Inicia la Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes 2025
La bendición apostólica es una forma de acompañar a los fieles en su caminar por este mundo, “Los padres siempre buscan lo mejor para sus hijos, y sabían que Jesús actuaba en el nombre de Dios”.
En esta cuaresma, enriquecida por la gracia del Año jubilar, deseo ofrecerles algunas reflexiones. El núcleo del PEIP es Cristo y su Evangelio, sustentado en la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo; ya que su mensaje transforma a las personas y sociedades.
Págs. 7-10
Celebramos el próximo 19 de marzo la solemnidad de San José, patrono de la Iglesia universal de nuestra Diócesis y de varias instituciones de nuestra Iglesia Particular. Ese día viviremos la Eucaristía con el jubileo del Seminario Mayor y Menor. Es una oportunidad para reflexionar sobre las virtudes de San José, que vamos descubriendo cada vez que nos adentramos en su misión de custodio de María y del Niño Jesús. Aquí consideramos a San José como modelo de santidad por la obediencia a la voluntad de Dios, ya que escuchó lo que Dios le pedía y en silencio y con corazón limpio y disponible obedeció al plan de Dios.
Hoy la obediencia es una virtud poco común en la sociedad, porque cada uno quiere defender su autonomía y su deseo de prevalecer con sus propios planes y proyectos. San José obediente a la voluntad de Dios enseña a entregar la vida, aunque no se entienda el alcance de la misión y de lo que Dios pide. Así lo expresa la Palabra de Dios: “El nacimiento de Jesús, el Mesías, fue así: su madre María estaba prometida a José y, antes de vivir juntos, resultó que esperaba un hijo por la acción del Espíritu Santo. José su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió separarse de ella en secreto” (Mt 1, 18 - 19), manifestando aquí la incertidumbre en la que entró San José, pero con la serenidad que proviene de una vida interior contemplativa, pudo escuchar la voz de Dios.
Cuando San José tiene todo decidido y su plan organizado, Dios le
San José modelo de santidad por la obediencia a la Voluntad de Dios
pide que entregue su vida a su voluntad, “Después de tomar esta decisión, el ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas aceptar a María como tu esposa, pues el hijo que espera viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, por- que Él salvará a su pueblo de sus pecados. Cuando José se despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado” (Mt 1, 20 - 24), sin entender obedeció a Dios en actitud contemplativa, orante y silenciosa.
En la Palabra de Dios encontramos a San José como el hombre que no habla, sino que obedece. Con su obediencia lleva adelante las promesas de Dios que garantizan la llegada del Salvador al mundo para liberarnos de la esclavitud del pecado. San José habló más con el silencio que con las palabras, él aceptó la misión que Dios le confió y la cumplió totalmente en una actitud de obediencia sin límites. San José el hombre de la fe y de la obediencia, es modelo en nuestro camino de vida cristiana, que exige de nuestra parte hacer y amar la voluntad de Dios.
vida interior, supo contemplar al Señor y obedecer sus mandatos desde una vida silenciosa. Al respecto San Juan Pablo II en Redemptoris Custos (Custodio del Redentor) afirma: “El clima de silencio que acompaña a todo cuanto concierne a la figura de José se extiende también a su trabajo de carpintero en su casa de Nazaret. Se trata de un silencio que revela de manera especial el perfil interior de esta figura. Los Evangelios hablan exclusivamente de lo que José ‘hizo’, pero permite descubrir en estas ‘acciones’, envueltas en el silencio, un clima de profunda contemplación del misterio de Dios” (RC 25).
“Consideramos a San José como modelo de santidad por la obediencia a la voluntad de Dios, ya que escuchó lo que Dios le pedía”.
San José con fe firme nos enseña a escuchar la voz de Dios, con la disposición de la obediencia a su voluntad, con docilidad a su Palabra. La misión que se le confiaba no era fácil de entender en el momento, sin embargo con la simplicidad de su
La contemplación del misterio de Dios en una actitud silenciosa, refleja en la obediencia a la voluntad de Dios, la limpieza de la vida interior que solamente tiene lugar para las cosas del Señor, reflejando con ello que la gracia de Dios está por encima de cualquier proyecto humano. Desde el primado de la Gracia de Dios y de la vida interior, San José enseña la sumisión a Dios, como disponibilidad para dedicar la vida de tiempo completo a la misión que el Señor confía, logrando hacer su voluntad, desde el ejercicio piadoso y devoto a las cosas del Padre Celestial, que ocupaban el tiempo del Niño Jesús, desde que estaba en el templo en medio de los doctores de la ley escuchándolos y haciéndoles preguntas (Cf. Lc 2, 46-49).
San José modelo de santidad por la
obediencia a la voluntad de Dios, nos enseña a vivir la Fe sin buscar protagonismos, a vivir la Esperanza con la confianza puesta en Dios, aún en los momentos de dolor, a saber estar como María al pie de la Cruz esperando la promesa de la salvación, y a vivir en cada momento la Caridad como amor total a Dios y al prójimo en una entrega de total donación a la voluntad de Dios.
La Iglesia siempre ha mirado a María y a José como modelos y patronos, reconociendo que ellos, no sólo merecieron el honor de ser llamados a formar la familia en la que el Salvador del mundo quiso nacer, sino que son el signo del creyente que se santifica obedeciendo a la voluntad de Dios. Que la contemplación de la figura de San José nos ayude a todos nosotros a ponernos en camino, dejando que la palabra de Dios sea nuestra luz, para que así, encendido nuestro corazón por ella (Cf. Lc 24, 32), podamos ser auténticos discípulos misioneros de Jesús, cumpliendo con el mandato misionero que nos pide: Sean mis testigos, por todos los confines de la tierra.
En unión de oraciones, reciban mi bendición.
Por: Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta.
Mons. José Libardo Garcés Monsalve,
de la Diócesis de Cúcuta
GOBIERNO ECLESIÁSTICO
DECRETO No 005 - 2025 (11 de febrero de 2025)
Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, en el ejercicio de su ministerio y considerando que los Sacramentos son acciones de Cristo y de la Iglesia que santifican a los hombres, decreta, para el cumplimiento de las leyes eclesiásticas y defendiendo la unidad de la Iglesia, los requisitos para la celebración de los mismos:
REQUISITOS PARA EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO
• Copia autenticada del registro civil.
• Fotocopia de la cédula de los padres y padrinos.
• Acta de confirmación de los padrinos.
• Nombres de los abuelos maternos y paternos.
• Curso prebautismal.
MAYORES DE 7 A 14 AÑOS
• Copia autenticada del registro civil.
• Fotocopia de la cédula de los papás y padrinos.
• Acta de confirmación de los padrinos.
• Nombre de los abuelos maternos y paternos
• Realizar catequesis sobre el sacramento.
REQUISITOS
PARA
EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO
• Copia autenticada del registro civil de los contrayentes, válido para matrimonio.
• Fotocopia de la cédula de los contrayentes.
• Tener 18 años cumplidos.
• Acta de bautismo de los contrayentes reciente.
