Peripecia #7 enero febrero 2017

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Editorial

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e resulta sumamente difícil dar inicio a estas líneas, tengo sobre mí tantos sentimientos encontrados, que no encuentro las palabras adecuadas, bien sintetizadas. Mis ojos se nublan con gotas que se aferran a no caer, comienzo a ver las letras dobles. Es por mucho imposible no emocionarme, ha sido el mejor año de mi vida hasta ahora. Cuando Peripecia vio la luz en enero 11 del año pasado, decidí designar a esa fecha como el mejor día de mi vida. Sin embargo no imaginaba el camino que apenas se vislumbraba por delante. He aprendido a enfrentarme a mí misma, demostrarme ante todo que sí se puede, pero por encima de eso, a ser mi mayor motivador. Aún me cuesta trabajo creer todo lo que Peripecia ha logrado, la aceptación de los lectores, las críticas tan motivadoras que impulsan a esta editorial a seguir adelante. ¡A las personas realmente les gusta Peripecia! ¡¿puedes creerlo?! me repito en ocasiones. Existe un gran equipo resguardado sobre estas páginas: colaboradores, diseñadores, fotógrafos, el editor; a todos ellos les agradezco con el corazón el que hayan confiado en esta locura llamada Peripecia. Ha sido, como su nombre lo describe, toda una aventura, cada edición lo es. El trabajo detrás de esto que sostienes se resume en una palabra: PASIÓN. Sin ese amor y esa dedicación que le ponemos a cada edición, creo que difícilmente sería posible el éxito que nos atañe. Mis lectores, no encuentro otra palabra más que GRACIAS para expresarme hacia ustedes, cada que veo a algún inquieto con la mirada sumergida en estas páginas o la mano sobre algún ejemplar, es como si abrazaran mi corazón. Por ello, en este primer aniversario quisimos brindarles una edición especial, donde recopilamos algunos de los mejores artículos del año, difícil decisión. Espero la disfruten al igual que yo. Deseo que este año que inicia para Peripecia y para todos, esté lleno de bendiciones, éxitos y pura buena vida. Gracias lectores Peripecia por alimentar su inquietud cultural, gracias por permitirnos llegar a un año, les pido, al menos, otro más. Fernanda Beltrán Villarreal.

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La Peripecia de tu día

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Índice LOVE. ANA *Escoge el que quieras

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PERIPECIAS DE LA CONSCIENCIA *Todo comienza en un sueño

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¿QUIÉN ES? *Te cuento quién es Ale Chaidez

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DE PATA DE… GATO *Cuestión de actitud

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PARLOTEO *Jardín Real

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ETIMOLÓGICAMENTE HABLANDO *Adefesio

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RISOTERAPIA *Ana Bueno

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año

Edición Especial ANI VERSARIO

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LA LENGUA ES DE QUIEN LA TRABAJA *De veras

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PARAFRASEANDO *Autores y demás

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¿AEROYOGA? *Para relajarnos en el aire

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PARA TRABAJAR EL CEREBRO *Sopa de letras

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DIMES Y DIRETES

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HABLE Y ESCRIBA BIEN

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QUÍTATE EL PENDIENTE *Senul

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CONFLUENCIA *Eduardo Madrigal Elizondo

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DE LENGUA SUELTA *Peripecia

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CINÉFILOS *Un recuerdo vago

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SALIDA DE LA MANGA *Ni qué ocho cuartos

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EDICIÓN ESPECIAL DE ANIVERSARIO *Los mejores artículos del año

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Directorio

Dirección General Fernanda Beltrán Villarreal Diseño Luis Alejandro Wong Edición y corrección Héctor David Hernández Carrillo Ilustraciones: Melissa Calderón, Nadia Cuen, Victoria Bello

Colaboradores Claudia Valdez Bello, Gerardo Osornio, Juan Carlos Navarrete, El Gato Negro, Luis Fernando Zazueta, Angélica Rodríguez, Alejandra Orozco, Reinaldo Amaral, Tmox Moraila, Javier Valdez, Ana Bueno, Eduardo Madrigal Elizondo, Diana Arredondo.

Contacto:

cel. 6672 22 49 22 peripeciarevista@gmail.com



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Love. Ana

Escoge el que quieras Hola Peripecia (Fer), para mí los cuentos cortos fueron lo que me llevó a buscar dentro de las librerías a estos autores. Sin estos y otros más creo que nunca hubiera adquirido el vicio de leer. ¿Cómo le harán los escritores para ponerlo a uno nostálgico? Escoge el que quieras, todos son mis favoritos y luego te paso más. Love. Ana.

Fragmento; Testamento ológrafo

Mario Benedetti

Yo, Rogelio Velasco, dejo mis anteojos o lentes o gafas o espejuelos, a mi sobrino Esteban, para que pueda ver el mundo como yo lo he visto, a veces injusto, desarticulado, confuso, y otras veces generoso, ordenado, estimulante. Recuerdo que vos, Esteban, cuando todavía eras un niño, te calzaste mis anteojos, que yo había dejado sobre la mesa, y de inmediato te los quitaste con inusitada violencia, casi con asco, porque, claro, no se acomodaban a tu visión de entonces. Tal vez ahora tu miopía se corresponda con la mía y ya no arrojes al suelo mis pobres lentes. En realidad no son los mismos. De aquéllos tuve que cambiar uno de los cristales, el izquierdo, como resultado de ese desencuentro. De todos modos hace como diez años que no me acompañan, pues los olvidé en un taxi. El chofer nunca vino a devolvérmelos, quizá porque el siguiente (un peso pesado que ascendió al coche cuando yo bajaba) se sentó sobre ellos y los hizo añicos. Ya sos un hombre, casi un ingeniero, y en todo caso tus rechazos serán hoy más sustanciales. Al parecer, te costó bastante verte involucrado en un amor. Vos lo atribuías, así al menos me lo contaste, a las buenas pero retorcidas intenciones de tu padre, que, preocupado por tu timidez congénita, te depositó en los fláccidos brazos de una prostituta de toda su confianza, para que te iniciara en los placeres y sinsabores de la carne. Creo que de ese estreno de lenocinio sólo te quedaron los sinsabores, ya que nunca le perdonaste


a mi cuñado un bautismo tan infortunado. Pasaron muchos años antes de que una mujer te atrajera, y claro, te casaste con ella. Rápida decisión antes de que te invadiera otra vez la repugnancia por un cuerpo ajeno. Menos mal que Maruja se las ha arreglado para acabar con tu apocamiento. Y hasta te ha dado un hijo, inquieto, pero simpático. Un consejo, no dejes tus anteojos al alcance de Eduardito. 2 Yo, Rogelio Velasco, divorciado y vuelto a emparejar, nacido en Mercedes hace 65 años, dejo mi cámara fotográfica a mi ex mujer, porque fue con esta Rolleiflex que tratamos de fijar ciertos instantes de nuestra breve bienaventuranza. Todavía guardo algunas de las fotos en una caja de zapatos. Por ejemplo, la del zoo de Buenos Aires, donde estás mirando extasiada a la mona (una orangutana bastante despabilada) que, al verse enfocada por mi cámara, asumió una postura sorprendentemente fotogénica. Salvadas las distancias, traía el recuerdo de la Venus de Espejo. También están las de la luna de miel. Entre otras, las que nos tomó el solícito camarero en un restaurante de Piriápolis. Además de escandalosamente jóvenes, parecemos felices y tal vez lo fuéramos. ¿Vos te acordás de cuál fue el origen de nuestro distanciamiento? Yo no. Sinceramente, no me acuerdo. Quizá fue un proceso lento. La conquista de la indiferencia también lleva su tiempo. Sin celos recíprocos, que son tan molestos pero que al menos otorgan vigor y sentido a una ruptura. Hoy, tantos años después, siento a veces un poco de nostalgia. Lo curioso es que no te añoro a vos. Más bien echo de menos ciertos lindos momentos que pasamos, cierta paz que edificamos y compartimos. ¿Vos no? Ahora tengo mi pareja y vos tenés la tuya. No obstante, en mi caso al menos, no es lo mismo. Es una relación cómoda, agradable, estimulante, de diálogo fluido, pero sin inocencia. Ésta es irrecuperable, no admite simulacros ni parodias. En otra foto estas vos sola, divertida, haciéndome una morisqueta. Reconozco que el humor era un buen ingrediente de nuestra convivencia, sabíamos burlarnos uno del otro.

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Love. Ana

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Peripecias de la consciencia

Todo comienza en un sueño

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Por: Angélica Rodríguez

@angiemzt @seryconsciencia Facebook: El Ser y la Consciencia elserylaconsciencia@hotmail.com

“Peripecia: acción imprevista que cambia el curso de la historia”.

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ecuerdo perfectamente la primera vez que oí hablar de Peripecia, la revista. Fue en el Tec Milenio. Invitada por mi estimada Gaby Torres a un foro de jóvenes (la verdad aún no entiendo qué hacía yo ahí...) para compartir sobre mi experiencia en el emprendimiento, tuve la oportunidad de conocer a varios entusiastas menores de 30 y que traían muchas ideas y proyectos bajo el brazo. Ahí estaba Fernanda Beltrán, no sólo con un sueño sino con la actitud, la creencia, el coraje, la determinación y el talento para hacerlo realidad. Desde que la escuché hablar con aquella pasión de esas páginas, contenidos e imágenes de su revista, no pude hacer menos que emocionarme hasta el tuétano como admiradora que soy del arte, la cultura y el atrevimiento. Inmediatamente “me vi” pudiendo ser una colaboradora y compartir mis piensos sobre la vida, el crecimiento personal y la espiritualidad, temas que no siempre son bienvenidos en otros espacios. Así, después de un breve coqueteo con Fer, nos dimos el sí y surgieron “Las Peripecias de la Consciencia”... las cuales no salieron en aquel memorable primer ejemplar por mi envío tardío (es hora que no me lo perdono). Hoy, a un año de su primera edición, me siento profundamente agradecida por formar parte de sus colaboradores y poder compartir entre tantos amigos, colegas y artículos maravillosos, enriquecedores y nutritivos, mis reflexiones sobre los temas que nos proponen cada vez. Y felicito de corazón a Fernanda Beltrán y todo el equipo por su dedicación, entrega y amor por lo que hacen. A los anunciantes por la confianza y el apoyo para que esta revista pueda seguir oxigenando la propuesta editorial en Culiacán. Pero sobre todo, felicidades a ti, por ser un buscador de nuevas formas de expresión, por apostarle tu entretenimiento a una #inquietudcultural y por pasear tu conciencia en estas páginas. ¡Larga vida a Peripecia! Bendiciones, AR.



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¿Quién es?

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¿Te cuento quién es Ale Chaidez? Por: Fernanda Beltrán

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staba como clienta, sentada en una de esas cómodas sillas de salón. Detrás de ella, un muchacho –minutos después supe que era su esposo- quien cuidadosamente colocaba sobre ella, tiras de cabello rubio más largo que su natural. De niña sus juegos eran maquillarse y hacerse peinados. Desde los 9 años ya sabía a lo que quería dedicarse. Su historia comenzó hace 20 años. Fue becada por ser la mejor en la academia de belleza. Había dejado la carrera de turismo por recomendación de un médico. “Entre las prácticas y todo, no me daban los tiempos. Me empecé a enfermar porque soy muy perfeccionista. Me preguntó el doctor “¿qué quieres ser?” -No pues estilista- le dije. –“Está bien, sé estilista entonces”. Es aquí donde comienza la aventura de Alejandrina García


Chaidez, una mujer atrevida, apasionada, pero sobre todo alegre, su peculiar risa me lo comprobó. Su historia está llena de aprendizaje y demuestra que, como siempre digo, las cosas suceden por alguna extraña razón. A los seis meses de estar como practicante, finalmente la contratan, se queda como auxiliar en un salón y encargada de un spa. Con 20 años, joven y aventurera, decide mudarse a la ciudad de Tijuana empacando la suerte en su maleta. Logra entrar en un salón por recomendación. Estaba de prueba, pero su personalidad la hizo rápidamente atraer clientes propios, quienes pasado un mes ya acudían preguntando por ella. Logró independizarse de su hermano, con quien vivió en un principio. La suerte le sonreía bastante bien, pero la rebeldía le duró tan solo cuatro meses, cuando su madre le ruega su regreso. “Mi mamá me dijo te vienes, y yo muy obediente”. Al llegar a Culiacán, sin saberlo, cosas buenas la esperaban. Creo que Ale tiene “chispa” donde quiera que se encuentre, le va bien. Pues el spa donde había estado meses atrás, la quería de vuelta, atraía buenos clientes. Había una sala técnica dedicada a asesorar, capacitar y dar cursos en color que estaba esperando su confirmación, y una empresa de prestigio la solicitaba durante un año con un muy buen sueldo, el trabajo por semana cuando mucho sería de tres días. Acepta dos de tres: el contrato de un año con la empresa y trabajar dando capacitación y cursos en la sala técnica, lugar donde se enamora del color y los cambios de imagen, siendo hoy su pasión. Así estuvo durante un año. La idea de poner un negocio propio sí pasaba por su cabeza, pero las cosas aun no estaban planeadas para ello. Pasado ese año, todo fue viajes, tomar cursos, y mucho aprendizaje, se muda dos años a Monterrey donde se casa por primera vez. “Me ofrecieron trabajo en Europa y no me fui, ahorré dos años, estudié Italiano, y la tontería más grande, por casarme no me fui a Milán”. Hasta que su locura la lleva a escaparse a la ciudad de México a trabajar para la empresa Televisa, con 28 años y un bebé de 1 año, cobijada por su hermana quien residía allá. “Buscaba una oportunidad sola, no me quería ir sin empleo. Fueron tres semanas de prueba y me contrataron, trabajé para noticieros, peinaba y maquillaba en canal 9, canal 2, Telehit y Ritmoson. Eran ocho horas por día trabajado, estaba muy cómodo, no exigían mucho”. Pasados los meses, le ofrecen irse a Veracruz con el programa “Hoy”, a su llegada le ofrecieron trabajar para las telenovelas. “Tenía que dejar a mi hijo con mi hermana. Ahí –en telenovelas- no había horario, ‘hasta que muera China’, tenías que seguir secuencia. Mi hermana me dijo: yo no puedo. Fue cuando dije -bueno regreso a Culiacán-”. Hace ocho años de esa decisión. De vuelta en la ciudad donde se crío desde los 4 años, continúa trabajando pero decide hacerlo de manera independiente, atendiendo a sus clientas

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¿Quién es?

