiolite is only about 5 million years old, whereas the sediments of the Golfo de Tres Montes are much older, maybe between 25 million and five million years old. So, it might be expected that the sedimentary rocks under study were affected by high pressures during the emplacement of the ophiolite. They are, however, only slightly folded and inclined, which speaks of little tectonic influence. Many fossils have preserved their original shell which indicates little effect of fluids and temperature to the rocks. Together, these indicators seem to reflect very localized tectonic influence.” Right, I muse, so this massive chunk of oceanic real estate was lifted and put daintily down on top of the continent without even disturbing the bones of the creatures which lived and died scuttling around on the sea-floor. It doesn’t seem likely, but Sven unwraps one of his sandstone samples, a small round “concretion” which looks like a smooth nodule. Cracking it open with a few blows of the hammer, I see that he is right. Inside is a perfectly preserved crab skeleton laid out frozen in its form for the last 15 million years or so. There are others; the white shells of corals, shellfish, brachiopods all emerging from their sandy prisons on the cockpit table after their long sleep. It is easy to see now just how special this particular part of Patagonia really is. Its beautiful coastline of stratified sandstone islands where surf pounds into deep, mysterious caves, white sand beaches

Saoirse standing by. Saoirse esperando.

punctuated by the occasional volcanic cone, all set against the massive presence of the Southern Patagonian ice cap serve as a counterpoint to the monotony of the lengthy granite coasts to the north and south. What Sven and his colleagues are doing is reconstructing the development over vast time scales of the fascinating landforms which we see today in the Golfo de Penas. The next day is relatively calm, so I can accompany the team onto the coast, leaving the dinghy perched high and dry on a sandstone platform. Sven’s group is clustered around a formation which looks like a lot of steel rods haphazardly thrown

48

down on the sandstone bed. “These are traces of ancient crab burrows,” he explains, “you can see precisely where each individual crab has moved through the sand where it once lived.” It is pretty, but it is actually one of the tools used to construct this history. Embedded in these sediments are creatures called foraminifera (a sort of “amoeba” with a carbonate shell) which can be used to date the sediments in which they lie. Also, these useful little fossils can give an idea of the depths at which they were formed. Other studies led by Dr. Alfonso Encinas of the University of Concepcion have investigated the internal structure of the sediments such as laminations,

Patagon Journal

wave ripples and grain size, so the collaboration between these two lines of enquiry can eventually yield the big picture. One can reconstruct the evolution of the basin, if it deepened or shallowed through time, where the sediments were deposited. Our three weeks in the Gulf passed all too quickly. We had covered all the coastline of this enigmatic group of islands that it was feasible to get to, and as we set sail to dash back across the stormy Golfo de Penas toward Tortel to disembark Sven and his group, congratulating ourselves on a job well done, we could pause to reflect on how all that we did fits onto a much bigger stage. Sven had time to expand on the global importance of this “local” study. “We are studying faunas of similar ages from central Chile down to Taitao to see latitudinal changes in faunal composition,” he said, “and then also compare them on different time slices to understand evolutionary patterns. We can now explain the fact that mollusks in Chile show a globally unique pattern in being more diverse toward the south while generally, faunas worldwide are most diverse near the equator and less speciose toward the poles. This exceptional pattern in Chile, is actually based on the peculiar southern Chilean fjord geography, which provides more diverse living space than the rest of the mostly straight Chilean coastline.” As we entered again the maze of channels and rocky fjords which lead to Tortel, spread out on front of Saoirse’s bow was the proof of this spectacular diversity. Whales blew spume high into the air, dolphins cavorted excitedly around her surging hull, and seals waved us on with their flippers raised high in the air. Plenty of work to do out here yet.


“What Sven and his colleagues are doing is reconstructing the development over vast time scales of the fascinating landforms which we see today in the Golfo de Penas.”

“Lo que Sven y sus compañeros están haciendo es reconstruir el desarrollo, a lo largo de una inmensa escala temporal, del fascinante relieve que vemos hoy en el Golfo de Penas.”

The paleontology team at work. El equipo de paleontología en el trabajo.

Ya, claro, pienso yo, así que este trozo enorme de suelo oceánico se levantó y depositó con suavidad encima del continente sin siquiera perturbar los huesos de las criaturas que vivieron y murieron en el fondo marino. No parece nada probable, pero Sven desenvuelve una de sus muestras de arenisca, una “concreción” pequeña y redondeada que parece un nódulo terso y liso. Tras golpearla con un par de martillazos, veo que tiene razón. Dentro encontramos el esqueleto perfectamente conservado de un cangrejo, solidificado tal cual desde hace unos 15 millones de años. Hay más; los blancos esqueletos y conchas de corales, mariscos y braquiópodos que emergen de sus prisiones de arena sobre nuestra mesa tras su largo sueño. Con esto es fácil entender qué tan especial es esta parte de la Patagonia en particular. Esta hermosa costa de islas de arenisca estratificada, donde el oleaje penetra en profundas cuevas misteriosas, de playas de arena blanca salpicadas de conos volcánicos, todo en contraposición con el Campo de Hielo Patagónico Sur, sirve de contrapunto para la mono-

tonía de las largas costas de granito hacia el norte y el sur. Lo que Sven y sus compañeros están haciendo es reconstruir el desarrollo, a lo largo de una inmensa escala temporal, del fascinante relieve que vemos hoy en el Golfo de Penas. El día siguiente está bastante calmado, así que puedo acompañar al equipo a la orilla y dejar el bote amarrado en una plataforma de arenisca elevada y seca. El grupo de Sven está reunido alrededor de una formación que parece un montón de barras de acero arrojadas con descuido sobre el fondo de arenisca. “Son los rastros de antiguas cuevas de cangrejos,” me explica, “puedes ver claramente por dónde se ha movido cada cangrejo por la arena en la que alguna vez vivió”. Es bonito, pero de hecho es uno de los medios que se usa para reconstruir esta historia. Incrustadas en estos sedimentos hay unas criaturas conocidas como foraminíferos (un tipo de “ameba” con caparazón), que se pueden usar para datar los sedimentos en los que se encuentran. Además, estos útiles fósiles pueden dar una idea de la profundidad a la que se formaron.

Patagon Journal

Otros estudios llevados a cabo por el doctor Alfonso Encinas de la Universidad de Concepción han investigado la estructura interna de los sedimentos, estudiando las laminaciones, las ondulitas y la granulometría, así que la colaboración entre estas dos líneas de investigación puede llegar a producir un cuadro completo. Se puede reconstruir la evolución de la cuenca, si se hizo más o menos profunda a lo largo del tiempo, y dónde se depositaron los sedimentos. Las tres semanas en el golfo pasaron demasiado rápido. Habíamos cubierto todo el litoral al que podíamos acceder en este enigmático grupo de islas, y mientras zarpábamos para regresar rápidamente a través del tormentoso golfo de Penas hacia Tortel para que Sven y su grupo desembarcaran, felicitándonos por el buen trabajo que habíamos llevado a cabo, pudimos detenernos a reflexionar sobre cómo todo lo que habíamos hecho encajaba en un escenario mayor. Sven tuvo tiempo para explicarme la importancia global de este estudio “local”. “Estamos estudiando la fauna de las mismas épocas desde

49

la zona central de Chile bajando hasta Taitao, para observar cambios latitudinales en la composición faunística”, me dijo, “y después también la comparamos en diferentes secciones temporales para entender los patrones evolutivos. Ahora podemos explicar el hecho de que los moluscos en Chile muestren un patrón único a escala global, ya que son más diversos hacia el sur, mientras que en general la fauna mundial es más diversa cerca del ecuador y menos variada hacia los polos. Este patrón excepcional en Chile se basa en la peculiar geografía de los fiordos del sur, que da lugar a hábitats más diversos que en el resto del litoral chileno, que es principalmente recto”. A medida que nos adentrábamos otra vez en el laberinto de canales y fiordos rocosos que conduce a Tortel, frente a la proa del “Saoirse” se desplegaba la prueba de esta espectacular diversidad. Las ballenas soplaban espuma a lo alto, los delfines saltaban alegremente alrededor del casco y los lobos marinos nos decían adiós con sus aletas elevadas en el aire. Aún queda mucho trabajo por hacer aquí.


CORDILLERA

REAL Conquering the Bolivian Andes

conquistando los Andes bolivianos By MARÍA CONSTANZA ORELLANA Photos by CLARA MURILLO

W

hen two friends invited me on an expedition to Bolivia’s Cordillera Real mountain range, I immediately said yes. Our aim was to climb the snow-capped Pequeño Alpamayo, standing at 5370m (17,618 feet) above sea level, and Huayna Potosí, which would be my first 6000m (19,685 foot) peak. The Cordillera Real is located just a few miles north of La Paz

and is made up of more than 600 peaks standing at over 5000m (16404 feet) altitude, many of which can be easily accessed by car in under two hours from the Bolivian capital. Although it is situated relatively close to the equator, the range is home to rugged glaciers which have formed as a result of the damp air from the nearby Amazon lowlands. Unlike destinations such as the Himalayas, which attract

50

C

uando dos amigos me invitaron a una expedición a la Cordillera Real de Bolivia no dudé ni medio segundo en unirme. ¿El objetivo? Las cumbres del Nevado Pequeño Alpamayo, con sus 5.370 metros sobre el nivel del mar, y el Huayna Potosí, donde buscaría conquistar mi primer seis mil. Ubicada a escasos kilómetros al norte de La Paz, la Cordillera Real es una cadena montaño-

Patagon Journal

sa que cuenta con más de 600 picos que superan los 5.000 metros de altitud, muchos de los cuales son fáciles de acceder al encontrarse a menos de dos horas en auto de la capital de Bolivia. Pese a estar a relativamente poca distancia de la línea ecuatorial, la cordillera está adornada por rugosos glaciares que deben su existencia a las masas de aire húmedo que emanan de las cercanas tierras bajas del Amazonas.


international

<internacional>

The Cordillera Real is not only a paradise for mountaineering, but Bolivian culture is just as rich. La Cordillera Real no es sólo un paraíso para el montañismo, ya que la cultura boliviana es igualmente rica.


international <internacional>

an ever-increasing number of tourists and climbers, the Cordillera Real is free from bureaucracy and restrictions, meaning anyone can come and scale its snowy peaks on their own. The Cordillera Real is also home to the second-highest mountain in Bolivia, the Illimani (6,438 m [21,122 feet] above sea level), and to other magnificent peaks including the Condoriri, the Illampu and the Chacaltaya. For good reason, today it draws mountaineers and climbers from all over the world who come here to conquer this mountain paradise of the Bolivian Andes.

En route to the first peak

A

t altitudes like these, it is often best to take a steady approach: stepping slowly, but firmly. It’s important to give the body the time it needs to adapt to avoid unnecessary – and costly - strain. This is how we

“As the sun rose, the snowcapped mountains began to sparkle like so many diamonds, and the sun’s rays soon warmed us up.” “En medio del amanecer, las montañas nevadas empezaron a brillar como si fueran miles de diamantes, y el sol rápidamente nos entregó su reconfortante calor”. began our journey, with each of us carrying a backpack containing nothing but the bare essentials. At this higher altitude, everything seems to move at a different, slower rhythm. This slowness can feel suffocating at times, but it is an inevitable consequence of the unique conditions that arise at 4000m (13,123 feet) above sea level. For this reason, we advanced at a slow pace along the path to

52

A diferencia de destinos cada vez más atestados de turistas y montañistas como el Himalaya, aquí no existe casi ningún tipo de burocracia ni restricción para intentar alcanzar estas cumbres nevadas: cada uno puede gestionar su propia aventura hecha a medida. Es en la Cordillera Real donde también se encuentra la segunda montaña más alta de Bolivia, el Nevado Illimani (6.438 metros sobre el nivel del mar), y otras

Patagon Journal

cimas de ensueño como el Condoriri, el Illampu y el Chacaltaya. No por nada hoy la zona despierta un fuerte interés entre los montañistas del mundo entero, deseosos de conquistar el paraíso de cumbres de los Andes bolivianos.

Rumbo a la primera cumbre

A

altitudes como ésta, a veces lo mejor es transitar a paso lento; firme, pero lento. Dejar que el cuerpo se adapte, que haga su trabajo y todo fluya sin presiones que pueden costar caro. Y así lo hicimos, cada uno con su mochila cargada con lo justo y necesario. Allá arriba, todo parece transcurrir a un ritmo diferente, en varias marchas menos. Es una lentitud que a veces puede resultar agobiante, pero que responde a las condiciones únicas que implica estar por sobre los 4 mil metros sobre el nivel del mar. Por eso el sendero hacia el


the base camp of the Pequeño Alpamayo, admiring the peaks towering above us, the vivid, sun-drenched landscapes and the llamas that dotted the route. It was already late in the evening by the time we set up our tents. There was no time to stay up talking; we knew that we had to be up early. At 2:30 the following morning, we set out in the darkness and silence to head for the peak. All the other teams at the base camp were still asleep in the comfort of their tents and sleeping bags. We assumed we would have the trail to ourselves, and that’s what happened. After walking for an hour and a half with only the light of our headlamps to guide us, at some 4700m (15,419 feet) above sea level, we reached the base of the glacier. There we put on our crampons, harnesses and helmets. From this point onwards, all our attention would be on the

“Today, it draws mountaineers and climbers from all over the world who come here to conquer this mountain paradise of the Bolivian Andes.” “Hoy, la zona despierta un fuerte interés entre los montañistas del mundo entero, deseosos de conquistar el paraíso de cumbres de los Andes bolivianos”.

climb and the voice of our guide. We set off along a mass of hard ice, which made our journey easier, but we still could not let our guard down. We needed to focus on every step as we inched closer to the crevices that we would have to jump over. As well as keeping our senses alert and maintaining our rhythm, we also had to contend with the biting cold. As the sun rose, the snowcapped mountains began to sparkle like so many diamonds,

campamento base del Pequeño Alpamayo lo hicimos a paso cansino, admirando cumbres, pintorescas llamas e intentando capturar los colores del entorno andino, que a altitudes como ésta parecen fulgurar sin parangón alguno al estar más cerca del sol. Bien entrada la tarde instalamos nuestras carpas. No había tiempo para tertulias ni sobremesas: había que madrugar. A las 2:30 horas de la mañana siguiente enfrentamos la oscuridad y el silencio reinante en

busca de la cumbre. Ninguna otra cordada salió del confort y calidez de sus carpas y sacos de dormir. Asumimos que estaríamos solos en el camino, y así ocurrió. Tras una hora y media de caminar apoyados únicamente con la luz de nuestras linternas frontales, y estando a unos 4.700 metros sobre el nivel del mar, llegamos a la base del glaciar. Nos pusimos crampones, arnés y casco. De ahí en adelante la concentración y la voz del guía serían lo único que estaría en nuestras mentes. Nos encordamos en medio de una masa de hielo duro que simplificaba nuestro andar, pero no se podía bajar la guardia. Era necesario poner el foco en cada paso a medida que nos acercábamos a las grietas que debíamos saltar. Había que estar alerta, con los sentidos bien despiertos e intentando aplacar un frío que golpeaba menos mientras nos manteníamos en ritmo.