• Acta de confirmación de los contrayentes.
• Dos fotografías tamaño carné.
• Copia autenticada del registro civil y acta de bautizo de los hijos en común habidos antes del matrimonio, si es el caso.
CREQUISITOS PARA LOS SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANA
• Copia autenticada del registro civil.
• Fotocopia de la cédula de los padres y padrinos.
• Acta de confirmación de los padrinos.
• Nombre de los abuelos paternos y maternos.
• Declaración juramentada donde manifieste que no ha recibido los sacramentos de iniciación cristiana.
• Carta de petición de los sacramentos de iniciación cristiana.
• Trámite de licencia de iniciación cristiana por parte del párroco, con carta dirigida al Obispo o Vicario General.
• Participar de la catequesis de preparación.
• Constancia del curso prematrimonial.
• Fotocopia de la cédula de los padrinos y testigos.
• Para extranjeros fotocopia del pasaporte y documentos debidamente apostillados por Nunciatura del país de origen, con traducción oficial.
• Diligenciar por parte del párroco o vicario parroquial el expediente matrimonial en la parroquia.
REQUISITOS PARA EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN
• Acta de bautismo del confirmando.
• Fotocopia de la cédula del padrino o madrina.
• Acta de confirmación del padrino o madrina.
• Edad: 14 años cumplidos.
• Participar de la catequesis de preparación.
Artículo Segundo: El lugar para celebrar el sacramento del matrimonio es el templo parroquial, por lo tanto, no está permitido celebrar el matrimonio en capillas, fincas, clubes, cabañas, casas Se exceptúa los hospitales y clínicas según el canon 1068.
Artículo Tercero: Para que un sacerdote pueda celebrar el matrimonio en una parroquia distinta a la suya, debe tener la delegación por escrito del párroco. Los sacerdotes foráneos deben presentar ante el párroco las licencias ministeriales vigentes.
Artículo Cuarto: El incumplimiento de las normas de la Iglesia acerca de los sacramentos y lo establecido en el presente decreto conlleva a un proceso canónico. (Canon 1321, § 2).
Artículo Quinto: Cobra plena vigencia jurídica este decreto a partir de la fecha.
Inicia la Cuaresma: Tiempo de fe, penitencia y caridad
on una solemne Eucaristía presidida por Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, celebrada en la Catedral San José, los fieles dieron inicio al tiempo de Cuaresma, un periodo de preparación para la Pascua que invita a la reflexión y a la conversión.
“Todos nosotros, desde el bautismo, hemos iniciado una peregrinación de fe, que a lo largo de la vida se enfrenta a alegrías y tristezas, pero también a pecados. Sin embargo, en esa peregrinación tenemos siempre la misericordia de Dios, quien nos perdona y purifica”, expresó el Obispo.
Durante la homilía, Monseñor Garcés Monsalve recordó que la Cuaresma es un camino de conversión que nos lleva a la resurrección de Cristo, y enfatizó la importancia del arrepentimiento sincero: “Hoy es un día de gracia, un día para comenzar
de nuevo. La conversión inicia dejando atrás el pecado y renovando nuestro corazón a través del sacramento de la confesión”.
Finalmente, Monseñor Garcés Monsalve exhortó a los fieles a vivir esta Cuaresma con un compromiso real a través de la oración, el ayuno y la caridad, recordando que “la caridad es la puerta de entrada al cielo”. También invitó a aprovechar este tiempo jubilar para obtener la indulgencia plenaria mediante la oración y las buenas obras.
El pasado domingo 2 de marzo, desde las 6:30 a.m., se llevó a cabo el Jubileo y envío de los catequistas, con la participación de todas las vicarías de la Diócesis. La jornada, realizada en el Colegio Salesiano, ubicado en el barrio Popular, estuvo marcada por momentos de oración, reflexión y formación; preparando a los catequistas para su misión evangelizadora de la mano de Jesús y el Espíritu Santo. En este Año Jubilar, los asistentes expresaron su alegría por vivir este momento de gracia y por la oportunidad de ganar la indulgencia plenaria antes de iniciar su labor en el 2025.
Con la hora santa presidida por el
Jubileo y envió de catequistas de la Diócesis
El Clero diocesano de Cúcuta se reunió para preparar para la Cuaresma
El pasado lunes 24 de febrero, en el Seminario Mayor San José de Cúcuta, se llevó a cabo un encuentro del clero diocesano, convocado por Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, con el propósito de preparar a los sacerdotes para la Cuaresma.
La jornada inició con una oración dirigida por el presbítero Héctor Gabriel García Torres, vicario parroquial en San Rafael de Gramalote. Luego, el presbítero Jhainer Said Urbina García, párroco de Nuestra Señora de Fátima (Juan Frío), reflexionó sobre el Salmo 50, y destacó la importancia de profun-
TRABAJAMOS POR
dizar en las oraciones colectivas de los domingos de Cuaresma para comprender su significado teológico. Posteriormente, el presbítero César Emel Ortiz, párroco de Marìa Reina de Todos los Santos, presentó la Cuaresma como un desierto de cuarenta días, un camino espiritual que prepara el corazón para vivir la Pascua, centro de la fe cristiana.
El encuentro concluyó al mediodía con el rezo del Ángelus, presidido por Monseñor José Libardo, quien recordó al clero la importancia de la conversión en su ministerio, buscando cada día asemejarse más a Cristo.
DISEÑAMOS TRANQUILIDAD Y BIENESTAR
presbítero Yhon Pablo Canedo Archila, formador del Seminario Mayor San José se inició el encuentro; posteriormente se celebró la Sagrada Eucasristía, presidida por Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, quién enfatizó el llamado a los catequistas para que continúen su dedicación en la misión de evangelizar a los niños, niñas y adolescentes.
En otro momento intervino el presbítero Wilmer Alberto Maldonado Arias, para resaltar cómo los catequistas son testigos y peregrinos de la esperanza, lo que se relaciona con el llamado del Papa Francisco en el año Jubilar, y cómo ellos son enviados a dar testimonio de Jesús y de su palabra.
Encuentro diocesano fortalece el liderazgo juvenil
La comisión diocesana de pastoral juvenil convocó a los coordinadores de grupos juveniles a un encuentro formativo el sábado 1 de marzo a las 3:30 p.m. en la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, ubicada en el barrio Sevilla de la ciudad de Cúcuta.
Durante la jornada, los líderes juveniles reflexionaron sobre su papel en la evangelización y el acompañamiento de otros jóvenes en su camino de fe. La temática central del encuentro enfatizó en la importancia que los coor-
dinadores fortalezcan su cercanía con los jóvenes, desarrollando la madurez necesaria para escucharlos, comprenderlos y guiarlos en su vida cristiana.
Además, se motivó a los participantes a prepararse activamente para el jubileo de los jóvenes, que se celebrará en el mes de julio en cada vicaría. Este evento será un espacio de gracia y renovación espiritual, donde muchos jóvenes podrán fortalecer su fe y reafirmar su compromiso con Cristo y con la Iglesia.
