sábado 22 de julio de 2017 año XVII n° 309 (la helada) precio $ 25.-
eleslabon@eleslabon.com.ar www.eleslabon.com.ar periodicoeleslabon eleslabonciac
“LAS FÁBRICAS VAN A DESAPARECER”
Acebal está siendo arrasado por la política económica nacional.
Hace poco sus plantas de calzado trabajaban 24 horas ininterrumpidas, ANDRÉS MACERA
hoy la actividad se redujo a la mitad. Postales de un pueblo que sufre, vive y se planta contra la apertura importadora.
EL CIPAYISMO AL PALO
ASESINATO DE PABLO CEJAS
El plan del saqueo
Hipótesis cruzadas
309 - 22/07/2017
Además de entregar Arsat a una compañía yanqui, Cambiemos suspende la aplicación del Impuesto a las Ganancias a inversores extranjeros e insufla aire a las ruedas de la bicicleta financiera.
Mientras las voces oficiales apuntan hacia el “problema personal”, la viuda del cabo acribillado enmarcó el crimen en sus denuncias contra la corrupción policial. “Ellos son los narcos”, dijo la mujer.
Esto es el colmo
No a la violencia institucional
Negro el 10
Los inmigrantes, el multiculturalismo, los derechos de las mujeres, la xenofobia, están al tope de la agenda en la otrora “sociedad ideal” sueca. Escribe Pablo Bilsky, desde la capital del país nórdico.
La multisectorial que nuclea a familiares de víctimas de gatillo fácil y organizaciones de derechos humanos, hará su presentación oficial el viernes 28. El desafío es transformar las prácticas policiales, admiten.
Con la reseña de una obra de teatro, y los recuerdos de su gran amigo el Colorado Vázquez y de un joven que laburó a su lado los últimos años, el eslabón homenajea al gran Roberto Fontanarrosa.
región | el eslabón
página 2 | sábado 22 de julio de 2017
LAS IMPORTACIONES ESTÁN LIQUIDANDO LA INDUSTRIA REGIONAL DEL CALZADO
EDITORIAL
Silencio de fábrica Por Juane Basso
A
las 10 de la mañana del miércoles 19 de julio, en la plaza Coronel Domínguez de Acebal, sólo hay dos trabajadores municipales que acomodan un cantero frente a la iglesia. En pleno centro de la localidad, ese silencio urbano que sería desconcertante para cualquier rosarino –acostumbrado a una cortina de polución sonora constante–, y que parece amplificar el canto de los pájaros, de pronto se corta con el rugido de un viejo tractor, también de la comuna. La escuela, cerrada, aporta su cuota de mutismo a una mañana apacible y soleada. Pero detrás de esa tranquilidad, característica de los pueblos de la pampa gringa, corre como una suerte de río subterráneo un conflicto que emerge con fuerza cada vez que aparece la palabra de sus habitantes. Desde el presidente comunal hasta la piba de 21 años que atiende el bar Maná, dan cuenta de la tensión, la bronca y la desesperación que atraviesa a los pobladores. “Con las crisis, acá cada vez viene menos gente, lo primero que cortan las personas cuando se gana menos o se quedan sin trabajo es esto”, explica la moza de Maná, mientras tira un café para su abuelo, el único parroquiano sentado en el bar. La joven cuenta que todos en Acebal, de una u otra forma, están vinculados a la industria del calzado. “Como mi tía, que trabaja desde su casa y ahora no le están pidiendo nada”, ilustra la moza que dice haber participado de la marcha del jueves pasado, aunque reclama –a pesar de reconocer que fue “mucha gente”–, que “debería haber ido todo el pueblo”. También admite que es la primera vez que ve una movilización así en la localidad. Las referencias a la crisis del sector, las quejas contra la política de importaciones y la desregulación de los controles aduaneros brotarán como géiseres en boca de los empresarios pyme y del presidente comunal, cuando cronista y fotógrafo de El Eslabón visiten la comuna y algunas fábricas (ver nota Acebal cosecha los frutos del modelo). Por el relato de su gente, se entiende que la pequeña localidad de seis mil habitantes logró en la última década un despliegue fabril alrededor de la industria del calzado, permitiendo así a los hijos del pueblo quedarse a vivir donde nacieron, habilitando un horizonte laboral que complementaba el cada vez más tecnificado y expulsivo mercado agrario. La restauración neoliberal instalada desde diciembre de 2015, que va derruyendo los cimientos de esa reindustrialización que impulsó el gobierno anterior, ya hace estragos en Acebal, otro pueblo que entendió que la revolución de la alegría era nada más que un engañoso eslogan de campaña.
Periódico semanal fundado el 2 de septiembre de 1999 por Matías Ayastuy, Juan Emilio Basso Feresin, Julián Lafuente, Rodrigo Miró y Jerónimo Principiano.
Acebal cosecha los frutos del modelo Con un 60 por ciento de su población atravesada por la actividad, el pueblo de 6000 habitantes se ha declarado en “emergencia” por el impacto de la apertura de la economía que destruye las empresas y el trabajo local. ANDRÉS MACERA
Por José Osvaldo Dalonso
C
OMBINE CAÍDA ABRUPTA DEL consumo y apertura indiscriminada de las importaciones –condimente con otros factores que no son menores: tarifazos, contrabando y tures de compras en países– y tendrá como resultado la angustia que abate a la comuna de Acebal, de seis mil habitantes y a casi 50 kilómetros de Rosario, cuya economía depende fundamentalmente de su jaqueada industria del calzado. Ahora, trasládese a otras ciudades de la provincia o del país y tendrá sus réplicas en otros sectores –pensemos, por caso, en Cañada de Gómez y sus muebles–, como consecuencia del daño deliberado, sostenido y con visos de irreversibilidad de la política de económica del gobierno de Mauricio Macri. Entonces, la sensación que deja Acebal este martes al mediodía –con la desolación acentuada por la baja temperatura y el receso escolar–, cuando emprendemos el regreso a Rosario, es la de estar transitando el lento (o no tan lento) adiós a una comunidad estructurada en base a una industria, que ha definido una identidad local, a partir de emprendedores, de matriceros que diseñaban sus máquinas a medida, pequeños talleres familiares que participaban del proceso productivo y de otros rubros complementarios. Como resultado de ello, los niveles de em-
propietario: Asociación Civil Cadena Informativa RPI Nº 234.810 producción periodística: Cooperativa de Trabajo La Masa
pleo y su correlato en el consumo permitían el funcionamiento de los comercios y de otras ramas fabriles. Ahora, todo eso está en decadencia y con la amenaza de una debacle; y eso se palpa en el humor del pueblo. A principios de mes algunos productores locales, que ya venían anticipando la crisis desde hacía más de un año, sufrieron un duro golpe. En la feria nacional del sector –realizada en Córdoba– donde se concretan las mayores transacciones de la temporada, prácticamente no pudieron colocar sus zapatos. El malestar hizo que el jefe comunal, Daniel Siliano –hombre del sector y nieto del creador de la primera fábrica de calzado del pueblo–, redoblara sus esfuerzos para dar visibilidad a una crisis, que amenaza con precipitar el cierre de plantas y dejar un tendal de despedidos. En Acebal están radicadas treinta y cinco de las ciento cuarenta fábricas de calzado de la provincia, pero la industria involucra a otros actores. “Están los talleres de aparados, donde se cose la parte superior de los productos; la fábrica de cajas de cartón; los comisionistas que embalan y llevan a Rosario a despachar en las empresas de transporte; el viajante que sale a vender a los clientes; y el que hace las máquinas: acá hay matriceros, torneros”, detalla Siliano. Como es lógico, la retracción impacta en toda la economía de la localidad. “El comerciante también lo está sintiendo, porque no
director: Juan Emilio Basso Feresin editores: Manolo Robles, Luciano Couso y Ernesto Ávila. editor la bola: Santiago Garat
tiene las ventas de antes. Les han bajado un 50 por ciento”, afirma el jefe comunal, quien ya venía anticipando lo que iba a suceder. “Hace un año lo llamamos a (el ministro de la Producción, Luis) Contigiani para que venga y le explicamos la situación. Nosotros estábamos conscientes de lo que iba a pasar, porque no se renovaban contratos de trabajo, las horas extras desaparecían y se estaban dando vacaciones anticipadas”, recuerda Siliano, quien también alertó sobre la situación en marzo último y una vez más lo hizo a principios de este mes, luego del revés sufrido en la feria del sector. “Además, salieron los viajantes y tampoco vendieron”, agrega y amplía la idea: “En el comienzo de la temporada, se vende para la mitad de la misma y se completa con algunas otras salidas. Pero no se vendió nada. Las fábricas se armaron para construir quinientos, ochocientos pares por día y hoy tiene que construir 120. ¿Cómo sostienen a los empleados? De esa manera es imposible”.
No hay expectativas Al ingresar por el portón de Acebalplast se ve una pancarta con la leyenda “Basta de contrabando. Unidos”, que Alejandro Cali, dueño de la fábrica, llevó a la movilización de días atrás. La planta de Acebalplast, empresa fundada en 2009, ocupa 600 metros cuadradros y se dedica a la producción de bases para ojotas. Entre 2010 y 2014 sus máquinas traba-
diseño gráfico: Aníbal Pérez, Facundo Vitiello y Javier García Alfaro corrección: Santiago Garat cierre de edición: Viernes 21 de julio de 2017.
el eslabón integra la Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina (Fadiccra) y la cooperativa Diarios y Periódicos de Santa Fe (Dypsa). Mendoza 2836, depto. 4, Rosario
0341 4353719
3415508421
eleslabon@eleslabon.com.ar
www.eleslabon.com.ar
periodicoeleslabon
eleslabonciac
PRODUCIDO CON SOFTWARE LIBRE
el eslabón | región
jaron las 24 horas ininterrumpidas; en la actualidad, la actividad se redujo a la mitad: sus once –hasta no hace mucho eran dieciséis– empleados cubren dos turnos de seis horas, utilizando solo tres máquinas. “No hay expectativas. No vendemos ni bueno, ni bonito, ni barato”, dice Alejandro y alerta: “Si no hay cambio de política, si no hay consumo interno, si no controlan el contrabando y la importación, esto se agrava en noviembre y diciembre”. Las palabras del empresario dan cuenta de que, más allá de su voluntad, la suerte del sector no depende de ellos sino del rumbo de la economía nacional. De hecho, comenta que no hace mucho había adquirido el terreno continuo a su planta –de una superficie similar– porque pensaba expandirse, cuestión que ahora escapa a sus planes, así como también la posibilidad de tomar créditos para crecer: “Con las condiciones actuales, eso sería un salvavidas de plomo”. Y lo lamentable que lo suyo no es incertidumbre, es la casi convicción de que la situación empeorará y que lo más grave son las fuentes de trabajo que están en riesgo. En el interior de la planta, el personal trabaja en un silencio pesado, despojado de ese entusiasmo fabril que genera el despliegue físico. “Hay mal humor en el pueblo. A ellos no les alcanza el sueldo”, dice Cali y alerta sobre el impacto que podrían tener los despidos en toda la comunidad: “Un empleado en la calle no consume”. Cuando se le consulta a Siliano, sobre la crisis actual en relación a otras etapas de la historia reciente, el jefe comunal dice que algunos empresarios la ven peor que lo sucedido en 2001. “Aquello fue muy duro, yo estuve a punto de perder el galpón donde tenía toda la fábrica instalada, pero algunos están diciendo que esto es más grave. Es más profundo. Es algo más de fondo”. Luego, coincide en el diagnóstico de Cali: “Si no hay un cambio en la economía, si no se frena la importación, muchas fábricas van a desaparecer”
Acciones Lo que ocurre en Acebal –que este sábado cumplía 127 años de su fundación– es intere-
sábado 22 de julio de 2017 | página 3
sante para pensar cuáles son los alcances, responsabilidades y posibilidades de intervención de los gobiernos locales y provinciales frente a políticas económicas de la Nación; así como también permite juzgar el grado de involucramiento de intendentes, jefes comunales y legisladores de distintos niveles. En ese sentido, el jefe comunal, Daniel Siliano, ha sido parte activa de la movilización del pasado 13 de julio en la plaza del pueblo, donde confluyeron los fabricantes, trabajadores y vecinos de Acebal. El impacto de la protesta pareció acelerar las respuestas. “Surgieron algunas propuestas: la Provincia va a dar un subsidio de tres mil pesos para los operarios, que son alrededor de 150; y también va a haber un
Repro Express (n. del r: ayuda para pagar sueldos que llega de Nación) también de tres mil, por seis meses. Después, va a haber un fondo rotatorio que va a llegar a la Comuna, que nosotros tenemos que controlar y coordinar, y que es para las pequeñas empresas o talleres de aparados para que de alguna manera se puedan sostener”, cuenta Siliano. Por su parte, la Comuna declaró la emergencia de la industria del calzado y, así, eximió del pago del derecho de registro de inspección (DREI) a los fabricantes. “No es mucho, pero es una señal nada más que estamos dando”, explica su titular. Por cierto, la crisis del calzado es de alcance nacional y en la provincia no solo ha afectado a Acebal, tiempo atrás la pa-
decieron Alcorta y otras localidades del sur. De ahí que, días atrás, el senador Omar Perotti presentó en la Cámara Alta un proyecto, a través del cual le pide a la Nación que adopte medidas para proteger la industria del calzado, en atención a preocupantes indicadores sobre reducción de la producción –estimado en un 11,2 por ciento entre 2015 y 2016– y de las exportaciones; y “una suba de importaciones a nivel nacional del 36 por ciento interanual solo en el primer cuatrimestre de 2017, y que en Santa Fe, en los últimos dos años, se registró un aumento de importaciones en este sector cercano al 86 por ciento”, según se fundamenta en su propuesta parlamentaria.
La proximidad del conflicto ANDRÉS MACERA
Como no puede ser de otra manera, el problema atraviesa la cotidianeidad de Acebal y define el estado de ánimo de su gente. Las relaciones de proximidad en una comunidad de seis mil habitantes generan otro tipo de relaciones entre patrones y empleados, quienes residen en el lugar –comparten el club, los bares y las celebraciones locales– y deben procurarse allí los medios para subsistir. Por eso, el problema involucra a todos los vecinos y, entonces, no extrañó que la movilización del jueves 13 mostrar al pueblo unido en defensa de su industria y de los puestos de trabajo, lo que parece mostrar que la situación no se plantea, al menos hasta el momento, como un conflicto entre patrones y trabajadores. “Es un pueblo de seis mil habitantes. Somos conocidos de toda la vida y tener que enfrentarlos y decirles «te tengo que echar» es muy difícil”, dice el jefe comunal Siliano y agregará: “Lo que valoro más es la unión de los fabricantes y eso nos llena de orgullo”. Por su parte, Alejandro Cali, titular de
Daniel Siliano es el jefe comunal de Acebal. Acebalplast tampoco imagina como salida iniciar una saga de despidos. “¿Cómo puedo echar a alguien? Estamos juntos desde
hace años, nos vemos todos los días en el pueblo. ¿Con qué cara los voy a mirar”, explica el empresario.
La palabra de los fabricantes de calzado ANDRÉS MACERA
El jueves de la semana pasada autoridades de la localidad, empresarios, trabajadores y familias enteras se manifestaron frente a la Comuna de Acebal para denunciar la dura situación que atraviesa la industria vital para el pueblo de 6000 habitantes, por la cual el presidente comunal, Daniel Siliano, decretó la emergencia del sector y debió suspender impuestos comunales. En ese marco, los fabricantes de calzado de Acebal describieron en un texto la desesperación que los atraviesa. “Somos un pueblo de aproximadamente 6000 habitantes en el que se encuentran radicadas unas 35 fábricas de calzados, por los que dependen no sólo los operarios de estas, sino también talleres de aparado (costura a máquina), mujeres que aparan a façón y costura a mano”, señalaron los fabricantes. “Dentro de nuestra industria encontramos Pymes, micros y empresas fa-
miliares de las cuales muchas se han tecnificado y se producen calzado de muy buena calidad”, destacaron.
