LIBRO MONASTERIO BENEDICTINO

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Patricio Gross F. Enrique Vial B. (Monumento Histórico), cuya iglesia es obra de Gabriel Guarda O.S.B. (+) y Martín Correa O.S.B., integra con propiedad el patrimonio histórico del país, constituyéndose por su notable valor en un pilar de nuestra identidad cultural y en una de las obras de arquitectura contemporánea de mayor relevancia nacional y continental.

Una obra de arquitectura patrimonial

MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES

El Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes

MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES

Patricio Gross Fuentes

Enrique Vial Briceño



MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES Una obra de arquitectura patrimonial


MONASTERIO Y CIUDAD

N

Santiago, Chile Google Earth


MONASTERIO Y ENTORNO

Google Earth


Pablo Altikes



Pablo Altikes



Pablo Altikes



Archivo Monasterio Benedictino



Archivo Monasterio Benedictino


IGLESIA 13


Pablo Altikes


Pablo Altikes


Fotos archivo Monasterio Benedictino



Fotos archivo Monasterio Benedictino



Mª Luisa Godoy


Archivo Monasterio Benedictino


Archivo Monasterio Benedictino


Rafael Rosende


Fotos archivo Monasterio Benedictino, revista AOA



Archivo Monasterio Benedictino



Fotos archivo Monasterio Benedictino



Fotos Sofía Rosende


Rafael Rosende

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Archivo Monasterio Benedictino


Fotos Rafael Rosende


CUERPO DE CELDAS


Fotos Patricio Gross


Archivo Monasterio Benedictino


Patricio Gross


Fotos archivo Monasterio Benedictino



CLAUSTRO

Fotos archivo Monasterio Benedictino



Fotos archivo Monasterio Benedictino


SALA CAPITULAR


Archivo Monasterio Benedictino

Patricio Gross


HOSPEDERÍA

Fotos Patricio Gross / Mª Luisa Godoy


BIBLIOTECA

Fotos archivo Monasterio Benedictino


Patricio Gross


PORTERÍA Y REFECTORIO

Fotos archivo Monasterio Benedictino


Archivo Monasterio Benedictino

Sofía Rosende

Patricio Gross


HOSPEDERÍA FEMENINA

Fotos Mª Luisa Godoy


Archivo Monasterio Benedictino


PLAZUELA DE ACCESO

Pablo Altikes


Sofía Rosende


CEMENTERIO

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Fotos archivo Monasterio Benedictino


EDICIONES UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE Vicerrectoría de Comunicaciones Av. Libertador Bernardo O’Higgins 390, Santiago, Chile editorialedicionesuc@uc.cl www.ediciones.uc.cl MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES Una obra de Arquitectura Patrimonial Segunda edición 2021 © Inscripción Nº 2021-A-7296 Derechos reservados Agosto 2021 ISBN N° 978-956-14-2868-3 ISBN digital N° 978-956-14-2869-0 Dibujo y Levantamiento de Planos: Paz Riera Iván González Fotografías: Archivo Monasterio Benedictino Sergio Gelcich R. Juan Purcell M. Jorge Swinburn P. Patricio Gross F. Pablo Altikes María Luisa Godoy B. Rafael Rosende A. Sofía Rosende G. Diseño, Diagramación y Producción: María Luisa Godoy B. Corrección de Textos: Óscar Aedo I. Impresión: Ograma impresores

CIP- Pontificia Universidad Católica de Chile Gross, Patricio, 1938-, autor. Monasterio Benedictino de Las Condes: una obra de arquitectura patrimonial / Patricio Gross Fuentes, Enrique Vial Briceño. Segunda edición. Incluye Bibliografía. 1. Monasterios – Chile – Diseño y planos. 2. Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de las Condes (Chile) – Diseño y planos. I. t. II. Vial, Enrique, 1956-, autor. 2021 126.7098331 + DDC23 RDA


MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES Una obra de arquitectura patrimonial

Patricio Gross Fuentes

Enrique Vial Briceño



ÍNDICE

1 2

PRESENTACIÓN DE LA SEGUNDA EDICIÓN 4

3

ADVERTENCIA PRELIMINAR DE LA PRIMERA EDICIÓN

PRÓLOGO 7 11

4

VIDA MONACAL E HISTORIA DEL MONASTERIO BENEDICTINO 13 • Pensando en el Monasterio, Juan de Dios Vial C. 14 • Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes, Gabriel Guarda O.S.B.† 20

5

6

ANTECEDENTES DE LA CONSTRUCCIÓN DEL MONASTERIO 34 EDIFICIOS Y LUGARES QUE COMPONEN EL MONASTERIO 62 • Cuerpo de celdas 70 • Cementerio 88 • Hospedería 92 • La iglesia 104 • Refectorio y portería 130 • Plazuela de acceso 140 • Biblioteca 144

7 CONSTRUCCIONES POSTERIORES A 1988 150 8 SIGNIFICADO ARQUITECTÓNICO Y PATRIMONIAL DEL MONASTERIO

157

9 MI EXPERIENCIA EN EL MONASTERIO Patricio Gross 158 10

AGRADECIMIENTOS

161

11 LISTADO DE DIBUJOS Y PLANOS 162 12 LISTADO DE FOTOS 164 13 BIBLIOGRAFÍA

167


1 PRESENTACIÓN DE LA SEGUNDA EDICIÓN En diciembre de 1988, hace ya cerca de 33 años, la Pontificia Universidad Católica de Chile, a través de Ediciones UC, publicó el libro “El Monasterio Benedictino de Las Condes. Una obra de arquitectura patrimonial”, en homenaje a los 100 años de la universidad y a los 50 años del Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes. El libro contó con el auspicio del Chase Manhattan Bank y se encabezó con dos presentaciones, una del padre Gabriel Guarda O.S.B., a la época Abad del Convento, y otra de Juan de Dios Vial Correa, en ese momento rector de la Universidad. Como autores de la primera edición sentimos una sincera alegría por la acogida que recibió, tanto nacional como internacional, agotándose hace ya mucho tiempo, y recogiendo desde muchos sectores, incluidos los propios monjes, el interés por su reedición. Sin duda que ello ha sido el resultado de la calidad de la obra arquitectónica expuesta, declarada Monumento Nacional en 1981, la que a través del libro puede ser comprendida a cabalidad, así como el espíritu que siempre animó el conjunto de las edificaciones, desde el volumen inicial de las celdas proyectado por Jaime Bellalta, hasta lo construido hasta la fecha desde la publicación original. Igualmente, hemos querido traducir, de la mejor manera posible, el sello de austeridad de los monjes benedictinos que se encarna en el monasterio y la vida de ascetismo y contemplación que los anima. Es preciso señalar que este libro probablemente no se habría escrito sin considerar el hecho de que uno de sus autores conoció y participó muy activamente desde sus inicios en todo el desarrollo del proyecto de la iglesia, así como también diseñó y dirigió la construcción de la

4


Hospedería de Hombres, todo lo cual lo realizó viviendo en

Queremos señalar que hemos incluido textualmente los

el monasterio por cerca de tres años a partir de 1961. Del

escritos del entonces rector Juan de Dios Vial Correa,

mismo modo, relevante fue la investigación realizada por

posteriormente nombrado rector emérito y el entonces

ambos autores bajo el alero de la Pontificia Universidad

Abad padre Gabriel Guarda O.S.B. de la primera edición

Católica en 1988, investigación a la que se incorporó el

de 1988, publicada como homenaje a los 100 años de la

arquitecto Enrique Vial y que permitió conocer de primera

Pontificia Universidad Católica de Chile y a los 50 años

fuente los pensamientos y experiencias de los distintos

del Monasterio de la Santísima Trinidad de Las Condes.

arquitectos que participaron en las sucesivas etapas de

Son dos textos invaluables en sí mismos, más allá de su

diseño y construcción del Monasterio y hacer una vasta

contribución a este libro, impresionando la profunda

recopilación de material gráfico y antecedentes históricos,

espiritualidad católica del rector como también su

incluyendo los del concurso inicial, muchos de ellos

conocimiento teologal e histórico de la Iglesia, en especial

hasta entonces dispersos en las oficinas y talleres de sus

de la Regla de San Benito. Por su parte, la presentación

distintos autores.

del padre Guarda es un verdadero regalo pues ofrece una completa cronología, con amplios antecedentes y

La ocasión de reeditar este libro nos permite, en primer

anécdotas de la creación del Monasterio, hoy día Abadía,

lugar, actualizarlo con las obras realizadas después de

desde que fue apenas una idea hasta su realización en

1988, agregar algunos pocos acápites que nos parecen

dicha época, producto sin duda de sus más queridas

relevantes a la luz de los años transcurridos, como

investigaciones históricas.

también llevar a cabo mejoras fotográficas y añadir vistas en color que permiten una mejor lectura de los espacios

El Capítulo 8, significado arquitectónico y patrimonial

y volúmenes del convento, así como de su extraordinaria

del Monasterio, también se ha mantenido en su versión

luminosidad interior, todo ello a través de una nueva

original, destacando las citas sobre la arquitectura inicial

diagramación y acorde con los recursos materiales y

del Monasterio, proyecto de Jaime Bellalta, y su inserción

tecnológicos actuales.

en el Movimiento Moderno, comentarios que entonces le merecieron al arquitecto Mario Pérez de Arce Lavín,

Al igual que en la edición anterior, hemos querido

Premio Nacional de Arquitectura 1989.

mantener como título del libro “El Monasterio Benedictino de Las Condes”, como es públicamente conocida esta

Finalmente,

obra, no obstante que, en función del número de monjes

reconocimiento a todas aquellas personas fallecidas

con votos solemnes, la independencia económica del

fueron actores relevantes en la concepción y concreción

convento y la voluntad de llevarlo a cabo, significó en 1981

de esta obra, así como a quiénes hicieron posible la

su reconocimiento en la categoría de abadía, siendo su

publicación inicial de este libro en 1988 bajo el sello

primer Abad el padre Eduardo Lagos, O.S.B. y quedando

Ediciones Universidad Católica de Chile.

rendimos

un

sentido

homenaje

y que

desde entonces como la “Abadía Benedictina de la Santísima Trinidad de Las Condes”.

5



2 PRÓLOGO La reedición de este libro, que fue publicado originalmente en 1988 con motivo de los 50 años del Monasterio y los 100 años de la Pontificia Universidad Católica de Chile, es una iniciativa que valoramos y agradecemos. Sus autores, Patricio Gross y Enrique Vial, se han empeñado y, venciendo cualquier obstáculo, han podido finalmente llevar a buen puerto este proyecto con la valiosa colaboración de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile. Para la comunidad de monjes que habitamos este lugar, los edificios que aquí se describen forman parte de nuestro entorno cotidiano desde donde, a través del ora et labora, nos empeñamos en la búsqueda de Dios, tomando por guía el Evangelio. Al mismo tiempo, para los alumnos de arquitectura que tantas veces vienen aquí a dibujar, especialmente la iglesia, y para tantos otros visitantes, esperamos que la reedición de este libro pueda serles un instrumento útil para que puedan gustar más allá de la arquitectura el espíritu que ha animado el conjunto de esta obra, considerada ya en nuestro país como de arquitectura patrimonial. +Benito Rodríguez, O.S.B. Abad

7


Esta segunda edición del libro “El Monasterio Benedictino de Las Condes, una obra de arquitectura patrimonial”, cuya primera publicación se enmarcó en la celebración de los 100 años de nuestra Universidad y los 50 años del Monasterio, es motivo de gran alegría. Nos permite poner en valor nuevamente una obra de arquitectura patrimonial que no solo hace un aporte a la ciudad en términos arquitectónicos, sino que también lo hace desde el diseño, la historia, la espiritualidad y el arte religioso. Desde la Universidad vemos en la reedición de esta obra una oportunidad invaluable de reavivar la historia del Monasterio Benedictino de Las Condes y de ponerlo al alcance de nuevas generaciones, las que podrán conocer a través de él la acabada investigación y recopilación de datos realizadas por sus autores Patricio Gross y Enrique Vial, y que ahora además se ve realzada con la inclusión de obras posteriores a 1988 y por la tecnología que nos provee de mejores fotografías. Finalmente, este libro nos invita también a conocer la espiritualidad monástica de la Orden de San Benito, a partir del estudio de los espacios que la acogen –especialmente pensados para la reflexión– y que en 1981 fuera declarado Monumento Histórico. Cuando algo no se conoce, no se aprecia; y a través de Ediciones UC y su trabajo en esta nueva publicación, la Universidad ha querido reconocer el valor de resguardar el patrimonio, de difundirlo y de esta manera preservarlo para las futuras generaciones.

Ignacio Sánchez D. Rector Pontificia Universidad Católica de Chile

8


Es una gran satisfacción para la Corporación Patrimonio

La iglesia, diseñada en base a tres volúmenes cúbicos,

Cultural de Chile ser partícipe de la segunda edición de este

alberga una escultura de la Virgen realizada por los

libro de los arquitectos Patricio Gross y Enrique Vial acerca

destacados artistas Marta Colvin y Francisco Gacitúa. El

de una obra fundamental del patrimonio arquitectónico

mobiliario del coro fue diseñado por el arquitecto Raúl

moderno en nuestro país.

Irarrázabal y en él se ubica el órgano construido en 1919 por Oreste Carlini.

La edificación del Monasterio Benedictino de Las Condes –actualmente Abadía– se

inicia en 1953 en base a un

Es así que este libro transmite una noción de patrimonio

proyecto del arquitecto Jaime Bellalta. El conjunto toma

vivo, que se transforma, se recrea y es dotado de significado

forma definitiva con la construcción de su importante

por quienes lo proyectan y lo habitan, dando cuenta del

iglesia, en la primera mitad de la década del 60, de la mano

acoplamiento de diversos creadores en función del espíritu

de dos monjes benedictinos: Martín Correa y Gabriel Guarda.

de austeridad, reflexión y contemplación que identifica

Esta es declarada Monumento Nacional en 1981.

al monumento. Nuestros sinceros agradecimientos a los autores y a todos quienes han comprometido su tiempo

Arquitecto y Premio Nacional de Historia –y por muchos

y su trabajo en esta iniciativa editorial. Así también, a las

años Abad del Monasterio– el padre Gabriel Guarda, cuya

familias: Álvarez Marín, Antúnez Soza, Claro Vial, Cordero

memoria homenajeamos, sostuvo siempre un estrecho

Barrera, De la Cerda Gandarillas, Guarda Aura, Guarda Fisher,

vínculo de amistad y colaboración profesional con nuestra

Guarda Weiss, Irarrázabal Covarrubias, Larraín Peña, Peralta

Corporación.

Alba, Romero Goenaga, Ross Amunátegui, Rabat Joannon, Raby Guarda y a la Ley de Donaciones Culturales, que han

Esta publicación responde a la importancia de difundir una

hecho posible la concreción de este volumen.

valiosa obra patrimonial y vanguardista, cuya propuesta escapa a los cánones tradicionales de las edificaciones

Roberto Fuenzalida G.

religiosas, apostando por el minimalismo y el protagonismo

Director Ejecutivo

de la luz en los espacios. La presente reedición permite no

Corporación Patrimonio Cultural de Chile

sólo mejorar y completar la documentación y las fotografías referidas a ella, sino también recoger las intervenciones realizadas después de 1988, año en que fue publicada la primera edición con el apoyo de la Universidad Católica.

9



3 ADVERTENCIA PRELIMINAR DE LA PRIMERA EDICIÓN La convicción de que se hace imprescindible a la vez

deshilvanados, que pudieran dar cuenta del contexto

que urgente ampliar el conocimiento y la difusión

histórico y religioso en que se inscribe la obra. Junto

del patrimonio arquitectónico nacional constituyó la

con lo anterior, se volvía insoslayable la recopilación y

motivación inicial de este estudio. Patrimonio entendido

procesamiento sistemáticos de todos los antecedentes

no solo como el monumento o cuando más el conjunto

bibliográficos, gráficos y planimétricos, la gran mayoría

total de ciertas obras con sus paisajes, sino como la

inéditos, que existen del monasterio.

manifestación sensible y la expresión de la identidad del hombre, de la riqueza creadora de su espíritu y de

Asimismo, y como una manera de penetrar más

los incesantes esfuerzos que hace en ese sentido (1),

profundamente en los valores y el sentido patrimonial

buscando “hacer construible, perceptible, representable

de la obra, parecía preciso el estudio de los objetivos

lo perenne” (2).

y fundamentos arquitectónicos que los arquitectos, autores de cada uno de los proyectos que conforman

Por lo mismo, tampoco puede reducirse el patrimonio

el monasterio, declaraban explícitamente respecto de

al solo estudio del pasado; el valor de las obras en su

sus proyectos, tanto en su relación con el paisaje y con

interacción con las personas, lo sagrado y el transcurrir

los edificios y planes preexistentes, como la manera de

hacia la permanencia, no solo es una prerrogativa de

acoger, ayudando a ser, la vida contemplativa.

algunos testimonios antiguos, sino que también es posible descubrirlo en construcciones del presente.

También se hacía necesario realizar los levantamientos planimétricos de lo que no se disponía información, así

Fue así como se eligió el Monasterio Benedictino de

como el redibujo del material gráfico seleccionado, con

Las Condes, el que de acuerdo a nuestros conceptos

el fin de obtener una lectura unitaria del conjunto de los

anteriores integra con propiedad el patrimonio histórico

edificios que componen el monasterio, acompañando

del país, constituyéndose por su “notable valor… en un

todo ello con un recorrido fotográfico que mostrara su

pilar de nuestra identidad cultural”(3) y en una de las obras

espacialidad, volumetría y materialidad.

de arquitectura contemporánea de mayor relevancia nacional y continental, declarado Monumento Nacional

Todo

en 1981.

recopilados se ordenó finalmente, de modo que escritos,

este

heterogéneo

conjunto

de

elementos

planos y fotografías permitieran un conocimiento Para mejor conocer, comprender y contemplar el

científico y poético del monasterio, difundiendo a una

monasterio, era necesario generar un registro del mismo,

amplia audiencia uno de los valores del patrimonio

a través de una investigación que reuniera un conjunto

arquitectónico chileno.

de documentos y recuerdos, hasta ahora dispersos y

11


No podríamos terminar esta advertencia preliminar sin agradecer a todos los que han hecho posible este libro. Entre ellos es preciso recordar a los arquitectos que en muy distintos momentos y circunstancias participaron en los proyectos de monasterio y nos entregaron generosamente sus memorias y dibujos, destacando de manera muy especial al Hno. Martín Correa, O.S.B., y al padre Gabriel Guarda, O.S.B., actual Abad, quien además escribió una documentada historia de los benedictinos en Chile; a Juan de Dios Vial Correa, que como Oblato de la Orden Tercera de San Benito plasmó vitalmente algunos rasgos de la vida monacal; al Chase Manhattan Bank y a la Pontificia Universidad Católica de Chile, a través de su Dirección de Investigación y su Departamento Editorial, gracias a cuya comprensión y apoyo ve la luz este largo caminar en el año que se conmemoran el cincuentenario del Monasterio de la Santísima Trinidad de Las Condes y el centenario de nuestra Universidad.

(1) (2) (3)

12

Juan Pablo II, Discurso a la UNESCO, 1980. César Naselli: “Ideología de la preservación patrimonial: divagaciones subyacentes a un concepto” en revista “Sumarios” Nº 123, mayo –junio 1988, Buenos Aires, Argentina. Consejo de Monumentos Nacionales: “declaratoria de Monumento Nacional”, 1981.


4

VIDA MONACAL E HISTORIA DEL MONASTERIO BENEDICTINO

f. 1

13


Pensando en el Monasterio Juan de Dios Vial Correa+

Rector Pontificia Universidad Católica de Chile. (1984-2000)

Cuando hace cincuenta años fue fundado el monasterio de

San Benito quiso “…instituir una escuela del servicio del

la Santísima Trinidad de Las Condes, llegó hasta nuestra

Señor…”(2).

ciudad la rica tradición monástica de la orden benedictina, orientada por muchos siglos a la búsqueda de Dios en una

Una Escuela sirve primero a los que están incorporados a

vida recogida, primordialmente consagrada a la oración, al

ella, pero, cuando es auténtica, irradia una enseñanza que

estudio y al trabajo, en un ambiente familiar de comunidad,

llega lejos de sus confines materiales, y que les permite a

abierta a la hospitalidad para quienes acuden al monasterio

muchos hombres y mujeres enriquecerse en alguna medida

en busca de silencio y oración.

en el sentido que la inspira.