Inicia la Campaña de Comunicación
Cristiana de Bienes 2025
El miércoles 5 de marzo la Diócesis de Cúcuta vivió el inicio de la cuaresma con la imposición de la ceniza; y a la par de este acontecimiento espiritual, también se hizo el lanzamiento de la Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes 2025, que este año se va a destinar para el Seminario Mayor Diocesano San José. La cita fue en las instalaciones de la curia diocesana, a partir de las 10:00 a.m.
Allí llegaron varios medios de comunicación y periodistas que fueron invitados para recibir de manos de Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, del presbítero José María Castro Almanza, rector del Seminario Mayor, y el presbítero Diego Eduardo Fonseca Pineda, director del Centro de Comunicaciones diocesano, la información concerniente a la Campaña.
Después de iniciar los saludos respectivos a los presentes a los medios de comunicación y los seguidores de los medios de comunicación digital, se procedió a leer el orden establecido y posteriormente, una breve oración para pedir al Señor su bendición.
En la intervención inicial de Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, agradeció la presencia de los medios y los asistentes, para luego hacer una reflexión sobre el tiempo cuaresmal y explicar cómo la Iglesia siempre ha invitado a los fieles a vivir el camino hacia la pascua buscando el perdón, la reconciliación y la paz, algo que es de suma importancia para las familias y las comunidades.
Refiriéndose a la propuesta del presente año, Monseñor Garcés especificó que el Seminario se sostiene por la caridad de los fieles y por las ofrendas que reciben.
Informó que cada joven cuesta aproximadamente $1.800.000 mensuales, de los cuales $500.000 son proporcionados por los mismos seminaristas; el resto la Diócesis y la providencia divina a través de los benefactores.
Luego de la intervención de Monseñor fue el turno del rector del Seminario Mayor, el presbítero José María, quien realizó un breve recorrido por la historia del Seminario, recalcando la necesidad de actualizar una estructura que tiene 60 años de existencia y donde funcionó el Seminario Menor en un comienzo; también expresó que el tiempo que pasan los jóvenes en dicho claustro es completo, pues salen los sábados a sus prácticas pastorales en la mañana y regresan el domingo por la noche, durando toda la semana dentro de las instalaciones del mismo “por ello debe contar con instalaciones y adecuaciones necesarias; es de los pocos internados que todavía quedan en la formación”, aseveró.
De otra parte, resaltó la importancia del sacerdocio para las comunidades y en
todos los contextos sociales, pues son intermediaros en los conflictos, testigos en las liberaciones de secuestrados, guías espirituales y morales para aquellas almas afligidas que buscan consuelo en la Iglesia. Continuó diciendo que en este claustro no solo se forman jóvenes cucuteños, sino también los que llegan desde las Diócesis de Tibú y Arauca, resaltando el impacto y la importancia del mismo en esta región del país para la formación de los presbíteros.
En una segunda intervención del Obispo de Cúcuta, hizo énfasis en la actitud que se ha asumido al interior de la Diócesis, de estar en salida misionera, y que se ha podido constatar en sus constantes visitas a las comunidades parroquiales de toda la Iglesia Particular. Además, destacó que “La Iglesia es
la primera en llegar y la que nunca se va”, mostrando que son los sacerdotes que asumen las distintas situaciones sociales críticas, en nombre de la Iglesia y muestran su acompañamiento permanente frente al sufrimiento de las personas vulnerables.
Al finalizar la rueda de prensa, el director del Centro de Comunicaciones, realizó la socialización de los materiales gráficos de la campaña, el afiche, el sobre, el volante y la ya tradicional alcancía, además de compartir el código QR de la cuenta bancaría, por el cual también se recibirán donaciones.
Por: Pbro. Javier Alexis Agudelo Avendaño, Lic. Derecho Canónico UPJ. Párroco de Jesús Buen Pastor
ELa bendición apostólica
Abram y agrega además que la bendición es debido a su obediencia a los mandamientos de Dios.
¿Qué es la bendición? ¿Qué es la Bendición Apostólica?
n la biblia hay varias palabras que generalmente se traducen como “bendición” o “bendecir”. La palabra hebrea que casi siempre se traduce como “bendecir” es barak, que puede significar alabar, felicitar, o saludar e incluso se utiliza para referirse a una maldición.
“La Bendición Apostólica es una forma de acompañar a los fieles en su caminar por este mundo”
Gén 1, 22 es la primera aparición, cuando Dios bendijo a las criaturas del mar y a las aves, diciéndoles fructificad y multiplicaos en la tierra. Asimismo, en el versículo 28, Dios dio la misma bendición a Adán y Eva, añadiendo que tenían que ejercer dominio sobre la creación. Cuando Dios llamó a Abraham para ir a la tierra prometida (Gén 12, 1-3).
Él prometió bendecirlo, engrandecer su nombre y a través de él bendecir a todas las familias de la tierra. Las bendiciones aquí están claramente asociadas con la felicidad y el bienestar, tanto para Abram como para los otros. En Gén 22, 16-18, Dios nuevamente bendice a
La bendición apostólica es un sacramental con el que se concede la indulgencia plenaria (bajo las condiciones usuales), pero no la absolución de las censuras eclesiásticas. La bendición apostólica (benedictio apostolica seu papalis), relacionada con la indulgencia plenaria la imparte el Papa de forma solemne urbi et orbe (para Roma y el mundo) en dos ocasiones al año: En la pascua y en navidad.
También la puede dar de forma simple en una audiencia. El Obispo puede dar en su diócesis la Bendición Apostólica con indulgencia plenaria, tres veces al año, en las fiestas solemnes señaladas por él, aunque sólo asista a la Misa. Los otros prelados equiparados por el derecho a los Obispos diocesanos, aunque carezcan de la dignidad episcopal, desde el principio de su ministerio pastoral, pueden dar la bendición papal con la misma indulgencia, en su territorio tres veces al año, en las fiestas solemnes señaladas por ellos.
Esta bendición se da al final de la Misa, en vez de la bendición acostumbrada. El acto penitencial del principio de la Misa se debe orientar ya a esta bendición.
Un rasgo especial de la misma es la bendición apostólica in articulo mortis, o sea la bendición que se da a los que están en peligro de muerte por sacerdotes que posean la facultad requerida (c. 530 §3). El Papa Benedicto XIV prescribió una fórmula; para ganar la indulgencia es necesario recibir los sacramentos, invocar el Santísimo Nombre de Jesús y acogerse a la voluntad de Dios.
La Bendición Apostólica es una forma de acompañar a los fieles en su caminar por este mundo, “Los padres siempre buscan lo mejor para sus hijos y sabían que Jesús actuaba en el nombre de Dios”, como lo hace el Santo Padre. Las Bendiciones apostólicas son bendiciones especiales que solamente pueden ser otorgadas por el Papa, un Obispo o un ministro del mismo nivel. El Papa también puede enviar la bendición apostólica escrita, cuando sea necesario y sólo en ocasiones especiales.
¿Cómo se pide a Roma la Bendición Apostolica?
