PPor: Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta.
ara la gloria de Dios y el bien de la Iglesia que amamos, comenzamos el año 2025 con ánimos renovados y un fervor pastoral fortalecido, para llevar a cabo la evangelización en nuestra Diócesis de Cúcuta. Damos gracias a Dios por el trabajo pastoral y el compromiso apostólico de todos nuestros sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, seminaristas, animadores de la evangelización y fieles de cada una de las parroquias e instituciones diocesanas, que hasta el momento se han desgastado dando lo mejor de sí para llevar a todos al encuentro con Jesucristo, respondiendo al llamado de ser testigos del Evangelio por todas partes.
Hemos sido convocados por el Papa Francisco para vivir el Jubileo, un tiempo de gracia del Señor que tiene como lema “Peregrinos de la Esperanza”, que nos ayuda a seguir con alegría el anuncio del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. Para llevar a cabo esta tarea, les garantizo a todos mi oración constante de rodillas frente al Santísimo Sacramento y la celebración diaria de la Eucaristía, con la intención de ayudarles en su crecimiento en la fe, la esperanza y la caridad, para responder al llamado del Señor de ser sus testigos por todos los confines de la tierra: “Ustedes recibirán la fuerza del Espíritu Santo; Él vendrá sobre ustedes para que SEAN MIS TESTIGOS en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los extremos de la tierra” (Hch 1, 8).
Tenemos la certeza de que la fuerza del Espíritu Santo ilumina el trabajo
Peregrinos de la Esperanza
evangelizador en nuestra Diócesis de Cúcuta, que es presencia de Jesucristo en todos los ambientes y lugares, llenando a todos de esperanza: “una esperanza que no defrauda porque, al darnos el Espíritu Santo, Dios ha derramado su amor en nuestros corazones” (Rm 5, 5).
Esta esperanza alivia tantas heridas producidas por el mal y el pecado que generan violencia y muerte en nuestro entorno y en el mundo entero.
El Espíritu Santo, con su presencia constante, es el motor y la fuerza que nos mantiene siempre en pie, con los ojos fijos en el Señor y los pies en la tierra para cumplir con la misión que Dios mismo nos ha confiado. Así lo afirma el Papa Francisco en la Bula de convocación del Jubileo: “En efecto, el Espíritu Santo, con su presencia perenne en el camino de la Iglesia, irradia en los creyentes la luz de la espe- ranza. Él la mantiene encendida como una llama que nunca se apaga, para dar apoyo y vigor a nuestra vida. La esperanza cristiana no engaña ni defrauda porque está fundada en la certeza de que nada ni nadie podrá separarnos nunca del amor divino”.
“Hemos sido convocados por el Papa Francisco para vivir el Jubileo, un tiempo de gracia del Señor que tiene como lema “Peregrinos de la Esperanza”.
Frente a tanta incertidumbre por la que atraviesa el ser humano en el mundo actual, el Jubileo de la Esperanza es un momento de gracia para recibir el perdón de Dios por nuestros pecados y también para fortalecer la centralidad de la vida en Cristo, quien nos sostiene en medio de las dificultades y tribulaciones que
enfrentamos cada día. El Papa Francisco citando la carta a los Romanos nos dice: “¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros o la espada? Pero en todo esto obtenemos una amplia victoria gracias a aquel que nos amó. Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor” (Rm 8, 35.37-39). He aquí por qué esta esperanza no cede ante las dificultades: porque se fundamenta en la fe y se nutre de la caridad; así hace posible que sigamos adelante en la vida”. Tenemos certeza de que con la fuerza del Espíritu Santo mantenemos viva nuestra fe, esperanza y caridad; somos sostenidos para seguir como peregrinos de la esperanza en gracia
a Dios, dando testimonio de Jesucristo en el cumplimiento de nuestra misión y en el trabajo misionero que cada uno realiza aún en medio de sufrimientos y dificultades. Al respecto san Pablo nos anima diciendo: “Por la fe en Cristo hemos llegado a obtener esta situación de gracia en la que vivimos y de la que nos sentimos orgullosos; esperando participar en la gloria de Dios. Y no solo esto: hasta los sufrimientos nos hacen sentir orgullosos; sabiendo que los sufrimientos producen paciencia; la paciencia produce virtud sólida; y esta virtud sólida produce esperanza: una esperanza que no defrauda” (Rm 5, 2-5) y nos mantiene en pie en el combate espiritual para seguir adelante caminando juntos en la gracia de Dios.
Con la fe puesta en el Señor, nos disponemos a caminar este año como peregrinos de la esperanza; abiertos a la gracia del perdón que viene de Dios para vivir en familia y comunidad la caridad cristiana. Este será el fruto maduro de esta peregrinación que realizaremos durante todo el año: anunciar con salida misionera la palabra, el mensaje y la persona de Nuestro Señor Jesucristo cumpliendo con el mandato que nos ha dejado: “Sean mis testigos; vivan la fe” en todos los lugares y ambientes donde compartimos diariamente.
En unión de oraciones, reciban mi bendición.
PRESIDENTE
Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta
Diócesis de Cúcuta inauguró oficialmente el Año Jubilar
Con una procesión y la celebración de la Sagrada Eucaristía, la Iglesia Particular de Cúcuta dio inicio al Año Santo, bajo el lema “Peregrinos de la Esperanza” (Rm 5, 5). Los fieles bautizados aceptaron la invitación de buscar el perdón y renovar su esperanza.
Atendiendo la invitación del Papa Francisco, quien convocó al Jubileo Ordinario 2025 mediante la Bula ‘Spes non confundit’ (La esperanza no defrauda) del 9 de mayo de 2024, el pasado sábado 11 de enero, el señor Obispo, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, acompañado del clero diocesano, diáconos, seminaristas, religiosos, movimientos apostólicos y fieles laicos, comenzó la peregrinación en este camino de esperanza, desde el parque La Victoria, también conocido como parque Colón, frente a la capilla del Ancianato Rudesindo Soto.
Durante la procesión, se realizó la monición de apertura del Año Jubilar en esta Iglesia Particular y se invitó a los fieles bautizados a rezar el Santo
desgarrador, repetía su “sí”, sin perder la esperanza y la confianza en el Señor”.
Seguidamente se celebró la Sagrada Eucaristía, presidida por el Obispo y concelebrada por el Arzobispo emérito de Villavicencio, Monseñor Óscar Urbina Ortega. Monseñor José Libardo explicó cómo cada pecado deja en la persona una culpa y una pena, la primera se borra con el sacramento de la confesión; y la segunda, es una “mancha” más difícil, la cual necesita purificación para poder entrar un día como peregrinos al Cielo.
Durante el mes de enero, los sa cerdotes de la Diócesis de Cú cuta participaron en el retiro es piritual anual, un tiempo dedicado a la renovación de su espiritualidad, fervor pastoral y su ardor misionero.
El retiro, que se realizó en dos grupos — del 14 al 17 de enero con 76 presbíteros, y del 20 al 24 de enero con 57—, tuvo lugar en la Casa de Encuentros Nazaret, de la Arquidiócesis de Nueva Pamplo na, dirigido por fray Víctor Manuel Henao López, de la Orden de Carme litas Descalzos (OCD), quien guio a los participantes, inspirado en el Evangelio de san Juan y la espiritualidad de Teresita del Niño Jesús.