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¿Quién es?

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desde su casa. Tiempo después llega el “boom” de Facebook, se decide a crear una cuenta de esta red social y el éxito viene de la mano. “Lo que siempre me ha gustado es el color, cuando no existían los teléfonos inteligentes, siempre tomaba fotos para ver el antes y después, empecé a hacer mi álbum, llegaba alguien y enseñaba las fotos, ya cuando salieron las cámaras digitales era más fácil, después en las redes sociales”. Con más de 20 mil seguidores en Instagram y mucha experiencia en su ámbito, hoy pretende posicionarse más que nunca. Hace ocho meses logró establecerse tanto personal como profesionalmente. Y las metas aún continúan. -¿Qué viene para Ale Chaidez? - Viene que todo Culiacán me conozca. Quiero que cuando la gente diga Ale Chaidez la gente sepa quién soy. Posicionarme. Siente que por ir y venir, viajar y experimentar, perdió tiempo en posicionarse en la ciudad, pero no se arrepiente, todo lo aprendido durante 20 años le ha dado la experiencia que hoy la respalda. Su visión para 10 años es poner una escuela donde pueda dar cursos en color y cuidado del cabello, tema que le apasiona indiscutiblemente. Lo vi reflejado en ella, cuando conocí a Ale tenía el cabello rojizo y largo, tiempo después nos encontramos en su salón y lucía un cabello claro y corto. “Es mercadotecnia, si yo me oscurezco, la gente se oscurece, si yo me hago un fleco, la gente es: Ale me haces el fleco. Entonces quieras o no cuando alguien viene contigo es porque admira tu trabajo, entonces tú eres parte de ello. Llegan y me dicen -¡ay, Ale ya te aclaraste! y yo no me animo a hacerme nada, ¿sabes qué? sí hazme las luces-”.



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De pata de… gato

Es cuestión de actitud Por: El Gato Negro @elgatonegromx hola@elgatonegro.mx

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e acuerdo a la Real Academia de la lengua española: una actitud es un estado de ánimo que se expresa de cierta manera. Y ¿qué es un estado de ánimo? Pues como su nombre lo dice es un “estado”, una forma de permanecer, cuya duración es prolongada, y por lo tanto tiene un impacto en nuestra forma de comportarnos. Tomando esta información como punto de partida los invito a realizar una reflexión acerca del estado de ánimo que predomina en sus vidas, ¿cuál es el que predomina? La tristeza, el resentimiento, el enojo, el miedo, la indiferencia o por el contrario, eres una persona que te alejas del mal humor, de la depresión, la irritabilidad y sueles tener grandes dosis de energía positiva que contagias a tu alrededor. Es cuestión de elección, aunque claro que hay situaciones externas que pueden descontrolarnos emocionalmente, pero de nosotros depende vivir en “blanco y negro” o con una gama de colores brillantes. Lo semejante atrae a lo semejante entonces ¿qué clase de personas estás atrayendo a tu vida? Considero que uno de los factores que ayudan a que se tenga una actitud optimista ante la vida es hacer lo que nos gusta. Es que cuando hacemos lo que nos apasiona tenemos una percepción del tiempo que parece que se detiene y pueden pasar horas y horas y “no se sienten”. Entonces por qué seguir perdiendo minutos y horas valiosas en hacer algo en lo que no estamos disfrutando y sentimos que la frustración se apodera de nosotros día con día. Creo firmemente que todos nacemos con un talento muy particular que si se aprovecha, si se descubre y se trabaja en ello al final habrá un buen resultado, porque cuando la energía se enfoca en algo, por ende empiezan a suceder situaciones en las que decimos “parece que el universo está a mi favor”. Cuando tengas esa conversación contigo mismo y te decidas a perseguir tus sueños no permitas que nadie le ponga freno a esa energía que estás sintiendo, es muy fácil criticar y es de mediocres tratar de boicotear sueños ajenos. Así que te invito a que cuando hayas terminado esa reflexión y conversación con tu “yo” y decidas poner en acción ese proyecto que lleva guardado en ese cajón por años, o promover ese talento que pocos saben que tienes, vas a vibrar en una energía tan especial que vas a atraer a personas que están en tu misma sintonía. ¿Te imaginas este mundo si todos hiciéramos lo que nos gusta? La energía que estaría circulando sería increíble. Este artículo está inspirado en las personas que se han atrevido a emprender sus sueños, como es el caso de Fernanda Beltrán a quien admiro y felicito ampliamente por esta genial revista “Peripecia”. Si yo no hubiera emprendido mi sueño de El Gato Negro no la hubiese conocido y tampoco estaría escribiendo en esta sección, así que de verdad crean, sucede algo mágico cuando te quitas los miedos y persigues tus sueños.



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Parloteo

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Jardín Real Por: Fernanda Beltrán

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os conocimos 10 años atrás, o un poco más. Sin embargo hace cerca de 1 mes pude conocerlo desde otra perspectiva. Desde su pasión. Eran las cinco de la tarde de un viernes cualquiera. Sentado en un café local, de frente a su celular, de ambiente una música que no incomodaba, ahí estaba Roberto Retes, hacía tiempo que no nos veíamos, nos saludamos con gusto. Después de unas interrogativas protocolarias -preguntar por la familia, las niñas…- dio inicio nuestra charla primordial, entre murmullos, licuadoras y transeúntes. Vamos pensando, me dijo. -¿Cada cuánto riegas una planta? -Cada tercer día. Pretendí responder entre risas, aunque mi tono fue más interrogativo que de respuesta. Esbozó una sonrisa sonante diciendo, -Esa es la típica respuesta-. -Toma agua cada tercer día, ¿aguantas?, me cuestionó. Las plantas son un ser vivo, y no lo vemos así. -Piensa en una palma- me dijo, ¿qué te imaginas?


Como si se tratase de una pregunta capciosa, reí divagando un segundo, acto seguido respondí lo predecible: -una playa-Está bien, es una cocotera- me dijo, induciéndome a pensar en otro tipo de palma. De mis labios sólo salió un -no sé-. -No tienes idea. Así como tú, piensa la gran mayoría de las personas.- Finalizó. Cerca de una hora me adentré en un mundo nuevo, el mundo de la jardinería, el mundo de las plantas, esos adornos que veo todos los días y a los que rara vez tomo importancia y que para Roberto son su vida. Agrónomo de profesión, 37 años. Comenzó a los 18 plantando semillas de flor en el terreno de su padre, un espacio de 6x30 metros. Sus clientes eran ciertos viveros de la ciudad y cercanías. A los 23 años una compañía de renombre lo convierte en un proveedor fuerte, no sólo en Culiacán sino en Mazatlán, Los Mochis y Los Cabos. “Me manejo por temporadas, produzco plantas aclimatadas, que se adapten a nuestro clima y lo aguanten” esa es la prioridad de JARDÍN REAL, como llamó a su empresa, donde las mujeres dominan el trabajo. Roberto me cuenta que le gusta que sean mujeres las que trabajen las plantas. Por una sencilla razón: “La mujer es más detallista, organizada, honesta, son muy luchonas, muy apasionadas, en el sentido de un jardín, una mujer siempre va a buscarle el lado bonito a las cosas”. Desde sus inicios siempre ha tenido el apoyo de una gran mujer, su hoy esposa Ana Gaby, quien lo ha motivado desde que sintió inquietud por el tema de las plantas. Por cierto, me cuenta que ella le ayudaba a sembrar las semillas de flor cuando inició hace años. Estamos acostumbrados a pensar que quien arregle un jardín sea un hombre. Cuando los clientes de Roberto ven que son mujeres las que llegan a arreglar y dar vida a un espacio, se sorprenden. “Llegan uniformadas, delicadas, con sus termos de agua”. Ellas son su equipo, punto que siempre remarcó, no son sólo empleadas, al contrario, ellas conocen el campo tanto como él. “Siempre les digo: si yo me llego a morir, esto quiero que siga funcionando, esto es de ustedes, tiene que seguir adelante”. De las cosas que pude admirar de Roberto es su pasión por lo que hace. Logré identificarme en muchos aspectos con él, nuestra charla tuvo grandes paréntesis donde me motivó; me contó anécdotas sobre la increíble experiencia entre combinar la pasión, el negocio y generar dinero. Algo nada fácil.

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Parloteo

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Parloteo “Estamos buscando la línea de hacer las cosas diferentes”. Me mostró desde su celular imágenes de follajes y figuras hechas con plantas. “Las casas cada día son más chicas, en una casa puedes poner un arreglo de plantas en la esquina, hay muchas cosas que puedes hacer, y sobre todo con pasión y detalle, que el lugar no te limite”. Su misión ahora que ha regresado al mundo de la jardinería -después de cinco años de receso- junto con Karla Ramírez, su arquitecta aliada, es poder combinar el diseño con su experiencia en plantas. El reto con la cultura de nuestra ciudad es demostrar a la gente que aquí también hay pasión por los jardines. Pasa mucho que la gente no conoce a fondo de plantas. “Soy una persona que te ofrece lo que yo sé que te va a funcionar”. Refiriéndose en cuestión de ahorrar tiempo en mantenimiento, plantas que se adapten al clima y que a su vez cumplan la función en el espacio que se proporciona. Díganme, ¿quién no quiere eso? “Mientras conozcas el tipo de plantas, puedes hacer mucho, sin mucho dinero”. Roberto me invitó a dar un paseo por Jardín Botánico al día siguiente junto con su familia y equipo de trabajo. Ahí nos vimos ese sábado por la mañana. Creo que nunca había visto ese lugar como lo vi aquel día. Roberto Retes:

-En el campo tiene colección de árboles. -Pretende en un futuro no muy lejano convertir el campo en un showroom, para que la gente pueda pasar un día de convivencia ofrecer un buen desayuno o comida, y sobre todo que conozcan las plantas desde su lugar de producción. -Su hobby es andar en bici, actividad que le permite admirar nuevos paisajes. -Es proveedor de Jardín Botánico, lugar que ama y visita con frecuencia.

Etimológicamente hablando Adefesio Del latín Ad Ephesios , “a los efesios”. Título de la epístola de San Pablo a este pueblo. Aludido a las desventuras que pasó el discípulo en Éfeso durante su predicación. Dando referencia a hablar inútilmente, sin provecho, decir disparates. HABLAR ADEFESIOS. Más tarde convertimos esta palabra en un sustantivo descriptivo, para designar peyorativamente a la ropa y aspecto físico de una persona. Actualmente esta palabra se usa para describir lo que es extravagante. Según la Real Academia Española: - Persona o cosa ridícula, extravagante o muy fea -Despropósito, disparate, extravagancia



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Risoterapia

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Una terapeuta de la risa perdida en Culiacán Por: Ana Bueno-Terapeuta de la risa

“Mamá, papá, voy a ser terapeuta de la risa.” Apunté, centré, aguanté la respiración, jalé el gatillo y les disparé está frase.

Hace cinco años de ese día.

H

ay momentos, decisiones y convicciones que nos editan la vida, sacan la mejor versión de nosotros, silencian nuestros fantasmas y demonios, “diosidencias” que nos muestran el camino, llegan de diferentes maneras, la mía fue en forma de nariz roja. Soy médico de la risa desde hace seis años, junto con otros locos tomé mi curso de estrella blanca en Risaterapia A.C. juntos hacemos voluntariado en hospitales, asilos y zonas de desastre, con una bata blanca, una nariz roja y una sonrisa bien puesta, jugamos, abrazamos, reímos. Mi vida cambió cuando me puse mi nariz roja por primera vez, recuerdo con mucho amor a Carlitos; uno de los primeros niños que me quitó el miedo de saberme con la responsabilidad amorosa de sonreír aún cuando el aire huele a desesperanza, a medicina, a doctores y alcohol. Me enseñó que una cama de hospital puede ser un barco pirata, un carro de fórmula 1 y el sofá más cómodo para jugar videojuegos. Itzel me enseñó una canción que recordaré toda mi vida, no por el contenido, sino por el momento. Con un guante de auscultación inflado como globo, la energía más alta y contagiosa tomando el portasuero como patineta, una bata amarilla, en uno de los pasillos del área pediátrica del ISSSTE, el Dr. Frijolito, la Dra. Machupina (mi nombre de MDLR) y esta mágica niña cantaban y bailaban: “Venimos del campo a la ciudad, para reír y disfrutar a nuestro ídolo internacional, guantecillo, guantecillo”. En ese momento se sintió en un concierto y olvidó su condición de paciente y era una niña jugando. Éstas y otras experiencias igual de fascinantes me llevaron a buscar más sobre la risa, sus beneficios y cómo propagarla, el poder también llevarla a espacios donde la gente está enferma de estrés, de apatía, de violencia, de egoísmo y desamor, no enfermedades físicas, sino enfermedades del alma, de la conducta, de las emociones. Y entonces nació Yul Capacitación (por lo menos lo hizo en mi cabeza). Risoterapia se necesita no sólo en hospitales, es por eso que


busqué la especialización y las certificaciones para poder llevarlo a empresas, familias, instituciones, escuelas, y a todo aquel que necesite conectarse con otros, gozar, conocer su mejor versión, sanar su alma con una carcajada. Al apasionarme tanto con mi voluntariado de médico de la risa, quise llevarlo a un plano profesional, aún cursando mi carrera en Comunicación, con las maletas hechas y los boletos de avión hice la afirmación más importante de mi vida: -Mamá, papá, voy a ser terapeuta de la risa.- Ellos sonrieron orgullosos, sabían que sucedería. Y ahora estoy acá, después de cinco años, contándote un poco de mi camino. Muchas risas. Con harto amor y contentura.

La lengua es de quien la trabaja

De veras

La palabra “veras” significa realidad, verdad en lo que se dice o hace. “De veras” escrito separado, NUNCA “deveras/ deberas”. Es un sinónimo de: con verdad, de verdad. Solemos usarla también como recordatorio: “Oye de veras, no le hablé a la Lupe para invitarla a cenar.”

Parafraseando

Autores y demás

“El mundo habrá acabado de joderse el día en que los hombres viajen en primera clase y la literatura en el vagón de carga”. Gabriel García Márquez “Cien Años de Soledad”

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¿Aeroyoga?