At high altitudes, it’s advisable to walk at a slower, steadier pace to give your body time to adapt. En altitudes más altas, es recomendable caminar a un ritmo más lento y estable para darle a su cuerpo tiempo para adaptarse.

Patagon Journal

53


international <internacional>

and the sun’s rays soon warmed us up. However, though our surroundings became more pleasant, our legs grew tired. We were in need of a long rest to recharge our batteries. We stopped at a place where the sun beat down with great strength, and after a short while we could remove some layers of clothing and have something to drink. When we renewed our push toward the summit, it was clear we were overcome with tiredness and our legs felt increasingly slow and sluggish. Our bodies felt heavy and our breathing quickened as we desperately tried to take in more oxygen. As cramps and exhaustion set in, the only thing we could do was to try to keep our spirits up. We were almost there. Eight hours after setting off, we finally reached the summit. I was so overwhelmed at being there and witnessing the beauty around us that I could have cried. From the summit, we could see the Huayna Potosí and I thought to myself: “You’re my next challenge.”

This time we would not be alone, so we had no time to lose. At around midnight we got up and saw the other people who would be climbing the peak with us: it was to be a sort of parade with at least ten teams in total. This meant a slow advance, and our feet were the first to suffer the consequences of the cold. The icy temperatures soon crept up my lower body, and also

A pyramid of ice

“Desde las alturas del Huayna Potosí los contrastes son notables: por un lado el verdor exuberante de Los Yungas y, por otro, el amarillento terroso del altiplano”.

W

e then took a brief but necessary break in La Paz to rest our tired bodies. From this vantage point, it also allowed us to appreciate the stunning ice-capped pyramid of Huayna Potosí, less than 20 miles (32 kms) from the Bolivian capital. Without doubt, the majority of the mountain climbers who visit this country are there for this magnificent peak. After spending a night at the base of Huayna Potosí - which means “young mountain” in Aymara - we headed for the high camp at 5400m (17,716 ft) above sea level. The fivehour journey took us over stony ground with no major issues, although for sure the altitude made any task more difficult.

En medio del amanecer, las montañas nevadas empezaron a brillar como si fueran miles de diamantes, y el sol rápidamente nos entregó su reconfortante calor. Era cada vez más agradable, pero las piernas comenzaban a pesar. Necesitábamos un descanso más largo. Nos detuvimos donde los rayos del sol pegaban con fuerza, y al rato pudimos quitarnos algunas capas de ropa, tomar un par de mates y

“From the summit of Huayna Potosi the stunning contrasts were incredible: to one side, the lush greenery of the Yungas forest, and on the other, the earthy yellow, high plains of the Andean altiplano.”

to my head; and in such an atmosphere tensions soon ran high and arguments broke out. The pain in my fingers became unbearable. I had to run backwards and forward, like some crazy freak, to calm myself down. That, and a hot cup of tea, helped me cope with the biting cold. My patience was put to the test as never before, till the sunrise soothed my soul. Those first rays of light streaming down was a magi-

54

recargar energías nuevamente. Camino a la cumbre, el cansancio ya era evidente, y las piernas respondían con mayor lentitud y torpeza. El cuerpo pesaba y el ritmo de la respiración, desesperada en busca de oxígeno, aumentaba cada vez más. Para llegar a la cima hicimos dos largos. Los calambres y el agotamiento extremo comenzaban a menguar nuestra cordada, y no quedaba más que intentar mantener el ánimo y los sentidos a tope. Ya estábamos cerca.

Patagon Journal

Hasta que lo conseguimos: en ocho horas alcanzamos la cumbre. Quería llorar de la emoción por el lugar donde estaba y el logro cumplido. Desde allí pude ver al Huayna Potosí mientras pensaba: “Eres mi próximo desafío”.

Una pirámide de hielo

E

l descanso en La Paz fue fugaz, pero sumamente necesario para recuperar nuestros maltrechos cuerpos. Sirvió también para apreciar la silueta de la pirámide de hielo del Huayna Potosí, que sorprende con toda su belleza al ubicarse a menos de 30 kilómetros de la capital boliviana. Sin dudas, un imán que atrae a la gran mayoría de montañistas que visitan la región. Luego de pernoctar una noche en la base del “cerro joven” –nombre del Huayna Potosí en lengua aimara-, nos dirigimos rumbo al campamento alto, localizado a 5.400 metros sobre el nivel del mar. Fueron cinco horas atravesando un terreno pedregoso sin mayor complejidad, aunque lo cierto es que la altitud suele dificultar cualquier tipo de tarea. Esa jornada no había mucho tiempo que perder, ahora no estaríamos solos. A eso de la medianoche nos levantamos y nos vimos en una especie de paseo peatonal: al menos 10 cordadas más ascenderían con nosotros hacia la cumbre. Esto ralentizó nuestro avance, y los pies fueron los primeros en sufrir las consecuencias del frío. El hielo penetrante parecía apoderarse de mis extremidades inferiores, y también de mi cabeza, dando rienda suelta a discusiones y peleas. El dolor que sentía en mis dedos se volvió sencillamente intolerable, ya no soportaba más. Me vi obligada a correr de un lado a otro, como una loca desaforada, para calmarme. Eso, y un té caliente, me permitieron sobrellevar el frío implacable. Mi paciencia fue puesta a prueba


Just 15 miles from Bolivia’s capital La Paz, Huayna Potosí is 6,088 m (19,974 ft) but technically easier to climb than most mountains above 6,000 m. A sólo 24 kms de La Paz, Huayna Potosí tiene 6.088 m, pero técnicamente más fácil de escalar que la mayoría de las montañas por encima de 6.000 m.

cal experience: everything seemed to shine again and my feet finally warmed up. It was like no sunrise I had ever seen: everything seemed to be tinged with an intense orange hue as the sun covered seemingly each corner and speck within view. Near the summit, we waited for all the teams to begin their descent so that we could be alone at the top. The wait might seem ridiculous now, but it was worth it. From the summit of Huayna Potosi the stunning con-

trasts were incredible: to one side, the lush greenery of the Yungas forest, and on the other, the earthy yellow, high plains of the Andean altiplano. I had bagged my second peak in Bolivia and my first 6000m (19,685 foot) summit. An initiation journey that I hope is the first of many. The Cordillera Real is packed with unforgettable peaks, such as that “stairway to heaven,” as they call the Illimani here, which said goodbye to us from the outskirts of La Paz as we returned home.

Patagon Journal

como nunca antes, hasta que el amanecer calmó mi alma. Esos primeros rayos de luz fueron mágicos, todo parecía volver a brillar, a la vida, al igual que mis pies. No recuerdo haber visto un amanecer igual: todo parecía teñirse de un intenso tono anaranjado a medida que el sol se empeñaba en cubrir cada rincón, cada espacio. Ya cerca de la cumbre, aguardamos a que bajaran todas las cordadas restantes para estar solos arriba. Fue una espera que ahora puede resultar ridí-

55

cula, pero valió la pena. Desde las alturas del Huayna Potosí los contrastes son notables: por un lado el verdor exuberante de Los Yungas y, por otro, el amarillento terroso del altiplano. Fue mi segunda cumbre en Bolivia, y mi primer seis mil. Un viaje iniciático que espero no se detenga. La Cordillera Real está plagada de cimas que no puedo sacar de mi mente, como esa “escalera al cielo” del Illimani, que se despedía de nosotros desde las afueras de La Paz mientras volvíamos a casa.


photo essay

<ensayo fotográfico>

56

Patagon Journal


Autumn in Otoño en Patagonia By LINDE WAIDHOFER

Patagon Journal

57


Autumn in Patagonia Tree by tree autumn moves on Where is it heading? Where will it end? Leaf after leaf thrown onto this fire Of days, each day more colorful, More intense, shorter, redder. Autumn’s fire already burning, But slowly, almost imperceptibly. One day like the next, but not the same. Each leaf adds to a forest fire Of pure beauty, and tomorrow Or the day after, everything will burn. Half the forest, half the world Is still green, but we feel it coming: This bonfire of crazy color... LITO TEJADA-FLORES

58


Otoño en Patagonia Árbol tras árbol el otoño avanza, ¿Pero hacia dónde? ¿Hacia qué? Hoja tras hoja arrojada sobre este fuego De días, cada día más colorido, Más corto, más intenso, más rojizo. El fuego de otoño, ya quemando, Aunque lentamente, casi imperceptible. Los días se parecen, pero no son iguales. Cada hoja se agrega a un incendio forestal De pura belleza, y mañana O pasado mañana, consumirá todo. La mitad del bosque, del mundo, Está todavía verde, pero la sentimos venir: Esta fogata de locos colores... LITO TEJADA-FLORES

59


photo essay

<ensayo fotográfico>

60

Patagon Journal



photo essay

<ensayo fotográfico>

62

Patagon Journal


Patagon Journal

63


64

Patagon Journal


photo essay

<ensayo fotográfico>

Patagon Journal

65


destinations <destinos>

Under Araucarias and Volcanoes: Bajo araucarias y volcanes: A Stay in the Araucania Region Una estadía en la región de la Araucanía By ZOE BAILLARGEON Photos by AUGUSTO DOMÍNGUEZ

66

Patagon Journal


Unforgettable natural and cultural adventures await in Melipeuco and Conguillio National Park.

T

hat’s not a dog!” In the cold silence of the wintry landscape, the sharp whisper was like a gunshot. My breath caught in my throat. The creature I had seen seconds before, lumbering off in the distance between two snowy hills, was DEFINITELY too big to be a dog. Yet, our guide had just seconds before told us the paw prints in a nearby snowdrift belonged to a dog. Barely a minute later, I turned my head and glimpsed the dark shape moving not far away. Huh,

there’s the dog, I thought, wondering what a dog was doing so far away from the nearest town and in the middle of a national park during winter. The group I was with soon realized what we had stumbled on all at once. We gasped and started pointing and whispering. My heart pounded and my face exploded into a huge smile. It was a puma. I couldn’t believe it. Finally, I had a puma sighting! The excited muttering of our group attracted the young puma’s attention, who turned its head and regarded us with a bored expression, his ears swiv-

Patagon Journal

Inolvidables aventuras naturales y culturales esperan en Melipeuco y el Parque Nacional Conguillío.

E

“¡

so no es un perro!”. En el frío silencio del paisaje invernal, el agudo susurro sonó como un disparo. Mi respiración se detuvo en la garganta. La criatura que había visto segundos antes, caminando pesadamente a la distancia entre dos colinas nevadas, era DEFINITIVAMENTE demasiado grande como para ser un perro. Sin embargo, tan solo unos segundos antes nuestro guía nos había dicho que las huellas sobre un montón de nieve cercano pertenecían a un perro.

67

Apenas un minuto después, volví la cabeza y advertí que la oscura figura se movía no muy lejos. “Ah, ahí está el perro”, pensé, preguntándome qué hacía un perro tan lejos de la ciudad más cercana y en medio de un parque nacional durante el invierno. El grupo con el que estaba pronto se dio cuenta con lo que todos habíamos tropezado. Nos quedamos sin aliento y comenzamos a señalar y susurrar. Mi corazón latió con fuerza y mi ​​ cara estalló en una gran sonrisa. Fue un puma. No podía creerlo. ¡Finalmente, tuve un avistamiento


eling to take in the surrounding noises. I quickly started fiddling with the controls on my camera. Then it got better. “Two!” someone hissed. T wo. Pumas. My camera snapped and snapped as I took pictures of the two juveniles as they sauntered away, their rear haunches swinging in a way that made it look like they were quite over our shameless excitement and wanted to be left in peace, but also very much enjoying the attention. Cats are like that. After a few seconds, though, I put my camera aside. This was a once-in-a-lifetime experience, and I wanted to remember it sans lens view. The pumas finally disappeared behind a hill leaving me still breathless and hardly believing our luck. What a trip it had been. Exploring the wintry trails of Conguillio National Park, home to the timeless araucaria trees. Eating raviolis stuffed with regional cheese, nuts, and merken in the nearby town of Melipeuco. Sipping cafe trigo while learning about the history of the local timber industry. Hiking to a waterfall whose cold spray soaked our group, before starting a snowball

fight. And then finishing the day sitting around a roaring fire, sipping pisco sours under a darkening sky that threatened snow, as a local gaucho served us slivers of the best barbecue I’ve ever had (sorry, Texas). And now, two puma sightings. I could get used to this.

Land of volcanoes

I

ve al ways loved Chile’s northern Patagonia, with its storybook perfect volcanoes, piercing blue lakes and rivers, tranquil villages where residents can return from days full of exploring the surrounding wilderness to stuff their faces with hearty Germanic foods (sausage all around!), frothy craft beer, and fresh kuchen hot out of the oven. This is my idea of heaven on Earth. But this idyllic landscape is just a pretty cover for a powerful reality under its feet: this land was forged by flames from deep inside the Earth, part of the socalled Pacific Ring of Fire, with many of Chile’s active volcanoes located within the Araucania region. I’m staying at the Los Pioneros Tourism Lodge in the tiny town of Melipeuco. Not far

de pumas! El excitado murmullo de nuestro grupo atrajo la atención del joven puma, que giró la cabeza y nos miró con expresión aburrida, con las orejas girando para captar los ruidos del entorno. Rápidamente comencé a juguetear con los controles de mi cámara. Y todo se puso todavía mejor. “¡Dos!”, siseó alguien. Dos. Pumas. Mi cámara hacía clic tras clic mientras tomaba fotos de los dos juveniles a medida que se alejaban. Sus ancas traseras se balanceaban de tal manera que parecía que ya habían superado nuestra desvergonzada emoción y deseaban ser dejados en paz, pero también parecía que disfrutaban mucho toda la atención. Los gatos son así. Después de unos segundos, dejé mi cámara a un lado. Era una experiencia única en la vida, y quería recordarla sin la necesidad de un lente. Los pumas finalmente desaparecieron detrás de una colina, dejándome sin aliento y casi sin creer en nuestra suerte. Qué viaje había sido. Exploré los senderos invernales del Parque Nacional Conguillío, hogar de las atemporales araucarias.