Existe sólo un modo para solicitar la Bendición Apostólica en pergamino. Dirigirse a la Limosnería Apostólica, Oficina de la Santa Sede designada a este deber iniciado en tiempos de Papa León XIII. La limosnería Apostólica tiene el importantísimo rol de realizar en nombre del Santo Padre el servicio de asistencia hacia los pobres y para esto utiliza las ofrendas que de todo el mundo llegan por medio de los fieles y también gracias a las solicitudes de las Bendiciones.
¿Para cuáles ocasiones se pueden pedir bendiciones?
Bautismo, Primera Comunión, Confirmación, Matrimonio, Ordenación Presbiterial, Profesión Religiosa, Consagración Secular, Ordenación Diácono permanente, Aniversario (10°, 25°, 40°, 50°, 60°) de Matrimonio*, Ordenación Presbiterial, Profesión Religiosa, Cumpleaños (18°, 50°, 60°, 70°, 80°, 90°, 100°)*. Persona individual católica* o familia* (con nombre y apellido de los cónyuges unidos a través del matrimonio religioso). En presencia del asterisco (*) se solicita obligatoriamente la aprobación (nulla aosta) o el beneplácito de la Autoridad Eclesiástica.
ESan Lucas y su itinerario de conversión
Por: Pbro. Elkin Jesús Ardila Boada,vicario de San Francisco de Asís
l evento de la resurrección es el acontecimiento que marca un antes y un después en la historia de la salvación y en la fe de todos aquellos que han aceptado a Jesús como verdadero Dios y salvador. Todos los evangelios son puestos por escrito luego de la pascua de Cristo en mirada retrospectiva, es decir se pretende presentar el camino de Jesús hacia su misterio pascual, respondiendo a la pregunta esencial: ¿quién es Jesús?
El Evangelio de Lucas se enmarca por ende en un camino que lleva desde Galilea a Jerusalén, apareciendo en este transitar una serie de personas, las cuales son transformadas en su vida por el encuentro con Cristo, que no solo se da a conocer por palabras sino también por obras, las cuales expresan la acción de Dios que haciéndose cercano a los pequeños y vulnerables anuncia el Reino y da la esperanza a aquellos que experimentan las situaciones más injustas de desprecio.
Es así como en san Lucas encontramos un itinerario de conversión con miras a las promesas eternas, así las cosas, nos dice el texto que: «Se levantó un legista, y dijo para ponerle a prueba: «Maestro, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna? Él le dijo: ¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees? Respondió: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Díjole entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás.»
El amor a Dios y a los hermanos aparece como la clave del mensaje de Jesús, que invita sin duda a una relación filial hacia el Padre Eterno, quien es misericordioso y se preocupa por todos sus hijos, sean judíos o paganos, sean justos o pecadores.
San Lucas acompañará también el itinerario del ciclo litúrgico en el que nos encontramos, los temas que se resaltarán por ende serán: el llamado al gozo y la alegría (Lc 1,14; Lc 2,10;Lc 19,37; Lc 24,52); el perdón y amor a los enemigos (Lc 5,27-28; Lc 6,27); lo fundamental de la oración (Lc 1,14; Lc 6,4; Lc 18,1-8) la renuncia por amor (Lc 14,33; Lc 5,28), además la acción del Espíritu Santo y la misericordia de Dios que da siempre una nueva oportunidad para aquellos que reconociendo sus pecados se convierten como es el caso de Zaqueo o la mujer pecadora de Lucas en el capítulo siete.
El Evangelio de Lucas se enmarca por ende en un camino que lleva desde Galilea a Jerusalén.
la identidad de Jesús (Lc 9,28-36); a pesar del dolor y de un horizonte nublado, Jesús cuenta con la gloria de Dios que no le abandona, aquí resuena una vez más la voz que se escuchó en el bautismo (Lc 3,22): «Tu eres mi Hijo amado, mi predilecto», con la Transfiguración inicia un nuevo comienzo que supone el viaje hacia Jerusalén1 y su Misterio salvífico.
Para el tercer domingo
guera (Lc 13,1-9), se nos llama a la necesidad de convertirnos realmen te para poder dar los mejores frutos para gloria de Dios. Dos realidades: conver
el tiempo debe ser aprovechado y no desperdiciado, el aplazar una vida nueva no es una actitud evangélica.
En el cuarto domingo la imagen del Padre misericordioso (Lc 15) aparece para revelar lo más profundo del corazón de Dios que procura la salvación de sus hijos con paciencia y amor, aquí la esperanza se presenta radiante para todos; nunca el pecado tendrá la última palabra, ya que el corazón arrepentido es recibido con alegría y transformado en el amor.
Juan 8, 1-11 será el Evangelio que resonará el quinto domingo de cuaresma, Jesús salva la vida de la mujer que es encontrada en adulterio y le perdona, la restituye espiritualmente y como persona, exhortándola a no pecar más. Esta palabra es la que debe seguir resonando para todos los que hemos vivido este tiempo de cuaresma, conversión y vida de gracia, que testimonie un encuentro vivo y real con Cristo, quien se abaja a nuestras situaciones y debilidades para sanarlas.
Al entrar en el tiempo de Cuaresma, de manera especial cada domingo el Evangelio lucano nos irá llevando por el sendero de la oración, penitencia y conversión El primer domingo encontraremos el texto de Lc 4, 1-13, conocido como las “Tentaciones de Jesús”, allí se nos presenta la realidad que vive cada cristiano en referencia al mal, el cual se debe combatir con las armas de la gracia de Cristo y la luz de la Palabra, se evidencia también la importancia del desierto eremo, lugar de purificación y fortalecimiento.
En el segundo domingo el evangelista aporta una declaración sobre
vina que salva nos va bimiento de Jesús como Rey que ha aprovechemos este tiempo de nemos según la voluntad
mez Isabel,
Entre el 19 y 20 de febrero pasados, muchas personas, en Villa del Rosario y Cúcuta, sintieron el estruendo de explosiones y ráfagas de fusil que destruyeron particularmente un peaje y un CAI; un golpe de violencia que sembró pánico, miedo, confusión; era fácil pensar que el conflicto del Catatumbo había llegado hasta nosotros para hacernos sentir sus horrores.
Desde hace más de un mes, han sido tristes las escenas de desplazamiento forzoso que han golpeado a niños, jóvenes, adultos; cuántas familias han abandonado sus parcelas, sus animales, sus proyectos, sus objetos básicos para un sustento digno. En Tibú, El Tarra, Teorama y otros municipios, el asedio de los violentos no ha cesado; las ayudas humanitarias se siguen haciendo llegar para atender la magnitud del problema.