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Para relajarnos, en el aire Por: Fernanda Beltrán

Contacté con Roxana Torres hace unas semanas, me llamó la atención su trabajo.

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na tela colgante a modo de columpio, es la que te sostiene mientras en una posición específica -generalmente tu cuerpo invertido- transcurren los segundos, mientras sientes cómo te vas llenando de energía y relajación. Es una variante del yoga, lo llaman Aeroyoga / Yoga Aéreo; es la primera vez que escucho sobre el tema. Roxana es la única persona que ha traído esta práctica a la ciudad montando su estudio hace unos meses, al cual decidió bautizar como PRANA, resulta que desde los nueve años es amante de la danza y el baile, es coreógrafa de jazz y de hip hop, en resumen podría decirse que ha pasado su vida con los pies y el cuerpo en movimiento. Sus veinte años de experiencia la han llevado a recorrer diversos lugares del mundo. En una ocasión se decidió a tomar un curso de danza aérea, es allí donde escucha por vez primera el término “aeroyoga”. Justamente como te sucede ahora, nace en ella la curiosidad sobre dicha palabra, dentro de su inquietud se da el tiempo de buscar videos en internet, acción que se torna a una conexión inmediata. Le fascinó ver las acroba-


cias, las posturas, aeropilates, todo en el aire, a lo que los practicantes de aeroyoga llaman ingravidez. Sensación de estar volando. Decidida a conocer este método artístico, en 2013 viaja a la Ciudad de México, logrando una certificación con el creador de esta práctica, Rafael Martínez, un español quien se ha encargado de llevar la técnica por todo el mundo. A su regreso a Culiacán, como una niña con conocimientos nuevos, empieza a colgarse de donde se le ocurriera, improvisando su columpio principalmente sobre un árbol, da inicio a sus prácticas con variaciones de flexibilidad, fuerza, restauración y terapéutica. Seguido de un año dando clases en Jardín Botánico, donde los transeúntes se detenían a observar y cuestionar sobre lo que hacían, ¿qué era esa hamaca?, ¿para qué servía?, ¿quién impartía las clases?... es entonces cuando impulsada por muchos nace PRANA AEROYOGA, estudio que resguarda sobre sí, el amor a la danza, la acrobacia y la conexión entre mente, cuerpo y espíritu. Confieso que al estar investigando sobre esta expresión artística me quedo con un sabor y una tremenda inquietud de libertad, hoy me apunto a hacer algo diferente en mi vida, tal vez en un arranque de locura visite nuevamente el estudio de PRANA pero esta vez probablemente mi arribo sea para sentir la sensación de estar volando. •

En el verano del 2016 hizo su segunda certificación en aeroyoga. Los estudios de Prana se ubican en: La Primavera y Col. Chapultepec. También imparte clases de Aeroyoga Kids.

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Para trabajar el cerebro

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Sopa de letras


“Entre más conozco a la gente, más quiero a mi perro.” Hable y escriba Bien

Leer un halago con mala ortografía, es un insulto.

“ermosa” Quítate el Pendiente

Senul Lunes al revés es SENUL, palabra que en birmano se refiere a un tipo de tortura que utilizaban en la edad media para provocar una muerta lenta y dolorosa. -En el libro “Los hombres sin sombra” de Augusto Beranio, se menciona un planeta llamado senul. -En Rumania,UK, Senul es un nombre de persona. -En la India, Senul es un apellido.

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Dimes y diretes

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Confluencia

Pasándome en limpio o lo que es lo mismo: ¿POR QUÉ CONFLUENCIA? ¿POR QUÉ EN PERIPECIA?

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uisiera hablar un poco sobre esta columna. Para hacerlo, quizá debiera empezar por plantearme lo esencial: ¿Para qué -o para quién- escribo? (parecen dos preguntas distintas, pero en realidad apuntan hacia un mismo misterio). Durante mucho tiempo pensé que la respuesta me sería revelada conforme aprendiera a resolver las consabidas cinco “W” anglosajonas (las cuales en realidad terminan siendo seis: What, When, Who, Where, How and Why: Qué, Cuando, Quién, Dónde, Cómo y Por qué). Pero escribir, para mí, no es exactamente esbozar una respuesta, sino acaso una manera distinta de formular una pregunta. En este sentido, una página -virtual o física- funciona como un espejo, y el texto puesto sobre su superficie, un reflejo de uno mismo y una reflexión de la circunstancia. Ello me conduce a un aparente callejón sin salida: ¿Tiene sentido tomarse la molestia de escribir finalmente para sí mismo? Bien mirado, creo que sí: Después de todo, si a veces nos sorprendemos “pensando en voz alta”, ¿por qué no podríamos también “pensar en blanco y negro”? Tiene al menos una ventaja práctica: nos ayuda a ordenar nuestras ideas y con un poco de fortuna a descifrar nuestras no siempre reales contradicciones. Es como cuando “pasamos en limpio” las diversas anotaciones tomadas de prisa durante el día, y empezamos a discriminar lo fugaz para consignar lo permanente. Hace unos años en la prehistoria del internet y las redes sociales, alguien me hizo una observación que me dejó marcado: “La nuestra será una generación que se perderá en el silencio”. Se refería a quienes habíamos nacido en los 60: “estamos dejando muy poco por escrito; los historiadores del futuro no encontrarán cartas o diarios personales, que reflejen los detalles cotidianos de nuestra vida. Los detalles de nuestras vidas, los vertimos más rápido o más fácil, a través de conversaciones habladas. Somos la generación del teléfono y cuando callemos será muy tarde para percatarnos qué la única huella de nuestro paso -nuestra palabra- se la ha llevado el viento”. Quizá desde entonces empezó a configurarse esa frase donde actualmente cifro muchas de mis convicciones: «somos nuestra palabra» la cual suelo complementar con “no tanto por lo que decimos; cuanto por lo que significamos”.


Cuando empezó a popularizarse el internet, (aún antes de las redes sociales) lo imaginé como una herramienta maravillosa: Un Aleph Borgiano que nos devolvía el vínculo de la palabra escrita, pero le otorgaba la velocidad de la respuesta inmediata. Hoy me temo que sólo fue un bello espejismo. En parte por eso surgió CONFLUENCIA: Como un intento de coincidir mientras fluimos. Y surge en un lugar, que bien mirado, no sólo es capaz de entenderla físicamente -la tierra donde el Humaya y el Tamazula confluyen para formar el río Culiacán- sino también en un tiempo en que la confluencia social, personal, cultural, es tan urgente como necesaria. Por ello una parte importante del fluir de esta columna será la retroalimentación con sus lectores. En serio: aunque puedo llenar varias páginas con sólo mis ocurrencias, finalmente no concibo una columna monóloga. Cualquier comentario que estas líneas les provoquen, háganmelo saber, por favor, al correo edmaelgb@gmail.com Gracias de antemano. Eduardo Madrigal Elizondo es un prófugo del Hubiera (mítico lugar que él insiste en afirmar que existe) al cual, sin embargo, no recuerda cómo regresar. En busca del camino perdido, ha encontrado una profesión: ingeniero constructor; y una afición por la literatura y la buena conversación. Él dice que en PERIPECIA está escondido, como en un rompecabezas, el mapa que lo conducirá nuevamente hacia su origen, y del cual, número a número, publicamos pieza por pieza. Sospechamos de su locura, pero a veces nos confunde y lo dejamos discurrir entre nuestras páginas.

De lengua suelta

Peripecia

Del griego Peripéteia: cambio repentino, aventura. -En el drama o en cualquier otra composición análoga, cambio repentino de situación debido a un accidente imprevisto que altera el estado de las cosas. -En la vida real, accidente imprevisto o cambio repentino de situación.

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Confluencia

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Cinéfilos

Un recuerdo

vago Por: Diana Arredondo

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ste año el cine siguió cumpliendo su principal función de entretenimiento, sin embargo continúa con la pauta ya establecida de presentar secuelas o “spin offs” de películas que garantizaron un éxito seguro en taquilla desde su

estreno. 2016 continuó con el sobreexplotado tema de cómics y superhéroes. La industria del cine ha sacado ventaja de la enorme cantidad de fans que existe alrededor del mundo al realizar en mayor proporción películas del género, a tal grado de formar toda una franquicia. Las películas contienen historias entrelazadas entre sí, tanto que si quieres ver una, tienes que sentarte a ver las trilogías anteriores de dos diferentes superhéroes (en realidad puedes ver la película simplemente, pero la idea es que si quieres ver “Civil War” y comprenderla del todo deberías haber visto “Iron Man”, “Capitan America”, “Avengers”, etc.). Confieso haber disfrutado mucho las películas de superhéroes , cuando no se abusaba del tema (Spiderman con Tobey Mcguire, trilogía de Batman de Christopher Nolan, incluso la trilogía de Iron Man).“Civil War” me pareció muy dinámica y divertida, el reparto está compuesto por actores que encajan perfecto al personaje, sin embargo existen tantos personajes en escena que se vuelve abrumador, tanto que llega a perderse el sentido la historia. DC Comics comenzó su universo cinematográfico con dos películas, la rechazada ”Batman Vs. Superman”, donde lo más rescatable de la trama fue Wonder Woman. Y “Suicide Squad”, siguiendo con personajes poco memorables a excepción de Harley Quinn y Deadshot, interpretado por Will Smith . Hubo más películas del género pero las que tuvieron gran recibimiento del público fueron “Deadpool” y “Dr. Strange”, la cual también contó con el elogio de la crítica profesional. En otro género de cine siguieron optando por las secuelas, sin embargo llegaron historias originales interesantes como “Zootopia” de Disney, “Salve, César” de los hermanos Coen y “The Hateful Eight” de Quentin Tarantino. El año terminó con la esperada por muchos “Animales fantásticos y dónde encontrarlos”; debo admitir que soy fan de Harry Potter, de esas que sigue viendo


las películas y se sabe todos los diálogos y curiosidades de la trama, sin embargo no me emocionaba el estreno de esta película por la misma idea que es un “spin off ” de una saga que se ha vuelto un clásico cinematográfico, para mí sólo era un éxito seguro de quienes quieren seguir explotando la idea, y aunque en efecto todo lo anterior resulta cierto, la película me pareció asertiva al tener una trama suave pero divertida con mucho entretenimiento visual. Resultó ser el comienzo interesante de una nueva franquicia fílmica. Existen elementos que criticar, como los personajes monótonos que protagonizan (Newt y Tina) la historia, pues los personajes secundarios (Jacob y Queenie) terminaron robando la película junto con los animales fantásticos. En lo personal disfruté de excelentes películas en el anonimato de las grandes taquilleras. Se pueden apreciar formidables historias y memorables actuaciones al ver las películas nominadas a los Óscar: “The Revenant” (El Renacido) del mexicano Alejandro González Iñarritú tiene excelente fotografía, buenas actuaciones y una narrativa dinámica; “La Chica Danesa” es una historia biográfica que te adentra a la crisis existencial de Einar Wegener, con buenas actuaciones y una historia propiamente presentada, “La Gran Apuesta” es una cinta dinámica y entretenida a pesar de la temática compleja que aborda -la crisis financiera del 2008- las actuaciones excelsas y el ritmo que lleva la película son clave, y por último, “Spotlight” (Primera Plana), la cual fue la ganadora del Óscar como mejor película, una historia basada en hechos reales sobre una investigación realizada por el Boston Globe, cuidadosamente dirigida, tanto la historia como las fenomenales actuaciones. Espero que el 2017 traiga gratas sorpresas con historias originales o adaptaciones novedosas, se vale hacer secuelas de películas ya exitosas, siempre y cuando no se utilice tanto la historia que termine siendo un recuerdo vago.

Me da mucho gusto terminar un año en el cual pude tener mi propio espacio para hablar del fascinante mundo del cine; de sus curiosidades, aciertos y buenas historias. Gracias a la revista Peripecia, a su directora general Fernanda Beltrán que me dio la oportunidad de tener esta añorada sección y a quienes me han leído en estos meses, ¡gracias mamá!

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Cinéfilos

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Salida de la manga

“…Ni qué ocho cuartos”

A finales del siglo XVIII y principios del XIX existía en España una moneda llamada “realillo” cuyo valor era ocho cuartos de peseta. Con ella se compraba gran parte de los alimentos básicos, es decir productos como el pan, leche o huevo valían ocho cuartos. En alguna ocasión cuando la escasez los invadió, se vieron forzados a elevar los precios, causando un descontento por parte de la población. No es de extrañar que la reacción de los compradores haya dado pie a infinidad de discusiones y expresiones de disputa, y se dice que alguno vociferó -aunque no en exactitud- “¡qué tres pesetas, ni qué ocho cuartos!”. Popularizando así esta frase para referirse a algo en lo que no se está de acuerdo.



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Edición Especial Claudia Valdez – Colaboradora

Peripecia ha sido un camino lleno de experiencias y aprendizajes padrísimos, una excelente oportunidad para conectarte con un poco de todo lo que sabes y deberías de saber, pero sobre todo, para poder destacar lo que más me gusta hacer: redactar y fotografiar… y qué mejor que unificándolo en un boceto tan lindo como éste. ¡Gracias totales!

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Gerardo Osornio – Colaborador

Uno de mis temores más profundos es escribir sobre libros, algo que tenía que vencer y Peripecia me dejó hacerlo. No escribo de literatura sino de libros, ese objeto desconocido por desgracia para muchos, amado por otros tantos como yo, porque les debemos mucho, una deuda impagable. Pero no podía hacerlo académicamente porque no tengo las armas, pero si desde mi posición de lector, esa clase de tipo que se sume en un libro y viaja en el tiempo, la distancia y la ficción. Larga vida a Peripecia

Los mejores temas

delaño Naxielly Evelyn – Colaboradora

Felicito a todo el equipo de Peripecia, en especial a Fernanda Beltrán, su directora por hacer realidad una revista original, fresca, una revista que sin duda vino a darle un toque diferente y único a Culiacán. Colaborar para peripecia fue muy gratificante, está chilo formar parte de este equipo cuyas pasiones y/o hobbies terminan en tinta. ¡Feliz Aniversario y que vengan muchos años más, larga vida a Peripecia!

