Tensiones entre Luz y Sombra
Pontificia Universidad Javeriana Asesor Diego Cabrera Bogotรก 2009
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uno dos tres cuatro cinco seis siete ocho nueve diez once doce -11-19-23-31-37-43-49-
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Este trabajo es una exploraciĂłn de demonios, de muertes y resurrecciones al interior de un cuerpo, de sometimientos a un destino que me ha escogido. Es todo mentira, es todo verdad, es puntos medios. Una mentira, que es verdad, y se presenta como real Es un terreno fĂŠrtil.
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uno Alicia y la oruga De: Carolina Moreno (karito86@hotmail.com) Enviado: martes, 08 de febrero de 2005 05:09:42 a.m. Para: manuelagartija@hotmail.com
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Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas
Capítulo
5
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CONSEJOS
DE
UNA
ORUGA La Oruga y Alicia se estuvieron mirando un rato en silencio: por fin la Oruga se sacó la pipa de la boca, y se dirigió a la niña en voz lánguida y adormilada.
--¿Quién eres tú? --Dijo la Oruga.
No
era
una
forma
demasiado
alentadora
de
empezar una conversación. Alicia contestó un poco intimidada: --Apenas
sé,
señora,
lo
que
soy
en
este
momento... Sí sé quién era al levantarme esta mañana, pero creo que he cambiado varias veces desde entonces...
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Sé que he cambiado varias veces desde que conocí a Manuela, se que tenemos mil historias y que yo podría escribir toda la noche acerca de la forma como observa el mundo, de su tristeza, del color rojo que descansa sobre Abril, de sus manos con escamas en vez de uñas, esas que logran plasmar el vacío y transformarlo en belleza. Resulta que un silencio me invade y me supera, la explicación es que el recuerdo de Manuela me invade y me supera, con ella se puede vivir una soledad perfecta, un estruendo de risa, un poema... lo mas importante es que con ella se puede vivir la vida; nunca antes me fue mas sencillo ser. Coincidir con Manuela
se escapa de todo lo
que jamas esperé, y decir que compartimos un “idioma por debajo del silencio” Hace que se me
agrande el alma, se salga del cuerpo, y se
cuelgue en el lugar exacto donde a veces ella cuelga su piel, porque un abrazo, una palabra,
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o un silencio que venga de ella, hará mover fuertemente “Las raíces de mis alas”.
--¿Quién eres tú? --Dijo la Oruga.
La parte oscura, escondida, siempre ha sido parte de mí, las cosas y seres que puedo ver cuando estoy a solas, los amigos imaginarios que se han transformado a través del tiempo, las otras posiciones que me atacan sin avisarme y que están reprimidas todavía, las contradicciones e igualdades que llevo dentro. La excavación en lo profundo de la sombra ha sido un proceso de experimentación. Entonces se podría pensar que este trabajo es acerca de la construcción de un personaje, de una ficción, pero no, no es así, esta “construcción” es más una excusa para la exploración de los lados oscuros, para poder decir cosas que estaban más adentro, escondidas.
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A través de mi vida he tenido muchos recuerdos que me han relacionado de una u otra forma con mi ánimus1 (a quien por razones practicas llamaremos Simón, que es el nombre que me habrían puesto si hubiera sido un niño), por ejemplo, cuando estaba en mis primeros años de colegio siempre llegaba con los bolsillos llenos de piedras y palos, muy sucia ya que había jugado casi todo el recreo con los niños, sacaba los mojojois (insectos) de los huecos con el tallo de una flor para después poder ponerlos a pelear. Cuando era un poco más grande, más o menos a los siete años siempre le decía a mi mamá que por qué las niñas no podíamos orinar paradas, siempre quise poder hacerlo. Y así, al ir creciendo estuve en un permanente contacto con mi otra mitad, con mi ánimus, que hoy es un otro 1 Para Jung, el personaje conforma la cara exterior de la
psiquis, dado que es el rostro que se muestra al mundo. A la cara interior del psiquismo la designa bajo los términos ánima (en el hombre) y ánimus (en la mujer). El ánima representa el lado femenino de la psiquis del varón; y el ánimus es la parte masculina de la psiquis femenina.