Con el objetivo de configurar los corazones de los sacerdotes con Cristo, fray Víctor Manuel, profundizó en el Evangelio de Juan, porque “invita al sacerdote a configurarse en esa experiencia de amor y fe con Jesús”; por su parte, Santa Teresita “insiste en el acompañamiento espiritual necesario para este
La Iglesia Católica concede momentos especiales de gracia, en los cuales se pueden cancelar las culpas y las penas. Monseñor asegura que el Año Jubilar es un regalo de Dios, porque se puede obtener la indulgencia plenaria para “limpiar los corazones”.
El domingo 12 de enero, en los siete templos jubilares la Diócesis, también se dio inicio a este tiempo especial de fe y esperanza.
Sacerdotes de la Diócesis de Cúcuta alcanzan indulgencia plenaria
oración desde la Catedral Santa Clara, en Pamplona, hasta el templo jubilar del
por el Papa Francisco. Monseñor José Libardo destacó la importancia de este acto de fe como expresión de caridad hacia el prójimo y de esperanza en la vida eterna.
El retiro permite a los sacerdotes detenerse en medio de sus responsabilidades pastorales para profundizar en su vocación y fortalecer su relación con Dios, animados por las enseñanzas de santa Teresita, de encontrar a Dios en los pequeños gestos y renovar su entrega en el ministerio sacerdotal.
“Es un caminar en el Espíritu, un llenarse de Dios para renovar la fe, el ministerio y la consagración”, afirmó Fray Víctor Manuel al cierre de las jornadas. Con este retiro, los sacerdotes regresan fortalecidos en su misión, iluminados por la gracia del Jubileo y preparados para continuar anunciando el Evangelio.
do Garcés Monsalve, peregrinaron
Esta peregrinación permitió al clero diocesano alcanzar la indulgencia plenaria, siguiendo las condiciones establecidas
El pasado martes 14 de enero, la Diócesis de Cúcuta a través de sus redes sociales dio a co nocer el fallecimiento del presbíte ro Onofre Peñaranda Peñaranda quien este 21 de enero cumpliría 59 años de ministerio. Después de va rios días de encontrarse internado en la clínica San José, y de estar lu chando con un cáncer de páncreas, sucedió este lamentable hecho.
La Eucaristía de exequias se celebró el 15 de enero en la Catedral San José, presidida por el Obispo de la Diócesis, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, con la presencia de sacerdotes, diáconos, seminaris tas, fieles bautizados, amigos y fa miliares del padre Onofre, quienes se unieron en oración por su eterno descanso.
En su homilía, Monseñor destacó la importancia de esta celebración en un templo designado como jubilar para el Año Santo: “Los invito a ganar la indulgencia plenaria, aplicándola por nuestro hermano Onofre. Esta obra de caridad permitirá que sus penas sean purificadas, llevándolo a la Gloria de Dios”. De esta manera, y cumpliendo con las demás indicaciones (orar por el Papa Francisco, confesar los pecados y comulgar), cada fiel bautizado ganó en este día la indulgencia y pudo ofrecerla por el presbítero Peñaranda.
Biografía del padre Onofre
Peñaranda Peñaranda
El sacerdote Onofre Peñaranda Peñaranda nació el 11 de enero de 1938 en Bucarasica (Norte de Santander), en el seno de una familia numerosa, compuesta por 13 hijos, entre ellos, el recordado presbítero Reyes de Jesús Peñaranda Peñaranda (QEPD). Sus padres, Eladio Peñaranda y María Antonia Peñaranda, le inculcaron valores de fe y el amor por servir. Desde joven mostró interés por el sacerdocio, ingresando al Seminario Menor de
La noche de velitas ilumina a los cristianos católicos el camino para llegar al Señor a través de su Madre, María. “Ella fue preservada del pecado original, fue elegida por Dios para ser la
El padre Onofre: Una vida de fe y servicio comunitario
sa el Obispo que así mismo, “nosotros por las que pasamos, debemos aprender de la Santísima Virgen, a hacer y amar la voluntad de Dios”.
La parroquia San Francisco de Asís, se renueva gracias al fruto de “caminar juntos”
Así se hacen las obras en la Iglesia y las obras de
Ver galería
de este momento queda consagra-
Ocaña y completando sus estudios de filosofía y teología en el Seminario Mayor de Santa Marta.
Fue ordenado sacerdote el 21 de enero de 1966, iniciando su vida ministerial en Ocaña, Villacaro y Pailitas (Cesar), para establecerse finalmente en Cúcuta, donde sirvió durante más de 30 años. En sus comunidades parroquiales promovió movimientos apostólicos como la Legión de María, implementó catequesis innovadoras (valiéndose de recursos tecnológicos) y se dedicó con esmero a visitar a los enfermos.
En su interés por las nuevas tecnologías y medios de comunicación, en su servicio, fue pionero en el uso del ‘videobeam’ para proyectar las lecturas durante las Misas, ayudando a que más personas pudieran participar y aprender sobre la Palabra de Dios. En el Carmen de Nazaret, donde estuvo durante seis años, heredó de su hermano el padre Reyes, la emisora, a través de la cual animó el trabajo en el campo, enseñando a las comunidades a aprovechar la tierra, y compartió los frutos de su trabajo con los más necesitados; además, le enseñaba a los jóvenes sobre el cuidado del medio ambien-
Por: Pbro Onofre
Peñaranda, co umnista
La felicidad
Particularmente en navidad y año nuevo son muchos los deseos de felipobres y ricos para cidad
La felicidad es el estado emocional de una persona feliz; es la sensación de bienestar y realización que se experimenta cuando se alcanza las metas, deseos y propósitos; es un momento duradero de satisfacción donde no hay necesidades que apremien, ni sufrimientos que atormenten. La felicidad es una condición subjetiva y relativa. No existen requisitos objetivos para ser felices: dos personas no tienen por qué ser felices por las mismas razones o en las mismas condi-
te y la importancia del trabajo co munitario.
Los apuntes del padre Onofre
Con el tema de las comunicaciones, no se quedó solo en el proyector o la radio comunitaria, para anunciar el Evangelio y promover una cultura de paz; además, fue un apasionado escritor que dedicó más de tres décadas a colaborar con el Periódico diocesano La Verdad, donde sus columnas reflejaron su profundo compromiso con la evangelización, pero a la vez, de forma jocosa, relataba historias y anécdotas, dejando siempre un mensaje para reflexionar. Esta recordada sección se titulaba: Apuntes.
ciones y circunstancias La felicidad es la Hay una sola forma de felicidad en la vida: amar y ser amado La felicidad está dentro de nosotros mismos, antes que hallarla en otro lugar en las cosas naturales, en otras personas o aspiraciones, antes que encontrarla en nuestro propio interior Así que hay que buscarla adentro del corazón de cada ser humano. Lamentablemente nos empeñamos en buscarla fuera de nosotros mismos, empeñándonos en tratar de ser felices en vano No nos damos cuenta que es preciso mirar dentro de sí mismo y allí mismo encontrar todo lo que nos hace falta para sentirnos plenos y rebosantes de felicidad.
Carmen de Nazareth).
Párroco de Santa Rosa de Lima.
Párroco de Santa Mónica. Párroco de Ave María.
Adscrito a la parroquia San Luis Gonzaga (Basílica Menor Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Cúcuta).
Párroco de la Inmaculada Concepción.
