En el Camino / número 10

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En el

Camino El Viacrucis que se convirtió en una exigencia por los derechos Páginas 4 y 8

México, DF, lunes 5 de mayo de 2014 | Número 10

De víctima del tren a activista; la historia de José Luis Hernández Pág. 5

Ellas migran Centroamérica registra un flujo intenso de migración femenina Pág. 2

En el Camino es un proyecto de Periodistas de a Pie con el apoyo de Open Society Fundation. Se imprimen 3,000 ejemplares. Editores: Alberto Nájar y Daniela Pastrana. Diseño: Jazmín Estrada. Fotografías: Iván Castaneira y Prometeo Lucero. Asistente de Foto: Ximena Natera.

Foto: Iván Castaneira

Ejemplar gratuito


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2 de ayuda Albergues Casa del Migrante. Tapachula, Chiapas. Avenida Hidalgo sin número, colonia San Antonio Cahoacán. Tel. 01 96262 67770 cdelmigrante@yahoo.com

Albergue Jesús El Buen Pastor. Tapachula, Chiapas Carretera a Raymundo Enríquez sin número. Cel. 962-1532-995 alberguejesuselbuenpastor@yahoo.com.mx

Casa del Migrante Hogar de la Misericordia. Arriaga, Chiapas. 5ª Sur No. 1420, colonia Playa Fina.

Tel. 966 665 8904 044-966-1010973 044-966-10500029 carbartsol@hotmail.com

Albergue Hermanos en el Camino, Ixtepec, Oaxaca. Av. Ferrocarril Poniente No. 60, Barrio La Soledad

Tel. 971-7132264 solalinde@hermanosenelcamino.org

Comedor Migrante San José Huehuetoca, Edo. de México Quintana Roo sin número, Barrio San Bartolo

Tel. 202-4586002 Albergue La 72 Domicilio conocido colonia Estación Nueva.

Tel. 934 11 65 394 934 11 82 135 la72.comunicacion@ gmail.com

Casa del Migrante. Irapuato, Guanajuato. Calle Río Silao No. 1897, Frac. La Pradera

Tel. 462 135 3654

EDITORIAL

las mujeres migrantes enfrentan más obstáculos en el camino

Caminan por dos

72 migrantes

¿

Hay muy pocos servicios de salud especializados en los pueblos por donde pasan Por Periodistas de a pie

Son miles. A veces viajan en pequeños grupos, pero casi siempre se les puede ver acompañadas de jóvenes adultos. Cada vez con más frecuencia llevan tomados de la mano o a su lado a niños pequeños. Mujeres migrantes que siempre han estado presentes en el fenómeno pero que por razones desconocidas permanecieron invisibles, incluso por décadas. La Organización de Naciones Unidas señala que, en el mundo, hay unas 104 millones de mujeres en condición migratoria irregular. América Latina, y en particular la región de Centroamérica, México y Estados Unidos, registran un movimiento particularmente intenso. Las estadísticas dicen que el número de mujeres migrantes se ha mantenido estable en los últimos años, e incluso el dato más reciente señala que del total de centroamericanos devueltos a sus países, del 15%, aproximadamente, unas 10.000, son del sexo femenino. Pero los números no dan cuenta de la realidad que viven las mujeres migrantes, que en algunos casos, como quienes viajan en el tren, es más dura y cruel que la de sus compañeros varones. Las mujeres sufren frecuen-

Fotos: Prometeo Lucero

Teléfonos

Las migrantes centroamericanas entrentan el peligos de los abusos sexuales

Mujeres migrantes reclamaron derechos a leigisladores mexicanos tes abusos sexuales (incluso por sus connacionales) a lo largo de la ruta. Muchas son secuestradas por bandas de esclavitud y hasta se han registrado casos de secuestros para obligarles a realizar trabajos domésticos. En los pueblos y ciudades por donde pasan los migrantes,las posibilidades de atención mé-

dica especializada, como ginecólogos, por ejemplo, son muy reducidas. Pero esto, es apenas una parte de la historia que para las mujeres representa el viaje al norte desde sus hogares. Quienes viajan con sus hijos corren el riesgo de separarse de ellos, especialmente si consiguen

llegar a su destino y son deportadas desde Estados Unidos. La violencia no se limita al viaje. Poco se conoce del impacto que representa dejar su hogar y muchas veces a los propios hijos bajo el cuidado de familiares o amigos. También se conoce muy poco el cambio de actitudes que sufren a lo largo de la ruta, y mucho menos se de las dificultades que enfrentan para tener acceso a la justicia, especialmente en los casos que involucran a bandas de delincuencia organizada. A diferencia de sus compañeros varones, las mujeres migrantes enfrentan, a cada metro que recorren México, un viaje doble: el que cruza el país y el camino a un infierno personal lleno de injusticias y sobre todo soledad .