No se pretende en este escrito hacer una crítica a esta dura realidad, pero es la experiencia que tenemos de frente y que invita a plantear unas preguntas: ¿Cómo tener ESPERANZA en tiempo de crisis? ¿Cómo proponer las gracias del Jubileo de la Esperanza cuando el drama de dolor e incertidumbre parece desbordarnos? ¿Qué palabra dirigir a los hombres y mujeres de tan variada condición que están sufriendo el flagelo del mal en carne propia? ¿Qué futuro puede haber donde el presente está tan sombrío? Y en un horizonte más amplio, los sufrimientos humanos son variados: ¿Qué sentido puede encontrar alguien con una enfermedad terminal? ¿Si ya estás condenado a la cárcel como consecuencia de una mala conducta? ¿Ante la devastación que causa un desastre natural que borra terrenos y vidas qué luz encontrar?
Este artículo quiere ser una oportunidad para presentar algunos ejemplos de hombres y mujeres que han vivido experiencias dolorosas en
sus vidas y nos narran dónde se han apoyado para afrontarlas y no dejar que las penas sofocasen sus esperanzas.
SAN PABLO, HOMBRE DE ESPERANZA
El gran apóstol cuenta a los Corintios sus numerosas calamidades, sus palabras son claras y dicientes: “(…) Con frecuencia estuve al borde de la muerte, cinco veces fui azotado por los judíos con los treinta y nueve golpes, tres veces fui flagelado, una vez fui apedreado, tres veces naufragué, y pasé un día y una noche en medio del mar. En mis innumerables viajes, pasé peligros en los ríos, peligros de asaltantes, peligros de parte de mis compatriotas, peligros de parte de los extranjeros, peligros en la ciudad, peligros en lugares despoblados, peligros en el mar, peligros de parte de los fal sos hermanos, cansancio y hastío, muchas noches en vela, hambre y sed, frecuentes ayunos, frío y desnudez” (2 Corintios 11, 23-27)
LA ESPERANZA NO ¿Cómo tener ESPERANZA
“A
lo largo de la historia de la Iglesia, los mártires han sido los mejores testigos de la esperanza en medio de extremas dificultades”.
las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada? (…) Pero en todo esto obtenemos una amplia victoria, gracias a aquel que nos amó. Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor”.
San Pablo tiene puesta toda su esperanza en Jesucristo, se siente acompañado, fortalecido y sostenido por su Señor y Dios. La fe en el Salvador es el refugio seguro para afrontar tantas dificultades en el camino de los cristianos; en los escritos del Nuevo Testamento hay una palabra continua de consuelo y esperanza para no dejarse arrebatar el aliento por las amenazas de los enemigos y perseguidores, por las debilidades y eventualidades de la vida (p.e. Mt 10, 28; Jn 16, 33; 1 Pe 2, 21-23; Hb 12, 1ss)
Preguntémonos, ¿Por qué san Pablo cuenta estas desgracias? ¿Se está quejando a otro? ¿Le está reclamando a Jesucristo? Si leemos con atención nos dare mos cuenta que todos es tos hechos dramáticos son la prueba del amor del apóstol por Cristo Jesús y por las comunidades a las cuales les ha anun ciado el Evangelio.
Vale la pena citar dón de se apoya su espe ranza para resistir a las amenazas, desprecios y maltratos, nos lo cuenta en la Carta a los Romanos 8, 35.37-39:“¿Quién po drá entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones,
LOS MÁRTIRES, TESTIGOS DE ESPERANZA
A lo largo de la historia de la Iglesia, los mártires han sido los mejores testigos de la esperanza en medio de extremas dificultades; hombres y mujeres que, ante la persecución, el odio, las torturas, las amenazas de sus enemigos y verdugos no dejaron de esperar en el Amor de la Santa Trinidad; su gran esperanza estaba puesta en Jesucristo y sus promesas de vida eterna y sentido pleno, que lo vivían como una realidad ya desde su experiencia en ‘este valle de lágrimas’.
Vale la pena tomarse el tiempo y aplicarse en la lectura reflexiva sobre el ejemplo de fe, amor y esperanza de los santos mártires, se dejan para su consideración unos pocos nombres y referencias que pueden ser fuente de inspiración para cualquier cristiano, así como alguien que se halle en momentos desoladores y tristes:
Santas Perpetua y Felicidad (año 203 d.C. – Cartago, Norte de África): Perpetua era una joven adine-
Por: Pbro. Juan Sebastián Rivera Fellner, formador interno del seminario mayor san José
DEFRAUDA (Romanos 5,5)
en tiempo de crisis?
rada, tenía 22 años; Felicidad, también joven, era su esclava (situación común en aquel tiempo). Fueron parte de un grupo encarcelado por ser cristianos, pues el emperador Severo había mandado que quienes lo fueran y no quisieran adorar a los falsos dioses tenían que morir. Ambas padecieron la muerte, confiadas en Jesucristo su Salvador. Muchas personas padecieron de la misma manera en los primeros siglos del cristianismo.
Santo Tomás Moro (año 1535
d.C. – Inglaterra): Fue Canciller del Rey Enrique VIII, como se opuso a la conducta soberbia, desordenada y caprichosa del soberano, fue decapitado por su fidelidad a la fe católica; era casado y padres de 4 hijos.
San Andrés Kim Taegon y compañeros mártires (siglo XIX –Korea): Bajo este título se agrupan muchos cristianos asesinados a lo largo de los años en este país asiático (1839, 1846 y 1866). Había entre ellos hombres y mujeres, casados, solteros, sacerdotes, catequistas, etc. Principalmente fueron ajusticiados por no participar en la tradicional veneración de los ancestros, pues se percibía como una idolatría.
San José Sánchez del Río (año 1928 - México): joven de catorce años, que murió apuñalado dando aclamaciones a Cristo Rey y a Santa María de Guadalupe, durante la Guerra Cristera, esta fue
una fuerte persecución en México contra los católicos; muchas personas padecieron la muerte por expresar su fe.
Beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve (año 1982 - Colombia): Era el obispo de Arauca, cuando fue asesinado por un grupo insurgente mientras terminaba una de sus visitas pastorales; su misión fue considerada incómoda por los violentos, a pesar que trabajaba con empeño por los campesinos, los indígenas y la educación. El Papa Francisco lo beatificó el 8 de septiembre de 2017 en su visita a nuestro país.
PASTORA, MUJER DE ESPERANZA
Cuando el Papa Francisco visitó Colombia en septiembre del año 2017, presidió un Gran Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional, valioso momento con personas víctimas y victimarios del conflicto armado, en la ciudad de Villavicencio; los cuatro relatos
escuchados fueron muy profundos, uno de ellos, el de la señora Pastora Mira García, es notoriamente el testimonio de una mujer católica, creyente probada, que por su fe ha podido superar difíciles momentos, sobre todo a causa de la violencia guerrillera y paramilitar; sus propias palabras son un mensaje que sólo tiene sentido porque se tiene mucha esperanza:
pañando a familias víctimas de desaparición forzada y en condición de desplazamiento…
“La fe en el Salvador es el refugio seguro para afrontar tantas dificultades en el camino de los cristianos”.