Capellán del SENA.
Rector de la Capilla La Milagrosa.
Servicios pastorales
Vicario parroquial de Santa Bárbara, Abrego.
Párroco de San Pedro Apóstol, Villacaro.
Párroco de San José, Convención.
Párroco de Pailitas, Cesar.
Adscrito a la parroquia de San Antonio de Padua, Cúcuta.
Párroco en Nuestra Señora del Carmen (Corregimiento del
El padre Onofre será recordado como un pastor humilde y cercano, que siempre buscó el bien de las almas que acompañó. En este Año Jubilar, la Diócesis invita a todos los fieles a ganar la indulgencia plenaria también por los fieles difuntos, como signo de caridad y esperanza en la vida eterna.
celebraba la Santa Misa, a partir
Edición Nº 115 del Periódico La Verdad del 23 de abril de 1989
Edición Nº 901 del Periódico La Verdad del 19 de diciembre de 2021
Al corte del 23 de enero de 2025, el Puesto de Mando Unificado (PMU) instalado en la ciudad de Cúcuta dio a conocer que, hasta el momento, se han confirmado más de 80 muertos identificados y reconocidos, además de un subregistro de 80 posibles cadáveres. En las cabeceras municipales de Cúcuta, Ocaña y Tibú, se contabilizan aproximadamente 36.139 personas desplazadas del Catatumbo.
Estas cifras forman parte de la ola de violencia que se desató durante el mes de enero y que incluye desapariciones, desplazamientos forzados, asesinatos de firmantes del acuerdo de paz y enfrentamientos armados en la zona.
De igual forma, en su afán por sumar esfuerzos y atender a las familias afectadas, el pasado martes 21 de enero arribaron a la ciudad de Cúcuta los presbíteros Mauricio Alejandro Rey Sepúlveda, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana; y Martín Alberto Sepúlveda Mora, director del departamento de Comunicaciones y Tecnologías de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC); y, junto con el delegado diocesano de Tibú, el presbítero José Trino Rodríguez Rodríguez, y el vicario general de la Diócesis de Cúcuta, William Aguilar Vargas, ofrecieron una rueda
“La violencia engendra más violencia”:
Iglesia Católica colombiana ante el conflicto en el Catatumbo
de prensa a los medios de comunicación regionales para dar a conocer el papel facilitador de la Iglesia Católica e invitar a los fieles bautizados y a la comunidad en general a contribuir para ayudar a las personas desplazadas y aquellas que están en confinamiento en varios municipios del Catatumbo (se prevé que son unas 1.500).
El director de Pastoral Social Nacional ratificó el compromiso de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (ABACO), con quienes se ha trazado una ruta de cooperación para que, desde
En el marco del conflicto armado que se desarrolla en el Catatumbo entre el ELN y las FARC, la Igle-
sia se hace presente para ayudar a las familias que se encuentran en estado de vulnerabilidad y tienen dificultades para
El padre Mauricio Rey exhortó a los grupos armados ilegales involucrados en este conflicto a que “sean sensibles frente a las familias que requieren atención inmediata, para que la Iglesia pueda acercarse junto a la Cruz Roja Colombiana y atenderlos”, afirmó.
Comunicado ante la crisis humanitaria en Colombia
todo el país, se pueda contribuir, sobre todo con alimentos y elementos de higiene. Además, informó que los puntos de recolección en esta zona de frontera se encuentran en la Casa de la Misericordia en Ocaña y en la Fundación Banco Diocesano de Alimentos ‘Monseñor Óscar Urbina Ortega’. El presbítero Mauricio instó a ser generosos permanentemente: “Estamos acompañando, no solo ahora que la situación es grave y difícil… seamos solidarios siempre, trabajemos juntos en la reconstrucción de un país herido”.
poder garantizar el sustento de sus seres queridos.
Por eso, desde la parroquia San Pío X en la ciudadela de Juan Atalaya, el pasado 23 de enero a las 6:00 a.m., salió el primer camión con alimentos, bebidas, café, leche en polvo, ropa, zapatos, implementos de higiene y juguetes; todo esto estuvo organizado a través de la Fundación Banco Diocesano de Alimentos.
Todos estos elementos buscan mitigar un poco el sufrimiento y las necesidades de aquellos que aún se encuentra en Tibú y las poblaciones aledañas; y serán recibidas y distribuidas, directamente por Monseñor Israel Bravo Cortés, en los diferentes albergues
Durante la rueda de prensa desarrollada en Cúcuta, el presbítero Martín Sepúlveda, director del departamento de Comunicaciones de la CEC, leyó el comunicado emitido por los Obispos católicos del país, en el que expresan su profunda angustia ante las manifestaciones de violencia que “agudizan el sufrimiento de niños, mujeres y personas en estado de indefensión, desgarrando el tejido social y humano, y abriendo nuevas heridas a la nación”.
Los Obispos señalan que “la violencia engendra más violencia”, por lo que piden a los actores armados cesar las hostilidades y respetar el Derecho Internacional Humanitario.
Descargue aquí el comunicado completo
que se encuentran en diferentes puntos del casco urbano y rural.
Este domingo 26 se busca que las personas se acerquen a las 112 parroquias de la Diócesis de Cúcuta y realicen donaciones, para que en conjunto con lo que la Iglesia a nivel nacional hará llegar, se pueda enviar una cantidad aún mayor de mercado e implementos de aseo que sirvan de apoyo a nuestros hermanos necesitados del Catatumbo.
De izq. a der.: Pbro. William Aguilar; pbro. Mauricio Rey; pbro. Martín Sepúlveda; y pbro. José Trino
VI Domingo de la Palabra de Dios
“Espero en tu Palabra” (Sal 119, 74)
Por: Animación Bíblica de la Pastoral de la Diócesis de Cúcuta
¿Sabías que…
El Papa Francisco instituyó un domingo dedicado a la Palabra de Dios? Este día, “un domingo completamente dedicado a la Palabra de Dios, para comprender la riqueza inagotable que proviene de ese diálogo constante de Dios con su pueblo”, fue establecido por el Papa en su Carta Apostólica en forma de Motu Proprio, ‘Aperuit Illis’, el 30 de septiembre de 2019.
¿Para qué se instituyó?
El Papa Francisco lo hizo “para que la Iglesia reviva el gesto del Resucitado que abre también para nosotros el tesoro de su Palabra, para que podamos anunciar por todo el mundo esa riqueza inagotable” (AI 2).
¿Cuándo se celebra?
Cada tercer domingo del Tiempo Ordinario. Sin embargo, el día dedicado a la Biblia no debe ser “una vez al año”, sino una vez para todo el año (AI 8). Por esta razón, se hace memoria de esta gran celebración el tercer domingo de cada mes, es decir, el 26 de enero en este 2025.
En ‘Aperuit Illis’, el Papa recuerda el pasaje de Lucas 24, 45: “Les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras” (mensaje que inspira el título de esta Carta, que, se enfoca en la frase “les abrió”), es este gesto del Resucitado, lo fundamental para los creyentes, ya que revela el sentido del misterio pascual y promete el Espíritu Santo, quien dará la fuerza necesaria para ser testigos del misterio de salvación. La relación entre el Resucitado, la comunidad de creyentes y la Sagrada Escritura,
es esencial para la identidad cristiana. Sin la guía del Señor, es imposible comprender plenamente las Escrituras; al mismo tiempo, sin Ellas, los momentos de la misión de Jesús y su Iglesia se vuelven indescifrables.