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que me habita y que a la vez me constituye. Hace mas o menos seis meses al presentar el anteproyecto de este trabajo me acuerdo que los jurados me dijeron -Pero Simón se parece mucho a ManuelaPara mí fue difícil, ya que llevaba un año o un poco más tratando de hacer que Simón existiera por sí solo, fuera de mí, creándole una vida, pero la verdad es que me había olvidado de mi punto de partida, que era explorar el otro que me habita, sin crear una ficción, sin inventarme nada de él, solamente sacándolo a la luz con un nombre que se pareciera más a su forma de proceder, mas no quería crear una ficción. Esto fue algo difícil de asumir, estuve decepcionada mucho tiempo, pero ese momento a su vez me ayudó a ver con claridad lo que realmente me interesó desde un principio, a que retomara el rumbo de algo que verdaderamente me apasiona. Pensé mucho, después pude volver a dibujar y a tomar fotos, tan sencillas y a la vez tan complejas como mi idea de Simón. Fue
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algo clarificador, este momento me ayudó para volver a pensar en lo que realmente me interesa y me mueve. Extrañé al Simón que conocía porque me había alejado de él, de mi idea inicial, al estar construyendo un heterónimo que en realidad nunca existió, extrañé al Simón que en realidad conocía, a mi sombra, a este otro.
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dos “Yo no existía, yo era otro, hoy volví a ser de pronto el que era, o el que soñaba ser” Fernando Pessoa Tal vez se trate de todas las posibilidades que nos ofrecemos, de excavar en nuestro interior y ver los fragmentos que nos componen y hablar desde uno de ellos. O posiblemente no hablar desde ninguna parte, sino esperar a que ellos hablen o actúen por uno.
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Buscar dentro de sí cada cosa: a veces lo que se buscaba no aparecía porque tal vez nunca estuvo, esa parece ser la maldición, al ir a la sombra tener que reordenarlo todo. Empecé explorando el otro que hay en mí, descubrí que era más de uno, a veces vinieron otros con los que estuve tan a gusto, pero nunca regresaron, los he llamado infinitas veces pero en el grito encuentro el eco de una noche sola. Entonces fui poniéndome en contacto con los yos que acuden más a menudo, fue en ese momento donde empezó una investigación, me di cuenta de que son tan distintos, sienten el mundo tan diferente, pero a su vez lo ven por las mismas ventanas, por los mismos ojos. Hay quienes lo ven como la construcción de un personaje, yo dejé de verlo como una construcción en la medida en que esta investigación se fue transformando, es más bien una exploración. La creación a partir de lo que en mí se aloja, de mis regiones de luz y de sombra.
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Estoy en la búsqueda de nuevas miradas, pretendo crear nuevas situaciones que den cuenta de lo que me habita, que es tan distinto por dentro, pero que al final termina siendo algo más de lo mismo, ya que estos yos han salido a relucir tantas veces que otros ya los identifican con mi forma, o tal vez porque sus diferencias, como el mundo exterior, son lo que los unen. Es por esto que me disgusto cada vez que me dicen que Simón se parece mucho a Manuela
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tres “Tal vez los dragones de nuestra vida no sean sino princesas que únicamente aspiren a vernos de nuevo en todo nuestro esplendor. Quizás lo que más nos aterre no sea, después de todo, sino el grito desesperado de una faceta importante que implora nuestra ayuda” Rainer María Rilke. La investigación se fue encaminando al lado psicológico, fue entonces cuando me encontré con Jung, me sentí plenamente identificada, no sólo por sus teorías de ánima y ánimus sino con la persona, con el humano.