La oración litúrgica, así como el trabajo y la formación bíblica

Eso es lo que ha ocurrido a través de los siglos con los

y patrística de los monjes, se hallan asentados en una vida

monasterios benedictinos, que le han dado una especial

estable en el monasterio, ordenada a consolidar la relación

presencia en el mundo a esa enseñanza del servicio del

fraterna entre los monjes. En esa forma se mantiene la

Señor. Lo han hecho con la misma suavidad con que San

fidelidad al carisma del fundador.

Benito quería caracterizar a la escuela que fundaba: “…en cuya institución esperamos no establecer nada que sea

La orden benedictina tiene ya casi quince siglos de vida. San

áspero ni duro…”, como una especie de recuerdo de Jesús

Benito, nacido en el año 480, se inspiró en el movimiento

que llamaba a descansar en Él a los que estaban fatigados,

monástico, originado principalmente en Egipto, y formado

y les aseguraba alivio “…porque mi yugo es suave, y carga

por cristianos que no podían aceptar la contaminación

ligera…”.

pagana de la Iglesia y que buscaban caminos de perfecta

(Mt. 11, 30).

fidelidad a Jesucristo. Al comienzo se trataba de verdaderos solitarios eremitas, pero luego fueron apareciendo nuevas

Un monasterio es un lugar de acogida. “Todos los huéspedes

formas de vida comunitaria, gobernadas según diversas

que llegan sean recibidos como Cristo…”. El monasterio ve

reglas, de acuerdo a la inspiración de sus respectivos

en el huésped a Cristo, a quien está siempre esperando. Por

fundadores (1).

eso lo acoge, y con ese solo acto reconoce en el transeúnte algo que tal vez este mismo ni siquiera recuerda, luego

14

Cuando, por encargo del R.P. Abad de Las Condes, un amigo

de haber andado caminos sin destino. Por vagabundo y

me pidió estas líneas, pensé que ellas eran la ocasión para

extraviado que sea el que llega, la acogida descubre en él

decir algo sobre lo que significa un monasterio benedictino

la presencia de Cristo y le devuelve su verdadera, y a veces

para los laicos que reciben la gracia de llegar a conocerlo.

olvidada, dignidad, que es la que corresponde a los hijos, a

(1)

(2) Salvo cuando se indica expresamente otra cosa, las citas están tomadas de la Santa Regla, edición de la Abadía de San Benito de Buenos Aires, 1978.

Los párrafos precedentes están tomados del folleto “Monasterio Benedictino de Las Condes, Santiago, Chile, publicado con motivo del 15º centenario del nacimiento de San Benito.


f. 2

los que tienen una casa paterna, donde los están esperando.

Maestro, e inclina el oído de tu corazón…”. El monasterio

La acogida reconoce la dignidad de los hombres.

repone el silencio del desierto o de la montaña, y envuelve en él, para que el hombre llegue a escuchar.

Quien llega al monasterio, llega a un sitio de silencio. No solo a la ausencia de ruido, sino a una invitación a un silencio

El lugar del monasterio está ligado a una comunidad, en

interior. Porque el bullicio de las calles, su inquietud, no nos

el cual se hace voto de estabilidad. La Regla habla de “…el

son exteriores, sino que los llevamos adentro, y lo destructivo

recinto del monasterio y la estabilidad en la comunidad…”.

que tiene el vivir abierto al exterior y a su estrépito material y

Milton delineó una turbulenta aspiración del hombre, al hacer

moral, es que él pasa a habitar en nuestra propia intimidad, y

decir de Satanás: “¿Qué importa dónde, si yo soy siempre el

nos acompaña dondequiera que estemos. El silencio exterior

mismo?”. Pero el ojo del espíritu descubre que no todos los

del monasterio no es un simple descanso, ni una especie de

lugares son iguales para todos los hombres. Cada cual tiene

limpieza mental, sino una invitación a escuchar. Así empieza

el suyo, que es como su propio taller, su propio campo, al

la Regla de San Benito: “Escucha, hijo, los preceptos del

cual fue llamado por su nombre. El monasterio recuerda esa

15


condición humana, y la destaca. Hay un lugar propio, físico o moral, que le corresponde a cada uno, y cuya expresión ejemplar es “el recinto del monasterio y la estabilidad en la comunidad”, que son como “…el taller donde debemos trabajar diligentemente todas estas cosas…”, o sea, “…los instrumentos de las buenas obras”, que empiezan por “… amar al Señor Dios de todo corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas, y después al prójimo como a sí mismo…”. Hay muchas formas de tiempo. Hay un simple transcurrir, hay un aguardar ansiosamente, hay un tiempo que se ahorra hasta la avaricia, hay un “pequeño tiempo que se escurre”, como decía Rilke. Pero, en último término, lo único que podemos dar gratuitamente, porque nadie nos lo puede devolver, es nuestro tiempo. Y el tiempo regalado adquiere un valor, un peso propio, como lo tienen los cambios naturales, la mañana, el mediodía o el crepúsculo. Así son los tiempos marcados en la vida del monasterio, dados irrevocablemente a Dios. Cada hora es como un espacio distinto y abierto, como una ventana diferente hacia Su eternidad. Y el lento ritmo de las horas monásticas invita al que viene de fuera a recuperar el sentido del tiempo en su vida. Lugar y tiempo nos están dados, a los de afuera del monasterio, tal como a los de adentro, para correr un f. 3

trabajoso camino, “…para que vuelvas por el trabajo de la obediencia a Aquel de quien te habías alejado por la desidia de la desobediencia…”. La Regla urge: “… ya es hora de levantarnos del sueño…”; “…corred, mientras tenéis la luz de la vida…”; “…sigamos su camino… corriendo con actos buenos…”; “…para militar bajo la santa obediencia…”; “debemos

correr…”;

“…córrese

el

camino

de

los

mandamientos de Dios…”. Se trabaja con “los instrumentos de las buenas obras”; se erige en el alma la escala de Jacob para subir las gradas trabajosas de la humildad, que empiezan en el temor de Dios, y terminan cuando hasta la misma actitud corporal está penetrada por Él “…el Señor espera que respondamos diariamente con obras a sus santos avisos…”, “…¿qué libro de los Santos Padres Católicos

16


f. 4

17


no nos llama para que en recta carrera lleguemos a nuestro

para alcanzarla es menester arrancarse a la tiranía de sí

creador?...”; “…quienquiera pues, que te apresuras hacia la

mismo, para que Dios pueda actuar.

patria celestial…”; “…corred mientras tenéis la luz de la vida…”. “Nada, pues, se anteponga a la obra de Dios”. La obra Prisa, urgencia, carrera, trabajo, son la respuesta del que dijo:

de Dios es lo que Dios hace, lo que quiere hacer usando

“…Yo…”, a la pregunta: “… ¿Quién es el hombre que quiere la

instrumentos humanos. Es puro regalo. En el texto de la

vida y desea ver días buenos?...”.

Regla, esa obra es la alabanza y la acción de gracias que le dirige a Dios la comunidad. La Eucaristía, el Oficio Divino, no

Entre todas las cosas buenas, útiles ya atrayentes, “…pocas

son cosa de hombres, por comprometidos que ellos sean.

cosas son necesarias, o más bien, una sola…” (Luc. 10, 41). El

Son lo que hace Dios por medio de los hombres, y es por

monje, y tras él todos los hombres y mujeres, están llamados

eso que traen una presencia especial de ÉL. “…Creemos

a ser como el profeta, “…varón de deseos…” (Dan. 9, 23), lo

que Dios está presente en todas partes, y que los ojos del

que significa desear esa cosa necesaria, sin tregua y sin

Señor vigilan en todo lugar a los buenos y los malos, pero lo

distracción. Al que vive así, se le podrá aplicar la palabra del

creemos principalmente, sin duda alguna, cuando asistimos

señor: “…Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán

a la Obra de Dios…”. El ofrecimiento de Cristo el Padre Eterno,

a Dios…” (Mt. 5, 8).

por medio del Espíritu Santo, esa es la presencia de Dios con nosotros, es el sentido de la Creación entera, y es la realidad

Al llamar la Regla a correr con actos buenos y a militar bajo

de la Liturgia. En testimonio de esta realidad, antes que

las banderas de la santa obediencia está diciendo algo que

cósmica, divina, el rito se cubre de esplendor. Así anuncia

va contra la sensibilidad del siglo. Es la imitación de Cristo,

que el centro de la vida del cristiano es la misa, que toda vida

del que “…aprendió por sus padecimientos, la obediencia, y

cristiana auténtica halla su sentido en la misa. Dice entonces

por ser consumado, vino a ser para todos los que le obedecen

la Regla, “…consideremos, pues, cómo conviene estar en la

causa de salud eterna…”. (Heb. 5: 8, 9). Esto nos pone lejos del

presencia de la Divinidad y de sus ángeles…”. Esa presencia

espíritu que mira en la desobediencia una forma de libertad

de Dios es lo que en la Escritura se llama Su gloria.

y de realización personal. La primera vez que asistí a misa en el monasterio de Las Aquí en cambio la desobediencia es desidia. Para otros, la

Condes fue para la Epifanía, y escuché una homilía sobre

obediencia parecerá renuncia a la propia responsabilidad.

la gloria de Dios. Fue la proclamación de esa realidad,

Para la Regla, es “…el trabajo para volver a Aquel de quien

no la magnificencia del rito, ni la belleza de la música, ni

te habías alejado…”. La clave puede estar en el pasaje de la

ninguna forma de contacto personal, lo que me atrajo a esa

Carta a los Hebreos. Hay una obediencia que aprender, que

comunidad.

consiste en entrar a la intención de Dios sobre el mundo, y

18

preferirla. No puede haber forma más exaltada de realización

Escuchar, permanecer, trabajar, obedecer, alabar, son

personal que ésta, que es participar en la vida de Dios, pero

actitudes a la que insta la existencia misma del monasterio.


Difíciles sin duda adentro, difíciles también afuera de él. Frente a ellas se prueba una y otra vez nuestra fragilidad. Tal vez por eso mismo, es que San Benito, que conocía a los hombres, dejó como el último de los “…instrumentos de buenas obras…”, “…no desesperar nunca de la misericordia de Dios…”.

f. 5

19


Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes Gabriel Guarda, O.S.B.+

Abad del Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes. (1987-1999)

GÉNESIS

concibiendo la idea de que pudiesen efectuar una fundación en Chile.

No obstante la venerable antigüedad de los benedictinos, siglo VI, y consecuentemente, la abundancia de monasterios

De septiembre del citado 1916 data una carta en la que confía

que pueblan el Viejo Mundo testimoniando públicamente

a una de sus hermanas tales proyectos. Concertábanse en

su existencia, América española, por expresa disposición de

tal iniciativa, explicaba, don Manuel y don Jorge Larraín,

sus reyes, se vio privada de tal testimonio. Se estimó desde

futuros Obispos de Talca y Chillán, monseñor Luis Enrique

principios del siglo XVI que la introducción de órdenes

Izquierdo, que lo era de Concepción, y nada menos que el

contemplativas masculinas restaría vocaciones a los

cardenal Billot.

mendicantes, en perjuicio de la urgente tarea de evangelizar a los naturales. De tal modo se prescindió de un activante

El padre Mauro Matthei ha relatado con detalle los orígenes

elemento espiritual en la construcción de la cristiandad

de la abadía de Las Condes y dentro de ellos el resultado

del Nuevo Mundo, no superado hasta fines del siglo XIX.

de estas primeras iniciativas de don Juan Subercaseaux:

Es de notar que en los dominios americanos de la corona

“ante todo –dice– le faltaba a él y a sus amigos la voluntad de

portuguesa no se observó análogo criterio, fundándose

entrega personal: se deseaba tener benedictinos en Chile,

varias casas en el mismo siglo XVI.

pero ninguno de ellos pensaba ser benedictino”. Sería Pedro Subercaseaux, hermano de Juan, quien, por providencial

El primer monasterio benedictino del Cono Sur en América

designio y bajo otras circunstancias, llevaría a cabo la idea.

española será el de Niño Dios, en la provincia argentina de Entre Ríos en 1899, correspondiendo la iniciativa a la

DOM PEDRO SUBERCASEAUX

abadía francesa de Belloc, de la Congregación Benedictina Sublacense. La primera fundación hecha en Chile fue el

Era hijo de don Ramón Subercaseaux Vicuña, que había sido

priorato de Nuestra Señora de las Nieves, en el camino a

Ministro de Relaciones Exteriores y Embajador en Berlín,

Puente Alto, ocurrió en marzo de 1920 como iniciativa de

Roma y el Vaticano, notable pintor y escritor, y de doña

la abadía gallega de Samos, de la misma Congregación

Amalia Errázuriz Urmeneta, dama de excepcionales virtudes.

Sublacense. El padre Pedro nació en Roma el 10 de enero de 1880. Recibió

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Los orígenes del monasterio de la Santísima Trinidad de Las

esmerada educación en un marco de vida profundamente

Condes se remontan más o menos a 1916, cuando don Juan

cristiano, tanto en el seno de su ejemplar familia como en los

Subercaseaux, futuro Arzobispo de La Serena, estudiaba en

mejores colegios de las misiones diplomáticas de su padre

el colegio Pío Latinoamericano de Roma. Allí había tenido

le permitieron frecuentar. Por sobre todo, su extraordinaria

la oportunidad de conocer a los benedictinos de Solesmes,

disposición para el dibujo y la pintura movió a su padre, pintor


al fin, a proporcionarle todas las facilidades posibles para

Centenario de la independencia Argentina. Puede decirse

desarrollar este don natural, en contacto con los profesores

que no hubo suceso de nuestra historia que escapara a su

e instituciones más capacitadas que Europa podía ofrecer a

imaginación de artista, siendo traducido a evocadoras telas

este fin.

marcadas por su inconfundible sello, considerándosele con justicia uno de los más importantes valores de la plástica

El pintor de las glorias de Chile, como se le ha llamado, destacó

contemporánea.

ya en París, en los tiempos de estudio en la Academia de Julian, en los bocetos relativos a composiciones “de género” ,

En 1906 contrajo matrimonio con Elvira Lyon Otaegui, dama

uno de los cuales, el abrazo de Maipú, esbozado en esa época,

de extraordinaria finura espiritual y profundamente cristiana.

habría de servirle de base para el gran cuadro presentado

En un viaje a Europa en 1919 visitaron diversos monasterios

al concurso internacional en Buenos Aires, con motivo del

y, estando en misa en Quarr Abby, en la isla de Wight,

f. 6 / Fray Pedro Subercaseaux en su taller de pintor.

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Inglaterra, donde estaba trasladada por razones políticas la

En su nuevo género de vida, Dom Pedro no pensaba en

comunidad de Solesmes, les tocó la lectura del evangelio de

fundaciones benedictinas en Chile; su formación transcurrió

Mateo 19, 27: “todo aquel que haya dejado casas, hermanos,

en plena paz y separación del mundo, siempre trabajando

padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el

en sus pinturas, según el deseo de sus superiores. En cierta

ciento por uno y heredará la vida eterna”. De común acuerdo

ocasión el Abad Dom Delatte le pidió que ilustrara una vida

sintieron ambos esposos el llamado divino, sobre el cual

de San Benito, agregando, “pero no se apresure. Hágalo con

habían conversado antes muchas veces y decidieron dar los

mucha paz, porque el trabajo de un benedictino debe brotar

pasos para llevarlo a la práctica.

de la paz y conducir a ella”. El Monasterio de Las Condes conserva las acuarelas originales de esta vida.

Al efecto, en una audiencia privada tenida con Benedicto XV, confiaron al Santo Padre su decisión, recibiendo

UN LARGO PROCESO FUNDACIONAL

paternalmente su apoyo, los indultos necesarios y sus bendiciones. Doña Elvira ingresó al noviciado de las Damas

Con ocasión de la muerte de doña Amalia, acaecida al

Catequistas de Loyola, España, el 15 de agosto de 1920,

llegar a Barcelona en marzo de 1930, Dom Pedro fue

haciéndolo su esposo a continuación al monasterio de Quarr.

autorizado para acompañar a su padre a Chile, oportunidad en el que se le hizo manifiesto el vivo deseo de numerosas

La decisión fue comunicada por carta a sus padres, que

personas e instituciones de Iglesia respecto a la fundación

sufrieron por esta determinación tan extraordinaria como

de un monasterio benedictino. Entre otros monseñor

imprevista. Don Ramón, incluso, interpuso su poderosa

Carlos Casanueva, rector de la Universidad Católica, hacía

influencia en las esferas vaticanas para ver de lograr disuadir

proposiciones formales, si bien un tanto fantásticas,

a su hijo de un experimento peligroso, poniéndose para

ofreciendo terrenos en el cerro San Cristóbal. Dom Juan

ello en contacto con monseñor Tedeschini, sustituto de

Subercaseaux, a la sazón rector del seminario, era otro de

la Secretaría de Estado. En su respuesta éste diría a don

los interesados, lo que no es de extrañar, si se tiene presente

Ramón: “El Santo Padre es de opinión de que la decisión

sus primeras iniciativas durante su época de estudiante de

de Dom Pedro no fue ni precipitada, ni producto de influjos

Roma.

externos. Su edad y su carácter lo capacitan para obrar con pleno conocimiento. Su entrada al monasterio se debe a la

Por entonces, un seminarista de Santiago, Eduardo Lagos

eximia devoción que siempre a ornado su alma y de la cual

Arraño, que manifestara a su rector su vocación a la vida

solo son ‘culpables’ sus padres tan amados. Su hijo Pedro,

monástica, fue enviado a Quarr, profesando allí en febrero

que era feliz en el mundo y en la libertad y que sin embargo

de 1932. Futuro monje de Las Condes, el padre Eduardo sería

prefirió la pobreza de Jesucristo para seguir el camino de

su primer Abad en 1980.

perfección, se convertirá en un luminoso ejemplo para todos y dará nuevo lustre a la nobleza de su familia”.

Durante estos años, Dom Pedro, ya entusiasmado con la idea, interesaba a sus superiores en Quarr, con encomiable

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f. 7 / Virgen de Las Condes, cuadro de Fray Pedro Subercaseaux.

f. 8 / Fray Pedro Subercaseaux, sus alegorías históricas.

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diligencia, mientras un caracterizado grupo de seglares

planteamiento, con pequeñas modificaciones, se verificaría

y eclesiásticos se movía en Chile para lograr la deseada

de hecho en la práctica.

fundación. Don Juan los capitaneaba. Hubo aun más. En 1936, con ocasión de una visita del obispo Sucede entonces un largo y farragoso período de gestación

castrense, monseñor Rafael Edwards, a Roma, después de

y concreción del plan fundacional, que tropezaba con la

tratar el tema con el Abad primado y el célebre cardenal

prudente resistencia por parte del Abad de Solesmes, Dom

Schuster, Arzobispo benedictino de Milán, visitaba al Abad

Cozien. Una fundación tan lejana no dejaba de plantear

de Solesmes, a nombre de los obispos de Chile. Al informar

graves interrogantes y este género de obras debían ser

a don Juan Subercaseaux del resultado de la entrevista

probadas. Su verificación sería el triunfo de la paciencia ante

expresaba:

voluntades aparentemente inconmovibles.