San Jerónimo acertadamente expresó: “La ignorancia de las Escrituras es ignorancia de Cristo” (In Is., Prólogo: PL 24, 17). Entonces, este tercer domingo del Tiempo Ordinario, debe dedicarse a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios. Durante las celebraciones eucarísticas, se debe entronizar el Texto Sagrado. Las parroquias en la Diócesis de Cúcuta han seguido esta invitación, práctica que se alinea con las recomendaciones del Papa Benedicto XVI en su Exhortación Apostólica ‘Verbum Domini’, donde se sugiere que los templos destinen un lugar visible y honorífico para la Sagrada Escritura. Además, se anima a algunos fieles a prepararse como verdaderos anunciadores de la Palabra.
El Papa Francisco ha señalado que “la Biblia, por tanto, en cuanto Sagrada Escritura, habla de Cristo y lo anuncia como aquel que debe soportar los sufrimientos para entrar en la gloria” (cf. Lc 24,26), porque la Muerte y Resurrección de Jesús son incomprensibles sin las Escrituras. Una antigua confesión de fe resalta que Cristo “murió por nuestros pecados… fue sepultado y resucitó al tercer día” (cf. 1 Co 15, 3-5). Esto
demuestra que las Escrituras no solo hablan de Cristo, sino que también son fundamentales para entender su misión. El vínculo entre la Sagrada Escritura y la fe es profundo. La fe proviene de escuchar y esta escucha está centrada en la palabra de Cristo (cf. Rm 10, 17). Por lo tanto, es urgente que los creyentes dediquen tiempo a escuchar la Palabra del Señor tanto en acción litúrgica como en oración y reflexión personal.
En esta Iglesia Particular de Cúcuta, se han implementado espacios de formación bíblica permanente para niños, jóvenes y adultos, desarrollada en las instalaciones del Seminario Menor, todos los sábados. También se están distribuyendo cartillas bíblicas anualmente en las parroquias comprometidas con esta misión. Este año se enfocarán en el Evangelio de san Lucas, para fomentar un encuentro personal y comunitario con Cristo.
El Sumo Pontífice insiste en que se mantenga una relación cercana con las Escrituras y con el Resucitado, porque “sin esta familiaridad, los corazones permanecen fríos y los ojos cerrados ante las verdades divinas”. Para este año 2025, el lema escogido para celebrar el Domingo de la Palabra de Dios está tomado del libro de los Salmos: “Espero en tu Palabra” (Sal 119, 74).
Por otra parte, el lema diocesano: “Sean mis testigos” (Hch 1,8), invita a todos a conocer, orar y vivir la Palabra de Dios, para anunciarla con testimonio. La misión de anunciarla es responsabilidad de todos los discípulos de Jesucristo como consecuencia del Bautismo. Cada creyente debe despertar esta conciencia dentro de su familia, parroquia o comunidad. La Iglesia es misionera en su totalidad; cada uno está llamado a contribuir al anuncio cristiano desde su realidad.
La celebración del Domingo de la Palabra de Dios no solo representa un momento litúrgico importante; es una invitación a profundizar en el conocimiento y vivencia de las Sagradas Escrituras como fundamento esencial para toda vida cristiana.
JUBILEO DE LA ESPERANZA
"La esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado" (Rm 5, 5)
DEL JUBILEO
(PAPA FRANCISCO)
Padre que estás en el Cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino. Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y la paz de nuestro Redentor. A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos. Amén.
Reconociendo que la vida está llena de pruebas y sufrimientos, san Pablo enseña que "la tribulación
La realidad del sufrimiento y la paciencia
El cristiano está llamado a ayudar a quienes sufren pobreza, soledad y exclusión, porque es allí donde Jesús espera que “seamos constructores de puentes”, el Papa señala que, desde la Iglesia se debe dar testimonio e invitar a la reconciliación y la paz entre los pueblos.
La Iglesia, testigo de esperanza
El Obispo de Roma recuerda que la esperanza reside en el corazón de cada persona como un deseo de bien, aunque a menudo se enfrenta a sentimientos de desconfianza y pesimismo. El Papa invita a los fieles a dejarse guiar por la Palabra de Dios, que ofrece razones para confiar en un futuro mejor.
La vida cristiana es un camino que necesita momentos fuertes para fortalecer la esperanza. La peregrinación es presentada como un símbolo importante del Jubileo; caminar hacia un destino sagrado permite redescubrir el valor del esfuerzo y el silencio. Roma, como sede del cristianismo, será el destino principal, pero el Papa Francisco anima a las Diócesis a organizar celebraciones locales que permitan la participación de todos. La Cruz, fundamento de la esperanza El Sumo Pontífice afirma que la esperanza nace del amor y está arraigada en el sacrificio de Cristo. Esta esperanza se manifiesta en la vida de fe que comienza con el Bautismo y se nutre continuamente por la acción del Espíritu Santo. La certeza del amor divino es lo que permite a los creyentes enfrentar las
PARROQUIA SAN MARTÍN DE SARDINATA CL. 7A #6-14, SARDINATA
PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LOURDES (LOURDES) FRENTE AL PARQUE PRINCIPAL
Su Santidad explica que, un Año Santo es un tiempo especial de gracia, conversión y reconciliación. Desde su institución en el año 1300, se invita al pueblo de Dios a intensificar la oración, renovar la fe y vivir con mayor profundidad la caridad. El camino de la esperanza
El Papa Francisco ha convocado a toda la Iglesia a vivir el Jubileo 2025 bajo el lema “La esperanza no defrauda” (Rm 5, 5). En su Bula de Convocación , establece la intención espiritual y pastoral de celebrar este Año Santo, cuyo centro es la esperanza cristiana , que se necesita cuando se siente temor, desaliento y/o hay incertidumbre en medio de tantas realidades personales; y es precisamente este, el momento de ir al encuentro vivo y personal con Jesucristo, "Puerta" de salvación (cf. Jn 10, 7.9).
El sacramento de la reconciliación es un encuentro transformador con la misericordia de Dios. Este Jubileo es la oportunidad para experimentar su perdón y sembrar en cada corazón ese mismo perdón hacia los demás, sanando las heridas que atan y no dejan avanzar en el camino de la fe; dice el Papa que “no hay mejor manera de conocer a Dios que dejándonos reconciliar con Él ”(cf. 2 Co 5,20). La peregrinación, símbolo del camino interior
produce constancia" (Rm 5, 3). El Papa Francisco resalta que estos momentos difíciles son parte del camino cristiano y deben ser afrontados con paciencia. La paciencia es esencial para vivir en armonía con sí mismo y con los demás, especialmente en esta agitada era. El perdón como camino de esperanza
BULA DE
PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO (VILLA DEL ROSARIO) CL. 6 # 7-37, BARRIO CENTRO, VILLA DEL ROSARIO
PARROQUIA SANTOS APÓSTOLES CL. 5 # 3A-12, BARRIO CHAPINERO
9 # 8-75, BARRIO EL LLANO
CATEDRAL SAN JOSÉ AV. 5 # 10-73, BARRIO EL CENTRO PARROQUIA SAN ANTONIO DE PADUA (CÚCUTA)
PARROQUIA SAN FRANCISCO DE ASÍS 15E # 8AN60, BARRIO CIUDAD JARDÍN
BASÍLICA MENOR NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ, CÚCUTA AV. 3 # 13-85, BARRIO SAN LUIS
adversidades sin perder la fe.
