Los huesos de la mariposa

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Elgar Utreras Solano


Elgar Utreras Solano Registro de Propiedad Intelectual N° 276992 Primera Edición, invierno de 2017 Arte & diseño Patricio Contreras Parra Elustracion de portada Catalina Villanueva


Elgar Utreras Solano




Los huesos de la mariposa o hacia el silencio van las palabras.

Cuando verbalizamos o traemos a nuestros sentidos el concepto mariposa, percibimos movimiento, cromaticidad en sus alas, fragilidad en relación con el medio ambiente, perfección metamórfica que posibilita cambios y camuflaje para sobrevivir al dolor del tiempo devorándolo todo. Poesía y mariposa, poesía y palabra efímera, cuya representación audible termina cuando comienza el siguiente concepto, la sílaba del nuevo significante, la nueva asociación mental en relación al vuelo de ese nuevo sonido. Así, cual vuelo de mariposa trashumante son las reflexiones que nos transmite el hablante lírico: “Las palabras transparentes en su empeño de mariposa Revolotean en la lengua abriendo el ser No se resigna al presentimiento de la muerte (…)” O cuando en el poema titulado Mariposas en la garganta, señala: (…) “Expulsados emprendimos el viaje para volver tras sí Y no importa el ruido que se repite Ni el avieso sentido de los que comercian bajo la torre Si por un instante despojamos al dialecto que nos parió De su impenetrable opacidad”.

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En Los huesos de la mariposa asistimos como lectores y también mariposas (antropomorfismo), a las posibilidades infinitas que la poesía brinda para intentar decirnos, explicar(nos) desde la ontología del lenguaje: un mundo representado por las palabras, (de)construido por ellas y sus aleteos (in)vertebrados. (…)Cuando llegue el tiempo seremos los amantes mariposa Porque se habrán quemado nuestras alas (…) O en el poema: “En estos días” (…) Se despiertan en el rumor del viento Mariposas que rompen Con la sentencia que les pesa Así las palabras. En los versos que Elgar Utreras nos comparte en este libro, sus receptores/as se encontrarán con la voz auténtica del yo que mira/siente/interroga/decodifica el dolor de ser finito en un tiempo/mundo infinito y la búsqueda de un hablante lírico que desde la piel de la memoria en cada vocablo, nos (re)velará el mundo en la lengua de las mariposas, en su vuelo tenue y fugaz. El hablante nos acerca a un desgarro vital y consciente ante nuestra finitud y la ceguera devoradora con que decodificamos la vida como sujetos cognoscentes. Desde la perspectiva Platónica las metáforas del sol

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y la muy conocida “alegoría de la caverna” entran en relación a través de las páginas de este libro y sus versos. En el mundo perceptivo, las cosas que vemos a nuestro alrededor no son sino un ligero contorno de las formas más reales y fundamentales que representa el mundo inteligible de Platón. Es como si viéramos una sombra de las cosas, sin ver las cosas mismas; estas sombras son una representación de la realidad, pero no la realidad. A modo pedagógico Platón, desdobla el universo en dos y, como quien saca una foto de un paisaje, describe una realidad compleja en dos dimensiones: su línea donde asienta la parte del universo que el ser humano puede percibir por los sentidos y la parte del universo que actúa como causa del anterior y que el ser humano puede aprehender por medio de la hipótesis de la hipótesis superior. Así, quien mira el paisaje se dará cuenta que es imposible que el paisaje ‘sea’ meramente lo que la fotografía muestra. Así también lo leemos por ejemplo en el poema, Hacia el silencio van las palabras: (…)Hacia el silencio van las palabras En su ritual que las hará volver Dichosas a las claridades. O en Y si fuera (…)Esa fragilidad con que se nos arrebata no estaría asediando nuestros pasos Sería entonces develado el manto del fulgor con que nos

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lanzamos a la vida Nos apaciguaríamos en las entrañas de la urbe Libélulas volverían a cruzar los jardines Haciendo trizas la quimera que envuelve el mundo (…) La poesía nos rescata, Elgar Utreras lo sabe…y como lo señaló el escritor Octavio Paz: “Mediante la palabra, mediante la expresión de su experiencia, procura hacer sagrado al mundo; con la palabra consagra la experiencia de los hombres y las relaciones entre el hombre y el mundo, entre el hombre y la mujer, entre el hombre y su propia conciencia. No pretende hermosear, santificar o idealizar lo que toca, sino volverlo sagrado. Por eso no es moral o inmoral; justa o injusta; falsa o verdadera, hermosa o fea. Es simplemente poesía de soledad o de comunión. Porque la poesía que es un testimonio del éxtasis, del amor dichoso, también lo es de la desesperación. Y tanto como un ruego puede ser una blasfemia”. Los huesos de la mariposa en su ritmo, silencios y significantes nos devuelven al mundo de las ideas una luz para que salgamos de la caverna.

