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Historia de vida

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Reportaje

Reportaje

Su actitud positiva le salvó la vida

Minor Vidal

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Jorge Castel

Es el único sobreviviente del trágico accidente del avión Fairchild Metro 23 de la extinta aerolínea Aerocon que cayó en la ciudad de Trinidad. A bordo de la nave iban dos tripulantes y seis pasajeros. Minor Vidal considera que hoy está con vida gracias a un “milagro”, pero también lo atribuye a la actitud que asumió en ese momento crucial, cuando se encontraba en medio de la selva, donde permaneció durante más de 60 horas hasta que fue rescatado.

Ya pasaron nueve años, ¿cómo le cambió la vida el accidente?

En septiembre se cumplen nueve años del hecho. En el ámbito personal sigo siendo el mismo, pero luego del siniestro aprendí a valorar mucho más la vida. A disfrutar

al máximo todo lo que hago, empezando por mi familia, el trabajo y otras actividades. Me metí algo a la cabeza: si uno hace las cosas sin ningún fin obviamente no las disfruta, pero si las hace con un objetivo uno llega a gozarlas, además que te salen de mejor manera. Antes no lo hacía como ahora, a veces digo que al boliviano tiene que pasarle algo malo para que de alguna manera comience a cambiar su forma de ser. Hoy, por ejemplo, evito que los problemas me afecten, trato de sobrellevarlos y que no formen parte de mi vida.

¿A qué atribuye el ser sobreviviente de aquel siniestro?

Es muy difícil responder esa pregunta. Hasta ahora trato de no pensar por qué yo sobreviví y los demás no. Los únicos que saben eso son Dios y la Virgencita de Guadalupe. Pero hasta la fecha mantengo presente que fue un milagro, las imágenes de cómo quedó el avión muestran que nadie podría sobrevivir al incidente. Cuando la Policía y Fiscalía fueron a buscarme para tomar declaraciones sobre el suceso no podían creer que yo siguiera con vida.

¿Tuvo algún resentimiento contra su exdirector? El que cambió los vuelos para salir de Santa Cruz a Trinidad.

No, las cosas se dieron porque se dieron, nunca, ni en ese momento ni ahora, traté de buscar culpables o tener sentimientos de culpa. Mi esposa y yo creemos que si sobreviví fue por algo, que no tenía sentido buscar explicaciones, por respeto a los otros fallecidos y a sus familiares. Solo decidí disfrutar de la vida que casi pierdo.

¿Cuáles son las escenas que no olvida del accidente?

Hay dos en realidad: la primera que me quedó marcada fue cuando estaba encerrado en el avión y no pude ayudar a las personas que, en ese corto lapso de tiempo, estaban vivas. Era de noche y no veía nada, la forma en la que escuchaba los

Vidal plasmó en un libro las 60 horas que vivió en la selva. El esfuerzo editorial fue dirigido por su esposa.

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gritos de una o dos personas daba paso a la desesperación total, no había nadie que nos ayude en ese momento. Fue difícil. La segundo que me marcó mucho más fue cuando salí a las orillas de la laguna Rosendi, entre las 10.00 y 10.30 del día en el que encontraron el avión. Todos los helicópteros comenzaron a sobrevolar, juraba que me encontraron, me llené de alegría, pero pasaban las horas y nadie llegaba pese a que iban y venían, incluso los botes bordeaban la laguna. Llegó un momento en que toda esa alegría y adrenalina se fue, como consecuencia me vino una depresión y fue el primer momento en el que me desmayé.

¿El nueve es un número especial luego de lo sucedido?

Hay muchas cosas sobre el nueve, por eso le puse ese nombre a mi libro: El noveno pasajero. Todo coincide con ese número, no se forzó nada. Entre algunas cosas, en el avión — incluyendo el piloto y el copiloto— éramos nueve personas, el día que me encontraron fue el 9 de septiembre a las 09.00 en el noveno mes del año. Desde entonces comencé a dar charlas de motivación y superación con mi experiencia vivida en el accidente, en el que, sin querer, termino explicando nueve puntos para tomar en cuenta de todo lo que aprendí.

¿Y sus amigos lo consideran como un amuleto, algo así como la suerte en persona?

Al principio, cuando volví a Trinidad, me pasaba mucho. Usted sabe cómo es la gente, entre chiste y chiste se daba. Sin embargo, yo no lo tomaba en serio, al principio lo veíamos como chacota, bromeaba entre amigos o familia, pero sin faltar el respeto a nadie.

¿Luego de esto considera que todo tiene solución?

Sí, ahí te puedo asegurar que todo en la vida tiene remedio, pero eso depende de la actitud que uno tenga. Lo que me ayu

1. Vidal disfruta de un viaje. 2. El libro en el que narra su vivencia. Fotos: Minor Vidal/John Arandia

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