El proceso con las mujeres de Buenaventura
E
n Buenaventura hay un grupo de mujeres valientes y fuertes, afrodescendientes y unidas en la lucha para la búsqueda de sus seres queridos. Este grupo de 30 mujeres viven en la ciudad de Buenaventura y son parte del Movimiento Nacional de Victimas Crímenes de Estado (Movice). A todas ellas les han desaparecido al menos un familiar en el marco del conflicto armado colombiano. Empezaron hace años el proceso de búsqueda de sus seres queridos, luchando para obtener justicia y reparación, con la esperanza de que sus familiares vuelvan a sus casas. Varias se han quedado solas guiando y sosteniendo sus familias, con las dificultades que esto implica. Además, cargan el dolor de la impunidad y la incertidumbre sobre el paradero de sus familiares. Todo ello genera en ellas impactos psicosociales muy fuertes, como desesperación, impotencia y angustia. Acompañamiento desde 2018 El eje de Apoyo a la Reconstrucción del Tejido Social (ARTS) de PBI lleva acompañando este proceso organizativo desde 2018 para ofrecerles atención psicosocial, compartir y construir herramientas de cuidado mutuo y autocuidado.
“Historias de Resistencias”
A través de encuentros mensuales, el grupo ha desarrollado herramientas para enfrentar los impactos de la violencia socio política de la cual son víctimas, aprendiendo a expresar y colectivizar sus emociones y a manejar el dolor y el miedo.
Se ha creado un clima de confianza recíproca en donde se han tejido fuertes relaciones de amistades y de apoyo mutuo que les han permitido salir del aislamiento que la violencia provoca, aumentar la seguridad gracias a herramientas de protección individual y colectivas y también ha permitido el aumento de su autoconfianza. Incluso desarrollaron un proyecto de emprendimiento económico de toallas higiénicas reutilizables hechas a mano, aumentando no sólo sus ingresos, sino también su autoestima. Metodologías en pandemia Las visitas de PBI a Buenaventura, como a muchos otros procesos, fueron interrumpidas por la pandemia de la Covid-19. No obstante, el acompañamiento psicosocial continuó de manera remota. Para mantener la cohesión del grupo, se creó un grupo de mensajería donde todas las semanas compartíamos actividades de apoyo psicosocial que cada una realizaban por su cuenta y luego compartían con el resto. Esto fue muy positivo también para enfrentar colectivamente los impactos de la pandemia. Para garantizar la viabilidad de la actividad, se proporcionaron recargas de datos. Otra de las actividades remotas fueron los espacios virtuales en plataformas online que llevamos a cabo una vez al mes y a medida que avanzó el año, aumentaron el número de mujeres participantes. Estos espacios han sido evaluados como muy útiles e importantes para que ellas, aisladas físicamente, no
PBI diseñó la publicación “Historias de Resistencias”, un libro de apoyo que recoge varias actividades psicosociales para que defensores y defensoras puedan contar su historia, sus procesos y su labor de defensa de derechos humanos. El libro fue pensado específicamente para que las mujeres de Buenaventura pudieran utilizarlo durante los meses de encierro, pero fue replicado en otros procesos acompañados por PBI, tanto dentro como fuera de Colombia. Este es solo un ejemplo de la adaptación metodológica que llevó a cabo PBI en el marco de las restricciones de la pandemia de 2020. 48