“Le he manifestado con cierta tenacidad que todos los obispos de Chile deseamos vehementes esta fundación y que

Es digno de resaltar, durante todo este tiempo, el esfuerzo

pensamos que ella es un complemento del establecimiento

no solo de Dom Juan, sino de toda la familia de Dom Pedro,

de la Iglesia en Chile. Le he agregado que deseamos que

que, oportuna e inoportunamente, movió todos los resortes

sea Solesmes quien funde; por el gran poder de irradiación

al alcance de su mano para lograr el deseado objetivo. Entre

que tiene en Francia y éste su admirable monasterio y

los muchos capítulos de aquel auténtico drama, resalta la

que no nos mueve el desear esta fundación el simple

intervención de don León Subercaseaux, el hermano menor.

deseo de tener más operarios del Evangelio en Chile (que

Agregado a la Embajada cerca de la Santa Sede, que en

harto lo necesitamos), si no el deseo de introducir la vida

1935 traba contacto con el Cardenal Secretario de Estado,

contemplativa y benedictina entre los hombres para rendir

Monseñor Pacelli, a fin de que presionara algo al Abad de

culto más perfecto a Dios, para atraernos mayores gracias y

Solesmes y decidiera la fundación.

para señalar este ideal a nuestros fieles”.

En el intercambio de correspondencia habida en esta

Este planteamiento que definía con gran exactitud el

ocasión se manifestó claramente el interés de la Santa

objetivo y orientación de la futura casa, sería acogido con

Sede en esta iniciativa, a la vez que las ideas personales

benevolencia por Dom Cozien, quien manifestó a monseñor

del futuro Pío XII. Así se lo expresó en abril de 1936 al Abad

Edwards que en último término el Capítulo General de su

Primado de los benedictinos padre Fidelis von Stotzingen

Congregación resolvería la petición. Este se reunió en julio de

y posteriormente a la esposa de don León. En la mente

1937 y, entre otras importantes materias, aprobó la elevación

del cardenal Pacelli, la congregación de Solesmes debería

a abadía del priorato de Quarr y la fundación del monasterio

emprender la fundación “hasta que llegado el momento

chileno, encargándole a la citada comunidad su verificación.

pudiese formarse una congregación sudamericana”. Si la

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abadía francesa se negaba a esta iniciativa, “se recurriese a

Entretanto el mismo año se había constituido aquí una

la archiabadía alemana de Beuron”. Cabe adelantar que este

“Sociedad Mobiliaria de Las Condes”, encargada de recaudar


los fondos para la futura casa y administrarlos. Su presidente sería el distinguido historiador don Carlos Peña Otaegui, amigo de Dom Pedro desde su juventud y primo hermano de doña Elvira; integraban el directorio don Horacio Valdés, cuñado del mismo padre, el presbítero Elías García Huidobro, don Juan Lyon. Un considerable aporte de la insigne benefactora doña Loreto Cousiño de Lyon permitiría la adquisición de la chacra Lo Herrera y la construcción del edificio. Cupo al primer Abad de Quarr, Dom Gabriel Tissot, como se dijo, abordar la obra, para cuyo efecto se trasladó a Santiago con Dom Pedro Subercaseaux en febrero de 1938. Aquí desplegó extraordinaria actividad, estableciendo contacto con las instancias pertinentes y elaborando un plan entre cuyos puntos destacaban los criterios para la admisión de los primeros postulantes, posibles trabajos comunitarios, incluidos los artísticos. “El señor Arzobispo –expresaba– ha manifestado que tiene mucho interés en dejar que la obra se funde y desarrolle en toda libertad, según sus propias tradiciones y sin injerencia de parte suya que pudiese desviar a la comunidad de su ideal monástico. Todos están de acuerdo en reconocer las ventajas que aportaría un monasterio cuyo ideal sería, en el fondo, Solesmes”. El padre Subercaseaux quedaría en Santiago y Dom Tissot, de regreso a Quarr, preparaba el envío de los fundadores. En la correspondencia con la Santa Sede, entablaba con el objetivo de obtener las licencias canónicas para el nuevo establecimiento, el cardenal Pacelli le manifestaba en julio, en una detallada carta y refiriéndose al Santo Padre: “Debe Él sin embargo expresar un deseo: y es que sean tomadas las

d. 1 / San Benito en el cono sur.

Poblaciones. Monjes benedictinos. Monjes citercienses. Monjas benedictinas. Monjas citercienses. Hermanas.

precauciones y las medidas necesarias a fin de que puedan ser guardadas la regularidad y el fervor de la vida monástica.

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f. 9 / Monjes procedentes del Monasterio Solesmes, Francia.

Su intención es, pues, que desde el momento en que la

doble cargo de maestro de canto y organista; retornaría a

construcción del nuevo monasterio lo permita, los religiosos

Quarr en julio de 1948, para desempeñar esos oficios con su

que deban ocuparlo sean enviados en número suficiente

natural maestría, en septiembre de aquel año, en que debió

como para que la Regla monástica pueda ser observada

hacerse cargo, hasta 1950, del Pontificio Instituto de Música

plenamente”. Oportunamente se verá la profunda exactitud

Sagrada de Roma. El hermano Rafael van Hecke sería el

que tendrían estas sabias prevenciones.

encargado de los trabajos agrícolas.

El viernes 28 de octubre de 1938 llegarían a Santiago los

El padre Pedro Subercaseaux, que se uniría al grupo aquí, los

fundadores. De Prior venía Dom Henri Berard, nacido en

esperaba junto al Ministro de Francia y numerosos amigos

agosto de 1880, habiendo profesado el 29 de mayo de 1904.

de la fundación, cuyo primer domicilio sería la chacra Lo

Ordenado sacerdote el 24 de junio de 1909, desempeñaría,

Fontecilla, de don Carlos Peña. De inmediato comenzaría la

antes de venir a Chile, el importante cargo de Prior de

recitación del Oficio Divino y la vida regular.

Solesmes. El ecónomo celerario sería Dom Marcel Blazy. A él se le deben las primeras páginas de la crónica del monasterio

EN LA CONGREGACIÓN SOLESMENSE

desde el momento de su instalación y, desgraciadamente,

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como consecuencia de la guerra, sería pronto llamado a

El 4 de diciembre se verificaría la solemne bendición

Francia. Allí sería elegido Abad de Sante-Anne de Kergonan

de la primera piedra del futuro monasterio, proyectado

el 27 de mayo de 1963. Dom Jean Desrocquettes vino con el

noblemente en albañilería reforzada, con ladrillo aparente,


f. 10 / Casas de Lo Fontecilla, primer domicilio de Benedictinos de Solesmes en Chile.

f. 11 / Abadía de San Pedro Solesmes, Francia.

por el arquitecto Juan Lyon. Hoy constituye el pabellón

Aunque no faltaron los candidatos, la precariedad de

más antiguo del Hospital de la Fuerza Aérea. Sin embargo

aquella pequeñísima comunidad, pronto reducida por el

la construcción se dilataría por un par de años, de modo

regreso de Dom Blazy, sería un factor que conspiró contra

que la generosa hospitalidad brindada por don Carlos

la perseverancia de las primeras vocaciones. El padre

Peña debió ampliarse más a lo previsto. La hermosa casa

Mauro Matthei, cuya historia del monasterio hemos venido

de Lo Fontecilla, construidas a partir de 1647, se prestaron

parafraseando, atribuye a esta causa las dificultades iniciales;

admirablemente para acoger a la pequeña comunidad,

acotando las palabras del cardenal Pacelli, antes citadas,

privando automáticamente a su dueño de uso, que debió

expresa: “Habría de tener consecuencias desfavorables

limitarse a un pequeño departamento independiente sobre

para el Monasterio… el que estas sabias disposiciones de la

la sacristía de la antigua capilla.

máxima autoridad de la Iglesia no hubiesen sido tomadas suficientemente en cuenta… el pequeño grupo de cuatro

En ésta celebrábase con puntual devoción y dignidad la

monjes… no pudo proyectar una imagen de la vida monástica

diaria misa conventual y el oficio, quedando como recuerdo

suficientemente convincente como para atraer y sobre

un crucifijo diseñado y pintado por el padre Pedro, al igual

todo retener a postulantes”. El casi inmediato estallido de la

que una placa con el lema PAX sobre el portón de ingreso a

guerra mundial impediría el reaprovisionamiento material

las casas.

y espiritual por parte de la abadía fundadora, en tanto que el desconocimiento local de la vida monástica tornaba lentísimo el eventual flujo de buenos candidatos.

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f. 12 / Monjes procedentes del Monasterio de Beuron, Alemania.

A pesar de que a partir de 1943 se contó con el padre

Errázuriz y don Gustavo Lagos, quienes, en el entendido

Eduardo Lagos, la vida comunitaria se vio muy limitada en su

de que el padre Abad de Solesmes se había inhibido de tal

capacidad de desarrollo, de modo que cuando cuatro años

búsqueda, prohibiendo a la vez a los padres chilenos realizar

después se verifica la visita canónica de la casa, se acuerda

gestiones por su propia cuenta, debieron establecer los

su supresión.

contactos pertinentes. El segundo de los citados, tratando de interesar al Abad Dom Martín Muchler, traba contacto

Quedaba a los padres Subercaseaux y Lagos la tarea de

en Río de Janeiro con el padre Pablo Gordan, monje de

obtener, como último esfuerzo antes de reintegrarse a Quarr,

Beuron, quien sí tomó particular interés en el sostenimiento

el patrocinio de alguna de las congregaciones benedictinas

de la fundación chilena, logrando luego que su archiabadía

para asumir la fundación. Se contó en este trance, con la

asumiera tal tarea.

colaboración de diversas amistades, entre ellas don Pedro

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El padre Eduardo recuerda que en determinado momento se tuvo el “sí” de dos importantes abadías europeas dispuestas a heredar a Solesmes en el sostenimiento de Las Condes; en la duda decidieron, con el padre Pedro, consultar la opinión del Nuncio Apostólico, quien, después de oírlos atentamente, les respondió con la más absoluta seguridad: “ni pensarlo, los alemanes…”. EN LA CONGREGACIÓN DE BEURON Los cuatro primero monjes beuronenses arribaron a Santiago el 4 de diciembre de 1948, iniciándose el 8, fiesta de la Inmaculada Concepción, la instalación oficial. En este primer grupo habían llegado el padre Prior Odón Haggenmuller, posteriormente Prior de Beuron y actualmente de Lliu Lliu, en la diócesis de Valparaíso; el padre Silvestre Stenger y los hermanos Antonio Maunz y Leonardo Koch. A continuación se agregarían el padre Bruno Seeger, el padre Pablo Gordan, el padre Desiderio Schmitz y el hermano Baltazar Kurfess.

f. 13 / Primer convento construido para los Benedictinos en Chile, actual hospital FACH.

Aún se agregarían los padres Bonifacio Sultrup y Angel Graf y los hermanos Teodoro Omonsky y Enrique Hugler, en total doce monjes, apreciable dotación que permitiría una implantación completa de la vida regular. Al igual que en el caso de los fundadores solesmenses, la archiabadía de Beuron había cedido miembros óptimamente capacitados para cubrir las diversas responsabilidades de la comunidad. Debe agregarse a los citados el padre Adalberto Metzinger, quien sucedería en 1959 al padre Odón como Prior, hasta 1970, regresando a Beuron en 1972. Pronto afluirían las primeras vocaciones chilenas y, en el plan jurídico, la casa sería elevada a Priorato conventual el 6 de julio de 1956. El hermoso edificio, parte de un proyecto

f. 14 / Abadía San Martín, Beuron, Alemania.

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más amplio, sería vendido en 1953 a la Fuerza Aérea, que,

EN LA CONGREGACIÓN DE LA SANTA CRUZ

como se indicó, lo habilitó como hospital. La comunidad había adquirido sus actuales terrenos y, en plena etapa

Después de una larga etapa de gestación y cumplidos los

de construcción, hubo de desalojar la casa anterior para

períodos previos establecidos por el derecho, la Santa Sede

permitir su adaptación al nuevo destino. Desde agosto de

creaba, el 27 de diciembre de 1976, la nueva Congregación

1955 y durante todo el año siguiente debió de gozar de la

Benedictina de la Santa Cruz. Integraba los monasterios del

hospitalidad de la Congregación del Holy Cross, a los pies

Cono Sur del continente, Argentina, Chile y Uruguay y más

del cerro Calán.

tarde Paraguay.

Cupo al padre Prior Odon la responsabilidad de emprender

La comunidad que desde el priorato del padre Metzinger

la construcción del nuevo monasterio; a su sucesor, el padre

se había esforzado en afianzar los lazos fraternos entre los

Adalberto, la de la iglesia y hospedería; al cuarto superior,

monasterios de los citados países y que había creado su

padre Eduardo, la de la portería, refectorio, servicios y

teologado para reforzarlos y servir al bien común, participó

biblioteca, con lo que se completaron las construcciones.

activamente en el proceso conducente a la obtención de esta nueva instancia, cuya efectividad resultaba evidente,

Durante este período el padre Metzinger obtuvo las

y tuvo el honor de que se eligiera a su Prior, padre Lagos,

licencias necesarias para elevar los estudios del monasterio

como su primer presidente.

a teologado, aprovechando la existencia, dentro de la comunidad, de varios monjes con los títulos y conocimientos

Bajo este nuevo status jurídico el monasterio sería elevado

adecuados para poder impartir clases dentro del nivel

al rango de Abadía en 1980, siendo bendecido su primer

exigido, completando la dotación del currículum académico

abad, el citado padre Lagos, por su Excelencia el cardenal

con el recurso a profesores invitados, que fácilmente podían

Eduardo Pironio, Prefecto de la Congregación de Religiosos,

acudir desde Santiago.

el 22 de noviembre, en una solemne Eucaristía que contó con la asistencia de todos los superiores de la congregación,

Este teologado se puso a disposición de los monasterios

reunidos en capítulo general.

hermanos más próximos, que así aprovecharían la posibilidad de dar a sus jóvenes la adecuada formación dentro del marco

Víctima de una grave enfermedad, el padre Eduardo hubo

propio de la vida regular. Entre los estudiantes se contó con

de dimitir en abril de 1982,siendo elegido en su reemplazo el

grupos de los monasterios de Puente Alto, Viña del Mar, y de

reverendo padre Pedro Pérez Errázuriz, en mayo. Después de

Los Toldos y El Sambión en Argentina.

su dimisión, acaecida en noviembre de 1985, sería designado Prior Administrador el autor de estas líneas, a su vez elegido

Con la consolidación del monasterio, bajo el impulso de la

Abad el 19 de noviembre de 1987.

Congregación de Beuron, la divina providencia cumpliría el deseo –¿vaticinio?– del cardenal Pacelli, que ya en 1936 había

Inspirado en la tradición recibida de sus mayores. Subraya el

sugerido del patrocinio.

trabajo y el estudio en la medida de las capacidades de sus miembros y las condiciones del lugar. Su hospedería o casa de retiros espirituales, abierta especialmente para sacerdotes, religiosos, seminaristas y

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seglares, es particularmente frecuentada por jóvenes que

óptimos edificios, a la que sucedería una cooperativa para

buscan compartir con la comunidad, por unos días, su

la fabricación de muebles, proporcionando el monasterio los

género de vida. Anima grupos de comentario y reflexión

locales, maquinaria, organización y diseño de los muebles.

bíblica para seglares y oblatos, proporciona dirección y asistencia espiritual a quienes llegan hasta la casa, muchos

En 1983 le cupo al monasterio la responsabilidad de adecuar

en busca del sacramento de la penitencia.

los edificios de la primera fundación de monjas benedictinas, hecha por la Abadía de San Pelayo de Oviedo, España,

Realiza un servicio de asistencia a los pobres del vecindario

colaborando en la medida de sus posibilidades en su etapa

y de ayuda a otras instituciones de Iglesia en el plano

de implantación.

social. Dentro de esta esfera, durante el gobierno del padre Adalberto se creó un escuela agrícola, dotada con

En su cincuentenario la comunidad cuenta con 17 miembros.

f. 15 / 1954 Hno. Duvauchelle, P. Bonifacio, P. Lagos, Hno. Baltazar, P. Odón, Hno. Antonio, Abad visitante Martín Michler, P. Desiderio, P. Pedro, P. Gregorio, P. Bruno, P. Silvestre, Hno. Martín, Hno. León, P. Mauro, Hno. Sebastián, Hno. Luis.

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f. 16 / Permiso municipal de edificación del primer edificio del actual convento.

f. 17 / Ceremonia de colocación de la primera piedra de la iglesia presidida por Raúl Silva Henríquez, S.D.B., Arzobispo de Santiago. 01/11/61

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5 ANTECEDENTES DE LA CONSTRUCCIÓN DEL MONASTERIO

f. 18 / Foto aérea al momento del inicio de las obras (IGM, 1954).

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“El edificio que había construido la comunidad benedictina

Ese mismo año se decide realizar un concurso privado de

en el camino de Las Condes, recordado por el padre Gabriel

arquitectura para elegir el proyecto de un nuevo monasterio.

Guarda en el capítulo anterior, y que formaba parte de un

No se ha podido establecer a ciencia cierta el número ni

proyecto más ambicioso, fue vendido a la Fuerza Aérea el

los nombre exactos del total de los participantes, a pesar

año 1953”. Entretanto, la Orden había adquirido sus actuales

de haberse realizado una gran cantidad de consultas e

terrenos al oriente del loteo denominado Los Dominicos,

investigado en distinto archivos. Ninguno de los arquitectos

siendo asesorada por el padre Gabriel Guarda, entonces

que fehacientemente se sabe que participaron, ni tampoco

estudiante de arquitectura, y por Raúl Labarca, ambos en su

la Orden, guardan antecedentes sobre este concurso, ya sea

calidad de amigos del padre Pablo Gordan O.S.B., a quien le

planos, maquetas, fotos, bases técnicas o administrativas,

ofrecían en donación el cerro contiguo de Los Piques.

etc., excepto unos poquísimos documentos que se exponen más adelante.

“Según contó en una ocasión el padre Gabriel Guarda a uno de los autores del presente libro, cuando realizaron la

En todo caso, puede afirmarse que las bases habrían sido

visita de inspección para evaluar la conveniencia del terreno,

elaboradas por el arquitecto Juan Lyon, proyectista del

entraron por el Cerro Los Piques caminando a media ladera

anterior monasterio y cuñado de Fray Pedro Subercaseaux,

de poniente a oriente. Ya a mitad de camino, con el asomo de

uno de los principales responsables de la presencia de la

la cordillera y la vista al Valle de La Dehesa, sus expresiones

Orden en Chile. Entre los arquitectos invitados a participar

de satisfacción eran ‘gritos de júbilo’. El lugar les parecía

estaban León Prieto Casanova, que al parecer concursó

perfecto”.

solo; Hernán Riesco junto a Jorge Larraín; Juan Echeñique con Ignacio Tagle; Jaime Bellalta y equipo, incluyendo a su

d. 2 / Direcciones Espaciales del proyecto inicial, original de Jaime Bellalta.

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mujer Esmée Cromie como paisajista; Sergio Larraín G.M. y Asociados, entre los cuales figuraban Emilio Duhart y Oscar Praguer; un grupo peruano a cargo de un arquitecto de nacionalidad alemana o austríaca y apellidado Linden; todos ellos entre probablemente otro equipos cuya identidad resulta imposible de identificar hoy día, como por ejemplo un proyecto que habría concursado desde Londres.

f. 19

El concurso de anteproyectos se juró el mismo año 53, siendo presidente del jurado el arquitecto Carlos Bresciani, eligiéndose la propuesta que había dirigido Jaime Bellalta del Instituto de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso. Dado que este proyecto se comenta más adelante en forma detallada, no nos detendremos por ahora en él, haciendo, en la medida que se cuenta con alguna información, breves referencias sobre las diversas proposiciones y algunos de los comentarios que despertaron.

f. 20

f. 19 / 20 / 21 / Vistas de la maqueta de estudio del proyecto de Bellalta.

36


d. 3 / Croquis a vuelo de pájaro del proyecto original, de Jaime Bellalta.

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f. 22 / Interior de la capilla provisoria.

