Patricio Gross F. Enrique Vial B. (Monumento Histórico), cuya iglesia es obra de Gabriel Guarda O.S.B. (+) y Martín Correa O.S.B., integra con propiedad el patrimonio histórico del país, constituyéndose por su notable valor en un pilar de nuestra identidad cultural y en una de las obras de arquitectura contemporánea de mayor relevancia nacional y continental.
Una obra de arquitectura patrimonial
MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES
El Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes
MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES
Patricio Gross Fuentes
Enrique Vial Briceño
MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES Una obra de arquitectura patrimonial
MONASTERIO Y CIUDAD
N
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MONASTERIO Y ENTORNO
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Pablo Altikes
Pablo Altikes
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Archivo Monasterio Benedictino
Archivo Monasterio Benedictino
IGLESIA 13
Pablo Altikes
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Fotos archivo Monasterio Benedictino
Fotos archivo Monasterio Benedictino
Mª Luisa Godoy
Archivo Monasterio Benedictino
Archivo Monasterio Benedictino
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Fotos archivo Monasterio Benedictino, revista AOA
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Rafael Rosende
31
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Fotos Rafael Rosende
CUERPO DE CELDAS
Fotos Patricio Gross
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Patricio Gross
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CLAUSTRO
Fotos archivo Monasterio Benedictino
Fotos archivo Monasterio Benedictino
SALA CAPITULAR
Archivo Monasterio Benedictino
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HOSPEDERÍA
Fotos Patricio Gross / Mª Luisa Godoy
BIBLIOTECA
Fotos archivo Monasterio Benedictino
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PORTERÍA Y REFECTORIO
Fotos archivo Monasterio Benedictino
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Patricio Gross
HOSPEDERÍA FEMENINA
Fotos Mª Luisa Godoy
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PLAZUELA DE ACCESO
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Sofía Rosende
CEMENTERIO
54
Fotos archivo Monasterio Benedictino
EDICIONES UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE Vicerrectoría de Comunicaciones Av. Libertador Bernardo O’Higgins 390, Santiago, Chile editorialedicionesuc@uc.cl www.ediciones.uc.cl MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES Una obra de Arquitectura Patrimonial Segunda edición 2021 © Inscripción Nº 2021-A-7296 Derechos reservados Agosto 2021 ISBN N° 978-956-14-2868-3 ISBN digital N° 978-956-14-2869-0 Dibujo y Levantamiento de Planos: Paz Riera Iván González Fotografías: Archivo Monasterio Benedictino Sergio Gelcich R. Juan Purcell M. Jorge Swinburn P. Patricio Gross F. Pablo Altikes María Luisa Godoy B. Rafael Rosende A. Sofía Rosende G. Diseño, Diagramación y Producción: María Luisa Godoy B. Corrección de Textos: Óscar Aedo I. Impresión: Ograma impresores
CIP- Pontificia Universidad Católica de Chile Gross, Patricio, 1938-, autor. Monasterio Benedictino de Las Condes: una obra de arquitectura patrimonial / Patricio Gross Fuentes, Enrique Vial Briceño. Segunda edición. Incluye Bibliografía. 1. Monasterios – Chile – Diseño y planos. 2. Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de las Condes (Chile) – Diseño y planos. I. t. II. Vial, Enrique, 1956-, autor. 2021 126.7098331 + DDC23 RDA
MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES Una obra de arquitectura patrimonial
Patricio Gross Fuentes
Enrique Vial Briceño
ÍNDICE
1 2
PRESENTACIÓN DE LA SEGUNDA EDICIÓN 4
3
ADVERTENCIA PRELIMINAR DE LA PRIMERA EDICIÓN
PRÓLOGO 7 11
4
VIDA MONACAL E HISTORIA DEL MONASTERIO BENEDICTINO 13 • Pensando en el Monasterio, Juan de Dios Vial C. 14 • Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes, Gabriel Guarda O.S.B.† 20
5
6
ANTECEDENTES DE LA CONSTRUCCIÓN DEL MONASTERIO 34 EDIFICIOS Y LUGARES QUE COMPONEN EL MONASTERIO 62 • Cuerpo de celdas 70 • Cementerio 88 • Hospedería 92 • La iglesia 104 • Refectorio y portería 130 • Plazuela de acceso 140 • Biblioteca 144
7 CONSTRUCCIONES POSTERIORES A 1988 150 8 SIGNIFICADO ARQUITECTÓNICO Y PATRIMONIAL DEL MONASTERIO
157
9 MI EXPERIENCIA EN EL MONASTERIO Patricio Gross 158 10
AGRADECIMIENTOS
161
11 LISTADO DE DIBUJOS Y PLANOS 162 12 LISTADO DE FOTOS 164 13 BIBLIOGRAFÍA
167
1 PRESENTACIÓN DE LA SEGUNDA EDICIÓN En diciembre de 1988, hace ya cerca de 33 años, la Pontificia Universidad Católica de Chile, a través de Ediciones UC, publicó el libro “El Monasterio Benedictino de Las Condes. Una obra de arquitectura patrimonial”, en homenaje a los 100 años de la universidad y a los 50 años del Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes. El libro contó con el auspicio del Chase Manhattan Bank y se encabezó con dos presentaciones, una del padre Gabriel Guarda O.S.B., a la época Abad del Convento, y otra de Juan de Dios Vial Correa, en ese momento rector de la Universidad. Como autores de la primera edición sentimos una sincera alegría por la acogida que recibió, tanto nacional como internacional, agotándose hace ya mucho tiempo, y recogiendo desde muchos sectores, incluidos los propios monjes, el interés por su reedición. Sin duda que ello ha sido el resultado de la calidad de la obra arquitectónica expuesta, declarada Monumento Nacional en 1981, la que a través del libro puede ser comprendida a cabalidad, así como el espíritu que siempre animó el conjunto de las edificaciones, desde el volumen inicial de las celdas proyectado por Jaime Bellalta, hasta lo construido hasta la fecha desde la publicación original. Igualmente, hemos querido traducir, de la mejor manera posible, el sello de austeridad de los monjes benedictinos que se encarna en el monasterio y la vida de ascetismo y contemplación que los anima. Es preciso señalar que este libro probablemente no se habría escrito sin considerar el hecho de que uno de sus autores conoció y participó muy activamente desde sus inicios en todo el desarrollo del proyecto de la iglesia, así como también diseñó y dirigió la construcción de la
4
Hospedería de Hombres, todo lo cual lo realizó viviendo en
Queremos señalar que hemos incluido textualmente los
el monasterio por cerca de tres años a partir de 1961. Del
escritos del entonces rector Juan de Dios Vial Correa,
mismo modo, relevante fue la investigación realizada por
posteriormente nombrado rector emérito y el entonces
ambos autores bajo el alero de la Pontificia Universidad
Abad padre Gabriel Guarda O.S.B. de la primera edición
Católica en 1988, investigación a la que se incorporó el
de 1988, publicada como homenaje a los 100 años de la
arquitecto Enrique Vial y que permitió conocer de primera
Pontificia Universidad Católica de Chile y a los 50 años
fuente los pensamientos y experiencias de los distintos
del Monasterio de la Santísima Trinidad de Las Condes.
arquitectos que participaron en las sucesivas etapas de
Son dos textos invaluables en sí mismos, más allá de su
diseño y construcción del Monasterio y hacer una vasta
contribución a este libro, impresionando la profunda
recopilación de material gráfico y antecedentes históricos,
espiritualidad católica del rector como también su
incluyendo los del concurso inicial, muchos de ellos
conocimiento teologal e histórico de la Iglesia, en especial
hasta entonces dispersos en las oficinas y talleres de sus
de la Regla de San Benito. Por su parte, la presentación
distintos autores.
del padre Guarda es un verdadero regalo pues ofrece una completa cronología, con amplios antecedentes y
La ocasión de reeditar este libro nos permite, en primer
anécdotas de la creación del Monasterio, hoy día Abadía,
lugar, actualizarlo con las obras realizadas después de
desde que fue apenas una idea hasta su realización en
1988, agregar algunos pocos acápites que nos parecen
dicha época, producto sin duda de sus más queridas
relevantes a la luz de los años transcurridos, como
investigaciones históricas.
también llevar a cabo mejoras fotográficas y añadir vistas en color que permiten una mejor lectura de los espacios
El Capítulo 8, significado arquitectónico y patrimonial
y volúmenes del convento, así como de su extraordinaria
del Monasterio, también se ha mantenido en su versión
luminosidad interior, todo ello a través de una nueva
original, destacando las citas sobre la arquitectura inicial
diagramación y acorde con los recursos materiales y
del Monasterio, proyecto de Jaime Bellalta, y su inserción
tecnológicos actuales.
en el Movimiento Moderno, comentarios que entonces le merecieron al arquitecto Mario Pérez de Arce Lavín,
Al igual que en la edición anterior, hemos querido
Premio Nacional de Arquitectura 1989.
mantener como título del libro “El Monasterio Benedictino de Las Condes”, como es públicamente conocida esta
Finalmente,
obra, no obstante que, en función del número de monjes
reconocimiento a todas aquellas personas fallecidas
con votos solemnes, la independencia económica del
fueron actores relevantes en la concepción y concreción
convento y la voluntad de llevarlo a cabo, significó en 1981
de esta obra, así como a quiénes hicieron posible la
su reconocimiento en la categoría de abadía, siendo su
publicación inicial de este libro en 1988 bajo el sello
primer Abad el padre Eduardo Lagos, O.S.B. y quedando
Ediciones Universidad Católica de Chile.
rendimos
un
sentido
homenaje
y que
desde entonces como la “Abadía Benedictina de la Santísima Trinidad de Las Condes”.
5
2 PRÓLOGO La reedición de este libro, que fue publicado originalmente en 1988 con motivo de los 50 años del Monasterio y los 100 años de la Pontificia Universidad Católica de Chile, es una iniciativa que valoramos y agradecemos. Sus autores, Patricio Gross y Enrique Vial, se han empeñado y, venciendo cualquier obstáculo, han podido finalmente llevar a buen puerto este proyecto con la valiosa colaboración de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile. Para la comunidad de monjes que habitamos este lugar, los edificios que aquí se describen forman parte de nuestro entorno cotidiano desde donde, a través del ora et labora, nos empeñamos en la búsqueda de Dios, tomando por guía el Evangelio. Al mismo tiempo, para los alumnos de arquitectura que tantas veces vienen aquí a dibujar, especialmente la iglesia, y para tantos otros visitantes, esperamos que la reedición de este libro pueda serles un instrumento útil para que puedan gustar más allá de la arquitectura el espíritu que ha animado el conjunto de esta obra, considerada ya en nuestro país como de arquitectura patrimonial. +Benito Rodríguez, O.S.B. Abad
7
Esta segunda edición del libro “El Monasterio Benedictino de Las Condes, una obra de arquitectura patrimonial”, cuya primera publicación se enmarcó en la celebración de los 100 años de nuestra Universidad y los 50 años del Monasterio, es motivo de gran alegría. Nos permite poner en valor nuevamente una obra de arquitectura patrimonial que no solo hace un aporte a la ciudad en términos arquitectónicos, sino que también lo hace desde el diseño, la historia, la espiritualidad y el arte religioso. Desde la Universidad vemos en la reedición de esta obra una oportunidad invaluable de reavivar la historia del Monasterio Benedictino de Las Condes y de ponerlo al alcance de nuevas generaciones, las que podrán conocer a través de él la acabada investigación y recopilación de datos realizadas por sus autores Patricio Gross y Enrique Vial, y que ahora además se ve realzada con la inclusión de obras posteriores a 1988 y por la tecnología que nos provee de mejores fotografías. Finalmente, este libro nos invita también a conocer la espiritualidad monástica de la Orden de San Benito, a partir del estudio de los espacios que la acogen –especialmente pensados para la reflexión– y que en 1981 fuera declarado Monumento Histórico. Cuando algo no se conoce, no se aprecia; y a través de Ediciones UC y su trabajo en esta nueva publicación, la Universidad ha querido reconocer el valor de resguardar el patrimonio, de difundirlo y de esta manera preservarlo para las futuras generaciones.
Ignacio Sánchez D. Rector Pontificia Universidad Católica de Chile
8
Es una gran satisfacción para la Corporación Patrimonio
La iglesia, diseñada en base a tres volúmenes cúbicos,
Cultural de Chile ser partícipe de la segunda edición de este
alberga una escultura de la Virgen realizada por los
libro de los arquitectos Patricio Gross y Enrique Vial acerca
destacados artistas Marta Colvin y Francisco Gacitúa. El
de una obra fundamental del patrimonio arquitectónico
mobiliario del coro fue diseñado por el arquitecto Raúl
moderno en nuestro país.
Irarrázabal y en él se ubica el órgano construido en 1919 por Oreste Carlini.
La edificación del Monasterio Benedictino de Las Condes –actualmente Abadía– se
inicia en 1953 en base a un
Es así que este libro transmite una noción de patrimonio
proyecto del arquitecto Jaime Bellalta. El conjunto toma
vivo, que se transforma, se recrea y es dotado de significado
forma definitiva con la construcción de su importante
por quienes lo proyectan y lo habitan, dando cuenta del
iglesia, en la primera mitad de la década del 60, de la mano
acoplamiento de diversos creadores en función del espíritu
de dos monjes benedictinos: Martín Correa y Gabriel Guarda.
de austeridad, reflexión y contemplación que identifica
Esta es declarada Monumento Nacional en 1981.
al monumento. Nuestros sinceros agradecimientos a los autores y a todos quienes han comprometido su tiempo
Arquitecto y Premio Nacional de Historia –y por muchos
y su trabajo en esta iniciativa editorial. Así también, a las
años Abad del Monasterio– el padre Gabriel Guarda, cuya
familias: Álvarez Marín, Antúnez Soza, Claro Vial, Cordero
memoria homenajeamos, sostuvo siempre un estrecho
Barrera, De la Cerda Gandarillas, Guarda Aura, Guarda Fisher,
vínculo de amistad y colaboración profesional con nuestra
Guarda Weiss, Irarrázabal Covarrubias, Larraín Peña, Peralta
Corporación.
Alba, Romero Goenaga, Ross Amunátegui, Rabat Joannon, Raby Guarda y a la Ley de Donaciones Culturales, que han
Esta publicación responde a la importancia de difundir una
hecho posible la concreción de este volumen.
valiosa obra patrimonial y vanguardista, cuya propuesta escapa a los cánones tradicionales de las edificaciones
Roberto Fuenzalida G.
religiosas, apostando por el minimalismo y el protagonismo
Director Ejecutivo
de la luz en los espacios. La presente reedición permite no
Corporación Patrimonio Cultural de Chile
sólo mejorar y completar la documentación y las fotografías referidas a ella, sino también recoger las intervenciones realizadas después de 1988, año en que fue publicada la primera edición con el apoyo de la Universidad Católica.
9
3 ADVERTENCIA PRELIMINAR DE LA PRIMERA EDICIÓN La convicción de que se hace imprescindible a la vez
deshilvanados, que pudieran dar cuenta del contexto
que urgente ampliar el conocimiento y la difusión
histórico y religioso en que se inscribe la obra. Junto
del patrimonio arquitectónico nacional constituyó la
con lo anterior, se volvía insoslayable la recopilación y
motivación inicial de este estudio. Patrimonio entendido
procesamiento sistemáticos de todos los antecedentes
no solo como el monumento o cuando más el conjunto
bibliográficos, gráficos y planimétricos, la gran mayoría
total de ciertas obras con sus paisajes, sino como la
inéditos, que existen del monasterio.
manifestación sensible y la expresión de la identidad del hombre, de la riqueza creadora de su espíritu y de
Asimismo, y como una manera de penetrar más
los incesantes esfuerzos que hace en ese sentido (1),
profundamente en los valores y el sentido patrimonial
buscando “hacer construible, perceptible, representable
de la obra, parecía preciso el estudio de los objetivos
lo perenne” (2).
y fundamentos arquitectónicos que los arquitectos, autores de cada uno de los proyectos que conforman
Por lo mismo, tampoco puede reducirse el patrimonio
el monasterio, declaraban explícitamente respecto de
al solo estudio del pasado; el valor de las obras en su
sus proyectos, tanto en su relación con el paisaje y con
interacción con las personas, lo sagrado y el transcurrir
los edificios y planes preexistentes, como la manera de
hacia la permanencia, no solo es una prerrogativa de
acoger, ayudando a ser, la vida contemplativa.
algunos testimonios antiguos, sino que también es posible descubrirlo en construcciones del presente.
También se hacía necesario realizar los levantamientos planimétricos de lo que no se disponía información, así
Fue así como se eligió el Monasterio Benedictino de
como el redibujo del material gráfico seleccionado, con
Las Condes, el que de acuerdo a nuestros conceptos
el fin de obtener una lectura unitaria del conjunto de los
anteriores integra con propiedad el patrimonio histórico
edificios que componen el monasterio, acompañando
del país, constituyéndose por su “notable valor… en un
todo ello con un recorrido fotográfico que mostrara su
pilar de nuestra identidad cultural”(3) y en una de las obras
espacialidad, volumetría y materialidad.
de arquitectura contemporánea de mayor relevancia nacional y continental, declarado Monumento Nacional
Todo
en 1981.
recopilados se ordenó finalmente, de modo que escritos,
este
heterogéneo
conjunto
de
elementos
planos y fotografías permitieran un conocimiento Para mejor conocer, comprender y contemplar el
científico y poético del monasterio, difundiendo a una
monasterio, era necesario generar un registro del mismo,
amplia audiencia uno de los valores del patrimonio
a través de una investigación que reuniera un conjunto
arquitectónico chileno.
de documentos y recuerdos, hasta ahora dispersos y
11
No podríamos terminar esta advertencia preliminar sin agradecer a todos los que han hecho posible este libro. Entre ellos es preciso recordar a los arquitectos que en muy distintos momentos y circunstancias participaron en los proyectos de monasterio y nos entregaron generosamente sus memorias y dibujos, destacando de manera muy especial al Hno. Martín Correa, O.S.B., y al padre Gabriel Guarda, O.S.B., actual Abad, quien además escribió una documentada historia de los benedictinos en Chile; a Juan de Dios Vial Correa, que como Oblato de la Orden Tercera de San Benito plasmó vitalmente algunos rasgos de la vida monacal; al Chase Manhattan Bank y a la Pontificia Universidad Católica de Chile, a través de su Dirección de Investigación y su Departamento Editorial, gracias a cuya comprensión y apoyo ve la luz este largo caminar en el año que se conmemoran el cincuentenario del Monasterio de la Santísima Trinidad de Las Condes y el centenario de nuestra Universidad.
(1) (2) (3)
12
Juan Pablo II, Discurso a la UNESCO, 1980. César Naselli: “Ideología de la preservación patrimonial: divagaciones subyacentes a un concepto” en revista “Sumarios” Nº 123, mayo –junio 1988, Buenos Aires, Argentina. Consejo de Monumentos Nacionales: “declaratoria de Monumento Nacional”, 1981.
4
VIDA MONACAL E HISTORIA DEL MONASTERIO BENEDICTINO
f. 1
13
Pensando en el Monasterio Juan de Dios Vial Correa+
Rector Pontificia Universidad Católica de Chile. (1984-2000)
Cuando hace cincuenta años fue fundado el monasterio de
San Benito quiso “…instituir una escuela del servicio del
la Santísima Trinidad de Las Condes, llegó hasta nuestra
Señor…”(2).
ciudad la rica tradición monástica de la orden benedictina, orientada por muchos siglos a la búsqueda de Dios en una
Una Escuela sirve primero a los que están incorporados a
vida recogida, primordialmente consagrada a la oración, al
ella, pero, cuando es auténtica, irradia una enseñanza que
estudio y al trabajo, en un ambiente familiar de comunidad,
llega lejos de sus confines materiales, y que les permite a
abierta a la hospitalidad para quienes acuden al monasterio
muchos hombres y mujeres enriquecerse en alguna medida
en busca de silencio y oración.
en el sentido que la inspira.