En su escrito, los fabricantes contaron que “los días 2, 3 y 4 de julio se realizó en Córdoba la exposición de calzado EXICAL a
la cual concurrieron varios fabricantes como lo vienen haciendo hace varios años” y que “esa feria es un poco el termómetro de lo que será la próxima temporada, por el volumen de ventas”. “Pero este año lamentablemente han regresado con las manos vacías y hoy casi no hay pedidos para trabajar”, añadieron. “Nuestro pueblo vive y se nutre de este rubro dado que también dependen fabricas de cajas, talleres mecánicos, comisionistas, comercios y demás”, explicaron, para luego apuntar contra “la falta de consumo, la importación desmedida y el contrabando de calzado”. “Por todo esto es que hemos decidido comenzar una lucha. Pero atención, esto no es una lucha partidaria, tampoco una lucha del gremio contra los empresarios, es una lucha del pueblo para mantener las fuentes de trabajo y el bienestar general”, concluye el texto.
región | el eslabón
página 4 | sábado 22 de julio de 2017
ASESINATO DE PABLO CEJAS, EL SUBOFICIAL QUE DENUNCIÓ LOS VÍNCULOS ENTRE LOS NARCOS Y LAS FUERZAS DE SEGURIDAD
Quién mató al policía motorizado Justicia y gobierno provincial orientan la investigación del crimen del suboficial hacia un problema personal, “una bronca”. Apareció muerto con 19 orificios de bala. En 2015 ya lo habían baleado. Sufrió amenazas y su hijo también quedó en medio de un tiroteo. Su viuda asegura que “los narcos son los policías”. Para el diputado Del Frade lo mató “la mafia narcopolicial santafesina”. ANDRÉS MACERA
Por Luciano Couso
“
¿QUÉ QUIEREN QUE LES diga? ¿Que fue la misma policía la que me mandó a matar, que yo no transo con los jefes?”, dijo en tono quejoso el cabo policial Pablo Cejas a un canal de cable en junio de 2015 mientras era trasladado en una silla de ruedas por los pasillos del hospital Cullen, en la capital provincial. Antes había denunciado en términos generales la connivencia policial con el negocio narco. “La gente denuncia que en tal lugar se vende droga y la policía no hace nada. No es que no hacemos nada, no nos dejan”, había dicho. Un año después, el lunes pasado, encontraron su cuerpo con 19 orificios de balas en Neuquén al 6400 del barrio Yapeyú de la ciudad de Santa Fe. Por el crimen detuvieron el jueves a un pibe de 19 años como sospechoso. Tenía todos los boletos: un pedido de captura activo por otro asesinato. La investigación no se orientó hacia los funcionarios policiales que Cejas había denunciado sino a conflictos personales del suboficial, cuya esposa pide justicia y asegura que los jefes de su malogrado marido ni siquiera la llamaron para darle las condolencias. El diputado provincial Carlos Del Frade no albergó dudas en su hipótesis del asunto: “Pablo Cejas fue asesinado por la mafia narcopolicial santafesina”, sospecha que también anida en la mente de su viuda. El Gobierno de Miguel Lifschitz descree de esa versión y en palabras del secretario de Investigación Criminal, Rolando Galfrascoli, “a partir de los primeros elementos investigativos, resulta que puede tratarse de una cuestión personal, de enojo, de alguna discusión, de alguna bronca. Alguna situación de último momento, ni siquiera de arrastre”. La ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, también opinó sobre el asesinato del cabo, que tuvo trascendencia en los medios porteños: “Si un policía que denuncia termina muerto, eso no es un buen mensaje”, dijo.
“Ejecutalo al cobani” Unos días antes de las declaraciones que realizó a un medio santafesino mencionadas al inicio de esta nota, dos tipos en moto le habían acertado a Pablo Cejas dos plomos: uno en el cuerpo y otro en la cabeza, que dieron respectivamente en el chaleco antibalas y en el casco de la moto que él conducía, permitiéndole quejarse ante los periodistas al mes siguiente mientras abandonaba el Hospital Cullen. El ataque se produjo durante las primeras
horas de la mañana del 5 de junio cuando el policía se dirigía en su motocicleta hacia Recreo, según el mismo contó después. Un desperfecto en su moto lo detuvo en una ruta, escenario en el que aparecieron dos muchachos también montados a una moto y armados, de acuerdo al relato posterior de Cejas. Hubo un tiroteo, el cabo que se desempeñaba en la Brigada Motorizada de la Unidad Regional I recibió un disparo en el cuerpo que le atajó el chaleco balístico. El que le dieron en la cabeza lo desvió el casco y salvó su vida. Aseguró que uno de los atacantes le dijo al otro: “Ejecutalo al cobani”. El suboficial lleva su uniforme reglamentario ese día. Un tiempo antes, dijo Cejas, había mantenido una discusión con sus superiores por lugares donde no podían realizar patrullajes por una presunta connivencia entre los uniformados con kioscos de narcomenudeo. “La gente denuncia que en tal lugar se vende droga y la policía no hace nada. No es
que no hacemos nada, no nos dejan. Había lugares donde no podíamos ingresar, lugares protegidos”, contó el cabo en declaraciones a medios de la capital provincial. Agregó que “los policías no se animan a denunciar” porque “tienen miedo”. “El jefe de nodo dijo que las puertas están abiertas –para denunciar–, pero ¿quién pasa esa puerta, si el que pasa esa puerta termina en disponibilidad o perseguido?”, se preguntó retóricamente. Como consecuencia de esos sucesos y de amenazas posteriores, Cejas le sumó a sus problemas laborales otros de índole familiar. Su esposa y su hijo se alejaron de él. Terminó en disponibilidad con carpeta médica por problemas psiquiátricos. Había sufrido amenazas y un hijo suyo había quedado envuelto en una balacera contra la vivienda de un amigo, hechos que el suboficial interpretó como intimidaciones por sus denuncias a jefes policiales por su presunto vínculo con el narcotráfico.
Cuota alimentaria En una de las entrevistas que dio luego de esos episodios, el cabo Pablo Cejas señaló que el “atentado contra mi persona lo voy a hablar en Fiscalía”. “Sospecho de algo –dijo–, porque he tenido ciertos inconvenientes con algunos jefes por no querer darles de comer a ellos. Yo sólo le doy de comer a mi familia. Es la cuarta vez que recibo amenazas”. El espíritu corporativo de la institucional policial fue mellado por las denuncias de Cejas que, al menos las realizadas públicamente, fueron de contenido general. Sin pelos ni señales. Pero, igualmente, no cayeron bien en la fuerza. Así lo expresó el suboficial: “Me tratan de traidor porque me alejé de un lugar que no quería quedar salpicado por la corrupción”. “Soy cabo, después de herido me prometieron un ascenso y lo único que me dio este gobierno fue una medallita de aluminio y una aspirina. Nunca supieron si yo estaba bien”, se quejó Cejas, cuando la conducción
el eslabón | política
—Mi formación política tuvo mucho que ver con lo que estudié. Siempre fui bastante lectora, Ciencia Política no me costó. Me formó mucho políticamente la facultad. Me formaron los autores que leí, particularmente Gramsci, que “el Viejo” (Alfonsín) me hizo conocer. Alfonsín era muy gramsciano, muchos de los libros que escribe tienen una permanente apelación a algunas categorías de Gramsci para analizar la realidad. Yo justo después soy auxiliar alumna de Política II, de la cual ahora soy adjunta, pero que también tiene que ver con la teoría política del siglo XX y XIX. Mis compañeros de curso, todos, teníamos una pertenencia política partidaria. La universidad era como una isla en el medio de tanta apatía. En lo personal, yo era de una clase media no acomodada, una clase que la peleaba. Mi viejo era médico y en el menemismo la paso horrible y mi vieja ni hablar. En mi caso, para poder comprarme algo, tenía que laburar. Mi viejo me bancaba que estudie pero no que milite y la verdad que nosotros la pasamos mal y no entendíamos a esa sociedad que decía que estábamos bien. Cuando ganó Menem de nuevo (en 1995), fue un golpe, porque nosotros pensamos que no iba a ser reelecto. Pero bueno, todas esas frustraciones de esa universidad tan politizada y de esa sociedad tan apática y ese permanente debate sobre dónde estamos, si acá o en el barrio, y que se terminó resolviendo en 2001 a los golpes, creo que fue mi mejor formación, fue mi mayor referencia. No hubo alguien en particular, fueron mis compañeros, los propios y los de otras agrupaciones y otros partidos. —¿Como se da ese proceso mediante el cual llegás al Concejo Municipal? —Yo empecé a militar en el barrio Las Flores y particularmente en lo que era la 17, que es prácticamente toda zona sur. En el 2001 arrancamos con un par de tallercitos de apoyo escolar, laburamos mucho con las
sábado 22 de julio de 2017 | página 7
mamás. La Franja seguía teniendo conexión con nosotros, al menos la que no se quedó con el gobierno, y empezamos a construir un grupo político desde abajo. Empezamos a crecer y yo llegué a la vicepresidencia del partido radical de Rosario. En realidad había tres vicepresidentes y a nosotros nos dieron ese lugar como para tener «a los pibes adentro y no afuera puteando». Y cuando se define el nuevo sistema electoral con boleta única e internas abiertas y obligatorias, nos animamos a competir, porque ya no era el partido el que tenía que elegir. Desde la estructura, a nosotros nunca nos hubieran elegido. Nosotros habíamos construido toda una agenda territorial, de género. Era un momento donde no nos conocía nadie, sólo en los barrios donde laburábamos y en la universidad. Y en la campaña lo que nos diferenció fue la militancia. No teníamos un mango pero si convicciones y ganas. Sin embargo yo entré tercera en esa elección interna del Frente Progresista, primero (Manuel) Sciutto, segundo (Aldo) Poy, y yo. —¿Qué balance hacés de tu experiencia en el Concejo Municipal? —A mí me gusta más la posibilidad de tener herramientas ejecutivas, para resolver problemas. Yo había sido funcionaria del municipio, porque había entrado por la Universidad a trabajar a la municipalidad de la mano de Oscar Madoeri, que es una de las personas que me formó académicamente, la otra es Hugo Quiroga. (Miguel) Lifschitz había contratado a Oscar, que estaba especializado en temas de desarrollo local y yo era parte de su equipo desde segundo año de la facultad. Trabajamos en áreas técnicas, en el plan estratégico, y llego a directora de Promoción Económica, donde adquirí mucha experiencia en gestión. En Producción fui una de las creadoras del programa de Centros Comerciales a Cielo Abierto, lo que
me dio mucho contacto con los sectores más pequeños. Los ayudé a organizarse para poder competir con los shoppings que recién estaban arrancando. Todo eso fue un contraste muy grande con el trabajo del Concejo, donde al principio sentía que no le podía resolver nada a nadie. Era como hacer leyes para ver si alguno las cumplía. Después empecé a tocar puertas. Hacía el proyecto pero a la vez lo gestionaba hablando con los directores o secretarios municipales. Y empecé a ser como una rompebolas profesional. A esto lo meché con el contacto con los vecinos. Y de esa manera empezó a cambiar la cara de la actividad en el Concejo. Yo entendí que hay que salirse del circuito de lo que llaman la corporación política. Las víctimas, aquellos que pasan por un proceso difícil, necesitan que vos estés y los escuches, que movilicés recursos, que colabores en la búsqueda de justicia, a poner en agenda el tema, a buscar a los responsables. Me han criticado por acompañar a gente en las inundaciones, a los familiares de Salta 2141, por meterme con las tarifas de la EPE, pero la verdad es que es mi responsabilidad. Y salirme de lo políticamente correcto me hizo sentir más libre en esta tarea de concejal. —¿Por qué decidieron participar en estas internas del Frente Progresista y por qué tu candidatura a diputada nacional? —Porque el Frente Progresista sigue definiendo las listas como la vieja política. Y la verdad es que yo no me banco que, por más que seas el gobernador o la intendenta, me digas qué lugar me toca. Quiero que lo diga la gente. Si me ponen en el décimo lugar, o en el segundo, es más democrático, más transparente. ¿Por qué yo tengo que depender de la percepción de un partido político que no es el mio, si no me lo banco ni siquiera del propio? A nosotros, a pesar de que en las internas de 2015 fuimos la tercera lista más
votada de la ciudad, que después de eso nos vinieron a buscar para que ganemos, ahora nadie nos consultó siquiera cuáles eran nuestras aspiraciones. Nos dijeron «acá». No mi amor, así no se hace política, la gente no quiere más eso, quiere elegir. Queremos generar cambios no sólo a través de las leyes sino de las formas de hacer política. —¿Qué se juega en estas elecciones? —La posibilidad de que la gente le dé un mensaje al poder. Que le diga a los conductores de las estructuras partidarias que es bueno que en las primarias ganen los que no tienen estructura y no tienen plata, pero sí coherencia, una historia de militancia y de laburo. Las primarias son para eso, para que la gente elija quiénes serán sus candidatos y que no sea ni el gobernador, ni el presidente, ni la presidenta anterior, ni los presidentes de los partidos, sino la gente. Hay una crisis de los partidos políticos y el que lo niega miente. O no habría radicales en todas las listas, peronistas no en todas pero en muchas listas, del Frente Renovador en muchas listas, del GEN, del ARI. El problema es transversal a todos los partidos, pero los partidos no lo asumen. Este dilema en el que están los partidos, creo que es culpa de los propios partidos, que ya no tenemos convicciones o ideas que nos unifiquen. Tenemos como una multiplicidad de candidatos, aunque yo no me considero parte de ellos, que con tal de estar en un espacio de responsabilidad pública son capaces de saltar de un partido al otro de manera eterna. Yo, a pesar de mis diferencias, elijo siempre estar siempre en el mismo espacio en el que construí política toda la vida. Por otro lado, creo que hay un ciclo ya agotado de este Frente. Si el Frente Progresista no logra renovarse en serio, tratando de construir de una manera lo más pluralista posible, va camino al fracaso.