El proyecto del arquitecto Linden no contemplaba un

a juicio de un tercero, tenía un marcado carácter “medieval”.

claustro tradicional, si no que era un monasterio “a la

Entre los mismo concursantes los juicios sobre los proyectos

griega”, según el decir de otro de los concursantes. Uno

resultaron muy controvertidos; a algunos no solo les bastó

de los proyectistas califica hoy día su proposición como

con considerarlos malos, aun los calificaron de detestables y

“neovernacular”, imitando, al parecer, la fisonomía de

hasta de “caja de zapatos”.

las casas rurales cercanas y también sus materiales de

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construcción, mientras que la disposición de los volúmenes

Al parecer las opiniones estuvieron muy divididas, no solo

se basaba en dos curvas concéntricas formando tres lados

entre los concursantes, sino que también al interior de la

hacia el valle, las que se cerraban por un cuarto costado con

Orden, donde muchos monjes tomaron un decidido partido

una columnata de unos 80 metros de largo, proposición que,

por una u otra de las soluciones, quedando algunos de ellos


profundamente desilusionados por el proyecto finalmente elegido y creándose problemas que perduraron por muchos años. No obstante lo anterior, el Prior de la época le dio un fuerte impulso al proyecto ganador, el que contaba, por lo demás, con ardientes partidarios internos, iniciándose su construcción el año 1954. No puede dejar de comentarse, a propósito de lo señalado más arriba, el impacto que una obra de arquitectura puede provocar entre sus futuros usuarios, más allá de las discrepancias que pudieran existir sobre su funcionamiento y su costo; la discusión se centraba en aspectos arquitectónicos sustantivos del edificio, como su forma y su espacio, y en la que no debe haber estado ausente la milenaria tradición benedictina de construcción de monasterios. La obra se concluyó en 1956, año en que los monjes se

f. 23 / Exterior nevado.

trasladaron desde los recintos que les había facilitado la

Aún cuando los autores del plan solo pudieron construir

Congregación de la Holy Cross a sus nuevas instalaciones,

una pequeña parte del total propuesto, varios de sus

que inicialmente solo consistía en el primer edificio del plan

planteamientos se mantienen perfectamente vigentes

general , vale decir, el cuerpo de celdas (Block A), además de

hasta el día de hoy, mientras que otros han sufrido serias

una capilla, cocina y refectorio provisorios. Por esa época, el

modificaciones. Junto con el Block A se había proyectado

Hno. Martín Correa desarrolló el cementerio del monasterio,

una pequeña capilla, casi privada, y que además de a algunos

por encargo del propio Bellalta.

locutorios constituían la zona de acceso al monasterio en el lugar que hoy en día está emplazada la hospedería. Este

A pesar de la escasa información disponible sobre el conjunto

cuerpo, denominado Block B, tuvo un desarrollo proyectual

ganador, pueden deducirse varios hechos arquitectónicos

bastante avanzado y su ubicación justifica la actual rampa

de singular importancia para el monasterio y su desarrollo

que lleva a la casa de huéspedes. La iglesia definitiva solo

posterior. En primer lugar, el emplazamiento a media ladera

estaba insinuada como un paralelepípedo, pero en el mismo

del cerro y en un punto preciso que orienta la disposición de

lugar que se ha levantado la existente.

los edificios de acuerdo a referentes geográficos próximos y lejanos. En segundo lugar, la adopción de un lenguaje formal

Quizás la modificación más importante que se le hizo al plan

que marcó una impronta muy fuerte a toda la obra, distintiva

de Bellalta fue el cambio en el camino de acceso, el cual

del convento de la Santísima Trinidad de Las Condes.

llegaba hasta el monasterio primitivamente por el oriente

39


f.

f. 24

40


f. 25 / 26 / 27 / 28/ 29 f. 25

Cuerpo de celdas y edificio provisorio recién construidos.

f. 26

f. 27

f. 28

f. 29

41


f. 30 / Cuerpo de celdas

(recién construido), cementerio y cuerpo de capilla y refectorio provisional.

42


f. 32 f. 31

f. 34

f. 33

f. 35

43 f. 31 / 32 / 33 / 34 / 35 / 36 Cuerpo de celdas recién construido.

f. 36


f. 37

f. 38

44

f. 37 / 38 / 39 Interior y exterior cuerpo de celdas.


f. 40

f. 41

f. 40 / 41 / 42 Escalera cuerpo de celdas.

45


d. 4 / Propuesta de Alberto Cruz C. y equipo, Universidad Católica de Valparaíso.

del cerro Los Piques y cuya justificación del trazado puede

inicial. En general, se aumentaba significativamente el

verse más adelante. Aunque todavía existe, su uso está

volumen edificado y se incorporaba un trama de vías que

restringido a la Orden habiéndosele criticado su sentido

relacionaba varios puntos significativos del predio de los

inicial al considerar que restaba intimidad al claustro y

monjes con los edificios.

dividía al monasterio de las actividades agrícolas situadas al otro extremo de la propiedad benedictina.

La Orden no se sintió interpretada por el nuevo plan, considerándolo desproporcionado, tanto a sus necesidades

En el año 1960, estando Jaime Bellalta radicado en Inglaterra

como a sus posibilidades, “una verdadera ciudad”, lo que

y sin su participación, un nuevo equipo del Instituto de

coincidía con la urgencia de contar con una iglesia definitiva

Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso,

que reemplazara la pequeña capilla provisoria.Desautorizada

integrado por Alberto Cruz, Arturo Baeza y José Vial, propuso

la propuesta de Valparaíso y contando el monasterio con dos

una reformulación del plan inicial, de acuerdo a lo solicitado

monjes arquitectos, aunque muy jóvenes y sin experiencia

por la Orden. Este plan alternativo contenía, por primera

de obras anteriores, el capítulo benedictino decidió, luego

vez, un acceso al Monasterio por el poniente del cerro Los

de un largo debate, encargarles la capilla del monasterio y el

Piques, emplazando el conjunto de los nuevos edificios más

desarrollo del proyecto completo del conjunto.

próximos a la cima del cerro y a partir de la actual portería. Aceptar el encargo no fue fácil para ambos; la opción que

46

Si bien se conservaba el claustro propuesto por Bellalta, los

habían adoptado por la vida monacal excluía otras tareas,

nuevos patios desplazados al surponiente se conectaban

aun las de su profesión inicial. A ello se sumaba su vinculación

mediante un eje en diagonal con respecto a la ortogonalidad

con Bellalta, abriéndose la posibilidad de que éste retomara


d. 5 / Isométrica, propuesta de Alberto Cruz C. y equipo, Universidad Católica de Valparaíso.

47


f. 43 / Maqueta de estudio propuesta de Alberto Cruz C. y equipo, Universidad Católica de Valparaíso.

48


d. 6

d. 7

d. 6 / 7 / 8 / Estudios para iglesia definitiva de Alberto Cruz C. y equipo, Universidad Católica de Valparaíso.

49


PROPUESTA DE ALBERTO CRUZ C. Y EQUIPO, UNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALPARAÍSO.

d. 9 /

a) Creación de una clausura general, cierros del terreno. b) Creación de una clausura conventual para los monjes en la arquitectura. c) Tres alternativas de acceso.

d. 10 / En la zona agrícola se crea: un centro I (tres alternativas de ubicación 8); un sistema de senderos, una doble relación con la zona arquitectónica II (e, f) y cuatro clases de caminos: de doble vía (6 m), de una vía (3 m), para peatones (2 m) huellas agrícolas (2 o 3 m).

50


9/

EN EL TERRENO Acceso Monasterio A Estacionamiento B Acceso por San Francisco C Circulación a puerta de servicio D Circulación al trabajo campo E Circulación al trabajo campo F Circulación trabajo cerro G Caminos existentes H Gallineros J Instalaciones existentes K Arboledas L Pinos M

ZONA ARQUITECTÓNICA UNIDAD IGLESIA Iglesia: Superior Inferior Sacristías Acceso a iglesias (lugares de formación) UNIDAD CONJUNTO Capítulo Refertorio Biblioteca Sala de clases Enfermería Servicios

1 2 3

5 6 7 8 9 10

UNIDAD DE CELDAS Celdas existentes Nuevas Sala de recreo

11 12 13

d. 11 / Plano de conjunto propuesta

de Alberto Cruz C. y equipo, Universidad Católica de Valparaíso.

UNIDAD DE TALLERES En actual block provisorio 14 UNIDAD PORTERÍA Celdas Servicios comunes Claustro Patio de servicio Patio de huéspedes Explanada acceso Circulación vehículos Cementerio Explanada cumbre Área zona arquitectura

17 18 19 20 21 22 23 24 25 26

51


d. 12

d. 12 / 13 / 14 / 15

Croquis de estudio de los arquitectos de la Universidad Católica de Valparaíso. d. 13

52


d. 14

d. 15

53


el proyecto original. Así, se comprometieron mutuamente a no aceptar por ningún motivo el encargo. Sin embargo, el Hno. Gabriel estaba muy afectado por las insistentes presiones a las que estaban sometidos por la Orden. Fue así que un día acudió a la capilla a rezar y a pedir una “señal divina” sobre cómo proceder. Interpretaría como tal el hecho el que nada más saliendo de sus profundas cavilaciones le avisan que lo llaman por teléfono en la portería. El llamado era para comunicarle que le habían recién concedido el premio al mejor proyecto de título del año, otorgado por el Colegio de Arquitectos, y con el cual se había recibido justo antes de entrar a la vida monacal. Era la señal que esperaba para aceptar el encargo. Decidió entonces partir con unos dibujos, pero sin comunicárselo al Hno. Martín, posiblemente por no saber cómo lo tomaría. El Hno. Martín cuenta por su parte que al descubrir por casualidad a Guarda en este trabajo inicial –el que no le convenció del todo– se vio impelido a unírsele, rompiendo así tácitamente el acuerdo. Si bien ambos monjes arquitectos se complementaron muy bien en el trabajo, el desarrollo de la iglesia no fue fácil. A ciertas presiones externas que intentaron disuadirlos, dado que la Orden se merecía “un proyecto de calidad”, “incluyendo delegaciones de connotados arquitectos que visitaban de tanto en tanto al Prior para intentar hacerlo cambiar de opinión”, se sumó nuevamente un cierto sector del propio monasterio que, al ver los primeros planos, planteó duras críticas y su disconformidad con la solución y el “estilo” propuesto. Sin embargo, una vez terminada la iglesia e iniciado el culto sagrado, vino un gran reconocimiento, tanto nacional como internacional, destacando el valor de la obra y el aporte que representaba dentro de la arquitectura latinoamericana. d. 16

Normalmente se afirma en revistas especializadas que en la iglesia hay una clara influencia del arquitecto, suizo–francés Le Corbusier, muerto en 1965, quien dominó gran parte del quehacer arquitectónico a mediados del presente siglo.

54


d. 16 / 17 d. 17

Croquis del trazado y secuencia de las vistas del nuevo camino, original padre Gabriel Guarda O.S.B.

55


d. 18 / Esquemas del estudio de la iglesia, originales Hno. Martín Correa,O.S.B.

f. 44

56


d. 19 / Perspectivas del proyecto de la iglesia, original padre Gabriel Guarda O.S.B.

57


Los autores del proyecto reconocen explícitamente un

al público, el padre Gabriel hizo abrir una ventana hacia

intento por “asimilarse” a la arquitectura del cuerpo de

el poniente con el fin de que desde el refectorio pudiera

celdas de Bellalta y una fuerte inspiración en la pequeña

mirarse el cerro Manquehue.

capilla no construida de ese arquitecto, especialmente en los efectos de iluminación natural.

El proyecto anterior estaba bastante encadenado con el fin del camino del acceso y la entrada a la iglesia y al monasterio.

Antes de la construcción de la iglesia, se trazó y abrió el

Al separarse, en el año 1974, el arquitecto Raúl Irarrázabal

actual camino de acceso, el que estuvo a cargo del Hno.

de la oficina de Sergio Larraín, éste le ofreció hacerse cargo

Martín Correa, quien, con un maestro, y una manguera

de lo relativo a los benedictinos. Es así como Irarrázabal

de nivel, demarcó en el terreno los trabajos, siguiendo,

proyectó la plazuela de acceso en 1975, la que intentó ser

aproximadamente, lo señalado en el plan general estudiado

inicialmente un lugar para ceremonias y liturgias de carácter

por el Instituto de Arquitectura de la Universidad Católica de

masivo, lo que no fructificó por estar ausente del espíritu de

Valparaíso.

la Orden; y la biblioteca en 1980, entre el cuerpo de celdas y la hospedería, “inspirada en la Laurenciana de Miguel

Al inicio del proyecto de la capilla, e invitado por el Hno.

Angel”, al decir de su autor; último cuerpo del plan general

Gabriel, se incorporó a este trabajo Patricio Gross, quien fue

que habían reformulado los Hnos. Martín y Gabriel. Al mismo

a vivir al monasterio, habilitándose un espacio al final del

arquitecto se le pidió el diseño de los muebles definitivos del

cuerpo de las celdas como taller de arquitectura. Guarda

coro de la iglesia y la instalación de las campanas.

partía poco tiempo después a estudiar filosofía con los benedictinos de Los Toldos, en Argentina, quedando a cargo

Para terminar estos antecedentes de la construcción del

del desarrollo de la iglesia el Hno. Martín. Junto con colaborar

monasterio, es preciso recordar que el 9 de abril de 1981 se

en esta tarea hasta fines de 1964, Patricio Gross tuvo bajo su

declaró por ley a todo el conjunto arquitectónico Monumento

responsabilidad el proyecto y construcción de la hospedería entre 1962 y 1963. La hospedería se levantó en el sector que el proyecto de Jaime Bellalta había destinado originalmente a capilla y refectorio. El Hno. Martín Correa colaboró activamente en la discusión del proyecto y en una de sus vacaciones en Chile, el Hno. Gabriel Guarda hizo algunos valiosos aportes con el fin de destacar las vistas a los cerros lejanos. Alrededor de 1972, y decididos los monjes arquitectos a no participar más en trabajos de arquitectura después de lo avatares ocurridos en torno a la iglesia, la Orden le encomendó a la oficina de Sergio Larraín G.M. y Asociados el proyecto de la portería–refectorio, tarea que asumió directamente Jorge Swinburn. En el muro poniente de dicha obra , que viene a significar el cierro del monasterio hacia la zona de acceso

58

d. 20


21

d. 20 / 21 Croquis de estudio de la hospedería, original Patricio Gross F.

f. 45 / 46 / Hospedería (fotos actuales).

59


Nacional (Decreto Nº 1661), en reconocimiento a su aporte al patrimonio cultural de la nación, mientras que los cerros Los Piques y San Benito pasaron a integrar lo que se denomina “zona típica y de protección”. Con esta última acción se pudo evitar la instalación de una estación repetidora de televisión en la cumbre del cerro Los Piques, lo que, sin duda, hubiera constituido una agresión a la paz y a la armonía entre paisaje y arquitectura.

f. 47 / Portería y refectorio (foto actual).

d. 22 / Croquis de estudio de portería y refectorio, original Jorge Swinburn.

60


d. 23

d. 23 / 24 Croquis de la biblioteca y de la plaza de acceso, originales de Raúl Irarrázabal.

61


6 EDIFICIOS Y LUGARES QUE COMPONEN EL MONASTERIO

f. 48 / Foto aérea del Monasterio en 1984 (SAF, 1984).

62


En este capítulo del libro se explicarán en detalle los

cuerpo de celdas, y por la dificultad de establecer contacto

diversos edificios que comprende el monasterio, siguiendo

con el arquitecto Jaime Bellalta, quien se encuentra desde

un orden cronológico de acuerdo a la antigüedad de su

hace años en el extranjero, se solicitó la memoria a un

diseño y construcción. Para llevar a cabo esta tarea, y

estrecho colaborador suyo, el arquitecto León Rodríguez, a

como complemento del conocimiento que los autores de

quien pertenecen las citas, excepto el párrafo inicial que es

la publicación tienen respecto del convento, se realizó una

del propio Bellalta.

consulta a los diferentes arquitectos que intervinieron en los proyectos y en su construcción, especialmente a aquellos

El texto de la hospedería pertenece a Patricio Gross, mientras

que fueron los responsables directos de la obra. Este

que el del cementerio y la iglesia son del Hno. Martín Correa.

método, además de enriquecer la descripción objetiva de

Sin embargo, este último es el resultado de una síntesis entre

los edificios del conjunto arquitectónico, permitió conocer

su escrito y el texto de un antiguo trabajo de su autoría, junto

más profundamente las motivaciones e idea– fuerza que los

al padre Gabriel Guarda, y que tenía por destino persuadir

inspiraron.

en su momento al resto de la Orden de las cualidades del proyecto en cuestión.

Para ello, se solicitó una memoria explicativa de acuerdo a una pauta que, aunque planteada para ser respondida

Jorge Swinburn escribió lo referente al edificio del refectorio

libremente, contenía, al menos, las principales interrogantes

y locutorios, en tanto que Raúl Irarrázabal es el autor de la

del estudio: identificación del edificio, fecha del proyecto

memoria de la plazuela de acceso y la biblioteca.

y de su construcción; profesionales que participaron, fundamentos arquitectónicos en que se sustenta la proposición, relación con los edificios preexistentes, con el plan general y con el paisaje circundante; descripción del programa, aspectos funcionales y materialidad. Junto con lo anterior se solicitó tener acceso al material gráfico disponible, ya fueran planos, perspectivas, croquis o diagramas, así como fotografías, especialmente de la época de la respectiva construcción, sin perjuicio de la búsqueda que al respecto realizaba el equipo investigador. Es así como se ha preparado el presente capítulo, en base, principalmente, a las respuestas recogidas. Las letras cursivas reproducen fielmente párrafos de los textos entregados y, en general, se siguen las ideas de los respectivos autores. En el

63


p. 1 / EL CONVENTO EN 1988 PLANO DE UBICACIÓN 1. Acceso 2. Monasterio 3. Cementerio 4. Servicios 5. Mueblería 6. Gallineros

64


65


p. 2 / EL CONVENTO EN 1988 PLANO DE CONJUNTO Nivel claustro 1. Plazuela de acceso 2. Locutorios (bajo cuerpo Refectorio) 3. Corredor del Claustro 4. Claustro 5. Biblioteca 6. Depósito de libros 7. Hospedería 8. Iglesia 9. Antigua Capilla 10. Antiguo Refectorio

1

66


7

6 8 4

3

5

2

10

9

0

5

67


f. 49

68


69


Cuerpo de celdas y anteproyecto para capilla y refectorio

El autor del proyecto del cuerpo de las celdas de los monjes,

Si la arquitectura muestra esto se hace obra, se hace obra del

arquitecto Jaime Bellalta, escribió en 1956 lo siguiente:

lugar, del espacio, del viento, del sol, del hombre, para el lugar, para el viento, para el sol, para el hombre.

Esta es una obra que no es constructiva ni constructivizante. No es equipada, no está encerrada dentro de su propia modulación.

Este edificio corresponde al único que se construyó del

No es simbólica. No es “benedictina” exclusivamente. No es un

anteproyecto del monasterio que triunfó en el concurso de

juego espacial, no es elástica y sin definición de límites. No es

1953, y que formaba parte de un conjunto mucho mayor

el ir, ni el estar; es el ser.

que se realizaría en una segunda etapa. Además del cuerpo de celdas se proyectó con bastante detalle, aunque no se

Yo afirmo que es una obra valiosa de la arquitectura

construyó, un volumen emplazado en la actual ubicación de la

contemporánea.

hospedería y que comprendía un pequeña capilla, locutorios y portería, coincidiendo con la zona de acceso propuesta por el

Es valiosa porque afirma su libertad en su participación en la

anteproyecto.

poesía espacial; su libertad en su uso; su libertad en su destino; su libertad en su belleza; su libertad en su edad siempre nueva

El equipo ganador estuvo encabezado por Jaime Bellalta,

y ya una ruina. Fiel a todos los postulados, a todos los traiciona.

profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad

Solo responde al destino de su lugar; no es ni más ni menos

Católica de Valparaíso, y un grupo de egresados constituido por

que el lugar donde se asienta hecho arquitectura.