La oración litúrgica, así como el trabajo y la formación bíblica
Eso es lo que ha ocurrido a través de los siglos con los
y patrística de los monjes, se hallan asentados en una vida
monasterios benedictinos, que le han dado una especial
estable en el monasterio, ordenada a consolidar la relación
presencia en el mundo a esa enseñanza del servicio del
fraterna entre los monjes. En esa forma se mantiene la
Señor. Lo han hecho con la misma suavidad con que San
fidelidad al carisma del fundador.
Benito quería caracterizar a la escuela que fundaba: “…en cuya institución esperamos no establecer nada que sea
La orden benedictina tiene ya casi quince siglos de vida. San
áspero ni duro…”, como una especie de recuerdo de Jesús
Benito, nacido en el año 480, se inspiró en el movimiento
que llamaba a descansar en Él a los que estaban fatigados,
monástico, originado principalmente en Egipto, y formado
y les aseguraba alivio “…porque mi yugo es suave, y carga
por cristianos que no podían aceptar la contaminación
ligera…”.
pagana de la Iglesia y que buscaban caminos de perfecta
(Mt. 11, 30).
fidelidad a Jesucristo. Al comienzo se trataba de verdaderos solitarios eremitas, pero luego fueron apareciendo nuevas
Un monasterio es un lugar de acogida. “Todos los huéspedes
formas de vida comunitaria, gobernadas según diversas
que llegan sean recibidos como Cristo…”. El monasterio ve
reglas, de acuerdo a la inspiración de sus respectivos
en el huésped a Cristo, a quien está siempre esperando. Por
fundadores (1).
eso lo acoge, y con ese solo acto reconoce en el transeúnte algo que tal vez este mismo ni siquiera recuerda, luego
14
Cuando, por encargo del R.P. Abad de Las Condes, un amigo
de haber andado caminos sin destino. Por vagabundo y
me pidió estas líneas, pensé que ellas eran la ocasión para
extraviado que sea el que llega, la acogida descubre en él
decir algo sobre lo que significa un monasterio benedictino
la presencia de Cristo y le devuelve su verdadera, y a veces
para los laicos que reciben la gracia de llegar a conocerlo.
olvidada, dignidad, que es la que corresponde a los hijos, a
(1)
(2) Salvo cuando se indica expresamente otra cosa, las citas están tomadas de la Santa Regla, edición de la Abadía de San Benito de Buenos Aires, 1978.
Los párrafos precedentes están tomados del folleto “Monasterio Benedictino de Las Condes, Santiago, Chile, publicado con motivo del 15º centenario del nacimiento de San Benito.
f. 2
los que tienen una casa paterna, donde los están esperando.
Maestro, e inclina el oído de tu corazón…”. El monasterio
La acogida reconoce la dignidad de los hombres.
repone el silencio del desierto o de la montaña, y envuelve en él, para que el hombre llegue a escuchar.
Quien llega al monasterio, llega a un sitio de silencio. No solo a la ausencia de ruido, sino a una invitación a un silencio
El lugar del monasterio está ligado a una comunidad, en
interior. Porque el bullicio de las calles, su inquietud, no nos
el cual se hace voto de estabilidad. La Regla habla de “…el
son exteriores, sino que los llevamos adentro, y lo destructivo
recinto del monasterio y la estabilidad en la comunidad…”.
que tiene el vivir abierto al exterior y a su estrépito material y
Milton delineó una turbulenta aspiración del hombre, al hacer
moral, es que él pasa a habitar en nuestra propia intimidad, y
decir de Satanás: “¿Qué importa dónde, si yo soy siempre el
nos acompaña dondequiera que estemos. El silencio exterior
mismo?”. Pero el ojo del espíritu descubre que no todos los
del monasterio no es un simple descanso, ni una especie de
lugares son iguales para todos los hombres. Cada cual tiene
limpieza mental, sino una invitación a escuchar. Así empieza
el suyo, que es como su propio taller, su propio campo, al
la Regla de San Benito: “Escucha, hijo, los preceptos del
cual fue llamado por su nombre. El monasterio recuerda esa
15
condición humana, y la destaca. Hay un lugar propio, físico o moral, que le corresponde a cada uno, y cuya expresión ejemplar es “el recinto del monasterio y la estabilidad en la comunidad”, que son como “…el taller donde debemos trabajar diligentemente todas estas cosas…”, o sea, “…los instrumentos de las buenas obras”, que empiezan por “… amar al Señor Dios de todo corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas, y después al prójimo como a sí mismo…”. Hay muchas formas de tiempo. Hay un simple transcurrir, hay un aguardar ansiosamente, hay un tiempo que se ahorra hasta la avaricia, hay un “pequeño tiempo que se escurre”, como decía Rilke. Pero, en último término, lo único que podemos dar gratuitamente, porque nadie nos lo puede devolver, es nuestro tiempo. Y el tiempo regalado adquiere un valor, un peso propio, como lo tienen los cambios naturales, la mañana, el mediodía o el crepúsculo. Así son los tiempos marcados en la vida del monasterio, dados irrevocablemente a Dios. Cada hora es como un espacio distinto y abierto, como una ventana diferente hacia Su eternidad. Y el lento ritmo de las horas monásticas invita al que viene de fuera a recuperar el sentido del tiempo en su vida. Lugar y tiempo nos están dados, a los de afuera del monasterio, tal como a los de adentro, para correr un f. 3
trabajoso camino, “…para que vuelvas por el trabajo de la obediencia a Aquel de quien te habías alejado por la desidia de la desobediencia…”. La Regla urge: “… ya es hora de levantarnos del sueño…”; “…corred, mientras tenéis la luz de la vida…”; “…sigamos su camino… corriendo con actos buenos…”; “…para militar bajo la santa obediencia…”; “debemos
correr…”;
“…córrese
el
camino
de
los
mandamientos de Dios…”. Se trabaja con “los instrumentos de las buenas obras”; se erige en el alma la escala de Jacob para subir las gradas trabajosas de la humildad, que empiezan en el temor de Dios, y terminan cuando hasta la misma actitud corporal está penetrada por Él “…el Señor espera que respondamos diariamente con obras a sus santos avisos…”, “…¿qué libro de los Santos Padres Católicos
16
f. 4
17
no nos llama para que en recta carrera lleguemos a nuestro
para alcanzarla es menester arrancarse a la tiranía de sí
creador?...”; “…quienquiera pues, que te apresuras hacia la
mismo, para que Dios pueda actuar.
patria celestial…”; “…corred mientras tenéis la luz de la vida…”. “Nada, pues, se anteponga a la obra de Dios”. La obra Prisa, urgencia, carrera, trabajo, son la respuesta del que dijo:
de Dios es lo que Dios hace, lo que quiere hacer usando
“…Yo…”, a la pregunta: “… ¿Quién es el hombre que quiere la
instrumentos humanos. Es puro regalo. En el texto de la
vida y desea ver días buenos?...”.
Regla, esa obra es la alabanza y la acción de gracias que le dirige a Dios la comunidad. La Eucaristía, el Oficio Divino, no
Entre todas las cosas buenas, útiles ya atrayentes, “…pocas
son cosa de hombres, por comprometidos que ellos sean.
cosas son necesarias, o más bien, una sola…” (Luc. 10, 41). El
Son lo que hace Dios por medio de los hombres, y es por
monje, y tras él todos los hombres y mujeres, están llamados
eso que traen una presencia especial de ÉL. “…Creemos
a ser como el profeta, “…varón de deseos…” (Dan. 9, 23), lo
que Dios está presente en todas partes, y que los ojos del
que significa desear esa cosa necesaria, sin tregua y sin
Señor vigilan en todo lugar a los buenos y los malos, pero lo
distracción. Al que vive así, se le podrá aplicar la palabra del
creemos principalmente, sin duda alguna, cuando asistimos
señor: “…Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán
a la Obra de Dios…”. El ofrecimiento de Cristo el Padre Eterno,
a Dios…” (Mt. 5, 8).
por medio del Espíritu Santo, esa es la presencia de Dios con nosotros, es el sentido de la Creación entera, y es la realidad
Al llamar la Regla a correr con actos buenos y a militar bajo
de la Liturgia. En testimonio de esta realidad, antes que
las banderas de la santa obediencia está diciendo algo que
cósmica, divina, el rito se cubre de esplendor. Así anuncia
va contra la sensibilidad del siglo. Es la imitación de Cristo,
que el centro de la vida del cristiano es la misa, que toda vida
del que “…aprendió por sus padecimientos, la obediencia, y
cristiana auténtica halla su sentido en la misa. Dice entonces
por ser consumado, vino a ser para todos los que le obedecen
la Regla, “…consideremos, pues, cómo conviene estar en la
causa de salud eterna…”. (Heb. 5: 8, 9). Esto nos pone lejos del
presencia de la Divinidad y de sus ángeles…”. Esa presencia
espíritu que mira en la desobediencia una forma de libertad
de Dios es lo que en la Escritura se llama Su gloria.
y de realización personal. La primera vez que asistí a misa en el monasterio de Las Aquí en cambio la desobediencia es desidia. Para otros, la
Condes fue para la Epifanía, y escuché una homilía sobre
obediencia parecerá renuncia a la propia responsabilidad.
la gloria de Dios. Fue la proclamación de esa realidad,
Para la Regla, es “…el trabajo para volver a Aquel de quien
no la magnificencia del rito, ni la belleza de la música, ni
te habías alejado…”. La clave puede estar en el pasaje de la
ninguna forma de contacto personal, lo que me atrajo a esa
Carta a los Hebreos. Hay una obediencia que aprender, que
comunidad.
consiste en entrar a la intención de Dios sobre el mundo, y
18
preferirla. No puede haber forma más exaltada de realización
Escuchar, permanecer, trabajar, obedecer, alabar, son
personal que ésta, que es participar en la vida de Dios, pero
actitudes a la que insta la existencia misma del monasterio.
Difíciles sin duda adentro, difíciles también afuera de él. Frente a ellas se prueba una y otra vez nuestra fragilidad. Tal vez por eso mismo, es que San Benito, que conocía a los hombres, dejó como el último de los “…instrumentos de buenas obras…”, “…no desesperar nunca de la misericordia de Dios…”.
f. 5
19
Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes Gabriel Guarda, O.S.B.+
Abad del Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes. (1987-1999)
GÉNESIS
concibiendo la idea de que pudiesen efectuar una fundación en Chile.
No obstante la venerable antigüedad de los benedictinos, siglo VI, y consecuentemente, la abundancia de monasterios
De septiembre del citado 1916 data una carta en la que confía
que pueblan el Viejo Mundo testimoniando públicamente
a una de sus hermanas tales proyectos. Concertábanse en
su existencia, América española, por expresa disposición de
tal iniciativa, explicaba, don Manuel y don Jorge Larraín,
sus reyes, se vio privada de tal testimonio. Se estimó desde
futuros Obispos de Talca y Chillán, monseñor Luis Enrique
principios del siglo XVI que la introducción de órdenes
Izquierdo, que lo era de Concepción, y nada menos que el
contemplativas masculinas restaría vocaciones a los
cardenal Billot.
mendicantes, en perjuicio de la urgente tarea de evangelizar a los naturales. De tal modo se prescindió de un activante
El padre Mauro Matthei ha relatado con detalle los orígenes
elemento espiritual en la construcción de la cristiandad
de la abadía de Las Condes y dentro de ellos el resultado
del Nuevo Mundo, no superado hasta fines del siglo XIX.
de estas primeras iniciativas de don Juan Subercaseaux:
Es de notar que en los dominios americanos de la corona
“ante todo –dice– le faltaba a él y a sus amigos la voluntad de
portuguesa no se observó análogo criterio, fundándose
entrega personal: se deseaba tener benedictinos en Chile,
varias casas en el mismo siglo XVI.
pero ninguno de ellos pensaba ser benedictino”. Sería Pedro Subercaseaux, hermano de Juan, quien, por providencial
El primer monasterio benedictino del Cono Sur en América
designio y bajo otras circunstancias, llevaría a cabo la idea.
española será el de Niño Dios, en la provincia argentina de Entre Ríos en 1899, correspondiendo la iniciativa a la
DOM PEDRO SUBERCASEAUX
abadía francesa de Belloc, de la Congregación Benedictina Sublacense. La primera fundación hecha en Chile fue el
Era hijo de don Ramón Subercaseaux Vicuña, que había sido
priorato de Nuestra Señora de las Nieves, en el camino a
Ministro de Relaciones Exteriores y Embajador en Berlín,
Puente Alto, ocurrió en marzo de 1920 como iniciativa de
Roma y el Vaticano, notable pintor y escritor, y de doña
la abadía gallega de Samos, de la misma Congregación
Amalia Errázuriz Urmeneta, dama de excepcionales virtudes.
Sublacense. El padre Pedro nació en Roma el 10 de enero de 1880. Recibió
20
Los orígenes del monasterio de la Santísima Trinidad de Las
esmerada educación en un marco de vida profundamente
Condes se remontan más o menos a 1916, cuando don Juan
cristiano, tanto en el seno de su ejemplar familia como en los
Subercaseaux, futuro Arzobispo de La Serena, estudiaba en
mejores colegios de las misiones diplomáticas de su padre
el colegio Pío Latinoamericano de Roma. Allí había tenido
le permitieron frecuentar. Por sobre todo, su extraordinaria
la oportunidad de conocer a los benedictinos de Solesmes,
disposición para el dibujo y la pintura movió a su padre, pintor
al fin, a proporcionarle todas las facilidades posibles para
Centenario de la independencia Argentina. Puede decirse
desarrollar este don natural, en contacto con los profesores
que no hubo suceso de nuestra historia que escapara a su
e instituciones más capacitadas que Europa podía ofrecer a
imaginación de artista, siendo traducido a evocadoras telas
este fin.
marcadas por su inconfundible sello, considerándosele con justicia uno de los más importantes valores de la plástica
El pintor de las glorias de Chile, como se le ha llamado, destacó
contemporánea.
ya en París, en los tiempos de estudio en la Academia de Julian, en los bocetos relativos a composiciones “de género” ,
En 1906 contrajo matrimonio con Elvira Lyon Otaegui, dama
uno de los cuales, el abrazo de Maipú, esbozado en esa época,
de extraordinaria finura espiritual y profundamente cristiana.
habría de servirle de base para el gran cuadro presentado
En un viaje a Europa en 1919 visitaron diversos monasterios
al concurso internacional en Buenos Aires, con motivo del
y, estando en misa en Quarr Abby, en la isla de Wight,
f. 6 / Fray Pedro Subercaseaux en su taller de pintor.
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Inglaterra, donde estaba trasladada por razones políticas la
En su nuevo género de vida, Dom Pedro no pensaba en
comunidad de Solesmes, les tocó la lectura del evangelio de
fundaciones benedictinas en Chile; su formación transcurrió
Mateo 19, 27: “todo aquel que haya dejado casas, hermanos,
en plena paz y separación del mundo, siempre trabajando
padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el
en sus pinturas, según el deseo de sus superiores. En cierta
ciento por uno y heredará la vida eterna”. De común acuerdo
ocasión el Abad Dom Delatte le pidió que ilustrara una vida
sintieron ambos esposos el llamado divino, sobre el cual
de San Benito, agregando, “pero no se apresure. Hágalo con
habían conversado antes muchas veces y decidieron dar los
mucha paz, porque el trabajo de un benedictino debe brotar
pasos para llevarlo a la práctica.
de la paz y conducir a ella”. El Monasterio de Las Condes conserva las acuarelas originales de esta vida.
Al efecto, en una audiencia privada tenida con Benedicto XV, confiaron al Santo Padre su decisión, recibiendo
UN LARGO PROCESO FUNDACIONAL
paternalmente su apoyo, los indultos necesarios y sus bendiciones. Doña Elvira ingresó al noviciado de las Damas
Con ocasión de la muerte de doña Amalia, acaecida al
Catequistas de Loyola, España, el 15 de agosto de 1920,
llegar a Barcelona en marzo de 1930, Dom Pedro fue
haciéndolo su esposo a continuación al monasterio de Quarr.
autorizado para acompañar a su padre a Chile, oportunidad en el que se le hizo manifiesto el vivo deseo de numerosas
La decisión fue comunicada por carta a sus padres, que
personas e instituciones de Iglesia respecto a la fundación
sufrieron por esta determinación tan extraordinaria como
de un monasterio benedictino. Entre otros monseñor
imprevista. Don Ramón, incluso, interpuso su poderosa
Carlos Casanueva, rector de la Universidad Católica, hacía
influencia en las esferas vaticanas para ver de lograr disuadir
proposiciones formales, si bien un tanto fantásticas,
a su hijo de un experimento peligroso, poniéndose para
ofreciendo terrenos en el cerro San Cristóbal. Dom Juan
ello en contacto con monseñor Tedeschini, sustituto de
Subercaseaux, a la sazón rector del seminario, era otro de
la Secretaría de Estado. En su respuesta éste diría a don
los interesados, lo que no es de extrañar, si se tiene presente
Ramón: “El Santo Padre es de opinión de que la decisión
sus primeras iniciativas durante su época de estudiante de
de Dom Pedro no fue ni precipitada, ni producto de influjos
Roma.
externos. Su edad y su carácter lo capacitan para obrar con pleno conocimiento. Su entrada al monasterio se debe a la
Por entonces, un seminarista de Santiago, Eduardo Lagos
eximia devoción que siempre a ornado su alma y de la cual
Arraño, que manifestara a su rector su vocación a la vida
solo son ‘culpables’ sus padres tan amados. Su hijo Pedro,
monástica, fue enviado a Quarr, profesando allí en febrero
que era feliz en el mundo y en la libertad y que sin embargo
de 1932. Futuro monje de Las Condes, el padre Eduardo sería
prefirió la pobreza de Jesucristo para seguir el camino de
su primer Abad en 1980.
perfección, se convertirá en un luminoso ejemplo para todos y dará nuevo lustre a la nobleza de su familia”.
Durante estos años, Dom Pedro, ya entusiasmado con la idea, interesaba a sus superiores en Quarr, con encomiable
22
f. 7 / Virgen de Las Condes, cuadro de Fray Pedro Subercaseaux.
f. 8 / Fray Pedro Subercaseaux, sus alegorías históricas.
23
diligencia, mientras un caracterizado grupo de seglares
planteamiento, con pequeñas modificaciones, se verificaría
y eclesiásticos se movía en Chile para lograr la deseada
de hecho en la práctica.
fundación. Don Juan los capitaneaba. Hubo aun más. En 1936, con ocasión de una visita del obispo Sucede entonces un largo y farragoso período de gestación
castrense, monseñor Rafael Edwards, a Roma, después de
y concreción del plan fundacional, que tropezaba con la
tratar el tema con el Abad primado y el célebre cardenal
prudente resistencia por parte del Abad de Solesmes, Dom
Schuster, Arzobispo benedictino de Milán, visitaba al Abad
Cozien. Una fundación tan lejana no dejaba de plantear
de Solesmes, a nombre de los obispos de Chile. Al informar
graves interrogantes y este género de obras debían ser
a don Juan Subercaseaux del resultado de la entrevista
probadas. Su verificación sería el triunfo de la paciencia ante
expresaba:
voluntades aparentemente inconmovibles.
“Le he manifestado con cierta tenacidad que todos los obispos de Chile deseamos vehementes esta fundación y que
Es digno de resaltar, durante todo este tiempo, el esfuerzo
pensamos que ella es un complemento del establecimiento
no solo de Dom Juan, sino de toda la familia de Dom Pedro,
de la Iglesia en Chile. Le he agregado que deseamos que
que, oportuna e inoportunamente, movió todos los resortes
sea Solesmes quien funde; por el gran poder de irradiación
al alcance de su mano para lograr el deseado objetivo. Entre
que tiene en Francia y éste su admirable monasterio y
los muchos capítulos de aquel auténtico drama, resalta la
que no nos mueve el desear esta fundación el simple
intervención de don León Subercaseaux, el hermano menor.
deseo de tener más operarios del Evangelio en Chile (que
Agregado a la Embajada cerca de la Santa Sede, que en
harto lo necesitamos), si no el deseo de introducir la vida
1935 traba contacto con el Cardenal Secretario de Estado,
contemplativa y benedictina entre los hombres para rendir
Monseñor Pacelli, a fin de que presionara algo al Abad de
culto más perfecto a Dios, para atraernos mayores gracias y
Solesmes y decidiera la fundación.
para señalar este ideal a nuestros fieles”.