Margarita Bustos Castillo

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EPITAFIO Somos mariposas en el agua movidas por el viento

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A MODO DE ARTE POÉTICA El aire verdad que nos viene respirando Hondo tan hondo Cuando nos hacemos al amanecer Desde allí Resistimos en la palabra Que hicimos nuestra Habitando los días con pies descalzos Nada que entender como la sombra de un viejo sauce Sobre las aguas que fluyen desde un siempre ya lejano.

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VALE CADA PALABRA Vale cada palabra que se arranca al silencio Cada memoria arrebatada a la muerte Recobrar como una flor Cada llaga desde el santo sudario Cada hueso desde la fosa Cada nombre a ser nombre una vez mรกs Tener viva la inocencia sin miedo a perderla /en la noche de una oraciรณn Vale cada palabra escrita en los muros En las fibras del hombre.

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EN UN RESPIRO Por dios Nada vemos Nada en este morir tras las paredes del /dominio metálico Que se nos impone Nada de nada que detenga el alud De este ir en la ruta inalámbrica No hay una montaña para oír la voz Es sólo el desierto de la urbe Que vive su miedo de oro El miedo al vuelo del dragón Su despojo En la santa imitación del amor Fábula al fin Siempre hay alguien que resiste la vulneración Con que la muerte golpea las costillas del aire Hay quien empuña la mano y escribe Para no ceder ante la mudez convicta Del cal en su interrogante Hay quien vuelve sobre el beso Que no despierta a la princesa de su sueño Y como al héroe en un respiro se le va la vida.

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QUIZÁS Quizás la lengua despierte el habla de los pájaros Siempre traslúcidos en su vocación de aire Quizás el vuelo al que están desterrados trace rutas Que traduzcan la marcha infinita del hombre Para ir más allá de sí Quizás el vacío celeste despierte como antaño Ese lácteo asombro con que nos pusimos en pie Y dibujamos una frágil presencia en los muros

/de una gruta

Donde el tiempo navega fuera del tiempo Donde la memoria no toca la piel Aquí en las aguas Quizás se despierte la palabra que olvidamos Como un libro en el vagón de un tren.

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DESPALABRADOS Despalabrados nos encontrarán un día torrencial Fuera del centro de todas las cosas y los que respiran En este reino de sombras chinas Al que habituamos los cuerpos como viejos adictos Al deleite que provoca la humedad Luego expuestos a una luz que desconocen los ojos Brotarán del vientre mariposas que en nombre del cielo Besarán nuestros átomos y su secreto Absortos en el pensamiento que nos poseerá Iremos con la mueca de una sonrisa que desafía /el tiempo Y serán otras palabras en otros labios que nos dirán Qué es lo que somos o lo que fuimos en el viento.

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LA TRANSPARENCIA DE LAS PALABRAS Las palabras transparentes en su empeño de mariposa Revolotean en la lengua abriendo el ser No se resigna al presentimiento de la muerte Que se levanta contra una suerte de duras cuotas Contra el precio puesto a la sangre Las palabras acumulan años Y tienen ese color con que el mar se arroja en la arena Para luego retornar a su perpetua cabalgata Las palabras que tienen el aroma de la llaga primordial Vienen con la humedad del amor en sus poros Esas palabras que saben a vino Cuando la ruptura del silencio no lastima Ni urge su presencia en los besos absortos del decir Nos inventan en el prístino laberinto con que se nos va /la vida En esta torre de tortugas que sostiene el cielo Y nos olvidan en el vuelo de los pájaros Que reconocen al otear el horizonte de sus días.

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HAY ALGO Ya el viento abofetea las ventanas Los cristales no dan el color del sueĂąo No dan con la fuga No es posible Hay algo Algo que se acrecienta en la carne Y vuelve oscuro a los pasajeros.

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LAS ALAS Mientras escribe dice: No hay forma de nombrar Lo que se oculta en las sombras del silencio Todas ellas transfiguradas en gotas No hay como salvarlas No hay resurrecciรณn que domine su piel No hay precio que compre su aliento No hay una calle No hay beso alguno Nada para redimirlas de su penitencia Con que flotan en la corriente Tras la postergaciรณn de su vuelo Igual que los que miran desde la vida.