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Jung tenia percepciones, que no se pueden, o no se podían trasladar al plano de la razón, cosas y seres oscuros que venían a visitarlo, a mí me atrae esta parte de él y de su teoría, me interesa. Por fin entonces encontré alguien que fuera un guía para el desarrollo de este trabajo. Pero al empezar a leer a Jung me encontré con la dificultad de sus textos, no los entendí. Eran densos, incomprensibles, en un lenguaje muy técnico que se me salió de las manos. Entonces la psicóloga Claudia Sánchez me sugirió leer textos que otras personas escribieron sobre Jung, eso hice y aun sigo maravillada. Encontré entonces en Jung el término denominado “la sombra” que es muy pertinente a Simón y Manuela. “Podríamos decir que nosotros somos –a la vez que no somos- ese extraño al que la sicología conoce con el nombre de la sombra. Oculta a nuestra conciencia, la sombra no forma parte de la imagen que tenemos de nosotros mismos. Pero, aunque parezca irrumpir
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de la nada –evidenciando un abanico de conductas que van desde los chistes groseros hasta la agresividad abiertamente destructiva-, su presencia nos recuerda a un habitante inesperado”1 Puede considerarse que la sombra ha salido cuando actuamos de una manera en la que generalmente no lo haríamos, por ejemplo cuando una persona que ama la vida y está agradecida con todo lo que tiene, de repente empieza a fantasear con pensamientos suicidas hasta el punto de tal vez llegar a hacerlos realidad. Esa es una cara muy distinta a la que los demás conocen, es una parte de nosotros oculta. “… Y cuanto más acusada sea esa separación, más inconsciente será la sombra y más la experimentaremos como algo ajeno, como el Otro, como un invasor extraño” 2 La sombra es oscura, autodestructiva, dolorosa, como Simón. Simón es la sombra, el otro, el suicida. Es 1 Wolf, Steve, Zweig Connie. Vivir con la Sombra. España, Kairós 1999
2 Ibídem
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culpable. Como explicarían C. Zweig y S. Wolf: “su emergencia siempre va acompañada de dolor y sufrimiento y nos pone en manos del Otro, es decir aquel que habita dentro de nosotros y al que nunca podremos llegar a controlar, aquel que pone en cuestión nuestra autocomplacencia y nos hace sentir inaceptables, ansiosos, irritables…”3 Para poder trabajar con la sombra, con el otro, hay que aprender a saber cuándo viene, en qué momentos, cómo se comporta, qué hace. Hay que estar completamente atento a sus maneras de actuar, a sus síntomas, a la manera en que procede. Hay que tener paciencia. Irse a lo oscuro. “… Significa prestar atención a los pensamientos mas desagradables, a las fantasías mas ocultas y a los sentimientos que consideramos tabú; significa, por ultimo renunciar a la claridad mental del cielo azul y aprender a vivir sumidos en la bruma.” 3 Wolf, Steve, Zweig Connie. Vivir con la Sombra. España, Kairós 1999 P.12
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Estar en contacto permanente con la sombra, con el otro, con la oscuridad amplía las capacidades del ser, nos extendemos, encontramos territorios que aunque oscuros son fértiles, como la tierra. Entonces el trabajo con la sombra nos permite también estar en permanente observación de cómo se comportan nuestras regiones de luz, el yo que casi todos conocen, y aprendemos a conocer más nuestras formas de proceder, lo que permite a la obra ser multifacética, con las regiones de luz, con las de sombra y con los términos medios, es una posibilidad para la creación, para la exploración de nuevos territorios. “…Para ello deberá esforzarse denodadamente para saber no sólo cuál es su capacidad para hacer el bien sino también de qué crímenes es capaz, y tendrá que estar muy atento para no considerar real a lo uno e ilusorio a lo otro. Porque ambos aspectos, a fin de cuentas, están integrados en nuestra propia naturaleza, y si queremos –como parece- vivir al margen del autoengaño y la ilusión, ambos deberán ser sacados igualmente a las luz”4 4 C. G. Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos. Barcelona. Ed
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Cuando se trabaja con la sombra es difícil llegar a un objetivo, a un punto claro, ya que a medida que se va explorando se llega a lugares distintos, inexplorados, que tal vez nos lleven a donde nunca imaginamos, el trabajo con la sombra más que un resultado es un proceso. No se trata solamente de estar en pleno contacto con la sombra, o con la luz sino estar entre esas dos tensiones, trabajar desde ambas, pararnos también en algunos puntos medios. Jung se preguntaba si éramos nosotros quien le dábamos vida a los arquetipos o si eran ellos a nosotros.5 Seix Barral, 1996 5 “El concepto de arquetipo, introducido por C. G. Jung como término dentro del campo de lo psíquico, alude al hecho de que los hombres compartimos una serie de experiencias, en el curso de nuestra evolución, que han quedado, por su naturaleza colectiva, incorporadas en la memoria de la humanidad como patrones de comprensión de la realidad. Estos esquemas son pura energía inconsciente que busca realizarse y lo hace, por ejemplo, por medio de los símbolos. Expresan un orden de saber que la conciencia del hombre desconoce, pero que existe como verdad en las profundidades de su alma transpersonal.” (Eduardo H. Grecco, Interpretación iniciática de la décima revelación, Ediciones Continente, Buenos Aires, 1996, pág. 25.)