Comí ravioles rellenos de queso regional, nueces y merkén en Melipeuco. Tomé café trigo mientras aprendía sobre la historia de la industria maderera local. Caminé hacia una cascada cuyo frío rocío empapó a nuestro grupo antes de comenzar una pelea de bolas de nieve. Y luego terminamos el día sentados alrededor de un fuego crepitante, bebiendo pisco sour bajo un cielo oscuro que amenazaba con una nevazón mientras un gaucho local nos servía el mejor asado que he probado (lo siento, Texas). Y ahora, dos pumas. Me podría acostumbrar a esto.

Tierra de volcanes

S

iempre me ha gustado el distrito de Los Lagos de Chile. Con sus volcanes perfectos sacados de cuentos de hadas, lagos y ríos azules, pueblos tranquilos donde los residentes pueden regresar tras días explorando en la naturaleza circundante y rellenar sus rostros con abundantes comidas alemanas (¡Salchichas por todas partes!), espumosa cerveza artesanal y kuchen caliente recién sacado del horno. Esta es mi idea del cielo en la Tierra.

“The pumas finally disappeared behind a hill leaving me still breathless and hardly believing our luck.” “Los pumas finalmente desaparecieron detrás de una colina, dejándome sin aliento y casi sin creer en nuestra suerte”.

ZOE BAILLERGEON

68

Patagon Journal


Patagon Journal

69


Above / Arriba: Volcán Conguillío. Opposite page / Página opuesta: Araucaria trees on the side of a mountain in Conguillio National Park during autumn. Araucarias en el lado de una montaña en el Parque Nacional Conguillío durante el otoño.

from here, about 25 km to the south, scientists say that about 3,000-years ago the Sollipulli volcano had one of the most violent eruptions in history (it now cradles a glacier on its dormant summit). Slightly closer at hand, the Llaima volcano inside the park looms over Melipeuco. I am told that it is carefully monitored, with its last significant explosion in 2008. “She’s sleeping,” a local told me at one point during my stay as I warily eyed the trail of smoke from its smoldering summit. The active volcanoes churning with fire in their backyard lie in stark contrast to the mellow, peaceful culture of the local Araucanians. “Things here are so relaxed, sometimes we’ll say we’ll have a meeting at a certain time, and it won’t start for a full hour,” laughs Paola Parra, the owner of Los Pioneros, head of the local tourism council, and one of the visionaries spearheading efforts to attract more visitors to their corner of the Araucania region.

70

Even if they live in a laid-back place, Parra and her team have been hard at work preparing the tourism infrastructure in Melipeuco and the nearby town of Cunco for the hordes of tourists that will surely come as Chile climbs ever higher on the world stage as a top destination for adventure travel and untrammeled nature. The main draw is Conguillio National Park, whose entrance is a mere 12 kilometers (7.4 miles) from town. It is home to the magnificent araucaria trees, which, with their bare trunks and upward-turned top branches, look like Tim Burton-esque umbrellas. It also boasts worldclass views of volcanoes, forests, and lakes, making it a must-visit for outdoor junkies and photography buffs. But there is a plethora of other activities in the area. There are the regular adventure sports, such as hiking, but you can also take a helicopter tour for a literal bird’s eye view (sign me up for that!) if you really want to impress your friends back

Patagon Journal


destinations <destinos>

Pero ese paisaje idílico es también una bonita cubierta para una poderosa realidad bajo sus pies: esta tierra fue forjada por las llamas de las profundidades de la Tierra, parte del llamado Anillo de Fuego del Pacífico, con muchos de esos volcanes ubicados en la región de la Araucanía. Me estoy quedando en el lodge Los Pioneros, en el pequeño pueblo de Melipeuco. No muy lejos de aquí, a unos 25 kilómetros hacia el sureste, los científicos dicen que hace unos 3.000 años el volcán Sollipulli tuvo una de las erupciones más violentas de la historia (ahora acuna un glaciar en su cráter dormido). Ligeramente más cerca, dentro del parque nacional, el volcán Llaima se inclina sobre Melipeuco. Me contaron que es monitoreado cuidadosamente, teniendo su última explosión significativa

en 2008. “Está durmiendo”, me dijo un lugareño durante mi estadía mientras observaba cautelosamente el rastro de humo de su ardiente cumbre. Los volcanes activos agitándose con fuego en el patio trasero contrastan marcadamente con la cultura suave y pacífica de los locales. “Las cosas aquí son muy relajadas, a veces decimos que tendremos una reunión en un momento determinado, y no comenzará hasta una hora después de lo señalado”, se ríe Paola Parra, dueña de Los Pioneros, directora del consejo de turismo local, y una de las visionarias que encabeza los esfuerzos para atraer más visitantes a su esquina de la región de Araucanía. Pese a vivir en un lugar relajado, Parra y su equipo han estado trabajando arduamente para preparar la infraestructura turística en Melipeuco y el pueblo cercano

Patagon Journal

71

“It is home to the magnificent araucaria trees, which, with their bare trunks and upward-turned top branches, look like Tim Burton-esque umbrellas.” “Es el hogar de las magníficas araucarias, que con sus troncos desnudos y sus ramas superiores giradas hacia arriba se parecen a los paraguas de Tim Burton”.


The incredible colors of the landscape in and around Conguillio National Park from April to June make the autumn season one of the very best times to visit. Los increíbles colores del paisaje en y alrededor del Parque Nacional Conguillío de abril a junio hacen de la temporada de otoño uno de los mejores momentos para visitar la zona.

home. For those eager to learn more about Patagonia’s cowboys, called gauchos in these parts, Don Aníbal Tagle, an esteemed member of the local gaucho scene, offers entertaining excursions. Tagle’s guests can explore his lands via horseback, learn about the gaucho culture and lifestyle, and in particular get a taste of what just may be the best barbecue I’ve ever had. Being more of a “gourmand and cultural attractions” tourist than thrill-seeker myself, I was keen to learn about the lifestyles of the people who choose to live in a town that’s surrounded by sleeping giants and eager to partake of the local delicacies like changre mushrooms and Mapuche sopaipillas. But ultimately, what truly endeared me to this slice of Araucania was the love and affection its residents clearly have for their home, and how excited they are to share their world with outsiders.

72

“A guide needs to like what he does and the place he is at,” says Carlos Toledo Sepulveda, a mountain guide at Ñamku Adventure Tourism. “You spend every day climbing the same volcanoes, exploring the same places. You have to love it.”

Going back in time

I

n the Mapudungun language of the native Mapuches, Melipeuco means the meeting of four waters or rivers. At the time of my trip in late August, with the ground covered in snow and the dirt oozing excess water, it’s easy to see why the Mapuches decided to name this place after its propensity for H20. Melipeuco became a boomtown in the early 1900s, when migrant workers and lumberjacks moved in to take advantage of the timber boom, looting the native forest

Patagon Journal


de Cunco para las hordas de turistas que seguramente vendrán a medida que Chile se eleve cada vez más en el escenario mundial como un destino top para viajes de aventura y naturaleza. El atractivo principal es el Parque Nacional Conguillío, cuya entrada está a solo 12 kilómetros (7,4 millas) del pueblo. Es el hogar de las magníficas araucarias, que con sus troncos desnudos y sus ramas superiores giradas hacia arriba se parecen a los paraguas de Tim Burton. También cuenta con vistas de clase mundial de volcanes, bosques y lagos, por lo que es una visita obligada para los adictos al aire libre y aficionados a la fotografía. Pero hay una serie de otras actividades por hacer en el área. Están los deportes de aventura habituales, como el senderismo, pero también se puede realizar un recorrido en helicóptero para obtener una vista de pájaro (¡inscríbanme!) si realmente desea impresionar a sus amigos en casa. Para aquellos ansiosos por aprender más sobre los vaqueros de la Patagonia, llamados gauchos por estas partes, Don Aníbal Tagle, un estimado miembro de la escena gaucha local, ofrece excursiones entretenidas. Los invitados de Tagle pueden explorar sus tierras a caballo, aprender sobre la cultura y el estilo de vida del gaucho y, en particular, probar lo que puede ser el mejor asado que he comido. Siendo más un turista “amante de las atracciones culturales” que una apasionada de las emociones fuertes, quería aprender sobre el estilo de vida de las personas que eligen vivir en un pueblo rodeado de gigantes dormidos, y estaba deseosa de disfrutar las delicias locales, como los hongos changle y las sopaipillas mapuche. Pero, en última instancia, lo que realmente me enamoró de este pedazo de la Araucanía fue el amor y el afecto que sus residentes claramente tienen por su hogar, y lo emocionados que están por compartir su mundo con los visitantes. “A un guía debe gustarle lo que hace y el lugar en el que se encuentra”, dice Carlos Toledo Sepúlveda, un guía de montaña en la agencia de turismo aventura Ñamku. “Pasas todos los días escalando los mismos volcanes, explorando los mismos lugares. Tienes que amarlo”.

Retrocediendo en el tiempo

E

n mapudungun, la lengua de los nativos mapuche, Melipeuco significa el encuentro de cuatro aguas o ríos. Al momento de mi viaje a fines de

“What truly endeared me to this slice of Araucania was the love and affection its residents clearly have for their home.” “Lo que realmente me enamoró de este pedazo de la Araucanía fue el amor y el afecto que sus residentes claramente tienen por su hogar”.


Araucarias were declared a national monument by Chile in 1976, and thus are prohibited from logging. They can live more than 1,000 years. Las araucarias fueron declaradas Monumento Nacional por Chile en 1976, y por lo tanto están prohibidas de talar. Pueden vivir más de 1.000 años.

74

Patagon Journal


destinations <destinos>

of its treasures: coihue, pines, oaks, even the araucarias. Living in makeshift towns in the mountains and valleys, untold acres were deforested. Finally, because of so much devastation wrought in the forest, to help protect what was left the Chilean government set aside a forest reserve in 1950 that 20 years later was transformed into Conguillio National Park. Before visiting, the araucaria trees were all I had known about this area. Conguillio, which means “water with Araucaria seeds” in Mapudungun, is chock-full of them. I was excited to see them up close. They loomed as large in my mind as they do in real life; prehistoric trees left over from the age of dinosaurs, living fossils that have survived the ages to still cling to the mountainsides in distant forests. Ancient, strange, and timeless. I couldn’t say why I was so anxious to see them, though. I have never had much interest in botany or arborology. Perhaps it’s their shape: the naked, stout trunk jutting upward from the ground, crowned with splayed, spiky branches that form almost a dome. They look like an umbrella flipped inside out by the winds. In fact, that is another name for them: Las Paraguas,

“They loomed as large in my mind as they do in real life; prehistoric trees left over from the age of dinosaurs, living fossils that have survived the ages to still cling to the mountainsides in distant forests.” “Parecían tan grandes en mi mente como lo hacen en la vida real; árboles prehistóricos de la época de los dinosaurios, fósiles vivientes que han sobrevivido a las edades para aferrarse a las laderas de las montañas en bosques distantes”. the umbrellas. But my personal favorite name for them is the monkey puzzle tree, so-called because it would puzzle a monkey to figure out how to climb it. On the day we explored the park, going for a hike through crunchy, deep snow to see Laguna Verde (and the pumas, though that was a lucky chance), the araucarias could be seen resolutely perched on the mountains, like guardians of a land forgotten by time. With living fossils above me and a glowering volcano behind me, I felt as if a dinosaur might suddenly emerge from the snow and start charging us (which wouldn’t be far off, the BBC used Conguillio as the setting for its Walking with Dinosaurs

agosto, con el suelo cubierto de nieve y la tierra rezumando exceso de agua, es fácil entender por qué el pueblo mapuche decidió nombrar este lugar debido a su relación con el H2O. Melipeuco experimentó un gran auge a principios de 1900, cuando trabajadores migratorios y leñadores se mudaron allí para aprovechar el apogeo de la madera, saqueando el bosque nativo de sus tesoros: coihues, robles e incluso araucarias. Viviendo en pueblos improvisados​​ en montañas y valles, hectáreas inimaginables fueron deforestadas. Finalmente, debido a la enorme devastación causada en el bosque nativo, para ayudar a proteger lo que quedaba el gobierno chileno creó una reserva

forestal en 1950, que 20 años más tarde se transformó en el Parque Nacional Conguillío. Antes de este viaje, las araucarias eran todo lo que sabía sobre esta área. Conguillío, que en mapudungun significa “agua con semillas de araucaria”, está repleto de ellas. Estaba emocionada por verlas de cerca. Parecían tan grandes en mi mente como lo hacen en la vida real; árboles prehistóricos de la época de los dinosaurios, fósiles vivientes que han sobrevivido a las edades para aferrarse a las laderas de las montañas en bosques distantes. Antiguo, extraño y atemporal. Sin embargo, no podría decir por qué estaba tan ansiosa por verlas. Nunca he tenido mucho interés en la botánica. Tal vez sea su forma: el tronco desnudo y robusto sobresaliendo del suelo, coronado por ramas alargadas y puntiagudas que casi forman una cúpula. Parecen un paraguas volteado por los vientos. De hecho, ese es otro de sus nombres: las Paraguas. Pero mi nombre favorito para ellas es el árbol del rompecabezas de los monos (monkey puzzle tree, en inglés), llamado así porque podría confundir a un mono que intenta descubrir cómo escalarlo.


destinations <destinos>

series.) It would have been hard to run in the deep snow, and we would have been done for, but luckily this wasn’t Jurassic Park. I left the park feeling an incredible closeness to nature. With no crowds here reminding me of civilization, I felt privileged to see this extraordinary place’s creatures on their own terms. It was refreshing to be alone with the natural world.

Saying goodbye

M

Spell bounding views from a hot tub at Cabañas Sendas, located inside the park. And Anibal Tagle, an authentic gaucho who also prepares a mean asado. Impresionantes vistas desde una tina caliente en Cabañas Sendas, ubicadas dentro del parque. Y Aníbal Tagle, un auténtico gaucho que también prepara un asado excepcional.

y trip to Melipeuco was just for a few days, but it was hard to leave and made me almost want to just pack up and move there. They have gorgeous, pristine nature a stone’s throw away, and the locals welcome you with open arms into their stores, restaurants, hotels, and homes. Adventure is seemingly around every corner, and a smiling face when you come home. The good news is even if you can’t move there, their doors are always open.

