Edición 871

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Editorial

San José de Cúcuta, septiembre 6 de 2020

El Jubileo de la Tierra Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo de la Diócesis de Cúcuta

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ueridos lectores de LA VERDAD, deseo entrar con ustedes a reflexionar el tema del “Jubileo de la Tierra”, que nos presenta el Papa FRANCISCO a todos los miembros de la Iglesia. En estos días celebramos el JUBILEO DE LA TIERRA, vivimos en un mundo complejo, con profundos cambios sociales en una humanidad que también tiene unos retos inmensos, en campos diversos, que afectan a los hombres y a la persona humana en todos los lugares de la tierra. Esta situación no se debe solamente a la grave situación que nos aflige, con el masivo contagio del virus COVID-19. Son muchos los elementos que se unen para mostrarnos este panorama ecológico terrible, la destrucción de los bosques de la tierra, la explotación desmedida de los mares y de sus recursos pesqueros, la actividad minera intensiva -legal o ilegal- para extraer minerales y recursos para la producción industrial, el uso indiscriminado de los combustibles para producir energía, con el desprendimiento del carbono en cantidades ingentes. El hombre, en todos los confines de la tierra ha asumido una actitud de aprovechamiento desmedido y desordenado de los recursos de la tierra, llevando al límite las capacidades de regeneración del equilibrio de la naturaleza. Todos somos conscientes de estos cambios que han sucedido en los últimos decenios y que nos afectan directamente con el llamado cambio climático. Son muchas las tragedias que hemos experimentado entre nosotros por los huracanes, las temporadas excesivas de lluvia o la sequía. Particularmente la escasez de agua potable,

que es la protagonista de estas crisis que afectan a muchos pueblos de la tierra. En muchos campos el hombre busca su bienestar, su alimentación, su transporte. Todo ello ha afectado el equilibrio de la tierra con desmedidas emisiones de gas carbónico. Estas emisiones llegan a ser 35 millones de millones de toneladas de gas carbónico, en el año 2019.

bileo” de la tierra, para conmemorar el establecimiento, hace 50 años, del “Día de la Tierra” y que dará inicio con el Día Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación”. Este es un gran reto para los católicos y para todos los cristianos, esta es una tarea que también otras Iglesias, como la gran Iglesia hermana de Constantinopla, con el Patriarca Bartolomeo han emprendido.

Estos días, entre el 1 de septiembre y el 4 de octubre de 2020, se celebrará el “JUBILEO DE LA TIERRA”, El Santo Padre en este mensaje que que comienza con el Día Mundial de ahora ha escrito para este Jubileo nos Oración por el Cuidado de la Crea- indica una gran enseñanza a partir de ción. El Papa FRANCISCO, desde una frase del libro del Génesis “Dios el inicio de su “Solicivio que era bueno” “El hombre, en tud por todas las Igle(Gen 1, 25), nos ensesias”, como Obispo de todos los confines ña qué es este Jubileo Roma, nos ha invitado de la tierra ha asu- con cinco grandes aca una “Conversión ecotitudes: el Jubileo es un lógica” (Cf. Encíclica mido una actitud tiempo para recordar, de aprovechaLaudato Si’, ns. 5,8, regresar, descansar, 216,221). miento desmedido reparar, y alegrarse.

y desordenado de

El Papa FRANCISCO Tiempo para recornos invita a empeñarnos los recursos de la dar: Que Dios es el tierra”. en esta tarea del cuidadestino eterno de la do de la creación con creación y haciendo muchas acciones precimemoria de la vocación sas con las cuales evitaremos dañar original de la creación, en el respeto el planeta, alejando la posibilidad de de las obras de Dios y de las relaciodañar la creación de Dios, asumien- nes entre los hombres. do también la conversión de esos pecados (una sociedad de consumo Tiempo para regresar: Para volver desmedida, el uso excesivo del plás- atrás y arrepentirse del daño causado tico, el desperdicio del agua potable, a la creación, rompiendo con Dios. el no reciclar los bienes materiales, la Es el “tiempo para volver a Dios, destrucción de los bosques y la natu- nuestro creador amoroso”. Debemos raleza, el mal uso de la electricidad). pensar en el destino de los bienes de la tierra como “herencia común, un Hace 50 años se estableció en la banquete para compartir con los herhumanidad “El día de la Tierra”, en manos” (n. 2). ambientes ecologistas de los Estados Unidos de América. El Papa FRAN- Tiempo para descansar: Dios esCISCO en el rezo del Angelus, del tableció el reposo del Shabat, el sádía 30 de agosto 2020, nos recordó bado, que los católicos vivimos en que “Celebramos con nuestros her- el Domingo de la resurrección del manos y hermanas, cristianos de di- Señor. De frente al clamor de la creaversas Iglesias y tradiciones el “Ju- ción, ocasionada por el daño ecolóPresidente Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo de la Diócesis de Cúcuta Director Pbro. Diego Eduardo Fonseca Pineda

gico es necesario hacer descansar la tierra. Dice el Papa “hoy necesitamos encontrar estilos de vida equitativos y sostenibles que restituyan a la tierra el descanso que merece, medios de subsistencia suficientes para todos, sin destruir los ecosistemas que nos mantienen” (n. 3). Es necesario redescubrir estilos de vida más sencillos y sostenibles. Hay una gran llamada a evitar aspectos nocivos y nuevas formas de relaciones entre los hombres. Tiempo para reparar: Una invitación a reparar la armonía original de la creación y a sacar las relaciones humanas perjudiciales. Es necesario reparar la enorme deuda ecológica. Propone el Santo Padre asegurar los incentivos para la recuperación de muchas maneras y formas, para mirar el mundo con cariño y sentirlo como propio. Todos los pueblos están siendo invitados a asumir estas tareas. Tiempo para alegrarse: Por la respuesta ecológica, sabiendo que la relación con el Creador puede ser mejor. “Las cosas pueden cambiar” (FRANCISCO, Encíclica Laudato Si’, n. 13). Nos invita el Papa a “crear un mundo más justo, pacífico, sostenible”. Estas reflexiones del Papa FRANCISCO son fundamentales para el tiempo actual, mirando a Jesucristo, el Señor del tiempo y de la historia, que hace nuevas todas las cosas (Apocalipsis 21,5). Tenemos que cambiar y reconocer la importancia de la tierra, de la naturaleza, del jardín maravilloso en el cual nos ha puesto el Creador, y sobre el cual tenemos la gran responsabilidad del cuidado de esta “casa común”. Reflexionemos. ¡Alabado sea Jesucristo!

Administrador Pbro. César Augusto Prato Parra

Pbro. Luis Jesús García Velasco Sem. Héctor Gabriel García Torres

Equipo de Redacción C.S. Isabel Obando

CCDC / Internet

Diseño y diagramación Harold Antonio Castellanos Mojica

Vanguardia Liberal

Fotografía Impresión


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