política | el eslabón
página 6 | sábado 22 de julio de 2017
ENTREVISTA CON MARÍA EUGENIA SCHMUCK
“Si el Frente no se renueva va camino al fracaso” Pre candidata a diputada nacional en la interna del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS) desde Sumemos por Santa Fe, la concejala radical repasó sus años de militancia desde mediados de los ochenta al presente. ANDRÉS MACERA
Por Juane Basso
L
A CONCEJALA MARÍA EUGENIA Schmuck es radical desde los 10 años, cuando el por entonces presidente Raúl Alfonsín le contestara una carta que ella le había enviado en medio de la efervescencia por la reapertura democrática. Ex dirigente estudiantil de Franja Morada, con un paso por la Secretaría de Producción Municipal, la edila dice que gusta salirse de lo “políticamente correcto” y reconoce que las ordenanzas sancionadas en el Palacio Vasallo dejaron de parecerle “leyes que nadie cumple”, recién cuando logró convertirse en “una rompebolas profesional” para sus contactos en el municipio. Disconforme con el modo en que se definieron las listas oficiales en el Frente Progresista, desde su espacio resolvieron presentarse a internas con Sebastián Chale para renovar banca en el Concejo y con su propio nombre al frente de una nómina de pre candidatos a diputados nacionales. “No me banco, por más que seas el gobernador o la intendenta, que me digas qué lugar me toca. Que lo diga la gente”, planteó en diálogo con Biopolítica, el segmento audiovisual que puede verse completo en el diario digital Redacción Rosario, del cual ofrecemos, en este semanario, cada sábado, una “versión papel”. —¿Cómo comienza tu historia política? —En el 83. Yo tenía diez años y mis viejos no militaban en política, pero mi viejo era claramente peronista y mi vieja era gorila, dos extremos. Los dos tuvieron situaciones con amigos desaparecidos, particularmente un vecino muy querido, unos del segundo piso que tuvieron que exiliarse y otros del cuarto piso que desaparecieron. Ninguno de los dos militó en política pero había mucha conciencia de lo que estaba pasando y me lo transmitían a pesar de mi corta edad. Recuerdo que cuando Alfonsín ganó mi casa era una fiesta, y a mi me llamaba la atención porque eran políticamente muy dispares, se hablaba mucho de política, se discutía mucho en la mesa familiar con mis tíos, con los sobrinos de mi viejo, con mi tío que era peronista de la ciudad de Santa Fe. Cuando vino Alfonsín fue un destello de alegría, a mí me transmitían que de alguna manera era el héroe que nos iba a salvar de tanta muerte y de tantos amigos que ya no estaban. Así que yo le escribí una carta a Alfonsín y él me la contestó. Tendría unos diez años. El me la contestó, de puño y letra y me mandó una foto. Y ahí empezó un amor por la política de pensar que un presidente de la Nación electo democráticamente, que era como el héroe que venía a sacarnos de la dictadura, le contestaba a una nena de diez años, para mi fue como el comienzo del interés por lo que pasaba en el país. Les pedí a mis viejos que me compren el Nunca Más apenas salió, trataba de estar muy informada de lo que sucedía con los juicios. Y me dije que el día que cumpliera 16 años y que arrancara en la Universidad iba a militar en el partido. Y eso hice. —¿En la secundaria iniciaste tu primera militancia? —En la secundaria milité en el centro de estudiantes pero era como apartidario. Después empecé a militar en la Franja (Morada) apenas ingresé a la facultad. La secundaria la hice en el colegio Misericordia, a los tres
años mis viejos me pusieron ahí, nunca entendí por qué, porque ninguno de los dos es practicante religioso, supongo porque era el colegio que podían pagar, fue una gran experiencia. Por otra parte yo no mandaría a mis hijos nunca a un colegio religioso, pero porque creo que ellos tienen que elegir qué creer y qué no creer. —¿Cuánto aportó a tu formación política el paso por la universidad? —Lo de la universidad fue como mi despertar a la política. Fue muy importante porque descubrí quizá los afectos más duraderos de toda mi vida. Ahí conocí a mi marido, en la militancia política, y conocí durante esa etapa a grandes amigos que militaban en la Franja de la facultad y de otras facultades, que son mis compañeros de militancia en estas aventuras que nos hemos embarcado en los últimos años en la concejalía, y ahora en la candidatura a diputada nacional, y que militamos juntos desde que teníamos 18 años. Dos de mis mejores amigos eran presidentes del centro de Arquitectura que quedaban a metros de distancia y es el padrino de mi hija. O Gonzalo, que fue mi secretario general en la facultad, hoy también es uno de mis compañeros y sus mujeres también fueron compañeras de militancia. Se conocieron en las facultades a donde pertenecían y hoy somos parejas con las que nos vamos de vacaciones juntos pero además planificamos la política. Nos unen las convicciones pero también nos une mucho el afecto. Yo soy de las personas que piensan que uno no puede ser un buen militante si no es una buena persona. Y cuando uno comparte tantas horas con gente que es buena gente terminás haciendo amigos, es inevitable. —¿Cómo recordás los momentos políticos en los que te tocó participar en aquella militancia universitaria? —Pasamos épocas muy difíciles. Nosotros nos creímos que éramos la juventud que se rebelaba contra el poder, porque éramos la
oposición estudiantil al menemismo. La Franja en ese momento era gran mayoría en todo el país, teníamos una organización inmensa que a mi me tocó conducir, con más de trescientos militantes. Tomábamos la facultad, hacíamos marchas, nos opusimos a la Ley de Educación Superior. De hecho, evitamos que se arancelen las universidades o, por lo menos, nosotros creímos que tuvimos mucho que ver en eso. Y a pesar de que la ley se aprobó, no lo hizo con la fuerza que tenía el proyecto original. Como presidente del centro de estudiantes de Ciencia Política me tocó conducir asambleas de miles de personas. Me acuerdo una particularmente porque quedó en la historia, que había 1200 personas entre docentes y estudiantes de una facultad que tenía una matrícula de 1500 en ese momento. Estaba prácticamente toda la facultad más los docentes. Recuerdo a Luis Díaz Molano, que era el decano en ese momento. El debate era si tomábamos la facultad indefinidamente o si marchábamos, si hacíamos visible la lucha o si nos quedábamos en la facultad. Nosotros creíamos que había que hacer visible la lucha, que había que salir y que había que convocar a gente de afuera, porque era como que nosotros estábamos en un microclima y la gente afuera estaba comprando licuadoras en cuotas, era como un delirio. Esa etapa fue impresionante. Creo que nos formamos a la fuerza, éramos muy pendejos, yo fui presidenta del centro a los 20 años. Debatí con todas las organizaciones políticas, muchas de las cuales empezaban a crecer en ese momento, tanto la izquierda como el peronismo que había desaparecido durante muchos años de la universidad y volvía a arrancar en esa etapa. El Pampillón. Discutimos un montón pero nos teníamos mucho respeto personal. —¿Qué análisis hacés de la etapa de la Alianza y el lugar de la Franja en ese momento? —Nos partió a la mitad. Nosotros trabaja-
mos para que De la Rúa le gane a Menem, y apenas formó gabinete fue un desastre. Todo lo que uno imaginaba que podía ser, fue multiplicado por diez. Todos los ministros eran jodidos, hasta el propio Freddy Storani al que uno le podía tener un poquito de fe en algún momento, tuvo algunas decisiones complicadas de entrada. Nos peleamos con De la Rúa apenas asumió. Igual no le importaba nada, porque era la mitad de la Franja Rosario la que se peleaba. La otra mitad se fue al gobierno. Ahí nos partimos. Creo que al radicalismo en general, y la Franja no fue una excepción, le afectó mucho el 2001. Nosotros volvimos a arrancar en Rosario. Dijimos borrón y cuenta nueva y empezamos a militar de cero, a tratar de construir otro espacio político. Ahí es cuando decido irme de la Franja al barrio, ya estaba recibida hacía rato, y empecé a militar ahí, particularmente dando apoyo escolar en Las Flores Sur. Con el gobierno de la Alianza y la crisis de 2001, definimos gran parte de mi generación abandonar la Franja, veíamos que el problema claramente estaba afuera. Arrancamos de cero, porque era un momento donde el radicalismo era mala palabra, tanto cuando éramos gobierno y mucho más cuando fue el “que se vayan todos”. Lo hicimos con mucha humildad, arrancando muy de abajo por lo menos para la parte que se peleó con el gobierno nacional. Fue volver a arrancar pero nos vino bárbaro, porque nos dio una visión diferente de la ciudad, del partido del que fuimos críticos y seguimos siéndolo desde entonces, y porque a pesar de que muchas veces tuvimos ganas de irnos, nos preguntamos: ¿Por qué regalárselo? Si la verdad que Alfonsín, Irigoyen, con nuestras diferencias, con los matices de épocas, la verdad que nunca hubieran querido esto. Entonces nos quedamos y la seguimos peleando. —¿Qué lecturas y qué referencias te marcaron en tu formación política?
el eslabón | política
—Mi formación política tuvo mucho que ver con lo que estudié. Siempre fui bastante lectora, Ciencia Política no me costó. Me formó mucho políticamente la facultad. Me formaron los autores que leí, particularmente Gramsci, que “el Viejo” (Alfonsín) me hizo conocer. Alfonsín era muy gramsciano, muchos de los libros que escribe tienen una permanente apelación a algunas categorías de Gramsci para analizar la realidad. Yo justo después soy auxiliar alumna de Política II, de la cual ahora soy adjunta, pero que también tiene que ver con la teoría política del siglo XX y XIX. Mis compañeros de curso, todos, teníamos una pertenencia política partidaria. La universidad era como una isla en el medio de tanta apatía. En lo personal, yo era de una clase media no acomodada, una clase que la peleaba. Mi viejo era médico y en el menemismo la paso horrible y mi vieja ni hablar. En mi caso, para poder comprarme algo, tenía que laburar. Mi viejo me bancaba que estudie pero no que milite y la verdad que nosotros la pasamos mal y no entendíamos a esa sociedad que decía que estábamos bien. Cuando ganó Menem de nuevo (en 1995), fue un golpe, porque nosotros pensamos que no iba a ser reelecto. Pero bueno, todas esas frustraciones de esa universidad tan politizada y de esa sociedad tan apática y ese permanente debate sobre dónde estamos, si acá o en el barrio, y que se terminó resolviendo en 2001 a los golpes, creo que fue mi mejor formación, fue mi mayor referencia. No hubo alguien en particular, fueron mis compañeros, los propios y los de otras agrupaciones y otros partidos. —¿Como se da ese proceso mediante el cual llegás al Concejo Municipal? —Yo empecé a militar en el barrio Las Flores y particularmente en lo que era la 17, que es prácticamente toda zona sur. En el 2001 arrancamos con un par de tallercitos de apoyo escolar, laburamos mucho con las
sábado 22 de julio de 2017 | página 7
mamás. La Franja seguía teniendo conexión con nosotros, al menos la que no se quedó con el gobierno, y empezamos a construir un grupo político desde abajo. Empezamos a crecer y yo llegué a la vicepresidencia del partido radical de Rosario. En realidad había tres vicepresidentes y a nosotros nos dieron ese lugar como para tener «a los pibes adentro y no afuera puteando». Y cuando se define el nuevo sistema electoral con boleta única e internas abiertas y obligatorias, nos animamos a competir, porque ya no era el partido el que tenía que elegir. Desde la estructura, a nosotros nunca nos hubieran elegido. Nosotros habíamos construido toda una agenda territorial, de género. Era un momento donde no nos conocía nadie, sólo en los barrios donde laburábamos y en la universidad. Y en la campaña lo que nos diferenció fue la militancia. No teníamos un mango pero si convicciones y ganas. Sin embargo yo entré tercera en esa elección interna del Frente Progresista, primero (Manuel) Sciutto, segundo (Aldo) Poy, y yo. —¿Qué balance hacés de tu experiencia en el Concejo Municipal? —A mí me gusta más la posibilidad de tener herramientas ejecutivas, para resolver problemas. Yo había sido funcionaria del municipio, porque había entrado por la Universidad a trabajar a la municipalidad de la mano de Oscar Madoeri, que es una de las personas que me formó académicamente, la otra es Hugo Quiroga. (Miguel) Lifschitz había contratado a Oscar, que estaba especializado en temas de desarrollo local y yo era parte de su equipo desde segundo año de la facultad. Trabajamos en áreas técnicas, en el plan estratégico, y llego a directora de Promoción Económica, donde adquirí mucha experiencia en gestión. En Producción fui una de las creadoras del programa de Centros Comerciales a Cielo Abierto, lo que
me dio mucho contacto con los sectores más pequeños. Los ayudé a organizarse para poder competir con los shoppings que recién estaban arrancando. Todo eso fue un contraste muy grande con el trabajo del Concejo, donde al principio sentía que no le podía resolver nada a nadie. Era como hacer leyes para ver si alguno las cumplía. Después empecé a tocar puertas. Hacía el proyecto pero a la vez lo gestionaba hablando con los directores o secretarios municipales. Y empecé a ser como una rompebolas profesional. A esto lo meché con el contacto con los vecinos. Y de esa manera empezó a cambiar la cara de la actividad en el Concejo. Yo entendí que hay que salirse del circuito de lo que llaman la corporación política. Las víctimas, aquellos que pasan por un proceso difícil, necesitan que vos estés y los escuches, que movilicés recursos, que colabores en la búsqueda de justicia, a poner en agenda el tema, a buscar a los responsables. Me han criticado por acompañar a gente en las inundaciones, a los familiares de Salta 2141, por meterme con las tarifas de la EPE, pero la verdad es que es mi responsabilidad. Y salirme de lo políticamente correcto me hizo sentir más libre en esta tarea de concejal. —¿Por qué decidieron participar en estas internas del Frente Progresista y por qué tu candidatura a diputada nacional? —Porque el Frente Progresista sigue definiendo las listas como la vieja política. Y la verdad es que yo no me banco que, por más que seas el gobernador o la intendenta, me digas qué lugar me toca. Quiero que lo diga la gente. Si me ponen en el décimo lugar, o en el segundo, es más democrático, más transparente. ¿Por qué yo tengo que depender de la percepción de un partido político que no es el mio, si no me lo banco ni siquiera del propio? A nosotros, a pesar de que en las internas de 2015 fuimos la tercera lista más
votada de la ciudad, que después de eso nos vinieron a buscar para que ganemos, ahora nadie nos consultó siquiera cuáles eran nuestras aspiraciones. Nos dijeron «acá». No mi amor, así no se hace política, la gente no quiere más eso, quiere elegir. Queremos generar cambios no sólo a través de las leyes sino de las formas de hacer política. —¿Qué se juega en estas elecciones? —La posibilidad de que la gente le dé un mensaje al poder. Que le diga a los conductores de las estructuras partidarias que es bueno que en las primarias ganen los que no tienen estructura y no tienen plata, pero sí coherencia, una historia de militancia y de laburo. Las primarias son para eso, para que la gente elija quiénes serán sus candidatos y que no sea ni el gobernador, ni el presidente, ni la presidenta anterior, ni los presidentes de los partidos, sino la gente. Hay una crisis de los partidos políticos y el que lo niega miente. O no habría radicales en todas las listas, peronistas no en todas pero en muchas listas, del Frente Renovador en muchas listas, del GEN, del ARI. El problema es transversal a todos los partidos, pero los partidos no lo asumen. Este dilema en el que están los partidos, creo que es culpa de los propios partidos, que ya no tenemos convicciones o ideas que nos unifiquen. Tenemos como una multiplicidad de candidatos, aunque yo no me considero parte de ellos, que con tal de estar en un espacio de responsabilidad pública son capaces de saltar de un partido al otro de manera eterna. Yo, a pesar de mis diferencias, elijo siempre estar siempre en el mismo espacio en el que construí política toda la vida. Por otro lado, creo que hay un ciclo ya agotado de este Frente. Si el Frente Progresista no logra renovarse en serio, tratando de construir de una manera lo más pluralista posible, va camino al fracaso.