En el intercambio de correspondencia habida en esta
Este planteamiento que definía con gran exactitud el
ocasión se manifestó claramente el interés de la Santa
objetivo y orientación de la futura casa, sería acogido con
Sede en esta iniciativa, a la vez que las ideas personales
benevolencia por Dom Cozien, quien manifestó a monseñor
del futuro Pío XII. Así se lo expresó en abril de 1936 al Abad
Edwards que en último término el Capítulo General de su
Primado de los benedictinos padre Fidelis von Stotzingen
Congregación resolvería la petición. Este se reunió en julio de
y posteriormente a la esposa de don León. En la mente
1937 y, entre otras importantes materias, aprobó la elevación
del cardenal Pacelli, la congregación de Solesmes debería
a abadía del priorato de Quarr y la fundación del monasterio
emprender la fundación “hasta que llegado el momento
chileno, encargándole a la citada comunidad su verificación.
pudiese formarse una congregación sudamericana”. Si la
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abadía francesa se negaba a esta iniciativa, “se recurriese a
Entretanto el mismo año se había constituido aquí una
la archiabadía alemana de Beuron”. Cabe adelantar que este
“Sociedad Mobiliaria de Las Condes”, encargada de recaudar
los fondos para la futura casa y administrarlos. Su presidente sería el distinguido historiador don Carlos Peña Otaegui, amigo de Dom Pedro desde su juventud y primo hermano de doña Elvira; integraban el directorio don Horacio Valdés, cuñado del mismo padre, el presbítero Elías García Huidobro, don Juan Lyon. Un considerable aporte de la insigne benefactora doña Loreto Cousiño de Lyon permitiría la adquisición de la chacra Lo Herrera y la construcción del edificio. Cupo al primer Abad de Quarr, Dom Gabriel Tissot, como se dijo, abordar la obra, para cuyo efecto se trasladó a Santiago con Dom Pedro Subercaseaux en febrero de 1938. Aquí desplegó extraordinaria actividad, estableciendo contacto con las instancias pertinentes y elaborando un plan entre cuyos puntos destacaban los criterios para la admisión de los primeros postulantes, posibles trabajos comunitarios, incluidos los artísticos. “El señor Arzobispo –expresaba– ha manifestado que tiene mucho interés en dejar que la obra se funde y desarrolle en toda libertad, según sus propias tradiciones y sin injerencia de parte suya que pudiese desviar a la comunidad de su ideal monástico. Todos están de acuerdo en reconocer las ventajas que aportaría un monasterio cuyo ideal sería, en el fondo, Solesmes”. El padre Subercaseaux quedaría en Santiago y Dom Tissot, de regreso a Quarr, preparaba el envío de los fundadores. En la correspondencia con la Santa Sede, entablaba con el objetivo de obtener las licencias canónicas para el nuevo establecimiento, el cardenal Pacelli le manifestaba en julio, en una detallada carta y refiriéndose al Santo Padre: “Debe Él sin embargo expresar un deseo: y es que sean tomadas las
d. 1 / San Benito en el cono sur.
Poblaciones. Monjes benedictinos. Monjes citercienses. Monjas benedictinas. Monjas citercienses. Hermanas.
precauciones y las medidas necesarias a fin de que puedan ser guardadas la regularidad y el fervor de la vida monástica.
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f. 9 / Monjes procedentes del Monasterio Solesmes, Francia.
Su intención es, pues, que desde el momento en que la
doble cargo de maestro de canto y organista; retornaría a
construcción del nuevo monasterio lo permita, los religiosos
Quarr en julio de 1948, para desempeñar esos oficios con su
que deban ocuparlo sean enviados en número suficiente
natural maestría, en septiembre de aquel año, en que debió
como para que la Regla monástica pueda ser observada
hacerse cargo, hasta 1950, del Pontificio Instituto de Música
plenamente”. Oportunamente se verá la profunda exactitud
Sagrada de Roma. El hermano Rafael van Hecke sería el
que tendrían estas sabias prevenciones.
encargado de los trabajos agrícolas.
El viernes 28 de octubre de 1938 llegarían a Santiago los
El padre Pedro Subercaseaux, que se uniría al grupo aquí, los
fundadores. De Prior venía Dom Henri Berard, nacido en
esperaba junto al Ministro de Francia y numerosos amigos
agosto de 1880, habiendo profesado el 29 de mayo de 1904.
de la fundación, cuyo primer domicilio sería la chacra Lo
Ordenado sacerdote el 24 de junio de 1909, desempeñaría,
Fontecilla, de don Carlos Peña. De inmediato comenzaría la
antes de venir a Chile, el importante cargo de Prior de
recitación del Oficio Divino y la vida regular.
Solesmes. El ecónomo celerario sería Dom Marcel Blazy. A él se le deben las primeras páginas de la crónica del monasterio
EN LA CONGREGACIÓN SOLESMENSE
desde el momento de su instalación y, desgraciadamente,
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como consecuencia de la guerra, sería pronto llamado a
El 4 de diciembre se verificaría la solemne bendición
Francia. Allí sería elegido Abad de Sante-Anne de Kergonan
de la primera piedra del futuro monasterio, proyectado
el 27 de mayo de 1963. Dom Jean Desrocquettes vino con el
noblemente en albañilería reforzada, con ladrillo aparente,
f. 10 / Casas de Lo Fontecilla, primer domicilio de Benedictinos de Solesmes en Chile.
f. 11 / Abadía de San Pedro Solesmes, Francia.
por el arquitecto Juan Lyon. Hoy constituye el pabellón
Aunque no faltaron los candidatos, la precariedad de
más antiguo del Hospital de la Fuerza Aérea. Sin embargo
aquella pequeñísima comunidad, pronto reducida por el
la construcción se dilataría por un par de años, de modo
regreso de Dom Blazy, sería un factor que conspiró contra
que la generosa hospitalidad brindada por don Carlos
la perseverancia de las primeras vocaciones. El padre
Peña debió ampliarse más a lo previsto. La hermosa casa
Mauro Matthei, cuya historia del monasterio hemos venido
de Lo Fontecilla, construidas a partir de 1647, se prestaron
parafraseando, atribuye a esta causa las dificultades iniciales;
admirablemente para acoger a la pequeña comunidad,
acotando las palabras del cardenal Pacelli, antes citadas,
privando automáticamente a su dueño de uso, que debió
expresa: “Habría de tener consecuencias desfavorables
limitarse a un pequeño departamento independiente sobre
para el Monasterio… el que estas sabias disposiciones de la
la sacristía de la antigua capilla.
máxima autoridad de la Iglesia no hubiesen sido tomadas suficientemente en cuenta… el pequeño grupo de cuatro
En ésta celebrábase con puntual devoción y dignidad la
monjes… no pudo proyectar una imagen de la vida monástica
diaria misa conventual y el oficio, quedando como recuerdo
suficientemente convincente como para atraer y sobre
un crucifijo diseñado y pintado por el padre Pedro, al igual
todo retener a postulantes”. El casi inmediato estallido de la
que una placa con el lema PAX sobre el portón de ingreso a
guerra mundial impediría el reaprovisionamiento material
las casas.
y espiritual por parte de la abadía fundadora, en tanto que el desconocimiento local de la vida monástica tornaba lentísimo el eventual flujo de buenos candidatos.
27
f. 12 / Monjes procedentes del Monasterio de Beuron, Alemania.
A pesar de que a partir de 1943 se contó con el padre
Errázuriz y don Gustavo Lagos, quienes, en el entendido
Eduardo Lagos, la vida comunitaria se vio muy limitada en su
de que el padre Abad de Solesmes se había inhibido de tal
capacidad de desarrollo, de modo que cuando cuatro años
búsqueda, prohibiendo a la vez a los padres chilenos realizar
después se verifica la visita canónica de la casa, se acuerda
gestiones por su propia cuenta, debieron establecer los
su supresión.
contactos pertinentes. El segundo de los citados, tratando de interesar al Abad Dom Martín Muchler, traba contacto
Quedaba a los padres Subercaseaux y Lagos la tarea de
en Río de Janeiro con el padre Pablo Gordan, monje de
obtener, como último esfuerzo antes de reintegrarse a Quarr,
Beuron, quien sí tomó particular interés en el sostenimiento
el patrocinio de alguna de las congregaciones benedictinas
de la fundación chilena, logrando luego que su archiabadía
para asumir la fundación. Se contó en este trance, con la
asumiera tal tarea.
colaboración de diversas amistades, entre ellas don Pedro
28
El padre Eduardo recuerda que en determinado momento se tuvo el “sí” de dos importantes abadías europeas dispuestas a heredar a Solesmes en el sostenimiento de Las Condes; en la duda decidieron, con el padre Pedro, consultar la opinión del Nuncio Apostólico, quien, después de oírlos atentamente, les respondió con la más absoluta seguridad: “ni pensarlo, los alemanes…”. EN LA CONGREGACIÓN DE BEURON Los cuatro primero monjes beuronenses arribaron a Santiago el 4 de diciembre de 1948, iniciándose el 8, fiesta de la Inmaculada Concepción, la instalación oficial. En este primer grupo habían llegado el padre Prior Odón Haggenmuller, posteriormente Prior de Beuron y actualmente de Lliu Lliu, en la diócesis de Valparaíso; el padre Silvestre Stenger y los hermanos Antonio Maunz y Leonardo Koch. A continuación se agregarían el padre Bruno Seeger, el padre Pablo Gordan, el padre Desiderio Schmitz y el hermano Baltazar Kurfess.
f. 13 / Primer convento construido para los Benedictinos en Chile, actual hospital FACH.
Aún se agregarían los padres Bonifacio Sultrup y Angel Graf y los hermanos Teodoro Omonsky y Enrique Hugler, en total doce monjes, apreciable dotación que permitiría una implantación completa de la vida regular. Al igual que en el caso de los fundadores solesmenses, la archiabadía de Beuron había cedido miembros óptimamente capacitados para cubrir las diversas responsabilidades de la comunidad. Debe agregarse a los citados el padre Adalberto Metzinger, quien sucedería en 1959 al padre Odón como Prior, hasta 1970, regresando a Beuron en 1972. Pronto afluirían las primeras vocaciones chilenas y, en el plan jurídico, la casa sería elevada a Priorato conventual el 6 de julio de 1956. El hermoso edificio, parte de un proyecto
f. 14 / Abadía San Martín, Beuron, Alemania.
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más amplio, sería vendido en 1953 a la Fuerza Aérea, que,
EN LA CONGREGACIÓN DE LA SANTA CRUZ
como se indicó, lo habilitó como hospital. La comunidad había adquirido sus actuales terrenos y, en plena etapa
Después de una larga etapa de gestación y cumplidos los
de construcción, hubo de desalojar la casa anterior para
períodos previos establecidos por el derecho, la Santa Sede
permitir su adaptación al nuevo destino. Desde agosto de
creaba, el 27 de diciembre de 1976, la nueva Congregación
1955 y durante todo el año siguiente debió de gozar de la
Benedictina de la Santa Cruz. Integraba los monasterios del
hospitalidad de la Congregación del Holy Cross, a los pies
Cono Sur del continente, Argentina, Chile y Uruguay y más
del cerro Calán.
tarde Paraguay.
Cupo al padre Prior Odon la responsabilidad de emprender
La comunidad que desde el priorato del padre Metzinger
la construcción del nuevo monasterio; a su sucesor, el padre
se había esforzado en afianzar los lazos fraternos entre los
Adalberto, la de la iglesia y hospedería; al cuarto superior,
monasterios de los citados países y que había creado su
padre Eduardo, la de la portería, refectorio, servicios y
teologado para reforzarlos y servir al bien común, participó
biblioteca, con lo que se completaron las construcciones.
activamente en el proceso conducente a la obtención de esta nueva instancia, cuya efectividad resultaba evidente,
Durante este período el padre Metzinger obtuvo las
y tuvo el honor de que se eligiera a su Prior, padre Lagos,
licencias necesarias para elevar los estudios del monasterio
como su primer presidente.
a teologado, aprovechando la existencia, dentro de la comunidad, de varios monjes con los títulos y conocimientos
Bajo este nuevo status jurídico el monasterio sería elevado
adecuados para poder impartir clases dentro del nivel
al rango de Abadía en 1980, siendo bendecido su primer
exigido, completando la dotación del currículum académico
abad, el citado padre Lagos, por su Excelencia el cardenal
con el recurso a profesores invitados, que fácilmente podían
Eduardo Pironio, Prefecto de la Congregación de Religiosos,
acudir desde Santiago.
el 22 de noviembre, en una solemne Eucaristía que contó con la asistencia de todos los superiores de la congregación,
Este teologado se puso a disposición de los monasterios
reunidos en capítulo general.
hermanos más próximos, que así aprovecharían la posibilidad de dar a sus jóvenes la adecuada formación dentro del marco
Víctima de una grave enfermedad, el padre Eduardo hubo
propio de la vida regular. Entre los estudiantes se contó con
de dimitir en abril de 1982,siendo elegido en su reemplazo el
grupos de los monasterios de Puente Alto, Viña del Mar, y de
reverendo padre Pedro Pérez Errázuriz, en mayo. Después de
Los Toldos y El Sambión en Argentina.
su dimisión, acaecida en noviembre de 1985, sería designado Prior Administrador el autor de estas líneas, a su vez elegido
Con la consolidación del monasterio, bajo el impulso de la
Abad el 19 de noviembre de 1987.
Congregación de Beuron, la divina providencia cumpliría el deseo –¿vaticinio?– del cardenal Pacelli, que ya en 1936 había
Inspirado en la tradición recibida de sus mayores. Subraya el
sugerido del patrocinio.
trabajo y el estudio en la medida de las capacidades de sus miembros y las condiciones del lugar. Su hospedería o casa de retiros espirituales, abierta especialmente para sacerdotes, religiosos, seminaristas y
30
seglares, es particularmente frecuentada por jóvenes que
óptimos edificios, a la que sucedería una cooperativa para
buscan compartir con la comunidad, por unos días, su
la fabricación de muebles, proporcionando el monasterio los
género de vida. Anima grupos de comentario y reflexión
locales, maquinaria, organización y diseño de los muebles.
bíblica para seglares y oblatos, proporciona dirección y asistencia espiritual a quienes llegan hasta la casa, muchos
En 1983 le cupo al monasterio la responsabilidad de adecuar
en busca del sacramento de la penitencia.
los edificios de la primera fundación de monjas benedictinas, hecha por la Abadía de San Pelayo de Oviedo, España,
Realiza un servicio de asistencia a los pobres del vecindario
colaborando en la medida de sus posibilidades en su etapa
y de ayuda a otras instituciones de Iglesia en el plano
de implantación.
social. Dentro de esta esfera, durante el gobierno del padre Adalberto se creó un escuela agrícola, dotada con
En su cincuentenario la comunidad cuenta con 17 miembros.
f. 15 / 1954 Hno. Duvauchelle, P. Bonifacio, P. Lagos, Hno. Baltazar, P. Odón, Hno. Antonio, Abad visitante Martín Michler, P. Desiderio, P. Pedro, P. Gregorio, P. Bruno, P. Silvestre, Hno. Martín, Hno. León, P. Mauro, Hno. Sebastián, Hno. Luis.
31
f. 16 / Permiso municipal de edificación del primer edificio del actual convento.
f. 17 / Ceremonia de colocación de la primera piedra de la iglesia presidida por Raúl Silva Henríquez, S.D.B., Arzobispo de Santiago. 01/11/61
32
33
5 ANTECEDENTES DE LA CONSTRUCCIÓN DEL MONASTERIO
f. 18 / Foto aérea al momento del inicio de las obras (IGM, 1954).
34
“El edificio que había construido la comunidad benedictina
Ese mismo año se decide realizar un concurso privado de
en el camino de Las Condes, recordado por el padre Gabriel
arquitectura para elegir el proyecto de un nuevo monasterio.
Guarda en el capítulo anterior, y que formaba parte de un
No se ha podido establecer a ciencia cierta el número ni
proyecto más ambicioso, fue vendido a la Fuerza Aérea el
los nombre exactos del total de los participantes, a pesar
año 1953”. Entretanto, la Orden había adquirido sus actuales
de haberse realizado una gran cantidad de consultas e
terrenos al oriente del loteo denominado Los Dominicos,
investigado en distinto archivos. Ninguno de los arquitectos
siendo asesorada por el padre Gabriel Guarda, entonces
que fehacientemente se sabe que participaron, ni tampoco
estudiante de arquitectura, y por Raúl Labarca, ambos en su
la Orden, guardan antecedentes sobre este concurso, ya sea
calidad de amigos del padre Pablo Gordan O.S.B., a quien le
planos, maquetas, fotos, bases técnicas o administrativas,
ofrecían en donación el cerro contiguo de Los Piques.
etc., excepto unos poquísimos documentos que se exponen más adelante.
“Según contó en una ocasión el padre Gabriel Guarda a uno de los autores del presente libro, cuando realizaron la
En todo caso, puede afirmarse que las bases habrían sido
visita de inspección para evaluar la conveniencia del terreno,
elaboradas por el arquitecto Juan Lyon, proyectista del
entraron por el Cerro Los Piques caminando a media ladera
anterior monasterio y cuñado de Fray Pedro Subercaseaux,
de poniente a oriente. Ya a mitad de camino, con el asomo de
uno de los principales responsables de la presencia de la
la cordillera y la vista al Valle de La Dehesa, sus expresiones
Orden en Chile. Entre los arquitectos invitados a participar
de satisfacción eran ‘gritos de júbilo’. El lugar les parecía
estaban León Prieto Casanova, que al parecer concursó
perfecto”.
solo; Hernán Riesco junto a Jorge Larraín; Juan Echeñique con Ignacio Tagle; Jaime Bellalta y equipo, incluyendo a su
d. 2 / Direcciones Espaciales del proyecto inicial, original de Jaime Bellalta.
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mujer Esmée Cromie como paisajista; Sergio Larraín G.M. y Asociados, entre los cuales figuraban Emilio Duhart y Oscar Praguer; un grupo peruano a cargo de un arquitecto de nacionalidad alemana o austríaca y apellidado Linden; todos ellos entre probablemente otro equipos cuya identidad resulta imposible de identificar hoy día, como por ejemplo un proyecto que habría concursado desde Londres.
f. 19
El concurso de anteproyectos se juró el mismo año 53, siendo presidente del jurado el arquitecto Carlos Bresciani, eligiéndose la propuesta que había dirigido Jaime Bellalta del Instituto de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso. Dado que este proyecto se comenta más adelante en forma detallada, no nos detendremos por ahora en él, haciendo, en la medida que se cuenta con alguna información, breves referencias sobre las diversas proposiciones y algunos de los comentarios que despertaron.
f. 20
f. 19 / 20 / 21 / Vistas de la maqueta de estudio del proyecto de Bellalta.
36
d. 3 / Croquis a vuelo de pájaro del proyecto original, de Jaime Bellalta.
37
f. 22 / Interior de la capilla provisoria.