76

El día que exploramos el parque, yendo de excursión a través de crujientes y profundos neveros para visitar la laguna Verde (y eventualmente los pumas, aunque era solo una posibilidad), las araucarias podían verse resueltamente posadas en las montañas, como guardianes de una tierra olvidada en el tiempo. Con fósiles vivientes sobre mí y un volcán ceñudo detrás, me sentí como si un dinosaurio pudiera emerger repentinamente de la nieve para atacarnos (lo cual no estaría muy lejos de la realidad, ya que la BBC usó a Conguillío como escenario de su serie Walking with Dinosaurs). Hubiera sido difícil correr sobre la nieve profunda, estaríamos perdidos, pero afortunadamente no era Jurassic Park. Salí del parque sintiendo una cercanía increíble con la naturaleza. Sin multitudes que me recordaran a la civilización, me sentí privilegiada por ver las criaturas de este lugar extraordinario en sus propios términos. Fue refrescante estar a solas con el mundo natural.

Patagon Journal

Malalcahuello, just north of Conguillio park, is just as spectacular for exploring nature or outdoor sports like skiing in winter. Malalcahuello, justo al norte del parque Conguillío, es también un destino espectacular para explorar la naturaleza o hacer deportes al aire libre, como esquiar en invierno.

Despidiéndose

M

i viaje a Melipeuco fue solo por unos días, pero fue difícil irme y casi me dieron ganas de empacar para mudarme allí. Tiene una naturaleza hermosa y prístina al alcance de la mano, y los lugareños te reciben con los brazos abiertos en sus tiendas, restaurantes, hoteles y hogares. La aventura se advierte en cada esquina, al igual que la cara sonriente cuando vuelves a casa. La buena noticia es que incluso si no puedes mudarte allí, sus puertas están siempre abiertas.


How to go / Cómo ir Visiting Conguillío National Park

Visitando el Parque Nacional Conguillío

Getting There and Around

Cómo llegar allí y a los alrededores

Conguillio National Park can be accessed to the north via the town of

Se puede acceder al Parque Nacional Conguillío desde el norte a través de

Curacautin, which is also a good base for checking out other natural

la ciudad de Curacautín, que también es una buena base para visitar otras

attractions in the area like Malalcahuello National Reserve. But most

atracciones naturales de la zona, como la Reserva Nacional Malalcahuello.

visitors to the park go through Melipeuco which is just 12 kms from the

Pero la mayoría de los visitantes del parque pasan por Melipeuco, que está a

main entrance. The nearest airport is located in the city of Temuco, about

solo 12 km. de la entrada principal. El aeropuerto más cercano se encuentra

120 kms west. There are regular, daily buses from Temuco to Melipeuco,

en la ciudad de Temuco, a unos 120 km. al oeste. Hay buses diarios que salen

but get a rental car instead as it allows better ease of access to the park

en forma regular desde Temuco a Melipeuco, pero conviene arrendar un auto,

and the surrounding countryside (4-wheel drive is recommended as

ya que entrega mayor facilidad de acceso al parque y a los alrededores (se

many roads in the area are unpaved). If you’d prefer a tour to get to know

recomienda el uso de un 4x4 porque muchas carreteras de la zona no están

the area, Turismo Aventura Ñamku (turismoaventuramelipeuco@gmail.

pavimentadas). Si prefieres un tour, Turismo Aventura Ñamku (turismoaven-

com) is one of many tour operators which provide transportation as part

turamelipeuco@gmail.com) es uno de los muchos operadores turísticos que

of their packages.

ofrecen transporte como parte de sus paquetes.

Accommodations

Alojamiento

There are several lodging options in and around the park, ranging from

Hay varias opciones de alojamiento en y alrededor del parque, que van desde

hotels and hostels, to cabins and campsites. If you want to combine a trip

hoteles y hostales hasta cabañas y campings. Si deseas combinar un viaje al parque

to the park with exploring nearby Malalcahuello, the Chilean-Australian

con la exploración de la cercana Malalcahuello, la pareja chileno-australiana que

couple that own Chile Wild (www.chilewild.com) have super comfortable

posee Chile Wild (www.chilewild.com) tiene cabañas súper cómodas y excelentes

cabins and excellent breakfasts (from US$ 115). In Melipeuco, the Los

desayunos (desde US $115). En Melipeuco, el centro turístico Los Pioneros (www.

Pioneros Tourist Center (www.lospioneros.cl) offers cozy rooms and cabins

lospioneros.cl) ofrece acogedoras habitaciones y cabañas (desde US $60) junto

(from US$ 60) along with amenities like a restaurant, pool, and fire-heated

con comodidades como un restaurante, piscina y jacuzzi calefaccionado a leña.

hot tub. A more affordable option (from US $24) can be found at Hospedaje

Una opción más económica (desde US $24) se puede encontrar en el Hospedaje

y Camping Relmucura (www.relmucura.cl), which is run by a Mapuche

y Camping Relmucura (www.relmucura.cl), que es administrado por una familia

family who prepare traditional Mapuche food for guests.

mapuche que prepara comida tradicional mapuche para los huéspedes.

Food

Alimentación

Much of the local cuisine is centered around Mapuche cooking, utilizing foraged

Gran parte de la cocina local se centra en la cocina mapuche, utilizando

or caught ingredients such as mushrooms or fish. Relmocura offers traditional

ingredientes recolectados como hongos o pescado. Relmucura ofrece platos

dishes, made with love by Luz Maria Huenipi and her family. Las Terrazas de

tradicionales, hechos con amor por Luz María Huenipi y su familia. Las Terrazas

Melipeuco (www.terrazasdemelipeuco.cl), a mainstay of the Melipeuco dining

de Melipeuco (www.terrazasdemelipeuco.cl), uno de los pilares de la escena

scene, has a delicious menu where you can find both Mapuche dishes and

gastronómica de Melipeuco, tiene un delicioso menú donde puedes encontrar

Chilean classics (try the capellones rellenas or the salmon a la plancha). And

platos mapuche y clásicos chilenos (prueba los capellones rellenos o el salmón

you can’t leave without trying some of Don Anibal’s tender gaucho barbecue

a la plancha). Y no puedes irte sin probar alguna de las parrilladas gauchas

at Agroturismo Los Riscos (agroturismolosriscos@gmail.com).

de Don Aníbal en Agroturismo Los Riscos (agroturismolosriscos@gmail.com).

Patagon Journal

77


Hotels Hoteles

Entre Hielos Lodge Caleta Tortel, Chile. By Tomás Moggia

T

he little village of Caleta Tortel first became accessible by land in 2001, transforming this charming town into a mustvisit destination for anyone exploring the southern reaches of the Carretera Austral, or Southern Highway. Still, there are few options for high quality accommodations here, and among them Entre Hielo Lodge stands out as one of the best. With only five rooms, the lodge and its owners are able to pay close, personalized attention to each guest. Every day a gourmet dinner is offered made from local ingredients, ranging from fresh salmon from the Baker River and southern hake to Patagonian lamb, always using organic vegetables. Each of the hotel rooms has large windows that allow the guests to appreciate stunning views of the Aysén coastline. And now, as a complement to their offerings, later this year the hotel aims to open new lodgings on their new houseboat, the Paz Austral I, and we were so fortunate to be its first guests. Built in a Chilote shipyard, the boat allows you to observe Caleta Tortel from a wonderfully alternative perspective. The town is seen from a completely different angle, and almost seems at times as if you’re floating without

touching the ground. The iconic wooden walkways emerge in the foreground as the arteries that connect and give life to the community. The daily “Tortelina” life is perceived from the comfort of the boat without being noticed, a strategic spot to view the magnitude of your setting: Tortel is surrounded by mountains that, practically from the summits to the sea are covered in deep green. The entire interior of the boat is covered with native wood, which adds a touch of rustic luxury. The main areas of the boat consist of a well-equipped kitchen, including a dining area and stools to drink whisky on ice, and a living room toward the bow with several tables and a large, U-shaped armchair. Upstairs is the captain’s bridge and downstairs, four large cabins for sleeping and the main bathroom. Here, without the need to maneuver the boat, you become your own captain, cook, and passenger, allowing you to emulate the life of the rugged sailors of the southern oceans, but with all the comforts and amenities of a floating lodge.

U

bicada justo entre los Campos de Hielo Patagónicos, desde su fundación en 1955 que Caleta Tortel ha tenido un estrecho vínculo con el mar. Zona Típica desde el 2001, el acceso por tierra recién fue posible al año siguiente, transformando al pueblo en un destino obligado, y donde el lodge Entre Hielos es una de las mejores opciones de alojamiento. Con solo cinco habitaciones, el lodge permite entregar una atención cercana y dedicada, en un espacio donde el ciprés de las Guaitecas luce en todo su esplendor, dándole un toque cálido y acogedor al hotel. Todos los días se ofrece una cena gourmet en base a productos locales, que abarca desde el salmón del río Baker y la merluza austral hasta el cordero patagónico, utilizando siempre verduras orgánicas. Y ahora, como complemento a su tradicional oferta, para mediados de año en Entre Hielos esperan abrir al público a Paz Austral I, la “casa bote” que tuvimos la suerte de inaugurar. Construida en un astillero chilote, esta embarcación permite habitar y observar Caleta Tortel

How to go / Cómo ir Tel. +56 9 95793779 - www.entrehielos.cl

78

Patagon Journal

desde otra perspectiva. El pueblo se ve desde un ángulo totalmente diferente, y casi parece que flotara sin tocar el suelo, como levitando. Las inconfundibles pasarelas surgen en primer plano como las arterias que conectan y dan vida a esta localidad. La cotidianidad tortelina se percibe desde la comodidad del bote sin ser advertido, un lugar estratégico que también permite sopesar la magnitud del emplazamiento: Tortel está rodeado de abruptas y escarpadas montañas que prácticamente desde la cumbre hasta el mar están cubiertas de un verde profundo. Todo el interior de la embarcación se encuentra recubierto por madera nativa, lo que le entrega un toque de lujo bien concebido. Una cocina bien equipada, con comedor y taburetes para tomar whisky con hielo milenario; y una sala de estar hacia la proa, con mesones y un gran sillón en forma de U; componen los espacios principales. Escalera arriba está el puente de mando y, hacia abajo, las cuatro habitaciones con camarotes y el baño principal. Aquí, sin la necesidad de maniobrar el bote, eres tu propio capitán, cocinero y pasajero. Todo está a disposición para que así sea, emulando en cierta forma la vida de los navegantes australes, pero con el confort de un lodge flotante.


Advertisement Publireportaje

Trawun: Mapuche culture and community-based tourism Trawun: cultura mapuche y turismo de base comunitaria Through the new tourism platform www.trawun.cl Mapuche families have come together to offer individual initiatives and unique community packages that can be experienced throughout the year.

Las familias organizadas en una cooperativa ofrecen a través de la plataforma web www.trawun.cl iniciativas individuales y paquetes comunitarios únicos que puede visitar durante todo el año.

ncestral culture, local cuisine, lodging, handicrafts, hiking and much more… These are some of the experiences you can enjoy around Panguipulli (in Chile’s Los Rios Region), where the community-based tourism cooperative Trawun is established. (Trawun means “meeting” in mapudungún, the Mapuche language) In line with the widespread use of the internet when planning a trip, the cooperative developed an online platform (www.trawun.cl) that gives access to detailed information about each of the initiatives, as well as the possibility to choose between different community packages that allow visitors to live an experience among several family enterprises. The tour packages have inspiring names such as “Breathe nature,” “Listen to Mapuche tales,” “Trawun Route – Mapuche Ancestral Knowledge,” “Trawun Circuit – Sensorial Experiences,” as well as a personalized option.

ultura ancestral, gastronomía local, hospedaje, artesanía, senderismo y mucho más… Son algunas de las experiencias que podrá disfrutar en los alrededores de Panguipulli (en la Región de Los Ríos), donde funciona la cooperativa de turismo de base comunitaria Trawun (reunión en mapudungún). A tono con el extendido uso de internet a la hora de planificar un viaje la cooperativa desarrolló una plataforma web (https://www.trawun.cl/) que permite acceder a información detallada de cada una de las iniciativas, además de poder optar a paquetes comunitarios que permiten vivir una experiencia desarrollada entre varios emprendimientos. Los paquetes turísticos tienen nombres inspiradores como “Respirar la naturaleza”, “Escuchar los cuentos mapuche”, “Ruta Trawun – Conocimiento Ancestral Mapuche”, “Circuito Trawun – Vivencias Sensoriales”, además de una opción personalizada.

A

Commitment to the “Küme Mogen” (“good living”) Mapuche

The initiative is part of the project “Rutas Turísticas Diferenciadoras, Autocertificación y Comercialización del Turismo de Base Comunitaria en la Región de Los Ríos Trawun 2.0”, financed by the Innovation Fund for Competitiveness (FIC) of the Regional Government of Los Rios and its Regional Council, and executed by the Transdisciplinary Centre for Environmental Studies and Sustainable Development (CEAM), of the Austral University of Chile, in conjunction with 30 initiatives and organizations in the area. It is therefore no coincidence that the community-based tourism and solidarity economy program has five years of experience, which have allowed entrepreneurs to empower themselves and acquire new knowledge, together with defending their ancestral territory. One of its most important achievements was the establishment of a community-based tourism cooperative, the first of its kind at national level. It also stands out for having individual initiatives and initiatives in communities. As you can see, all this work has an interesting projection that will benefit the communities and their commitment to “good living,” linked to the Mapuche culture and its close relationship with nature and the sustainable use of resources, without leaving aside the ancestral spirituality. If you want to experience meaningful tourism, this is an excellent opportunity! More information at www.trawun.cl

C

Compromiso con el “buen vivir” mapuche

La iniciativa se enmarca dentro del proyecto “Rutas Turísticas Diferenciadoras, Autocertificación y Comercialización del Turismo de Base Comunitaria en la Región de Los Ríos Trawun 2.0”, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Los Ríos y su Consejo Regional, y ejecutado por el Centro Transdisciplinario de Estudios Ambientales y Desarrollo Sostenible (CEAM), de la Universidad Austral de Chile, en conjunto con 30 iniciativas y organizaciones de la zona. Por ello no es casualidad que el programa de turismo de base comunitaria y economía solidaria tenga cinco años de trayectoria, que han permitido a los emprendedores empoderarse y adquirir nuevos conocimientos, junto con defender su territorio ancestral. Uno de sus logros más importantes fue la constitución de una cooperativa de turismo de base comunitaria, la primera de su tipo a nivel nacional. Ésta destaca además por contar con iniciativas individuales y con comunidades. Como se ve, todo este trabajo tiene una interesante proyección que irá en beneficio de las comunidades y su compromiso con “el buen vivir”, ligado a la cultura mapuche y su estrecha relación con la naturaleza y el uso sustentable de los recursos, sin dejar de lado la espiritualidad ancestral. Si quiere experimentar un turismo con sentido, ¡ésta es una buena oportunidad! Más informaciones en www.trawun.cl


Restaurants Restaurantes

Lakutaia Lodge Puerto Williams, Chile. By Ignacio Palma

T

he bustle of more than fifty foreign tourists ready to embark on a cruise to Antartica is no longer heard. The toasts of a dozen fishermen, happy after a day on the most remote rivers and lakes of Navarino Island, no longer ring out in the dining room. Six months have passed since I started working as a waiter at the Lakutaia Lodge restaurant, which after the close of a hectic high season is now empty. Located on the outskirts of Puerto Williams in the extreme south of Chile, the hotel is hidden in an oasis of grass in the middle of a leafy forest of coihues and lengas. During the high season, this spot is the landing and takeoff spot for helicopters that serve as a transport service for the hotel’s most important clients: fly fishermen, who have been perhaps the soul of this hotel since its inauguration in 2005.