política | el eslabón
página 8 | sábado 22 de julio de 2017
NUEVA OFENSIVA CONTRA LA SOBERANÍA
La hora de la oligarquía iletrada El porteñismo central o centralismo porteño lleva más de dos siglos ejerciendo el poder, con interregnos de dignidad nacional que lo interpelan y ponen en evidencia. Desde 1807, viene determinando un modelo en el que la industria y el desarrollo autónomos no tienen lugar. El problema es que sus actuales exponentes ni siquiera tienen un plan que no sea el saqueo. Por Horacio Çaró
C
UANDO HASTA EL 71 REGIMIENto escocés de Highlanders debió subirse a los barcos y emprender regreso a Londres derrotados por primera vez en su historia guerrera imperial, el Reino Unido de la Gran Bretaña entendió que a la hora de traficar sus productos en la tambaleante colonia española, unas cuantas libras esterlinas ofrecidas a la crápula dirigencial que manejaba el puerto de Buenos Aires resultaba más barato que los cañones, fragatas, fusiles y soldadesca. Ante la llegada de las tropas británicas, Manuel Belgrano decidió que era mejor cruzar el Río de la Plata e irse a su estancia en la Banda Oriental. Fue entonces que pronunció aquella conocida frase “Queremos al viejo amo o a ninguno”. Mientras tanto, como recuerda el historiador Felipe Pigna, el Times de Londres, decía: “En este momento Buenos Aires forma parte del Imperio Británico, y cuando consideramos las consecuencias resultantes de tal situación y sus posibilidades comerciales, así como también de su influencia política, no sabemos cómo expresarnos en términos adecuados a nuestra idea de las ventajas que se derivarán para la nación a partir de esta conquista”. No les importaba el resto del Virreinato, el tema era apoderarse del puerto, y el puerto era Buenos Aires. En realidad, habían llegado con la idea de birlar el tesoro acumulado por España en sus colonias del Río de la Plata. Y encontraron buenos socios. Muy lejos de la dignidad de Belgrano, Pigna refresca a quienes tienen sus memorias colonizadas por completo: “Los oficiales ingleses alternaban con las principales familias porteñas y se alojaban en sus casas, donde se sucedían las fiestas en homenaje a los invasores. Era frecuente ver a las Sarratea, las Marcó del Pont, las Escalada, paseando por la alameda (actual Leandro N. Alem), del brazo de los «herejes»”. Desde aquel oscuro tiempo es que las adineradas familias porteñas vienen ejerciendo su cipayismo. Con excepciones, como Martín de Álzaga y otros ricachones, que preferían el monopolio hispano que les permitía engrosar sus falquitreras. El resto se arrodilló ante los oficiales de la Rubia Albión. Esa fue la génesis de una generación infame, que vio crecer a un Bernardino Rivadavia precursor de los actuales endeudadores, contrayendo con la Baring Brothers aquel denigrante préstamo, a Juan Martín de Pueyrredón y O’Dogan, que primero la jugó de patriota y luego enfrentó a Belgrano y le negó los recursos dramáticamente indispensables que José de San Martín reclamaba desde Cuyo para cruzar los Andes y correr a los realistas hasta Perú. Pero esa generación dio paso a la del 80, de la que no surgieron personajes menos crápulas pero sí intelectuales que forjaron un modelo de país que perdura hasta el presente. Un país cuya economía esté basada en la exportación de materias primas, al que le sobra siempre una significativa parte de su población, con pocas familias que concentran la renta nacional, y todo ello atado al “concierto de las naciones del mundo”, un
eufemismo que esconde el despiadado mandato de arrodillarse ante el imperio de turno. Nada de industria, sólo el desarrollo que apuntale ese modelo agroexportador, una metrópoli insaciable, saqueadora de los recursos del “interior”, con la mirada puesta en el norte, ya sea el europeo o el norteamericano, pero nunca dirigida al Pueblo
Las perlas que le quedan a la Patria Hace seis días, en un un programa televisivo, se reveló que el gobierno de Mauricio Macri había celebrado un acuerdo con la compañía aeroespacial norteamericana Hughes, por el cual el satélite Arsat 3, que diseñó el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner como parte de un ambicioso programa satelital, dejará de estar bajo la órbita del Estado argentino. Las condiciones de la carta de intención rubricada el pasado 29 de junio por la empresa yanqui y el actual presidente de Arsat, Rodrigo de Loredo, son calamitosas para los intereses de la Argentina. De entrada, el 51 por ciento del paquete accionario de Arsat se transferirá a Hughes, pero el texto del acuerdo prevé que si el conglomerado yanqui aporta más dinero, la ecuación podría ser aún más perjudicial para el Estado nacional. Peor aún, la administración de Cambiemos transferirá las órbitas adjudicadas a la Argentina por la autoridad internacional aeroespacial, e incluso autoriza a cambiarle el nombre al programa Arsat y pasar a denominarlo Newco, apócope de new company en inglés. Pocas veces se ha visto una negociación tan viciada de colonialismo e ilegalidad. Ni el menemismo se animó a tanto.
La venta es ilegal, infringe la ley 27.208 de Desarrollo de la Industria Satelital aprobada en 2015, que en su artículo 8 define que los derechos del nuevo satélite no se pueden ceder y que, de producirse cambios, deben ser aprobados por el Congreso, según reza el artículo 10. ¿Cómo es que nada de esto fue tomado en cuenta por Macri y sus secuaces? Es evidente que les importa un bledo la legalidad, todo rango normativo es pasible de ser pasado por alto cuando la angurria manda. Es impensable que el merodeador de burdeles europeos Domingo Sarmiento hubiera preferido no contar con ferrocarriles para llevar la cosecha al puerto de Buenos Aires. Los mandó a hacer, y aunque se los dio a los británicos, el plan fue de la Degeneración del 80, en función de los intereses de la oligarquía agropecuaria, pero en el marco de un plan, del que Macri carece porque no le importa. Quien sí tiene un plan es quien gobierna desde las sombras. El Grupo Clarín ya está pensando en cómo birlarle al Estado el tendido de fibra óptica que desarrolló el programa Arsat para converger con los satélites ya puestos en órbita y el que ahora Hughes se encargará de construir y lanzar al espacio. La carta de intención prevé que sin licitación ni consulta al Parlamento se le cede la producción y explotación del nuevo Arsat a Hughes. Y un dato da la pauta del pingüe negocio que queda en manos yanquis: mientras para la producción de los anteriores Arsat los componentes nacionales usados fueron de al menos el 30 por ciento, para el nuevo satélite la tecnología será comprada a Estados Unidos.
Y como en el caso de los fondos buitre, en caso de litigios, los mismos se arbitrarán en sede norteamericana. Esta oligarquía cuasi analfabeta en lo político, abastecida de ideas por un conglomerado mediático hegemónico que también le otorga blindaje informativo, siempre vio con desprecio el desarrollo tecnológico que impulsó el kirchnerismo. En 2006, Macri, Elisa Carrió y Oscar Aguad, cuando eran diputados (Lilita sigue siéndolo) votaron en contra del lanzamiento del Arsat 1. Aguad, según el programa El Destape, que fue el que reveló la infame trama del acuerdo, “quedó en la mira desde la aprobación de la compra de Telecom por parte de Clarín, que también tiene relación con Hughes, una compañía con años en la industria satelital, cuyo manager general para la región es Hugo Frega”.
Desmantelar y endeudarse El desmantelamiento del programa Arsat no es muy diferente a la criminal arremetida con que la Fusiladora de 1955 cargó sobre los proyectos de industria semipesada impulsados por Juan Perón, o la destrucción de los hangares, planos y prototipos del Pulqui, el único avión de combate a reacción fuera de los Sabre yanquis y los MIG soviéticos El despido de trabajadores y técnicos de Atucha, la reconversión de la construcción de las represas Kirchner y Cepernic en Santa Cruz en causas judiciales armadas para jugarlas en campaña son equivalentes a la transformación que realizó la última dictadura cívico militar del proyecto Yaciretá en lo que Carlos Menem denominó –con insólito desparpajo– “monumento a la corrupción”.
el eslabón | política
La toma por asalto del gobierno, o por medio de las urnas, como plantea el novedoso método que la derecha neoliberal inauguró al depositar a Macri junto al perro Balcarce en el sillón de Rivadavia, siempre pivotea en torno de dos cuestiones inalterables: el desmantelamiento de cualquier intento industrialista y el feroz endeudamiento con la banca extranjera. Ambas tácticas, sumadas a otras como el deterioro de la educación pública, el ataque sin cuartel a gremios y organizaciones políticas y sociales, la militarización de las fuerzas de seguridad, y la quita de derechos adquiridos luego de interregnos populares, son la marca en el orillo de una clase degenerada, dispuesta a todo para defender su apropiación de la renta nacional, aún a costa de la pérdida de toda soberanía. No por nada, ante el caso de Arsat, Jorge Taiana, precandidato a senador nacional por Unidad Ciudadana, opinó que esa decisión del gobierno macrista “afecta el interés nacional porque las telecomunicaciones tienen que ver con la soberanía”, y planteó que “estos satélites implican negocios, una tecnología que está en manos de muy pocos países”. Lo más importante es que consideró positivo que el acuerdo “haya salido a la luz porque es posible impedirlo en el Congreso”. También la diputada nacional Silvina Frana manifestó que “la privatización pone en riesgo nuestra soberanía nacional”, y pidió al directorio de Arsat conocer todas las posibles violaciones realizadas a la ley 27.208 de Desarrollo de la Industria Satelital, como también los procedimientos efectuados en relación a esta operación ilegal.
Un mimo a ciclistas extranjeros Una vuelta de tuerca en torno de esa vergonzosa matriz de dependencia se pudo constatar esta semana que culmina. Macri y sus cómplices ordenaron suspender la aplicación del impuesto a las ganancias finan-
sábado 22 de julio de 2017 | página 9
Esta oligarquía cuasi analfabeta en lo político, abastecida de ideas por un conglomerado mediático que también le otorga blindaje informativo, siempre vio con desprecio el desarrollo tecnológico. cieras a los “inversores” no residentes en la Argentina. Traducido al español clásico, los extranjeros que están haciendo uso y abuso de la bicicleta financiera pergeñada por el titular del Banco Central de la República Argentina (Bcra) Federico Sturzenegger. La decisión pospone el estallido de esa burbuja de bonos hasta después de las
elecciones de octubre, puesto que la Afip formalizó la suspensión por 180 días, o sea que la bicicleta no parará de pedalear hasta noviembre. Lo cierto es que no se había creado un impuesto nuevo, sino que se trataba de una medida tomada hace cuatro años, durante el gobierno de Cristina Fernández de
Kirchner, que nunca se alcanzó a reglamentar y sólo afectaba las transacciones financieras entre residentes. La operatoria para que los extranjeros hagan frente al Impuesto a las Ganancias en la compraventa de acciones y bonos argentinos estaba pendiente, y el lunes pasado finalmente la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) la reglamentó y publicó. Los bancos, fondos de inversión y todo el universo ciclista de la city porteña que compra Letras del Banco Central (Lebac) y practican otros tipos de timba financiera saltaron como leche hervida, y una de las expresiones de ese descontento se volcó en el mercado de cambios, donde la divisa norteamericana llegó a tocar los 17,57 pesos por unidad. El encargado de anunciar que todo sigue igual por 180 días fue el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien tranquilizó a los inversores extranjeros desde la Quinta de Olivos, donde el gabinete económico se había reunido desde temprano con Macri, quien ordenó dar marcha atrás con la osadía de Abad. El jefe de Hacienda anunció, antes de que cierre la Bolsa, lo que el “mercado” quería escuchar: “La resolución está suspendida hasta que analicemos su impacto”. De ese modo, las acciones que se negocian en Buenos Aires y Nueva York, que venían cayendo en picada, recuperaron sus precios. Habrá que ver qué ocurre con Abad, a quien en la Casa Rosada se acusó de no haber consultado antes de publicar la medida y que “se cortó solo”. Mientras tanto, a la oligarquía iletrada que administra en nombre de las grandes corporaciones la tiene sin cuidado que la Argentina ostente el dudoso récord de tener la segunda leche más cara del mundo. Al fin y al cabo, ¿a quién le importa que los niños pobres y de clase media estén bien alimentados?
página 10 | sábado 22 de julio de 2017
la bola |
A 10 AÑOS DE LA PARTIDA DEL NEGRO FONTANARROSA
Las buenas palabras Ante un nuevo aniversario de la desaparición física del genial humorista, dibujante y escritor rosarino, el eslabón le rinde un humilde y más que merecido homenaje. Por Santiago Garat y Facundo Paredes
A
L CUMPLIRSE UNA DÉCADA DE LA muerte de Roberto Fontanarrosa, al padre de Inodoro Pereyra se le rindió pleitesía con numerosas actividades a lo largo y ancho del país, pero como no podía ser de otra manera, el epicentro fue la ciudad que lo vio nacer y de la que nunca se quiso ir. Para recordarlo, el eslabón dialogó con uno de sus grandes amigos, como lo es el Colorado José Vázquez, y con Luis Grigioni, joven que arrancó llevando encomiendas del Negro y terminó laburando codo a codo en su estudio y compartiendo sus últimos años.
Eso es el fútbol “Lo conocí en el 73, en el bar El Cairo, que es donde el Negro tenía su oficina céntrica, incluso la correspondencia le llegaba ahí. Me lo presentaron unos amigos que se juntaban ahí para ir a la cancha y por supuesto siempre estaba Central como común denominador”, dice de entrada José Vázquez, muchísimo más conocido por el apelativo de Colorado y uno de los grandes compinches del creador de Boogie el aceitoso, y agrega: “Al Negro, más allá de que está eternamente vinculado a Central, le encantaba todo lo que tuviese que ver con el fútbol. Era un verdadero enfermo y veía cualquier partido que televisaran, ya sea de Defensores de Belgrano, Douglas Haig o la liga de Ucrania. Yo soy igual. Y eso es algo que compartíamos, y mucho. Es más, hasta el día de hoy, cuando veo un gol de buena factura, con una gran jugada previa, así sea de un partido italiano, pienso en llamarlo para preguntarle si él también lo vio”. “Empecé a trabajar con el Negro, de pedo, de suerte. Era chico y estaba buscando laburo. Mi prima justo trabajaba en el mismo estudio que la psicóloga de la mujer y se enteró que el Negro necesitaba a alguien en el estudio y me llamaron”, rememora Luis Grigioni. “Mi laburo era fácil –continúa–. Un día a la semana, los martes, pasaba a buscar una carpeta A3 con las tiras de Inodoro, en Wheelwright y Roca, y las llevaba hasta el local que el diario Clarín tenía en peatonal Córdoba. Después fui agarrando confianza y empecé a trabajar en el estudio de dibujo y a compartir días enteros con él”. Tanto Luis como el Colorado coinciden en que el Negro, además de introvertido, era por demás de meticuloso. Se levantaba siempre a la misma hora, trabajaba con horarios fijos que cumplía a rajatabla y siempre tenía una reserva de dibujos, que se publicaban diariamente, por si le surgía algún imprevisto. “En la intimidad lo llamábamos el suizo”, remata entre risas Vázquez.
Canaya con i griega Antes de una ponencia que le tocó hacer en un congreso de literatura en Europa, Fontanarrosa se presentó como “hincha de Central, rosarino, y después argentino”. Esa pasión,
que tanto se encargó de contagiar, es otra de las esquinas en las que el Negro se encontraba con el Colorado y con Luis. “La conexión también fue por eso lado, primero por el fútbol, hasta cuando estábamos laburando en el estudio, si había algún partido frenábamos para verlo o poníamos la radio para ver qué pasaba; y por supuesto por Central, cuadro del que yo también soy hincha”, dice Grigioni, y agrega emocionado: “Incluso tuve el placer de ir a la cancha con el Negro. Pero ahí era tranquilo, nada que ver con cómo era cuando veía los partidos en la casa. Íbamos en grupo a un palco que le daban y era más reservado en sus formas. Además era una especie de Gauchito Gil, se acercaban todos, le pedían para tocarle la mano, la cabeza”. “Era muy cabulero –se engancha Vázquez–. Cuando los partidos eran apretados, se ponía de un color verdoso, del cagazo, y le empezaba el temblequeo del labio inferior. Lo que sí, era muy respetuoso de las cargadas, por eso nunca tuvo problemas con los hinchas de Newell’s. Igualmente el partido terminaba siendo casi una excusa, porque lo divertido era la sobremesa, que con un buen resultado era bastante más divertida que si nos rompían el culo”. El Colorado habla como los personajes de los
textos del Negro, e incluso aparece en varios, como en el ya célebre 19 de diciembre de 1971. “Él veía a Central como todo hincha de fútbol, que además de fanático es cagón”, grafica entre risas, y se recrimina: “Qué lindo hubiese sido tener el berretín del cine, o del teatro, que vas a ver lo que te gusta preparándote para el disfrute. En la previa del fútbol, en cambio, la pasás para la mierda, con un cagazo bárbaro en las tripas. Pero a la vez tiene la contrapartida de que cuando se te da la buena, sobre todo en los partidos calentitos, la sensación orgásmica que te genera el triunfo de tu equipo no tiene parangón con nada”.