A CONTINUACIÓN TE PRESENTAMOS UNA RECOPILACIÓN DE LOS MEJORES ARTÍCULOS DE PERIPECIA DEL AÑO PASADO

Luis Wong – Diseño Editorial

Los nuevos proyectos siempre traen consigo oportunidades de crear, desarrollar y aportar. Peripecia se ha convertido en un referente para los lectores y en un espacio de expresión para quienes buscamos siempre plasmar lo mejor de nosotros en cada edición. A un año de distancia, concluyo que Peripecia cumple su objetivo: atender la inquietud cultural. ¡Este año será aún más chingón. Éxito!


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Edición Especial Ana Bueno. Colaboradora.

Siempre deseé tener un espacio para propagar contentura, amo escribir, que la gente se arriesgue, que se desgarre por sus sueños, el arte, los lugarcitos acogedores donde sirven buen café, romper esquemas. TODO, absolutamente TODO esto lo engloba Peripecia. Pocos tienen la bendición de escribir para su revista favorita, para mí esto es un agasajo, felicidades Fer, larga vida a Peripecia.

Héctor Hernández. Editor

Cada edición que pasa me imagino a mí mismo como el ente sombrío que ronda por un viejo hostal, sin conocer a los inquilinos que van y vienen mes con mes. Seguro para algunos ya soy el terror de ocasión, cada que cambio una letra por otra, o modifico algunas de sus palabras, todo esto para el “bien mayor” que a todos nos atañe aquí: la Revista Peripecia. El editar y corregir textos desde el principio de estas publicaciones, antes de la primera edición y hasta la fecha, ahora un año después, ha sido toda una aventura y un privilegio. Mes con mes recibo los textos de parte de Fernanda y al leerlos me entretengo, conozco, río, me enojo, me preocupo, me entristezco, aprendo, me divierto y un sinfín de sensaciones y experiencias, que ya se han convertido parte de mi vida. Quiero agradecer a Fer por su confianza, a los colaboradores por su talento y constancia, y principalmente al lector, por seguir haciendo esto posible. Ojalá lo disfruten tanto como nosotros en cada edición.

Juan Carlos Navarrete. Colaborador

Hubo en el siglo pasado un líder del gobierno chino llamado Mao Tse-tung o Mao Zedong, como también lo ha inmortalizado la historia universal, quien dijo lo siguiente: “Las mujeres llevan sobre sus espaldas la mitad del cielo y deben conquistarla. Si ésta permanece serena, las tempestades revolucionarias que deben barrer el viejo mundo, se reducirán a nubarrones pasajeros.” Fernanda: Gracias por permitirme ser parte del proyecto que llevas en tu espalda, pero que no es peso. Llevas en tu espalda tu sueño o tu cielo como lo afirmó Mao. Prepárate porque sé que vas a conquistar más. Este año fue el principio de muchos por venir, no permanezcas serena y cualquier tempestad conviértela en un nubarrón pasajero, me has demostrado que puedes eso y mucho más. Peripecia: Gracias por permitirme escribir lo que siento y pienso, sin ningún filtro, sin ninguna red, ni censura. Me has demostrado que el escribir como lo he hecho desde los 12 años es una catarsis. El peruano Mario Vargas Llosa dijo “Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”, gracias a ti, yo digo que fue escribir.

Nadia Cuen – diseñadora

Arnoldo Bojórquez – Fotógrafo

Como colaborador y admirador de su trabajo hoy me atrevo a decir que son por mucho una de las mejores creaciones de este año. Peripecia más allá de ser una perfecta expresión artística en todo su diseño, lleva consigo la influencia de restructurar la cultura de la buena lectura, la cual carecemos en nuestro país. Muchas felicidades Peripecia por un año de éxitos y siempre recordar que “Lo único imposible es aquello que no intentamos”.

Para mí es gratificante participar en la revista Peripecia, me pone feliz ser parte de este grupo de personas que además compartimos el mismo gusto por la lectura y la cultura. Está cool que además de entretenerme leyéndola, al hojearla de pronto me encuentro algunas de mis creaciones.

Luis Fernando – Colaborador

Ser parte de Peripecia ha sido una experiencia muy agradable, donde puedo expresarme de una manera sencilla y divertida; agradezco la invitación para colaborar en una revista diferente e innovadora. Muchas felicidades en este primer aniversario y que vengan muchos años más de éxitos.

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El gran olvidado

Especial

Primera edición ANI VERSARIO

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Sólo venía a construir un teatro, terminó construyendo una ciudad

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Por: Fernanda Beltrán

s desconocido por la gran mayoría de las actuales generaciones culiacanenses. Ni una calle o placa es digna de Luis F. Molina llevar su nombre o figura. Traído de México con la encomienda de construir un teatro, por disposición del entonces gobernador Mariano Martínez de Castro en 1890, un joven de 26 años recién egresado de Bellas Artes, Luis F. Molina fue cobijado durante veintidós años por la capital sinaloense. Dio inicio a su obra con el majestuoso y hoy también olvidado Teatro Apolo. Por fortuna parte de sus creaciones todavía se pueden apreciar, aunque consumidas por los años siguen dispuestas a luchar por la historia del llamado “rancho grande” y sin duda más sólidas que cualquier edificación moderna. Su paso por estas tierras fue de gran importancia, llegó a convertirse en un polifacético funcionario debido a la urgente necesidad que vio de desarrollar un proyecto urbano. Reparó obras públicas y calles, propulsó el alumbrado público, construyó plazas, edificios municipales y mercados, coordinó la asignación de dar nombre a calles y fincas de la ciudad, logró el decreto de exentar por cinco años el pago de impuestos por parte de dueños de lotes baldíos con el objeto de que construyeran edificaciones que embellecieran Culiacán y la dejaran ver como lo que era, sede de poderes estatales y capital sinaloense.


La obra de un grande (Construcciones más destacadas)

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Teatro Apolo, hoy edificio Clouthier. Colegio Civil Rosales, hoy Universidad Autónoma de Sinaloa. Plazuela Rosales. Colegio Nacional Rosales. Puente Cañedo, hoy Miguel Hidalgo. Casa Cañedo. El Santuario. La Casa de la Moneda. Cárcel municipal, hoy ISIC. Mercado Gustavo Garmendia. Escuela Benito Juárez, hoy Universidad Casa Blanca. Escuela Industrial Militar, hoy Centro de Idiomas de la UAS. Palacio de Gobierno Municipal, hoy MASIN.

Cuando arreció la revolución mexicana era entonces presidente del ayuntamiento, pero se vio forzado a huir al extranjero al enterarse que se encontraba en la lista de personas que debían ser detenidas.

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Foto 1: Colegio Civil Rosales. Foto 2: Plazuela Rosales, Culiacán. Foto 3: Casa de Cañedo. Foto 4: Santuario.

En la plazuela Rosales hay un busto del arquitecto Luis F. Molina, esculpido por Luis Gonzáles. Pero ¿han de creer que este monumento al arquitecto de Culiacán ES FALSO?. La identidad real de dicha pieza es de Don Pablo Retes Peiro, un fabricante de licores originario de Pericos. Fuente: La Crónica de Culiacán.

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La lengua es de quien la trabaja

Especial

Primera edición ANI VERSARIO

Léxico culichi ¿Cómo dices que dijiste? Por: Claudia Valdez Bello

A

“Al 100”: Expresión utilizada para hacer referencia hacia una situación que se encuentra o parece perfecta. “Ah, éste climita está al 100” “Unos marisquitos con unas cervecitas y al 100” Agüitado: triste, decepcionado. “Ando bien machín agüitado, sin animos” Arre: De acuerdo, adelante, está bien. “arre” “¡arre pues!” Arremangado: Persona decidida, sin miedo, que no está en sus cabales. “Chuy es bien arremangado, siempre anda de peda y queriendo jalar la banda”

B

C

Bato: Hombre. “El bato ese va conmigo en la escuela” “Su bato es bien celoso, ni le busques.” Bichi: Desnudo. “¿Por qué andas tan bichi?” “¡No salgas bichi!” Buchón: Persona que gusta vestir extravagante con ropa ajustada y marcas de prestigio -unas tantas veces no originales-,con accesorios caros en su mayoría de oro y tiene gustos musicales como norteños, así como también banda y narco corridos. “Es súper buchona, siempre anda con sus uñonas y el pelo hasta las nalgas” Buena: Mujer guapa, de buen cuerpo. “La fulanita está bien buena, otro pedo de guapa”

Camote: Tubérculo morado, de gran dimensión, que se come cocido y enmielado. Se utiliza para hacer referencia a algo que no te importa mucho. “Me vale un camote lo que digas” Carilla: Guapo, de bonitas facciones. “Está bien carilla, tiene pegue” Carrilla: Molestar a alguien con comentarios burlescos por algún suceso ocurrido que avergüence a éste. “El otro día le estaban echando carrilla a Andrea contigo, se puso roja” “¡Que carrilludo eres!” Castroso: Molesto, enfadoso. “La alarma de mi celular tiene un sonido bien castroso, ¡hasta ganas dan de levantarse de lo que me castra que suene!” Chalan: Persona que hace diversos trabajos para alguien en específico. “El José, primo de Vicente, es chalan de Arturo el de la esquina, ¡vieras que bien le paga!, le va muy bien” Checa: Observa. Presta atención. “Está bien fácil hacerlo, checa..” Chilo: Que es bueno, bonito o agradable, que está padre. En el sur se puede emplear también como chido. “Esa morra está bien chila” “El nuevo disco de fulano está bien chilo la neta” “-¿Qué te parece esto? ¿Está chilo no?” Chingazo / Chingadazo: Golpe con demasiada fuerza. “Se metió un chingadazo bien pasado de lanza, bien feo, ¡pobre güey!” Chirotear: correr, saltar, brincar. “Este plebe no se cansa de chirotear” Chirrines: Conjunto amenizador de pedas, ya sea norteños, trio, guitarras, etc. “¡Jálate con los chirrines pues!” Chorcha: Echar la platicada, el chisme, de vez en cuando acompañada de comida, tragos, etc. “Vamos a echar la chorcha al cafecito” Chotear: Copiar. Acción, palabra o cosa que se repite continuamente por una o varias personas. “Esos zapatos ya están bien choteados, la neta” “Ya chole con el bar ese, ya está bien choteado, ya todo mundo va, hay que ir a otro lugar “” Colti: Cuando una persona se lastima el cuello ya sea por cansancio, dormir


en una posición inadecuada, o alguna otra situación. “Amanecí bien colti, me duele el cuello no puedo voltear” Compa / Camarada: Amigo, buena onda, forma de decirle a alguien para llamar su atención. “Eres bien compa” “Compa, ven pa’ aca” “El compa ese” “¡Nombre, ese compa es bien camarada machín!” Dioquis: En vano. “Vine dioquis, ni estaba la mujer, llega hasta al rato, me hubiera avisado y la espero”

F

D

Fachoso: Persona que le gusta lucirse y que lo volteen a ver. “Luis es súper fachoso, le encanta andar presumiendo su nuevo celular” Fierro: Sinónimo de arre. “Fierro pariente”

G

H

M

Guacha / Wacha: Sinónimo de checa. “Hey, no manches, guacha esto” Guachapore: Planta de bolitas con espinas que suelen pegarse a la ropa al caminar por un campo o monte. “El otro día que fui a caminar con mi mamá, pasamos por un monte y me llene de guachapores todo el pantalón” Güilo / Güila: Persona demasiada flaca. “Estas bien güila, ¡ponte a comer!”

Huevon: Persona perezosa. “Te la pasas de huevon, ya ponte a hacer algo”

I

Inga / Ingatu / Ingasu / Ingasumadre / Ingaturoña: Expresión de asombro. “Ingatu, se enojó la doña”, “ingaturoña diría Marquitos”

Machín: Mucho. “Me gustas machín” “Estoy machín contento” Mandil: Acción referente a pasar tiempo con el novio(a). Ir a la visita, pasear, etc. “Voy al mandil” Mochomo: Hormiga grande de color rojo. “Hace rato en el parque me pico un mochomo, me dejo toda el brazo rojo” Morro: Hace referencia a una persona joven, niño. “Ese morro” “Cuando estaba morrito, me gustaba mucho ir al circo” Morrita: Jovencita. “Me gusta un chingo esa morrita” Piñado: Describe a alguien que se encuentra obsesionado con algo o alguien. “Estoy súper piñada porque me hablo Manuel y me invito al cine” “Ya tengo carro otra vez, ¡ando súper piñado!” Pistear: Acción de ingerir bebidas alcohólicas en reunión social. “Vamos a pistear, ¡arre!”” Suato: Tonto, menso. “Eres bien suato, ¿cómo que no te diste cuenta que estaba parado ahí?”

P

S

“Te saliste”: Te pasaste de la raya. “¿Por qué compraste eso? ¡Te saliste!” Tijerear: Criticar la vestimenta de otra persona. “La neta, la Caro es bien tijera, se la pasa viendo que traigo puesto” Troca: Camioneta. “Luis trajo la troca que ya arregló, le quedo muy bien” Tronado: Persona extrovertida, medio loca. “Todos en el palenque andaban bien tronados, tomaron de más” “Voy al jale”: Voy a trabajar. “Hoy me acuesto temprano porque mañana ocupo ir al jale bien pilas” “Verga”: Miembro viril masculino que se ha empleado para sustituir, describir y calificar a objetos, personas, animales, cosas y circunstancias con sus terminaciones en plural, diminutivo o aumentativo. Se emplea también como expresión de asombro. Originalmente, “verga” es el palo horizontal que en el mástil sujeta las velas. Al parecer por su posición horizontal se asemeja al miembro viril en estado de erección. Existe una suposición en la que en los barcos, la minería solo podía beber cuando el sol estaba sobre la verga del barco, ya que no se podía beber en las mañanas. “¡Verga! ¡A la verga! (expresión de asombro” “Vete a la verga” “Es una verga -es muy bueno en algo-” “Ya se hizo la machaca”: Se encontró solución o se concretó alguna acción. “¡Ya me hablo Eric, dice que si le prestaron el rancho, ¡ya se hizo la machaca!”

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Ellos Dicen

Especial

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Mitos, leyendas Culiacán

Por: Fernanda Beltrán

on parte de la cultura popular, cada región cuenta con ellas. ¿Realidad o ficción? El paso del tiempo crea leyendas y mitos para algunos que forman parte de las personas que han habitado una determinada ciudad o pueblo y que se han encargado de pasar esas historias en cada generación naciente. Culiacán no ha sido la excepción y dentro de esta pequeña ciudad -en sus inicios- se resguardan personajes inmortales quienes han protagonizado charlas e incógnitas dentro de sus jóvenes oyentes.