María, Madre de la esperanza
Escanea el código QR para leer la Bula completa
En esta Bula, el sucesor de Pedro presenta a la Virgen María como modelo de fe y esperanza. Ella, que confió plenamente en el plan de Dios, aun después de escuchar a Siméon en el templo: "Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón" (Lc 2, 34-35). Ella acompaña a la Iglesia en este camino jubilar, intercediendo por sus hijos.
JUBILAR ? CÓMO GANAR LA INDULGENCIA
JUBILEO ? QUÉ ES EL ¿
peregrinos jubilares para esta Iglesia Particular, considerando la Bula de Convocación del Papa Francisco ‘Spes non confundit’.
El Obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, estableció por medio del decreto n.° 85 de 26 de noviembre de 2024, cuáles son los templos
peregrinaciones hacia Roma, especialmente hacia las tumbas de los Apóstoles Pedro y Pablo. Durante el Jubileo, la Iglesia ofrece la oportunidad de recibir indulgencias , que son un medio para obtener el perdón de los pecados y la purificación del alma. Este acto de gracia permite a los creyentes liberarse de las consecuencias temporales del pecado y renacer en su vida espiritual. El Papa Francisco ha enfatizado que el Jubileo es un momento propicio para redescubrir la misericordia divina y compartirla con los demás. Es una invitación a la conversión personal y comunitaria . Se anima a los fieles a participar en actos de penitencia, oración y obras de caridad. Estas acciones ayudan a fortalecer la fe y a cultivar un sentido de unidad entre los miembros de la Iglesia. La celebración del Jubileo también incluye peregrinaciones a lugares sagrados, donde los fieles pueden vivir experiencias significativas que alimenten su vida espiritual. Para este año, el lema “Peregrinos de la esperanza”, enmarca esta virtud teologal como un regalo divino que permite a las personas
El Jubileo es un evento especial en la Iglesia Católica que se celebra cada 25 años , aunque también existen jubileos extraordinarios que pueden convocarse en momentos específicos. Su origen se describe en la Biblia como un tiempo de perdón, renovación y reconciliación . Dice que debía ser convocado cada 50 años, porque era el año ‘extra’, debía vivirse cada siete semanas (cfr. Lv 25, 8 13). Aunque era difícil de realizar, se proponía como la ocasión para restablecer la correcta relación con Dios, con las personas y con la Creación, y conllevaba el perdón de las deudas, la restitución de terrenos enajenados y el descanso de la tierra. En este contexto, el Jubileo invita a los fieles a experimentar una profunda transformación espiritual y a acercarse más a Dios. El primer Jubileo cristiano fue convocado por el Papa Bonifacio VIII en el año 1300, marcando un hito en la historia de la Iglesia. Esta decisión se tomó en respuesta a la petición de una multitud de romanos que deseaban celebrar el inicio de un nuevo siglo. Desde entonces, los Jubileos han adquirido una nueva dimensión, convirtiéndose en momentos de gran fervor espiritual y
Confesarse sacramentalmente, recibir la Sagrada Comunión y orar por las intenciones del Papa. (Credo, Padrenuestro, Avemaría y Gloria).
Participar en la peregrinación a uno de los templos jubilares designados por la Diócesis. (Ver pág. 7)
Realizar obras de misericordia y vivir momentos de adoración al Santísimo Sacramento.
Vivir estos actos con una actitud de conversión sincera y desapego total del pecado.
Convocado por León XIII, este Jubileo enfatizó la importancia del compromiso social y espiritual en un mundo cambiante.
y GUERRA1850
El Papa Gregorio XIII reformó las normas jubilares, estableciendo que los jubileos se celebrarían cada 25 años.
Las celebraciones fueron interrumpidas debido a las guerras napoleónicas. No obstante, se reanudaron en 1875 tras la anexión de Roma al Reino de Italia.
Convocado por Alejandro VI, atrajo a numerosos peregrinos y consolidó la práctica del Jubileo ordinario.
En el Pontificado de Sixto IV, se estableció un ciclo jubilar ordinario cada 25 años.
1475 PRIMER JUBILEO ORDINARIO
1342 REDUCCIÓN DEL CICLO
AÑOS JUBILARES
El Papa Clemente VI redujo el ciclo jubilar de 100 a 50 años, facilitando el acceso a esta gracia.
Convocado por el Papa Bonifacio VIII, estableció el Jubileo como un tiempo de perdón y peregrinación a Roma.
1300 PRIMER JUBILEO
AÑOS JUBILARES
enfrentar las adversidades con confianza. El Papa invita a todos los creyentes a abrir sus corazones al amor de Dios y a ser portadores de esperanza en sus comunidades. La importancia del Jubileo en la vida de la Iglesia El Jubileo también tiene un impacto significativo en la vida de la Iglesia como institución. Proporciona una oportunidad para reflexionar sobre el camino recorrido y para
establecer nuevas metas en la misión evangelizadora. Es un momento para fortalecer los vínculos entre las diferentes comunidades cristianas y promover la unidad en la diversidad. En conclusión, el Jubileo es una celebración que invita a todos los fieles a experimentar un tiempo de gracia, perdón y renovación espiritual. Es una ocasión para profundizar en la relación con Dios, vivir en comunidad y ser agentes de cambio positivo en el mundo.
Ancla: Metáfora de esperanza , que estabiliza en tiempos de tormenta. El camino del peregrino es una experiencia comunitaria, donde el dinamismo se dirige hacia la cruz, que se inclina hacia la humanidad, ofreciendo certeza y seguridad. El lema del Jubileo 2025, Peregrinos de la Esperanza se destaca en color verde, enfatizando el mensaje central de esperanza.
Olas: Indican que la peregrinación de la vida no siempre pasa “por aguas” tranquilas.
Cruz: Signo de fe y esperanza, especialmente en momentos difíciles.
Convocado por el Papa Francisco con motivo del quincuagésimo aniversario del Concilio Vaticano II. Comenzó el 8 de diciembre de 2015 y concluyó el 20 de noviembre de 2016. Este año se centró en vivir y compartir la misericordia divina.
2000 GRAN JUBILEO DEL AÑO 2000
2015 JUBILEO EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA
Convocado por san Juan Pablo II, para celebrar el nuevo milenio con énfasis en la misericordia y el perdón. en un abrazo que simboliza la solidaridad y fraternidad entre los
El Papa Pío XII convocó este Jubileo para promover la paz y la reconciliación después de la Segunda Guerra Mundial.
1950 AÑO SANTO DE LA MISERICORDIA
1975 1983
FEBRERO
APor: Pbro. Helí Peñaranda Celis, magíster en ciencias de la familia; párroco de Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma y delegado diocesano de pastoral familiar.
l iniciar el mes de febrero, que tendrá como lema “Iluminen su familia”, se presenta una gran oportunidad para reflexionar sobre nuestras familias y colocarlas en oración. Este es un tiempo propicio para examinar nuestro entorno familiar y comprometernos a proteger, custodiar, defender y cuidar la vida humana y el núcleo familiar que conformamos, así como el de los demás.