Contrary to all the activity of a few weeks ago, today the restaurant is silent, allowing us to notice its beauty even more. This is a space that does not need large paintings or decorations (except for the large and beautiful Yagan canoe that divides the dining room from the living room). Rather, the main attraction are the spacious windows, through which you can see the Lauta Sound, the Beagle Channel and the mountain ranges of Tierra del Fuego and Cape Horn. The sun, the moon, the clouds and the Patagonian wind are the true painters of this natural painting, which at every moment of day and night glide their brushes to vary the colors, brightness and shadows of the landscape. Gone are the services of various dishes, with entrees such as conger eel, octopus risotto, spinach lasagna and Magellan

80

E

l bullicio de más de 50 turistas extranjeros próximos a embarcarse en un crucero rumbo a la Antártica ya no se percibe. Los brindis de una decena de pescadores, felices tras una jornada en los más remotos ríos y lagos de la isla Navarino, ya no se escuchan. Se cumplen seis meses desde que comencé a trabajar como garzón en el restaurante de Lakutaia Lodge, que ahora luce vacío, evidenciando el término de la temporada. Ubicado a las afueras de Puerto Williams, en el extremo sur de Chile, el recinto se esconde en un oasis de pasto en medio de un frondoso bosque de coihues y lengas. Desde aquí, durante la temporada alta un helicóptero despega y aterriza cumpliendo servicios para los clientes más exigentes: los pescadores con mosca, quizá el alma de este hotel inaugurado en 2005.

Patagon Journal

Contrario a lo que sucedía semanas atrás, hoy el restaurante está en silencio, permitiendo observar aún más su belleza. No necesita de grandes cuadros o decoraciones –salvo una gran y hermosa canoa yagán que divide al comedor con el living-, pues su principal atractivo está en sus espaciosos ventanales, a través de los cuales se puede observar el seno Lauta, el canal Beagle y los cordones montañosos de Tierra del Fuego y del Cabo de Hornos. El sol, la luna, las nubes y el viento patagónico son los verdaderos pintores de este cuadro natural, que a cada instante del día y la noche deslizan sus pinceles para variar los colores, brillos y sombras del paisaje. Atrás quedaron los servicios de diversos platos, con fondos como el sudado de congrio, el risotto de pulpo, la lasaña de espinacas y el asado de cordero


ROSE MEJÍA

MARCELO KUNSTMANN

lamb roast; or desserts such as mousse de chaura, calafate terrine and rhubarb pie. All of these dishes faithfully respect the regenerative gastronomy that chef Guillermo Rivera seeks to develop to help support the use of local products and ingredients. Now it’s my turn to sit at one of the tables that I served so many times. While the horses graze in the garden, I begin to taste my lunch cooked by local chef Iván Alpes, who has been working in the lodge for more than a decade. The entrée is chupa de centolla, a crab meatpie. The dish, whose main ingredients are bread soaked in milk, cream and onion, can be found in endless varieties, but the inclusion of this exquisite crustacean taken from the coldest and tempestuous austral waters makes it unique. Its balanced creaminess together with the refreshing flavor of this sea fruit make it unforgettable. High overhead, the wind moves the clouds away from the peaks, allowing me to contemplate the tops of the snowy mountains. Meanwhile, I eat the main dish: mushroom risotto with tangy digüeñe and southern

hake. It is another plate that pays homage to the geography of this land, this time not only of the sea, but also the sub-Antarctic forests, with the large, circular orange fungus that adorns the trees of the island as if they were balloons for a great celebration of nature, and, in this case, of my table. The cold is starting to set in for the season, but it doesn’t seem to be a bother for a group of kayakers who are paddling through the Lauta Sound in the direction of the lodge. The cold is even less troublesome to one of Patagonia’s most illustrious residents, resistant to everything: the calafate berry, whose spindly bushes are located in the hotel garden. I pick some of these berries to put a finishing touch to what was a perfect lunch, with a delicious creme brulee made from calafate fruit, which not only beckons me back to Patagonia, but also ends up satisfying my stomach and my soul.

magallánico hecho en un fogón a orillas del seno; o los postres como el mousse de chaura, la terrina de calafate y el pie de ruibarbo. Todos ellos respetaron fielmente a una incipiente gastronomía regenerativa que el chef Guillermo Rivera busca desarrollar para preservar productos e ingredientes locales. Ahora es mi turno de estar sentado en una de las mesas que tantas veces serví. Mientras los caballos pastan en el jardín, yo comienzo a degustar mi almuerzo cocinado por el chef local Iván Alpes, quien lleva más de una década trabajando en el lodge. La entrada es un chupe de centolla. El plato, cuyos principales ingredientes son el pan remojado en leche, la crema y la cebolla, se puede encontrar en infinitas variedades, pero la inclusión de este exquisito crustáceo sacado de las más gélidas y tempestuosas aguas australes lo hace único. Su cremosidad equilibrada junto al refrescante

How to go / Cómo ir Tel. +56 61 621721 - www.lakutaia.com

Patagon Journal

81

ROSE MEJÍA

sabor de este fruto del mar, lo convierten en un imperdible. En las alturas, el viento mueve las nubes permitiendo contemplar las cimas de las montañas nevadas. Mientras tanto, ingiero el plato de fondo: risotto de setas con digüeñe curtido y merluza austral. Es otra comida que rinde homenaje a la geografía del lugar. Esta vez no sólo al mar, sino que también a los bosques subantárticos, con la adhesión del anaranjado hongo que adorna los árboles de la isla como si fueran globos para una gran celebración de la naturaleza, y, en este caso, de mi mesa. El frío ya comienza a ser habitual, pero no es impedimento para que un grupo de kayakistas reme en el seno Lauta en dirección al lodge. Menos lo es para un residente ilustre, resistente a todo: el calafate, cuyos espinudos arbustos se ubican en el jardín del hotel. Recolecté algunos de estos berries para ponerle un broche de oro a lo que fue un almuerzo perfecto, con un delicioso creme brulee de este fruto, que no sólo me augura volver a la Patagonia, sino que también termina por satisfacer mi estómago y mi alma.


currents <actualidad> Art for Activism: The Giant of the Santa Cruz River Arte para el activismo: El gigante del río Santa Cruz

W

hen actor Will Smith saw this rug he could not resist a selfie, as he told his 15.5 million Instagram followers: “This piece was CRAZY... It is a giant wool rug depicting the Santa Cruz River in Argentina. Security let me know real quick they don’t allow shoes on.” Made by Argentine artist Alexandra Kehayoglou, the rug is now on display at the National Gallery of Victoria in Australia and was created primarily to raise international awareness about the dangers facing the Santa Cruz River in Argentine Patagonia, which is currently threatened by a large-scale hydroelectric dam project. Kehayoglou, who comes from a family of rugmakers who fled to Argentina from Tu r k e y d u e t o w a r i n t h e 1920s, is renowned for her textured, visually arresting rugs that depict natural or topographical locations like forest floors, glaciers, or the Patagonian pampas. Incredibly visceral to look at and feel, her work has been showcased around the world, creating patches of mossy nature everywhere from fashion runways to gallery walls. This newest creation took two and a half months to complete, although the idea was in the making for more than a year. Kehayoglou spent a week kayaking along the river for research and to get to know the area, using a drone to get a bird’s eye view and stopping along the banks to explore the flora and fauna. The result is a breathtaking, 10 by 4.6 meter (32 x 15

Actor Will Smith taking a selfie on top of a rug showing the Santa Cruz River in Argentine Patagonia. El actor Will Smith tomándose una selfie sobre una alfombra mostrando el río Santa Cruz en la Patagonia argentina.

feet) wool textile that flows down from the wall and s p r e a d s a c r o s s t h e f l o o r. Depicting an aerial view of a portion of the meandering turquoise river and its green and brown banks, Kehayoglou’s signature style is evident in the tufts of thread that pop out of the landscape, creating a three-dimensional, realistic look and feel to the tapestry. But Kehayoglou’s work isn’t just for the eyes, it’s also meant to be felt. Guests are encouraged to lay on the rug (shoes off!) and interact with it, resulting in plenty of Instagram-worthy selfies by gallery visitors. To see more of Kehayoglou’s work, go to alexkeha.com

82

C

uando el actor Will Smith vio esta alfombra, no pudo resistirse a tomarse una selfie, como le dijo a sus 15.5 millones de seguidores de Instagram: “Esta pieza estaba LOCA ... Es una alfombra de lana gigante que representa el río Santa Cruz en Argentina. Seguridad me hizo saber rápidamente que no se permitían zapatos sobre ella”. Confeccionada por la artista argentina Alexandra Kehayoglou, la alfombra se exhibe en la Galería Nacional de Victoria en Australia, y fue creada principalmente para aumentar la conciencia internacional sobre los peligros que enfrenta el río Santa Cruz en la Patagonia Argentina, actualmente amenazado por proyectos de represas hidroeléctricas a gran escala.

Patagon Journal

Kehayoglou, quien proviene de una familia de fabricantes de alfombras que huyeron desde Turquía a Argentina debido a la guerra de la década de 1920, es famosa por sus alfombras texturizadas y visualmente llamativas que representan lugares naturales o topográficos como los suelos de bosques, glaciares o pampas patagónicas. Increíblemente visceral para ser observado y sentido, su trabajo ha sido exhibido en todo el mundo, creando parches de naturaleza musgosa en todas partes, desde pasarelas de moda hasta paredes de galerías. Esta creación reciente tardó dos meses y medio en completarse, aunque la idea estuvo en proceso de desarrollo durante más de un año. Kehayoglou pasó una semana haciendo kayak a lo largo del río para investigar y conocer la zona, usando un drone para conseguir una vista de pájaro y detenerse en los bancos de arena para explorar la flora y la fauna. El resultado es una impresionante tela de lana de 10 por 4,6 metros que fluye hacia abajo desde la pared y se extiende por el suelo. Representando una vista aérea de una porción del serpenteante río turquesa y sus riberas verdes y marrones, el estilo característico de Kehayoglou es evidente en los mechones de hilo que emergen del paisaje, creando una apariencia tridimensional y realista en el tapiz. Pero el trabajo de Kehayoglou no es solo para los ojos, ya que también fue creado para ser sentido. Se anima a los invitados a que se acuesten en la alfombra (¡sin zapatos!) e interactúen con ella, lo que resulta en muchas selfies dignas de Instagram. Para ver más del trabajo de Kehayoglou, ingresa a alexkeha.com (Zoe Baillargeon)


Historic ecological restoration success on Chilean islands Histórica restauración ecológica en islas chilenas

W

orldwide, invasive alien species (IAS) threaten the biodiversity, ecosystems and landscapes of every country, with negative impacts including economic activities such as tourism. But Chile now has a new environmental success story in its war on invasive species. The first successful restoration of a Chilean protected area has just been completed at the Humboldt Penguin National Reserve, which houses the Damas, Choros and Chañaral Islands in the north of the country. On the latter two islands, the European rabbit wreaked havoc on the native flora and fauna for more than a century, destroying for example the fragile nesting habitat of

the Humboldt penguin and the yunco, two species with conservation problems in Chile. With the help of environmental NGO Island Conservation, in 2013 the national forest and parks service (Conaf) began a significant intervention in the protected area that concluded in early 2018 with the complete elimination of the invading rabbits, thus converting the reserve into the first protected area of Chile declared free of invasive vertebrate pests. Key to its success? Dogs trained in the detection of invasive rabbits. The native flora have already begun to return, and the arid landscapes have sprouted a flowery desert with 16 native plants that had never been registered in Chañaral, and

Before Antes

even three species never before seen in the reserve. Soon the benefits should begin to be noticed as well for the native fauna. “We are in a waiting period of about five more years until we can really see a key ecosystem response,” explains Madeleine Pott, project manager for Island Conservation, with a view to repopulate penguins and recolonize the yunco in Chañaral. The lessons of this project are super positive, and now plans are in the works toward an ecological restoration project to eradicate invasive exotic mammals on Alejandro Selkirk Island, in the Juan Fernández archipelago, located about 700 kms (435 miles) off the coast of central Chile.

After Después

ISLAND CONSERVATION

A

nivel mundial, las especies exóticas invasoras (EEI) se han transformado en un verdadero problema que amenaza biodiversidad, ecosistemas y paisajes de cada país, con impactos negativos que incluso golpean actividades económicas como el turismo. Ahora, Chile tiene una nueva historia de éxito ambiental. Se acaba de llevar a cabo la primera restauración exitosa de un área protegida chilena: la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, que alberga las islas Damas, Choros y Chañaral en el norte del país. En estas dos últimas islas, desde que fue introducido a principios del siglo XX, el conejo europeo causó estragos en la flora y fauna nativa, destruyendo el frágil hábitat de nidificación del pingüino

de Humboldt y el yunco, dos especies con problemas de conservación en Chile. De la mano de Island Conservation, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) inició en 2013 una intervención significativa en el área protegida, que concluyó a principios de 2018 con la eliminación definitiva de los conejos invasores, convirtiendo así a la reserva en la primera área protegida de Chile declarada libre de plagas vertebradas invasoras. Para ello, fue fundamental la participación de perros adiestrados en la detección de conejos invasores. La flora nativa ya comenzó a prosperar, y los áridos paisajes dieron paso a un desierto florido con 16 plantas nativas que jamás habían sido registradas en Chañaral,

Patagon Journal

83

e incluso tres especies nunca antes vistas en la reserva. Pronto los beneficios debieran comenzar a advertirse en la fauna nativa. “Estamos en un periodo de espera de unos cinco años más hasta que podamos realmente tener una respuesta clave de los ecosistemas”, explica Madeleine Pott, gerente del proyecto para Island Conservation, con miras al repoblamiento de pingüinos y recolonización del yunco en Chañaral. Las lecciones son más que positivas, y ahora se trabaja en una restauración ecológica que implicaría la erradicación de mamíferos exóticos invasores en la isla Alejandro Selkirk, en el archipiélago de Juan Fernández, ubicado a unos 700 kilómetros de las costas del centro de Chile. (Tomás Moggia)


COLABORA CON NOSOTROS! SUPPORT US!