La pierna izquierda y la derecha “El Negro se defendía jugando. Yo jugué un solo partido con él, en un desafío que nos hicieron los tipos de una fábrica de amortiguadores, y lo vi jugar muy de costeleta. Pero me pareció uno del montón”, responde Vázquez ante la inquisitoria sobre las cualidades futbolísticas del recordado caricaturista. “Recuerdo que un día le hicimos una jodita sorpresa en la escuela primaria donde iba el hijo. Nos aparecimos todos con delantales (algunos de frigorífico, por la contextura física) para camuflarnos entre los alumnos y hasta llevamos a la
que había sido maestra del Negro en su infancia. Quedó perplejo. Y cuando vio que uno de los que tenía guardapolvos era Bauza, le dijo: «Vos no sabés lo que yo hubiese dado por festejar un gol con 40 mil espectadores en la cancha como los festejabas vos». Porque en realidad, lo que el Negro quería ser era jugador de fútbol, de Central y goleador”, relata entusiasmado el Colorado, y admite: “Pese a haberme criado en Parque Casas, barrio del que salieron muy buenos jugadores, yo jugaba mera y exclusivamente porque mi papá era el presidente del club y conseguía las camisetas y la pelota”. “Yo soy, como decía el Negro, un futbolista profesional: pago todos los lunes, miércoles y sábados para jugar”, devuelve de primera y entre más risas Luis, que dice haber corrido detrás de una pelota toda su vida (“siempre de 5”), y despierta la envidia de estos cronistas: “Una vez tenía un partido de fútbol y me había olvidado de cargar los botines, entonces me dijo que me lleve los de él, que estaban ahí. Al día siguiente, lo primero que me preguntó fue cómo me había ido con los botines y cuando le contesté que bien, y que incluso había un hecho un gol, me dijo: «¿Viste?, eso son los botines». Y por supuesto todavía los tengo
| el eslabón
sábado 22 de julio de 2017 | página 11
A 10 AÑOS DE LA PARTIDA DEL NEGRO FONTANARROSA
Cielo azul (y amarillo)
Por Hilo Negro
N El Colorado Vázquez y Luis Grigioni, recordaron al genial humorista rosarino. guardados. Igual que la camiseta de los 100 años de Chacarita, hermosa, de piqué, que le habían mandado en el centenario del club funebrero. Cuando él ya había fallecido, fui a devolver las llaves y como la ví ahí, se la pedí a la mujer y me la regaló”. A la hora de rescatar los mejores escritos de Fontanarrosa, Grigioni –que actualmente trabaja en una librería céntrica– responde sin titubear: “Cuando me piden que destaque alguno, digo Puro Fútbol, porque recopila sus mejores cuentos de fútbol, que es lo primero que empecé a leer de él y me encantan”. El Colorado, compañero de travesuras del
tipo que reivindicó a las malas palabras, es más tajante. “Yo los leí a todos, y los vuelvo a releer, como ahora por este asunto de la película (se refiere a Lo que se dice un ídolo, proyecto que reunió a 6 directores rosarinos para que le dieran vida en la pantalla grande a otros tantos textos del Negro), y me gustan más que la primera vez que los leí”, dice este contador que tiene su estudio en el corazón del microcentro de la ciudad, y concluye: “Yo me cagaba de risa de los gardelianos que decían que Gardel cada día cantaba mejor; ahora, releyendo a Fontanarrosa, digo que el Negro cada día escribe mejor”.
o había terminado el 19 en la Tierra, tampoco había empezado el 20, cuando desde el lado luminoso del satélite que tenemos más cerca, el Negro querido, el que nos hacía reír, le dice al otro Negro sabandija: “Mirá, estos yanquis vienen por todo. ¿Pero sabés qué?, le podemos hacer un partidito”. “Ellos son tres, así que nos falta uno. ¿Vos te amigaste con Becerra?”, le pregunta Olmedo a González. “Sí, acá somos todos amigos. Y allá, después de los clásicos, también”, responde el lateral que más partidos disputó con la camiseta canaya en la historia. “Bueno –insiste el cómico–. Decíle que juegue, si se anima, y hacemos un tres contra tres. Fijate que por ahora ellos son dos, pero hay un tercero que seguro se quedó cuidando el Apolo. Claro, se enteró que estamos nosotros y tiene miedo que le afanemos el pasacaset. Que vengan, le vamos a ha-
cer un desafío: el que gana se queda con la luna, o por lo menos planta la bandera, y si querés decile a Becerra que le ponemos, aparte de los colores de la enseña patria, azul, amarillo, rojo y negro, así no se enoja”. “Ah, y el pan y queso dejamelo hacer a mí –dice Olmedo–, que a mí no me van a pizarrear tan fácilmente. El pan y queso para elegir el arco, o ciertas condiciones, porque el equipo ya lo tenemos armado”. En ese momento, Olmedo se sorprende y le dice al otro Negro: “Mirá, fijate quién viene allá. Viene alguien saludando. ¡Uh!, no sé si alegrarme o ponerme triste, pero es Roberto, el Negro Fontanarrosa. ¡Ahora sí, ahora somos más que ellos, somos locales otra vez! Y vamos a cantar porque eso se impone, más allá de nuestras rivalidades. Vamos a cantarle así se pone contento, mirá cómo sonríe. Dale, vamos a recibirlo como se debe, como lo recibíamos en la cancha: ¡el cielo es de Central, el cielo es de Central. De Central, el cielo es de Central!”
economía | el eslabón
página 12 | sábado 22 de julio de 2017
GOLPE AL MOVIMIENTO OBRERO
Grandes éxitos de los 90 Inspirado en el gobierno brasilero, Cambiemos agita una reforma laboral que beneficia a grandes empresarios y avasalla derechos y conquistas de trabajadores. De aprobarse, agravaría el creciente estado de precarización y flexibilización en el empleo. Por Guillermo Griecco
empresarios que conforman el actual gobierno se verán beneficiados directamente por los cambios en la legislación laboral. Al igual que en Brasil, por acá el oficialismo neoliberal también asusta con la “amenaza populista” frente al temor de ser derrotado en las urnas a manos de la ex mandataria Cristina Kirchner en el principal distrito electoral del país en octubre próximo. Al momento de implantar cambios profundos mediante políticas públicas, como una reforma laboral, cada gobierno mide el contexto social, su relación de fuerza, la capacidad de articular con los actores involucrados y las condiciones de factibilidad de poder concretar su proyecto e institucionalizarlo. Para eso la flexibilización laboral hay que disfrazarla de “solución” a los problemas del mercado de trabajo y no que aparezca como lo que es: una precarización de las condiciones laborales. Allí también deja mucho que desear el rol de la burguesía industrial argentina, que nunca se asumió como motor del desarrollo nacional. La potencial reforma laboral macrista, que aparece casi de la mano con intentonas privatizadoras (el caso de Arsat), sería una pieza más dentro del esquema de apertura comercial, desregulación financiera y rebajas impositivas a sectores privilegiados de la economía. Un megamix liberal, onda retro.
U
NA REFORMA PUEDE SER AUSpiciosa o dañina, depende su destino. En el diccionario económico de la Argentina, reforma laboral son dos malas palabras para los trabajadores. Tal rechazo está basado en antecedentes nefastos que emanaron de ideas neoliberales durante la última dictadura y el menemismo. En un contexto de desempleo en alza, cierre de fábricas, caída del poder adquisitivo y estancamiento económico, el gobierno de Mauricio Macri cree oportuno dar el golpe de gracia contra el variopinto movimiento obrero, al que intenta desarticular. A pedir del establishment empresarial local y trasnacional, la alianza neoconservadora entre el PRO y la UCR buscará plasmar una reforma laboral que se refleja en el paquete de medidas flexibilizadoras que sancionó recientemente Brasil, siguiendo el camino de avasallamiento sistemático de derechos y conquistas obreras, muchas de ellas reconstruidas a partir de 2003 con el kirchnerismo. Como ya ocurrió durante los años 90 en la Argentina, la denominada reforma laboral no es más que una flexibilización del mercado de trabajo, desde la cuestión salarial hasta las condiciones laborales. El principal objetivo de una modificación de la legislación laboral, como la presenta el gobierno, remite directamente a la baja de “costos” para las empresas. De aprobarse, sería un verdadero cambio de paradigma para las relaciones laborales en medio de un régimen económico signado por la especulación financiera. Pasará a la historia como un fuerte retroceso luego de años de notorios avances en la materia. La propuesta que el macrismo comenzó a ventilar se propone bajar salarios en dólares para disminuir “costos” empresarios. El proyecto en danza contemplaría una flexibilización de los convenios colectivos de trabajo, la promoción de contratos individuales o por empresa con la inclusión de nuevas categorías de empleo y reducción de costos laborales por efecto de eliminación de aportes a los sindicatos y la rebaja de algunas cargas sociales o alícuotas de aseguradoras del riesgo del trabajo (ART), según dejaron trascender desde el gobierno en diferentes medios de comunicación. Al justificar la iniciativa, que impactaría de manera dañosa en el debilitado mercado interno, el macrismo utiliza el mismo speech que en su momento esgrimió el menemismo: “reforma laboral es modernidad”. Lo peor es que el resultado de la reforma de los 90 es conocido. El ministro de Trabajo de la Nación, Jorge Triaca, aseguró que el gobierno apuesta a una reforma laboral “por consenso” entre las cámaras patronales y los gremios. Sin embargo, el gobierno emplea idénticos argumentos que un sector del empresariado a la hora de defender la nueva avanzada contra los trabajadores. Sin vueltas, desde la Unión Industrial Argentina (UIA) pidieron bajar costos laborales y reducir niveles de conflictividad. En plena campaña, la precandidata a diputada nacional por el macrismo porteño Elisa Carrió llamó a “discutir el costo laboral”, porque en Argentina “un empleado te cuesta dos empleados”, y remató: “Los trabajadores argentinos son caros”. La reforma laboral está en agenda desde que Cambiemos llegó a la Casa Rosada. Macri empresario y Macri presidente lo dijeron en reiteradas ocasiones: “Hay que bajar los costos laborales, y el salario es un costo más”. A poco de asumir el poder, desde Cambiemos sugirieron la idea de discutir paritarias por productividad. Luego el oficialismo buscó fi-
jar techo a las paritarias, que en su mayoría se negociaron por debajo de la inflación. Después llegó la embestida contra la Justicia laboral, la “industria del juicio” y la “mafia” de abogados laboralistas. Mientras, se fue agrandando la pelota de desempleo y pobreza. El de Macri, a las claras, es un gobierno que le da más importancia a la tasa de Lebac que al plato de comida. La precarización en el mercado laboral se hace sentir. Un reciente informe de la Universidad Nacional de San Martín (Buenos Aires) muestra un progresivo deterioro en el empleo en relación de dependencia y un crecimiento del trabajo por contratos temporarios durante el primer semestre de este año. Las políticas de Macri impactan con más fuerza sobre los trabajadores de las empresas pequeñas y medianas, y en sectores de ingresos medios y bajos. “El modelo económico vigente redujo el empleo registrado durante la fase contractiva, mientras que, durante la incipiente etapa de recuperación, creó una menor cantidad de puestos de trabajo”, se señaló en el informe, al tiempo que se remarcó que “la tasa de desocupación actual es la más elevada de los últimos 10 años y los niveles de precariedad laboral entre la población ocupada van en aumento”. Triaca insistió en que una eventual modificación de las condiciones de trabajo pensada para después de octubre “va a tener que ver con el debate en cada uno de los sectores” y citó como ejemplos los acuerdos sectoriales alcanzados en la producción petrolera, automotriz y en la construcción. De todos, por caso, hay petroleros que aceptaron recortes salariales a cambio de mantener el empleo y hoy pelean para no ser despedidos. Ejemplo: a trabajadores petroleros se les redujo la jornada laboral y los salarios para evitar cesantías, pero Tecpetrol, empresa del Grupo Techint, igual quiere despedir a 167 operarios en la provincia de Chubut. Lo mismo, en otra coyuntura, pasó en los 90, cuando la reforma laboral no trajo avances ni mejoró la competitividad de las empresas, sino que ocasionó desindustrialización, cierre de pymes y cifras récord de desempleo y pobreza. El gobierno de Macri quiere una reforma laboral a la brasilera. El Senado del vecino país aprobó días atrás, en medio de una caldeada sesión y pese a la fuerte resistencia
sindical y social, una modificación a la legislación laboral dentro de un plan de ajuste. Por un lado, el presidente Michel Temer busca lavar su imagen ante los mercados y también minar el camino ante la “amenaza populista” que podría depositar nuevamente al ex mandatario Lula Da Silva en el poder. La nueva normativa laboral en Brasil privilegia, según sus defensores, acuerdos negociados por sector o empresas; prevé la posibilidad de dividir las vacaciones hasta en tres períodos y autoriza la “jornada intermitente”, con el pago de salarios sobre una base horaria o por jornada, y no mensual. La reforma laboral que bate Cambiemos en Argentina se inscribe también dentro de un plan de ajuste, que muestra otras aristas, como los despidos en masa y la creciente conflictividad social. El gobierno de Macri buscará consolidar una reforma laboral que de hecho ya está en marcha. Elige un momento donde crece el temor a perder el trabajo, un miedo fundado en estadísticas oficiales, donde se ve que el desempleo pasó de casi 6 puntos en 2015 a 9,2 por ciento de acuerdo al último dato nacional del Indec. La CGT, principal central obrera del país, se mostró pasiva ante la ola de despidos y se movió lenta al momento de ponerle límites a las políticas de ajuste del macrismo. En los 90, la reforma laboral se hizo con la venia de la CGT. La diferencia con la reforma laboral menemista, acompañada por el desguace del Estado y las privatizaciones, es que los CEOs y
Ingresos A partir de datos del Indec, el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso) comparó la participación del trabajo asalariado en el ingreso entre 2004 y 2016, lo que le permitió aproximar su evolución de mínima durante el kirchnerismo, teniendo en cuenta la incidencia negativa en los salarios reales de la devaluación de inicios de la gestión de Mauricio Macri. De acuerdo a fuentes oficiales, entre 2004 y 2016 los trabajadores asalariados pasaron de participar en el 32,5 por ciento del ingreso al 52 por ciento. Es decir, un incremento del casi 20 puntos porcentuales. Ese incremento fue a costa, principalmente, de una disminución en el excedente bruto de explotación, que disminuyó en 11,6 puntos porcentuales su participación en el ingreso. De acuerdo a las mismas fuentes oficiales, indicaron en el informe del Ceso, el ingreso nacional se incrementó un 43 por ciento entre 2004 y 2016, y el incremento de la remuneración al trabajo asalariado fue del 128 por ciento en términos absolutos. Al respecto, se analizó en el reporte, los proyectos de reforma laboral promovidos por el macrismo y parte del sector empresarial parecen orientados a modificar las instituciones que permitieron ese incremento de la participación de los trabajadores en el ingreso, considerados como un “costo laboral” a reducir.
el eslabón | sociedad
sábado 22 de julio de 2017 | página 13
LA MULTISECTORIAL CONTRA LA VIOLENCIA INSTITUCIONAL HACE SU PRESENTACIÓN OFICIAL
Un colectivo que toma fuerza frente a la represión La entidad existe en Rosario desde agosto de 2016. Sin embargo, se lanzará públicamente con nuevos desafíos: continuar acompañando casos pero plantarse para transformar las prácticas de las fuerzas de seguridad y el Estado en general. Por Laura Hintze
L
A MULTISECTORIAL CONTRA LA Violencia Institucional se presentará públicamente el próximo viernes a las 18 en el Centro Cultural La Toma (Tucumán 1349). Un acto público y un encuentro con familiares de violencia institucional serán parte de la jornada que tiene como centro a un espacio que ya se conformó hace casi un año y que ahora, dicen sus protagonistas, está en un momento bisagra. La Multisectorial se planta así, en un año político y en un contexto nacional cada vez más represivo, como un espacio plural que no sólo acompañará los casos de violencia institucional sino que se propone trabajar a mediano y largo plazo en la transformación de prácticas por parte del Estado. Marilé Di Filippo, Eugenia Cozzi y Julieta Herrera fueron las militantes elegidas para explicar la Multisectorial, su lanzamiento ahora y el balance de casi un año de trabajo. Las tres coinciden en destacar una de las principales características del espacio: la pluralidad y el consenso. La Multisectorial Contra La Violencia Institucional está formada por partidos políticos, organizaciones sociales, de derechos humanos, sindicatos, espacios académicos y sobre todo por los familiares de las víctimas de violencia institucional. Las diferencias en estos caso solidifican y hace meses que todos apuntan a lo mismo: la visibilización y la lucha contra la violencia institucional. La Multisectorial nació en agosto del año pasado y significó la unificación de varias multisectoriales –por Franco Casco, Jonatan Herrera, Pichón Escobar– en una sola, que además pudo abrazar otros casos, como el de Maximiliano Zamudio o Carlos Godoy, por ejemplo. El espacio conformado reunió así las distintas experiencias de lucha que se venían llevando a la par, acompañados pero separados a la vez. La conformación de una Multisectorial permitió sistematizar prácticas, lograr una rutina, recibir nuevos casos sin tener que empezar de cero cada vez. Marilé Di Filippo, también parte del Club de Investigaciones Urbanas, ejemplificó: “Los familiares de David y Manuel (fusilados en junio de este año tras una persecución policial) fueron recibidos por familiares de víctimas y una organización. Eso no hubiera pasado si fuese una multisectorial por ese caso solo. Los saberes acumulados empiezan a circular de otra manera y con ello, la solidaridad entre familiares y organizaciones”. Marilé explicó que esta unificación permitió experimentar nuevos modos en que lo colectivo es posible, más allá del espacio de cada miembro. Y destacó también que la posibilidad de actuar como una organización generó una paridad entre familiares y militantes. “Todos por igual”, simplificó. Y fue por más: “Yo creo que de a poco el nombre multisectorial deja de ser pertinente. No tenemos la característica de un espacio que actúe focalizándose en la urgencia, sino que se está planteando como un organismo de derechos humanos, recuperando la genealogía de los organismos de nuestra ciudad y país de los 80 en adelante, pero adaptándose a la vez a las nuevas circunstancias”. “El salto cualitativo que se está dando es complejo y potente. Lo más interesante es
poder pasar de la mirada y el trabajo caso a caso, sin desatenderlo, a compartir esas experiencias y poder pensar la transformación de prácticas e incidir sobre el Estado. En eso estamos. Un momento bisagra”, remarcó por su parte Eugenia Cozzi, también abogada y representante de la Cátedra de Criminología de la UNR. Para Cozzi, la Multisectorial enfrenta también otro desafío: salir ilesa de un año político, electoral. La joven, sin embargo, destacó el compromiso de cada espacio en este contexto. “El consenso es claro y el compromiso muy fuerte. Hay una especificidad y laburamos eso: la violencia institucional. En un contexto político tan adverso y frente a un Estado cada vez más represivo, tanto a nivel provincial como nacional, la organización entre diferentes espacios políticos es indispensable. Y eso está claro”, remarcó.