En este año que celebramos el Jubileo de la Esperanza, es fundamental esforzarse para que la familia sea el centro y núcleo de la Iglesia y del mundo, desempeñando un papel decisivo y valioso como centro de evangelización. El Papa Francisco nos recuerda que “ante las familias, y en medio de ellas, debe volver a resonar siempre el primer anuncio, que es ‘lo más bello, lo más grande, lo más atractivo y al mismo tiempo lo más necesario’, y ‘debe ocupar el centro de la actividad evangelizadora’. Es el anuncio principal, ‘ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra’” (Amoris Laetitia, #58).
En un mundo donde los valores
familiares han ido decayendo, es necesario fijar la mirada en la familia como núcleo, como centro de la fe y de la vivencia cristiana. Todos los miembros de la familia deben buscar la felicidad en el hogar, apoyándose en Nuestro Señor Jesucristo y colocándolo como centro de la vida matrimonial. Al tener al Señor como referencia de vida cristiana, se puede tener la seguridad de que cada hogar tendrá éxito en su unidad.
Este caminar familiar al lado de Jesucristo debe estar fundamentado en la oración, como lo hicieron Simeón y Ana, quienes colmaron su esperanza al ver y contemplar al Mesías. También debe basarse en la misericordia, el arrepentimiento y el perdón como medios para sanar las heridas dejadas por el pecado, sustentados en el amor que todo lo perdona y fortalece.
Sean mis TESTIGOS
ILUMINEN SU FAMILIA
(Lc 11, 34)
Fiesta de la Presentación del Señor
gurarse a la luz de este anuncio de amor y ternura, para no convertirse en una mera defensa de una doctrina fría y sin vida. Porque tampoco el misterio de la familia cristiana puede entenderse plenamente si no es a la luz del infinito amor del Padre, que se manifestó en Cristo, quien se entregó hasta el fin y vive entre nosotros. Por eso quiero contemplar a Cristo vivo presente en tantas historias de amor e invocar el fuego del Espíritu sobre todas las familias del mundo” (AL #59).
“Este es un tiempo propicio para examinar nuestro entorno familiar y comprometernos a proteger, custodiar, defender y cuidar la vida humana y el núcleo familiar”.
Cada familia debe crear vínculos cada día más fuertes entre sus miembros, comprometiéndose a ser testigos de vida cristiana a partir de su vida sacramental. Esta vida sacramental abre la puerta a la santificación del matrimonio y al amor que se profesan. “Nuestra enseñanza sobre el matrimonio y la familia no puede dejar de inspirarse y transfi-
Que cada familia y sus miembros perciban la bendición de Dios a través de este sacramento y de la Eucaristía; estos deben ser la fuerza necesaria para afrontar cada desafío, obstáculo o proyecto que se presente. De esta manera, serán quienes iluminen sus familias y sus vidas. Además, ayudarán a que otras familias que perciban su testimonio se sientan llamadas a ser guía y luz para aquellos que atraviesan momentos difíciles o desánimo; aquellos que han perdido sus esperanzas ante las luchas diarias podrán sentir que el matrimonio es una bendición donde la donación y entrega fortalecen su vida familiar.
En el numeral 72 de la Exhortación Apostólica ‘Amoris Laetitia’,
el Papa explica: El sacramento del matrimonio no es una convención social ni un rito vacío; es un don para la santificación y salvación de los esposos. “Su recíproca pertenencia es representación real, mediante el signo sacramental, de la misma relación de Cristo con la Iglesia. Los esposos son por tanto el recuerdo permanente para la Iglesia de lo que acaeció en la cruz; son uno para el otro y para los hijos testigos de la salvación, de la cual el sacramento les hace partícipes” El matrimonio es una vocación; es una respuesta al llamado específico a vivir el amor conyugal como signo imperfecto del amor entre Cristo y la Iglesia. Por lo tanto, la decisión de casarse y crear una familia debe ser fruto de un discernimiento vocacional.
El lema del mes, iluminado además, por el capítulo 11 y versículo 34 del Evangelio de san Lucas, nos invita a purificar nuestros corazones, a ser conscientes de cómo nuestras acciones definen si nuestra vida se ilumina o por el contrario, permanece en tinieblas.
Las familias deben dejarse iluminar por Cristo; Él debe ser su fortaleza, ánimo y esperanza ante toda adversidad. Así serán iluminadas para ser una familia, Iglesia doméstica y sacramento de unidad.
La misión esencial de la Iglesia, encomendada por Cristo, es la evangelización, la proclamación del Reino de Dios y el llamado a la conversión. Así está contemplado desde su inicio: “Así pues, los once discípulos fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al ver a Jesús, le adoraron, aunque algunos dudaban. Jesús se acercó a ellos y les dijo: Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan mis discípulos a todos los habitantes del mundo; bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y enséñeles a cumplir todo lo que les he mandado. Y saben que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” 20).
La Iglesia vive para evangelizar y evangeliza para vivir. Este mensa je, basado en las palabras de Jesús: “Ha llegado el tiempo, y el Reino de Dios está cerca. Vuelvan a Dios y acepten con fe sus buenas noticias” (Mc 1, 15), sigue siendo el mismo: invitar a las personas a acercarse a Dios y a transformar sus vidas.
La Iglesia existe para evangelizar
I PARTE
Retos y renovación
En el contexto actual, la Iglesia enfrenta grandes desafíos que la impulsan a renovarse bajo la guía del Espíritu Santo. Estos retos, aunque a veces paralizantes, no superan su misión. La centralidad de Jesucristo permanece firme, y la Iglesia se fortalece con su poder. La conversión, entendida como un retorno a Dios y un cambio de mentalidad, es el primer paso para este proceso transformador. Este llamado incluye la conversión personal, pastoral y estructural, promoviendo comunidades de discípulos misioneros.
Inspirados en el mandamiento del amor (cfr. Jn 13, 35), hoy más que nunca es urgente mostrar la comunión eclesial y la santidad. La programación pastoral debe enfocarse en el amor y la solidaridad, y para ello, es necesario un cambio de enfoque hacia una misión comunitaria y evangelizadora. Este enfoque busca renovar la vida de las comunida-
nera que renueve la vivencia de la fe como un don de Dios. La misión no es un acto de proselitismo, sino de diálogo, acogida y respeto por las personas, imitando al Buen Pastor.
El mandato de Cristo de propagar la fe (Mt 28, 19-20) implica mostrar a las personas la auténtica verdad de su vocación humana y cristiana. Este llamado requiere que los evangelizadores estén formados no solo en conocimientos, sino también en la vivencia del Evangelio. La evangelización transforma tanto al mensajero como a quienes reciben el mensaje.
des, centrando toda acción en Jesucristo y en su Evangelio.
Procesos pastorales:
Un camino gradual
La evangelización es un proceso continuo, que está ilustrado en las parábolas de la semilla (Mc 4, 2629). Este camino requiere etapas sucesivas: siembra, germinación, crecimiento, maduración y cosecha. La Iglesia promueve acciones planeadas y programadas que prioricen los procesos pastorales sobre actividades aisladas. El PEIP (Proceso de Evangelización e Iniciación Permanente) es clave en este enfoque y consta de tres etapas:
1. Anuncio misionero: Llamada inicial a la fe y conversión.
2. Iniciación cristiana: Formación básica en la fe y estructuración de la conversión.
3. Formación permanente: Acompañamiento continuo en la vida cristiana.
La implementación de estas acciones requiere virtudes fundamentales como la oración, el discernimiento y la perseverancia, además de una planeación inspirada en la comunión y participación. Siguiendo el principio de “procesualidad”, estas acciones buscan transformar vidas y comunidades en orden a un mundo más justo y solidario.