Somos una ONG de Península Valdés para ayudar a mitigar conflictos entre los propietarios de los campos y las especies autóctonas, puedes realizar una donación comunicándote a info@ proyectopumas.org El dinero será utilizado para: • Cámaras trampa para estudiar el comportamiento de pumas en Península Valdés. • Compra de perros protectores de rebaños para los ganaderos. • Campañas de educación sobre la importancia de los predadores tope. • Otras acciones a desarrollar.

We are an NGO from Península Valdés to help mitigate conflicts between landowners and native species, you can make a donation writing to us at info@proyectopumas.org The money will be used for: • Trap cameras to study the behavior of pumas in Peninsula Valdés. • Buying guardian dogs for ranchers. • Public education campaigns on the importance of predators. • Other future actions.

DARIO PODESTA

Más información / More info: www.proyectopumas.org


currents <actualidad> Kawésqar Without Salmon Farms Kawésqar sin salmoneras T

he Kawésqar indigenous people, also known as the Alacalufes, were a nomadic people whose culture was interwoven with the Patagonian seas. For six thousand years they moved about the channels and islands of the southern Chilean Patagonia archipelago in canoes. Today, however, as the waters further north become contaminated, their old stomping grounds are targeted for expansion by Chile’s salmon farming industry. So, when the Michelle Bachelet government created the new Kawésqar National Park last year in much of their ancestral home - one of the world’s largest parks encompassing more than 6.9 million acres (2.8 million hectares) - it was met with both thunderous applause and angry disappointment. For the local indigenous communities, whom the park was named after, it was a sham as it did not include protection for the marine ecosystems surrounding the park. In early May, the Kawésqar filed a petition using the Lafquenche Law demanding that the government create an Indigenous People’s Coastal Marine Area (Espacio Costero Marino Protegido para Pueblos Originarios (ECMPO) around the park. Shortly thereafter, Chile’s Fishing Subsecretariat (Subpesca) announced that they are “freezing” 344 salmon concessions, which represent about 80 percent of the salmon farming centers planned for Magallanes, while they determine whether to establish an indigenous coastal protection area. The influential salmon farming sector is expected to challenge the Kawésqar claims.

TOMPKINS CONSERVATION

MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES

Leticia Caro, a Kawésqar representative, told Radio UChile that they felt defrauded by the indigenous public consultation process for the park. Although the Bachelet government promised the indigenous communities that they would create a marine protection area in addition to the park, no such initiative has yet to get off the ground. “It is ambiguous to consult the canoeist people about the land. Our people must be consulted about the sea,” she said. Adds Caro: “The Lafquenche law is the only tool that allows us to protect our spaces and livelihoods. Navigation for the Kawesqar is a matter of health and spirituality, today and forever. Before it was a way of life and today what we have left we will defend with all that we have.”

Patagon Journal

L

os indígenas Kawésqar eran un pueblo nómada cuya cultura estaba entretejida con los mares patagónicos. Durante seis mil años se movieron en canoas por los canales e islas de la Patagonia austral chilena. Hoy, sin embargo, a medida que las aguas de más al norte se contaminan, sus viejos territorios comienzan a ser destinados a la expansión de la industria salmonera de Chile. Entonces, cuando el gobierno de Michelle Bachelet creó el nuevo Parque Nacional Kawésqar el año pasado en gran parte de su hogar ancestral -uno de los parques más grandes del mundo que abarca más de 2.8 millones de hectáreas -, la noticia fue recibida entre estruendosos aplausos y una fuerte decepción. Para las comunidades indígenas locales, sobre quienes

85

el parque lleva su nombre, el área protegida fue una farsa, ya que no incluía protección alguna para los ecosistemas marinos. A principios de mayo, los Kawésqar presentaron una solicitud utilizando la Ley Lafquenche, exigiendo que el gobierno creara alrededor del parque un Área Marina Costera Protegida para Pueblos Originarios. Poco después, la Subsecretaría de Pesca (Subpesca) anunció que estaba “congelando” 344 concesiones salmoneras, que representan alrededor del 80 por ciento de los centros de cultivo previstos para Magallanes. La expansión salmonera está detenida mientras se determina si se debe establecer un área de protección costera indígena. También se espera que el influyente sector de la salmonicultura cuestione los reclamos de los Kawésqar. Leticia Caro, representante Kawésqar, dijo a Radio Universidad de Chile que se sienten defraudados por el proceso de consulta pública indígena para el parque. Aunque el gobierno de Bachelet prometió a las comunidades indígenas que crearían un área de protección marina además del parque, ninguna iniciativa de este tipo ha sido desarrollada. “Es ambiguo consultar a los pueblos canoeros acerca de la tierra. Nuestra gente debe ser consultada sobre el mar”, dijo. Y Caro agregó: “La Ley Lafquenche es la única herramienta que nos permite proteger nuestros espacios y medios de subsistencia. La navegación para los Kawésqar es un tema de salud y espiritualidad, así es hoy y así fue siempre. Antes fue una forma de vida y hoy lo que nos queda lo defenderemos con todo lo que tenemos”. (J.L.)


currents <actualidad>

Tracking Climate Change in the Southern Seas

DIEGO BRAVO

Tras la huella del cambio climático en los mares australes

T

he Magallanes region is one of the areas of Patagonia where the effects of climate change are becoming especially evident. It is a phenomenon that is often easy to notice in its terrestrial geography; however, for sure it is also reaching the southern seas. In particular, scientists are today researching the impacts of “freshening,” a desalination process in the ocean that is the result of the continuous melting of glaciers and produces a greater inflow of fresh water into the sea, which according to experts is a direct consequence of global warming.

Several studies have already warned about freshening, which would influence the seas by slowing down the speed of marine convection currents, which are responsible for channeling the temperature as well as the carbon, oxygen and nutrient flows around the planet. This could have serious consequences for the climate in the future. Recently, an expedition involving oceanographers from the Center for the Dynamic Research of Marine Ecosystems of High Latitudes (IDEAL), part of Austral University of Chile, went to Ballena Bay, west of

86

L

a región de Magallanes es una de las zonas de la Patagonia donde el cambio climático se ha evidenciado de mayor forma. Se trata de un fenómeno que muchas veces es fácil de advertir en la geografía terrestre; sin embargo, lo cierto es que también tiene sus alcances en los mares australes. Hoy en día, los científicos están investigando los impactos del “freshening”, proceso de desalinización de los océanos producto del continuo derretimiento de los glaciares, generando una mayor entrada de agua dulce en el mar que según los expertos es una consecuencia directa del calentamiento global.

Patagon Journal

Diversos estudios ya han advertido sobre este hecho, el cual influiría frenando la velocidad de las corrientes marinas de convección, encargadas de canalizar la temperatura y los flujos de carbono, oxígeno y nutrientes alrededor del planeta. Esto podría tener serias consecuencias en el clima en el futuro. Recientemente, una expedición en la que participaron oceanógrafos del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL), perteneciente a la Universidad Austral de Chile, se dirigió hasta el seno Ballena, al oeste del estrecho


PHOTOS: DIEGO BRAVO

Researchers from Centro IDEAL preparing to install moorings in Ballena Sound. Investigadores del Centro IDEAL preparándose para instalar un anclaje en Seno Ballena.

the Strait of Magellan, to install moorings with sensors that will allow scientists to have more in-depth measurements of the chemical characteristics of the Southern Ocean. The monitoring system was installed in the vicinity of Santa Inés glacier, which is located at the head of Ballena Sound. It will be submerged at a depth of 10 meters (33 feet) for a year, recording key variables every hour to understand the natural processes that occur in this area. Through this system, the team of researchers hope to determine if the area is acting as a large reservoir of carbon dioxide (CO2). “The big question we are trying to solve is whether this section of the Strait of Magellan is absorbing a significant fraction of the atmospheric CO2 and, therefore, its role in mitigating these gases produced by humans,” explains José Luis Iriarte, leader of the research project. Typically, throughout the year the ice sheets of the glaciers melt in summer and expand in winter. However, in some cases observed in the Magallanes region, as a result of climate change, this process stopped

being seasonal and has become continuous over time.

In a marine park

T

he bay is located inside Francisco Coloane Marine Park, the first of its kind in Chile, and which, in turn, is home to Carlos III Island. It is a feeding place for diverse marine mammals, including humpback whales. “It is a very productive system, an area that has characteristics that allow there to be, for example, a great abundance of plankton. This supports higher trophic levels, which means that it is a place that provides food for organisms ranging from bivalves to whales,” says Iriarte. To date, it is not yet clear what will be the influence of the seasonal melting of the Santa Inés glacier nor the consequences for the marine organisms that live there. However, scientists estimate that “freshening” could affect the productivity of aquatic systems on a physiological scale, since in the future marine populations will have to face new levels of salinity, a situation that could lead to migration and other significant changes for marine species.

Patagon Journal

de Magallanes, para instalar un anclaje con sensores que permitirán medir en profundidad las características químicas del océano Austral. El sistema de monitoreo fue instalado en las cercanías del glaciar Santa Inés, que se encuentra en la cabecera del seno Ballena, y estará sumergido a 10 metros de profundidad durante un año, registrando cada hora algunas variables clave para entender los procesos naturales que se desarrollan en esta zona. A través de dicho sistema, el equipo de investigadores busca determinar si el área está actuando como un gran reservorio de dióxido de carbono (CO2). “La gran pregunta que buscamos resolver es si esta sección del estrecho de Magallanes está absorbiendo una fracción importante del CO2 atmosférico y, por lo tanto, su rol en la mitigación de estos gases producidos por el humano”, explica el José Luis Iriarte, oceanógrafo líder de la investigación. Habitualmente, a lo largo del año las capas de hielo de los glaciares se derriten en verano y se vuelven a formar en invierno. Sin embargo, en algunos casos observados en la región de Magallanes, producto del cambio climático este proceso de derretimiento de

87

los hielos dejó de ser estacional y pasó a ser continuo en el tiempo.

En un parque marino

E

l seno Ballena se encuentra dentro del Parque Marino Francisco Coloane, el primero en su tipo en Chile, y que alberga, a su vez, a la isla Carlos III. Es un lugar de alimentación de diversos mamíferos marinos, entre ellos las ballenas jorobadas. “Es un sistema muy productivo, un área que tiene características que permiten que exista, por ejemplo, gran abundancia de plancton. Esto sustenta los niveles tróficos superiores, lo que quiere decir que es un lugar que otorga alimento para organismos que van desde los bivalvos hasta ballenas”, asegura Iriarte. Hasta la fecha no se sabe cuál será la influencia del derretimiento estacional del glaciar Santa Inés ni tampoco las consecuencias para los organismos marinos que viven allí. Sin embargo, los científicos estiman que el “freshening” podría afectar la productividad de los sistemas acuáticos a escala fisiológica, ya que en el futuro las poblaciones marinas deberán enfrentar nuevos niveles de salinidad, situación que podría ocasionar procesos de migración y cambios en las comunidades biológicas. (Andrea Navarro)


trekking <trekking>

Hiking the Huemul Circuit Una caminata por el

Circuito Huemul STEPHANIE STEFANSKI

Southwest of Fitz Roy and snaking around Cerro Huemul, a lesser known peak, the Huemul Circuit leads to a panoramic view of the Southern Patagonian Ice Field.

Al suroeste del Fitz Roy y serpenteando alrededor del Cerro Huemul, un pico menos conocido, el Circuito Huemul conduce a una vista panorámica del Campo de Hielo Patagónico Sur.

By STEPHANIE STEFANSKI

I

n the small town of El Chalten, Argentina, most backpackers strap on their packs and take the main road north toward the iconic Mount Fitz Roy in Los Glaciares National Park. But heading out of town in the other direction, past the National Parks Service (APN) ranger station, there is an inconspicuous - but just as captivating - trail that also heads to the mountains. Spanning 40 miles (64 km), the

Huemul Circuit takes adventurers through lush meadows, stark glacial terrain, past the Southern Patagonian Ice Field, and to Lake Viedma with a view of the terminus of the Viedma Glacier.

Day 1: El Chalten to Laguna Toro

A

fter leaving town and getting onto the trail, hikers will cross through six hours of green meadows with minimum elevation change. Stoic wild cattle

88

E

n el pequeño pueblo de El Chaltén, Argentina, la mayoría de los excursionistas se colocan sus mochilas y toman la carretera principal hacia el norte, rumbo al icónico monte Fitz Roy en el Parque Nacional Los Glaciares. Pero saliendo del poblado en la otra dirección, más allá de la estación de guardaparques de la Administración de Parques Nacionales (APN), hay un sendero poco llamativo pero igual de cautivador, que también se dirige a las montañas.

Patagon Journal

Con una extensión de 64 kilómetros, el Circuito Huemul lleva a los aventureros a través de frondosos prados, un crudo terreno glacial, y pasando también por el Campo de Hielo Patagónico Sur hacia el lago Viedma con una vista de la pared del glaciar Viedma.

Día 1: El Chaltén a laguna Toro

D

espués de salir del pueblo y entrar en el sendero, los excursionistas cruzarán seis horas de prados verdes con un mínimo cambio de


watch as backpackers trudge through a mess of mud and manure, searching for any small piece of wood or rock to serve as a stepping stone. This section of the road is one of the busiest, leading to the Laguna Toro Campground. The campsite, located by a lake, offers plenty of potable water, sheltered sites for pitching tents, and a primitive toilet (read: covered hole in the ground). This is the furthest most travelers can get without a guide or advanced skills, and makes for a great out-and-back overnight trip for those who want views of glacial meadows and Cerro Torre.

Day 2: Laguna Toro to Paso del Viento Refuge

O

n the second day of the circuit, backpackers must cross the first Tyrolean traverse. APN recommends bringing a local guide to assist with these traverses, which can be challenging for solo or inexperienced backpackers. The traverse is a steel cable, stretching upwards from one end of a ravine to another. A freezing, raging river threatens to take anyone, or anything, that falls below. When backpackers stop at the APN station, they must demonstrate the skills and equipment necessary to cross both Tyrolean traverses. While there is the option to cross both rivers on foot, the water level may be dangerously high depending on the season and recent rainfall. Required gear includes sufficient rope (at least 98 feet [30 meters]) to recover the pulley if necessary, harnesses, a steel carabiner to clip into the pulley or onto the steel cable, a safety line, and an aluminum carabiner for the safety. For our group of 14, the entire procedure took a few hours. Despite the long morning, this was only the start to the day. Our goal was the Paso

elevación. El estoico ganado salvaje observa cómo los senderistas caminan penosamente a través de un desorden de lodo y estiércol en busca de cualquier trozo de madera o roca que les sirva de escalón. Esta sección del sendero es una de las más concurridas al conducir al campamento laguna Toro. Ubicado junto a un lago, este campamento ofrece abundante agua potable, sitios protegidos para las carpas y un baño primitivo (léase hoyo cubierto en el suelo). Esto es lo más lejos que la mayoría de los viajeros suele alcanzar sin contar con un guía o habilidades avanzadas, y es un gran viaje de ida y vuelta por una noche para aquellos que buscan vistas de prados glaciares y el cerro Torre.