“Lo que más cambió fue el dolor” Julieta Herrera es la hermana de Jonatan, un joven asesinado en enero de 2015 por la Policía de Acción Táctica. Antes de la Multisectorial contra la Violencia Institucional, Julieta estaba en la que pedía justicia por su hermano. Sumarse a una mayor fue, explicó, un desafío pero también una decisión que ella y su familia tomaron enseguida apenas entendieron que iba a ayudar a la visibilización de otros casos. “La Multisectorial por Jonatan Herrera no se conformó enseguida. Nos costó muchísimo, pero una vez conformada fue buenísimo. Apenas lo asesinaron a mi hermano nos convencieron con dos palabras, nos ofrecieron plata, juicios abreviados. Eso pasó porque no teníamos herramientas. Mi mamá y yo estamos muy contentas que otras familias encuentren este espacio”. Julieta celebró el lanzamiento público del laburo de la Multisectorial: “Ya hace tiempo que trabajamos y a lo mejor mucha gente no lo sabe, y en este tipo de casos muchas personas no se animan a denunciar por miedo, porque piensan que no van a tener un respaldo. Es necesario que se sepa que un grupo de personas, familiares que han sufrido esta violencia y organizaciones que acompañan, está a disposición para denunciar estos hechos”. Y remarcó que no solo juega un rol el miedo a la denuncia, sino la falta de información sobre qué hacer cuando matan a un familiar o cuando uno mismo es víctima de torturas u hostigamientos. “Se trata de concientizar que no está bien que el policía tiene poder sobre hijos, hermanos o uno mismo. A veces llegan a la muerte, como el caso de mi hermano, pero mi familia también ha sufrido distintos amedrentamientos: la policía mató a Jonatan, le pegó a un hermano y a otro lo cachearon de mala manera cuando salió a comprar gaseosa. La clave es que la sociedad no se acostumbre a esto”. La joven confía en el cambio que puede llegar a generarse desde la repercusiones del lanzamiento. “La Multisectorial puede empezar a ser referencia. La gente va a animarse a denunciar, vamos a cambiar algunas cosas y evitar otras. Es muy importante para mí y mi mamá dar una mano, ayudar a evitar más dolor. Generar esta herramienta a mí me cambió muchas cosas, sobre todo el dolor”.
La violencia del Estado como eje principal Eugenia Cozzi remarcó los principales lineamientos teóricos y políticos sobre los que se planta la Multisectorial. En primera instancia, es considerar al fenómeno de violencia institucional como un fenómeno extendido, una práctica sistemática y a la vez negada que tiene como principales víctimas a los jóvenes de sectores populares. “Lo que nosotros sostenemos es que no es abordado adecuadamente desde el Estado. No sólo porque es el Estado el que produce prácticas abusivas, sino porque cuando estos hechos suceden no se investigan adecuadamente. La pro-
puesta de la Multisectorial, entonces, es acompañar estos pedidos de Justicia para visibilizar estos casos y aportar a la investigación, partiendo de la base de que las resistencias también generan contextos para que algunas prácticas aparezcan más o menos habilitadas”. Para Marilé, además, esta lucha contra la violencia institucional, que es en primera instancia una lucha contra el Estado, tiene que empezar a pensar cada vez más en el componente civil. “Es importante ver cómo todas esas prácticas abusivas se montan sobre un fuerte consenso represivo punitivista que en nuestra ciudad ha llegado a tener escenas aterradoras. Hay que quebrar el foco, sabemos que el primer responsable es el Estado, pero también es necesario ver ese consenso que legitima el accionar de las fuerzas de seguridad y de otros poderes del Estado”, explicó.
RENDICION PÚBLICA DE CUENTAS DEL CONSULADO DE BOLIVIA EN ROSARIO El Consulado del Estado Plurinacional de Bolivia en Rosario –con circunscripción en las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones; además de Resistencia y San Nicolás– invita a la comunidad boliviana al acto de Rendición Pública de Cuentas Consulares que se realizará el sábado 29 de julio, en la Delegación Municipal del Barrio Montaña de la ciudad de Corrientes, a horas 11:00, calle Florencio Varela N° 516.
internacionales | el eslabón
página 14 | sábado 22 de julio de 2017
EL MACRISMO COMO SOCIO PROTEGIDO PARA QUE NO AVANCE CAUSA ODEBRECHT
Lula ante “la farsa judicial” Tras una semana en la que se conoció la condena en su contra, el ex presidente brasileño recibió el apoyo de sus partidarios en varias ciudades del país y sufrió la indiferencia de los medios complotados en su contra. Pero sigue a la cabeza de los sondeos, mientras el país se hunde con recetas archiconocidas. MIGUEL SCHINCARIOL
Por Ernesto Ávila
“
SI TUVIERAN UNA DENUNCIA, una prueba de que Lula recibió cinco céntimos, por favor (...), aprendí a andar con la cabeza erguida por este país y no voy a bajarla”, dijo el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, este jueves, ante miles de personas que le expresaron su apoyo en varias de las principales ciudades del país. Fue el colofón de una semana en la que el líder popular, favorito en los sondeos de cara a 2018, fuera condenado en un polémico fallo a nueve años y medio de cárcel por supuesta corrupción, “una farsa judicial”, según el propio dirigente. Para la prensa opositora que maneja el monopolio mediático brasileño O Globo el acto en respaldo a Lula fue tuvo “escasa adhesión”. Las consignas más repetidas en San Pablo fueron: “Unas elecciones sin Lula son un fraude” y “Lula, guerrero, del pueblo brasileño”. Pero además, hubo concentraciones de respaldo convocadas por el Partido de los Trabajadores (PT), el sindicato Central Única de los Trabajadores (CUT) y movimientos sociales del país, en Río de Janeiro, Belo Horizonte, Curitiba y Porto Alegre, bajo el lema “Democracia con Lula”. Los manifestantes denunciaron que Lula es víctima de una persecución mediática y jurídica para evitar que sea candidato en las elecciones de 2018 y que pueda volver al poder. “Aprendí a andar con la cabeza erguida por este país y no voy a bajarla, quiero que prueben mi culpa”, enfatizó Lula en alusión a su inocencia y sostuvo que Brasil necesita un presidente “sin complejos de inferioridad” y que no tenga prejuicios contra los pobres, las periferias, los negros, las mujeres y la población LGBT. “Los pobres son los que mueven la economía de este país, tal vez sea por eso que no los soportan”, dijo en referencia a las élites políticas y económicas que dominan el país.
Un departamento Lula fue condenado por el mediático juez Sergio Moro por un delito de corrupción pasiva y blanqueo de dinero por supuestamente haber recibido un departamento de manos de la constructora OAS como agradecimiento por los favores prestados en la trama de Petrobras. Lula niega ser propietario del inmueble. El magistrado le autorizó en su decisión a esperar en libertad el fallo de su apelación, que de confirmarse podría impedirle presentar su candidatura en las presidenciales de octubre de 2018. Para Lula se trata de “una farsa judicial”. Moro ordenó además bloquear todos sus bienes. A las cuentas bancarias, los tres apartamentos, el terreno y los dos vehículos ya embargados se agregó este jueves la retención de dos planes de jubilaciones que sumaban 9 millones de reales (2,8 millones de dólares al
Adios a Marco Aurelio García
cambio actual). El juez Moro evaluó en 13,7 millones de reales el monto de los bienes que deben ser bloqueados para “garantizar la reparación del daño”. Además, lo citó a declarar –probablemente por videoconferencia– el próximo 13 de septiembre en otra de las cinco causas abiertas en su contra. “Tengo 71 años, me gustaría que hubiera un montón de gente nueva en el PT disputando [la candidatura de] 2018. Pero ocurre que los líderes políticos no crecen todos los días”, afirmó durante un diálogo con periodistas transmitido en YouTube. Dispuesto a demostrar que está en forma, Lula publicó esta semana un video en que se lo ve corriendo sobre una cinta o levantando pesas. “Quiero volver para probar que es posible recuperar este país”, añadió. Su eventual vuelta a Brasilia, está condicionada por la causa en Porto Alegre, sede del tribunal de segunda instancia que decidirá si ratifica la primera condena y lo saca de la carrera electoral, o si, por el contrario, lo absuelve y lo autoriza.
Hachazos al pueblo Mientras tanto, el vecino país soportó un nuevo aumento de combustible del 7 por ciento que amenaza a trasladarse a precios y dar otro golpe a los bolsillos cada vez más flacos de los trabajadores. Es la continuidad de un gobierno insaciable, luego de la apro-
bación de la reforma laboral que impulsó su presidente Michel Temer, que entre otros puntos, amplió la tercerización y los acuerdos individuales en detrimento de los convenios colectivos de trabajo, eliminó el pago de viáticos por desplazamiento hacia y desde el trabajo, facilitó los despidos y recortó indemnizaciones y permite que mujeres embarazadas y en período de lactancia realicen trabajos insalubres.
Baile carioca Estas noticias son música para los oídos del presidente Mauricio Macri para avanzar en el mismo sentido. En consonancia el gobierno argentino viene responsabilizando al sindicalismo, a los abogados laboralistas y hasta a los propios trabajadores de los fracasos de su gobierno, la no creación de empleo y la ausencia de inversiones. Pero no es la única sociedad amorosa entre líderes inescrupulosos de ambos países, protegidos por nada menos que por los Estados Unidos. La justicia brasileña pidió a su par de los Estados Unidos que no revele información sobre el caso Odebrecht a la Argentina, al considerar que el país no puede cumplir con el mantenimiento de los secretos tal como exige el acuerdo de delación premiada que permitió al vecino país obtener declaraciones clave de ejecutivos y funcionarios ligados al escándalo.
El historiador brasileño Marco Aurelio García, que fue asesor de Asuntos Internacionales en los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, falleció este jueves a los 76 años víctima de un infarto, informaron fuentes políticas. Durante las gestiones de Lula y Rousseff, García fue un hombre clave en la política exterior de Brasil y en especial en todo lo relacionado con América Latina, región a la que dedicó gran parte de su vida política. García que era amigo cercano del expresidente Lula sufría de problemas cardíacos y se atribuye su muerte a un ataque fulminante al corazón según informó el presidente del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffman. Fue profesor de historia retirado de la Unicamp y se graduó en filosofía y derecho en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul. Comenzó la vida pública como concejal en Porto Alegre en la década de 1960, en el antiguo Partido Republicano. Durante la dictadura en Brasil se exilió en Chile y Francia, al regresar a Brasil en 1979, ayudó a fundar el PT y estuvo vinculado con los pensadores de izquierda de Brasil, además fue fundador del grupo de países con economías emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). La semana pasada el historiador asistió al acto de solidaridad con el expresidente Lula organizado por el PT para apoyar al exmandatario ante las acusaciones y posterior condena por supuesta corrupción.
Representantes de la justicia argentina fueron a los Estados Unidos para intentar obtener información directamente de los americanos, que, en diciembre, firmaron un acuerdo con Odebrecht. El asunto fue mencionado en el encuentro del equipo del procurador general de la República, Rodrigo Janot, con autoridades del Departamento de Justicia en esa semana en Washington, según publicó el diario El Cronista. El procurador general de la República, Rodrigo Janot, pidió a las autoridades americanas que no compartan con la Argentina las informaciones obtenidas a partir de delaciones realizadas por ejecutivos de Odebrecht. La semana pasada, un grupo formado por cuatro jueces y dos procuradores argentinos estuvieron en Washington para requerir información sobre Odebrecht que ellos no estarían conseguido de Brasil.