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cuatro Desde muy chiquita veía cosas raras, unas me daban miedo otras no tanto, hasta que un día no se cuando vinieron a mí Cuñito, Cuñita, Cañato y Cañata, unos personajes con quienes compartí la mayor parte de mi infancia, eran tan divertidos, recuerdo que los adultos no podían verlos, decían: -Manuela tiene amigos imaginariosYo sé que de imaginarios tienen poco, tal vez eran amigos que venían a visitarme, o posiblemente existían
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en mi cabeza, lo que no dudo es de lo reales que eran y de los increíbles recuerdos que tengo a su lado. Pero a media que fui creciendo me empecé a olvidar de ellos, tal vez por todas las veces que oí decir que ellos no existían empecé a creerme el cuento, y no me acuerdo cómo, cuándo ni por qué pero fueron desapareciendo. Pero dejaron en mí la sensación de tener otros más conmigo aparte de mí, que vienen a veces, que tantas veces luchan por salir pero los reprimo, tal vez por miedo, por confusión, desinformación o porque no son socialmente correctos o aceptados, otras veces aprendieron a camuflarse con mi parte más conocida y hablaron desde ahí. Un día estaba hablando con mi amigo Daniel Santiago, (él es un fotógrafo que conozco desde que era niña, ahora tiene un trabajo de fotografía a partir de un heterónimo que ha inventado) y me dijo - y me dijo, te acuerdas de la profesora que tenia una hermana gemela?-
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Ese era un recuerdo que yo había borrado, pero me acordé que ella iba a clase, nos daba un rato de la clase de español y decía que debía irse, pero que iba a venir su hermana gemela a reemplazarla, y llegaba la hermana gemela y nos contaba un cuento. Así pasó muchas veces hasta que un día, la profesora se fue, y yo salí detrás a los pocos minutos, y fue cuando la vi cambiándose el peinado y poniéndose unas gafas, me devolví al salón desilusionada, nunca se lo dije a nadie. Después de la conversación con Daniel pensé que había una manera de poder decir lo que había sentido desde niña, con el recuerdo de la profesora vinieron a mí ideas para poder sacar a Simón a relucir. Durante mucho tiempo estuve pensando cómo iba a hacerlo, sin dejar de lado todo lo otro que me habita, hasta que supe que quería hacer fotos y dibujos. Aunque pueda decirse que el principio de la fotografía es la luz y el del dibujo pueda ser la sombra, en este trabajo están invertidos: aquí se debe leer la fotografía como sombra ya que es el trabajo de Simón y el dibujo como
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luz ya que es la forma en que Manuela se expresa, mis dos lenguajes, tan distintos pero a la vez tan parecidos como lo que hoy son Simรณn y Manuela.