Al gobierno mexicano le importan realmente los migrantes centroamericanos? La pregunta es pertinente después de conocer el desenlace que tuvo una caravana de 15 hondureños mutilados por el tren, quienes sin dinero y con dificultades físicas viajaron desde su país hasta Ciudad de México. El objetivo era hablar con el presidente Enrique Peña Nieto, para contarle del infierno que significa viajar por México, y pedirle ayuda, su intervención para frenar los abusos o presionar a los gobiernos de Centroamérica para que asuman su responsabilidad en la migración de miles de personas cada semana. Consiguieron una audiencia en el Senado y la Secretaría de Gobernación les dijo que buscaría un espacio en la agenda presidencial para el encuentro, pero fue sólo una táctica para cansarlos. La historia de los hondureños mutilados desnuda otra vez la actitud que las autoridades mexicanas asumen hacia las personas en situación migratoria irregular, y hace más evidente la ausencia de una política pública sobre el fenómeno. Si no hubo la sensibilidad de atender a personas evidentemente vulnerables y lastimadas en territorio mexicano, ¿qué trato se puede esperar a los miles de niños, adolescentes, mujeres y jóvenes que diariamente huyen de sus países para salvar su vida?


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LA HISTORIA

De víctima a activista

El Viacrucis del Migrante fue sumando decenas en los albergues hasta convertirse en una marcha de protesta.

Migrantes mutilados, los más vulnerables Por Periodistas de a pie El tren en marcha se sacudió y la multitud de migrantes que viajaba sobre los vagones se movió bruscamente, empujando a quienes se encontraban descuidados. Rosmar Alberto Rivera Santos iba medio dormido y por eso no pudo sostenerse. Tras el empujón cayó a las vías, pero entonces las ruedas pasaron sobre el muslo de su pierna izquierda. Eran las nueve de la noche de un viernes cerca de Arriaga, Chiapas, al sureste de México. El migrante hondureño no entendió lo que sucedía, sólo miraba a los vagones que pasaban rápidamente. Al momento de la caída sólo sintió un fuerte ardor. “Pero cuando miré al otro lado del riel, de la línea, vi que eran mi pie y mi zapato. Ya no podía caminar, ya me estaba desangrando”. Rosmar sobrevivió gracias a la ayuda de unos desconocidos que lo llevaron a un hospi-

tal, donde permaneció 32 días. Luego regresó a su pueblo en Progreso, Honduras, donde enfrentó una dura realidad: El abandono de su familia, dificultades para conseguir empleo, tristeza y soledad. Desde su accidente no había regresado a México, pero volvió recientemente junto con un grupo de migrantes que también sufrieron mutilaciones en su viaje por tren.El grupo se llama Asociación de Migrantes Retornados con Discapacidad (Amiredis) y viajó sin dinero ni documentos migratorios desde Honduras, con la esperanza de hablar con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quien no los recibió. Para ellos la cuesta es más empinada. No se sabe cuántos han sufrido accidentes porque ni en México ni en Centroamérica hay un registro. Y las autoridades hacen muy poco para ayudarlos. Su único refugio son organizaciones civiles y albergues que sobreviven en la pobreza cotidiana.

José tenía 17 años y un intento previo de llegar a E.U a sus espaldas, cuando cayó del tren.