Fernando Mena, León Rodríguez y Octavio Sotomayor, quienes fueron inicialmente invitados a participar en el concurso.

Es un lugar con sus estaciones, luces, nubes y monjes. Aunque

El anteproyecto se desarrolló en Viña del Mar y Bellalta fue

no exista más, ya transforma el lugar haciéndolo comparecer.

propiamente el autor del mismo.

Canta solamente a su lucha por existir –no a sí misma– y por su

Para el desarrollo posterior del proyecto, una vez que éste

existencia dar testimonio del uso que quiere ser hecho de ella.

se hubo adjudicado, se incorporó durante algunos meses el

La arquitectura se hace obra en la medida de lo que se hace

arquitecto Miguel Eyquem, a quien remplazó posteriormente

de ella, se posesiona de ella y comprende su destino.

Pedro Burchard, el que se mantuvo hasta el final de esta etapa y durante la construcción que se inició en 1954. Según el Hno.

¿Acaso la arquitectura no es la habitación del hombre? Y la

Martín, fue Pedro Burchard quien desarrolló la escalera del

habitación del hombre ¿no es el habituarse a su medio, a sus

cuerpo de celdas. En este tiempo se retiró Rodríguez, siendo

posibilidades, a su destino?

seguido por Mena y, finalmente, por Sotomayor.

Nota: Los textos en cursiva corresponden en este capítulo a redacción del propio autor de esta edificación, arquitecto Jaime Bellalta.

70


p. 3 / ANTEPROYECTO 1953 PLANO DE CONJUNTO Nivel claustro 1. Celdas 2. Capilla y refectorio 3. Futura iglesia 4. Claustro

71


p. 4 / Planta 1 er nivel

p. 5 / Corte A–A

p. 6 / Corte B–B

72


CAPILLA REFECTORIO 1953 Anteproyecto 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12.

Acceso Portería Clausura Refectorio Cocina Bodegas Celdas Acceso fieles Comulgatorio Capilla Sacristía Salida claustro

p. 7 / Planta 2 er nivel

p. 8 / Planta 3 er nivel

73


p. 9 / Elevación poniente

p. 10 / Elevación oriente

74


p. 11 / Elevación norte

p. 12 / Elevación sur

75


El proyecto se fundamentó en tres ideas principales. En primer lugar, en una comprensión de la vida cotidiana benedictina contemporánea, en que fue particularmente importante el concepto de que todos los lugares y objetos del monasterio eran como los vasos de altar, sagrados, y lo mismo los actos. Lo anterior requería, por lo tanto, una alta cantidad de la forma en todos los elementos que componían la obra. Un segundo aspecto decía relación con la decisión, que era preciso adoptar, frente al espacio existente del cerro Los Piques, en el que el edificio se emplazaba. Este se estableció a mediafalda para no tocar la cumbre, dejándola libre para la clausura monástica y ubicándolo de manera tal que, por una parte el acceso desde Santiago permitiera reconocer la ciudad al llegar (reconocer el origen), y por otra parte, la obra se viera como un signo desde la zona habitada. El camino de llegada al monasterio estaba proyectado al oriente del cerro y corresponde, en parte, al que se usa hoy día como acceso a los galpones y zona de trabajo, desviándose luego hasta una pequeña plazuela que se abre visualmente a la cordillera, el valle de La Dehesa y las casas en un primer plano. Todo el entorno se graduó cuidadosamente midiendo la relación monasterio –lugar, sea como paisaje, vista, como ámbito de trabajo o paseo, o como material –mineral– piedra en sus muros. Finalmente, el proyecto se fundamentó también en la enseñanza de los maestros de la arquitectura contemporánea, como un camino sin compromiso con “los estilos” (neos), para poner la obra a la luz y en el espíritu del momento presente. El cuerpo de las celdas de los monjes, al ser el primero en el cerro, no requirió de la armonización con otras obras f. 50

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77


2 1

p. 13 / Planta 1 er nivel

4

6

3

7

5

CUERPO DE CELDAS 1954 1. Vestíbulo 2. Corredor claustro 3. Hall 4. Biblioteca 5. Terraza 6. Celdas 7. Taller de arquitectura (1961) 8. Acceso 9. Celdas 1 0. Sala Multiuso 11. Pieza costura

8 p. 14 / Planta 2 er nivel

9

11

10

10

11

p. 15 / Planta 3 er nivel

78


preexistentes y por lo tanto se estableció libremente y en correspondencia con el ámbito circundante, conformando una relación de contraste entre lo construido, asentadamente geométrico, rectilíneo y cúbico y lo paisajístico, que se intentó mantener y acentuar en su condición natural (piedra, principalmente) y conformar de manera curvada. El programa para este edificio contemplaba un bloque de celdas con algunas salas y baños de uso común, así como algunas construcciones provisorias, tales como la capilla, comedor y cocina, todo lo cual formaba parte, como se ha dicho, de un plan maestro. Este estaba concebido como una abadía más o menos al modo europeo de ese momento, con monjes –presbíteros y hermanos legos, con todo lo requerido, claustro, capítulo, biblioteca, refectorio, hospedería, etc. f. 51

p. 52

79


p. 16 / Corte A–A

p. 18 / Corte C–C

80

p. 17 / Corte B–B


f. 53

f. 54

81 f. 55


p. 19 / Elevación oriente

p. 21 / Elevación norte

p. 22 / Elevación sur

82

p. 20 / Elevación poniente


La disposición básica de los recintos en torno a corredores fue pensada en el contrapunto benedictino de “ora et labora”, dándole a esos y al sistema general de circulación una dimensión e intensidad capaz de acoger al orante. Los materiales predominantes en esta obra son el hormigón armado, tanto en bruto como estucado, la albañilería de ladrillo revocado con mortero de cemento, el metal en los perfiles de ventanas y ciertos pilares aislados, el vidrio y algunos elementos de madera, tales como el parquet, puertas y repisas. En general, los muros están pintados de blanco, contrastando con las negras líneas de las piezas metálicas. Paralelamente con la edificación del cuerpo de celdas, próximo al núcleo de circulaciones verticales y al acceso provisorio del monasterio, Jaime Bellalta realizó un pequeño volumen de construcción ligera, destinado a capilla, refectorio y cocina. De estructura metálica, cubierta de fierro galvanizado y paramentos exteriores de madera y vidrio, dicho volumen contenía un espacio íntimo y religioso en el que se creaba una hermosa luminosidad interior, gracias al desplazamiento de ciertos muros, anticipando algunas de las soluciones que posteriormente aparecerían en la iglesia. César Barros realizó el cálculo estructural del cuerpo de celdas y edificios provisorios, mientras que la empresa constructora fue Juan Ureta y Cía. Ltda., siendo 1954 el año de inicio de la obra.

f. 56

83 f. 57


f. 58

84

f. 59


f. 60

85


CUERPO DE CELDAS 1953 1. Acceso fieles 2. Fieles 3. Monjes 4. Altar 5. Ambón 6. Nicho Virgen

7. Sacristía 8. Acceso monjes 9. Refectorio 10. Repostero 11. Cocina

12 11

10

9

7

8 p. 23 / Planta nivel único

4 ±0

3 +1 .

1

41

5

6

2 +1 .

05

1 +1 .

p. 24 / Elevación norte

p. 25 / Elevación oriente

86

p. 26 / Elevación poniente

.0

05


f. 61

f. 62

f. 63

87


Cementerio

Mientras se ejecutaba el cuerpo de celdas, el Hno. Martín Correa tomó a su cargo, en acuerdo con Jaime Bellalta, el proyecto y construcción del cementerio del monasterio. El sitio elegido estaba situado en el costado oriente del cerro Los Piques, mirando hacia la cordillera, la salida del sol, la zona más tranquila dentro de lo previsible… y vinculándose directamente con la que en ese entonces era la capilla, un cuerpo provisorio junto al edificio principal. Se buscó hacer del cementerio un lugar recogido e íntimo, que fuera para los monjes un espacio de meditación y oración, y, al mismo tiempo, alegre, como corresponde a una visión cristiana de la muerte, en que todo apunta hacia la resurrección. Por ello se trató de crear un espacio lleno f. 64

de vegetación, cuyas tumbas solo están marcadas por unas piedras, y en que el contorno que lo limita con el resto del cerro es una cinta de albañilería blanca con rectas y curvas. El terreno se rellenó, contenido por un muro de piedra, conformando un plano que está constituido por un simple camino central a cuyos lados y en forma perpendicular están enterrados, literalmente, los hermanos difuntos. Las tumbas, al despegarse de la tierra que sigue la pendiente natural, anuncia el inicio de su liberación. Una cruz de concreto, con el texto “VEN SEÑOR JESÚS” bajo relieve, termina por crear, entre los que periódicamente van a visitarlos y esperan seguirlos, el clima de tensión y de esperanza de los que allí se han adelantado.

Nota: Los textos en cursiva corresponden en este capítulo a redacción del propio autor de esta edificación, arquitecto Hno. Martín Correa, O.S.B..

88


89 f. 65


CEMENTERIO 1954 1. Acceso 2. Fuente 3. Cruz 4. Sepulturas 5. Cipreses 6. Olmo

A

B

5

4

1 2 6

3

0

A p. 27 / Planta

90

B

5


0

p. 28 / Corte A–A

0

5

p. 29 / Corte B–B

5

f. 66

91


Hospedería

A partir de la función que se le había asignado a la hospedería,

y la albañilería no revocados, como la riqueza de la línea

los fundamentos arquitectónicos y las propuestas que

negra de los marcos y batientes de las ventanas sobre el

ellos generaron pueden ser ordenados desde el punto de

plano blanco de los muros. Subrayando la horizontalidad

vista de la forma, el espacio y la materialidad. El edificio

del edificio, intencionadamente se fijó su altura para que

estaba destinado a acoger los huéspedes que acuden al

no sobrepasara el borde superior del muro de piedra que

monasterio, misión encargada a los benedictinos por la

contiene el claustro, mientras en su disposición en forma

Regla de San Benito, ofreciéndoles un lugar propicio para

paralela al cuerpo de las celdas de los monjes reforzaba la

el estudio, la meditación y el retiro. La construcción debía

ortogonalidad del incipiente conjunto arquitectónico.

ofrecer un mínimo de confort y el programa consistía en un vestíbulo de entrada, una sala de reunión y trabajo,

La forma de la hospedería establecía con el paisaje

baño común y varias celdas con espacio para una cama,

circundante una relación similar a la que se daba en el

un pequeño escritorio, una silla, una repisa de noche, un

caso del edificio existente, vale decir, de contraste con

lavatorio y un clóset.

la irregularidad del plano inclinado y la coloración del terreno y la vegetación de estepa de secano. La volumetría

Cuando se proyectó la hospedería el año 1962, solo existían

de blancos muros descansa en una base de hormigón

el edificio que albergaba las celdas de los monjes, con

que sigue la pendiente del cerro, independizándose del

una pequeña biblioteca y la sala del capítulo, así como

suelo y agregando en la pendiente natural una forma

el cuerpo de construcción ligera en que funcionaban la

inequívocamente artificial.

capilla y refectorio, ambos diseñados por Jaime Bellalta y su equipo. El primero de los edificios nombrados imponía

Consecuente con la intención original, la hospedería intenta

al conjunto un estilo racionalista de líneas muy depuradas,

un espacio que refleje la búsqueda de la pobreza y la

bellas proporciones y una volumetría de muros blancos que

sencillez benedictinas, enriqueciéndose solo por lo ajustado

se recortaba nítidamente contra el cielo y el cerro.

de las proporciones; la diferente iluminación en los muros e interiores de los distintos recintos, gracias a los cambios en

La hospedería, de tamaño e importancia menor que el

las orientaciones y en los tamaños en los vanos exteriores;

edificio anterior, se propuso un lenguaje formal muy simple

y un recorrido que permita descubrir una variedad de

que armonizara con lo existente, expresándose también con

situaciones, desde los lugares de actividad común hasta la

formas cúbicas y muros que predominaran por sobre los

privacidad de la celda.

vanos, excepto en muy pocos paños donde el ventanal era completo. La simplicidad de los volúmenes se compensaba

El acceso a la hospedería , que se inicia desde el claustro,

mediante un juego controlado de los distintos cuerpos que

situado en la parte baja del edificio de las celdas de

componen la obra, a lo que se añade la textura del hormigón

los monjes, desciende por una rampa que sumerge al

Nota: Los textos en cursiva corresponden en este capítulo a redacción del propio autor de esta edificación, arquitecto Patricio Gross.

92


p. 67

93


p. 30 / Planta primer nivel

HOSPEDERÍA 1961–62 1. Acceso 2. Sala de estar 3. Patio 4. Celdas 5. Terrazas 6. Bodega

p. 31 / Planta segundo nivel

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f. 68

caminante entre la actual biblioteca y un pétreo muro de contención del claustro, perdiendo la vista lejana. Al final de la rampa y previo al ingreso a la hospedería un muro oblicuo abre hacia la izquierda la visión al cerro Manquehue. Una vez en su interior, se nos ofrece la alternativa de subir o bajar medio piso a los pasillos de las celdas, pasar a la sala de reunión o, de frente, contemplar un pequeño patio con una viga que enmarca la vista hacia el valle, el Cajón de El Arrayán y el macizo de El Plomo en el cordón cordillerano. Las circulaciones se mantienen en una semipenumbra, iluminadas por dos quiebres verticales en los muros sur que dirigen la vista a las montañas del Ramón, contrastando con el espacio luminoso del vestíbulo de entrada que conecta con la sala de trabajo. Esta vuelve a ofrecer, a través de f. 69

una ventana frente al acceso, la presencia del Manquehue,

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f. 70

f. 71

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f. 72

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f. 73

f. 75

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f. 74


f. 76

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p. 32 / Corte A–A

p. 34 / Corte C–C

100

p. 33 / Corte B–B


mientras que una pequeña abertura lateral a todo lo alto del recinto, recuerda la visión que se tenía desde el amplio ventanal del hall que se acaba de dejar. El muro norte de la sala está recortado a lo largo y a una altura tal que recién al sentarse en la gran mesa de reunión aparecen el valle y la cordillera. El tamaño de las celdas es pequeño, con una ventana cuadrada junto a la mesa escritorio, y el espacio intenta crear una interioridad que invita al huésped a un encuentro íntimo con sí mismo. La hospedería está construida con muros del albañilería, empleando a la vista ladrillo hueco hecho a máquina y ladrillo muralla para panderetas interiores, estas últimas revocadas. Pilares, vigas, cadenas y losas son de hormigón a la vista, para el cual se especificó moldaje de tabla de pino en bruto cuidando su disposición. Para evitar pilares de hormigón en fachada, se estructuraron los muros exteriores de albañilería mediante el empleo de enfierraduras verticales distribuidas por el interior de los huecos de los ladrillos. Los pavimentos de todos los recintos son de baldosín

f. 77

cerámico, excepto en los baños donde se empleó baldosa de cemento al líquido. Los marcos de ventanales y ventanas

La hospedería fue proyectada por Patricio Gross, egresado

son de fierro en perfil doblado, de doble contacto, pintados

un año antes de Arquitectura de la Universidad Católica y

negro, contrastando con el blanco de los muros. La baranda

aún no titulado, contando con la estrecha colaboración del

de la escalera se dejó sin teñir, manteniendo el color natural

Hno. Martín Correa y algunos aportes del entonces Hno.

del hormigón. Los marcos de las puertas interiores son de

Gabriel Guarda. Sergio Rojo actuó como ingeniero calculista,

raulí, siendo sus hojas y la de la puerta de acceso de terciado

siendo la empresa constructora Eugenio Browne y Cía. Ltda.,

teñido y encerado.

la quien inició las obras a fines del año 1962.

Los materiales elegidos responden al mismo criterio de simplicidad y austeridad que inspiró al edificio, intentando significar el espíritu benedictino de la obra.

101


p. 35 / Elevación oriente

p. 37 / Elevación sur

p. 38 / Elevación norte

102

p. 36 / Elevación poniente


f. 78

f. 79

103


La iglesia

La obra que el capítulo benedictino encargó a los arquitectos monjes Hnos. Martín y Gabriel consistía en una iglesia para unos 35 miembros de la comunidad monástica, incluyendo también, en el mismo espacio que servía a los monjes, 10 o 12 huéspedes que participan habitualmente por unos días de la vida del monasterio. Debería, además, tener una nave con capacidad para 180 personas aproximadamente. El Hno. Martín nos relata: A 10 años de mi ingreso, durante los cuales estudié dos años de filosofía y cuatro de teología, gracias a una donación importante se planteó la posibilidad de edificar la iglesia. Para entonces Jaime Bellalta se había ido a Inglaterra, y mi compañero en arquitectura Gabriel Guarda acababa de ingresar al monasterio. Entonces el Prior, padre Adalberto Metzinger, nos consultó la posibilidad de que ambos asumiéramos el proyecto. Mi respuesta fue que al no estar Jaime correspondía pedir un anteproyecto al Instituto de Arquitectura de Valparaíso. Así se hizo, y presentaron un trabajo que cambiaba fundamentalmente el partido original. Un plan maestro que era una ciudad. Como la comunidad no lo aprobó, recayó sobre nosotros el encargo. Para mí era algo imposible, me sentía incapaz de tamaño desafío: continuar la obra de Jaime. Además, porque yo había abandonado la profesión para dedicarme a la tarea monástica, que iba a quedar interrumpida y con mucho temor a la crítica de mis compañeros arquitectos y la de mi propia comunidad. Por consiguiente, insistí en no participar hasta que un día noté que Gabriel instalaba una mesa de dibujo, hacía comprar papel mantequilla, regla T, lápices… Me sentí en una tremenda encrucijada, seguir al margen o integrarme.

f. 80 / Hno. Martín Correa, O.S.B. y padre Gabriel Guarda, O.S.B.

Nota: Los textos en cursiva corresponden en este capítulo a redacción de uno de los autores de esta edificación, arquitecto Hno. Martín Correa, O.S.B..

104


105 f. 81


Decidí esto último. Aunque lo sentía como una gran irresponsabilidad. Pero lo que prima, según nuestra regla

FIELES

benedictina, es la obediencia al superior. ¿Cómo partir? Partimos por lo elemental: un espacio que reuniera a las dos comunidades, fieles y monjes, en torno al altar, símbolo de Jesucristo y centro de la celebración eucarística. Como la vida monástica busca por definición

MONJES

cierta separación, al no tener tarea pastoral directa, entonces se deseaba marcar esta independencia mediante elementos arquitectónicos tales como gradas, comulgatorio y quizás una posible angostura, tal vez un arco que delimitara el presbiterio de la nave de los fieles. Dicho programa se podía lograr con un esquema en forma de paralelepípedo, cosa que me parecía demasiado elemental. Observando las baldosas de una capilla provisoria en que nos hallábamos y desplazando imaginariamente una baldosa MONJES FIELES

respecto de la otra, descubrí que pasaban cosas interesantes al no relacionar la baldosa superior con la inferior propia del

Los dos ámbitos de la iglesia

paralepípedo, sino con la opuesta en diagonal. Esta solución formal producía dos zonas vecinas pero unidas por un estrechamiento en donde estaría ubicado el altar, el que así sirve de nexo y separación entre ambas zonas. El eje diagonal, por su parte, daría una mayor longitud y perspectiva al espacio. Así se llegó a la idea de los dos cubos esenciales penetrados por las aristas, uno más alto y adyacente al claustro, constituido por el presbiterio y el coro de los monjes, y otro algo más bajo y próximo al acceso de los fieles. Una segunda idea, que se deseaba conciliar con la anterior, era la de separar claramente a los monjes de los fieles. Ello se conseguía mediante una nítida delimitación entre ambos espacios: diferentes alturas, angostura del comulgatorio, altar que une y separa a la vez, cuatro gradas de desnivel,

Esquemas del estudio de la iglesia, originales Hno. Martín Correa.

106

diferencias de Iuz. Todo esto hace que el coro esté completo en sí mismo, de tal manera que la nave de los fieles es un


f. 82

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f.83

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f. 85

108


f. 86 / Hno. Martín Correa durante la construcción de la Iglesia.