El proyecto del arquitecto Linden no contemplaba un
a juicio de un tercero, tenía un marcado carácter “medieval”.
claustro tradicional, si no que era un monasterio “a la
Entre los mismo concursantes los juicios sobre los proyectos
griega”, según el decir de otro de los concursantes. Uno
resultaron muy controvertidos; a algunos no solo les bastó
de los proyectistas califica hoy día su proposición como
con considerarlos malos, aun los calificaron de detestables y
“neovernacular”, imitando, al parecer, la fisonomía de
hasta de “caja de zapatos”.
las casas rurales cercanas y también sus materiales de
38
construcción, mientras que la disposición de los volúmenes
Al parecer las opiniones estuvieron muy divididas, no solo
se basaba en dos curvas concéntricas formando tres lados
entre los concursantes, sino que también al interior de la
hacia el valle, las que se cerraban por un cuarto costado con
Orden, donde muchos monjes tomaron un decidido partido
una columnata de unos 80 metros de largo, proposición que,
por una u otra de las soluciones, quedando algunos de ellos
profundamente desilusionados por el proyecto finalmente elegido y creándose problemas que perduraron por muchos años. No obstante lo anterior, el Prior de la época le dio un fuerte impulso al proyecto ganador, el que contaba, por lo demás, con ardientes partidarios internos, iniciándose su construcción el año 1954. No puede dejar de comentarse, a propósito de lo señalado más arriba, el impacto que una obra de arquitectura puede provocar entre sus futuros usuarios, más allá de las discrepancias que pudieran existir sobre su funcionamiento y su costo; la discusión se centraba en aspectos arquitectónicos sustantivos del edificio, como su forma y su espacio, y en la que no debe haber estado ausente la milenaria tradición benedictina de construcción de monasterios. La obra se concluyó en 1956, año en que los monjes se
f. 23 / Exterior nevado.
trasladaron desde los recintos que les había facilitado la
Aún cuando los autores del plan solo pudieron construir
Congregación de la Holy Cross a sus nuevas instalaciones,
una pequeña parte del total propuesto, varios de sus
que inicialmente solo consistía en el primer edificio del plan
planteamientos se mantienen perfectamente vigentes
general , vale decir, el cuerpo de celdas (Block A), además de
hasta el día de hoy, mientras que otros han sufrido serias
una capilla, cocina y refectorio provisorios. Por esa época, el
modificaciones. Junto con el Block A se había proyectado
Hno. Martín Correa desarrolló el cementerio del monasterio,
una pequeña capilla, casi privada, y que además de a algunos
por encargo del propio Bellalta.
locutorios constituían la zona de acceso al monasterio en el lugar que hoy en día está emplazada la hospedería. Este
A pesar de la escasa información disponible sobre el conjunto
cuerpo, denominado Block B, tuvo un desarrollo proyectual
ganador, pueden deducirse varios hechos arquitectónicos
bastante avanzado y su ubicación justifica la actual rampa
de singular importancia para el monasterio y su desarrollo
que lleva a la casa de huéspedes. La iglesia definitiva solo
posterior. En primer lugar, el emplazamiento a media ladera
estaba insinuada como un paralelepípedo, pero en el mismo
del cerro y en un punto preciso que orienta la disposición de
lugar que se ha levantado la existente.
los edificios de acuerdo a referentes geográficos próximos y lejanos. En segundo lugar, la adopción de un lenguaje formal
Quizás la modificación más importante que se le hizo al plan
que marcó una impronta muy fuerte a toda la obra, distintiva
de Bellalta fue el cambio en el camino de acceso, el cual
del convento de la Santísima Trinidad de Las Condes.
llegaba hasta el monasterio primitivamente por el oriente
39
f.
f. 24
40
f. 25 / 26 / 27 / 28/ 29 f. 25
Cuerpo de celdas y edificio provisorio recién construidos.
f. 26
f. 27
f. 28
f. 29
41
f. 30 / Cuerpo de celdas
(recién construido), cementerio y cuerpo de capilla y refectorio provisional.
42
f. 32 f. 31
f. 34
f. 33
f. 35
43 f. 31 / 32 / 33 / 34 / 35 / 36 Cuerpo de celdas recién construido.
f. 36
f. 37
f. 38
44
f. 37 / 38 / 39 Interior y exterior cuerpo de celdas.
f. 40
f. 41
f. 40 / 41 / 42 Escalera cuerpo de celdas.
45
d. 4 / Propuesta de Alberto Cruz C. y equipo, Universidad Católica de Valparaíso.
del cerro Los Piques y cuya justificación del trazado puede
inicial. En general, se aumentaba significativamente el
verse más adelante. Aunque todavía existe, su uso está
volumen edificado y se incorporaba un trama de vías que
restringido a la Orden habiéndosele criticado su sentido
relacionaba varios puntos significativos del predio de los
inicial al considerar que restaba intimidad al claustro y
monjes con los edificios.
dividía al monasterio de las actividades agrícolas situadas al otro extremo de la propiedad benedictina.
La Orden no se sintió interpretada por el nuevo plan, considerándolo desproporcionado, tanto a sus necesidades
En el año 1960, estando Jaime Bellalta radicado en Inglaterra
como a sus posibilidades, “una verdadera ciudad”, lo que
y sin su participación, un nuevo equipo del Instituto de
coincidía con la urgencia de contar con una iglesia definitiva
Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso,
que reemplazara la pequeña capilla provisoria.Desautorizada
integrado por Alberto Cruz, Arturo Baeza y José Vial, propuso
la propuesta de Valparaíso y contando el monasterio con dos
una reformulación del plan inicial, de acuerdo a lo solicitado
monjes arquitectos, aunque muy jóvenes y sin experiencia
por la Orden. Este plan alternativo contenía, por primera
de obras anteriores, el capítulo benedictino decidió, luego
vez, un acceso al Monasterio por el poniente del cerro Los
de un largo debate, encargarles la capilla del monasterio y el
Piques, emplazando el conjunto de los nuevos edificios más
desarrollo del proyecto completo del conjunto.
próximos a la cima del cerro y a partir de la actual portería. Aceptar el encargo no fue fácil para ambos; la opción que
46
Si bien se conservaba el claustro propuesto por Bellalta, los
habían adoptado por la vida monacal excluía otras tareas,
nuevos patios desplazados al surponiente se conectaban
aun las de su profesión inicial. A ello se sumaba su vinculación
mediante un eje en diagonal con respecto a la ortogonalidad
con Bellalta, abriéndose la posibilidad de que éste retomara
d. 5 / Isométrica, propuesta de Alberto Cruz C. y equipo, Universidad Católica de Valparaíso.
47
f. 43 / Maqueta de estudio propuesta de Alberto Cruz C. y equipo, Universidad Católica de Valparaíso.
48
d. 6
d. 7
d. 6 / 7 / 8 / Estudios para iglesia definitiva de Alberto Cruz C. y equipo, Universidad Católica de Valparaíso.
49
PROPUESTA DE ALBERTO CRUZ C. Y EQUIPO, UNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALPARAÍSO.
d. 9 /
a) Creación de una clausura general, cierros del terreno. b) Creación de una clausura conventual para los monjes en la arquitectura. c) Tres alternativas de acceso.
d. 10 / En la zona agrícola se crea: un centro I (tres alternativas de ubicación 8); un sistema de senderos, una doble relación con la zona arquitectónica II (e, f) y cuatro clases de caminos: de doble vía (6 m), de una vía (3 m), para peatones (2 m) huellas agrícolas (2 o 3 m).
50
9/
EN EL TERRENO Acceso Monasterio A Estacionamiento B Acceso por San Francisco C Circulación a puerta de servicio D Circulación al trabajo campo E Circulación al trabajo campo F Circulación trabajo cerro G Caminos existentes H Gallineros J Instalaciones existentes K Arboledas L Pinos M
ZONA ARQUITECTÓNICA UNIDAD IGLESIA Iglesia: Superior Inferior Sacristías Acceso a iglesias (lugares de formación) UNIDAD CONJUNTO Capítulo Refertorio Biblioteca Sala de clases Enfermería Servicios
1 2 3
5 6 7 8 9 10
UNIDAD DE CELDAS Celdas existentes Nuevas Sala de recreo
11 12 13
d. 11 / Plano de conjunto propuesta
de Alberto Cruz C. y equipo, Universidad Católica de Valparaíso.
UNIDAD DE TALLERES En actual block provisorio 14 UNIDAD PORTERÍA Celdas Servicios comunes Claustro Patio de servicio Patio de huéspedes Explanada acceso Circulación vehículos Cementerio Explanada cumbre Área zona arquitectura
17 18 19 20 21 22 23 24 25 26
51
d. 12
d. 12 / 13 / 14 / 15
Croquis de estudio de los arquitectos de la Universidad Católica de Valparaíso. d. 13
52
d. 14
d. 15
53
el proyecto original. Así, se comprometieron mutuamente a no aceptar por ningún motivo el encargo. Sin embargo, el Hno. Gabriel estaba muy afectado por las insistentes presiones a las que estaban sometidos por la Orden. Fue así que un día acudió a la capilla a rezar y a pedir una “señal divina” sobre cómo proceder. Interpretaría como tal el hecho el que nada más saliendo de sus profundas cavilaciones le avisan que lo llaman por teléfono en la portería. El llamado era para comunicarle que le habían recién concedido el premio al mejor proyecto de título del año, otorgado por el Colegio de Arquitectos, y con el cual se había recibido justo antes de entrar a la vida monacal. Era la señal que esperaba para aceptar el encargo. Decidió entonces partir con unos dibujos, pero sin comunicárselo al Hno. Martín, posiblemente por no saber cómo lo tomaría. El Hno. Martín cuenta por su parte que al descubrir por casualidad a Guarda en este trabajo inicial –el que no le convenció del todo– se vio impelido a unírsele, rompiendo así tácitamente el acuerdo. Si bien ambos monjes arquitectos se complementaron muy bien en el trabajo, el desarrollo de la iglesia no fue fácil. A ciertas presiones externas que intentaron disuadirlos, dado que la Orden se merecía “un proyecto de calidad”, “incluyendo delegaciones de connotados arquitectos que visitaban de tanto en tanto al Prior para intentar hacerlo cambiar de opinión”, se sumó nuevamente un cierto sector del propio monasterio que, al ver los primeros planos, planteó duras críticas y su disconformidad con la solución y el “estilo” propuesto. Sin embargo, una vez terminada la iglesia e iniciado el culto sagrado, vino un gran reconocimiento, tanto nacional como internacional, destacando el valor de la obra y el aporte que representaba dentro de la arquitectura latinoamericana. d. 16
Normalmente se afirma en revistas especializadas que en la iglesia hay una clara influencia del arquitecto, suizo–francés Le Corbusier, muerto en 1965, quien dominó gran parte del quehacer arquitectónico a mediados del presente siglo.
54
d. 16 / 17 d. 17
Croquis del trazado y secuencia de las vistas del nuevo camino, original padre Gabriel Guarda O.S.B.
55
d. 18 / Esquemas del estudio de la iglesia, originales Hno. Martín Correa,O.S.B.
f. 44
56
d. 19 / Perspectivas del proyecto de la iglesia, original padre Gabriel Guarda O.S.B.
57
Los autores del proyecto reconocen explícitamente un
al público, el padre Gabriel hizo abrir una ventana hacia
intento por “asimilarse” a la arquitectura del cuerpo de
el poniente con el fin de que desde el refectorio pudiera
celdas de Bellalta y una fuerte inspiración en la pequeña
mirarse el cerro Manquehue.
capilla no construida de ese arquitecto, especialmente en los efectos de iluminación natural.
El proyecto anterior estaba bastante encadenado con el fin del camino del acceso y la entrada a la iglesia y al monasterio.
Antes de la construcción de la iglesia, se trazó y abrió el
Al separarse, en el año 1974, el arquitecto Raúl Irarrázabal
actual camino de acceso, el que estuvo a cargo del Hno.
de la oficina de Sergio Larraín, éste le ofreció hacerse cargo
Martín Correa, quien, con un maestro, y una manguera
de lo relativo a los benedictinos. Es así como Irarrázabal
de nivel, demarcó en el terreno los trabajos, siguiendo,
proyectó la plazuela de acceso en 1975, la que intentó ser
aproximadamente, lo señalado en el plan general estudiado
inicialmente un lugar para ceremonias y liturgias de carácter
por el Instituto de Arquitectura de la Universidad Católica de
masivo, lo que no fructificó por estar ausente del espíritu de
Valparaíso.
la Orden; y la biblioteca en 1980, entre el cuerpo de celdas y la hospedería, “inspirada en la Laurenciana de Miguel
Al inicio del proyecto de la capilla, e invitado por el Hno.
Angel”, al decir de su autor; último cuerpo del plan general
Gabriel, se incorporó a este trabajo Patricio Gross, quien fue
que habían reformulado los Hnos. Martín y Gabriel. Al mismo
a vivir al monasterio, habilitándose un espacio al final del
arquitecto se le pidió el diseño de los muebles definitivos del
cuerpo de las celdas como taller de arquitectura. Guarda
coro de la iglesia y la instalación de las campanas.
partía poco tiempo después a estudiar filosofía con los benedictinos de Los Toldos, en Argentina, quedando a cargo
Para terminar estos antecedentes de la construcción del
del desarrollo de la iglesia el Hno. Martín. Junto con colaborar
monasterio, es preciso recordar que el 9 de abril de 1981 se
en esta tarea hasta fines de 1964, Patricio Gross tuvo bajo su
declaró por ley a todo el conjunto arquitectónico Monumento
responsabilidad el proyecto y construcción de la hospedería entre 1962 y 1963. La hospedería se levantó en el sector que el proyecto de Jaime Bellalta había destinado originalmente a capilla y refectorio. El Hno. Martín Correa colaboró activamente en la discusión del proyecto y en una de sus vacaciones en Chile, el Hno. Gabriel Guarda hizo algunos valiosos aportes con el fin de destacar las vistas a los cerros lejanos. Alrededor de 1972, y decididos los monjes arquitectos a no participar más en trabajos de arquitectura después de lo avatares ocurridos en torno a la iglesia, la Orden le encomendó a la oficina de Sergio Larraín G.M. y Asociados el proyecto de la portería–refectorio, tarea que asumió directamente Jorge Swinburn. En el muro poniente de dicha obra , que viene a significar el cierro del monasterio hacia la zona de acceso
58
d. 20
21
d. 20 / 21 Croquis de estudio de la hospedería, original Patricio Gross F.
f. 45 / 46 / Hospedería (fotos actuales).
59
Nacional (Decreto Nº 1661), en reconocimiento a su aporte al patrimonio cultural de la nación, mientras que los cerros Los Piques y San Benito pasaron a integrar lo que se denomina “zona típica y de protección”. Con esta última acción se pudo evitar la instalación de una estación repetidora de televisión en la cumbre del cerro Los Piques, lo que, sin duda, hubiera constituido una agresión a la paz y a la armonía entre paisaje y arquitectura.
f. 47 / Portería y refectorio (foto actual).
d. 22 / Croquis de estudio de portería y refectorio, original Jorge Swinburn.
60
d. 23
d. 23 / 24 Croquis de la biblioteca y de la plaza de acceso, originales de Raúl Irarrázabal.
61
6 EDIFICIOS Y LUGARES QUE COMPONEN EL MONASTERIO
f. 48 / Foto aérea del Monasterio en 1984 (SAF, 1984).
62
En este capítulo del libro se explicarán en detalle los
cuerpo de celdas, y por la dificultad de establecer contacto
diversos edificios que comprende el monasterio, siguiendo
con el arquitecto Jaime Bellalta, quien se encuentra desde
un orden cronológico de acuerdo a la antigüedad de su
hace años en el extranjero, se solicitó la memoria a un
diseño y construcción. Para llevar a cabo esta tarea, y
estrecho colaborador suyo, el arquitecto León Rodríguez, a
como complemento del conocimiento que los autores de
quien pertenecen las citas, excepto el párrafo inicial que es
la publicación tienen respecto del convento, se realizó una
del propio Bellalta.
consulta a los diferentes arquitectos que intervinieron en los proyectos y en su construcción, especialmente a aquellos
El texto de la hospedería pertenece a Patricio Gross, mientras
que fueron los responsables directos de la obra. Este
que el del cementerio y la iglesia son del Hno. Martín Correa.
método, además de enriquecer la descripción objetiva de
Sin embargo, este último es el resultado de una síntesis entre
los edificios del conjunto arquitectónico, permitió conocer
su escrito y el texto de un antiguo trabajo de su autoría, junto
más profundamente las motivaciones e idea– fuerza que los
al padre Gabriel Guarda, y que tenía por destino persuadir
inspiraron.
en su momento al resto de la Orden de las cualidades del proyecto en cuestión.
Para ello, se solicitó una memoria explicativa de acuerdo a una pauta que, aunque planteada para ser respondida
Jorge Swinburn escribió lo referente al edificio del refectorio
libremente, contenía, al menos, las principales interrogantes
y locutorios, en tanto que Raúl Irarrázabal es el autor de la
del estudio: identificación del edificio, fecha del proyecto
memoria de la plazuela de acceso y la biblioteca.
y de su construcción; profesionales que participaron, fundamentos arquitectónicos en que se sustenta la proposición, relación con los edificios preexistentes, con el plan general y con el paisaje circundante; descripción del programa, aspectos funcionales y materialidad. Junto con lo anterior se solicitó tener acceso al material gráfico disponible, ya fueran planos, perspectivas, croquis o diagramas, así como fotografías, especialmente de la época de la respectiva construcción, sin perjuicio de la búsqueda que al respecto realizaba el equipo investigador. Es así como se ha preparado el presente capítulo, en base, principalmente, a las respuestas recogidas. Las letras cursivas reproducen fielmente párrafos de los textos entregados y, en general, se siguen las ideas de los respectivos autores. En el
63
p. 1 / EL CONVENTO EN 1988 PLANO DE UBICACIÓN 1. Acceso 2. Monasterio 3. Cementerio 4. Servicios 5. Mueblería 6. Gallineros
64
65
p. 2 / EL CONVENTO EN 1988 PLANO DE CONJUNTO Nivel claustro 1. Plazuela de acceso 2. Locutorios (bajo cuerpo Refectorio) 3. Corredor del Claustro 4. Claustro 5. Biblioteca 6. Depósito de libros 7. Hospedería 8. Iglesia 9. Antigua Capilla 10. Antiguo Refectorio
1
66
7
6 8 4
3
5
2
10
9
0
5
67
f. 49
68
69
Cuerpo de celdas y anteproyecto para capilla y refectorio
El autor del proyecto del cuerpo de las celdas de los monjes,
Si la arquitectura muestra esto se hace obra, se hace obra del
arquitecto Jaime Bellalta, escribió en 1956 lo siguiente:
lugar, del espacio, del viento, del sol, del hombre, para el lugar, para el viento, para el sol, para el hombre.
Esta es una obra que no es constructiva ni constructivizante. No es equipada, no está encerrada dentro de su propia modulación.
Este edificio corresponde al único que se construyó del
No es simbólica. No es “benedictina” exclusivamente. No es un
anteproyecto del monasterio que triunfó en el concurso de
juego espacial, no es elástica y sin definición de límites. No es
1953, y que formaba parte de un conjunto mucho mayor
el ir, ni el estar; es el ser.
que se realizaría en una segunda etapa. Además del cuerpo de celdas se proyectó con bastante detalle, aunque no se
Yo afirmo que es una obra valiosa de la arquitectura
construyó, un volumen emplazado en la actual ubicación de la
contemporánea.
hospedería y que comprendía un pequeña capilla, locutorios y portería, coincidiendo con la zona de acceso propuesta por el
Es valiosa porque afirma su libertad en su participación en la
anteproyecto.
poesía espacial; su libertad en su uso; su libertad en su destino; su libertad en su belleza; su libertad en su edad siempre nueva
El equipo ganador estuvo encabezado por Jaime Bellalta,
y ya una ruina. Fiel a todos los postulados, a todos los traiciona.
profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad
Solo responde al destino de su lugar; no es ni más ni menos
Católica de Valparaíso, y un grupo de egresados constituido por
que el lugar donde se asienta hecho arquitectura.
Fernando Mena, León Rodríguez y Octavio Sotomayor, quienes fueron inicialmente invitados a participar en el concurso.
Es un lugar con sus estaciones, luces, nubes y monjes. Aunque
El anteproyecto se desarrolló en Viña del Mar y Bellalta fue
no exista más, ya transforma el lugar haciéndolo comparecer.
propiamente el autor del mismo.
Canta solamente a su lucha por existir –no a sí misma– y por su
Para el desarrollo posterior del proyecto, una vez que éste
existencia dar testimonio del uso que quiere ser hecho de ella.
se hubo adjudicado, se incorporó durante algunos meses el
La arquitectura se hace obra en la medida de lo que se hace
arquitecto Miguel Eyquem, a quien remplazó posteriormente
de ella, se posesiona de ella y comprende su destino.
Pedro Burchard, el que se mantuvo hasta el final de esta etapa y durante la construcción que se inició en 1954. Según el Hno.
¿Acaso la arquitectura no es la habitación del hombre? Y la
Martín, fue Pedro Burchard quien desarrolló la escalera del
habitación del hombre ¿no es el habituarse a su medio, a sus
cuerpo de celdas. En este tiempo se retiró Rodríguez, siendo
posibilidades, a su destino?
seguido por Mena y, finalmente, por Sotomayor.
