Bogotá, Colombia. Número 2. 2014
Edición de cuatro páginas
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Hojas de café Bogotá en un Café. Los cafés como elementos revitalizadores del centro tradicional.
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Publicación gratuita del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural Entidad adscrita a la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de la Alcaldía Mayor de Bogotá.
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El San Moritz, un antiguo café que se niega a ser “ex-tinto” Texto: Alfredo Barón Investigación: Alfredo Barón, Nubia Lasso, Julieth Rodríguez y Olga Pizano.
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l Café San Moritz se encuentra en una de las cuadras típicas de la antigua Santafé, cuyo nombre popular “Calle del arco” se ha perdido para siempre, como se perdió ese elemento arquitectónico de origen colonial único en toda la existencia de la ciudad que unía a la iglesia de la Orden Tercera con el convento de San Francisco. Tan único fue el arco como lo es hoy el callejón que antes adornaba, y que se conoce como “Callejón de los Libreros”. Este, desde su ingreso por la Carrera Séptima a partir de esa entrada que forman la iglesia de la Veracruz y la de la Tercera, conduce a varias casas antiguas repletas de libros de techo a suelo, en donde se pueden encontrar los mejores libros nuevos y de segunda de la ciudad. Tan único es el callejón como único es el San Moritz. La manzana donde se encuentra el Café pertenecía en tiempos coloniales al barrio occidental de las Nieves y hoy bajo la definición de los límites modernos, se encuentra en el barrio de la Veracruz. Se trataba de una manzana irregular, mucho más larga que las demás del sector porque se extendía sobre la actual carrera octava, que en los siglos XVIII y XIX se encontraba dominada por la presencia del antiguo Convento de la Purificación de Nuestra Señora de los franciscanos.1 El convento fue demolido en 1918. Adyacente al costado oriental de la iglesia de San 1 Cuellar, Marcela. Gaston Lelarge: itinerario de su obra en Colombia, pág. 86.
Francisco, constaba de tres patios claustrados más un enorme solar ubicado en su parte posterior y al margen de la actual calle 16, como consta en un plano topográfico de Bogotá de 1849 donde se observa que en este solar se encontraba la huerta de los franciscanos y un gran árbol ciprés que adornaba y caracterizaba al lugar2. Sobre esta huerta se construyó la casa en donde posteriormente se fundó el San Moritz. Aun no se sabe cuando fue construida la casona de dos pisos. Sin embargo, el plano de Bogotá que levantó Carlos Clavijo para 1894 indica que para ese año, en ese lugar ya existía una construcción en la cual funcionaba una extinta institución educativa llamada Universidad Republicana3. La tradición indica que el Café fue fundado hacia 1937, un año antes de que Bogotá celebrara su cumpleaños numero 400, por Guillermo Wills Olaya, en asocio con su hermano Arturo, bisnietos del ciudadano inglés William Wills que llegó al país en 1825 confundido por la tradición oral y las páginas de internet como ciudadano alemán. La casona pertenecía a su esposa, Helena Gutiérrez de Wills quien era prima del presidente Eduardo Santos Montejo y quien la recibió como herencia de sus padres y ellos a su vez de su abuelo, pero nunca fue su residencia. Curiosamente el Café no aparece indicado en las guías que para conmemorar el IV Centenario de Bogotá se publicaron. Posiblemente era un Café muy joven y no gozaba del prestigio que tenían Cafés ya viejos para su época como el Windsor, el Gato Negro o la Fortaleza, los cuales años después desaparecieron. Ahora el San Moritz es mayor y se le nota, pues la casona necesita ser intervenida conservando sus valores culturales tanto materiales como 2 Moisés de la Rosa. Calles de Santafé y Bogotá. pág. 231 3 Instituto de Patrimonio Cultural. Atlas Cartográfico de Bogotá 1791-2007. pág. 49
Callejón de los Libreros y casa Wills. Fotografía Julieth Rodríguez 2014.
inmateriales. La referencia más antigua hasta ahora encontrada se encuentra en el directorio telefónico del año 1956 donde aparece como Café San Moritz Ltda cl 16 7-91 con los teléfonos 424030 y 426166. Para esta época los números en Bogotá no tenían siete dígitos y ahora nunca llegarán a los ocho. El San Moritz está inserto en medio de un espacio urbano semi-caótico, dominado por el comercio informal y las ventas callejeras de libros y discos piratas que contrastan con la elegancia de un callejón que mantiene casi intacta su arquitectura colonial y republicana. Hubo una época en que la calle 16 era una calle y no un callejón con el aspecto recóndito y misterioso que hoy tiene. Por ella transitaban los carros que iban hacia los elegantes vecinos del Café como el Gun Club -del cual Guillermo Wills al igual que su padre Ernesto fueron socios- el Anglo American Club y el Club Médico de Bogotá y caminaban los clientes de otros Cafés como
Entrada del Café San Moritz. Fotografía Julieth Rodríguez 2014.
el Monterrey y el Café El Polo localizado este último en la misma casona del San Moritz, pero sobre la carrera octava frente a la sastrería de lujo Casa Peraza4. La casa del San Moritz como todo su entorno quedó en medio de la revolución sin líder que se gestó el 9 de abril de 1948. La octava fue escenario de batalla, la casa del costado oriental del Café fue incendiada totalmente y detrás de ella, la Gobernación de Cundinamarca fue presa del odio liberal. Milagrosamente la casona se salvó de ser destruida por las llamas. Quizás porque el Café tenía una tendencia liberal, 4 Instituto Distrital de Patrimonio Cultural. Atlas Histórico de Bogotá 1911-1948. pág. 362 y 376-77.
como nos cuenta David Vásquez, uno de los actuales propietarios del lugar, quien nos dice que Guillermo Wills era afín a esta tendencia política. La luz tenue que le da ese ambiente bohemio al Café, es producto de cuatro claraboyas que dejan entrar la luz del sol filtrada por ellas, por lo menos desde 1943. La ubicación del techo del San Moritz es estratégica. Es evidente que no fue construido exclusivamente para proteger a los clientes de la lluvia y el extremo sol que cayera sobre el Café. ¿Por qué no se techó el segundo piso también? Posiblemente Guillermo Wills, quería ganar un mayor espacio comercial y sobretodo que el véase página 2