En el año 2005 (los paramilitares) asesinaron a Jorge Anibal, mi hijo menor… doy gracias a Dios que con la ayuda de Mamita María me dio la fuerza de servirle sin causarle ningún daño (a uno de los asesinos), a pesar de mi indecible dolor…
“Doy gracias a Dios, en nombre propio y de las miles de víctimas que se han sobrepuesto a tener la capacidad de nombrar lo innombrable y perdonar lo imperdonable… soy católica y en varias ocasiones víctima de la violencia… Años más tarde pude cuidar al asesino (de su padre) quien en ese momento se encontraba enfermo, anciano y abandonado… En el año 2001 los paramilitares desaparecieron a mi hija Sandra Paola, emprendí su búsqueda, encontré el cadáver sólo después de haberla llorado por 7 años, todo ese sufrimiento me hizo más sensible frente al dolor ajeno y a partir del año 2004 vengo acom-
Ahora coloco este dolor y de las miles y miles de víctimas de Colombia a los pies de Jesús, de Jesús Crucificado, para que Él lo una al suyo y a través de la plegaria de su Santidad (Papa Francisco) sea transformado en bendiciones y en capacidad de perdón para romper el ciclo de violencia … Dios transforme los corazones de quienes se niegan a creer que con Cristo todo puede cambiar, y aún no tienen la esperanza que Colombia puede ser un país en paz y más solidario…”
Los pocos testimonios presentados en este texto quieren ser una referencia concreta, clara, alentadora, para cultivar en nuestra vida y corazón la virtud de la esperanza. Los problemas variados que la existencia nos hace afrontar no nos hagan quedar postrados en el desaliento, la ansiedad, la angustia y peor aún, en el odio, la venganza, la violencia.
Los cristianos miramos a Jesucristo, especialmente en sus sufrimientos, en su Cruz, y allí encontramos consuelo, misericordia, y sobre todo LA ESPERANZA QUE NO DEFRAUDA.
VALE LA PENA CUIDAR LA ESPERANZA
Foto: cablenoticias
Foto: hacemosmemoria
Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2025
La Cuaresma es un tiempo especial en el que la Iglesia nos llama a la conversión, a renovar nuestra fe y a caminar con esperanza hacia la Pascua. En su mensaje para la Cuaresma 2025, el Papa Francisco nos recuerda que este camino no lo hacemos solos, sino en comunidad, unidos por la gracia de Dios y guiados por la luz del Jubileo.
Bajo el lema “Peregrinos de esperanza”, el Papa estructura su mensaje en tres puntos clave para la reflexión cuaresmal.
Acontinuación presentamos una parte del mensaje, con la posibilidad de continuar leyendo a través del código QR.
Caminemos juntos en la esperanza Queridos hermanos y hermanas:
Con el signo penitencial de las cenizas en la cabeza, iniciamos la peregrinación anual de la santa cuares
a preparar nuestros corazones y a abrirnos a la gracia de Dios para poder celebrar con gran alegría el triunfo pascual de Cristo, el Señor, sobre el pecado y la muerte, como exclamaba san Pablo: «La muerte ha sido vencida. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón?» (1 Co 15,5455). Jesucristo, muerto y resucitado es, en efecto, el centro de nuestra fe y el garante de nuestra
todos, de manera personal y comunitaria.
“El Espíritu Santo nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir hacia Dios y hacia los hermanos, y nunca a encerrarnos en nosotros mismos”.
Antes que nada, caminar. El lema del Jubileo, “Peregrinos de esperanza”, evoca el largo viaje del pueblo de Israel hacia la tierra prometida, narrado en el libro del Éxodo; el difícil camino desde la esclavitud a la libertad, querido y guiado por el Señor, que ama a su pueblo y siempre le permanece fiel. No podemos recordar el éxodo bíblico sin pensar en tantos hermanos y hermanas que hoy huyen de situaciones de miseria y de violencia, buscando una vida mejor para ellos y sus seres queridos.
Surge aquí una primera llamada a la conversión, porque todos somos peregrinos en la vida. Cada uno puede preguntarse: ¿cómo me dejo interpelar por esta condición? ¿Estoy realmente en camino o un poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza; o satisfecho en mi zona de confort? ¿Busco caminos de liberación de las situaciones de pecado y falta de dignidad? Sería un buen ejercicio cuaresmal confrontarse con la realidad concreta de algún inmigrante o peregrino, dejando que nos interpele, para descubrir lo que Dios nos pide, para ser mejores caminantes hacia la casa del Padre. Este es un buen “examen” para el viandante.
En segundo lugar, hagamos este viaje juntos. La vocación de la Iglesia es caminar juntos, ser sinodales [2]. Los cristianos están llamados a hacer camino juntos, nunca como viajeros solitarios. El Espíritu Santo nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir hacia Dios y hacia los hermanos, y nunca a encerrarnos en nosotros mismos [3]. Caminar juntos significa ser artesanos de unidad, partiendo de la dignidad común de hijos de Dios (cf. Ga 3,26-28); significa caminar codo a codo, sin pisotear o dominar al otro, sin albergar envidia o hipocresía, sin dejar que nadie se quede atrás o se sienta excluido. Vamos en la misma dirección, hacia la misma meta, escuchándonos los unos a los otros con amor y paciencia.
leyendo
Para continuar
el mensaje del Santo Padre escanea el siguiente código QR con la cámara de tu celular.
En esta entrega que hacemos a través de la sección de formación PEIP, vamos a centrarnos en la presentación breve y ordenada de los elementos constitutivos del PEIP, un diseño que impulsa la acción pastoral y está dirigido a personas ya iniciadas en la fe, activas en la comunidad cristiana y comprometidas con la misión de la Iglesia, que un su caminar han entendido la importnacia de un proceso de conversión y formación permanente.
CENTRALIDAD DE CRISTO Y DEL EVANGELIO
El núcleo del PEIP es Cristo y su Evangelio, sustentado en la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo; ya que su mensaje transforma a las personas y sociedades, convirtiéndolas en fuentes de vida espiritual, para que cada Iglesia Particular reconozca que vive del Espíritu Santo y de la comunión universal con la Iglesia de Cristo.
El esquema gráfico del PEIP tiene en su centro una cruz trebolada con la palabra “Evangelio”, simbolizando la revelación divina, la Palabra de Dios y el protagonismo del Espíritu Santo. También representa a la Virgen María como portadora del Hijo de Dios. Esta disposición visual destaca el dinamismo del Proceso Evangelizador, con un movimiento de Dios hacia los fieles y viceversa.
El PEIP enfatiza que la evangelización es su propósito esencial. La contemplación del rostro de Cristo –como Hijo de Dios, siervo doliente y resucitado– guía la acción pastoral. Como afirmaba Juan Pablo II, el programa de la Iglesia es atemporal, basado en Cristo y su Evangelio, y debe adaptarse a cada comunidad sin perder su esencia. La eficacia del PEIP depende de una predicación auténtica y de la conversión a Jesucristo, quien motiva los esfuerzos intelectuales y prácticos de la misión.
ypara el mundo: un mundo mejor + otrasrealidadeseclesiales yreligiones olbeuplaatrac+senoisiM ed soiD + der ed sorejasnem + savitacifingissenoicca
ANIMACIÓN MISIONERA Y COMUNITARIA
La implementación del PEIP inicia con la animación misionera y comunitaria, asegurando que los primeros en recibirlo sean también sus principales promotores. Se requiere de ellos un celo apostólico constante, sostenido por su espiritualidad y motivación. La vida comunitaria es esencial desde el inicio, ya que refuerza la fe y el compromiso cristiano. Los colaboradores, incluidos los párrocos, deben estar dispuestos a sacrificar tiempo y comodidades personales por la misión.