Fotos: Iván Castaneira

Por rodrigo soberanes santín Antes de caer del tren, Jose Luis Hernández tocaba la guitarra y jugaba al fútbol. Eran sus gustos más grandes. “Ahora juego el fútbol como un deporte extremo”, bromea este joven hondureño aficionado a la música ranchera y religiosa (canta casi a diario). Es uno de los casi 500 migrantes que han regresado Hondura con alguna discapacidad. Hace nueve años, al caer de la bestia, quedó atrapado entre las ruedas del tren de carga y perdió una pierna, un brazo y cuatro dedos de la otra mano. Tenía 17 años y estaba en el país haciendo su segundo intento de llegar a Estados Unidos viajando sin documentos legales con su amigo Selvi. “Mi amigo Selvi ni siquiera se dio cuenta cuando me caí porque iba con un gran sueño y creía que yo estaba bromeando cuando se dio cuante que yo ya no estaba y empezó a buscarme. Más adelantito miró en las ruedas del tren y vio sangre”, cuenta José Luis. El par de jóvenes estaba a punto de llegar a Ciudad Juárez, Chihuahua, cuando ocurrió el accidente. “En el viaje te cuidas mucho, yo nunca pensé que me iba a desmayar. Ni siquiera me dormí porque yo cuando tenía sueño me amarraba del tren arriba o en las escaleras, o me sentaba en los vagones que tenían paila y ahí podía ir a gusto un poco más seguro”. Ahora, con 26 años, es el presidente de la Asociación de Migrantes Retornados con Discapacidad (Amiredis) de la ciudad de Progreso, capital del departamento de Yoro, en Honduras y la mayor parte de su tiempo está dedicada al activismo en favor de las 35 personas que pertenecen a Amiredis y que también sufrieron por lo menos una mutilación durante el tiempo en que viajaron por México en el tren. En abril. el ahora activista encabezó una inédita marcha a la ciudad de México para perdir una audiencia con el presidente Enrique Peña Nieto. Pero el mandatario no los recibió.


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pasatiempo

Una historia polémica

encuentra la salida

Por Periodistas de a pie La celebración a las madres no es nueva. Algunos historiadores dicen que la tradición inició en Grecia, antes del nacimiento de Cristo, aunque la forma actual del festejo inició hace tres siglos en Inglaterra. En México los aztecas honraban a la maternidad al igual que otras civilizaciones prehispánicas asentadas en Centroamérica. En el país la celebración actual tiene una historia controvertida. Una de las versiones es que el festejo nació por iniciativa del director de un periódico capitalino, el Excélsior, quien en 1922 apoyó la idea del secretario de Educación José Vasconcelos de dedicar un día para agasajar a las madres. No fue buena voluntad, en el fondo buscaban quitar atención a un movimiento que quería dar a las mujeres derecho al voto. La fecha seleccionada fue el 10 de mayo. En El Salvador y Guatemala se celebra el mismo día, mientras que en Honduras es el segundo domingo de mayo. Sin embargo, lo que une hoy a la región es la parte comercial. Al inicio era una forma de recordar el papel importante de la madre en la estabilidad familiar, aunque ahora parece un pretexto para la fiesta, y un motivo para hacer negocios.

¿Tienes algo que contarnos?, envíalo al correo periodicoenelcamino@gmail.com

luces en el camino

¿sabías qué?

Foto: Iván Castaneira

Es difícil dejar atrás el hogar, la familia y todo lo conocido. Dejar atrás tu país . El camino es duro y el costo, excesivo. Sudor y lágrimas se incluyen en la cuenta. Pero la búsqueda de una vida mejor es un derecho humano. Es un derecho que en ocasiones se convierte en una lucha extra para las personas en tránsito y que se gana sólo con perseverancia y voluntad de validar lo que es innato de todo humano.

El mercado de llamadas telefónicas entre México es el más grande del mundo. Cada año se consumen al menos mil millones de minutos con un valor superior a los cinco mil millones de dólares.


Lucha histórica

Foto: Prometeo Lucero

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Primero fueron los mutilados por La Bestia. Luego, cientos de centroamericanos marcharon por la capital de México para exigir visas humanitarias. Fue un Viacrucis que se convirtió en grito de protesta. Pidieron hablar con el presidente. No los recibió, pero sentaron a la mesa a los legisladores federales y al gobernador de Veracruz. Una jornada inédita. Abril fue histórico en la larga lucha por los derechos de migrantes.

Consejo PRÁCTICO

¿CÓMO VIAJAR? Si eres deportado de Estados Unidos y te dejan en territorio mexicano, recuerda que tienes derecho a: contar con asesoría legal, espacios dignos para descansar, recibir alimentos y trato digno de las autoridades y sobre todo, a comunicarte con tu familia.


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