Enfoque misionero
El enfoque misionero nace de una espiritualidad profundamente arraigada en la misión. Hoy, muchos cristianos han perdido el entusiasmo por la misión. Por ello, es fundamental una fuerte animación misio-
La Iglesia reconoce que la salvación no es individual, sino comunitaria: “fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros” (Lumen Gentium #9). En este sentido, el doble mandamiento del amor manifestado en el Evangelio de san Mateo 22, 37-40: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.’ Este es el más importante y el primero de los mandamientos. Y el segundo es parecido a este: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo.’ De estos dos mandamientos pende toda la ley de Moisés y las enseñanzas de los profetas.” es central en cualquier planeación pastoral. Este amor debe manifestarse también en acciones concretas de caridad y solidaridad, iluminadas por la Doctrina Social de la Iglesia.
El PEIP busca fortalecer la espiritualidad misionera y comunitaria en las parroquias y diócesis, promoviendo un auténtico ardor de santidad en quienes participan en esta misión. La eficacia de estas acciones no depende únicamente de la organización, sino de la unión con Cristo, quien es el Camino, la Verdad y la Vida (cf. Jn 14, 6).
Compromiso con la comunidad
Las Clarisas dejándolo todo, siguen a Quien es todo
EPor:
Leidy
Patricia Moreno Villamizar, comunicadora social
n el corazón del barrio Circun valación, en la comuna 10 de la ciudad de San José de Cúcuta, se encuentra el monasterio Ave María de la Orden de Santa Clara, un lugar de oración y contemplación que du rante 68 años ha mantenido encendida la llama del Sagrario. Esta comunidad, fundada en 1957 por diez hermanas provenientes del Monasterio de Pam plona, hoy alberga a 13 religiosas de dicadas a la vida consagrada.
La Orden de Santa Clara da en 1212 en Asís (Italia) por santa Clara, discípula de un carisma centrado en la oración y la vida contemplativa. Esta herencia es piritual llegó a Cúcuta como respuesta a la necesidad de extender la comu nidad y establecer un nuevo claustro que, a pesar de desafíos como el anun ciado cierre en 2018, se ha mantenido fiel a su misión gracias al apoyo de la Diócesis y al celo de sus religiosas.
Con sentimientos encontrados, entre nostalgia y alegría, la hermana Nancy Esmeralda de la Santísima Trinidad cuenta cómo en aquella ocasión la Diócesis apeló ante la Santa Sede la decisión de cerrar el Monasterio; gracias a la intervención de Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, en su momento, Obispo de esta Iglesia Particular, fueron enviadas la Madre Abadesa y la Vicaria, evitando cerrar sus puertas.
La hermana Nancy recuerda este momento como una “noche de fe” superada por la gracia de Dios: “Cerrar un monasterio de vida contemplativa es apagar una lámpara. Nuestra vida es ser lámparas a los pies de Jesús”. Desde 2020, nuevas vocaciones han renovado esta comunidad, marcando un hito tras casi 30 años sin ingresos vocacionales.
ahorros Bancolombia n.º 5900000490, donaciones en el locutorio o el buzón ubicado en el monasterio (avenida 13 # 17-30 Circunvalación).
basada en la oración, la humildad y el servicio fraterno.
* Remodelar los locutorios
* Remodelar la enfermería
* Cambiar las rejas de la capilla
* Arreglar la puerta principal
* Remodelar la lavandería
* Construir el Noviciado
* Arreglar los jardines
* Construir la casa de Nazareth
Actualmente, las religiosas trabajan en la remodelación del área de talleres; en un esfuerzo por honrar la memoria de nuestros seres queridos, se proyecta la construcción de osarios en el monasterio. Estos espacios sagrados ofrecerán a las familias un lugar de custodia donde podrán depositar los restos de sus seres queridos, creando así un vínculo eterno con su legado. Además, esta iniciativa permitirá contribuir a las obras de infraestructura del monasterio, transformando este lugar en un refugio de paz y reflexión para todos.Teniendo como proveedor a Dios por medio de san José, la hermana Esmeralda
Dada la misión de la comunidad, solo existe una línea telefónica dispuesta para atender a los fieles bautizados: 301 372 1656, disponible de 9:30 a.m. a 10:50 a.m. y de 3:15 p.m. a 4:30 p.m. Solo fueron fijados estos horarios, teniendo en cuenta las extensos momentos de oración y contemplación.
Un llamado a la vida consagrada
La vida contemplativa consiste en buscar todos los días el rostro de Dios por medio de la oración y la adoración. Su espiritualidad, humildad, la vida fraterna y compromiso con la humanidad son los principales pilares de estas religiosas que abren sus puertas a jóvenes con inquietudes vocacionales, invitándolas a vivir una experiencia de discernimiento.
La experiencia consiste en vivir un día con ellas para que, al compartir 24 horas con la comunidad, adquiera conocimiento de sí misma, conoci-
Las interesadas, entre 17 y 35 años, pueden acercarse al monasterio (con el consentimiento de sus familias, si son menores de edad), allí serán acompañadas en su discernimiento vocacional. Si se es mayor, también puede acercarse al monasterio y allí se le indicará los pasos a seguir, de acuerdo a su realidad.
Una vez superada esta primera etapa, la experiencia en fraternidad se puede prolongar entre cinco y ocho días, para afianzar su llamado y su vocación, de tal manera, que en su ancianidad puedan decir con entusiasmo, las mismas palabras de la hermana Ángela de san Francisco: “52 años de vida consagrada y parece que hubiese ingresado ayer”.
Una herencia
El encuentro con Cristo y con el reino de Dios, anunciadores del amor divino
Por: Sem. Jordan Mauricio Flórez Arciniegas, II de discipulado.
Queridos niños, nuestra vida cristiana se fundamenta en Cristo, y vamos caminando al encuentro con Él, pero también en nuestra cotidianidad vivimos el encuentro con nuestros hermanos, de este modo amados niños, vamos experimentando el amor de Dios en nuestra vida. Somos amados por Dios lo hemos venido manifestando en cada una de nuestras catequesis, ese mismo amor del que somos partícipes lo debemos compartir con los demás, ya que somos imagen y semejanza de Dios, es decir, vivimos el amor Divino y lo anunciamos como misioneros.
El encuentro con Cristo lo vivimos a diario, al compartir con mis hermanos, al estar en salida misionera, y aún más importante en la Sagrada Eucaristía que es el encuentro intimo con el Hijo de Dios que es Jesucristo. Cristo se nos ha revelado y establece el Reino en medio de nosotros y cada uno va fraguando y trabajando ese Reino que Cristo comenzó. Muchas veces, podemos pensar que el Reino de Dios está más relacionado con la muerte de alguien, es decir el encuentro final con Dios y muy seguramente lo sea, pero ese mismo Reino se construye con nuestro obrar diario como cristianos aquí en la tierra. Cristo nos ha dejado una tarea muy importante: amarnos unos a otros así como Él nos ama, y dejó pastores para guiarnos, los sacerdotes, nuestro párroco, nuestro vicario parroquial, o de capilla más cercana a nuestro hogar, ellos continúan diariamente con la tarea de formar misioneros y grupos pastorales que sigan instituyendo el Reino. Ellos con amor ardiente viven el amor de Dios y lo comparten con los demás. ¿Quieres hacer parte de esos agentes pastorales que viven en el amor de Dios? ¿Quieres continuar en este proceso misionero?