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cinco Tengo muchos libros, soy amante de la poesía, desde muy pequeña me gustó leer, cuando tenía más o menos 14 años conocí la obra de Fernando Pessoa, me encantó la forma en que escribía, me identificaba, pero en esa época no había hecho muy consciente el por qué. En los días que pasaron después de haber hablado con Daniel estaba buscando algo en mi biblioteca y me encontré con un libro de Pessoa, a quien tenía olvidado porque mis prioridades habían cambiado un poco, no leía tanto, dibujaba más. Cuando leí un poema XXIX -37-
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POEMA XXIX No soy igual en lo que digo y escribo. Cambio, pero no cambio mucho. El color de las flores no es el mismo bajo el sol que cuando una nube pasa o cuando entra la noche y las flores son color de sombra. Pero quien mira ve bien que son las mismas flores. Por eso cuando parezco no estar de acuerdo conmigo fijaros bien en mí: si estaba vuelto para la derecha me volví ahora para la izquierda, pero soy siempre yo, asentado sobre los mismos pies. El mismo siempre, gracias al cielo y a la tierra y a mis ojos y oídos atentos y a mi clara sencillez de alma.1
1Fernando Pessoa
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Supe que me identificaba y comprendí tantas cosas de mi manera de actuar y mi proceder, dejé de reprimirme y empecé a sacar la parte de mi sombra, la dejé salir mientras la exploraba. Vinieron a mí los recuerdos de ese pasado ya prácticamente olvidado, los amigos, los palos y piedras, el querer orinar parada, la comprensión del otro, los poemas, la profesora de español…. Empecé entonces a pensar cómo iba a sacar a la luz aquellas regiones que me habitan, en qué lenguaje iba a hacer que aparecieran, y después de mucho dudar, decidí que la región menos conocida y explorada iba a salir por medio de la fotografía, ya que en este campo estoy un poco más nueva, lo conozco menos, soy mas insegura, esto implicaría una exploración también con el medio. Por otra parte estaba la parte más conocida, por mí y por otros, la que acudía en más ocasiones, esta parte la
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iba a tratar a partir del dibujo, un campo en el que me siento más segura, además de ser el lado que los demás reconocen e identifican con mayor claridad de mi trabajo, lo que hago y cómo me expreso. Lo identifican más como mi medio, mi técnica. Se me ocurrió entonces tomarme una foto, una foto con otra mirada, una mirada que me pertenece pero que pocos conocían e identificaban como mía, me la tomé un poco alejada de mi estado más conocido y me adentre en el otro sentir, en el del ánimus. En cuanto a lo que llamaremos Manuela que es la otra parte de mí, yo sabia que quería hacer dibujos.
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seis Empecé entonces a tomar fotos, tratando de explorar la otra mirada, una mirada que si bien es mía, dista mucho de lo que caracteriza mi trabajo, de mis dibujos e ilustraciones. Tomé fotos de amigos, quería expresiones naturales, capturar instantes.
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También tomé fotos de mí alejándome un poco de la imagen mía frente al espejo, buscando otra imagen, una vista a través de un lente que podría empezar a ser otra ventana, unos nuevos ojos. También empecé a pensar sobre qué quería dibujar, tenía claro que eran personas, la figura humana me apasiona, pero a quienes? Por qué a ellos? Cómo? Así que un día, tomándome un té esperé a alguien, que había quedado de llegar y no llegaba, y me pareció que la forma más útil de que ese tiempo pasara, que para mí es tan angustioso, que me genera tanta ansiedad, iba a ser dibujándolo, así iba a poder ver a esa persona
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mientras producía algo, mientras hacía de esa espera algo más llevadero. Eso me llevó a pensar que quería hacer dibujos sobre la espera, retratos de las personas a quienes he esperado por alguna u otra razón, esa espera que me genera tantos sentimientos tan poco deseados por mí. He sido una persona inconforme, siempre ha habido un vacío, he esperado algo toda la vida con una ansiedad incontrolable, algo que no llega, un vacío que no se llena, así que este tema que surgió por la ansiedad de un momento me pareció el indicado ya que resume gran parte de un sentir que me ha acompañado durante toda la vida. Seguí tomando fotos, y cada vez encontraba cosas nuevas, y tomaba caminos que me empezaron a llevar a lugares nuevos, interesantes descubrimientos que me llevaron a lugares interiores y deslumbrantes, pero que en esa misma mediada me alejaron de lo que quería hacer.