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HACIA EL SILENCIO VAN LAS PALABRAS Hacia el silencio van las palabras Se despeñan de la lengua Ya no hay sueño en que los exiliados se encuentren Es cierto la escritura deja estelas carcomiendo los años La sangre es música que viene desde el fondo El aire es palabra creando el aire El fin de las cenizas para los estómagos El fin de la bala blanca El fin a la mutilación del amor entre las sábanas Hacia el silencio van las palabras En su ritual que las hará volver Dichosas a las claridades.

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Y SI FUERA Y si fuera que con la mano tocáramos la luna O diéramos con nuestra presencia de otro tiempo O bien una multitud de ángeles se posara en la punta

/de una aguja

Esa fragilidad con que se nos arrebata no estaría /asediando nuestros pasos Sería entonces develado el manto del fulgor con que

/nos lanzamos a la vida

Nos apaciguaríamos en las entrañas de la urbe Libélulas volverían a cruzar los jardines Haciendo trizas la quimera que envuelve el mundo Ajena entonces el hambre que muerde las costillas Ajena entonces la maldición que pesa sobre la tierra Ajena será la muerte que sembramos en el mar Y el aire El aire tendrá un color respirable.

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MARIPOSAS EN LA GARGANTA En la garganta habitan mariposas Deshacen el recuerdo de un anciano Expulsados emprendimos el viaje para volver tras sĂ­ Y no importa el ruido que se repite Ni el avieso sentido de los que comercian bajo la torre Si por un instante despojamos al dialecto que nos pariĂł De su impenetrable opacidad.

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JIRÓN DE LA EXISTENCIA Hay que estar presente Así aéreo Fluyente Besando lo invisible con todo el cuerpo Así averiados por las cotidianas hazañas Con que se enfrenta el sol Dios sabe cuanto duele el jirón de la existencia Sabe bien que se guarda algo de dignidad en la calle Que no hubo otra para salvar nuestra jornada Hay que estar presente en el día del juicio Para hallar un poco de verdad en zonas roídas

/por el óxido

Dios sabe que el asbesto dio con la risa de criaturas

/que habitan sus dominios

Sabe que las aguas infinitas arrastran a los desaparecidos Hay que estar ahora en la propia sangre Desinstalando las representaciones Como si fuéramos los expulsados en un cuadro de Masaccio.

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CUANDO Cuando llegue el tiempo seremos los amantes mariposa Porque se habrán quemado nuestras alas O subirán los guerreros dormidos a divertirse Inadvertidos del día La rotunda mudez será prisionera del gemido Tan solo en un instante Cuando en el cuerpo la oquedad del Universo Deposite su tesoro Nos sabremos dichosos de conocernos.

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EL MUNDO ES UNA MARIPOSA “Los pétalos van de mariposa en mariposa”. Tzin Tzun Tzan. Kalu Tatyisavi.

Junto al paladar está el saber del país de lluvia Sus mujeres hombres y niños Corren descalzos Su lengua es lengua de pájaro De flecha silbando en el viento Junto al pecho está la gente de la tierra Que sueña el sueño de sus padres Donde corren con el viento Hablan una lengua aérea que despierta El corazón del mundo El mundo es una mariposa.

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EL SUEÑO DE LA MARIPOSA Dormir el sueño de la mariposa Para encontrar la llave que dispense toda la risa Y esa transparencia en la jaula de nuestro lenguaje Una voz traslúcida que no sabe mentir No como la empedernida lengua a la que

/nos amarramos

Esa voz que conoce el sonido de las bestias del campo De los pájaros que atestiguan el amanecer Y auguran con certeza matemática El fin de los tiempos en el imperio de la muerte.

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EL APAREO DE LAS MARIPOSAS La clave con que el aire vibra Son lepidópteros apareándose que abandonando su

/furtiva condición

Se vuelven prisioneros al atardecer El vértigo con que va el mundo escupe una /belleza precaria En las paredes allá por las noches Una atentatoria Sin perfiles ni columnatas blancas Las otras mariposas Encienden el oscuro espectáculo del Universo.

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EPITAFIO II El que escribe en el agua estรก ciego.

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DEL AIRE Las palabras no sobran aunque a voluntad

/se quisiera

Todo el aire que se respira preciso en el instante Así aireado tan aéreo Nos inventa cuando lo inventamos Se juega a nombrar sin el nombre Que se verba amar en la carne En el juego de la vida que nos toca Donde cada día se muere y vuelve A pisar los talones a la risa En ese aire que es solo aire.