TAREA: Respondo, ¿qué es el Reino de Dios para mí?
COMPROMISO: Me acerco a mi parroquia o capilla y pregunto qué grupos pastorales hay y me uno a alguno de ellos; no olvides orar esta decisión.
MOMENTO CREATIVO: Pinto con mis colores favoritos el siguiente dibujo, e investigo la cita bíblica que aparece en el mismo.
Las historias de Pepito
Sean mis testigos, participemos en la liturgia
III DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (AÑO C)
26 DE ENERO
“HOY
SE HA CUMPLIDO ESTA ESCRITURA”
(Lc 1, 1-4; 4,14-21)
La primera parte del evangelio de hoy, antes de presentar el discurso programático de Jesús en Nazaret, resume brevemente su actividad evangelizadora. Es una actividad que Él realiza con el poder del Espíritu Santo: su palabra es original, porque revela el significado de las Escrituras; es una palabra con autoridad, porque ordena incluso a los espíritus impuros y ellos obedecen. Jesús es diferente de los maestros de su tiempo: por ejemplo, no abrió una escuela para el estudio de la Ley, sino que va predicando y enseñando por todas partes: en las sinagogas, en las calles, en las casas; Jesús anuncia su perdón como Padre. Luego el texto nos cuenta cómo Jesús acude, como de costumbre, a la sinagoga de Nazaret, su pueblo, donde creció hasta los treinta años. Lo que allí sucede es un acontecimiento importante, que perfila la misión de Jesús. Se levanta para leer la Sagrada Escritura. Abre el rollo del profeta Isaías y toma el pasaje donde está escrito: “el Espíritu del Señor está sobre mí; por eso me ha ungido y me ha enviado a llevar la buena nueva a los pobres”. Luego, tras un momento de silencio lleno de expectación por parte de todos, dice, ante el asombro de
todos: “Hoy se ha cumplido esta Escritura que habéis oído”.
El Papa Francisco comentando este evangelio señala: “Evangelizar, esta es la misión de Jesús, esta es también la misión de la Iglesia, y de cada bautizado en la Iglesia. Ser cristiano y ser misionero son lo mismo, anunciar el Evangelio, con la palabra y, antes aún, con la vida, es el objetivo principal de la comunidad cristiana y de cada uno de sus miembros. Jesús dirige la Buena Nueva a todos, sin excluir a nadie, favoreciendo más bien a quienes son excluidos, los más lejanos, los que sufren, los enfermos, los descartados de sociedad”. Hoy debemos comprometernos a escuchar la palabra y anunciarla siendo misioneros y testigos de esperanza, alegría, paz y solidaridad dondequiera que estemos. También nosotros debemos ser portadores de esperanza y llevar la buena nueva a los pobres, proclamar la libertad de toda forma de esclavitud. Debemos devolver la vista a los ciegos, orando e intercediendo por todos aquellos que se encuentran en diversas necesidades.
IV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (AÑO C)
2 DE FEBRERO
LA PRESENTACIÓN
DEL SEÑOR
(Lc 2, 22 - 40)
La fiesta de la Presentación del Señor, conocida popularmente como la Candelaria, se sitúa como un puente litúrgico que une el gozo de la Navidad con el horizonte pascual. Este misterio ilumina el camino de nuestra fe, recordándonos que la encarnación y la redención son inseparables. En el evangelio de Lucas,
contemplamos a María y a José, obedientes a la Ley de Moisés, presentando a Jesús en el templo. Este gesto, profundamente arraigado en la tradición judía, subraya que el primogénito pertenece a Dios. Sin embargo, en Jesús, este acto adquiere un significado más profundo: Él es el Hijo unigénito del Padre, consa-
grado desde la eternidad para la salvación del mundo.
En el templo aparecen dos figuras aparentemente marginales: Simeón, un hombre justo y piadoso, y Ana, una viuda anciana y profetisa. Ambos, movidos por el Espíritu Santo, reconocen en el Niño a la salvación prometida. Simeón proclama el cántico del Nunc dimittis, una declaración cargada de esperanza y universalidad: “mis ojos han visto tu salvación… luz para alumbrar a las naciones”. Este reconocimiento revela que la salvación ofrecida por Dios no se limita al pueblo de Israel, sino que abraza a toda la humanidad.
La profecía de Simeón a María resuena con una profundidad especial: “Y a ti, una espada te atravesará el alma”. En estas palabras, se vislumbra el misterio de la Pasión de Cristo y la íntima unión de María con su Hijo en su misión redentora. La presentación de Jesús en el templo anuncia la Pascua. El Niño, consagrado a Dios, será la víctima perfecta que se ofrecerá en la cruz para redimir al mundo. En este sacrificio, vemos cómo el amor divino se manifiesta en toda su plenitud. Jesús no evitó el sufrimiento ni la cruz porque su misión era abrazar nuestra fragilidad, transformarla y redimirla.
Sopa de letras
• DOMINGO
• TIEMPO
• ORDINARIO
• PALABRA
• DIOS
• JESÚS
• NAZARET
• EVANGELIO
• ISAÍAS
• ESPÍRITU
• SEÑOR
• POBRES
• PERDÓN
• ESCRITURA
• SALVACIÓN
• CRISTO
• CUMPLIDO
• LUZ
• MISIÓN
Por: Sem. Luis Francisco Salazar Cucaita, estudiante de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma).
Los cursos se realizarán de manera presencial en el SALÓN Mezannine:
(CALLE 11 Nº. 4-26 PISO 2 CENTRO COMERCIAL PLAZA)
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SÁBADOS Y DOMINGOS (Los dos días)
SÁBADOS:
8:00 a.m. - 12:00 m. 2:00 p.m. - 5:00 p.m.
• Febrero 8 Y 9
• Marzo 1 Y 2
• Abril 5 Y 6
• Mayo 3 Y 4
• Junio 7 Y 8
• Julio 5 Y 6
• Agosto 2 Y 3
DOMINGOS: 8:00 a.m. - 12:00 m.
DIURNOS 2025
• Octubre 4 Y 5
• Noviembre 1 Y 2
• Noviembre 29 Y 30
• Septiembre 6 Y 7
NOCTURNOS
LUNES A VIERNES (7:00 P.M. - 9:00 P.M.)
• Febrero 10 AL 14
• Marzo 3 AL 7
• Abril 7 AL 11
• Mayo 5 AL 9
• Julio 7 AL 11
CURSOS
PREMATRIMONIALES
• Agosto 11 AL 15
• Septiembre 8 AL 12
• Octubre 6 AL 10
• Noviembre 10 AL 14
• Noviembre 24 AL 28
RETIROS DE PAREJA
• Primer Retiro: 20 y 30 de marzo
• Segundo Retiro: 25 y 26 de octubre
• Vicaría Rural: 17 y 18 de mayo
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MEJORANDO
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JUBILEO
DE LOS EMPLEADOS DE LAS PARROQUIAS Y DE LA CURIA DIOCESANA