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Intervención educativa
Hablar de intervención educativa implica considerar diversos ámbitos y agentes del campo educativo, de ahí que será necesario considerar distintas definiciones, lo anterior con la intención de identificar alcances, procesos y contextos de acción:
Definiciones de intervención educativa
Enfoque en la administración y gestión educativas
Enfoque en los agentes educativos
Enfoque en los procesos educativos
La intervención educativa en el medio escolar, incluye, entonces, el conjunto de acciones de planificación (fase preactiva), de actualización en clase (fase interactiva) y de evaluación de la actualización (fase postactiva). Ella es praxis que integra acción, práctica y reflexión crítica; es relación entre dimensiones didácticas (relación con saberes/saber), dimensiones psicopedagógicas (relación con los alumnos/alumno) y dimensiones organizacionales (la gestión de la clase en tanto que relación con el espacio clase, en tiempos y medios organizacionales puestos en marcha), todo esto anclado en una relación con lo social como espacio temporal determinado. Además, el concepto de intervención educativa requiere el recurso a otro concepto indisociable, el de mediación (Spallanzani et al., 2002, citado en Gómez et al., 2005, p. 84).
Como se ha revisado, la intervención educativa tiene diversas acepciones, dependiendo del enfoque o teoría desde donde se aborde, algunos tendrán un corte enfocado a los agentes y procesos educativos y otros estarán más asociados a la administración y gestión educativa.
Contextos de intervención Tomando en cuenta que la educación es un concepto más amplio que lo escolar ya que esta no se restringe un espacio áulico, sino que también hay educación en la familia, en la formación para y en el trabajo, en aquellos cursos, talleres o diplomados que se realizan por iniciativa propia e incluso, en la alfabetización digital o de adultos, e incluso cabe pensar que en cualquier espacio se hace presente un proceso formativo, de ahí que en todas estas situaciones puede requerir algún tipo de intervención educativa.
De ahí que retomando la perspectiva ecológica que propone Bronfenbrenner (1979, citado por Bisquerra, 1998), un contexto está constituido por una serie de sistemas funcionales o estructuras concéntricas, y para el caso de la intervención educativa pueden distinguirse las siguientes estructuras:
Estructuras de un contexto
En el campo educativo, es posible identificar tres contextos de intervención:
Educación formal
Aquella educación institucionalizada y regulada y legitimada por el estado. Brinda un grado o un nivel educativo.
“Se genera desde el sistema educativo oficial, está formada por procesos formativos reglados y estables, que plantea el gobierno de un país, de una comunidad, para garantizar el sostenimiento y desarrollo de su población. Está ligada a la idea de obligatoriedad: se intenta que sea gratuita y obligatoria (...) De ella deriva la necesidad de tener un determinado nivel educativo para acceder a uno u otro tipo de empleo” (Lamata y Dominguez, 2003, p. 46).
Educación no formal
Educación intencionada, pero no necesariamente regulada y legitimada por el estado. No brinda u grado o un nivel educativo.
“Aquellos procesos formativos que, explicitando su intención y organización educativa, están fuera del sistema educativo formal” (Lamata y Dominguez, 2003, p. 47).
Educación informal
Aquellos procesos educativos que ocurren en espacios distintos a los escolares.
“Todos los procesos que, sin un explícito carácter y organización educativa, ejercen su influencia en la vida de las personas: familia, amigos, publicidad, televisión, personas que te encuentras, viajes, etc. (…) no hay intención educativa explícita, pero posiblemente, desde el ámbito informal es desde donde se ejerce en este momento la mayor influencia << educativa >>” (Lamata y Dominguez, 2003, pp.46-47).
De lo anterior, conviene identificar que la intervención educativa opera en diferentes escenarios, niveles y agentes educativos, mismos que exigen abordajes distintos, atendiendo a intenciones y objetivos diferentes.
Funciones de la intervención La intervención educativa tiene como finalidad atender a determinadas problemáticas vinculadas con el escenario educativo, no obstante, dada su amplitud puede atender a distintos objetivos.
Objetivo de la intervención
Individuos, grupos, instituciones o comunidades.