La animación misionera es el motor del PEIP, impulsada por el amor de Cristo y el mandato de evangelizar.
Su fuente inagotable es el sacrificio de Cristo y la acción del Espíritu Santo. Para su éxito, se necesitan evangelizadores comprometidos, bien formados en la fe y dispuestos a compartir el mensaje de salvación. El PEIP se estructura en tres instancias fundamentales:
1. Equipo Interdiocesano de Animación Pastoral (EIDAP): máxima autoridad en el PEIP, responsable de la comunión y animación misionera de las diócesis. Se reúne varias veces al año con los Obispos y Vicarios para coordinar acciones.
2. Comité Episcopal para la Dirección del PEIP: conformado por tres Obispos con voto y dos sacerdotes con voz, encargados de supervisar
la implementación del programa.
3. Servicio de Animación Comunitaria y Misionera (SEDAC/M): organismo de apoyo en la ejecución del PEIP, integrado por sacerdotes elegidos para periodos de tres años.
En conclusión, el PEIP es un modelo de evangelización centrado en Cristo y su mensaje, impulsado por la misión y la comunidad. Su éxito depende de una conversión auténtica, una formación constante y estructuras bien organizadas que garanticen su continuidad y efectividad en la Iglesia.
ELina Fernanda Segura Rueda, comunicadora social, Universidad de Pamplona
n un mundo donde la incertidumbre crece cada día, ¿quién no desearía un guardián fiel? En medio del caótico relativismo moral que enfrenta nuestra sociedad y la crisis de la masculinidad en nuestro tiempo, san José, esposo de María, se alza como un pilar de fe y esperanza. Su paternidad ejemplar y su profunda humildad lo han convertido en un intercesor confiable en el camino de la conversión.
El humilde carpintero de Nazaret a lo largo de los años ha logrado cautivar miles de corazones con su historia, su vida discreta pero llena de virtudes nos invitan a vivir la santidad desde la cotidianidad. Recorramos este viaje y descubramos juntos cómo el silencioso san José con su intercesión hace ruido en el cielo.
Nos gustaría saber mucho más sobre san José: ¿qué sintió al cargar en sus brazos a Jesús? ¿cómo era vivir con María? ¿cuál fue el secreto de su obediencia? Sin embargo, la Sagrada Escritura nos muestra a un hombre de acción más que de palabras. No encontramos en ellas discursos suyos ni actos públicos, pero sí una vida entera de entrega y servicio. Su misión, silenciosa y firme, fue acompañar a María en la historia de la salvación, obedeciendo a Dios sin reservas.
El guardián del Redentor: un refugio en tiempos de tormenta
Consagración a san José Testimonios
San Juan Pablo II, en su exhortación apostólica Redemptoris Custos, destacó la misión única de san José como custodio del Redentor y modelo de padre y esposo; es así como a través de la consagración los fieles toman su mano para el camino de la conversión.
La consagración es un acto de entrega y confianza, en el que una persona se compromete a imitar sus virtudes y a buscar su protección paternal. En tiempos de crisis, tentación o incertidumbre, los devotos han acudido a san José, experimentando su intercesión poderosa y su guía amorosa.
“El
humilde carpintero de Nazaret a lo largo de los años ha logrado
Esta devoción ha cambiado la vida de muchas personas, quienes han experimentado su intercesión en momentos de dificultad, crisis familiar, desempleo y luchas espirituales. Fieles de todo el mundo han compartido testimonios de cómo san José ha fortalecido su fe, protegiendo sus hogares y los ha guiado en el camino de la santidad.
cautivar miles de corazones con su historia”.
Uno de los principales promotores de esta devoción es el padre Donald Calloway con su libro “Consagración a San José: Las Maravillas de Nuestro Padre Espiritual”, en el que presenta un programa de 33 días de preparación para la consagración, siguiendo un método similar al de San Luis María Grignion de Montfort con la consagración mariana. Esta preparación no solo es un acto de devoción, sino también una renovación propia de fe y una invitación a vivir bajo la protección y ejemplo del Santo Patriarca.
Durante la preparación los fieles, realizan una oración diaria, meditan sobre las virtudes del santo, rezan con fervor y buscan asemejarse a él en su humildad, pureza y confianza en la Divina Providencia, preparándose para la culminación de los 33 días, donde al finalizar el proceso podría realizar acto de consagración por medio de una Eucaristía, entregando la vida a san José y pidiendo su intercesión constante.
Algunos afirman que con esta devoción han logrado tener una relación más profunda con Jesús y María. Además, muchos han encontrado en él un poderoso intercesor en temas relacionados con la familia pidiendo su guía, en el trabajo, enseñando a confiar en la divina providencia y en la vida espiritual llevándonos al corazón de cristo.
Existen otras devociones que a través del tiempo los fieles han ido propagando como preparación para las fes tividades de san José, celebra das el 19 de marzo y el 1 de mayo, estas son lo son los siete dolo res y gozos de san José, que invitan a meditar sobre momentos cru ciales de su
vida; la novena a san José, especialmente rezada antes de sus festividades, el santo rosario de san José, inspirado en los misterios de su vida, la devoción a san José dormido, promovida por el Papa Francisco, en la que los fieles colocan sus peticiones bajo su imagen confiando en su intercesión, los siete domingos a san José, la novena a san José de la montaña y la treintena a san José.
Calloway, D. (2020). Consagración a San José: Las maravillas de nuestro padre espiritual. Marian Press.
Aciprensa. (2020, 6 de febrero). ¿Por qué la nueva consagración a San José es tan popular hoy? Sacerdote lo explica. ACI Prensa. https://www.aciprensa.com/noticias/85595/por-que-la-nueva-consagracion-a-san-jose-es-tan-popular-hoy-sacerdote-lo-explica
Por:
El silencio de san José
Dios creador: la maravilla de su obra
Por: Sem. Johan Samir Sepúlveda Delgado, I de discipulado
¡Niños!, Dios ha realizado una magnífica creación, la cual es el mundo donde vivimos y cada una de las cosas que nos rodean. Dios que es nuestro Padre Creador, nos ha hecho a su imagen y ha hecho al mundo lo más bello y perfecto, demostrando en el su amor incondicional con la humanidad; pero para que todo esto sucediera Dios necesitó de 7 días para hacer toda su creación hermosa y ordenada.
Dios creó el cielo y la tierra y vio Dios que todo era un oscuridad, caos y desorden, es por eso que decidió hacer la luz del día y separó el día de la noche.
Dios crea el agua para poder dar fertilidad a la tierra
Dios decide crear las plantas y todo tipo de vegetación.