De blanco vestía Recuerdo a mi madre contarnos historias de sus ayeres. Cuando ella tenía cinco años conoció entre las calles de la ciudad a una mujer ataviada de color blanco, un vestido de novia color blanco, zapatos a similitud, pulcros y relucientes. Le temía, le parecía irreal. Vagaba cerca de la catedral, le impresionaba la pureza que transmitía. A esta mujer curiosamente la bautizaron como La novia de Culiacán. Leyenda que ha perdurado en nuestros pobladores desde los años ’50. Se trata de una historia protagonizada por los celos; Guadalupe Leyva Flores, Lupita –como la llamaban con cariño- perdió en sus brazos al hombre con quién prometió desposarse minutos antes de cumplir esta promesa. Invadida por el dolor transcurrieron los meses. Cada día durante más de veinticinco años a las cinco de la tarde, con su vestido de novia puesto, visitaba la catedral y sus alrededores, con la mirada perdida, en ocasiones charlaba sola. Lupita Murió en los años ochenta pero su leyenda se queda en la historia de la ciudad que la vio transitar.


Zoológico Se dice que hace muchos años en el zoológico de Culiacán nació un mono al cual uno de los conserjes cuidaba como a un niño demostrándole afecto con palabras y abrazos. Se decía existía un lazo extraño -casi humano por parte del primate-. Pasaron los años, ambos crecieron, el conserje enfermó más no desistía en visitarlo a diario, pero cuentan que algo curioso sucedía cuando este se marchaba, el mono se quedaba con un aspecto un tanto triste. Cierto día el conserje jamás regreso, había fallecido se dice víctima de un paro cardiaco. Escuchaban al mono sollozar cada noche -como si llorara- incluso su apetito había disminuido. Dicen que el velador cuenta como una noche vio a una persona introducirse en la jaula, ignorando que el conserje había fallecido días atrás grito sin preocupación “porque no te lo llevas a tu casa, mira que venir tan noche“. Al salir el sol, en la jaula se observaban varios plátanos junto al mono, los demás encargados del zoológico se burlaron de él por querer consentir solo “al changuito”. Confundido les aclaró que el conserje había estado allí la noche anterior. A lo que incrédulos respondieron que el conserje hacia días que había fallecido.

Rojo y amarillo No han sido muchas las ocasiones en que lo he visto, pero siempre lo reconozco y lo veo con asombro y curiosidad caminando frente a la catedral, por la plazuela o cualquier calle del centro de la ciudad. Recuerdo emocionarme al verlo años atrás. Su vestimenta es lo que más atrae miradas, camisa roja, pantalón amarillo, zapatos blancos siempre igual. Don Cachito un hombre común en su propia perspectiva, toda una leyenda para el resto. Vende cachitos de lotería desde hace más de treinta años. Se dice ser un iluminado de Dios, ve a los muertos y por su cuenta pide por ellos porque a la catedral ya no lo dejan entrar por ser motivo de distracción entre los presentes. Ilustración: Melissa Calderón.

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Especial

Segunda a edición ANI VERSARIO

De cómo el papel de baño conquistó al mundo Por: Fernanda Beltrán

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ritar por la aparición -aunque sea un poco- de él cuando nos encontramos en esa situación de “no puedo ir a ningún otro sitio por el momento sin su ayuda”, resulta ser de las peores cosas que pueden ocurrirnos, y créanlo, es un suceso frustrante que ocurre casi a diario. Si bien no imaginamos la vida sin nuestro “suave y rendidor”, déjenme contarles de cómo llegó a nosotros. En sus inicios era algo de pena ajena, tanto que la primer compañía comercializadora se reusaba a plasmar su marca en el empaque. Pero demos un giro al tiempo, un poco más atrás, donde de seguro vas a irritarte y estremecer la parte que este curioso invento se encarga de mantener en riguroso orden. Los antiguos griegos utilizaban piedras o trozos de arcilla, los romanos en cambio sujetaban una esponja a un palo que remojaban en agua


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Fotos: Publicidad de Waldorf.

salada para que fuera utilizado en más de una ocasión. Las conchas, nieve en el invierno, musgos y algas eran también perfectos ayudantes. Como es de esperarse los primeros en utilizar papel higiénico a su modo fueron los chinos, quienes para el siglo II a.C. contaban con un papel de uso exclusivo para el aseo íntimo, años después en el siglo XVI las hojas chinas remplazarían este papel, pero era usado sólo por los emperadores. En la década de los años 90 arqueólogos israelíes encontraron en antiguos inodoros excavados en un vertedero de basura, trozos de telas viejas de unos diez centímetros de cada lado, pedazos similares fueron descubiertos en Egipto. Lo que hace llegar a la conclusión de que eran empleados con fines de limpieza sanitaria. Fue en 1857 cuando Joseph Gayetty, creó el primer “papel higiénico” propiamente, comercializado para uso exclusivo como tal, promocionado con su visionario slogan “la mayor necesidad de nuestra era, el papel medicinal de Gayetty para el baño”. Fabricado en fibra de manila en un paquete de 500 hojas de 14.5 x 21.5cm. Sin embargo había quienes seguían prefiriendo las hojas de periódicos y revistas que brindaban entretenimiento y posteriormente limpieza. En 1871 se patentó una maquina productora de papel higiénico, aunque para esas fechas ya existía un gabinete con cuchillo que


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Ellos dicen proporcionaba la cantidad necesaria para el cliente. La paternidad del rollo de hojas de papel múltiples como lo conocemos hoy es dada al inglés Walter Alcock, quien lanzó el producto en 1879, pero su difusión no fue la esperada pues la gente no podía hablar sobre él. Un año después los hermanos estadounidenses Edward y Clarence Scott, tomaron ventaja de la modernización, y vieron una oportunidad de posicionamiento del rollo de papel de baño, aunque nada fácil ya que el tabú y prejuicios sobre dicho producto estaban muy presentes en la sociedad la cual veía como inapropiado que se exhibiera en tiendas y establecimientos a la vista de todos. British Perforated Paper Company fue la empresa pionera del rollo de papel higiénico. En un inicio eran rollos de color cáfe, destinados para “el cuarto más pequeño del hogar”, transcurrieron algunos cambios hasta que el “Waldorf Tissue” llegó al mercado, creación de los mismos hermanos Scott, siendo un producto “tan suave como el lino viejo”. Fue aceptado en los hogares, pero la industria publicitaria aún se reusaba a mostrar anuncios con este producto. Su popularidad llegó al finalizar la primera guerra mundial, cuando un ingenioso equipo de mercadólogos lanzaron una publicidad que realzaba el gusto de la suavidad en la sociedad estadounidense, siendo este el slogan más representativo de la campaña: “Esa familia tiene una casa bonita, mamá, pero su papel de baño lastima”.

Datitos pa’l rollo -En 1944 el Gobierno de Estados Unidos otorgó un reconocimiento a Kimberly-Clark por su heroico esfuerzo en el suministro a los soldados durante la segunda guerra mundial. -El papel de baño fue de vital importancia en la Operación Tormenta del Desierto de la Guerra del Golfo, donde los verdes tanques estadounidenses contrastaban con la arena blanca del desierto, por lo que optaron por cubrirlos completamente con papel de baño como técnica de camuflaje. -Más de la mitad de la población le presta atención a como cuelga el papel, el 20% de la gente se enoja y da vuelta al papel si no está en la posición que juzga ideal. ¿Tú cómo lo prefieres, hacia la parte de afuera del rollo, o hacia adentro, mirando la pared? -El 40% de las personas dobla el papel, 40% lo abolla y el 20% enrolla las hojas en su mano antes del proceso de limpieza. Fuente: muyhistoria.es, bbcmundo.com



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Diario de un Brasileño

Especial

Segunda a edición

¡Reinaldo, ANI VERSARIO

muchas gracias! Por: Reinaldo Amaral

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Lunes, 10 de agosto de 2015. Con el pie derecho pasé por la entrada del aeropuerto de Culiacán.

on mis maletas y tres cosas que siempre llevo conmigo: muchas gracias, con permiso y muchísimas ganas de aprender cosas nuevas. La primera sensación que tuve fue de un aire caliente tocando mi rostro, como si el sol y el aire se juntaran para darme la bienvenida y me recordaran que por aquí iba a tener más veces esta sensación. El cielo estaba limpio, con pocas nubes y un azul tan bonito como el de mi casa (te darás cuenta que soy de aquellas personas que pasa más tiempo admirando los colores y el cielo que cualquier otra cosa). Por un instante, sin que nadie presente se diera cuenta, callé todos mis pensamientos para concentrarme en una cosa: agradecer a Dios por haberlo logrado. No por haber sobrevivido a dos vuelos, a un aeropuerto donde todos hablaban un idioma que no comprendía y ni porque mi maleta llegó entera –o simplemente porque llegó– sino agradecer por estar allí, en un mundo nuevo y con una sensación de recomenzar. ¿Sabes?, no soy de aquellas personas que reza la misma oración todas las noches, o que canta el mismo mantra, las mismas palabras, o que siempre hace las mismas cosas para entrar en contacto con Dios –te has de estar preguntando de qué religión soy, y me gusta usar una frase de Helena Blavaski para responder este gran enigma, “soy de todas y de ninguna” – tal vez sea así porque en mi país hay muchas religiones, como hay muchas personas de todas las descendencias de este mundo, puedes encontrar Mormones, Evangélicos (que descubrí que son los “pare de sufrir”) umbandistas, católicos, hindúes, judíos y muchas otras que aún no conozco. Y todo eso es muy normal, y fantástico para mí. Llevé mi maleta pesada y negra hasta el carro de mi amiga mientras platicábamos en portugués -sí, ella me habla en portugués-, y yo preguntando cómo decir muchas cosas en español, y en una frase u otra yo arriesgaba el idioma, hasta que mi amiga se reía con una palabra en portuñol. Mientras pasábamos por las calles más anchas que a las que estoy acostumbrado, mis ojos estaban atentos en cada detalle de las casas, de las personas que no usaban sombreros y casi ninguno con bigote –confieso que al principio me decepcioné un poco, discúlpenme–, de los carros lujosos que casi nunca se ven en Brasil, de los colores, como un niño que va a Disney por primera vez; y también



como un niño que está aprendiendo a leer, yo iba leyendo todas las palabras que encontraban mis ojos, al mismo tiempo que intentaba pronunciar como un adulto. Era chistoso para mí, porque por más que algunas palabras sean las mismas en ambos idiomas, el acento y el todo es totalmente diferente, como por ejemplo mi nombre en español, -como probablemente tú sabes mejor que yo- es Reinaldo, y mi nombre en portugués sería, para ti, más o menos así “Jeinaudo”. Annet, cabello largo y negro, y con una piel casi tan clara como si el sol y el calor sintieran vergüenza de acercarse, un poco más baja que de costumbre y de ojos oscuros, negros y fuertes, como si transmitieran toda la seguridad del mundo, ésta es una de mis mexicanas, que se volvería mi familia y mi hermana por aquí. Ella manejaba muy rápido, yo no estaba acostumbrado a este tipo de tráfico, disculpen, pero ¿cómo logran no ser atropellados o chocar sus carros al manejar por aquí? Y mientras manejaba, sus ojos me iban presentando esta ciudad, recuerdo un puente negro, un centro comercial no muy grande, una avenida que cruza toda la ciudad y un estadio de futbol, que curiosamente queda casi enfrente a un boulevard que se llama “República de Brasil”, y tres cuadras más adelante de ahí, estaba mi casa, la que abrigaría toda mi alegría y nostalgia, todas mis historias, y que me protegería mientras yo estuviera soñando quién sabe con qué. Dos casas en una, abajo estaba Annet, una casa con portón negro y algunas plantas, color amarillo, donde posiblemente confundirías con un blanco que destacaba sobre la casa de arriba, ésta ahora siendo mía, que aún no tenía color, como si acabase de quedar lista y apenas me estuviera esperando para darle vida. Dos ventanas y una escalera que me llevaba a la cocina y dos cuartos, pero la parte que me encantó fue una terraza, donde algo me decía que iba a pasar mucho tiempo. Me estaba esperando ahí, con su vestido bien escogido, su cabello castaño oscuro bien arreglado, alineado con su rostro joven y maquillado con elegancia, sin exagerar pero sin pasar desapercibida, una joven mujer llamada Nena, o mejor, tía Nena –quizás te puedas imaginar que sería la protagonista de muchas de mis historias– la madre de Annet. Esta vez saludé de forma correcta, “Reinaldo, mucho gusto” y después quedé callado, tal vez por vergüenza o tal vez porque me estaba acostumbrando con todo aquello que por seis meses sería mi nuevo hogar. En mi tierra tropical y del futbol –que no me gusta tanto como debería– yo vivo con ocho amigos, en una especie de fraternidad gringa donde todos, supuestamente, estamos para estudiar y no para las fiestas de todos los días, y como ustedes dirían “para el desmadre” que hacemos siempre; digo esto para que puedas imaginar el contraste al que me lancé: por un lado una casa que siempre estaba llena de personas, donde cada día es más difícil quedarse solo por un tiempo, y por otro lado una casa pequeña con un cuarto donde podría dormir en paz y no tendría a mis amigos para protagonizar mis historias. Sí, era un desafío nuevo en mi vida que estaba ansioso por vivir, por adaptarme y ver de lo que soy capaz.

Ilustración: Melissa Calderón.