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SEIS VECES LA ETERNIDAD A los desaparecidos de Ayotzinapa.

¿Qué digo cuando nombro en el aire lo que quedó sujeto al silencio? Brutal desaparición. Aquel de lágrimas de sal en ciudades rotas como barcazas por el oleaje. Qué digo cuando sangramos seis veces la eternidad. ¿Quién abrió el fuego contra el cielo?

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Y SON OTROS Puede ser que estas mariposas Iluminen la noche Cuando se cae en un párpado de tierra Y son otros los que reparan en el abandono Los que imaginan el frío Otros los que buscan un atisbo de luz

/en la obligada oscuridad

Allí donde no hay huella posible ni la más mínima En un implacable hasta aquí nomás.

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ESTA METÁFORA EMPOBRECIDA Esta metáfora empobrecida Que vamos armando A puño desnudo con la sangre a borbotones Nos deja temblando cuando despojados de ella Vemos a cara descubierta que no eran posibles Las fatigosas imágenes de la vieja representación Porque los crucificados somos nosotros cada día Sudorosos febriles de espanto y aún así con una sonrisa.

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LA ESCRITURA El que escribe desaparece en su escritura.

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EL BAILE NUPCIAL DE LA MARIPOSA El baile nupcial de las mariposas prefigura el sueño Con que se arrebujan hacia su salto en la espiral Como nosotros girando y girando sobre sí mismos Damos con lo que seremos en el espacio invisible Al que nos vamos arrimando Espacio de luz que marcha sin receso hacia

/la oscuridad

¿Si ayer todo era tiempo que será después?

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EL FRACTAL DE LA MARIPOSA Se quebraron las alas Pieza a pieza Color a color En astillas infinitas Formando figuras todas semejantes en su vuelo Todas semejantes en su vuelo En astillas infinitas Color a color Pieza a pieza Se quebraron las alas.

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HAY OTRAS MARIPOSAS Se debe saber que hay otras dando vuelta Otras que resisten la negrura Que encienden las palabras en su vuelo hacia lo infinito Hay otras que guían luminosas a través de las aguas A los caídos Aquellos que fueron a dar en el puñado azul Hay mariposas que alimentan los secretos Susurrando al oído de lo invisible.

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EN ESTOS DÍAS En estos días cuando mirarse las manos Es cáncer moliendo los huesos Cuando sentarse a la mesa Es ráfaga nocturna Imposible certeza de volver Se despiertan en el rumor del viento Mariposas que rompen Con la sentencia que les pesa Así las palabras.

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NO HAY OLVIDO Es cierto No hay olvido para tanta ceniza Para esa costumbre que nos obliga a la transparencia De andenes perdidos en la niebla Forzados a morder el silencio Hecho de un amanecer De esquirlas en la carne No hay olvido para la sal de tanto nombre Llamando en la oscuridad que se desgarra Con la luz del tiempo Voz que viene desde el fondo de todas las cosas Como el cuerpo en el oleaje No hay olvido para tanto y tanto que abrazamos En la soberanĂ­a de la ausencia Anhelando como buenos deseos Encontrarlos siempre en el momento preciso No hay olvido No hay olvido No hay olvido.

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YA SE DIJO… Recoge los huesos de la mariposa Y teje un capullo donde va a parar Con las manos vacías El hambre mutilando el abrevadero de la noche ¿Quién despertará por su respiración en la ciudad? ¿Quién cogerá su piel? Todos ignoran su edad Sus pies sobre el puente Su viaje La combustión interna con la que enfrenta la multitud Ya se habló Lo que bien diría Antes de su vuelo.

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ELLAS QUE IGNORAN LA MUERTE Rondan el silencio La nada Dichosas en el instante En el milagro del Universo Ignorando la muerte Que abre los ojos a lo invisible.

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LEVEDAD Nunca fue sombra Nunca empañó a la flor que ardía sobre el pecho Nunca tuvo la más mínima pretensión De arrojarse allí donde la muerte es una fábula Fue sosteniendo una levedad Leve Que tan sólo pasó.

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SIEMPRE VUELVES La muerte alcanza siempre alcanza No da un pie atrás Deja un mar de flores hacia la noche Y lágrimas de sangre Durante los años cuando no son años Incógnita pasas en alas En huellas tuyas Y ajenas Siempre estás volviendo Con la palabra en los labios Siempre vuelves en el sueño de la mariposa.

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