Finalidad de la intervención
Remedial o correctiva: intervención en dificultades en la relación interpersonal y social. Prevención: intervención con objeto de evitar problemas futuros. Desarrollo: intervención para optimizar el crecimiento en determinados aspectos.
Funciones
De acuerdo con Rodríguez Moreno (1995) y Riart Vendrell (1996) (citados en Bisquerra, 1998, p.49) las funciones de la intervención educativa se centran principalmente en...
Función de ayuda encaminada a la consecución de la adaptación, para prevenir desajustes y adoptar medidas correctivas, en su caso. Función evolutiva dirigida a trabajar estrategias y procedimientos de resolución de problemas y desarrollo de potencialidades. Función de asesoramiento, comprende aquellas actividades encaminadas, en un sentido amplio, al proceso de ayuda a personas, grupos e instituciones. Función de coordinación o gestión colaborativa y participativa. Función de diagnóstico psicopedagógico a estudiantes, grupos e instituciones.
Así, el campo de acción de la intervención educativa es muy extenso, y dependerá tanto de la problemática que se desee atender como de la población y amplitud con la que se quiera abordar.
Modelos de intervención educativa De acuerdo con Bisquerra y Álvarez (1998) los modelos sirven de guía para la acción, cuya función tiene que ver con proponer líneas de actuación práctica, de modo que es posible afirmar que los modelos son prescriptivos-normativos, además sugieren procesos y procedimientos que pueden ser validados empíricamente a través de la investivación científica.
Modelo clínico
También conocido como de atención individualizada, se centra en la interacción directa entre el interventor y el agente intervenido. Tiene
Modelo de consulta
como objetivo prioritario satisfacer las necesidades de carácter personal, educativo y socioprofesional. Requiere que el interventor cuente con una formación en la psicología, o la psicopedagogía, ya que la intervención suele ser terapeútica.
Modelo de programas
Tanto el modelo de consulta como el modelo de programas tienen un mayor alcance en la atención de problemáticas en el escenario educativo, ambos requieren de un proceso sistematizado, no obstante, se sugiere el modelo de programas para aquellos proyectos que exigen un mayor impacto.
Fases de la intervención Como se ha observado en los materiales anteriores, la intervención educativa que exige un mayor impacto en el escenario atendido, exige un proceso sistemático que permita focalizar el problema y al mismo tiempo que permita tanto el diseño del programa de intervemción como la planeación y evaluación de la aplicación del mismo, es por ello que a continuación se retoman los aportes de Álvarez, Riart, Martínez y Bisquerra (1998, pp. 88-89) para establecer las fases de la intervención:
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Análisis del contexto • Análisis de las características del centro o lugar donde se piensa intervenir. • Especial referencia a los sujetos destinatarios del programa y agentes implicados. • Identificar las necesidades del contexto que originarán la intervención.
Sin duda alguna, el proceso de intervención educativa deberá ser un proceso sistemático que atienda a una metodología que brinde posibilidades de obtener mejores resultados, es por ello que aquel agente que pretenda atender alguna problemática educativa desde el diseño de un programa de intervención innovadora para proponer una solución de un problema en un contexto determinado, será necesario que lo lleve a cabo a través de un proceso metodológico.
Fuentes de consulta Álvarez, M. et al. (1998). El modelo de programas. Modelos de orientación e intervención Psicopedagógica (pp. 85-102). Barcelona: Editorial Praxis. Bisquerra, R. (1998). Modelos de Orientación e Intervención Psicopedagógica. Barcelona: Editorial Praxis. Bisquerra, R. y Álvarez, M. (1998). Los modelos de orientación. Modelos de Orientación e intervención psicopedagógica (págs. 55-65). Barcelona: Editorial Praxis. Gómez, M. A. et al. (2005). Intervención, mediación pedagógica y los usos del texto escolar. Revista Iberoamericana de Educación, 49, 83-102. Jordán, M. et al. (2011). Elementos a tener en cuenta para realizar un diseño de intervención educativa. Revista Médica Electrónica, 33(4), 540-546. Lamata, R., y Dominguez, R. (2003). La construcción de procesos formativos en educación no formal. Madrid: Narcea.