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Diario de un Brasileño


Bueno, subimos todos para conocer mi casa, acogedora y con casi todo lo que necesitaba –el refrigerador iba a llegar una semana más tarde pero tenía aire acondicionado– escogí mi cuarto, el más pequeño y con una vista para el parque que se destacaba por sus bancas perfectas para leer un libro –o tomar unas cervezas con los amigos– y sus árboles bien sincronizados con la organización y limpieza que se veía; en fin, mientras admiraba lo nuevo que estaba conociendo, mi otra mexicana llegaba y traía una pregunta importante: ¿Tienes hambre? ¿Vamos a comer? (si fuera hoy, estoy seguro que respondería: ¡a huevo viejón!) Karen, un poco más baja que Annet, con una piel tan clara y donde se destacaba su cabello castaño rojizo y ojos oscuros que siempre acompañaban una sonrisa bonita y un buen chiste o una grosería. Karen es profesora de portugués y realmente habla muy bien el idioma, lo que para mí era un alivio porque podría preguntar todas mis dudas mientras ella practicaba su portugués conmigo. Fuimos para el restaurant preferido de mi amiga, que realmente es muy bueno y recomiendo, creo que estábamos a unos 56 grados Celsius o algo así. Después de que nos sentamos a la mesa pedí a Karen que me ordenara algo de tomar, un refresco con mucho hielo, que casi me acabé mientras intentaba descifrar el menú, hasta que le dije a Karen: “pide unos tacos con carne y aguacate para mi” ella rió y me pidió unos de los mejores tacos que he comido en mi vida, por más que el hambre haya ayudado en el sabor, de verdad estaban muy buenos, especialmente el aderezo de chipotle. Mientras esperábamos la comida, aproveché para deshacerme de muchas dudas con Karen, entre ellas la más graciosa: “¿Cómo se comen los tacos, con las manos?” sí, por allá en Brasil todo se come con cubiertos, ¡hasta la pizza! Llegaron los tacos, bonitos y olían muy bien, eran dos de carne y uno como sincronizado con algún tipo de queso, Karen me enseñó a prepararlos con todo lo que había, y como la caricatura de las chicas superpoderosas, fui colocando todo: “lechuga, cebolla, aguacate y todo lo bueno que hay, pero accidentalmente este brasileño de China agregó un ingrediente extra, la “salsa que parecía cátsup”, y fue así mi primera experiencia con el famoso manjar mexicano, y adivina, descubrí un nuevo amor, una de las siete mejores sensaciones del mundo: ¡enchilarme! Salimos del restaurante, cruzamos la calle y Karen me llevó a conocer una de las siete maravillas de Culiacán: El parque de Las Riberas. Con el tiempo descubrí que las otras maravillas son: las personas, la comida, las expresiones, los ranchos y el estadio de Los Tomateros. Sí, y como un pobre hombre de corazón noble, que sin saber por qué se enamora a primera vista, por aquella niña de ojos brillantes y sonrisa encantadora, yo –un brasileño de China– me enamoré de Culiacán. Después de descubrir este nuevo mundo, y caminar un poco por aquel parque, Karen me llevó para mi nueva casa, por un laberinto de calles que aún no tiene sentido para mí. Reinaldo, muchas gracias. Este texto fue escrito al son del rock nacional de “Luz dos Olhos – Nando Reis” Traducción al español por Karen Robles.

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Diario de un Brasileño

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Peripecias de la consciencia

Especial

Tercera edición ANI VERSARIO

Corazón y vida de artista “El arte y el amor son las pocas posibilidades de encuentro que el universo presenta”.

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Alejandro Jodorowsky

iempre he admirado profundamente a quienes tienen ese don especial de desarrollar el arte en cualquiera de sus facetas: músicos, pintores, escultores, actores, bailarines, escritores… no tengo la menor duda que es un regalo muy especial que Dios les ha hecho. Pero vivir del arte, hacer de su visión del mundo, ya sea real o imaginaria, mediante recursos plásticos, lingüísticos o sonoros una expresión que les permita sostenerse y generar abundancia me parece el verdadero arte. Pero ¿quién es un artista? Un verdadero artista. En esta época tan globalizada y donde ya cualquiera, a través de una fotografía, un video, un blog, puede llegar a millones de personas podemos caer en esa confusión. Sí, a esa de comenzar a seguir o imitar las conductas de alguien que por no sé exactamente qué razones cae bien, y es adorado como si la salvación del mundo dependiera de él o de ella. Para Martín Thupten Chophel, monje budista, fotógrafo y escritor, un artista de corazón debe contar con espontaneidad, técnica, armonía, improvisación, equilibrio y otras cualidades, pero que invariablemente lleven el deseo profundo y sincero de mejorar la vida de los demás, poniendo su luz sobre los temas que le inquietan y los cuales entiende de una manera muy particular, es decir, en esencia el arte debe servir para reflexionar y transformar para bien a las sociedades. Coincido plenamente, y es por ello que hoy más que nunca es que considero que hay que seleccionar con lupa a quién admiramos, a quién le cedemos esa cualidad de artista, y fijarnos si hay congruencia entre su vena creadora y la ética en su vida. Popularidad no es lo mismo que talento, ya se lo señalaba, en la multi premiada y ganadora del Óscar a mejor película del 2014, “Birdman”, al protagonista Riggan Thomson, la implacable crítica de teatro, Tabitha Dickinson, en una


enérgica escena donde le asegura “usted es una celebridad, no un actor, no se confunda, Thomson”. Así tenemos que aprovechando la fama y sus notables talentos en algún arte, se puede confundir que los verdaderos artistas estén ligados a las drogas, el alcohol, la violencia… Sin embargo, lo único que se muestra es que en su actuar existe un marcado desprecio por la vida, llegando algunos, incluso al suicidio. En lo personal, considero que esto es un gran error, debemos hacer consciencia sobre el verdadero arte y los artistas, y lo que le aportan a sus propias existencias y a las de los demás. El arte no justifica todo y no todo artista se merece ahora mi admiración. Todos hemos visto caer verdaderos genios ante los excesos y la falta de coherencia en su actuar, aunque sus virtudes sean excepcionales. “El arte debe servir para sanar” como lo ha sostenido y vivido siempre mi adorado Alejandro Jodorowsky, y esa congruencia entre su vida y sus logros artísticos es lo que los hace positivos y dignos de reconocimiento. En una sociedad donde el narco, la violencia, la soberbia, la arrogancia, el abuso del poder, el dinero, la ley del más fuerte se ha sobrevalorado, niños, jóvenes y mayores necesitamos con extrema urgencia y en grandes dosis el arte; sí, la música, el cine, los libros, el baile, el teatro, la pintura, pero también necesitamos ejemplos contundentes de vidas rectas, movidas bajo un sentido de aprecio al bienestar, la armonía, la paz, la espiritualidad y el amor. Y si un artista se pierde en líos de alcohol, drogas, maltrato, promiscuidad, o su creación va en ese sentido, deja a la deriva la gran oportunidad de ofrecerle al mundo un trabajo lleno de valores, ideales, y de un sentido positivo para evolucionar como humanidad. Lo que cambia nuestro planeta es la conciencia, y lo que crea la conciencia es la educación. El arte nos enseña. Seamos conscientes de lo que estamos aprendiendo a través de él y a quiénes admiramos. Y si tú eres un artista, haz de tu vida tu mejor obra de arte. Bendiciones, AR

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Estatuas vivientes

Especial

Tercera edición ANI VERSARIO

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Donde

el arte

cobra

vida

Por: Alejandra Orozco

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curre cuando vas caminando por alguna plaza, plazuela, alameda o como tú prefieras llamarle. De pronto, te detienes repentinamente porque de reojo notaste que la estatua a tu lado se movió ¿tu imaginación? Te aproximas cauteloso para evitar parecer el loco de la plaza. Más cerca y observando, te das cuenta que no eres el único en la situación y que la famosa estatua, cuyo personaje puede variar, no es otro más que un artista callejero maquillado de pies a cabeza y manteniéndose inerte, esperando la propina de algún transeúnte para hacer su número. Estas son las estatuas vivientes, una expresión más del arte callejero que podemos encontrar en diversas ciudades del mundo y que en años pasados han resurgido para decorar lugares como Barcelona, Buenos Aires, Roma y Ciudad de México. Quizás su encanto como expresión cultural consiste en ese misterio que siempre ha rodeado a los retratos en tercera dimensión; desde que Pigmalión se enamoró de su estatua de mármol, Galatea, y ésta tomó vida por gracia de la diosa Afrodita, hasta las leyendas urbanas de algún colegio donde la estatua del fundador toma vida por la noche. La realidad es que estos descendientes de Galatea ya forman parte del escenario callejero. La expresión es considerada una mezcla entre teatro y pantomima, requiere aptitudes de actuación, personificación, jugar con el silencio y la paciencia. La gama de personajes que encontramos son muchos: de materiales encontramos los de mármol, los verduzcos que te evocan al bronce, pewter


y aquellos maquillados completos como salidos de una pintura famosa, además, tenemos a toda una serie de personajes en el tiempo; las estatuas griegas, figuras históricas sobre caballos y espadas, caricaturescas y hasta religiosas. No es una ocupación aburrida aunque requieras permanecer inerte durante largos periodos. Su único propósito es adornar las calles con un sorpresivo performance. Los orígenes de las Estatuas Vivientes o Estatuas Humanas difieren de fuente a fuente. Existen quienes afirman que en la antigua Grecia la práctica tenía un lugar importante dado que los enviados especiales para espiar al enemigo se disfrazaban como estatuas para evitar ser detectados. Quizás en una banalización de esta práctica surge la siguiente teoría, donde se cuenta que la tradición comienza en Roma y sus fiestas, donde se montaban estatuas vivientes como parte del entretenimiento: representando escenas de guerras, personajes a los que se rendía culto y para formar parte de bromas chuscas a los invitados. Existe también la idea que son una variación de los “tableaux vivants” surgidos en el siglo XIX; donde personas eran caracterizados y puestos en escena como pinturas famosas, sacados a las calles o a diversos museos y representaban auténticas pinturas en carne y hueso. Cabe mencionar que esta expresión artística aún se realiza y formar parte de ferias y espectáculos donde se confunden con las estatuas vivientes. Hoy en día, las estatuas vivientes las podemos encontrar en varias ciudades, especialmente en aquellas donde hay una carga cultural importante, como en Barcelona, que existe un desfile de diversos personajes en las calles para que los turistas den el tributo de su propina y tomen fotos, también en otras ciudades europeas y en América puedes encontrar organizaciones de artistas callejeros, como en Cuba y Buenos Aires. Y para darte una idea de la relevancia que han tomado, desde 2008 hasta la fecha se realiza la convención anual de “Estatuas Vivientes” en la ciudad de Arnhem, Países Bajos. Las categorías te sorprenderían, infantiles, grupales, amateurs y profesionales, todos se reúnen a mostrar sus habilidades creativas de personificación y destreza para crear auténticas estatuas vivientes, dignas de admirar en maquillaje y reír un poco con la actuación que nos brindan cientos de artistas callejeros. Cada uno cuenta una historia diferente, desde cómo iniciaron en el arte y cómo se ganan la vida por algunas horas en la calle, los más organizados cuentan con su propio menú que venden en fiestas y eventos. Así que transeúnte, si te diriges a un museo a ver aquellas obras clásicas, date la vuelta primero por las calles, y no, no estás loco, es ahí mismo donde el arte literalmente cobra vida.

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Pigmalión modeló una estatua de tal belleza que se enamoró de ella.


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El cementerio de los libros olvidados

Accidentes de lectura Por: Gerardo Osornio

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er carpintero, plomero o panadero es tener un oficio y ser médico, arquitecto o abogado es tener una profesión, pero no existe ni oficio ni profesión de lector, pero aun así leer implica ciertos riesgos sociales, casi todos en condición de pecado. El que experimentamos muchos desde temprana edad es aquel en el que alguien de la casa pasa a nuestro lado diciendo: “Ponte a hacer algo güevón, deja ese libro”. Y luego nos reclaman por la ignorancia. Otro gaje de la lectura es cuando te vas a un café y en medio de un maravilloso viaje gracias a la literatura alguien te baja de la nube con un “vengo a platicar, te vi muy solo aquí leyendo”, como si leer fuera el acto de resignación último de cualquier ser humano. Alguna vez me puse a leer en la fila de un banco y el guardia se acercó y me dijo: “Ta’ muy sospechoso compa, leyendo no pasas desapercibido”. Luego de hacerle un berrinche como reclamo al gerente, tocó mi turno en ventanilla y salí malhumorado de la sucursal bancaria, y casi en la puerta el guardia me dirigió una mirada al tiempo que colocaba su índice derecho en su ojo del mismo lado a manera de amenaza. En otra ocasión me puse a leer sentado en una pequeña barda entre varios automóviles estacionados por el viejo malecón de Culiacán y unos minutos después se paró una patrulla de municipales, los que descendieron pronto y se acercaron preguntando: “¿Qué haces aquí, qué buscas?”, a lo que respondí entre nervioso y alterado que simplemente leía como una manera de esperar mi turno laboral, y luego de unos segundos los cuicos se vieron entre sí y regresaron a la patrulla sentenciándome con un “ponte trucha pues”. Bien pude terminar en un centro de readaptación como sospechoso de cualquier delito y sólo por tratar de aprovechar el tiempo leyendo, ante lo cual mi santa abuela materna habría dicho: “Te dije que buscaras hacer cosas de bien, no cosas de vagos”. Les dejo mi correo para cualquier reclamo: gerardo.osornio@gmail. com. Hasta la próxima. Especial Cuarta edición ANI VERSARIO



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Mi cita con la Erotóloga

Especial

Cuarta edición ANI VERSARIO

¿Qué se siente sentir? Por: Juan Carlos Navarrete

No muchas veces en la vida nos hacemos esa pregunta, pues un día hace años tuve la grata ocurrencia de hacérmela y el resultado... Déjenme contárselos.