el eslabón | internacionales
sábado 22 de julio de 2017 | página 15
LLAMEN A LUIS MAJUL, LA VIKINGADA ESTÁ EN PROBLEMAS
La profunda grieta sueca Los neonazis quieren echar a patadas a los refugiados, y los antifascistas desean apalear a los que lucen nórdicas esvásticas, y se arman tole-toles. Con un Estado de Bienestar diezmado por el neoliberalismo, hasta los más tolerantes reconocen que la otrora “sociedad ideal” enfrenta bravos dilemas. Por Pablo Bilsky (desde Estocolmo)
E
N LA ARGENTINA, UNA MINÚSCULA pero pringosa porción de la derecha dice creer que “la grieta” es un invento reciente, una treta perversa de un sector político que representa el Mal, la deshonestidad, y la angurria de Caco. Acaso les vendría bien emprender una travesía con dirección norte y arrimarse para estos nórdicos pagos. O bien, ya que se viaja más con la imaginación, encarar uno de esos objetos con hojas y letras impresas que, según afirman, no muerden. Por ejemplo, para empezar por uno antiguo y respetado, la Biblia. O bien, aunque más incómodo para leer en el colectivo (porque no es propiamente un “libro” y es bastante más pesado), el Código de Hammurabi, que se remonta a más de 1.700 años antes de Cristo. En ambas fuentes encontrarán que el conflicto es consustancial a la existencia humana. La sociedad es conflicto. La democracia es, por definición, la coexistencia de opiniones diferentes, irreconciliables. Y la ciudadanía debe tramitar esas divergencias sin llegar, en lo posible, a la violencia física. En toda Europa, y también en Suecia, las sociedades se encuentran profundamente divididas. Son divisiones profundas, y muchas veces se dirimen con pasión desbordante sin llegar a un acuerdo, simplemente porque no es posible, porque se enfrentan intereses que no pueden conciliarse jamás. Hace años que el Viejo Continente se encuentra empantanado en el dilema de los refugiados y los inmigrantes. Y cada vez se hunde más en esa ciénaga de la que emergen posiciones de derecha y de ultraderecha que disputan la batalla por el sentido con otras posiciones más progresistas y tolerantes. Suecia tiene un pasado de solidaridad, tolerancia y fronteras abiertas. Fue refugio, por ejemplo, para miles de chilenos y argentinos que escaparon de las garras de las dictaduras de las décadas de 1970 y 1980. Pero muy otra es la actualidad. Hoy Suecia integra junto a EEUU la coalición que bombardea Irak. El 7 de abril de 2017 se produjo en Estocolmo un atentado terrorista que costó cuatro vidas. Fue en la peatonal Drottninggatan, una calle comercial siempre atestada. Un camión embistió a la multitud causando la muerte de cuatro personas y dejando quince heridos antes de empotrarse contra la fachada de la gran tienda Åhléns City. Dos días después del ataque, el conocido bloguero iraní Damon Rato convocó a una concentración bajo la consigna “Amor y respeto”. El acto incluyó discursos y presentaciones de conocidos músicos suecos, además de un minuto de silencio a las 14.53, la misma hora en la que se produjo el atentado. “Cuando la oscuridad cae sobre nosotros es más importante que nunca que respondamos con luz y calor, para de ese modo enfrentarnos a las fuerzas del mal”, escribió en su página de Facebook el organizador. Por su parte, el primer ministro sueco, Stefan Löfven, afirmó que Suecia “no se va doblegar por asesinos abominables”. Asimismo, señaló que su país “no va a dejar de ser una sociedad abierta”, aunque al mismo tiempo prometió agilizar las normas de deportación y endurecer las leyes migratorias. Löfven es del Partido Socialdemócrata. Gobierna desde 2014, cuando ganó las elecciones con el 31,20 por ciento de los votos. El primer ministro viene del sindicalismo. De oficio soldador, fue secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica. Las últimas encuestas registraron un avance de la ultraderecha, una tendencia general en buena parte de Europa. El partido del Go-
bierno obtuvo una intención de voto del 27 por ciento; los Demócratas Suecos (extrema derecha xenófoba) alcanzaron el 20,6 por ciento, y el Partido Moderado (centro derecha) el 16,7 por ciento. Con la devastación de Irak, y sobre todo de Siria, el problema de los refugiados se agravó en los últimos años. Suecia recibía un promedio de 20 mil refugiados anuales, pero en 2016 fueron más de 200 mil, y la derecha puso el grito en el cielo, pidiendo restricciones y argumentando que semejante flujo de personas pone en riesgo el estado de bienestar, representa un costo altísimo para el Estado, genera desocupación y trae graves problemas sociales, entre ellos delincuencia y otros tipos de violencia que hasta hace poco eran casi desconocidos en la sociedad sueca. La derecha, y buena parte de la opinión pública, se queja, además, de que los medios progresistas ocultan esta realidad, y enfocan las noticias desde una mirada “políticamente correcta” que, por ejemplo, omite señalar la nacionalidad de quienes cometen delitos y violaciones. En las redes sociales, en cambio, no hay filtro ni corrección política, y los musulmanes son presentados como “bombas de testosterona” (una expresión muy común entre los racistas europeos para describir el estereotipo del musulmán violador de mujeres europeas). Para la derecha, la mayoría de los que cometen delitos son inmigrantes musulmanes, y así lo afirman, además, jefes policiales y especialistas en terrorismo, con estadísticas y datos en la mano. El comisionado de la Policía Nacional de Suecia, Dan Eliasson, señaló a fines de junio que en Estocolmo hay “zonas de alta peligrosidad” habitadas por inmigrantes musulmanes “donde las fuerzas policiales del país ya no pueden ingresar”. Aun los más progresistas reconocen que existen problemas reales, verdaderos dilemas de difícil solución, y que hacen necesario repensar el proyecto de la Unión Europea en el marco del multiculturalismo, y teniendo en cuenta los derechos humanos. Estos sectores progresistas aceptan la llegada de refugiados y de inmigrantes y plantean la necesidad de integrarlos. Al mismo tiempo, militan por los derechos humanos y
las luchas por los derechos de las mujeres, que en Suecia tienen una larga historia marcadas por logros que ponen a este país a la vanguardia mundial. Pero estas dos reivindicaciones, los derechos de los refugiados, por un lado, y los derechos de las mujeres, por otro, en algunos casos particulares colisionan de manera irremediable. Respetar la cultura, las costumbres ancestrales y las religiones de los pueblos que llegan en calidad de refugiados o inmigrantes implica aceptar un lugar subordinado de la mujer y una pérdida de derechos con relación a los estándares europeos y específicamente suecos. La discusión que divide a esta y otras sociedades europeas se da, sobre este punto, en estos términos: respetar el multiculturalismo, implicaría, al menos en estos casos, cuestionar el carácter universal de los derechos humanos. Todo un dilema.
Opiniones divididas Elisabeth tiene 24 años y es estudiante de Economía. Como hacen muchos habitantes de Estocolmo durante el verano, toma sol en uno de los tantos espacios verdes de esta ciudad, caracterizada por el agua (está formada por 14 islas y posee 54 puentes) y los parques (que ocupan un tercio de su superficie). Sentada en un banco cerca de Walhallavägen (bulevar Walhalla), no tiene problemas en opinar sobre
tan espinoso asunto. “Yo lo que les digo a los refugiados es que no crean que van a llegar y van a conseguir trabajo y van a vivir bien. Todo lo contrario. Van a ser confinados en centros de refugiados espantosos, donde van a ser tratados como una mierda, esa es la verdad”, dijo la joven. “Van a sufrir todo tipo de violencia, van a ser violados, robados, y vejados”, agregó Elisabeth, para completar la descripción. “No tengo problemas con ninguna etnia ni religión en particular, pero quiero decirles que no crean que les debemos algo, ni que tenemos alguna obligación con ellos. Además, aquí las mujeres tenemos derechos y ellos deberán adaptarse a esta sociedad si quieren vivir aquí”, concluyó la estudiante, que dijo ser votante de los Socialdemócratas. La grieta es enorme. El Movimiento de Resistencia Nórdico es uno de los tantos grupos de neonazis que suele manifestarse por las calles pidiéndoles a los políticos “que expulse a los inmigrantes”. Y existe, asimismo, una amplia gama de grupos anarquistas y de ultraizquierda, entre ellos Acción Antifascista, que combaten a los neonazis, muchas veces físicamente, produciendo bravos tole-toles en las calles de Suecia. Y nadie aquí se imagina que el problema que los aqueja es un invento perverso creado por unos ladrones malos malísimos de un país lejano, 12 mil kilómetros al sur.
sociedad | el eslabón
página 16 | sábado 22 de julio de 2017
EL PROYECTO DEL “BAJO PUEBLO”
Las lanzas negras de Artigas El artiguismo convocó a esclavos, a quienes previamente les otorgó la libertad, para que se sumen a las filas de su ejército revolucionario. Por Alfredo Montenegro
En sus trabajos sobre censos de población y en el Archivo Histórico de Córdoba, explica que descubrió “la importancia numérica de los afrodescendientes en la población de la ciudad”. “Encontré que en 1840, la capital cordobesa tenía 40 mil habitantes; de los cuales más de la mitad eran afromestizos, según las categorías de pardos, zambos, sardos y negros esclavos”.
“
LAS REVOLUCIONES NECEsitan de masas. Luego de Mayo de 1810, el proyecto de los españoles era el de mantener sus dominios, mientras que la elite porteña de comerciantes y ganaderos buscaban sacarse el yugo español, pero mantener el poder”, explica Marcos Javier Carrizo, docente de Historia Contemporánea de la Escuela de Historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba. “Sólo el proyecto de los Pueblos Libres artiguista convocaba a ese llamado «bajo pueblo». Las masas reclaman por sus derechos, por la tierra y la libertad, exigen una revolución social”, indica el investigador. “Artigas acepta en sus tropas a los esclavos que se han fugado y los incorpora como hombres libres. Más de 800 esclavos se escapan de Montevideo y se van con Artigas. El oriental fue comandante de frontera, en contacto con contrabandistas, indígenas, fugados, campesinos y esclavizados, los conocía por convivir con ellos”.
Kambá Kuá Por su parte, el historiador Eduardo Nocera, en su obra Quién es Artigas. Viajando tras sus pasos, al recorrer durante años los territorios de los Pueblos Libres, sigue la huella del oriental en Paraguay. También, al indagar sobre la fuerte presencia de los afrodescendientes en la región, registra testimonios de los descendientes de aquellas tropas morenas. “Ellos, el pueblo de Artigas de piel más oscura y pelo enrulado, que recibieron cien hectáreas de tierras de cultivo en las populosas barriadas, hoy llamadas Kambá Kuá y la vecina comunidad de Laurelty, y permanecieron aquí practicando lechería, agricultura y cría de ganado menor, a unos 15 kilómetros de Asunción”, indica. Y agrega que “los afroparaguayos descendientes de aquellos lanceros y lanceras afroorientales, que se asilaron en 1820, son los negros de Kambá Kuá (el agujero de los negros). Con ellos, entró una imagen del Rey Baltazar”, quien convocaría cada 6 de enero a las ceremonias de la memoria y la identidad.
El susto de los miserables “Eso asusta a los porteños que aspiraban a dominar todo el territorio, manejar el Estado y las rentas, además de tener ligazón con la potencia hegemónica que era Inglaterra”, remarca Carrizo, al iniciar su relato sobre esa participación de libertos y sus familias en esa lucha que los contenía. Agrega que “el proceso artiguista se radicaliza y aparecen caudillos negros como Encarnación Benítez”, y remarca que ese apoyo popular, y la presencia de tropas portuguesas, ponen temerosa a Buenos Aires, entonces “le sueltan la mano”. El sustento artiguista era el pueblo en armas, al que se le suman algunos estancieros y comerciantes que, cansados del monopolio porteño, veían en el proyecto de Artigas la posibilidad de beneficiarse económicamente. Carrizo advierte que en ese enfrentamiento, con la Metrópoli, “algunos poderosos se pasaron al artiguismo para salir del poder central porteño”. Claro que “luego esas elites de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos se ponen de acuerdo con las de Buenos Aires”. “Ya en 1815 era gobernador de Córdoba Javier Díaz, un gran esclavista con más de cien personas explotadas en sus estancias que el padre había comprado a los jesuitas”. “Tras luchar casi diez años contra realistas, portugueses y los intereses de los grupos portuarios montevideanos y de Buenos Aires, el proyecto artiguista sufre
Un grupo subversivo
la derrota de Tacuarembó, el 22 de enero de 1820”, explica el investigador. A esa caída se suma el Tratado de Pilar, donde los gobernadores litoraleños Estanislao López y Francisco Ramírez acuerdan con Buenos Aires y dan la espalda al oriental para frenar a los portugueses. “Artigas –relata el historiador– se asila en Paraguay acompañado de su tropa de lanceros, una guardia de negros. Esas doscientas familias quedan repartidas en Camba Cua, Asunción, otros terminan en Corrientes, como la familia Caballero”.
Tierra negra Carrizo, en su Córdoba morena, libro que investiga la historia de los negros en su provincia, resalta: “Los afrocordobeses
no fueron exterminados por las guerras, se mestizaron”. También indica que en los años 20 aparecen en las montoneras federales, eran parte de las clases populares”. Y adiverte: “Luego Artigas es sacado de la historia y recién en el siglo 20 lo van a uruguayizar, porque necesitaban una figura nacional en el país hermano”. Sobre esa familiaridad y parecidos entre los orientales y nosotros, acota sobre la presencia negra: “Culturalmente somos parecidos, la presencia afro se da en el sur de Santa Catalina. Hubo un potente cimarronaje, muchas fugas desde Brasil los trajeron al escapar de la esclavitud”. Carrizo, que nació en Córdoba, narra: “Mi familia tiene que ver con esas comunidades afros, pero fuimos blanqueados. Al terminar mi tesis, en 2010, mi hijo más grande tenía problemas de discriminación en la escuela. Entonces lo llevé a talleres con hermanos afro peruanos y hablamos con los tíos. Tenemos las tres raíces, la europea, la aborigen y la afro, que es muy visible en nosotros. Entonces empezamos una militancia que comienza en un auto reconocimiento. En 2013 armamos la Mesa Afro Córdoba (MAC) e integramos la Red Federal de Afrodescendientes del Tronco Colonial, con hermanos de Entre Ríos, Santa Fe, Chaco y Buenos Aires. También advierte que “el negro ha tenidos ancestros esclavizados y hereda esa condición de pobreza. Hacemos los trabajos que hacían en la colonia, como vendedores y pregoneros que salían con sus bandos a informar al pueblo”.
“No eran esclavos”, advierte Nocera, pero el mariscal paraguayo José Gaspar Rodríguez de Francia, también nacido un 6 de enero, no quiso que se establecieran a voluntad, prefirió tenerlos aislados pues “constituían un grupo potencialmente subversivo”. “Muchos descendientes de los artiguistas luego serán briosos soldados de la causa paraguaya, como los morenos del Batallón 6 Nambi´í y perecieron en la guerra, hasta tal punto que muchos paraguayos creyeron que no había más negros en el país”, subraya el historiador. En ese batallón Nambi´i (“orejas negras”), combatió el sargento Cándido Silva y fue condecorado por el Mariscal López por su bravura en los combates. Silva, uno de los pocos que sobrevivieron, al regresar a su Laurelty (valle) trabajó para levantar el Oratorio de San Baltazar y la cancha del Club 6 de Enero, instituciones populares de la barriada. Pero, sobre la historia del barrio moreno, “al desarrollarse el Gran Asunción, sus tierras ganaron valor inmobiliario y fueron desposeídos de forma violenta en un 90 por ciento de sus terrenos por el Estado, con expropiaciones y ventas”, explica Nocera en su libro. Hoy, señala que “le quedan sólo 7 hectáreas, pero parte de los terrenos que eran suyos quedaron baldíos y los ocuparon con plantación de mandioca”. En esa misma zona, Nocera registró a los descendientes de los compañeros de Artigas, a quienes en los años 90, “el gobierno colorado de Wasmosy los acusó de terroristas y fueron apaleados por la policía y desalojados”. A pesar de la invisibilización y el silencio, el investigador remarca el “amplio reconocimiento del Ballet Folclórico del Kambá Kuá, integrado por una treintena de bailarines y músicos adultos, jóvenes y niños de la barriada, que en espectáculos de danza presentan su tradición cultural”.
contrapunto | el eslabón
página 18 | sábado 22 de julio de 2017
UNA DÉCADA INVOCANDO AL NEGRO
“Un homenaje de humor” Borges y Fontanarrosa se cruzan en un obra escrita por Dali López, que se presenta los viernes a las 21 en el teatro Arteón. La figura del escritor y dibujante se hace presente en el escenario a diez años de su fallecimiento. Por Juan Pablo de la Vega
B
ORGES Y FONTANARROSA EN UN bar del paraíso es una puesta teatral inspirada en un cuento del propio Dali López, que retrata al genial humorista en escena junto a los interlocutores del bar El Cairo, entre los que se encuentra el mismísimo Jorge Luis Borges. Con actuación y dirección de Dali López, Raúl Calandra, y Juan Carlos Capello, junto a los actores Mario Herrero, Nelson Cabrera, Jorge Arévalo, y Daniel Vitantonio, este encuentro teatral, literario, y con la galería de personajes propios que relató durante años el historietista, brinda funciones los viernes a las 21 en Arteón (Sarmiento 778, Planta Alta). En la semana se cargaron las tintas sobre el creador rosarino a diez años de su desaparición física, que incluyó interpretaciones de su obra en varios soportes y disciplinas. En diálogo con El Eslabón , Dali López cuenta que prepararon la obra durante cinco meses con la idea de estrenarla el 19 de julio, fecha de aniversario de la muerte de Fontanarrosa, objetivo que se cumplió el miércoles pasado en la sala de Empleados de Comercio. “Ese día la prensa no nos dío mucho bola, pero por suerte tenemos amigos”, dice López entre risas y hace un análisis del fenómeno Negro: “El miércoles era el aniversario. Vinieron como doscientos porteños a hacer cosas de Fontanarrosa. En El Cairo, desde la mañana estaba Andy Kusnetzoff haciendo su programa de radio, y a la tarde Bermejo. Es así, uno lo tiene asumido”. Borges y Fontanarrosa en una bar del paraíso está inspirado en un cuento del propio Dali López. “Es una adaptación de un cuento mío que escribí poco después de la muerte del Negro, en enero de 2008, que se llama El día que Borges se hizo de Central, y se editó por Homo Sapiens”, señala, aunque aclara que la versión teatral no gira en torno al club de Arroyito. “Además, naturalmente la obra tiene cosas que no tiene el cuento”. De la antinomia que pueden generar las figuras de Roberto Fontanarrosa y Jorge Luís Borges, el primero más relacionado con la cultura popular, y el otro más bien con lo culto, la composición creada por López produce un cruce que tiene mucho de admiración y de afecto. “Yo quiero mucho a Fontanarrosa y quiero mucho a Borges. Mirá que un peronista quiera mucho a Borges no es tan común. Yo lo he leído mucho a Borges, no es que soy un experto pero sé muchas cosas de memoria y he visto muchas confe-
Fontanarrosa está representado en esos personajes, cosa que en ningún cuento aparece y que tiene una cuestión metafísica, una cosa esotérica, extraña. rencias y reportajes.Yo el personaje de Borges lo construí con el tiempo, por eso hablo de él en esta obra. Y con el Negro, ¿qué puedo decir? Yo no fui amigo, pero he compartido la mesa, no como integrante estable sino como uno más de los que se arrimaba a El Cairo y participaba de las charlas que protagonizaba el Negro”, recuerda.