Nota: Los textos en cursiva corresponden en este capítulo a redacción del propio autor de esta edificación, arquitecto Jaime Bellalta.
70
p. 3 / ANTEPROYECTO 1953 PLANO DE CONJUNTO Nivel claustro 1. Celdas 2. Capilla y refectorio 3. Futura iglesia 4. Claustro
71
p. 4 / Planta 1 er nivel
p. 5 / Corte A–A
p. 6 / Corte B–B
72
CAPILLA REFECTORIO 1953 Anteproyecto 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12.
Acceso Portería Clausura Refectorio Cocina Bodegas Celdas Acceso fieles Comulgatorio Capilla Sacristía Salida claustro
p. 7 / Planta 2 er nivel
p. 8 / Planta 3 er nivel
73
p. 9 / Elevación poniente
p. 10 / Elevación oriente
74
p. 11 / Elevación norte
p. 12 / Elevación sur
75
El proyecto se fundamentó en tres ideas principales. En primer lugar, en una comprensión de la vida cotidiana benedictina contemporánea, en que fue particularmente importante el concepto de que todos los lugares y objetos del monasterio eran como los vasos de altar, sagrados, y lo mismo los actos. Lo anterior requería, por lo tanto, una alta cantidad de la forma en todos los elementos que componían la obra. Un segundo aspecto decía relación con la decisión, que era preciso adoptar, frente al espacio existente del cerro Los Piques, en el que el edificio se emplazaba. Este se estableció a mediafalda para no tocar la cumbre, dejándola libre para la clausura monástica y ubicándolo de manera tal que, por una parte el acceso desde Santiago permitiera reconocer la ciudad al llegar (reconocer el origen), y por otra parte, la obra se viera como un signo desde la zona habitada. El camino de llegada al monasterio estaba proyectado al oriente del cerro y corresponde, en parte, al que se usa hoy día como acceso a los galpones y zona de trabajo, desviándose luego hasta una pequeña plazuela que se abre visualmente a la cordillera, el valle de La Dehesa y las casas en un primer plano. Todo el entorno se graduó cuidadosamente midiendo la relación monasterio –lugar, sea como paisaje, vista, como ámbito de trabajo o paseo, o como material –mineral– piedra en sus muros. Finalmente, el proyecto se fundamentó también en la enseñanza de los maestros de la arquitectura contemporánea, como un camino sin compromiso con “los estilos” (neos), para poner la obra a la luz y en el espíritu del momento presente. El cuerpo de las celdas de los monjes, al ser el primero en el cerro, no requirió de la armonización con otras obras f. 50
76
77
2 1
p. 13 / Planta 1 er nivel
4
6
3
7
5
CUERPO DE CELDAS 1954 1. Vestíbulo 2. Corredor claustro 3. Hall 4. Biblioteca 5. Terraza 6. Celdas 7. Taller de arquitectura (1961) 8. Acceso 9. Celdas 1 0. Sala Multiuso 11. Pieza costura
8 p. 14 / Planta 2 er nivel
9
11
10
10
11
p. 15 / Planta 3 er nivel
78
preexistentes y por lo tanto se estableció libremente y en correspondencia con el ámbito circundante, conformando una relación de contraste entre lo construido, asentadamente geométrico, rectilíneo y cúbico y lo paisajístico, que se intentó mantener y acentuar en su condición natural (piedra, principalmente) y conformar de manera curvada. El programa para este edificio contemplaba un bloque de celdas con algunas salas y baños de uso común, así como algunas construcciones provisorias, tales como la capilla, comedor y cocina, todo lo cual formaba parte, como se ha dicho, de un plan maestro. Este estaba concebido como una abadía más o menos al modo europeo de ese momento, con monjes –presbíteros y hermanos legos, con todo lo requerido, claustro, capítulo, biblioteca, refectorio, hospedería, etc. f. 51
p. 52
79
p. 16 / Corte A–A
p. 18 / Corte C–C
80
p. 17 / Corte B–B
f. 53
f. 54
81 f. 55
p. 19 / Elevación oriente
p. 21 / Elevación norte
p. 22 / Elevación sur
82
p. 20 / Elevación poniente
La disposición básica de los recintos en torno a corredores fue pensada en el contrapunto benedictino de “ora et labora”, dándole a esos y al sistema general de circulación una dimensión e intensidad capaz de acoger al orante. Los materiales predominantes en esta obra son el hormigón armado, tanto en bruto como estucado, la albañilería de ladrillo revocado con mortero de cemento, el metal en los perfiles de ventanas y ciertos pilares aislados, el vidrio y algunos elementos de madera, tales como el parquet, puertas y repisas. En general, los muros están pintados de blanco, contrastando con las negras líneas de las piezas metálicas. Paralelamente con la edificación del cuerpo de celdas, próximo al núcleo de circulaciones verticales y al acceso provisorio del monasterio, Jaime Bellalta realizó un pequeño volumen de construcción ligera, destinado a capilla, refectorio y cocina. De estructura metálica, cubierta de fierro galvanizado y paramentos exteriores de madera y vidrio, dicho volumen contenía un espacio íntimo y religioso en el que se creaba una hermosa luminosidad interior, gracias al desplazamiento de ciertos muros, anticipando algunas de las soluciones que posteriormente aparecerían en la iglesia. César Barros realizó el cálculo estructural del cuerpo de celdas y edificios provisorios, mientras que la empresa constructora fue Juan Ureta y Cía. Ltda., siendo 1954 el año de inicio de la obra.
f. 56
83 f. 57
f. 58
84
f. 59
f. 60
85
CUERPO DE CELDAS 1953 1. Acceso fieles 2. Fieles 3. Monjes 4. Altar 5. Ambón 6. Nicho Virgen
7. Sacristía 8. Acceso monjes 9. Refectorio 10. Repostero 11. Cocina
12 11
10
9
7
8 p. 23 / Planta nivel único
4 ±0
3 +1 .
1
41
5
6
2 +1 .
05
1 +1 .
p. 24 / Elevación norte
p. 25 / Elevación oriente
86
p. 26 / Elevación poniente
.0
05
f. 61
f. 62
f. 63
87
Cementerio
Mientras se ejecutaba el cuerpo de celdas, el Hno. Martín Correa tomó a su cargo, en acuerdo con Jaime Bellalta, el proyecto y construcción del cementerio del monasterio. El sitio elegido estaba situado en el costado oriente del cerro Los Piques, mirando hacia la cordillera, la salida del sol, la zona más tranquila dentro de lo previsible… y vinculándose directamente con la que en ese entonces era la capilla, un cuerpo provisorio junto al edificio principal. Se buscó hacer del cementerio un lugar recogido e íntimo, que fuera para los monjes un espacio de meditación y oración, y, al mismo tiempo, alegre, como corresponde a una visión cristiana de la muerte, en que todo apunta hacia la resurrección. Por ello se trató de crear un espacio lleno f. 64
de vegetación, cuyas tumbas solo están marcadas por unas piedras, y en que el contorno que lo limita con el resto del cerro es una cinta de albañilería blanca con rectas y curvas. El terreno se rellenó, contenido por un muro de piedra, conformando un plano que está constituido por un simple camino central a cuyos lados y en forma perpendicular están enterrados, literalmente, los hermanos difuntos. Las tumbas, al despegarse de la tierra que sigue la pendiente natural, anuncia el inicio de su liberación. Una cruz de concreto, con el texto “VEN SEÑOR JESÚS” bajo relieve, termina por crear, entre los que periódicamente van a visitarlos y esperan seguirlos, el clima de tensión y de esperanza de los que allí se han adelantado.
Nota: Los textos en cursiva corresponden en este capítulo a redacción del propio autor de esta edificación, arquitecto Hno. Martín Correa, O.S.B..
88
89 f. 65
CEMENTERIO 1954 1. Acceso 2. Fuente 3. Cruz 4. Sepulturas 5. Cipreses 6. Olmo
A
B
5
4
1 2 6
3
0
A p. 27 / Planta
90
B
5
0
p. 28 / Corte A–A
0
5
p. 29 / Corte B–B
5
f. 66
91
Hospedería
A partir de la función que se le había asignado a la hospedería,
y la albañilería no revocados, como la riqueza de la línea
los fundamentos arquitectónicos y las propuestas que
negra de los marcos y batientes de las ventanas sobre el
ellos generaron pueden ser ordenados desde el punto de
plano blanco de los muros. Subrayando la horizontalidad
vista de la forma, el espacio y la materialidad. El edificio
del edificio, intencionadamente se fijó su altura para que
estaba destinado a acoger los huéspedes que acuden al
no sobrepasara el borde superior del muro de piedra que
monasterio, misión encargada a los benedictinos por la
contiene el claustro, mientras en su disposición en forma
Regla de San Benito, ofreciéndoles un lugar propicio para
paralela al cuerpo de las celdas de los monjes reforzaba la
el estudio, la meditación y el retiro. La construcción debía
ortogonalidad del incipiente conjunto arquitectónico.
ofrecer un mínimo de confort y el programa consistía en un vestíbulo de entrada, una sala de reunión y trabajo,
La forma de la hospedería establecía con el paisaje
baño común y varias celdas con espacio para una cama,
circundante una relación similar a la que se daba en el
un pequeño escritorio, una silla, una repisa de noche, un
caso del edificio existente, vale decir, de contraste con
lavatorio y un clóset.
la irregularidad del plano inclinado y la coloración del terreno y la vegetación de estepa de secano. La volumetría
Cuando se proyectó la hospedería el año 1962, solo existían
de blancos muros descansa en una base de hormigón
el edificio que albergaba las celdas de los monjes, con
que sigue la pendiente del cerro, independizándose del
una pequeña biblioteca y la sala del capítulo, así como
suelo y agregando en la pendiente natural una forma
el cuerpo de construcción ligera en que funcionaban la
inequívocamente artificial.
capilla y refectorio, ambos diseñados por Jaime Bellalta y su equipo. El primero de los edificios nombrados imponía
Consecuente con la intención original, la hospedería intenta
al conjunto un estilo racionalista de líneas muy depuradas,
un espacio que refleje la búsqueda de la pobreza y la
bellas proporciones y una volumetría de muros blancos que
sencillez benedictinas, enriqueciéndose solo por lo ajustado
se recortaba nítidamente contra el cielo y el cerro.
de las proporciones; la diferente iluminación en los muros e interiores de los distintos recintos, gracias a los cambios en
La hospedería, de tamaño e importancia menor que el
las orientaciones y en los tamaños en los vanos exteriores;
edificio anterior, se propuso un lenguaje formal muy simple
y un recorrido que permita descubrir una variedad de
que armonizara con lo existente, expresándose también con
situaciones, desde los lugares de actividad común hasta la
formas cúbicas y muros que predominaran por sobre los
privacidad de la celda.
vanos, excepto en muy pocos paños donde el ventanal era completo. La simplicidad de los volúmenes se compensaba
El acceso a la hospedería , que se inicia desde el claustro,
mediante un juego controlado de los distintos cuerpos que
situado en la parte baja del edificio de las celdas de
componen la obra, a lo que se añade la textura del hormigón
los monjes, desciende por una rampa que sumerge al
Nota: Los textos en cursiva corresponden en este capítulo a redacción del propio autor de esta edificación, arquitecto Patricio Gross.
92
p. 67
93
p. 30 / Planta primer nivel
HOSPEDERÍA 1961–62 1. Acceso 2. Sala de estar 3. Patio 4. Celdas 5. Terrazas 6. Bodega
p. 31 / Planta segundo nivel
94
f. 68
caminante entre la actual biblioteca y un pétreo muro de contención del claustro, perdiendo la vista lejana. Al final de la rampa y previo al ingreso a la hospedería un muro oblicuo abre hacia la izquierda la visión al cerro Manquehue. Una vez en su interior, se nos ofrece la alternativa de subir o bajar medio piso a los pasillos de las celdas, pasar a la sala de reunión o, de frente, contemplar un pequeño patio con una viga que enmarca la vista hacia el valle, el Cajón de El Arrayán y el macizo de El Plomo en el cordón cordillerano. Las circulaciones se mantienen en una semipenumbra, iluminadas por dos quiebres verticales en los muros sur que dirigen la vista a las montañas del Ramón, contrastando con el espacio luminoso del vestíbulo de entrada que conecta con la sala de trabajo. Esta vuelve a ofrecer, a través de f. 69
una ventana frente al acceso, la presencia del Manquehue,
95
f. 70
f. 71
96
f. 72
97
f. 73
f. 75
98
f. 74
f. 76
99
p. 32 / Corte A–A
p. 34 / Corte C–C
100
p. 33 / Corte B–B
mientras que una pequeña abertura lateral a todo lo alto del recinto, recuerda la visión que se tenía desde el amplio ventanal del hall que se acaba de dejar. El muro norte de la sala está recortado a lo largo y a una altura tal que recién al sentarse en la gran mesa de reunión aparecen el valle y la cordillera. El tamaño de las celdas es pequeño, con una ventana cuadrada junto a la mesa escritorio, y el espacio intenta crear una interioridad que invita al huésped a un encuentro íntimo con sí mismo. La hospedería está construida con muros del albañilería, empleando a la vista ladrillo hueco hecho a máquina y ladrillo muralla para panderetas interiores, estas últimas revocadas. Pilares, vigas, cadenas y losas son de hormigón a la vista, para el cual se especificó moldaje de tabla de pino en bruto cuidando su disposición. Para evitar pilares de hormigón en fachada, se estructuraron los muros exteriores de albañilería mediante el empleo de enfierraduras verticales distribuidas por el interior de los huecos de los ladrillos. Los pavimentos de todos los recintos son de baldosín
f. 77
cerámico, excepto en los baños donde se empleó baldosa de cemento al líquido. Los marcos de ventanales y ventanas
La hospedería fue proyectada por Patricio Gross, egresado
son de fierro en perfil doblado, de doble contacto, pintados
un año antes de Arquitectura de la Universidad Católica y
negro, contrastando con el blanco de los muros. La baranda
aún no titulado, contando con la estrecha colaboración del
de la escalera se dejó sin teñir, manteniendo el color natural
Hno. Martín Correa y algunos aportes del entonces Hno.
del hormigón. Los marcos de las puertas interiores son de
Gabriel Guarda. Sergio Rojo actuó como ingeniero calculista,
raulí, siendo sus hojas y la de la puerta de acceso de terciado
siendo la empresa constructora Eugenio Browne y Cía. Ltda.,
teñido y encerado.
la quien inició las obras a fines del año 1962.
Los materiales elegidos responden al mismo criterio de simplicidad y austeridad que inspiró al edificio, intentando significar el espíritu benedictino de la obra.
101
p. 35 / Elevación oriente
p. 37 / Elevación sur
p. 38 / Elevación norte
102
p. 36 / Elevación poniente
f. 78
f. 79
103
La iglesia
La obra que el capítulo benedictino encargó a los arquitectos monjes Hnos. Martín y Gabriel consistía en una iglesia para unos 35 miembros de la comunidad monástica, incluyendo también, en el mismo espacio que servía a los monjes, 10 o 12 huéspedes que participan habitualmente por unos días de la vida del monasterio. Debería, además, tener una nave con capacidad para 180 personas aproximadamente. El Hno. Martín nos relata: A 10 años de mi ingreso, durante los cuales estudié dos años de filosofía y cuatro de teología, gracias a una donación importante se planteó la posibilidad de edificar la iglesia. Para entonces Jaime Bellalta se había ido a Inglaterra, y mi compañero en arquitectura Gabriel Guarda acababa de ingresar al monasterio. Entonces el Prior, padre Adalberto Metzinger, nos consultó la posibilidad de que ambos asumiéramos el proyecto. Mi respuesta fue que al no estar Jaime correspondía pedir un anteproyecto al Instituto de Arquitectura de Valparaíso. Así se hizo, y presentaron un trabajo que cambiaba fundamentalmente el partido original. Un plan maestro que era una ciudad. Como la comunidad no lo aprobó, recayó sobre nosotros el encargo. Para mí era algo imposible, me sentía incapaz de tamaño desafío: continuar la obra de Jaime. Además, porque yo había abandonado la profesión para dedicarme a la tarea monástica, que iba a quedar interrumpida y con mucho temor a la crítica de mis compañeros arquitectos y la de mi propia comunidad. Por consiguiente, insistí en no participar hasta que un día noté que Gabriel instalaba una mesa de dibujo, hacía comprar papel mantequilla, regla T, lápices… Me sentí en una tremenda encrucijada, seguir al margen o integrarme.
f. 80 / Hno. Martín Correa, O.S.B. y padre Gabriel Guarda, O.S.B.
Nota: Los textos en cursiva corresponden en este capítulo a redacción de uno de los autores de esta edificación, arquitecto Hno. Martín Correa, O.S.B..
104
105 f. 81
Decidí esto último. Aunque lo sentía como una gran irresponsabilidad. Pero lo que prima, según nuestra regla
FIELES
benedictina, es la obediencia al superior. ¿Cómo partir? Partimos por lo elemental: un espacio que reuniera a las dos comunidades, fieles y monjes, en torno al altar, símbolo de Jesucristo y centro de la celebración eucarística. Como la vida monástica busca por definición
MONJES
cierta separación, al no tener tarea pastoral directa, entonces se deseaba marcar esta independencia mediante elementos arquitectónicos tales como gradas, comulgatorio y quizás una posible angostura, tal vez un arco que delimitara el presbiterio de la nave de los fieles. Dicho programa se podía lograr con un esquema en forma de paralelepípedo, cosa que me parecía demasiado elemental. Observando las baldosas de una capilla provisoria en que nos hallábamos y desplazando imaginariamente una baldosa MONJES FIELES
respecto de la otra, descubrí que pasaban cosas interesantes al no relacionar la baldosa superior con la inferior propia del
Los dos ámbitos de la iglesia
paralepípedo, sino con la opuesta en diagonal. Esta solución formal producía dos zonas vecinas pero unidas por un estrechamiento en donde estaría ubicado el altar, el que así sirve de nexo y separación entre ambas zonas. El eje diagonal, por su parte, daría una mayor longitud y perspectiva al espacio. Así se llegó a la idea de los dos cubos esenciales penetrados por las aristas, uno más alto y adyacente al claustro, constituido por el presbiterio y el coro de los monjes, y otro algo más bajo y próximo al acceso de los fieles. Una segunda idea, que se deseaba conciliar con la anterior, era la de separar claramente a los monjes de los fieles. Ello se conseguía mediante una nítida delimitación entre ambos espacios: diferentes alturas, angostura del comulgatorio, altar que une y separa a la vez, cuatro gradas de desnivel,
Esquemas del estudio de la iglesia, originales Hno. Martín Correa.
106
diferencias de Iuz. Todo esto hace que el coro esté completo en sí mismo, de tal manera que la nave de los fieles es un
f. 82
107
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f. 84
f. 85
108
f. 86 / Hno. Martín Correa durante la construcción de la Iglesia.
109
accidente de este y, por tanto, su vacío durante la semana
Además, dicho nicho se destaca ya desde fuera y en el interior
no se vuelve desolador. Además, se buscaba acentuar la
adquiere máxima importancia, por estar al final de la rampa
centralidad del altar tanto en la zona de los monjes como de
de entrada de los fieles y donde está la mesa de las ofrendas.
los fieles, para lo cual debía converger hacia el altar, como centro focal, la inclinación de los techos y de los muros.
Por último, dicha rampa de ingreso a la iglesia es una subida, prolongación del ascenso que ayuda a recogerse y guardar
En definitiva, se distinguen en el conjunto tres zonas: dos
silencio. A la izquierda, la flecha luminosa del muro apunta
convergentes (inclinación de techos y dirección de muros)
hacia una cumbre: el nicho de la Virgen. Y a la derecha, el
hacia una central del altar (con techo plano más alto). Con
muro azul impide que desde le entrada se vea el espacio total,
ello se logra una jerarquía en los espacios, manteniéndose
que solo se adivina y se descubre a medida que se sube. Hay
una ascensión continua desde el exterior hasta el altar. Así la
un dinamismo de la luz que va del espacio más oscuro en la
misa se celebraría los días festivos de cara al pueblo tal como
rampa a uno con más luz en la Virgen, y continúa con menos
lo establecía por eso días la instrucción Inter Oecumenici,
luz en la nave de los fieles hasta el máximo de luminosidad en
emanada del Consilium encargado de llevar a cabo la
el presbiterio. La imagen de la Santísima Virgen es la meta de
reforma litúrgica deseada por el Concilio Vaticano II y los
los fieles que ingresan, pero también despide a quienes salen.
días de semana, hacia Ia comunidad, cosa que facilitaría su mejor participación. Una disposición circular en torno al
Con todo lo dicho, pareciera que la obra podía lograr su fin
altar expresaría de mejor manera la reunión del banquete
práctico funcional, pero experimentábamos que faltaba lo
eucarístico.
más importante, un alma para ese espacio.
