Aprender a comunicar (se) en las aulas Carlos Lomas Centro de Profesores de Gijón — Asturias 1. Introducción Las aulas son un espacio de constante interacción, es decir, es un lugar activo como lo resalta Philip W. Jackson, ya que la vida en las aulas es una constante interacción entre los individuos, es decir, los alumnos y maestro, el maestro es el que más recibe este proceso de comunicación ya que está en constante intercambio de ideas, opiniones, mensajes. Etc. El currículo es, en este sentido, un contexto de comunicación (Lomas, 1996a). Decir que la vida en las aulas es un contexto de comunicación es debido a que dentro del aula siempre se están haciendo presentes diversas formas de comunicarnos, non solamente por los medios o canales que conocemos que utilizamos para comunicarnos, sino que también, frecuentemente estamos expresando emociones y sentimientos a través de acciones que no tienen la intención de comunicar o no es su finalidad propia. 2. Competencia comunicativa y educación Se dice que la escuela debe de ser un espacio completamente para la comunicación y para lengua, esto debido a que es un lugar donde se pretende enseñar a hablar, escuchar, leer, escribir, sin embargo, los docentes en ocasiones han dejado de lado la verdadera intención de la comunicación y la lengua, debido a que no conocemos la intención comunicativa y no utilizamos las diversas formas que tiene este, por ejemplo, persuadir, convencer, escribir un informe, redactar, etc., ya que nos enfocamos en las funciones básicas del lenguaje. En consecuencia, el aprendizaje de los alumnos y de las alumnas se orienta al conocimiento, con frecuencia efímero, de un conjunto de conceptos gramaticales y de saberes lingüísticos cuyo sentido a sus ojos comienza y acaba en su utilidad para superar con fortuna los diversos obstáculos académicos. 3. Hablar en clase Hablar en clase es un proceso que se ha llevado a cabo desde la vida anterior, es un proceso sistemático y jerárquico, es diferente en cada persona y esto nos lleva a pensar que la educación obligatoria debería contribuir al desarrollo de las capacidades comunicativas de los alumnos y de las alumnas de forma que les sea posible, con el apoyo pedagógico del profesorado, comprender y expresar de forma correcta y adecuada los mensajes orales
que tienen lugar en ese complejo y heterogéneo mercado de intercambios que es la comunicación humana. Por ello la educación debe brindar las herramientas para desarrollar las competencias comunicativas ya adquiridas con anterioridad, y reforzarlas para de esta manera adquirir un buen uso del lenguaje hablado. 4. Leer, entender y escribir El saber leer y escribir puede sonar una tarea muy fácil, sin embargo si lo vemos desde una perspectiva profunda, el saber leer y escribir es el portal que nos abre nuevos caminos para desenvolvernos en los diversos contextos, no solo en el ámbito educativo, sino nos abre puertas para saber comunicarnos de manera adecuada en la sociedad y nos ayuda a saber cómo comportarnos ante ella y de la mejor manera. El saber leer y escribir pero sobretodo entender textos de diversas índoles nos abre caminos que nos permiten conocer las diversas áreas y no solamente enfocarnos a las típicas, si no a tener un conocimiento amplio y cultural. 5. Medios de comunicación de masas, hipertextos y alfabetización crítica A lo largo de la vida adquirimos habilidades comunicativas, pero llegamos a un punto, donde tenemos que potencias estos aprendizajes y saberes adquiridos, por lo cual debemos conocer diversas formas de comunicación, debemos tomar en cuenta que actualmente la comunicación virtual y los medios de comunicación son el auge de la comunicación, ya que por medio de ellos conocemos cosas, nos comunicamos, persuadimos, etc. 6. Un leve aire emancipatorio Cualquier aprendizaje es el resultado de la comprensión y de la interpretación. Sin embargo, la adquisición del conocimiento escolar y cultural no es sólo el efecto de una simple transmisión de información. Hoy sabemos que las personas aprendemos en interacción con otras personas, con los objetos, con los textos, con el entorno físico y social, y que en esa conversación vamos construyendo no sólo algunos aprendizajes sino también las teorías del mundo que confieren sentido a nuestra existencia. Aunque los tiempos actuales inviten a instalarse en la aldea digital, seguimos habitando en la Galaxia Guttemberg y por tanto sigue siendo necesario crear y transformar el aula en un escenario comunicativo implicado en la tarea de leer, entender y escribir a través de continuos actos de lectura y escritura (reflexiva y compartida). Una tarea en la que la lectura y la escritura se constituyen herramientas de comunicación entre las personas y de comprensión del mundo, en instrumentos que nos ayudan a realizar las tareas, a acceder a mundos ocultos y a dialogar con otras opiniones, culturas y sentimientos. Ello nos obliga a ir construyendo una educación integradora,
abierta, flexible y creativa y una sociedad democrática por las que circulen «un leve aire emancipatorio» (Lledó, 1991).