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Forcé entonces a Simón hasta un límite que ni él ni yo pudimos soportar, lo llevé a un lugar que ya no era común, que no pertenecía a ninguno de los dos, ahí fue cuando Simón empezó a morir, dejó de tener sentido. Se convirtió en alguien que yo ya no conocía, ademas de ser algo totalmente ficticio, se alejó de mí, de los principios y de la buena idea de un principio. Se convirtió en una bola de nieve. Mientras que los dibujos de Manuela se mantuvieron firmes, tal vez porque no se les dio tanta importancia desde el principio, siguieron un curso natural y menos forzado, fueron evolucionando en cuestiones de técnica y formato, pero no en intención, hasta que al final fueron más reales, más sinceros.
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siete Después de unos días, muy quietos, llenos de angustias y remordimientos vino a mí la oscuridad total, el vacío absoluto, algo que ya se veía venir, silencioso pero con grandes pasos. Vino la muerte a llevarse todo, los momentos de ansiedad, oscuridad y angustia infinitas en las que me había sumergido, se llevó a Antonio, a mi niño, quien fue mi alumno y ahora es un guía, se llevó dos años en los que conocí una parte de la felicidad en un cuerpo
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chiquitico, una muerte que quería llevarse un momento pero casi me lleva a mi completa. Estaba completamente perdida, nublada , decepcionada, todo, absolutamente todo perdió el sentido, y ese vacío de la espera, que a veces lo despisté con dibujos se hizo gigante, me llevó por completo.
Por un momento todo quedó en blanco
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Llegó entonces el vacío absoluto.
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Ya no creía en nada, mucho menos en el Simón que pretendía crear, este no existía, no al menos el que quería existiera desde un principio, tan natural como oscuro, tan lleno de sombras como mi existencia. Pasaron algunos días, en ellos pensé cómo conectarme con lo que realmente quiero, y no con ese extraño que se había salido de mis manos, pero ya había olvidado muchas cosas.
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ocho Estuve muy ansiosa, buscando sin encontrar respuestas y me di cuenta que en cuanto a Simón la ansiedad no era un estado muy lúcido, y mucho menos fértil. Así que mejor esperé, una espera más tranquila, a que las cosas empezaran a fluir, a encontrar las respuestas en su ritmo natural, en su estado mas puro, quería encontrarme con el momento del nacimiento de Simón. Así que borré casi todos los restos del Simón al que
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odio, esperando que viniera a mí el recuerdo que desde un principio me generó tanta emoción. Fue una espera larga…. Pero llegó, con nuevas ideas sobre las fotos, con una nueva vida para él y para Manuela, con una oportunidad de oro. Tomó, tomé o tomamos unas fotos tan reales como al principio, un poco mas conscientes de lo que se quería decir, menos forzadas. Y encontré un formato nuevo para el dibujo, no tan contenido, con más espacio para que la punta del lápiz tenga una superficie un poco mejor por donde desplazarse.
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nueve He descubierto que Simón y Manuela son los polos opuestos que me conforman, que tienen un nombre masculino y femenino para ser identificados con mayor facilidad, pero que al final son parte de lo mismo, de un universo que me habita. Es por esto que decidí juntarlos, y que algo que estuvo tan fragmentado durante tanto tiempo, sobre todo en este proceso quise que volviera a unirse, para así tal vez llenar en parte el vacío que me asusta.
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Es por esto que Simón le toma fotos a Manuela, a su gente, a quienes ama, y Manuela se basa en estas fotos para dibujarlos ya que muchas de estas personas se encuentran lejos, y las ha esperado. Esto en la parte mental, espiritual. Pero había algo que aun faltaba, cómo unirlos en la parte física? Cómo hacer salir a Simón sin dejar de un lado a Manuela? Cómo hacer esto sin malos entendidos sexistas, de género? Después de mucho pensar y de contemplar todas las opciones que se me vinieron a la cabeza, decidí volver al principio de todo, a los recuerdos, a mi infancia. Y vino a mí, con mayor claridad que nada antes, el recuerdo de el querer orinar parada, sin el anhelo de tener un pene o algo parecido, ni mucho menos queriendo ser un niño, solamente poder orinar parada, como los hombres, con esa facilidad y esa practicidad.