Otro tema importante era la ubicación del sagrario, que
El edificio inicial de Jaime Bellalta que habitábamos, ya unos
fue dispuesto en una capilla lateral la cual se presta para
cinco años, nos había marcado por su veracidad, austeridad y
la adoración de los que acceden, sea fieles o monjes y que
alegría. El paso de esta tradición viva era una responsabilidad
se adivina a través de una ventana desde la nave. Además,
muy grande, pero a la vez una inspiración cierta. Fue así
dicha capilla está directamente conectada con el altar.
como, buscando el alma de nuestra iglesia, me encontré un día en medio de un bosque de pinos en que en un espacio
En el lado opuesto a la capilla del Santísimo está el ambón,
pequeño sin árboles, caía una luz matizada por las ramas.
lugar donde se leen las lecturas aplicándolas a la vida en las
Era un espacio recogido, silencioso, como sagrado. Este era el
homilías, ubicado justamente en el sector de encuentro de
desafío. O se lograba en nuestra iglesia crear una atmosfera
ambos cubos y pensado para la prédica a los fieles asistentes.
de recogimiento que invitaba a la oración o no sería iglesia, aunque la llenáramos de símbolos cristianos.
También el programa de la iglesia incluía un espacio especial para la Santísima Virgen María, madre y guía de los cristianos.
Entonces nos quedó claro, como nunca, que la luz sería el
Para ella se instaló en un nicho estratégicamente colocado
alma del conjunto, el que de otro modo permanecería inerte.
en el extremo opuesto al altar mayor y visible directamente
110
desde los sitiales de los monjes. En este lugar, que es todo
Desde ese momento la búsqueda se trasladó a los planos y
dirección y camino hacia la Virgen, ella prepara a los que
a la maqueta. Dos cubos blanco de cartón de 70 cm por 70
ingresan, los separa del mundo exterior, para así conducirlos
cm colgados del techo, permitieron introducir la cabeza y
al altar, a Cristo. Aquí cesarían los paisajes, se impondría el
experimentar en la forma más realista las posibilidades de la
silencio, sería la ”statio” de la iglesia.
luz, haciendo aberturas.
f. 87
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p. 39 / Planta primer nivel 1963 – 1964 con mobiliario
IGLESIA 1963–64 1. Acceso 2. Rampa 3. Fieles 4. Confesionarios 5. Púlpito 6. Altar 7. Monjes 8. Capilla Santísimo 9. Sacristía
112
p. 40 / Planta primer nivel 1963 – 1964 sin mobiliario
f. 88
f. 89
Otra vertiente importante de inspiración fue preguntarse
forma indirecta, que cae desde arriba como cascada por los
por el espacio que los monjes en los orígenes escogieron
muros y que varía durante el día, dándole especial sentido
en su camino de búsqueda de Dios. Este espacio fue el
a los siete momentos en que celebramos la liturgia de las
desierto como el lugar más apto para el encuentro consigo
horas.
mismo y con Dios. El monje auténtico tiene verdadera nostalgia del desierto. San Benito posteriormente, con su
La luz, por su ser inmaterial, es por excelencia la imagen de
carisma creador y realista, emplazó el monasterio no en el
las realidades espirituales. Por algo Cristo dijo “Yo soy la luz
desierto, pero sí en lugares apartados, lejos del mundanal
del mundo … “ Y como también dijo ser el “nuevo templo”,
ruido, como forma de lograr una purificación equivalente.
nosotros somos igual templos vivos, porque Él vive en cada uno de nosotros. La iglesia como construcción, por tanto,
Hemos querido que ese espíritu se reflejara en nuestra iglesia
es espacio sagrado porque acoge este misterio divino. El
de algún modo, por su simplicidad, austeridad y silencio que
edificio es “una imagen de asamblea reunida”, según dice
evocara una trascendencia en las personas que la visitaran.
el Misal Romano en su introducción general. Mientras más
Todo esto explica el porqué de los muros blancos, toscos,
anónimo y mejor contribuya a la celebración del encuentro
rugosos, con ausencia de decoraciones.
del Señor con los cristianos en la liturgia, y en la eucaristía especialmente, el espacio será más logrado. Esto fue lo que
Y así, buscando una expresión sagrada, optamos por un
pretendimos: crear un espacio interior con atmósfera de
espacio cerrado al exterior, por tentador que fueran los
oración, luminoso, austero, que disponga al encuentro con el
paisajes que nos rodean. Un espacio interior que a su vez no
Dios vivo, consigo mismo y con el hermano, una tienda para
fuera claustrofóbico. Para lograrlo recurrimos a ventanas
el Pueblo de Dios en camino, experimentando la alegría de
que no se ven pero que permiten la entrada de la luz en
la comunión.
113
PLANTA PRIMER NIVEL ZÓCALO ANTEPROYECTO 1960 1. Cripta 2. Altar 3. Altares monjes 4. Sacristía 5. Bodega
p. 41 / Planta primer nivel zócalo Anteproyecto 1960
PLANTA PRIMER NIVEL ZÓCALO PROYECTO DEFINITIVO 1963–64 1. Cripta 2. Altar 3. Altares monjes 4. Sacristía 5. Sala uso general 6. Bodega
p. 42 / Planta primer nivel zócalo Anteproyecto 1963 – 1964
114
f. 91
f. 90
115
Así como en sus líneas formales la iglesia debía armonizar
que el acceso al monasterio sería por el poniente del cerro Los
con lo ya edificado y diseñado por Bellalta, la materialidad
Piques y que la iglesia debía estar ubicada como remate de
no podía sino ser el hormigón armado. Más aun por sus
dicho acceso junto a la portería del convento.
dimensiones esbeltas, muros de 12 m de alto por 14 m de ancho y solo 20 cm de espesor y sin una losa de hormigón
El trazado del camino estaba por hacerse. Para ello sería
que los uniera, ya que la techumbre está formada por una
determinante la presencia del valle de Las Condes, el que
placa de estructura metálica que en gran parte cuelga por
se experimentaba como una gran corriente espacial, llena
tensores de acero ocultos en los perfiles metálicos de las
de dinamismo hacia el valle de El Arrayán, cada vez más
ventanas. La impresión de un visitante es gráfica: El espacio
estrecho culminando con las altas cumbres cordilleranas de
parece limitado por placas misteriosamente unidas que
El Altar y El Plomo. Aprovechando esta flecha dinámica del
podrían en cualquier momento desarmarse. El que esto
valle, el camino, que debía haber doblado junto a las cotas
no haya pasado después de dos terremotos es mérito del
naturales del cerro, se lanzó en línea recta hacia ese centro
calculista. El tratamiento de los muros pintados a la cal es
focal cordillerano a costa de un buen terraplén. Y la iglesia,
concreto a la vista. Gracias a la imperfección de los moldajes
que prudentemente podría haber estado bien asentada
de madera de pino en bruto, que entonces era lo corriente,
y empotrada en el cerro, se sacó al encuentro del camino,
intencionadamente mediante cuñas se forzaron los quiebres
interceptándolo. De este modo la iglesia se recortaría contra
entre las tablas, obteniéndose una superficie aún más
la cordillera haciendo de esta su propio telón de fondo.
rugosa. La luz rasante de las ventanas superiores le da a esta rugosidad una belleza especial, y contribuye a la intención
Por último no puedo dejar de dar cuenta de algo esencial:
de la arquitectura de austeridad ascética que buscábamos.
La iglesia es un verdadero regalo de Dios, dada nuestra real incompetencia y el resultado obtenido, cosa de la que he
El pavimento interior es una carpeta de concreto afinado
llegado a tener plena conciencia con el paso del tiempo.
sobre la losa y con canterías que recortan el piso. Dichas canterías dan dirección al caminante hacia los puntos más
Los proyectistas de Ia iglesia fueron el Hno. Martín Correa
importantes como hacia la Virgen, la capilla del Santísimo y
y el entonces Hno. Gabriel Guarda, llevándose a cabo
especialmente hacia el altar mayor.
Ia construcción durante los años 1963 y 1964. Colaboró estrechamente durante todo el desarrollo del proyecto y
116
En cuanto a la relación de la obra con el entorno, debe tenerse
Ia construcción Patricio Gross, egresado de la Escuela de
presente que al momento de proyectarse la iglesia solo
Arquitectura de la Universidad Católica. Raúl Ramírez, junto
existían en el lugar el block de celdas, el que miraba hacia el
a su ayudante Carlos Wiegand, estuvo a cargo del cálculo
valle de La Dehesa y servía como respaldo de la plataforma
estructural y Salinas y Fabres y Cía. Ltda. actuó como empresa
rectangular que sería el patio del claustro. Ya se había decidido
constructora a través de uno de sus socios, Fernando Salinas.
f. 92
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117
p. 43 / Corte A–A
p. 44 / Corte B–B
118
p. 45 / Corte C–C
p. 46 / Elevación norte Proyecto 1960
p. 47 / Elevación norte Proyecto 1963 –1964
119
f. 94
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p. 48 / Elevación poniente Proyecto 1963 –1964
p. 49 / Elevación oriente Proyecto 1963 –1964
p. 50 / Elevación sur Proyecto 1963 –1964
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LA VIRGEN DE LA IGLESIA Un lugar privilegiado estaba destinado a la escultura de
Francisco Gazitúa, galardonado recientemente con el Premio
la Virgen, un nicho que interiormente está en el eje norte
Nacional de Artes Plásticas 2021, ha querido relatar él mismo
opuesto al coro de los monjes que pueden contemplarla sin
su vivencia de entonces en el monasterio:
obstáculo. Nicho que exteriormente llama la atención, con su ventana vertical, e interiormente porque es el punto focal de
Desde mi experiencia personal, porque estuve ahí y de alguna
los fieles que suben por la rampa de acceso.
manera todavía estoy, lo que hace único, singular y diferente este templo, es lo que quisiera contar a continuación.
Todo esto exigía una imagen que tocara el corazón de quienes la vieran. Buscando el escultor adecuado, el Hermano Martín
Trabajé ahí durante cuatro meses desarrollando mi primera
pensó en Marta Colvin, gran y reconocida escultora ya en esa
escultura en el espacio público: la Virgen del templo. Tenía 24
época. Providencialmente venía a Chile por unos días, desde
años en 1969, fue encargo para mi maestra Marta Colvin de
Francia donde vivía.
quien yo era profesor ayudante en su cátedra de escultura de la Universidad de Chile. Marta se fue a trabajar a su taller
Acogió bondadosamente en su taller al monje benedictino,
de París y dejó el encargo de realizar una virgen de piedra a
el que le propuso hacerse cargo de la escultura. Pero ella le
tamaño natural, desde una pequeña maqueta de yeso. Los
advirtió que solo podría hacer una maqueta debido al poco
monjes-arquitectos, recomendaron el cambio a un material
tiempo del que disponía. Pasado unos días lo llamó para
más liviano, tuve que cambiar de piedra a madera por la
entregarle la maqueta, una figura de unos 30 cm en yeso.
resistencia de la loza.
Una imagen bella y sugerente en que la Virgen sostiene a un niño Jesús con los brazos abiertos en cruz. Ahora se trataba
Trabajé en la carpintería de la abadía, con “lo que había”,
de encontrar a la persona que pudiera realizarla y a mayor
la madera de álamo. De los moldajes para los muros de concreto del templo, construí ́ la imagen con pequeños
tamaño, es decir de unos 2 metros de alto.
y grandes trozos de madera, haciendo eco de las líneas Era 1969 cuando venía frecuentemente al monasterio, como
marcadas en el hormigón del muro por esas mismas tablas.
huésped, Francisco Gazitúa, un joven estudiante de escultura
Mientras trabajaba comencé a tomarle el peso al encargo,
en el Bellas Artes. El hermano Martín le propuso entonces la
presentamos en el lugar muchas veces la Virgen, el
tarea y le sugirió hacerla en madera, pero no a partir de un
esqueleto de madera con sus ejes al principio, agrandamos
tronco sino por la sumatoria de pequeñas piezas. Además,
o alivianamos la figura, la fuimos adecuando a la luz, a
facilitaba las cosas el hecho de que el mismo Hermano había
ejemplo de Gabriel y Martín quienes me repitieron que ellos
formado un taller de carpintería en que había muchos trozos
hicieron lo mismo con el templo, haciendo y rehaciendo
sobrantes. “Pancho Gazitúa“ se puso a la obra y al poco
mil veces la proposición original, de acuerdo a las luces de
tiempo se pudo colgarla en el lugar destinada para ella.
diferentes horas del día, y las estaciones del año, siendo modificada en cada etapa.
El resultado es una escultura muy en consonancia con
126
la iglesia. Sin dejar de ser suficientemente figurativa
El color del álamo se confundía con el blanco del templo, lo
para despertar sentimientos de piedad, es también
barnizamos con tintura de nogal. En el boceto de Marta, la
suficientemente abstracta conforme con la arquitectura que
virgen y el niño no tenían rostro, probé varias opciones de
la acoge.
cabezas y miradas hasta llegar a la de hoy.
f. 100
f. 101
127 f. 102
f. 103
Ciento veinte días viví con los monjes, comía y cantaba con ellos,
Que cada lector descubre la suya. Trasmito la mía. El secreto de
poco a poco tomé conciencia que estaba construyendo una
la belleza de ese lugar habría que buscarla en mis preguntas de
escultura dentro de otra escultura. Al final, al instalar la virgen,
hace 50 años:
Gabriel, historiador puso en su interior una carta, enrollada dentro de un tubo hermético una especie de bitácora del proceso de
Cuando el templo era apenas una apuesta y no estaba todavía
construcción de la escultura, siguiendo su ejemplo, los fieles
en la “Historia de la Arquitectura Chilena” y no había revistas de
siempre esconden papelitos doblados en las junturas de las
arquitectura, los árboles a su alrededor no daban sombra, la viña
maderas con petitorios o agradecimientos, recados para el Buen
estaba recién plantada. Trabajábamos juntos con los monjes, ellos
Dios.
labrando la tierra o estudiando, yo de carpintero. Al poco tiempo se desvanecieron las categorías monje o escultor. Desde esa posición,
Los monjes-arquitectos Martín Correa y Gabriel Guarda, siguieron
como simples seres humanos, comencé a preguntar:
un camino muy cercano al de la escultura, modelaron diría yo “a mano”, sus dos cubos de hormigón consubstanciados –mirando al
¿En qué y para quién trabajan?
sudeste– creando desde las juntas de sus volúmenes, una partitura
¿Ante quién dan examen?
exacta para la luz en el blanco de sus muros. Hoy después de 50
¿Qué hacen y deshacen cada día en el aire fino?
años sé que el templo, como las esculturas, fraguan en el tiempo,
¿A quién le canta cada uno de ellos?
al templo no solo le fraguaron las losas, (que se movían mucho al
¿Dónde se acumula, en qué lugar del universo queda guardado
principio) sino que más bien fraguó su presencia, lo que no se ve
todo ese canto?
de una obra de arte, (que es lo único que importa), algo así como
¿En qué temporalidad viven?
el alma, lo invisible y a la vez lo real por excelencia, su ambiente
¿Con quién apuestan, en la cumbre de este cerrito, rodeados en
permanente, lo que queda “después de cerrar el libro”. Cada vez
verano de campos de rulo, cactus y espinos?
que camino hacia fuera, bajando el cerro Los Piques, conmigo baja el mensaje invisible, y ese mensaje, esa luz, que me acompaña hoy
Considerando que el templo hoy es una de las joyas mayores de
aquí lejos en el cerro de Pirque mientras escribo, quizá la mejor
arte público de Chile trataré de ahondar la motivación privada que
prueba que hace de esa esa arquitectura, Arte Mayor.
lo generó. Arquitectura pública–arquitectura privada, es el misterio en que me sumió el templo y el canto de sus monjes a los 24 años.
Trabajé como dije sobre un partido general de Marta Colvin, un
Arte público–gestión privada, es la clave del misterio del cual
magnífico boceto en yeso de 30 centímetros. No hubo creatividad,
deberemos hablar mucho más, para entender y preservar el
en el sentido actual de la palabra: “la búsqueda afiebrada de lo
templo.¿Cuán profundamente privada fue la gestión y origen de
nunca visto”. Fue solamente profundización, y diálogo con la luz
ese templo, hoy Monumento Público?
reverberante de estos muros de hormigón, usando la más modesta de las maderas, el álamo.
Privado en lo más profundo, en lo intocable y misterioso del destino de Martín y Gabriel.
En palabras simples tendría que decir: creí en esa escultura,
128
la Virgen y su Templo, trabajé por ella, no sentí el esfuerzo,
Confluyen en el templo, el talento arquitectónico y la valentía
simplemente me sumé como un navegante más al río del canto
de cada uno, su formación, sus profesores de la escuela de
de los monjes, que llenaban el templo al amanecer al medio día
arquitectura, sus maestros en la fe, el mismísimo San Benito, más
y al atardecer con la oración. Hay presencia Divina en el lugar
atrás Jesús, hijo de Dios, carpintero de Nazaret, Espíritu y Materia,
(¡No sé cómo lo hicieron!). No sé tampoco, cuál es la clave que
Naturaleza y Gracia, Cielo y Tierra, Inteligencia e Intuición, Arte y
debería transmitirse; la enseñanza del templo son miles las claves.
Ciencia, Arte y Oficio.
Habría que preguntar de qué manera los dos monjes, siendo
El templo en la ciudad es, al fin, solamente presencia, resonancia y
tan distintos, y cada uno a su manera, formaron equipo, en una
testimonio de un viaje, al mando de dos arquitectos y una tripulación
aleación de letrados–artesanos, para finalmente entregarnos
de albañiles, carpinteros topógrafos, ingenieros, construyendo un
en su obra silenciosa “lo mejor de los dos mundos”; lo público
Arca. Una navegación de cuatro años, asentándose al fin en la
y lo privado, callada muestra donde son inseparables planos,
cumbre de Los Piques, un cerrito protegido por el gigantesco muro
maquetas, fundaciones, hormigón y luz. Inseparables de la
de fondo del complejo andino San Ramón-Provincia.
decisión de los autores de dedicarle la vida a Dios: ¡Cara a Cara! Ese entendimiento místico, esta lucha acompañada del “Ángel de No hay arte público si ese arte no está arraigado en lo más
la materia”, fue la opción privada de vida y trabajo de dos artistas
profundo del alma privada del artista, identificado con la valiente
que se hace pública en la enseñanza encerrada por los muros del
busqueda de su misión en La Tierra.
templo.
La verdad es que no sé cuál es la clave, son muchas, cada una más misteriosa que la anterior, a cambio de eso cuento lo que allí aprendí: Trabajando con ellos, entendí que el arte no es un caballo a la fama, ni se hace porque hay escuelas de arte que lo enseñan, ni para guiar alguna vanguardia o moda… A ejemplo de ellos emprendí una carrera larga, independiente y en paz, sabiendo que no tenía nada que crear, solamente ir más adentro en un camino poéticomaterial identificando la inteligencia de la materia y de nuestro destino común: La Escultura. En la Virgen al templo quedó algo muy mío, pero para bien de mi proposición y mi trabajo, se agregó la fuerza mística de los monjes, que está brillando hasta hoy en su madera y su mirada. Brilla también, toda la vida de mi querida maestra Marta Colvin, mostrando su cruz. “Te muestro mi cruz” es el nombre de la Virgen. La arquitectura del templo se dirige a las gentes, uno a uno sin prisa, en una temporalidad sin tiempo, casi desde el otro lado de los muros del tiempo, inexorablemente inmóvil. Mientras todas las otras artes caminan en el espacio sideral y son vistas por millones de seres humanos a la vez. Esta detención del tiempo y del lugar, fuera de toda pantalla, en apariencia la gran debilidad de esa arquitectura, es paradojalmente su gran fortaleza, El templo, “hace muy pocas cosas” y en ese casi no hacer está toda su fuerza.