Día 2: Laguna Toro al refugio Paso del Viento

E

n el segundo día del circuito, los excursionistas deben cruzar la primera travesía en tirolesa. La APN recomienda traer un guía local para ayudar con estos cruces, que puede ser un reto para los senderistas solitarios o inexpertos. La travesía se realiza a través de un cable de acero, que se extiende hacia arriba desde un extremo de un barranco a otro. Un río gélido y furioso amenaza con llevarse a cualquier persona, o cualquier cosa, que caiga debajo. Cuando los mochileros se detienen en la estación de la APN, deben demostrar sus habilidades y el equipo necesario para cruzar ambas tirolesas. Si bien existe la opción de cruzar los ríos a pie, el nivel del agua puede ser peligrosamente alto dependiendo de la temporada y las precipitaciones recientes. El equipo requerido incluye suficiente cuerda (al menos 30 metros) para recuperar la polea si es necesario, arneses, un mosquetón de acero para sujetar la polea o el cable de acero, una línea de seguridad y un mosquetón de aluminio para mayor seguridad. Para nuestro grupo de 14 personas, todo el procedimiento tomó algunas horas.

Patagon Journal

MARKUS BRUNO

“As we reach the peak, scrambling up slippery rock and gravel, we give one last, long look to the ice field and look down upon the valley and blue glacial Lake Viedma below.” “Al llegar a la cima, trepando por rocas resbaladizas y gravilla, damos una última y larga mirada al campo de hielo, y también contemplamos el valle y el azul glacial del lago Viedma”.

89


trekking <trekking>

Día 3: refugio Paso del Viento al lago Viedma

A

STEPHANIE STEFANSKI

Lake Viedma and icebergs from Glacier Viedma. Lago Viedma y témpanos de hielo del glaciar Viedma.

del Viento refuge, approximately 8-10 hours away and with a steep elevation gain of 3,280 feet (1,000 meters). At 5,085 feet (1,550 meters) above sea level, hikers arrive at the first panoramic view of the Southern Patagonian Ice Field and the highest peak of the entire trek. The ice field to our right, we scramble over boulders and icy terrain, even trekking through a gentle snowfall, before finally starting the 2,952foot (900 meters) descent into camp. At this point in the trail, strategically placed but often hidden, cairns and our satellite device are our only navigation tools. As we descend, the stark, gray landscape gives way to rolling, green fields. The refuge sits next to a small lagoon and is surrounded by running streams and rivers, ensuring a fresh supply of water. Small rock walls surround and shelter the various sites for pitching tents. There is even a small shelter for cooking and staying warm against the blowing winds which give the site its name: the Windy Pass.

Day 3: Paso del Viento Refuge to Lake Viedma

T

he follo wing morning, clouds give way to clear blue skies. Our view of the Southern Patagonian Ice Field stretches far into the horizon, revealing white, snow-covered mountains that were obscured beneath clouds and rain on the previous day. The trail starts off gentle and rolling, but soon leads to a steep, 3,238-foot (987 meters) ascent up Paso Huemul. As we reach the peak, scrambling up slippery rock and gravel, we give one last, long look to the ice field and look down upon the valley and blue glacial Lake Viedma below. Small white flecks in the water are our focus point during the nearly three-hour, 984foot (300 meters) descent. On the map, the trail is labeled as “damaged.” The steepness of the decline often forces us to grip onto tree roots or scoot on our bottoms to prevent us from falling over. At one point, we must climb and rappel down a 9 foot (3 meter) rock wall, using a rope set up by the APN. Yet at each rest stop, we can see the small white flecks slowly grow into massive icebergs.

90

A pesar de la larga mañana, esto fue solo el comienzo del día. Nuestro objetivo era el refugio Paso del Viento, aproximadamente a 8-10 horas de distancia y con un fuerte desnivel de 1.000 metros. A 1.550 metros sobre el nivel del mar, los excursionistas tienen la primera vista panorámica del Campo de Hielo Patagónico Sur y el pico más alto de toda la caminata. Con el campo de hielo a nuestra derecha, luchamos sobre rocas y terrenos helados, incluso caminamos en medio de una suave nevazón antes de iniciar finalmente el descenso de 900 metros hacia el campamento. En este punto del camino, las pircas o montones de piedras estratégicamente ubicadas, pero a menudo escondidas, y nuestro dispositivo satelital, son nuestras únicas herramientas de navegación. A medida que descendemos, el paisaje crudo y gris da paso a campos ondulantes y verdes. El refugio se encuentra junto a una pequeña laguna y está rodeado de arroyos y ríos, asegurando un suministro de agua fresca. Pequeñas paredes de roca rodean y protegen los numerosos sitios para instalar las carpas. Incluso hay un pequeño refugio para cocinar y mantenerse abrigado contra los fuertes vientos que dan nombre a este lugar: el Paso del Viento.

Patagon Journal

la mañana siguiente, las nubes dieron paso a un cielo azul claro. Nuestra vista del Campo de Hielo Patagónico Sur se extiende hasta el horizonte, revelando montañas blancas cubiertas de nieve que el día anterior se habían oscurecido bajo las nubes y la lluvia. El sendero comienza suave y ondulante, pero pronto conduce a un empinado ascenso de 987 metros hasta el Paso Huemul. Al llegar a la cima, trepando por rocas resbaladizas y gravilla, damos una última y larga mirada al campo de hielo, y también contemplamos el valle y el azul glacial del lago Viedma. Pequeñas manchas blancas en el agua son nuestro punto de enfoque durante las casi tres horas de descenso de 300 metros. En el mapa, el camino está etiquetado como “dañado”. La pendiente del declive a menudo nos obliga a agarrarnos de las raíces de los árboles o a deslizarnos sobre nuestros traseros para evitar que caigamos. En un punto, debemos trepar y bajar en rappel por una pared de roca de tres metros usando una cuerda instalada por la APN. Sin embargo, en cada parada de descanso podemos ver las pequeñas manchas blancas crecer lentamente hasta convertirse en enormes icebergs. Finalmente, cuando sentimos que nuestras rodillas están a punto de ceder al peso de nuestras mochilas y al declive de la ladera de la montaña, el sendero se aplana y nos lleva a la orilla del lago. Aquí hay varios sitios para acampar, pero debemos buscar los senderos para encontrarlos. Todavía confiamos en las pircas como marcadores de sendero, aunque podemos ver otros coloridos marcadores que indican el inicio de nuestra última etapa. Tenemos suerte. El campamento frente al lago, con una vista panorámica del glaciar Viedma y todos sus témpanos de hielo, está completamente vacío.


The second Tyrolean traverse, on the trail from Lake Viedma to El Chalten. La segunda tirolesa, en el camino del lago Viedma a El Chaltén.

Finally, as our knees feel like they are about to give way to the weight of our backpacks and the gradient of the mountainside, the trail flattens out and leads us to the lakefront. There are several campsites here, but we must seek out the trails to find them. We are still relying on cairns as our trail markers, though we can see colorful trail markers signaling the start of our last leg. We are in luck. The lakefront campsite, with a panoramic view of Viedma Glacier and all her icebergs, is completely vacant.

Day 4: Zero Day at Lake Viedma

T

he entire Huemul Circuit can be completed in four days, averaging six to ten hours of hiking per day depending on your group size and skill level. However, backpackers should schedule an extra day to account for weather (high winds can make passing the Paso del Viento or the Tyrolean traverses treacherous). Fortunately, winds were manageable during each day of our journey, so we opted to spend our extra day at Lake Viedma to enjoy the view and explore the area.

Day 5: Lake Viedma to El Chalten

W

e wake up to clear skies and pack up our tents, a bittersweet feeling of leaving the trail and returning to civilization (and baths) overhanging us. The undulating path follows the Lago Viedma shore and brightly colored trail markers staked into the ground lead the way. There is just one more Tyrolean tra-

STEPHANIE STEFANSKI

verse between us and the end of the trail. We arrive right around lunch time. However, we notice that the pulley and pulley string system is missing! Only a steel cable stretches across the river. We search for other crossing points, but the water level is too high. Fortunately, another set of backpackers arrives with extra rope. We fashion a pulley system out of two sets of rope and the steel carabiner, which we use to successfully cross part of our team before sending other travelers and our backpacks across. After a few hours, our entire team successfully crosses the river and packs up our gear to continue onward. The end of the trail presents little fanfare.An empty port signals the departure point for boat tours of Viedma Glacier. No signage congratulates trail-weary backpackers for completing the journey, nor marks the start of the trail. While at times challenging, the Huemul Circuit is an incredibly rewarding experience for seasoned backpackers. Despite potentially dangerous and difficult trail and weather conditions, the constantly changing terrain, iconic Patagonian views, relatively empty paths, and wellestablished campsites make this adventure well worth it.

Patagon Journal

Día 4: día cero en el lago Viedma

E

l Circuito Huemul se puede completar íntegramente en cuatro días, con un promedio de seis a diez horas de caminata diaria dependiendo del tamaño del grupo y su habilidad. Sin embargo, los excursionistas deben programar un día adicional debido al clima (los fuertes vientos pueden hacer que el Paso del Viento y los tramos con tirolesa sean traicioneros). Afortunadamente, los vientos fueron manejables durante cada día de nuestro viaje, por lo que optamos por pasar nuestro día extra en el lago Viedma para disfrutar de la vista y explorar la zona.

Día 5: lago Viedma a El Chaltén

N

os despertamos para despejar el cielo y levantar nuestras carpas, una sensación agridulce de dejar el sendero y regresar a la civilización (y los baños). La sinuosa huella sigue la orilla del lago Viedma y los marcadores de colores brillantes del sendero clavados en el suelo conducen el camino. Solo hay una tirolesa más entre nosotros y el final del sendero. Llegamos justo a la hora del almuerzo. Sin embargo, ¡notamos que falta el sistema de cuerdas de poleas! Solo un cable de acero se extiende a

91

través del río. Buscamos otros puntos para cruzar, pero el nivel del agua era demasiado alto. Afortunadamente, otro grupo de senderistas llegó con una cuerda adicional. Fabricamos un sistema de poleas con dos juegos de cuerdas y el mosquetón de acero, el cual utilizamos para cruzar con éxito parte de nuestro equipo y mochilas al otro lado. Después de unas horas, todo nuestro grupo cruzó con éxito el río y empacó para continuar. El final del camino resulta casi indiferente a nuestra llegada. Un puerto vacío señala el punto de partida de las excursiones en barco hacia el glaciar Viedma. Ninguna señalética felicita a los excursionistas exhaustos y cansados de senderos tras completar el recorrido de 65 kilómetros, ni tampoco hay marcas que indiquen el inicio de la ruta. Aunque en ciertos momentos puede ser muy desafiante, el Circuito Huemul es una experiencia increíblemente gratificante para los senderistas experimentados. A pesar de las condiciones meteorológicas potencialmente peligrosas y de ser un sendero complicado, el terreno en constante cambio, las icónicas vistas de la Patagonia, la ruta relativamente vacía y los campamentos bien establecidos hacen que esta aventura valga la pena.


Athletes with Commitment Deportistas comprometidos By JENS BENÖHR, PATRICK LYNCH and PAULO URRUTIA

M

ore and more often, countless people every day leave the vortex of the cities to appreciate and enjoy nature in all its splendor. On every mountain and valley, and every river and lake, it’s common today to find a growing number of people who practice outdoor sports, perhaps their way of understanding a little more this “pale blue dot,” as the astronomer Carl Sagan once called the planet we inhabit. Through activities like hiking, mountaineering, cycling, surfing and kayaking, you can explore diverse ecosystems and, at the same time, be reminded of the limits of urban comfort. In the open air our bodies are at the mercy of the penetrating cold, the abrasive heat of the sun or the implacable hardness of a cliff, but also the softness of mosses and the incessant bubbling of free-flowing water. Outdoor sports are not simply a way to escape; above all they are a great learning tool using the senses and can generate deep feelings of attachment to a place.

pumas

<pumas>

Bestias del Sur Salvaje

A

few years ago, together with a group of friends united by a love of nature, we decided to create a group called Bestias del Sur Salvaje. Kayaking and mountaineering have given us the chance to encounter areas

92 PAULO URRUTIA

Patagon Journal

C

ada vez con mayor frecuencia, innumerables personas dejan la vorágine de las ciudades para voltearse a apreciar y experimentar la naturaleza en todo su esplendor. En cada montaña, en cada valle, en cada río y en cada lago, hoy es recurrente encontrarse con un mayor número de individuos practicando deportes al aire libre, quizá como una forma de conocer un poquito más este pálido punto azul -como llamó a la Tierra el astrónomo Carl Sagan- que habitamos. A través de actividades como el senderismo, el montañismo, el ciclismo, el surf y el kayak podemos explorar diversos ecosistemas y, a la vez, recordar los límites de la comodidad urbana. Al aire libre nuestros cuerpos están a merced del frío penetrante, del calor abrasante del sol o de la dureza implacable de una roca, pero también de la suavidad de los musgos y el incesante rumor del agua que fluye libremente. Y es que practicar un deporte al aire libre no es simplemente una forma de escape, es sobre todo una gran herramienta de aprendizaje mediante los sentidos y puede generar profundos sentimientos de apego a un lugar.

Bestias del Sur Salvaje

H

ace algunos años, junto a un grupo de amigos unidos


environment

<medioambiente> affected by large interventions, sacrifice zones where one can perceive a deep sadness in the surrounding area, as well as anger due to the high socioenvironmental damage caused by excessive exploitation of the environment. When we first ventured into the rapids of the mythical Biobío River, we were dismayed by the negative impacts the Ralco and Pangue hydroelectric plants have caused among indigenous Pehuenche communities. A few friends who live in Alto Biobío tell us the dams have “made people sick,” causing suicide, alcoholism and poverty. This is not an isolated event. The same impacts have been repeatedly described for similar projects in other parts of the world. Such impacts motivated us to organize the first river festival in the area: Biobío Vive. The festival mixes environmental education activities with outdoor sports, seeking to bring participants to the rivers and into nature in general. Activities like kayaking and rafting take place in one of Chile’s largest sacrifice watersheds, in the context of a clear political message: the dams must be dismantled to restore the Biobío River, following examples in the United States, where more than a thousand dams have been dismantled to date.