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ara encontrar respuesta a lo anterior fue necesario indagar sobre el tema y encontrar a las personas indicadas que me instruyeran al respecto. Así fue como me topé con una nueva profesión que no sabía que existía: una erotóloga. Puedo apostar una suma de dinero que solo él hecho de ver la palabra erotismo evoca ya tabú, duda, miedo, morbo, incredulidad y demás. Para todos esos que estén pensando en eso, este texto es para ustedes, ya que yo lo viví y el saber de Erotismo me ha cambiado la vida. Una erotóloga me enseñó que el erotismo es un arte. Muchos de ustedes –la gran mayoría- al escuchar la palabra erotismo pudieran asociarla con cosas como juguetes, lubricantes, películas para adultos y negligés, déjenme decirles que dentro del mundo del erotismo, esa parte es lo más insignificante; si bien hay una parte del erotismo que se encarga de eso –que no es materia de este texto- el erotismo tiene que ver más con las sensaciones. La erotología es la ciencia que estudia las sensaciones y la palabra erótica significa capacidad de contactar, nada que ver con lo anterior ¿verdad?. ¿Cómo aprender a contactar? Durante el transcurso de la vida nos han dicho que nuestra capacidad de sentir radica en otra persona, creemos que nos casaremos o tendremos una pareja que nos llevará a un mundo nuevo lleno de sensaciones y ¡OH SORPRESA! esa utopía nunca llega. La culpa va y viene aventándonos la bolita el uno al otro cuando la respuesta es sencilla; el erotismo se vive en el ahora, en el presente, no podemos esperar que llegue una persona y nos haga sentir cuando ni si quiera uno mismo sabe qué partes de nuestro cuerpo son las más sensibles. Para poder empezar a sentir me di cuenta gracias a la erotología que es necesario en primer lugar aprender a utilizar los cinco sentidos y cada una de las partes de tu cuerpo en conjunto. Alguna vez se han preguntado ¿qué pasaría si la lengua les dijera lo que ella siente mientras repta una piel, o decide besar otros labios?, hablamos pero ¿quiénes de ustedes usan la lengua también para sentir?, apoco ustedes no son de las personas como yo que en los tiempos de juventud y que a la hora de los besos con la pareja usaban la lengua de forma rápida y brusca y pensaban que mientras más la movían, más sensual sería el beso, ¿no creen que eso es más bien un lavado bucofaríngeo? Después de saber de erotismo para mí los besos ya no son iguales, me di cuenta que el lavado bucofaríngeo no es nada sensual, los besos son poco a poco, necesitamos el tiempo


de la cercanía donde las bocas empiezan a buscarse acercando los picos de los labios para empezar la danza del beso, acercando y alejando, permitiéndonos darnos espacio de sentir el beso. Para los que tienen buena memoria, ¿recuerdan esa sensación en la genitalidad la vez del primer beso? Esa sensación quiere decir que nuestra boca está conectada con el área genital. Para empezar a verdaderamente sentir los besos tenemos que dejar de ser agresivos. Tomen conciencia de lo anterior y verán que ya no serán iguales, pasarán a experimentar otro tipo de besos donde la conexión de su boca con el cuerpo harán experimentar un viaje donde empezarán a surgir otro tipo de besos donde chupar se vale, morder, lamer y... otras cosas más ¿lo habían pensado?, besa la espalda, besa las piernas, besa la frente, besa la cintura, besa cualquier parte que necesites sentir en tus labios y dile a tu piel en silencio lo que quieres sentir. Eso es besar. Sabías que puede ser mucho más íntimo un beso que el mismo acto sexual, entrégate. Te invito a descubrirlo. Un duelo de miradas. El sentido de la vista es otro de los sentidos que tienen un gran impacto en nuestra capacidad de contactar. Qué sentido tan importante el cual fui a descubrir ahora entiendo el porqué de muchas cosas. Mis amigos no me dejarán mentir porque se los he preguntado, ¿cuantas veces podríamos desvestir y hacerle el amor a nuestra pareja con una simple mirada?, ¿quién en ocasiones no se ha sentido casi ultrajado por alguien con el simple hecho de que se nos queden viendo? lo que nos hace ponernos increíblemente nerviosos. Lo anterior a mí me pasó y me hizo preguntarme ¿por qué? ¿Por qué una persona que ni siquiera conozco provoca en mí ese tipo de sensaciones? Ahora gracias a la erotología sé que dentro del erotismo y para efectos de empezar a sentir no siempre es tocar, una simple mirada puede acariciar de una manera más profunda y más íntima que los diez dedos juntos, que los veinte diría yo contando los pies. Te invito a descubrirlo. Otro sentido que aprendí a armonizar y a contactar después de mi cita con la erotóloga es el sentido del olfato. La verdad es que antes de mi cita, creía que sabía qué era olfatear; cuando empecé a contactar con mi cuerpo en armonía con mis cinco sentidos me di cuenta que no había descubierto ni la mitad de lo que es un aroma, cómo éste se percibe y cómo el mismo tiene una influencia en todo el cuerpo. He descubierto que el sentido del olfato es el único sentido que tiene memoria, ya que es el único sentido que se almacena en el sistema límbico de nuestro cerebro. El sistema límbico es el que se encarga de almacenar las emociones, memoria, hambre y demás. No se han preguntado ¿por qué cuando alguien se nos acerca y lo olfateamos por primera vez nos cae bien inmediatamente, pero cuando lo olemos por segunda vez lo olfateamos y trae puesta una loción de alguien que nos cae mal o nos hizo daño inmediatamente lo rechazamos? la respuesta está en el sentido del olfato; lo rechazamos porque tenemos grabado el olor de ese ser que nos hizo daño. Lo anterior fue lo que me hizo saber la importancia de este sentido y el de conocer el olor primeramente mío y el de mi pareja. Todos tenemos un olor muy particular que nos distingue de entre la demás personas, donde las feromonas tienen un papel crucial. Queremos

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Mi cita con la Erotóloga

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Mi cita con la Erotóloga que nuestra pareja no huela a nadie más y pedimos fidelidad, lo curioso es que en vez de descubrir nuestro olor y hacer después que nuestra pareja lo descubra vamos y compramos el perfume de moda y por ende, terminamos oliendo como todos los demás. Qué interesante esto; si nos ponemos a pensar, hemos idealizado a la mujer perfecta a aquella que no tiene ni un vello, pero te has preguntado alguna vez ¿por qué las mujeres europeas son de lo más sensuales? la respuesta está en lo anterior, yo no digo que no se depilen, es cierto que es por higiene –según ciertas personas- pero ¿sabías que en el vello púbico y axilas es donde tienen el nacimiento las feromonas? ahora sabes por qué las europeas son todo un éxito. ¿Sabe tu pareja a lo que en verdad hueles? ¿ya conoces tu verdadero aroma? Si no, también te invito a descubrirlo. Haciendo una reflexión después de conocer un poco de erotología descubrí y comprobé lo que mi erotóloga me dijo, es cierto cuando dice que casi todo lo que pensamos nos dijeron que así era, pero las sanciones son solo nuestras, y cuando necesitamos descubrirnos, sólo nosotros podemos saber de nosotros. Gracias a ella ya no soy la persona que asocia al erotismo con sólo lo sexual, esa capacidad de contactar tiene que ver con las señales que nos dan nuestros cinco sentidos y entender todos y cada uno de los mensajes que nos da nuestro templo que es el cuerpo, es esa manera de sentir la vida y a través de eso crear un concepto que llamaremos nuestro hoy o nuestra verdad, esa verdad que solo nosotros sabremos que nuestro cuerpo tiene escrita para nosotros, aprender a sentir es el requisito esencial para vivir el erotismo en plenitud. Pudiera pasarme horas escribiendo de erotismo y la manera en que esta profesión cambió mi vida, pero creo que ya les di una probada de cómo mi cita con la erotóloga ha cambiado la forma de percibir el mundo a través de los sentidos todo con un sólo propósito: el de sentir. Los invito a que dejen a un lado los tabúes, los miedos y todo lo que nos han dicho que es malo o pecado. Necesitamos contactar con nosotros mismos, eso hará que después el contactar con nuestra pareja y el mundo que nos rodea sea una experiencia que valga la pena estar alimentando día con día. A los lectores de este texto les digo que la palabra pecado está mal interpretada, su significado se ha venido distorsionado al pasar los años, para los hebreos la palabra pecado significaba error, y para los griegos no llegar a la meta; eso no es malo, ¿o sí?. “La vida es una danza y no podemos danzar con cosas pesadas” Ana Cerón Pongan la palma de su mano boca abajo y hagan un puño. Con el dedo índice de su otra mano toquen el puño. ¿Sintieron eso? Eso se llama tacto. Ahora repitan el mismo ejercicio pero en vez de tocar el puño con la punta del dedo vayan hacia la tercera falange del dedo y acaricien nuevamente su puño. ¿Sintieron eso? la sensación fue diferente y en vez de sentir solamente el dedo que acaricia ahora sintieron el dedo y la mano acariciada, eso señores es contacto. Los invito a contactar.



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Escritores

Especial

Cuarta edición ANI VERSARIO

Para

escribir Por: Javier Valdez

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uede que sea una frase muy sonada, pero para aprender a escribir hay que escribir. Y leer. Y luego escribir y después leer. O al revés. Y así, sucesivamente. Pero la vida diaria, además de las lecturas, alimentan nuestro acervo y nos guían, son nuestros insumos: basta abrir los ojos, observar con detenimiento de abeja, escuchar, lanzar dardos diferentes sobre esa realidad que aparenta estar atrapada en la rutina, pero no. Hay que ensanchar miradas, abrir los sentidos, regresar al ejercicio primario de la descripción.Pregúntense cómo son las fachadas de los edificios por los que siempre pasamos, a pie o en camión o conduciendo un vehículo. Arriba, en lo alto, hay ornamentos, pichones, grafiti, colores, óxido, moho, abandono y olvido, y hasta plantas que han crecido caprichosamente, alimentándose entre los intersticios. Es sólo un ejercicio, pero con una mirada de éstas –no la mirada de siempre-, espontánea, traviesa, imaginativa, juguetona, romántica, de ensueño e irreverencia, podemos construir un buen párrafo y quizá, con un poco de suerte y prosa y enfrentando el desafío, una gran historia. Nuestro andar por la vida, la calle, la escuela, el trabajo, el barrio o la oficina, sirve para eso, si uno es o quiere ser un


escritor o periodista. Uno escucha grandes actos humanos mientras hace fila en la caja del supermercado o cuando va a las tortillas. Hay que cazarlas, atraparlas. Las historias nos coquetean, nos guiñan el ojo, nos gritan, nos dicen: cuéntame. No me considero un escritor, en todo caso soy más periodista. Tal vez, apenas, un aprendiz. Pero las frases ahí están, en la calle. Las dice la gente, al aventón, sin pensar. Y uno las junta con algo que vio o sintió, un verso en alguna poesía que se pegó como imán en nuestra cabeza, y las mete en una licuadora creativa, y algo sale. No lo duden. Una vez la pregunté a una joven mujer que conocí de tanto frecuentar un café, que si ya había tenido sexo con su novio. Los músculos de su boca se abrieron y apareció un jardín en sus labios, sus ojos parecían faroles encendidos y húmedos, y el sol se instaló en sus cachetes. Me dijo: hay preguntas que se responden con una sonrisa. Me fui de ahí sonriendo también, como el tonto que soy. Ahí, donde está la vida, está el oficio de escribir. En los latidos, las miradas, los pasos, el vaivén del cabello y de las caderas abultadas. Y me dije que esa era una buena frase y que yo debía usarla. Y que con suerte podía lograr una historia. Tal vez cursi o elemental o traviesa o arrojada, pero al fin una historia.

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Escritores

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De lenguas

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¿Y yo para qué quiero hablar inglés? Por: Luis Fernando Zazueta

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sta es la típica pregunta que nos hacemos cuando nos dicen “es que tienes que hablar inglés” pero cuando preguntamos ¿para qué?, casi todos se quedan con cara de “what” pues no saben que decir, ellos sólo repiten lo que otros dicen. Es cierto, siempre hemos sabido que el inglés es el segundo idioma que tenemos que aprender, desde que estamos en el kínder nos torturan con las mismas canciones, nos enseñan a cantarlas pero no sabemos qué estamos diciendo, sí, es divertida la clase con la Miss de inglés, pero sólo repetimos lo que la grabadora dice y aplaudimos y bailamos mientras lo hacemos. Ya después pasamos a la primaria, empezamos a aprender palabras nuevas en la clase de inglés, copiamos enunciados del pizarrón, trabajamos en el libro, y claro, “aprendemos” nuevas canciones y la pasamos muy padre en esa clase, y así llegamos a la secundaria y después la preparatoria y nos damos cuenta que nunca salimos del verbo “To Be”. Ya que entramos a la universidad nos sentimos grandes y maduros y ahora sí, es hora de echarle ganas para aprender inglés y al graduarnos ser bilingües. Pues pasan los años, nos graduamos y no, no aprendimos inglés. Obviamente tenemos nuestras razones, “no tengo tiempo”, “está bien difícil”, “estudiaré chino, dicen que


viene fuerte” y la más común “es que no me entra el inglés”. A la hora de buscar trabajo, de pedir un ascenso, una beca para estudiar fuera del país, tenemos que comprobar que dominamos el idioma y ahí estamos queriendo hablar inglés en tres meses con cursos intensivos en línea, con clases particulares y pidiendo que nos hagan “el paro” de hacer un examen a nuestro nombre. Y todo esto ¿por qué?, porque sencillamente hablar inglés te dará ventajas sobre otras personas en tu desarrollo profesional. Pero veamos el inglés desde un punto de vista más personal y cotidiano. Estamos acostumbrados a usar palabras y expresiones en inglés, muchas veces mal pronunciadas, tales como OK, bye, laptop, nice, cool, y una frase que no puede faltar “vamos de shopping”. Al ser vecinos de Estados Unidos es común que vayamos de shopping al país del norte, y es cuando empieza el sufrimiento al querer pedir algo de comer, cuando queremos una talla diferente porque nos aprieta, cuando nos perdemos y pedimos ayuda para llegar a un lugar y entramos en pánico al escuchar “I’m sorry, I don’t speak Spanish”; cuando entramos al cine y no están las famosas “letritas” que nos hacen muy fácil disfrutar una buena película. Y a la hora de pagar en una tienda estamos pendientes de la pantalla de la computadora, porque eso sí, con los números no hay pierde, son iguales en México, Estados Unidos y China. Además de todo la anterior, hablar inglés nos hará entender mejor la cultura y el humor de los gringos, que puede parecernos muy “chafa” o tonto, pero cuando conocemos un poco más el idioma, aprendemos a disfrutar cómo ellos se ríen de sí mismos, de su país e incluso de su presidente. En el humor americano las traducciones del inglés al español hacen que se pierda el sentido y por lógica no entendemos por qué deberíamos reírnos y más cuando en algunos programas se escuchan risas exageradas de fondo. Con el tiempo relacionaremos muchas cosas que anteriormente no sabíamos o no lo entendíamos, que la palabra troca viene de truck, que Kleenex sólo es el nombre de una marca de pañuelos, que no es “pedir un raite” sino un ride, que stalkear significa acechar, que no necesitamos preguntar si los boneless tienen hueso. Con la práctica nuestra pronunciación mejorará y podremos dejar de decir que desayunamos un “con fleis” o un “chocomil”, que vamos al “Gualmar” a comprar el mandado, que nos mandaron un “inbots”. Hay palabras en nuestro idioma que no tienen traducción exacta al inglés como: sobremesa, pena ajena, empalagar o buen provecho, sin embargo seremos capaces de explicarlas de otra manera al contar con un amplio vocabulario. Mención aparte merece la frase “I love you”. Como buenos mexicanos nos encanta ser muy expresivos con las personas y llegar a tomarles cariño en muy poco tiempo, pero decirle a alguien “I love you” para expresar un te quiero o me caes bien, nos puede meter en situaciones incómodas y vergonzosas, mejor usemos frases más ligeras como “I like you” o “I care about you”. Más allá de todos los beneficios que nos brinda en el área laboral, el inglés nos conecta con la cultura, el estilo de vida y costumbres de nuestros vecinos del norte, nos facilita y hace más placenteros nuestros viajes al extranjero, nos da la oportunidad de relacionarnos con personas de otros países y hasta nos puede ayudar a encontrar el “True Love” en cualquier momento.