129 f. 104
Refectorio y portería
f. 105
130
El encargo que recibió el arquitecto era el de proyectar una
El conjunto de la portería y refectorio se planteó como un
portería y un refectorio, con sus servicios anexos, en forma
volumen descompuesto y muy cerrado hacia la plaza y el
contigua a la iglesia, cerrando el monasterio hacia el camino
poniente. Las… ventanas de las dependencias contiguas al
de llegada y que a la fecha se encontraba solo con un cierro
muro se tratarían como pequeñas perforaciones, salvo la del
provisorio de madera. Por lo mismo, había que ordenar el
refectorio que mira al poniente y que fue hecha a solicitud
acceso a la iglesia y al conjunto formando una plaza.
de los monjes, durante la construcción, para la observación desde el interior del refectorio del cerro Manquehue.
Una gran admiración y respeto por la obra ya ejecutada a la fecha… fue muy importante en las decisiones que se
Las relaciones del edificio mismo se presentaban muy
tomaron durante el desarrollo del diseño… La preocupación
complejas. El refectorio es un lugar muy importante en
fundamental fue lograr una composición armónica con
la vida de la comunidad. Había que buscar un relación
los edificios existentes, especialmente con la iglesia, con
procesional a través del claustro con la iglesia. Por un lado,
el volumen de las celdas que mostraba su lado menor
los servicios del refectorio debían tener una relación con los
inconcluso hacia el acceso y con el cerro. El desafío era
monjes que participan en las labores de preparación y lavado
formar una composición armónica y jerarquizar entre sí los
de platos. La portería, a su vez, tenía que recibir y retener al
volúmenes blancos y cerrados jugando en el desnivel del
visitante y evitar su paso por la clausura.
cerro. Esto generó en el proyecto dos zonas de encuentro, una …el diseño se centró principalmente en lograr un muro de
para el contacto del convento con el exterior, que es el patio
cierro que continuara un trozo que ya tenía construido
de la portería y las visitas, contiguo al claustro pero cerrado
la iglesia. Este muro remontaría el cerro y en él estaría el
por él, con dos locutorios adyacentes para tal efecto; y otra,
boquete del acceso al convento y sobre dicho boquete
en un nivel superior para el encuentro de los monjes que es
avanzaría el techo desde el interior cobijando al visitante.
el patio cubierto de acceso al refectorio donde convergen
Detrás del muro se desarrollaría el gran volumen del
varias circulaciones internas…
refectorio, volcado hacia el interior y las demás dependencias con sus relaciones. A la nueva plaza exterior estarían dando el boquete de entrada a la iglesia y el boquete de la portería, muy visibles en este gran muro blanco, cuya forma se enriquecía hacia la iglesia y adquiría la sencillez de un simple muro hacia la portería.
Nota: Los textos en cursiva corresponden en este capítulo a redacción del propio autor de esta edificación, arquitecto Jorge Swimburn.
131
p. 51 / Planta 1er nivel
REFECTORIO 1972 1. Acceso 2. Celda 3. Locutorios 4. Dormitorio 5. Bodega 6. Cocina 7. Refectorio 8. Plaza
p. 52 / Planta 2 º nivel
132
f. 106
El refectorio está en un piso más arriba que el patio de la
La respuesta arquitectónica guarda estrecha relación con la
portería, lo que lo independiza y a su vez lo relaciona con la
forma en que los monjes comen, mirando hacia el centro
parte posterior del convento hacia el cerro. Desde el claustro
del espacio donde está la mesa de huéspedes, centrados,
se sube por una ancha escalera hacia el refectorio, recorrido
callados en la comida y escuchando al lector.
que los monjes realizan varias veces al día viniendo desde la iglesia o las celdas. El refectorio es un espacio volcado hacia
En la cocina lo relevante es un mueble central diseñado para
el interior, con vistas hacia el exterior muy controladas,
que los monjes preparen y laven los platos conversando
secundarias y puntuales. Solo se abre una ventana de
alrededor… La cocina y repostero tienen luz cenital, que
ángulo haca el claustro y la cordillera y una opuesta que,
además sirve de ventilación, mientras que hacia el sur hay
como se ha señalado, mira hacia el cerro Manquehue y el
una ventana corrida mirando el cerro y el patio donde llega
poniente.
el vehículo con las provisiones.
133
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p. 53 / Corte A–A
p. 54 / Corte B–B
p. 55 / Corte C–C
p. 56 / Corte D–D
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p. 57 / Elevación poniente
p. 58 / Elevación norte
136
f. 108
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f. 110
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El refectorio posee una gran losa de cubierta, la que se diseñó de viguetas para darle mayor riqueza formal y condiciones acústicas al espacio. El techo es plano e impermeabilizado, como el resto del convento, buscando la pureza formal de la volumetría del conjunto. Predominantemente, el edificio es de albañilería reforzada a la vista y pintado a la cal. El encargo de este edificio fue hecho al arquitecto Jorge Swinburn, quien, en esa época, formaba parte de una sociedad con Sergio Larraín G.M. e Ignacio Covarrubias. El proyecto se desarrolló en la oficina de dicha sociedad el año 1971 y estuvo a cargo de Swinburn. La estructura fue calculada por los ingenieros Víctor Rivera, Leopoldo Balada, Andrés Lederer y Marcial Baeza, iniciándose su construcción en 1972 por la Empresa Anguita y Lederman, y terminándose en febrero de 1973. f. 112
f. 113
138
f. 114
139
Plazuela de Acceso
De acuerdo a la reformulación del proyecto del conjunto del monasterio realizado por el equipo de arquitectos de la Universidad Católica de Valparaíso, el Hno. Martín Correa O.S.B. definió y ejecutó, al momento de edificarse la Iglesia, el camino de acceso al convento en su ubicación actual. En el tramo final del camino se proyectó, a un lado y contra la pendiente del cerro, un muro de contención de piedra de río partida por la mitad, que sirve para proteger la clausura… y que siempre acompaña hasta la puerta del monasterio, siguiendo el relieve en forma fluida… Al otro lado, una alineación de olmos que dan sombra en verano y cuyos troncos sirven para modular la visión que se tiene desde el cerro hacia la ciudad. Al llegar a la iglesia, el camino se ensancha formándose una plazuela longitudinal que tiene primero un estacionamiento de automóviles, y luego un recinto peatonal con tres niveles que suben gradualmente. Esta plazuela sirve como atrio o espacio intermedio, con árboles de sombra antes de entrar a la luz más controlada de la iglesia. También es el lugar de celebraciones litúrgicas como la del Fuego Pascual o el Domingo de Ramos, mirador de Santiago y lugar de reunión después de la misa. La plazuela fue proyectada el año 1975 por el arquitecto Raúl Irarrázabal y ejecutada en esa misma fecha.
140
141 f. 115
p. 59 / PLAZUELA DE ACCESO Planta general
142
f. 116
143
Biblioteca
La biblioteca completa por su costado oriente el tercer lado
La materialidad de la biblioteca está, básicamente,
del claustro principal, dado que hacia el sur se encuentra
conformada por muros de hormigón y albañería a la vista,
el cuerpo de celdas y al poniente la iglesia, mientras que
cubiertos con cal. Los marcos y batientes de los ventanales
la hospedería, al estar en un nivel inferior, no constituye un
son metálicos, así como barandas y pilares interiores, todos
límite hacia el norte. Desde el nivel del claustro tiene una
ellos pintados de negro.
altura mínima de 3,20 metros, para permitir el máximo de visión hacia la cordillera de los Andes.
El edificio fue proyectado por Raúl Irarrázabal en 1980. La construcción se realizó ese mismo año y estuvo a cargo de la
Se eligió una expresión plástica que siguiera el mismo espíritu
empresa constructora Cruz del Sur. El cálculo estructural fue
de los volúmenes anteriormente construidos para no alterar
realizado por la oficina de ingenieros Rivera, Balada, Lederer
la armonía del conjunto. Interiormente, la biblioteca tiene un
y Baeza.
sentido longitudinal: se entra primero a una antesala, para luego bajar a la sala de lectura y, finalmente, al depósito de libros que tiene dos pisos. Los libros están en el fondo de la perspectiva, protegidos por un ventanal metálico, como un patrimonio de gran valor. El avance visual está modulado por la estructura de pilares y vigas de concreto armado, y está acompañado por un aumento progresivo de la altura, pues, mientras por un lado se mantiene el nivel del cielo, por el otro, el piso va bajando junto con el desnivel del terreno natural. Los libros tienen una luz medida para que no se dañen, a través de ventanas verticales que corresponden a los pasillos transversales y mediante los cuales se accede a las estanterías. La sala de lectura tiene amplios ventanales hacia el oriente y la cordillera. f. 117
Nota: Los textos en cursiva corresponden en este capítulo a redacción del propio autor de estas edificaciones, arquitecto Raúl Irarrázabal.
144
f. 118
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1
2
3
p. 60 / Planta primer nivel
4
p. 61 / Planta nivel zócalo
BIBLIOTECA 1980 1. Acceso conexión–celdas 2. Salas de lectura 3. Depósito de libros 4. Bodega
p. 62 / Corte A–A
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p. 63 / Elevación oriente
p. 64 / Elevación poniente
p. 65 / Elevación norte
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p. 66 / Corte B–B
f. 121
149
7 CONSTRUCCIONES POSTERIORES A 1988 Desde la publicación de esta obra en 1988 la orden ha
Luego, en 1996, se realizaron una serie de obras de adelanto.
encargado sucesivamente al arquitecto Raúl Irarrázabal
En primer lugar, se construyó una portería, la que incluyó una
Covarrubias (algunas de cuyas acotaciones aquí citamos)
tienda de planta triangular, con un lucernario central y un
el diseño de una serie de nuevos recintos y adecuaciones
banco de espera que enfrenta la librería. Este nuevo recinto
internas al conjunto del monasterio, actualizándolo y
ayudó a conformar un pequeño “patio de los locutorios” por
adaptándolo a nuevas necesidades. Ello, siempre bajo el
estar estos flanqueando dicho espacio, al que se le instaló
concepto de ir construyendo un conjunto unitario, siguiendo
una fuente de agua, completando la composición con dos
estrictamente la impronta asceta establecida desde el inicio
cipreses mediterráneos (Cupressus sempervirens).
por el proyecto de Jaime Bellalta. Conjunto arquitectónico que resultó en una feliz síntesis de la modernidad del
Asimismo, ese año, se construyó una anhelada sala
Bauhaus y la tradición de Chile Central, trabajando
capitular, igualmente con lucernarios cenitales, los que
diferentes arquitectos como si fueran uno solo, siguiendo el
iluminan, pero conservan la intimidad: uno para el lugar del
ideal de San Benito de austeridad y paz.
abad, otro para iluminar una plancha recordatoria con la historia de la fundación del monasterio y un tercero para
Así, a principios de los años 90 se renovaron las bancas
iluminar el cuadro de la Virgen de Las Condes de Fray
de madera del coro de la Iglesia, pasando éstas a tener
Pedro Subercaseaux y que en nuestra edición de 1988 se
respaldos. Trabajo realizado –al igual que su fabricación
mostraba en el recibidor de la hospedería masculina. Luego,
original– en el propio taller de carpintería del monasterio.
dado la ancianidad de algunos monjes, en el costado sur del claustro, se instaló un ascensor para llegar hasta el tercer
En 1993 se le introdujeron mejoras al claustro, incorporándole
piso, agregándose una enfermería con una terraza soleada,
una fuente central, caminos de piso de ladrillo de chonchón,
celdas para los monjes y un oratorio con un muro curvo de
tazas para los naranjos– que en el proyecto se regaban por
fondo que recibe la luz solar, degradándola. Se acondicionó
gravedad desde la fuente de agua– muchos maceteros
allí también una sala para los novicios con un sombreadero.
con alegres cardenales, dos palmas de Las Canarias para encuadrar el paisaje del valle y una higuera generosa.
Y finalmente, en ese afanoso 1996, en el subterráneo de la
Estas obras incluyeron cerrar su lado poniente para evitar
Iglesia, anteriormente un espacio no del todo valorado, se
los resfríos de los monjes, quienes diariamente transitan
habilitó una sala múltiple, un pequeño auditórium y una
desde antes del alba hacia la iglesia para las maitines, laudes
bodega. Recordemos que ese espacio estuvo en sus inicios
y prima.
destinado a alojar múltiples altares dado las disposiciones
Nota: Los textos en cursiva corresponden en este capítulo a redacción del propio autor de estas edificaciones, arquitecto Raúl Irarrázabal.
150
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151
3
1
2
3
1
0
p. 67 / Planta de conjunto actual
eclesiásticas a la época del diseño y construcción de la
de la Iglesia, donde pueden alojar mujeres y un matrimonio.
iglesia, la que antecedió al Concilio Vaticano II, y en que no
La entrada a este volumen se realiza desde la plazuela de
era posible concelebrar misa.
acceso al monasterio. Para tener independencia … se [le] hizo un pasillo con luz cenital y una sala de estar que tiene
Pero de todas las adiciones y renovaciones posteriores a
una terraza sombreada por una pérgola. Esta última con
1988, la de mayor envergadura fue sin duda la construcción
una bella vista norte hacia el valle.
en 2001 de la Hospedería externa. Ésta se construyó al norte
152
5
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p. 68 / Corte 1–1
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p. 71 / Elevación norte
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p. 72 / Elevación poniente
155
8 SIGNIFICADO ARQUITECTÓNICO
Y PATRIMONIAL DEL MONASTERIO
El conjunto de edificios que conforman el monasterio
huella se descubre en todo lo que sigue, las obras de Las
Benedictino de Las Condes fueron proyectados y construidos
Condes poseen una novedad que arranca del desafío de
en un período de 27 años, que va desde 1953, en que se
acoger la vida contemplativa de un conjunto de monjes
convoca el concurso inicial, hasta 1980 en que se levanta
benedictinos en un medio geográfico que es asumido como
la biblioteca. Los arquitectos que realizaron dichas obras
determinante del proyecto. Hay una articulación de espacios
pertenecen a una generación que se formó en el espíritu del
y volúmenes puros, de hormigón coloreado de blanco, que
movimiento moderno internacional y muy especialmente
demuestran una particular interpretación de la arquitectura
en la huella de Le Corbusier y el Bauhaus de Walter Gropius.
contemporánea con un alto grado de expresión poética y calidad estética(2).
Si bien aparecen en la arquitectura nacional intentos por reproducir muy fielmente los vocabularios formales de los
No obstante la diversidad de arquitectos que participaron en
maestros, las condiciones locales, entre las que destacan
el monasterio, pero debido, indudablemente, a su fidelidad
las exigencias antisísmicas y las restricciones económicas,
al modelo inicial y a una formación más o menos común,
hicieron modificar los modelos iniciales, produciendo obras
el resultado es una obra unitaria, con inflexiones propias
de una cierta claridad formal y sencillez de materiales.
de cada uno de los edificios que conforman el conjunto.
La mentalidad racionalista, poco imaginativa, el temor al
La composición formal que sigue una geometría nítida, el
ridículo, resultado de la educación nacional, y por otra parte
elaborado juego de planos y el control de la luz, que en la
el peso de una tradición de orden que tal vez se expresaba
iglesia alcanza una “corporeidad inmaterial”, recuerdan la
en el simple clasicismo de la arquitectura más o menos
lección básica de Le Corbusier: la arquitectura como el sabio
espontánea, favorecieron dentro del movimiento moderno
manejo de los volúmenes bajo la luz.
la aparición de obras discretas, equilibradas, lejanas a la exuberancia y a la fuerte originalidad de las creaciones
Pero, junto al anterior, hay en el monasterio benedictino
brasileñas o mexicanas de la época(1).
una fuerza que nace de la voluntad de hacer realidad el encuentro de la arquitectura, como manifestación
Sin desconocer la inserción del monasterio dentro del
cultural, con la fe cristiana. La fe se intenta encarnar en la
movimiento moderno y el empleo de todos sus elementos
arquitectura y a través de la materialidad arquitectónica, del
técnicos y formales, de los cuales ya el primer edificio
espacio y la forma de los edificios, expresar los fundamentos
proyectado por Jaime Bellalta es un buen ejemplo y cuya
trascendentes que sustentan, guían y ordenan lo construible.
(1) Mario Pérez de Arce L.: “Notas sobre arquitectura moderna en Chile”, en “Revista del Arte y la Arquitectura en América Latina”, Nº 8, Vol.2, Colombia, 1982.
(2) Ibid.
157
9
MI EXPERIENCIA EN EL MONASTERIO
Patricio Gross Fuentes
Con toda honestidad y respeto por todos los que han
1964, el entonces Hermano Gabriel, me regaló dos preciosas
trabajado en la construcción del Monasterio, actual Abadía,
perspectivas para la entrega de mi proyecto de titulación.
creo que es preciso señalar que probablemente este libro no se habría realizado sin el hecho de que conocí y participé muy activamente en todo el desarrollo del proyecto de la iglesia y proyecté y participé en la construcción de la Hospedería de Hombres, viviendo en el convento por casi cuatro años.
a los hermanos Martín Correa y Gabriel Guarda el proyecto de la iglesia, este último me invita a ayudarlos con su desarrollo. Pero con una condición: irse a vivir al monasterio para estar en contacto con el hermano Martín, ya que él
Mi vinculación con el Monasterio Benedictino data
partiría por un largo tiempo a estudiar filosofía al monasterio
de mi época de estudiante de arquitectura cuando
de Los Toldos, en Argentina. Acepté entusiasmado ante
aproximadamente en 1958 conocí a Fernando Guarda, diez
la perspectiva de vivir esta experiencia. Yo, a la época, era
años mayor y quién había estudiado, al igual que yo entonces,
solo un recién egresado de arquitectura. Como base para mi
en la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad
trabajo, recibí de parte de los monjes un plano a pequeña
Católica. Él, como varios estudiantes y ex estudiantes de
escala y una maqueta de trabajo, elementos que sí definían
esta escuela, arrendaba un pequeño taller a la iglesia de la
claramente la idea de los dos cubos intercalados, la rampa
VeraCruz en el Barrio Lastarria, a pasos de nuestra escuela
de acceso y el volumen proyectándose hacia el vacío.
en calle Villavicencio, la que ocupaba dos casas contiguas para los cursos de tercero, cuarto y quinto año de la carrera, mientras que los dos primeros se impartían en el cuarto piso del edificio central en la Alameda. Ello cambió en 1959 cuando a comienzos del año toda la Escuela de Arquitectura, junto con la Escuela de Arte, se trasladaron a Lo Contador, antigua casa de hacienda de los siglos 18 y principios del 19, en el actual barrio de Pedro de Valdivia Norte. Ello por iniciativa del decano Sergio Larraín García–Moreno, que convenció a la universidad de esta compra, adquiriendo él una casa contigua de inquilino como su residencia.
158
Cuando el Prior padre Adalberto Metzinger les encomienda
A partir de allí, con sistemáticas reuniones en las tardes con Martín, a continuación de las oraciones de sextas, se fue
desarrollando
el
proyecto
definitivo.