109


accidente de este y, por tanto, su vacío durante la semana

Además, dicho nicho se destaca ya desde fuera y en el interior

no se vuelve desolador. Además, se buscaba acentuar la

adquiere máxima importancia, por estar al final de la rampa

centralidad del altar tanto en la zona de los monjes como de

de entrada de los fieles y donde está la mesa de las ofrendas.

los fieles, para lo cual debía converger hacia el altar, como centro focal, la inclinación de los techos y de los muros.

Por último, dicha rampa de ingreso a la iglesia es una subida, prolongación del ascenso que ayuda a recogerse y guardar

En definitiva, se distinguen en el conjunto tres zonas: dos

silencio. A la izquierda, la flecha luminosa del muro apunta

convergentes (inclinación de techos y dirección de muros)

hacia una cumbre: el nicho de la Virgen. Y a la derecha, el

hacia una central del altar (con techo plano más alto). Con

muro azul impide que desde le entrada se vea el espacio total,

ello se logra una jerarquía en los espacios, manteniéndose

que solo se adivina y se descubre a medida que se sube. Hay

una ascensión continua desde el exterior hasta el altar. Así la

un dinamismo de la luz que va del espacio más oscuro en la

misa se celebraría los días festivos de cara al pueblo tal como

rampa a uno con más luz en la Virgen, y continúa con menos

lo establecía por eso días la instrucción Inter Oecumenici,

luz en la nave de los fieles hasta el máximo de luminosidad en

emanada del Consilium encargado de llevar a cabo la

el presbiterio. La imagen de la Santísima Virgen es la meta de

reforma litúrgica deseada por el Concilio Vaticano II y los

los fieles que ingresan, pero también despide a quienes salen.

días de semana, hacia Ia comunidad, cosa que facilitaría su mejor participación. Una disposición circular en torno al

Con todo lo dicho, pareciera que la obra podía lograr su fin

altar expresaría de mejor manera la reunión del banquete

práctico funcional, pero experimentábamos que faltaba lo

eucarístico.

más importante, un alma para ese espacio.

Otro tema importante era la ubicación del sagrario, que

El edificio inicial de Jaime Bellalta que habitábamos, ya unos

fue dispuesto en una capilla lateral la cual se presta para

cinco años, nos había marcado por su veracidad, austeridad y

la adoración de los que acceden, sea fieles o monjes y que

alegría. El paso de esta tradición viva era una responsabilidad

se adivina a través de una ventana desde la nave. Además,

muy grande, pero a la vez una inspiración cierta. Fue así

dicha capilla está directamente conectada con el altar.

como, buscando el alma de nuestra iglesia, me encontré un día en medio de un bosque de pinos en que en un espacio

En el lado opuesto a la capilla del Santísimo está el ambón,

pequeño sin árboles, caía una luz matizada por las ramas.

lugar donde se leen las lecturas aplicándolas a la vida en las

Era un espacio recogido, silencioso, como sagrado. Este era el

homilías, ubicado justamente en el sector de encuentro de

desafío. O se lograba en nuestra iglesia crear una atmosfera

ambos cubos y pensado para la prédica a los fieles asistentes.

de recogimiento que invitaba a la oración o no sería iglesia, aunque la llenáramos de símbolos cristianos.

También el programa de la iglesia incluía un espacio especial para la Santísima Virgen María, madre y guía de los cristianos.

Entonces nos quedó claro, como nunca, que la luz sería el

Para ella se instaló en un nicho estratégicamente colocado

alma del conjunto, el que de otro modo permanecería inerte.

en el extremo opuesto al altar mayor y visible directamente

110

desde los sitiales de los monjes. En este lugar, que es todo

Desde ese momento la búsqueda se trasladó a los planos y

dirección y camino hacia la Virgen, ella prepara a los que

a la maqueta. Dos cubos blanco de cartón de 70 cm por 70

ingresan, los separa del mundo exterior, para así conducirlos

cm colgados del techo, permitieron introducir la cabeza y

al altar, a Cristo. Aquí cesarían los paisajes, se impondría el

experimentar en la forma más realista las posibilidades de la

silencio, sería la ”statio” de la iglesia.

luz, haciendo aberturas.


f. 87

111


p. 39 / Planta primer nivel 1963 – 1964 con mobiliario

IGLESIA 1963–64 1. Acceso 2. Rampa 3. Fieles 4. Confesionarios 5. Púlpito 6. Altar 7. Monjes 8. Capilla Santísimo 9. Sacristía

112

p. 40 / Planta primer nivel 1963 – 1964 sin mobiliario


f. 88

f. 89

Otra vertiente importante de inspiración fue preguntarse

forma indirecta, que cae desde arriba como cascada por los

por el espacio que los monjes en los orígenes escogieron

muros y que varía durante el día, dándole especial sentido

en su camino de búsqueda de Dios. Este espacio fue el

a los siete momentos en que celebramos la liturgia de las

desierto como el lugar más apto para el encuentro consigo

horas.

mismo y con Dios. El monje auténtico tiene verdadera nostalgia del desierto. San Benito posteriormente, con su

La luz, por su ser inmaterial, es por excelencia la imagen de

carisma creador y realista, emplazó el monasterio no en el

las realidades espirituales. Por algo Cristo dijo “Yo soy la luz

desierto, pero sí en lugares apartados, lejos del mundanal

del mundo … “ Y como también dijo ser el “nuevo templo”,

ruido, como forma de lograr una purificación equivalente.

nosotros somos igual templos vivos, porque Él vive en cada uno de nosotros. La iglesia como construcción, por tanto,

Hemos querido que ese espíritu se reflejara en nuestra iglesia

es espacio sagrado porque acoge este misterio divino. El

de algún modo, por su simplicidad, austeridad y silencio que

edificio es “una imagen de asamblea reunida”, según dice

evocara una trascendencia en las personas que la visitaran.

el Misal Romano en su introducción general. Mientras más

Todo esto explica el porqué de los muros blancos, toscos,

anónimo y mejor contribuya a la celebración del encuentro

rugosos, con ausencia de decoraciones.

del Señor con los cristianos en la liturgia, y en la eucaristía especialmente, el espacio será más logrado. Esto fue lo que

Y así, buscando una expresión sagrada, optamos por un

pretendimos: crear un espacio interior con atmósfera de

espacio cerrado al exterior, por tentador que fueran los

oración, luminoso, austero, que disponga al encuentro con el

paisajes que nos rodean. Un espacio interior que a su vez no

Dios vivo, consigo mismo y con el hermano, una tienda para

fuera claustrofóbico. Para lograrlo recurrimos a ventanas

el Pueblo de Dios en camino, experimentando la alegría de

que no se ven pero que permiten la entrada de la luz en

la comunión.

113


PLANTA PRIMER NIVEL ZÓCALO ANTEPROYECTO 1960 1. Cripta 2. Altar 3. Altares monjes 4. Sacristía 5. Bodega

p. 41 / Planta primer nivel zócalo Anteproyecto 1960

PLANTA PRIMER NIVEL ZÓCALO PROYECTO DEFINITIVO 1963–64 1. Cripta 2. Altar 3. Altares monjes 4. Sacristía 5. Sala uso general 6. Bodega

p. 42 / Planta primer nivel zócalo Anteproyecto 1963 – 1964

114


f. 91

f. 90

115


Así como en sus líneas formales la iglesia debía armonizar

que el acceso al monasterio sería por el poniente del cerro Los

con lo ya edificado y diseñado por Bellalta, la materialidad

Piques y que la iglesia debía estar ubicada como remate de

no podía sino ser el hormigón armado. Más aun por sus

dicho acceso junto a la portería del convento.

dimensiones esbeltas, muros de 12 m de alto por 14 m de ancho y solo 20 cm de espesor y sin una losa de hormigón

El trazado del camino estaba por hacerse. Para ello sería

que los uniera, ya que la techumbre está formada por una

determinante la presencia del valle de Las Condes, el que

placa de estructura metálica que en gran parte cuelga por

se experimentaba como una gran corriente espacial, llena

tensores de acero ocultos en los perfiles metálicos de las

de dinamismo hacia el valle de El Arrayán, cada vez más

ventanas. La impresión de un visitante es gráfica: El espacio

estrecho culminando con las altas cumbres cordilleranas de

parece limitado por placas misteriosamente unidas que

El Altar y El Plomo. Aprovechando esta flecha dinámica del

podrían en cualquier momento desarmarse. El que esto

valle, el camino, que debía haber doblado junto a las cotas

no haya pasado después de dos terremotos es mérito del

naturales del cerro, se lanzó en línea recta hacia ese centro

calculista. El tratamiento de los muros pintados a la cal es

focal cordillerano a costa de un buen terraplén. Y la iglesia,

concreto a la vista. Gracias a la imperfección de los moldajes

que prudentemente podría haber estado bien asentada

de madera de pino en bruto, que entonces era lo corriente,

y empotrada en el cerro, se sacó al encuentro del camino,

intencionadamente mediante cuñas se forzaron los quiebres

interceptándolo. De este modo la iglesia se recortaría contra

entre las tablas, obteniéndose una superficie aún más

la cordillera haciendo de esta su propio telón de fondo.

rugosa. La luz rasante de las ventanas superiores le da a esta rugosidad una belleza especial, y contribuye a la intención

Por último no puedo dejar de dar cuenta de algo esencial:

de la arquitectura de austeridad ascética que buscábamos.

La iglesia es un verdadero regalo de Dios, dada nuestra real incompetencia y el resultado obtenido, cosa de la que he

El pavimento interior es una carpeta de concreto afinado

llegado a tener plena conciencia con el paso del tiempo.

sobre la losa y con canterías que recortan el piso. Dichas canterías dan dirección al caminante hacia los puntos más

Los proyectistas de Ia iglesia fueron el Hno. Martín Correa

importantes como hacia la Virgen, la capilla del Santísimo y

y el entonces Hno. Gabriel Guarda, llevándose a cabo

especialmente hacia el altar mayor.

Ia construcción durante los años 1963 y 1964. Colaboró estrechamente durante todo el desarrollo del proyecto y

116

En cuanto a la relación de la obra con el entorno, debe tenerse

Ia construcción Patricio Gross, egresado de la Escuela de

presente que al momento de proyectarse la iglesia solo

Arquitectura de la Universidad Católica. Raúl Ramírez, junto

existían en el lugar el block de celdas, el que miraba hacia el

a su ayudante Carlos Wiegand, estuvo a cargo del cálculo

valle de La Dehesa y servía como respaldo de la plataforma

estructural y Salinas y Fabres y Cía. Ltda. actuó como empresa

rectangular que sería el patio del claustro. Ya se había decidido

constructora a través de uno de sus socios, Fernando Salinas.


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p. 43 / Corte A–A

p. 44 / Corte B–B

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p. 45 / Corte C–C


p. 46 / Elevación norte Proyecto 1960

p. 47 / Elevación norte Proyecto 1963 –1964

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p. 48 / Elevación poniente Proyecto 1963 –1964

p. 49 / Elevación oriente Proyecto 1963 –1964

p. 50 / Elevación sur Proyecto 1963 –1964

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d. 25

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LA VIRGEN DE LA IGLESIA Un lugar privilegiado estaba destinado a la escultura de

Francisco Gazitúa, galardonado recientemente con el Premio

la Virgen, un nicho que interiormente está en el eje norte

Nacional de Artes Plásticas 2021, ha querido relatar él mismo

opuesto al coro de los monjes que pueden contemplarla sin

su vivencia de entonces en el monasterio:

obstáculo. Nicho que exteriormente llama la atención, con su ventana vertical, e interiormente porque es el punto focal de

Desde mi experiencia personal, porque estuve ahí y de alguna

los fieles que suben por la rampa de acceso.

manera todavía estoy, lo que hace único, singular y diferente este templo, es lo que quisiera contar a continuación.

Todo esto exigía una imagen que tocara el corazón de quienes la vieran. Buscando el escultor adecuado, el Hermano Martín

Trabajé ahí durante cuatro meses desarrollando mi primera

pensó en Marta Colvin, gran y reconocida escultora ya en esa

escultura en el espacio público: la Virgen del templo. Tenía 24

época. Providencialmente venía a Chile por unos días, desde

años en 1969, fue encargo para mi maestra Marta Colvin de

Francia donde vivía.

quien yo era profesor ayudante en su cátedra de escultura de la Universidad de Chile. Marta se fue a trabajar a su taller

Acogió bondadosamente en su taller al monje benedictino,

de París y dejó el encargo de realizar una virgen de piedra a

el que le propuso hacerse cargo de la escultura. Pero ella le

tamaño natural, desde una pequeña maqueta de yeso. Los

advirtió que solo podría hacer una maqueta debido al poco

monjes-arquitectos, recomendaron el cambio a un material

tiempo del que disponía. Pasado unos días lo llamó para

más liviano, tuve que cambiar de piedra a madera por la

entregarle la maqueta, una figura de unos 30 cm en yeso.

resistencia de la loza.

Una imagen bella y sugerente en que la Virgen sostiene a un niño Jesús con los brazos abiertos en cruz. Ahora se trataba

Trabajé en la carpintería de la abadía, con “lo que había”,

de encontrar a la persona que pudiera realizarla y a mayor

la madera de álamo. De los moldajes para los muros de concreto del templo, construí ́ la imagen con pequeños

tamaño, es decir de unos 2 metros de alto.

y grandes trozos de madera, haciendo eco de las líneas Era 1969 cuando venía frecuentemente al monasterio, como

marcadas en el hormigón del muro por esas mismas tablas.

huésped, Francisco Gazitúa, un joven estudiante de escultura

Mientras trabajaba comencé a tomarle el peso al encargo,

en el Bellas Artes. El hermano Martín le propuso entonces la

presentamos en el lugar muchas veces la Virgen, el

tarea y le sugirió hacerla en madera, pero no a partir de un

esqueleto de madera con sus ejes al principio, agrandamos

tronco sino por la sumatoria de pequeñas piezas. Además,

o alivianamos la figura, la fuimos adecuando a la luz, a

facilitaba las cosas el hecho de que el mismo Hermano había

ejemplo de Gabriel y Martín quienes me repitieron que ellos

formado un taller de carpintería en que había muchos trozos

hicieron lo mismo con el templo, haciendo y rehaciendo

sobrantes. “Pancho Gazitúa“ se puso a la obra y al poco

mil veces la proposición original, de acuerdo a las luces de

tiempo se pudo colgarla en el lugar destinada para ella.

diferentes horas del día, y las estaciones del año, siendo modificada en cada etapa.

El resultado es una escultura muy en consonancia con

126

la iglesia. Sin dejar de ser suficientemente figurativa

El color del álamo se confundía con el blanco del templo, lo

para despertar sentimientos de piedad, es también

barnizamos con tintura de nogal. En el boceto de Marta, la

suficientemente abstracta conforme con la arquitectura que

virgen y el niño no tenían rostro, probé varias opciones de

la acoge.

cabezas y miradas hasta llegar a la de hoy.


f. 100

f. 101

127 f. 102

f. 103


Ciento veinte días viví con los monjes, comía y cantaba con ellos,

Que cada lector descubre la suya. Trasmito la mía. El secreto de

poco a poco tomé conciencia que estaba construyendo una

la belleza de ese lugar habría que buscarla en mis preguntas de

escultura dentro de otra escultura. Al final, al instalar la virgen,

hace 50 años:

Gabriel, historiador puso en su interior una carta, enrollada dentro de un tubo hermético una especie de bitácora del proceso de

Cuando el templo era apenas una apuesta y no estaba todavía

construcción de la escultura, siguiendo su ejemplo, los fieles

en la “Historia de la Arquitectura Chilena” y no había revistas de

siempre esconden papelitos doblados en las junturas de las

arquitectura, los árboles a su alrededor no daban sombra, la viña

maderas con petitorios o agradecimientos, recados para el Buen

estaba recién plantada. Trabajábamos juntos con los monjes, ellos

Dios.

labrando la tierra o estudiando, yo de carpintero. Al poco tiempo se desvanecieron las categorías monje o escultor. Desde esa posición,

Los monjes-arquitectos Martín Correa y Gabriel Guarda, siguieron

como simples seres humanos, comencé a preguntar:

un camino muy cercano al de la escultura, modelaron diría yo “a mano”, sus dos cubos de hormigón consubstanciados –mirando al

¿En qué y para quién trabajan?

sudeste– creando desde las juntas de sus volúmenes, una partitura

¿Ante quién dan examen?

exacta para la luz en el blanco de sus muros. Hoy después de 50

¿Qué hacen y deshacen cada día en el aire fino?

años sé que el templo, como las esculturas, fraguan en el tiempo,

¿A quién le canta cada uno de ellos?

al templo no solo le fraguaron las losas, (que se movían mucho al

¿Dónde se acumula, en qué lugar del universo queda guardado

principio) sino que más bien fraguó su presencia, lo que no se ve

todo ese canto?

de una obra de arte, (que es lo único que importa), algo así como

¿En qué temporalidad viven?

el alma, lo invisible y a la vez lo real por excelencia, su ambiente

¿Con quién apuestan, en la cumbre de este cerrito, rodeados en

permanente, lo que queda “después de cerrar el libro”. Cada vez

verano de campos de rulo, cactus y espinos?

que camino hacia fuera, bajando el cerro Los Piques, conmigo baja el mensaje invisible, y ese mensaje, esa luz, que me acompaña hoy

Considerando que el templo hoy es una de las joyas mayores de

aquí lejos en el cerro de Pirque mientras escribo, quizá la mejor

arte público de Chile trataré de ahondar la motivación privada que

prueba que hace de esa esa arquitectura, Arte Mayor.

lo generó. Arquitectura pública–arquitectura privada, es el misterio en que me sumió el templo y el canto de sus monjes a los 24 años.

Trabajé como dije sobre un partido general de Marta Colvin, un

Arte público–gestión privada, es la clave del misterio del cual

magnífico boceto en yeso de 30 centímetros. No hubo creatividad,

deberemos hablar mucho más, para entender y preservar el

en el sentido actual de la palabra: “la búsqueda afiebrada de lo

templo.¿Cuán profundamente privada fue la gestión y origen de

nunca visto”. Fue solamente profundización, y diálogo con la luz

ese templo, hoy Monumento Público?

reverberante de estos muros de hormigón, usando la más modesta de las maderas, el álamo.

Privado en lo más profundo, en lo intocable y misterioso del destino de Martín y Gabriel.

En palabras simples tendría que decir: creí en esa escultura,

128

la Virgen y su Templo, trabajé por ella, no sentí el esfuerzo,

Confluyen en el templo, el talento arquitectónico y la valentía

simplemente me sumé como un navegante más al río del canto

de cada uno, su formación, sus profesores de la escuela de

de los monjes, que llenaban el templo al amanecer al medio día

arquitectura, sus maestros en la fe, el mismísimo San Benito, más

y al atardecer con la oración. Hay presencia Divina en el lugar

atrás Jesús, hijo de Dios, carpintero de Nazaret, Espíritu y Materia,

(¡No sé cómo lo hicieron!). No sé tampoco, cuál es la clave que

Naturaleza y Gracia, Cielo y Tierra, Inteligencia e Intuición, Arte y

debería transmitirse; la enseñanza del templo son miles las claves.

Ciencia, Arte y Oficio.


Habría que preguntar de qué manera los dos monjes, siendo

El templo en la ciudad es, al fin, solamente presencia, resonancia y

tan distintos, y cada uno a su manera, formaron equipo, en una

testimonio de un viaje, al mando de dos arquitectos y una tripulación

aleación de letrados–artesanos, para finalmente entregarnos

de albañiles, carpinteros topógrafos, ingenieros, construyendo un

en su obra silenciosa “lo mejor de los dos mundos”; lo público

Arca. Una navegación de cuatro años, asentándose al fin en la

y lo privado, callada muestra donde son inseparables planos,

cumbre de Los Piques, un cerrito protegido por el gigantesco muro

maquetas, fundaciones, hormigón y luz. Inseparables de la

de fondo del complejo andino San Ramón-Provincia.

decisión de los autores de dedicarle la vida a Dios: ¡Cara a Cara! Ese entendimiento místico, esta lucha acompañada del “Ángel de No hay arte público si ese arte no está arraigado en lo más

la materia”, fue la opción privada de vida y trabajo de dos artistas

profundo del alma privada del artista, identificado con la valiente

que se hace pública en la enseñanza encerrada por los muros del

busqueda de su misión en La Tierra.

templo.

