Los elementos decorativos de un bus urbano, los carteles promocionales, los Graffiti, los esténcil, la publicidad o devociones tan importantes y propagadas como la del Divino Niño en el barrio 20 de Julio, o de la Virgen del Carmen, entre otros, son objetos y lugares de la vida cotidiana y, por su propia cotidianidad, se hace difícil entenderlos como parte del paisaje urbano, y sus significados sociales no siempre son “evidentes”.