Ocupaba
yo dos celdas del edificio de Bellalta, arquitecto que conocí muy bien algunos años después y quien llegó a ser mi jefe en la Corporación de Mejoramiento Urbano y compadre: una para dormir y otra para la mesa de dibujo. Allí fueron desarrollados los planos generales, de detalles, perspectivas, maquetas y especificaciones técnicas. También salidas a reuniones con calculistas y otros especialistas, como también a comprar materiales, lo que
La cercanía con Guarda, próximo a entrar a la orden
me obligaba permanentemente bajar el cerro para esperar
Benedictina, se dio, entre otras razones, por una común fe
la “micro” y regresar al monasterio, a veces al anochecer.
religiosa, por el interés en la historia y por supuesto, a través
Todo ello, hasta que un día, preocupado por mi peregrinar
de nuestra vocación por la arquitectura. Lo apoyé en aquel
dado que el cerro Los Piques era entonces un lugar alejado
tiempo con algunos dibujos de su proyecto de título: “Mercado
de la ciudad, el econo del Convento, padre Eduardo Lagos,
de Valdivia”, antes de él irse al monasterio. Años después, en
propuso comprarme una citroneta para desplazarme con
mayor facilidad, la que pagaría con cargo a mis honorarios.
para entonces hube de dedicarme de lleno a desarrollar
El vehículo, mi primer auto, resultó ser verdaderamente
mi propio proyecto de título de arquitecto, el que debía
imprescindible, especialmente cuando se acercaba la
aprobar como condición ineludible para hacer uso de una
construcción de la obra, ya a fines de 1963, especialmente
beca a Alemania ese mismo año. Titulación que había
para las reuniones con la empresa constructora.
postergado algunos años por la no transable experiencia
Permanecí en esta vida monacal y formativa hasta inicios de 1964 cuando comenzó la construcción de la iglesia, pues
de estar inmerso y trabajando en el extraordinario proyecto del monasterio Benedictino de Las Condes.
159
10 AGRADECIMIENTOS Los autores quieren manifestar sus agradecimientos a todos los que han hecho posible esta segunda edición y muy especialmente a las siguientes entidades y personas: a la Corporación del Patrimonio Cultural de Chile, impulsora y auspiciadora de la reedición, a través de Roberto Fuenzalida, su director Ejecutivo y a Elena Cruz, directora de Proyectos; a Ediciones UC, que facilitó los originales de la primera edición y autorizó esta segunda edición, especialmente a María Angélica Zegers, su directora; a los autores de las nuevas fotografías en color, quienes las han facilitado para su inclusión en el texto; al arquitecto Iván González, quien redibujó las nuevas planimetrías; a María Luisa Godoy por el nuevo diseño y producción, como por su gran interés y dedicación, lo que ha permitido dar forma a esta nueva edición; al muy estimado hermano Martín Correa O.S.B. por su entusiasmo y aporte constante para revisar y completar los escritos e imágenes, ayudándonos muy de cerca con el objetivo de entregar una segunda edición que honre la obra arquitectónica y refleje el espíritu que la anima. Finalmente, a todos aquellos que nos han alentado durante este tiempo para llevar a feliz término este libro, así como a quienes han contribuido y aportado recursos para la presente publicación.
161
11
LISTADO DE DIBUJOS Y PLANOS
LISTADO DE DIBUJOS d. 1 d. 2 d. 3 d. 4 d. 5 d. 6/7/8 d. 9 d. 10 d. 11 d. 12/13 d. 14/15 d. 16 d. 17 d. 18 d. 19 d. 20/21 d. 22 d. 23 d. 24 d. 25
162
San Benito en el Cono Sur Postal/Arch. Conv. Benedictino 25 Direcciones espaciales, orig. Bellalta Arch. Jaime Bellalta 35 Croquis proyecto, orig. Bellalta ´´ 37 Propuesta de A. Cruz y equipo Arch. Esc. Arquitectura U.C.V 46 Propuesta de Isométrica del conjunto Alberto Cruz C. y equipo, U.C.V 47 Estudios para iglesia definitiva ´´ 49 Proposición sobre clausura y accesos ´´ 50 Proposición agrícola y relación con arquitectura ´´ 50 Plano de conjunto, Inst. Arq. U.C.V ´´ 51 Croquis Inst. Arq. U. Católica de Valparaíso ´´ 52 Croquis Inst. Arq. U. Católica de Valparaíso ´´ 53 Trazado nuevo camino, orig. Hno. Martín Correa Arch. Conv. Benedictino 54 Secuencia vistas camino, orig. padre G. Guarda, O.S.B. ´´ 55 Esquema de la iglesia, orig. Hno. Martín ´´ 56 Perspectiva de la iglesia, orig. padre G. Guarda, O.S.B. ´´ 57 Estudios de la hospedería, orig. P. Gross Arch. Patricio Gross F. 58/59 Estudio de la portería, orig. J. Swinburn Arch. Jorge Swinburn P. 60 Croquis de la biblioteca, orig. R. Irarrázabal Arch. Raúl Irarrázabal P. 61 Croquis plaza de acceso, orig. R. Irarrázabal ´ ´´ 61 Corte diagonal iglesia, orig. Hno. Martín Arch. Conv. Benedictino 124
LISTADO DE PLANOS p. 1 Convento 1988 p. 2 ´´ p. 3 Anteproyecto 1953 p. 4 Capilla Refectorio p. 5 ´´ p. 6 ´´ p. 7 ´´ p. 8 ´´ p. 9 ´´ p. 10 ´´ p. 11 ´´ p. 12 ´´ p. 13 Cuerpo de Celdas 1954 p. 14 ´´ p. 15 ´´ p. 16 ´´ p. 17 ´´ p. 18 ´´ p. 19 ´´ p. 20 ´´ p. 21 ´´ p. 22 ´´ p. 23 Cuerpo Inicial 1953 p. 24 ´´ p. 25 ´´ p. 26 ´´ p. 27 Cementerio 1954 p. 28 ´´ p. 29 ´´ p. 30 Hospedería 1961–62 p. 31 ´´ p. 32 ´´ p. 33 ´´ p. 34 ´´ p. 35 ´´ p. 36 ´´ p. 37 ´´
Plano de ubicación 64/65 Plano de conjunto 66/67 Plano de conjunto 71 Planta 1er nivel 72 Corte A–A 72 Corte B–B 72 Planta 2º nivel 73 Planta 3er nivel 73 Elevación poniente 74 Elevación oriente 74 Elevación norte 75 Elevación sur 75 Planta 1º nivel 78 Planta 2º nivel 78 Planta 3er. nivel 78 Corte A–A 80 Corte B–B 80 Corte C–C 80 Elevación oriente 82 Elevación poniente 82 Elevación norte 82 Elevación sur 82 Planta nivel único 86 Elevación norte 86 Elevación oriente 86 Elevación poniente 86 Planta 90 Corte A–A 91 Corte B–B 91 Planta 1er nivel 94 Planta 2º nivel 94 Corte A–A 100 Corte B–B 100 Corte C–C 100 Elevación oriente 102 Elevación poniente 102 Elevación sur 102
p. 38 Hospedería 1961–62 Elevación norte 102 er p. 39 Iglesia 1963–64 Planta 1 nivel con muebles 112 p. 40 ´´ Planta 1er nivel sin muebles 112 p. 41 Iglesia Anteproyecto 1960 Planta nivel zócalo 114 p. 42 Iglesia Anteproyecto 1963 Planta nivel zócalo 114 p. 43 ´´ Corte A–A 118 p. 44 ´´ Corte B–B 118 p. 45 ´´ Corte C–C 118 p. 46 Anteproyecto 1960 Elevación norte 119 p. 47 Proyecto Iglesia 1963–64 Elevación norte 119 p. 48 ´´ Elevación poniente 121 p. 49 ´´ Elevación oriente 121 p. 50 ´´ Elevación sur 121 er p. 51 Refectorio 1972 Planta 1 nivel 128 p. 52 ´´ Planta 2º nivel 128 p. 53 ´´ Corte A–A 134 p. 54 ´´ Corte B–B 134 p. 55 ´´ Corte C–C 134 p. 56 ´´ Corte D–D 134 p. 57 ´´ Elevación poniente 136 p. 58 ´´ Elevación norte 136 p. 59 Plazuela Acceso 1975 Planta general 142 p. 60 Biblioteca 1980 Planta 1er nivel 146 p. 61 ´´ Planta nivel zócalo 146 p. 62 ´´ Corte A–A 146 p. 63 ´´ Elevación oriente 148 p. 64 ´´ Elevación poniente 148 p. 65 ´´ Elevación norte 148 p. 66 ´´ Corte B–B 148 p. 67 Construcciones posteriores a 1988 Planta conjunto actual 152 p. 68 ´´ Corte 1–1 153 p. 69 ´´ Corte 2–2 153 p. 70 ´´ Corte 3–3 153 p. 71 ´´ Elevación norte 155 p. 72 ´´ Elevación poniente 155
163
12 LISTADO DE FOTOS Arch. C. Benedictino
13
Claustro al atardecer
’’
15
f. 3
Celdas a la puesta del sol
’’
16
f. 4
Claustro al amanecer
’’
17
f. 5
Subiendo el cerro Los Piques
’’
19
f. 6
Fray Pedro en su taller
’’
21
f. 7
Cuadro Virgen de Las Condes
Postal/Arch. C. Benedictino
23
f. 8
Fray Pedro pintando
Arch. C. Benedictino
23
f. 9
Monjes procedentes del Solesmes
’’
26
f. 10
Casas de Lo Fontecilla
Sergio Gelcich R.
27
f. 11
Abadía de Solesmes, Francia
Arch. C. Benedictino
27
f. 12
Monjes procedentes de Beuron
’’
28
f. 13
Primer convento construido en Chile
’’
29
f. 14
Abadía de Beuron, Alemania
’’
29
f. 15
Hermanos y padres benedictinos 1954
’’
31
f. 16
Permiso municipal de la obra
’’
32
f. 17
Primera piedra de la iglesia
’’
33
f. 18
Aérea, al inicio de las obras, 1954
Instituto Geográfico Militar
34
Arch. C. Benedictino
36
f. 1
Ceremonia primera piedra iglesia
f. 2
f. 19/20/21
Maqueta Estudio, proyecto Bellalta
f. 22
Interior de la capilla provisoria ´ ’’
38
f. 23
Exterior nevado de edificio provisorio
’’
39
f. 24
Cuerpo de celdas recién construidos,
cuerpo inicial de capilla y refectorio provisionales
’’
40
f. 25 a 29
Cuerpo de celdas recién construidos
’’
41
Cuerpo de celdas, cementerio, cuerpo de capilla
f. 30
y refectorio provisional.
Arch. Histórico José Vial A.
164
Escuela de Arq. y Dis. PUCV.
42
f. 31 a 36
Cuerpo de celdas recién construido
’’
43
f. 37 a 39
Interior y exterior cuerpo de celdas
’’
44
f. 40 a 42
Escalera cuerpo de celdas
’’
45
f. 43
Propuesta de maqueta
Alberto Cruz C. y equipo, U.C.V
48
f. 44
Maqueta de la iglesia
Arch. C. Benedictino
56
f. 45/46
Patricio Gross
59
f. 47
’’
60
Hospedería actual Portería y refectorio, actual
f. 48
Aérea al estado de 1984
f. 49
Conjunto desde el nororiente, 1988
f. 50
Cuerpo de celdas, 1953
f. 51
Interior de una celda
f. 52
Vista oriente del cuerpo de celdas
f. 53
Vista poniente del cuerpo de celdas
f. 54
Serv. Aerofotogramétrico FACH
62
Sergio Gelcich R.
68
Arch. C. Benedictino
77
Sergio Gelcich R.
79
’’
79
Arch. C. Benedictino
81
Claustro hacia el norponiente
’’
81
f. 55
Claustro hasta el surporiente
’’
81
f. 56
Escala acceso a las celdas
Sergio Gelcich R.
83
f. 57
Vista sur del cuerpo de celdas
’’
83
f. 58
Vista ventanas del pasillo al atardecer
’’
84
f. 59
Caja escala, cuerpo de celdas
’’
84
f. 60
Caja escala, cuerpo de celdas
’’
85
f. 61
Exterior del edificio provisorio
Arch. C. Benedictino
87
f. 62
Interior del pasillo de acceso a celda
Sergio Gelcich R.
87
f. 63
Interior capilla provisoria
Arch. C. Benedictino
87
f. 64
Cementario nevado desde afuera
’’
88
f. 65
Cruz presidiendo el cementerio
’’
89
f. 66
Cementario recien terminado
’’
91
f. 67
Hospedería desde el nororiente
Sergio Gelcich R.
93
f. 68
Acceso a la hospedería
’’
95
f. 69
Pasillo de la hospedería
’’
95
f. 70/71
Vista norponiente de la hospedería
’’
96
f. 72
Vista norponiente de la hospedería actual
’’
97
f. 73
Detalle exterior ventanas del comedor hospedería
’’
98
f. 74
Comedor de huéspedes
’’
98
f. 75
Detalle interior ventanas del comedor hospedería
’’
98
f. 76
Comedor de huéspedes
’’
99
f. 77
Celda para huéspedes
’’
101
f. 78
Hospedería desde el oriente
’’
103
f. 79
Detalle fachada norte
’’
103
f. 80
Hno. Martín Correa y Gabriel Guarda, O.S.B.
’’
104
f. 81
Vista a eje hacia el altar de la iglesia
Sergio Gelcich R.
105
f. 82
Vista a eje desde el coro de monjes
’’
107
Arch. C. Benedictino
108
f. 83 a 85
Construcción de la iglesia 1963–1964
f. 86
Hno. Martín Correa en construcción de la iglesia
f. 87
Rampa interior de acceso
’’
109
Sergio Gelcich R.
111
165
166
f. 88
La Virgen desde el altar
’’
113
f. 89
Pasada del altar mayor al Santísimo
’’
113
f. 90
Escala a la cripta
’’
115
f. 91
Claraboya en bajada a la cripta
Sergio Gelcich R.
115
f. 92
Altar del Santísimo ’’
117
f. 93
Misa en el altar
’’
117
f. 94
Iglesia desde el norte
’’
120
f. 95
Exterior del nicho de la Virgen de noche
’’
122
f. 96
El Campanil
’’
122
f. 97
Exterior del nicho de la Virgen
’’
122
f. 98
Vista desde el poniente
’’
125
f. 100/101
Maqueta de la Virgen
Marta Colvin
127
f. 102/103
Escultura de la Virgen
Francisco Gazitúa
127
f. 104
Monjes con la virgen
Rafel Rosende
129
f. 105
Portería desde plaza de acceso
Jorge Swinburn P.
130
f. 106
Refectorio de los monjes
’’
133
f. 107
Llegada a la portería
’’
135
f. 108
Reja de la portería
’’
137
f. 109/110/111
Volúmenes de portería y refectorio
’’
137
f. 112
Alero de la portería–refectorio
’’
138
f. 113
Detalle de ventanas en la portería
’’
138
f. 114
Patio del refectorio
’’
139
f. 115
Plazuela de acceso como explanada
Sergio Gelcich R.
141
f. 116
Plazuela de acceso
’’
143
f. 117
Biblioteca a nivel del claustro
’’
144
f. 118
Biblioteca limitando el claustro
’’
145
f. 119
Ventanas del depósito de libros
’’
147
f. 120
Biblioteca desde el poniente
’’
147
f. 121
Textura del moldaje en la biblioteca
’’
149
f. 122
Bancas de la iglesia con respaldos
’’
151
f. 123
Tienda y patio de los locutorios 1996
’’
151
f. 124
Patio del claustro 1993
’’
151
f. 125
Hospedaje de mujeres
’’
154
13
BIBLIOGRAFÍA
Durante la investigación que dio origen a este libro se intentó identificar toda la publicación que, de un modo u otro, tuviera relación con la arquitectura del monasterio, desde aquellas que solo hacen una simple mención hasta las que dedican la edición completa al tema, incluyendo libros, informes de investigación, revistas y artículos de diarios y semanarios. También se revisó bibliografía vinculada a la obra en el contexto de la arquitectura religiosa y arquitectura contemporánea latinoamericana.
SEGRE, ROBERTO (Relator) América Latina en su arquitectura, parte segunda: La arquitectura, capítulo II: Influencias externas y significado de la tradición, por Max Cetto. Ed. Siglo XXI. México, 1975.
En general, la bibliografía se refiere principalmente a la iglesia del monasterio, sin considerar el resto de los edificios, destacando el valor de la obra dentro de un panorama de la arquitectura en Chile y en Latinoamérica. Los artículos periodísticos no aportan mayores antecedentes, comentando la arquitectura principalmente a través de una entrevista a sus autores y haciendo mención al impacto que la obra a provocado en el medio nacional.
GUTIÉRREZ, RAMÓN Arquitectura y urbanismo en Iberoamérica. Ed. Manuales de Arte Cátedra. Madrid, 1984.
Puede decirse con propiedad que no existe a la fecha ninguna publicación que entregue una documentación completa del monasterio, su historia y una reflexión sobre su significación y aporte al patrimonio arquitectónico.
BAYON, DAMIAN; GASPARINI, PAOLO Panorama de la arquitectura latinoamericana, capítulo: Chile, entrevista a Emilio Duhart. Editorial Blume/UNESCO. Barcelona,1977.
ELIASH D., HUMBERTO; MORENO G., MANUEL Arquitectura moderna en Chile: 1930–1960. Testimonio. Reflexiones. Cuadernos Luxalon. Santiago, sin fecha. FERNANDO PÉREZ OYARZÚN, ALEJANDRO ARAVENA, JOSÉ QUINTANILLA Los Hechos de la Arquitectura; Ediciones ARQ, Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago, 2002, (3a edición / mayo 2007). ISBN: 956–14–0564–4. (Incluye capítulo sobre el Monasterio Benedictino de Las Condes).
LIBROS INFORMES DE INVESTIGACIÓN BULLRICH, FRANCISCO New directions in latin american architecture, capítulo Monumental architecture. Ed. Studio Vista. Londres, 1969. Existe otra edición simultánea en Nueva York de George Brazilier.
KENNON, PAUL A. Y OTROS The church at Las Condes: architecture at Rice 20. Rice University School of Architecture, Houston, Texas, 1967.
BENEVOLO, LEONARDO Historia de la arquitectura moderna, 5ª. Edición ampliada. Ed. Gustavo Gili, 1974 (1ª. Edición), 1982 (5ª. Edición).
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La Iglesia del Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes: la luz como generatriz del espacio moderno litúrgico, dirigida por Víctor Pérez Escolano e inscrita en febrero del 2010, en el Departamento de Historia, Teoría y Composición Arquitectónica, ETSA, Universidad de Sevilla, España. 6 de abril y aceptado el 2 de agosto de 2012. http://revistas.ubiobio.cl/index.php/AS/article/view/792/749.
MÜLLER, FÁBIO O templo cristão na modernidade, Permanências Simbólicas & Conquistas Figurativas, Capítulo 3.5 Virtuosismos Técnicos e Sensibilidade Lírica, Pág. 205. Dissertação sob orientação do Prof. Arq. Ph. D. Heitor da Costa Silva e co–orientação do Prof. Arq. Dr. Carlos Eduardo Dias Comas, apresentada ao Programa de Pós–Graduação em Arquitetura da Universidade Federal do Rio Grande do Sul – PROPAR/ UFRGS –, para obtenção do título de Mestre em Arquitetura. Porto Alegre, primeiro semestre de 2006. http://livros01. livrosgratis.com.br/cp028692.pdf
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MUÑOZ RODRÍGUEZ, RUBÉN Una Arquitectura Ausente Ilumina la Celebración del Misterio. La Iglesia del Monasterio Benedictino de Las Condes, Entrevista al arquitecto Martín Correa, O.S.B. Boletín Académico. Revista de investigación y arquitectura contemporánea, Escuela Técnica Superior de Arquitectura. Universidade da Coruña. ISSN 2173–6723. Número 2 (2012). Páginas 56–63. Fecha de recepción 01.10.2011. Fecha de aceptación 02.02.2012. http://ad010cdnd.archdaily.net/wp–content/uploads/2012/ 04/1333806888–entrevista–Martín–correa.pdf MUÑOZ RODRÍGUEZ, RUBÉN Una arquitectura coreográfica: el cuerpo en movimiento. La iglesia del Monasterio Benedictino de Las Condes. Artículo basado en la investigación en desarrollo de la tesis doctoral:
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SANTIAGO DE CHILE / 2021
Patricio Gross F. Enrique Vial B. (Monumento Histórico), cuya iglesia es obra de Gabriel Guarda O.S.B. (+) y Martín Correa O.S.B., integra con propiedad el patrimonio histórico del país, constituyéndose por su notable valor en un pilar de nuestra identidad cultural y en una de las obras de arquitectura contemporánea de mayor relevancia nacional y continental.
Una obra de arquitectura patrimonial
MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES
El Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes
MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES
Patricio Gross Fuentes
Enrique Vial Briceño