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Y nada me pareció tan acertado como ese pensamiento infantil para traer al plano físico a Simón, es por esto que decidí hacer un video en el que orino parada, ahora grande, con mi ropa, que es tan femenina como me gusta, pero orinar parada ese acto tan masculino. Hacer un video en un momento tan intimo, tan casero, como cuando estamos reunidos Simón y Manuela.
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diez Alguna personas han conocido a Manuela, sin que Simón esté tan presente en ese momento, otras han conocido a Simón sin que Manuela este tan presente, o eso es lo que creen, así que me pareció justo darle un espacio a cada uno, pero en el que se relacionan todo el tiempo. Un espacio virtual, como el tiempo, que tanto tiene que ver con ellos.
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Es por esto que cada uno tiene su lugar, un sitio sólo para él o ella, pero que en realidad es para los dos ya que los dos entran allí como propio, estando bajo una misma plataforma pero con espacios paralelos diferentes que se complementan. Como en mí.
http://www.flickr.com/photos/manuelaysimon/
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once
referentes
Casi nunca estoy pendiente de artistas que tengan cosas parecidas a las mías, pero cuando los encuentro siento que alguien más en el universo interpreta las emociones, pensamientos, sentimientos etc, de una manera similar a como yo lo haría. Muchas veces me doy cuenta que visualmente no se parecen tanto, pero a mi manera de ver y de sentir expresan de alguna manera u otra lo que yo quería
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decir. Muchos otros estuvieron presentes por momentos más cortos, porque rápidamente encontraba diferencias que hacían que me alejara de ellos, pero también quiero que estén presentes en este trabajo escrito, como un homenaje o simplemente para decir en qué momento me acompañaron. Entonces en esta parte hablaré de aquellos artistas que han tenido que ver en este proceso. Haber visto su obra ha sido como encontrarme pequeños tesoritos. Elizabeth Peyton, porque en sus retratos encuentro la ausencia, algo que también esta en los dibujos que hago. José Antonio Suárez, por la disciplina con que dibuja, por el formato, por el trazo. Chris Burden por su statement, “El arte no tiene propósito. Es un punto libre en la sociedad, donde uno puede hacer cualquier cosa. Yo no creo que mis obras busquen respuestas, ellas solo hacen preguntas, ellas no
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tienen porque terminar en si mismas. Pero ciertamente deben engendrar preguntas.” Fernando Pessoa, porque es capaz de hablar muy claramente desde cada uno de sus yos, marcando las diferencias de cada uno. Porque, a diferencia mía es realmente capaz de ser otro. Sally Mann, por su uso del blanco y negro, al que quiero llegar, por lo que transmiten sus fotos, ese sentimiento ambiguo. Frida y Nan Goldin, por la emoción, lo visceral, lo humano de su trabajo y porque siempre siempre están presentes.
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elizabeth peyton
josĂŠ Antonio suarez
Frida kahlo
Nan goldin
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doce
bibliografía
Brigante Rovida, Anna María. El cuerpo, fábrica del yo producción de subjetividad en el arte : Luis Caballero y Lorenzo Jaramillo, Editorial Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, 2005 Carroll, Lewis. Alicia en el país de las maravillas, Ediciones B, Barcelona, 2002 C.G. Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos. Barcelona. Ed Seix Barral Eduardo H. Grecco, Interpretación iniciática de la
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décima revelación, Ediciones Continente, Buenos Aires, 1996 Fontcuberta, Joan. El beso de Judas fotografía y verdad, Editorial Gustavo Gili, Barcelona 2002 Imre Kertész .Yo, otro; Crónica del cambio, Acantilado, España, 2002. Mann, Sally. Still time, Aperture, Nueva York, 1994 Pessoa, Fernando. 42 Poemas, Ed.Grijalbo Mondadori, Madrid, 1998 Suarez, José Antonio. Obra sobre papel, Editorial Eafit, Medellin, 1999 Wolf, Steve, Zweig Connie. Vivir con la Sombra. España, Kairós 1999 Woolf, Virginia. Orlando, Alianza Editorial, Madrid, 2003
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__________________________ Asesor Diego Cabrera Olarte
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