El Sol, la Luna y cada una de las estrellas.
Dios crea a las aves del cielo y a los peces en el océano, también a cada uno de los animalitos que conocemos como los perros, gatos, pollos, entre otros.
Dios crea al hombre, es decir nos crea a nosotros por amor, a su imagen y semejanza.
Dios decide descansar, y vio Dios todo, los que creó, y lo bien que había quedado.
Por eso queridos niños, Dios nos ama tanto que nos creó este hermoso mundo para que pudiéramos vivir en él. Es por eso que debemos cuidar la creación de Dios y cada una de las cosas que el creó, y también darle gracias y glorificarlo en cada uno de nuestros días por tenernos tanto amor y regalarnos su creación.
TAREA: Respondo, ¿Cómo puedo cuidar de la mejor manera la creación de Dios?
COMPROMISO: Esta semana, al levantarme y antes de acostarme, le doy gracias a papito Dios por crearnos a su imagen y semejanza, y por regalarnos esta hermosa creación.
MOMENTO CREATIVO: laberinto en el jardin del Edén, ayuda a Adán a encontrar a Eva.
Sean mis testigos, participemos en la liturgia
I DOMINGO DE CUARESMA (AÑO C) 9 de marzo (Lc 4,1-13)
El desierto es el lugar del silencio, pero también del combate espiritual. Como Jesús, también nosotros somos llamados a enfrentarnos a las tentaciones que amenazan nuestra relación con Dios y nuestra identidad como sus hijos. En el Evangelio encontramos tres tentaciones fundamentales: el deseo de saciar nuestras necesidades materiales sin Dios, la ambición de poder y la manipulación de la fe para nuestro beneficio.
Jesús, lleno del Espíritu Santo, no se deja seducir. Cada una de sus respuestas a Satanás revela que su verdadera fuerza no está en lo que puede hacer, sino en su total dependencia del Padre. Al responder con la Escritura, Jesús nos enseña que la Palabra de Dios es nuestro alimento verdadero y nuestra defensa en la lucha espiritual. También nos muestra que el combate
contra la tentación no es un episodio aislado, sino una lucha constante. El diablo se alejó “hasta el momento oportuno”, lo que nos recuerda que el mal siempre busca el momento propicio para apartarnos de Dios. Y como nos lo ha recordado en repetidas ocaciones el Papa Francisco debemos estar atentos para no entrar en dialogo con el diablo.
El desierto de Jesús no fue solo un espacio geográfico, sino también una experiencia interior. En su vida pública, enfrentó la aridez del corazón humano, la incredulidad de sus discípulos y el rechazo de los líderes religiosos del tiempo. Las tentaciones que sufrió en el desierto se repitieron a lo largo de su vida, especialmente en la cruz, cuando los jefes del pueblo le dijeron: “Si eres el Hijo de Dios, baja de la cruz”.
II DOMINGO DE CUARESMA (AÑO C) 16 de marzo (Lc 9, 28-36)
El Evangelio de este segundo domingo de Cuaresma nos invita a contemplar la Transfiguración de Jesús en el monte Tabor. En este episodio, Jesús se manifiesta en su gloria ante Pedro, Santiago y Juan, quienes, aunque vencidos por el sueño, despiertan para ser testigos de su esplendor. En este momento se entrecruzan la ley y los profetas, representados por Moisés y Elías, y se nos recuerda el “éxodo” de Jesús: su pasión, muerte y resurrección.
La Cuaresma es un tiempo de conversión, un camino que nos conduce a la Pascua. En la primera semana, fuimos con Jesús al desierto para vencer las tentaciones. Hoy, Él nos lleva a la
montaña de la oración para mostrarnos su gloria y recordarnos que nuestro destino final es la vida eterna con Dios. Sin embargo, para llegar a la luz de la resurrección, debemos atravesar la cruz.
El Evangelio nos dice que Jesús “tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago y subió al monte a orar”. El camino hacia la gloria no es un esfuerzo individual, sino una respuesta a la iniciativa de Cristo. Es Él quien nos llama y nos conduce. Como cristianos, debemos preguntarnos constantemente: ¿De qué nos estamos dejando guiar? ¿Es Cristo quien nos lleva, o nos dejamos arrastrar por el ruido del mundo? San Agustín nos advierte que “nuestro co-
razón está inquieto hasta que descanse en Dios”, recordándonos que solo en Cristo encontramos la verdadera dirección.
La Transfiguración no es un escape de la realidad, sino una preparación para ella. Jesús sabe que sus discípulos vivirán la prueba del Calvario, y por eso les da esta experiencia luminosa: para que, cuando todo parezca perdido, recuerden que la cruz no es el final. Así también en nuestra vida: hay momentos de gracia, de consuelo,
donde sentimos la cercanía de Dios. Pero también hay noches de prueba, de duda y de dolor. La fe no significa que nunca caeremos en la oscuridad, sino que, incluso en ella, sabemos que la luz de Cristo nunca se apaga. En el monte, los discípulos escuchan la voz del Padre que dice: “Este es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo”. Esta es la clave de la vida cristiana: escuchar a Jesús, su Evangelio, su Palabra. En un mundo donde tantas voces nos distraen y confunden, la voz de Cristo es la única que nos conduce a la verdad.
Crucigrama
Horizontalmente
3. Símbolo central del sacri cio de Cristo.
4. Práctica espiritual de renuncia durante la Cuaresma.
5. Representante de la ley en la Trans guración.
6. Prueba que enfrentó Jesús y que todo cristiano debe vencer.
7. Elemento clave en la lucha espiritual.
8. Lugar donde Jesús ayunó y fue tentado
11. Celebración central de la fe cristiana.
12. Lo que anticipa la Trans guración y se alcanza en la resurrección.
13. Actitud interior necesaria para escuchar a Dios.
14. Quien tentó a Jesús en el desierto
1. Valor evangélico que nos enseña a depender de Dios.
2. Tiempo litúrgico de conversión y preparación para la Pascua.
3. Cambio de vida al que llama la
6. Momento en que Jesús se muestra en gloria ante sus discípulos.
9.
10.
Por: Sem. Luis Francisco Salazar Cucaita, estudiante de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma).
Cuaresma.
Monte donde ocurrió la Trans guración.
Comunidad de creyentes que vive el misterio de la Cuaresma.
Queridos oyentes de nuestra Emisora Vox Dei, en este año tan especial, queremos expresarles nuestro más sincero agradecimiento por haber sido parte de nuestra historia durante estos 20 años. Su apoyo y fidelidad han sido fundamentales para que podamos seguir siendo la Voz de Dios para todos aquellos que sufren y en medio de todas las comunidades.
Desde el Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta, hemos trabajado incansablemente para ofrecer programas que enriquezcan su fe, que fortalezcan su esperanza y su vida diaria. Agradecemos por cada momento que han compartido con nosotros, por cada oración hecha y por permitirnos llegar hasta sus hogares.
Esperamos seguir siendo su compañía en este camino espiritual y les deseamos bendiciones y paz en sus hogares.