La verdad es que no sé cuál es la clave, son muchas, cada una más misteriosa que la anterior, a cambio de eso cuento lo que allí aprendí: Trabajando con ellos, entendí que el arte no es un caballo a la fama, ni se hace porque hay escuelas de arte que lo enseñan, ni para guiar alguna vanguardia o moda… A ejemplo de ellos emprendí una carrera larga, independiente y en paz, sabiendo que no tenía nada que crear, solamente ir más adentro en un camino poéticomaterial identificando la inteligencia de la materia y de nuestro destino común: La Escultura. En la Virgen al templo quedó algo muy mío, pero para bien de mi proposición y mi trabajo, se agregó la fuerza mística de los monjes, que está brillando hasta hoy en su madera y su mirada. Brilla también, toda la vida de mi querida maestra Marta Colvin, mostrando su cruz. “Te muestro mi cruz” es el nombre de la Virgen. La arquitectura del templo se dirige a las gentes, uno a uno sin prisa, en una temporalidad sin tiempo, casi desde el otro lado de los muros del tiempo, inexorablemente inmóvil. Mientras todas las otras artes caminan en el espacio sideral y son vistas por millones de seres humanos a la vez. Esta detención del tiempo y del lugar, fuera de toda pantalla, en apariencia la gran debilidad de esa arquitectura, es paradojalmente su gran fortaleza, El templo, “hace muy pocas cosas” y en ese casi no hacer está toda su fuerza.

129 f. 104


Refectorio y portería

f. 105

130


El encargo que recibió el arquitecto era el de proyectar una

El conjunto de la portería y refectorio se planteó como un

portería y un refectorio, con sus servicios anexos, en forma

volumen descompuesto y muy cerrado hacia la plaza y el

contigua a la iglesia, cerrando el monasterio hacia el camino

poniente. Las… ventanas de las dependencias contiguas al

de llegada y que a la fecha se encontraba solo con un cierro

muro se tratarían como pequeñas perforaciones, salvo la del

provisorio de madera. Por lo mismo, había que ordenar el

refectorio que mira al poniente y que fue hecha a solicitud

acceso a la iglesia y al conjunto formando una plaza.

de los monjes, durante la construcción, para la observación desde el interior del refectorio del cerro Manquehue.

Una gran admiración y respeto por la obra ya ejecutada a la fecha… fue muy importante en las decisiones que se

Las relaciones del edificio mismo se presentaban muy

tomaron durante el desarrollo del diseño… La preocupación

complejas. El refectorio es un lugar muy importante en

fundamental fue lograr una composición armónica con

la vida de la comunidad. Había que buscar un relación

los edificios existentes, especialmente con la iglesia, con

procesional a través del claustro con la iglesia. Por un lado,

el volumen de las celdas que mostraba su lado menor

los servicios del refectorio debían tener una relación con los

inconcluso hacia el acceso y con el cerro. El desafío era

monjes que participan en las labores de preparación y lavado

formar una composición armónica y jerarquizar entre sí los

de platos. La portería, a su vez, tenía que recibir y retener al

volúmenes blancos y cerrados jugando en el desnivel del

visitante y evitar su paso por la clausura.

cerro. Esto generó en el proyecto dos zonas de encuentro, una …el diseño se centró principalmente en lograr un muro de

para el contacto del convento con el exterior, que es el patio

cierro que continuara un trozo que ya tenía construido

de la portería y las visitas, contiguo al claustro pero cerrado

la iglesia. Este muro remontaría el cerro y en él estaría el

por él, con dos locutorios adyacentes para tal efecto; y otra,

boquete del acceso al convento y sobre dicho boquete

en un nivel superior para el encuentro de los monjes que es

avanzaría el techo desde el interior cobijando al visitante.

el patio cubierto de acceso al refectorio donde convergen

Detrás del muro se desarrollaría el gran volumen del

varias circulaciones internas…

refectorio, volcado hacia el interior y las demás dependencias con sus relaciones. A la nueva plaza exterior estarían dando el boquete de entrada a la iglesia y el boquete de la portería, muy visibles en este gran muro blanco, cuya forma se enriquecía hacia la iglesia y adquiría la sencillez de un simple muro hacia la portería.

Nota: Los textos en cursiva corresponden en este capítulo a redacción del propio autor de esta edificación, arquitecto Jorge Swimburn.

131


p. 51 / Planta 1er nivel

REFECTORIO 1972 1. Acceso 2. Celda 3. Locutorios 4. Dormitorio 5. Bodega 6. Cocina 7. Refectorio 8. Plaza

p. 52 / Planta 2 º nivel

132


f. 106

El refectorio está en un piso más arriba que el patio de la

La respuesta arquitectónica guarda estrecha relación con la

portería, lo que lo independiza y a su vez lo relaciona con la

forma en que los monjes comen, mirando hacia el centro

parte posterior del convento hacia el cerro. Desde el claustro

del espacio donde está la mesa de huéspedes, centrados,

se sube por una ancha escalera hacia el refectorio, recorrido

callados en la comida y escuchando al lector.

que los monjes realizan varias veces al día viniendo desde la iglesia o las celdas. El refectorio es un espacio volcado hacia

En la cocina lo relevante es un mueble central diseñado para

el interior, con vistas hacia el exterior muy controladas,

que los monjes preparen y laven los platos conversando

secundarias y puntuales. Solo se abre una ventana de

alrededor… La cocina y repostero tienen luz cenital, que

ángulo haca el claustro y la cordillera y una opuesta que,

además sirve de ventilación, mientras que hacia el sur hay

como se ha señalado, mira hacia el cerro Manquehue y el

una ventana corrida mirando el cerro y el patio donde llega

poniente.

el vehículo con las provisiones.

133


134

p. 53 / Corte A–A

p. 54 / Corte B–B

p. 55 / Corte C–C

p. 56 / Corte D–D


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p. 57 / Elevación poniente

p. 58 / Elevación norte

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f. 110

f. 111

137


El refectorio posee una gran losa de cubierta, la que se diseñó de viguetas para darle mayor riqueza formal y condiciones acústicas al espacio. El techo es plano e impermeabilizado, como el resto del convento, buscando la pureza formal de la volumetría del conjunto. Predominantemente, el edificio es de albañilería reforzada a la vista y pintado a la cal. El encargo de este edificio fue hecho al arquitecto Jorge Swinburn, quien, en esa época, formaba parte de una sociedad con Sergio Larraín G.M. e Ignacio Covarrubias. El proyecto se desarrolló en la oficina de dicha sociedad el año 1971 y estuvo a cargo de Swinburn. La estructura fue calculada por los ingenieros Víctor Rivera, Leopoldo Balada, Andrés Lederer y Marcial Baeza, iniciándose su construcción en 1972 por la Empresa Anguita y Lederman, y terminándose en febrero de 1973. f. 112

f. 113

138


f. 114

139


Plazuela de Acceso

De acuerdo a la reformulación del proyecto del conjunto del monasterio realizado por el equipo de arquitectos de la Universidad Católica de Valparaíso, el Hno. Martín Correa O.S.B. definió y ejecutó, al momento de edificarse la Iglesia, el camino de acceso al convento en su ubicación actual. En el tramo final del camino se proyectó, a un lado y contra la pendiente del cerro, un muro de contención de piedra de río partida por la mitad, que sirve para proteger la clausura… y que siempre acompaña hasta la puerta del monasterio, siguiendo el relieve en forma fluida… Al otro lado, una alineación de olmos que dan sombra en verano y cuyos troncos sirven para modular la visión que se tiene desde el cerro hacia la ciudad. Al llegar a la iglesia, el camino se ensancha formándose una plazuela longitudinal que tiene primero un estacionamiento de automóviles, y luego un recinto peatonal con tres niveles que suben gradualmente. Esta plazuela sirve como atrio o espacio intermedio, con árboles de sombra antes de entrar a la luz más controlada de la iglesia. También es el lugar de celebraciones litúrgicas como la del Fuego Pascual o el Domingo de Ramos, mirador de Santiago y lugar de reunión después de la misa. La plazuela fue proyectada el año 1975 por el arquitecto Raúl Irarrázabal y ejecutada en esa misma fecha.

140


141 f. 115


p. 59 / PLAZUELA DE ACCESO Planta general

142


f. 116

143


Biblioteca

La biblioteca completa por su costado oriente el tercer lado

La materialidad de la biblioteca está, básicamente,

del claustro principal, dado que hacia el sur se encuentra

conformada por muros de hormigón y albañería a la vista,

el cuerpo de celdas y al poniente la iglesia, mientras que

cubiertos con cal. Los marcos y batientes de los ventanales

la hospedería, al estar en un nivel inferior, no constituye un

son metálicos, así como barandas y pilares interiores, todos

límite hacia el norte. Desde el nivel del claustro tiene una

ellos pintados de negro.

altura mínima de 3,20 metros, para permitir el máximo de visión hacia la cordillera de los Andes.

El edificio fue proyectado por Raúl Irarrázabal en 1980. La construcción se realizó ese mismo año y estuvo a cargo de la

Se eligió una expresión plástica que siguiera el mismo espíritu

empresa constructora Cruz del Sur. El cálculo estructural fue

de los volúmenes anteriormente construidos para no alterar

realizado por la oficina de ingenieros Rivera, Balada, Lederer

la armonía del conjunto. Interiormente, la biblioteca tiene un

y Baeza.

sentido longitudinal: se entra primero a una antesala, para luego bajar a la sala de lectura y, finalmente, al depósito de libros que tiene dos pisos. Los libros están en el fondo de la perspectiva, protegidos por un ventanal metálico, como un patrimonio de gran valor. El avance visual está modulado por la estructura de pilares y vigas de concreto armado, y está acompañado por un aumento progresivo de la altura, pues, mientras por un lado se mantiene el nivel del cielo, por el otro, el piso va bajando junto con el desnivel del terreno natural. Los libros tienen una luz medida para que no se dañen, a través de ventanas verticales que corresponden a los pasillos transversales y mediante los cuales se accede a las estanterías. La sala de lectura tiene amplios ventanales hacia el oriente y la cordillera. f. 117

Nota: Los textos en cursiva corresponden en este capítulo a redacción del propio autor de estas edificaciones, arquitecto Raúl Irarrázabal.

144


f. 118

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1

2

3

p. 60 / Planta primer nivel

4

p. 61 / Planta nivel zócalo

BIBLIOTECA 1980 1. Acceso conexión–celdas 2. Salas de lectura 3. Depósito de libros 4. Bodega

p. 62 / Corte A–A

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p. 63 / Elevación oriente

p. 64 / Elevación poniente

p. 65 / Elevación norte

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p. 66 / Corte B–B


f. 121

149


7 CONSTRUCCIONES POSTERIORES A 1988 Desde la publicación de esta obra en 1988 la orden ha

Luego, en 1996, se realizaron una serie de obras de adelanto.

encargado sucesivamente al arquitecto Raúl Irarrázabal

En primer lugar, se construyó una portería, la que incluyó una

Covarrubias (algunas de cuyas acotaciones aquí citamos)

tienda de planta triangular, con un lucernario central y un

el diseño de una serie de nuevos recintos y adecuaciones

banco de espera que enfrenta la librería. Este nuevo recinto

internas al conjunto del monasterio, actualizándolo y

ayudó a conformar un pequeño “patio de los locutorios” por

adaptándolo a nuevas necesidades. Ello, siempre bajo el

estar estos flanqueando dicho espacio, al que se le instaló

concepto de ir construyendo un conjunto unitario, siguiendo

una fuente de agua, completando la composición con dos

estrictamente la impronta asceta establecida desde el inicio

cipreses mediterráneos (Cupressus sempervirens).

por el proyecto de Jaime Bellalta. Conjunto arquitectónico que resultó en una feliz síntesis de la modernidad del

Asimismo, ese año, se construyó una anhelada sala

Bauhaus y la tradición de Chile Central, trabajando

capitular, igualmente con lucernarios cenitales, los que

diferentes arquitectos como si fueran uno solo, siguiendo el

iluminan, pero conservan la intimidad: uno para el lugar del

ideal de San Benito de austeridad y paz.

abad, otro para iluminar una plancha recordatoria con la historia de la fundación del monasterio y un tercero para

Así, a principios de los años 90 se renovaron las bancas

iluminar el cuadro de la Virgen de Las Condes de Fray

de madera del coro de la Iglesia, pasando éstas a tener

Pedro Subercaseaux y que en nuestra edición de 1988 se

respaldos. Trabajo realizado –al igual que su fabricación

mostraba en el recibidor de la hospedería masculina. Luego,

original– en el propio taller de carpintería del monasterio.

dado la ancianidad de algunos monjes, en el costado sur del claustro, se instaló un ascensor para llegar hasta el tercer

En 1993 se le introdujeron mejoras al claustro, incorporándole

piso, agregándose una enfermería con una terraza soleada,

una fuente central, caminos de piso de ladrillo de chonchón,

celdas para los monjes y un oratorio con un muro curvo de

tazas para los naranjos– que en el proyecto se regaban por

fondo que recibe la luz solar, degradándola. Se acondicionó

gravedad desde la fuente de agua– muchos maceteros

allí también una sala para los novicios con un sombreadero.

con alegres cardenales, dos palmas de Las Canarias para encuadrar el paisaje del valle y una higuera generosa.

Y finalmente, en ese afanoso 1996, en el subterráneo de la

Estas obras incluyeron cerrar su lado poniente para evitar

Iglesia, anteriormente un espacio no del todo valorado, se

los resfríos de los monjes, quienes diariamente transitan

habilitó una sala múltiple, un pequeño auditórium y una

desde antes del alba hacia la iglesia para las maitines, laudes

bodega. Recordemos que ese espacio estuvo en sus inicios

y prima.

destinado a alojar múltiples altares dado las disposiciones

Nota: Los textos en cursiva corresponden en este capítulo a redacción del propio autor de estas edificaciones, arquitecto Raúl Irarrázabal.

150


f. 122

f. 123

f. 124

151


3

1

2

3

1

0

p. 67 / Planta de conjunto actual

eclesiásticas a la época del diseño y construcción de la

de la Iglesia, donde pueden alojar mujeres y un matrimonio.

iglesia, la que antecedió al Concilio Vaticano II, y en que no

La entrada a este volumen se realiza desde la plazuela de

era posible concelebrar misa.

acceso al monasterio. Para tener independencia … se [le] hizo un pasillo con luz cenital y una sala de estar que tiene

Pero de todas las adiciones y renovaciones posteriores a

una terraza sombreada por una pérgola. Esta última con

1988, la de mayor envergadura fue sin duda la construcción

una bella vista norte hacia el valle.

en 2001 de la Hospedería externa. Ésta se construyó al norte

152

5


5

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p. 68 / Corte 1–1

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p. 69 / Corte 2–2

0

5

p. 70 / Corte 3–3

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0

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p. 71 / Elevación norte

0

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p. 72 / Elevación poniente

155



8 SIGNIFICADO ARQUITECTÓNICO

Y PATRIMONIAL DEL MONASTERIO

El conjunto de edificios que conforman el monasterio

huella se descubre en todo lo que sigue, las obras de Las

Benedictino de Las Condes fueron proyectados y construidos

Condes poseen una novedad que arranca del desafío de

en un período de 27 años, que va desde 1953, en que se

acoger la vida contemplativa de un conjunto de monjes

convoca el concurso inicial, hasta 1980 en que se levanta

benedictinos en un medio geográfico que es asumido como

la biblioteca. Los arquitectos que realizaron dichas obras

determinante del proyecto. Hay una articulación de espacios

pertenecen a una generación que se formó en el espíritu del

y volúmenes puros, de hormigón coloreado de blanco, que

movimiento moderno internacional y muy especialmente

demuestran una particular interpretación de la arquitectura

en la huella de Le Corbusier y el Bauhaus de Walter Gropius.

contemporánea con un alto grado de expresión poética y calidad estética(2).

Si bien aparecen en la arquitectura nacional intentos por reproducir muy fielmente los vocabularios formales de los

No obstante la diversidad de arquitectos que participaron en

maestros, las condiciones locales, entre las que destacan

el monasterio, pero debido, indudablemente, a su fidelidad

las exigencias antisísmicas y las restricciones económicas,

al modelo inicial y a una formación más o menos común,

hicieron modificar los modelos iniciales, produciendo obras

el resultado es una obra unitaria, con inflexiones propias

de una cierta claridad formal y sencillez de materiales.

de cada uno de los edificios que conforman el conjunto.

La mentalidad racionalista, poco imaginativa, el temor al

La composición formal que sigue una geometría nítida, el

ridículo, resultado de la educación nacional, y por otra parte

elaborado juego de planos y el control de la luz, que en la

el peso de una tradición de orden que tal vez se expresaba

iglesia alcanza una “corporeidad inmaterial”, recuerdan la

en el simple clasicismo de la arquitectura más o menos

lección básica de Le Corbusier: la arquitectura como el sabio

espontánea, favorecieron dentro del movimiento moderno

manejo de los volúmenes bajo la luz.

la aparición de obras discretas, equilibradas, lejanas a la exuberancia y a la fuerte originalidad de las creaciones

Pero, junto al anterior, hay en el monasterio benedictino

brasileñas o mexicanas de la época(1).

una fuerza que nace de la voluntad de hacer realidad el encuentro de la arquitectura, como manifestación

Sin desconocer la inserción del monasterio dentro del

cultural, con la fe cristiana. La fe se intenta encarnar en la

movimiento moderno y el empleo de todos sus elementos

arquitectura y a través de la materialidad arquitectónica, del

técnicos y formales, de los cuales ya el primer edificio

espacio y la forma de los edificios, expresar los fundamentos

proyectado por Jaime Bellalta es un buen ejemplo y cuya

trascendentes que sustentan, guían y ordenan lo construible.

(1) Mario Pérez de Arce L.: “Notas sobre arquitectura moderna en Chile”, en “Revista del Arte y la Arquitectura en América Latina”, Nº 8, Vol.2, Colombia, 1982.

(2) Ibid.

157


9

MI EXPERIENCIA EN EL MONASTERIO

Patricio Gross Fuentes

Con toda honestidad y respeto por todos los que han

1964, el entonces Hermano Gabriel, me regaló dos preciosas

trabajado en la construcción del Monasterio, actual Abadía,

perspectivas para la entrega de mi proyecto de titulación.

creo que es preciso señalar que probablemente este libro no se habría realizado sin el hecho de que conocí y participé muy activamente en todo el desarrollo del proyecto de la iglesia y proyecté y participé en la construcción de la Hospedería de Hombres, viviendo en el convento por casi cuatro años.

a los hermanos Martín Correa y Gabriel Guarda el proyecto de la iglesia, este último me invita a ayudarlos con su desarrollo. Pero con una condición: irse a vivir al monasterio para estar en contacto con el hermano Martín, ya que él

Mi vinculación con el Monasterio Benedictino data

partiría por un largo tiempo a estudiar filosofía al monasterio

de mi época de estudiante de arquitectura cuando

de Los Toldos, en Argentina. Acepté entusiasmado ante

aproximadamente en 1958 conocí a Fernando Guarda, diez

la perspectiva de vivir esta experiencia. Yo, a la época, era

años mayor y quién había estudiado, al igual que yo entonces,

solo un recién egresado de arquitectura. Como base para mi

en la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad

trabajo, recibí de parte de los monjes un plano a pequeña

Católica. Él, como varios estudiantes y ex estudiantes de

escala y una maqueta de trabajo, elementos que sí definían

esta escuela, arrendaba un pequeño taller a la iglesia de la

claramente la idea de los dos cubos intercalados, la rampa

VeraCruz en el Barrio Lastarria, a pasos de nuestra escuela

de acceso y el volumen proyectándose hacia el vacío.

en calle Villavicencio, la que ocupaba dos casas contiguas para los cursos de tercero, cuarto y quinto año de la carrera, mientras que los dos primeros se impartían en el cuarto piso del edificio central en la Alameda. Ello cambió en 1959 cuando a comienzos del año toda la Escuela de Arquitectura, junto con la Escuela de Arte, se trasladaron a Lo Contador, antigua casa de hacienda de los siglos 18 y principios del 19, en el actual barrio de Pedro de Valdivia Norte. Ello por iniciativa del decano Sergio Larraín García–Moreno, que convenció a la universidad de esta compra, adquiriendo él una casa contigua de inquilino como su residencia.