Un bar en el paraíso La obra se sitúa en derredor de la mesa de los galanes, aquel reducto de personajes que pintó con sus relatos fontanarrosa. “Con Ricardo (Centurión), Belmondo y Martorel”, tres de sus integrantes. “En esa añoranza y
sentimentalismo del que siempre se renegó en la mesa, y al recordar al Negro, en la invocación, aparece el espíritu de Fontanarrosa. Y es impactante el parecido de Mario Guerrero”, describe López. “Entre las boludeces que se hablan en la mesa se recuerda a Cachito, el mozo tan emblemático, como también Moreira. Las charlas llegan hasta Borges, que también termina siendo invocado. Allí se da una charla entre el Negro y Borges, y cuando éste le dice que escribía sobre temas populares, Borges un poco que quiere ser invocado pronto de otro lado”, adelanta Dali. Entre otras cosas se habla de “si las tetas con silicona tienen o no feo gusto”, y hasta el propio Jorge Luis recobra la vista.
Pero la trama guardará el misterio de una mujer que se presenta en el bar y que tendrá en vilo a los presentes. “En lo personal es un homenaje de humor a Fontanarrosa. Con esos personajes de la obra es como una emulación de un cuento de él, salvando las distancias, claro. Tiene una variante: que Fontanarrosa está representado en esos personajes, cosa que en ningún cuento aparece y que tiene una cuestión metafísica, una cosa esotérica, extraña” En cuanto al carácter popular y culto de uno y otro, Dali confiesa: “Yo lo quiero a Borges hasta en su persona, con el tiempo he aprendido a quererlo. No creo que Borges haya sido un gorila recalcitrante o un fascista como se dice. Sí era un conservador que tenía una cosa como de alcurnia y que lo popular lo horrorizaba, es cierto que tampoco la pasó bien en el peronismo. Yo lo leí de pendejo y lo dejé, y después lo retomé a los 26 y me voló la cabeza”.
el eslabón | cartelera
Cine ALTA CUMBIA 2D Hoyts: 12.45, 17.45, 23.15. Showcase: 12.05, 14.15, 16.25, 22.55; trasnoche 1.05. BAYWATCH: GUARDIANES DE LA BAHÍA 2D Monumental, castellano: 18, 20.10, 22.30. Hoyts, castellano: 18.10, 20.40, 23.10. Showcase, subtitulada: 12.10, 14.35, 17, 19.50, 22.15; trasnoche 0.45. Village, castellano: 14.30, 17, 19.30, 22; trasnoche 0.30. subtitulada: 23; trasnoche 1.30. DULCES SUEÑOS 2D Cines Del Centro: 15, 19.25. EL CORRAL 2D Monumental: 20.30, 22.45. EL INTRÉPIDO Lumiere: sábado 24, 20. Gratis. EL PODER DE LA AMBICIÓN 2D Village: 22.40. LA MOMIA Monumental, 2D castellano: 14, 16.10, 18.20, 20.30, 22.45. 3D castellano: 14.50, 17.10, 19.20, 22.20. Hoyts, 2D subtitulada: 12.30, 14.50, 17.30, 20.10, 22.30; trasnoche 01.00. XD 3D castellano: 14.30, 17, 19.30, 22; trasnoche 0.30. Showcase, 2D castellano: 12.10, 14.30, 16.50, 19.10, 21.40; trasnoche 00.40. 2D subtitulada: 12.30, 14.50, 17.10, 19.45, 22.10; trasnoche 1.00. 3D castellano: 12.50, 17.30, 20.10. 3D subtitulada: 22.30; trasnoche 01.30. Village, 2D castellano: 13.30, 15, 16, 17.30, 18.30, 20, 21, 22.30; trasnoche 00.45. 2D subtitulada: 23.15; trasnoche 1.30. 3D castellano: 14.30, 17, 19.30, 22; trasnoche 0.15. 4D cast: 14.15. 4D subtitulada: 22.15; trasnoche 1.00.
sábado 22 de julio de 2017 | página 19
LA MUERTE DE MARGA MAIER 2D Village: 18.15, 22.30; trasnoche 0.30. LOS PADECIENTES 2D Showcase: 22.50; trasnoche 1.15. LOS PINGÜINOS DE MADAGASCAR Lumiere: sábado 24, 18. Gratis. LOS PITUFOS 2D Hoyts: 13.50, 16. MUJER MARAVILLA Monumental, 2D castellano: 14.30, 17.10, 19.45, 22.30. Hoyts, 2D subtitulada: 23. 2D castellano: 20. Showcase, 2D castellano: 13, 16, 19, 21.55; trasnoche 0.55. 2D subtitulada: 13.30, 16.30, 19.30, 22.20; trasnoche 1.25. Village, 2D castellano: 15.30, 18.30, 21.30; trasnoche 0.30. 4D cast: 16.30. NO TOQUES DOS VECES 2D Monumental, castellano: 14.30, 16.30, 18.30, 20.30, 22.40. Hoyts, castellano: 13.40, 15.50, 18.15, 20.30; trasnoche 1.10. subtitulada: 22.50. Showcase, castellano: 12.20, 14.25, 18.45. subtitulada: 16.30, 20.50, 22.55; trasnoche 1.10. Village, castellano: 13.30, 15.30, 17.30, 19.30, 21.30. subtitulada: 23.30; trasnoche 1.30. PARÍS PUEDE ESPERAR 2D Cines Del Centro: 15.15, 17.15, 19.15, 21.30. PERFECTOS DESCONOCIDOS 2D Cines Del Centro: 17.30, 22. PIRATAS DEL CARIBE 5 Monumental, 2D castellano: 14.20, 19.30. 3D castellano: 17, 22.10. Hoyts, 2D castellano: 15, *20.20 (*cancelada mar 27/06). 3D castellano: 13.20, 16.20, 19.20, 22.10; trasnoche
01.00. Showcase, 2D castellano: 14.05, 17, 19.40, 22.40; trasnoche 01.20. 2D subtitulada: 17.20, 20, 23. 3D castellano: 12.20, 15, 17.40, 20.20. Village, 2D castellano: 14, 17, 20, 23; trasnoche 01.30. 3D castellano: 13, 16, 19, 22; trasnoche 00.45. 4D cast: 19.30. SÓLO SE VIVE UNA VEZ 2D Monumental: 14.45, 16.45, 18.45, 20.45, 22.50. Hoyts: 12.50, 15.10, 17.20, 19.50, 22.20; trasnoche 0.40. Showcase: 12.35, 14.35, 16.35, 18.35, 20.35, 22.35; trasnoche 0.50. Village: 14.30, 16.30, 18.30, 20.30, 21, 22.30; trasnoche 0.30. TODO, TODO 2D Showcase, castellano: 12.10, 14.15, 20.40, 22.45; trasnoche 0.50. UN DON EXCEPCIONAL 2D Monumental: 14.15, 16.15, 18.15, 20.15, 22.15. Cines Del Centro: 15.10, 17.10, 19.10, 21.20. Hoyts: 12.40, 15.20, 18, 20.15, 22.40; trasnoche 0.50. Showcase: 12.30, 14.40, 16.50, 20.15, 22.25; trasnoche 0.35. Village: 13.45, 16, 18.15, 20.30; trasnoche 01.15. UN JEFE EN PAÑALES 2D Monumental: 15, 16.50, 18.40. Hoyts: 13, 15.30, 17.50. Showcase: 12.15, 14.25, 16.20, 18.30. Village: 13.30, 16.
Música VÍCTIMA DEL VACIAMIENTO + BELARUS + TENSIONAUTAS Sábado 22 de julio a las 21 en Puerto De Ideas, San Luis 818. DESMONTE Sábado 22 de julio a la medianoche en Pugliese, Corrientes 1530. ÁCIDO CRIOLLO Sábado 22 de julio a las 21.30 en El Aserradero, Montevideo 1518. TESTIGO Sábado 22 de julio a las 23 en Animal Rock, Mendoza 2754 TENSIONAUTAS + TRIANGULARES + ASTRALINOS + SAMURAI Domingo 23 de julio a las 14 en Helltrack, Pte. Roca y el río. LA COLIFATA Sábado 22 de julio a las 15 en LT22, Carrillo 375.
Teatro ULF Viernes a las 20.30 en el Centro de Expresiones Teatrales, San Juan 842. LOS OPADOS Viernes de julio a las 21 en el Cultural de Abajo, Entre Ríos 579. EL ACTO CIEGO, DE JUAN HESSEL Sábados de julio a las 22 en el Centro de Expresiones Teatrales, San Juan 842.
UNA CIGÜEÑA EN APUROS 2D Monumental: 16. Village: 13.15, 15.10, 17.10.
LOS CAMILLEROS Domingos de julio a las 20 en Cultural de Abajo, Entre Ríos 579.
YO, DANIEL BLAKE 2D Cines Del Centro: 15.05, 17.20, 19.35, 21.50. Showcase: 15.10, 18.35, 20.45. Village: 19, 20.20.
Infantiles
Rock & Walsh, el clown santafesino Tuti Núñez y Che Bochinche, actores, titiriteros, acróbatas y bailarines. Hasta el 30 de Julio en el Tríptico de la infancia: La Granja de la Infancia, Presidente Perón 8000, La Isla de los Inventos, Wheelwright 1402 y El Jardín de los Niños, Leopoldo Lugones 2290. Entrada general $20.
Eventos PA TÍ PA MÍ Clase y práctica de salsa. Todos los domingos del año a las 20 en Distrito 7, Ovidio Lagos 790. LABORATORIO HIP HOP Espacio de formación entorno a la cultura del hip hop. Los sábados a las 17 se dictarán clases de danza urbana, a cargo de Bboy y Mono Monzón, mientras que los martes de 16 a 18 habrá freestyle por JHRapper, Brapis, Leitoh mc; y los viernes de 17 a 19, arte urbano con Noma y Shetza. Hasta fin de año en Distrito 7, Ovidio Lagos 790. NOCHE DE PSICODELIA Noche a pura psicodelia en todas sus variantes y épocas, con musicalización con vinilos por Oscar Favre y Emiliano Boero. Sábado 22 de julio a las 21 en Bon Scott, Pichincha 131. Entrada gratuita. SIMPLEMENTE TANGO Espectáculo homenaje a personajes y hechos de la cultura ciudadana de los últimos cien años.. El espectáculo musical contará con la participación de los intérpretes Alberto Ayés y Graciela Figari con dirección musical de Jorge Paladín. Bailan Guillermo y Florencia. Sábado 29 de julio a las 20.30 en el Centro Cultural "Roberto Fontanarrosa, San Martín 1080.
TRÍPTICO DE LA INFANCIA Espectáculos para grandes y chicos: Canticuénticos, Los Raviolis, Pim Pau,
ARTEÓN: SARMIENTO 778 CCPE: SARMIENTO Y EL RÍO DEL CENTRO: SHOPPING DEL SIGLO, CÓRDOBA 1643 EL CAIRO: SANTA FE 1120 HOYTS: PORTAL ROSARIO, NANSEN 323 MONUMENTAL: SAN MARTÍN 993/99 LUMIÈRE: VÉLEZ SARSFIELD 1027 SHOWCASE: JUNÍN 501 VILLAGE: EVA PERÓN 5856
Laboratorio de Improvisación
Neoliberalismo y Subjetividad
Sábado de distorsión
Tratamiento de aspectos prácticos del Proceso de improvisación musical colectiva, entrenamiento de la escucha, nuevas formas de abordar el instrumento, interpretación y análisis de obras para improvisadores y ejercicios con pautas. Improvisación sin pautas. Coordinan: Javier Collet, Maximiliano Vaccarini y Facundo Rigatuso.
Charla a cargo de Jaime Fernández Miranda, director de la Maestría Clínica Psicoanalítica con niños y Roberto Gutman, psicoanalista, ex director de Salud Mental del Municipio de Moreno, que disertarán sobre la subjetividad, una categoría sociohistórica en el contexto de la intromisión política-económica y cultural del neoliberalismo.
Presentación en vivo de las agrupaciones de géneros derivados del rock: ññññ de Santa Fe, Limbo Junior de La Plata y los locales, Automatón y Mi Nave. Una vez finalizados los recitales, la musicalización de la pista de baile, correrá por cuenta de Emilio Valdelomar y Nacho Pancho.
Jueves 27 de julio a las 19 en Bon Scott, Pichincha 131. Bono contribución.
Miércoles 26 de julio a las 19.30, en la facultad de psicología UNR, Riobamba 250 bis. Entrada libre y gratuita.
Sábado 29 de julio a las 22 Pugliese, Corrientes 1530.
contratapa | el eslabón
página 20 | sábado 22 de julio de 2017
Luz, luz del alma Por Hilo Negro (desde Cancha Rayada) Yo no sé, no. Pedro se acuerda que un día apareció un petiso, pícaro, en el barrio y en los picaditos, y al toque le pusieron Lamparita. Algunos decían que era porque siempre tenía olor a kerosén, porque en la casa lo mandaban a comprar kerosén suelto; otros porque tenía esa costumbre de agarrar un terrón y apuntarle al alumbrado público, aunque él decía que le apuntaba a la campana, a lo que protege la lámpara. “No voy a dejar a oscuras a nadie”, decía. Jugaba bien al fútbol el petiso, pero era intermitente, como las lámparas esas amarillentas del barrio que apenas levantaba viento se prendían y se apagaban. Ya en la época en que militaba, Pedro decía siempre en las reuniones: “Se nos tiene
Pronóstico ampliado
que prender la lamparita, tienen que salir ideas nuevas”. Y cuando íbamos a hacer una pintada, en la previa del golpe, elegíamos alguna calle oscura para que las sombras fueran cómplices nuestras, bien lejos de las lamparitas. Enseguida llegó la gran noche de la dictadura militar, civil, eclesiástica. El apagón del apagón, como en Jujuy, cuando salían a secuestrar gente por orden o sugerencia de los dueños del azúcar, y de media provincia, esos que hoy están vivitos y coleando por las calles. Si nos la hubiésemos visto venir, y se nos prendía la lamparita, capaz eso no ocurría. O capaz que ocurría igual, porque la represión era necesaria para esos sectores como condición sine qua non para pagar todas las luces que tenía el pueblo, todas esas mentes iluminadas por las
Presentado por Tusam
sábado
domingo
lunes
martes
miércoles
jueves
viernes
20° /11° Nubes y sol
21° /12° Nublado
18° /12° Nubosidad baja
18° /13° Nublado
19° /15°C Nubosidad baja
25° /16° Cálido
26° /17° Mucho sol
Ilustraciones de Carlos Masinger
lamparitas encendidas por un mundo mejor. Ahora, se acuerda Pedro, con la situación actual, los sectores más pudientes, los que más tienen, los que acceden al shopping, están groseramente iluminados. Fijate la cantidad de lámparas que tienen iluminadas, me dice Pedro, mientras nosotros, en los sectores más populares, las lamparitas apenas iluminan los viejos almacenes, los campitos, y parece que nos dejaran afuera de todo. Pedro dice que ojalá que cambie el asunto y empiecen a aparecer nuevas lamparitas, o las viejas, para empezar a iluminar la parte oscura, la parte sombría de esta situación. Primero, para que nos reconozcamos, para ver la realidad; y después, para que vean que existimos y estamos con las luces prendidas, en todo sentido.