Paddling united

A

key element of our collective has been forming alliances with other groups, and recognize our limits just like we do on the river. There are great examples of athletes who are committing to projects with farreaching effects in Chile, such as Rios to Rivers, Punta de Lobos, Te Mahatu Surf Social, and the Los Escualos kayaking school, among others. In the heart of Patagonia, this last initiative has been operating in Cochrane for almost 20 years,

BEN LEHMAN

y pobreza. No es un hecho aislado, se trata de los efectos que se han descrito reiteradamente en proyectos similares en distintas partes del mundo. Esto nos motivó a organizar el primer festival de río en la zona: el Biobío Vive. Este festival mezcla actividades de educación ambiental con deportes al aire libre, buscando acercar a los participantes a los ríos y a la naturaleza en general. Realizar actividades como kayak y rafting en una de las cuencas de sacrificio más grandes de Chile es un manifiesto político claro: las hidroeléctricas construidas allí deben ser desmanteladas para impulsar la restauración del río Biobío, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, que hasta la fecha ha desmantelado más de mil represas.

Remando juntos

BEN LEHMAN

The outdoor environmental exchange program Ríos to Rivers at the Klamath River in Oregon. El programa de intercambio ambiental y al aire libre Ríos to Rivers en el Río Klamath de Oregon.

ever since its founder Roberto Haro - known as “Profe Haro” acquired the first kayaks to give kids and teenagers the chance to paddle along the Cochrane and Baker Rivers, becoming a cultural institution that teaches about sports and environmental awareness. Today, two alumni of the school, Jaime Lancaster and Nicolás De la Rosa, have become leading Chilean athletes who travel to rivers around the world bringing a clear message: “We paddle for a Patagonia without dams.” Ríos to Rivers, meanwhile, is an NGO led by American kayaker Weston Boyles, which conducts exchange programs that have allowed young Chileans to visit places like the Colorado and Klamath rivers in the United States. In 2020, the Klamath will become the site of the world’s

Patagon Journal

por el amor a la naturaleza, decidimos crear un colectivo llamado Bestias del Sur Salvaje. El kayak y el montañismo nos han permitido recorrer grandes territorios intervenidos, “zonas de sacrificio” en cuyo entorno se percibe una profunda tristeza y rabia producto del alto daño socioambiental provocado por la excesiva explotación del medioambiente. Cuando nos aventuramos por primera vez en los rápidos del mítico río Biobío, quedamos consternados por el negativo impacto que las centrales hidroeléctricas Ralco y Pangue han causado en las comunidades pehuenche. Algunos amigos, habitantes del Alto Biobío, nos cuentan que las represas “enfermaron” a las personas, causando suicidios, alcoholismo

93

U

n elemento clave para nuestro colectivo ha sido formar alianzas con otras agrupaciones, y reconocer nuestros límites de la misma manera que lo hacemos en el río. Existen grandes ejemplos del compromiso de los deportistas en proyectos de gran alcance en Chile, como Ríos to Rivers, Punta de Lobos, Te Mahatu Surf Social y la escuela Los Escualos, entre otros. En plena Patagonia, esta última iniciativa lleva casi 20 años trabajando en Cochrane, desde que su fundador Roberto Haro -conocido como “Profe Haro”consiguió los primeros kayaks que le han dado la posibilidad a niños y jóvenes de remar por los ríos Cochrane y Baker, convirtiéndose así en una institución de carácter cultural que enseña sobre deporte y conciencia ambiental. Jaime Lancaster y Nicolás De la Rosa, exalumnos de esta escuela, son hoy destacados deportistas chilenos que viajan por los ríos del mundo con un claro mensaje: “Remamos por una Patagonia sin represas”.


environment

<medioambiente>

BESTIAS DEL SUR SALVAJE

Kayakers part of Bestias del Sur Salvaje examining the hydroelectric dam construction on the Nuble River in Chile. The dam by Electrica Puntilla will divert 92 percent of the waters of the river over a 20 km (12 miles) section. Kayakistas de Bestias del Sur Salvaje examinan la construcción de una represa hidroeléctrica en el río Ñuble en Chile. La represa de Eléctrica Puntilla S.A. desviará un 92 por ciento de las aguas del río Ñuble en un tramo de 20 kms.

largest dam removal, making it an especially noteworthy example of collaboration between indigenous and American communities to recover a freeflowing river. Earlier this year, Ríos to Rivers organized a descent of the Baker River with young people from the Klamath River, students from the Los Escualos school, and Pehuenche representatives from Alto Biobío. Through cooperation and mutual support among different initiatives such as this one, we are building networks and linking ideas about the role of conservation in sports and enhancing the long-term work we are all trying to do to protect the environment.

Commitment without borders

A

n important lesson that rivers give us is that borders do not exist. Chile shares 40 watersheds with Argentina, opening up the possibility of working on transboundary conservation

with neighboring groups and international institutions where national boundaries are not a barrier. Political borders are human inventions; we owe a responsibility to find and meet people in other watersheds, countries and continents. In each place, there are individuals aware of the need and urgency to collaborate to protect the planet’s last wild places. The extreme south of Chile is one of these places: its untamed rivers still flow freely into the sea, and local communities have learned to live with them in harmony. Athletes have a great opportunity to serve as spokespeople. Traveling over seas, rivers and mountains around the world, we often find the same problems. If we can succeed in combining the sports we are so passionate about with direct actions for the ecosystems we visit and their inhabitants, we will make a major contribution to the protection of this little pale blue dot.

94

Ríos to Rivers, en tanto, es una ONG liderada por el kayakista norteamericano Weston Boyles, que realiza programas de intercambio que han permitido a jóvenes patagones visitar sitios como el río Colorado, en California, y el río Klamath, en Oregón. En este último se espera efectuar para el 2020 el mayor desmantelamiento de una represa a nivel mundial, con lo que se transformará en un ejemplo notable de colaboración entre comunidades indígenas y norteamericanas por la recuperación de un río libre. Recientemente, Ríos to Rivers llevó a cabo una travesía en el río Baker con jóvenes del río Klamath, estudiantes de Los Escualos y representantes pehuenche del Alto Biobío. En base a la cooperación y apoyo mutuo entre los movimientos y personas que conforman estas iniciativas, estos encuentros permiten generar redes y vincular ideas en torno a la conservación y el deporte, profundizando el trabajo que pretendemos hacer a largo plazo.

Compromiso sin fronteras

U

n gran aprendizaje que nos brindan los ríos es que las

Patagon Journal

fronteras no existen. Chile comparte 40 cuencas con Argentina, lo que abre la posibilidad de trabajar en conservación transfronteriza con grupos vecinos e instituciones internacionales, donde los límites nacionales no son una barrera. Las fronteras políticas son invenciones humanas, por lo que debemos asumir la responsabilidad de buscar y conocer personas en otras cuencas, países y continentes. En cada sitio existen individuos conscientes de la necesidad y urgencia de colaborar para proteger los últimos lugares salvajes del planeta, y el extremo sur de Chile es uno de ellos: sus indómitos ríos todavía corren libres hacia el mar, y las comunidades locales han aprendido a convivir con ellos en armonía. Los deportistas tenemos la gran oportunidad de ser mensajeros. Viajando por mares, ríos y montañas de todo el mundo solemos encontrar los mismos problemas. Si logramos combinar los deportes que tanto nos apasionan con acciones concretas por los ecosistemas que visitamos y sus habitantes, seremos un gran aporte a la protección de este pequeño punto azul.


directory CHILE – ARAUCANIA

The first fun place north of the south pole Since 1995, we offer visitors to Pucon a place full of energy, a cozy atmosphere, excellent vegetarian food, reasonable prices, and plenty of reliable advice for travelers eager to explore Chile’s wilderness.

We’re located in a beautiful native forest with arrayan trees and feature a sustainable project via solar energy and recycling, hot tubs, bike rentals, and access to fishing, kayak and rafting.

Desde 1995, ofrecemos a quienes visitan Pucón un lugar acogedor, lleno de energía, con excelente comida vegetariana, precios razonables y muy buenos consejos para quienes quieren explorar la naturaleza en Chile.

Nos encontramos en un hermoso bosque nativo de arrayanes con un proyecto sustentable mediante energía Fotovoltaica, Reciclaje, Tina de agua caliente, arriendo bicicletas y con acceso a Pesca, Kayak y Rafting.

HOSTERIA ECOLE

✆ +56 9 42664894 / +56 65 2357243 Ruta 225 km 42, Ensenada, Puerto Varas, Chile info@anulen.cl • www.anulen.cl

General Urrutia 592, Pucón Tel. (56 45) 441675 - www.ecole.cl

HERE! D A N A E C A L P QUÍ! ¡ANÚNCIESE A

We are wildlife photographers and passionate naturalists. Join us in our expeditions. Somos fotógrafos de fauna y apasionados naturalistas. Únanse a nuestras expediciones.

Get in touch with us to buy an ad in the magazine! ¡Ponte en contacto con nosotros para comprar un anuncio en la revista!

Wild South Photography Tel. +54 9 11 5407 9977 – www.wildsouthphotography.com

PATAGON JOURNAL

editors@patagonjournal.com

Cabañas Chile Wild / Cabins Chile Wild

Las Vertientes de Malalcahuello

La entrada a Patagonia y Parque Nacional Conguillío Gateway to Patagonia & Conguillío National Park Km 90 Ruta 181, Malalcahuello Fono: (+56 9) 760 60 842 / 765 25 043 Email: contacto@chilewild.com

www.facebook.com/chilewildmalalcahuello www.chilewild.com

Pool Sports Swimming · Free vector graphic on Pixabay.pdf Saved to Dropbox • 24 Apr 2018, 12E09

Bath

royalty free icons thermal bath - Google Search.pdf Saved to Dropbox • 24 Apr 2018, 14C15

Images

TV Related Images silhouette-illust.com

露露天⾵風呂呂のシルエット | 無料料のAi・PNG⽩白黒シルエットイラスト

Completamente equipadas, calidad y confort Fully equipped, quality and comfort 無料料で使える⽩白黒シルエットイラスト素材の専⾨門サイト。WEBやDTPデザインに無料料で使えるシルエットが満載。 Images may be subject to copyright.

RELATED IMAGES

SEE MORE

Código de descuento cuando reservas: Discount code to enter when making your reservation: patagon2018


Species Profile Perfil de Especie

Calafate

FLORENCIA CARCAMO

M

ost visitors to Patagonia are likely to encounter these prolific box-leaved shrubs along the trails. They were also probably encouraged by tour guides to partake of its sweet fruit, and not just for the taste; local legend has it that whomever eats a Calafate berry is destined to return to Patagonia in the future. This legend - and the berry’s name - stem from a tale about an indigenous Selk’nam princess of the same name. According to folklore, she was transformed by a shaman into the Calafate bush after her father discovered that she planned to elope with her lover, who was from a different tribe. As such, anyone who eats the berries will also come under the timeless spell of these Patagonian lovers and feel compelled to return. Also known as the Magellan barberry (Berberis microphylla), the Calafate berry is endemic to Argentine and Chilean Patagonia. Growing up to four feet high (1.2 meters) and resistant to Patagonia’s strong winds, its storied bush can be identified by its thorn-covered red stem, with arching branches covered in tiny tripartite evergreen leaves. The berries themselves are similar in appearance to blueberries, with a rounded shape and blue-purple shade. Flavor-wise, it’s perhaps best described as a cross between a blackberry and a mulberry, but sweeter. The plants bloom during the austral summer, from late November to February, when they eventually become covered in bright, yellow flowers. Although it can be eaten straight off the bush, the Calafate berry is mainly used to make jam or for use in Patagonian cuisine, such as for ice cream or the Calafate Sour, a local riff on the Pisco Sour. The berry is high in antioxidants and other vitamins and minerals, with purported health benefits like aiding digestion and improving heart health. The wood of the shrub is sometimes used to make a red dye.

96

L

a mayor parte de los visitantes de la Patagonia seguramente se encontrarán con estos matorrales de hojas aovadas por los senderos. También es probable que los guías los alienten a comer sus bayas dulces, y no solo por su sabor: la leyenda local dice que quienquiera que coma el fruto del calafate está destinado a regresar a la Patagonia. Esta leyenda - y el nombre de la baya - provienen de un cuento sobre una princesa Selk’nam. Según el folclore, un chamán la transformó en el arbusto de calafate cuando su padre descubrió que planeaba fugarse con su amante, que era de otra tribu. Por eso, cualquiera que coma las bayas también caerá bajo el hechizo eterno de estos amantes patagónicos y se sentirá obligado a volver. También conocida como baya de Magallanes (Berberis microphylla), el calafate es endémico de la Patagonia argentina y chilena. Pudiendo crecer hasta los 1,2 metros y siendo resistente a los fuertes vientos de la Patagonia; este afamado arbusto puede reconocerse por su tallo rojo cubierto de espinas, con ramas arqueadas llenas de pequeñas hojas tripartitas siempreverdes. Las bayas tienen una apariencia parecida a los arándanos, de forma redonda y de un color azul-violáceo. En cuanto al sabor, es muy similar al de la mora, pero más dulce. Las plantas florecen durante el verano austral, entre finales de noviembre y febrero, cuando llegan a cubrirse de flores de un color amarillo brillante. Aunque se puede comer directamente del arbusto, la baya del calafate se usa principalmente para hacer mermelada, o bien, en la cocina patagónica, ya sea en helados o para hacer el calafate sour, una versión local del pisco sour. Esta baya es rica en antioxidantes y otras vitaminas y minerales, con supuestos beneficios para la salud, como ayudar a la digestión o mejorar la salud del corazón. La madera del arbusto se usa a veces para hacer un tinte rojo. (Zoe Baillargeon)

Patagon Journal


Subscribe Today! ¡Suscríbete hoy!

Your subscription includes: Tu suscripción incluye: • Four print editions of Patagon Journal, the leading magazine about nature, environment, travel and outdoors in Patagonia and the world’s last wild places. • Cuatro ediciones impresas de Patagon Journal, la revista líder sobre naturaleza, medioambiente, viajes y deportes al aire libre en la Patagonia y los últimos lugares salvajes del mundo. • Free access to the digital edition of Patagon Journal via the Zinio App. • Acceso gratuito a la edición digital de Patagon Journal a través de la app de Zinio.

www.patagonjournal.com subscribe@patagonjournal.com



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.