158

Cuando el Prior padre Adalberto Metzinger les encomienda

A partir de allí, con sistemáticas reuniones en las tardes con Martín, a continuación de las oraciones de sextas, se fue

desarrollando

el

proyecto

definitivo.

Ocupaba

yo dos celdas del edificio de Bellalta, arquitecto que conocí muy bien algunos años después y quien llegó a ser mi jefe en la Corporación de Mejoramiento Urbano y compadre: una para dormir y otra para la mesa de dibujo. Allí fueron desarrollados los planos generales, de detalles, perspectivas, maquetas y especificaciones técnicas. También salidas a reuniones con calculistas y otros especialistas, como también a comprar materiales, lo que

La cercanía con Guarda, próximo a entrar a la orden

me obligaba permanentemente bajar el cerro para esperar

Benedictina, se dio, entre otras razones, por una común fe

la “micro” y regresar al monasterio, a veces al anochecer.

religiosa, por el interés en la historia y por supuesto, a través

Todo ello, hasta que un día, preocupado por mi peregrinar

de nuestra vocación por la arquitectura. Lo apoyé en aquel

dado que el cerro Los Piques era entonces un lugar alejado

tiempo con algunos dibujos de su proyecto de título: “Mercado

de la ciudad, el econo del Convento, padre Eduardo Lagos,

de Valdivia”, antes de él irse al monasterio. Años después, en

propuso comprarme una citroneta para desplazarme con


mayor facilidad, la que pagaría con cargo a mis honorarios.

para entonces hube de dedicarme de lleno a desarrollar

El vehículo, mi primer auto, resultó ser verdaderamente

mi propio proyecto de título de arquitecto, el que debía

imprescindible, especialmente cuando se acercaba la

aprobar como condición ineludible para hacer uso de una

construcción de la obra, ya a fines de 1963, especialmente

beca a Alemania ese mismo año. Titulación que había

para las reuniones con la empresa constructora.

postergado algunos años por la no transable experiencia

Permanecí en esta vida monacal y formativa hasta inicios de 1964 cuando comenzó la construcción de la iglesia, pues

de estar inmerso y trabajando en el extraordinario proyecto del monasterio Benedictino de Las Condes.

159



10 AGRADECIMIENTOS Los autores quieren manifestar sus agradecimientos a todos los que han hecho posible esta segunda edición y muy especialmente a las siguientes entidades y personas: a la Corporación del Patrimonio Cultural de Chile, impulsora y auspiciadora de la reedición, a través de Roberto Fuenzalida, su director Ejecutivo y a Elena Cruz, directora de Proyectos; a Ediciones UC, que facilitó los originales de la primera edición y autorizó esta segunda edición, especialmente a María Angélica Zegers, su directora; a los autores de las nuevas fotografías en color, quienes las han facilitado para su inclusión en el texto; al arquitecto Iván González, quien redibujó las nuevas planimetrías; a María Luisa Godoy por el nuevo diseño y producción, como por su gran interés y dedicación, lo que ha permitido dar forma a esta nueva edición; al muy estimado hermano Martín Correa O.S.B. por su entusiasmo y aporte constante para revisar y completar los escritos e imágenes, ayudándonos muy de cerca con el objetivo de entregar una segunda edición que honre la obra arquitectónica y refleje el espíritu que la anima. Finalmente, a todos aquellos que nos han alentado durante este tiempo para llevar a feliz término este libro, así como a quienes han contribuido y aportado recursos para la presente publicación.

161


11

LISTADO DE DIBUJOS Y PLANOS

LISTADO DE DIBUJOS d. 1 d. 2 d. 3 d. 4 d. 5 d. 6/7/8 d. 9 d. 10 d. 11 d. 12/13 d. 14/15 d. 16 d. 17 d. 18 d. 19 d. 20/21 d. 22 d. 23 d. 24 d. 25

162

San Benito en el Cono Sur Postal/Arch. Conv. Benedictino 25 Direcciones espaciales, orig. Bellalta Arch. Jaime Bellalta 35 Croquis proyecto, orig. Bellalta ´´ 37 Propuesta de A. Cruz y equipo Arch. Esc. Arquitectura U.C.V 46 Propuesta de Isométrica del conjunto Alberto Cruz C. y equipo, U.C.V 47 Estudios para iglesia definitiva ´´ 49 Proposición sobre clausura y accesos ´´ 50 Proposición agrícola y relación con arquitectura ´´ 50 Plano de conjunto, Inst. Arq. U.C.V ´´ 51 Croquis Inst. Arq. U. Católica de Valparaíso ´´ 52 Croquis Inst. Arq. U. Católica de Valparaíso ´´ 53 Trazado nuevo camino, orig. Hno. Martín Correa Arch. Conv. Benedictino 54 Secuencia vistas camino, orig. padre G. Guarda, O.S.B. ´´ 55 Esquema de la iglesia, orig. Hno. Martín ´´ 56 Perspectiva de la iglesia, orig. padre G. Guarda, O.S.B. ´´ 57 Estudios de la hospedería, orig. P. Gross Arch. Patricio Gross F. 58/59 Estudio de la portería, orig. J. Swinburn Arch. Jorge Swinburn P. 60 Croquis de la biblioteca, orig. R. Irarrázabal Arch. Raúl Irarrázabal P. 61 Croquis plaza de acceso, orig. R. Irarrázabal ´ ´´ 61 Corte diagonal iglesia, orig. Hno. Martín Arch. Conv. Benedictino 124


LISTADO DE PLANOS p. 1 Convento 1988 p. 2 ´´ p. 3 Anteproyecto 1953 p. 4 Capilla Refectorio p. 5 ´´ p. 6 ´´ p. 7 ´´ p. 8 ´´ p. 9 ´´ p. 10 ´´ p. 11 ´´ p. 12 ´´ p. 13 Cuerpo de Celdas 1954 p. 14 ´´ p. 15 ´´ p. 16 ´´ p. 17 ´´ p. 18 ´´ p. 19 ´´ p. 20 ´´ p. 21 ´´ p. 22 ´´ p. 23 Cuerpo Inicial 1953 p. 24 ´´ p. 25 ´´ p. 26 ´´ p. 27 Cementerio 1954 p. 28 ´´ p. 29 ´´ p. 30 Hospedería 1961–62 p. 31 ´´ p. 32 ´´ p. 33 ´´ p. 34 ´´ p. 35 ´´ p. 36 ´´ p. 37 ´´

Plano de ubicación 64/65 Plano de conjunto 66/67 Plano de conjunto 71 Planta 1er nivel 72 Corte A–A 72 Corte B–B 72 Planta 2º nivel 73 Planta 3er nivel 73 Elevación poniente 74 Elevación oriente 74 Elevación norte 75 Elevación sur 75 Planta 1º nivel 78 Planta 2º nivel 78 Planta 3er. nivel 78 Corte A–A 80 Corte B–B 80 Corte C–C 80 Elevación oriente 82 Elevación poniente 82 Elevación norte 82 Elevación sur 82 Planta nivel único 86 Elevación norte 86 Elevación oriente 86 Elevación poniente 86 Planta 90 Corte A–A 91 Corte B–B 91 Planta 1er nivel 94 Planta 2º nivel 94 Corte A–A 100 Corte B–B 100 Corte C–C 100 Elevación oriente 102 Elevación poniente 102 Elevación sur 102

p. 38 Hospedería 1961–62 Elevación norte 102 er p. 39 Iglesia 1963–64 Planta 1 nivel con muebles 112 p. 40 ´´ Planta 1er nivel sin muebles 112 p. 41 Iglesia Anteproyecto 1960 Planta nivel zócalo 114 p. 42 Iglesia Anteproyecto 1963 Planta nivel zócalo 114 p. 43 ´´ Corte A–A 118 p. 44 ´´ Corte B–B 118 p. 45 ´´ Corte C–C 118 p. 46 Anteproyecto 1960 Elevación norte 119 p. 47 Proyecto Iglesia 1963–64 Elevación norte 119 p. 48 ´´ Elevación poniente 121 p. 49 ´´ Elevación oriente 121 p. 50 ´´ Elevación sur 121 er p. 51 Refectorio 1972 Planta 1 nivel 128 p. 52 ´´ Planta 2º nivel 128 p. 53 ´´ Corte A–A 134 p. 54 ´´ Corte B–B 134 p. 55 ´´ Corte C–C 134 p. 56 ´´ Corte D–D 134 p. 57 ´´ Elevación poniente 136 p. 58 ´´ Elevación norte 136 p. 59 Plazuela Acceso 1975 Planta general 142 p. 60 Biblioteca 1980 Planta 1er nivel 146 p. 61 ´´ Planta nivel zócalo 146 p. 62 ´´ Corte A–A 146 p. 63 ´´ Elevación oriente 148 p. 64 ´´ Elevación poniente 148 p. 65 ´´ Elevación norte 148 p. 66 ´´ Corte B–B 148 p. 67 Construcciones posteriores a 1988 Planta conjunto actual 152 p. 68 ´´ Corte 1–1 153 p. 69 ´´ Corte 2–2 153 p. 70 ´´ Corte 3–3 153 p. 71 ´´ Elevación norte 155 p. 72 ´´ Elevación poniente 155

163


12 LISTADO DE FOTOS Arch. C. Benedictino

13

Claustro al atardecer

’’

15

f. 3

Celdas a la puesta del sol

’’

16

f. 4

Claustro al amanecer

’’

17

f. 5

Subiendo el cerro Los Piques

’’

19

f. 6

Fray Pedro en su taller

’’

21

f. 7

Cuadro Virgen de Las Condes

Postal/Arch. C. Benedictino

23

f. 8

Fray Pedro pintando

Arch. C. Benedictino

23

f. 9

Monjes procedentes del Solesmes

’’

26

f. 10

Casas de Lo Fontecilla

Sergio Gelcich R.

27

f. 11

Abadía de Solesmes, Francia

Arch. C. Benedictino

27

f. 12

Monjes procedentes de Beuron

’’

28

f. 13

Primer convento construido en Chile

’’

29

f. 14

Abadía de Beuron, Alemania

’’

29

f. 15

Hermanos y padres benedictinos 1954

’’

31

f. 16

Permiso municipal de la obra

’’

32

f. 17

Primera piedra de la iglesia

’’

33

f. 18

Aérea, al inicio de las obras, 1954

Instituto Geográfico Militar

34

Arch. C. Benedictino

36

f. 1

Ceremonia primera piedra iglesia

f. 2

f. 19/20/21

Maqueta Estudio, proyecto Bellalta

f. 22

Interior de la capilla provisoria ´ ’’

38

f. 23

Exterior nevado de edificio provisorio

’’

39

f. 24

Cuerpo de celdas recién construidos,

cuerpo inicial de capilla y refectorio provisionales

’’

40

f. 25 a 29

Cuerpo de celdas recién construidos

’’

41

Cuerpo de celdas, cementerio, cuerpo de capilla

f. 30

y refectorio provisional.

Arch. Histórico José Vial A.

164

Escuela de Arq. y Dis. PUCV.

42

f. 31 a 36

Cuerpo de celdas recién construido

’’

43

f. 37 a 39

Interior y exterior cuerpo de celdas

’’

44

f. 40 a 42

Escalera cuerpo de celdas

’’

45

f. 43

Propuesta de maqueta

Alberto Cruz C. y equipo, U.C.V

48

f. 44

Maqueta de la iglesia

Arch. C. Benedictino

56

f. 45/46

Patricio Gross

59

f. 47

’’

60

Hospedería actual Portería y refectorio, actual


f. 48

Aérea al estado de 1984

f. 49

Conjunto desde el nororiente, 1988

f. 50

Cuerpo de celdas, 1953

f. 51

Interior de una celda

f. 52

Vista oriente del cuerpo de celdas

f. 53

Vista poniente del cuerpo de celdas

f. 54

Serv. Aerofotogramétrico FACH

62

Sergio Gelcich R.

68

Arch. C. Benedictino

77

Sergio Gelcich R.

79

’’

79

Arch. C. Benedictino

81

Claustro hacia el norponiente

’’

81

f. 55

Claustro hasta el surporiente

’’

81

f. 56

Escala acceso a las celdas

Sergio Gelcich R.

83

f. 57

Vista sur del cuerpo de celdas

’’

83

f. 58

Vista ventanas del pasillo al atardecer

’’

84

f. 59

Caja escala, cuerpo de celdas

’’

84

f. 60

Caja escala, cuerpo de celdas

’’

85

f. 61

Exterior del edificio provisorio

Arch. C. Benedictino

87

f. 62

Interior del pasillo de acceso a celda

Sergio Gelcich R.

87

f. 63

Interior capilla provisoria

Arch. C. Benedictino

87

f. 64

Cementario nevado desde afuera

’’

88

f. 65

Cruz presidiendo el cementerio

’’

89

f. 66

Cementario recien terminado

’’

91

f. 67

Hospedería desde el nororiente

Sergio Gelcich R.

93

f. 68

Acceso a la hospedería

’’

95

f. 69

Pasillo de la hospedería

’’

95

f. 70/71

Vista norponiente de la hospedería

’’

96

f. 72

Vista norponiente de la hospedería actual

’’

97

f. 73

Detalle exterior ventanas del comedor hospedería

’’

98

f. 74

Comedor de huéspedes

’’

98

f. 75

Detalle interior ventanas del comedor hospedería

’’

98

f. 76

Comedor de huéspedes

’’

99

f. 77

Celda para huéspedes

’’

101

f. 78

Hospedería desde el oriente

’’

103

f. 79

Detalle fachada norte

’’

103

f. 80

Hno. Martín Correa y Gabriel Guarda, O.S.B.

’’

104

f. 81

Vista a eje hacia el altar de la iglesia

Sergio Gelcich R.

105

f. 82

Vista a eje desde el coro de monjes

’’

107

Arch. C. Benedictino

108

f. 83 a 85

Construcción de la iglesia 1963–1964

f. 86

Hno. Martín Correa en construcción de la iglesia

f. 87

Rampa interior de acceso

’’

109

Sergio Gelcich R.

111

165


166

f. 88

La Virgen desde el altar

’’

113

f. 89

Pasada del altar mayor al Santísimo

’’

113

f. 90

Escala a la cripta

’’

115

f. 91

Claraboya en bajada a la cripta

Sergio Gelcich R.

115

f. 92

Altar del Santísimo ’’

117

f. 93

Misa en el altar

’’

117

f. 94

Iglesia desde el norte

’’

120

f. 95

Exterior del nicho de la Virgen de noche

’’

122

f. 96

El Campanil

’’

122

f. 97

Exterior del nicho de la Virgen

’’

122

f. 98

Vista desde el poniente

’’

125

f. 100/101

Maqueta de la Virgen

Marta Colvin

127

f. 102/103

Escultura de la Virgen

Francisco Gazitúa

127

f. 104

Monjes con la virgen

Rafel Rosende

129

f. 105

Portería desde plaza de acceso

Jorge Swinburn P.

130

f. 106

Refectorio de los monjes

’’

133

f. 107

Llegada a la portería

’’

135

f. 108

Reja de la portería

’’

137

f. 109/110/111

Volúmenes de portería y refectorio

’’

137

f. 112

Alero de la portería–refectorio

’’

138

f. 113

Detalle de ventanas en la portería

’’

138

f. 114

Patio del refectorio

’’

139

f. 115

Plazuela de acceso como explanada

Sergio Gelcich R.

141

f. 116

Plazuela de acceso

’’

143

f. 117

Biblioteca a nivel del claustro

’’

144

f. 118

Biblioteca limitando el claustro

’’

145

f. 119

Ventanas del depósito de libros

’’

147

f. 120

Biblioteca desde el poniente

’’

147

f. 121

Textura del moldaje en la biblioteca

’’

149

f. 122

Bancas de la iglesia con respaldos

’’

151

f. 123

Tienda y patio de los locutorios 1996

’’

151

f. 124

Patio del claustro 1993

’’

151

f. 125

Hospedaje de mujeres

’’

154


13

BIBLIOGRAFÍA

Durante la investigación que dio origen a este libro se intentó identificar toda la publicación que, de un modo u otro, tuviera relación con la arquitectura del monasterio, desde aquellas que solo hacen una simple mención hasta las que dedican la edición completa al tema, incluyendo libros, informes de investigación, revistas y artículos de diarios y semanarios. También se revisó bibliografía vinculada a la obra en el contexto de la arquitectura religiosa y arquitectura contemporánea latinoamericana.

SEGRE, ROBERTO (Relator) América Latina en su arquitectura, parte segunda: La arquitectura, capítulo II: Influencias externas y significado de la tradición, por Max Cetto. Ed. Siglo XXI. México, 1975.

En general, la bibliografía se refiere principalmente a la iglesia del monasterio, sin considerar el resto de los edificios, destacando el valor de la obra dentro de un panorama de la arquitectura en Chile y en Latinoamérica. Los artículos periodísticos no aportan mayores antecedentes, comentando la arquitectura principalmente a través de una entrevista a sus autores y haciendo mención al impacto que la obra a provocado en el medio nacional.

GUTIÉRREZ, RAMÓN Arquitectura y urbanismo en Iberoamérica. Ed. Manuales de Arte Cátedra. Madrid, 1984.

Puede decirse con propiedad que no existe a la fecha ninguna publicación que entregue una documentación completa del monasterio, su historia y una reflexión sobre su significación y aporte al patrimonio arquitectónico.

BAYON, DAMIAN; GASPARINI, PAOLO Panorama de la arquitectura latinoamericana, capítulo: Chile, entrevista a Emilio Duhart. Editorial Blume/UNESCO. Barcelona,1977.

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La Iglesia del Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes: la luz como generatriz del espacio moderno litúrgico, dirigida por Víctor Pérez Escolano e inscrita en febrero del 2010, en el Departamento de Historia, Teoría y Composición Arquitectónica, ETSA, Universidad de Sevilla, España. 6 de abril y aceptado el 2 de agosto de 2012. http://revistas.ubiobio.cl/index.php/AS/article/view/792/749.

MÜLLER, FÁBIO O templo cristão na modernidade, Permanências Simbólicas & Conquistas Figurativas, Capítulo 3.5 Virtuosismos Técnicos e Sensibilidade Lírica, Pág. 205. Dissertação sob orientação do Prof. Arq. Ph. D. Heitor da Costa Silva e co–orientação do Prof. Arq. Dr. Carlos Eduardo Dias Comas, apresentada ao Programa de Pós–Graduação em Arquitetura da Universidade Federal do Rio Grande do Sul – PROPAR/ UFRGS –, para obtenção do título de Mestre em Arquitetura. Porto Alegre, primeiro semestre de 2006. http://livros01. livrosgratis.com.br/cp028692.pdf

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SANTIAGO DE CHILE / 2021



Patricio Gross F. Enrique Vial B. (Monumento Histórico), cuya iglesia es obra de Gabriel Guarda O.S.B. (+) y Martín Correa O.S.B., integra con propiedad el patrimonio histórico del país, constituyéndose por su notable valor en un pilar de nuestra identidad cultural y en una de las obras de arquitectura contemporánea de mayor relevancia nacional y continental.

Una obra de arquitectura patrimonial

MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES

El Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes

MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES

Patricio Gross Fuentes

Enrique Vial Briceño


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