Pocos testimonios tan interesantes y dicientes acerca de la forma de pensar de un grupo humano como su propio lenguaje. Tal y como lo expresa la ley de cultura de nuestro país, la lengua es parte constitutiva del patrimonio cultural, al ser representación de la cultura y expresión de la nacionalidad colombiana. Desde tiempos antiguos hasta el día de hoy, las palabras, refranes, términos y manifestaciones de la comunicación oral o escrita han sido una vía acertada y apasionante para descifrar el mundo y sus habitantes.
El célebre lingüista, filósofo y analista político Noam Chomsky se refiere a las palabras como “un espejo de la mente”. Y no hay
duda de que, analizada desde esa lógica, Bogotá y sus gentes bien
pueden sentirse orgullosas de su ingenio y creatividad...
María Eugenia Martínez Delgado IDPC