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De lenguas

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Godínez

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Ser

Godínez E Por Claudia Valdez Bello

Por: Claudia Valdez Bello

n México, el término “Godínez” es utilizado para referirse a los profesionales y/o oficinistas que habitualmente trabajan de lunes a sábado (a veces, a viernes, si eres suertudo) en un horario de 9:00AM a 7:00PM tras un escritorio y con tiempo límite para comer (generalmente es de 2 horas). No es posible asegurar un origen preciso a este apodo, pero se cree que la palabra “Godínez” es alusivo al personaje de ese apellido del programa de Televisión Mexicana “El Chavo del Ocho”, el cual era interpretado por Horacio Gómez Bolaños, quien se caracterizaba por ser holgazán e intentar hacer todo mediante el camino más fácil, y particularmente por tratar de esquivar las preguntas del profesor y cualquier otra responsabilidad. Por eso, debido a que los burócratas tradicionalmente cumplen con estas características, es que se popularizó el término tanto en instancias gubernamentales como en empresas privadas. Aunque en realidad, existen muchos “godínez” muy trabajadores y responsables (o eso queremos creer).


La Quincena En México los empleados reciben su paga cada dos semanas “quincena”. La quincena marca un ciclo en la vida de los “Godínez”, su inicio significa una breve época de bonanza mientras su final implica sacrificio y carencias. Los vales de despensa Una de las prestaciones fiscales más comunes en México son los “vales de despensa” mensuales a los empleados. Estos vales pueden usarse en casi todos los comercios formales para adquirir casi cualquier producto o servicio, a excepción de alcohol y cigarros. #SorryNotSorry El famosísimo “Tupperware” El bajo salario que reciben los godínez hace imposible que puedan comer de forma cotidiana en restaurantes. El típico godínez hace uso de recipientes tipo Tupperware para llevar alimentos de su casa a la oficina y calentarlos en el horno de microondas que la mayoría de las empresas colocan en el área para comer. El mentado “Gafete” El establecimiento de sistema de seguridad al interior de las organizaciones ha hecho necesario el uso de gafetes para identificar al empleado, darle acceso a ciertas áreas y checar sus tiempos de entrada y salida. El uso del gafete es un símbolo distintivo del godínez. “La tanda” La forma de ahorro del Godínez es “la tanda”, en la cual un número de empleados se organiza para aportar cada quincena cierta cantidad de dinero y ese fondo se entrega a cada miembro en cada quincena hasta que todos los miembros han recibido su “tanda”. El “mal del puerco” o “Le Mal du Porc” Se sabe que comer (sobre todo de forma opípara) produce cambios en el pH sanguíneo que generan una sensación de pesadez y somnolencia. En el ámbito médico este cambio es conocido como “marea alcalina”. No obstante, en las oficinas mexicanas este fenómeno se conoce como “el mal del puerco”, uno de los muchos retos que los Godínez deben enfrentar durante la jornada laboral. Características de un godín: • Se emociona por recibir la quincena. • Tiene uno o más jefes.

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Diccionario Godín:

Godínez

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Godínez • Tiene un horario fijo. • Tiene su propia cuenta de correo electrónico en el dominio de la empresa para la que trabaja. • Le emocionan los viernes y le deprimen los lunes. • Tiene 3 días de vacaciones por cada 254 trabajados, y 7 días si logra trabajar 762 días en el mismo lugar. • Su lugar de trabajo es un cubículo idéntico al de todos sus compañeros. (Incluso comparten el mismo área de trabajo) • En el trabajo habla del trabajo, fuera del trabajo habla del trabajo. Según la OCDE* México es el país donde sus trabajadores laboran más horas al año con 2,246 horas. Mientras que países desarrollados como Alemania laboran un total de 1,371 horas al año con hasta dos meses de vacaciones. *OCDE Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.



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Confluencia

Especial

Sexta edición

Cómo llegué aquí ANI VERSARIO

Por: Eduardo Madrigal Elizondo

E

mpiezo a escribir este artículo un martes 13, pensando en la diosa Fortuna, y sus secuaces: la Suerte, la Coincidencia y la Casualidad; también pienso en la relación -acaso inexistente- de éstas con la Superstición, eje temático en torno al cual está integrado el sexto número de PERIPERCIA; donde aparece, además, mi primera colaboración, en una sección llamada CONFLUENCIA. Observando juntos todos estos datos, viene a mi mente una canción de Jorge Drexler (interpretada magistralmente por Solé Giménez, en el disco “Dos Gardenias”): “Todo se transforma”. Es curioso: un hilo indescriptible, conecta esa canción con mi historia en esta revista; Toda ella puede ser vista como una cadena de eslabones unidos por azar; los cuales, más o menos resumidos quedarían así: I: Una noche a mediados de agosto pasado, llego a un café-restaurante y busco una mesa desocupada. Encuentro una, sobre la que distingo un tabloide color amarillo, el cual -imagino- es el menú; pero cuando lo reviso, mientras tomo asiento, veo que en realidad es el número cuatro de PERIPECIA y pienso: “la mesa está ocupada y el comensal la dejó en señal de apartado”. Me dispongo a cambiar de lugar cuando llega la mesera y corrige mi confusión: se trata de un ejemplar de cortesía, por si alguien llega antes de tiempo a una cita, o requiere esperar a quien viene retrasado. “Vaya coincidencia: ese es mi caso” le respondo y me dispongo a hojear el ejemplar. Para cuando la mesera regresa trayendo -ahora sí- el menú, le solicito más… revistas como esa. No sólo me lleva el número tres, sino además me obsequia ambas. Con tan suculento aperitivo, cené opíparamente. II: Consigno en mi muro de Facebook la anécdota anterior, y descubro haber sido invitado -meses atrás- a la presentación del primer número de PERIPECIA, por uno de mis contactos de esa red social. Recuerdo de golpe aquel evento al cual pretendía


asistir, y cancelé a último momento por atender algún asunto urgente (otra vez el azar, pienso). También, gracias a ese mismo post, me contacto con los muros de la revista y de su directora. III: Me hago el propósito de asistir a la presentación del siguiente número de la revista, anunciado para el martes 6 de septiembre, a las 19:00 hrs. Aunque no puedo evitar cierta extrañeza al pensar en el refrán (“en martes, ni te cases ni te embarques”) la fecha me viene bien, pues casualmente no tenía compromiso para esa hora y día. Sin embargo, el Huracán Newton llegó sorpresivamente y obligó a posponer el evento para el lunes 12. “¡Qué mala suerte!” exclamo cuando me doy cuenta de tener ocupada mi agenda para entonces. IV: El lunes 12, por la tarde (a las 16:30 horas) intempestivamente me cancelan la cita de las 19:00 y lo primero que se me ocurre pensar es “ah, qué bueno: alcanzo a llegar a la presentación de PERIPECIA”. Desafortunadamente, por lo precipitado del cambio de planes, no logro invitar a nadie a acompañarme. Llego, tomo un lugar y mientras trascurre la presentación, me siento algo extraño al principio, “¿Cómo llegué aquí?” me pregunto; pero al repasar los acontecimientos, poco a poco me voy relajando. Al terminar el evento me acerco a presentarme con Fernanda Beltrán, la felicito por la revista, y ella -quizá por algunas cosas que leyó en mi muro- me sugiere la posibilidad de colaborar para la revista en algún futuro. “Me encantaría, por supuesto; con suerte y para el próximo número se me ocurra algo ¿ya tiene el tema para la siguiente edición”. “Sí -me responde- será la superstición”. V: Poco antes de dormir, pienso en el tema, sin encontrarle algún aspecto sugestivo; quizá porque Umberto Eco ya lo liquidó con un formidable aforismo paradójico: “La superstición trae mala suerte”. Y es entonces cuando distingo la diferencia fundamental entre la fortuna y las distintas maneras de tratar de predecirla (en el fondo, en eso consiste la superstición: en una contradicción). Es tratar de aplicarle leyes a aquello que es espontáneo por naturaleza. No todo tiene por qué coincidir; y cuando lo hace, no necesariamente sucede lo imaginado. Reparo entonces en la similitud entre las palabras «coincidencia» y «confluencia». Pensando en todo ello, me duermo. VI: Despierto pensando en escribirle a la directora de PERIPECIA una disculpa porque no se me ocurre prácticamente nada para hablar sobre la superstición. Tomo el celular y me percato del martes 13. Empiezo entonces a escribir las primeras líneas de este artículo. Con suerte, lo terminaré antes del cierre de la edición.

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¡Oh delicia!

Especial

Sexta edición ANI VERSARIO

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Mi

abuela decía Por:CHEF. Angelly N. Jacobo Sanchez CHEF. Cuauhtémoc Peñuelas Moraila


L

a cocina se asemeja mucho al laboratorio de un alquimista, donde se hace infinidad de cambios en busca de la mezcla perfecta; o en nuestro caso el manjar exquisito a la vista y paladar, al ver ese platillo terminado tan perfecto y elaborado no imaginamos todos los procedimientos que hay detrás, mucho menos en todas las supersticiones por las cuales ha pasado, esas supersticiones que suelen ser una creencia con algunos sucesos inexplicables o en ocasiones mágicos, contrarios a la razón. Desde las primeras infiltradas a la cocina de nuestras abuelas o nuestras madres, desde que ponemos un pie en ese místico lugar donde los alimentos pasan de una forma y salen transformados como por obra de magia, con esas flamas que parecen llegar al techo, la mirada de nuestras abuelas nos indican qué tocar y qué no hacer, algunas no entendibles ni legibles, otras un tanto extrañas y confusas, como la moneda dentro de la olla al momento de hacer los tamales, ¿acaso la moneda genera un sabor en especial?, ¿quién le dijo a mi abuela que el fierro se come?, todo eso tan confuso que desde niños no comprendemos, ni comprenderemos porque para nosotros siempre serán esas mágicas supersticiones que parecen ser creadas por dioses ancestrales, porque por muy extraño que parezca, tienen un propósito al momento de elaborar o ponerle sazón a nuestras comidas. En la cocina hay miles de supersticiones desde las más sencillas, como poner ajos en la puerta para repeler las malas vibras o la mala suerte en nuestras cocinas. ¿Quién no le ha quitado el extremo del pepino para frotarlo con el mismo, y así quitarle lo amargo? ¿Quién no ha puesto la cebolla en hielo para que no nos haga llorar?, muchas de estas acciones las realizamos por inercia porque ya forman parte de nuestra vida cotidiana, desde que estamos pequeños los licuados con poderes mágicos que nos hacía mamá, las deliciosas espinacas con la capacidad de darnos

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¡Oh delicia!

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fuerza sobrehumana; siendo estos algunos ejemplos de el comienzo de un mundo de supersticiones, conforme crecemos éstas se van haciendo más complejas. ES DE MALA SUERTE Derramar la sal es una aberración en cualquier lugar, si quieres evitar la mala suerte después de haberla tirado de inmediato se tiene que arrojar un poco de sal sobre el hombro izquierdo con la mano derecha, creas en ello o no, hacerlo dejará con tranquilidad a las personas que te acompañan, o no querrás que te echen la culpa de algún suceso malo que se presente inesperadamente. “TÚ NO HIJO, TÚ ERES CUATE” En el mundo de las supersticiones el gato negro es el rey, pero en el mundo de la cocina un “cuate” (un gemelo no idéntico) es nuestro gato negro, todo gira alrededor de ellos, si no eres un cuate o no conoces a algunos cuates quizá nunca habrás escuchado estos relatos: En la elaboración del pan, si un cuate anda cerca de la cocina y como diría la abuelita “anda de metiche”, tienen que darle un pedacito de la masa, para que el pan pueda leudar* bien. Se dice que, si a un cuate se le antoja tocarla y no lo dejan, éste le echa el ojo y nunca hincha o en caso de un pastel, no levanta. De nuevo, los cuates son partícipes de nuestras supersticiones, ya sea al momento de estar levantando las claras de huevo, para hacer chiles rellenos o un merengue para turrón, dicen que pueden bajarlo por completo si su estado de ánimo no anda del todo bien. Para ser honesto, yo no creía mucho en estas supersticiones, pero como dicen, hasta no ver no creer. En una ocasión cuando estudiaba, en clase de repostería mientras levantábamos las claras de huevo en perfecta armonía, todos muy tranquilos y estudiosos, nos dimos cuenta que nuestras claras lindas y perfectas no estaban levantando, lo primero que pensamos fue: “el tazón donde están las claras está sucio”, “las claras de huevo estaban viejas”, después de ir descartando todas la posibilidades, al


final quedó solo una. - ¿QUIÉN DE USTEDES ES CUATE?, una pregunta un tanto con signos de interrogación y exclamación salió de mi chef de repostería. Todos nos mirábamos las caras con miedo, y atrás de mí alguien lentamente levantaba su mano con cara de enojo. - YO SOY, CHEF, ¿TIENE UN PROBLEMA CON ESO? Para no explicar más de ese momento incómodo, se llegó a la conclusión por unanimidad que nuestro cuate de la clase estaba de mal humor, como la hormiga de la canción que “estaba de mal humor porque el chorrito la salpicó y sus chapitas le despintó”. De que hay muchas supersticiones en la cocina, es correcto, pero nosotros por si acaso, en la puerta del taller tenemos una corona de ajos para espantar las malas vibras. *leudar-verbo transitivo-Dar fermento a la masa con la levadura.

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